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TFG_CORTÉS_FRENDE_CRISTINA

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GRADO EN ENFERMERÍA 
FACULTAD DE ENFERMERÍA Y FISIOTERAPIA CÁDIZ 
 
CURSO ACADÉMICO 2019-2023 
TRABAJO FIN DE GRADO 
 
LA TERAPIA COMPRESIVA DE MIEMBROS 
INFERIORES EN PACIENTES CON 
INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA 
 
 
 
 
AUTORA: CRISTINA CORTÉS FRENDE 
TUTORA: CRISTINA CASTRO YUSTE 
 
JUNIO DE 2023, CÁDIZ 
 2 
AGRADECIMIENTOS 
 
Querría agradecer a mis padres por la paciencia, el amor y el apoyo que me dan cada 
día, por confiar en mí y por preocuparse de que nunca me faltase de nada. Sin ellos no 
podría haber llegado hasta aquí y son mi apoyo fundamental. 
 
A mi tía por también confiar en mí y apoyarme en toda mi trayectoria académica, 
proporcionándome todo lo que he necesitado siempre. 
 
A todos mis familiares y amigos por haber estado en todo momento presentes en mi 
camino, y ser testigos de lo que he conseguido hasta el día de hoy. Sobre todo, a mis 
amistades que me han ayudado en los momentos difíciles animándome. 
 
A mis compañeros y amigos del grado, que sin ellos estos 4 años no hubieran sido igual 
y han hecho que esta etapa de mi vida sea inolvidable. 
 
A mi tutora, Cristina, por mostrarse siempre dispuesta a ayudar, guiarme durante todo 
el trabajo y con la mayor amabilidad y apoyo que se pueda desear por parte de un tutor. 
 
Y, por último, no olvidar a todos aquellos profesionales sanitarios, tutores clínicos y 
pacientes que he tenido la suerte de conocer y me han aportado los mayores valores que 
debe de tener siempre una enfermera, empatía y asertividad. 
 
Gracias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3 
RESUMEN 
La insuficiencia venosa crónica es una condición común en la población adulta siendo 
cada vez más frecuente atender casos en hospitales y dispositivos de atención primaria. 
La terapia de compresión ha sido reconocida como una herramienta esencial en su 
tratamiento, estando recogida en la literatura varias técnicas que pocos profesionales 
sanitarios conocen en profundidad. La compresión puede disminuir la presión venosa, 
aumentar el flujo sanguíneo y mejorar los síntomas asociados con la insuficiencia venosa. 
 
El principal objetivo de este trabajo fue analizar y contrastar información sobre la terapia 
compresiva en miembros inferiores que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de 
la insuficiencia venosa crónica. Para ello se realizó una revisión bibliográfica a partir de 
las bases de datos Pubmed, Cochrane Library, Cinahl Complete, Elsevier, Scopus y Web 
of Science (WoS). Tras la aplicación de criterios de selección predeterminados, se 
eligieron 23 artículos. 
 
Tras revisar la literatura, se puede afirmar que la terapia compresiva es la base para el 
tratamiento y prevención de la insuficiencia venosa crónica ya que puede mejorar 
significativamente los síntomas principales, y que además es segura y bien tolerada por 
los pacientes, siempre que se utilice la técnica correcta y se seleccionen los materiales 
apropiados, pudiendo ofrecer al paciente una gran variabilidad en las formas existentes 
de dicho tratamiento. 
 
Sin embargo, algunos estudios destacan la necesidad de más investigación para fortalecer 
los beneficios del tratamiento, los conocimientos de las enfermeras y la educación 
sanitaria al paciente. 
 
Palabras clave: Terapia de compresión, Insuficiencia venosa crónica, úlceras venosas, 
medias de compresión, vendaje compresivo, miembros inferiores. 
 
 
 
 
 
 
 4 
ABSTRACT 
Chronic venous insufficiency is a common condition in the adult population and cases 
are increasingly seen in hospitals and primary care settings. Compression therapy has 
been recognised as an essential tool in its treatment, with several techniques in the 
literature that few healthcare professionals are fully aware of. Compression can decrease 
venous pressure, increase blood flow and improve symptoms associated with venous 
insufficiency. 
 
The main objective of this study was to analyse and contrast information on lower limb 
compression therapy that has been shown to be effective in the treatment of chronic 
venous insufficiency. To this end, a literature review was carried out using the Pubmed, 
Cochrane Library, Cinahl Complete, Elsevier, Scopus and Web of Science (WoS) 
databases. After applying predetermined selection criteria, 23 articles were selected. 
 
After reviewing the literature, it can be stated that compression therapy is the basis for 
the treatment and prevention of chronic venous insufficiency as it can significantly 
improve the main symptoms, and that it is safe and well tolerated by patients, provided 
that the correct technique is used and appropriate materials are selected and can offer the 
patient a great variability in the existing forms of such treatment. 
 
However, some studies highlight the need for further research to strengthen the benefits 
of treatment, nurses' knowledge and patient education. 
 
Keywords: Compression therapy, chronic venous insufficiency, venous ulcers, 
compression stockings, compression bandaging, lower extremities. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5 
ÍNDICE DE CONTENIDOS 
 
1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..7 
 1.1. La Insuficiencia Venosa Crónica………………………………………….8 
 1.1.1. Fisiopatología……………………………………………………9 
 1.1.2. Clínica……..……………………………………………………10 
1.1.3. Las Úlceras Venosas…………………………………………….12 
 1.2. Tratamiento: La Terapia Compresiva……………………………………..13 
 1.2.1. Medias de compresión…………………………………………..16 
 1.2.2. Vendajes compresivos…………………………………………..19 
 1.2.2.1. Vendaje con vendas de corto estiramiento…………….19 
 1.2.2.2. Vendaje inelástico……………………………………...20 
 1.2.2.3. Vendaje elástico corto de componentes múltiples……..20 
 1.2.2.4. Vendaje elástico largo………………………………….20 
 1.2.2.5. Vendaje de componentes múltiples (multicapa)……….20 
 1.2.3. Dispositivos autoajustables con cierre tipo velcro……………….21 
 1.2.4. Bombas de compresión neumáticas intermitentes……………….22 
 1.2.5. Dispositivos híbridos……………………………………………..22 
 1.3. Magnitud del problema…………………………………………………….22 
 1.3.1 Epidemiología y prevalencia……………………………………..22 
 1.4. Papel de la enfermería……………………………………………………..23 
2.JUSTIFICACIÓN Y PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN…………………………25 
3. OBJETIVOS…………………………………………………………………………26 
 3.1. Objetivo general……………………………………………………………26 
 3.2. Objetivos específicos………………………………………………………26 
4. METODOLOGÍA……………………………………………………………………27 
 4.1. Tipo de estudio……………………………………………………………..27 
 4.2. Bases de datos utilizadas……………………………………………………27 
 4.3. Estrategias de búsqueda……………………………………………………27 
 4.4. Criterios de selección……………………………………………………....29 
 4.5. Selección de artículos………………………………………………………30 
5. DISCUSIÓN…………………………………………………………………………32 
 5.1. Las úlceras venosas y la terapia compresiva………………………………32 
 5.2. Guías orientadas en la terapia compresiva…………………………………34 
 6 
 5.3. Tipos de compresión……………………………………………………….36 
 5.3.1. El uso de las medias de compresión…………………………......36 
 5.3.2. El uso del vendaje compresivo…………………………………..37 
 5.3.3. El uso de los vendajes compresivos activos…………………….38 
 5.4. La Terapia Compresiva versus la cirugía…………………………………39 
 5.5. Alternativas de tratamiento……………………………………………….40 
6. CONCLUSIÓN……………………………………………………………………..42 
7. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………44 
8. ANEXOS…………………………………………………………………………...49 
ANEXO 1: NIC (4066) Cuidados circulatorios: insuficiencia venosa………...49 
ANEXO 2: Algoritmo de compresión IVC con y sin UV……………………51 
ANEXO 3: Algoritmo de compresión IVC con y sin UV……………………52 
ANEXO 4: Algoritmo de compresión IVC con y sin UV……………………53 
ANEXO 5: Algoritmo de compresión IVC con y sin UV……………………54 
 
INDICE DE ABREVIATURAS: 
• BCNI: Bombas de Compresión Neumáticas Intermitentes 
• CEAP: Clínica, Etiología, Anatomía y Fisiopatología 
• ECA: Ensayo Controlado Aleatorio 
• GPC: Guía de Práctica Clínica 
• ITB: Índice Tobillo-Brazo 
• IVC: Insuficiencia Venosa Crónica• MCG: Medias de Compresión Gradual 
• MMP: Metaloproteinasas de la matriz 
• MMII: Miembros Inferiores 
• NIC: Clasificación de Intervenciones de Enfermería. 
• UV: Úlceras Venosa. 
 7 
1. INTRODUCCIÓN 
 
La insuficiencia venosa crónica (IVC) fue ya descrita por Hipócrates hace más de 2500 
años, siendo la terapia compresiva una de las intervenciones más antiguas para su 
tratamiento (Gould, 2016). Una correcta aplicación de esta terapia es la base del 
tratamiento y está demostrado que mejora las tasas de curación en pacientes con IVC 
existentes y que reduce la probabilidad de recidiva de la úlcera que se origina debido a 
esta enfermedad (Ratliff, 2016). 
 
El término compresión hace referencia a la presión ejercida en una zona del cuerpo por 
una prenda elástica o ajustable. Esta presión es transmitida a los tejidos y vasos 
sanguíneos subyacentes, y puede ser medida en mmHg. La eficacia hemodinámica de una 
prenda de compresión depende de su dosificación, la cual es determinada por el tipo de 
hilos y técnicas de tricotado utilizadas en su producción. Sin embargo, la categorización 
de las dosis de compresión por mmHg o clase puede variar según el país de origen, lo que 
dificulta la capacidad del consumidor para elegir con conocimiento de causa y enturbia 
aún más las cosas tanto para los investigadores como para el personal sanitario y los 
consumidores (Bjork, 2019). 
 
Revisiones sistemáticas de alta calidad demuestran que la prevención secundaria con 
medias de compresión mejora los síntomas que relacionamos con la IVC, como por 
ejemplo el dolor y la picazón. También queda demostrado que la compresión incrementa 
la curación de las úlceras venosas (Ratliff, 2016). 
 
Es beneficiosa para la cicatrización de heridas en miembros inferiores con componente 
venoso. De hecho, la compresión puede marcar la diferencia entre una herida que se cierra 
correctamente y una que se cronifica. Según estudios, entre el 75 y el 80% de las heridas 
en las piernas tienen un componente venoso, por lo que la compresión podría ser el mejor 
tratamiento para lograr una epitelización completa. Sin embargo, en España solo se 
comprime 1 de cada 6 úlceras venosas, y casi el 70% de estas úlceras no reciben una 
compresión adecuada. Siempre y cuando se palpen pulsos a nivel distal y no se presenten 
contraindicaciones absolutas, se recomienda comprimir para beneficiar al paciente (Urgo 
Medical, s. f.). 
 
 8 
Si bien las pautas clínicas reafirman que la compresión es el eje central del tratamiento y 
la prevención de estas úlceras, la aplicación de ésta en la práctica diaria sigue siendo un 
desafío hoy en día (Ratliff, 2016). 
 
Para indicar la compresión en miembros inferiores con una herida, es importante tener en 
cuenta el diagnóstico de la herida y la causa subyacente que dificulta su cicatrización 
normal. Para diagnosticar una herida con componente venoso, se deben seguir los pasos 
clásicos: anamnesis, inspección, exploración y pruebas complementarias (si es necesario). 
Es importante que, durante la exploración, se palpen los pulsos distales. Además, es 
conveniente valorar el índice tobillo-brazo (ITB) para saber si se puede comprimir y 
cuánto se puede comprimir (Urgo Medical, s. f.). Este índice, en resumen, es una prueba 
no invasiva que se utiliza para valorar la permeabilidad del sistema arterial de la parte 
inferior de la pierna y detectar la presencia de enfermedad arterial periférica (EAP). La 
prueba utiliza un tensiómetro para medir la presión arterial en la parte superior del brazo 
y el tobillo, y puede ser manual o digital con cálculo electrónico automático de la presión 
arterial (Centro Úlceras Crónicas, s. f.). 
 
1.1. LA INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA 
La IVC es un trastorno común que se caracteriza por edema en las extremidades 
inferiores, cambios en la piel y molestias debido a la hipertensión venosa. Está catalogada 
como la enfermedad vascular más frecuente en el ser humano con un pico de incidencia 
entre los 40-49 años en mujeres y 70-79 años en hombres. La discapacidad relacionada 
con la IVC puede disminuir la calidad de vida y la productividad laboral. La 
incompetencia de las válvulas suele ser la causa principal, y aproximadamente 150.000 
nuevos pacientes son diagnosticados cada año. Si no se trata, la IVC puede empeorar y 
conducir al síndrome postflebítico y a úlceras venosas (UV), lo que puede provocar dolor, 
hinchazón, prurito y decoloración de la piel. 
El tratamiento de la IVC se basa en el uso de medias de compresión, pero muchos 
pacientes no cumplen con las recomendaciones. La cirugía también es una opción, pero 
los resultados pueden variar (Patel, 2022). 
 
 
 
 
 9 
1.1.1. FISIOPATOLOGÍA 
Esta enfermedad es el resultado del reflujo o la obstrucción del flujo sanguíneo venoso 
en las extremidades inferiores, lo que provoca hipertensión venosa. La IVC puede 
desarrollarse debido a la incompetencia valvular prolongada de las venas superficiales, 
profundas o perforantes que las conectan. La incompetencia superficial puede deberse a 
válvulas debilitadas o de forma anormal, o a un diámetro venoso ensanchado que impide 
la congruencia normal de las válvulas. La disfunción venosa profunda suele deberse a la 
trombosis venosa profunda previa, que provoca inflamación, cicatrización y adherencia 
de la válvula, así como estrechamiento luminal. La presión hidrostática venosa 
persistentemente elevada puede provocar dolor en las extremidades inferiores, edema y 
microangiopatía venosa. 
Algunos pacientes desarrollan hiperpigmentación permanente de la piel y 
lipodermatoesclerosis. La alteración de la microcirculación y el debilitamiento dérmico 
pueden provocar la formación de úlceras en etapas avanzadas de la enfermedad. La 
disfunción valvular puede ser consecuencia de factores congénitos, traumatismos, 
permanencia prolongada de pie, cambios hormonales o trombosis. La presión venosa en 
reposo es una suma de la obstrucción del flujo de salida, la afluencia capilar, la función 
de la válvula y la función de la bomba muscular (Patel, 2022). 
 
Desde una perspectiva mecánica, esta enfermedad se puede asociar con obstrucción 
venosa, reflujo o ambos (ilustrado en la figura 1). Esto, a su vez, puede provocar 
inflamación. A diferencia de las arterias, las venas tienen paredes más delgadas, son más 
distensibles y tienen válvulas unidireccionales para ayudar al flujo de retorno. Los 
músculos de la pantorrilla, especialmente el sóleo, pueden actuar como bombas para 
ayudar en el retorno venoso. Las presiones venosas elevadas pueden provocar la 
remodelación de las paredes venosas, lo que lleva al desarrollo de venas dilatadas y 
tortuosas. Los estudios en animales han demostrado que la hipertensión venosa está 
asociada con la remodelación valvular y la infiltración leucocitaria (Attaran, 2022). 
 
La IVC puede tener una etiología primaria o secundaria a una trombosis venosa profunda 
(TVP). La IVC primaria se debe a defectos congénitos o cambios en la bioquímica de la 
pared venosa, y puede ser el resultado de una reducción en el contenido de elastina, un 
aumento en la remodelación de la matriz extracelular y un infiltrado inflamatorio. 
 10 
La IVC secundaria se produce como resultado de una TVP que da lugar a una respuesta 
inflamatoria que lesiona la pared venosa. 
 
La hipertensión venosa es un problema común en la IVC y uno de los principales factores 
de riesgo, junto al sexo femenino, la obstrucción no trombótica de la vena ilíaca, el 
tabaquismo, la obesidad, el embarazo, la bipedestación prolongada, la TVP, las lesiones 
venosas, edad avanzada, el uso de anticonceptivos orales y la estatura (ya que mientras 
más altura se tenga, mayor es el esfuerzo contra la gravedad que tienen que hacer las 
venas para devolver la sangre desde las extremidades hasta el corazón). También se ha 
identificado un componente genético que contribuyea la laxitud de la pared venosa. 
(Patel, 2022; Lozano, 2019). 
 
 
Figura 1 Representación esquemática de la fisiopatología de la IVC (Attaran,2022) 
 
1.1.2 CLÍNICA 
La clasificación CEAP (Clínica, Etiología, Anatomía y Fisiopatología) se utiliza para 
evaluar y tratar la IVC, y se ha demostrado que predice la gravedad de los síntomas y la 
calidad de vida del paciente. También se ha desarrollado para orientar la toma de 
decisiones en la evaluación y el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica (Patel, 
2022; Ramírez Torres, 2022) 
En la tabla 1 se recoge la clasificación de la IVC en base a su clínica, etiología, anatomía 
y fisiopatología (CEAP). 
 11 
 
Tipo de 
clasificación 
 
 
 
 
 
 
Clínica 
CO No hay signos visibles o palpables de enfermedad venosa 
C1 Telangiectasias o venas reticulares 
C2 Venas varicosas 
C3 Edema 
C4a Pigmentación y/o eccema 
C4b Lipodermatoesclerosis y/o atrophie blanche 
C5 Úlcera venosa curada 
C6 Úlcera venosa activa 
Síntomas de CS, incluyendo dolor, opresión, irritación de la piel, 
pesadez, calambres musculares, así como otras quejas atribuibles a 
la disfunción venosa 
CA asintomática 
 
 
Etiológica 
Ec Congénita 
Ep Principalmente 
Es Secundaria (post-trombótica) En No se identificó ninguna 
etiología venosa 
 
Anatómica 
Ap Venas perforantes 
Ad Venas profundas 
No se ha identificado una localización venosa 
 
Fisiopatológica 
Po Obstrucción 
Pr, o Reflujo y obstrucción 
Pn No hay fisiopatología venosa identificable 
 
Tabla 1 Clasificación CEAP (clínica, etiológica, anatómica y fisiopatológica) de la 
enfermedad venosa de las extremidades inferiores. (Pascarella, 2015) 
 
Después de la categoría se añade una A si el sujeto está asintomático o una S si presenta 
síntomas. 
 12 
En las categorías C2 y C6 se añade un subíndice «r» si existe recurrencia de venas 
varicosas o úlceras, como consecuencia de la progresión de la enfermedad después de un 
tratamiento previo (Ramírez Torres, 2022). 
 
1.1.3. LAS ÚLCERAS VENOSAS 
Las UV son lesiones en la piel que ocurren debido a una mala circulación sanguínea en 
las venas y/o arterias de los miembros inferiores (MMII). Cerca del 3-5% de las personas 
mayores de 65 años tienen UV. Es importante tratar estas úlceras precozmente para evitar 
el retraso de su curación y las posibles recidivas de éstas. Son consideradas crónicas si no 
cicatrizan en 6 semanas. Pueden ser causadas por golpes, rasguños o aparecer por sí solas. 
 
Las UV son causadas por un incorrecto retorno venoso de la sangre al corazón. Los malos 
hábitos como la falta de ejercicio físico, la hipertensión arterial, la diabetes, el sobrepeso, 
la obesidad, el abuso del alcohol y las drogas también pueden provocarlas (Urgo Medical, 
s.f.). 
 
El mecanismo exacto que causa la formación de úlceras por hipertensión venosa aún no 
se comprende completamente, aunque hay publicaciones que respaldan los cambios 
patológicos locales relacionados con la hipertensión venosa. Estos cambios incluyen la 
formación de un manguito de fibrina alrededor de la microvasculatura, que actúa como 
barrera para la difusión de oxígeno, provocando el deterioro del intercambio gaseoso, la 
isquemia local y la necrosis epidérmica, el atrapamiento de leucocitos y la inhibición de 
los factores de crecimiento. Todos estos mecanismos pueden contribuir a la degradación 
de la piel y la mala cicatrización. 
 
Es poco probable que las úlceras atrapadas en la fase inflamatoria cicatricen debido a un 
desequilibrio entre las metaloproteinasas de la matriz (MMP) y la elastasa y los 
inhibidores de las MMP. Sin embargo, ciertos apósitos pueden ayudar a promover la 
cicatrización de la herida al atrapar las MMP en forma de colágeno regenerado oxidado 
y celulosa (Bush, 2015). 
 
El tratamiento incluye la limpieza profunda de la herida con agua y jabón o solución 
salina, la aplicación de un apósito para tratar la herida localmente y el uso permanente de 
vendas de compresión adecuadas durante el proceso de cicatrización, seguido de un uso 
 13 
de por vida de medias de compresión para evitar la recurrencia de las úlceras. Cuidar la 
salud y estado físico es la mejor manera de evitar que se vuelva a producir una úlcera de 
pierna. (Urgo Medical, s.f.). 
 
En la figura 2 se observan las principales recomendaciones que debemos de ofrecer como 
educación sanitaria al paciente en consulta. 
 
 
Figura 2 Recomendaciones y educación sanitaria para el paciente para evitar la recidiva 
de una UV. (Urgo Medical, s.f.). 
 
1.2. TRATAMIENTO: LA TERAPIA COMPRESIVA 
Para la terapia de compresión de las UV, existen cinco procedimientos que se utilizan 
actualmente. Estos incluyen: vendajes de compresión (además existen varios tipos), 
medias de compresión, dispositivos autoajustables de gancho de tela y cierre de lazo (por 
ejemplo, 'Velcro®'), bombas de compresión neumáticas intermitentes y dispositivos 
híbridos (Bush, 2015). 
 
 14 
Cabe recalcar que todos los sistemas mencionados y que comentaremos a continuación, 
se pueden emplear con o sin presencia de UV. Sin embargo, en úlceras extensas, de difícil 
manejo o gran exudado, se recomienda normalmente el vendaje, y en caso de úlceras 
pequeñas, que precisen cambios frecuentes de apósito, la media o el dispositivo con cierre 
tipo velcro son buenas alternativas (Conde, 2020). 
 
Es importante considerar las posibles contraindicaciones de la terapia compresiva: 
 
- La enfermedad arterial periférica es una contraindicación absoluta si el índice tobillo-
brazo (ITB) es inferior a 0,5. 
- Insuficiencia cardiaca crónica avanzada o descompensada/edema pulmonar. 
- Neuropatía periférica avanzada. 
- Piel muy frágil sobre prominencias óseas. 
- Celulitis o infecciones dérmicas importantes. (Ramírez Torres, 2022). 
 
Un problema frecuente con la terapia de compresión es el incumplimiento debido a la 
incomodidad y a la dificultad para ponerse y quitarse las prendas. Al menos el 15% de 
los ancianos no pueden ponerse las prendas de compresión en absoluto. La presencia de 
artritis, fragilidad y falta de flexibilidad pueden contribuir a esto. En un análisis de 58 
estudios clínicos, solo dos tercios de los pacientes (con una mediana de 12 meses de 
seguimiento) mostraron un buen cumplimiento, definido como el uso de compresión> 
50% del tiempo. El cumplimiento fue menor con las medias de mayor presión (> 25 mm 
Hg) (Attaran, 2022). 
 
Todas las guías internacionales reconocen el efecto de las medias de compresión gradual 
(MCG) en el control de los síntomas venosos y en la prevención de la recurrencia de las 
UV, aunque con diferente grado de evidencia en sus recomendaciones (Ramírez Torres, 
2022). 
 
Una de las guías más importantes y que fue creada con el propósito de proporcionar un 
algoritmo imparcial para ayudar con la selección de productos de compresión, basado en 
la literatura médica disponible, la ciencia de la compresión y la experiencia clínica fue la 
responsable del algoritmo S.T.R.I.D.E. Fue creada para ayudar al clínico en el proceso de 
evaluación. Sus componentes (Forma, Textura, Relleno, Problemas, Dosificación y 
 15 
Etiología) actúan de forma sinérgica para crear una selección óptima de la prenda de 
compresión y mejorar las posibilidades de éxito del paciente con las recomendaciones de 
compresión dadas. Este algoritmo tiene en cuenta la dosificación por compresión, la 
distribución de dosificación, la rigidez y otras características textiles, así como la 
evaluación del edema para adaptarse a la presentación individual del paciente con un 
producto de compresión adecuado. Se ha demostrado que la compresión efectiva requiere 
una presión externa mayor que la presión intravenosa, lo que provoca un estrechamiento 
de las venas de las piernas y un aumento de la velocidad del flujo sanguíneo venoso. La 
dosis terapéutica de compresión depende de la posicióndel cuerpo, y las presiones de 
compresión deben aumentar para contrarrestar la presión intravenosa que ocurre con el 
cambio de posición. No obstante, es importante señalar que los niveles muy altos de 
presión observados en la literatura representan los mmHg necesarios para causar una 
oclusión temporal de la vena y no son una recomendación para que se mantengan 
estáticamente en prendas de compresión. 
 
El algoritmo S.T.R.I.D.E. organiza las prendas de compresión en categorías y 
subcategorías según la zona del cuerpo que se trate. Las prendas se clasifican según su 
nivel de rigidez, y la selección debe basarse en la evidencia científica y en las necesidades 
individuales del paciente. Existe variabilidad en la categorización de las prendas según el 
país de origen y dentro de cada categoría, y no hay un tejido superior a otro (Bjork, 2019). 
En la figura 3 se observa las distintas categorías y subcategorías de dicho algoritmo. 
 
 
Figura 3 Categorías y subcategorías del algoritmo S.T.R.I.D.E (Bjork, 2019). 
 16 
1.2.1. MEDIAS DE COMPRESIÓN GRADUAL (MCG) 
Las MCG son una pieza clave en el tratamiento de la IVC. Estas medias aplican una 
presión decreciente desde el tobillo hasta la parte proximal de la extremidad, lo que ayuda 
a reducir el reflujo, la hipertensión venosa y mejorar la función valvular. Además, 
aumentan la eficacia de la bomba muscular de la pantorrilla y alivian los síntomas, el 
edema y los trastornos dérmicos asociados. También han demostrado mejorar la 
cicatrización, el dolor y reducir la recurrencia de la UV (Ramírez Torres, 2022). 
Es recomendable que las medias de compresión graduada sean utilizadas por pacientes 
que puedan colocarlas y retirarlas por sí mismos, o que cuenten con cuidadores que 
puedan ayudarles con este proceso (existen dispositivos que facilitan la tarea). En el caso 
de úlceras pequeñas y flebolinfedema, se recomienda el uso de medias de tejido plano. 
La presión de la media debe ser adaptada al grado de afectación del paciente y a su 
tolerancia. (Conde, 2020). 
La aplicación de compresión en la parte inferior de la pierna es beneficioso para imitar la 
bomba muscular y promover el retorno venoso. Además, aumenta la presión del líquido 
intersticial y disminuye la presión venosa superficial, lo que reduce la fuga de fluidos al 
espacio intersticial, siendo las MCG uno de los dispositivos recomendados para aplicar 
compresión mecánica en esta área (Pourazadj, 2015). 
 
Las MCG se dividen en cuatro clases según la presión que ejercen reflejado en la Tabla 
2. La clase 1 previene el edema con presiones inferiores a 20 mmHg, la clase 2 previene 
la insuficiencia venosa y las venas varicosas con presiones de 20 a 30 mmHg, la clase 3 
trata la insuficiencia venosa crónica con presiones de 30 a 40 mmHg y la clase 4 trata el 
linfedema con una presión muy alta superior a 40 mmHg (Dahm ,2019). De acuerdo con 
el nivel de compresión (en el tobillo), las MCG se clasifican en: 
 
Compresión ligera (Clase I) 15-20 mmHg 
Compresión normal (Clase II) 21-30 mmHg 
Compresión fuerte (Clase III) 31-40 mmHg 
 Compresión extrafuerte (Clase IV) Más de 40 mmHg 
 
Tabla 2 Distintos niveles y clase de compresiones. (Ramírez Torres, 2022). 
 17 
Es importante destacar que la categorización de las dosis de compresión por mmHg o 
clase varía según el país de origen, lo que dificulta la capacidad del consumidor para 
tomar decisiones informadas. Por ejemplo, la clase III de compresión en la norma francesa 
equivale a 20-36 mmHg, mientras que en la norma alemana equivale a 34-46 mmHg. 
Estas discrepancias dificultan la aplicación de los resultados de la investigación clínica 
entre países, lo que complica las cosas tanto para los investigadores como para los 
médicos y los consumidores (Bjork, 2019). 
 
También es recomendable prescribir la presión más baja que alivie los síntomas y edema, 
considerando lo siguiente: 
 
- Las presiones ligeras (15-20 mmHg) pueden reducir los síntomas. 
- Para el edema, se requieren presiones superiores a 20 mmHg. 
- En las primeras fases de las UV, se debe utilizar el grado más alto que el paciente pueda 
tolerar (a partir de 40 mmHg). Para prevenir la recurrencia, se recomienda una 
compresión alta (30-40 mmHg). 
 
Es esencial utilizar la talla adecuada de la media de compresión gradual para la pierna del 
paciente, y es beneficioso informarles sobre sus efectos para aumentar la adherencia al 
tratamiento. 
 
Las MCG deben colocarse desde primera hora de la mañana y reemplazarse cada 3-6 
meses si se utilizan diariamente (Ramírez Torres, 2022). 
 
Existen varios consensos sobre el uso de MCG en distintas situaciones, los cuales se 
exponen en la tabla 3. 
 
Situación 
Consenso 
Español 
2003 
Consenso 
Lipedema 
2018 
Documento STRIDE 
2019 
 Presiones a nivel de tobillo mmHg 
C0-C1 - 15-23 15-20 
C2 18-21 24-33 20-30 
 18 
Situación 
Consenso 
Español 
2003 
Consenso 
Lipedema 
2018 
Documento STRIDE 
2019 
 Presiones a nivel de tobillo mmHg 
C3 22-29 24-33 20-30 
C4-C5 30-40 34-46 30-40 
C6 30-40 >49 30-40 
Embarazo 22-29 15-23 15-20 
Bipedestación prolongada 22-29 15-23 15-20 
Viajes largos 22-29 - - 
Postesclerosis de varices 18-21 24-33 
20-30 (pacientes 
C1)30-40 
(pacientesC2) 
Postfleboextracción 30-40 24-33 - 
Síndrome postrombótico 30-40 34-46 - 
Linfedema 45 >49 30-60 
Edema Leve - - 15-20 
Edema moderado. EVC 
moderada, varices y úlcera 
venosa - - 30-40 
Edema importante, EVC 
avanzada, úlcera venosa, 
linfedema - - 40-50 
Prevención TVP en 
inmovilización - 24-33 15-20 
Prevención úlcera y tratamiento 
sin antecedentes de TVP - - 20-30 
Prevención úlcera y tratamiento 
en antecedentes de TVP - - 30-40 
Prevenir recurrencia úlcera - - 30-40 
 
 19 
Tabla 3 Utilización de la compresión elástica en diferentes situaciones (Ramírez Torres, 
2022). 
EVC: enfermedad venosa crónica; TVP: trombosis venosa profunda. 
 
1.2.2. VENDAJES COMPRESIVOS 
Los vendajes disponibles actualmente en el mercado se dividen en cinco grupos, cada uno 
con sus propias ventajas y desventajas. Estos son: vendajes elásticos cortos, vendajes 
inelásticos, vendajes elásticos cortos de múltiples componentes, vendajes elásticos largos 
y vendajes de componentes múltiples (multicapa). 
Los vendajes inelásticos tienen la mayor rigidez, los sistemas de vendas elásticas cortas 
y multicomponentes tienen una rigidez elevada, las vendas elásticas de larga elasticidad 
tienen una rigidez baja, y los vendajes de componentes múltiples son voluminosos y no 
reutilizables. Todos estos vendajes tienden a tener una presión de trabajo elevada, excepto 
las vendas elásticas de larga elasticidad. La aplicación de los distintos vendajes requiere 
diferentes niveles de habilidad y formación del personal enfermero y pueden requerir la 
retirada nocturna o la aplicación diaria (Bush, 2015). Describiremos cada tipo. 
 
1.2.2.1. Vendaje con vendas de corto estiramiento 
Está indicado para piernas edematosas, pacientes móviles y pacientes con la necesidad de 
cambios de vendaje frecuentes (al reducir rápido el edema, caída de las vendas) (Conde, 
2020). Son más fáciles de aplicar y se usan comúnmente para la prevención y tratamiento 
de la insuficiencia venosa y las venas varicosas. Son lavables y reutilizables, pero pueden 
resbalar y requieren la aplicación por parte de personal capacitado (Moffatt, 2002). 
 
1.2.2.2. Vendaje inelástico 
Los vendajes inelásticos son los materiales de compresión más rígidos y son adecuados 
para su uso durante el reposo. Los vendajes inelásticos tradicionales incluyen la bota de 
Unna (Unna’s Boot), que es un vendaje impregnado con óxido de zinc y glicerina. Este 
vendaje se usa para pacientes con UV que tienen piernas edematosas, o con pacientes 
móviles y con posibilidad de cambios de vendajefrecuentes (al reducir rápido el edema, 
caída de las vendas) y con eczema de estasis (la venda está impregnada en óxido de zinc 
que es un antiinflamatorio). Es eficaz en la reducción de la hinchazón en las piernas. Sin 
embargo, los vendajes inelásticos son sucios y requieren la aplicación por parte de 
 20 
personal capacitado y se debe evitar si las prominencias óseas están muy marcadas o 
zonas de riesgo de hiperpresión (Conde, 2020; Eklof., 2004). 
 
1.2.2.3. Vendaje elástico corto de componentes múltiples 
Los vendajes elásticos cortos de múltiples componentes tienen una rigidez elevada y son 
eficaces en el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica. Un ejemplo de este tipo de 
vendaje es el sistema Profore. Estos vendajes son bien tolerados durante los periodos 
de reposo, pero no son reutilizables y requieren una aplicación por parte de personal de 
enfermería o capacitado (Moffatt, 2002). 
 
1.2.2.4. Vendaje elástico largo 
Los vendajes elásticos largos se pueden aplicar por el paciente o un cuidador y son 
adecuados para su uso durante la actividad. Un ejemplo de este tipo de vendaje es la marca 
Ace. Estos vendajes tienen una rigidez baja, lo que los hace menos tolerables cuando 
se aplican con una presión elevada y deben retirarse por la noche (van Gent, 1997). 
 
1.2.2.5. Vendaje de componentes múltiples (multicapa) 
Los vendajes de componentes múltiples (multicapa) son voluminosos y se usan para tratar 
úlceras venosas y linfedema. Un ejemplo de este tipo de vendaje es el sistema KTwo 
(UrgoK2). Estos vendajes tienen una rigidez elevada y se toleran bien durante los 
periodos de reposo, pero requieren la colocación por parte de personal capacitado 
(Moffatt, 2002). Están indicados en pacientes con piernas edematosas, con posibilidad de 
espaciar cambios de vendaje (hasta aproximadamente una semana) manteniéndose una 
adecuada presión 
y para pacientes con la facilidad de aplicación para profesionales no expertos (Conde, 
2020). 
 
En resumen, existen diferentes tipos de vendajes disponibles y su elección depende del 
tipo de afección que se esté tratando y de la tolerancia del paciente. Es importante que el 
vendaje sea aplicado correctamente y por personal capacitado para obtener los mejores 
resultados. 
 
 
 21 
1.2.3. DISPOSITIVOS AUTOAJUSTABLES CON CIERRE TIPO VELCRO 
Los dispositivos autoajustables con cierre tipo Velcro consisten en vendas elásticas que 
se adhieren a sí mismas sin necesidad de clips o sujetadores. Estos dispositivos son fáciles 
de aplicar y permiten un ajuste personalizado en función de la forma de la pierna del 
paciente, lo que puede mejorar la eficacia de la compresión. Además, la eliminación de 
los clips y sujetadores reduce el riesgo de lesiones cutáneas y mejora la comodidad del 
paciente. Un estudio de caso realizado en 2019 evaluó la efectividad de los dispositivos 
autoajustables con cierre tipo Velcro en el tratamiento de las úlceras venosas y encontró 
que mejoraron significativamente la cicatrización de las heridas y la calidad de vida de 
los pacientes (O'Brien, 2019). 
 
Está indicado en pacientes independientes o con cuidadores que lo coloquen y retiren 
(gran facilidad de aplicación), pacientes con cierto grado de arteriopatía que no toleran 
media de compresión, cuando queremos evitar la presión en el pie, en piernas con edema, 
con posibilidad de reajuste de la presión tras la reducción de este, piernas con alteraciones 
morfológicas, y en UV de pequeño tamaño (Conde, 2020). 
 
1.2.4. BOMBAS DE COMPRESIÓN NEUMÁTICAS INTERMINTENTES 
Las bombas de compresión neumáticas intermitentes (BCNI) son dispositivos mecánicos 
que se aplican a la extremidad afectada para proporcionar una compresión intermitente y 
secuencial. Esto ayuda a mejorar el flujo de sangre y reducir el edema en pacientes con 
úlceras venosas y otros trastornos vasculares aumentando el flujo sanguíneo y mejorando 
el retorno sanguíneo mediante la simulación de la actividad muscular normal de las 
piernas. Los estudios han demostrado que las BCNI son efectivas en la promoción de la 
curación de úlceras venosas, así como en la reducción del dolor y el edema en las 
extremidades inferiores. Además, se ha demostrado que son seguras y bien toleradas por 
los pacientes (Nelson, 2017; Pourazadj, 2015). 
 
Una alternativa al dispositivo de compresión anterior son los actuadores de elastómero 
dieléctrico (DEA), que se utilizan como vendajes de compresión activa (ACB). Estos 
dispositivos pueden aplicar compresión mecánica variable a través de un estímulo 
eléctrico de entrada, lo que se ha demostrado que es más eficiente que la compresión 
estática en varios estudios. Además, los DEA son ligeros, portátiles y tienen una rápida 
respuesta de tiempo experimental, con tiempos tan cortos como 2 ms. Los DEA consisten 
 22 
en un elastómero dieléctrico intercalado entre dos electrodos compatibles. Al aplicar un 
voltaje polarizado a los electrodos, el elastómero dieléctrico se expande debido a la 
presión electrostática de Maxwell. Varios estudios han demostrado que una compresión 
externa de 35-40 mmHg en el tobillo es necesaria para prevenir el edema en pacientes 
con IVC. Además, se ha sugerido que se requiere una compresión gradual de 18 mmHg 
en el tobillo, 14 mmHg en la mitad de la pantorrilla y 8 mmHg en la rodilla para optimizar 
el flujo venoso en la parte inferior de la pierna. Por lo tanto, los vendajes utilizados para 
la terapia de compresión deben diseñarse para aplicar el rango adecuado de compresión 
(Pourazadj, 2015). 
 
1.2.5. DISPOSITIVOS HÍBRIDOS 
Los dispositivos híbridos combinan diferentes tecnologías de terapia de compresión para 
aumentar la eficacia y reducir el tiempo de uso en pacientes con úlceras venosas. Estos 
dispositivos utilizan tanto compresión mecánica como compresión neumática 
intermitente para proporcionar una terapia de compresión más efectiva. Un ejemplo sería 
el dispositivo Actitouch donde se combina la presión sostenida con la intermitente Los 
estudios han demostrado que los dispositivos híbridos son tan efectivos como los 
dispositivos de compresión neumática intermitente o los vendajes de compresión en la 
cicatrización de las úlceras venosas y en la reducción de la hinchazón de la pierna. 
Además, los pacientes informaron que los dispositivos híbridos eran más cómodos y 
menos restrictivos que los vendajes de compresión. En resumen, los dispositivos híbridos 
pueden ser una opción eficaz y más cómoda para la terapia de compresión en pacientes 
con úlceras venosas (Mosti, 2012). 
 
1.3. MAGNITUD DEL PROBLEMA 
 
1.3.1. EPIDEMIOLOGÍA Y PREVALENCIA: 
Según un estudio de prevalencia en España, la insuficiencia venosa crónica afecta al 25% 
de la población adulta española, mientras que las úlceras venosas afectan al 1% de la 
población adulta (Matalí-Camacho, 2019). 
 
En 2019, un estudio realizado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular 
encontró que la prevalencia de la insuficiencia venosa crónica (IVC) era del 20.5% en la 
población adulta, con una mayor incidencia en mujeres (25.8%) que en hombres (14.9%). 
 23 
El estudio también encontró que la prevalencia aumenta con la edad y que la mayoría de 
los casos son de etiología primaria. La población mundial de 60 años y mayores fue de 
962 millones en 2017, más del doble que en 1980, y se espera que se duplique nuevamente 
para 2050, cuando se espera que alcance casi 2.1 mil millones. Al mismo tiempo, la 
obesidad global se ha triplicado desde 1975. Estos factores contribuirán al aumento de la 
IVC, así como a las UV dolorosas y problemáticas (Bjork, 2019; Gaspar, 2016) 
 
En España hasta el 99% de la población afectada por la IVC está recibiendo algún tipo de 
tratamiento. La IVC es una de las enfermedades más prevalentes en humanos y es la 
principal causa de consulta por patología vascular en atención primaria. En el estado 
español,las enfermedades vasculares representan el 3.4% de las consultas, de las cuales 
el 69% corresponden a IVC. 
 
Los datos españoles recopilados en atención primaria (estudio DETECT 2007) indican 
que el 71.5% de la población mayor de 16 años presenta algún síntoma o signo de IVC, 
de los cuales el 49% los califican como importantes y/o graves; resultados que coinciden 
con el estudio Vein Consult. Estas cifras confirman una enfermedad con alta prevalencia 
en la población, mayor que la esperada por publicaciones epidemiológicas extrapolables 
a nuestro país (Lozano, 2019) 
 
La prevalencia de las úlceras venosas de las piernas puede alcanzar hasta el 2% de la 
población. La insuficiencia venosa y las varices son frecuentes en todo el mundo y son 
comunes en los países occidentales. La enfermedad venosa crónica es la principal causa 
de úlceras en las piernas. Las personas con IVC y alteraciones en la piel parecen estar en 
mayor riesgo de desarrollar úlceras venosas. Están asociadas con depresión y mala calidad 
de vida. Un análisis de datos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido entre 2007 
y 2017 estimó el coste del tratamiento de úlceras en las piernas en más de £2 mil millones 
por año (Attaran, 2022). 
 
1.4. PAPEL DE LA ENFERMERÍA 
Aunque las evidencias científicas respaldan la efectividad de la terapia compresiva en la 
prevención y tratamiento de las UV, su uso sigue siendo bajo. En el abordaje de estas 
úlceras, el personal de enfermería tiene un papel fundamental, pero hay pocos estudios 
que aborden específicamente su papel en la utilización de la terapia compresiva. Aunque 
 24 
existen investigaciones sobre la adherencia de los pacientes a esta terapia, se necesita más 
evidencia sobre la contribución de la enfermería en su uso. Este estudio evidencia que 
esta falta de adherencia al tratamiento podría mejorarse mediante una mayor implicación 
terapéutica profesional-paciente y la disponibilidad de recursos necesarios. El personal 
de enfermería de Atención Primaria juega un papel clave en los cuidados de los pacientes 
con úlceras en la pierna, pero tiene déficit de conocimientos sobre la terapia compresiva. 
Además, su práctica clínica no se ajusta a las recomendaciones basadas en la evidencia 
científica disponible. Es necesario reconsiderar la formación recibida por los 
profesionales de enfermería para mejorar su efectividad en el cuidado de las úlceras 
venosas. Es esencial implementar intervenciones educativas personalizadas que mejoren 
la promoción y gestión de la salud, y solucionen los problemas específicos que enfrenta 
cada paciente, con el fin de aumentar, mantener o recuperar su nivel máximo de desarrollo 
y fomentar su autonomía. La Nursing interventions clasification (NIC) ha incluido 
progresivamente intervenciones de enfermería relacionadas con este tipo de terapia 
(Raña, 2015) como la intervención Cuidados circulatorios: insuficiencia venosa (código 
4066) (ANEXO 1). 
 
Los enfermeros son responsables de aplicar y monitorear la terapia de compresión, así 
como de garantizar su uso adecuado y la continuidad de la atención. Además de aplicar 
la terapia de compresión, las enfermeras tienen la responsabilidad de educar a los 
pacientes sobre la importancia de la terapia de compresión, su eficacia y el cuidado 
necesario para mantener la terapia. La educación del paciente también incluye la 
promoción de hábitos de vida saludables y la prevención de complicaciones asociadas a 
la IVC y las UV. 
 
Las enfermeras deben conocer las últimas tendencias y técnicas en el uso de la terapia de 
compresión, así como las nuevas tecnologías y productos del mercado. Además, es 
importante que las enfermeras colaboren con otros profesionales de la salud como los 
médicos, para garantizar un enfoque multidisciplinario y holístico del cuidado de los 
pacientes con IVC y UV (Valencia-González, 2021). 
 
 
 
 
 25 
2. JUSTIFICACIÓN Y PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 
 
La IVC y las UV son patologías frecuentes en la población adulta española, y la terapia 
compresiva ha demostrado ser un tratamiento eficaz. Educar a los profesionales de la 
salud sobre la epidemiología y el tratamiento de estas enfermedades es importante para 
mejorar la calidad de vida de los pacientes favoreciendo el cuidado ideal hacia estos 
pacientes. 
En la actualidad, la terapia de compresión tiene un papel importante en el tratamiento de 
la IVC y es fundamental el conocimiento de este procedimiento dado a las repercusiones 
que tienen sus complicaciones para el paciente, como las UV. Es de gran importancia 
dada la alta prevalencia de pacientes con IVC cuyas opciones de tratamiento se limitan a 
la cirugía y cicatrización de heridas en los casos en que la progresión de la enfermedad 
es evidente. Con técnicas de compresión precisas, materiales apropiados y conocimientos 
respaldados por evidencia científica, muchos pacientes pueden evitar las dolorosas 
úlceras asociadas con su condición. 
También es primordial saber el papel que posee la terapia compresiva en la prevención y 
tratamiento de las UV y la implicación que debe tener el personal de enfermería en dicha 
terapia. Esto nos lleva a plantear la necesidad de analizar cuáles los distintos tipos de 
procedimientos para aplicar la terapia de compresión, su eficacia, beneficios, etc. 
Por lo tanto, es importante tratar este tema debido al gran número de pacientes que acuden 
a hospitales y centros de salud con este problema en la práctica clínica. Cuando las 
enfermeras usan la terapia de compresión adecuada, pueden evitar que el problema 
empeore y hacer que la salud del paciente sea una prioridad. Debemos estar lo 
suficientemente entrenados para realizar esta técnica. 
 
 
 
 
 26 
3. OBJETIVOS 
3.1. OBJETIVO GENERAL 
Analizar la efectividad de la terapia compresiva en miembros inferiores que han 
demostrado ser eficaces en el tratamiento de la insuficiencia venosa. 
3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
- Evaluar la eficacia de la terapia compresiva como tratamiento de base para pacientes 
con insuficiencia venosa crónica, a través del análisis de la evidencia científica 
disponible. 
- Identificar las distintas técnicas ofrecidas por los profesionales en el tema de terapia 
compresiva, y seleccionar aquellas que permitan la aplicación más adecuada y eficaz del 
tratamiento en cada caso. 
- Analizar los principales beneficios que se obtienen al aplicar la terapia compresiva de 
manera correcta, incluyendo la reducción del dolor, la prevención de úlceras venosas, y 
la mejora en la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia venosa crónica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 27 
4. METODOLOGÍA 
4.1. TIPO DE ESTUDIO 
Para alcanzar los objetivos comentados anteriormente, se realizó una revisión 
bibliográfica narrativa a través de la cual se analizaron los últimos estudios publicados en 
las bases de datos más relevantes sobre este tema en concreto. 
4.2. BASES DE DATOS EMPLEADAS 
Las bases de datos empleadas en esta revisión bibliografía fueron las siguientes a las que 
se accedió mediante los recursos electrónicos que ofrece la Biblioteca de la Universidad 
de Cádiz: 
1. Pubmed. 
2. Cochrane Library. 
3. Cinahl Complete. 
4. Elsevier. 
5. Scopus. 
6. Web of Science (WoS). 
Cabe destacar, que, a pesar de emplearse las bases de datos mencionadas anteriormente, 
también se han tenido en cuenta en cuenta los artículos incluidos en las listas de referencia 
de los artículos encontrados que cumplieran los criterios de inclusión. 
4.3. ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA 
Antes de comenzar la búsqueda en las respectivas bases de datos, se obtuvieron los 
descriptores recogidos en la tabla 4 mediante el tesauro de Descriptores en Ciencias de la 
Salud (DeCS) y el de “Medical Subject Headings” (MeSH) para aumentar la precisión 
para la posterior fórmula de búsqueda. 
 
 28 
PALABRAS CLAVES DeCS MeSH DEFINICIÓN 
 
 
 
 
 
CompresiónMedias de 
Compresión 
 
 
 
Stockings, 
Compression 
 
Coberturas ajustadas para los pies 
y las piernas, que se usan para 
favorecer la circulación en las 
piernas y prevenir la formación 
de edema y trombosis venosa 
profunda. 
 
 
 
 
Vendajes de 
Compresión 
 
 
 
 
Compression 
Bandages 
 
 
Tiras de material elástico 
utilizado para ejercer presión 
sobre las partes del cuerpo para 
controlar el edema y ayudar en la 
circulación. 
 
 
Insuficiencia venosa 
 
 
 
Insuficiencia 
Venosa 
 
 
 
Venous 
Insufficiency 
 
Dificultad en el retorno venoso 
(estasis venoso) que suele 
producirse por una insuficiencia 
de las válvulas venosas. 
 
 
Miembros inferiores 
 
 
 
Extremidad 
Inferior 
 
 
 
Lower 
Extremity 
 
Región de los animales que 
comprende el miembro inferior y 
que se extiende desde la región 
glútea hasta el pie. 
Tabla 4 Formación de los descriptores a partir de las palabras claves. Fuente: Elaboración 
propia (2023). 
Para la realización de la fórmula de búsqueda y en base a los descriptores anteriores y los 
operadores booleanos (OR y AND), se ha creado la siguiente fórmula: 
 29 
(Compression Bandages OR Stockings, Compression) AND "Venous Insufficiency" 
AND "Lower Extremity". 
4.4. CRITERIOS DE SELECCIÓN 
A la hora de abordar los criterios para la selección de los artículos apropiados, se siguieron 
los siguientes en las distintas bases de datos utilizadas. 
• Criterios de inclusión 
- Publicados en los últimos 10 años (2013-2023). 
- El texto se encuentre disponible en los idiomas de inglés y castellano. 
- Que se incluya el texto completo. 
- Esté dedicado a los pacientes con insuficiencia venosa en miembros inferiores. 
• Criterios de exclusión 
- Artículos cuya información no sea proveniente de organizaciones oficiales o estén 
basadas en evidencias científicas. 
- Artículos no relacionados con el objetivo del estudio. 
- Artículos que no tienen el texto completo en la base de datos para descargar. 
- Artículos que habla de embarazadas. 
- Artículos que tratan temas como los edemas en las piernas o los 
tromboembolismos venosos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 30 
4.5. SELECCIÓN DE ARTÍCULOS 
En la tabla 5 se recogen el número de artículos por base de datos empleada. 
BASE DE DATOS 
EMPLEADAS 
Nº DE 
ARTÍCULOS 
OBTENIDOS 
 
Pubmed 
 
32 
 
Cochrane Library 
 
10 
 
Cinahl Complete 
 
23 
 
Elsevier 
 
56 
 
Scopus 
 
29 
 
Web of Science 
 
4 
 
TOTAL 
 
154 
 
Tabla 5 Base de datos empleadas y número de artículos encontrados en cada una de 
ellas. Fuente: elaboración propia (2023). 
 
 
 31 
En la figura 4 se recoge el flujograma seguido en la selección de los artículos obtenidos 
a partir de las bases de datos empleadas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 4 Flujograma de selección de los artículos. Fuente: elaboración propia (2023) 
 
 
BASE DE DATOS 
• Pubmed (32) 
• Cochrane Library (10) 
• Cinahl Complete (23) 
• Elsevier (56) 
• Scopus (29) 
• WoS (4) 
154 ARTÍCULOS 
34 ARTÍCULOS 
TRAS LA 
LECTURA DE 
TÍTULO Y/O 
RESUMEN 
25 ARTÍCULOS 
TRAS LA 
ELIMINACIÓN 
DE ARTÍCULOS 
DUPLICADOS 
TRAS LA 
LECTURA DEL 
TEXTO 
COMPLETO 
 
23 ARTÍCULOS 
SELECCIONADOS 
PARA LA 
REVISIÓN 
120 ARTÍCULOS 
DESCARTADOS TRAS 
APLICAR LOS 
CRITERIOS DE 
EXCLUSIÓN 
 
 32 
5. DISCUSIÓN 
 
Ha resultado arduo hallar información acerca de este tema, y algo que destaca, aunque no 
sorprende, es que todos los artículos enfatizan la falta de información disponible sobre 
este tema crucial que está cada vez más presente en hospitales y centros de atención 
primaria. En este apartado se analizará la efectividad de la terapia compresiva, se evaluará 
la eficacia de esta, se analizarán los principales beneficios e y se identificarán las distintas 
técnicas ofrecidas por los profesionales. 
 
5.1. LAS ÚLCERAS VENOSAS Y LA TERAPIA COMPRESIVA 
La terapia de compresión es la primera línea de tratamiento para las UV. El reflujo 
superficial significativo que se da en la IVC, si está presente, debe tratarse para acelerar 
la cicatrización de ésta y prevenir su recurrencia (Verma, 2015). 
Se cree que en los casos de presiones externas elevadas de entre 30-40 mmHg a nivel del 
tobillo, estas terapias ofrecen el máximo beneficio. Richmond (2013) comenta que las 
comparaciones directas de estos distintos métodos de compresión han mostrado 
resultados que no están del todo claros. Una revisión Cochrane del año 2009 evaluó 39 
ECA (Ensayo Controlado Aleatoria) sobre la terapia compresiva para las UV. Llegaron a 
la conclusión de que los sistemas de compresión elástica multicapa son superiores tanto 
a los sistemas de un solo componente como a los sistemas multicapa formados por vendas 
inelásticas. El tratamiento de las UV de MMII puede suponer un reto, y muchas heridas 
no cicatrizarán sin una intervención enfermera adecuada, por ello el desarrollo de 
prácticas de atención estándar con sus correspondientes algoritmos de tratamiento, 
obtendrán mejores resultados para los pacientes. Algunas de las terapias ya comentadas, 
están respaldadas por niveles de evidencia muy sólidos y elevados, mientras que otros 
tratamientos practicados con frecuencia, requieren más todavía mucha más investigación. 
 
Además, se ha demostrado en un estudio de cohortes realizado en España, que la terapia 
compresiva era el tratamiento más efectivo para la cicatrización de úlceras venosas, con 
una tasa de éxito del 78,5%. Otro estudio español de seguimiento a largo plazo de 
pacientes con UV tratados con terapia compresiva mostró una tasa de recurrencia del 
28,3% en un período de 5 años (González-Porras, 2017). 
 
 33 
En una cohorte retrospectiva llevada a cabo por Nieto Zepeda en 2021 se realizó un 
“programa piloto de la clínica de heridas vasculares, para el autocuidado y entrenamiento 
en el uso adecuado de vendajes elastocompresivos para mejorar el apego al tratamiento y 
disminuir el tiempo de cicatrización”. Entre los resultados se encontró que el 78.3% 
alcanzó una cicatrización completa al final del seguimiento, y en consecuencia, el estudio 
propone la creación de clínicas de compresión orientadas al cuidado y seguimiento en la 
atención avanzada de heridas para así, potenciar la educación sanitaria al paciente con 
IVC. 
 
Es necesario seguir investigando los tratamientos con niveles de evidencia más bajos, así 
como las terapias más novedosas, para continuar mejorando los resultados satisfactorios 
en pacientes con ulceraciones crónicas de las extremidades inferiores (Richmond, 2013) 
y formar adecuadamente al personal encargado de realizar esta tarea, es decir, las 
enfermeras. 
 
Un algoritmo diseñado por el autor Ratliff (2016), fue creado para ayudar a los clínicos a 
determinar la necesidad de compresión y aplicarla correctamente a las personas con IVC 
con o sin UV. El algoritmo se diseñó para pacientes adultos en centros de cuidados 
intensivos, centros de cuidados intensivos a largo plazo, clínicas ambulatorias, 
residencias de cuidados a largo plazo/de enfermería especializada y entornos de atención 
domiciliaria. Se basó en la evidencia y el consenso y se construyó siguiendo una vía 
estructurada, combinando las mejores pruebas actuales para apoyar las vías y los puntos 
de decisión dentro del algoritmo con puntos de decisión basados en el consenso cuando 
faltaban pruebas de apoyo. El algoritmo se sometió a la revisión de un panel 
independiente de 21 clínicos expertos y se evaluó su validez de contenido. El índice 
general de validez de contenido del algoritmo fue sólido, de 0,86, y los índices de las 9 
vías del algoritmo fueron igualmente sólidos, variando de 0,86 a 1,0. El algoritmo no 
pretende ofrecer un tratamiento integral de la IVC con o sin úlceras venosas. Los 
algoritmos se encuentran en losAnexos 2, 3, 4 y 5. 
 
En otro estudio se diseñó y realizó una estrategia de búsqueda electrónica para encontrar 
ensayos controlados aleatorizados y estudios observacionales comparativos sobre la 
terapia de compresión para úlceras venosas de la pierna. La búsqueda se realizó en 
diferentes bases de datos y se utilizó vocabulario controlado y palabras clave para 
 34 
encontrar los estudios relevantes. También se evaluó la validez y la calidad metodológica 
de los estudios mediante herramientas como la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo 
y la escala Newcastle-Ottawa. Los estudios que comparaban diferentes métodos de 
compresión y que informaban de los resultados de interés se incluyeron en la revisión. En 
cuanto a los resultados se encontró pruebas de calidad moderada que respaldan la 
compresión en comparación con la no compresión, sistemas multicomponente en lugar 
de sistemas de un solo componente y sistemas con componentes elásticos en lugar de 
sistemas sin ellos. No hubo diferencias significativas en la cicatrización de úlceras cuando 
se comparó la compresión con medias versus vendas, compresión con 4 capas versus 
menos de 4 capas, o compresión con sistemas de vendaje corto en comparación con 
sistemas de vendaje largo (Mauck, 2014). 
 
5.2. GUÍAS ORIENTADAS EN LA TERAPIA COMPRESIVA 
Las guías de práctica clínica (GPC) surgen para reducir la variabilidad en la práctica 
clínica y entre otras cosas, mejorar la calidad del cuidado ofreciendo un soporte científico 
para ello. Es así por lo que disponemos de varias GPC basadas en la IVC, UV y la terapia 
compresiva, que ofrecen conocimientos, resuelven dudas y ponen a disposición del 
enfermero, algoritmos y procedimientos que mejoran la calidad asistencial y facilitan el 
trabajo (Wittens, 2015). 
 
En la GPC “Tratamiento de la enfermedad venosa crónica” se habla de los distintos 
tratamientos de la IVC, entre ellos de la terapia compresiva. Según el estudio presentado 
por el autor Wittens (2015), un comité de especialistas se reunió en 2011 en Atenas para 
evaluar y distribuir entre los miembros del comité las tareas para la realización de esta 
guía, basando la bibliografía en búsquedas bibliográfica y en la pirámide de evidencia. 
Algunas de las recomendaciones que obtuvieron fueron las siguientes: 
- Las medias elásticas se recomiendan como una modalidad de tratamiento eficaz para los 
síntomas y signos de la enfermedad venosa crónica para pacientes. 
 
- El uso temporal de medias elásticas puede considerarse en pacientes con IVC en espera 
de investigación adicional, y como tratamiento definitivo en pacientes que no se tratan 
con métodos invasivos. 
 
 35 
- Se recomiendan los vendajes compresivos y los ejercicios de marcha como modalidad 
de tratamiento inicial para promover la cicatrización en pacientes con UV. 
 
- Debe considerarse el uso de presiones de compresión elevadas, de al menos 40 mmHg 
a nivel del tobillo, para favorecer la cicatrización de las UV. 
 
- Se recomienda la compresión con vendas elásticas o no elásticas u otros dispositivos de 
compresión como modalidad de tratamiento inicial de las úlceras venosas de la pierna; no 
obstante, debe explorarse y ofrecerse la posibilidad de una intervención venosa activa 
para mantener la cicatrización. 
 
- Se recomienda la compresión neumática intermitente para proporcionar alivio 
sintomático en pacientes con IVC (C3-C6) si los métodos estándar no están indicados o 
si han fracasado. 
 
- La compresión neumática intermitente debe considerarse en pacientes con UV tras un 
tratamiento de 6 meses cuando los métodos estándar hayan fracasado. 
 
En otra GPC llamada “Terapia de compresión para el tratamiento de la insuficiencia 
venosa crónica” está basada en la terapia compresiva y en las recomendaciones para los 
profesionales indica que: 
- Para tratar la insuficiencia venosa asociada a úlceras, se recomienda la terapia de 
compresión (Grado 1B), la cual tiene altas tasas de curación en pacientes que la cumplen. 
La terapia de compresión también es beneficiosa para pacientes con edema, exudado o 
eczema sin úlcera presente. Sin embargo, la terapia de compresión está contraindicada en 
pacientes con arteriopatía periférica, trombosis venosa aguda, insuficiencia cardíaca 
aguda o crónica, celulitis aguda, infección o tejido necrótico. 
-En caso de pulsos débiles o no palpables en pacientes con úlceras en las extremidades 
inferiores, se deben realizar estudios arteriales no invasivos. La celulitis y la trombosis 
venosa profunda deben tratarse antes de la aplicación del vendaje compresivo. 
-Hay dos tipos de compresión: inelástica y elástica. Para tratar la ulceración debido a la 
insuficiencia venosa crónica, se sugiere la compresión elástica de varias capas en lugar 
de los vendajes inelásticos de una sola capa (Grado 2B), ya que la cicatrización es más 
 36 
rápida y el cumplimiento terapéutico del paciente mejora. El tipo de compresión elástica 
depende de la experiencia y disponibilidad de recursos locales. 
 
-Los sistemas de vendaje compresivo se colocan desde el pie hasta la parte proximal de 
la pantorrilla, evitando la compresión excesiva de la piel contra cualquier prominencia 
ósea. Es necesario caminar para obtener el efecto compresivo completo del vendaje. Las 
complicaciones del vendaje compresivo se evitan con una aplicación adecuada y si el 
paciente experimenta dolor excesivo, decoloración o entumecimiento del pie o los dedos, 
el vendaje debe retirarse inmediatamente y buscar atención médica. 
-La terapia de compresión dinámica puede ser útil para pacientes en los que las terapias 
de compresión estándar no son efectivas o no se toleran (G Armstrong, 2023) 
 
5.3. TIPOS DE COMPRESIÓN 
Como ya se ha comentado, existen varios tipos para realizar la terapia compresiva de 
MMII, estos varían especialmente en su forma y en este apartado trataremos todos ellos 
según los autores y artículos que se encontró. 
 
5.3.1. EL USO DE LAS MEDIAS DE COMPRESIÓN 
En un estudio se examinó la variabilidad de presiones de compresión proporcionada por 
medias comerciales de gradiente en una pierna afectada por IVC. El objetivo del estudio 
fue abordar la deficiencia existente en el conocimiento de las medias de compresión y 
proporcionar información sobre su efectividad. Eligieron un total de 36 medias de 
compresión por debajo de la rodilla de 6 fabricantes diferentes. Se llegó a la conclusión 
en base a los resultados obtenidos de que todas las medias tanto las más baratas como las 
más caras ofrecen el mismo grado de compresión y presión (Ma, 2015). 
 
Otro estudio comparativo prospectivo recalca esta deficiencia en cuanto el conocimiento 
existente de las medias de compresión y la necesidad de estandarizar los métodos de 
medición en la selección de éstas. Este estudio en concreto ha demostrado que las medias 
de compresión preparadas actualmente prescritas por los especialistas, no se adaptan 
adecuadamente a la mayoría de los pacientes para prevenir el edema y la recurrencia de 
la UV, ya que en la actualidad esto es una realidad tangible y es necesaria una solución 
(Nørregaard, 2014). 
 
 37 
Otra revisión sistemática de la literatura sobre el uso de medias de compresión en la 
prevención de la recurrencia de la úlcera de pierna en personas mayores de 70 años con 
insuficiencia venosa se basó en cinco ensayos controlados aleatorios que cumplieron con 
los criterios de inclusión. Los resultados indicaron que las medias de compresión de clase 
2 redujeron la recurrencia de la úlcera de pierna a los 12 meses en comparación con la 
clase 1. Sin embargo, la calidad de la evidencia se evaluó como moderada y se destacó la 
falta de cegamiento y el sesgo de desgaste como limitaciones. Además, el cumplimiento 
del paciente con el régimen recomendado varía y puede afectar los resultados. No se 
encontraron diferencias significativas entrelas medias de clase 2 y clase 1 en cuanto a los 
síntomas subjetivos de insuficiencia venosa crónica o los resultados de la trombosis 
venosa o la movilidad (Dahm, 2019). 
 
5.3.2. EL USO DEL VENDAJE COMPRESIVO 
Como se ha venido discutiendo, la terapia de compresión sigue siendo la opción preferida 
para el tratamiento de las UV en los MMII, ya que ha demostrado ser superior en términos 
de tasas de cicatrización en comparación con la ausencia de compresión. 
 
Los estudios actuales sugieren que los vendajes de múltiples componentes (por ejemplo, 
sistemas de dos o cuatro capas) tienen mejores resultados que los vendajes de un solo 
componente, y que las medias de compresión ofrecen resultados similares a los sistemas 
de dos o cuatro capas, con la ventaja adicional de que son menos invasivas. Sin embargo, 
es necesario realizar más investigaciones de alta calidad para determinar qué combinación 
exacta de materiales proporciona la mejor compresión global. También hay controversia 
en la literatura sobre si las vendas de compresión inelásticas o elásticas son superiores, y 
hay debates sobre la definición de los propios materiales elásticos e inelásticos. Lo que 
parece claro es que, para prevenir la reaparición de úlceras, se deben utilizar medias 
elásticas que ejerzan la mayor presión tolerable. 
 
Además de encontrar el sistema de compresión adecuado, es fundamental fomentar el 
cumplimiento por parte del paciente de la terapia de compresión de por vida, dado que 
las úlceras venosas tienden a reaparecer después de un cierre satisfactorio. Un enfoque 
interdisciplinario mejorado y una mejor educación del paciente son componentes clave 
para mejorar el cumplimiento del tratamiento. Es necesario seguir investigando formas 
 38 
de mejorar el cumplimiento del tratamiento por parte del paciente, ya que esto reducirá la 
morbilidad asociada a la enfermedad venosa (Bush, 2015). 
 
Un estudio clínico piloto examinó una forma efectiva de aplicar compresión en pacientes 
con úlceras de decúbito en un entorno domiciliario. Los sujetos del estudio fueron tratados 
con un régimen de tratamiento tópico utilizando una venda elástica tubular sin látex y se 
midió el tamaño de la herida a través de visitas semanales por profesionales. Los 
resultados mostraron que todos los sujetos activos en la semana 8 tenían una tasa positiva 
de cicatrización de heridas y dos de siete sujetos lograron el cierre completo de la herida 
en la semana 8. Además, no se produjeron efectos adversos como dermatitis de contacto 
con el apósito de hidrofibra primario o el apósito secundario utilizado en el estudio 
(Dabiri, 2015). 
 
Además, evidencias reflejan que el 85% de las enfermeras, sin experiencia previa, logran 
la presión terapéutica desde la primera aplicación con KTwo, el 69% de las enfermeras 
con un vendaje de 4 capas (Profore) y el 25% de las enfermeras con un vendaje de corta 
tracción (Urgo Medical, s.f.). 
 
5.3.3. EL USO DE LOS VENDAJES COMPRESIVOS ACTIVOS 
En el estudio publicado por el autor Pourazadi (2015), se investiga el uso de vendajes de 
compresión activos regulados por señal eléctrica para tratar la insuficiencia venosa en las 
extremidades inferiores. Se utiliza un modelo matemático para simular el cambio 
volumétrico de la pantorrilla cuando se comprime y se seleccionan los parámetros 
adecuados para el modelo de la pantorrilla. A partir de estos modelos, se realiza una 
simulación para investigar la interacción entre el vendaje y la pierna humana con y sin 
estímulo eléctrico aplicado al vendaje. Los resultados muestran la importancia de tener 
en cuenta la compresibilidad de la pierna al diseñar prendas de compresión y sugieren 
que esta metodología puede ser aplicada en otros tipos de vendajes de compresión. 
 
En resumen, este estudio se enfoca en investigar el uso de vendajes de compresión activos 
regulados por señal eléctrica para tratar la insuficiencia venosa en las extremidades 
inferiores. Los resultados sugieren que esta metodología puede ser aplicada en otros tipos 
de vendajes de compresión. 
 
 39 
5.4. LA TERAPIA COMPRESIVA VERSUS LA CIRUGÍA 
A pesar de estar demostrado que la terapia compresiva resulta ser el pilar principal del 
tratamiento de la Insuficiencia venosa crónica, existen otras opciones de tratamientos 
viables como la cirugía para enfermos más recidivantes. 
 
En una revisión sistemática realizada por de Carvalho (2015), utilizaron ensayos 
controlados aleatorios que comparaban la terapia compresiva con y sin cirugía añadida 
para el tratamiento de las UV de entre 2002-2012. Los resultados evaluados por los 
autores fueron las tasas de cicatrización y las tasas de recurrencia de dichas úlceras, cuyo 
análisis final de los hallazgos revelaron una tasa de curación de las UV del 83% en 
pacientes tratados con cirugía más terapia de compresión versus 73% en pacientes 
tratados con terapia de compresión sola. Estos estudios evidencian que complementar la 
compresión con procedimientos quirúrgicos para corregir la IVC, no reduce el tiempo de 
curación de la UV, solo pueden ayudar y promover a la cicatrización en algunos pacientes 
y reducir el riesgo de recurrencia de estas. 
 
En otro ensayo clínico realizado por el autor Krasznai (2020), se tomaron como sujetos a 
78 pacientes en los que estaba indicada la extirpación de la vena safena mayor, y estos 
fueron asignados aleatoriamente a 4 o 72 horas de compresión de la pierna con vendaje 
elástico estándar tras la extirpación. En el resultado observamos que el uso de la 
compresión de piernas cuatro horas después de la extracción no es inferior en la 
prevención del edema de la pierna en comparación con la terapia de compresión de 72 
horas, además no se mostró una diferencia significativa en el dolor y en el tiempo hasta 
la recuperación completa. 
 
Otro estudio respalda la combinación de la cirugía con la terapia compresiva. Realizó 
pruebas en 153 pacientes con CEAP clase C2eC3 y reflujo venoso superficial, a quienes 
se les asignó aleatoriamente tratamiento conservador (compresión) (n = 77) o cirugía (n 
= 76). Se realizó un examen clínico que incluía ecografía dúplex (EDS) al inicio y 1 y 2 
años después de la aleatorización (grupo de compresión) o de la cirugía (grupo de cirugía). 
Se evaluaron varios parámetros, incluyendo la puntuación de gravedad clínica venosa sin 
medias de compresión (VCSS-S), la puntuación de enfermedad segmentaria venosa 
(VSDS), la puntuación de discapacidad venosa (VDS) y la calidad de vida relacionada 
 40 
con la salud (CVRS) al inicio y en los seguimientos. Se analizaron los datos según el 
tratamiento real y por intención de tratar. 
Después de 2 años, 70/76 pacientes del grupo de cirugía y 11/77 pacientes del grupo de 
compresión habían sido operados. La VCSS-S disminuyó significativamente en ambos 
grupos, pero fue mayor en el grupo de cirugía. La VSDS disminuyó de manera 
significativa en ambos grupos, pero también fue mayor en el grupo de cirugía. La CVRS 
mejoró significativamente en el grupo de cirugía, pero no hubo cambios significativos en 
el grupo de compresión. De los pacientes del grupo de cirugía, el 92,1% fueron operados 
sin complicaciones importantes. La evaluación de la CdV a los 2 años fue completada por 
93,5% y 96,1% de los pacientes de los grupos de compresión y cirugía, respectivamente. 
 
En conclusión, los pacientes con venas varicosas con clase clínica C2eC3 se benefician 
más de la eliminación quirúrgica del reflujo venoso superficial en comparación con las 
medias de compresión solamente, ya que todos los parámetros medidos mostraron 
mejores resultados en el brazo quirúrgico después de 1 y 2 años de seguimiento (Sell, 
2014). 
 
5.5 ALTERNATIVAS DE TRATAMIENTO 
Además de las terapias compresivas y médicas, varias técnicas mínimamente invasivas 
han demostrado ser prometedoras para la recanalización de venas profundas, el cierre devenas superficiales incompetentes y la eliminación de varices. Para mejorar la atención a 
los pacientes y avanzar en este campo, es fundamental realizar más ensayos clínicos de 
calidad y proporcionar formación en atención integral a pacientes con enfermedades 
venosas (Attaran, 2022). 
 
El tratamiento de los pacientes con UV requiere un enfoque integral. Como venimos 
comentando, el tratamiento compresivo se considera el pilar del tratamiento de estos 
pacientes, pero también existen actualmente otros métodos como los tratamientos 
farmacológicos, los cuales pueden recomendarse sólo como complemento de la 
compresión. También existe el injerto de piel autóloga y la piel artificial bicapa 
(Apligraft) como opciones viables en las úlceras venosas crónicas y de gran tamaño 
cuando ha fracasado el tratamiento estándar (Pascarella, 2015). En un artículo escrito por 
Materia (2022), se trata el caso clínico de una paciente cuyo tratamiento consistió en el 
dispositivo Unna´s Boot. Éste le ayudó a limpiar la úlcera y a la cicatrización de ésta, 
 41 
pero tiempo después acabó desarrollando de nuevo otra UV en MMII. En esta nueva UV 
le volvieron a tratar con Unna´s Boot acompañado de tratamiento farmacológico. Al 
fracasar en la curación y cicatrización de la nueva UV, optaron por realizarle un dúplex 
de la extremidad afectada para mejorar así el reflujo venoso. El artículo destaca que, en 
el caso de la paciente, las Unna´s boot al haber sido eficaces en las UV previas, ya no 
pudieron tratar adecuadamente las nuevas úlceras. Lanza así la pregunta de que, si se 
debería de implementar un tratamiento profiláctico tras la curación de una UV, como 
bombas de compresión neumáticas (tanto en la misma extremidad como en la otra), para 
prevenir así las recurrencias, especialmente en aquellas extremidades que no pueden 
tolerar la compresión sostenida durante largos periodos de tiempo. El autor expresa la 
necesidad de estudios y ensayos adicionales para determinar si existe una mejoría clínica 
significativa con este régimen terapéutico comentado y si esto afecta a la tasa de 
intervención vascular quirúrgica en estos pacientes también. 
 
En otra revisión bibliográfica se trató nuevamente las variabilidades del tratamiento en 
las UV, con especial hincapié en la compresión, las opciones quirúrgicas y el uso de tejido 
de bioingeniería. Según los resultados obtenidos en la revisión, establece que el abordaje 
integral del paciente IVC incluye avances en compresión, diagnóstico, tratamiento 
quirúrgico mínimamente invasivo de la IVC, preparación del lecho de la herida y 
sustitutos de piel y tejidos blandos de bioingeniería. También presenta un algoritmo que 
incorpora el tratamiento precoz de la UV y de IVC, que conduce a la curación con su 
debida prevención de la recurrencia. Dicho algoritmo incluye a los pacientes con 
afecciones comórbidas que afectan a la cicatrización de las heridas e incorporar resultados 
centrados en el paciente, como el dolor, la función, la calidad de vida, al tiempo que se 
hace hincapié en la prevención y en la mejora de las tasas de cicatrización con reducción 
de las recidivas (Gould, 2016). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 42 
6. CONCLUSIÓN 
Tras esta revisión bibliográfica, podemos afirmar que la terapia compresiva es 
fundamental para la prevención y el tratamiento de la IVC y sus complicaciones, 
especialmente las UV de MMII. 
 
Con respecto al objetivo general, los resultados muestran que la terapia de compresión es 
el método de tratamiento más efectivo para esta enfermedad, y puede mejorar 
significativamente los síntomas principales, como reducir el edema de los MMII, acelerar 
la curación de las UV y reducir las recurrencias de dichas úlceras, salvo para los pacientes 
con venas varicosas con clase clínica C2eC3 los cuales responden mejor a la cirugía. 
 
En cuanto a los objetivos específicos, en primer lugar, se concluyó que la terapia de 
compresión es una herramienta esencial en el manejo de la IVC y, con la capacitación 
adecuada, puede mejorar la atención general del paciente. En segundo lugar, muchos 
profesionales de la salud defienden los beneficios que se obtienen al aplicar esta técnica 
de manera correcta y confirma nuevamente la eficacia de este tratamiento base para los 
pacientes afectados por la enfermedad. 
 
También se ha concluido que los vendajes de múltiples componentes dan mejores 
resultados que los apósitos monocomponentes y las medias de compresión son menos 
invasivas con resultados similares a los sistemas de 2 o 4 capas y que se recomienda el 
uso de medias elásticas para evitar una nueva lesión. 
 
Los estudios que han sido revisados muestran como ya hemos dicho, que la terapia de 
compresión es muy efectiva para acelerar la curación de las UV, reducir las recurrencias 
y la hinchazón. Además, se ha demostrado que la terapia de compresión es segura y bien 
tolerada por los pacientes, siempre que se utilice la técnica correcta y se seleccionen los 
materiales apropiados, pudiendo ofrecer al paciente una gran variabilidad en las formas 
existentes de la terapia compresiva y brindarle al paciente de una completa o casi 
completa independencia en la curación de su enfermedad en los casos que sean posibles. 
 
Cabe señalar que existen muchos tipos de terapia de compresión y es necesario elegir la 
técnica y el material adecuado según las características y necesidades individuales de cada 
paciente. La elección de la técnica y el material debe hacerse individualmente, ya que se 
 43 
evalúa la capacidad del paciente para manejar la terapia y las características de la 
insuficiencia venosa crónica. 
 
Sin embargo, a pesar de la evidencia científica disponible y de que es un tratamiento 
seguro y bien tolerado, existen algunas limitaciones en el uso de la terapia de compresión. 
Por ejemplo, algunos profesionales de la salud carecen de conocimientos y capacitación 
en técnicas adecuadas de aplicación de compresión, y algunos pacientes no cumplen 
correctamente las recomendaciones ofrecidas, por lo tanto, existe la necesidad de una 
mayor educación y capacitación en salud para optimizar el uso de la terapia de 
compresión. 
 
En conclusión, la terapia de compresión se considera un tratamiento eficaz y seguro para 
la prevención y el tratamiento de la IVC y sus complicaciones. A pesar del progreso de 
los estudios, se necesita más investigación para optimizar el uso y mejorar el 
cumplimiento del paciente. Es importante que los profesionales de la enfermería reciban 
la capacitación y las habilidades necesarias para usar las técnicas de terapia de compresión 
adecuadas y que los pacientes comprendan su importancia y los beneficios en el manejo 
de la enfermedad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 44 
7. BLIBIOGRAFÍA 
¿Por qué es importante comprimir? (2022, July 13). Urgo. 
https://urgomedical.es/blog/por-que-es-importante-comprimir 
Admin, C. (2019, August 27). El Índice Tobillo-Brazo (ITB). CMUC. 
https://www.centroulcerascronicas.com/noticias/el-indice-tobillo-brazo-itb/ 
Attaran, R. R., & Carr, J. G. (2023). Chronic Venous Disease of the Lower Extremities: 
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Angiography & Interventions, 2(1). https://doi.org/10.1016/j.jscai.2022.100538 
Bjork, R., & Ehmann, S. (2019). S.T.R.I.D.E. Professional Guide to Compression 
Garment Selection for the Lower Extremity. Journal of Wound Care, 28(Sup6a), 
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Bush, R., Brown, K., & Latz, C. (2015). Compression therapies for chronic venous leg 
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Dabiri, G., Hammerman, S., Carson, P., & Falanga, V. (2013). Low-grade elastic 
compression regimen for venous leg ulcers - an effective compromise for patients 
requiring daily dressing changes.

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