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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/254955141 Un Modelo Descriptivo de la Geografà a del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México Article in Journal of Latin American Geography · June 2009 DOI: 10.1353/lag.0.0035 CITATIONS 25 READS 1,761 1 author: Carlos Vilalta Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) 116 PUBLICATIONS 1,258 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Carlos Vilalta on 28 May 2014. 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Incluye una revisión de estudios previos en geografía del crimen y una descripción de la variación espacial en la composición social de la metrópolis. La prueba del modelo ofrece resul- tados coincidentes, divergentes y/o novedosos a los hallazgos en estudios previos. A la par, el modelo ofrece resultados diferentes cuando se aplica al distrito federal y al área conurbada de la metrópolis, lo que sugiere la presencia de un patrón de heterogeneidad espacial para este tipo de delito y de explicaciones contextuales ad-hoc al interior de la metrópolis. Palabras clave: robo, ecología humana, análisis espacial, México Abstract This study provides an empirical and correlation test of a descriptive model on the geog- raphy of robbery in the Mexico Valley Metropolitan Zone (ZMVM). It includes a review of previous studies in crime geography and a description of the spatial variation of the social composition of the metropolis. The test of the model offers either same, different, and/or new findings to the previous studies. Also, the model provides different results when applied to the federal district and conurbated area sections of the metropolis, thus suggesting a pattern of spatial heterogeneity for this type of crime and the presence of ad-hoc contextual explanations for each section of the metropolis. Keywords: robbery, human ecology, spatial analysis, Mexico Un modelo descriptivo de la geografía del robo Se ha sabido por largo tiempo que el crimen no es un fenómeno geográficamente aleatorio sino que se tiende a concentrar en lugares específicos. Sus patrones geográficos se han podido asociar estadísticamente a las condiciones estructurales y la composición social de las diferentes áreas que conforman a las ciudades (Ceccato et al. 2007; Krivo et al. 2007; Sampson 2004 y 1986; Morenoff y Sampson, 1997; Krivo y Peterson 1996; Nelson 1986; Blau y Blau 1982; Singer 1981; Shaw y Mckay 1942; Burgess 1925). Sin embargo, pese a la larga tradición de la disciplina, no se sabe mucho de la geografía del crimen ni de sus componentes sociales y estructurales en las ciudades del mundo en desarrollo (Ceccato et al. 2007).1 A razón de lo anterior, el objetivo de este estudio es conocer el patrón geográfico del delito de robo en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).2 Se diseña y prueba empíricamente un modelo descriptivo que contiene diversos indicadores de 56 Journal of Latin American Geography factores sociales y estructurales reportados en estudios previos en otros países y que se han asociado a la geografía del crimen. El modelo es correlacional y su prueba ofrece resultados coincidentes, divergentes y novedosos a los registrados en la literatura espe- cializada.3 Entre los hallazgos coincidentes y aplicables al delito de robo están (1) su alta concentración espacial, particularmente en el área central o distrito federal frente al área conurbada de la ZMVM; (2) una mayor incidencia de robos en lugares de alta densidad poblacional (Ackerman y Murray 2001; Block y Block 1995), aunque no es la densidad la que se asocia de forma independiente al robo sino por medio de otras variables com- posicionales que explican un mayor flujo de interrelaciones sociales (Ceccato et al. 2003); (3) que también hay una mayor incidencia en áreas con altos niveles de transacciones comerciales (Ceccato et al. 2007); y (4) en donde la estructura familiar es mayormente no-tradicional (Sampson 1986; Felson 1986). Este último resultado es tentativo, correla- cional, y se requiere investigación sobre los mecanismos causales que operan al respecto. Entre los resultados más divergentes y/o novedosos aplicables al delito de robo se en- cuentran (5) una mayor incidencia en aquellos lugares donde los niveles de marginación social son de hecho son menores (Ceccato et al. 2007; Messner y Rosenfeld 1999). Este hallazgo es solamente aplicable al área conurbada de la metrópolis y no al área central. Se unen a estos resultados divergentes, la ausencia de una relación entre robo y (6) su cambio poblacional (Burgess 1925), (7) su proporción de población joven (Cecatto et al 2007), (8) sus niveles de escolaridad y (9) de asistencia escolar, (10) de seguridad social y (11) de ingreso entre sus residentes (Morrison et al 2003; Messner y Rosenfeld 1999). El modelo ofrece resultados diferentes cuando se aplica a distintas áreas de la ZMVM de manera separada. Esto es sugerente de un patrón de heterogeneidad espacial y de explicaciones ad-hoc para cada área de la metrópolis. El modelo descriptivo es útil para resumir relaciones estadísticas y aumentar la precisión en la predicción geográfica del delito de robo, pero no permite por si mismo inferir sobre los delincuentes mismos en cuanto a sus patrones geográficos de movi- miento al interior de la metrópolis. Es decir, los resultados del presente estudio detectan y comentan las características composicionales de los lugares en donde suceden los ro- bos. En consecuencia, la información ofrece insumos para la elaboraciónde políticas de planeación urbana y de seguridad pública locales que busquen disminuir la oportunidad geográfica del crimen. Una conclusión elemental es que es necesario estudiar los patrones geográficos de cada delito y evitar una sobre-generalización sobre la espacialidad de la actividad criminal. La eficacia de actuar estratégicamente se puede ver incrementada por el conocimiento detallado de los patrones geográficos de cada delito y su relación espe- cífica con las características composicionales de los lugares en donde pueden ocurrir. Igualmente a nivel teórico, los resultados pueden ponerse a prueba y extenderse a otras áreas metropolitanas mexicanas o de la región latinoamericana. Además de esta introducción, este artículo está dividido en cuatro partes. La prim- era parte se divide en dos secciones. La primera sección contiene una síntesis de estudios previos sobre geografía del crimen. La segunda sección contiene una descripción de las características estructurales, sociales y el mapeo del robo en la ZMVM. En la segunda parte, se explica la metodología y el modelo descriptivo. En la tercera parte, mostramos los resultados del análisis estadístico. Finalmente, en la cuarta parte realizamos una discusión sobre los resultados y llegamos a varias conclusiones de tipo práctico y teórico importantes. 57Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México Estudios previos en la geografía del crimen y la descripción del caso de estudio Esta parte del estudio está dividida en dos secciones. Primero, mostramos una síntesis de estudios previos sobre la geografía del crimen la cual ilumina la parte de hipótesis y metodología. Segundo, realizamos una descripción breve pero suficiente de las características urbanísticas y de las diferencias composicionales, sociodemográficas y socioeconómicas, entre las diferentes áreas que conforman la (ZMVM). También se presentan mapas del robo y comentamos las diferencias entre cada área. La geografía del crimen es el estudio de la manifestación espacial de los actos criminales (Georges 1978). Esta área de la geografía tiene una larga tradición académica que se remonta al siglo XIX (Lowman 1986).4 Se identifican tres etapas en su desarrollo: la escuela cartográfica del siglo XIX,5 la escuela ecológica de Chicago, y más reciente- mente la precisamente denominada geografía del crimen (Lowman 1986).6 El auge de la geografía del crimen se debe principalmente al nacimiento de la ecología humana en la Universidad de Chicago (Shaw y Mckay 1942; Burgess 1925). Los primeros estudios en ecología humana modelaron el desarrollo de las ciudades de acu- erdo a anillos concéntricos en los cuales la composición social variaba y daba explicación a muchos fenómenos. En relación con el crimen, se observó que el crecimiento rápido de la población en un área de la ciudad aumentaba las tasas de criminalidad en la misma. La explicación que se dio fue la de una desorganización social resultante de ese crecimiento poblacional, y una capacidad decreciente de las instituciones locales para mantener el control. A esta desorganización social también se le asoció con la heterogeneidad étnica y la pobreza de la comunidad (Shaw y Mckay 1942). De ahí que gran parte de los estudios en geografía del crimen hagan referencia a la teoría de la “desorganización social” (Haining y Law 2007; Craglia et al. 2000). Versiones más recientes y desarrolladas de esta teoría sugieren que la desorganización social facilita la ocurrencia de comportamientos violentos en una comunidad por una ausencia de re- des sociales de apoyo –capital social- así como por una incapacidad para mantener el orden -eficacia colectiva- (Sampson 2004; Sampson y Wilson 1995). Hay varios patrones geográficos del crimen que se reportaron en los inicios de la ecología humana y que se siguen registrando en estudios más recientes (Cuadro 1). Dos de ellos son la concentración geográfica del crimen y la tendencia de los criminales a vivir en lugares geográficamente próximos a las víctimas (Van Dijk 1990; Singer 1981; Sutherland 1942).7 También se ha observado que hay lugares que mantienen tasas de criminalidad relativamente estables –o áreas de crimen endémico- por largos periodos de tiempo (Eck y Weisburd 1995). Igualmente, hay evidencia de que la probabilidad de con- vertirse en criminal en mayor si el individuo crece en un área de alta criminalidad (Krivo y Peterson 1996; Reiss y Rhodes 1961). El mecanismo causal geográfico que se menciona en este respecto es que cuanta mayor sea la densidad de criminales en una comunidad, mayor será la probabilidad de encontrar cómplices, a razón una red amplia y más cercana de comunicación entre los mismos (Reiss 1986; Singer 1981).8 Asimismo se ha registrado que hay áreas de las ciudades que ofrecen mayores oportunidades para la actividad criminal a razón del descuido político (Ackerman y Mur- ray 2004; Kubrin y Weitzer 2003), en donde hay altos porcentajes de viviendas rentadas (Bottoms y Wiles 1986), y al interior de grandes proyectos de vivienda social (Block y Block 1995). Los problemas económicos locales también están asociados al crimen: se ha registrado una mayor incidencia criminal en lugares que han experimentado un descenso en el empleo de sus residentes (Morenoff y Sampson 2007; Ackerman 1998; Sampson y Wilson 1995). 58 Journal of Latin American Geography A. Causas: Autores y años Hallazgos Ceccato et al (2007) Zonas comerciales y con acceso fácil aumentan la interacción social y la ocurrencia de actos criminales. También la actividad criminal está geográficamente asociada a la pobreza de largo plazo. Morenoff y Sampson (2007) Ackerman (1998) Sampson y Wilson (1995) Altas tasas de criminalidad están asociadas con el descenso en el empleo de sus residentes. Ackerman y Murria (2004) Kubrin y Weitzer (2003) Hay zonas que ofrecen más oportunidades para la actividad criminal que otras a razón del descuido político, mala planeación y falta de recursos. Van Dijk, 1990 Singer, 1981 Sutherland, 1942 Los criminales y las víctimas viven en áreas geográficamente próximas. Block y Block, 1995 Mayor criminalidad en zonas de grandes proyectos de vivienda social construidos en los Estados Unidos Eck y Weisburd, 1995 Hay zonas que mantienen tasas de criminalidad relativamente estables por largos periodos de tiempo Sampson (1986) Felson (1986) Estructuras familiares que han sido disueltas disminuyen el control social y aumentan los comportamientos violentos y alienados. Singer, 1981 Altas tasas de criminalidad en un lugar están asociadas con altas densidades de población con historial criminal en ese mismo lugar Shaw y McKay (1942) Hay mayor crimen donde hay más pobreza y diversidad étnica. La población pudiente escapa geográficamente de la desorganización social. Burgess, 1925 El crimen aumenta en las zonas de rápido crecimiento poblacional B. Efectos: Autores y años Hallazgos Morenoff y Sampson (1997) Altas tasas de homicidios provocan el despoblamiento de la zona, pero en tasas diferentes para grupos raciales diferentes Krivo y Peterson, 1996 Reiss y Rhodes, 1961 La probabilidad de convertirse en criminal es mayor si el individuo crece en una zona de alta criminalidad Taub et al, 1984 Daña los mercados inmobiliarios: afecta la reputación de la zona y baja el valor de las viviendas Reiss, 1980 Desarrollo económico: provoca la emigración de negocios Sensación de inseguridad creciente: provoca el despoblamiento c. Políticas Autores y años Hallazgos Ackerman y Murray, 2001 Disminuir las densidades poblacionales Ackerman y Murray, 2001 Parker, 1993 Fagan, 1990 Reforzamiento del control geográfico de la venta de alcohol Craglia et al, 2001 Chevigny, 1999 Patrullaje estratégico y uso de SIG´s Cohen y Felson (1979) Eliminaciónde tres condiciones necesarias: criminales potenciales, oportunidades de crimen y vigilancia inefectiva. Cuadro 1. Síntesis de estudios previo (Fuente: elaboración propia). 59Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México Los efectos geográficos del crimen también han sido analizados. Por ejemplo, se ha observado que incrementos en las tasas de criminalidad afectan los mercados in- mobiliarios, en este caso de forma negativa en el valor de las viviendas (Taub et al. 1984). También se ha visto que desincentivan la creación de nuevos negocios, e impulsan la emigración de los negocios existentes, creando –pareciera que de manera circular- una sensación de inseguridad creciente, una caída de la reputación social de la zona y even- tualmente un despoblamiento (Morenoff y Sampson 1997; Reiss 1980). Las políticas de tipo geográfico que los estudios previos sugieren, consisten fundamentalmente en implementar acciones gubernamentales que alteren la estructura sociocultural de las zonas con alta criminalidad y/o una reducción de la oportunidad criminal. En el primer caso se sugieren proyectos de vivienda social con densidades poblacionales menores a los existentes y/o el reforzamiento en el –ya clásico y ameri- cano- control geográfico de la venta de alcohol (Ackerman y Murray 2001; Parker 1993; Fagan 1990). En el segundo caso se ha sugerido la utilización de sistemas de información geográfica (SIGs) y de patrullaje estratégico por parte de la policía (Craglia et al. 2001; Chevigny 1999). Esta popularización de los SIGs se debe en buena medida al incremento en la preocupación sobre el problema del crimen y la inseguridad en los últimos años particularmente en la Unión Europea. Cualquier sugerencia de política debe concentrarse en las tres condiciones necesarias para que el crimen ocurra (Cohen y Felson 1979): criminales potenciales, oportunidades claras, y vigilancia inefectiva. Caso de estudio: la zona metropolitana del valle de México (ZMVM) La ZMVM comprende 75 unidades político-administrativas pertenecientes a tres estados diferentes. Estas unidades son las 16 delegaciones del distrito federal, 58 muni- cipios del estado de México y un municipio del estado de Hidalgo.9 Las delegaciones del distrito federal conforman la llamada “ciudad de México” o “capital”, y los municipios restantes conforman la llamada “área conurbada” (Figura 1). La ZMVM es el asentamiento humano más poblado y geográficamente extenso del país. Tiene una población superior a los 19 millones de habitantes; el 18.6% del total nacional. La población está distribuida a través de 7,679 km2, de los cuales el 19% cor- responde al distrito federal y el 81% al área conurbada. La densidad poblacional es de 2,504 habitantes por kilómetro cuadrado. Además de estar administrativamente dividida en una multitud de gobiernos lo- cales, la metrópolis presenta variaciones muy importantes en su estructura socioespacial (Vilalta 2008a; Delgado 1991; Mercado 1988). Por ejemplo, la densidad es tres veces mayor en el distrito federal que en el área conurbada. Esto se debe a patrones diferen- ciados en el uso del suelo, tipos de vivienda, especialización económica y sistemas de transporte público. 60 Journal of Latin American Geography Figura 1. La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM): Distrito Federal y Area Conurbada. Las variaciones en las tasas de crecimiento poblacional son notables (Cuadro 2). La población en el área conurbada ha venido creciendo muy rápidamente en los últimos años a razón de una mayor disponibilidad de suelo urbanizable y precios más bajos –en promedio- en suelo y vivienda. Lo anterior ha impulsado la construcción de vivienda, el crecimiento de la población, y el aumento en la densidad. El distrito federal ha crecido a una velocidad mucho menor (1.3%), aunque su densidad también se ha venido incre- mentando de forma importante. La estructura familiar, los niveles de educación, de asistencia a la escuela y de perte- nencia a algún tipo de sistema de salud -público o privado- también es variable (Cuadro 3). El distrito federal posee una menor proporción de personas que viven en hogares de tipo tradicional o en donde los jefes del hogar son del sexo masculino (p = .000). En este aspecto, la proporción de la diferencia es de cinco personas a una en el área conurbada y de tres personas a una en el distrito federal. Por otro lado, el nivel de educación del jefe del hogar es significativamente menor en el área conurbada (p = .000), al igual 61Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México Fuente: Elaboración propia con base en información de. XII Censo General de Población y Vivienda 2000 y el II Conteo de Población y Vivienda 2005. Cuadro 2. ZMVM: Características poblacionales. * Se refiere a la proporción de población en hogares con jefe de hogar mujer sobre población en hogares con jefe de hogar hombre y proporción de población entre 15 y 24 años de edad que no va a la escuela frente a los que si van. **En porcentaje. Cuadro 3. ZMVM: estructura familiar, educación y seguridad social. que la proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que asisten a la escuela frente a los que no asisten (p = .000), y el porcentaje de población no derecho-habiente de algún sistema de salud (p = .000). Asimismo, los niveles de pobreza y de ingreso de la población son sustancial- mente diferentes (Cuadro 4). Para ilustrar esto se muestran tres indicadores: el índice de marginación,10 el porcentaje de población ocupada con ingresos de diez salarios mínimos o más, y la proporción de la población ocupada que gana un salario mínimo o menos, frente a la proporción de los que ganan diez o más. El índice de marginación en el distrito federal es significativamente menor en promedio (ZMW = -4.490, p = .000), 11 el porcentaje de población ocupada con los salarios más altos es casi el doble que en el área conurbada, y la proporción de personas que ganan diez o más salarios mínimos frente a las que ganan uno es también casi el doble que en el área conurbada. El empleo en el sector del comercio al por menor es de la mayor importancia para la economía de la metrópolis (Cuadro 5).12 En el año 2004, casi 900 mil personas, o el 23% de la población ocupada, trabajaba en establecimientos dedicados a esta actividad, siendo así la mayor empleadora de todos los sectores económicos de la metrópolis.13 En términos de empresas, empleos, producción bruta14 y producción por empleado, este sector es mayor en el distrito federal que en el área conurbada.15 Sin embargo, el mayor Superficie (Kms2) Población (2005) Crecimiento Poblacional (2000-05) Densidad (2005) Aumento en la densidad (2000-05) Distrito Federal 1,479 8,720,916 1.3% 5,896 78 Area Conurbada 6,200 10,510,913 7.3% 1,695 116 Total 7,679 19,231,829 4.5% 2,504 109 Hogares con jefe de hogar mujer (2005)* Jefe del hogar con educación secundaria únicamente (2005)** Jóvenes que atienden a la escuela (2000)* Población no derecho- habiente (2000)** Distrito Federal 0.33 19.9% 1.1 45.9% Area Conurbada 0.23 26.5% 1.7 50.2% Total 0.27 25.1% 1.4 48.2% Resultados de las pruebas sobre diferencias en los rangos-promedio: ZMW = -5.465 -4.786 -5.600 -3.557 Sig. .000 .000 .000 .000 62 Journal of Latin American Geography dinamismo se registra en el área conurbada en términos de empleos, empresas y produc- ción por empleado. En términos de crimen, el distrito federal posee una tasa de presuntos por robo cinco veces superior al área conurbada (Cuadro 6).16 Este amplio número de presuntos por robo lo convierten en el delito más frecuente en la metrópolis (54%), seguido muy por detrás por el número de presuntos en el * En porcentaje. ** Se refierea la proporción de población con ingresos menores o iguales a 1 salario mínimo sobre la población con ingresos de 10 o más salarios mínimos. Cuadro 4. ZMVM: Marginación e ingreso. Fuente: Elaboración propia con base en información de INEGI (1999 y 2004). Cuadro 5. ZMVM: dinámica del empleo del sector comercio al por menor. Promedio del índice de marginación (2005) Población ocupada con ingresos de 10 o más salarios mínimos (2000)* Desigualdad de ingreso (2000)** Distrito Federal -1.65 6.4% 1.3 Area Conurbada -1.42 3.5% 2.4 Total -1.47 5.0% 1.7 Resultados de las pruebas sobre diferencias en los rangos-promedio: ZMW = -4.490 -4.604 -4.242 Sig. .000 .000 .000 Empresas (2004) Cambio Empresas (1999-04) Empleos (2004) Cambio Empleos (1999-04) Prod. por empleado (2004) Cambio prod. por empleado (1999-04) Distrito Federal 170,118 4.5% 532,016 19.5% 154.9 24.6% Area Conurbada 156,009 15.7% 358,778 35.0% 97.8 28.1% Total 326,127 9.6% 890,794 25.3% 131.89 24.0% 63Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México * Cálculos propios sobre las estadísticas judiciales de 2004, y conteos de población de 2000 y 2005. ** Se muestran los valores Z de la prueba Mann-Whitney y el estadístico de Levene. Los valores negativos en los estadísticos indican que el número de presuntos y la tasa es menor en el área conurbada que en el distrito federal. *** Las tasas se refieren al número de robos por cada 100,000 habitantes. Cuadro 6. ZMVM: estadísticas del delito de robo, 2000–2004 * ** delito de lesiones (16%). La mayor parte de los robos son de vehículos (36%), a transeúntes en vía pública (16%), y a negocios (15%); la mayor parte ocurren sin violencia (65%), y las denuncias de robo con violencia han disminuido entre 2003 y 2006.17 Las diferencias en los promedios y las varianzas sugieren dinámicas geográficas particulares. Los municipios del área conurbada tienen promedios más bajos y son más similares entre ellos. Al contrario, las delegaciones del distrito federal están -en su may- oría- por encima del promedio de la metrópolis y además son sumamente diferentes. Los mapas muestran claramente estas particularidades (Figura 2). Primero, nótese la con- centración en la incidencia de robo en la zona centro de la zona metropolitana o norte del distrito federal.18 Segundo véanse las mayores desviaciones estándar de las delega- ciones del distrito federal; en dos delegaciones hasta tres veces por encima del promedio metropolitano. Casi todos los municipios de la periferia de la metrópolis o área conur- bada se hallan a una desviación estándar por debajo de tal promedio metropolitano. Los coeficientes de autocorrelación espacial confirman estos altos niveles de concentración geográfica (Cuadro 7). Presuntos (2004) Tasa (2004)** Distrito Federal 14,419 165 Area Conurbada 3,820 36 Total 18,239 95 Promedios: Distrito Federal 901 165 Area Conurbada 64 27 Total 243 56 Desviaciones estándar: Distrito Federal 815 131 Area Conurbada 134 15 Total 517 83 Resultados de las pruebas sobre diferencias en los rangos-promedio: ZMW = -5.615 -5.911 Sig. 0.000 0.000 Resultados de las pruebas sobre homogeneidad de varianzas: Levene = 62.057 38.812 Sig. 0.000 0.000 64 Journal of Latin American Geography Figura 2. Las tasas de robo en la ZMVM en desviaciones estándar (2004). (Fuente: elaboración propia con base en cálculos sobre las Estadísticas Judiciales de 2004 de INEGI.) * Cálculos propios con información proveniente de las Estadísticas Judiciales, INEGI, 2007. Cuadro 7. ZMVM: Coeficientes de autocorrelación espacial, 2000-2004.* En resumen, estos datos muestran la variación espacial en la composición social y activi- dad delictiva de la metrópolis. Tanto el distrito federal como el área conurbada poseen dinámicas poblacionales y socioeconómicas diferentes, las cuales como se verá adelante, están asociadas a sus propios niveles de criminalidad. A continuación, la parte de metod- ología explica el modelo descriptivo diseñado para probar la asociación estadística entre Presuntos (2004) Tasa (2004)** Vecinos de primer orden (por estricta contiguidad): I = 0.554 0.625 Sig. 0.000 0.000 Vecinos de primer orden ajustado (por contiguidad y dentro del promedio entre centroides): I = 0.757 0.786 Sig. 0.000 0.000 65Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México composición social y la incidencia de robo. Metodología El código penal del distrito federal define al robo como el apoderamiento de una cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que puede disponer de ella con arreglo a la ley.19 En este sentido, la información que utiliza este estudio para medir la incidencia de robos proviene de las estadísticas judiciales sobre presuntos deteni- dos que compila y difunde el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).20 La definición estadística de Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) aparece en el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México (1998), y fue elaborada conjuntamente por los gobiernos del Distrito federal, el Estado de México y la Secretaría de Desarrollo Social.21 En consecuencia, se utiliza como unidad geográfica base a las delegaciones políticas del Distrito Federal (n = 16) y a los municipios conurbados del estado de México (n = 58) e Hidalgo (n = 1). El modelo descriptivo se conforma por seis hipótesis geográficas: • Hay más crimen en áreas de alta densidad poblacional. El mecanismo causal es el argumento de que la mayor densidad poblacional está usualmente relacionada con el crimen a razón de una mayor interacción social (Cecatto et al 2007; Ackerman y Murray 2001; Block y Block 1995). • Hay más crimen donde aumenta la población. En este caso, se argumenta que las zonas de mayor crecimiento presentan problemas de desorganización social, menor control gubernamental, y mayores oportunidades para la acción criminal (Burgess 1925). • Hay más crimen donde la población varonil joven es mayor. Se argumenta que la composición demográfica de un lugar determina sus niveles de violencia, sobre todo entre la población en áreas pobres (Cecatto et al 2007). Para el caso mexicano, se confirma que la edad típica de la población carcelaria purgando una pena por el delito de robo es 24 años y que la mitad tiene menos de 30 años (Vilalta 2008b). • Hay más crimen en áreas pobres. Se argumenta que la población en áreas pobres pueden tener un grado de control y cohesión social débil, que junto con la necesidad económica, pueden impulsar a la resolución de conflictos locales de forma violenta o ilegal (Ceccato et al 2007; Messner y Rosenfeld 1999). • Hay más crimen en áreas comerciales y de mayor ingreso y consumo. Existen lugares con altos niveles de interacción social y de flujos de bienes que facilitan y concentran la actividad criminal, como son las áreas comerciales y con acceso fácil (Ceccato et al 2007). • Hay más crimen en áreas donde la estructura familiar se erosiona y donde los controles sociales y apoyos son menores. En este respecto, se ha encontrado empíricamente que aquellos lugares en donde las estructuras familiares han sido disueltas por medio de divorcios disminuyen el control social y aumentan los comportamientos violentos y alienados, particularmente entre la población joven (Sampson 1986; Felson 1986). Estas hipótesis se adaptan para el delito de robo. El modelo asume de forma análoga que el robo -como crimen- es un fenómeno espacialmente localizado –no geográficamente aleatorio- asociado a la composición poblacional, económica y social del área en donde ocurre (Figura 3). 66 Journal of Latin American Geography Como variable dependiente se utilizael número total y la tasa por cada 100,000 ha- bitantes de detenidos como presuntos por delito de robo de fuero común por lugar –del- egación o municipio- de ocurrencia de tal delito.22 El modelo contiene como variables independientes una variedad de factores indicativos de las características poblacionales, económicas y sociales de la metrópoli (Cuadro 8). Las fuentes de información son las estadísticas judiciales contenidas en el Sistema Municipal de Bases de Datos (SIMBAD) de 2004, el censo económico de 2004, el censo de población y vivienda de 2000 y el conteo de población del año 2005.23 Estas tres úl- timas son las fuentes de información utilizadas para conocer la composición social de la metrópoli. La prueba estadística del modelo comprende primero un análisis correlacional y posteriormente un análisis de regresión lineal múltiple.24 El propósito es probar las hipótesis de manera simultánea. Dada la espacialidad del robo, las particularidades com- posicionales de cada área de la metrópolis, y la presencia potencial de un patrón de het- erogeneidad espacial, se aplicó el modelo en tres áreas geográficas diferentes.25 Primero se corrió una regresión para la ZMVM (n =75), luego para el distrito federal (n =16), y finalmente para el área conurbada (n = 59). Solamente se incluyen aquellas variables del modelo que estuvieron inicialmente correlacionadas con la variable dependiente en cada área geográfica. Se comparan los resultados para cada una, y en la parte de discusión y conclusiones se analizan las diferencias. Figura 3. Modelo descriptivo de la geografía del robo. Fuente: elaboración propia con base en hallazgos en estudios previos. 67Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México Resultados Los coeficientes de correlación lineal muestran que la mayor parte de las variables composicionales guardan una asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robo (Cuadro 9). En términos de correlaciones bivariadas, hay más coincidencias que diferencias entre áreas geográficas. Las únicas diferencias entre el distrito federal y el área conurbada son que en el primer caso la presencia de bajas proporciones de población masculina joven se asocian significativamente con la incidencia de robos (p = 0.025) mientras que el nivel de ingreso no se asocia significativamente (p = 0.395). El análisis de regresión ahonda en las diferencias del modelo para cada área geográfica. En primer lugar se presentan los resultados para la ZMVM. En general, la capacidad predictiva de este modelo es alto (CD = 0.771) y se descartan más hipótesis de las que se aceptan (Cuadro 10).26 En detalle se observa que la incidencia de robo está asociada primordialmente a las variables indicativas de la actividad comercial (p = 0.000), la estructura familiar no tradicional (p = 0.002) y el lugar de ocurrencia al interior de la zona metropolitana (p = 0.076). En este caso, el distrito federal muestra o mantiene una mayor incidencia independientemente de la composición social. Fuente: elaboración propia. Cuadro 8. Variables en el modelo descriptivo de la geografía del robo. Variable Dependiente Mediciones y años Delito de Robo Presuntos detenidos por el delito de robo por cada 100,000 habs. (2004) Variables Independientes Mediciones y años Densidad poblacional Crecimiento poblacional Población masculina joven Marginación Actividad comercial Nivel de ingreso y consumo Escolaridad del jefe de hogar Asistencia escolar de jóvenes Estructura familiar no tradicional Seguridad social Población por kilómetro cuadrado y cambio (2000- 2005) Cambio absoluto y relativo de población (2000-2005) Porcentaje de hombres entre 15 y 29 años (2005) Indice de marginación (2005) Valor agregado censal del comercio al por menor (2004) Porcentaje de población ocupada con ingresos mayores a los 10 salarios mínimos (2000) Porcentaje de jefes de familia con nivel educativo máximo de secundaria completa (2000) Proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que asisten a la escuela frente a los que no asisten (2005) Proporción de mujeres a hombres como jefe de hogar (2005) Porcentaje de población no protegida legalmente por los programas o servicios de salud que brindan las instituciones públicas o privadas (2000) 68 Journal of Latin American Geography * Se muestran los coeficientes de correlación r de Pearson. La significancia estadística en paréntesis. Cuadro 9. Coeficientes de correlación lineal entre los indicadores de composición social y la incidencia de robo según área geográfica.* Para el distrito federal los resultados son notablemente diferentes. Si bien la capacidad del modelo también es alta (CD = 0.696), únicamente la actividad comercial estuvo estadís- ticamente asociada de forma independiente a la incidencia de robos (p = 0.017).27 Todo constante, los demás indicadores de la composición social de las delegaciones dejaron de tener una asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robos. Finalmente, los resultados para el área conurbada son completamente diferentes. La capacidad predictiva del modelo es la menor (CD = 0.313), y solamente el indicador de los niveles de marginación mantiene una asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robos. La dirección de la relación es inversa a lo comentado en estudios previos sobre pobreza; en este caso, a mayor marginación hay una menor incidencia de robo (p = 0.001). En esta área de la metrópolis, la actividad comercial no tuvo una asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robo una vez mantenida constante la variación en los niveles de marginación. Los resultados muestran que el distrito federal y el área conurbada no com- parten ningún componente social relacionado con sus incidencias locales de robo. En su conjunto, estas coincidencias y divergencias con hallazgos en estudios previos muestran la importancia que tiene el análisis geográfico del crimen en diferentes escalas Variable dependiente (VD): Presuntos por delito de robo por cada 100,000 habitantes Variables independientes (VI) ZMVM (n = 75) Distrito Federal (n = 16) Area Conurbada (n = 59) Densidad poblacional 0.589 (0.000) 0.542 (0.030) 0.267 (0.041) Cambio en la densidad poblacional -0.185 (0.112) -0.142 (0.600) -0.064 (0.632) Cambio poblacional absoluto -0.129 (0.270) -0.289 (0.278) -0.029 (0.825) Cambio poblacional relativo -0.201 (0.084) -0.410 (0.115) 0.038 (0.777) Población masculina joven -0.382 (0.001) -0.555 (0.025) 0.189 (0.151) Marginación -0.468 (0.000) -0.504 (0.046) -0.448 (0.000) Actividad comercial 0.819 (0.000) 0.816 (0.000) 0.378 (0.003) Nivel de ingreso y consumo 0.529 (0.000) 0.228 (0.395) 0.231 (0.078) Escolaridad del jefe de hogar -0.553 (0.000) -0.422 (0.104) -0.065 (0.624) Asistencia escolar de jóvenes -0.489 (0.000) -0.455 (0.077) -0.249 (0.058) Estructura familiar no tradicional 0.843 (0.000) 0.834 (0.000) 0.233 (0.076) Seguridad social -0.384 (0.001) -0.428 (0.098) -0.255 (0.052) 69Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México Variable dependiente: Robos por cada cien mil habitantes en 2004 Resultados para la ZMVM (n = 75): Coeficiente no estandarizado Coeficiente estandarizado Significancia estadística Constante -9.499 0.941 Area de la ZMVM (distrito federal/área conurbada) -33.169 -0.164 0.076 Población masculina joven -3.987 -0.040 0.559 Marginación -0.120 0.000 0.997 Escolaridad del jefe de hogar 192.259 .0103 0.216 Estructura familiar no tradicional 478.269 0.417 0.002 Actividad comercial 0.000 0.426 0.000 Diagnósticos del modelo: Coeficiente de determinación (CD) = 0.771 Prueba F del modelo = 38.264 (p = 0.000) Normalidad de los residuales: ZKS = 1.203 (p = 0.111) Resultados para el distrito federal (n = 16): Coeficiente no estandarizadoCoeficiente estandarizado Significancia estadística Constante 420.470 0.317 Densidad poblacional 0.001 0.027 0.923 Población masculina joven -33.362 -0.241 0.423 Asistencia escolar de jóvenes 75.109 0.159 0.659 Seguridad social -97.199 -.052 0.893 Actividad comercial 0.000 0.732 0.017 Diagnósticos del modelo: Coeficiente de determinación = 0.696 Prueba F del modelo = 4.575 (p = 0.020) Normalidad de los residuales: ZKS = 0.491 (p = 0.970) Resultados para el área conurbada (n = 59): Coeficiente no estandarizado Coeficiente estandarizado Significancia estadística Constante -68.777 0.073 Densidad poblacional 0.000 0.009 0.956 Marginación -46.598 -0.611 0.001 Asistencia escolar de jóvenes 5.073 0.236 0.304 Estructura familiar no tradicional 75.294 0.158 0.358 Seguridad social 6.343 0.053 0.783 Actividad comercial 0.000 0.274 0.126 Nivel de ingreso -117.919 -0.135 0.422 Diagnósticos del modelo: Coeficiente de determinación = 0.313 Prueba F del modelo = 3.318 (p = 0.005) Normalidad de los residuales: ZKS = 0.795 (p = 0.552) Cuadro 10. Resultados de los modelos de regresión para el ZMVM, el distrito federal y el área conurbada. 70 Journal of Latin American Geography y regionalizaciones, y la importancia que tienen las características de los lugares para entender de manera descriptiva y correlacional el comportamiento criminal agregado. Discusión y conclusiones El propósito principal de este estudio es realizar una prueba empírica de un mod- elo descriptivo de la geografía del robo en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Como fundamentos teóricos, el modelo considera ideas y mecanismos causales de la escuela de la ecología humana. Esta escuela sostiene que la variación espacial del crimen está relacionada con la variación espacial de la composición social de la población, y que diferentes manifestaciones de una desorganización social –vía pobreza, falta de cohesión y desarreglos sociales locales- incrementan la ocurrencia de actos criminales y la utilización de la violencia para la resolución de problemas y satisfacción de necesidades individuales (Sampson 2004). Los dos primeros hallazgos de tipo descriptivo son que el delito de robo está fuer- temente concentrado espacialmente alrededor del centro de la ZMVM,28 y que la com- posición social de la ZMVM es muy variable geográficamente. En términos generales, los niveles de ingreso y bienestar son mayores en el distrito federal, y la estructura familiar es menos tradicional también. Al igual, la densidad poblacional es significativamente mayor en el distrito federal, aunque los mayores cambios en la densidad y en el crecimiento demográfico se vienen presentando en el área conurbada. Los hallazgos correlacionales surgieron de la aplicación del modelo geográfico, el cual comprendió seis pruebas de hipótesis aplicadas específicamente al delito de robo. Los resultados son sumamente diferentes para cada área geográfica -la ZMVM en su con- junto, las delegaciones del distrito federal y los municipios del área conurbada (Cuadro 11). Las hipótesis y los hallazgos correspondientes son los siguientes: • Hay más crimen en áreas de alta densidad poblacional (Ackerman y Murray 2001; Block y Block 1995). Efectivamente hay una mayor ocurrencia de robos en áreas de alta densidad, pero esta variable no explica de manera independiente las tasas de robo. Es en relación con otras variables composicionales, que a su vez se relacionan con la alta densidad, las que están estadísticamente asociadas a la incidencia de robos en la metrópolis. • Hay más crimen donde aumenta la población (Burgess 1925). Se descarta esta relación. • Hay más crimen donde la población varonil joven es mayor (Cecatto et al. 2007). Este indicador de composición demográfica no mostró tener alguna asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robos una vez consideradas otras variables composicionales. • Hay más crimen en áreas pobres (Ceccato et al. 2007; Messner y Rosenfeld 1999). Para el caso del delito de robo y concretamente para el área conurbada, la relación es justamente al revés; hay una mayor incidencia de robos en aquellas áreas con menores niveles de marginación. En la interpretación de este resultado, debe considerarse el efecto mutuo de la posibilidad de un subregistro de denuncias y de vigilancia y posterior captura de presuntos delincuentes en las áreas más marginadas de la ciudad. Invariablemente, a partir de la información oficial disponible, se descarta esta relación para la ZMVM en su conjunto y para el distrito federal en particular. • Hay más crimen en áreas comerciales y de mayor ingreso y consumo (Ceccato et al. 2007). Esta relación se acepta en la ZMVM y el distrito federal. Efectivamente hay 71Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México una mayor incidencia de robos en aquellos lugares donde el volumen de transacciones comerciales al menudeo es mayor (medido por el valor agregado bruto). En el área conurbada, el volumen de transacciones comerciales no estuvo asociado estadísticamente con su incidencia de robos una vez que fueron consideradas otras variables en la ecuación local. • Hay más crimen en áreas donde la estructura familiar se erosiona y los controles y apoyos sociales son menores (Sampson 1986; Felson 1986). Para el caso de la ZMVM, la estructura familiar no tradicional medida por la proporción de jefes de hogar de sexo femenino frente al masculino, fue una variable positivamente asociada a la incidencia de robos. La proporción de derecho-habientes como medición de apoyo social tampoco sostuvo alguna relación independiente con la incidencia de robos. * Se muestran los coeficientes de correlación r de Pearson. La significancia estadística en paréntesis. Las relaciones no aplican (n.a.) o no son estadísticamente significativas (n.s.) Cuadro 11. Síntesis de resultados de los modelos de regresión para cada área de la ZMVM.* Variable dependiente (VD): Presuntos por el delito de robo por cada 100,000 habitantes Variables independientes (VI) ZMVM (n = 75) Distrito Federal (n = 16) Area Conurbada (n = 59) Distrito federal / Área conurbada (+) n.a. n.a. Densidad poblacional n.a. n.s. n.s. Cambio densidad poblacional n.a. n.a. n.a. Cambio poblacional absoluto n.a. n.a. n.a. Cambio poblacional relativo n.a. n.a. n.a. Hombres entre 15 y 29 años n.s. n.s. n.a. Marginación n.s. n.a. (-) Actividad comercial (+) (+) n.s. Nivel de ingreso n.a. n.a. n.a. Escolaridad del jefe de hogar n.a. n.a. n.a. Asistencia escolar de jóvenes n.a. n.s. n.s. Estructura familiar no tradicional (+) n.a. n.s. Seguridad social n.a. n.s. n.s. 72 Journal of Latin American Geography En suma, la variación espacial en la incidencia de robos está positivamente asociada a una alta actividad comercial y a la presencia de familias no tradicionales en el distrito federal, y a una baja marginación en el área conurbada (Figura 4).29 Estos hallazgos diferenciados por área de la metrópolis son sugerentes de dinámicas locales –pero no necesariamente independientes- de robo en cada una de estas áreas geográficas. El hallazgo de una mayor incidencia de robos en áreas de alta actividad comercial y de baja marginación, sugiere que el robo es un delito no espontáneo, probablemente pla- neado y racional, y refleja que se presenta principalmente en aquellos lugares con bienes y con oportunidades para cometerse. Es decir, al ser un delito contra el patrimonio versus contra la persona, este patrón geográfico tal vez no sea extensible a otro tipo de delitos como homicidio o lesiones. Podría tal vez serlo para el caso de delitos sexuales (violación) y contra la salud (venta de droga) que pueden compartir algunoselementos de la teoría de la desorganización social y estar aún más fuertemente concentrados espacialmente y asociados estadísticamente con la marginación y el consumo de drogas en la localidad. Sin embargo, este razonamiento analógico es especulativo y la relación debería ser probada de forma específica. Figura 4. Resultados de la prueba del modelo descriptivo de la geografía del robo para la ZMVM. (Fuente: elaboración propia con base en los hallazgos de este estudio) Más en detalle sobre la asociación estadística entre marginación y robo, recordem- os que los índices de marginación elaborados por CONAPO son factores que conjuntan una diversidad de indicadores sobre los niveles de bienestar y de acceso a los beneficios del desarrollo económico (Cortés 2002). En este sentido, son también indicadores de los niveles de pobreza y de ingreso en una comunidad. Y si bien se ha encontrado en estudios previos que hay una mayor incidencia de crímenes en las áreas pobres de las ciudades (Ceccato et al. 2007; Messner y Rosenfeld 1999; Shaw y McKay 1942), la relación inversa 73Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México que hallamos entre marginación y robo en el área conurbada de la metrópolis puede sugerir que el robo se efectúa donde hay mayores probabilidades de éxito para robar; es decir, en áreas comerciales y en áreas de mayor ingreso y consumo, las cuales pueden ser geográficamente compatibles como es precisamente el caso de algunas secciones del área central o del distrito federal de la ZMVM. El hallazgo de una mayor incidencia de robo en las áreas de la ciudad con mayores proporciones de hogares no tradicionales –medido en este caso por la proporción de hogares donde el jefe de hogar es una mujer- es el más difícil de explicar con la infor- mación disponible. La inclusión de este indicador de desorganización social se basó en hallazgos en estudios previos de que ciertos tipos de familias –padres divorciados- po- seen una menor cohesión y realizan una menor supervisión de las actividades de los hijos (Sampson 1986). En consecuencia, se argumenta que hay una mayor posibilidad de en- contrar comportamientos violentos y/o acciones criminales entre los miembros jóvenes de tales familias (Sampson 1986; Felson 1986). Un estudio reciente realizado sobre una muestra de población carcelaria para conocer los determinantes sociales, familiares e indi- viduales de la violencia sobre las víctimas durante la comisión de delitos, no encontró una asociación estadísticamente significativa entre diversos indicadores de contexto familiar y el uso de violencia en México (Vilalta 2008c). Por ende, si bien el modelo descriptivo efectivamente detectó una asociación estadística al respecto, los mecanismos causales es- tán lejos de registrarse y cualquier discusión sería contemplativa; se requiere realizar más pruebas sobre esta relación con información desagregada al nivel del individuo. Los hallazgos puestos en conjunto conllevan implicaciones para políticas públicas en primer lugar es indudable la necesidad de una vigilancia más eficaz en áreas con altos volúmenes de comercio minoritario. En segundo lugar, y para efectos prácticos, una política urbana que intentara una menor densidad poblacional no disminuiría por sí mis- ma la incidencia de robos, a menos que también se redujera la actividad comercial en cada lugar, lo cual podría hacerse con los instrumentos de uso de suelo actualmente vigentes pero que sería económicamente irracional. Asimismo, las áreas de mayor crecimiento poblacional no muestran señales de desorganización social conducentes a una mayor criminalidad como lo sugiere la teoría de la desorganización social. Una característica que si es geográficamente conducente al robo es el nivel de marginación y en este sentido la infraestructura urbana, siendo en este caso de una menor frecuencia en promedio en los municipios más marginados y periféricos de la metrópolis. Por ende, una política de seguridad pública conjunta entre el distrito federal y el estado de México en su área con- urbada podría tener un mayor efecto en reducir el robo que una política metropolitana de ordenación urbana. Inequívocamente y para un logro rápido, lo que claramente sugieren los resultados es que lo que más disminuiría la incidencia de robos en la zona metro- politana sería reducir las oportunidades criminales concentrando recursos de seguridad pública en áreas comerciales. Agradecimientos Quiero agradecer a Robert Haining de la Universidad de Cambridge por compartirme varias de sus publicaciones actualmente en prensa cuyos contenidos enriquecieron el diseño del modelo descriptivo presentado en este documento. También agradezco las sugerencias hechas por los árbitros de la revista. 74 Journal of Latin American Geography Notas 1 Esto no parece haber sido estudiado científicamente en México. En Brasil y en Puerto Rico hay varios estudios empíricos al respecto (Ceccato et al. 2007; Puech 2004; Rolnik 2001; López 2000). 2 El robo es el delito más común. 3 Esto no ha sido estudiado en México. En cambio, en Brasil y en Puerto Rico si hay unos pocos estudios al respecto y que han sido publicados en el idioma inglés (Ceccato et al. 2007; Puech 2004; Rolnik 2001; López 2000). 4 Para una detallada revisión de estudios y crítica sobre ésta área de estudios léase ese mismo artículo de Lowman (1986). 5 Parece ser que Guerry (1833) en Francia fue el primero en elaborar mapas de criminali- dad con base en información estadística. 6 Lowman (1986) habla acerca de otra etapa que él denomina como la escuela analítica de los factores de los años cincuenta y sesenta pero que no desarrolla ni identifica con la misma claridad. 7 Esto puede significar que delinquen cerca de sus lugares de residencia y/o la operación de una función de fricción de la distancia. Se requeriría observar la geografía de cada delito y los patrones de desplazamiento de los delincuentes para llegar a ofrecer alguna proposición empírica al respecto. 8 Me parece que esta aseveración sobre el efecto de una segregación espacial en la activi- dad criminal merecería un análisis detallado para el caso mexicano, y que posiblemente podría utilizar niveles de información tanto agregados geográficamente como individu- ales. 9 Esta definición estadística de la ZMVM apareció por primera vez en el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México de 1998 y fue realizada por los gobiernos del Distrito federal, el Estado de México y la Secretaría de Desarrollo Social. 10 El índice de marginación es un factor que conjunta diversas variables sobre analfa- betismo, acceso a servicios públicos, calidad de la vivienda, ingreso y hacinamiento. Este índice es elaborado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO). Este organismo oficial ha diseñado una metodología específica para la medición de la marginación al nivel municipal y estatal, y ha realizado estas mediciones para los años 1995, 2000 y 2005. Se debe comentar que los índices para cada año utilizan un número de variables diferente, pero siguen la misma técnica estadística, que es el análisis factorial. Un índice negativo representa un nivel de marginación por debajo del promedio (M = 0) de las unidades geográficas, sean municipios o estados, y viceversa en el caso de un índice positivo. 11El valor se refiere al valor Z de la prueba Mann-Whitney (MW). 12 El sector del comercio al por menor comprende a las empresas dedicadas principal- mente a la compra y/o venta de bienes de consumo final para ser vendidos a personas y hogares. 75Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México 13 Como mayor empleador le sigue el sector manufacturero con el 21% de la población ocupada. 14 La producción bruta se refiere al valor de todos los bienes y servicios emanados de la actividad económica como resultado delas operaciones realizadas por las empresas. 15 Estas mediciones se refieren al sector formal de la economía. El sector informal es también mayor en el distrito federal. 16 El número de presuntos es indicativo del número de denuncias. El número de presun- tos criminales se correlaciona histórica y casi perfectamente con el número de denuncias por delitos en cada delegación del distrito federal. El coeficiente r de pearson para 2004 es de 0.921 (p =.000). Se asume que la misma dirección y una magnitud semejante en la relación se sostiene para los municipios del área conurbada. 17 Las estadísticas policíacas del distrito federal muestran que entre 2003 y 2006 hubieron descensos importantes en el número de denuncias en general (-11%) y por el delito de robo (-18%), junto con un aumento en su población carcelaria (14%). En el estado de México y para el mismo periodo, el número de denuncias en general ha aumentado (8%), pero han disminuido para el delito de robo (-16%). Fuentes: Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y del Procuraduría de Justicia del Estado de México (http:// portal.ssp.df.gob.mx www.pgjdf.gob.mx y http://web.edomexico.gob.mx). 18 El extremo sur del distrito federal está menos urbanizado y posee áreas naturales reser- vadas en donde la construcción está prohibida. 19 Art. 367 del código penal vigente en el distrito federal. Rige la misma definición en el código penal del estado de México en el artículo 287. La pena máxima por el delito de robo es de quince años en el distrito federal y de doce años en el área conurbada del es- tado de México. La variación de la pena depende de la cuantía de lo robado, del ejercicio o no de la violencia durante su realización, y/o del tipo de artículo robado, en donde el robo de automóviles es el sancionado más severamente en el distrito federal. 20 Estas estadísticas judiciales definen a un presunto delincuente como aquella per- sona a quien el juez de primera instancia le ha dictado auto de término constitucional relativo al o los delitos por el que fue consignado. El auto de término constitucional es la resolución judicial en el que se asienta o no la existencia de elementos suficientes para el inicio de un proceso penal. Esta información es originalmente compilada por los poderes judiciales de los estados de la república mexicana. 21 La Secretaría de Desarrollo Social es parte del gobierno federal. Este programa fue aprobado el 23 de marzo de 1998. 22 No se incluyen los robos del fuero federal; su frecuencia es muy baja. El número de presuntos criminales está altamente correlacionado (r =.921, p =.000) con el número de denuncias por delitos en cada delegación del distrito federal. Se asume que la misma correlación se sostiene para los municipios del área conurbada. 23 Esta información está disponible vía Internet en la página del INEGI. Dirección del sitio: http://www.inegi.gob.mx/prod_serv/contenidos/espanol/simbad/default. 76 Journal of Latin American Geography asp?c=73 24 El paquete utilizado en el análisis espacial es el ArcView junto con el módulo Spatial- Statistics de S-Plus. Para el análisis correlacional y de regresión se utilizó el paquete SPSS versión 15. 25 En este estudio se encontró que el robo es espacialmente dependiente. Existe de- pendencia espacial cuando “el valor de la variable dependiente en una unidad espacial es parcialmente función del valor de la misma variable en unidades vecinas” (Flint et al. 2000, 4). Por lo anterior y vistas las diferencias composicionales entre el distrito federal y el área conurbada, es posible la presencia de un patrón de heterogeneidad espacial. La heterogeneidad espacial se define por una variación en las relaciones de las variables de un lugar a otro (Lesage, 1999). En términos teóricos, la heterogeneidad espacial se debe una variación real y substantiva que evidencia la existencia y la validez del contexto local o regional en la definición de un comportamiento social (O´Loughlin y Anselin 1992). Un ejemplo de lo anterior en la geografía del robo sería cuando dos zonas con una estructura demográfica y niveles socioeconómicos similares poseen niveles de criminalidad difer- entes. Lo teóricamente relevante en esta situación es que el comportamiento criminal en cada zona puede ser determinado por la socialización experimentada dentro del contexto de un lugar particular (Flint 1998: 1281). 26 Los residuales se hallan normalmente distribuidos y no se detectaron problemas de colienalidad o heterodasticidad en el modelo. Fue indispensable para la ZMVM retirar del modelo los indicadores sobre densidad, cambio poblacional, asistencia escolar, seguridad social y nivel de ingreso puesto que ocasionaban problemas de colinealidad. 27 El modelo que consideraba todas las variables independientes también poseía proble- mas de colinealidad. Se fueron eliminando variables hasta encontrar el modelo adecuado o ad-hoc para esta área geográfica. Una vez resuelto el problema de colinealidad, ninguna otra variable composicional mantuvo alguna asociación estadísticamente significativa con la variable dependiente. Se retiraron dos variables que previamente estuvieron correlacio- nadas con la incidencia de robos en el distrito federal: marginación y estructura familiar no tradicional. Estos indicadores ocasionaban problemas de colinealidad en el modelo; en todas las pruebas sus valores de inflación de la varianza (IFV) eran superiores a 8. 28 Hay una notablemente mayor incidencia de robos en las delegaciones del distrito federal frente a los municipios del área conurbada. Particularmente en las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Benito Juárez. 29 Hay indicadores efectivamente correlacionados -como la densidad poblacional- con la incidencia de robo (ver Cuadro 9), pero que no explican de manera independiente su variación espacial. Referencias Ackerman, W. 1998. Socioeconomic correlates of increasing crime rates in smaller com- munities. The Professional Geographer, Vol. 50: 372–387. Ackerman, W. y A. Murray. 2004. Assessing spatial patterns of crime in Lima, Ohio. 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