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D I V E R S I D A D M E T A B Ó L I C A D E L O S M I C R O O R G A N I S M O S 405 U N ID A D 3 libre en la célula, sino que están unidas a proteínas que, a su vez, están alojadas en membranas formando fotocomplejos consti- tuidos por entre cincuenta y trescientas moléculas de clorofila/ bacterioclorofila. Solo un pequeño número de estas moléculas de pigmento, llamadas centros de reacción (Figura 13.4), parti- cipan directamente en reacciones que conducen a la síntesis de ATP. Las clorofilas/bacterioclorofilas de los centros de reacción están rodeadas por un número mayor de clorofilas/bacterioclo- rofilas que captan la luz. Estos llamados pigmentos antena (o pigmentos captadores de luz) absorben la luz y canalizan parte de la energía hacia el centro de reacción (Figura 13.4). A las bajas intensidades de luz que se suelen encontrar en la natura- leza, esta disposición para concentrar la energía permite a los centros de reacción recibir energía lumínica que de otro modo se perdería. Membranas fotosintéticas, cloroplastos y clorosomas Los pigmentos clorof ílicos y todos los demás componen- tes del aparato de captación de luz se encuentran en sistemas membranosos celulares. La ubicación de estas membranas fotosintéticas es diferente en procariotas y eucariotas. En los eucariotas fotótrofos la fotosíntesis tiene lugar en orgánulos intracelulares, los cloroplastos, donde las clorofilas están uni- das a membranas de aspecto laminado (Figura 13.5). Estos sis- temas fotosintéticos membranosos se llaman tilacoides, y se apilan formando grana (plural de grano, en latín). Los tilacoi- des se disponen de manera que el cloroplasto queda dividido en dos regiones, el espacio matricial que rodea los tilacoides, llamado estroma, y el espacio interior dentro de la formación de los tilacoides. Esta disposición permite la generación de una fuerza protonmotriz impulsada por la luz que se utiliza para sintetizar ATP (Sección 13.4). Los procariotas fotótrofos carecen de cloroplastos. En las bacterias rojas los pigmentos fotosintéticos están integrados en sistemas de membranas internas que se forman por inva- ginación de la membrana citoplasmática. En las bacterias rojas las disposiciones normales son vesículas de membrana clorofilas también contienen sustituyentes específicos en el ani- llo tetrapirrólico y un alcohol hidrófobo que ayuda a anclar la clorofila a las membranas fotosintéticas. En la Figura 13.2a se ve la estructura de la clorofila a, que es la clorofila principal de los fotótrofos oxigénicos. La clorofila a es verde porque absorbe luz roja y azul y transmite luz verde; su espectro de absorción pre- senta una fuerte absorbancia cerca de los 680 nm y los 430 nm (Figura 13.2b). Se conocen varias clorofilas, que se distinguen por sus espectros de absorción particulares. Las cianobacterias contienen clorofila a (unas pocas especies tienen clorofila d), mientras que sus parientes los proclorófitos producen clorofi- las a y b. Las bacterias fotótrofas rojas y verdes producen una o más bac- terioclorofilas (Figura 13.3). La bacterioclorofila a (Figura 13.2), presente en la mayoría de las bacterias rojas ( Secciones 14.4 y 14.5), tiene su rango de absorción máximo entre 800 nm y 925 nm (diferentes bacterias rojas sintetizan fotocomplejos lige- ramente diferentes, y los máximos de absorción de la bacterio- clorofila a en un organismo determinado dependen, en cierta medida, de la disposición de las proteínas de los fotocomple- jos en la membrana fotosintética; véase la Figura 13.4). Otras bacterioclorofilas, distribuidas en distintas líneas filogenéti- cas, absorben en otras regiones del espectro visible e infrarrojo (Figura 13.3). La existencia de diferentes formas de clorofila o bacterio- clorofila que absorben luz de diferentes longitudes de onda permite a los fotótrofos aprovechar mejor la energía disponi- ble en el espectro electromagnético. La utilización de diver- sos pigmentos con propiedades de absorción distintas permite que fotótrofos diferentes puedan coexistir en el mismo hábitat, absorbiendo cada uno las longitudes de onda que otros no pue- den absorber. Por tanto, la diversidad de pigmentos tiene una importancia ecológica para la coexistencia satisfactoria de dife- rentes fotótrofos en un mismo hábitat. Centros de reacción y pigmentos antena En los fotótrofos oxigénicos y los fotótrofos rojos anoxigénicos, las moléculas de clorofila/bacterioclorofila no existen de forma Figura 13.2 Estructuras y espectros de la clorofila a y la bacterioclorofila a. (a) Las dos moléculas son idénticas excepto en los fragmentos marcados en amarillo y verde. (b) Espectro de absorción (línea verde) de células del alga verde Chlamydomonas. Los picos a 680 nm y a 430 nm son debidos a la clorofila a, y el pico a 480 nm a los carotenoides. Espectro de absorción (línea roja) de las células de la bacteria roja fotótrofa Rhodopseudomonas palustris. Los picos a 870 nm, 805 nm, 590 nm y 360 nm son debidos a la bacterioclorofila a, y los picos a 525 nm y 475 nm a los carotenoides. 0,9 0,8 0,7 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0 340 400 500 600 430 480 680 360 700 800 900 0,6 Longitud de onda (nm) A b s o rb a n c ia (a) (b) 475 525 590 805 870 Mg N N NN CH H3C H3C H3C H3C H3C H OH CH3 COOCH3 COOCH3 H CH2 H C2H5 C2H5 CH3 CH3 CH3 H H2C H2CH CH2 CH2 COOC20H39 COOC20H39 Anillo de ciclopentanona Anillo de ciclopentanona Clorofila a Mg N N NN C H OH H H H H Fitol Fitol Bacterioclorofila a O H H Cl a Bcl a https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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