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Síndrome miofascial

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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez
Maracay- Aragua
Síndrome Miofascial, Síndrome doloroso regional y Contracturas
INTRODUCCIÓN 
Es una investigación realizada con el fin de recolectar diferentes estudios para traerlos como enseñanza de un modo práctico y teórico, con el fin de conocer las diferentes patologías que es bueno tener presentes, debido a que son de alta importancia, en el desenvolvimiento de los estudiantes del área de salud, las diferentes definiciones así como su fisiopatología ayudaran al descubrimiento y al amplio conocimiento que se debe enfocar y tener presente día tras día, tanto en el Síndrome Miofascial como en el síndrome doloroso regional y las contracturas se encuentran diferentes patogenias y cada una de ellas nos ayudaran a ver el porqué de las mismas, pero eso será lo más intrínseco del tema al igual que su parte más fundamental. 
Síndrome miofascial
Definición: El síndrome miofascial es un cuadro de dolor regional de origen muscular, localizado en un músculo o grupo muscular, que consta de una banda tensa, aumentada de consistencia, dolorosa, identificable por palpación y en cuyo seno se encuentra el punto gatillo (PG) y dolor referido a distancia, espontáneamente o a la presión digital. De otro lado, otros autores consideran el SDM y los PGM como parte de un cuadro más general que ellos denominan Síndrome espondíleo (pseudorradicular) 
Patogenia: Se han propuesto muchos mecanismos histopatológicos para explicar el desarrollo de los PG y los patrones de dolor; sin embargo, se carece de evidencia científica. Travell y Simons, en su hipótesis integrada, atribuyeron como posible etiología del PG a una disfunción de la placa motora, punto en el que las motoneuronas α contactan con sus correspondientes fibras musculares. 
Una neuropatía/radiculopatía produce una hipersensibilidad a la acetilcolina, dando origen una ACTIVIDAD CONTRÁCTIL MÁXIMA sobre el punto gatillo.
• Esta Actividad Contráctil Máxima se debe a la ACTIVACIÓN EXCESIVA DE LA MEMBRANA POR PARTE DE LA ACETILCOLINA.
• La Activación Excesiva de la Membrana da lugar a los NUDOS CONTRÁCTILES (“Contraction Knots”) y a la ACTIVIDAD ELÉCTRICA ESPONTÁNEA en los puntos gatillo.
• Los Nudos Contráctiles son resultado entonces de una actividad contráctil máxima continua de un grupo de sarcómeras contracturadas, lo cual INCREMENTA ENORMEMENTE LA DEMANDA LOCAL DE ENERGÍA.
• Por otro lado, la tensión local ocasionada por los Nudos Contráctiles crea una REGIÓN DE ISQUEMIA E HIPOXIA al comprimir vasos sanguíneos. Por lo tanto, las mitocondrias de las células musculares no pueden fabricar ATP.
Clasificación: ACTIVO: •Doloroso a la presión, limita la elongación, debilidad, signo de REL, alteraciones sensitivos, motores y autonómicos en su zona de dolor referido.
•INSERCIONAL •PG. En la unión miotendinosa y/o inserción ósea. La tensión en la banda tensa ocasiona entesopatia.
• CENTRAL •PG asociado a placas motoras disfuncionales, de localización central a las fibras.
•CLAVE •PG. Responsable de la activación de una o más PG satélites. Su inactivación, inactiva los PG satélites.
•LATENTE•PG. Clínicamente durmiente, con respecto al dolor espontaneo: solo es doloroso a la palpación. Características del PG activo
• SATELITE: PG. Central, inducido mecánicamente o neurogenicamente por la actividad de un PG clave. Por el general está ubicado en el musculo agonista sobrecargado por sustituir al musculo con PG. 
Clave: Se encuentra en el área de referencia del PG clave.
•SECUNDARIO
•PG. Satelite.
BANDA TENSA : Grupo de fibras musculares tirantes que se extienden desde el punto gatillo hasta las inserciones del musculo.
Etiología: La etiología del SMF es desconocida en la actualidad. Las causas del SMF están relacionadas fundamentalmente con factores biomecánicos de sobrecarga o sobreutilización muscular o microtraumatismos repetitivos, en los que se ven alterados los procesos metabólicos locales del músculo y la función neuromuscular en la placa motora. También puede aparecer de manera concomitante, acompañando a otras enfermedades articulares, radiculares e incluso viscerales. Existe una serie de factores favorecedores o precipitantes que pueden reactivar o generar los PG, respectivamente. Una vez instaurado puede hacerse crónico.
Síntomas: Dolor que persiste o empeora, Dificultad para dormir a causa del dolor
Signos: Dolor muscular intenso y profundo, Nudos de contracción en un músculo
Factores de riesgo: Un estímulo, como la rigidez muscular, que activa los puntos desencadenantes del dolor en los músculos, provoca el síndrome de dolor miofascial. 
Lesiones musculares. Una lesión muscular aguda o la tensión muscular continua pueden hacer que se formen puntos desencadenantes del dolor. Por ejemplo, un punto en un músculo tensionado o cerca de este puede convertirse en un punto desencadenante del dolor. Los movimientos repetitivos y una mala postura también pueden aumentar el riesgo.
Estrés o ansiedad. Las personas que presentan estrés y ansiedad frecuentes pueden tener más probabilidades de que se formen puntos desencadenantes del dolor en los músculos. Una teoría sostiene que estas personas pueden tener más posibilidades de apretar sus músculos, una tensión repetida que deja a los músculos sensibles a los puntos desencadenantes del dolor.
 Diagnóstico: 
 • Historia de dolor espontaneo localizado
• Presencia de banda tensa
• Punto gatillo
• Signo del salto
• Reconocimiento del dolor referido
• Respuesta espasmódica local (REL)
• Exámenes clínicos – laboratorios, radiología negativos
Diagnóstico diferencial: Dolor radicular, dolor neuropatico y fibromialgia. 
Pronostico: Generalmente las personas con un punto gatillo o un síndrome miofascial suelen tener un pronóstico muy bueno
Complicación
 Problemas de sueño. Los signos y síntomas del síndrome de dolor miofascial pueden hacer que sea difícil dormir de noche. Es posible que les resulte complicado encontrar una posición cómoda para dormir. Y si la persona se mueve de noche, es posible que se toque un punto doloroso y despierte.
Fibromialgia. Algunas investigaciones indican que el síndrome de dolor miofascial puede evolucionar en fibromialgia en algunas personas. La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por el dolor generalizado. Se cree que el cerebro de las personas que padecen fibromialgia se vuelve más sensible a las señales de dolor con el paso del tiempo. Algunos médicos creen que el síndrome de dolor miofascial puede tener un papel preponderante en el comienzo del proceso. 
Tratamiento: FARMACOLÓGICO. Analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares brindan alivio temporal. Suplementos de Calcio, Magnesio, Vitamina B, Vitamina C, pueden ayudar.
• TERAPIA FÍSICA: ELECTROTERAPIA: ultrasonido, diatermia de onda corta, corrientes analgésicas.
• EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO (“stretching”). Pasivos, inhibición recíproca, relajación postisométrica.
• MASOTERAPIA.	
• DIGITOPRESION.
• PROCEDIMIENTOS FISIOTERAPEUTICOS:
• Desgatillamientos
• Bloqueos paravertebrales
• Estimulación intramuscular – IMS – con aguja seca (Chan Gunn) 
Síndrome de dolor regional complejo
Definición: El síndrome de dolor regional complejo es una afección de dolor crónico. Provoca dolor intenso, por lo general en los brazos, las manos, las piernas y los pies. Puede ocurrir después de una lesión en un nervio o en el tejido de un área afectada.
Patogenia: Su fisiopatología no está clara, pero la sensibilización de los nociceptores periféricos y centrales y la liberación de neuropéptidos (sustancia P, péptido relacionado con el gen de la calcitonina) ayudan a mantener el dolor y la inflamación. El sistema nervioso simpático se encuentra más afectado en el síndrome de dolor regional complejo que en otros síndromes dolorosos neuropáticos: la actividad simpática central aumenta y los nociceptores periféricos están sensibilizados a la noradrenalina (un neurotransmisor simpático); estos cambiospueden conducir a alteraciones de la sudoración y un flujo sanguíneo escaso debido a la vasoconstricción. No obstante, solo algunos pacientes responden a la manipulación simpática (es decir, al bloqueo simpático central o periférico).
Clasificación: La IAPS define dos tipos de SDRC: el tipo I (Distrofia Simpática Refleja o Síndrome de Südeck), en el que no se identifica ninguna lesión nerviosa y representa el 90% de los casos clínicos y el tipo II (Causalgia), en la que sí objetivamos lesión nerviosa.
Etiología: El síndrome de dolor regional complejo de tipo I sigue habitualmente a una lesión (en general, de una mano o de un pie) y es más frecuente después de un aplastamiento, sobre todo en una extremidad inferior. Puede seguir a una amputación, un IAM, un accidente cerebrovascular o un cáncer (p. ej., de pulmón, de mama, de ovario o del sistema nervioso central); más o menos en el 10% de los pacientes no hay ningún desencadenante aparente. Ocurre comúnmente después de la inmovilización de la extremidad para tratar la lesión inicial.
El síndrome de dolor regional complejo de tipo II es similar al de tipo I, pero supone el daño franco de un nervio periférico.
Signos: El dolor (en general, urente o lancinante) es una característica diagnóstica fundamental. No sigue la distribución de un solo nervio periférico; es regional, incluso cuando es causado por una lesión de un nervio específico, como ocurre en el SDRC tipo II. Puede agravarse con los cambios en el entorno y el estrés emocional. La alodinia y/o la hiperalgesia suelen estar presentes, lo que indica una sensibilización central. A menudo, el dolor hace que los pacientes restrinjan el uso de una extremidad.
Síntomas: piel brillante, uñas agrietas o con un crecimiento excesivo, debilidad y temblores.
Factores de riesgo
· Traumatismos
· Fracturas
· Mordeduras
· Caídas, esguinces
· Cirugía previa.
Otras causas:
· Infección (parvovirus B19)
· Cáncer
· Problemas de cuello
· Accidente cerebrovascular
· Infarto de miocardio.
Tras un traumatismo se liberan por las terminaciones nerviosas neuropéptidos, mediadores inmunológicos y anticuerpos que pueden contribuir a cambios regionales en la función del nervio sensorial y provocar una degeneración axonal responsable del círculo vicioso doloroso.
Diagnóstico: El síndrome de dolor regional complejo se diagnostica cuando se presentan los siguientes síntomas:
· Los pacientes tienen dolor continuo más allá de lo explicado por la disfunción de un solo nervio y que es desproporcionado en relación con el daño tisular original.
· Se cumplen algunos criterios clínicos (criterios de Budapest ).
Los criterios de Budapest tienen cuatro categorías. Para que se diagnostique el síndrome de dolor regional complejo, el paciente debe informar al menos un síntoma en tres de las cuatro categorías, y el médico debe detectar al menos un signo en dos de las mismas cuatro categorías (los síntomas y los signos se superponen):
· Sensitivos: hiperestesia (como signo, ante un pinchazo) o alodinia (como signo, al tacto delicado, la presión somática profunda, movimiento articular o todos estos)
· Vasomotora: asimetría térmica (> 1° C como signo) o cambios asimétricos en el color de la piel
· Sudomotora o edema: cambios en la sudoración, sudoración asimétrica o edema
· Motora o trófica: cambios tróficos en la piel, el cabello o las uñas, disminución de la amplitud de movimiento o disfunción motora (debilidad, temblor, distonía)
Además, no deben haber otras pruebas de otro trastorno que pueda explicar los síntomas. Si existe otro trastorno, el síndrome de dolor regional complejo debe considerarse posible o probable.
Los cambios óseos (p. ej., la desmineralización en la radiografía, el aumento de captación en un centellograma óseo con radionúclidos de triple fase) también pueden detectarse y suelen evaluarse únicamente cuando el diagnóstico es ambiguo. Sin embargo, en las pruebas de diagnóstico por imágenes, el hueso también puede parecer anormal después de un traumatismo en pacientes sin SDRC, lo que hace que las anomalías detectadas en las radiografías y las gammagrafías óseas sean inespecíficas.
El bloqueo nervioso simpático (del ganglio cervical estrellado o lumbar) se ha usado para el diagnóstico (y se utiliza para el tratamiento). Sin embargo, los resultados falsos positivos y negativos son frecuentes porque no todo dolor en el síndrome doloroso regional complejo es mantenido por vía simpática y el bloqueo nervioso también puede afectar a fibras de otro tipo.
Diagnóstico diferencial: El diagnóstico diferencial va a depender de la fase evolutiva. En fase inicial habrá que considerar artritis infecciosas, artritis reumáticas, artropatía inflamatoria, arteriopatía periférica y trombosis venosa profunda. En fase crónica (con secuelas) con la enfermedad de Dupuytren, esclerodermia y fascitis plantar. En afectaciones de la cadera conviene descartar coxitis y osteonecrosis. Si existe desmineralización ósea será recomendable descartar fracturas de estrés, osteoporosis y tumores óseos benignos y malignos.
Pronostico: El pronóstico del SDRC generalmente es favorable. El 74% de los pacientes presenta una resolución espontánea de los síntomas. Un diagnóstico erróneo prolongado y retrasar el inicio de un tratamiento correcto pueden dar lugar a una importante discapacidad crónica, presentando hasta un 50% de pacientes que no han recibido tratamiento sintomático antes del año secuelas irrecuperables.
La aplicación de un tratamiento precoz, en los primeros tres meses desde el inicio de los síntomas, mejorará la evolución del cuadro. El 80% de pacientes que reciben tratamiento sintomático en el primer año mejora significativamente.
Si bien el pronóstico a largo plazo es favorable, se estima que solo un 20% de los afectados puede recuperar su nivel previo de funcionalidad. Observamos secuelas leves (dolor, edema) en 20-40% de los casos. La presencia de secuelas más graves puede precisar intervención quirúrgica e incluso amputaciones.
Complicación: Disfunción motora, pérdida de la movilidad, distonía temblor.
Tratamiento: En cuanto al tratamiento de la DSR, va encaminado hacia la mejora sintomática y la prevención de la atrofia. Es imprescindible y se debe aplicar desde las primeras etapas de forma progresiva.
· Tratamiento rehabilitador. El objetivo es mantener la movilidad de la extremidad, evitando la rigidez y la contractura muscular asociada al dolor y disminuir el edema. (Electroterapia, masoterapia, baños de contraste, cinesiterapia, electroestimulación transcutánea (TENS), ultrasonidos o magnetoterapia.
· Cámara hiperbárica.
· Para tratar el dolor se utilizan analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). La morfina y derivados se utiliza para dolores severos.
· Los antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) son útiles en todas las fases de esta enfermedad especialmente si el dolor es constante.
· La gabapentina es útil en dolores espontáneos y paroxísticos (dolor neuropático)
Contracturas
Definición: La definición de una contractura muscular es arbitraria -o por lo menos convencional dado el uso a menudo poco riguroso de este término en la literatura internacional. También es imprecisa debido a la multiplicidad de las causas. Se puede aceptar, no obstante, que la contractura es un acortamiento involuntario, transitorio o durable, doloroso o no, de uno o varios músculos estriados. Esto no resuelve las dificultades terminológicas debidas a la confusión.
Patogenia: La contractura antálgica es el de un reflejo nociceptivo correspondiente a una variedad de reflejo en flexión. El punto de partida del reflejo se sitúa en la articulación lesionada con un dolor asociado que se origina en los receptores tendinosos y las inserciones aponeuróticas. El reflejo pasa por la vía polisináptica. Las fibras aferentes hacen sinapsis con la motoneurona alfa en la médula espinal.
Clasificación: Las contracturas se clasifican en tres grupos: antálgicas (compensadoras), en las que la contractura reduce el dolor; álgicas, en las que el dolor provoca la contractura,y análgicas, que corresponden a diversos tipos de contracturas, sobre todo retracciones. 
Etiología: La contractura puede ser causada por cualquiera de los siguientes problemas mencionados a continuación: trastornos del cerebro y del sistema nervioso con parálisis cerebral o accidente cerebrovascular, trastornos hereditarios como la distrofia muscular, daño neurológico, reducción del uso (como por ejemplo por falta de movilidad) y cicatrización después de una lesión traumática o quemadura.
Síntomas: Movimientos reducidos. Debilidad muscular.
Signos: Dolor y rigidez articular y muscular. Uso limitado de la zona afectada.
· Factores de riesgo: Frío: ante el frío ambiental o la solicitación muscular, si no se realiza un calentamiento adecuado puede generar una contractura.
· Sobreesfuerzo: ya mencionado, si exigimos una intensidad repentina o durante un tiempo prolongado sin descanso se puede producir la lesión. También en casos de posturas inadecuadas durante un tiempo prolongado. Las personas sedentarias son más propensas a sufrir una contractura debido a que el músculo no está preparado, al igual que los deportistas si no se preparan adecuadamente.
· Estrés emocional debido a la tensión acumulada.
· Deshidratación: la falta de agua u otros componentes como el magnesio, la glucosa o el potasio aumentan las probabilidades de sufrir una contractura, ya que son elementos importantes para el correcto funcionamiento de los músculos.
· Edad avanzada: las personas mayores pierden elasticidad y son más propensas a esta clase de lesiones.
Diagnóstico: El diagnóstico se centra en la palpación de la zona afectada en busca de abultamientos musculares con mayor tensión, un bastón muscular ofrece una resistencia determinada a la palpación mientras se deslizan los dedos sobre este y encontrar un punto con mayor resistencia significa que ese punto en concreto de las fibras musculares se encuentran contraídas
Diagnóstico diferencial: Síndrome miofascial, punto gatillos y fibromialgia 
Pronostico: Se trata de una lesión poco grave pero molesta, que puede empeorar si no se trata debidamente. Si se retrasa excesivamente puede ser muy complicado recuperar el rango de movimiento normal.
Complicación: La contractura de un músculo activa directamente los nervios del dolor que están en él, desencadenando dolor. Además, el músculo contracturado puede comprimir la arteria, disminuyendo su riego sanguíneo
Tratamiento: Medicamento: los médicos suelen recetar antiinflamatorios o analgésicos para reducir el dolor y la inflamación.
•	Calor: un tratamiento muy habitual y de fácil aplicación por parte del paciente es aplicar calor en la zona que sufre la contracción. Así se consigue relajar el músculo y, además, tiene efecto analgésico.
 
CONCLUSION
A lo largo del desarrollo de este trabajo se pudo evidenciar los distintos tipos de afecciones que muchas veces pueden ser tratados por medio del tratamiento fisioterapéutico el cual el objetivo siempre será buscar la ayuda a las personas que están siendo afectadas por los distintos efectos de dichas patologías, el trabajo de los fisioterapeutas en estas patologías será fundamental para intervenir en el avance de dichas afecciones lo que va a ayudar mucho a la detección, tratamiento y solución para poder encararlas desde otra perspectiva. 
Todo esto tanto conocer el diagnóstico de las patologías como su diferente patogenia nos va a ayudar a los fisioterapeutas a trabajar en función de conseguir un tratamiento más eficaz. 
BIBLIOGRAFIAS
The nature of myofascial trigger points. Clin J Pain. 1995
Matases MS. Síndrome del dolor regional complejo. Dolor neuropàtico periférico. Dolor 2002
Otero-Alvaro A, Pérez Caballer A, Gómez-Castresana F. Tratamiento farmacológico del síndrome doloroso regional complejo de las extremidades como cusa de dolor neuropático. Rev Clin Esp 2004
G Serratrice 2003, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Contracturas musculares

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