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Eraso La explicación

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LECTURA 
CRÍTICA Y 
ESCRITURA 
EFICAZ EN LA 
UNIVERSIDAD
Silvia Mateo - Alejandra Vitale coordinadoras
Laura Pérgola 
Teresita Matienzo 
Soledad Silvestre 
Silvana Falvo 
Florencia Magananego 
Paulina Bettendorf 
Cecilia Eraso 
Luciana Velloso 
Susana Flores 
María Luz Rodríguez 
Luciana Lopardo
C a p ít u l o 4
L a e x p l i c a c i ó n :
U n a in t r o d u c c ió n a l a l e c t u r a y p ro d u c c ió n de t e x t o s e x p lic a t iv o s 
C ecilia Eraso y Luciana V e llo so
Nuestra búsqueda debe estar orientada a lograr una reconciliación 
entre lo real y los hombres, entre la descripción y la explicación,
entre el objeto y el saber.
R O L A N D B A R T H E S , M i t o l o g ía s
i. ¿Qué es explicar?
Explicar es un modo de desplegar y transmitir conocimientos cuya 
principal característica es la voluntad de hacer comprender algo. Somos 
productores y destinatarios de enunciados explicativos tanto en la vida 
cotidiana como en otros ámbitos, de ahí que tenemos incorporada cierta 
capacidad para reconocer y elaborar este tipo de textos.
Desde un punto de vista discursivo, la explicación es el modo de 
organización de la información que encontramos recurrentemente en los 
géneros académicos como artículos científicos, tesis, monografías, infor­
mes de investigación y ocupa un lugar central en el discurso didáctico. Si 
bien estos géneros son el marco más común para la explicación, esta puede 
aparecer en una amplia variedad de contextos cuyo rasgo común es la ne­
cesidad de comprender o hacer comprender por qué o cómo se produce un 
fenómeno, un hecho o un proceso; de hecho, se encuentra presente en la 
conversación cotidiana. Supone en todos los casos desarrollar, desplegar, 
desenvolver algo que resulta confuso u oscuro (Zamudio y Atorresi, 2000).
Desde el punto de vista de la estructura textual, y según sostiene el 
lingüista Jean-Michel Adam (1992), tanto en la comprensión como en la 
producción de textos los sujetos elaboramos progresivamente esquemas
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LECTURA CRITICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVE R S ID A D
textuales prototípicos, es decir, modelos bastante generales de organización 
textual que hacen posible la producción e interpretación de muchísimos 
textos. El texto explicativo se desarrolla como resultado de una necesidad 
de saber planteada como un problema o una pregunta y se organiza como 
un encadenamiento de datos ofrecidos para proporcionar la información 
que demanda la pregunta explicativa. Los textos argumentativos, por su 
parte, también responden a un problema pero surgido del desacuerdo en 
torno de una cuestión y se organizan mediante la articulación entre una 
tesis o conclusión y los argumentos ofrecidos para sustentarla.
Es necesario, asimismo, distinguir la explicación de la argumentación 
como prácticas discursivas típicas del ámbito académico. Desde un punto 
de vista pragmático, la explicación se orienta no a transformar conviccio­
nes, sino a aportar un cierto saber, en cambio la argumentación tiende a 
modificar creencias y representaciones del destinatario.
El texto explicativo, en el nivel local, suele privilegiar la ilusión de 
objetividad construida mediante la ausencia de evaluaciones axiológicas, 
poca o nula presencia del enunciador en el texto, predominio del modo 
indicativo y una serie de procedimientos facilitadores típicos que serán 
descriptos en detalle más adelante'. Mientras que el texto argumentativo 
suele exhibir una fuerte presencia del enunciador y muchas veces del propio 
destinatario virtual (primera persona del singular o del plural e interpela­
ción al destinatario) y, en estrecho vínculo con esta presencia, una selección 
léxica marcadamente subjetiva (adjetivación, adverbios de modo).
1.1. Ejercitación
i) Distinga cuáles de las siguientes preguntas son explicativas y cuáles 
argumentativas, teniendo en cuenta las diferencias descriptas:
a) ¿Cómo inciden las nuevas tecnologías en la comunicación
escrita?
b) ¿Las nuevas tecnologías de comunicación implican un deterioro
en la lengua?
c) ¿Qué es un paratexto y cuál es su función principal?
d) ¿Es necesario simplificar la ortografía del español?
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Cecilia Eraso y Luciana Velloso
e) ¿Qué es una dictadura?
f) ¿Hace falta una revolución para terminar con la injusticia social?
2) Elija una pregunta de cada tipo y justifique si en las respuestas 
predominan la exposición o la argumentación. Reponga un contexto (enun- 
ciador, auditorio) de aparición verosímil para esas respuestas.
2. Características del discurso explicativo
Si bien es posible abstraer las características generales de la explica­
ción para su estudio, debe tenerse en cuenta la manera en que aparece en 
distintos géneros discursivos, como se verá en el punto 4 de este capítulo. 
Es preciso recordar que, como sostuvo Mijail Bajtín, el uso de la lengua se 
lleva a cabo en forma de enunciados: no como oraciones “muertas”, des- 
contextualizadas y ambiguas, sino como fragmentos discursivos situados 
en contextos vivos.
El desarrollo de la explicación implica, al igual que todo discurso, 
un diálogo: la explicación es la respuesta a una pregunta que puede estar 
presente o bien deberá inferirse. El objeto de la pregunta explicativa es un 
fenómeno cuya causa y naturaleza se busca esclarecer mediante el desa­
rrollo de datos, y suele estar encabezada por los interrogativos qué, por 
qué y cómo. Explicar siempre tiene una constante: persigue el objetivo de 
hacer-saber (Lo Coco, 2010).
La característica que define toda explicación, entonces, es su finali­
dad: hacer comprender algo. Esto, a su vez, determina la naturaleza de las 
preguntas que desencadenan la explicación y también incide en la relación 
que se establece entre enunciador y destinatario, y, consecuentemente, las 
características del enunciado explicativo.
El sujeto que explica, el enunciador, es un sujeto que “sabe algo” y 
transmite ese conocimiento a otros sujetos, sus destinatarios que carecen 
de ese saber. De este modo, se construye una relación asimétrica entre 
uno y otro, donde el enunciador estaría en posesión de un saber más es­
pecífico que el de su destinatario. El discurso explicativo es, por ejemplo, 
el discurso didáctico que habitualmente usa el profesor con sus alumnos, 
frente a los cuales ocupa dicho lugar de posesión de saber. También es el 
caso del discurso de la divulgación científica que acerca a los lectores no 
especializados un saber extremadamente codificado y especializado, como 
puede ser el de la astronomía.
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LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
El siguiente fragmento presenta algunas de las características men­
cionadas:
Los AIE
¿Qué son los aparatos ideológicos de Estado (AIE)?
No se confunden con el aparato (represivo) de Estado. Recordemos que 
en la teoría marxista el aparato de Estado (AE) comprende: el gobierno, 
la administración, el ejército, la policía, los tribunales, las prisiones, etc., 
que constituyen lo que llamaremos desde ahora el aparato represivo 
de Estado. Represivo significa que el aparato de Estado en cuestión 
“funciona mediante la violencia”, por lo menos en situaciones límite 
(pues la represión administrativa, por ejemplo, puede revestir formas 
no físicas).
Designamos con el nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto 
número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo 
la forma de instituciones distintas y especializadas. Proponemos una 
lista empírica de ellas, que exigirá naturalmente que sea examinada en 
detalle, puesta a prueba, rectificada y reordenada. Con todas las reservas 
que implica esta exigencia podemos por el momento considerar como 
aparatos ideológicos de Estado las instituciones siguientes (el orden en 
el cual los enumeramos no tiene significación especial):
AIE religiosos (ei sistema de las distintas Iglesias),
AIE escolar (el sistema de las distintas “Escuelas”, públicas y privadas), 
AIE familiar,
AIE jurídico,
A IB político (el sistema político del cual forman parte los distintospartidos),
A l^ sindical,
A IE de información (prensa, radio, T.V., etc.),
A IE cultural (literatura, artes, deportes, etc.).
Decimos que los AIE no se confunden con el aparato (represivo) de 
Estado. ¿En qué consiste su diferencia?
En ;un primer momento podemos observar que si existe un aparato 
(represivo) de Estado, existe una pluralidad de aparatos ideológicos 
de Estado. Suponiendo que ella exista, la unidad que constituye esta 
pluralidad de AIE en un cuerpo no es visible inmediatamente.
En ün segundo momento, podemos comprobar que mientras que el 
aparato (represivo) de Estado (unificado) pertenece enteram ente al 
dominio público, la mayor parte de los aparatos ideológicos de Estado 
(en su aparente dispersión) provienen en cambio del dominio privado. 
Son privadas las Iglesias, los partidos, los sindicatos, las familias,
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C ecilia Eraso y Luciana Velloso
algunas escuelas, la mayoría de los diarios, las familias, las instituciones 
culturales, etc., etc.
Althusser, L,: Ideología y aparatos ideológicos del estado, Buenos
Aires, Nueva Visión, 1988 [1970].
En este caso, la pregunta que desencadena la explicación se encuen­
tra explícita. Las preguntas encabezadas por “qué” suelen ser respondidas 
mediante definiciones o descripciones. El enunciador de este texto ofrece 
una definición como respuesta a la pregunta que desencadena la explica­
ción: Designamos con el nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto 
número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la 
forma de instituciones distintas y especializadas. Proponemos una lista 
empírica de ellas, que exigirá naturalmente que sea examinada en detalle, 
puesta a prueba, rectificada y reordenada.
En el texto, el uso de la primera persona del plural -designamos- 
evidencia el carácter dialógico del discurso explicativo pero no debe con­
fundirse este uso con una marca argumentativa sino con un uso extendido 
en los ámbitos escolares y académicos. De igual modo, se pueden observar 
el predominio del modo indicativo -no se confunden-; el empleo de termi­
nología específica -Aparatos ideológicos del Estado (AIE), teoría marxis- 
ta, instituciones-; también aquí, como en buena parte de los enunciados 
explicativos, estas características producen una ilusión de objetividad.
Otra cuestión presente en el ejemplo es la distribución de la infor­
mación progresiva, que tiende a garantizar la comprensión del destinata­
rio. Este procedimiento consiste en el uso de preguntas autoformuladas 
que pueden estar implícitas o, como en este caso, explícitas. Además de la 
pregunta por la definición de los Aparatos Ideológicos del Estado, se utiliza 
nuevamente este recurso hacia la mitad del texto -Decimos que los AIE 
no se confunden con el aparato (represivo) de Estado. ¿En qué consiste 
su diferencia?- para retomar, ampliar y clarificar la distinción entre el 
concepto definido en los primeros párrafos y aquello respecto de lo que 
se diferencia. Se puede esquematizar la información del siguiente modo:
- ¿Qué son los aparatos de Estado?
- No se confunden con el aparato represivo de Estado...
- (Definición por la negación)
- Decimos que no se confunden con el aparato (represivo) de
Estado. ¿En qué consiste su diferencia?
- En un primer momento... en un segundo momento...
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LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IV ER SID A D
Hacia el final del fragmento, la explicación se organiza causalmente y 
ya no de modo descriptivo, puesto que el enunciador distingue un momento 
de indiferenciación entre AIE y aparatos represivos, y un segundo momento, 
como consecuencia del anterior, en que estas dos realidades se diferencian.
En síntesis, el análisis propuesto describe las características del 
discurso explicativo en tres niveles:
- nivel local: se describen las marcas de la enunciación (persona,
modo verbal) y la selección léxica (vocabulario).
- nivel estructural: modo de organización de la información.
- nivel pragmático: destinatarios, géneros, contexto de circulación.
Respecto de este último nivel, dado que la finalidad principal de la 
explicación consiste en “hacer comprender algo”, esto implica, por un lado, 
ciertos contextos de aparición (instituciones educativas, medios masivos 
de comunicación, etc.) al igual que formas específicas de organización del 
discurso como resultado de la imagen del destinatario que cada enunciador 
construye.
2.1. Diferentes tipos de destinatarios
Si bien es imposible conocer con exactitud quién será el destinatario 
empírico de un texto y en qué contexto lo leerá, es la proyección de ese 
posible lector la que determina los rasgos particulares del enunciado. El 
enunciador de un texto construye una imagen de su lector (de acuerdo con 
la edad, la clase social y el nivel de educación), le atribuye saberes y una 
determinada cosmovisión.
En los siguientes ejemplos se proyectan dos tipos de destinatarios 
diferentes:
Superrealismo o surrealismo
Traduccion es de la palabra francesa surréa lism e, al igual que 
“suprarrealism o” o “sobrerrealismo”, utilizadas para denom inar en 
castellano un movimiento literario, consolidado en Francia, alrededor 
de 1924, fecha en la que se publica el “Primer Manifiesto” de su líder 
André Bretón. La aparición de esta tendencia representa el punto 
final de una evolución iniciada en el arte y la poesía europeos en los
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Cecilia Eraso y Luciana Velloso
primeros decenios del siglo XX, a través de los llamados “ismos” o 
movimientos de vanguardia. Estos se propusieron cambiar el arte de su 
tiempo, rechazando la plasmación del mundo objetivo y convencional, 
especialmente después de la hiriente experiencia de la Primera Guerra 
Mundial. Tanto el cubismo en pintura, como el futurismo, el creacionismo, 
el dadaísmo y el ultraísmo en literatura, pretendían crear un universo 
propio, aunque con características diferentes en cada uno de ellos.
El superrealismo nace a expensas del dadaísmo de Tristán Tzara, si bien 
pronto se independiza. Añade a las ideas nihilistas de este último grupo, 
por las que se rechazaban la civilización y la cultura convencionales, 
su creencia en otra realidad distinta. Esta estaría por encima de la 
realidad objetiva y aceptada (de ahí su nombre procedente del vocablo 
“surrealité”), y en ella el individuo viviría en plena libertad, y el amor y 
la poesía llenarían su vida. Por ello, el superrealismo fue mucho más 
que una simple tendencia literaria, según afirma Octavio Paz, uno de 
sus seguidores. Suponía casi un estilo de vida, que en el arte significó 
la aparición de aspectos de la personalidad humana antes rechazados, 
como los sueños, las pasiones, los deseos, todo ello expresado con la 
máxima libertad...
Tomado de Diccionario de literatura universal, Madrid, Anaya, 1985
Hasta cierto punto el surrealismo era una reposición del romanticismo 
con ropaje del siglo XX (véase “Las revoluciones burguesas”, capítulo 
14), aunque con un mayor sentido del absurdo y de la burla. A diferencia 
de las principales vanguardias «modernas», pero igual que el dadaísmo, 
el surrealismo no tenía interés por la innovación formal en sí misma. 
Poco importaba que el subconsciente se expresara a través de un raudal 
de palabras escogidas al azar (“escritura automática”) o mediante el 
meticuloso estilo académico decimonónico en que Salvador Dalí (1904- 
1989) pintaba sus relojes derritiéndose en un paisaje desértico. Lo 
importante era reconocer la capacidad de la imaginación espontánea, sin 
mediación de sistemas de control racionales, para producir coherencia a 
partir de lo incoherente y una lógica aparentemente necesaria a partir de 
lo ilógico o de lo imposible. El Castillo en los Pirineos de René Magritte 
(1898-1967), pintado meticulosamente, como si fuera una postal, emerge 
de lo alto de una enorme roca, dando la sensación de haber crecido allí. 
Pero la roca, como un huevo gigantesco, está suspendida en el cielo 
sobre el mar, representado con el mismo realismo.
El surrealismo significó una aportación real alrepertorio de estilos 
artísticos vanguardistas. De su novedad daba fe su capacidad de 
escandalizar, producir incomprensión o, lo que viene a ser lo mismo, 
provocar, en ocasiones, una carcajada desconcertada, incluso entre la 
generación de los vanguardistas anteriores.
Tomado de Hobsbwam, E.: Historia del siglo XX , Buenos Aires,
Crítica, 1999.
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LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
En el primer ejemplo, el enunciador proyecta un destinatario inexper­
to que requerirá una definición del objeto a explicar para introducirlo en el 
tema. En esta entrada enciclopédica el estilo es impersonal, y el desarrollo de 
la explicación se remonta a los orígenes históricos del movimiento surrealis­
ta y a sus presupuestos estéticos más importantes. En el segundo ejemplo, 
a pesar de no haber una definición, sí hay una descripción de los efectos 
que el movimiento produjo en el contexto de su época y una comparación 
del surrealismo con otros movimientos artísticos como el Romanticismo 
y el Dadaísmo. El enunciador de este fragmento da por supuesta una gran 
cantidad de información por lo que la selección léxica -d e marcada com­
plejidad- no obtiene aclaraciones. Además, el enunciador entabla un grado 
mayor de familiaridad con el lector. Por último, aunque de acuerdo con su 
grado de complejidad, ambos textos describen el fenómeno o el proceso a 
explicar y ambos se valen de procedimientos facilitadores como el ejemplo.
3. Formas de organización del discurso explicativo
Los hablantes aprendemos a usar la lengua en tipos de textos, es 
decir, organizamos las palabras, las frases y el conjunto del texto con el fin 
de narrar, describir, argumentar, explicar y conversar. Según el lingüista 
francés Jean-Michel Adam estos diferentes usos discursivos adoptan la 
forma de secuencias prototípicas que son estructuras relativamente 
autónomas con una organización interna propia (secuencia Narrativa, 
Descriptiva, Explicativa, Argumentativa, Dialogal).
Lo que define que se considere a un texto como explicativo, argumen­
tativo, narrativo o de otro tipo es el principio de dominancia, un criterio que 
le permite a Adam explicar la heterogeneidad en la composición textual. 
Así, es posible encontrar en un texto narrativo secuencias descriptivas o 
dialogales, lo cual es típico, por ejemplo, del género cuento pero diremos que 
se trata de un texto narrativo porque en él serán las secuencias narrativas 
las predominantes (Zamudio y Atorresi: 2000).
En los textos explicativos -en los que reconocemos dos componentes 
básicos: el objeto a explicar (el explicando) y su explicación (el explicante)- 
podemos observar las siguientes esquemas explicativos:
a) Explicaciones de tipo descriptivo
Organizan descripciones que pueden ser estáticas, de procesos, como 
en el caso de la descripción de un proceso químico, o de procedimientos,
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Cecilia Eraso y Luciana V elloso
cuando se describe una serie de pasos predeterminados que implican una 
planificación.
b) Explicaciones de tipo causal
En este tipo de explicaciones el encadenamiento organiza causas y 
efectos. Cuando se da una relación causal entre el explicando y el explicante 
esta se identifica por los operadores lógicos “por qué”, “cómo”, “porque”. 
Es el caso del siguiente fragmento:
“¿Cuáles son las causas o motivos de emprender un viaje como 
inmigrante? La inmigración, generalmente, se produce a causa de 
situaciones de peligro de vida, de hambre o de guerras, de crisis 
económicas que conllevan la imposibilidad de que las personas 
desarrollen su trabajo o lo obtengan; de persecución ideológica, 
racial o política. Muchas otras veces la gente emigra para estudiar 
en otro país o porque se le ha dado la posibilidad de desarrollar su 
profesión con mayor éxito económico que en su lugar de origen”.28
En el fragmento anterior puede identificarse con claridad la llamada 
“cadena de datos” que el enunciador proporciona para responder al proble­
ma planteado por la pregunta explicativa, explícita en este caso.
c) Explicaciones de tipo problema-solución
Son las explicaciones que plantean un problema y proponen un 
desarrollo que contempla su resolución.
3.1. La secuencia explicativa prototípica
En cuanto a su organización, los textos explicativos responden a un 
esquema que puede representar con la siguiente secuencia explicativa 
típica (Zamudio y Atorresi, 2000):
28. Allegroni, A. y Sardi, V.: Leer y escribir textos no literarios. Inventores y viajeros. Docentes, 
Cuadernos para el aula, Buenos Aires, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la 
Nación, 2007.
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LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
0.
Macroproposición 
explicativa 0: Esquematización
inicial
1. ¿Por qué X? 
(0 ¿Cómo?)
Macroproposición 
explicativa 1:
Problema
(pregunta)
2. Porque Macroproposición 
explicativa 2:
Explicación (respuesta)
3. Macroproposición 
explicativa 3:
Conclusión (evaluación)
3.2. Ejercitación
1) Lea el siguiente texto y determine de qué maner se organiza la 
explicación (explicación descritíptiva, causal o problema-solución)
Cómo luchar contra las plagas en los huertos
La opción más sencilla y cómoda de eliminar estos molestos devoradores 
de hortalizas y frutas son los pesticidas e insecticidas químicos. Los 
productos son diversos y su efectividad alta, aunque en algunos casos 
no hacen más que fortalecer a ciertos bichitos, que vuelven cada año 
con más apetito. Una opción barata y más natural de acabar con estos 
molestos inquilinos es recurrir a trucos y remedios tradicionales del 
hortelano, transmitidos de generación en generación, y que son mucho 
menos nocivos para la tierra y para el equilibro natural del huerto. Por 
ejemplo, algunas plantas, como salvia, albahaca o manzanilla, permiten 
alejar las plagas de un modo natural. Cultivar estas plantas cerca 
del huerto nos ayudará a mantener lejos a ciertos bichitos, aunque, 
lógicamente, no son la panacea contra ellos. Lo mismo pasa con las 
cebollas y los ajos, que neutralizan, siempre relativamente, las plagas 
de las hortalizas.29
Extraído de Facilisimo.com [http://plantas.facilisimo.com/reportajes/ 
huertos/como-luchar-contra-las-plagas-en-el-huerto_184146.html]
100
http://plantas.facilisimo.com/reportajes/
Cecilia Eraso y Luciana Velloso
2) Lea atentamente el siguiente texto y resuelva las consignas que se 
encuentran a continuación:
El montaje
1. El principio de montaje
El montaje en un filme (y por lo general en el cine) es ante todo un trabajo 
técnico, organizado como una profesión, y que en el curso de algunos 
decenios de existencia ha establecido y progresivamente fijado ciertos 
procedimientos y ciertos tipos de actividad.
Recordemos rápidamente cómo se presenta la cadena que lleva del 
guión a la película acabada en el caso de una producción tradicional: 
-una primera etapa consiste en découper (desglosar) el guión en 
unidades de acción y, eventualmente, en desglosar estas para obtener 
unidades de rodaje (planos);
-estos planos durante el rodaje engendran varias tom as (ya sea 
idénticas, repetidas hasta que se juzga el resultado satisfactorio para 
la realización; ya sea diferentes, obtenidas, por ejemplo,“cubriendo” el 
rodaje con varias cámaras);
-el conjunto de estas tomas constituye los m shes a partir de los cuales 
comienza el trabajo de montaje propiamente dicho, que consta de tres 
operaciones indispensables:
1o Una selección, entre los rushes, de los elementos útiles (los que se 
rechazan constituyen los descartes).
2° Un enlazado de planos seleccionados en un cierto orden (se obtiene 
así lo que se llama un “fin a fin” o una “primera continuidad”).
3o Finalmente se determina con un nivel preciso la longitud exacta que 
conviene dar a cada plano y los empalmes (raccords) entre estos planos. 
(De hecho hemos descrito el proceso que se sigue corrientemente con 
la banda-imagen: el trabajo con la banda de sonido puede, según los 
casos, hacerse simultáneamente o después del montaje definitivo de 
la banda-imagen).Así, bajo su aspecto original, el de una técnica especializada, entre 
otras, el montaje se compone de tres grandes operaciones: selección, 
combinación y empalme; estas tres operaciones tienen como finalidad 
conseguir, a partir de elementos separados de entrada, una totalidad 
que es el filme.
Aumont, J.; Bergala, A. y otros: Estética del cine. Espacio fílmico, 
montaje, narración, lenguaje, Barcelona, Paidós, 1993 [1983],
a. Identifique en el texto las características del discurso explicativo 
descriptas más arriba.
LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
b. Extraiga las preguntas implícitas que contiene este pasaje y 
reconstruya la cadena de datos que se despliegan en el texto. 
Organice los datos de acuerdo con la estructura propuesta arriba.
- ¿Qué es el montaje?
El montaje es un trabajo técnico con ciertos procedimientos 
-¿Cómo se presenta la cadena que lleva del guión a la 
película acabada (pregunta formulada indirectamente) 
Las tres etapas (decouper, tomas y rushes)
- ¿Cuáles son las tres operaciones del montaje?
Sección de elem entos útiles, enlazado de planos y 
empalmes
c.- Formule a modo de pregunta el problema explicativo de este 
texto. Caracterice al destinatario.
La pregunta, o problema explicativo, de este texto 
sería “¿En qué consiste el montaje cinematográfico?”. 
Esta pregunta, y otras características del texto que se 
analizarán en las siguientes consignas, permiten inferir 
un destinatario poco instruido en esa materia. De este 
modo, se puede afirmar que el género discursivo al que 
pertenece el texto de Aumont y Bergala es un manual
3) Lea el siguiente texto:
Máquinas, obras de ingeniería y “la máquina”
La distinción esencial entre una máquina y una herramienta reside en el 
grado de independencia, en el manejo de la habilidad y de la fuerza motriz 
del operador: la herramienta se presta por sí misma a la manipulación, 
la máquina a la acción automática. El grado de complejidad no tiene 
importancia: pues, usando la herramienta, la mano y el ojo humanos 
realizan acciones complicadas, que son el equivalente, en función, de 
una máquina muy perfeccionada; mientras que, por otro lado, existen 
máquinas sumamente efectivas, como el martinete, que realizan trabajos 
muy sencillos, con la ayuda de un mecanismo relativamente simple. La 
diferencia entre las herramientas y las máquinas reside principalmente 
en el grado de automatismo que han alcanzado; el hábil usuario de una
102
u m v c r c o i U M U
científicas, y de intereses humanos que estaban perfeccionando la 
moderna máquina de energía.
En la serie de objetos desde los utensilios a las obras existe la misma 
relación entre el hombre que trabaja y el procedimiento que uno observa 
en la serie entre herramientas y máquinas automáticas: diferencias en 
el grado de especialización, y el grado de impersonalidad. Pero como 
la atención de la gente se dirige más fácilmente hacia las partes más 
ruidosas y activas del medio ambiente, el papel de las obras y de los 
aparatos se han descuidado en la mayor parte de las discusiones sobre 
la máquina, o lo que es en casi peor, dichos instrumentos técnicos han 
sido todos ellos torpemente agrupados como máquinas. El punto que 
hay que recordar es que ambos han desempeñado una parte enorme 
en el desarrollo del medio ambiente moderno; y en ninguna etapa de la 
historia pueden separarse los dos medios de adaptación. Todo complejo 
tecnológico incluye a ambos: y no menos el nuestro moderno.
Cuando use la palabra máquina de aquí en adelante me referiré a objetos 
específicos como la prensa de imprimir o el telar mecánico. Cuando use 
el término “la máquina” me referiré como una referencia abreviada a todo 
el complejo tecnológico. Este abarcará el conocimiento, las pericias, 
y las artes derivadas de la industria o implicadas en la nueva técnica, 
e incluirá varias formas de herramientas, aparatos y obras así como 
máquinas propiamente dichas.
Mumford, L : Técnica y civilización. Tomo 1, Buenos Aires, Emecé, 1945.
a. Señale diferencias en el nivel local del texto respecto del 
fragmento anterior sobre el montaje.
b. Identifique en el texto secuencias de otros tipos textuales. ¿Por 
qué aparecen en este tipo textual y cuál es su finalidad aquí?
c.- Extraiga las preguntas implícitas que contiene este pasaje y 
respóndalas.
d.- Formule a modo de pregunta el problema explicativo al que 
responde este fragmento.
e.-Caracterice a qué tipo de destinatario está dirigido este texto. 
Justifique la respuesta con ejemplos tomados del texto.
4. Procedimientos explicativos
Se pueden describir diversas estrategias a las que el enunciador de 
un discurso explicativo puede recurrir a fin de lograr la comprensión y 
aceptación de lo explicado. Los procedimientos discursivos más utilizados
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Cecilia Eraso y Luciana Velloso
son la definición, el ejemplo y la analogía, la reformulación, la comparación 
y la paráfrasis.
La definición es un procedimiento central del texto explicativo. 
Funciona a la manera de una ecuación. Básicamente hay dos grandes 
clases de definiciones: las que describen o especifican características pro­
pias del objeto a definir (definiciones connotativas o intencionales) y las 
que permiten conocer al objeto a partir de la enumeración de la serie de 
individuos que forman la clase a la que pertenece el objeto (denotativas
o extensionales). Las definiciones de diccionario son típicamente 
connotativas, mientras casos como “los modos verbales son: indicativo, 
imperativo, condicional y subjuntivo” son definiciones denotativas.
El ejemplo presenta casos particulares, fragmentos de la realidad, 
que permiten al destinatario “ver un concepto abstracto traducido a un 
objeto (hecho o proceso) concreto”. Su naturaleza empírica se centra en lo 
real, en el dato concreto, con la finalidad de verificar un saber o de fundar 
uno nuevo. El ejemplo es un procedimiento muy frecuente tanto en textos 
explicativos como argumentativos. “Su fuerza procede de que se le asigna el 
estatuto de hecho, es decir algo cuya existencia no se discute; y de que se lo 
enuncia desde el lugar del saber, lo que implica cierta autoridad del enun- 
ciador”, (Arnoux: 2009:2). En el texto de Hobsbawm citado más arriba se 
evoca la pintura de René Magritte como ejemplo de los intentos surrealistas 
por “producir coherencia a partir de lo incoherente”. Como por ejemplo:
“El Castillo en los Pirineos de René Magritte (1898-1967), pintado 
meticulosamente, como si fuera una postal, emerge de lo alto de 
una enorme roca, dando la sensación de haber crecido allí. Pero 
la roca, como un huevo gigantesco, está suspendida en el cielo 
sobre el mar, representado con el mismo realismo”.
La comparación establece una relación entre un objeto o con­
cepto nuevo con otro objeto ya conocido por el destinatario del discurso 
explicativo. Por ejemplo: “La lengua es también comparable a una hoja de 
papel”. Se recurre a la comparación como una manera de aclarar nociones 
abstractas y complejas que pueden ser difíciles de comprender, como en 
este caso la relación entre la materia fónica y el pensamiento en la lengua.
105
LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
Los marcadores más frecuentes de la comparación son: como, así como, tal 
como, de manera semejante, es comparable a, mientras que.
La analogía, es un caso específico de comparación. Como el ejem­
plo o la definición, puede ser considerada como un tipo de paráfrasis en 
la medida en que constituye también una manera de reformular lo que se 
ha dicho. Establece una similitud no solamente de una cosa con otra, sino 
de una estructura de relaciones, cuya fórmula es A es a B como C es a D. 
Como en:
“Los ojos de murciélago son a la luminosidad del día lo que la 
inteligencia de nuestra alma es a las cosas más naturalmente 
evidentes” Aristóteles, Metafísica
En este ejemplo, se recurre a una analogía que establece la similitud 
entre ojos de murciélago/inteligencia y evidencia/luminosidad del día, 
peroque a su vez implica que la misma relación que se da entre ojos de 
murciélago y luminosidad, se da entre inteligencia y evidencia.
La reformulación es un procedimiento frecuentemente empleado 
en los textos que consiste en reiterar un concepto o una idea cambiando la 
forma del enunciado. Se mantiene el sentido, pero se modifica la expresión. 
La estructura de la reformulación tiene dos partes, el objeto a reformular, 
que ocupa la primera ubicación en el texto, y la reformulación propiamente 
dicha, que se agrega, a través de un marcador específico, en la continuidad 
textual. Un marcador de la reformulación es la paráfrasis o aclaración 
(“en otras palabras”, “dicho de otro modo”, “esto es”, “es decir”) y se puede 
utilizar para hacer comprender más claramente algo o bien para resumir un 
texto o aclarar localismos al traducir de otros idiomas. Veamos un ejemplo:
Se llama aves a los vertebrados ovíparos, esto es, a la clase de 
animal que pone huevos y que posee capacidad de vuelo.
Todos estos recursos, más allá de sus diferencias, comparten una 
finalidad: adecuar la explicación a las capacidades y saberes de su destina­
tario para hacer posible la construcción de conocimientos nuevos a través 
del lenguaje.
106
Cecilia Eraso y Luciana Velloso
5. Géneros expositivo-explicativos
La explicación se plasma en diferentes géneros discursivos -tanto 
académicos como otros que no lo son-. Entre los géneros académicos po­
demos mencionar a la conferencia, la clase, el parcial, el artículo académico, 
el informe de lectura, la monografía, la tesis, el artículo de divulgación, el 
capítulo de un manual, el tratado, la ponencia y las entradas de enciclopedia.
Según los caracteriza Mijail Bajtin (1979), los géneros se diferencian 
por su tema (el objeto del discurso), su estructura o forma de composición 
Oa organización interna de los enunciados) y el estilo (el modo en que se 
construyen los enunciados). Por tanto, el uso de un género determinado 
impone al hablante restricciones temáticas, composicionales y estilísticas 
a las que debe adecuarse para lograr un uso eficaz del lenguaje.
El enunciador de un texto académico debe, por ejemplo, mantener 
un estilo que requiere la utilización de términos precisos y la definición de 
conceptos; debe recurrir a fuentes y citarlas correctamente. Además, debe 
fundamentar sus aserciones, respetar las normas de escritura y demostrar 
que conoce el tema al que se refiere.
5.1. Los géneros académicos
5.1.1. Elparcial universitario
El parcial universitario es un género que responde a una de las prác­
ticas académicas más comunes y está destinado a evaluarlos conocimientos 
adquiridos por los alumnos en el transcurso de la cursada de una materia. 
Pueden distinguirse entre orales y escritos o entre presenciales y domici­
liarios, entre otras modalidades. En este género la explicación predomina 
como modo de organización de la información y es fundamental el uso 
preciso de los conceptos teóricos y la correcta exposición de la información 
solicitada por la consigna (ni en exceso ni en defecto).
La estructura de los parciales tiene la forma pregunta-respuesta, 
destinada a evaluar los conocimientos adquiridos. Las consignas son enun­
ciados que corresponden al discurso instruccional, por lo tanto, la clave para 
responder eficazmente es comprender cuáles son las acciones discursivas 
indicadas y resolverlas adecuadamente (Grigüelo, 2004). Algunas de las 
más frecuentes son:
107
LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
Definir: es la capacidad de demostrar que se ha adquirido un 
conocimiento de un concepto y permite reconstruir su significado 
en el contexto de la teoría a la que pertenece.
Explicar: referirse a un concepto, una idea o un problema, para 
aclararlo y hacerlo comprensible; suele tener una estructura 
causa-efecto o problema-solución.
Ejemplificar: es una acción orientada a aportar casos concretos 
de un concepto. Hay que tener en cuenta a la hora de ejemplificar 
el grado de pertinencia del ejemplo o del caso, en cuanto al 
concepto o tema planteado. También hay que advertir cuándo el 
ejemplo es una manera de solucionar la imposibilidad de definir 
o conceptualizar aquello de que se trata.
Comparar, implica considerar relaciones de semejanza o 
diferencia entre dos o más elementos, conceptos o teorías. 
Mientras que el término comparar significa relacionar dos o más 
elementos en virtud de sus rasgos (semejantes o no), la palabra 
diferenciar, en cambio, requiere focalizar específicamente las 
diferencias entre dos elementos.
5.1.2. El informe de lectura
El informe de lectura es un texto que.* debe suministrar información 
sobre uno o varios textos leídos y dar cuenta de la comprensión que el lector 
ha logrado con ellos. En general, el informe de lectura tiene una estructura 
que combina secuencias descriptivas -en las que se da cuenta del contenido 
que los textos fuente plantean-, como secuencias explicativas, en las que 
se aclaran los conceptos y relaciones que pueden establecerse.
Su objetivo es mostrar de qué modo diferentes autores dan respuesta 
a un determinado problema teórico. Su enunciador debe mantenerse al 
margen de la discusión que entablan las posiciones descriptas, tanto si se 
trata de explicaciones como de argumentaciones. En cambio, es su función 
identificar las diferentes tesis de los textos fuente y aclarar cuáles son las 
diferentes explicaciones que dan de un tema o concepto.
El informe no es tan solo una síntesis o glosa de lo dicho por los auto­
res, requiere una correcta comprensión de las fuentes para poder recortar 
la información relevante al tema en cuestión.
108
Cecilia Eraso y Luciana Velloso
El capítulo de manual
El capítulo de manual tiene como finalidad inaugurar el conocimiento 
un objeto determinado (concepto, problema, proceso, hecho) por lo 
onstruye un enunciador que es sujeto de un saber universal, y un des- 
irio con pocos saberes previos sobre el tema. Su estilo es impersonal. 
En los manuales destinados a la educación secundaria, no se pre- 
n fuentes con perspectivas diferentes sobre un mismo concepto, ni 
mite a una bibliografía. En cambio, en los manuales de educación 
rior, la autoridad explicativa siempre queda ligada a nombres propios 
ros autores y es habitual que incluya frecuentes referencias bibliográ- 
que, por un lado, introducen el saber como una construcción teórica, 
r otro, producen el efecto de delegar la responsabilidad y autoridad 
 ̂el saber de las fuentes consultadas; en los autores “clásicos” o en los 
intes” de la disciplina.
Ejercitación
i) Lea atentamente el siguiente texto:
Las claves de las vanguardias artísticas del siglo XX
Una de las metas esenciales de todos los artistas de principios de siglo 
X X fue incorporar lo experimental -tan característico de los ámbitos 
científicos- al mundo del arte. De manera continua tanto pintores como 
escultores rechazaron de pleno la imitación y se refugiaron, cada vez 
más, en la audacia que comportaba experim entar con materiales, 
técnicas y configuraciones nuevas. Tan solo hay que recordar una de 
las vanguardias más importantes del siglo, como es el Cubismo, para 
comprender el alcance que llegó a poseer ese carácter experimental. 
El collage, técnica utilizada, en un primer momento, por los cubistas 
fue sin duda alguna una aportación decisiva, no solo para las primeras 
vanguardias, sino también para las manifestaciones posteriores: baste 
recordar la escultura británica actual para entender el alcance de la 
mencionada técnica.
Los grandes avances científicos y su repercusión en el progreso industrial 
pronto dejaron honda huella en el arte contemporáneo. Sin embargo, 
no sería justo limitar el campo de influencias que determinaron unas 
nuevas concepciones artísticas a ese tipo de avances. Deben tenerse 
también en cuenta las aportaciones de pensadores y filósofos que, aún 
sin proponérselo, contribuyeron en gran manera a moldear un nuevo 
modo de sentir la manifestaciónplástica. No debe olvidarse tampoco la
109
LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IV E R SID A D
trascendencia del pensamiento de Nietzsche sobre el arte expresionista 
alem án, por ejemplo, ni la importancia de Bergson en relación a 
corrientes como el fauvismo, el cubismo o el futurismo.
Un concepto clave, derivado de la filosofía de comienzo de siglo, que 
impregna hasta lo más profundo el arte de las primeras vanguardias 
es el de modernidad. Ser moderno implicaba innovación y cambio 
a la par que suponía, aunque fuera de modo latente, un rechazo a lo 
anterior. De ahí la auténtica obsesión por parte de arquitectos, pintores, 
escultores y diseñadores de proponer siempre soluciones nuevas que 
reflejasen el mundo moderno. Casi puede plantearse la máquina como 
un objeto “mágico” del que derivan numerosas realizaciones artísticas. 
No obstante no debe olvidarse nunca que las primeras vanguardias se 
produjeron en una atmósfera muy peculiar: la Primera Guerra Mundial. 
Por ese motivo la actitud de los artistas no responde de igual manera a 
las diversas problemáticas que se plantean. Así como para los futuristas, 
por ejemplo, la máquina llegó a constituir por sí misma el símbolo de 
la modernidad ansiada, para los dadaístas supuso el del progreso 
que inexorablemente condujo al conflicto bélico, por lo cual decidieron 
ironizar en sus ejecuciones cualquier elemento que pudiera conectar 
con el mismo.
Cirlot, L.: Las claves de las vanguardias artísticas en el siglo XX.
Cómo identificarlas, Barcelona, Ariel, 1988.
a. Describa el estilo de este fragmento (selección léxica, tipo de 
enunciador)
b. Señale en el texto la forma de organización siguiendo el modelo 
de la secuencia explicativa típica.
c. Defínalos siguientes conceptos: “técnica”, “material”, “collage”, 
“moderno”.
d. Proponga un símil que facilite la comprensión de la siguiente 
idea tomada del texto: “Ser moderno implicaba innovación y 
cambio a la par que suponía, aunque fuera de modo latente, un 
rechazo a lo anterior”.
e. Identifique los modos propuestos para identificar a las 
vanguardias: ¿son suficientes para enfrentar una obra artística 
y clasificarla?
110
C ecilia Eraso y Luciana Velloso
2) Lea atentamente el siguiente texto y resuelva las consignas pro­
puestas:
EL M O NA STERIO Y EL RELOJ
¿Dónde tomó forma por primera vez la máquina en la civilización 
moderna? Hubo claram ente más de un punto de origen. Nuestra 
civilización representa la convergencia de numerosos hábitos, ¡deas 
y modos de vida, así como instrumentos técnicos; y algunos de estos 
fueron, al principio, opuestos directamente a la civilización que ayudó 
a crear. Pero la primera manifestación del orden nuevo tuvo lugar 
en el cuadro general del mundo: durante los siete primeros siglos 
de la existencia de la máquina las categorías de tiempo y espacio 
experimentaron un cambio extraordinario, y ningún aspecto de la vida 
quedó sin ser tocado por esta transformación. La aplicación de métodos 
cuantitativos de pensamiento al estudio de la naturaleza tuvo su primera 
manifestación en la medida regular del tiempo; y el nuevo concepto 
mecánico del tiempo surgió en parte de la rutina del monasterio. Alfred 
Whithead ha recalcado la importancia de la creencia escolástica en un 
universo ordenado por Dios como uno de los fundamentos de la física 
moderna: pero detrás de esta creencia estaba la presencia del orden 
en las instituciones de la Iglesia misma.
Las técnicas del mundo antiguo pasaron de Constantinopla y Bagdad a 
Sicilia y Córdoba: de ahí la dirección tomada por Salerno en los adelantos 
científicos y médicos de la Edad Media.
Fue, sin embargo, en los monasterios de Occidente en donde el deseo de 
orden y poder, distintos de los expresados por la dominación militar de los 
hombres más débiles, se manifestó por primera vez después de la larga 
incertidumbre y sangrienta confusión que acompañó al derrumbamiento 
del Imperio Romano. Dentro de los muros del monasterio estaba lo 
sagrado: bajo la regla de la orden quedaban fuera la sorpresa y la duda, 
el capricho y la irregularidad.
Opuesta a las fluctuaciones erráticas y a los latidos de la vida mundana 
se hallaba la férrea disciplina de la regla. Benito añadió un séptimo 
período a las devociones del día, y en el siglo VII, por una bula del papa 
Sabiniano, se decretó que las campanas del monasterio se tocaran siete 
veces en las veinticuatro horas. Estas divisiones del día se conocieron 
con el nombre de horas canónicas, haciéndose necesario encontrar un 
medio para contabilizarlas y asegurar su repetición regular.
Según una leyenda hoy desacreditada, el primer reloj mecánico moderno, 
que funcionaba con pesas, fue inventado por el monje Gerberto que fue 
después el papa Silvestre II, casi al final del siglo X . Este reloj debió ser 
probablemente un reloj de agua, uno de esos legados del mundo antiguo 
conservado directamente desde tiempos de los romanos, como la rueda 
hidráulica misma, o llegado nuevamente a Occidente a través de los
n i
LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IV E R SID A D
árabes. Pero la leyenda, como ocurre tan a menudo, es correcta en sus 
implicaciones y no en sus hechos. El monasterio fue base de una vida 
regular, y un instrumento para dar las horas a intervalos o para recordar 
ai campanero que era hora de tocar las campanas es un producto casi 
inevitable de esta vida.
Si el reloj mecánico no apareció hasta que las ciudades del siglo 
XIII exigieron una rutina metódica, el hábito del orden mismo y de la 
regulación formal de la sucesión del tiempo, se había convertido en 
una segunda naturaleza en el monasterio. Coulton está de acuerdo con 
Sombart en considerar a los Benedictinos, la gran orden trabajadora, 
como quizá los fundadores originales del capitalismo moderno: su 
regla indudablemente le arrancó la maldición al trabajo y sus enérgicas 
empresas de ingeniería quizá le hayan robado incluso a la guerra algo 
de su hechizo. Así pues no estamos exagerando los hechos cuando 
sugerimos que los monasterios -en un momento determinado hubo 
40 .000 hombres bajo la regla benedictina ayudaron a dar a la empresa 
humana el latido y el ritmo regulares colectivos de la máquina; pues el 
reloj no es simplemente un medio para mantener las huellas de las horas, 
sino también para la sincronización de las acciones de los hombres. 
¿Se debió al deseo colectivo cristiano de proveer a la felicidad de las 
almas en la eternidad mediante plegarias y devociones regulares el que 
se apoderase de las mentes de los hombres el medir el tiempo y las 
costumbres de la orden temporal; costumbres de las que la civilización 
capitalista poco después daría buena cuenta? Quizá debamos aceptar 
la ironía de esta paradoja. En todo caso, hacia el siglo XIII existen claros 
registros de relojes mecánicos, y hacia 1370 Heinrich von W yck había 
construido en Paris un reloj “moderno” bien proyectado.
Entretanto habían aparecido los relojes de las torres, y estos relojes 
nuevos, si bien no tenían hasta el siglo X IV una esfera y una manecilla 
que transformaran un movimiento del tiempo en un movimiento en el 
espacio, de todas maneras sonaban las horas. Las nubes que podían 
paralizar el reloj de sol, el hielo que podía detener el reloj de agua de 
una noche de invierno, no eran ya obstáculos para medir el tiempo: 
verano o invierno, de día o de noche, se daba uno cuenta del rítmico 
sonar del reloj. El instrumento pronto se extendió fuera del monasterio; 
y el sonido regular de las campanas trajo una nueva regularidad a la 
vida del trabajador y del comerciante. Las campanas del reloj de la torre 
casi determinaban la existencia urbana. La medición del tiempo pasó al 
servicio del tiempo, al recuento del tiempo y al racionamiento del tiempo. 
Al ocurrir esto, la eternidad dejó poco a poco de servir como medida y 
foco de las acciones humanas.
Mumford, L.: Técnica y civilización, Buenos Aires, Emecé, 1945.
112
C ecilia Eraso y Luciana Velloso
a. Reconstruya laforma de organización del fragm ento. 
Identifique otras secuencias presentes en el texto y explique qué 
función cumplen.
b. Identifique los procedimientos facilitadores de la explicación. 
¿Qué tipo de procedimientos predominan?
c. Formule la pregunta explicativa a la que responde el capítulo 
del libro de Lewis Mumford.
d. Caracterice a qué tipo de destinatario está dirigido este texto. 
Justifique la respuesta con ejemplos tomados de los textos. ¿Cómo 
pueden relacionarse los procedimientos facilitadores con el tipo 
de destinatario caracterizado antes?
e. ¿A qué género discursivo pertenece el texto? Caracterícelo 
teniendo en cuenta su tema, su estilo y su forma de composición.
Un género para analizar y producir: la entrada de diccionario 
enciclopédico
Dentro de los géneros expositivo-explicativos se incluye la llamada 
entrada enciclopédica que presenta el concepto o tema a tratar a la 
manera de una definición de diccionario (por eso se la conoce como “en­
trada”) Es usual que además de definir, describir y clasificar, la entrada 
enciclopédica ofrezca una breve reseña histórica del concepto tratado y lo 
caracterice desde distintas perspectivas.
La entrada de diccionario especializado, en cambio, se carac­
teriza por presuponer algunas competencias por parte del lector. Así, se le 
atribuye cierta competencia léxica y conceptual al destinatario, por lo que 
se incluyen ciertos términos sin más especificaciones de su significado y 
estos no se encuentran definidos. En este tipo de textos, las definiciones 
pueden estar realizadas como al pasar y de manera muy breve. Veamos el 
siguiente texto:
Ejercitación
CONTRACULTURA
‘ Rótulo colectivo, aplicado a las subculturas juveniles “revolucionarias” 
o de alternativa, politizadas, sobre todo de clase media, de la década 
de 1960 y comienzos de la de 1970. *En los Estados Unidos el término 
fue adoptado por teóricos como Marcuse (1972) y Rozak (1971) para 
integrar las ideologías, las prácticas y los objetivos de movimientos tales 
como los híppies y los estudiantes radicales en una vasta expresión 
unificada de protesta y resistencia política juvenil contra el antiguo 
orden establecido en ambas márgenes del Atlántico. A diferencia de las 
formas más fragmentarias y desdibujadas de resistencia propuestas por 
las subculturas juveniles de la clase obrera, los grupos contraculturales 
crearon una cultura de hijos de clase media, sobre todo en el campo 
universitario, y articularon una oposición más organizada, intelectual y 
política, aparentemente unida frente a la autoridad.
En este sentido, el término ocupa una posición significativa pero inestable 
en debates referidos a la importancia que adquieren las diferentes 
posiciones sociales de clase como factores determ inantes de las 
respuestas subculturales de los jóvenes.
Véanse clase, cultura, subcultura
Lecturas adicionales Clarke et. al., (1976); Brake (1980); Middleton y 
Muncie (1981); Gordon (1986).
AA.VV.: Conceptos clave de comunicación y estudios culturales, Buenos 
Aires, Amorrortu, 1995.
a. ¿Qué elementos estilísticos -considerando “estilo” tal como 
lo define Mijail Bajtin al hablar de los géneros discursivos- 
permiten clasificar a este texto como una entrada enciclopédica 
especializada? Descríbalos.
b. Identifique los conceptos que están presupuestos: ¿los conoce, 
debe buscar fuentes adicionales para clarificar su significado?
c. Explique el uso de las comillas en el término “revolucionarios”.
d. Caracterice el destinatario de este texto e identifique los 
procedimientos facilitadores de la comprensión a él asociados.
114
C ecilia Eraso y Luciana Velloso
Lea el siguiente fragmento del ensayo de Walter Benjamin y escriba 
una entrada diccionario enciclopédico cuyo concepto sea “escritura”:
Es fundamental jerarquizar en el texto fuente la información que será 
útil a tal fin y recordar los rasgos estilísticos y estructurales del género a 
escribir. Se sugiere en primer lugar realizar un resumen del texto fuente para 
obtener esa información. Utilizar además un ejemplo, una reformulación 
y una definición. Al planificar el escrito atienda a los siguientes aspectos: a 
quién se dirige el texto, dónde circulará y qué finalidad persigue el género 
discursivo que nos proponemos producir
C EN S O R JURADO DE LIBROS por Walter Benjamin
Así com o la época actual es, por antonom asia, la antítesis del 
R enacim iento, tam bién se contrapone, en particular, al momento 
histórico al que se inventó el arte de la imprenta. Se trate o no de un 
azar, su aparición en Alemania coincide con una época en que el libro, 
en el sentido más noble del término, el Libro de los libros, se convirtió, 
gracias a la traducción de la Biblia por Lutero, en patrimonio colectivo. 
Ahora, todo parece indicar que el libro, en esta forma heredada de la 
tradición, se encamina hacia su fin. Mallarmé, que desde la cristalina 
concepción de su obra, sin duda tradicionalista, vio la verdadera imagen 
de lo que se avecinaba, utilizó por primera vez en el Coup de dés 
las tensiones gráficas de la publicidad, aplicándolas a la disposición 
tipográfica. Los experimentos que los dadaístas intentaron luego con la 
escritura no provenían ciertamente de un afán de construcción, sino de 
las puntuales reacciones nerviosas propias de los literarios, y fueron por 
ello mucho menos consistentes que el intento de Mallarmé, surgido de 
la esencia misma de su estilo. Pero esto permite justamente reconocer 
la actualidad de aquello que, cual mónada, Mallarmé, en su aposento 
más hermético, descubrió en armonía preestablecida con todos los 
acontecimientos decisivos de esta época con los ámbitos de la economía, 
la técnica y la vida pública. La escritura, que había encontrado en el libro 
impreso un asilo donde llevaba su existencia autónoma, fue arrastrada 
inexorablem ente a la calle por los carteles publicitarios y sometida 
a las brutales heteronomías del caos económico. Tal fue el severo 
aprendizaje de su nueva forma. Si hace siglos empezó a reclinarse 
gradualmente, pasando de la inscripción vertical al manuscrito que 
reposaba inclinado en los atriles para terminar recostándose en la letra 
impresa, ahora comienza, con idéntica lentitud, a levantarse otra vez 
del suelo. Ya el periódico es leído más vertical que horizontalmente, el 
cine y la publicidad someten por completo la escritura a una verticalidad 
dictatorial. Y antes de que el hombre contemporáneo consiga abrir
LECTURA CRÍTICA Y ESCRITURA EFICAZ EN LA U N IVER SID A D
un libro, sobre sus ojos se abate un torbellino tan denso de letras 
volubles, coloreadas, rencillosas, que sus posibilidades de penetrar en 
la arcaica quietud del libro se ven reducidas. Las nubes de langostas de 
la escritura, que al habitante de la gran ciudad le eclipsan ya hoy el sol 
del pretendido espíritu, se irán espesando más y más cada año. Otras 
exigencias del mundo de los negocios van más lejos. Con el archivo 
se conquista la escritura tridimensional, es decir, un sorprendente 
contrapunto a la tridimensionalidad de la escritura en su origen, cuando 
era runa o quipo. (Y ya hoy es el libro, como enseña el modo actual 
de producción científica, una mediación anticuada entre dos sistemas 
diferentes de ficheros. Pues todo lo esencial se encuentra en el fichero 
del investigador que lo escribió, y el erudito, que estudia en él, lo asimila 
a su propio fichero.) Pero no cabe la menor duda de que la evolución 
de la escritura no quedará eternamente ligada a las pretensiones de 
una actividad caótica en la ciencia y en la economía, y de que más 
bien vendrá el momento en que la cantidad se transforme en calidad, 
y la escritura, que se adentra cada vez más en el ámbito gráfico de su 
nueva y excéntrica plasticidad, se apoderará de golpe de sus contenidos 
objetivos adecuados (Sachgehalte). En esta escritura pictográfica, los 
poetas, que como en los tiempos más remotos serán en primer término 
y sobre todo expertos en escritura, solo podrán colaborar si hacensuyos 
los ámbitos en los que (sin darse demasiada importancia) se lleva a 
cabo la construcción de esa escritura: los del diagrama estadístico y 
técnico. Con la instauración de una escritura internacional variable, 
ellos renovarán su autoridad en la vida de los pueblos y descubrirán 
un papel frente al cual todas las aspiraciones tendientes a renovar la 
retórica resultarán triviales ensoñaciones.
Benjamin, W.: Dirección única, Buenos Aires, Alfaguara, 1988 [1928].
Características del ensayo que lo diferencian de la entrada 
enciclopédica
El Ensayo: según lo define Jaime Rest, el ensayo es una composición 
expositiva, p re feren tem ente en prosa, que suele proponer una 
interpretación sobre algún asunto tópico, sin incluir procedimientos 
novelescos o dramáticos. “Pese a esta última observación, cabe añadir 
que el ensayo posee una gran aptitud mímética y a menudo se confunde 
con el cuento, el diálogo o inclusive la biografía, la historia, la ciencia o 
el discurso moral’’. Y agrega: “Sean cuales fueren el tono y la dimensión 
del ensayo, este debe resultar persuasivo y ha de crear en torno del 
lector una especie de sortilegio verbal, lo cual significa que el texto 
tiene que revelar ciertas virtudes de escritura y cierta cualidad de estilo 
que convierten a este género en uno de los ejercicios más exigentes 
y decantados de la prosa. Por consiguiente, si las ideas que expone
116
Cecilia Eraso y Luciana Velloso
pueden juzgarse provisionales, lo que confiere al ensayo su fuerza de 
convicción y su carácter definitivo es la forma en que es utilizado el 
lenguaje, la tersura expositiva que logra capturar al lector mediante una 
suerte de efecto hipnótico”, (Rest, 1991).
Conceptos clave de este capítulo
Explicar: explicar es un modo de desplegar y transmitir conocimien­
tos cuya principal característica es la voluntad de hacer comprender algo.
Géneros académicos: son los formatos textuales que resultan de 
las restricciones temáticas, estilísticas y composicionales a las que debe 
adecuarse el discurso en ese ámbito para lograr un uso eficaz del lenguaje.
Problema explicativo: planteo de un interrogante -que responde 
a una necesidad de saber algo- que desencadena la explicación en un texto 
y mantiene un eje semántico.
Procedimientos facilitadores: son las diversas estrategias a las 
que el enunciador de un discurso explicativo puede recurrir a fin de lograr 
la comprensión y aceptación de lo explicado.
Secuencias: son estructuras prototípicas que aparecen en los textos, 
relativamente autónomas y con una organización interna propia. Puede tra­
tarse de secuencias Narrativas, Descriptivas, Explicativas, Argumentativas 
o Dialogales, según las clasifica Jean-Michel Adam. Lo que define que se 
considere a un texto como explicativo, argumentativo, narrativo o de otro 
tipo es el principio de dominancia de unas secuencias respecto de las demás.
Tipos de textos: los modos en que los hablantes organizamos las 
palabras, las frases y el conjunto del texto con el fin de narrar, describir, 
argumentar, explicar y conversar.
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