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© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
 
 
 
 
La internacionalización de la 
lengua portuguesa
Contextos, confrontaciones y prioridades
Carlos Reis
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
 
 
Mi intervención en este ciclo de conferencias tiene como objetivo facilitar un análisis sobre la 
situación actual de la política de lengua portuguesa y, a partir de éste, enunciar propuestas estratégicas 
que inspiren y sirvan de soporte para el desarrollo de esta política. En general, la reflexión que voy a 
desarrollar tiene como punto de partida las siguientes afirmaciones: 
 
• la lengua portuguesa se presenta como un instrumento de afirmación estratégica que 
trasciende su dimensión lingüística en sentido estricto; 
• la proyección internacional de la lengua portuguesa no se corresponde, en estos 
momentos, con la dimensión de su universo de hablantes; 
• una política lingüística debe congregar los esfuerzos de sus diversos protagonistas en 
Portugal y, -en un plano que sobrepasa los límites de esta intervención-, ser capaz de 
convocar a otros países en el marco de la Comunidad de los Países de Lengua 
Portuguesa (CPLP, http://cplp.dynamicweb.pt/). 
 
Inicio esta reflexión proponiendo una definición para su aclaración: la noción de 
internacionalización de la lengua tiene que ver aquí con un proceso eminentemente político de 
afirmación y de diversificación funcional de una lengua en el escenario internacional, como idioma 
usado en varios países, tanto en funciones culturales como académicas, pero también en otros usos o 
ámbitos con prestigio: ciencia, Internet, traducción e interpretación, negocios, etc. Un proceso así 
convoca, además de los propios agentes políticos que el Estado define para este fin, a otros agentes 
(fundaciones, asociaciones culturales, artistas, escritores, científicos, etc.) y exige un trabajo constante, 
con una actitud y un plan estratégicos. 
 
Y ahora, la aclaración: el concepto de internacionalización de la lengua se refiere a la presencia 
del portugués fuera de Portugal y de los demás países de lengua portuguesa. Esa presencia debe 
implicar la articulación de la lengua y de la cultura, entendiéndose como proceso de afirmación de los 
valores y de los sentimientos de identificación nacional. En esta articulación es donde se modela una 
herencia histórica plasmada en diversos campos y multisecular (literatura, teatro, pensamiento, música, 
etc.); pero también es, en ella, donde se inscriben prácticas y agentes actuales (deporte y deportistas, 
factores económicos, comunicación social, moda, diseño, artes plásticas, arquitectura, cine, etc.). 
 
 
 
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
El binomio lengua-cultura fundamenta lo que diré a continuación. En ocasiones, partimos de 
algunos preceptos comunes evidentes y, en algunos casos, engañosos. A saber: el portugués es una 
lengua diseminada por todo el planeta y hablada por más de doscientos millones de personas; en 
Europa es la tercera lengua por su número de hablantes extraeuropeos (después del inglés y del 
español y con grandes diferencias en relación con el alemán, el francés o el italiano); en África, es la 
tercera lengua más hablada; ocho países en cuatro continentes tiene el portugués como lengua oficial; 
uno de esos países es una potencia económica de considerable dimensión; el portugués se utiliza como 
lengua de trabajo en diversas organizaciones internacionales. 
 
Estas y otras afirmaciones que son, de hecho, objetivamente verdaderas, alimentan muchas 
veces, en Portugal, una retórica “triunfalista” que, en algunos puntos, es desproporcionada con respecto 
a las realidades que conviene enfrentar con coraje y sin miedos. Por ejemplo: muchos de esos más de 
doscientos millones de hablantes de portugués viven en situaciones de carencia económica y de 
desintegración social, cultural y cívica. Asimismo, presentan índices de analfabetismo funcional 
elevadísimos. Además, algunos países de lengua oficial portuguesa tienen un peso ínfimo en el 
concierto internacional, lo que debilita el potencial de afirmación del idioma, ya que éste depende de 
otros poderes, entre los que se puede incluir los poderes económicos, tecnológicos, científicos y 
políticos. Junto a su dispersión geográfica, conjugada con algunas de las carencias enunciadas, la 
unidad del portugués, en el espacio transnacional en el que existe, es algo vacilante. Igualmente, 
todavía es poco significativa la presencia del portugués en ámbitos fundamentales, hoy en día, como 
Internet o la producción de software educativo. La enseñanza del portugués en el extranjero se enfrenta 
a obstáculos considerables debido a la capacidad de imposición que tienen los idiomas con los que se 
aviene. Cabe aludir aquí también a otra dificultad que actualmente se encuentra en vías de superación: 
la coexistencia de dos ortografías oficiales, la portuguesa y la brasileña, la segunda casi siempre en 
situación ventajosa cuando se trata de la enseñanza en el extranjero. 
 
En contraposición de este escenario, la internacionalización de la lengua portuguesa puede 
beneficiarse de diversas circunstancias favorables. En primer lugar, hoy existen espacios en los que el 
portugués se encuentra en expansión por razones históricas y sociales, espacios que deben ser 
incrementados y que no deben limitarse puramente a lo lingüístico. En segundo lugar, no puede 
despreciarse la importancia de la intervención brasileña en la internacionalización del portugués, dada 
la relevancia del Brasil en la escena internacional, con una relevancia demostrada crecientemente en 
estos últimos tiempos. Si nos afianzamos en esta afirmación, debe entenderse como un triunfo en 
beneficio de una causa común y no como un motivo de desconfianza, quizá proveniente de algunos 
preconceptos persistentes. En tercer lugar, debemos encarar como circunstancias favorables al 
portugués ciertas tendencias actuales, sobre todo en el ámbito de la Unión Europea, en lo que respecta 
a los procesos de valorización del multilingüismo y de la enseñanza de las lenguas, hecho que tenderá a 
compensar el predominio del inglés. 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
 
Creo necesario, detenerme ahora brevemente, en realizar consideraciones sobre la geografía de 
la lengua portuguesa fuera de Portugal y sobre el conjunto de los países conocidos como “lusófonos”. 
Las grandes manchas, los espacios vacíos y los lentos declives que esta geografía muestra interfieren 
en la dimensión internacional de la lengua portuguesa y determinan la puesta en marcha de medidas 
concretas, de establecimiento de prioridades, de refuerzo o de peticiones de recursos. 
 
Si tenemos en cuenta las grandes manchas de la presencia portuguesa en el mundo, sobre 
todo producidas por la emigración, se comprueba que Europa es el espacio de mayor peso, desde el 
punto de vista cuantitativo1: de un total de casi dos millones de portugueses (1.921.844) residentes en 
Europa, la gran comunidad se encuentra en Francia (un poco menos de un millón, 949.581), seguida 
del Reino Unido (350.000), de Suiza (en torno a ciento cincuenta mil; 166.841), de Alemania(129.696), de España (108.000) y de Luxemburgo (85.000). En América del Norte radica la segunda 
zona de intensa presencia portuguesa: más de un millón y medio (1.567.715) de residentes, con casi un 
millón (973.300) en los Estados Unidos y un poco más de medio millón (594.415) en Canadá. En 
América Central y en Suramérica se cuenta un millón trescientos mil (1.393.709) de portugueses 
residentes, con acentuadas manchas en Brasil (786.500) y en Venezuela (590.000). El África 
Subsahariana registra cerca de trescientos mil (299.996) residentes, con números proporcionalmente 
abrumadores en Suráfrica (274.200). En Asia residen 163.333 portugueses2 y en Australia, 57.250. 
 
Deliberadamente, lo que he dicho hasta ahora se dirigía a analizar grandes áreas geográficas y 
no países concretos. Para ello, sería necesario proceder a una observación más detallada que permitiría 
entender hasta qué punto los esfuerzos portugueses, para internacionalizar la lengua en países de 
lengua española de América del Sur (exceptuando el caso de Venezuela por la presencia de una 
importante comunidad de emigrantes y de «lusodescendientes»), son competidores o aliados de la 
presencia de Brasil, especialmente en la zona del Mercosur. Me limitaré a decir lo siguiente: el efectivo 
crecimiento del portugués, en el extremo sur de Latinoamérica, está directamente relacionado con la 
dinámica y con el peso brasileños en esta zona económica y no gracias a las políticas de difusión 
lingüística de responsabilidad portuguesa; inversamente, es ésta también la explicación lógica para la 
penetración del español en Brasil. 
 
Además de esto, se justifica aquí un breve comentario sobre la situación específica del 
portugués en España, que traduce otra forma de convivencia lingüística. Los números son significativos: 
en unos 20 años y en una modalidad de enseñanza en la que predomina la integración en las escuelas 
públicas, se ha pasado de poco más de 100 alumnos a 10.642 (en el curso 2007/2008). 
 
1 Números de octubre de 2006. Fuente: Secretaria de Estado das Comunidades Portuguesas. No procedo a hacer aquí 
distinciones generacionales ni el cómputo de los llamados «lusodescendientes». 
2 Un número considerable de este grupo corresponde a ciudadanos de Macao a los que, en la década de 1980, les fue concedida 
la nacionalidad portuguesa. La mayor parte de ellos no tienen la lengua portuguesa como lengua materna o ni siquiera son 
hablantes de nuestro idioma. 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Lo que resulta más significativo, es que este aumento se debe sobre todo a estudiantes 
españoles: hace veinte años, ese escaso centenar de estudiantes estaba formado únicamente por 
jóvenes portugueses, pero en 2007/2008, los españoles representaban ya el 72,11% del total. Estos 
índices permiten suponer que factores como la proximidad geográfica, aliada a la fuerte presencia de la 
economía española en Portugal y también a acciones de difusión cultural, han contribuido para que se 
revise la imagen de la lengua y de la cultura portuguesas en España. En el otro lado de la frontera (en 
Portugal), el crecimiento es también impresionante: de poco más de cinco mil estudiantes de español en 
2005 y en la enseñanza básica y secundaria, se ha pasado, en 2009, a casi cincuenta mil. Este 
incremento puede inspirar, desde luego en un plano de referencia simbólica, el establecimiento de 
alianzas estratégicas que, en escenarios de presencia e interés comunes, beneficien a los dos grandes 
idiomas ibéricos. Por ejemplo: la búsqueda de entendimientos en los departamentos universitarios fuera 
de Portugal y de España y la institución de escuelas bilingües en la raya fronteriza luso-española, 
proceso que ya se ha realizado, y con gran éxito, en regiones fronterizas franco-alemanas. 
 
La cuestión de las alianzas estratégicas merecería toda una reflexión autónoma. En lo que se 
refiere a la internacionalización del portugués, pienso en las sinergias que se podrían conseguir, si los 
países de lengua portuguesa con mayor capacidad de actuación en este terreno (en este momento, 
Portugal y Brasil) supieran conjugar esfuerzos y, siempre que fuera factible, compartieran instrumentos 
de intervención. Hay testimonios que confirman esta orientación: me refiero a la intervención de Anna 
Klobucka en una reunión de trabajo sobre promoción de la lengua portuguesa en el mundo, el 5 de 
noviembre de 2007. Según esta profesora de portugués de la Universidad de Massachusetts en 
Dartmouth y, desde su punto de vista, por así decirlo, “exterior”, “es posible y deseable trabajar 
conjuntamente con brasileños en proyectos de promoción de la lengua portuguesa en terceros países”3. 
Entre tanto, en los trabajos realizados por el proyecto de la Fundación Luso-Americana para el 
Desarrollo (The Portuguese Language Initiative) se llama la atención hacia algo que en Portugal no 
siempre se reconoce: el poder económico de Brasil puede contribuir a “apalancar” la 
internacionalización del portugués y a afianzarlo en los Estados Unidos. Y se subraya en esos trabajos 
que de las 500 mayores empresas representadas en la revista Fortune, 400 tienen negocios directos 
con Brasil; y la mitad de los negocios norteamericanos en Latinoamérica se sitúa en Brasil. 
 
Pero esto no es un inconveniente para que se reconozca lo siguiente: el dominio de la 
cooperación entre los países de lengua oficial portuguesa en el ámbito de la lengua es una de las 
principales tareas en las que se debe trabajar, pero no la única, y es necesario adoptar un acuerdo 
ortográfico que constituya, en este contexto, un paso necesario, aunque incompleto por sí mismo, como 
incompleta ha venido siendo, en materia de política lingüística, la acción de la Comunidad de los Países 
de Lengua Portuguesa como instancia transnacional. 
 
3 Cf. Promoção da Língua Portuguesa no Mundo. Reunión de trabajo realizada en la Fundación Luso-Americana el 5 de noviembre 
de 2007, ed. cit., págs. 37-38. 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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Las consideraciones que tejeremos a continuación se sustentan en la distinción entre los dos 
grandes ejes de actuación que se tendrán en cuenta en las propuestas de actividades estratégicas: 
• La enseñanza. Aquí debemos distinguir, al menos, dos situaciones: por un lado, la 
enseñanza de la lengua en el contexto universitario; por otro, la enseñanza de la 
lengua en niveles de escolaridad básica y secundaria. Los temas como el de la 
formación del personal docente, el de la certificación o el del apoyo a la docencia 
requieren tratamientos diferenciados, de acuerdo con esas situaciones. 
• La distribución geográfica. Parece claro que las cuestiones planteadas en los Estados 
Unidos o en Europa, en países con fuerte presencia de comunidades de emigrantes y 
de sus descendientes, en el Oriente o en Latinoamérica, exigen análisis autónomos y 
soluciones propias. Por ejemplo: en los espacios en los que las comunidades 
portuguesas registran una mayor presencia habrá que considerar con cautela la 
posibilidad de articular acciones con sus representantes. En efecto, la actuación de 
dichas comunidades se fija, sobre todo, en la cuestión de la enseñanza del portugués 
como lengua materna, lo que no se corresponde exactamente con las preocupaciones 
de una política de internacionalización del idioma. 
 
 En función de estos dos ejes de actuación, formulo un conjuntode prioridades estratégicas 
entendidas como directrices orientadoras de una política de lengua coherente y consecuente. Me 
referiré, pues, en primer lugar, a la concertación, como prioridad afirmada tanto en el eje de la 
enseñanza (que se relaciona con la articulación de esfuerzos entre los diversos agentes) como en el eje 
de la distribución geográfica (que implica la conjugación de recursos, en escenarios concretos); la 
concertación debe valorarse en el marco de los intereses comunes por todos los países de lengua oficial 
portuguesa, con especial relieve por Brasil, por las razones que antes he apuntado). Paso, a 
continuación, a referirme a la racionalización instrumental, entendida como proceso destinado a 
redimensionar o a reestructurar entidades que, en diversos sectores del Estado, intervienen en el 
proceso de internacionalización de la lengua portuguesa, -proceso que en no raras ocasiones está 
caracterizado por su dispersión-. Además de un deseable aumento de su eficacia, posibilita economías 
claras de escala. Aludiré, en tercer lugar, a la legitimación o, dicho de otro modo, a la implementación de 
medidas siempre tendentes a conferir credibilidad y “un valor añadido” a la afirmación internacional de 
la lengua y de la cultura portuguesas; la legitimación implica iniciativas que, en el eje de la enseñanza, 
se desarrollan bajo cuatro instancias: la de la evaluación, la de la validación, la de la certificación y la de 
la observación, requiriendo todas ellas, y sobre todo las tres primeras, actos de verificación y de 
confirmación formal. 
 
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Destacaré, en cuarto lugar, el sentido estratégico de la formación, sobre todo la formación del 
personal docente, que se me asemeja prioritaria por dos razones: porque las prácticas formativas de 
que se dispone en Portugal no presentan todavía índices de reconocimiento suficiente; y porque la 
enseñanza de la lengua portuguesa en el extranjero exige una preparación adecuada en el plano 
científico-pedagógico que, en muchos aspectos, es diferente a la que se lleva a cabo para la formación 
de profesores de portugués de lengua materna y para la docencia en Portugal. Y, finalmente, hablo de 
modernización, tratando de reforzar lo que se reconoce en los últimos años como absolutamente 
necesario: renovar la imagen de Portugal y de la cultura portuguesa en el exterior. 
 
Extremadamente marcado durante décadas por el imaginario de la emigración y hasta de la 
exclusión, el portugués, en su calidad de idioma de cultura, debe estar cada vez más asociado al 
Portugal del presente. Resulta muy significativo, a este respecto y en el ámbito específico de la 
enseñanza de la lengua, lo que puede leerse en el documento titulado “Contribución sobre cuestiones 
de la Lengua Portuguesa”, cuya autora, María José de Matos, coordinadora de enseñanza para España y 
Andorra, considera que el hecho de que nuestro idioma quedara englobado en España por la Directiva 
Comunitaria 77/486 de 25 de julio de 1977, que tenía como objetivo la escolarización de los hijos de 
los trabajadores emigrantes, determinó “una representación mental del portugués como la lengua 
hablada por los emigrantes y por los pobres …” (págs. 3-4). Con el debido respeto que se merecen, 
añado yo. 
 
Será, pues, en función de estas (y tal vez también de otras) prioridades estratégicas para lo que 
deberán pensarse acciones concretas de diferente índole y con efectos distintos en lo que atañe a la 
internacionalización de la lengua portuguesa. Sin inmiscuirnos en el plano de las acciones políticas y 
diplomáticas propiamente establecidas (que no cabe aquí abordar), haré solamente referencia a cuatro 
instrumentos de actuación con una fuerte implicación estratégica, en algunos casos, con afinidades 
evidentes a lo que se hace en España. 
 
1 ) Orientaciones de referencia. A pesar de estar ya disponible el llamado Marco de 
referencia para la enseñanza del portugués en el extranjero, no parece que se haya 
aprovechado ampliamente todo su potencial de cara a la orientación curricular, en lo que 
respecta a la reglamentación pedagógica y a la evaluación de las prácticas de enseñanza; la 
plena activación del Marco de referencia garantizará que los procesos de evaluación y de 
certificación hayan de guiarse por lo que queda establecido en él. 
 
2) Centros de lengua. En la ponderación de los instrumentos más adecuados para 
dinamizar la enseñanza del portugués en el extranjero se manifiesta, cada vez con mayor 
nitidez, la relevancia de la presencia de los centros de lengua (eje de la enseñanza). Es decir, 
unidades de enseñanza exteriores a las universidades, capaces de asegurar una oferta 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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pedagógica con preponderancia de la enseñanza de portugués lengua extranjera y que se vea 
complementada por una oferta de actividades de divulgación cultural. Se coloca, pues, así, la 
enseñanza del portugués al alcance de un público más vasto y de forma más inmediata que el 
compuesto por el tradicional público universitario, sin que ello quiera decir que se le excluya a 
éste de la oferta. Y habida cuenta de que estas unidades de enseñanza son, en principio, 
estructuras onerosas, deberían concebirse con cierta economía de red y concretizar un principio 
estratégico de la racionalización instrumental. 
 
3) Programas locales. La experiencia adquirida por agentes colocados sobre el terreno 
favorece el establecimiento de programas con vocación para contextos de enseñanza 
específicos, sobre todo y en especial, cuando dichos programas se implementan en espacios de 
crecimiento del portugués, como ocurre en el caso del África meridional. En la situación de los 
Estados Unidos y Canadá, no se podrá hablar de un crecimiento tan llamativo; sin embargo, la 
dimensión de las comunidades portuguesas y de «lusodescendientes» en ambos países, junto a 
los efectos político-simbólicos que se derivan de la valorización de un determinado idioma en 
los Estados Unidos, hace que se justifique un programa de intervención propio. 
 
4) Observatorio de la lengua portuguesa en el extranjero. La complejidad de los 
escenarios y de las situaciones de enseñanza de la lengua en el extranjero, así como la 
diversidad de situaciones que se producen en ella, justifican la existencia de un Observatorio de 
la Lengua Portuguesa en el Extranjero, con formato y con funciones diferentes a lo que ya 
existe4. Apunto aquí hacia una entidad de estructura leve, desburocratizada e integrada por 
personalidades independientes, con funciones de análisis, diagnóstico, asesoramiento, 
dinamización de proyectos de investigación y apoyo a la enseñanza. 
 
En estos momentos, no es posible hablar en política de lengua sin hacer referencia, aunque 
sólo sea brevemente, a la cuestión de la ortografía, recordando lo siguiente: hasta ahora, el portugués 
era una gran lengua de cultura (probablemente la única) en la que coexistían dos normas ortográficas 
oficiales. 
Quiero comenzar por destacar que la ortografía y sus reajustes (algo que periódicamente ocurre 
en la historia de las lenguas) se enfrentan a diferentes –y a veces peliagudos– intereses de editores, de 
educadores, de escritores, etc. Pero también para el ciudadano común, para quien, casi siempre 
inconscientemente, el idioma es un repositorio de representaciones y de actitudes simbólicas e, incluso, 
de traumas asentados durante siglos de uso y de relaciones interculturales.Soy consciente de ello y a 
todo ello hay que estar atento, incluso teniendo en cuenta que, en algunos momentos históricos, estos 
intereses han de sacrificarse necesariamente en beneficio de otros. 
 
4 En http://www.observatoriolp.com/ 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Me gustaría destacar un tema crucial que, a este lado del Atlántico, llega a causar cierta 
perturbación a la hora de analizarlo: la imagen que en Portugal nos hacemos de Brasil como gran nación 
(antigua colonia, he aquí el problema) con derecho a intervenir activamente en el destino de una lengua 
que también es la suya. Me centraré en lo que considero que es una urgencia estratégica el hecho de 
llegar a un acuerdo ortográfico. Si se desea que el portugués tenga posibilidades de afirmación 
internacional frente a otras grandes lenguas de cultura, aun siendo de difícil concretización , entonces 
no podemos continuar ignorando los puntos débiles de un escenario lingüístico en el que conviven dos 
ortografías oficiales e, incluso, si las cosas siguen por este camino, otras más, a medida que los países 
de lengua oficial portuguesa (sobre todo Angola y Mozambique) vayan ganando proyección, tanto en el 
plano de la lengua como en otros. 
 
Téngase en cuenta que, obviamente, un acuerdo ortográfico no pone en peligro a la creatividad 
léxica o la especificidad sintáctica de las variantes nacionales del portugués. Ningún acuerdo puede 
obligar u obligará nunca a que se diga “autocarro” en vez de “ônibus” o “machimbombo”. Se trata tan 
sólo de reconocer que escribir “ótimo” en nada altera el sentido del vocablo, ni su dignidad etimológica 
ni su pronunciación –incluso, porque es así como lo pronunciamos (hace mucho que la bella lengua 
italiana escribe “ottimo”)–. Si hay algún aspecto del idioma que se ve marcado por una extrema y 
acentuada convención, éste es precisamente la ortografía. Y las convenciones se reajustan cuando la 
realidad de las cosas así lo aconseja, sin desfiguraciones culturales y siempre con la ventaja del 
entendimiento posible entre países, siendo inaceptable que uno de ellos defienda derechos de 
propiedad sobre el idioma. En resumen, lo que está en juego es un acuerdo estratégico, no una 
unificación lingüística absoluta, del mismo modo que pensar una lengua sin que exista una norma es 
invitar a su fragmentación rápida. 
 
Debo recordar que este tormentoso tema del acuerdo ortográfico se ve perturbado por muchos 
argumentos absurdos, entre los que se incluyen disparatadas comparaciones, en materia ortográfica, de 
la situación del portugués y la del español y del inglés. Oigo decir: “El inglés no precisa de un acuerdo 
ortográfico”. Aquí se omite que las oscilaciones ortográficas en inglés, que tienen entrada en los 
diccionarios, son muy reducidas en comparación con el portugués y también que, en inglés, las 
relaciones entre grafía y pronunciación son mucho más convencionales que en portugués. Por poco que 
se profundizase en la cuestión, se llegaría a una respuesta por lo demás obvia: el inglés como lengua de 
circulación internacional se las arregla bien sin un acuerdo ortográfico, porque pura y simplemente no lo 
necesita. Y no lo necesita porque su desmesurado poder lingüístico le adviene, sobre todo, por efecto de 
otros poderes que arrastran e imponen prácticamente su poder lingüístico: el poder político, el poder 
económico, el poder tecnológico, el poder cultural, etc. El poder, en una palabra. 
 
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
 En el caso del español, podríamos ir un poco más allá y recordar que la emancipación de los 
países de la Latinoamérica de lengua española condujo a su fragmentación política en cerca de una 
veintena de países independientes. Ello le permitió a España continuar siendo una especie de 
“metrópolis” europea, con una dimensión significativa y con cierto ascendente en el plano lingüístico, 
reforzado por la labor de una vigorosa política de difusión de la lengua. Añádase a esto el hecho de que, 
en nuestros días, España es también una potencia económica, lo cual contribuye (y ya no solamente en 
aquel vasto espacio ‘’poscolonial’’, dígase también) a hacer del español una especie de “inglés latino”. A 
este respecto no continúo con otras consideraciones, para no tener que parafrasear a Camões (“paso 
esta materia peligrosa”, decía el poeta), a propósito de una situación que, observada desde fuera con 
extrañeza, puede formularse con moldes tal vez demasiado reductores: que el español es hoy una 
lengua en expansión en todo el mundo, menos en España. 
 
 Cabe destacar ahora algunas breves consideraciones finales, hilvanando conclusiones que, en 
parte, se derivan de lo que he dejado explícitamente expuesto o de lo que ha quedado apenas implícito. 
 
Antes de seguir, quiero subrayar lo siguiente: quedan abiertas, en lo que a internacionalización 
del portugués se refiere, retos muy importantes. En términos generales, debe hablarse de la 
oportunidad de crear condiciones óptimas para que el portugués llegue a ser, finalmente, la gran lengua 
de circulación internacional que los indicadores demográficos sugieren, indicadores que, a pesar de 
todo y como se ha comentado, sólo por sí mismos son insuficientes. Además, la internacionalización de 
la lengua portuguesa constituye la oportunidad de confirmarla como un idioma idóneo de conocimiento, 
mediador y modelador de saberes diversificados y vehículo de una singularidad cultural. Y debe 
hablarse también de otra oportunidad: la de atisbar y reconocer en la lengua portuguesa un 
considerable potencial de diálogo intercultural, ya sea dentro del espacio alargado y transcontinental de 
la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), ya sea fuera de él. Este diálogo intercultural 
siempre tendrá como marco de referencia el respeto por la diferencia y por la peculiaridad de ese otro 
con el que se dialoga. 
 
Dicho esto, llego a cinco conclusiones. La primer sería indicar que una política de 
internacionalización de la lengua exige una acción política persistente y estratégicamente orientada. Las 
prioridades que he enunciado pretenden tener valor gracias a su pragmatismo y a su coherencia dentro 
del conjunto que lo forman, y no debido a una lógica determinada de gigantismo. 
 
La segunda conclusión estaría en mostrar que las denominadas ‘buenas prácticas’, en otros 
países, deben tenerse en cuenta salvando las distancias y las proporciones. Del análisis comparativo de 
esas buenas prácticas se derivarán enseñanzas ciertamente importantes. 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
La tercera conclusión estaría relacionada con el hecho de evitar medidas uniformes y rígidas en 
un escenario geopolítico y geolingüístico complejo, diversificado y tan vasto. Las condiciones locales (de 
enseñanza, de promoción, de difusión) deben asimismo tenerse en cuenta, motivando el desarrollo de 
opciones tácticas específicas. 
 
 La cuarta conclusión estaría en afirmar que si los recursos financieros son importantes, no 
menos lo son los recursos humanos. El papel, la formación y el apoyo a los profesores en el extranjero, 
juntamente con el reconocimiento de su estatuto propio, son decisivos. 
 
 La quinta y última conclusiónestribaría en indicar que una política lingüística siempre saldrá 
beneficiada por alianzas bien pensadas, tanto en el espacio propiamente portugués como en el espacio 
exterior. En este último caso, será fundamental convocar también a los restantes países de lengua 
oficial portuguesa que se esfuercen y se empeñen en una causa en la que todos se beneficien, con 
respeto hacia sus singularidades y estadios de desarrollo. 
 
 Así será solamente como lo que, en ocasiones, llamamos el poder de la lengua irá generando, 
de manera articulada y consistente, una verdadera lengua de poder. 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
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ANEXO. GRÁFICOS. 
 
Lengua portuguesa:
• Afirmación estratégica
• Proyección internacional
• Política de lengua
 
 
Una definición: 
La noción de internacionalización de 
la lengua
Una aclaración: 
La articulación de la lengua y de la 
cultura
 
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Algunos lugares comunes: 
• Una lengua diseminada: más de 
doscientos millones
• En Europa: la tercera lengua
• En África: la tercera lengua más 
hablada
• Ocho países en cuatro continentes
 
 
 
Guinea-Bissau: desarrollo
• Población: 1 472 446 hab. (146.º)
• Producto interior bruto (PIB)
- Total: US$ 1 167 millones (165.º)
- Per capita: US$ 485 (178.º)
• Indicadores
- Índice de desarrollo humano : 0,396 (173.º)
- Esperanza de vida: 46,4 años (166.º)
- Mortalidad infantil: 112,7/mil nac. (186.º)
- Alfabetización: 44,8% (166.º) 
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Circunstancias favorables:
• Espacios de expansión 
• Intervención brasileña
• Valorización del multilingüismo
 
 
 
 
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
 
 
 
Presencia portuguesa en el mundo (1)
• Europa
Francia: un millón
Reino Unido: 350 mil
Suiza: 150 mil
Alemania: 130 mil
España: 108 mil
Luxemburgo: 85 mil
• América del Norte
Estados Unidos: un millón
Canadá: 500 mil
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Presencia portuguesa en el mundo (2)
• América Central y Suramérica
Brasil: 786 mil
Venezuela: 590 mil
• África Subsahariana 
Sudáfrica: 274 mil
• Asia y Australia: 220 mil
 
 
 
Dos ejes de actuación: 
• El eje de la enseñanza
En contexto universitario
En niveles básico y secundario
• El eje de la distribución geográfica
Análisis autónomos
Soluciones propias
 
 
La internacionalización de la lengua portuguesa: contextos, confrontaciones y prioridades. Carlos Reis. 
 
 
© Instituto Cervantes, 2010. Ciclo de conferencias 2010 «El espacio ibérico de las lenguas». 
Instituto Cervantes, Madrid, España, 25 de marzo de 2010. 
Prioridades estratégicas: 
• Concertación: intereses comunes entre los 
países de lengua oficial portuguesa 
• Racionalización instrumental: 
redimensionar o reestructurar 
• Legitimación: credibilidad y “valor 
añadido” a la afirmación internacional 
• Formación: sobre todo personal docente 
• Modernización: renovar la imagen de 
Portugal y de la cultura portuguesa 
 
 
 
Cinco conclusiones: 
• Acción política persistente y estratégica 
• Análisis comparativo de buenas prácticas
• Tener en cuenta las condiciones locales
• Formación y apoyo a los profesores
• Alianzas: en el espacio portugués y en el 
espacio exterior

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