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0 1. INTRODUCCIÓN 2 2. EL ARTE EN LA ENSEÑANZA DE UNA L2 6 2.1. Presentación 7 2.2. El aprendiente de lengua como agente social activo dentro de la cultura 9 A. Componente sociocultural 11 2.3. Art thinking y el potencial del arte como herramienta pedagógica 13 2.4. Propuestas educativas en museos 16 A. Laboratorio de idiomas y educación intercultural 17 3. LA LINGÜÍSTICA COGNITIVA Y LAS IMÁGENES ARTÍSTICAS 19 3.1. Aprendizaje / adquisición 19 3.3. La lingüística cognitiva y su asociación con las imágenes 21 3.4. El lenguaje visual y la percepción 22 4. EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE LAS EMOCIONES 31 4.1. Presentación 31 4.2. Cómo nos expresamos 33 4.3. Personalidad y emociones 35 4.4. Cómo se manifiestan e interpretan las emociones 36 4.5. La conexión entre lo visual y lo emocional 39 4.6. Cómo explotar las imágenes en ELE 40 5. PROPUESTA DIDÁCTICA 44 5.1. Contextualización 44 5.2. Enfoque 47 5.3. Contenidos y objetivos 48 5.4. Actividades 49 6. CONCLUSIONES 51 7. BIBLIOGRAFÍA 52 8. ANEXOS 56 1 1. INTRODUCCIÓN La idea de hacer este trabajo nace de un doble deseo. Por un lado, el de crear las herramientas necesarias para ayudar al aprendiente de español como lengua extranjera a comunicar en español actitudes, emociones, creencias... partiendo de las posibilidades del arte contemporáneo. Por otro lado, el deseo de cubrir la escasez de material didáctico existente sobre la relación que tiene el arte con las emociones humanas, en la enseñanza de español como lengua extranjera. Por lo tanto, este TFM persigue conectar arte y enseñanza de lenguas extranjeras, con una investigación y reflexión que concluirá en la propuesta de actividades que trabajen la expresión de las emociones en un contexto cultural y artístico. Para conseguir este propósito, utilizaremos las imágenes, aprovechando la carga emocional que tienen y las posibilidades que ofrecen en la enseñanza de lenguas. Las imágenes funcionarán como herramienta para ayudar a la mejora de la expresión lingüística. Estas imágenes del mundo del arte se escogerán y utilizarán fomentando la creatividad y el pensamiento crítico, al mismo tiempo que se preserva la cultura y fomenta la interculturalidad. Trabajar la cultura y el arte es una realidad muy amplia, para introducir un principio de ordenación, se distinguirá entre los medios (las imágenes como herramienta principal de los ejercicios) y los objetivos que buscamos en esta enseñanza-aprendizaje cultural (que el aprendiente reflexione y exprese su opinión y sus emociones). La consecución de los objetivos precisa de una contextualización y un enfoque, para que estos fines sean de verdad alcanzados. Con esa intención, se comenzará investigando a fondo autores relevantes, expertos en diferentes áreas y las metodologías desarrolladas por los mismos, en el campo de la pedagogía, el arte y la lingüística cognitiva. Entre algunos de los más destacados se encuentran la profesora e investigadora María Acaso, especializada en el área de Educación Artística, y Alejandro Castañeda, 2 lingüista e investigador especializado en lingüística cognitiva, entre otros. Además, se indagará también en torno a algunas propuestas de enseñanza creativas en museos integradores de idiomas, arte y educación intercultural. A través de una metodología de investigación fundamentalmente cualitativa, con la finalidad de recopilar una bibliografía específica con la cual, elaborar un marco teórico sólido, para la creación posterior de una secuenciación didáctica. Como se ha mencionado, el foco de la enseñanza-aprendizaje está en las imágenes como forma de expresión comunicativa y transmisora de conocimiento. Si entendemos las imágenes como una forma de lenguaje, estas se convierten en un lenguaje universalmente conocido que podemos aprovechar dentro del aprendizaje de un nuevo idioma. En particular, el contenido de una imagen es muy complejo, no se trata de un concepto fácil de identificar e interpretar, sintéticamente engloba mucha información, enriquecida por sus vínculos afectivos. Cuando desarrollamos conceptos abstractos o difíciles de identificar, si los asociamos a imágenes podemos recordarlos más fácilmente, por este motivo su aplicación pedagógica en el aula puede resultar de gran ayuda. La enseñanza de español como lengua extranjera, sirviéndose en este caso, de imágenes artísticas, será la base del aprendizaje. Así pues, no se pretende enseñar español a través de clases de arte, ni clases de arte integrando un idioma, sino utilizar el arte y sus imágenes para aprender una L2. Se trata de enseñar contenidos específicos de la lengua (reglas gramaticales, vocabulario etc.) a través de contenido cultural relevante. Para conseguir los objetivos, el marco teórico se estudia y desarrolla en torno a dos pilares fundamentales; la importancia de las imágenes dentro de la lingüística cognitiva y la expresión lingüística de las emociones. Ambos pilares se insertan en la enseñanza-aprendizaje del arte contemporáneo. El TFM comenzará con una reflexión sobre el arte y su iconografía integrada en el ámbito educativo, partiendo del tema “arte” dentro de una cultura, y cómo este, constituye parte de una identidad cultural. De este modo, el arte se convierte en instrumento que fomenta el crecimiento individual, así como las relaciones interculturales, ayudando a traspasar barreras, prejuicios y 3 estereotipos. Para esto, en primer lugar, se profundizará en la definición de arte y en el término creatividad, imaginación e individuo creativo y la reflexionar sobre la conexión de estos términos con la lingüística, para llegar a una conexión entre; cultura, arte y lengua. Con la intención de proveer un punto de vista comprensible y accesible del arte contemporáneo, se brindarán ejemplos de artistas actuales españoles y movimientos culturales representativos. En este proceso de inmersión cultural, se le darán las herramientas necesarias para comprender y manejar la terminología específica básica y adquirir conocimientos de arte que le permitirán reconocer, apreciar y comentar obras artísticas en español. Desde este acercamiento al campo de las Bellas Artes ligado a la pedagogía, se procurarán generar conocimientos lingüísticos que ayuden a desarrollar relaciones entre la expresión visual y la verbal, todo esto, desde la órbita del cognitivismo. En segundo lugar, se reflexionará sobre la relación entre las imágenes y la lingüística, y, de cómo la utilización de imágenes por su importancia cognitiva en el aprendizaje puede ayudar a interiorizar mejor ciertos contenidos. A partir de esta investigación, se espera mostrar cómo las imágenes representan una forma de comunicación tal y como lo es el lenguaje, reflejando que, a partir de estas, se transmite un mensaje. Reseñar cómo el lenguaje visual es una herramienta de creación de conocimiento que dispone de unas herramientas, y este potencial visual puede ser trabajado en el aula para la transmisión de conceptos abstractos como lo pueden ser los sentimientos. En este punto se destaca el componente afectivo en nuestro discurso, y la percepción sensorial que tenemos y que modula por lo tanto la profundidad de significado de las palabras explícitas que formulamos, otorgando una serie de connotaciones implícitas en el proceso de habla o escritura. De este modo podremos utilizar este “lenguaje visual” como recurso a explotar en clase de ELE. Para terminar, se profundizará en el conocimiento de lo emocional y los sentimientos y la conexión entre lo visual y lo emocional. Se facilitarán las herramientas necesarias para ayudar a la producción oral y escrita de los 4 sentimientos y sensaciones, a través de recursos y procedimientos que favorezcan el aprendizaje. Para lo cual, se pondrá el foco en el tratamiento de las imágenes de índole artística, a través de las cuales se crean lazos entre el aprendizaje sensorial efectivo y la L2. En último lugar, teniendo en cuenta toda lainvestigación realizada y considerando las emociones como instrumento de comunicación que interactúa directamente con el lenguaje, tendremos en cuenta el alumnado intercultural, dentro de un nivel A2 de conocimiento de la lengua española, y, a partir de toda esta información, se planteará una propuesta didáctica que englobe todos estos conceptos. Pretendiendo que se produzca en el aula un aprendizaje real y significativo, fomentando las capacidades individuales y grupales de los alumnos y sus capacidades críticas, favoreciendo la participación de los estudiantes y también promoviendo el patrimonio cultural, los valores morales y el trabajo en equipo. Cabe destacar que el papel del docente será motivar y guiar al alumnado, dotando a este de las herramientas necesarias para conseguir que los alumnos sean aprendientes autónomos fuera del aula, capaces de experimentar y construir sus propios caminos de aprendizaje. 5 2. EL ARTE EN LA ENSEÑANZA DE UNA L2 El presente capítulo se dedica a la exposición de la primera parte del marco teórico. Se comenzará desarrollando el concepto de arte y creatividad en la sociedad, y, de la importancia de las imágenes artísticas y su iconografía como constructo cultural, para su posterior integración en la enseñanza-aprendizaje del español como lengua extranjera. Estos conceptos clave (arte, creatividad e imagen) serán importantes para profundizar en el componente emotivo-afectivo en ELE, y para verbalizar y expresar sentimientos. Se utilizarán, pues, como herramienta y vehículo el arte con su importancia visual. También se menciona en el capítulo el componente sociocultural e intercultural como factores importantes en el aula. Para ello se revisarán los objetivos que reflejan el Plan Curricular del Instituto Cervantes (PCIC 2007) y el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER 2002). Y se profundizará en cómo el individuo creativo, tiene un papel activo dentro de una cultura. Tras aclarar estos conceptos y objetivos específicos, posteriormente, se profundizará en diversos estudios de importantes investigadores/as como punto de partida para la propuesta didáctica final. Así, se revisará el trabajo de autores como María Acaso (entre otros) y algunas de las innovadoras iniciativas pedagógicas de algunos museos dentro del territorio nacional, para su posible explotación en el aula. Se analizarán algunas metodologías surgidas en este ámbito de la enseñanza artística, para posteriormente integrarlas junto a la lingüística cognitiva. Se trata de conseguir una conexión entre ambos mundos (metodologías pedagógicas creativas del campo artístico, con metodologías lingüísticas en ELE), que sirva para soluciones creativas que faciliten al alumno la comunicación de las emociones y su expresión. Se terminará el capítulo, mostrando la importancia de la vinculación afectiva en el proceso de aprendizaje y teniendo en cuenta al individuo creativo 6 perteneciente a una cultura, se revelará en cómo esto, afecta al aprendizaje y cómo se puede explotar en la enseñanza de un idioma y el desarrollo lingüístico. 2.1. Presentación Para trabajar sobre arte, es necesario acotar el concepto de este, ya que, dentro de cualquier cultura, el arte es una realidad compleja y puede que hasta difusa. En este caso, y acudiendo a la segunda definición que nos brinda el Diccionario de términos clave ELE (2008), se entiende arte como ‘aquella manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginario con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros’. De acuerdo con la primera parte de esta definición, el arte es una interpretación de la realidad, interpretación que bien podemos expresar a través de imágenes, palabras o sonidos, convirtiéndose estas tres formas expresivas en códigos característicos individuales y/o colectivos, que forman patrones, determinando así las particularidades de cada cultura. Cuando imaginamos y creamos, abrimos nuevas formas de desarrollo cultural, que caracterizan y enriquecen, creando una serie de normas sociales y rituales distintivos de cada sociedad. Cuando se habla de artes visuales, se habla del arte como forma de expresión que incorpora tanto las artes plásticas tradicionales (pintura, escultura, dibujo etc.), como las nuevas formas artísticas, que pueden también englobar la nueva tecnología o elementos menos convencionales con un gran valor expresivo visual, como lo pueden ser, por ejemplo, la fotografía, la performance, el grafiti, el videoarte o el cine. Hablaremos entonces de arte visual propio de una determinada cultura, lo cual puede ser un concepto amplio dentro del aula, y si añadimos el factor del individuo creativo que aprende un idioma en el aula, la ratio se amplía. Para definir la complejidad del concepto creatividad e individuo creativo, trataremos de entenderlo como, el resultado de un sistema de procesos cognitivos que 7 combinan más de una única capacidad para la generación de ideas propias (De Bono 1994), o, en otras palabras, el proceso de solventar un problema que se presenta a través de una respuesta original, recordando que no tiene que estar necesariamente ligada únicamente al campo artístico. Todos somos capaces de desarrollar este potencial creativo, el cual puede manifestarse en cualquier momento y en cualquier actividad desarrollada por un individuo o grupo y es esencial en educación aprovechar y fomentar este potencial. Al expresarnos, dejamos siempre en nuestra respuesta, una impronta personal, indivisible de nuestra forma característica al comunicarnos, pero formando parte siempre de un colectivo en un determinado contexto. Diversas investigaciones también sostienen que no podemos considerar la creatividad, como una respuesta individual consciente desligada de su contexto, sino que frecuentemente las respuestas creativas atienden a una complejidad fuera del control consciente (Torrents et alii 2015). A pesar de la heterogeneidad de cada individuo, la creatividad es una característica intrínseca en el ser humano, todos somos capaces de imaginar, por lo tanto, podemos generar respuestas creativas y aportar ideas únicas. Por lo tanto, queda evidenciado que, tanto las respuestas creativas del artista (que utiliza el arte como profesión), como las de cualquier persona que se expresa, quedan ligados a su contexto y cultura. Esta cualidad como el resto, se puede desarrollar y fomentar en el aula, y puede ser esencial como herramienta de trabajo. De hecho, cuando fomentamos la creatividad, el aprendiente se involucra emocionalmente y genera ideas propias, y esto hace que sea capaz de recordar mejor los conceptos y también aprenda mejor. A este respecto, Foncubierta y Rodríguez (2016) escriben; La imaginación puede resultar ser un factor importante en la generación y dinamismo del proceso de adquisición de una lengua, en general. Como cualidad natural del ser humano, es un mecanismo de aprendizaje que empleamos en la infancia y a lo largo de nuestra vida. Y, para la didáctica de segundas lenguas, es ese condimento “mágico” y 8 poderoso capaz de hacer visible lo invisible y de hacer presente lo ausente. Foncubierta y Rodríguez (2016: 3) Es esencial tener estos dos términos claros (arte visual e individuo creativo que imagina y genera respuestas) para posteriormente trabajar en el aula las posibilidades expresivas. Gracias al binomio inseparable que existe además entre la lengua y la cultura, se puede profundizar y desarrollar estas capacidades creadoras ligadas al arte para conseguir un fin específico que es, el aprendizaje de una nueva lengua. Desde una perspectiva intercultural y ligada a lo emocional, se pone el foco en las artes visuales y la rentabilidad pedagógica que tienen las imágenes, orientando todo esto a la enseñanza-aprendizaje del español. Cuando pensamos en la enseñanza de una lengua a través del arte, en un principio podemos imaginar un curso orientado a los finesespecíficos, dirigido a personas con motivaciones creadoras o de índole artístico, como pueden ser estudiantes de Bellas Artes, o artistas que buscan ampliar sus salidas profesionales en un país de habla hispana, pero la intención de este trabajo, es también llegar a un público más amplio, y que el arte (siendo este parte inseparable de la cultura) se introduzca en la clase de ELE, para transmitir unos valores, conocimientos y unas competencias que no se podrían introducir de otro modo. Así mismo, y aunque la secuenciación didáctica específica a la que se llegará al final de este trabajo sea dirigida a un público específico de estudiantes de arte, la investigación y posterior puesta en práctica, bien podría ser para un abanico más amplio de estudiantes de lengua. 2.2. El aprendiente de lengua como agente social activo dentro de la cultura 9 Teniendo todavía en la cabeza la idea de individuo creativo que se expresa originalmente, nos centraremos en el campo de las artes visuales, utilizando el arte contemporáneo y artistas hispanos/as, como medio para la enseñanza-aprendizaje de la lengua española. Ayudando al alumno a través de imágenes artísticas, a desarrollar sus habilidades lingüísticas a la vez que se adquieren conocimientos básicos de arte, (tanto en español como internacional) permitiéndole reconocer, apreciar y comentar obras artísticas, y, a través de este medio, conseguir reconocer y expresar sentimientos y opiniones. Como hemos dicho, es propio del ser humano expresarse e iniciar caminos hacia lo desconocido, innovando y creando rutas originales y creativas para aprender, del mismo modo que hacemos cuando en la infancia aprendemos y adquirimos una lengua. Todos somos personas que generan respuestas creativas al expresarnos, y somos también, agentes sociales en una cultura, nuestras respuestas se engloban dentro de un entorno cultural que nos define. Nuestro entorno cultural y visual nos identifica como sociedad con unos códigos visuales característicos, estos códigos, también están ligados a nuestro aspecto emocional, nos hacen sentir, y esto puede convertirse en una herramienta recurrente en la enseñanza. Respecto a la enseñanza, Mora (2013: 67) dice: En nuestra cultura, en los colegios, incluso a los niños pequeños, se les enseñan conceptos cognitivamente complejos de modo aséptico, desconexionados tantas veces de significado emocional. Y esto es un error, pues nada se puede llegar a conocer más que aquello que se ama, aquello que nos dice algo. Es importante, por lo tanto, que el estudiante de una L2 conecte emocionalmente en el transcurso del aprendizaje, ya que de este modo el aprendizaje será real y no solo la memorización de unas reglas gramaticales fuera de contexto. Se pueden tratar temas estandarizados o no, lo importante es que sean interesantes o significativos para el aprendiente, que tengan una 10 repercusión, para establecer un vínculo personal, produciéndose así, el aprendizaje (Acaso 2016: 174). Dentro del aula ELE, podemos y debemos enseñar las características de nuestra cultura en el proceso de aprendizaje de la lengua y, podremos utilizar la conexión existente entre lo cultural y lo emocional que engloban las artes, como medio para enseñar. Utilizar esta conexión emocional con el arte y lo visual, característica de nuestra cultura, como herramienta afectiva para expresar sentimientos. Señalando que la dimensión afectiva en la enseñanza no se opone a la cognitiva, y cuando se utilizan ambas, el proceso de aprendizaje se puede construir con unas bases más firmes (Arnold y Brown 2000: 256). A. Componente sociocultural Tal y como hemos dicho anteriormente, una persona que aprende una lengua se enmarca en un contexto cultural determinado, el transcurso vital y sociocultural de cada alumno es diferente y por lo tanto eso influirá en su capacidad de adaptación y aprendizaje. El factor social en la enseñanza, teniendo en cuenta los aspectos culturales diversos de cada alumno, pueden ser un condicionante en el aula, pero también puede convertirse en una ventaja, si como profesores utilizamos las herramientas adecuadas, podemos generar un impacto motivacional. Pensando en los estudiantes pertenecientes a diferentes culturas, trataremos de analizar críticamente imágenes artísticas, tratando de cambiar el imaginario colectivo, enseñando a detectar, analizar, mirar desde otro punto de vista, pensando en los aprendientes como agentes sociales activos en una sociedad y creadores de cultura. Es esencial como profesores de lengua, que tengamos en cuenta estos factores. Otro factor también importante, es que los docentes tengan formación que les permitan mediar con los contenidos culturales y artísticos que queremos afrontar en el aula y convertirlos en una herramienta eficaz, 11 bajo un punto de vista intercultural, poniendo en cuestión, los prejuicios y estereotipos que todos, incluidos los y las profesores/as manejamos (Merino et alii 2017: 37). Se trata de contribuir, entre otras cosas, a que el alumno construya una identidad, tanto de crecimiento individual como de relación intercultural, para actuar dentro una sociedad y cultura diferente de la propia. El PCIC, adaptando las directrices del MCER, organiza los Objetivos generales, basándose en la especificación de estas tres dimensiones; agente social, hablante intercultural y aprendiente autónomo. Formando así a personas activas de una cultura, capaces de integrar y utilizar el lenguaje aprendido en ambientes en los que se utiliza dicha lengua que están aprendiendo. Algunos aspectos importantes que aparecen en el MCER, y a los que también aspira esta investigación, son algunas competencias específicas dirigidas a desarrollar: o El conocimiento de la sociedad y de la cultura de la comunidad o comunidades en las que se habla el idioma. o La competencia existencial, entendida como la suma de las características individuales, los rasgos de personalidad y las actitudes que tienen que ver con la imagen que se tiene de uno mismo y la visión de los demás y con la voluntad de entablar una interacción social con otras personas. o La consciencia intercultural; destrezas y habilidades interculturales; conciencia de la diversidad regional y social en ambos mundos, que se enriquece con la conciencia de una serie de culturas más amplia que la que conlleva la lengua materna. o Abordar un cambio de perspectiva para destruir determinados estereotipos previamente existentes. o La sensibilidad cultural y la capacidad de identificar y utilizar una variedad de estrategias para establecer contacto con personas de otras culturas. o El conocimiento del mundo; los valores y creencias compartidas por determinados grupos sociales, esencial para la comunicación. 12 Siguiendo el propio MCER, el PCIC establece tres grandes dimensiones desde la perspectiva del aprendiente de lengua: o El alumno como agente social, que ha de conocer los elementos que constituyen el sistema de la lengua y ser capaz de utilizarlos en situaciones de comunicación en interacciones sociales. o El alumno como hablante intercultural, que ha de ser capaz de identificar aspectos de la nueva cultura y establecer puentes entre la cultura de origen y la de países hispanohablantes. o El alumno como aprendiente autónomo, que ha de acercarse a ser responsable de su propio proceso de aprendizaje, y gradualmente lograr autonomía para continuar avanzando en su conocimiento del español. En definitiva, y respecto a los objetivos específicos de este trabajo, se trata de, acercar el arte (arte hispano en este caso), para que el aprendiente de una L2 reconozca la multiculturalidad en el mundo, a parte también de desarrollar sensibilidad y capacidad de identificar y cuestionar valores y normas establecidas, utilizarlas como estrategias para la comunicación y superar estereotipos. Usando en este proceso, como herramientas mediadoras diferentes técnicas, como pueden serlas imágenes relativas al arte contemporáneo, las cuales favorecerán al desarrollo individual posterior del aprendiente autónomo. En este sentido, “las imágenes pueden ser un recurso versátil para adquirir el concepto de cultura” (Hsiao y Vieco 2018: 7), utilizando el recurso de las imágenes, los estudiantes interactúan y se involucran afectivamente en contextos diferentes al suyo y de este modo, adquieren aspectos más abstractos de la lengua y cultura meta, de manera inconsciente. 2.3. Art thinking y el potencial del arte como herramienta pedagógica Acaso es una mediadora cultural y profesora, cuyos proyectos están enfocados a la conexión entre arte y educación. Ha sido una precursora en desafiar los cánones establecidos y en contemplar el arte contemporáneo como 13 forma relevante dentro de la educación. Su campo de investigación gira en torno a la idea de impulsar la innovación en la enseñanza y el aprendizaje de las artes visuales. Hace un replanteamiento de las cualidades creativas que todos poseemos y cómo estas se pueden desarrollar y potenciar en el aula. Trata de utilizar la creatividad de cada individuo y el potencial visual del arte contemporáneo, como una metodología con posibilidades de desarrollo en diferentes asignaturas, y no solo en la clase de plástica. Respecto al potencial de las imágenes y el arte afirma; Si la gramática está conformada por los estudios sintácticos y semánticos, y estos marcan una forma correcta o incorrecta de usar el lenguaje verbal, la imagen corre otra suerte. La gramática visual no alcanza a plasmar una normativa tan sujeta a un código como el de la lengua. […] La amplitud de posibilidades de lo visual sobrepasa a lo específico del conocimiento de un idioma para comprender un texto verbal; así una pintura que representa icónicamente una escena campestre no necesita traducción, como es el caso de un texto verbal cuando pasa de un idioma a otro. (Acaso 2012: 47-48) Este concepto art thinking (Acaso y Megías 2017), trata de englobar la cultura visual, popular y fácilmente accesible en la vida cotidiana, aprovechando su potencial para reflexionar sobre el mundo que nos rodea y utilizarlo en la enseñanza. Entra aquí nuestro criterio como profesores para decidir cómo nos queremos nutrir de la cultura y su arte, para desarrollar temáticas interesantes y potenciar el aprendizaje en ELE. Si nos paramos a pensar en la cultura visual que nos rodea, es lo suficientemente amplia como para poder explotarla en clase; series, películas, redes sociales, diseño, anuncios publicitarios, cerámica, arquitectura, ilustración, tatuaje, cartelismo, muralismo, grafiti, moda etc. Todo esto son formas de arte contemporáneo. Detrás de un corto de animación, se esconden ilustradores y guionistas, cada lugar emblemático de una ciudad, tiene una arquitectura y diseño característico, diseñadas y creadas por arquitectos, cada cultura utiliza un diseño gráfico específico y cada plato y baldosa, ha sido previamente diseñada por alguien, individuos creativos que se dedican a crear 14 como profesión, estas personas son relevantes dentro del arte contemporáneo y de la cultura en su entorno. Desde este punto de vista visual, creativo y cotidiano se puede abordar cualquier materia, asignatura o proyecto a través de artistas que han reflexionado y trabajado temas que queramos exponer en clase. Estamos rodeados de arte y de creadores. Todas las formas de arte representan una cultura y podemos nutrirnos de ello para crear contenido educativo, podemos introducir un tema recurrente en el aula y cercano a todos, poniendo un ejemplo; el calentamiento global, tema comúnmente explotado en el área de enseñanza de idiomas y también muy popular en el mundo del arte, dentro de este apartado podemos utilizar algunos referentes creativos, como por ejemplo puede ser Olafur Eliasson, artista que trasladó bloques de iceberg desde el Ártico a diferentes capitales mundiales. Poco a poco, los bloques se fueron desintegrando. Era un modo de concienciar sobre el desprendimiento de los polos. Podemos presentar un video de 2 minutos a cámara rápida, mostrando cómo estos trozos de hielo se van derritiendo en las plazas más emblemáticas de grandes ciudades del mundo. Esta es una imagen impactante con un gran discurso detrás, que no deja indiferente a nadie. Un pequeño extracto de arte visual que posteriormente se puede explotar a través de diferentes actividades, esta es solo una posible manera introductoria del tema. Poniendo más ejemplos, también se pueden presentar épocas características, por ejemplo, en España la movida madrileña representó un período importante y característico (a menudo también aparece en los libros de enseñanza de ELE), García Alix es un fotógrafo emblemático que capturó momentos de ese período, y se pueden utilizar sus fotografías como imágenes iconográficas de ese período. En vez de utilizar una imagen cualquiera y sin aportación creativa, se suma a las actividades con sus imágenes, un sentido real y un aporte cultural representativo, además de una reflexión intercultural. A través de una fotografía se pueden entender muchas cosas, siempre se dice; Vale más una imagen que mil palabras, y es que cuando vemos algo lo entendemos mejor, de ahí también la expresión; No lo veo, cuando queremos 15 decir que no comprendemos bien algo o no nos acaba de encajar en la cabeza, y al igual que las representaciones artísticas, estas expresiones también son representativas de una cultura. A partir de temas recurrentes como pueden ser los anteriores, se puede generar contenido lingüístico y trabajar cantidad de aspectos de un idioma y una cultura, integrando en el aula la multiculturalidad, el arte y el aprendizaje de una L2. 2.4. Propuestas educativas en museos La interacción cultural y los programas de educación de muchos museos son una parte fundamental en su programación. Ofrecen una gran variedad de formas de interacción con sus colecciones, a través de formatos y métodos innovadores, organizando proyectos participativos con los cuales acercar el arte a todo tipo de públicos. Utilizan obras de arte para experimentar y desarrollar una experiencia pedagógica a través de una serie de conceptos que potencien la expresión, el trabajo en equipo, la vivencia experiencial, el encuentro personal, la experimentación social y la expresión creativa colectiva. Todos estos aspectos son muy necesarios, vistos no solo desde una perspectiva pedagógica, sino integradora de educación en valores como pueden ser, la interculturalidad, la perspectiva crítica o el desarrollo creativo. Este tipo de actividades, reflejan cómo sí es posible la integración del arte en el ámbito educativo y no como una especie de concepto alejado de nuestras vidas. El arte puede ser una forma de acercarnos a sentimientos profundos y acercarnos a los demás. Si los museos presentan ideas creativas para integrar temas pedagógicos relevantes, y desarrollar las capacidades del individuo creativo, también podemos utilizar estas metodologías en el ámbito ELE, extrapolando estas formas innovadoras al tema que nos concierte que es la enseñanza-aprendizaje del español. 16 Muestra de ello es el laboratorio de idiomas, Alfabetos, del Museo Thyssen de Madrid, taller en el cual el arte no toma un papel principal, sino que lo hace la lengua. Tratando de integrar numerosas destrezas, el arte es tan solo una herramienta a través de la cual se aprende una lengua y a la vez, se adquieren multitud de conocimientos. A. Laboratorio de idiomas y educación intercultural Abordar proyectos educativos basados en la confluencia de dos ámbitos del conocimiento, como lo son el arte y la lingüística, es posible. A partir de obras artísticas y mediante un enfoque intercultural, se pueden ofrecer propuestas para la práctica de lenguas y el conocimiento de culturas a través del arte. El objeto de colaboración Arte + ELE, de este taller, ha sido incentivado porel impulso investigador que se ha visto incrementado en las últimas décadas sobre el aprovechamiento y explotación didáctica de imágenes y su repercusión positiva en los procesos de enseñanza-aprendizaje de segundas lenguas, así como por la consolidación de nuevas aproximaciones a la enseñanza de lenguas. Además de incentivar la motivación y participación de los participantes de estos talleres, se contribuye a mitigar la inhibición y la ansiedad, facilitando así el proceso de aprendizaje lingüístico y desarrollando la creatividad y la memoria. (García y Rodríguez 2020) Anteriormente se ha mencionado el binomio existente entre lengua y cultura, y es que, a partir de estos, se pueden encontrar posibilidades para profundizar en aspectos humanos difíciles de desarrollar de otros modos, el arte en ese sentido se puede convertir en un vehículo con el cual indagar en aspectos intelectuales y emocionales, además de incluir un fuerte componente sociocultural. 17 Arte, lengua y cultura se convierten en tres pilares de los talleres, todo esto, sumando al enfoque intercultural hace que la práctica de otras lenguas te lleve al conocimiento de otras culturas, logrando por lo tanto tomar conciencia del valor positivo de la diversidad cultural, desarrollando aspectos creativos y sensibilizando del valor cultural y artístico de todas las sociedades. Este tipo de iniciativas muestran cómo a través de recursos innovadores se favorece el acercamiento real a una cultura, estableciendo vínculos y facilitando herramientas para fomentar la comunicación en una lengua extranjera. Generando espacios donde se incentive el pensamiento crítico y la competencia intercultural, todo esto con un nexo común, arte, lengua y cultura, aspectos en los cuales se basa el presente trabajo. 18 3. LA LINGÜÍSTICA COGNITIVA Y LAS IMÁGENES ARTÍSTICAS El siguiente capítulo cumple la función de segunda parte del marco teórico. En él se comienza reflexionando sobre los procesos de aprendizaje y adquisición de un idioma que nuestro cerebro hace según el momento vital en el que nos encontremos (infancia o vida adulta). A partir de esto, se comenzará a entender cómo aprendemos mejor y en concreto, en cómo las imágenes engloban de forma sintética conceptos amplios, haciéndonos recordar mejor. Posteriormente se tratará de hacer una descripción de cómo las imágenes representan una forma de comunicación tal y como lo es el lenguaje, reflejando que, a partir de estas, también se transmite un mensaje. Si entendemos la imagen como lenguaje, ésta cambia de significado según su presentación, nuestra percepción sensorial y nuestra memoria, llegando a modular el significado de las palabras que formulamos. Profundizando en diversos estudios de lingüística cognitiva, se reflexionará sobre la relación entre las imágenes y la lengua, de la semejanza existente entre cómo vemos las distintas situaciones y cómo las representamos lingüísticamente, y, de cómo la asociación con imágenes puede ayudar a interiorizar ciertos contenidos. En este punto se propondrán estrategias para ayudar al alumno a desenvolverse en otro idioma, y desarrollar las competencias comunicativas para generar un discurso que transmita conceptos abstractos como pueden ser los sentimientos, a partir de imágenes artísticas. 3.1. Aprendizaje / adquisición 19 Cuando se habla de adquisición de una lengua, la entenderemos como el conocimiento que adquirimos durante la infancia, de manera natural, de forma inconsciente y creativa en el que se interiorizan las formas lingüísticas de manera espontánea. En el caso de la vida adulta cuando aprendemos una segunda lengua se le llamará aprendizaje y no adquisición ya que lo hacemos de manera consciente y entran en juego otros muchos factores (Krashen 1988: 10). En ambos casos, las ciencias del lenguaje intentan entender los complejos procesos que nuestro cerebro utiliza en este proceso de adquisición/aprendizaje de una segunda lengua y cómo conseguimos a través de complejos códigos dominar una lengua coherente a través de los mecanismos específicos de ese idioma. Ambos términos están estrechamente relacionados y a la vez tienen carácter diferente. Mientras que un niño, cuando adquiere la primera lengua, experimenta un sistema de referencia, el aprendiente de una lengua después de la niñez se enfrenta a la desorientación, a aspectos lingüísticos, semánticos y sociolingüísticos a menudo desconcertantes o confusos. La tarea del alumno es superar esta desorientación y las limitaciones características de la etapa inicial para construir, cognitiva y afectivamente un nuevo sistema de referencia y la nuestra como profesores es apoyarles en este proceso y brindarles las herramientas necesarias para lograrlo. La falta de recursos para expresar sus sentimientos en otra lengua y la ausencia de un sistema de comunicación fluida puede ser afectivamente frustrante para un alumno de segunda lengua, y para aprender, tendrá que aceptar estas frustraciones de la no comunicación (Stern 1991: 398). El aprendizaje, según Serrano (1990: 53); Es un proceso activo en el cual cumplen un papel fundamental la atención, la memoria, la imaginación, el razonamiento que el alumno realiza para elaborar y asimilar los conocimientos que va construyendo y que debe incorporar en su mente en estructuras definidas y coordinadas. Diferentes autores han estudiado y han demostrado cómo combinamos aspectos cognitivos y afectivos para aprender significativamente. Cabe 20 destacar, lo notable de estas diferencias existentes entre, el proceso de aprendizaje de una nueva lengua entre niños y adultos, y como se remarca que solo se puede adquirir una lengua materna, mientras que el resto serán aprendidas (Krashen 1988: 10). 3.3. La lingüística cognitiva y su asociación con las imágenes En el siglo XX, las investigaciones sobre las variables cognitivas y de procesamiento en el aprendizaje, focalizó su atención en determinar los factores generales y específicos que intervienen en el aprendizaje o adquisición de un nuevo idioma. Pero en los últimos años las investigaciones, se centran en determinar cuáles son y cómo se llevan a cabo los sistemas de procesamiento que intervienen cuando aprendemos la L2 (Sánchez 2008: 43-68). El aprendizaje de una nueva lengua implica habilidades cognitivas y de aprendizaje, tanto de carácter general como de habilidades específicas individuales significativas. Teniendo en cuenta las investigaciones analíticas que miden el aprendizaje formal y el académico, como las no formales que miden los aspectos más intuitivos y las destrezas interpersonales comunicativas, se llega a la conclusión de que la habilidad para aprender y dominar una L2 es de carácter multifactorial, reconociendo el papel decisivo que tienen los factores cognitivos (Stern 1991: 372). Se evidencia a través de estos estudios la necesidad de una orientación multidisciplinar y comunicativa en la enseñanza-aprendizaje de lengua y desde esta orientación, trataremos el tema que nos concierne, el arte contemporáneo y sus imágenes representativas para transmitir conocimiento. Los conceptos que más fácilmente recordamos son los que asociamos a objetos representativos, al constituir un nivel conceptual básico, el nivel de abstracción se reduce, ya que estaríamos transformando una idea específica, 21 en una imagen bi o tridimensional. Configuramos representacionalmente a través de la variación de distintas dimensiones: percepción, grado de detalle o nivel de abstracción, punto de vista, alcance de la representación, planos de representación, focalización, etc. (Castañeda y Briz 2004: 7-11). Todos estos conceptos son muy cercanos al mundo del arte, ya que a través de la imaginación y creatividad de los artistas que representan ideas abstractas en una imagen, podemos sentir y comprender mejor nuestras propias ideas y sentimientos. Un buen ejemplo, puede ser el cuadro, La persistencia de la memoriade Dalí, que representa la relatividad del tiempo, un concepto ambiguo, y posiblemente difícil de definir y comprender para un aprendiente de lengua, pero más fácil de identificar si se le asocia a la imagen de los famosos relojes derretidos del artista. Si pensamos en las imágenes como forma de expresión comunicativa y transmisora de conocimiento, éstas se convierten no solo en mensaje comunicativo, sino en transmisoras de emoción, lenguaje universalmente conocido que podemos aprovechar dentro del aprendizaje de una L2. De esta forma, las imágenes se convierten en una forma de lenguaje. En particular, una imagen es un concepto fácil de identificar e interpretar, que de forma sintética puede englobar muchos datos y vincularse con información concreta asociada a emociones o vínculos afectivos, acercándonos así, a interpretaciones y aspectos del pensamiento más abstractos (Castañeda y Briz 2004: 7-11). Cuando desarrollamos estos conceptos abstractos o difíciles de identificar, a través de imágenes podemos recordarlos más fácilmente, por este motivo su aplicación pedagógica en el aula puede resultar de gran ayuda. 3.4. El lenguaje visual y la percepción El lenguaje visual es una herramienta de creación de conocimiento que, aunque no tenga una gramática tan estructurada y reglada como la del lenguaje escrito, dispone de sus herramientas de configuración (tamaño, forma, color, iluminación, textura) y de sus herramientas de organización (la composición) (Acaso y Megías, 2017: 27). Por lo tanto, las imágenes tienen 22 consecuencias, son símbolos que nos traspasan a diario, e incluso, pueden producir cambios en nuestra manera de entender la vida y de vivirla. Si concebimos las imágenes como lenguaje y fuente de información, podrían ser aprovechadas para estructurar conexiones en un discurso. Por ejemplo, las particularidades gramaticales de una lengua podrían asociarse a una forma representativa, figurativa o aspecto visual, para crear un camino de conexión a través del cual recordar mejor, conceptos gramaticales, como el ejemplo dado anteriormente de los relojes y la percepción del tiempo. Jugando con la perspectiva y la percepción, la siguiente imagen ilustra de manera sintética, cómo podemos enlazar imagen con gramática. Conceptualización y representación en la gramática para ELE, Alejandro Castañeda, 2009. Castañeda (2004: 7-11) ejemplifica cómo la percepción del significado gramatical está relacionada con su representación visual. La elección de una figura frente a otra dentro de un mismo contexto te hace focalizar tu atención a esa situación, y esta elección de sujeto te hace subordinar al resto. Esta percepción de la realidad puede ser más evidente cuando vemos una imagen física, pero cuando hablamos, utilizamos otro lenguaje y también generamos 23 imágenes mentales, más abstractas, pero que representan una imagen clara de nuestra percepción de la realidad. Por ejemplo, si pensamos en la frase; El jarrón se rompió, focalizamos nuestra atención en dicho jarrón y en el cambio de estado que experimenta, sin reconocer la fuerza exterior que ha provocado que esto suceda, el jarrón se ha roto y solo imaginamos un jarrón hecho añicos. Sin embargo, si decimos; Han roto el jarrón, ponemos el foco en otro punto, imaginando que probablemente alguien haya sido el propulsor de dicho acto, en este caso imaginamos a alguien rompiendo dicho jarrón. La situación puede ser la misma, (un jarrón roto) pero la figura principal y el fondo son distintos, el efecto representacional entre lo visual y lo gramatical es equivalente. Se crea así un paralelismo entre la iconicidad de una imagen y la percepción gramatical genérica que tenemos de ella (Castañeda 2004: 7-11). Cada imagen consta de una forma específica determinada por sus límites; centrándonos más específicamente en una imagen artística, si miramos la fotografía de una escultura o un cuadro, los límites se determinan primero por la forma rectangular de los bordes del papel, o la pantalla donde la estamos viendo y por otro, los propios límites de la obra de arte, de hecho, las formas tal y como se presentan, se influyen entre sí. (Arnheim 2011: 60). No percibimos ni entendemos del mismo modo una escultura proyectada en una pantalla, que vista en un pequeño recuadro de un libro, rodeada de otras muchas imágenes. Digamos que no solo el hecho de presentar una imagen influye, también lo hace cómo la presentamos. En rigor, la imagen viene determinada por la totalidad de experiencias visuales que hemos tenido de ese objeto con anterioridad, es decir, toda experiencia visual que experimentamos se encuentra dentro de un contexto, un espacio y un tiempo y del mismo modo que todo lo que rodea un objeto modifica su significado, también lo hace el individuo que mira y las experiencias que ha tenido en su vida (Arnheim 2011: 62). 24 Como se mencionaba, la interacción de la persona que ve la imagen influye en cómo la entiende, pero la interacción de la forma del objeto con la presentación puede ser incluso más importante. En la siguiente imagen (A), vemos cuatro objetos sucesivos a, b, c y d, si en primer lugar viésemos tan solo el objeto d, y los demás estuviesen ocultos, podríamos pensar que puede ser un triángulo y una línea, o imaginar alguna otra cosa. Pero si vemos los cuatro objetos juntos y seguidos en este orden, debido al contexto, probablemente veremos una especie de animación, una sucesión sencilla en el que un cuadrado poco a poco se va escondiendo detrás de una pared. Existe una forma estructural en estas imágenes que hace que veamos que un dibujo sigue al otro, contando una especie de historia imaginaria. A) Arte y percepción visual, Rudolf Arnheim 2011 De una forma parecida, si presentamos una sola imagen y añadimos lenguaje, la comprensión de esa imagen puede cambiar de inmediato, por ejemplo, si presentamos la siguiente imagen (B) y se nos dice que es el cuello de una jirafa vista desde una ventana, ya solo podemos imaginar esa jirafa. “La descripción verbal despierta un vestigio de memoria visual que se asemeja lo bastante al dibujo como para establecer contacto con él” (Arnheim 2011: 64). 25 B) Arte y percepción visual, Rudolf Arnheim 2011 De hecho, podemos aprovechar esto, jugar con la imagen, y sacarle provecho en la clase de lengua, siendo nuestro grupo, característicamente creativo, podríamos transformar la imagen, modificarla, arrugarla, cortarla o girarla y la imagen puede convertirse en otra cosa, darle otros significados y buscar nuevas formas de lenguaje concreto para determinar una forma desconocida, y a partir de una imagen en principio abstracta sacar conclusiones determinantes en nuestro imaginario. Además de una jirafa en una ventana, la imagen puede convertirse en otras muchas cosas, por ejemplo, un río, una carretera u otras muchas cosas. Cada individuo, hará una serie de asociaciones dependiendo de su memoria visual y también de cómo presentamos la imagen en el aula. De este modo además de practicar una L2 en una actividad concreta, se fomenta la creatividad e imaginación de cada alumno, abriendo caminos de exploración y del mismo modo asimilando y aprendiendo mejor la lengua. Otros estudios ponen en relieve que la percepción y reproducción posterior de una misma forma simple es diferente en cada persona, eso evidencia no solo la creatividad e impronta personal de cada persona en la forma que traza un dibujo o reproduce verbalmente una idea, sino también en la memoria visual que tiene de ese objeto, a qué le recuerda, qué objetos hay alrededor cuando lo ha visto y otras muchas variantes que determinan la forma en que cada individuo percibe de diferente manera cada forma, objeto o imagen. Los 26 vestigios de los objetos que conocemos permanecen en nuestra memoria, por lo tanto, esto repercute en cómo entendemos las imágenes que vemos. Toda esta teoría la respalda la psicología de la Gestalt, movimiento nacido en Alemaniaen el siglo XX, que considera la percepción como el proceso fundamental de la actividad mental, esto supone, que las demás actividades psicológicas como el aprendizaje, la memoria o el pensamiento, entre otros, dependen del adecuado funcionamiento del proceso de organización perceptual. Define que la mente se configura según nuestros canales sensoriales y nuestra memoria. Esta teoría define; “El todo es más que la suma de sus partes”. (Oviedo 2004: 89) Teniendo estos conceptos presentes, podemos jugar con las imágenes y utilizarlas en una infinidad de formas, focalizándonos en trabajar aspectos del lenguaje. A continuación, se ejemplifica a través de un ejercicio, cómo se puede utilizar una imagen artística para trabajar aspectos lingüísticos. Por ejemplo; podemos presentar en primer lugar el detalle de una fotografía (C), la cual no se ve en su totalidad, tan solo presentamos una pequeña parte recortada de dicha imagen, podría ser en este caso, el detalle de una fuente (la fuente de La Cibeles de Madrid). Si se presenta como primera parte a observar del ejercicio este detalle de la obra artística y no otro, cada persona sacará unas conclusiones determinadas de dicha imagen. C) © Ouka Leele, VEGAP, Madrid, 2019 27 Como profesores, tendremos que hacer las preguntas idóneas y guiar al alumno hacia los objetivos que nos propongamos, realizando una sucesión de ejercicios concretos, que tengan una finalidad específica. De este modo, podremos hacer ver otros puntos de vista y a generar ideas propias, además de aprender la lengua en el proceso. Se trata de entender el arte como una herramienta desde donde generar conocimiento sobre cualquier tema (Acaso y Megías 2017: 141). Volviendo al ejemplo de esta primera imagen (C), dentro de una sucesión, podemos comenzar a trabajar ciertos aspectos más genéricos, como realizar definiciones sencillas, preguntar sobre su ubicación, sobre su forma o color, o sobre su historia. Se puede continuar trabajando otros muchos rasgos característicos que esta imagen en concreto tiene escondidas detrás, como la forma de trabajar de la autora, su técnica e intención al producir sus obras, o incluso algún movimiento social madrileño, en el que la autora se nutrió para crear, como la movida madrileña. Posteriormente y tras introducir el tema con el detalle de esta imagen, la podemos ampliar (D) y seguir trabajando otros contenidos. Lo importante en la presentación en este formato inicial y la ampliación posterior de la fotografía, hace que la apreciación sea mucho más minuciosa, la carga de matices, detalles y contenido emocional, que se convierte en una carga emotiva mucho más amplia que si presentamos la obra en su totalidad desde el inicio, dotándola así, de mucho más valor. 28 D) © Ouka Leele, VEGAP, Madrid, 2019 Si poco a poco esta fotografía la vamos alejando (E), acabará convirtiéndose en otra cosa totalmente diferente y puede ser que hasta inesperada. Se pueden presentar varias imágenes diferentes a partir de una misma fotografía y a partir de cada una de las imágenes presentadas, trabajar diferentes aspectos lingüísticos, ya que esta obra contiene gran potencial representativo, sociocultural e histórico. E) © Ouka Leele, VEGAP, Madrid, 2019 Este ejercicio se puede realizar en clase, tanto de forma sencilla, como en un formato más elaborado y además de presentar diferentes dimensiones de representación y perspectiva, introducir una artista y fotógrafa importante española Ouka Leele, que juega con diferentes aspectos creativos como la poesía, la pintura, el color o la fotografía analógica. Aspectos creativos y socioculturales que pueden hacer que el alumno se involucre de forma emotiva y por lo tanto mejore su proceso de aprendizaje. (Acaso 2016: 174) 29 Es nuestro trabajo como docentes decidir qué imágenes seleccionamos para llevar a clase y, puede llegar a ser definitorio, ya que a través de esta elección creamos un discurso y un contenido específico diferente al usual. En el aula convencional, con frecuencia nos encontramos que, de toda la información que se trabaja, tan solo alrededor del 20%, fomenta el aprendizaje a través de lo visual. Mientras que otras disciplinas, sí predomina el uso de la imagen, como transmisora de conocimiento, frecuentemente relacionados con las artes visuales (clase de arte o plástica). (Acaso 2016: 159) 30 4. EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE LAS EMOCIONES El siguiente capítulo cumple la función de tercera parte del marco teórico. Dada la información que se ha investigado en los anteriores capítulos, se ha llegado a la conclusión de que la imagen equivale a otra forma de lenguaje, y, que engloba de forma sintética conceptos amplios asociados a vínculos afectivos. Esta actividad está ligada directamente a las emociones que sentimos al ver dicha imagen, por ende, en el presente capítulo, se comenzará definiendo el término “emoción” y la relación que tiene dentro del discurso. Después, veremos cómo interactúa el ser humano dentro del lenguaje dinámico, y, cómo el estado de ánimo de cada persona condiciona su forma de expresarse. Reflejando de este modo que, al transmitir un mensaje en una interacción, reflejamos un determinado aspecto emocional. A través de los distintos sistemas de análisis y evaluación que utilizamos en cada preciso momento, nos llevan a expresarnos de determinada manera y las emociones juegan un papel esencial en este proceso. La personalidad y forma de aprendizaje de cada alumno afectará en el aula y en su modo de aprender, para que el aprendizaje sea efectivo el docente deberá tener en cuenta cual es la forma en las que los alumnos aprenden y se expresan, según todos los condicionantes que engloba cada individuo (componente sociocultural, personalidad y percepción individual) en definitiva, tener empatía para poder otorgarle las herramientas necesarias, que le hagan conseguir expresarse con mayor facilidad y ser autónomo. 4.1. Presentación 31 Cuando nos comunicamos, utilizamos el lenguaje (ya sea oral, visual o de otra índole) y transmitimos un mensaje, a través del cual además del mensaje explícito, se infieren muchos más significados. Aquí entran en juego una parte fundamental, que son las emociones (cómo las entendemos y cómo las expresamos). La función emotiva en la expresión se compone con numerosas variables, y cuando interactuamos, construimos un proceso dinámico entre el lenguaje y el aspecto emocional (Alba-Juez y Mackenzie 2019: 16). A un nivel léxico, las palabras no tienen solo una definición conceptual, sino que también tienen un significado evaluativo y expresivo. Según Alba-Juez y Mackenzie (2014: 5), los lingüistas cognitivos ven la emoción como un sistema cognitivo de conocimiento que interactúa con el lenguaje. La tendencia en la lingüística funcional sistémica no ha sido estudiar o definir la emoción en sí misma, sino interpretarla como un subsistema del lenguaje que está completamente unido y dependiente de los sistemas de evaluación en nuestra mente. Por lo tanto, esto refleja que el lenguaje está ligado inevitablemente a las emociones. Acudiendo a la definición que nos brinda el Diccionario de la Lengua Española (DLE), emoción es una ‘alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática’. En relación con la emoción y la expresión de las emociones, queda en evidencia según esta definición, que el carácter de las emociones va relacionado con el afecto y la intensidad de los sentimientos, lo cual reflejamos inevitablemente al expresarnos. (Alba-Juez y Mackenzie 2019:16) Tal y como mencionan Arnold y Brown (2000: 256), Damásio (1996: 145) distingue entre los términos emociones, como los cambios de estado corporal y los sentimientos, como las percepciones a estos cambios. Según estos estudios, las emociones se integran en el proceso de planificación, evaluación y ejecución en la toma de decisiones. Este neurocientífico afirma que,el 32 estudio de las emociones ha sido descuidado por la ciencia a pesar de la presencia de estas, en todos los aspectos de la vida humana e insiste en la necesidad de considerar las emociones como instrumentos para fomentar la cultura, ya que afectan al entero intelecto en torno el cual giran nuestras vidas. Tal y como describen estos estudios de la expresión de emoción en el discurso, se evidencia que, dentro del lenguaje dinámico, está inmerso un subsistema emotivo que guía al hablante o escritor para expresarse y que permite en cualquier nivel lingüístico envolver diversas actitudes en el discurso. (Alba-Juez y Mackenzie 2019: 4). La mayor parte de las definiciones provenientes del cognitivismo y la lingüística funcional, u otras áreas como la psicología, ven una clara implícita y explícita forma común. 4.2. Cómo nos expresamos El ser humano, como ser consciente, es capaz de controlar en cierto modo la manera que tiene para expresarse, es capaz de formular un discurso y transmitir un mensaje con claridad, pero ¿son acaso las palabras la clave para nuestra comunicación efectiva? Tal y como estudia la comunicación no verbal y la pragmática, nuestro discurso consciente, no equivale al total de nuestro mensaje. Podemos estructurar un discurso, o tener cierta intencionalidad en nuestra forma de expresarnos, pero aparte de esto, siempre transmitimos algo más de lo que creemos. Contextualmente nuestra conducta está ligada a la emoción, estado de ánimo o actitud, condicionando nuestra forma de comunicarnos (Arnold y Brown 2000: 256). A menudo, comunicar se define como, manifestar o hacer saber algo al emisor y al receptor. Asociándose a la transmisión de señales mediante la transmisión de información por medio de un código (DLE 2020). Pero esta definición, resulta escasa porque, aparte de transmitir información como finalidad comunicativa, frecuentemente nuestras interacciones no tienen intención de solo intercambiar información, sino que tiene otras muchas funciones, como, 33 por ejemplo, mantener relaciones sociales (Alba-Juez y Mackenzie 2019). El hecho de usar un código ya sea lingüístico, visual o de otro tipo, no se convierte en requisito necesario para comunicarnos con éxito, ya que con mayor frecuencia de la que podemos imaginar, entendemos el mensaje a través de la inferencia y no de la comprensión explícita del código lingüístico. “En consecuencia, la transmisión de información es simplemente una más de las finalidades de la comunicación humana, pero no la única y tampoco la más importante” (Escandell 2008: 180). Tal y como afirmaba Watzlawick (2014), no podemos no comunicar, “We can not communicate”, de hecho, no es posible comunicar y no transmitir sentimientos. Cuando hablamos, comunicamos más que las palabras que decimos y equiparando este pensamiento al campo creativo, cuando un artista crea, comunica y transmite algo más que su obra, un poema es algo más que una sucesión de palabras con significado y un cuadro abstracto es algo más que un montón de colores aleatorios en un lienzo. Toda forma creativa alberga muchos significados detrás (emocionales, socioculturales, filosóficos etc.) A menudo trazamos un dibujo en la arena o escribimos nuestro nombre en algún lugar. Es interesante analizar estas formas de expresión, y ver, que a pesar de tener una intencionalidad clara o no, cuando nos expresamos, lo hagamos de forma consciente o inconsciente, transmitimos información implícita, ¿qué dice de nosotros el tipo de letra que utilizamos al escribir?, o ¿qué tipo de trazos hemos hecho al hacer estas líneas en la arena? ¿qué dice de mí mi propia firma? Todo esto forma parte de la comunicación no verbal, y se estudia para comprender mejor el modo en el que nos expresamos. Por ejemplo, la grafología, acudiendo al DLE, es; “Arte que pretende averiguar, por las particularidades de la letra, cualidades psicológicas de quien la escribe.” estudia cómo la forma en la que escribimos es un signo de nuestra personalidad y refleja nuestro estado anímico, enseñándonos cómo a través de un esquema de trazos y funciones neurofisiológicas correspondientes, evidenciamos un aspecto psicológico de nuestra personalidad. Tanto escribir a 34 mano, como otras formas de expresión, albergan parte de nuestra personalidad y por supuesto reflejan nuestras emociones. 4.3. Personalidad y emociones El objetivo del presente apartado es describir el concepto de personalidad, así como diferentes cuestionamientos sobre el mismo, partiendo de varias preguntas, ¿Qué es la personalidad? ¿Cómo nos afecta cuando nos comunicamos en una L2? ¿Puede convertirse en una dificultad en el aula o en una ventaja? Todas estas dimensiones de la personalidad son factores a tener en cuenta en el aula, ya que son estos rasgos individuales a partir de los cuales los alumnos toman sus decisiones y escogen sus preferencias. El proceso de aprendizaje de una segunda lengua se ve muy influido por los rasgos individuales de la personalidad del alumno, destacando que las diversas emociones se encuentran enlazadas y estrechamente ligadas unas con otras (Arnold y Brown 2000: 263). El estudio de los rasgos de la personalidad humana comenzó definiéndose a través de las capacidades que se creían que nos distinguían de los animales, con el tiempo se llegó a referirse más a las características propias del ser individual, entendiendo esta individualidad como roles y posiciones que cada persona adopta en la vida. Actualmente, la perspectiva psicológica de la personalidad humana se refiere a aquellas diferencias psicológicas que nos definen como personas únicas, quedando fuera del dominio intelectual y más que estados transitorios, son patrones relativamente amplios de la forma de ser de cada individuo. Estos patrones son los rasgos particulares que constituyen nuestra personalidad, formando maneras características de comportamiento. (Oznska-Ponikwia: 2018: 2) 35 Tal y como Katarzyna Ozanska-Ponikwia (2018) ha demostrado a través de la técnica estadística del análisis factorial, existen una gran cantidad de rasgos que podrían usarse para describir la personalidad y que hay grupos particulares de rasgos que se correlacionan de manera confiable entre sí formando cinco factores generales. A través de un modelo estructurado que mide las principales diferencias individuales en la personalidad, llamado “Big Five”, modelo actualmente más dominante. Estos cinco factores representan las cinco formas fundamentales a través de las cuales la personalidad de cada persona varía, serían: - extraversión vs introversión - amabilidad vs hostilidad - conciencia vs falta de dirección - neuroticismo vs estabilidad emocional - apertura a la experiencia vs no apertura a la experiencia. Estas diferenciaciones son conceptos bastante amplios, lo remarcable en esta investigación es que la emocionalidad comprende las siguientes facetas: empatía, percepción de emociones, expresión de emociones y relaciones interpersonales. Entrando en juego el factor de sociabilidad, inteligencia emocional, asertividad y conciencia social (Oznska-Ponikwia: 2018: 3). La personalidad de cada alumno, por lo tanto, también será un condicionante en el aprendizaje de una L2, del mismo modo que lo es el factor sociocultural de esa persona y su percepción individual. 4.4. Cómo se manifiestan e interpretan las emociones Como se ha mencionado, la función emotiva se compone con numerosas variables, y cuando interactuamos construimos un proceso dinámico entre el lenguaje y el aspecto emocional. (Alba-Juez y Mackenzie 2019: 16). 36 El componente afectivo de las palabras influye en los aspectos más tempranos del procesamiento del lenguaje, midiendo cuán profundamente se procesa el significado, también se observa que las asociaciones emocionales atribuidas a la mayoría de las palabras en un grupo social o cultura determinados tienden a ser las mismas para diferentes personas. Alba-Juez y Mackenzie(2019: 7), evidencian en su estudio de Emotion in discurse, que, tal y como observa Foolen (2016); Las asociaciones emocionales atribuidas a la mayoría de las palabras en un determinado grupo social o cultura tienden a ser las mismas para diferentes personas: por ejemplo, las palabras cáncer o asesinato normalmente tienen una connotación negativa, y en ese sentido se puede decir que esta asociación es "objetiva ", dado el consenso entre los hablantes al respecto. Sin embargo, puede no coincidir con el sentimiento general de los demás integrantes de su sistema de discurso, comunidad o cultura. Por ejemplo, el número 13 está asociado con la mala suerte, pero hay algunas personas que, por el contrario, lo asocian con la buena suerte como resultado de sus experiencias pasadas positivas con este número. Afirmando que las asociaciones emocionales que se hacen de las palabras varían según nuestro desarrollo sociocultural, experiencias individuales y la personalidad de cada individuo. Respecto a estas asociaciones, Abad describe; Es muy difícil separar una palabra de las emociones que provoca. Como si la voz y la emoción estuvieran atadas sin remedio. Es una especie de estímulo-respuesta del perro de Pavlov. (Abad, 2021) Como transmisoras de información, las palabras están ligadas a las emociones, y, del mismo modo que estamos condicionados cuando articulamos palabras para expresarnos, un artista, que, para expresarse, crea una obra pictórica, genera otra forma de lenguaje, que del mismo modo, estará ligada a ciertas emociones. Además, también le atraviesa transversalmente la cultura a la que pertenece, llevándolo a utilizar una serie de códigos y estructuras determinadas que estarán ligados a la cultura en la que se haya desarrollado. Por lo tanto, y a pesar de la ambigüedad de la comprensión de una obra artística, hay una serie 37 de variables o implicaciones emocionales que nos afectan como grupo social genérico y, por ende, una imagen artística también está condicionada por la emoción y la cultura de su creador/a (Arnold y Brown 2000: 274). A un nivel semántico, y debido a su carácter abstracto, las emociones a menudo se conceptualizan en forma de metáforas, por lo que no es raro encontrar metáforas con fuerte carácter emocional, lo mismo pasa con el simbolismo de las imágenes artísticas, tienen una gran carga emocional. Dado su carácter subjetivo, tanto nuestra forma de expresión como de interpretación se enfoca como fenómeno pragmático (Alba-Juez y Mackenzie 2019). Un análisis emotivo de un poema o de cualquier otra forma de expresión artística, tendría tantas interpretaciones, como personas lo analicen. Respecto al análisis emotivo de una imagen pictórica y la diferencia de comprender un texto de forma analítica, Acaso (2012) afirma: Si la gramática está conformada por los estudios sintácticos y semánticos, y estos marcan una forma correcta o incorrecta de usar el lenguaje verbal, la imagen corre otra suerte. La gramática visual no alcanza a plasmar una normativa tan sujeta a un código como el de la lengua. […] La amplitud de posibilidades de lo visual sobrepasa a lo específico del conocimiento de un idioma para comprender un texto verbal; así una pintura que representa icónicamente una escena campestre no necesita traducción, como es el caso de un texto verbal cuando pasa de un idioma a otro. (Acaso 2012: 47-48) Cuando consciente o inconscientemente analizamos y evaluamos una imagen, un texto, o discurso dado, tratamos de comprender las emociones codificadas inmersas en él, ya que, si no lo hiciésemos, se trataría tan sólo de una sucesión de palabras sin ningún valor (en el caso de la imagen, una sucesión de colores y formas). Sería como tratar de enseñar un poema, a través de la traducción literal de las palabras, lo cual no llevaría a su comprensión, su fuerte carácter metafórico, hace que tenga una cantidad de posibles variables interpretativas ilimitada. 38 4.5. La conexión entre lo visual y lo emocional Cuando conducimos, nos guiamos por imágenes planas en señales de tráfico, cuando paseamos por la calle, las imágenes constantemente son utilizadas para vendernos productos e incluso para votar a nuestros gobernantes, se trata de marketing y las imágenes son la principal arma, las imágenes nos traspasan y nos hacen sentir. Otros profesionales de la imagen son los artistas, que trabajan con las mismas herramientas, pero con distintos intereses. (Acaso 2016: 157). La conexión entre imágenes y sentimientos es innegable, en la actualidad las imágenes nos bombardean, cotidianamente vemos multitud de imágenes que almacenamos y nos afectan inconscientemente. Las imágenes no sólo relatan o enuncian discursos, sino que las imágenes hacen: hacen que nos sintamos mal, que vayamos al gimnasio, que nos enfademos, nos hacen odiar, gritar y nos hacen comprar. Las imágenes por lo tanto tienen consecuencias; no solo ilustran, decoran o adornan: las imágenes nos traspasan. (Acaso y Megías 2017: 51) Muchos autores han analizado cómo las imágenes se relacionan con factores cognitivos en nuestra mente y nuestro proceso de razonamiento. Este binomio imagen-pensamiento ha sido históricamente objeto de estudio, ejemplo de ello es Pablo Picasso, el cual afirmaba que no le interesaba pintar lo que veía, sino lo que pensaba de lo que veía, nos hace reflexionar sobre la importancia de las imágenes en nuestra capacidad de percepción visual y su posterior reproducción creativa. (Hsiao y Vieco 2018: 4). Esto nos lleva a pensar en el potencial que puedan tener algunas de las imágenes creadas por artistas visuales contemporáneos, para ayudar al aprendiente de una L2 a reflexionar y a expresarse. Como se mencionaba anteriormente (apartado 3.3. Lingüística cognitiva y su asociación con las imágenes), cuando se aprende un concepto nuevo y se asocia a una imagen determinada, se crea una conexión entre las emociones que suscita esa 39 imagen y los conceptos nuevos, creando un aprendizaje eficaz y posiblemente más duradero. Las imágenes cohesionan e integran diversos elementos de forma sintética de forma que hacen comprender un concepto con mayor facilidad, vinculan la información a aspectos emocionales o afectivos otorgando viveza e intensidad (Castañeda y Briz 2004: 14). Siendo relevante, como se ha mencionado también en los anteriores capítulos, la información previa que tenemos ya almacenada (asociación y percepción del objeto de la imagen), nuestra experiencia vital, los rasgos de nuestra personalidad o nuestra educación previa. (Arnheim 2011: 63) Las imágenes se interrelacionan con la afectividad, y, cuando en la educación entran en juego las emociones, se refuerza el aprendizaje, haciendo una conexión entre la lengua que se está aprendiendo con la dimensión afectiva del alumno. “Se aprende mejor lo que atrae su atención puesto que las emociones le obligan a prestar atención automáticamente” (Arnold y Brown 2000: 271). Una imagen sirve como un input, actúa en la mente como visualización de una dimensión emocional difícil de identificar con palabras. Constantemente de manera inconsciente o incluso consciente, generamos mapas mentales, imágenes o esquemas que nos ayudan de forma visual a almacenar mejor en la memoria (Hsiao y Vieco 2018: 3). 4.6. Cómo explotar las imágenes en ELE Si hemos definido que el aprendiente de lenguas actúa como agente social, hablante intercultural y aprendiente autónomo en la sociedad, significa que es una persona activa en una cultura, capaz de integrar y utilizar el lenguaje en ambientes en los que se utiliza dicha lengua. Al adquirir estas competencias a través de imágenes, estaremos hablando de una especie de alfabetización visual, de enseñar a mirar, de apreciar y percibir las imágenes con una perspectiva crítica, capaz de traspasar barreras mentales y culturales. 40 Y capaz, por lo tanto, de utilizar el lenguaje visual como forma de aprendizaje dentro del aula (Acasoy Megías 2017). Si constantemente, la sociedad utiliza imágenes como vehículos para enviarnos mensajes, y, utiliza para ello varios lenguajes a la vez (música, vídeos, fotografías, iluminación, olor etc.), “¿Cómo es posible que en el aula sigamos trabajando con un único lenguaje, o a lo sumo con el lenguaje oral y el escrito?” (Acaso 2016: 155). Lo que ve el alumno en una imagen, puede convertirse en motor para la expresión en la clase de ELE (Huertas y Abad 2013: 34). Las imágenes poseen una gran cantidad de información y pueden ser utilizadas para conceptualizar y representar funciones gramaticales. Se pretende utilizar estas imágenes para que el estudiante se acerque a la cultura de la lengua meta. No utilizando en este proceso, cualquier tipo de imágenes, sino aquellas que tengan un sentido cultural y práctico para mostrar los conceptos con los que trabajaremos. Entendiendo la educación como un enfrentamiento con lo desconocido, utilizando imágenes que no sean mero apoyo visual casi decorativo en un manual, sino útil y necesario dentro de las propias actividades (Castañeda 2009). Se pueden tratar temas estandarizados o no, como los ejemplos que se dieron a lo largo de este trabajo, utilizando un tema recurrente como es el calentamiento global para hablar sobre el arte efímero y la performance o utilizar una fotografía de una artista nacional para hablar sobre una ciudad o un movimiento sociocultural, dentro de otras muchas posibilidades. A través de críticas de arte, experiencias personales de los alumnos en exposiciones, galerías o incluso en la calle opinando sobre arte callejero, descripciones biográficas, reflexiones sobre temas históricos y su representación en las artes, debates, comparaciones entre los distintos puntos de vista de artistas o exponiendo temas y creaciones diversas, entre otras muchas más opciones. Planteando todo esto mientras se tratan temas de interés para los alumnos, como pueden ser; el tatuaje, la moda, la arquitectura 41 o el diseño y de este modo exprimir temas interesantes, de actualidad y con un fuerte valor cultural. El mundo artístico y su potencial visual puede ser fundamental para aprender a mirar el mundo que nos rodea y podemos aprovecharlo en el aula, desarrollando una visión crítica y exprimiendo la transformación que las imágenes tienen en nuestra mente. Tal y como las palabras tienen el poder de transformar, las imágenes lo tienen del mismo modo. “La vivencia del alumno ante la imagen de la obra de arte es auténtica, y se produce realmente en el aula y en ese preciso momento.” (Huertas y Abad 2013: 34) Cuando hablamos de aprendizaje de un nuevo idioma, como se ha revelado, el uso de las imágenes desempeña un papel importante, puede ayudar a desarrollar las distintas destrezas y competencias lingüísticas y todo el proceso de aprendizaje que esto conlleva. Frecuentemente, las imágenes han sido utilizadas como apoyo ilustrativo en textos, con un papel relativamente secundario, pero siempre en incremento, se han ido incluyendo cada vez más las imágenes, no solo como soporte decorativo sino con un papel más principal dentro de los manuales. (Hisao y Vieco 2018: 1). Predominando, tradicionalmente, la lengua escrita y el uso de la gramática como forma de aprendizaje de la lengua, impulsando las habilidades de escucha, escritura, lectura y habla, promovido por unas guías gramaticales. Dejando de lado la importancia del carácter visual y las posibilidades de lo ilustrativo. Tal y como ilustran Hsiao y Vieco (2018: 1-4) en su investigación de las imágenes en los manuales de Bitácora Nueva Edición 1 (A1), 2 (A2) y 3 (B1), las imágenes contienen un valor comunicativo, afectivo, emocional y cultural. Estas investigadoras analizan y muestran cómo el soporte visual de las imágenes interfiere directamente en el proceso de aprendizaje del alumnado y no solo eso, sino que van más allá de su mero uso lingüístico, promoviendo el valor afectivo-emocional y contribuyendo a la concienciación intercultural del aprendiz 42 A través de la estimulación de la imaginación y la creatividad se pueden desarrollar las diferentes destrezas y competencias. Sánchez (2009) brinda algunos ejemplos para la utilización de las imágenes, con el fin de desarrollar destrezas orales o escritas; - Ampliación de la imagen: observando la imagen espacial, temporal, social o comunicativamente, formulando hipótesis y deduciendo aspectos y posibilidades de dicha imagen. - Manipulación de la imagen: cortar, arrugar, mirar desde perspectivas diferentes, completar, redistribuir una secuencia etc. Provocar expectación y mantener el interés sobre ella para crear un ambiente participativo. - Interpretar o valorar la imagen por sí misma: sin manipular la imagen, se trabaja el valor expresivo. La subjetividad del arte, las diferentes corrientes artísticas, las etapas vitales de un artista, o las percepciones de que o no una obra de arte, puede llevar a muchas opiniones. Estas investigaciones y ejemplos nos muestran cómo hay diferentes posibilidades en la utilización de las imágenes como forma comunicativa, y contribuyen a reforzar el planteamiento inicial del arte visual como posible herramienta a través de la cual, profundizar en aspectos humanos difíciles de expresar lingüísticamente. Utilizando el arte en este sentido como vehículo con el cual indagar en aspectos intelectuales, sociales y emocionales, con la finalidad de aprender a utilizar una L2 en este proceso. 43 5. PROPUESTA DIDÁCTICA El siguiente capítulo se llevará a cabo a partir de las argumentaciones y parámetros sobre los cuales se ha sustentado el trabajo, para llegar a una secuenciación didáctica, intentando en todo momento darle un sentido coherente dada la investigación teórica realizada. Así, se planteará una contextualización y se hablará del enfoque y metodología idóneos con los cuales llevar a cabo este tipo de actividades y proponer algunas pautas de actuación que puedan ser de utilidad para docentes con interés en introducir contenidos de arte contemporáneo en sus clases. Partiendo de la justificación planteada a lo largo de este trabajo, las actividades que se podrían hacer son amplias, ya que esta investigación intenta abrir una puerta a la enseñanza del arte en la clase ELE, por lo tanto, están abiertas a un desarrollo abierto a interpretaciones y adaptable según la motivación e intereses del grupo y el docente. Las actividades prácticas finales se encuentran en el apartado 6. Anexos, donde se podrán ver ejemplificadas, unas actividades centradas en contenidos dirigidos a unos alumnos con un nivel de lengua A2.2 y algunas prioridades a tener en cuenta. 5.1. Contextualización Durante el aprendizaje se atraviesan varias fases hasta la producción automática de la gramática, satisfaciendo así objetivos concretos. Curiosamente y a pesar de la naturaleza heterogénea de cada individuo, existe una universalidad en el proceso de aprendizaje, así como en el proceso de elaboración de una respuesta creativa, en el cual atravesamos necesariamente por diversas fases y utilizamos para ello la combinación de diferentes 44 capacidades, es este proceso que nos permite crear como individuos ideas únicas basadas en conceptos ya existentes (De Bono 1994). Dentro de este proceso, en el aprendizaje de una L2, entran en juego diferentes variantes, ya que el aprendiente, puede entrar dentro de determinadas generalizaciones de su contexto específico, pero no deja de aportar su impronta y su procedimiento de automatización personal único, pudiendo aportar construcciones y asociaciones diversas sobre un mismo significado. Por ejemplo, un alumno italiano con un nivel A2 (generalmente), no expondrá verbalmente su opinión sobre el movimiento artístico del Renacimiento, del mismo modo que lo hará un alumno japonés del mismo nivel. Cada uno, debido a su contexto y cultura de origen, aportarán un significado y unos valores característicos,
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