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Vilalta-JLAG2009

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Un Modelo Descriptivo de la Geografà a del Robo en la
Zona Metropolitana del Valle de México
Article  in  Journal of Latin American Geography · June 2009
DOI: 10.1353/lag.0.0035
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1 author:
Carlos Vilalta
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)
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55Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
Journal of Latin American Geography, 8 (1), 2009
Un Modelo Descriptivo de la Geografía del 
Robo en la Zona Metropolitana del Valle de 
México
Carlos Vilalta
División Estudios Jurídicos
Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE)
CONACYT, México
Resumen
Este estudio provee una prueba empírica y correlacional de un modelo descriptivo de la 
geografía del robo en la zona metropolitana del valle de México (ZMVM). Incluye una 
revisión de estudios previos en geografía del crimen y una descripción de la variación 
espacial en la composición social de la metrópolis. La prueba del modelo ofrece resul-
tados coincidentes, divergentes y/o novedosos a los hallazgos en estudios previos. A la 
par, el modelo ofrece resultados diferentes cuando se aplica al distrito federal y al área 
conurbada de la metrópolis, lo que sugiere la presencia de un patrón de heterogeneidad 
espacial para este tipo de delito y de explicaciones contextuales ad-hoc al interior de la 
metrópolis.
Palabras clave: robo, ecología humana, análisis espacial, México 
Abstract
This study provides an empirical and correlation test of a descriptive model on the geog-
raphy of robbery in the Mexico Valley Metropolitan Zone (ZMVM). It includes a review 
of previous studies in crime geography and a description of the spatial variation of the 
social composition of the metropolis. The test of the model offers either same, different, 
and/or new findings to the previous studies. Also, the model provides different results 
when applied to the federal district and conurbated area sections of the metropolis, thus 
suggesting a pattern of spatial heterogeneity for this type of crime and the presence of 
ad-hoc contextual explanations for each section of the metropolis.
Keywords: robbery, human ecology, spatial analysis, Mexico 
Un modelo descriptivo de la geografía del robo
Se ha sabido por largo tiempo que el crimen no es un fenómeno geográficamente 
aleatorio sino que se tiende a concentrar en lugares específicos. Sus patrones geográficos 
se han podido asociar estadísticamente a las condiciones estructurales y la composición 
social de las diferentes áreas que conforman a las ciudades (Ceccato et al. 2007; Krivo et al. 
2007; Sampson 2004 y 1986; Morenoff y Sampson, 1997; Krivo y Peterson 1996; Nelson 
1986; Blau y Blau 1982; Singer 1981; Shaw y Mckay 1942; Burgess 1925). Sin embargo, 
pese a la larga tradición de la disciplina, no se sabe mucho de la geografía del crimen ni 
de sus componentes sociales y estructurales en las ciudades del mundo en desarrollo 
(Ceccato et al. 2007).1 
A razón de lo anterior, el objetivo de este estudio es conocer el patrón geográfico 
del delito de robo en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).2 Se diseña 
y prueba empíricamente un modelo descriptivo que contiene diversos indicadores de 
56 Journal of Latin American Geography 
factores sociales y estructurales reportados en estudios previos en otros países y que se 
han asociado a la geografía del crimen. El modelo es correlacional y su prueba ofrece 
resultados coincidentes, divergentes y novedosos a los registrados en la literatura espe-
cializada.3 
Entre los hallazgos coincidentes y aplicables al delito de robo están (1) su alta 
concentración espacial, particularmente en el área central o distrito federal frente al área 
conurbada de la ZMVM; (2) una mayor incidencia de robos en lugares de alta densidad 
poblacional (Ackerman y Murray 2001; Block y Block 1995), aunque no es la densidad 
la que se asocia de forma independiente al robo sino por medio de otras variables com-
posicionales que explican un mayor flujo de interrelaciones sociales (Ceccato et al. 2003); 
(3) que también hay una mayor incidencia en áreas con altos niveles de transacciones 
comerciales (Ceccato et al. 2007); y (4) en donde la estructura familiar es mayormente 
no-tradicional (Sampson 1986; Felson 1986). Este último resultado es tentativo, correla-
cional, y se requiere investigación sobre los mecanismos causales que operan al respecto. 
Entre los resultados más divergentes y/o novedosos aplicables al delito de robo se en-
cuentran (5) una mayor incidencia en aquellos lugares donde los niveles de marginación 
social son de hecho son menores (Ceccato et al. 2007; Messner y Rosenfeld 1999). Este 
hallazgo es solamente aplicable al área conurbada de la metrópolis y no al área central. Se 
unen a estos resultados divergentes, la ausencia de una relación entre robo y (6) su cambio 
poblacional (Burgess 1925), (7) su proporción de población joven (Cecatto et al 2007), 
(8) sus niveles de escolaridad y (9) de asistencia escolar, (10) de seguridad social y (11) de 
ingreso entre sus residentes (Morrison et al 2003; Messner y Rosenfeld 1999). El modelo 
ofrece resultados diferentes cuando se aplica a distintas áreas de la ZMVM de manera 
separada. Esto es sugerente de un patrón de heterogeneidad espacial y de explicaciones 
ad-hoc para cada área de la metrópolis.
El modelo descriptivo es útil para resumir relaciones estadísticas y aumentar la 
precisión en la predicción geográfica del delito de robo, pero no permite por si mismo 
inferir sobre los delincuentes mismos en cuanto a sus patrones geográficos de movi-
miento al interior de la metrópolis. Es decir, los resultados del presente estudio detectan 
y comentan las características composicionales de los lugares en donde suceden los ro-
bos. En consecuencia, la información ofrece insumos para la elaboraciónde políticas de 
planeación urbana y de seguridad pública locales que busquen disminuir la oportunidad 
geográfica del crimen. Una conclusión elemental es que es necesario estudiar los patrones 
geográficos de cada delito y evitar una sobre-generalización sobre la espacialidad de la 
actividad criminal. La eficacia de actuar estratégicamente se puede ver incrementada por 
el conocimiento detallado de los patrones geográficos de cada delito y su relación espe-
cífica con las características composicionales de los lugares en donde pueden ocurrir. 
Igualmente a nivel teórico, los resultados pueden ponerse a prueba y extenderse a otras 
áreas metropolitanas mexicanas o de la región latinoamericana.
Además de esta introducción, este artículo está dividido en cuatro partes. La prim-
era parte se divide en dos secciones. La primera sección contiene una síntesis de estudios 
previos sobre geografía del crimen. La segunda sección contiene una descripción de las 
características estructurales, sociales y el mapeo del robo en la ZMVM. En la segunda 
parte, se explica la metodología y el modelo descriptivo. En la tercera parte, mostramos los 
resultados del análisis estadístico. Finalmente, en la cuarta parte realizamos una discusión 
sobre los resultados y llegamos a varias conclusiones de tipo práctico y teórico importantes. 
 
57Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
Estudios previos en la geografía del crimen y la descripción del caso de 
estudio
Esta parte del estudio está dividida en dos secciones. Primero, mostramos una 
síntesis de estudios previos sobre la geografía del crimen la cual ilumina la parte de 
hipótesis y metodología. Segundo, realizamos una descripción breve pero suficiente de 
las características urbanísticas y de las diferencias composicionales, sociodemográficas 
y socioeconómicas, entre las diferentes áreas que conforman la (ZMVM). También se 
presentan mapas del robo y comentamos las diferencias entre cada área.
La geografía del crimen es el estudio de la manifestación espacial de los actos 
criminales (Georges 1978). Esta área de la geografía tiene una larga tradición académica 
que se remonta al siglo XIX (Lowman 1986).4 Se identifican tres etapas en su desarrollo: 
la escuela cartográfica del siglo XIX,5 la escuela ecológica de Chicago, y más reciente-
mente la precisamente denominada geografía del crimen (Lowman 1986).6 
El auge de la geografía del crimen se debe principalmente al nacimiento de la 
ecología humana en la Universidad de Chicago (Shaw y Mckay 1942; Burgess 1925). Los 
primeros estudios en ecología humana modelaron el desarrollo de las ciudades de acu-
erdo a anillos concéntricos en los cuales la composición social variaba y daba explicación 
a muchos fenómenos. En relación con el crimen, se observó que el crecimiento rápido de 
la población en un área de la ciudad aumentaba las tasas de criminalidad en la misma. La 
explicación que se dio fue la de una desorganización social resultante de ese crecimiento 
poblacional, y una capacidad decreciente de las instituciones locales para mantener el 
control. A esta desorganización social también se le asoció con la heterogeneidad étnica 
y la pobreza de la comunidad (Shaw y Mckay 1942).
De ahí que gran parte de los estudios en geografía del crimen hagan referencia a la 
teoría de la “desorganización social” (Haining y Law 2007; Craglia et al. 2000). Versiones 
más recientes y desarrolladas de esta teoría sugieren que la desorganización social facilita 
la ocurrencia de comportamientos violentos en una comunidad por una ausencia de re-
des sociales de apoyo –capital social- así como por una incapacidad para mantener el orden 
-eficacia colectiva- (Sampson 2004; Sampson y Wilson 1995).
Hay varios patrones geográficos del crimen que se reportaron en los inicios de 
la ecología humana y que se siguen registrando en estudios más recientes (Cuadro 1). 
Dos de ellos son la concentración geográfica del crimen y la tendencia de los criminales 
a vivir en lugares geográficamente próximos a las víctimas (Van Dijk 1990; Singer 1981; 
Sutherland 1942).7 También se ha observado que hay lugares que mantienen tasas de 
criminalidad relativamente estables –o áreas de crimen endémico- por largos periodos de 
tiempo (Eck y Weisburd 1995). Igualmente, hay evidencia de que la probabilidad de con-
vertirse en criminal en mayor si el individuo crece en un área de alta criminalidad (Krivo 
y Peterson 1996; Reiss y Rhodes 1961). El mecanismo causal geográfico que se menciona 
en este respecto es que cuanta mayor sea la densidad de criminales en una comunidad, 
mayor será la probabilidad de encontrar cómplices, a razón una red amplia y más cercana 
de comunicación entre los mismos (Reiss 1986; Singer 1981).8
Asimismo se ha registrado que hay áreas de las ciudades que ofrecen mayores 
oportunidades para la actividad criminal a razón del descuido político (Ackerman y Mur-
ray 2004; Kubrin y Weitzer 2003), en donde hay altos porcentajes de viviendas rentadas 
(Bottoms y Wiles 1986), y al interior de grandes proyectos de vivienda social (Block y 
Block 1995). Los problemas económicos locales también están asociados al crimen: se ha 
registrado una mayor incidencia criminal en lugares que han experimentado un descenso 
en el empleo de sus residentes (Morenoff y Sampson 2007; Ackerman 1998; Sampson 
y Wilson 1995). 
58 Journal of Latin American Geography 
A. Causas: 
Autores y años Hallazgos 
Ceccato et al (2007) Zonas comerciales y con acceso fácil aumentan la interacción 
social y la ocurrencia de actos criminales. También la actividad 
criminal está geográficamente asociada a la pobreza de largo 
plazo. 
Morenoff y Sampson (2007) 
Ackerman (1998) 
Sampson y Wilson (1995) 
Altas tasas de criminalidad están asociadas con el descenso en 
el empleo de sus residentes. 
 
Ackerman y Murria (2004) 
Kubrin y Weitzer (2003) 
 
Hay zonas que ofrecen más oportunidades para la actividad 
criminal que otras a razón del descuido político, mala 
planeación y falta de recursos. 
Van Dijk, 1990 
Singer, 1981 
Sutherland, 1942 
Los criminales y las víctimas viven en áreas geográficamente 
próximas. 
 
Block y Block, 1995 
 
Mayor criminalidad en zonas de grandes proyectos de vivienda 
social construidos en los Estados Unidos 
Eck y Weisburd, 1995 
 
Hay zonas que mantienen tasas de criminalidad relativamente 
estables por largos periodos de tiempo 
Sampson (1986) 
Felson (1986) 
Estructuras familiares que han sido disueltas disminuyen el 
control social y aumentan los comportamientos violentos y 
alienados. 
Singer, 1981 Altas tasas de criminalidad en un lugar están asociadas con 
altas densidades de población con historial criminal en ese 
mismo lugar 
Shaw y McKay (1942) Hay mayor crimen donde hay más pobreza y diversidad étnica. 
La población pudiente escapa geográficamente de la 
desorganización social. 
Burgess, 1925 El crimen aumenta en las zonas de rápido crecimiento 
poblacional 
B. Efectos: 
Autores y años Hallazgos 
Morenoff y Sampson (1997) Altas tasas de homicidios provocan el despoblamiento de la 
zona, pero en tasas diferentes para grupos raciales diferentes 
Krivo y Peterson, 1996 
Reiss y Rhodes, 1961 
La probabilidad de convertirse en criminal es mayor si el 
individuo crece en una zona de alta criminalidad 
Taub et al, 1984 Daña los mercados inmobiliarios: afecta la reputación de la 
zona y baja el valor de las viviendas 
Reiss, 1980 Desarrollo económico: provoca la emigración de negocios 
Sensación de inseguridad creciente: provoca el 
despoblamiento 
c. Políticas 
Autores y años Hallazgos 
Ackerman y Murray, 2001 Disminuir las densidades poblacionales 
Ackerman y Murray, 2001 
Parker, 1993 
Fagan, 1990 
Reforzamiento del control geográfico de la venta de alcohol 
Craglia et al, 2001 
Chevigny, 1999 
Patrullaje estratégico y uso de SIG´s 
Cohen y Felson (1979) Eliminaciónde tres condiciones necesarias: criminales 
potenciales, oportunidades de crimen y vigilancia inefectiva. 
Cuadro 1. Síntesis de estudios previo (Fuente: elaboración propia).
59Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
 Los efectos geográficos del crimen también han sido analizados. Por ejemplo, 
se ha observado que incrementos en las tasas de criminalidad afectan los mercados in-
mobiliarios, en este caso de forma negativa en el valor de las viviendas (Taub et al. 1984). 
También se ha visto que desincentivan la creación de nuevos negocios, e impulsan la 
emigración de los negocios existentes, creando –pareciera que de manera circular- una 
sensación de inseguridad creciente, una caída de la reputación social de la zona y even-
tualmente un despoblamiento (Morenoff y Sampson 1997; Reiss 1980).
 Las políticas de tipo geográfico que los estudios previos sugieren, consisten 
fundamentalmente en implementar acciones gubernamentales que alteren la estructura 
sociocultural de las zonas con alta criminalidad y/o una reducción de la oportunidad 
criminal. En el primer caso se sugieren proyectos de vivienda social con densidades 
poblacionales menores a los existentes y/o el reforzamiento en el –ya clásico y ameri-
cano- control geográfico de la venta de alcohol (Ackerman y Murray 2001; Parker 1993; 
Fagan 1990). En el segundo caso se ha sugerido la utilización de sistemas de información 
geográfica (SIGs) y de patrullaje estratégico por parte de la policía (Craglia et al. 2001; 
Chevigny 1999). Esta popularización de los SIGs se debe en buena medida al incremento 
en la preocupación sobre el problema del crimen y la inseguridad en los últimos años 
particularmente en la Unión Europea. Cualquier sugerencia de política debe concentrarse 
en las tres condiciones necesarias para que el crimen ocurra (Cohen y Felson 1979): 
criminales potenciales, oportunidades claras, y vigilancia inefectiva.
Caso de estudio: la zona metropolitana del valle de México (ZMVM)
La ZMVM comprende 75 unidades político-administrativas pertenecientes a tres 
estados diferentes. Estas unidades son las 16 delegaciones del distrito federal, 58 muni-
cipios del estado de México y un municipio del estado de Hidalgo.9 Las delegaciones del 
distrito federal conforman la llamada “ciudad de México” o “capital”, y los municipios 
restantes conforman la llamada “área conurbada” (Figura 1). 
La ZMVM es el asentamiento humano más poblado y geográficamente extenso 
del país. Tiene una población superior a los 19 millones de habitantes; el 18.6% del total 
nacional. La población está distribuida a través de 7,679 km2, de los cuales el 19% cor-
responde al distrito federal y el 81% al área conurbada. La densidad poblacional es de 
2,504 habitantes por kilómetro cuadrado.
Además de estar administrativamente dividida en una multitud de gobiernos lo-
cales, la metrópolis presenta variaciones muy importantes en su estructura socioespacial 
(Vilalta 2008a; Delgado 1991; Mercado 1988). Por ejemplo, la densidad es tres veces 
mayor en el distrito federal que en el área conurbada. Esto se debe a patrones diferen-
ciados en el uso del suelo, tipos de vivienda, especialización económica y sistemas de 
transporte público. 
60 Journal of Latin American Geography 
Figura 1. La Zona Metropolitana del Valle de México
 (ZMVM): Distrito Federal y Area Conurbada.
Las variaciones en las tasas de crecimiento poblacional son notables (Cuadro 2). 
La población en el área conurbada ha venido creciendo muy rápidamente en los últimos 
años a razón de una mayor disponibilidad de suelo urbanizable y precios más bajos –en 
promedio- en suelo y vivienda. Lo anterior ha impulsado la construcción de vivienda, el 
crecimiento de la población, y el aumento en la densidad. El distrito federal ha crecido 
a una velocidad mucho menor (1.3%), aunque su densidad también se ha venido incre-
mentando de forma importante.
La estructura familiar, los niveles de educación, de asistencia a la escuela y de perte-
nencia a algún tipo de sistema de salud -público o privado- también es variable (Cuadro 
3). El distrito federal posee una menor proporción de personas que viven en hogares de 
tipo tradicional o en donde los jefes del hogar son del sexo masculino (p = .000). En este 
aspecto, la proporción de la diferencia es de cinco personas a una en el área conurbada y 
de tres personas a una en el distrito federal. Por otro lado, el nivel de educación del jefe 
del hogar es significativamente menor en el área conurbada (p = .000), al igual
61Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
Fuente: Elaboración propia con base en información de. XII Censo General de Población 
y Vivienda 2000 y el II Conteo de Población y Vivienda 2005.
Cuadro 2. ZMVM: Características poblacionales.
* Se refiere a la proporción de población en hogares con jefe de hogar mujer sobre 
población en hogares con jefe de hogar hombre y proporción de población entre 15 y 
24 años de edad que no va a la escuela frente a los que si van. **En porcentaje.
Cuadro 3. ZMVM: estructura familiar, educación y seguridad social.
que la proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que asisten a la escuela frente a los que 
no asisten (p = .000), y el porcentaje de población no derecho-habiente de algún sistema 
de salud (p = .000).
Asimismo, los niveles de pobreza y de ingreso de la población son sustancial-
mente diferentes (Cuadro 4). Para ilustrar esto se muestran tres indicadores: el índice de 
marginación,10 el porcentaje de población ocupada con ingresos de diez salarios mínimos 
o más, y la proporción de la población ocupada que gana un salario mínimo o menos, 
frente a la proporción de los que ganan diez o más. El índice de marginación en el distrito 
federal es significativamente menor en promedio (ZMW = -4.490, p = .000),
11 el porcentaje 
de población ocupada con los salarios más altos es casi el doble que en el área conurbada, 
y la proporción de personas que ganan diez o más salarios mínimos frente a las que ganan 
uno es también casi el doble que en el área conurbada.
El empleo en el sector del comercio al por menor es de la mayor importancia para 
la economía de la metrópolis (Cuadro 5).12 En el año 2004, casi 900 mil personas, o el 
23% de la población ocupada, trabajaba en establecimientos dedicados a esta actividad, 
siendo así la mayor empleadora de todos los sectores económicos de la metrópolis.13 En 
términos de empresas, empleos, producción bruta14 y producción por empleado, este 
sector es mayor en el distrito federal que en el área conurbada.15 Sin embargo, el mayor 
 Superficie (Kms2) 
Población 
(2005) 
Crecimiento 
Poblacional 
(2000-05) 
Densidad 
(2005) 
Aumento 
en la 
densidad 
(2000-05)
Distrito 
Federal 1,479 8,720,916 1.3% 5,896 78 
Area 
Conurbada 6,200 10,510,913 7.3% 1,695 116 
Total 7,679 19,231,829 4.5% 2,504 109 
 
Hogares con jefe 
de hogar mujer 
(2005)* 
Jefe del hogar con 
educación secundaria 
únicamente 
(2005)** 
Jóvenes que 
atienden a la 
escuela 
(2000)* 
Población no 
derecho-
habiente 
(2000)** 
Distrito 
Federal 0.33 19.9% 1.1 45.9% 
Area 
Conurbada 0.23 26.5% 1.7 50.2% 
Total 0.27 25.1% 1.4 48.2% 
Resultados de las pruebas sobre diferencias en los rangos-promedio: 
ZMW = -5.465 -4.786 -5.600 -3.557 
Sig. .000 .000 .000 .000 
62 Journal of Latin American Geography 
dinamismo se registra en el área conurbada en términos de empleos, empresas y produc-
ción por empleado.
En términos de crimen, el distrito federal posee una tasa de presuntos por robo 
cinco veces superior al área conurbada (Cuadro 6).16 Este amplio número de presuntos 
por robo lo convierten en el delito más frecuente en la metrópolis (54%), seguido muy 
por detrás por el número de presuntos en el 
* En porcentaje. ** Se refierea la proporción de población con ingresos menores 
o iguales a 1 salario mínimo sobre la población con ingresos de 10 o más salarios 
mínimos.
Cuadro 4. ZMVM: Marginación e ingreso.
Fuente: Elaboración propia con base en información de INEGI (1999 y 2004).
Cuadro 5. ZMVM: dinámica del empleo del sector comercio al por menor.
 
Promedio del índice 
de marginación 
(2005) 
Población ocupada con 
ingresos de 10 o más salarios 
mínimos 
(2000)* 
Desigualdad de 
ingreso 
(2000)** 
Distrito Federal -1.65 6.4% 1.3 
Area Conurbada -1.42 3.5% 2.4 
Total -1.47 5.0% 1.7 
Resultados de las pruebas sobre diferencias en los rangos-promedio: 
ZMW = -4.490 -4.604 -4.242 
Sig. .000 .000 .000 
 Empresas (2004) 
Cambio 
Empresas 
(1999-04) 
Empleos 
(2004) 
Cambio 
Empleos 
(1999-04)
Prod. por 
empleado 
(2004) 
Cambio 
prod. por 
empleado 
(1999-04) 
Distrito 
Federal 170,118 4.5% 532,016 19.5% 154.9 24.6% 
Area 
Conurbada 156,009 15.7% 358,778 35.0% 97.8 28.1% 
Total 326,127 9.6% 890,794 25.3% 131.89 24.0% 
63Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
* Cálculos propios sobre las estadísticas judiciales de 2004, y conteos de población de 
2000 y 2005.
** Se muestran los valores Z de la prueba Mann-Whitney y el estadístico de Levene. 
Los valores negativos en los estadísticos indican que el número de presuntos y la tasa es 
menor en el área conurbada que en el distrito federal.
*** Las tasas se refieren al número de robos por cada 100,000 habitantes.
Cuadro 6. ZMVM: estadísticas del delito de robo, 2000–2004 * **
delito de lesiones (16%). La mayor parte de los robos son de vehículos (36%), a transeúntes 
en vía pública (16%), y a negocios (15%); la mayor parte ocurren sin violencia (65%), y las 
denuncias de robo con violencia han disminuido entre 2003 y 2006.17
Las diferencias en los promedios y las varianzas sugieren dinámicas geográficas 
particulares. Los municipios del área conurbada tienen promedios más bajos y son más 
similares entre ellos. Al contrario, las delegaciones del distrito federal están -en su may-
oría- por encima del promedio de la metrópolis y además son sumamente diferentes. Los 
mapas muestran claramente estas particularidades (Figura 2). Primero, nótese la con-
centración en la incidencia de robo en la zona centro de la zona metropolitana o norte 
del distrito federal.18 Segundo véanse las mayores desviaciones estándar de las delega-
ciones del distrito federal; en dos delegaciones hasta tres veces por encima del promedio 
metropolitano. Casi todos los municipios de la periferia de la metrópolis o área conur-
bada se hallan a una desviación estándar por debajo de tal promedio metropolitano. Los 
coeficientes de autocorrelación espacial confirman estos altos niveles de concentración 
geográfica (Cuadro 7).
 Presuntos (2004) 
Tasa 
(2004)** 
Distrito Federal 14,419 165 
Area Conurbada 3,820 36 
Total 18,239 95 
Promedios: 
Distrito Federal 901 165 
Area Conurbada 64 27 
Total 243 56 
Desviaciones estándar: 
Distrito Federal 815 131 
Area Conurbada 134 15 
Total 517 83 
Resultados de las pruebas sobre diferencias en los rangos-promedio: 
ZMW = -5.615 -5.911 
Sig. 0.000 0.000 
Resultados de las pruebas sobre homogeneidad de varianzas: 
Levene = 62.057 38.812 
Sig. 0.000 0.000 
64 Journal of Latin American Geography 
Figura 2. Las tasas de robo en la ZMVM en desviaciones estándar (2004).
(Fuente: elaboración propia con base en cálculos sobre las Estadísticas Judiciales de 
2004 de INEGI.)
* Cálculos propios con información proveniente de las Estadísticas Judiciales, INEGI, 
2007.
Cuadro 7. ZMVM: Coeficientes de autocorrelación espacial, 2000-2004.*
En resumen, estos datos muestran la variación espacial en la composición social y activi-
dad delictiva de la metrópolis. Tanto el distrito federal como el área conurbada poseen 
dinámicas poblacionales y socioeconómicas diferentes, las cuales como se verá adelante, 
están asociadas a sus propios niveles de criminalidad. A continuación, la parte de metod-
ología explica el modelo descriptivo diseñado para probar la asociación estadística entre 
 Presuntos
(2004) 
Tasa
(2004)** 
Vecinos de primer orden (por estricta contiguidad):
I = 0.554 0.625
Sig. 0.000 0.000
Vecinos de primer orden ajustado (por contiguidad y dentro del promedio 
entre centroides): 
I = 0.757 0.786
Sig. 0.000 0.000
65Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
composición social y la incidencia de robo.
Metodología
El código penal del distrito federal define al robo como el apoderamiento de una 
cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que puede disponer 
de ella con arreglo a la ley.19 En este sentido, la información que utiliza este estudio para 
medir la incidencia de robos proviene de las estadísticas judiciales sobre presuntos deteni-
dos que compila y difunde el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 
(INEGI).20
La definición estadística de Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) 
aparece en el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México 
(1998), y fue elaborada conjuntamente por los gobiernos del Distrito federal, el Estado 
de México y la Secretaría de Desarrollo Social.21 En consecuencia, se utiliza como unidad 
geográfica base a las delegaciones políticas del Distrito Federal (n = 16) y a los municipios 
conurbados del estado de México (n = 58) e Hidalgo (n = 1).
El modelo descriptivo se conforma por seis hipótesis geográficas:
• Hay más crimen en áreas de alta densidad poblacional. El mecanismo causal es el argumento 
de que la mayor densidad poblacional está usualmente relacionada con el crimen a razón 
de una mayor interacción social (Cecatto et al 2007; Ackerman y Murray 2001; Block y 
Block 1995).
• Hay más crimen donde aumenta la población. En este caso, se argumenta que las zonas 
de mayor crecimiento presentan problemas de desorganización social, menor control 
gubernamental, y mayores oportunidades para la acción criminal (Burgess 1925).
• Hay más crimen donde la población varonil joven es mayor. Se argumenta que la composición 
demográfica de un lugar determina sus niveles de violencia, sobre todo entre la población 
en áreas pobres (Cecatto et al 2007). Para el caso mexicano, se confirma que la edad típica 
de la población carcelaria purgando una pena por el delito de robo es 24 años y que la 
mitad tiene menos de 30 años (Vilalta 2008b).
• Hay más crimen en áreas pobres. Se argumenta que la población en áreas pobres pueden 
tener un grado de control y cohesión social débil, que junto con la necesidad económica, 
pueden impulsar a la resolución de conflictos locales de forma violenta o ilegal (Ceccato 
et al 2007; Messner y Rosenfeld 1999).
• Hay más crimen en áreas comerciales y de mayor ingreso y consumo. Existen lugares con altos 
niveles de interacción social y de flujos de bienes que facilitan y concentran la actividad 
criminal, como son las áreas comerciales y con acceso fácil (Ceccato et al 2007).
• Hay más crimen en áreas donde la estructura familiar se erosiona y donde los controles sociales y 
apoyos son menores. En este respecto, se ha encontrado empíricamente que aquellos lugares 
en donde las estructuras familiares han sido disueltas por medio de divorcios disminuyen 
el control social y aumentan los comportamientos violentos y alienados, particularmente 
entre la población joven (Sampson 1986; Felson 1986). 
Estas hipótesis se adaptan para el delito de robo. El modelo asume de forma 
análoga que el robo -como crimen- es un fenómeno espacialmente localizado –no 
geográficamente aleatorio- asociado a la composición poblacional, económica y social 
del área en donde ocurre (Figura 3).
66 Journal of Latin American Geography 
Como variable dependiente se utilizael número total y la tasa por cada 100,000 ha-
bitantes de detenidos como presuntos por delito de robo de fuero común por lugar –del-
egación o municipio- de ocurrencia de tal delito.22 El modelo contiene como variables 
independientes una variedad de factores indicativos de las características poblacionales, 
económicas y sociales de la metrópoli (Cuadro 8).
Las fuentes de información son las estadísticas judiciales contenidas en el Sistema 
Municipal de Bases de Datos (SIMBAD) de 2004, el censo económico de 2004, el censo 
de población y vivienda de 2000 y el conteo de población del año 2005.23 Estas tres úl-
timas son las fuentes de información utilizadas para conocer la composición social de la 
metrópoli.
La prueba estadística del modelo comprende primero un análisis correlacional 
y posteriormente un análisis de regresión lineal múltiple.24 El propósito es probar las 
hipótesis de manera simultánea. Dada la espacialidad del robo, las particularidades com-
posicionales de cada área de la metrópolis, y la presencia potencial de un patrón de het-
erogeneidad espacial, se aplicó el modelo en tres áreas geográficas diferentes.25 Primero 
se corrió una regresión para la ZMVM (n =75), luego para el distrito federal (n =16), y 
finalmente para el área conurbada (n = 59). Solamente se incluyen aquellas variables del 
modelo que estuvieron inicialmente correlacionadas con la variable dependiente en cada 
área geográfica. Se comparan los resultados para cada una, y en la parte de discusión y 
conclusiones se analizan las diferencias.
Figura 3. Modelo descriptivo de la geografía del robo.
Fuente: elaboración propia con base en hallazgos en estudios previos.
67Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
Resultados
Los coeficientes de correlación lineal muestran que la mayor parte de las variables 
composicionales guardan una asociación estadísticamente significativa con la incidencia 
de robo (Cuadro 9). En términos de correlaciones bivariadas, hay más coincidencias que 
diferencias entre áreas geográficas. Las únicas diferencias entre el distrito federal y el área 
conurbada son que en el primer caso la presencia de bajas proporciones de población 
masculina joven se asocian significativamente con la incidencia de robos (p = 0.025) 
mientras que el nivel de ingreso no se asocia significativamente (p = 0.395). 
El análisis de regresión ahonda en las diferencias del modelo para cada área 
geográfica. En primer lugar se presentan los resultados para la ZMVM. En general, la 
capacidad predictiva de este modelo es alto (CD = 0.771) y se descartan más hipótesis 
de las que se aceptan (Cuadro 10).26 En detalle se observa que la incidencia de robo está 
asociada primordialmente a las variables indicativas de la actividad comercial (p = 0.000), 
la estructura familiar no tradicional (p = 0.002) y el lugar de ocurrencia al interior de la 
zona metropolitana (p = 0.076). En este caso, el distrito federal muestra o mantiene una 
mayor incidencia independientemente de la composición social.
Fuente: elaboración propia.
Cuadro 8. Variables en el modelo descriptivo de la geografía del robo.
Variable Dependiente Mediciones y años 
Delito de Robo Presuntos detenidos por el delito de robo por 
cada 100,000 habs. (2004) 
Variables Independientes Mediciones y años 
Densidad poblacional 
 
Crecimiento poblacional 
Población masculina joven 
Marginación 
Actividad comercial 
 
Nivel de ingreso y consumo 
 
Escolaridad del jefe de hogar 
 
Asistencia escolar de jóvenes 
 
Estructura familiar no tradicional 
Seguridad social 
 
 
Población por kilómetro cuadrado y cambio 
(2000- 2005) 
Cambio absoluto y relativo de población 
(2000-2005) 
Porcentaje de hombres entre 15 y 29 años 
(2005) 
Indice de marginación (2005) 
Valor agregado censal del comercio al por 
menor (2004) 
Porcentaje de población ocupada con ingresos 
mayores a los 10 salarios mínimos (2000) 
Porcentaje de jefes de familia con nivel 
educativo máximo de secundaria completa 
(2000) 
Proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que 
asisten a la escuela frente a los que no asisten 
(2005) 
Proporción de mujeres a hombres como jefe 
de hogar (2005) 
Porcentaje de población no protegida 
legalmente por los programas o servicios de 
salud que brindan las instituciones públicas o 
privadas (2000) 
68 Journal of Latin American Geography 
 
* Se muestran los coeficientes de correlación r de Pearson. La significancia estadística 
en paréntesis.
Cuadro 9. Coeficientes de correlación lineal entre los indicadores 
 de composición social y la incidencia de robo según área geográfica.*
Para el distrito federal los resultados son notablemente diferentes. Si bien la capacidad del 
modelo también es alta (CD = 0.696), únicamente la actividad comercial estuvo estadís-
ticamente asociada de forma independiente a la incidencia de robos (p = 0.017).27 Todo 
constante, los demás indicadores de la composición social de las delegaciones dejaron de 
tener una asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robos.
Finalmente, los resultados para el área conurbada son completamente diferentes. 
La capacidad predictiva del modelo es la menor (CD = 0.313), y solamente el indicador 
de los niveles de marginación mantiene una asociación estadísticamente significativa con 
la incidencia de robos. La dirección de la relación es inversa a lo comentado en estudios 
previos sobre pobreza; en este caso, a mayor marginación hay una menor incidencia 
de robo (p = 0.001). En esta área de la metrópolis, la actividad comercial no tuvo una 
asociación estadísticamente significativa con la incidencia de robo una vez mantenida 
constante la variación en los niveles de marginación.
Los resultados muestran que el distrito federal y el área conurbada no com-
parten ningún componente social relacionado con sus incidencias locales de robo. 
En su conjunto, estas coincidencias y divergencias con hallazgos en estudios previos 
muestran la importancia que tiene el análisis geográfico del crimen en diferentes escalas 
 Variable dependiente (VD): Presuntos por delito de robo por cada 100,000 habitantes
Variables independientes 
(VI) 
ZMVM 
(n = 75) 
Distrito Federal 
(n = 16) 
Area Conurbada 
(n = 59) 
Densidad poblacional 0.589 (0.000) 0.542 (0.030) 0.267 (0.041) 
Cambio en la densidad 
poblacional -0.185 (0.112) -0.142 (0.600) -0.064 (0.632) 
Cambio poblacional 
absoluto -0.129 (0.270) -0.289 (0.278) -0.029 (0.825) 
Cambio poblacional 
relativo -0.201 (0.084) -0.410 (0.115) 0.038 (0.777) 
Población masculina 
joven -0.382 (0.001) -0.555 (0.025) 0.189 (0.151) 
Marginación -0.468 (0.000) -0.504 (0.046) -0.448 (0.000) 
Actividad comercial 0.819 (0.000) 0.816 (0.000) 0.378 (0.003) 
Nivel de ingreso y 
consumo 0.529 (0.000) 0.228 (0.395) 0.231 (0.078) 
Escolaridad del jefe de 
hogar -0.553 (0.000) -0.422 (0.104) -0.065 (0.624) 
Asistencia escolar de 
jóvenes -0.489 (0.000) -0.455 (0.077) -0.249 (0.058) 
Estructura familiar no 
tradicional 0.843 (0.000) 0.834 (0.000) 0.233 (0.076) 
Seguridad social -0.384 (0.001) -0.428 (0.098) -0.255 (0.052) 
69Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
Variable dependiente: Robos por cada cien mil habitantes en 2004 
Resultados para la ZMVM (n = 75): 
 Coeficiente no estandarizado
Coeficiente 
estandarizado
Significancia 
estadística 
Constante -9.499 0.941 
Area de la ZMVM (distrito 
federal/área conurbada) -33.169 -0.164 0.076 
Población masculina joven -3.987 -0.040 0.559 
Marginación -0.120 0.000 0.997 
Escolaridad del jefe de 
hogar 192.259 .0103 0.216 
Estructura familiar no 
tradicional 478.269 0.417 0.002 
Actividad comercial 0.000 0.426 0.000 
Diagnósticos del modelo: 
Coeficiente de determinación (CD) = 0.771 
Prueba F del modelo = 38.264 (p = 0.000) 
Normalidad de los residuales: ZKS = 1.203 (p = 0.111) 
Resultados para el distrito federal (n = 16): 
 Coeficiente no estandarizadoCoeficiente estandarizado
Significancia 
estadística 
Constante 420.470 0.317 
Densidad poblacional 0.001 0.027 0.923 
Población masculina joven -33.362 -0.241 0.423 
Asistencia escolar de 
jóvenes 75.109 0.159 0.659 
Seguridad social -97.199 -.052 0.893 
Actividad comercial 0.000 0.732 0.017 
Diagnósticos del modelo: 
Coeficiente de determinación = 0.696 
Prueba F del modelo = 4.575 (p = 0.020) 
Normalidad de los residuales: ZKS = 0.491 (p = 0.970) 
Resultados para el área conurbada (n = 59): 
 Coeficiente no estandarizado Coeficiente estandarizado
Significancia 
estadística 
Constante -68.777 0.073 
Densidad poblacional 0.000 0.009 0.956 
Marginación -46.598 -0.611 0.001 
Asistencia escolar de 
jóvenes 5.073 0.236 0.304 
Estructura familiar no 
tradicional 75.294 0.158 0.358 
Seguridad social 6.343 0.053 0.783 
Actividad comercial 0.000 0.274 0.126 
Nivel de ingreso -117.919 -0.135 0.422 
Diagnósticos del modelo: 
Coeficiente de determinación = 0.313 
Prueba F del modelo = 3.318 (p = 0.005) 
Normalidad de los residuales: ZKS = 0.795 (p = 0.552) 
Cuadro 10. Resultados de los modelos de regresión para el ZMVM, 
el distrito federal y el área conurbada.
70 Journal of Latin American Geography 
y regionalizaciones, y la importancia que tienen las características de los lugares para 
entender de manera descriptiva y correlacional el comportamiento criminal agregado. 
Discusión y conclusiones
El propósito principal de este estudio es realizar una prueba empírica de un mod-
elo descriptivo de la geografía del robo en la Zona Metropolitana del Valle de México 
(ZMVM). Como fundamentos teóricos, el modelo considera ideas y mecanismos causales 
de la escuela de la ecología humana. Esta escuela sostiene que la variación espacial del 
crimen está relacionada con la variación espacial de la composición social de la población, 
y que diferentes manifestaciones de una desorganización social –vía pobreza, falta de 
cohesión y desarreglos sociales locales- incrementan la ocurrencia de actos criminales y 
la utilización de la violencia para la resolución de problemas y satisfacción de necesidades 
individuales (Sampson 2004).
Los dos primeros hallazgos de tipo descriptivo son que el delito de robo está fuer-
temente concentrado espacialmente alrededor del centro de la ZMVM,28 y que la com-
posición social de la ZMVM es muy variable geográficamente. En términos generales, los 
niveles de ingreso y bienestar son mayores en el distrito federal, y la estructura familiar es 
menos tradicional también. Al igual, la densidad poblacional es significativamente mayor 
en el distrito federal, aunque los mayores cambios en la densidad y en el crecimiento 
demográfico se vienen presentando en el área conurbada.
Los hallazgos correlacionales surgieron de la aplicación del modelo geográfico, el 
cual comprendió seis pruebas de hipótesis aplicadas específicamente al delito de robo. 
Los resultados son sumamente diferentes para cada área geográfica -la ZMVM en su con-
junto, las delegaciones del distrito federal y los municipios del área conurbada (Cuadro 
11). Las hipótesis y los hallazgos correspondientes son los siguientes:
• Hay más crimen en áreas de alta densidad poblacional (Ackerman y Murray 2001; 
Block y Block 1995). Efectivamente hay una mayor ocurrencia de robos en áreas de 
alta densidad, pero esta variable no explica de manera independiente las tasas de robo. 
Es en relación con otras variables composicionales, que a su vez se relacionan con la 
alta densidad, las que están estadísticamente asociadas a la incidencia de robos en la 
metrópolis.
• Hay más crimen donde aumenta la población (Burgess 1925). Se descarta esta 
relación.
• Hay más crimen donde la población varonil joven es mayor (Cecatto et al. 2007). 
Este indicador de composición demográfica no mostró tener alguna asociación 
estadísticamente significativa con la incidencia de robos una vez consideradas otras 
variables composicionales.
• Hay más crimen en áreas pobres (Ceccato et al. 2007; Messner y Rosenfeld 1999). 
Para el caso del delito de robo y concretamente para el área conurbada, la relación es 
justamente al revés; hay una mayor incidencia de robos en aquellas áreas con menores 
niveles de marginación. En la interpretación de este resultado, debe considerarse el efecto 
mutuo de la posibilidad de un subregistro de denuncias y de vigilancia y posterior captura 
de presuntos delincuentes en las áreas más marginadas de la ciudad. Invariablemente, a 
partir de la información oficial disponible, se descarta esta relación para la ZMVM en su 
conjunto y para el distrito federal en particular.
• Hay más crimen en áreas comerciales y de mayor ingreso y consumo (Ceccato et 
al. 2007). Esta relación se acepta en la ZMVM y el distrito federal. Efectivamente hay 
71Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
una mayor incidencia de robos en aquellos lugares donde el volumen de transacciones 
comerciales al menudeo es mayor (medido por el valor agregado bruto). En el área 
conurbada, el volumen de transacciones comerciales no estuvo asociado estadísticamente 
con su incidencia de robos una vez que fueron consideradas otras variables en la ecuación 
local.
• Hay más crimen en áreas donde la estructura familiar se erosiona y los controles y apoyos 
sociales son menores (Sampson 1986; Felson 1986). Para el caso de la ZMVM, la estructura 
familiar no tradicional medida por la proporción de jefes de hogar de sexo femenino 
frente al masculino, fue una variable positivamente asociada a la incidencia de robos. 
La proporción de derecho-habientes como medición de apoyo social tampoco sostuvo 
alguna relación independiente con la incidencia de robos.
* Se muestran los coeficientes de correlación r de Pearson. La significancia estadística 
en paréntesis. Las relaciones no aplican (n.a.) o no son estadísticamente significativas 
(n.s.)
Cuadro 11. Síntesis de resultados de los modelos de regresión para cada área de la 
ZMVM.*
 
Variable dependiente (VD): 
Presuntos por el delito de robo por cada 100,000 
habitantes 
Variables independientes 
(VI) 
ZMVM 
(n = 75) 
Distrito Federal 
(n = 16) 
Area 
Conurbada 
(n = 59) 
Distrito federal / Área 
conurbada (+) n.a. n.a. 
Densidad poblacional n.a. n.s. n.s. 
Cambio densidad 
poblacional n.a. n.a. n.a. 
Cambio poblacional 
absoluto n.a. n.a. n.a. 
Cambio poblacional relativo n.a. n.a. n.a. 
Hombres entre 15 y 29 años n.s. n.s. n.a. 
Marginación n.s. n.a. (-) 
Actividad comercial (+) (+) n.s. 
Nivel de ingreso n.a. n.a. n.a. 
Escolaridad del jefe de hogar n.a. n.a. n.a. 
Asistencia escolar de jóvenes n.a. n.s. n.s. 
Estructura familiar no 
tradicional (+) n.a. n.s. 
Seguridad social n.a. n.s. n.s. 
72 Journal of Latin American Geography 
En suma, la variación espacial en la incidencia de robos está positivamente asociada a una 
alta actividad comercial y a la presencia de familias no tradicionales en el distrito federal, 
y a una baja marginación en el área conurbada (Figura 4).29 Estos hallazgos diferenciados 
por área de la metrópolis son sugerentes de dinámicas locales –pero no necesariamente 
independientes- de robo en cada una de estas áreas geográficas. 
El hallazgo de una mayor incidencia de robos en áreas de alta actividad comercial y 
de baja marginación, sugiere que el robo es un delito no espontáneo, probablemente pla-
neado y racional, y refleja que se presenta principalmente en aquellos lugares con bienes 
y con oportunidades para cometerse. Es decir, al ser un delito contra el patrimonio versus 
contra la persona, este patrón geográfico tal vez no sea extensible a otro tipo de delitos 
como homicidio o lesiones. Podría tal vez serlo para el caso de delitos sexuales (violación) 
y contra la salud (venta de droga) que pueden compartir algunoselementos de la teoría 
de la desorganización social y estar aún más fuertemente concentrados espacialmente y 
asociados estadísticamente con la marginación y el consumo de drogas en la localidad. 
Sin embargo, este razonamiento analógico es especulativo y la relación debería ser 
probada de forma específica.
Figura 4. Resultados de la prueba del modelo descriptivo de la 
 geografía del robo para la ZMVM. 
(Fuente: elaboración propia con base en los hallazgos de este estudio)
Más en detalle sobre la asociación estadística entre marginación y robo, recordem-
os que los índices de marginación elaborados por CONAPO son factores que conjuntan 
una diversidad de indicadores sobre los niveles de bienestar y de acceso a los beneficios 
del desarrollo económico (Cortés 2002). En este sentido, son también indicadores de los 
niveles de pobreza y de ingreso en una comunidad. Y si bien se ha encontrado en estudios 
previos que hay una mayor incidencia de crímenes en las áreas pobres de las ciudades 
(Ceccato et al. 2007; Messner y Rosenfeld 1999; Shaw y McKay 1942), la relación inversa 
73Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
que hallamos entre marginación y robo en el área conurbada de la metrópolis puede 
sugerir que el robo se efectúa donde hay mayores probabilidades de éxito para robar; es 
decir, en áreas comerciales y en áreas de mayor ingreso y consumo, las cuales pueden ser 
geográficamente compatibles como es precisamente el caso de algunas secciones del área 
central o del distrito federal de la ZMVM. 
El hallazgo de una mayor incidencia de robo en las áreas de la ciudad con mayores 
proporciones de hogares no tradicionales –medido en este caso por la proporción de 
hogares donde el jefe de hogar es una mujer- es el más difícil de explicar con la infor-
mación disponible. La inclusión de este indicador de desorganización social se basó en 
hallazgos en estudios previos de que ciertos tipos de familias –padres divorciados- po-
seen una menor cohesión y realizan una menor supervisión de las actividades de los hijos 
(Sampson 1986). En consecuencia, se argumenta que hay una mayor posibilidad de en-
contrar comportamientos violentos y/o acciones criminales entre los miembros jóvenes 
de tales familias (Sampson 1986; Felson 1986). Un estudio reciente realizado sobre una 
muestra de población carcelaria para conocer los determinantes sociales, familiares e indi-
viduales de la violencia sobre las víctimas durante la comisión de delitos, no encontró una 
asociación estadísticamente significativa entre diversos indicadores de contexto familiar 
y el uso de violencia en México (Vilalta 2008c). Por ende, si bien el modelo descriptivo 
efectivamente detectó una asociación estadística al respecto, los mecanismos causales es-
tán lejos de registrarse y cualquier discusión sería contemplativa; se requiere realizar más 
pruebas sobre esta relación con información desagregada al nivel del individuo.
Los hallazgos puestos en conjunto conllevan implicaciones para políticas públicas 
en primer lugar es indudable la necesidad de una vigilancia más eficaz en áreas con altos 
volúmenes de comercio minoritario. En segundo lugar, y para efectos prácticos, una 
política urbana que intentara una menor densidad poblacional no disminuiría por sí mis-
ma la incidencia de robos, a menos que también se redujera la actividad comercial en cada 
lugar, lo cual podría hacerse con los instrumentos de uso de suelo actualmente vigentes 
pero que sería económicamente irracional. Asimismo, las áreas de mayor crecimiento 
poblacional no muestran señales de desorganización social conducentes a una mayor 
criminalidad como lo sugiere la teoría de la desorganización social. Una característica que 
si es geográficamente conducente al robo es el nivel de marginación y en este sentido 
la infraestructura urbana, siendo en este caso de una menor frecuencia en promedio en 
los municipios más marginados y periféricos de la metrópolis. Por ende, una política de 
seguridad pública conjunta entre el distrito federal y el estado de México en su área con-
urbada podría tener un mayor efecto en reducir el robo que una política metropolitana de 
ordenación urbana. Inequívocamente y para un logro rápido, lo que claramente sugieren 
los resultados es que lo que más disminuiría la incidencia de robos en la zona metro-
politana sería reducir las oportunidades criminales concentrando recursos de seguridad 
pública en áreas comerciales.
Agradecimientos
Quiero agradecer a Robert Haining de la Universidad de Cambridge por compartirme 
varias de sus publicaciones actualmente en prensa cuyos contenidos enriquecieron el 
diseño del modelo descriptivo presentado en este documento. También agradezco las 
sugerencias hechas por los árbitros de la revista.
74 Journal of Latin American Geography 
Notas
1 Esto no parece haber sido estudiado científicamente en México. En Brasil y en Puerto 
Rico hay varios estudios empíricos al respecto (Ceccato et al. 2007; Puech 2004; Rolnik 
2001; López 2000).
2 El robo es el delito más común.
3 Esto no ha sido estudiado en México. En cambio, en Brasil y en Puerto Rico si hay unos 
pocos estudios al respecto y que han sido publicados en el idioma inglés (Ceccato et al. 
2007; Puech 2004; Rolnik 2001; López 2000).
4 Para una detallada revisión de estudios y crítica sobre ésta área de estudios léase ese 
mismo artículo de Lowman (1986).
5 Parece ser que Guerry (1833) en Francia fue el primero en elaborar mapas de criminali-
dad con base en información estadística.
6 Lowman (1986) habla acerca de otra etapa que él denomina como la escuela analítica 
de los factores de los años cincuenta y sesenta pero que no desarrolla ni identifica con 
la misma claridad. 
7 Esto puede significar que delinquen cerca de sus lugares de residencia y/o la operación 
de una función de fricción de la distancia. Se requeriría observar la geografía de cada 
delito y los patrones de desplazamiento de los delincuentes para llegar a ofrecer alguna 
proposición empírica al respecto.
8 Me parece que esta aseveración sobre el efecto de una segregación espacial en la activi-
dad criminal merecería un análisis detallado para el caso mexicano, y que posiblemente 
podría utilizar niveles de información tanto agregados geográficamente como individu-
ales.
9 Esta definición estadística de la ZMVM apareció por primera vez en el Programa de 
Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México de 1998 y fue realizada por los 
gobiernos del Distrito federal, el Estado de México y la Secretaría de Desarrollo Social.
10 El índice de marginación es un factor que conjunta diversas variables sobre analfa-
betismo, acceso a servicios públicos, calidad de la vivienda, ingreso y hacinamiento. Este 
índice es elaborado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO). Este organismo 
oficial ha diseñado una metodología específica para la medición de la marginación al nivel 
municipal y estatal, y ha realizado estas mediciones para los años 1995, 2000 y 2005. Se 
debe comentar que los índices para cada año utilizan un número de variables diferente, 
pero siguen la misma técnica estadística, que es el análisis factorial. Un índice negativo 
representa un nivel de marginación por debajo del promedio (M = 0) de las unidades 
geográficas, sean municipios o estados, y viceversa en el caso de un índice positivo.
11El valor se refiere al valor Z de la prueba Mann-Whitney (MW). 
12 El sector del comercio al por menor comprende a las empresas dedicadas principal-
mente a la compra y/o venta de bienes de consumo final para ser vendidos a personas 
y hogares.
75Modelo del Robo en la Zona Metropolitana del Valle de México
13 Como mayor empleador le sigue el sector manufacturero con el 21% de la población 
ocupada.
14 La producción bruta se refiere al valor de todos los bienes y servicios emanados de la 
actividad económica como resultado delas operaciones realizadas por las empresas.
15 Estas mediciones se refieren al sector formal de la economía. El sector informal es 
también mayor en el distrito federal.
16 El número de presuntos es indicativo del número de denuncias. El número de presun-
tos criminales se correlaciona histórica y casi perfectamente con el número de denuncias 
por delitos en cada delegación del distrito federal. El coeficiente r de pearson para 2004 
es de 0.921 (p =.000). Se asume que la misma dirección y una magnitud semejante en la 
relación se sostiene para los municipios del área conurbada.
17 Las estadísticas policíacas del distrito federal muestran que entre 2003 y 2006 hubieron 
descensos importantes en el número de denuncias en general (-11%) y por el delito de 
robo (-18%), junto con un aumento en su población carcelaria (14%). En el estado de 
México y para el mismo periodo, el número de denuncias en general ha aumentado (8%), 
pero han disminuido para el delito de robo (-16%). Fuentes: Procuraduría General de 
Justicia del Distrito Federal y del Procuraduría de Justicia del Estado de México (http://
portal.ssp.df.gob.mx www.pgjdf.gob.mx y http://web.edomexico.gob.mx).
18 El extremo sur del distrito federal está menos urbanizado y posee áreas naturales reser-
vadas en donde la construcción está prohibida.
19 Art. 367 del código penal vigente en el distrito federal. Rige la misma definición en el 
código penal del estado de México en el artículo 287. La pena máxima por el delito de 
robo es de quince años en el distrito federal y de doce años en el área conurbada del es-
tado de México. La variación de la pena depende de la cuantía de lo robado, del ejercicio 
o no de la violencia durante su realización, y/o del tipo de artículo robado, en donde el 
robo de automóviles es el sancionado más severamente en el distrito federal.
20 Estas estadísticas judiciales definen a un presunto delincuente como aquella per-
sona a quien el juez de primera instancia le ha dictado auto de término constitucional 
relativo al o los delitos por el que fue consignado. El auto de término constitucional es la 
resolución judicial en el que se asienta o no la existencia de elementos suficientes para el 
inicio de un proceso penal. Esta información es originalmente compilada por los poderes 
judiciales de los estados de la república mexicana.
21 La Secretaría de Desarrollo Social es parte del gobierno federal. Este programa fue 
aprobado el 23 de marzo de 1998. 
22 No se incluyen los robos del fuero federal; su frecuencia es muy baja. El número de 
presuntos criminales está altamente correlacionado (r =.921, p =.000) con el número 
de denuncias por delitos en cada delegación del distrito federal. Se asume que la misma 
correlación se sostiene para los municipios del área conurbada.
23 Esta información está disponible vía Internet en la página del INEGI. Dirección 
del sitio: http://www.inegi.gob.mx/prod_serv/contenidos/espanol/simbad/default.
76 Journal of Latin American Geography 
asp?c=73
24 El paquete utilizado en el análisis espacial es el ArcView junto con el módulo Spatial-
Statistics de S-Plus. Para el análisis correlacional y de regresión se utilizó el paquete SPSS 
versión 15.
25 En este estudio se encontró que el robo es espacialmente dependiente. Existe de-
pendencia espacial cuando “el valor de la variable dependiente en una unidad espacial 
es parcialmente función del valor de la misma variable en unidades vecinas” (Flint et al. 
2000, 4). Por lo anterior y vistas las diferencias composicionales entre el distrito federal 
y el área conurbada, es posible la presencia de un patrón de heterogeneidad espacial. La 
heterogeneidad espacial se define por una variación en las relaciones de las variables de 
un lugar a otro (Lesage, 1999). En términos teóricos, la heterogeneidad espacial se debe 
una variación real y substantiva que evidencia la existencia y la validez del contexto local o 
regional en la definición de un comportamiento social (O´Loughlin y Anselin 1992). Un 
ejemplo de lo anterior en la geografía del robo sería cuando dos zonas con una estructura 
demográfica y niveles socioeconómicos similares poseen niveles de criminalidad difer-
entes. Lo teóricamente relevante en esta situación es que el comportamiento criminal en 
cada zona puede ser determinado por la socialización experimentada dentro del contexto 
de un lugar particular (Flint 1998: 1281). 
26 Los residuales se hallan normalmente distribuidos y no se detectaron problemas de 
colienalidad o heterodasticidad en el modelo. Fue indispensable para la ZMVM retirar del 
modelo los indicadores sobre densidad, cambio poblacional, asistencia escolar, seguridad 
social y nivel de ingreso puesto que ocasionaban problemas de colinealidad.
27 El modelo que consideraba todas las variables independientes también poseía proble-
mas de colinealidad. Se fueron eliminando variables hasta encontrar el modelo adecuado 
o ad-hoc para esta área geográfica. Una vez resuelto el problema de colinealidad, ninguna 
otra variable composicional mantuvo alguna asociación estadísticamente significativa con 
la variable dependiente. Se retiraron dos variables que previamente estuvieron correlacio-
nadas con la incidencia de robos en el distrito federal: marginación y estructura familiar 
no tradicional. Estos indicadores ocasionaban problemas de colinealidad en el modelo; 
en todas las pruebas sus valores de inflación de la varianza (IFV) eran superiores a 8.
28 Hay una notablemente mayor incidencia de robos en las delegaciones del distrito 
federal frente a los municipios del área conurbada. Particularmente en las delegaciones 
Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Benito Juárez.
29 Hay indicadores efectivamente correlacionados -como la densidad poblacional- con 
la incidencia de robo (ver Cuadro 9), pero que no explican de manera independiente su 
variación espacial.
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80 Journal of Latin American Geography 
(En prensa) El Colegio de México. 
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