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EL PODER MATERNO DR. JORDI TORRES LATORRE ©Jordi Torres Latorre Llantén número 26 Col. Xotepingo, Coyoacán C.P. 04610 México, D.F. Primera edición. 2013 ISBN 978-607-00-7490-5 Derechos reservados © Jordi Torres Latorre Portada y contraportada: "Mamá" Acuarela y acrílico de Juan Sebastián González Méndez. raperkaper@hotmail.com DR. JORDI TORRES LATORRE Tel. 55 24 27 79 77 jorditol@hotmail.com www.jorditorreslatorre.com 5 INDICE PROLOGO……………………………………………………………………. 7 LA MADRE…………………………………………………………………... 8 LA MADRE POSESIVA……………………………………………………… 12 LA BRUJA……………………………………………………………………. 12 EL MIEDO AL MUNDO FUERA DE CASA…………………………………. 15 EMMA………………………………………………………………………... 15 MARCELA……………………………………………………………………. 22 CLAUDIA…………………………………………………………………….. 24 DR. SAMUEL H. …………………………………………………………….. 26 DR. JOSE ANTONIO F. ……………………………………………………... 28 UNA HISTORIA MAS………………………………………………………... 29 LA SEDUCCION……………………………………………………………... 30 RODOLFO……………………………………………………………………. 31 LA DEVALUACION………………………………………………………….. 35 RAQUEL……………………………………………………………………… 35 VERONICA…………………………………………………………………… 41 LA CULPA……………………………………………………………………. 51 IRMA…………………………………………………………………………. 51 LOS SUEÑOS………………………………………………………………… 55 ALICIA……………………………………………………………………….. 58 ANTONIO……………………………………………………………………. 65 SANDRA……………………………………………………………………... 75 GABRIELA…………………………………………………………………… 78 JOEL………………………………………………………………………….. 79 LA PROYECCION DE IMAGENES…………………………………………. 82 ANTECEDENTES…………………………………………………………… 82 LA IMAGEN………………………………………………………………….. 83 LA IMAGEN DE MAMA…………………………………………………….. 84 EL MATRIMONIO Y LA PROYECCION DE IMAGENES……………..…. 85 LUPITA Y RAFAEL………………………………………..…………..……. 86 ANGELICA Y FRANCISCO……………………………………..………...… 90 mailto:raperkaper@hotmail.com mailto:jorditol@hotmail.com http://www.jorditorreslatorre.com/ 6 SOFIA…………………………………………………………………….. 98 EDUARDO Y SILVIA……………………………………………………. 100 MANUEL……………………………………………………………….… 103 LA PARANOIA Y LA PROYECCION DE IMAGENES…………...……. 107 RAMIRO……………………………………………………………….… 109 GEORGINA……………………………………………………………… 111 JUAN…………………………………………………………………..…. 114 RAYMUNDO………………………………………………………….…. 116 LA HOMOSEXUALIDAD Y LA PROYECCION DE IMAGENES……… 118 ARMANDO…………………………………………………………….…. 120 ABEL…………………………………………………………………...... 127 LEOPOLDO……………………………………………………………… 132 LA MUJER LESBIANA Y LA PROYECCION DE IMAGENES…….…. 137 VOY A CONTAR ALGUNAS HISTORIAS REALES…………..……… 138 LORENA…………………………………………………………………. 141 MARIA LUISA………………………………………………………….. 143 ROSAURA………………………………………………………………. 146 CONCLUSIONES……………………………………………………..... 150 7 PRÓLOGO Un día saliendo del consultorio después de ver a un matrimonio que discutían por la misma razón inconsciente por la cual pelean la mayoría de los matrimonios, pensé: "Esto es demasiado frecuente y no se conoce, tengo que darlo a conocer de algún modo... La única forma que se me ocurre es escribir un libro. Eso voy a hacer, voy a escribir un libro. Lo voy a hacer con ejemplos de la vida real para que la teoría sea más clara y la lectura más amena". Esta es la razón de este libro, trasmitir ciertas teorías que son desconocidas y muy difíciles de ver. Para ello, me esforcé en hacerlo lo más claro que me fue posible. Todas las historias que voy a contar son reales. Para proteger la identidad de sus personajes únicamente cambié algunos datos personales, como el nombre. Espero que este libro logre su finalidad. 8 LA MADRE Iniciar un libro hablando de mamá es un buen inicio. ¿Por qué? porque mamá es el principio de todos nosotros. Dentro de su vientre se concibe la vida y surge un nuevo ser; de su sangre se alimenta y se desarrolla. Al nacer continúa alimentándose de su cuerpo a través de la leche. Mamá lo limpia, lo protege, lo arrulla, lo apoya, lo guía... ella es su mundo. ¡Mamá es el principio! “El final siempre depende del Principio" Los primeros años y las primeras experiencias son las que más cuentan. La infancia es la etapa más importante para el desarrollo. En esta etapa mamá es quien acompaña al bebé, su influencia es fundamental en la formación del hijo. "Mamá es formativa" Comparemos la vida con un edificio, si sus cimientos son redondos el edificio tendrá que ser redondo; si son cuadrados, será cuadrado. El principio de la vida es fundamental, a partir de sus cimientos se construirá toda una vida. “Infancia es destino" Papá no tiene la misma influencia que mamá sobre su bebé. Al ser mamá quien lo alimenta de su pecho será ella quien inicie su educación. "La educación se mama" Sin embargo existen variantes: hay bebés que pierden a su madre al momento de nacer; en otros casos es papá quien cuida al bebé y mamá quien sale a trabajar. Estos casos 9 son muy particulares y así deben ser comprendidos. Hay mujeres maravillosas, maduras y sanas mentalmente; son magníficas esposas y madres que saben que su principal papel es darle amor a su hijo y ayudarlo a crecer para que algún día sea autosuficiente. Una infinidad de versos, poemas y hermosas connotaciones hablan de la grandiosidad de estas madres, tomemos algunos ejemplos: "Mi madre fue la mujer más bella que conocí. Todo lo que soy se lo debo a ella. Atribuyo todos los éxitos en esta vida a la enseñanza moral e intelectual que recibí de mi madre". G. Washington. “La mano que mueve la cuna es la misma que mueve el mundo entero". W. Wallace. "Madre: La palabra más bella que jamás ha pronunciado cualquier ser humano". K. Gibran. “El amor de una madre no se compara con ninguna otra cosa en el mundo. No conoce ley ni piedad, se atreve a todo y acaba con lo que se le opone". A. Christie. "Una madre no es una persona en la que el hijo pueda apoyarse, sino aquella que hace que el hijo no necesite apoyarse en nadie. El amor de mamá es el combustible que le permite al hijo hacer lo imposible". M. C. Garretty. "Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer". G. Marx. "En las manos de las madres está la salvación del mundo". L. Tolstoi. 10 Todas estas expresiones hablan de lo que realmente es una madre para la mayoría de la gente. Desafortunadamente, no todos han tenido la misma suerte. Existen personas que crecieron al lado de una madre que los guió por un camino equivocado. El poder materno puede ser utilizado para bien o para mal. La dificultad de hablar de mamá es que, para muchos, ella es un ser intocable y causa disgusto en los hijos cuando se le culpa de algo. Pero hay que reconocer que así como hay madres maravillosas, también las hay enfermas. La enfermedad existe y las madres no están exentas de ello. No pretendo decir que no existan hombres enfermos que dañan a sus hijos, ¡claro que los hay! Hay hombres tan agresivos que incluso matan a sus esposas y provocan un profundo daño en los hijos, pero lo que ellos hacen, en general, es muy visible. ¡Todo mundo se da cuenta cuando alguien tiene un mal padre! Sin embargo, difícilmente perciben cuando se tiene una mala madre. ¿Por qué?, porque el daño que hace mamá, comúnmente, no se ve. En cambio cuando papá perjudica es muy notorio: abandona a la familia, llega borracho, grita, insulta, pega… mata. La mujer también puede gritar, insultar, pegar y ¡hasta matar! El 13 de abril de 2011 apareció en los noticieros: “Se lanza madre con sus cuatro hijos al río Hudson en Nueva York”. Cada año, en algún lugar del mundo, encontramos la noticia de que una madre mató a sus hijos. Sin embargo, esto es poco común. Una madre enferma hace daño de otras formas más sutiles, no aparentes, invisibles. Mientras que el hombre utiliza la fuerza y la brutalidad; la mujer usa la inteligencia,la astucia, la seducción. Ella es capaz de hacer tanto daño como un hombre pero… sin ser descubierta, escondida detrás de una apariencia. ¿Para qué hablar de los papás malos? ¡No es necesario!, a esos todo el mundo los conoce. No voy a escribir un libro para dar a conocer lo que ya se conoce; mejor voy a hablar 11 de lo que no se sabe, de lo que no se ve. Existe una razón que aumenta la dificultad para reconocer a mamá tal como es: la tendencia a justificarla u ocultarla. Por ejemplo, un niño que tiene una madre que lo hace menos, preferirá aceptar que él es poca cosa antes que reconocer que su propia madre lo devalúa. A este hecho lo he nombrado Tendencia a Ocultar a Mamá Agresiva (TOMA). Esto tiene una consecuencia: el autoengaño. Las madres que dañan a sus hijos normalmente lo hacen inconscientemente. Ellas a su vez tuvieron una infancia desafortunada y existen muchos factores (temores, culpas, sentimientos de minusvalía y otros) que las impulsan a actuar equivocadamente. Por lo tanto, siempre que sea posible, hay que tratar de ayudarlas a superar sus debilidades. 12 LA MADRE POSESIVA La madre posesiva es muy común en la cultura latina; en México podemos encontrar una o varias de ellas en cada cuadra de cada colonia. A pesar de la cantidad y del terrible daño que ocasionan en sus hijos prácticamente no se les conoce ni se les menciona. Los métodos que esta clase de mamás utilizan para posesionarse de sus hijos son sumamente destructivos. El sufrimiento que algunos de ellos viven es indescriptible; solamente aquellos que lo han vivido pueden saber lo que es eso. Muchos hijos que se encuentran al lado de una madre posesiva buscan el camino de las drogas o el alcoholismo como una forma de evadir la realidad que están viviendo. La mayoría de ellos cae en la depresión y algunos buscan el suicidio, con el suicidio ellos consiguen dos cosas: liberarse de mamá y matar parte de ella (todos somos mitad mamá y mitad papá) por el profundo odio que le tienen. Hay un símbolo en nuestro inconsciente que representa a estas madres; su verdadera identidad ha permanecido oculta a través de los siglos. LA BRUJA La brujería data desde los tiempos más remotos de la antigua Mesopotamia y Egipto. Así lo demuestra la Biblia y otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (1760 años antes de Cristo). Se decía que a las brujas las caracterizaba el engaño, la maldad, los pensamientos y acciones malévolas, la trampa y las intrigas; que con facilidad confundían a la mente de los hombres y los incitaban a la locura, a un odio enfermizo y a descontrolados apetitos; que con el inmenso 13 poder de sus hechizos, como si fuera una clase de veneno, podían destruir la vida de cualquier persona. Es muy llamativo el hecho de que en las antiguas Grecia y Roma, la brujería aparece principalmente como una actividad femenina. A las brujas en latín se les denominaba maléfica (en singular). Este término se utilizó durante toda la Edad Media y gran parte de la Edad Moderna. El Martillo de las Brujas, del latín Malleus Maleficarum, es el tratado más importante que se haya escrito sobre la persecución de las “brujas" durante la Edad Media y gran parte del Renacimiento. Es un exhaustivo libro sobre la caza de “brujas", fue publicado en 1486 en Alemania y se hicieron cientos de nuevas ediciones que se difundieron en toda Europa y se utilizaron en los juicios contra las “brujas" por alrededor de 200 años. Las primeras condenas de “brujas" se llevaron a cabo en la Edad Media, cuando apareció la Inquisición; un tribunal y organización que fueron creados para exterminar la herejía religiosa. Inquisidor era el nombre con el cual se designó a cada uno de los tres jueces de la Inquisición. La caza y quema de brujas se convirtieron en crímenes institucionalizados en los que el Estado y la Iglesia se repartían las propiedades de la “bruja" después de sacrificarla. Además, a las “brujas" se les torturaba para exigirles que denunciaran a otras mujeres. Esto contribuía a confirmar la idea de: "Si hay tantas confesiones, quiere decir que no es fantasía". ¡Miles de mujeres murieron injustamente en sus manos! El símbolo de la bruja, que está en nuestra mente inconsciente, no es la que anda haciendo conjuros, hechizos o maleficios, en realidad lo único que le interesa es apoderarse de los hijos. Este símbolo aparece precisamente dentro de los hogares donde hay mamás posesivas. 14 Comer significa incorporar, todo lo que comemos pasa a ser parte de nuestro cuerpo. Una bruja se apodera del alma de un hijo cuando la controla, cuando la manipula a su antojo, entonces ese niño pasa a formar parte de ella. ¡Así es como se comen a los niños! El niño atrapado por la bruja está muerto en vida, sufre, no tiene voluntad propia... ella lo maneja. Saber que la propia madre es una persona mala es algo muy doloroso, es inaceptable, por esta razón tiene que ser enmascarada. La bruja representa a la madre posesiva y peligrosa al mismo tiempo que la oculta, la esconde a nuestra consciencia. Este símbolo lo podemos encontrar en algunos cuentos antiguos y en las pesadillas de quienes tienen una madre posesiva, esto lo veremos en el capítulo de "Los sueños". Las mamás posesivas se apoderan de sus hijos con hilos invisibles. ¡Son invisibles porque casi nadie se da cuenta de lo que esa madre trama! Al contrario, la mayoría de la gente pensará que es una buena mamá y que tan sólo quiere el bien de sus hijos. La principal arma de las mamás posesivas es el engaño. Conozco cuatro clases de hilos invisibles para atrapar y manipular hijos: Miedo al Mundo Fuera de Casa, Seducción, Devaluación y Culpa. Veamos cada uno de estos métodos acompañados con ejemplos de la vida real. 15 EL MIEDO AL MUNDO FUERA DE CASA El miedo al mundo fuera de casa es uno de los hilos invisibles utilizados por mamás posesivas. Esta clase de hilos aparecen en algunos cuentos antiguos de brujas como Rapunzel, publicado en 1812 por los hermanos Grimm. Ahí se relaciona a la madre con una bruja. En dicho cuento la bruja se apodera de Rapunzel, hija recién nacida del Rey. La bruja educa a la princesa Rapunzel haciéndole creer que ella es su madre y es la única en quien debe confiar; que todo lo que hay fuera de la torre, donde la tiene encerrada, es peligroso para ella; que la gente es mala y los amigos no existen, afuera sólo hay maldad. Un día un príncipe logra entrar a la torre y conoce a Rapunzel: ella le tiene miedo, no confía en él ni en nadie, de acuerdo con la educación que le había dado la bruja. Finalmente se da cuenta que la bruja la ha engañado toda su vida, que el príncipe no es malvado y que en realidad la vida fuera de la torre es divertida, interesante y que existe mucha gente buena. Muchos cuentos son inspirados en hechos reales. A continuación, voy a exponer algunas historias en donde la madre utiliza los hilos invisibles de miedo al mundo. Emma Emma, una mujer de cuarenta y dos años de edad, daba clases de matemáticas en la Universidad y vivía sola. Un día me contó su historia: -Mi madre se casó a los cuarenta y nueve años de edad e inmediatamente quedó embarazada. Durante el embarazo ella padeció preeclampsia. Su médico le sugirió que abortara, pero mi mamá se negó rotundamente diciéndole: "Usted no es Dios para decir que me voy a morir si no aborto". Continuó su embarazo y nací yo. 16 -Su madre tuvo la razón y fue muy valiente, -le comenté a Emma. -Ella quiso tenerme a como diera lugar, -me respondió. -¿Cómo fue la relación entre sus padres? -Después que yo nací, la relación entre mi padre y mi madre duró tan sólo unos cuantos meses.Ambos tenían un fuerte temperamento, eran de naturaleza dominante y violenta. Terminaron en divorcio. Entonces mi madre me llevó a vivir a casa de mi tío, hermano de mi mamá, que vivía con otra tía, también hermana de mi mamá. Allí fuimos recibidas con mucha alegría, ellos enloquecieron de felicidad al ver que mi madre llegaba conmigo. Mi tío pasó a ser mi padre adoptivo y por él fui sumamente consentida, me daba todo lo que yo deseaba ya que fue un hombre adinerado. -¿Y qué fue de su padre? -le pregunté a Emma. -A mi padre nunca más volví a verlo. Me da la impresión que yo nunca le interesé. -¿Qué más? -le pregunté a la maestra. -Todos mis familiares me protegían tanto que no me dejaban ni tocar el suelo. Todo el tiempo estaba cargada en brazos de uno u otro, razón por la cual al año y medio de edad aún no caminaba. La sirvienta fue la única que se preocupó por enseñarme. -Continúe por favor. -En base a una supuesta protección de todos los peligros del medio ambiente, se me privó de toda clase de relación con el mundo fuera de casa; incluso mi madre prefirió no llevarme al kinder ni a la preprimaria y ni siquiera el primer año de primaria cursé. Con tal de tenerme en casa, ella me enseñó a sumar, restar y multiplicar, también me enseñaba geografía. -¿Entonces no fue a la escuela? -Sí, tal vez persuadida por mi padre, finalmente me inscribió en segundo de primaria. -¿Cómo se sintió usted en la escuela? 17 -Jugaba sola, mis padres no me permitían tener amistades y mucho menos me dejaban ir a sus casas. Me sobreprotegían demasiado, decían que la gente fuera de casa no era de confianza, que no debía entablar amistades con nadie porque la gente era muy engañosa. Cuando llegué a la pubertad, me empecé a dar cuenta que los niños y niñas iban y venían por la calle y tenían amigos, menos yo. Me paraba en la puerta de la casa y tras las rejas veía con tristeza como salían mis vecinitos de sus casas y los llevaban a tomar un helado. Veía como se iban, yo jamás fui. Me daba cuenta que algo andaba muy mal. Sólo recuerdo a una amiga que de vez en cuando iba a mi casa a saludarme. Un día el papá de esa niña fue a pedirle permiso a mis padres para que me dejaran ir al cine con sus hijos: "¡...déjenla ir, se las voy a traer temprano!" -Les pedía él, pero mis padres se negaron. Luego me dijeron que no me habían dejado ir porque no éramos iguales, que nosotros pertenecíamos a una familia que venía de gente importante, en otras palabras que éramos de "sangre azul". -¡Vaya! De verdad sus padres no querían que usted se relacionara con el mundo. ¿Continuó usted estudiando? -le pregunté a Emma. -Al terminar la preparatoria quise entrar a la Universidad, pero mi madre se opuso rotundamente. Yo insistí y ella continuó negándose. Tuve que ponerme en huelga de hambre, hasta que mi padre abogó por mí y la convenció de que me diera permiso de continuar mis estudios. Ella le respondió: "¡Está bien, pero yo voy a ir a la escuela con ella, no voy a permitir que nadie se le acerque a mi hija!" -¿Y entró usted a la Universidad? -Sí. -me respondió Emma. -¿Y su mamá la acompañaba? -No solo me acompañaba, entraba al salón de clases conmigo y me hacía sentarme junto a ella. -¡Nunca había sabido de una madre tan posesiva! 18 -Era posesiva y también agresiva: un día el Director de la facultad, al darse cuenta que mi mamá me tenía oprimida, habló con ella: "señora, usted no puede entrar a clases, está prohibida la entrada a la gente que no está inscrita". Pero mi madre no se quedó de brazos cruzados. Tenía un amigo muy cercano al Rector de la Universidad y consiguió una carta firmada por él para que se le permitiera entrar a las clases que quisiera. ¡Toda la carrera la cursé con mi madre al lado! Otro día, estábamos mi madre y yo esperando la hora de entrada al salón, pasó delante de nosotras el Director y muy amablemente nos saludó. Mi madre no le contestó el saludo y entonces el Director le dijo: "Señora, ¿qué no se da cuenta que la estoy saludando?" Inmediatamente mi madre le respondió: "¿Y usted no se da cuenta que no le estoy contestando?" -¿Tuvo usted algún pretendiente? -Tuve muchos, pero mi mamá a todos les veía defectos. ¡Nunca dejó que se me acercara ninguno! Cuando algún muchacho se interesaba en mí, ella inmediatamente le preguntaba: "¿usted quién es, qué estudió, dónde trabaja y cuánto gana?" Después que le contestaban ella les exigía: "¡Quiero que me traiga una copia de su título profesional y otra de su cheque!". Asustados, nunca se volvían a acercar a mí. -¿Entonces usted no tuvo novio? -No, mi madre nunca me dejó. Luego me fui quedando sola en esa enorme casa, primero murió mi tía de un infarto cuando yo tenía quince años de edad. Luego murió mi papá (tío) cuando yo tenía veintisiete. ¡Eso fue terrible, sentí una orfandad espeluznante! Él había sido para mí el apoyo más grande que había existido. A veces lo soñaba como un árbol inmensamente grande cuyas ramas se perdían hacia arriba llegando hasta el cielo; yo me encontraba en el centro de su tronco. Antes de morir, mi padre había perdido toda su riqueza y sufría de depresión. Los domingos alrededor de las cinco de la tarde 19 ponía el candado en la puerta de entrada, cerraba las cortinas y decía: "bueno, allá afuera ya no hay nada de bueno, vámonos a dormir". Entonces nos íbamos a dormir. Nos encontrábamos en una situación económica muy apretada, vivíamos de milagro. Poco a poco fuimos empeñando todo lo que teníamos para comprar comida. Un día amanecimos sin qué comer y sin qué empeñar. Yo quería trabajar, pero mi madre no me dejaba. Cerca de la casa había una escuela y habían puesto un anuncio solicitando maestro. De inmediato se los comenté a mis padres, pero se negaron a dejarme salir. Tuve que cortarme las venas y subir a la azotea amenazando que me iba a suicidar: "prefiero la muerte a la opresión" -les grité decidida. Entonces me permitieron salir y en contra de su voluntad empecé a trabajar dando clases a niños. Cuando recibí mi primer cheque, llena de alegría se lo lleve a mi papá y él se soltó a llorar diciendo: "La decadencia ha entrado a esta casa porque una mujer me da dinero a mí. Yo no soy hombre para que las mujeres me den dinero, prefiero morirme". Al poco tiempo murió. Continué mi vida. Todavía me quedaba mi mamá, pero se presentó otro problema: discutíamos a diario. Era un enfrentamiento constante porque yo quería ser tomada en cuenta, que mis decisiones contaran. Quería afirmar mi personalidad y no se me permitía. Mi madre me decía: "Yo soy la representación de Dios en la tierra. ¡Todas las madres tienen reflejos Divinos para guiar a sus hijos y nunca se equivocan! ¡En el momento que estás en contra mía, estás en contra de Dios y el que está en contra de Dios no tiene perdón!" Después de cada enfrentamiento me venía un terrible sentimiento de culpa, pensaba: "¿Por qué soy así? Mi madre que todo me lo ha dado, no merece que yo me revele de esta manera". Estos pensamientos me confundían aún más, mi cabeza estaba muy enredada. Yo odiaba a mi mamá pero al mismo tiempo la amaba. Necesitaba ayuda. Entonces comenzó mi búsqueda de un psicólogo que me comprendiera y que me apoyara. Después de un recorrido 20 con varios terapeutas, encontré a la doctora adecuada y entré a psicoanálisis con ella. A esa doctora le debo que aún esté yo aquí. También fui con un sacerdote que me dijo: "¡Quítate esa culpa que traes, porque lo único que tú has hecho es defenderte! Defiéndete, con respeto pero defiéndete. Yo te apoyo". Seis años después de la muerte de mi padre, a mi madre le vino una embolia cerebral que le afectó la mente. Ya no razonaba tan bien, aunque tenía todos sus movimientos musculares y yo continuaba peleando conella. Pasaron otros seis años y le dio otra embolia que la mató. ¡Para mí fue algo terrible, el planeta entero estaba vacío!... ¡Sentía que no había un solo habitante en la tierra! Salía a la calle y para mí no existía nadie. De un día para otro, me encontré sola viviendo en esa inmensa casa oscura. Ya no tenía ningún familiar, no tenía novio, ni amigos, ¡no tenía a nadie! Mi madre antes de morir me decía: "Lo único que quisiera yo, fuera regresarte dentro de mí. Tenerte aquí en mi vientre, que no hubieras nacido y llevarte conmigo para que no te quedes, para que no sufras las crueldades de este mundo. Vas a sufrir mucho sin mí". Mi madre me había enseñado que el ser humano no era de confiar. Gracias a la psicoterapia logré desprenderme de tantos temores que ella me había infundado. Poco a poco, muy poco a poco, empecé a relacionarme. Compré libros de relaciones humanas y también tome cursos de relaciones interpersonales. Había un ejercicio que consistía en forzarme a hablar, diariamente, con tres personas desconocidas de diferente clase social, aunque fuera durante cinco minutos. Por ejemplo: preguntarle a alguien en el mercado... ¿cuánto cuesta esto? O cualquier otra cosa trivial, porque realmente yo no me comunicaba. Me costó mucho trabajo tener una relación con un hombre. Empujada por la soledad, después de un poco más de un año conocí a uno. Pero no logré tener una relación amorosa adecuada con él... aún cuando mi madre había muerto ella seguía allí. Cada vez que estaba a punto de 21 hacer algo que a mi madre no le parecía, escuchaba su voz en mi cabeza que me decía: "¡No, eso no!" También aparecía constantemente en pesadillas. En una de ellas yo me estaba acercando a mi novio para besarlo y en ese momento su cara se convertía en la de mi mamá... ¡era el cuerpo de él pero la cara de ella, me daba horror y me alejaba! Esta pesadilla se me repitió varias veces. Tenía otra pesadilla en la que yo estaba por entrar a la habitación donde estaba mi novio, súbitamente escuchaba la voz de mi madre que me reprendía diciendo: "¡No! ¡Eso no se debe! ¡Eso no!" En la vida real ella me decía: "Una mujer decente jamás le dirige la mirada a un hombre que le guste, espera a que él tome la iniciativa. ¡Ni estando casada! Eso es de mujeres vulgares y corrientes". -¿Sólo soñaba que su mamá la reprendía cuando se trataba de un hombre? -le pregunté a Emma. -No, también soñaba que mi mamá me decía: "¡No, eso no!" cuando tenía un logro en la vida. A mi mamá no le interesaba que yo tuviera logros, el éxito me podía ayudar a desprenderme de ella. La herramienta de la psicología es la que me dio la luz en el camino, ¡una puerta, la llave de la prisión! De no ser por esa doctora probablemente yo ya no estaría aquí, tal vez me hubiera suicidado. Actualmente Emma vive casada con un hombre y aunque su relación con él no es completamente buena, logró desprenderse de sus múltiples temores. Además lleva una vida bastante agradable, rodeada de alumnos y con muchas satisfacciones de tipo profesional. Es interesante observar de qué manera las madres posesivas enmascaran sus acciones, la mamá de Emma con el pretexto de protegerla se apoderó de ella. Ahora veamos una historia resumida de una madre que, debido a su sentimiento de minusvalía, buscó posesionarse de su hija: 22 Marcela Marcela desde muy pequeña sintió un gran cariño por su padre, él la consentía mucho. Fue tan apegada a su papá, que incluso en vacaciones escolares prefería acompañarlo a su trabajo, en lugar de quedarse en casa a jugar con sus hermanas. Sin embargo, entre los padres de Marcela no había una buena relación, ellos tenían fuertes pleitos y Marcela se ganó el desprecio de su madre por estar del lado de papá. Cuando Marcela tenía apenas siete años de edad su padre fue asesinado y se quedó sola al lado de su mamá y sus hermanas. Marcela entristeció mucho. Su madre continuó rechazándola y esto provocó que Marcela creciera con un profundo sentimiento de minusvalía, llegando a sentir que ella no merecía ser querida por nadie. Cuando Marcela cumplió diecinueve años de edad un joven se enamoró de ella, se hicieron novios y dos años después se casaron. Muy pronto, Marcela tuvo una hija y se sintió maravillada. La bautizó con el nombre de Bertha. Poco tiempo después surgió en Marcela un temor: "Yo no merezco ser querida. Tan pronto como mi hija crezca y se haga independiente, se olvidará de mí y no volveré a verla". Este pensamiento marcó la educación que Marcela le dio a su hija Bertha. Impulsada por el miedo de algún día perderla, comenzó a atemorizarla respecto al mundo fuera de casa. Le hizo sentir miedo hacia todas las personas diciéndole que la gente no era de confianza. Bertha no contaba con amigos, su mamá le decía: "Los amigos no existen, no te dejes engañar". Expresiones como la siguiente eran muy comunes: “Bertha, cierra la ventana, ¿qué no ves que hace aire y te vas a enfermar?" Todo el tiempo la tenía llena de suéteres, bufandas, chamarras y le decía que cualquier corriente de aire, por más pequeña que fuera, le podía provocar una pulmonía e incluso podría llevarla a la muerte. 23 Bertha permaneció toda su infancia encerrada en su cuarto con las ventanas bien cerradas por el temor a las corrientes de aire, aún cuando hacía calor... ella le creía ciegamente a su mamá. Cuando Bertha tenía diez años de edad, quedó fascinada al ver la forma en que las gimnastas, en la Olimpiada, dominaban sus cuerpos en el espacio con movimientos tan perfectos y artísticos. Entonces le pidió a su mamá: "¡Mamá yo quiero ser como ellas, quiero ser gimnasta Olímpica!" Pero su mamá le contestó: "¡Ese deporte hace a la gente chaparra!" En la gimnasia Olímpica los chaparros tienen ventaja sobre los altos, pero eso no quiere decir que la gimnasia los haga chaparros, así nacieron. Marcela todo lo distorsionaba con tal de atemorizar a su hija. Bertha continuó creciendo y comenzó a sentir que su vida no tenía sentido. Nunca se casó, permaneció encerrada en casa, allí desarrolló asma y una fuerte depresión crónica. Sus pensamientos estaban llenos de miedo, pesimismo y frustración. Decía que nada valía la pena en la vida, se sentía atrapada, no entendía lo que le sucedía y no encontraba la salida. Un día yo estaba de visita en su casa. Nos encontrábamos Marcela y yo platicando en la sala cuando pasó su hija Bertha caminando frente a nosotros y subió las escaleras. En ese momento Marcela soltó una exclamación de suplicio: "¡Bertha, no subas las escaleras que te va a dar el asma!... ¡Dime qué necesitas, yo te lo traigo!" Analicemos esas engañosas palabras, en primer lugar Marcela atemoriza a su hija haciéndola sentir débil: "¡Bertha no subas las escaleras que te va a dar el asma!" En segundo lugar la hace dependiente: "¡Dime qué necesitas yo te lo traigo!" Y en tercer lugar le hace creer que tiene una madre muy buena que se preocupa por su salud. En otras palabras le está diciendo: "Tú eres débil, el asma puede más que tú, en cambio yo soy fuerte, depende de mí que tanto me preocupo por ti". 24 Observen lo invisible de los hilos utilizados por esta mamá. La mayoría de la gente opinaría que Bertha tiene una madre que se preocupa mucho por su hija y tan sólo quiere su bien. Bertha creyó todos los miedos que su mamá le infundió y nunca aceptó someterse a una terapia que la enfrentara a la verdad. De este modo no pudo superar sus inseguridades y vivió deprimida al lado de su madre hasta la muerte. Claudia Este es el caso de una madre sana, llamada Claudia. Educaba a sus hijos en forma opuesta a la de las madres posesivas. Ella sí deseaba que sus hijos fueran independientes, fuertes y capaces. Desde muy pequeños, sus hijos jugaban con agua en el patio de su casa.Un día Claudia les preguntó: -¿Los mojo con la manguera? -¡Sí, sí! -gritaban sus hijos de dos y cuatro años. La mamá tomó la manguera y los empapó. Los niños se carcajeaban al mismo tiempo que temblaban por el agua fría y porque no daba el sol en el patio. Otro día una vecina le comentó a Claudia: -¡Cómo me gustaría que mis hijos fueran como los tuyos, nunca se enferman de nada! ¿Cómo le haces? -Es que yo no los ando atemorizando. Nunca les digo: “Tápense que hace frío y se van a enfermar”. Si tienen frío, ellos solitos ya se taparan, -le contestó Claudia a su vecina. En otra ocasión Claudia tenía de visita en casa a su suegra. El hijo de Claudia, de cuatro años de edad, estaba jugando con la tierra de una maceta y su abuela paterna le gritó: -¡Niño, deja esa tierra que te vas a enfermar! -No, yo no me enfermo, -le contestó el niño. -¡Que dejes esa tierra, que te vas a enfermar del estómago! 25 -Yo no me enfermo, -le volvió a contestar. Luego dirigiéndose a su mamá le preguntó: -¿Verdad que yo no me enfermo mamá? -No mi hijito, no te enfermas, -le contestó Claudia y luego le reclamó a su suegra: -¡Deja en paz a mi hijo, que juegue con la tierra! -¡Es que se mete las manos en la boca! -respondió la suegra. -Déjalo, que se meta las manos en la boca, así creará anticuerpos. Por supuesto, el niño no se enfermó. Actualmente los hijos de Claudia ya crecieron, los dos han sido muy exitosos en sus estudios, ambos están becados en las mejores Universidades del país. El hermano además es un destacado futbolista y varios equipos se pelean por tenerlo. Todo esto gracias a que tuvieron una madre sana que no les llenó de temores la cabeza, al contrario, los impulsó a ser fuertes e independientes. Mucha gente se enferma por sugestión y por miedo, tantas veces sus mamás les han repetido que las corrientes de aire y el frío enferman que terminan enfermándose. A propósito de sugestión, voy a contar una anécdota: un día, cuando estudiaba la preparatoria, por parte del servicio médico de la escuela nos formaron para tomarnos una muestra de sangre. En la fila un compañero llamado Raúl le dijo a otro llamado Enrique: -Vamos a sugestionar a Pedro después de que le hayan tomado la muestra. -¡Órale! -contestó Enrique. Cuando le acababan de sacar sangre a Pedro, sujetando el algodón en el antebrazo, se dirigió hacia ellos y le dijeron: -¡Pedro, estás pálido! -le dijo Raúl fingiendo sorpresa. -¿Te sientes bien? -preguntó Enrique. -¡Te ves muy mal! -exclamó Raúl. 26 En el acto Pedro cayó desmayado. Sus compañeros se retiraron carcajeándose y una enfermera acudió para a asistir a Pedro. Si eso hicieron dos alumnos, ¡Qué no hará una madre con la sugestión! Voy a exponer algunas historias que pueden ayudar a comprender que es equivocada esa educación de tanto miedo a microbios, frío y cambios de temperatura. Le debemos dar más importancia a la mente y a los sentimientos, ya que son sumamente poderosos: Dr. Samuel H. El célebre investigador en amibiasis, Dr. Samuel H., dio una conferencia sobre amibiasis en un importante Hospital de la Ciudad de México. Primero nos mostró una filmación, con microscopio, de la amiba. En el extremo de un recipiente con agua, colocó una amiba para observar su gran actividad. Posteriormente puso en el otro extremo un eritrocito (célula que forma parte de nuestra sangre). Inmediatamente la amiba tomó curso directo hacia el eritrocito para devorarlo. Luego dijo: "...ya vimos la actividad de la amiba y su gran capacidad para detectar y comer eritrocitos. Ahora intentemos eliminarla con diferentes medicamentos". En el mismo recipiente pudimos observar como dejaba caer sobre la amiba una gota microscópica de diyodohidroxiquinoleína (fármaco usado para combatir amibas). La amiba continuó moviéndose como si nada, después de varias horas tan sólo consiguió lentificarla. Luego soltó sobre otra amiba una gota microscópica de otro fármaco un poco más efectivo, el metronidazol. Este fármaco con mucha dificultad mató a la amiba al cabo de varias horas. Después dejó caer sobre otra amiba una gota microscópica de un fármaco aún más efectivo, el clorhidrato de emetina, éste mató a la amiba un poco más rápido que el metronidazol. Por último, en lugar de medicamentos, soltó una gota microscópica de 27 anticuerpos humanos contra amiba. En el momento que esa microgota rozó a la amiba, ésta quedó paralizada. Fue impresionante, ¡Muerte instantánea! Luego apagó el proyector y dijo: ‘'...quise realizar una investigación con personas que no tuvieran anticuerpos humanos contra amiba. En toda América no encontré a nadie. Me tuve que ir hasta Suiza. Ahora bien, ¿cómo se explican que nos enfermemos de amibiasis siendo que, en América, todos tenemos anticuerpos contra amiba y estos son tan efectivos?" Todos nos quedamos callados, sin saber qué decir y luego continuó: "Les voy a contar lo que me sucedió: un día yo me enfermé de amibiasis y no lograba curarme con nada, mi i( nación se fue agravando hasta que tuve que ser internado en un hospital. Allí, con diferentes medicamentos, intentaban curarme inútilmente. Después, las amibas me invadieron el hígado y yo seguía empeorando. Luego, ¡se me fueron al pulmón!... Ya sé lo que están pensando, sí, efectivamente yo estaba muriendo. Me encontraba en estado de coma y tuve unos instantes de lucidez donde sentí como si estuviera sobre una cuerda floja, tontito a la izquierda y moría, tontito a la derecha y continuaba vivo. Entonces me vino un recuento rápido de mi vida, como si fuera una película en cámara rápida... allí me di cuenta que yo había llevado a mi familia a la perdición. En ese momento pensé, si me curo voy a corregir ese camino... y me curé. Tenía a mi familia muy descuidada, me la pasaba con mis pacientes y en el laboratorio. Al terminar de trabajar me gustaba ir al bar. De allí en adelante, me dediqué plenamente a mi esposa y a mis hijos para corregir ese camino equivocado. Desde entonces le digo: mi amiga la amiba, porque me ayudó a darme cuenta de mi error". Da la impresión como si los anticuerpos se pusieran en huelga y dijeran: “O corriges tu vida o dejamos que mueras en manos de las amibas". 28 Dr. José Antonio F. Hace más de treinta años el reconocido investigador Dr. José Antonio F., realizó una investigación en otro Hospital de la Ciudad de México. Pidió reunir en el auditorio a todos los enfermos con alergia a pescados y mariscos. También pidió que asistieran los doctores alergólogos. Una vez reunidos, dirigiéndose a los doctores dijo: -De acuerdo a su teoría, las alergias son debidas a una reacción de nuestros anticuerpos contra algo que reconocen como extraño al cuerpo (antígeno), en este caso los pescados y mariscos. ¿Es correcto? -todos los doctores respondieron afirmativamente- Luego dirigiéndose a los pacientes les preguntó si alguno había ingerido pescado o mariscos en los últimos días, ellos respondieron que no. Entonces pidió apagar las luces y prendió el proyector que mostraba una filmación de personas saboreando un coctel de camarones, otros probando una deliciosa sopa de mariscos, y algunos más comiendo ostiones. Al terminar encendió las luces y todos los pacientes del auditorio presentaban una reacción alérgica, algunos con ronchas y otros asfixiándose. En ese momento les preguntó a los doctores: -¿Por dónde entraron los antígenos?... por los ojos. Demostrándoles de este modo que la alergia a pescados y mariscos es de origen mental. Jesucristo dijo: "NADA QUE ENTRE POR LA BOCA ENFERMA AL CUERPO, ES LO QUE SALE POR LA BOCA LO QUE ENFERMA AL CUERPO” 29 Una historia más: Cuando yo estudiabala preparatoria, tuve la curiosidad de preguntar, a todos los compañeros que tenían catarro, por su novio o novia. En todos los casos coincidía que acababan de terminar su relación. Al entrar a la Universidad, se lo comenté a mis compañeros de medicina y ellos se burlaron de mi. Entonces les dije: -Ya verán, en lo que falta del año se los voy a demostrar a cada uno de ustedes. Uno por uno de mis compañeros fueron enfermándose de catarro justo cuando acababa de fracasar su relación con la novia. Cuando se lo hice notar al último de ellos, me respondió: “tienes razón Jordi, ya te vamos a creer“. Esto fue lo que comprobé en jóvenes, aunque no siempre tiene que ser así. En los adultos es diferente, pero casi siempre existe un factor de tipo emocional. 30 LA SEDUCCIÓN La seducción ha sido utilizada por madres posesivas durante muchos siglos. También se usa para cazar animales; para atrapar a un ratón ponemos queso en una ratonera, el queso seduce al ratón y cae en la trampa. La seducción para atrapar niños aparece en otro cuento antiguo publicado por los hermanos Grimm, Hansel y Gretel. En este cuento también se relaciona a la madre con la bruja. (Al parecer los hermanos Grimm sabían más sobre brujas que toda la Santa Inquisición). Según este cuento, Hansel y Gretel eran los hijos de un pobre leñador. Eran una familia tan pobre que una noche la madre, que en algunas versiones aparece como madrastra, convenció al padre de abandonar a los niños en el bosque, dado que ya no tenían con qué alimentarlos. Hansel al escuchar esto salió de su casa a buscar piedras para marcar un camino. Al día siguiente cuando los llevaron al bosque, Hansel y Gretel se durmieron y apenas salió la luna despertaron y comenzaron a caminar siguiendo el camino que Hansel había marcado con las piedras, por la mañana llegaron a su casa. Su madre, sorprendida, decide que la próxima vez llevará a los niños aún más adentro en el bosque para que no puedan salir de allí y regresar. Hansel, que otra vez escuchó las discusiones de sus padres, decide salir a juntar piedras nuevamente, pero esta vez no pudo, la puerta estaba cerrada con llave. En la mañana al salir rumbo al bosque, Hansel marcó un camino tirando migas del pedazo de pan que su madre le había dado, sólo que esta vez cuando salió la luna no pudieron volver porque los pájaros se habían comido el pan. Después de dos días perdidos en el bosque, cuando ya no sabían más que hacer, los niños se detienen a escuchar el canto de un pájaro blanco al cual siguen hasta llegar a una casita hecha de pan de jengibre, pastel y azúcar morena (muy seductora). 31 Hansel y Gretel empezaron a comer, pero no sabían que esa casita era la trampa de una vieja bruja para encerrarlos y luego comérselos. Allí quedaron atrapados y todas las mañanas la bruja hacía que Hansel sacara el dedo por entre los barrotes del establo para comprobar que había engordado, pero éste la engañaba sacando un hueso que había recogido del piso. Un día la bruja decide comerse a Hansel y manda a Gretel a prender el horno. La niña se da cuenta de las intenciones de la bruja y le dice que no sabe prenderlo y logra que la bruja se meta en el horno. Al instante Gretel empuja a la bruja y cierra el horno. Tras la muerte de la bruja los niños toman de la casa perlas y piedras preciosas y parten a reencontrarse con su padre, cuya mujer había muerto. Su vida de miseria por fin había terminado, desde ese día la familia no sufrió más hambre y todos vivieron juntos y felices para siempre. Que la madre haya muerto cuando los niños mataron a la bruja, es indicio de que las dos son la misma persona, o al menos su identidad está muy ligada, además de acabar con los niños, comparten la misma preocupación: la madre por evitar su hambre y la bruja por comer niños. Cuando una mamá utiliza los hilos invisibles de la seducción para atrapar a sus hijos, su casa se vuelve muy seductora, igual que la de la bruja de Hansel y Gretel. Veamos algunas historias reales: Rodolfo Cuando Rodolfo nació su madre se enamoró de él, para ella Rodolfo era el bebé más bonito del mundo, siempre lo traía en brazos. Al llegar a los tres años de edad la mamá tenía a Rodolfo muy consentido, él no tenía que esforzarse por nada, cuando quería algo bastaba con un gesto o que señalara lo que quería para que su mamá de inmediato lo complaciera, por lo cual Rodolfo no se vio en la necesidad de aprender a hablar y continuó expresándose como bebé casi hasta los cinco años de edad. Rodolfo creció sin que su 32 mamá le pusiera obligaciones, ni siquiera con la escuela. A su mamá sólo le preocupaba atenderlo, que no le faltara nada. Al llegar a los dieciocho años de edad gozaba de toda clase de comodidades y su mamá continuaba tratándolo como a un bebé. El papá de Rodolfo no estaba de acuerdo con esa educación y eso era motivo de pleito con la mamá, pero su trabajo le exigía viajar mucho y poco pudo hacer. Cuando Rodolfo tenía diecinueve años de edad su papá murió y su mamá continuó consintiéndolo en todo. Si le pedía dinero se lo daba; si quería un coche se lo compraba; si le pedía viajar le pagaba el viaje. En varias ocasiones chocó su automóvil destruyéndolo por completo y cada vez su mamá le daba uno nuevo. Rodolfo se hizo muy dependiente de su madre, jamás aprendió a trabajar ni a valerse por sí mismo. Con el tiempo Rodolfo ya no le pedía a su mamá las cosas, se las exigía y la amenazaba cuando no lo complacía; si ella le negaba algo argumentando que no tenía suficiente dinero, Rodolfo la insultaba y hasta llegaba a golpearla. Un día Rodolfo comenzó a fumar marihuana, empezó con cantidades pequeñas, pero con el tiempo fue consumiendo más y probó otras drogas más fuertes, también empezó a ingerir alcohol cada vez en cantidades mayores. Finalmente fue internado en un hospital psiquiátrico por alcoholismo y drogadicción. El primer día de internado su mamá le compró una televisión nueva a colores de pantalla grande y un aparato para escuchar discos compactos. ¡Hasta los guardias del hospital se daban cuenta que el problema era que la mamá lo tenía demasiado consentido! Dentro del hospital psiquiátrico no se le consentía como su mamá lo hacía, por lo que a veces Rodolfo enfurecía y gritaba: "¡Voy a matar a mi mamá!", al mismo tiempo que golpeaba fuertemente con el puño cualquier cosa que estuviera a su alcance. Un día le pregunté a Rodolfo dentro del hospital psiquiátrico: 33 -¿De dónde consigues el dinero para comprar tanto alcohol y drogas? -Mi mamá me lo da. -respondió él. -¿Cómo es que tu mamá te da dinero para comprar droga y alcohol? ¿Ella sabe para qué le pides el dinero? -Sí, hasta me acompaña a comprar la droga. Sorprendido cite a la mamá para preguntarle si eso era cierto, ella me respondió: -Sí, es cierto. -¿Por qué lo hace? -le pregunté. -Yo sé que de todos modos él va a comprar la droga aunque yo me oponga, y tengo miedo de que un día la policía lo atrape. Quiero estar cerca de él para poder ayudarlo si algo le pasa. -¿Se da cuenta que al apoyarlo usted está fomentando su alcoholismo y drogadicción y además se convierte en su cómplice? -¡Es que ya no sé qué hacer! -Puede empezar por ya no darle dinero. -¡Si no le doy dinero me insulta, me amenaza y hasta me llega a golpear! -Ese es el resultado de consentirlo tanto. ¿Por qué lo ha consentido así? -No sé, cuando nació era un niño tan hermoso... quise darle todo, que no le faltara nada. -Lo vio tan hermoso, que tal vez tampoco quiso que algún día creciera y la abandonara, -se quedó un momento callada, agachó la cabeza y luego me contestó: -Sí, es verdad... deseé tenerlo conmigo para siempre.-Eso es muy grave, los hijos no son para quedarse con ellos. Vea el resultado, ahora es como un bebé berrinchudo de veinticinco años de edad. -La mamá se quedó pensando admitiendo su equivocación, luego me dijo: -Sí, me equivoqué, pero yo le di todo ¿por qué me tiene tanto odio? -La odia precisamente porque usted le dio todo, lo hizo completamente dependiente, está atrapado. ¡No es libre! 34 -¿Qué puedo hacer ahora? -me contestó afligida. -Primero que nada, desprenderse del miedo a perderlo, He visto muchos casos como el suyo, le voy a contar uno: En una ocasión una madre consultó a un doctor amigo mío y le comentó los fuertes pleitos que tenía con su hijo, él la agredía verbal y físicamente. El hijo quería irse a vivir lejos y trabajar pero la mamá no lo dejaba, entonces el doctor le sugirió: “¡Déjelo ir! Ya verá que cuando esté lejos va a estar más cerca de usted”. La mamá comprendió y le hizo caso al doctor, dejó ir a su hijo y después de un tiempo le comentó al doctor: “Tenía usted razón doctor, continuamente mi hijo me manda cartas diciéndome cuánto me quiere. Ahora que está lejos está más cerco de mí” La mamá de Rodolfo comprendió que tenía que desprenderse de su hijo. Después de un tiempo consiguió que Rodolfo fuera a vivir a otra ciudad, lejos de ella. Un hijo educado con seducción se acostumbra a la vida fácil y después tendrá miedo a salir del hogar y enfrentarse a un mundo en el cual hay que luchar para obtener lo que se desea. Erich Fromm habla ampliamente de este tema en su libro El miedo a la Libertad. Como pudimos observar, el deseo de retener a los hijos en casa también es causa de violencia intrafamiliar. Los hilos de la seducción son invisibles porque la gente al ver que una madre le da todo a su hijo comúnmente piensa: “Es que lo quiere mucho, ella está entregada a su hijo, es una madre muy buena…” ¡Cuidado! No es “una madre muy buena” es una madre posesiva. En Estados Unidos no hay tantas madres posesivas como en México, allí aprendí que la palabra en inglés “spoil” tiene un doble significado, “consentir” y “echar a perder” y se utiliza en expresiones como la siguiente: “You are spoiling that child” que significa: “Tú estás consintiendo y echando a perder a este niño”. Ojalá existiera una palabra igual en México. 35 LA DEVALUACIÓN Puede parecer increíble que la devaluación sirva para retener hijos en casa, sin embargo este es uno de los hilos invisibles más utilizados por las mamás posesivas. Al devaluar a un hijo se le inutiliza, se le anula, se le hace perder la confianza en sí mismo y al llegar a la edad adulta sentirá pánico de abandonar el hogar materno, pensará que él no es capaz de salir adelante solo. Raquel En una ocasión un joven me llevó al consultorio a su hermana de 15 años de edad, la sentó frente a mí y dijo: -Doctor aquí le traigo a mi hermana Raquel. ¡Se siente fea! -¿De veras te sientes fea? -le pregunté sorprendido, ella era realmente hermosa. -Sí. -me contestó tímidamente. -¡Yo creo que muchos jóvenes darían lo que fuera por tenerte cerca! ¿Cómo es que te sientes fea? -Raquel no supo que contestarme. Entonces su hermano dijo: -Hace poco Raquel estaba en su recámara probándose el vestido para su baile de quinceañera; cuando salió con el vestido puesto le dije impresionado: "¡Te ves hermosísima Raquel!" Mi abuela, que estaba en la sala de junto al escuchar mi comentario se acercó y al verla le dijo: "¡Mi hijita, estás bellísima!" Luego se asomó mamá, se le quedó viendo de arriba abajo, hizo un gesto de desagrado y se retiró sin decir nada. Entonces Raquel frustrada comentó: "Ha de ser por unos granitos que tengo en la espalda". Inmediatamente me puse tras ella para verle la espalda y le pregunté: "¿Cuáles granitos? ¡No veo nada!" 36 Cuando el hermano terminó su relato le dije a Raquel: -Mira Raquel, tú eres muy bonita, te sientes fea porque tu mamá te hace sentir así. Raquel continuó visitándome por un tiempo y pude confirmar que su madre aprovechaba cualquier oportunidad para menospreciarla. ¡El poder materno es inmenso, la opinión de mamá pesa más que la del mundo entero! He tenido en consulta muchas mujeres que son muy bonitas pero se sienten feas, en la mayoría de los casos mamá es quien las hace sentir así. Ahora bien, lo importante de esto es que ellas no piensan: "soy bonita aunque a mi mamá no le gusto". Sólo piensan: “soy fea". Este es un claro ejemplo del poder materno y de la Tendencia a Ocultar a Mamá Agresiva (TOMA). Ahora veamos algunas historias de madres utilizando su poder para retener hijos con la devaluación: Maribel Maribel tenía veintinueve años de edad y trabajaba como ayudante de laboratorio en una compañía farmacéutica. Un día me visitó para decirme muy tímidamente: -Tengo una depresión crónica. Me despierto... me baño y... voy a trabajar. Todos los días son iguales, como una rutina. Lo hago porque lo tengo que hacer, pero sin ánimos. -¿Desde cuándo te sientes así? -Desde hace unos ocho años. Ya sé la causa, he ido a ver a varios psicólogos y todos me han dicho lo mismo, -me comentó con tristeza. -¡No me digas! ¿Ya sabes la causa y sigues deprimida? A ver dime ¿cuál es la causa? -Fui violada cuando tenía diez años de edad, -me contestó agachando la cabeza. 37 -Entonces, como la violación no la podemos quitar, vas a estar deprimida por el resto de tu vida. A ver, platícame ¿quién te violó? -Un amante que tuvo mi mamá. Vivió en casa por un tiempo. -¿Cómo te violó? -Hay doctor, me da pena. -No te preocupes, ya he escuchado muchas historias. -Es que... no sé, me da pena. -No tienes de que apenarte, soy doctor, platícame. -No sé, no puedo. -Está bien, te voy a ayudar... ¿Te penetró? -¡Hay doctor! ¡No, eso no! -contestó apenada. -Entonces, ¿te desnudó y te acarició? -¡No doctor, tampoco eso! -Entonces, ¿fue sexo oral? -le pregunté. -Sí, eso fue. -contestó muy avergonzada. -No te hagas, te gustaba, -le dije. -Hay doctor, cómo es... la verdad es que sí me gustaba. Pero eso no es lo peor. -¿A no? ¿Entonces qué es lo peor? -Que yo lo buscaba, -me contestó muy tímidamente. -A ver, cuéntame. -Es que yo crecí muy sola. Mi papá se separó de mi mamá cuando yo tenía tres años de edad y no volví a verlo. Antes de que mi mamá tuviera a ese amante, yo me sentía abandonada, no contaba con nadie. Cuando él llegó a vivir a nuestra casa yo tuve por primera vez con quien jugar y platicar, ¡estaba emocionada y no quería perderlo! Un día, después de jugar un buen rato con él, me acosté en sus piernas, le empecé a acariciar por encima del pantalón, después le bajé el cierre, le comencé a besar y luego a... -¡Realmente tú empezaste! Ese señor no debió permitirlo, pero ahora dime tú ¿cómo te explicas que algo que tú buscaste hace tanto tiempo y te gustaba, puede ser la causa de tu depresión actual? 38 -No sé doctor. -¿No se te hace extraño? -Pues... sí. -¿Qué te parece si nos dejamos de tantas ma... y mejor nos vamos al meollo del asunto? Platícame de tu madre. -¿Qué le platico de ella? -me preguntó. -¿Cómo te trató de niña? -Me tenía abandonada, me rechazaba, no era cariñosa, nunca jugaba conmigo, me decía que yo era fea y tonta. -¿Tú cómo te sentías? -Me sentía como una molestia, un estorbo, crecí pensando que yo no valía nada, siempre fui muy tímida y aislada. -¿Por eso te gustó el amante de tu mamá? -Si, por primera vez tenía alguien a quien yo le importaba. -¿Qué más? -Cuando tenía diecisiete años de edad, mi mamá me obligó a casarme con un hombre al que yo noamaba. Él me trató muy mal, me insultaba, me humillaba y me pegaba. De él quedé embarazada, nació el niño y comenzó a tratarme peor. No aguanté mucho tiempo, yo no lo quería. Me divorcié cuando mi hijo tenía un año de edad y regresé a vivir con mi mamá. -Veamos, tu mamá te devaluó durante toda tu infancia, luego te casó con un hombre al que tú no querías ¡era predecible que eso no funcionaría! Finalmente regresaste a vivir con ella. Me da la impresión que tu mamá te devaluó a propósito para que no tuvieras éxito en la vida. -¿Usted de veras cree que mi mamá me haya devaluado a propósito? -¡Claro! No creas que en verdad te consideró poca cosa, al contrario, te devaluó para quedarse contigo. -¿Quedarse conmigo? ¿Para qué? -Tal vez para tenerte a su servicio, o para no quedarse sola, -le respondí. 39 -Me da tristeza que mi mamá haya sido así, tan sólo pensarlo me duele, -dijo Maribel muy afligida. Maribel se fue muy pensativa. En la siguiente cita me comentó: -Hay algo que me preocupa mucho, mi hijo ya reprobó dos veces el mismo año y parece que va a volver a reprobar, no me obedece y a veces es agresivo conmigo. -¿Qué edad tiene? -Nueve años. -¿Quién cuida a tu hijo mientras tú trabajas? -Mi mamá. -¿Quieres traerlo para que yo investigue qué le pasa? -Sí, se lo voy a traer. Me llevó a su hijo y le hice varias preguntas. Descubrí que la abuela lo estaba manipulando. Se lo dije a Maribel: -Tu mamá le consiente todo a tu hijo, lo pone de su lado y en contra tuya, por eso no te obedece. Los niños consentidos se hacen berrinchudos, por eso a veces es agresivo contigo. Por otro lado tu mamá no lo obliga a estudiar y le ha dicho que no debe preocuparse por nada, que ella le va a dejar todo lo que tiene y cuando sea grande hasta la casa será de él. ¿Cómo no va a estar reprobando en la escuela si le hace sentir que no necesita esforzarse por nada? -¿Eso está haciendo mi mamá? -Sí, pero además tú lo has permitido. Como tu mamá te hizo sentir que tú, tus actos y tus decisiones no valían, aceptaste que ella se encargara de conducir tu vida y la de tu hijo. ¿Desde cuándo viven con ella? -Desde que me separé de mi esposo, hace unos ocho años. -¿Ya te diste cuenta? Me dijiste que tienes depresión desde hace más o menos ocho años, o sea, desde que regresaste a vivir con tu mamá. ¿Cómo no vas a estar deprimida? ¡No te valoró, te casó con quien ella quiso, te ha manipulado a su antojo y ahora además se está apoderando 40 de tu hijo! ¡Esas son las verdaderas causas de tu depresión, no la violación cuando tenías diez años! Maribel salió del consultorio muy enojada. Al llegar a su casa estalló furiosa contra su madre, le reclamó todo lo que había estado haciendo con ella y con su hijo y le advirtió que de continuar con esa actitud tendrían que irse de la casa y dejarla sola. Por otro lado a su hijo le hizo ver que ella era quien mandaba, no la abuela, y le puso una serie de obligaciones en el hogar y con sus estudios. El resultado se vio al poco tiempo, al tomar las riendas de la casa y la autoridad sobre su hijo, a Maribel se le quitó la depresión. Empezó a reír conmigo y con sus compañeros de trabajo. Una tarde que fue a verme le comenté: -¡Qué bueno que llegaste! He tenido un día terrible, ya te esperaba para que me hicieras reír un rato. -Ay doctor, cómo es. -me contestó y se rió. La última vez que me visitó me dijo: -Doctor, desde hace varios meses me la paso todo el día riendo con mis compañeros de trabajo y en todos lados. Yo creo que ya estoy bien. -Yo creo lo mismo, ya no necesitas mi ayuda. Tan sólo llámame de vez en cuando para que me invites a alguna reunión y me hagas reír un poco. -Claro que sí doctor, eso haré, -me respondió, y nos despedimos riendo. Un año después me encontré a Maribel en la calle, nos saludamos y le pregunté cómo había estado, ella me contestó: -Muy bien doctor, mi hijo ya está obteniendo buenas calificaciones en la escuela, hace diez meses conocí a un buen hombre y nos hicimos novios. Él me quiere mucho, ya me propuso matrimonio pero quiero llevar las cosas con calma, no hay prisa. Charlamos un rato más y nos despedimos. Me dio gusto saber de ella y que su vida había cambiado en forma tan favorable. 41 Nótese que a Maribel jamás le pasó por la cabeza que su mamá fuera la responsable de su depresión. ¡Ni a sus psicólogos les pasó por la cabeza! Maribel continuaba enferma mientras permanecía engañada pensando que la violación era la causa de su depresión. Jesucristo dijo: "LA VERDAD OS HARÁ LIBRES” He tenido varios casos semejantes al de Maribel, sabemos que existen adultos que abusan sexualmente de los niños, incluso muchos de ellos han llevado una relación sexual con un adulto durante varios años sin que nadie se entere. ¿Por qué esos niños no acusan al violador con su padre o madre?... Porque no confían en ninguno de los dos, y además, como en el caso de Maribel, porque precisamente es lo que ese niño o niña está buscando. Son niños abandonados que no cuentan con el apoyo de sus padres y brindando placer buscan equivocadamente tener a un adulto de su lado. En general las mamás no son conscientes del daño que están provocando a sus hijos, de hecho ellas tampoco son felices. Algunas veces es posible ayudarlas a librarse de su actitud equivocada. La siguiente es la historia de una madre que a causa de haber crecido con sentimientos de culpa educó a su hija con devaluación y a su hijo con seducción para retenerlos a su lado. En este caso fue posible ayudarla a ella y así fue como sus hijos quedaron libres. Verónica Verónica, una joven de veinticinco años de edad, inteligente y bonita, también se sentía fea y además tonta. Llegó por primera vez a mi consultorio muy nerviosa y le pregunté: -¿Cuál es tu problema, por qué estás tan nerviosa? 42 -Me siento desesperada, ya no quisiera vivir, hace unos días me quise aventar a las vías del Metro, pero no me atreví y mejor decidí pedir ayuda. -¿Por qué no quisieras vivir? -Siento que yo no importo y que no le intereso a nadie. Hubiera preferido no haber nacido. -¿Desde cuándo te sientes así? -Siempre me he sentido así, desde niña me escondía de la gente, sentía vergüenza. -¿Vergüenza de qué? -De que las personas al conocerme se dieran cuenta que no soy inteligente. -¿Con quién vives? -Con mi mamá y con un hermano que dicen que es esquizofrénico. -¿Por qué dicen eso? -Porque él cree que la gente lo critica; escucha voces que no existen que lo insultan; vive escondido, encerrado en su cuarto y es muy agresivo. -¿Y tu papá dónde está? -El murió cuando yo tenía diez años, desde entonces ya nada es igual. -¿Por qué nada es igual? -Porque cuando él vivía había más alegría, salíamos todos los fines de semana fuera de la ciudad ya sea de día de campo o a visitar algún pueblo, también íbamos a la playa con varios amigos de él y sus familias, y muy seguido había reuniones en la casa con familiares y amistades de él. Mi hermano se enfermó precisamente después de su muerte. -¿Tienes amigos? -No. -¿Por qué? -Siento que soy fea, no creo interesarle a nadie. -¿De veras piensas eso? ¡Pero si eres muy guapa! -No, yo no soy guapa. -Eso crees tú. ¿Y tu mamá a qué se dedica? 43 -A la casa. Desde que murió mi papá ella no sale para nada; a veces la llaman amistades para invitarla al cine pero ella se niega; mis hermanos casados la invitan continuamente a salir pero no acepta ir a ningún lado. -¿Cómo es ella contigo? -No le parece nada de lo que hago, todo me lo critica y de todo me culpa.-¿Con tu hermano es igual? -¡No, a él todo le consiente! -¿Cómo te llevas con él? -No me llevo, le tengo miedo, él casi no habla con nadie. -¿Alguna vez has tenido novio? -Tuve uno cuando tenía diecisiete años de edad, duramos poco más de un año y me propuso matrimonio, pero no acepté porque pensé que no me quería. -¿Por qué pensaste eso? -Porque todo el tiempo quería que yo me vistiera con ropa bonita y fina, quería que entrara a una Universidad de paga donde va la gente rica; se preocupaba más por las apariencias que por mí. Después de un tiempo me dejó y se casó con otra. Me dolió mucho, me dio la impresión que sólo se había estado burlando de mí. -¿Por qué creíste eso? -Porque se casó con otra muy pronto. -Bueno, eso no significa que se estuviera burlando de ti. Tal vez él ya quería tener esposa, a ti te propuso matrimonio pero no aceptaste, a lo mejor sí te quería. -No, no creo, él no me quería. ¡El dolor me duró seis años! -Es demasiado tiempo, ¿qué sentías? -Que yo no valía, que nunca iba a encontrar alguien que me quisiera. -¿Eso pensaste? -Sí, entonces decidí no volverme a enamorar. -Vaya, tienes un concepto muy equivocado de ti misma, yo creo que vales mucho, que eres inteligente y sí eres bonita. 44 -No, yo no creo eso doctor. Continuamos platicando durante muchas sesiones, pero era inútil insistirle que ella valía mucho y no tenía de qué apenarse. Un día me llamó por teléfono muy asustada, le pedí que me fuera a ver al consultorio y allí me platicó: -Hoy en la mañana salí a caminar pero antes metí un suéter en la lavadora. Cuando regresé el suéter estaba afuera, al preguntar quién lo había sacado mi hermano se puso a gritar groserías y a patear todo lo que encontraba en su camino, incluso a la gatita, la abracé para protegerla y me quedé con ella en un rincón en el suelo hasta que mi hermano se fue. ¡La mesa de madera y otros muebles quedaron totalmente destruidos! Luego entró mi mamá y me reclamó: -¡Mira nada más lo que ocasionas! ¿Qué le hiciste a tu hermano? -¿¡Yo!? ¡No le hice nada mamá! -respondí sorprendida. -¡Todo por tu culpa, te gusta hacerlo enojar! -Mamá, yo tan sólo pregunté quién había sacado el suéter de la secadora, -ella no me quiso escuchar y continuó culpándome, luego se fue y me quedé llorando en el suelo pensando que sólo soy un estorbo, que no me quieren. -¿A tu hermano no le dijo nada? -No, a él todo le consiente y hace lo que él diga, como si fuera su marido, al grado que ahora él me quiere mandar como si fuera mi papá. -¿Por qué hace eso tu hermano? -No sé, tal vez porque mi papá cuando ya estaba muriendo le dijo: "Ahora tú serás el hombre de la casa". -Se ha de sentir responsable de ustedes. -¿Pero por qué mamá lo consiente tanto? -Lo consiente para que no se vaya. Tu mamá no sale de casa desde que murió tu papá y quizá no quiere quedarse sola en su encierro. -¿Qué debo hacer? 45 -Trata de estar lo menos posible en casa porque allí adentro está el problema. Haz algún deporte, ponte a tomar clases de algo que te guste, busca un trabajo. Verónica me hizo caso y de inmediato se puso a buscar actividades fuera de casa. En otra ocasión llegó a comentarme otro suceso con su mamá: -Mi mamá me pidió que la acompañara a visitar a una amiga suya. Fui con ella y al llegar se saludaron muy efusivamente de beso y se pusieron a platicar durante un buen rato, yo me quedé a un lado esperando. Al terminar su plática se despidieron de beso y abrazo. Cuando íbamos caminando de regreso a la casa le pregunté: "¿Mamá, por qué de tu amiga te despides de beso y abrazo y a mí nunca me has dado uno?" Ella me contestó: "¡Porque tú no me tratas igual que mi amiga!" -¿En verdad tu mamá nunca te ha dado un beso? -le pregunté a Verónica. -No doctor. -Tu mamá te tiene muy de valuada. Casi durante un año estuvimos hablando sobre su minusvalía. Su mamá constantemente la menospreciaba y la criticaba. Mientras tanto yo trataba de hacerle ver que ella sí valía y no tenía que esconderse de la gente. Un día me comentó: -Creo que mi mamá quisiera que yo no existiera. -Yo más bien pienso que quisiera que nunca te fueras. -¡Como cree doctor! Mi mamá sería muy feliz si yo desapareciera. ¡Ella no me quiere! -No quiere que te vayas, -insistí. -¿Por qué piensa eso? -Tu mamá te devalúa para tenerte en casa. Verónica se quedó muy extrañada, no comprendía. Continuamos platicando sobre la actitud de su mamá durante mucho tiempo. Verónica se sentía muy sola, seguía angustiada y nerviosa, yo era su único apoyo y me buscaba constantemente. Un día la invité a un espectáculo en un teatro de la ciudad: 46 -Este martes por la tarde se presenta un grupo de danza en un teatro muy cerca de aquí. ¿Quieres ir? -Sí, está bien. Nos quedamos de ver en la taquilla del teatro, al llegar le pedí que entrara y buscara dos lugares mientras yo iba al baño. Luego entré y vimos un buen espectáculo que le gustó mucho. Al día siguiente me dijo: -Quiero confesarle lo que pensé cuando usted fue al baño, yo creo que se avergonzaba de que lo vieran entrar conmigo. -Cómo crees Verónica, ¿si me avergonzara tú crees que te hubiera invitado? Tú minusvalía te hace pensar así. Le sugerí durante varias sesiones que era necesario que empezara a trabajar. Un tiempo después con mucho miedo empezó a trabajar vendiendo pasteles que ella hacía, entonces me contó: -Ayer fui a vender pasteles, tenía mucho miedo que a la gente no le gustaran, todo el tiempo tuve ese sentimiento. ¡Pero se vendieron todos! Regresé muy contenta a casa. -Qué bueno Verónica, eso te hace mucha falta. Otro día Verónica llegó a platicarme: -Mi mamá probó los pasteles que hice y exclamó: "¡Fuchi, con razón no se venden, están horribles!" Yo le contesté: "¡Ay mamá, pero si se me acaban, se venden todos!" -¿Te das cuenta? A tu mamá no le gusta nada de lo que haces, por eso pensabas que a la gente tampoco le gustarían tus pasteles, -le comenté a Verónica. Verónica me escuchaba y se quedaba pensativa. Otro día me platicó: -Ayer fui a la tienda de una mujer que siempre me compra pasteles, me preguntó si era mi esposo el que me acompañó la última vez, le contesté que sólo era un amigo. Entonces pensé angustiada: "¿Qué va a decir? ¡Ha de haber pensado que era mi amante! Me va a criticar, yo creo que ya no va a querer comprarme nada". -Verónica, de tanto que te ha criticado tu mamá, tú estás predispuesta y piensas que todo el mundo es igual. 47 A la siguiente semana Verónica me comentó: -Doctor ya me di cuenta que es mi mente, esa mujer no sólo volvió a comprarme pasteles sino que ahora se hizo mi amiga y hasta me platicó su vida. -¿Ya ves? La gente no es como tú crees, andas por el mundo con temor a la crítica pero es tu mamá la que hace eso. Trata de diferenciarla de las demás personas. En otra cita me dijo: -Estoy empezando a sentir mucho odio hacia mi madre doctor, por todo el daño que me ha hecho. -Sí, tu mamá te ha hecho mucho daño, pero ella también está dañada. Invítame a tu casa para conocer a tu mamá, me gustaría saber por qué actúa así. -Pero me da pena invitarlo por cómo es ella. -Invítame a tomar un café, di que soy un amigo tuyo. -Está bien doctor, -me respondió. Un día Verónica me invitó a desayunar a su casa. Ese día conocí a su mamá, caminaba jorobada y con las manos en forma de garra por la artritis, realmente parecía una bruja (esto ya lo he observado en otros casos, parece como si el cuerpo poco a poco se transformara y reflejara el interior de la persona). Laseñora se mostró muy platicadora, lo cual facilitó las cosas. Comencé a visitarla dos veces por semana y me platicó su historia, había sido el producto de un embarazo no deseado; su madre se embarazó de ella en una aventura y la llevaron a casa de un tío, en un pueblo lejano, para que allí naciera sin que nadie se enterara. Al nacer, su mamá la dejó con ese tío y se regresó a la ciudad. El tío la trataba mal, le daba poco de comer y constantemente la castigaba ya que la consideraba el producto de un pecado. La mamá de Verónica supo con el tiempo que su madre la había abandonado allí y eso la hizo sentir triste y que valía muy poco. Creció con muchas culpas y devaluación. Al cumplir dieciocho años de edad conoció a un buen hombre (aunque muy celoso), con él se casó después de un año y medio de noviazgo. Luego nacieron Verónica y sus hermanos. 48 En otra cita le pregunté a Verónica: -¿Te gustaría hacer ejercicio, tomar clases de natación, de danza, o ir a correr? Te hace falta tener más actividades. -Si me gustaría, pero no me atrevo, siento que la gente va a criticarme. -¿Otra vez lo mismo? Ya te he dicho que es tu mamá la que te critica, no los demás. Fíjate bien, observa a la gente y verás que todos tienen sus propias preocupaciones, cada cual está en lo suyo ¿por qué te van a criticar? Un día Verónica me contó que fue a una alberca pública: -Tiene razón doctor, fui a nadar y observé a la gente, nadie volteaba a verme, cada quien estaba en lo suyo. Había mujeres gordas y flacas, algunas con trajes de baño llamativos y no les importaba si alguien las miraba. Me puse a nadar y se me fue quitando el miedo, me gustó mucho. Durante varios meses hablamos de lo equivocada que estaba al pensar que la gente la rechazaría y Verónica poco a poco se iba dando cuenta que era cierto. A veces me contaba sus sueños: -Doctor soñé que estaba en una fosa, el agua era muy obscura y turbia, adentro había un animal raro y peligroso, yo buscaba la forma de salir de allí, estaba asustada. -Vivimos durante nueve meses rodeados de agua dentro del vientre materno antes de nacer, por esa razón casi siempre que soñamos con agua está simbolizando a mamá. Tu sueño representa que tienes una mamá obscura, turbia y dentro de ella estás tú y un animal raro y peligroso, éste representa a tu hermano por su actitud extraña y agresiva. Un día Verónica se hizo de un novio y después de un tiempo planearon ir a vivir juntos, se lo comentó a su mamá y me platicó lo que sucedió: -Doctor, le dije a mi mamá que estaba buscando un departamento para ir a vivir con mi novio. ¡Viera usted la cara que puso! ¡De veras no quiere que me vaya! -¡Por supuesto! Quiere que te quedes a su lado. Continué visitando a Verónica en su casa. Confirmé que desde que murió el papá, su mamá se quedó encerrada en 49 casa, mucha gente la invitaba a comer, a dar un paseo o al cine, pero ella nunca aceptaba. ¡Ya llevaba casi diez años de encierro! Definitivamente esa actitud la había llevado a retener a sus hijos en casa para no quedarse sola. La siguiente pregunta que me hice fue: ¿Por qué después de la muerte del esposo ella decidió no volver a salir? Luego me enteré que el papá de Verónica era tan celoso, que hasta pensaba que ella estaba coqueteando con algún vecino, cuando se tardaba tendiendo la ropa. También supe que el papá de Verónica antes de morir sufrió varios infartos y fue hospitalizado. Él no quería morir en el hospital y le suplicaba a su esposa que lo sacara de allí y lo llevara a casa. Los doctores decían que no era recomendable y la señora nunca lo sacó, allí murió. Ella se sintió, culpable por no haberle hecho caso a su esposo (recordemos que ella fue educada con sentimientos de culpa y devaluación), entonces entendí cuál era la razón de su encierro y le dije: -¡Señora, ya me di cuenta por qué no sale! ¡Usted se siente culpable por no haber sacado a su marido del hospital! Como él era muy celoso, usted se ha encerrado en casa para demostrarle que aunque esté en el cielo usted le es fiel, -la mamá de Verónica se quedó callada escuchándome atentamente y continué: -Usted sabe que cuando morimos pasamos a formar parte de Dios. ¿Usted cree que Dios es celoso? -Se quedó recapacitando sin decir nada y el resultado fue muy positivo. El siguiente fin de semana pasé a visitarla y la encontré en la entrada de su casa con unas amistades a punto de salir. Llevaba puesto un vestido de flores muy alegre y estaba de pie muy derechita, no jorobada como siempre. Sorprendido le comenté: -¡Señora, que bien se ve tan derechita y con ese vestido tan alegre! -Eso mismo le decimos nosotros, -comentó una de sus amistades. 50 ¡Después de casi diez años por fin aceptaba una invitación! De allí en adelante comenzó a salir a todas partes donde fuera invitada. Al dejar su amargo encierro, su hijo se sintió libre, se volvió más amistoso y luego encontró un trabajo. Por otro lado Verónica superó el miedo a la crítica y empezó a andar con más confianza por el mundo. Tal vez alguien pudo darse cuenta que Verónica fue constantemente devaluada por su madre, lo que es casi imposible es que se dieran cuenta que lo hacía para que nunca se fuera de su lado. ¡Eso es lo invisible de los hilos de la devaluación! 51 LA CULPA La utilización de la culpa por algunas madres posesivas, es tal vez el mecanismo más conocido como método para impedir que los hijos se alejen de sus mamás. No por ello deja de ser invisible en muchos casos. Veamos un ejemplo de la vida real: Irma Un día me llamó por teléfono una señora pidiéndome consulta: -Doctor, necesito que me ayude, estoy mal y estoy afectando a mis hijos. -No se preocupe señora, tan sólo por lo que está diciendo le puedo asegurar que su problema se va a resolver muy pronto, -ella era consciente de estar afectando a sus hijos ¡eso ya era una ventaja! La mayoría de las mamás no son conscientes de ello. Le di cita y fue al consultorio: -Buenas tardes doctor. -Buenas tardes, siéntese por favor. ¿En qué le puedo servir? -Estoy muy preocupada, desde hace tiempo me desespero por cosas insignificantes, ando de malas todo el tiempo, me exalto con facilidad, no soporto a mis hijos y hasta llego a pegarles sin que realmente lo merezcan. No duermo bien, estoy angustiada, ¡no sé qué me pasa! -¿Es usted casada? -Sí doctor. -¿Vive con su marido? -Sí. -¿Su marido toma o es parrandero? -No doctor, no toma, no tiene vicios. -¿La trata bien, no le pega? 52 -No, él me trata muy bien. -¿Dónde viven? -En una casa que mi marido está pagando a plazos. Él trabaja como contador en una compañía y le va bien. -¿Y usted a qué se dedica? -Pues... a los quehaceres del hogar. -¿Se queda en casa todo el día? -No doctor, en realidad visito todos los días a mi mamá. Desde muy temprano me llevo a mis hijos de dos y tres años con ella. -¿Y qué hace usted allá con sus hijos? -Voy a ayudarle a mi mamá en sus quehaceres. -¿Ella vive sola? -No, vive con mi papá y dos hermanas. -¿Sus hermanas no le pueden ayudar a su mamá? -No le ayudan, una porque estudia y la otra porque nunca está en casa, -me contestó Irma frustrada. -¿Y en qué le ayuda usted? -Hago la comida, lavo los platos, limpio la cocina, los baños... en fin, todos los quehaceres de la casa. -¿Y su hogar quién lo atiende? -Pues nadie, casi no estoy allí. -Usted está descuidando su hogar y seguramente también a su marido, puede terminar por gustarle otra mujer que quiera atenderlo a él en lugar de a su mamá. -¡No me diga eso doctor! -me contestó
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