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Bandera de la OPEP www.flgas.net/OPEC.htm La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP): La Temible Pantera Negra Esta Vieja y Sin Dientes Por Roberto Miguel Rodriguez Diciembre 31 de 2015 1 Tabla de Contenido Justificación ................................................................................................................................................3 Hipótesis......................................................................................................................................................4 Objetivos y Metodología ...........................................................................................................................4 1. Introducción ........................................................................................................................................5 1.1 Razones para la Creación de la OPEP......................................................................................10 1.2 El Comienzo ...................................................................................................................................13 1.3 Estructura Organizativa ................................................................................................................19 1.4 El Papel de la OPEP en el Mercado Petrolero .........................................................................22 1.5 Reunión Cumbre de la OPEP de Septiembre del año 2000...................................................23 1.6 La Reunión de la OPEP en Viena el 21 de diciembre de 1975..............................................24 2. La OPEP en su Momento Crucial..................................................................................................26 2.1 Libia .................................................................................................................................................28 2.2 Las Preparaciones para la Conferencia de Teherán ...............................................................40 2.3 La Nacionalización ........................................................................................................................49 2.4 La Participación en las Compañías Petroleras .........................................................................55 2.5 La Revolución en la Industria del Petróleo ................................................................................59 2.6 El Embargo de Petróleo a los Estados Unidos y Holanda ......................................................61 3. El Lento Decline de la OPEP .........................................................................................................66 4. Conclusiones ....................................................................................................................................72 5. Referencias.......................................................................................................................................78 6. Anexos...............................................................................................................................................79 6.1 Anexo I. Reservas de Petróleo Crudo en los Miembros de la OPEP en el 2014 ................79 6.2 Anexo II. El precio de un litro de petróleo crudo, el margen de utilidad para la industria petrolera y los impuestos pagados a cada uno de los gobiernos del Grupo G-7 ......................80 6.3 Anexo III. Producción Petrolera por Países ..............................................................................81 2 Este es un análisis sobre la OPEP, la organización de los países productores y exportadores de petróleo. La principal hipótesis de este trabajo es que la OPEP tuvo su clímax en el año 1973, cuando los países exportadores de petróleo pudieron cuadruplicar el precio del petróleo en el mercado mundial, ayudados por el bloqueo de ventas a Estados Unidos por los países árabes productores de petróleo y que conjuntamente formaban y continúan formando parte de otra organización relacionada con petróleo, la OPAEP. Después de ese momento crucial en la historia de la organización, los altos precios del petróleo han motivado a los países consumidores a ahorrar en su consumo y han aparecido nuevos países productores han hecho inversiones en la explotación de petróleo fuera de la organización. En la actualidad la importancia de la OPEP ha disminuido considerablemente y la pantera negra del petróleo hoy esta vieja y sin dientes. Justificación La Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP) es una importante organización económica que durante los años 1970 tuvo una gran relevancia cuando pudo exitosamente cuadruplicar los precios del petróleo en el Mercado mundial, lanzando al mundo en una nueva etapa. La época del petróleo barato quedaba atrás y las naciones consumidoras tuvieron que tomar conciencia que la energía basada en el petróleo es limitada y que con el tiempo se acabaría. Sin embargo, con el pasar de los anos los países consumidores implementaron nuevas medidas para ahorrar petróleo, nuevas fuentes de explotación petrolera fueron descubiertas en Alaska, el Mar del Norte en Europa y en otros lugares y la OPEP 3 empezó a sufrir divisiones a consecuencia de los diferentes objetivos de sus países miembros. El presente trabajo es para analizar la situación actual de la OPEP y las razones que han determinado la disminución de su influencia en el mundo petrolero. Hipótesis Este trabajo analizara la situación actual de la OPEP y espera que el resultado sea que la importancia de la organización ha disminuido, que los países miembros han empezado a tener serias diferencias con relación a los precios a los cuales podrían vender el petróleo en el Mercado mundial y que esto, sumado a las medidas de ahorro implementadas por los países desarrollados ha dejado a la organización petrolera en un estado debilitado, muy diferente al que alcanzo durante los años de los 1970s cuando su fuerza estaba en todo su apogeo. Objetivos y Metodología Este trabajo tiene los siguientes objetivos: 1. Analizar la historia de la OPEP desde su fundación hasta el presente, demostrando las altas y bajas de su trayectoria historico-economico. 2. Analizar la situación del consume y suministro del petróleo en el Mercado mundial desde la fundación de la OPEP hasta nuestros días y el papel que la OPEP ha jugado en los diferentes periodos históricos. 3. Demostrar la división que existe entre los países miembros de la OPEP, con Arabia Saudita y los países del Golfo tratando de mantener una producción suficiente para satisfacer las crecientes necesidades del Mercado petrolero, y 4 otros países como Irán y Venezuela tratando de emplear cuotas dentro de la organización para poder vender su petróleo a un precio más alto. La metodología de este trabajo está basada en un análisis de los escritos de los profesionales de la industria petrolera, académicos y analistas de la OPEP y del mundo petrolero, así como las propias publicaciones de la OPEP y otras organizaciones económicas internacionales. 1. Introducción La OPEP es una organización intergubernamental creada el 14 de septiembre de 1960 en Bagdad, Iraq, por cinco países productores de petróleo (Venezuela, Arabia Saudita, Irán, Iraq y Kuwait), a la que posteriormente se integraron otros miembros (Colgan, 2011, p. 2). La OPEP fue registrada en la Secretaría de Naciones Unidas el 6 de noviembre de 1962 (Colgan, 2011, p. 3). Sus miembros actuales son Arabia Saudita, Argelia, los Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela (Colgan, 2011, p. 4). Inicialmente, durante los primeros cinco años de la organización, la oficina central de la organización estaba en Ginebra, Suiza, pero posteriormente esta se mudó a Viena, Austria, el primero de septiembre de 1965 (Colgan,2011, p. 4). La formación de la organización en septiembre de 1960 ocurrió en un momento de transición en la escena política y económica internacional, con el nacimiento de muchos nuevos países como resultado de la terminación de la era de la colonización europea en la inmensa mayoría de las áreas geográficas del mundo. El mercado internacional estaba dominado por siete compañías muy poderosas, a las cuales se les 5 daba el nombre de las “Siete Hermanas” (Méndez, 2000, p. 2). Estas compañías eran todas capitalistas y se distinguían grandemente de las compañías estatales que manejaban el petróleo producido por la antigua Unión Soviética y otras economías centralizadas y planificadas. La organización de OPEP desarrollo su visión colectiva y estableció su Secretariado permanente, así como su sede principal inicialmente en Ginebra y después en Viena (OPEP, 2015, p. 1). La organización en 1968 adopto una declaración sobre la política petrolera de los países miembros la cual enfatizaba el derecho inalienable de todos los países productores a ejercer su derecho soberano sobre sus recursos naturales como paso imprescindible para su desarrollo económico (OPEP, 2015, p. 1). En el año 1956, en respuesta a la negativa de los Estados Unidos y el Reino Unido de ayudar en la construcción de la represa de Asuán en Egipto, el Presidente de este país Gamal Abdel Nasser procedió a la nacionalización del Canal de Suez (Goldthau y Witte, 2011, p. 34). Este paso significativo en el mundo árabe fue inmediatamente rechazado por los gobiernos de Francia, el Reino Unido e Israel, que conjuntamente declararon la guerra a Egipto (Goldthau y Witte, 2011, p. 34). Como resultado de esta crisis y debido a los barcos hundidos en el canal durante esta guerra, el canal tuvo que ser cerrado a la navegación hasta Abril de l957 (Goldthau y Witte, 2011, p. 35). El cierre temporario del Canal de Suez significo que el petróleo procedente del Golfo Pérsico tenía que dar la vuelta alrededor del continente africano para poder llegar a sus mercados en Europa o en los Estados Unidos, produciendo un aumento en el precio de este producto (Goldthau y Witte, 2011, p. 35). Sin embargo, esta no sería la única vez en que el tráfico marítimo se vería interrumpido en este Canal. Solamente unos años 6 después, en mayo de 1967, el mismo Presidente Nasser ordenó la evacuación de las tropas de las Naciones Unidas estacionadas en el Sinaí y en el Canal de Suez (Allen, 1979, p. 45). El Presidente Nasser movió tropas egipcias para ocupar el territorio vacado por las tropas de las Naciones Unidas, lo que dio lugar a que Israel lanzara una serie de ataques preventivos contra la aviación egipcia (Allen, 1979, p. 45). Los egipcios no esperaban este ataque y estaban pobremente preparados para la guerra, pero guerra era lo que iba a ocurrir nuevamente. Esta guerra, que duró solamente seis días del 5 al 10 de Julio de 1967, involucró a Israel contra Egipto y Siria (en aquel momento todavía unidos en lo que se llamaba la República Árabe Unida) y Jordán (Colgan, 2011, p. 2). El Canal de Suez nuevamente sufriría grandes daños y esta vez permanecería cerrado por ocho años. En esta década los miembros de la organización llegaron a 10 al final de 1969 (Colgan, 2011, p. 3) Durante los años de la década de los 1970s, OPEP alcanza una importancia extraordinaria en sus relaciones internacionales. En este período la organización adquiere control sobre la industria petrolera doméstica y obtiene el derecho de influir grandemente en los precios del petróleo. En dos ocasiones los precios del petróleo subieron considerablemente, en un mercado muy inestable motivado por el embargo petrolero efectuado por los países árabes en el año 1973 y los sucesos que llevaron a la revolución iraní de 1979 (Ahrari, 1986, p. 14). En este período la organización amplió su mandato con la celebración de su primera reunión cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Argelia en el año 1985, la cual abordó la necesidad de ayudar a los países pobres en proceso de desarrollo e hizo un llamado para comenzar una era de cooperación internacional para considerar los intereses económicos mundiales, así 7 como la estabilidad de la economía mundial. En 1976, la organización estableció el Fondo Internacional para el Desarrollo, mediante el cual los países miembros establecieron un proyecto de ayuda a los países menos desarrollados (Ahrari, 1986, p. 15). Para finales de la década, el número de miembros de la organización había crecido a 13 (Ahrari, 1986, p. 16). Durante la década de los 1980s, después de haber alcanzado un record en su producción de petróleo, los precios del petróleo comenzaron a bajar, antes de alcanzar sus precios más bajos en 1986 (Allen, 1979, p. 50). Este bajón de precios fue el resultado de que los países consumidores habían acumulado reservas de petróleo y que el mercado de petróleo se había abarrotado por la presencia de nuevos productores (Allen, 1979, p. 50). La parte de petróleo producida por OPEP disminuyo grandemente. Fue en este momento que la organización trato de implementar una cesta de valores en distintas divisas extranjeras, así como implementar nuevos vínculos de cooperación entre la OPEP y los países productores de petróleo que no pertenecían a la organización, tales como la Unión Soviética, el Reino Unido, Noruega y los Estados Unidos (Al-Chabali, 1980, p. 20). También se establece una cuota máxima que los estados miembros no deben sobrepasar en sus producciones nacionales. La organización también discute asuntos relacionados con el medio ambiente y las necesidades mundiales de energía (Al-Chabali, 1980, p. 21). Durante los años de los 1990s los precios de petróleo no se movieron tan intensamente como en las dos décadas anteriores. La organización tomo medidas oportunas las cuales tuvieron como resultado aliviar el impacto de las hostilidades en el Medio Oriente en el mercado del petróleo en los años 1990-1991 (Allen, 1979, p. 47). 8 Sin embargo, la década continuó siendo caracterizada por precios bastante bajos y por precios que fluctuaban considerablemente. La crisis económica en el Sureste de Asia y el debilitamiento de la economía en el Hemisferio Norte en el invierno de 1998-99 contribuyó a la baja de los precios al nivel que existía en 1986, pero esta vez las economías afectadas se recuperaron más rápidamente (Allen, 1979, p. 48). El mercado petrolero también tuvo que acostumbrarse al desbarate del imperio soviético. Asimismo, continuaron los intercambios de puntos de vista y de acercamiento de políticas con los países productores de petróleo que no eran miembro de la organización. Al mismo tiempo que las Naciones Unidas celebraba su reunión Cumbre sobre la Tierra en 1992, la OPEP trataba de obtener precios balanceados y realistas, de acuerdo con la realidad del suministro de petróleo. En esta década un país abandono la organización y otro país tuvo que ser suspendido por haber incumplido los acuerdos de la organización (Allen, 1979, p. 48). En la década de los 2000s, se implementó un nuevo método de establecer los precios del petróleo utilizando una banda de precios, el cual ayudó a fortalecer y estabilizar los precios del petróleo en los primeros años de la década, pero después una combinación de las fuerzas del mercado petrolero, especulación y otros factores transformaron la situación a partir del año 2004, aumentando los precios del petróleo y su volatilidad (Al-Chabali, 1980, p. 61). A mediados del año 2008 los precios subieron enormemente, solo para bajar considerablemente como resultado del comienzo de la crisis económica mundial (Al-Chabali, 1980, p. 62). La organización desempeñó un papel ejemplar tratando de ayudar a la economía mundial y mantuvo sus precios bastante bajos (Al-Chabali, 1980, p. 62). La organización celebrósu segunda y tercera 9 reuniones cumbres en Caracas y Riad en el año 2000 y en el año 2007, adoptando también una estrategia a largo plazo en el 2005 (Allen, 1979, p. 31). Durante esta década un país productor se unió a la organización, otro reactivo su vinculación con la organización y otro país fue suspendido de la organización (Allen, 1979, p. 31). 1.1 Razones para la Creación de la OPEP La historia de la organización comienza en 1949, cuando el gobierno de Venezuela entonces en el poder envió una delegación a visitar Arabia Saudita e Irán, pero que también incluyeron visitas a Kuwait, Iraq, Egipto y Siria, con el objetivo fundamental de intercambiar opiniones sobre el asunto del petróleo y comenzar a explorar la posibilidad de establecer relaciones más estrechas que permitiera el intercambio regular de información (Fattouh, 2007, p. 2). En los años que siguieron se realizaron algunas reuniones de tipo informal donde participaron oficiales de los países productores de petróleo, así como individuos que trabajaban en las empresas o en los ministerios de petróleo o minería de algunos países productores de petróleo, pero que no tenían autorización de sus gobiernos para entrar en ningún tipo de convenio o de acuerdo (Fattouh, 2007, p. 3). En el año 1959 se produce una reunión importante que se llama el Primer Congreso Petrolero Árabe, un evento internacional auspiciado por La Liga Árabe que reunió en El Cairo a representantes de los países árabes exportadores de petróleo y a la cual fueron invitados los delegados de otros países productores no-árabes. Estas reuniones, tanto formales como informales, se continuaron realizando hasta que el 10 de septiembre de 1960 se convoca una Conferencia de países productores de petróleo en Bagdad, que 10 posteriormente cuatro días después, concluye con el Pacto de Bagdad y la fundación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Herrera, 1979, p. 11-12). Esta primera reunión que dio nacimiento a la organización aprobó que los objetivos fundamentales de la nueva organización fuera la coordinación y unificación de la política petrolera de los estados miembros, así como lograr acuerdos convenientes para proteger los intereses de los estados miembros (Herrera, 1979, p. 13). Estos objetivos están recogidos en las primeras dos resoluciones emitidas por la organización, la Resolución 1 y 2 del 14 de septiembre de 1960. Los mismos documentos también señalan que la organización asegurara la estabilidad de los precios de petróleo en los mercados internacionales con el objetivo de evitar fluctuaciones perjudiciales o peligrosas para las economías de los países productores, mientras que al mismo tiempo se consiguiera el abastecimiento continuo y estable de petróleo a los países consumidores (Herrera, 1979, p. 14). Los países productores de petróleo todos tienen condiciones económicas relativamente similares (Herrera, 1979, p. 14). Todos ellos son países subdesarrollados, exportadores de un recurso natural que no es renovable y dependen para su desarrollo económico de los ingresos que proporciona la explotación del petróleo. Sin embargo, en aquellos momentos los países exportadores, en sentido general, eran participantes pasivos en una industria que estaba dominada por las poderosas compañías petroleras internacionales, las cuales básicamente determinaban no solamente el precio del petróleo, sino incluso que cantidad se le iba a pagar al país productor, todo lo cual estaba incluido en largos y complicados contratos redactados 11 por abogados en los países desarrollados y que claramente beneficiaban a las compañías petroleras y no a los países productores. Los países productores estaban conscientes que el material que estaban produciendo tenía un gran valor económico y que era de suma utilidad para todo el mundo, pero fundamentalmente para los países capitalistas desarrollados que eran los primeros compradores de esta materia. También sabían que cualquier plan de desarrollo que quisieran hacer en sus países para aumentar la producción de petróleo o refinar el mismo en los puntos de extracción, llevaría inversiones costosas que solamente podrían ser financiadas si estos países productores contaban con los ingresos suficientes. Las compañías utilizaban el método de discutir individualmente con cada gobierno, con el objetivo de obtener las mayores concesiones al precio más barato, y los gobiernos productores tenían poca información acerca de lo que otros países productores estaban recibiendo (Khusanjonova, 2011, p. 245). De ahí el interés y la necesidad de reunirse periódicamente para intercambiar puntos de vista e información. También, una vez que los precios del petróleo empezaron a subir ligeramente, los países productores se percataron que los precios de los países manufacturados que tenían que comprar procedente de los países desarrollado también aumentaba considerablemente, casi eliminando cualquier aumento de precio que pudieran imponer a las compañías petroleras (Khusanjonova, 2011, p. 245). Las compañías petroleras, llamadas “Las Siete Hermanas” incluían Esso, Texaco, Royal Dutch Shell, Mobil Oil Company, Gulf, British Petroleum y la Standard Oil de California, dominaban el mercado internacional del petróleo y determinaban el precio del petróleo, y generalmente trataban de reducir el precio del petróleo para aumentar la 12 demanda, pero al hacer esto también reducían los ingresos de los países exportadores, muchos de los cuales dependían de esos ingresos para sus presupuestos y planes de desarrollo. Fue precisamente una de esas bajas de precio impuestas unilateralmente por las compañías petroleras lo que llevó a los países productores a organizarse y formar la OPEP. Entre el año 1959 y el comienzo del año 1960 las compañías petroleras redujeron el precio del barril de petróleo entre cinco y veinticinco centavos de dólar por el petróleo crudo de Venezuela y dieciocho centavos por el mismo producto procedente del Oriente Medio (Herrera, 1979, p. 21). Herrera ha calculado el promedio de reducción de los precios en esos dos años en veintisiete centavos de dólar por barril (Herrera, 1979, p. 14-15). Estas rebajas de precio grandemente influyeron a los países productores, cuyos gobernantes estaban preocupados por la disminución de los ingresos fiscales de sus países y la manera negativa en que esta disminución de los ingresos provocaba retrasos en la ejecución de sus planes de desarrollo (Herrera, 1979, p. 16). Las compañías de petróleo abusaban su poder y los países productores, hasta ese momento, recibían solamente una pequeña proporción del valor real de la materia prima que estaban exportando a los países desarrollados. 1.2 El Comienzo La OPEP no fue formada oficialmente como una alianza económica hasta septiembre del 1960, aunque los contactos entre los diplomáticos de los futuros países miembros ya habían comenzado desde hacía varios años, fundamentalmente entre los representantes de Arabia Saudita y Venezuela (Méndez, 2000, p. 6). El descontento de los países exportadores de petróleo con relación a los ingresos que recibían de las 13 compañías petroleras ya era un aspecto de preocupación desde la década de los 1940s (Méndez, 7). Cuando la Liga Árabe se fundó en el año 1945 existía la idea de la necesidad de crear otra organización de los países productores de petróleo árabes, la cual también pudiera incluir países no-árabes como Irán y Venezuela (Méndez, 2000, p. 8). Como un paso preparativo para establecer la coordinación de las políticas petroleras entre los dos países, Venezuela y Arabia Saudita establecieron contactos diplomáticos en 1947, aunque no fue hasta dos años después, en 1949, que se formalizaron las relaciones diplomáticas entre ambos países (Allen, 1979, p. 33). En 1949, una delegación del gobierno venezolano visitolas capitales de Irán, Iraq, Kuwait y Arabia Saudita con el objetivo de intercambiar opiniones y puntos de vista acerca de la producción petrolera, así como para explorar la necesidad de mantener contactos más regulares con relación a las políticas petroleras (Allen, 1979, p. 34). El gobierno venezolano estaba preocupado por la competencia que estaba teniendo con la producción de petróleo barato procedente del Oriente Medio (Allen, 1979, p. 35). Esos contactos entre los países productores de petróleo ayudaron a crear un ambiente en el cual se creyó como necesario aumentar la cooperación y el intercambio de información. Sin embargo, aunque los países productores de petróleo estaban adquiriendo conocimiento acerca de la industria petrolera y la manera en que las compañías de petróleo hacían su dinero, al mismo tiempo también se daban cuenta que esas compañías eran poderosísimas y que ellas tenían la capacidad financiera y técnica para realizar la exploración y la explotación del petróleo, lo que los hacía objeto tanto de envidia como de admiración. 14 El próximo contacto de importancia no se realizó hasta el año 1953, en que los gobiernos de Irán y Arabia Saudita firmaron un acuerdo comercial (IUT, 2005, p. 1). Este acuerdo fue firmado en un momento en que las compañías internacionales de petróleo estaban demostrando una gran cooperación entre ellas, lo cual hizo posible que conjuntamente pudieran boicotear el petróleo iraní durante la fracasada nacionalización de la industria petrolera en Irán en 1951 (IUT, 2005, p. 1). El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita fue el primer acuerdo formal entre dos países productores de petróleo y tenía como objetivo el intercambio de información y el establecimiento de consultas regulares acerca de las políticas relacionadas con el petróleo en los dos países (IUT, 2005, p. 2). Un punto importante de este acuerdo fue la cláusula en la cual los dos países productores podrían discutir revisiones a los acuerdos firmados con las compañías petroleras si algún país vecino alcanzaba mejores precios para el petróleo (IUT, 3). Ya en este tiempo los países productores de petróleo estaban muy conscientes de la necesidad de intercambiar información y opiniones. Las compañías de petróleo, al discutir y negociar concesiones y precios con los gobiernos de cada país, estaba forzando a los países productores a aceptar cada vez niveles de precios más bajos, con la consiguiente reducción de ingresos al país exportador. Los cambios que habían ocurrido desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial habían dado gran fuerza a las compañías norteamericanas de petróleo, las cuales estaban activamente explorando y explotando el petróleo en todas partes del mundo donde esto fuera posible (Parra, 2014, p. 10). Las leyes de impuestos de los Estados Unidos ayudaban a estas inversiones extranjeras, porque las compañías 15 podían deducir estas inversiones de los impuestos que tendrían que pagar al gobierno norteamericano (Parra, 2014, p. 11). De esta manera, un número de productores independientes entraron en los mercados internacionales, con repercusiones importantes para los países productores de petróleo. En el año 1953 también la Unión Soviética empezó a producir grandes cantidades de petróleo para la exportación a relativamente bajos precios (Allen, 1979, p. 21). La Unión Soviética, y la entrada de los independientes en el mercado del petróleo, ayudaron a aflojar un poco el control que las compañías internacionales tenían en el mercado. La Unión Soviética empezó a poner en el mercado grandes cantidades a bajo precio por el cual los países compradores no tenían que pagar en divisas extranjeras, sino que podían reciprocar enviando otro producto necesario para el mercado soviético (Colgan, 2011, p. 4). Para contrarrestar la competencia soviética en el mercado, las compañías comenzaron a otorgar descuentos por pronto pago y otros incentivos cuyo resultado final fue la reducción de los precios del petróleo (Colgan, 2011, p. 4). Esos descuentos eran desde diez hasta sesenta centavos de dólar por barril de petróleo en el Oriente Medio, pero podían llegar hasta el 30% de los precios establecidos (Colgan, 2011, p. 5). Algunos países compradores de petróleo, con el objetivo de centralizar la operación de sus compras, formaron compañías nacionales las cuales estaban dirigidas y operadas por los respectivos gobiernos (Allen, 1979, p. 30). Esas compañías empezaron a firmar acuerdos con las compañías independientes, todo lo cual aumentó la competencia y contribuyó a la disminución de los precios del petróleo (Allen, 1979, p. 30). 16 En 1958, una revolución en Iraq terminó con la monarquía Hachemita que había gobernado el país durante 26 años. Esta revolución puso en el poder a un gobierno nacionalista que estaba en favor de estrechar la cooperación entre los países productores de petróleo para de esa manera obtener mejores precios y condiciones de las compañías internacionales (Al-Chabali, 1980, p. 108). En Iraq existía la Compañía de Petróleos Iraquí, la cual estaba controlada por intereses extranjeros: el 23% de la compañía pertenecía a British Petroleum; el grupo CFP y la Royal Dutch-Shell cada uno tenía 11 7/8% de la compañía; la Standard Oíl of New Jersey y la Mobil Oíl cada una tenía 5%, y por ultimo un emprendedor llamado Gulbankian había sido compensado con un 5% por sus esfuerzos por poner todas las compañías de acuerdo, así como de conseguir el permiso del gobierno iraquí, el cual tenía el resto de las acciones en la compañía (Al-Chalabi, 1980, p.110). En enero de 1959, el nuevo gobierno iraquí ya estaba haciendo un llamamiento al resto de los países árabes por mayor colaboración. El gobierno iraquí se quejaba que, aunque se suponía que las compañías internacionales de petróleo estaban compitiendo unas con las otras, que en realidad lo que estaban haciendo era cooperar entre ellas para presentar un frente común a los países productores árabes (Al-Chabali, 1980, p. 110). Mientras que las compañías estaban cooperando, los países productores estaban divididos y cada un negociando por su cuenta, lo cual debilitaba la posición de los países productores (Al- Chabali, 1980, p. 111). En agosto de 1960, después que las compañías internacionales de petróleo anunciaron una nueva baja de precios, los países productores reaccionaron con decisión. Los representantes de los gobiernos de Irán, Iraq, Kuwait, Venezuela y Arabia 17 Saudita se reunieron en Bagdad del 10 al 14 de septiembre y tomaron la histórica decisión de crear la OPEP (Colgan, 2014, p. 2). Esta organización internacional se formó como una alianza económica. Sus miembros fundadores fueron Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela (Colgan, 2014, p. 3). Qatar fue admitido en 1961; Indonesia y Libia entraron en 1962; Abu Dabi (después los Emiratos Árabes Unidos) en 1967; Argelia fue admitido en 1969, Nigeria en 1971, Ecuador en 1973, y Gabón fue admitido como un miembro asociado también en 1973 (Colgan, 2014, p. 3). Los organizadores de la organización decidieron establecer su sede en Ginebra, Suiza, porque querían tener acceso rápido a las sedes de las compañías internacionales de petróleo y a que no se les viera como una organización que desconocía las necesidades de los países consumidores. En este momento los oficiales de la organización solicitaron del gobierno suizo la autorización para abrir sus oficinas centrales en este país, pero no solicitaron inmunidad diplomática para sus oficiales (Skeet, 2). Un poco de tiempo después, cuando los organizadores pensaron que sería muy conveniente que los oficiales de la OPEP, como representantes de los gobiernos de los países exportadores, tuvieran inmunidad diplomática y plantearon este asunto al gobierno suizo, esta solicitud fue rechazada(Skeet, 1989, p. 3). Esta fue la principal razón por la cual la sede de la OPEP se mudó a Viena, Austria en el año 1965, donde la organización ha continuado teniendo sus oficinas centrales hasta nuestros días (Skeet, 1989, p. 3). Los primeros años de la organización fueron muy difíciles. Las compañías internacionales trataron de marginar e ignorar a la organización. Sin embargo, a medida que la organización continuaba su existencia, admitía nuevos estados 18 miembros y continuaba coordinando la política petrolera de los estados miembros, estas mismas compañías petroleras no tuvieron más remedio que empezar a reconocer que la OPEP era una organización que podía ser potencialmente muy peligrosa para sus intereses. 1.3 Estructura Organizativa El 21 de enero de 1961 la organización aprueba sus estatutos en una reunión celebrada en Caracas (Parra, 2014, p. 10). La organización acordó sus estatutos, su forma de organización y su presupuesto (Parra, 2014, p. 10). La misión de la organización, de acuerdo con sus estatutos, es coordinar y unificar las políticas petroleras de los estados miembros y garantizar la estabilidad de los mercados de petróleo para asegurar un abastecimiento eficiente, económico y regular de petróleo y sus derivados a los consumidores, una fuente de ingreso sostenido a los productores y unas utilidades adecuadas al capital que se ha invertido en la industria petrolera (Skeet, 1989, p. 4). Se establece que la Conferencia, la reunión de los representantes de todos los estados miembros, es la autoridad máxima de la organización, la cual tiene la responsabilidad de tomar los acuerdos y las medidas pertinentes para garantizar el exitoso funcionamiento de la organización y el cumplimiento de sus objetivos (Skeet, 5). La Conferencia nombra al Secretario General y su Diputado por un período de tres años y se reúne dos veces al año en sesión ordinaria y cualquier número de veces que sea necesaria en sesión extraordinaria cuando las condiciones así lo exijan (Parra, 2014, p. 12). 19 La organización cuenta con un Presidente, elegido anualmente, así como una Junta de Gobernadores en la cual están representados todos los países miembros y en la cual cada país cuenta con un voto (Parra, 2014, p. 13). También existe un Secretariado, el cual incluye la oficina del Secretario General, la División de Investigación, que incluye los departamentos de Energía (que incluye las secciones de Petróleo y de Energía), Economía, Finanzas y Servicios; el departamento de administración y personal; el departamento de información y la oficina legal (Parra, 14). Asimismo, existe un Comité Magisterial en Asuntos Monetarios y Financieros al cual asisten los ministros de hacienda y de finanzas de los países miembros y el cual tiene la responsabilidad de supervisar el Fondo de Ayuda de la OPEP a los Países Subdesarrollados (Skeet, 1989, p. 6). En junio de 1980 la organización creo su propia agencia de noticias OPECNA, ubicada en Argelia (Ahrari, 1986, p. 16). Existen otros comités que funcionan irregularmente tales como el Comité de Estrategia a Largo Plazo, establecido en marzo 19, 1983 y el Comité Ministerial de Relaciones con los Países no Miembros de la OPEP, el cual fue establecido en abril 21, 1986 (Ahrari, 1986, p. 17). Los requisitos básicos para ser miembro de la OPEP, son dos: (a) Ser un exportador neto de petróleo en cantidades substanciales, y (b) Tener intereses fundamentalmente similares al de los Países Miembros (Parra, 2014, p. 15). Asimismo, para ingresar como miembro se necesita la aprobación del 75 por ciento de los miembros de la organización (Parra, 2014, p. 15). Existen tres tipos de miembros en la organización: miembros fundadores, miembros regulares y miembros asociados (Parra, 2014, p. 16). El artículo 7 de los estatutos de la OPEP mencionan que, para ser un miembro regular 20 de la organización, el país tiene que ser un país exportador de petróleo, pero además tiene que tener intereses que sean fundamentalmente similares al resto de los miembros (Skeet, 1989, p. 8). Para organizar y administrar el trabajo de la organización, la Resolución 1.2, párrafo 6, establece un Secretariado dirigido por el Secretario General, el cual tiene la función principal de manejar las tareas de la organización bajo la dirección de la Junta de Gobernadores (IUT, 2005, p. 5). El Diputado del Secretario General es elegido por la Junta de Gobierno entre una lista de personas nominadas por los países miembros (IUT, 2005, p. 6). En sus funciones como diputado, este cargo ayuda al Secretario General en la coordinación de las cuestiones administrativas y técnicas del Secretariado, así como actúa como Secretario General en la ausencia de este (Al- Chabali, 1980, p. 22). El Secretariado debe obtener información sobre la industria petrolera; hacer propuestas a solicitud de la Junta de Gobernadores; proponer medidas específicas a la aprobación de la Conferencia e implementar las decisiones tomadas por la Conferencia, así como proveer guía técnica a los países miembros con relación a las decisiones de la organización (Al-Chabali, 1980, p. 23). El Secretario General cuenta con varios departamentos especializados, tales como un departamento técnico, un departamento administrativo, un departamento de relaciones públicas y un departamento de en forzamiento (Godthau, 10). La Resolución VI.46 le da al Secretario General la facultad discrecionaria de emplear, siempre que sea necesario, consultantes y otros profesionales para conducir estudios que no pueden ser hechos por el Secretariado, y para desarrollar estudios sobre áreas de interés para los países miembros (Allen, 1979, p. 45). 21 1.4 El Papel de la OPEP en el Mercado Petrolero La utilización del petróleo como energía barata y superior a otras fuentes alternas aceleró su consumo de tal manera que en la década de los sesenta el mundo consumió la misma cantidad de petróleo que había utilizado en los precedentes setenta años, y de esta cantidad, más del 90% de la producción fue utilizado por los países desarrollados (Allen, 1979, p. 60). En el año 1965, el petróleo desplazo al carbón como la principal fuente energética. Los países miembros de la OPEP producen aproximadamente el 60% de las exportaciones mundiales de petróleo y tienen aproximadamente el 76% de las reservas comprobadas de petróleo en el mundo (Allen, 1979, p. 61). A partir del mes de marzo de 1999, la OPEP acordó la disminución en la producción de petróleo de unos 3.1 millones de barriles por día, tratando de que los precios del petróleo que eran los más bajos en toda la década, aumentaran con la reducción de la producción (Skeet, 1989, p. 20). Sin embargo, en el año 2000, la organización acordó cuatro veces aumentos de la producción de petróleo para tratar de mantener el precio del petróleo a un promedio de 25 dólares por barril (Skeet, 21). Esta disminución en el precio del petróleo en el mercado internacional constituyo un estímulo importante para el consumo de este producto (Allen, 1979, p. 30). En el año 2001, la OPEP establece una banda de precios promedios para los crudos entre $ 22 y $ 28 dólares por barril (Skeet, 1989, p. 21). Si el precio promedio baja a menos de $ 22 dólares por barril por diez días consecutivos, entonces los países productores reducen 22 la producción, pero si el precio aumenta por encima del límite máximo de $ 28 por barril, entonces se aumenta la producción (Skeet, 1989, p. 22). Ecuador estuvo vinculado al bloque petrolero por 19 años y se retiró en 1992 por un incumplimiento en el sistema de cuotas (Allen, 1979, p. 35). Ecuador es el quinto productor sudamericano de crudo, pero dejó una deuda a la organización de $ 4.2 millones de dólares, la cual tendrá que ser pagada antes que este país pueda ser restituido como miembro (Skeet, 1989, p. 23).Este país se retiró por desacuerdos con la manera en que se fijaban las cuotas de producción (Skeet, 1989, p. 24). La producción petrolera de Ecuador es marginal respecto a la producción mundial, ya que solamente extrae 530 mil barriles diarios, con el 65% de esta producción dedicado a la exportación, y tiene reservas probadas de 2, 207 millones de barriles, los que duraran aproximadamente 27 años más al nivel de producción actual (Skeet, 1989, p. 29). 1.5 Reunión Cumbre de la OPEP de Septiembre del año 2000 La Segunda Reunión Cumbre de la OPEP se realizó en septiembre del 2000 en Caracas, con el objetivo fundamental de coordinar y unificar las políticas petroleras de los países miembros y de conseguir precios más justos y estables para los países productores de petróleo (Allen, 1979, p. 33). Sin embargo, la cumbre no fue exitosa. Existía poca voluntad para tomar decisiones importantes y la reunión transcurrió en un ambiente rutinario, donde en realidad ninguno de los problemas apremiantes fue resuelto. Al año siguiente, el ataque terrorista contra los Estados Unidos del 11 de septiembre del 2001 y los sucesos que siguieron, tales como la invasión de Afganistán y en el año 2003 la invasión de Iraq y su ocupación, produjeron un aumento 23 considerable en los precios del petróleo (Skeet, 1989, p, 40). En mayo del año 2008, Indonesia anunció su intención de abandonar la organización para fines del año, ya que este país se había convertido en un importador de petróleo y no era capaz de implementar su cuota de producción (Skeet, 1989, p. 41). 1.6 La Reunión de la OPEP en Viena el 21 de diciembre de 1975 En esta reunión, un grupo de terroristas entró donde se estaba desarrollando la Cumbre matando a tres personas y manteniendo a 70 personas de rehenes, incluyendo el representante de Arabia Saudita Ahmed Zaki Yamani (Parra, 2014, p. 22). El grupo terrorista incluía seis personas, dirigidas por un terrorista venezolano llamado Carlos, los cuales se hacían llamar el Frente Armado de la Revolución Árabe, un grupo que luchaba por la liberación de Palestina (Parra, 2014, p. 23). El plan de los terroristas era tomar la conferencia por la fuerza y secuestrar a los once ministros de petróleo, para exigir una recompensa financiera para su grupo (Skeet, 1989, p. 98). Los terroristas primeramente buscaron al ministro del petróleo saudita y dividieron a los 63 rehenes en tres grupos (Skeet, 1989, p. 98). Los delegados de los países con políticas amistosas hacia los países árabes se pusieron cerca de la puerta de entrada; los neutrales se pusieron en el medio y los ‘enemigos’ se pusieron contra la pared al final del edificio cerca de una pila de explosivos (Skeet, 1989, p. 99). Este grupo incluía los representantes de Arabia Saudita, Irán, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos (Parra, 2014, p. 23). El dirigente de los terroristas negoció con las autoridades austriacas un autobús y un avión para transportar a su grupo y 42 de los rehenes en un viaje donde se harían 24 escalas en Argelia, Libia y eventualmente Adén en Yemen y Bagdad en Iraq, donde Yamani y Amuzegar serían ajusticiados (Parra, 2014, p. 24). Todos los representantes de los países no-árabes serían liberados en la escala en Argelia, excepto Amuzegar (Skeet, 1989, p. 99). El resto de los rehenes serían liberados en la próxima parada (Skeet, 1989, p. 99). Los últimos diez rehenes continuarían en el avión (Skeet, 1989, p. 100). Cuando el avión aterrizó en Argelia, el dirigente de los terroristas sostuvo una conversación por teléfono con el presidente argelino Huari Boumedienne, quien le informó que si mataba a cualquiera de los ministros que esto ocasionaría un ataque armado contra el avión donde supuestamente todos perecerían (Parra, 2014, p. 27). Boumedienne al mismo tiempo, les ofreció asilo político a los terroristas, incluyendo la posibilidad de alguna compensación financiera por no haber podido llevar a cabo el plan (Parra, 2014, p. 28). Carlos aceptó la oferta, lamentando no haber podido ajusticiar a los ministros Yamani y Amuzegar, el ministro del petróleo de Irán (Parra, 2014, p. 29). De esta manera los rehenes y los terroristas abandonaron el avión. Poco tiempo después de este ataque terrorista se conoció que el plan había sido planeado por Wadi Haddad, un terrorista palestino que fue fundador del Frente Popular para la Liberación de Palestina y también se decía que el intento había sido financiado por un líder árabe que aparentemente era Muammar al-Gaddaffi, el líder libio (Parra, 2014, p. 30). El piloto que condujo el avión de los terroristas desde Argelia a Trípoli fue Neville Atkinson, un veterano de la flota británica que en ese momento era el piloto personal del dictador libio al-Gaddaffi (Allen, 1979, p. 201). Aunque la cantidad que fue pagada a los terroristas nunca fue publicada, se estima que fue entre 20 y 50 millones de dólares (Parra, 2014, p. 31). En una declaración a su abogado, el terrorista Carlos dijo que el 25 dinero había sido pagado por los sauditas y los iraníes, pero que este dinero nunca le había sido entregado y que fue una perdida para la revolución árabe (Skeet, 1989, p. 100). 2. La OPEP en su Momento Crucial La OPEP no se convierte en el organismo respetado y temido que cuadruplica los precios del petróleo en los años 1973-1974 de la noche a la mañana, sino que fue un proceso de varios años en que los países petroleros, poco a poco, se van primeramente adueñando de sus riquezas petroleras y entonces, cada vez más, asumen el control absoluto sobre los precios del petróleo en aquella época (Allen, 1979, p. 59). Comparados con la relativa calma de los años 1960s, los primeros tres años de la década de los 1970s vieron grandes cambios en el control de la producción mundial de petróleo. Un ala radical de los países productores de petróleo, encabezados por Libia, Argelia e Iraq, insatisfechos de la manera y la lentitud con que las negociaciones con las compañías petroleras iban procediendo, estaban resueltos a acelerar estas negociaciones por la fuerza si era necesario (Allen, 1979, p. 60). Cuando estos tres países presionaron a las compañías petroleras a obtener mejores precios, el resto de los países petroleros hicieron lo mismo. En la medida en que los países más agresivos obtenían las ventajas, ahí venía rápidamente el resto de los países productores de petróleo a demandar los mismos beneficios económicos. Los países productores reconocieron que ellos podían controlar la producción de petróleo mundial y empezaron a tomar medidas para realizar este proyecto. Los productores obligaron a las empresas petroleras a conceder mejores precios y rápidamente la industria petrolera se vio en un proceso verdaderamente revolucionario. 26 La política de la OPEP desde su fundación había sido dinero y control. Estas habían sido las palabras que los representantes de los países petroleros había inscripto en la Declaración de 1968 y que sintetizaban los objetivos fundamentales de la organización (Skeet, 1989, p. 80). Cuando uno de los países miembros triunfaba en sus negociaciones con una o más compañías petroleras, los otros países pedían las mismas concesiones o más. De esta manera el precio del petróleo subió de $ 1.80 el barril en los primeros meses del año 1970 hasta $ 3.01 a mediados de 1973 (Skeet, 1989, p. 81). La parte que correspondía al país productor subió de menos de un dólar el barril a principios de 1970 hasta $ 1.80 a mitad de 1973 (Skeet, 1989, p. 82). Los países petroleros imponían sus deseos a las compañías de petróleo o las nacionalizaban si estas no procedían de acuerdo con los deseos del país productor (Skeet, 1989, p. 83). La nacionalización total o parcial de la industria petrolera, y las regulaciones, produjeron el resultado deseado por los países exportadores. Los países exportadores también se beneficiaronpor cambios en los mercados internacionales de petróleo y fundamentalmente por el aumento de la demanda del petróleo. Los Estados Unidos, Europa y Japón cada vez consumían mayor petróleo lo que provocó que las reservas petroleras de estos países disminuyeran considerablemente, y que hasta empezara a existir una relativa escasez de petróleo debido al aumento de la demanda. Esto claramente ayudó a aumentar los precios del petróleo, cosa que beneficio grandemente a las compañías petroleras, las cuales ahora estaban en mejores condiciones que anteriormente para conceder mejores precios a los países exportadores (Allen, 1979, p. 70). Claro que las compañías petroleras no accedían a las demandas de los países exportadores sin presentar una oposición feroz, 27 pero ante la determinación de algunos países exportadores de petróleo que procederían a nacionalizar la industria petrolera si las compañías petroleras no aceptaban los términos pedidos, claro que las compañías petroleras no tenían más remedio que conceder algunas ventajas, y de esta manera, incluso poniendo una compañía petrolera contra la otra, los países petrolero lograron el control de sus riquezas naturales (Allen, 1979, p. 71). El poder que durante tanto tiempo había sido ejercido por las grandes compañías internacionales de petróleo empezó a cambiar hacia los países productores. Hubieron en realidad tres factores que ayudaron a estos cambios: (a) las grandes empresas petroleras internacionales, aunque todavía prosperando comenzaron a perder su poder de decisión con relación a los precios del petróleo, el cual paso a la OPEP; (b) casi sin saberlo, las nuevas compañías independientes de petróleo habían debilitado el poder de las grandes compañías petroleras, haciendo imposible que estas pudieran coordinar sus actividades y negociar conjuntamente con los países productores; y (c) el aumento de la demanda del petróleo (Skeet, 1989, p. 65). Este aumento de la demanda de petróleo ocurría mayormente a través de intermediarios, grandes y pequeños, a los abastecedores finales del producto, todo lo cual complicaba la situación de la industria petrolera y la hacía más vulnerable a las presiones de los países productores. 2.1 Libia El gran aumento en la demanda del petróleo y la actitud de Libia radicalmente cambiaron las circunstancias en que los países productores negociaban con las compañías petroleras. Este país pobre, hasta este momento relativamente insignificante en la costa norte de África, hizo lo que los otros países productores no 28 habían podido hacer. Libia había descubierto petróleo relativamente reciente por lo que era un productor nuevo, y el gobierno libio inteligentemente solicitó que las compañías petroleras extranjeras hicieran propuestas para el desarrollo y explotación en zonas específicas del territorio libio, estableciendo una cierta competencia entre las compañías petroleras (Al-Chalabi, 1980, p. 120). Libia no quería depender solamente de una sola empresa petrolera, por grande que fuera, sino que quería mantener un grupo de compañías operando en el país. De esta manera, durante los años 1950s, no solamente las grandes compañías petroleras, las llamadas “Siete Hermanas” acudieron al llamado libio, sino que también otras pequeñas empresas petroleras, las llamadas independientes, también acudieron a su llamado (Al-Chalabi, 1980, p. 121). Sin embargo, aunque Libia aparentemente iba a tener una ventaja debido a la forma en que había organizado la venta de sus concesiones, en realidad, los funcionarios de la monarquía del Rey Idris no fueron muy eficaces y en su desesperación por obtener beneficios económicos, aceptaron que el precio de petróleo para las compañías independientes seria el precio del mercado mundial (todavía establecido por las grandes compañías petroleras) y autorizaron a las grandes compañías petroleras a lanzarse a la exploración y explotación del petróleo libio sin ningún tipo de requerimientos con relación a la protección del medio ambiente (Al-Chalabi, 1980, p. 122). En 1965 el gobierno libio cambia sus leyes petroleras y estos cambios son apoyados por la OPEP (Allen, 1979, p. 201). La nueva ley cambia la manera en que las compañías independientes de petróleo deberán pagar sus impuestos al estado libio. En ese tiempo las grandes compañías petroleras consideraban que las más pequeñas 29 compañías independientes en realidad eran una gran inconveniencia y que no estaban capacitadas ni técnica ni económicamente para competir en el mundo del petróleo. Las compañías independientes veían a las grandes compañías petroleras como un cartel, que entre ellas se compartían el mercado mundial del petróleo. Este antagonismo entre las grandes compañías de petróleo y los independientes posteriormente ayudó a los países productores en sus negociaciones con ambas. En 1966, cuando Libia solicitó propuestas para una nueva concesión que abarcaba una gran cantidad de terreno, muchas compañías, las grandes y las independientes, acudieron a su llamado (Allen, 1979, p. 202). En solamente unos pocos años, Libia se convertiría en uno de los principales proveedores de petróleo al mercado europeo (Allen, 1979, p. 203). La prosperidad de las compañías independientes en Libia agudizó la situación de las grandes compañías de petróleo. La producción petrolera procedente de las compañías independientes cambió ligeramente el delicado balance que existía en el mercado petrolero. Las compañías independientes extraían el petróleo del suelo libio tan pronto como podían, algunas veces hasta sin tener en cuenta el daño que pudieran hacer al medio ambiente. Existen anécdotas que algunas veces estas compañías hasta se olvidaban de poner el metro medidor de las cantidades extraídas y que estaba destinada a la exportación (Al-Chalabi, 1980, p. 129). Estas compañías independientes tenían poco respeto por el mercado petrolero y por Libia. Sin embargo, la actividad de todo este conjunto de empresas petroleras prontamente convirtió al país en una colmena de actividad. Algunas de las compañías que hicieron su aparición en Libia eran compañías nuevas, con poca experiencia en la rama del petróleo, pero deseosas de emprender proyectos y de beneficiarse con la demanda de petróleo. Estas 30 compañías no se sentían atemorizadas por el gobierno libio, al cual lo único que le interesaba era obtener una parte de las utilidades por la explotación de petróleo. El gobierno del Rey Idris era un gobierno amistoso y benigno, aunque siempre empujando un poquito a las compañías petroleras a que aumentaran la parte que correspondía al gobierno libio (Al-Chalabi, 1980, p. 130). Todo eso cambió súbitamente el primero de septiembre de 1969 cuando el Coronel Mamar al-Gadafi y su grupo de militares jóvenes depusieron al Rey Idris y establecieron un gobierno puritano. Este nuevo gobierno era fuertemente nacionalista, imbuido por el odio hacia Israel y los hombres del Coronel no perdieron tiempo en hacer saber a las compañías petroleras que desde ese momento el petróleo libio les iba a costar más caro (Skeet, 1989, p. 88). La actitud casual que hasta ese momento había tenido el Rey Idris en su trato con las compañías petroleras cambió rápidamente. El Coronel estaba dispuesto a obtener lo que quería o a producir la ruina de las compañías extranjeras explotando el petróleo libio (Skeet, 1989, p. 90). Casi inmediatamente después de ser establecido el nuevo gobierno libio, este reunió a los representantes de las 21 compañías petroleras que estaban haciendo exploración y explotación en Libia y les demandó un aumento en los precios del petróleo libio, así como un aumento en los impuestos al estado libio (Al-Chalabi, 1980, p. 130). Primeramente, el Coronel Gadaffi demandó de las grandes compañías petroleras Exxon y Occidental que le dieran 40 centavos más por barrilpor encima del precio corriente, y les informó que los impuestos subirían de 50 a 55 centavos de dólar por barril (Al-Chalabi, 1980, p. 132). Las compañías tuvieron dificultades en ajustar sus modelos de negocios a las nuevas realidades del gobierno libio. Todavía tenían en 31 mente la demanda hecha por el Rey anteriormente en el poder que pedía un aumento de diez centavos por el barril de petróleo (Ahrari, 1986, p. 97). Al principio, los representantes de esas compañías también pensaron que el Coronel no estaba hablando en serio y que solamente era un espectáculo para la prensa (Ahrari, 1986, p. 98). Argelia, situado al lado de Libia, era otro país petrolero y ambos gobiernos compartían las mismas ideas con relación al petróleo. En ese momento el gobierno de Argelia le estaba dando problemas a los franceses, quienes explotaban el 70 por ciento de la producción y las reservas argelinas (Skeet, 1989, p. 188). El gobierno argelino también estaba demandando precios más alto a las compañías Royal Dutch-Shell y a la Phillips (Skeet, 1989, p. 189). Cuando las compañías no contestaron rápidamente a las demandas del gobierno argelino, Argelia nacionalizó las compañías petroleras y empezó a decir que si los franceses no respondían favorablemente a los pedidos del gobierno argelino que la compañía francesa también sería nacionalizada (Skeet, 1989, p. 189). Cuando la compañía J. Paul Getty obtuvo una nueva concesión petrolera en Argelia en el año 1968, esta compañía le ofreció al gobierno argelino términos de compra mucho más ventajoso que las otras compañías petroleras explorando y explotando el petróleo argelino (Allen, 1979, p. 130). La postura militante del gobierno argelino frente a las compañías petroleras extranjeras influenció grandemente al nuevo gobierno libio (Skeet, 1989, p. 190). En Libia, las compañías recibieron las demandas libias, pero no respondieron rápidamente. Utilizaron la misma táctica de siempre, decir que estaban estudiando el caso, que habían sometido los informes a la oficina central, que estaba dependiente de 32 este o de otro acuerdo, pero el objetivo fundamentar era demorar darle una respuesta al gobierno libio por el mayor tiempo posible. Mientras tanto, claro está, las compañías petroleras continuaban explotando el petróleo a los mismos términos existentes, que lógicamente eran más baratos que cualquier aumento de precios que el gobierno libio pudiera extraer de las compañías. Sin embargo, esta vez el nuevo gobierno libio no estaba dispuesto a tolerar estas tácticas de demora. Casi inmediatamente, el gobierno libio se dirigió a la compañía petrolera Occidental, que era una de las nuevas compañías de petróleo y una compañía independiente (Allen, 1979, p. 180). Occidental también era una compañía que tenía operaciones solamente en Libia, de donde extraía el petróleo, el cual vendía en el mercado europeo (Allen, 1979, p. 181). Un inversionista llamado Armando Hammer había comprado la moribunda compañía californiana por muy poco dinero y estaba haciendo una fortuna suministrando de petróleo a los países europeos (Al-Chabali, 1980, p. 131). Este individuo no tenía la más mínima idea de compartir sus ingresos con el gobierno libio. Sin embargo, en mayo y junio de 1970 el gobierno del Coronel Qadaffi ordeno a la compañía Occidental cortar su producción de petróleo en un tercio (Al-Chabali, 1980, p. 132). La razón que el gobierno libio daba era que la medida respondía a las necesidades del estado libio de conservar sus recursos minerales (Al-Chabali, 1980, p. 132). Occidental, igual que todas las otras compañías petroleras operando en Libia, operaban con poca preocupación por las necesidades del gobierno libio, pero en realidad, la razón fundamental por la orden era que el gobierno libio quería poner más presión en la compañía para que le subieran el precio del petróleo, así como las contribuciones por los impuestos (Al-Chabali, 1980, p. 134). Cuando Occidental se 33 demoró en implementar la reducción de la producción, el gobierno libio amenazo a la compañía con mandar las tropas del ejército libio para implementar la orden y el señor Hammer obedeció (Al-Chabali, 1980, p. 135). Pero esta disminución en la producción grandemente reducía los ingresos de Occidental, y esta compañía acudió a Exxon y a otras compañías grandes de petróleo, para tratar de obtener petróleo de estas fuentes para continuar abasteciendo las necesidades de petróleo de sus clientes europeos (Allen, 1979, p. 142). Sin embargo, Exxon y las otras compañías no tenían ningún interés en ayudar al Dr. Hammer, al cual consideraban un usurpador de los privilegios petroleros tradicionalmente disfrutados por las Siete Hermanas (Allen, 1979, p. 143). Exxon ofreció suministrar a Occidental y cualquier otra compañía independiente con crudo al precio del petróleo en el mercado (Allen, 1979, p. 144). Esto quería decir que Exxon estaba dispuesto a suministrar a Occidental prácticamente al mismo precio que Occidental podría obtener de sus clientes europeos. Dr. Hammer se dio cuenta que la actitud de Exxon en realidad era una bofetada a su compañía y a las otras compañías independientes. En esas condiciones de debilidad, Occidental volvió a tratar de negociar con el gobierno libio, prometiéndoles aumentarles el precio del barril en 30 centavos de dólar, así como aumentar el impuesto a 58 centavos de dólar por cada barril (Al-Chabali, 1980, p. 140). Con su victoria sobre Occidental, el gobierno libio entonces se dirigió a lo que se llamaba el Grupo Oasis, que era un grupo comercial de tres compañías independientes y la Royal Dutch-Shell. Las compañías independientes aceptaron rápidamente a los nuevos términos solicitados por el gobierno libio, pero el señor David Barran, el presidente de la Royal Dutch-Shell fue más astuto que la Exxon (Allen, 1979, p. 176). 34 Él tenía la opinión que su compañía debía, por lo menos, tratar de demostrar cierta resistencia al gobierno libio, porque si no lo que sucedería era que los dirigentes libios continuarían escalando sus demandas cada vez más (Allen, 1979, p. 177). A finales del mes de septiembre, el Coronel Qadaffi detuvo la producción del Grupo Oasis que pertenecía a la Royal Dutch-Shell. En estos momentos, solamente las tres compañías petroleras grandes, la Exxon, la Royal Dutch-Shell, la Mobil, British Petroleum, Texaco y Socal estaban resistiendo las demandas del gobierno libio. Todas las compañías independientes ya habían aceptado los términos impuestos por los libios, pero las compañías grandes todavía ofrecían resistencia. Ante esta situación, el gobierno libio no se dejó amedrentar, y les envió un mensaje a todas, que o bien tenían que aceptar los términos demandados por el gobierno libio o tendrían que resignarse a cerrar todas sus operaciones en Libia (Allen, 1979, p. 178). Si las compañías grandes de petróleo pensaban que eran lo suficientemente poderosas para resistir las demandas de los libios, ahora tenían que decidir si accedían a las presiones del gobierno libio, quien amenazaba con la nacionalización, o acceder a los aumentos de precios solicitados (Ahrari, 1986, p. 200). Sin embargo, la decisión no era nada fácil, porque las compañías de petróleo grandes se daban cuenta de que si accedían a las demandas libias se verían inundadas con similares solicitudes procedentes de todos los países productores de petróleo (Ahrari, 1986, p. 201). Las medidas que estas compañías habían utilizado en el pasado contra los gobiernos de México y de Irán, de tratar de aislar y de sabotear al país productor, no iban a servir en este caso (Ahrari, 1986, p. 201). Libia estaba utilizando contra las compañías petroleras 35 el mismo sistema de divide y conquista que las compañías petroleras en el pasado habían utilizado exitosamente contra los países petroleros.Las compañías petroleras, sin embargo, existen para hacer dinero y no para defender la rectitud o no de sus decisiones. La primera compañía que aceptó las condiciones libias fueron Texaco y Socal, pero después las grandes compañías norteamericanas aceptaron las condiciones y finalmente la Royal Dutch-Shell (Skeet, 1989, p. 90). El Coronel Qadaffi había impuesto sus órdenes unilateralmente a todas las compañías petroleras operando en Libia. Las discusiones intensas sostenidas por las compañías petroleras y el gobierno libio demostraban claramente que las órdenes del gobierno libio estaban respaldadas por las leyes libias y que las circunstancias en el país habían cambiado radicalmente. Una parte de la victoria libia se debió a la postura radical del Coronel Qadaffi, aunque era claro que también las circunstancias en el mercado petrolero habían cambiado y que muchos de esos cambios favorecieron la posición del gobierno libio, tales como la existencia de las compañías independientes, las cuales se sometieron a los dictados libios primero que las grandes compañías petroleras. También, la ausencia de un petróleo de calidad similar al libio cerca del mercado europeo y el aumento de la demanda en ese mercado también favoreció la posición libia. En 1967, el Canal de Suez fue cerrado al tránsito marítimo, cerrando la puerta que facilitaba el comercio del petróleo del Golfo Pérsico (Allen, 1979, p. 77). El cierre del Canal también produjo una escasez en el número de tanques petroleros que se necesitaban para transportar el petróleo a los mercados que lo necesitaban, ya que ahora el recorrido que tenían que tomar estos tanques era muchísimo más largo, 36 generalmente alrededor del continente africano para entonces dirigirse o bien a los puertos europeos o norteamericanos (Allen, 1979, p. 78). Claro que todavía existía otro método para hacer llegar al petróleo del Golfo a los mercados europeos a través de Tapline, el oleoducto trans-arabigo que suministraba medio millón de barriles de petróleo saudita diariamente a Europa, pero este oleoducto había sufrido un accidente con una topadora de tierra en mayo de 1970 (Allen, 1979, p. 79). Esto ocurrió en el mismo momento en que el Coronel Qadaffi estaba ordenando la disminución en un tercio de la producción petrolera de la compañía Occidental. El gobierno sirio, donde ocurrió el accidente, declaró que solamente autorizaría la reparación del oleoducto si obtenía un aumento en el precio que las compañías petroleras pagaban al gobierno sirio por el tránsito de petróleo por su país (Skeet, 1989, p. 202). Mientras las negociaciones se realizaban, el oleoducto se mantenía cerrado. De la misma manera, en Nigeria, otro país productor de petróleo, la rebelión en la provincia de Biafra forzó la clausura de la producción petrolera de Nigeria durante todo el verano de 1970, y, además, el Coronel Gadaffi fue favorecido por la visión miopica de las grandes compañías petroleras que no supieron anticipar lo que se les venía encima. Los representantes de las compañías petroleras grandes pudieron asociarse con las compañías independientes y sostener un frente común ante las demandas del dictador libio, pero en vez de tomar esta estrategia se mantuvieron desvinculados entre ellos y cada compañía negociando por su propia cuenta, lo cual facilitó la posición libia. De esta manera puede decirse que posiblemente el honor de comenzar el desarrollo e impulso de la organización corresponde al difunto dictador libio Muammar al Gaddaffi. 37 Otro factor que le ayudó muchísimo fue el aumento en el consumo de petróleo por parte de los países desarrollados. No fue que uno u otro país europeo aumentara su demanda de petróleo, sino que todo el mundo desarrollado demandaba más petróleo. Durante el período de los años 1965 a 1970 las importaciones mundiales de petróleo habían aumentado un 71 por ciento y las exportaciones de los países miembros de la OPEP habían aumentado un 69 por ciento (Skeet, 1989, p. 200). Durante ese período de tiempo la producción de petróleo libia se triplicó. Esos fueron los años de los carros grandes, del uso de equipos que consumían petróleo en grandes cantidades, y de un programa de electrificación a nivel mundial (Skeet, 1989, p. 201). Ya para este tiempo Europa había reconstruido toda su industria destruida por la Segunda Guerra Mundial y estaba imitando la manía norteamericana de carros y camiones grandes y poco eficientes en el consumo del petróleo. El año 1970 fue el año de mayor producción en los Estados Unidos, todavía el primer país tanto productor como consumidor en el mundo (Allen, 1979, p. 103). Las importaciones de petróleo en los Estados Unidos estaban subiendo cada año (Allen, 1979, p. 103). Los Estados Unidos necesitaban todo el petróleo que este país producía y mucho más. Muchos expertos pensaban en este tiempo que este era el momento apropiado para aumentar el precio del petróleo ya que existía tan fuerte demanda. Las oficinas extranjeras de las compañías de petróleo de los países consumidores hicieron bastante poco para resistir las demandas del gobierno libio porque probablemente pensaban que los libios tenían razón. Los precios del petróleo empezaron a subir, pero las compañías petroleras todavía estaban haciendo alguna resistencia a la demanda de dar parte de ese aumento a los países productores de petróleo. 38 El triunfo de la estrategia del Coronel Gadaffi aceleró el proceso en el seno de la OPEP. Prontamente los otros países miembros de la organización, especialmente los países del Medio Oriente, estaban demandando precios más altos y subiendo sus impuestos, de la misma manera que Libia había hecho, o aún más. Cada país miembro de la OPEP quería por lo menos obtener los mismos beneficios que las compañías petroleras habían aceptado en Libia. Los países del Golfo Pérsico especialmente estaban irritados con la demora que habían recibido por parte de las grandes compañías petroleras (Skeet, 1989, p. 190). Todos llegaron a la conclusión de que tenían que ser más fuertes en sus demandas y lo que ocurrió fue que vino una avalancha de solicitudes de aumentos de precio y de impuestos (Skeet, 1989, p. 191). Cuando los países de la OPEP se reunieron en Caracas en diciembre de 1970 para celebrar su conferencia número 21, ya solamente unos días antes el Congreso venezolano había pasado una ley dando al Presidente Rafael Caldera la máxima autoridad para establecer los precios del petróleo venezolano (IUT, 2005, p. 10). Desde el año 1966, las compañías y el gobierno venezolano habían negociado el precio del petróleo, pero ahora el gobierno venezolano unilateralmente establecería los precios de su petróleo (IUT, 2005, p. 11). Asimismo, estudios comisionados por la organización de la OPEP demostraban que el mercado del petróleo continuaba aumentando y que el aumento en la demanda traería consigo una relativa escasez de petróleo (IUT, 2005, p. 12). La Conferencia acordó que la situación económica internacional había cambiado y los países miembros tomaron la determinación de aumentar sus impuestos en un 55 por ciento, así como pedir nuevos aumentos de precio a todas las compañías 39 petroleras operando en los respectivos países (Allen, 1979, p. 143). Los ministros de petróleo de los países participantes estaban convencidos que el precio del petróleo tendría que subir. La resolución, tomada por unanimidad, decía que los miembros de la OPEC “simultáneamente y de manera conjunta” iban a tomar medidas para que los respectivos países se hicieran dueños y ejercieran control sobre sus industrias petroleras (Allen, 1979, p. 144) . 2.2 Las Preparaciones para la Conferencia de Teherán Si lo que sucedió en Libia fue el primer golpe a las compañías petroleras, lo que se avecinaba en las reuniones de Trípoli y Teherán a principios delaño 1971 iba a ser el segundo gran golpe (Al-Chalabi, 1980, p. 141). Los acuerdos tomados en ambas ciudades pusieron las fuerzas de la organización de la OPEP al mando de la industria petrolera mundial. Las medidas que las compañías petroleras tanto habían temido finalmente se estaban realizando. Las compañías petroleras no solo temían la demanda en la subida de los precios del petróleo, sino que su poder en las negociaciones había disminuido considerablemente (Al-Chalabi, 1980, p. 142). Los miembros de la organización, utilizando astucia, amenazas y negociaciones, impusieron sus demandas a las compañías de petróleo que no tuvieron más remedio que resignarse a la nueva situación. En las negociaciones, las compañías sabían que estaban a merced de los países productores y que, aunque ellas tenían el capital y la técnica necesaria para obtener el petróleo, que la situación había cambiado considerablemente. Cuando la situación se calmó en abril de 1971, los precios del 40 petróleo habían subido un 25% y la parte que correspondía a los gobiernos de los países exportadores también había aumentado en un 25% (Skeet, 1989, p. 211). Las compañías petroleras temían tres cosas. una, ellas estaban alarmadas por los efectos que un nuevo aumento en el precio del petróleo, o en los impuestos sobre la producción de petróleo, pudiera tener en el mundo, sabían que ellos tendrían que pasar estos aumentos de precios al consumidor en los países desarrollados pero que esto tomaría algún tiempo y mientras tanto tendrían que reducir sus ingresos porque los compromisos que tenían con sus clientes no les permitían pasar los aumentos de precios hasta que los contratos vigentes fueran ejecutados; las compañías también temían que cada país exportador quisiera negociar un precio especial para su petróleo debido a la cercanía a los mercados europeos en el caso de Libia, o por alguna otra razón (Allen, 1979, p. 78). Ahora los países del Golfo Pérsico también querían aumentar sus precios. La inestabilidad en la industria petrolera pudiera afectar grandemente a las compañías petroleras. El tercer factor que temían las compañías petroleras era el miedo al desorden en el mercado (Allen, 1979, p. 79). El aumento constante en el precio del petróleo o en los impuestos afectaría la estabilidad en el mercado petrolero mundial, dándole nuevas oportunidades a las compañías independientes. Las grandes compañías de petróleo, las llamadas “Siete Hermanas” y 16 otras grandes compañías se reunieron en Nueva York para coordinar sus políticas con relación a la OPEP (Skeet, 1989, p. 23). En primer lugar, acordaron negociar colectivamente con la OPEC, todas las compañías al mismo tiempo. Esto tenía cierta ironía, porque solamente una década anterior todas las compañías petroleras habían 41 decidido discutir separadamente con cada país productor de petróleo (Skeet, 1989, p. 24). Ahora, las compañías finalmente reconocieron que las cosas habían cambiado y que las nuevas circunstancias demandaban un cambio en la estrategia a seguir. Por medio de una negociación colectiva con todos los países integrantes de la OPEP, las compañías podrían negociar desde una posición más fuerte. Un total de 23 compañías petroleras firmaron una carta a la OPEP informándole que desde ese momento ellas no podrían discutir por separado con cada país productor, pero que las negociaciones deberían hacerse de manera colectiva (Allen, 1979, p. 76). Las compañías también solicitaron el apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos y de las embajadas de los países consumidores en los países productores de petróleo para hacer un frente común contra las demandas de los miembros de la OPEP (Allen, 1979, p. 77). Para fortalecer su posición conjunta, las compañías petroleras también acordaron venir al rescate de cualquier compañía petrolera que fuera víctima de un injusto trato por cualquier país miembro de la OPEP (Skeet, 1986, p. 86). Las compañías también decidieron unir todas sus reservas. El antagonismo que existía entre las grandes compañías de petróleo y las compañías independientes no desapareció completamente, pero ambas partes lograron un mayor entendimiento (Skeet, 1989, p. 86). Las compañías obtuvieron la aprobación de la División de Antimonopolio del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para poder realizar estas negociaciones conjuntamente (Skeet, 1989, p. 88). Las compañías también crearon lo que se llamó el Grupo de Políticas de Londres, así como otro grupo informal en Nueva 42 York, que consistía de altos representantes de las compañías petroleras, los cuales dirigirían las negociaciones de las compañías (Skeet, 1989, p. 89). Estos grupos eran la segunda línea de defensa y estaban en relación directa con los gobiernos de los países consumidores. Las compañías entonces se sintieron más fuertes para poder discutir con los sheikhs y con el Shah de Irán (Skeet, 1989, p. 90). Los miembros participantes en la reunión de la OPEP no recibieron con mucho gusto la carta firmada por las 23 compañías petroleras (Allen, 1979, p. 127). Aunque los países productores habían solicitado negociar conjuntamente con las compañías petroleras varios años atrás, ahora los países productores veían la ventaja de negociar por separado con cada una de las compañías petroleras (Allen, 1979, p. 128). Encolerizado, el Shah de Irán y su ministro de finanzas Dr. Jamshid Amouzegar, un ingeniero hidráulico educado en los Estados Unidos, insistieron en negociaciones por separado (Parra, 2014, p. 245). La organización de la OPEP designó al ministro de petróleo saudita Sheikh Yamani, un graduado de Harvard University en los Estados Unidos, a Saadoum Hammadi, presidente de la Compañía de Petróleo de Iraq y graduado con un PhD en economía de la agricultura de una universidad en el estado de Wisconsin, también en los Estados Unidos, y al Dr. Amouzegar, para negociar en nombre de todos los países miembros de la OPEP, pero haciendo claro también que las negociaciones tendían que ser con cada compañía por separado y no colectivamente como habían solicitado las compañías de petróleo (Parra, 2014, p. 246). El 28 de enero de 1971, George Piercy de la compañía Exxon, nuevo en este trabajo, pero con muchos años de experiencia, y Lord Strathalmond, director general de la British Petroleum, un abogado y el hijo del director general anterior, vinieron a 43 Teherán a negociar a nombre de las compañías (Skeet, 1989, p. 126). A estas dos personas se les dio la instrucción de que debían llegar a un acuerdo con los países de la OPEP en cinco días o que se tendrían que retirarse sin llegar a ningún acuerdo. Cuando se reunieron con los negociantes por parte de la OPEP, las compañías ofrecieron un aumento en el precio del petróleo de 15 centavos de dólar por barril, así como un modesto aumento cada año para tener en cuenta el nivel de inflación (Skeet, 1989, p. 127). La respuesta del Dr. Amouzegar fue que el mínimo que la OPEP aceptaría sería un aumento en el precio del barril de petróleo de 54 centavos de dólar, y un aumento mucho mayor al que se había planteado para tomar en cuenta la inflación (Al-Chalabi, 1980, p. 122). Cuando esta contra-oferta fue rechazada, los países petroleros amenazaron con cerrar la producción petrolera en el Golfo Pérsico (Al-Chalabi, 1980, p. 122). Las compañías no tenían ninguna amenaza que pudieran hacer. Las dos partes estaban frente a una situación muy difícil, pero las compañías petroleras no podían permitir de ninguna manera una clausura total de la producción petrolera en el Golfo Pérsico, eso sería una crisis de proporciones mundiales (Al-Chalabi, 1980, p. 123). Después de cinco días de negociaciones y todavía incapaces de encontrar un acuerdo, las partes terminaron sus negociaciones y regresaron a sus respectivos países.
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