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Metodos de evaluacion de riesgos laborales

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MÉTODOS
DE EVALUACIÓN 
DE RIESGOS LABORALES
JUAN CARLOS RUBIO ROMERO
MÉTODOS
DE EVALUACIÓN 
DE RIESGOS LABORALES
© Juan Carlos Rubio Romero, 2004
Reservados todos los derechos.
«No está permitida la reproducción total o parcial de este libro,
ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna
forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico,
por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso
previo y por escrito de los titulares del Copyright».
Ediciones Díaz de Santos, S. A.
Doña Juana I de Castilla, 22. 28027 MADRID
E-mail: ediciones@diazdesantos.es
Internet://http:www.diazdesantos.es/ediciones
ISBN: 84-7978-633-7
Depósito legal: M. 27.736-2004
Diseño de Cubierta: Ángel Calvete
Fotocomposición: Fernández Ciudad, S. L.
Impresión: Fernández Ciudad, S. L.
Encuadernación: Rústica-Hilo, S. L.
Impreso en España
mailto:ediciones@diazdesantos.es
http://www.diazdesantos.es/ediciones
A mi querida hija Carmen
Prólogo ............................................................................
Presentación....................................................................
Introducción ...................................................................
Capítulo 1. La evaluación general de riesgos .............
1.1. Antecedentes de la evaluación de riesgos ................
1.1.1. Antecedentes desde un punto de vista técni-
co...................................................................
1.1.2. Los planes de seguridad e higiene en el tra-
bajo en los proyectos de edificación y obras
públicas .........................................................
1.1.3. La evaluación de riesgos mayores o graves ..
1.1.4. Otros antecedentes en la reglamentación ......
1.2. El proceso de evaluación general de riesgos............
1.2.1. Procesos de evaluación general de riesgos y
de evaluación específica de riesgos ...............
1.2.2. El proceso de evaluación de riesgos .............
1.2.2.1. El proceso de evaluación del riesgo
como elemento del proceso de ges-
tión del riesgo ..................................
Índice
IX
XIII
XVII
XXI
1
1
2
3
7
7
9
9
16
19
1.2.2.2. Acciones y principios durante el pro-
ceso de evaluación de riesgos ..........
1.2.2.3. Tareas previas o preparatorias a la
evaluación de riesgos .......................
1.2.2.4. Tareas posteriores a la evaluación
de riesgos .........................................
1.2.2.5. Imposiciones legales en el procedi-
miento de evaluación de riesgos ......
Capítulo 2: Métodos simplificados de evaluación de
riesgos .........................................................
2.1. Concepto de peligro y riesgo....................................
2.2. Tipos de evaluación de riesgos.................................
2.3. Métodos simplificados de evaluación de riesgos .....
2.3.1. Valoración simple o método ABC. ................
2.3.2. El método binario ..........................................
2.3.3. El método William T. Fine............................
2.3.4. Métodos de más de tres factores....................
Capítulo 3: Métodos complejos de evaluación de ries-
gos. Seguridad industrial ..........................
3.1. Métodos de evaluación de riesgos de accidente.......
3.2. Métodos cualitativos.................................................
3.2.1. Métodos cualitativos específicos para riesgos
mayores o graves y todo tipo de riesgos de
accidentes en general.....................................
3.2.1.1. Análisis histórico..............................
3.2.1.2. Análisis preliminar de riesgos .........
3.2.1.3. ¿Qué ocurriría si?............................
3.2.1.4. Listas de comprobación (Check
List). Inspecciones o auditorías de
seguridad..........................................
3.2.1.5. Análisis de seguridad de los trabajos .
3.2.1.6. Análisis de riesgos y operabilidad
(Hazop).............................................
X ÍNDICE
21
27
37
41
49
49
57
61
61
62
69
76
79
79
79
81
84
85
86
87
90
93
3.2.1.7. Análisis de modos de fallo y efectos
(AMFE) ............................................
3.2.1.8. Análisis de modos de fallo, efectos
y criticidad (AMFEC) ......................
3.2.1.9. Método UCSIP .................................
3.2.1.10. Índice de Dow de incendio y explo-
sión e índice de toxicidad...............
3.2.1.11. Índice de fuego, explosión y toxici-
dad de MOND ................................
3.2.1.12. Otros métodos: MOSAR, DELPHI,
Simulación de fallos.......................
3.2.2. Métodos cualitativos específicos el cálculo
del riesgo de incendio ...................................
3.2.2.1. Cálculo del riesgo intrínseco ...........
3.2.2.2. Método Gretener..............................
3.2.2.3. Método de Gustav-Purt....................
3.2.2.4. Método Meseri .................................
3.2.2.5. Métodos de estimación de pérdidas
máximas en siniestros (PML-EML) .
3.2.2.6. Método FRAME ...............................
3.2.2.7. Otros métodos de cálculo del riesgo
de incendio .......................................
3.2.3. La evaluación del riesgo en máquinas UNE-
EN-1050:1997...............................................
3.3. Métodos cuantitativos ..............................................
3.3.1. Métodos para el cálculo de la frecuencia ......
3.3.1.1. Análisis del árbol de fallos (FTA)....
3.3.1.2. Análisis del árbol de sucesos (ETA)..
3.3.1.3. Métodos para la determinación del
fallo de modo común o causa co-
mún...................................................
3.3.2. Métodos para el cálculo del alcance de efec-
tos ..................................................................
3.3.3. Métodos para el cálculo de daños .................
3.3.4. Métodos para el cálculo del riesgo total re-
sultante ..........................................................
ÍNDICE XI
99
101
101
107
118
121
122
126
131
135
139
139
141
159
160
168
170
173
177
180
182
184
188
Capítulo 4: Métodos complejos de evaluación de
riesgos. Higiene Industrial, Ergonomía y
Psicosociología Aplicada ...........................
4.1. Los riesgos higiénicos. La Higiene Industrial ..........
4.2. El proceso de evaluación del riesgo higiénico .........
4.3. Evaluación de la atmósfera en el lugar de trabajo....
4.4. La evaluación de otros agentes higiénicos ...............
4.5. La evaluación de los agentes ergonómicos y psico-
sociológicos ..............................................................
4.6. La carga física y mental............................................
4.7. El diseño y evaluación geométrica del puesto de tra-
bajo ...........................................................................
4.8. Las condiciones ambientales ....................................
4.9. Métodos globales de evaluación de los puestos de
trabajo.......................................................................
Bibliografía .....................................................................
XII ÍNDICE
191
191
195
207
210
213
227
238
247
252
261
La evaluación del riesgo constituye una etapa fundamental
que va a permitir establecer líneas de actuación válidas y efi-
caces, tomar decisiones, fijar criterios, etc., etc., en múltiples
ámbitos de lo social, entendiendo esto último en su acepción
más amplia; en el deporte, en el plano militar, en el económico-
financiero, en el arte (taurino), etc., etc., resulta esencial partir
de una buena evaluación de riesgos; en caso contrario, el fra-
caso está prácticamente asegurado.
La evaluación de riesgos derivados de la actividad laboral, in-
cluyéndose por tanto los relacionados con la seguridad industrial,
ha tomado, conceptual y metodológicamente, una importancia
capital en los últimos años. Ello ha sido así, a mi juicio, como
consecuencia de la relevancia que ha adquirido, a su vez, la pre-
vención de riesgos laborales, industriales y medio-ambientales. Y
para prevenir hay que conocer —anticipadamente—.
Los motivos de esta consideración creciente de lo preventi-
vo son varios: exigencia moral—la más importante—, exi-
gencia legal, repercusión económica y social, etc., etc. Lo cier-
to es que la evaluación de riesgos, y ya me centro únicamente
en los derivados de la actividad laboral tal cual recoge esta
publicación, es una tarea esencial en los planos técnico y orga-
nizativo, sea cual fuese la motivación que nos impulse.
Prólogo
XIII
Pero: ¿qué es evaluar?, ¿por qué y para qué hay que eva-
luar? Existen muchas definiciones al uso; desde las recogidas
en los diccionarios de la lengua española hasta la más elabora-
da incluida en la extinta norma «UNE 81902 EX. Sistemas de
Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales. Definiciones».
De una forma simplista pero sumamente clarificadora, puede
decirse que «Evaluar supone conocer anticipadamente una si-
tuación como paso previo para abordar medidas que, en caso
necesario, mejoren esa situación». Y ya está. Esta definición
tiene dos componentes: conocimiento anticipado y actuación
subsiguiente. En consecuencia, la evaluación de riesgos deri-
vados de la actividad laboral, no constituye una fase finalista,
no tiene sentido en sí misma, sino como instrumento, como
paso previo a «hacer cosas» orientadas a mejorar la situación
preventiva. Por tanto, puede ser conveniente, y diría que indis-
pensable, un abordaje gradual del proceso de evaluación pero
que siempre nos permitiera desarrollar actividades, implantar
medidas correctoras que supusieran, con carácter inmediato,
mejorar la situación. En caso contrario, y con independencia de
la salvaguarda del cumplimiento legal, se podría caer (¿se ha
caído ya?) en un cumplimiento meramente documental y bu-
rocrático de la legislación vigente.
La Unión Europea, a través de su publicación «Directrices
para la evaluación de riesgos en el lugar de trabajo», se acerca
con esta filosofía al proceso de evaluación. La Ley 31/1995, de
28 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, el R.D.
39/1997, de 17 de enero, por el que aprobaba el Reglamento de
los Servicios de Prevención, la Reglamentación (Reales Decretos)
derivada de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales citada y,
más recientemente, la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de re-
forma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales
y el R.D. 171/2004, de 30 de enero, por el que se desarrolla el ar-
tículo 24 de la mencionada Ley de Prevención de Riesgos Labo-
rales, patentizan la importancia de la evaluación de riesgos.
Pero, para llevarla a cabo de la forma anteriormente apun-
tada, hay que conocer los distintos métodos existentes para, de
XIV PRÓLOGO
esta manera, seleccionar y aplicar el más apropiado. Este libro
aporta este conocimiento. El simple recorrido por los apartados
que configuran su contenido permite colegir que manifiesta
perfectamente el «estado de la cuestión» en lo que respecta a la
evaluación de riesgos. Su autor, el profesor Juan Carlos Rubio
Romero, es una persona que, en su todavía corta pero ya muy
fructífera vida docente, ha mostrado un fuerte compromiso
con lo preventivo-laboral; compromiso éste que comparte con
todo lo relacionado con la organización y gestión de sistemas.
Esta simbiosis es perfecta, ya que permite el establecimiento de
líneas de actuación que supongan la integración de la preven-
ción en el sistema general de gestión de las empresas, tal cual
preconiza la ya mencionada Ley de Prevención de Riesgos
Laborales e intenta facilitarla la reciente normativa.
Queda mucho camino por recorrer en el fascinante mundo
de la prevención de riesgos laborales. Este camino deberá ver-
se facilitado por libros como éste que iluminen, faciliten y
ayuden lo que exige la sociedad en el siglo XXI: unas condicio-
nes de trabajo con el mínimo nivel de riesgo que permitan a las
personas realizarse como tales. Le felicito sinceramente por
la publicación de este libro, al mismo tiempo que me permito
emplazarle —y animarle— a que continúe en esta línea. Sin
duda que lo hará.
SEBASTIÁN CHACÓN BLANCO
Subdirector de Prevención de Riesgos Laborales
Dirección General de Trabajo y Seguridad Social
Consejería de Empleo
Junta de Andalucía
PRÓLOGO XV
Me complace realizar la presentación del libro del catedráti-
co EU de la UMA el Dr. Ingeniero Industrial profesor D. Juan
Carlos Rubio Romero quien ofrece en esta publicación una com-
pleta exposición de una de las cuestiones fundamentales en la
gestión de la seguridad en las empresas cual es el análisis y 
valoración de los riesgos laborales.
La preocupación por la prevención de la siniestralidad y por
la seguridad laboral en la actividad productiva ha sido una
cuestión que ha estado siempre presente, en mayor o menor
grado, tanto entre los empleados, como entre los empleadores y
en los dos últimos siglos, de forma relevante, en las institucio-
nes públicas.
No cabe duda que esta cuestión es de suma importancia. En
un reciente informe se indicaba que España registra más de un
millón de accidentes laborales al año y que, más allá del dolo-
roso drama personal que ello implica, además, las numerosas
bajas laborales y las jornadas perdidas como causa de esos ac-
cidentes tienen un elevado coste económico para la sociedad y
para las empresas que, entre gastos explícitos y gastos implíci-
tos, se estimó fue en el año 2002 de 12.000 millones de euros
lo que representó el 1,72% del PIB.
La reducción de la siniestralidad y la mejora de la seguridad
Presentación
XVII
en el trabajo es una tarea ardua y compleja que se ha venido
desarrollando a lo largo de los años y que se ha visto condi-
cionada e instrumentada por y con diversos factores y medios
de carácter técnico, legal, social, económico, etc.
Desde el punto de vista de la Administración de Empresas
esta problemática ha experimentado últimamente una evolución
radical, gracias a la acumulación de un cuerpo de conocimien-
tos sobre planificación, organización y control en la gestión de
los riesgos laborales, sobre técnicas de prevención y sobre el
propio entorno empresarial, cultura y valores.
Así, hoy en día se concibe la gestión de la prevención de los
riesgos laborales según un modelo de gestión integrada y pro-
activa con la que se pretende, implicando en ello a todos los
ámbitos de la empresa, adelantarse a los acontecimientos y
hechos indeseados en el trabajo para evitar que ocurran, apli-
cando medios de prevención convenientes y desarrollando en la
entidad una cultura organizativa de seguridad.
Elemento clave de esta gestión es la evaluación de los ries-
gos, lo que supone la identificación, análisis y descripción de
estos, así como su valoración en función de su probabilidad de
acaecimiento y de la entidad de sus consecuencias y también su
caracterización según su controlabilidad y su tolerabilidad.
Esta evaluación se estructura de modo que se estudian todos
los elementos peligrosos y riesgos importantes, lo que permite
la pormenorización de las actuaciones y examinar si los riesgo
puede eliminarse, incidiendo en sus causas. Por consiguiente es
este un proceso dirigido a estimar la magnitud de aquellos
riesgos que no hayan podido evitarse, obteniendo la informa-
ción necesaria para que el empresario este en condiciones de
tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de adoptar
medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas
que deben adaptarse.
Algunos autores apuntan que la metodología de evaluación
de riesgos laborales tiene su antecedente en los trabajos, en
1962, de la Bell Telefhone Laboratories y la Air Force´s Mi-
nuteman Missile System sobre el análisis de riesgos mediante
XVIII PRESENTACIÓN
árboles de fallos. Lo cierto es que a lo largo de estas últimas
décadas han sido numerosas las aportaciones en este campo y
que en la actualidad existen numerosos métodos con diversa
entidad de aplicación, ya sea global, general o especifica, y de
diferentes grados de complejidad que permiten adecuarse a las
necesidades de cada perspectiva y circunstancia de evaluación
(métodos ABC, HAZOP, AMFE, MOSAR, USCIP, etc).
Los métodos de evaluación de riesgos, vienen siendo utili-
zadostanto por imperativo legal, como por motivos técnicos,
con el fin de ayudar a los profesionales de la seguridad a la
toma de decisiones, pudiéndose afirmar de ellos que, están
asociados al estudio de la fiabilidad de los sistemas, subsiste-
mas y componentes, al estudio del comportamiento humano y,
más recientemente, a través de la ISO 18001, al paradigma de
Calidad Total, asociación que ofrece la expectativa de un inte-
resante efecto sinérgico con la gestión de la calidad y con la
gestión medioambiental y sus respectivas normas ISO 9001 e
ISO 14001.
El trabajo del profesor Rubio Romero sobre estos temas es
encomiable por la facilidad con que combina en su tratamiento
y exposición rigor y profundidad con accesibilidad y amenidad.
Se trata de un libro bien documentado y actualizado, cuya ela-
boración y contenido deja entrever un conocimiento profundo y
muy meditado de la realidad de la evaluación de los riesgos la-
borales en la actividad productiva.
El autor de esta obra tiene una amplia experiencia, por haber
desarrollado parte de su vida profesional en el sector, como
ingeniero responsable del servicio de prevención de riesgos la-
borales de una mutua y un extenso conocimiento sobre el tema
por sus estudios e investigaciones plasmadas en variadas apor-
taciones, comunicaciones y ponencias, a jornadas y congresos
así como artículos y libros (Las normas OHSAS 18001 de ges-
tión de la seguridad y salud laborales, Prevención n.o 156,
2001, Organización y gestión de la prevención de riesgos la-
borales en fabricas,Capital Humano n.o 155, 2002, etc; La pre-
vención de riesgos laborales, Ed. COIIAO, Málaga, 2002, etc).
PRESENTACIÓN XIX
Así, la actualización permanente del autor ha quedado de
manifiesto en sus publicaciones previas, siempre en vanguardia
de esta temática. Este libro, pues, no es algo fortuito sino el re-
sultado de un esfuerzo continuado, durante años dedicado al es-
tudio de la prevención de riesgos laborales en las empresas
industriales, la metodología de su evaluación y el diseño de los
sistemas de gestión adecuados.
He de decir, por último, que la presentación de este libro su-
pone para mi un doble motivo de satisfacción: el de haber te-
nido la oportunidad de acceder a un manuscrito, redactado con
rigor, sobre un tema de suma actualidad y que me interesa de
modo particular y el de poder haber apreciado la calidad de este
trabajo lo que me ha enorgullecido por la amistad que me une
con su autor y la estima que le tengo.
Málaga, Febrero, 2004
A. ALFREDO AGUIRRE SÁDABA
Catedrático de Organización de Empresas
Universidad de Málaga
XX PRESENTACIÓN
El actual marco normativo en prevención de riesgos labo-
rales subraya la importancia que la evaluación de riesgos la-
borales tiene como instrumento para planificar la prevención de
riesgos laborales. Y esto a pesar de que la Ley 54/2003, de 12
de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención
de riesgos laborales, en su artículo segundo, punto dos, modi-
fica el título del artículo 16 de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales, que ahora pasa a denominarse «Plan de prevención
de riesgos laborales, evaluación de riesgos laborales y planifi-
cación de la actividad preventiva» cuando antes se denominaba
a secas «evaluación de riesgos laborales». Sin embargo la nue-
va situación no minora la importancia de la evaluación de ries-
gos, ya que siempre tuvo la misma, es decir mucha. No obs-
tante en demasiados casos, tanto los técnicos como los
empresarios y las autoridades, todos, le otorgamos una impor-
tancia desmedida a la simple posesión del documento donde se
registraba tal evaluación.
La importancia de la evaluación es real, a pesar de esta so-
brevaloración del «papel», y a pesar de las muchas evaluacio-
nes de baja calidad que el mercado dirigido con este enfoque ha
facilitado. Creemos que la evaluación continúa siendo la acti-
vidad preventiva por excelencia, y su correcta elaboración si-
Introducción
XXI
gue siendo el paso imprescindible para una ejecución de las ac-
tividades posteriores de forma eficaz y coherente con los ries-
gos existentes en los lugares de trabajo. Es más, el técnico 
de prevención de riesgos laborales es además de un asesor de
gestión de la prevención, sobre todo un técnico especialista
en la evaluación de riesgos, siendo otros los especialistas en el
diseño del control de riesgos.
Por esto creemos oportuna la publicación de este libro, ya
que en consonancia con la importancia de tal técnica preventi-
va echamos en falta un texto enfocado exclusivamente a la
misma. Sin embargo este libro surgió en primera instancia mo-
tivado por dotar de un soporte escrito a la asignatura de Segu-
ridad Industrial que imparto en 4.o Curso de las titulaciones im-
partidas en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros
Industriales de Málaga. Por este motivo, por denominarse la
asignatura como Seguridad Industrial, y por estar esta centrada
en la seguridad, es por lo que este libro trata con cierta profun-
didad dichos métodos y con menor profundidad los métodos
relacionados con la higiene y la ergonomía y psicología. No
obstante, no nos parecía oportuno dejar de tratar aspectos de la
evaluación de riesgos referidos a la higiene industrial y a la er-
gonomía y psicosociología aplicada, por eso y aunque solo
sea a modo de introducción, hemos creído oportuno dedicar el
último capítulo a introducir las particularidades de la evalua-
ción de riesgos laborales en dichas disciplinas.
Así, en el primer capítulo se profundiza en la evaluación ge-
neral de riesgos, ya que esta constituye el elemento fundamen-
tal de ordenación de la gestión de la prevención de los riesgos
laborales, a partir de la cual se planificará la actividad en esta
materia en la empresa. 
El objetivo fundamental de este capítulo es pues la eva-
luación general de riesgos y los métodos simplificados de 
evaluación de riesgos. Para abordar este tema se lleva a cabo
una revisión de los antecedentes históricos de los métodos de
evaluación, comenzando por los métodos impuestos por la le-
gislación, de los que se destacan los Planes de Seguridad e
XXII INTRODUCCIÓN
Higiene en obras y los Estudios de Seguridad en los casos de
riesgos mayores.
Posteriormente se aborda el proceso de evaluación general
de riesgos, primero haciendo un análisis de las principales ta-
reas del proceso de gestión del riesgo; segundo estudiando las
tareas anteriores y posteriores al propio análisis y valoración
del riesgo; y en tercer lugar comentando otras tareas comple-
mentarias al análisis y valoración del riesgo.
En el segundo Capítulo se realiza una clasificación de los
métodos de evaluación de riesgos según distintos criterios,
para a partir de ella estudiar los métodos simplificados de eva-
luación de riesgos, el método ABC, el método binario, el mé-
todo William T. Fine y otros métodos de más de tres factores,
métodos que se usan fundamentalmente para llevar a cabo la
evaluación general de riesgos.
Pero la evaluación general detectará la necesidad en deter-
minados riesgos de proceder al estudio minucioso o específico
de los mismos, lo que requerirá la utilización en la mayoría de
los casos de métodos complejos. En el tercer Capítulo nos
ocupamos de dichos métodos complejos de evaluación de ries-
gos en el contexto de la seguridad. 
Así, se llevará a cabo una revisión de los métodos de eva-
luación de riesgos de accidente, clasificados en cualitativos y
cuantitativos. Por un lado los métodos cualitativos utilizados
para la evaluación de riesgos graves o mayores en particular, y
que en muchos casos también pueden emplearse para cual-
quier tipo de accidente en general. A partir del método más
sencillo, el análisis histórico de los accidentes ocurridos, se
estudian los restantes, el análisis preliminar de riesgos, el mé-
todo ¿Qué ocurriría si...?, las listas de comprobación o che-
queo, las auditorías de seguridad, y el análisis de seguridad
de los trabajos. A continuación se abordan los métodos más
complejos de evaluación cualitativa de los riesgosgraves o
mayores, como son el HAZOP, el AMFE, el AMFEC, el UC-
SIP y los métodos semicualitativos DOW y MOND para la
evaluación específica del riesgo de incendio, explosión y toxi-
INTRODUCCIÓN XXIII
cidad. Se realiza un comentario relativo a otros métodos cuali-
tativos que se usan con menos frecuencia, como el Delphi, el
Mosar o la simulación de fallos. Posteriomente se repasa la le-
gislación contra incendios, destacándose la naturaleza espe-
cial de este tipo de riesgo y la dificultad que conlleva su eva-
luación, y se concluye revisando los métodos específicos de
evaluación del riesgo de incendio tales como el método del
riesgo intrínseco, Gretener, Gustav Purt, Frame, Meseri, Esti-
mación de Pérdidas Máximas, etc. Se completa el epígrafe con
un examen en profundidad, dado su especial carácter y signifi-
cado, de la norma EN-UNE-1050:1997 sobre la evaluación
del riesgo en máquinas.
Se finaliza el capítulo abordando los métodos cuantitati-
vos de evaluación del riesgo de accidente. En primer lugar
aquellos que se emplean para la evaluación cuantitativa de la
frecuencia de ocurrencia, métodos que se basan en los datos de
fiabilidad de componentes y de las personas, y en el trata-
miento estadístico de los mismos. En concreto se estudian las
técnicas conocidas como árbol de fallos, árbol de sucesos y los
métodos para la determinación del fallo de modo común o
causa común. A continuación, después del estudio del cálculo
de los daños previstos, se procede a la enumeración y descrip-
ción de los complejos métodos de cálculo de los efectos físicos
de los siniestros. Se continúa con el estudio del método Probit de
vulnerabilidad de las personas, y se concluye el capítulo revi-
sando la última etapa de la valoración del riesgo.
El último capítulo, tiene como objetivo la evaluación de
los riesgos en el contexto de la higiene industrial y la ergono-
mía y la psicosociología aplicada. Se analiza la metodología
propia de la evaluación de los riesgos higiénicos, identificando
la diferencia con los riesgos de accidente, de cara a su valora-
ción, para relacionar las ramas de la Higiene Industrial y resu-
mir sus características más importantes. Posteriormente se
abordan las diferentes etapas de la valoración del riesgo higié-
nico, partiendo de la recogida de datos con la encuesta higié-
nica, las estrategias de muestreo, los métodos de toma de mues-
XXIV INTRODUCCIÓN
tras en función del contaminante, los errores de muestreo, la
obtención por la Higiene Analítica de las concentraciones pre-
sentes en el puesto de trabajo, y la valoración del riesgo me-
diante la comparación con los estándares que da la Higiene
Teórica. En este punto son descritos los límites de exposición
más utilizados. Se termina esta parte del capítulo comentando
una clasificación de las medidas de control utilizadas en la Hi-
giene Operativa.
La segunda parte de este último capítulo comienza expo-
niendo las dificultades de medición y delimitación de estos
riesgos, así como el carácter multidisciplinar necesario para
su tratamiento. Seguidamente se estudian las etapas más ca-
racterísticas de los métodos y se finaliza con el análisis de los
métodos más tradicionales de tipo global. 
Por último, para finalizar esta introducción quisiera agra-
decer a mi familia, amigos y compañeros, su apoyo y sacrificio
en horas perdidas con motivo de la realización de este libro, y
por supuesto a Sebastián y a Alfredo y el que se hayan presta-
do a prologar y presentar el libro.
Málaga, diciembre de 2003
JUAN CARLOS RUBIO ROMERO
Catedrático E. U. 
Organización de Empresas
Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales
Universidad de Málaga
INTRODUCCIÓN XXV
1.1. ANTECEDENTES DE LA EVALUACIÓN 
DE RIESGOS
La evaluación de riesgos no es una técnica inventada
con motivo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
(en adelante LPRL), los métodos de evaluación de riesgos
vienen usándose desde hace varias décadas, tanto por obli-
gación legislativa, como por motivos técnicos con el fin 
de ayudar a los profesionales de la seguridad en la toma de
decisiones.
Así, los métodos de evaluación de riesgos han estado uni-
dos al estudio de la fiabilidad de los sistemas, los subsistemas y
los componentes, además de al estudio del comportamiento
humano, siendo su objetivo fundamental anticiparse a los po-
sibles sucesos no deseados, con el fin de tomar las medidas
oportunas previamente.
En este epígrafe comentaremos solo alguno de los antece-
dentes de la evaluación de riesgos, tales como los siguientes:
• Los planes de seguridad e higiene en el trabajo en los
proyectos de edificación y obras públicas.
• La evaluación de riesgos mayores o graves.
1
La evaluación general 
de riesgos
1
• La calificación de las instalaciones eléctricas de la MIE-
BT-043).
• Los planes de labores de la minería.
• El cálculo de riesgo intrínseco de incendio de la NBE-
CPI-82.
• Otros métodos de evaluación como el Gretener, Dow, etc.
1.1.1. Antecedentes desde un punto de vista técnico
Como técnica, el concepto de evaluación de riesgos para la
prevención de accidentes era ya conocido y manejado por los
técnicos con anterioridad a la LPRL. No obstante, estas técni-
cas son relativamente recientes, remontándose a 1960 cuando
aparece el primer método de «Cálculo y apreciación del riesgo
de incendio en 10 puntos» (ITSEMAP, 1998). 
Como precursores en la realización de evaluaciones de ries-
gos contamos con los trabajos realizados en las industrias ae-
roespacial y nuclear, dado el gran potencial de daño asociado al
riesgo de ellas, actuaciones que se extendieron con posteriori-
dad a la industria química. Fue en 1962 cuando la Bell Telef-
hone Laboratories en colaboración con el Air Force´s Minute-
man Missile System inició el análisis de riesgos mediante
árboles de fallos, método que fue desarrollado por la Boeing
Aircraft Corporation. Con posterioridad, algunas variantes de
estos métodos, como los estudios de riesgos y operabilidad,
Hazop, y los estudios cuantitativos de riesgos como el Hazan,
fueron aplicados por la Imperial Chemical Industries y el resto
de grandes empresas de la industria química (Ramos, 1989).
No podemos olvidarnos que también las compañías de se-
guros con una visón amplia del riesgo, que incluye los riesgos
patrimoniales (pérdidas de beneficios, intrusismo, catástrofes,
medio ambiente, etc.) han venido aplicando técnicas de eva-
luación de riesgos en sus metodologías de gerencia de ries-
gos, para la eliminación, reducción, retención y transferencia de
los mismos (ITSEMAP, 1998).
2 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
Por último, queremos destacar el hecho de que, tradicio-
nalmente, para valorar un puesto de trabajo se han venido uti-
lizando estas técnicas de evaluación de riesgos, en el sentido de
señalar de la manera más objetiva e impersonal las dificultades
de los trabajos desarrollados, suponiendo que quien realiza la
tarea es un operario normal, y teniendo en cuenta solo las ca-
racterísticas o factores que definen el propio trabajo. 
Respecto a esta evaluación de puestos de trabajo, la mayo-
ría de autores clasifican los factores utilizados para valorar los
puestos de trabajo en cuatro grupos, factores de capacidad,
responsabilidad, esfuerzo y condiciones de trabajo, y ha sido
en estos dos últimos grupos en los que se ha venido incluyendo
una evaluación de riesgos. No obstante, observamos dos dife-
rencias fundamentales con las técnicas utilizadas en prevención
de riesgos laborales, la primera es que hemos de obtener un
único valor por puesto y no por riesgo, y la segunda es que la
valoración de estas técnicas según Fertonani y Grosso, se rea-
liza sobre la base de valorar «el peligro de accidente al cual
está expuesto el titular de una tarea durante la ejecución de la
misma aun en el caso de que cumpla las normas y medidas de
seguridad prescritas»; en otras palabras, sin considerar el cum-
plimiento o no de las medidas de seguridad, y por tanto en
función del riesgo intrínseco de dicho puesto. Así un operariode oficina estará expuesto a accidentes menos graves que un
minero, aunque en dicha mina se cumplan las medidas de se-
guridad al pie de la letra.
1.1.2. Los planes de seguridad e higiene en el trabajo 
en los proyectos de edificación y obras públicas
De los diversos precedentes que nos encontramos en la
evaluación de riesgos, destacamos por su trascendencia entre
los profesionales de la Seguridad e Higiene, los planes de se-
guridad e higiene en el trabajo que se regulaban en el
R.D.555/1986, de 21 de febrero, por el que se implantaba la
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 3
obligatoriedad de la inclusión de un estudio de seguridad e hi-
giene en el trabajo en los proyectos de edificación y obras
públicas, y que establecía para las obras de más de 100 millo-
nes de presupuesto global o más de 50 trabajadores en fase
punta o en el caso de obras singulares la obligatoriedad de lle-
var a cabo dicho estudio así como un plan de seguridad e hi-
giene.
Dichos estudios y planes de seguridad e higiene son los
equivalentes al actual estudio o estudio básico de seguridad y
salud y al plan de seguridad y salud, exigidos en el R.D.
1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposi-
ciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construc-
ción. La equivalencia la establecemos basándonos en dos cues-
tiones, por un lado, el R.D. 1627/1997 en su disposición
derogatoria única sustituye al anterior R.D. 555/1986, y recoge
en su art. 7, en su punto 3, que el plan de seguridad y salud en
el trabajo, «...constituye el instrumento básico de ordenación de
las actividades de identificación y en su caso evaluación de los
riesgos y planificación de la actividad preventiva…», pode-
mos por tanto considerar que el antiguo plan de seguridad e hi-
giene, sustituido por el nuevo plan de seguridad y salud, cons-
tituye un antecedente de la actual evaluación de riesgos. Por
otro lado la Dirección General de la Inspección de Trabajo, con
fecha 13 de marzo de 1997, contestando a la cuestión de la
compatibilidad del plan de seguridad e higiene contemplado en
el R.D. 555/1986, con la evaluación de riesgos exigida en la
LPRL y RSP, cuestión planteada por la Inspección Provincial
de Valencia y donde se dejan pocas dudas, al responder lo si-
guiente:
«Si nos tuviéramos que atener a un criterio estrictamente for-
malista, tendríamos que contestar que se trata de dos documentos
distintos, compatibles, que tienen que tener las empresas que re-
sulten obligadas, y cuya infracción, calificada como grave, está
contenida en preceptos distintos, como son el art. 47.1 (evaluación
de riesgos) y el 47.6 (plan de seguridad e higiene en la construc-
ción) de LPRL.
4 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
Pero el art. 3.1 del Código Civil nos indica que las normas se
interpretarán atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad
de aquellas. Ello hace que en definitiva nos inclinemos por consi-
derar que el R.D. 555/1986 (evidentemente vigente, pues si no
carece de apoyo sustantivo el art. 47.6 LPRL) establece las mismas
obligaciones y cumple las mismas funciones que la evaluación de
riesgos.
El mencionado R.D. 555/1986 es un claro precedente, aplicado
a unas determinadas empresas, de lo que la LPRL denomina eva-
luación de riesgos, si bien se estructura formalmente en dos docu-
mentos: el estudio de seguridad que firma el autor del proyecto de
ejecución de obras, y el plan de seguridad e higiene que elabora el
contratista, el constructor principal o el propietario de la obra.
Efectivamente entre ambos documentos, tal como se regulan en el
R.D. 555/1986, se recogen todos los requisitos de la evaluación de
riesgos de la LPRL y artículos 4, 5 y 6 RSP:
• Hay una evaluación inicial de los riesgos. 
• Combate los riesgos en su origen.
• Hay una aplicación concreta a las características de cada
puesto.
• Hay una comunicación y consulta a los órganos de repre-
sentación de los trabajadores (art. 4.2 R.D. 555/1986) aunque
evidentemente las menciones al Comité de Seguridad e Hi-
giene y al Vigilante de Seguridad deben entenderse ahora a
los Delegados de Prevención y a los Comités de Seguridad y
Salud.
• Se pueden introducir modificaciones en función de nuevas
incidencias (art. 4.4 R.D. 555/1986).
Solamente es de destacar como especial característica de la
evaluación de riesgos de LPRL y RSP, no recogida expresamente
en el R.D. 555/1986, la adaptación al trabajo de las personas, ate-
nuar las consecuencias del trabajo monótono y repetitivo, y el caso
de los trabajadores especialmente sensibles a algunas condiciones.
Pero el hecho de que no se mencionen expresamente no quiere de-
cir que no puedan introducirse como unas medidas más de preven-
ción de riesgos, en el plan de seguridad e higiene de las obras.
En definitiva, creemos que es correcta la opinión de la Inspec-
ción de Valencia al considerar que el cumplimiento del R.D.
555/1986 sustituye a las obligaciones del art.o 16 LPRL y concor-
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 5
dantes del RSP. Además, al abarcar todo el proceso de ejecución,
puede servir de evaluación para todas las empresas contratistas y
subcontratistas que intervienen en cada obra, debiéndose aplicar en
la elaboración del plan, especialmente en sus modificaciones pos-
teriores, los principios de coordinación de actividades empresaria-
les, tal como se regulan el art.o 24 de la LPRL».
Para terminar diremos que en cuanto a la equivalencia entre
el plan de seguridad y salud y la evaluación de riesgos, es ne-
cesario realizar algunas matizaciones. Así, si bien el plan cons-
tituye parte de la evaluación, esto no quiere decir que sea el
equivalente. Según la interpretación que hace la Comisión Na-
cional de Seguridad y Salud del Trabajo en su documento al
respecto, la evaluación de riesgos en una empresa dedicada a la
construcción constará de un primer documento donde se in-
cluyan todos aquellos puestos de trabajo no directamente im-
plicados en sus tareas en el lugar de la obra, y nos referimos a
los puestos de administración, almacenes, transporte, comer-
cial, etc. También este primer documento deberá incluir una
evaluación de tipo genérico de aquellos puestos o tajos impli-
cados en los lugares de trabajo de obra, de manera que identi-
fique y evalúe aquellos riesgos típicos del oficio, independien-
temente de las obras específicas en las que se esté trabajando o
se pueda trabajar. 
Este documento de evaluación de tipo genérico está com-
plementado a nivel de detalle con el plan de seguridad y salud
de todas aquellas obras en las que participe la empresa, plan
que constituye el documento específico para cada obra en par-
ticular.
Esta interpretación parece coherente y lógica con el espíri-
tu de la LPRL, ya que la evaluación debe servir para realizar la
planificación de las actuaciones preventivas en la empresa, y
difícilmente puede hacerse una planificación incluyendo to-
dos aquellos riesgos a los que se expondrá un trabajador a lo
largo del tiempo, considerando únicamente los riesgos impli-
cados en una obra específica que durará en el tiempo un corto
periodo del mismo.
6 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
1.1.3. La evaluación de riesgos mayores o graves
Otro antecedente de la evaluación de riesgos lo encon-
tramos en el R.D.886/1988, de 15 de julio, sobre prevención 
de riesgos mayores en determinadas actividades (BOE de 5 de
agosto), donde en su art. 5, en su punto 2, apartado a, el legis-
lador incluye dentro de las medidas de autoprotección «la iden-
tificación y evaluación de los riesgos posibles de accidentes
mayores en sus instalaciones.» Este Real Decreto, que era co-
nocido como la Directiva «Seveso», quedó derogado por la
Directiva «CORAG», Directiva 94/C106/04 CEE, transpuesta
en el R.D. 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban
medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes
graves en los que intervengan sustancias peligrosas, en el que
destaca el papel preponderante de las herramientas de gestión
con respecto al Real Decreto anterior y que comentaremosen
el capítulo siguiente.
1.1.4. Otros antecedentes en la reglamentación 
Entre los reglamentos técnicos sobre instalaciones y produc-
tos industriales, el concepto de evaluación de riesgos ya se venía
utilizando. Como ejemplos veamos cuatro casos relevantes, el
primero de ellos lo resaltamos por su importancia en práctica-
mente todos los lugares de trabajo, nos referimos a la MIE-BT-
043 del anterior Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión
(Decreto 2413/1973 de 20 de septiembre), sobre calificación de
las instalaciones eléctricas como resultado de las inspecciones re-
alizadas. En esta instrucción complementaria, se puede calificar
a las instalaciones de tres formas: favorablemente, condicional-
mente o negativamente, en función de los defectos detectados
durante las inspecciones realizadas por el personal facultativo de
las Delegaciones Provinciales del Ministerio de Industria, de-
fectos que podrán ser calificados como críticos, mayores o me-
nores. Como ejemplo se consideraba un defecto menor a: 
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 7
«Todo aquel que no supone peligro para las personas o las co-
sas; no perturba el funcionamiento de la instalación y en el que la
desviación observada no tiene valor significativo para el uso efecti-
vo o el funcionamiento de la instalación eléctrica de baja tensión».
Como ya veremos al adentrarnos en los siguientes epígrafes
de este capítulo, esta calificación no es más que un método de
evaluación específico y simplificado de tipo ABC.
Como segundo ejemplo, destacamos el papel que ha jugado
en el mundo de la seguridad el Reglamento General de Normas
Básicas de Seguridad Minera y sus ITC correspondientes, y en
particular, los Planes de labores como actividades de planifi-
cación de las labores preventivas y que podíamos considerar un
antecedente de evaluación de riesgos y de planificación de la
acción preventiva por su similitud con los planes de seguridad
y salud en las obras de construcción.
El tercer antecedente que elegimos (aunque no llegó a ser
de obligada aplicación) figuraba en la NBE-CPI-82 (1982)1,
nos referimos al Apendice IV sobre clasificación de las insta-
laciones y de almacenamiento, según su grado de peligrosidad,
que valoraba el riesgo basándose en la carga de fuego ponde-
rada según el método de valoración del riesgo intrínseco (Vi-
llanueva, 1983b), dicha norma se basaba en el método de Max
Gretener de cálculo de riesgo de incendio y en la Ordenanza
municipal de prevención de incendios del término municipal de
Zaragoza, de 1981.
Como cuarto ejemplo tenemos a la evaluación del riesgo de
las sustancias nuevas a que se refiere el R.D.363/1995, de 10 de
marzo por el que se aprueba el Reglamento sobre notificación de
sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de sus-
tancias peligrosas. En este Reglamento se establece que el noti-
ficante (fabricante o su representante o persona establecida en la
Unión Europea responsable de la comercialización) de una sus-
tancia nueva de entre las que están obligadas (aquellas no exen-
8 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
1 En el Reglamento de 2001 de Condiciones de Seguridad Contra Incendios
en la Industria, si es de obligado cumplimiento.
tas según el art. 13, como las que figuran en el catálogo de la 
EINECS) a notificar a la autoridad competente una serie de do-
cumentos, deberá llevar a cabo entre otras una evaluación del
riesgo que incluya la identificación del peligro, la evaluación de
la relación dosis (concentración)-respuesta (efectos), la evalua-
ción de la exposición, y la caracterización del riesgo. Queremos
matizar que entre otras peculiaridades la evaluación del riesgo se
realiza desde dos puntos de vista: evaluación del riesgo (salud
humana) y evaluación del riesgo (medio ambiente).
Por último diremos que los ejemplos en la legislación labo-
ral son numerosos, desde la evaluación del riesgo de exposición
al ruido en el puesto de trabajo (R.D.1316/1989 de 27 de octu-
bre), la concentración promedio permisible de fibras de amian-
to en el ambiente de trabajo (Orden de 31 de octubre de 1984),
o los límites de exposición al cloruro de vinilo monómero (Or-
den de 9 de abril de 1986).
1.2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN GENERAL 
DE RIESGOS
En este epígrafe estudiaremos el proceso de evaluación de
riesgos, distinguiendo previamente entre evaluación general y
específica de riesgos, para posteriormente, y tras tratar el pro-
ceso de una manera sintética y esquemática, pasar a un análisis
más exhaustivo de las tareas que incluye, sin olvidarnos de
las imposiciones que legalmente la LPRL impone al proceso 
de evaluación de riesgos.
1.2.1. Procesos de evaluación general de riesgos 
y de evaluación específica de riesgos
La terminología utilizada en cuanto a la evaluación de ries-
gos es muy variada y está poco estandarizada, así por ejemplo
la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 9
Vida y de Trabajo denomina evaluación de los lugares de tra-
bajo (1996:14) a: 
«…analizar el trabajo de forma sistemática en todos sus aspectos,
con el fin de identificar situaciones o actividades que puedan cau-
sar efectos no deseados, como accidentes, enfermedades o inquie-
tud. La evaluación de las situaciones desfavorables también forma
parte de la evaluación». 
Por otro lado, para la Fundación es preciso distinguir entre
evaluación del lugar de trabajo, por una parte, y evaluación de
riesgos, por otra. Así, la evaluación del lugar de trabajo adop-
ta un enfoque amplio y se centra fundamentalmente en la in-
troducción de mejoras en la situación de trabajo. Abarca todos
los aspectos del mismo, como medio ambiente físico y quími-
co, ergonomía, seguridad, tensión mental y factores relativos a
la organización, y no siempre necesita de una cuantificación de
lo evaluado, es considerada ante todo un instrumento de la
empresa. En este sentido, nosotros pensamos que la Funda-
ción está incluyendo en esta evaluación de los lugares de tra-
bajo aspectos que en la terminología de los sistemas normali-
zados de gestión llamamos revisión inicial o diagnóstico. 
Sin embargo la evaluación de riesgos tiene para la Funda-
ción un significado más específico, la principal diferencia es
que se ocupa básicamente de la valoración y cuantificación de
los riesgos (ver Tabla 1.1), siendo su objetivo cuantificarlos
para así poder decidir y priorizar. La evaluación de riesgos
suele centrarse en un supuesto, como pueden ser la explosión
de un depósito de gas o una emisión de sustancias tóxicas. 
Por otro lado, la Dirección General V. Empleo, Relaciones
Laborales y Asuntos Sociales de la Comisión Europea, en su
documento sobre directrices para la evaluación de riesgos en el
lugar de trabajo, denomina evaluación global de riesgos a lo si-
guiente (Comisión Europea, 1996: 11):
«El proceso de valoración del riesgo que entraña para la salud
y seguridad de los trabajadores la posibilidad de que se verifique
un determinado peligro en el lugar de trabajo». 
10 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 11
Tabla 1.1. Diferencias entre evaluación de los lugares de trabajo 
y la evaluación de riesgos
Evaluación del lugar 
de trabajo
La evaluación del lugar de trabajo
es un concepto amplio cuyo objeti-
vo es identificar posibles peligros y
mejorar la situación de trabajo.
En muchos casos es un proceso
cualitativo, aunque puede ser tam-
bién cuantitativo, en caso de que
sea necesario.
Abarca numerosos aspectos, algu-
nos de naturaleza cualitativa o sub-
jetiva. Se ocupa de los riesgos para
la salud y la seguridad, así como
del bienestar en el trabajo.
Una evaluación básica del lugar de
trabajo requiere unos conocimien-
tos o experiencia esenciales; para
la realización de evaluaciones ex-
haustivas puede ser necesario recu-
rrir a especialistas.
Se ocupa asimismo de los resulta-
dos positivos del trabajo (satisfac-
ción en el puesto, salud, etc. —desde
el punto de vista del trabajador—, o
mejora del rendimiento —desde el
punto devista de la empresa).
Evaluación
de riesgos
El riesgo requiere una definición
precisa. Existen diversas definicio-
nes (según el contexto).
Su objetivo es la cuantificación; se
calculan los riesgos con el fin de
indicar la aceptabilidad de determi-
nados riesgos.
En muchos casos se centra en los
principales peligros y riesgos rela-
cionados con la seguridad técnica.
En determinados contextos tiene un
significado más amplio 2.
En general, las evaluaciones de
riesgos deben ser realizadas por es-
pecialistas.
Se centra principalmente en los re-
sultados negativos.
2 Entendemos que se refiere a las evaluaciones específicas posteriores a la
evaluación de los lugares de trabajo, exigidas por la necesidad de profundizar en
determinados aspectos o por la imposición de la legislación industrial o de la le-
gislación laboral, como puede ser las evaluaciones específicas impuestas por el
R.D. 1316/1989 sobre protección de los trabajadores frente al ruido durante el
trabajo.
(FUENTE: Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo,
1996:33).
La Comisión Europea plantea también una distinción entre
evaluación global de riesgos, concepto no coincidente exacta-
mente con el de evaluación de los lugares de trabajo de la
Fundación, y evaluación de riesgos, similar a la evaluación
de los riesgos y que precisa de un estudio más minucioso de los
riesgos; o sea, conceptualmente semejante a lo que la Fundación
denomina evaluación de riesgos a secas. La Comisión orienta
al respecto argumentando que a menudo resulta útil plantear el
proceso de evaluación de riesgos como un todo que consta de
varias fases sucesivas, cada una de las cuales proporciona su-
cesivamente un enfoque más preciso, o un conocimiento más
profundo de un aspecto concreto. A grandes rasgos, estas fases
serían las siguientes (Comisión Europea, 1996:19):
1. Una evaluación global que establezca una distinción entre
riesgos conocidos, cuyas medidas de control pueden de-
terminarse de inmediato y cuya aplicación puede compro-
barse, y riesgos que requieren un estudio más minucioso. 
2. Una evaluación de los riesgos que exige un estudio más
minucioso. Esta fase puede conducir a fases posteriores
en caso de que sea necesario aplicar medios más sofisti-
cados de evaluación de riesgos en situaciones complejas. 
Por otro lado la transposición de la Directiva Marco en la
LPRL, nos habla en su art. 16.1 de «...una evaluación inicial de
riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores, que se
realizará, con carácter general», que coincide a nuestro enten-
der con el concepto de evaluación global antes comentado,
pero que una vez realizada puede reflejar en determinados ca-
sos la necesidad de llevar a cabo evaluaciones específicas, so-
bre ciertos riesgos en particular.
Para nosotros, por tanto, la LPRL3 utiliza el mismo término
para ambos conceptos de evaluación, aunque hable de carácter
12 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
3 El matiz de «inicial» lo utiliza la LPRL para hacer hincapié en la necesi-
dad de realizarla con anterioridad a la puesta en marcha de los trabajos, y pier-
de ese matiz cuando se trata de revisión o de actualización de la misma, deno-
minándose entonces evaluación de riesgos a secas.
general y específico, para distinguir entre la global y la eva-
luación que exige un estudio más minucioso de la Comisión.
Posteriormente el INSHT, en su documento divulgativo so-
bre la evaluación de riesgos laborales (1996a), basado en un
anexo de la guía británica BS 8800, llevó a cabo una clasifica-
ción de los tipos de evaluación de riesgos, que copiada casi en
su totalidad por diversas instituciones y organismos, como por
ejemplo APA, puede inducir a cierto error en el planteamiento
de la evaluación general de riesgos (aunque presuponemos que
no fue este su ánimo, obviamente).
Para clarificar esta situación de confusionismo terminoló-
gico veamos como el INSHT clasifica a los tipos de evaluación
en cuatro grandes bloques (INSHT, 1996a:11): 
• Evaluaciones de riesgos impuestas por legislación espe-
cífica.
• Evaluación de riesgos para los que no existe legislación
específica pero están establecidas normas internacionales,
europeas, nacionales o en guías de organismos oficiales u
otras entidades de prestigio.
• Evaluación de riesgos que precisa de métodos especiali-
zados de análisis.
• Evaluación general de riesgos.
El INSHT (1996a:13) dice textualmente al referirse a la
evaluación general de riesgos que «cualquier riesgo que no se
encuentre contemplado en los tres tipos de evaluaciones ante-
riores, se puede evaluar mediante un método general de eva-
luación como el que se expone a continuación», y puesto que
propone para esta un método binario4, y además clasifica el res-
to de evaluaciones designándolas como, aquellas que «precisan
métodos especializados...», evaluaciones «impuestas por...»,
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 13
4 El método debe ser binario según la LPRL, ya que el artículo 4. 2o de de-
finiciones establece que «para calificar un riesgo desde un punto de vista de su
gravedad, se valorarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca el
daño y la severidad del mismo. En el capítulo siguiente se describirán los mé-
todos simplificados de evaluación de riesgos, entre otros el método binario.
o evaluaciones para las que «están establecidas en normas... de
reconocido prestigio...», puede parecerle erróneamente al lec-
tor que solo deberá utilizar el método simplificado binario para
aquellos riesgos que no precisen de métodos específicos, no
exista legislación que les imponga el método de evaluación o
no se tengan métodos de evaluación de reconocido prestigio; es
decir, puede parecer que supone una alternativa para cuando no
exista ningún otro método. 
Esto, como ya hemos visto con el documento de la Comi-
sión (que distingue entre global y específica) no es así, no es un
método de «socorro» sino todo lo contrario, es el primer méto-
do que por lo simplificado, es de uso óptimo en una primera
aproximación global o fase inicial, es el método que probable-
mente más utilizaremos en la evaluación global. Después, en
una segunda fase, utilizaremos métodos de evaluación de ries-
gos específicos para determinados riesgos que precisen de un
estudio más profundo o que precisen de un método exigido por
ley para su evaluación. Nosotros creemos que tras una lectura
atenta al art. 5 del Reglamento de los Servicios de Prevención
(en adelante RSP), se observa la coherencia de dicho artículo
con las Directrices para la evaluación de riesgos de los lugares
de trabajo publicadas por la Comisión Europea en 1996.
Sin embargo no estamos diciendo que en la primera fase, en
la evaluación global o general, los técnicos indiquen en sus
evaluaciones «documentadas», por ejemplo, que el riesgo de
exposición a un contaminante en determinado puesto de traba-
jo es «importante», con una probabilidad «X» y una gravedad
«Y». No, no es esto lo que decimos.
Lo que en realidad decimos es que en esta primera fase de
aproximación, en esta evaluación global de riesgos, o en esta
evaluación realizada con carácter general (inicial, periódica o
de revisión), tenemos que identificar el peligro, decidir si es
evitable objetivamente o no lo es, y en este último caso, reali-
zar una estimación y valoración del riesgo, quizás de una forma
muy grosera, atendiendo a nuestra experiencia, conocimientos
y sentido común, o quizá solo identificando como peligro aque-
14 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
llo cuyo riesgo asociado somos incapaces de estimar y valorar,
pero que a pesar de todo vamos a hacerlo poniéndonos del
lado de la seguridad, porque tenemos la sospecha del riesgo o
en otro sentido el absoluto desconocimiento en cuanto a la po-
sibilidad de riesgo. 
En cualquier caso creemos que en esta primera fase tendre-
mos que tomar una decisión inicial, incluso en cuanto a este tipo
de riesgos, al respecto de si es un riesgo trivial o tolerable, o no
lo es, sin la necesidad de ir más allá. No seránecesario nada
más en esta fase inicial, ni será aconsejable que afinemos hasta
indicar si es importante, intolerable o moderado5, ya que el mé-
todo no es suficientemente fino para muchos riesgos y no lo po-
demos utilizar con la seguridad que nos brindan otros métodos
específicos para esos riesgos. Es decir, será imprescindible esta
primera evaluación general, aunque sea a este nivel de preci-
sión, para indicarnos si es necesaria o no una posterior evalua-
ción de tipo específico. Así por ejemplo, solo indicaremos que
existe el riesgo de exposición a un determinado contaminante
higiénico y que es necesaria una evaluación específica del mis-
mo. Muchas veces incluso lo haremos sin que haya señales
evidentes de riesgo. En cualquier caso, habremos realizado todo
el proceso de evaluación, por lo menos hasta indicar si es o no
tolerable, aunque sea de una forma grosera en algunos riesgos. 
¿Qué ocurre entonces con aquellos riesgos asociados a pe-
ligros, como por ejemplo las caídas a distinto nivel?6 En este
caso sencillamente el proceso es idéntico, si bien no necesita-
mos aplicar un método específico, ya que no requiere más pro-
fundización.
De este modo, con la evaluación general realizamos un pri-
mer filtrado (pasa-no pasa) y en una segunda fase atacamos
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 15
5 Estamos haciendo referencia a las calificación que utiliza el método de
evaluación general del INSHT y del BSI, método que se explica en el capítulo
siguiente.
6 Nos referimos a caídas a distinto nivel no objetivamente evitables, ya
que si fuesen objetivamente evitables requerirían su eliminación y no su eva-
luación.
aquellos que lo necesitan. En la práctica puede haber poca di-
ferencia con lo que se expone en el documento del INSHT,
pero conceptualmente son cosas muy distintas.
Para terminar este epígrafe, si nos atenemos a lo especifi-
cado en el art. 15.1 de la LPRL que nos indica en referencia a
los principios de la acción preventiva, que se deberán «evitar
los riesgos» y «evaluar los riesgos que no se puedan evitar, ...»,
es claro que existirán riesgos/peligros que indiscutiblemente
puedan evitarse, ya sea porque pueda eliminarse el peligro o ya
sea porque la legislación establece una serie de requisitos lo su-
ficientemente objetivos y de obligado cumplimiento, que con
solo satisfacerse, legalmente lo habrán evitado. En estos casos
obviamente lo que procede no es la evaluación, sino la elimi-
nación del riesgo. En algunos casos eliminaremos el peligro.
Sin embargo, en otros casos eliminaremos el riesgo aunque
no de forma definitiva, por lo que será preciso establecer con-
troles o verificaciones periódicas.
1.2.2. El proceso de evaluación de riesgos
La LPRL en su art. 16 insta al empresario a planificar7 la
acción preventiva a partir de una evaluación inicial de los ries-
16 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
7 La Ley 54/2003 de Reforma del Marco Normativo, sustituye el título del
artículo 16, que de llamarse evaluación de riesgos a secas, pasa a llamarse
«Plan de prevención de riesgos laborales, evaluación de los riesgos y planifi-
cación de la actividad preventiva». En estos cambios se deja claro que el Plan de
prevención de riesgos laborales, «que deberá incluir la estructura organizativa,
las responsabilidades, los procedimientos, los procesos y los recursos necesarios
para realizar la acción de prevención de riesgos en la empresa...», es un con-
cepto equivalente al de sistema de gestión de seguridad y salud, si comparamos
dicha definición con la que de sistema de gestión hace por ejemplo la especifi-
cación OHSAS 18001:1999. Por otro lado, se deja también claro que la eva-
luación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva «…son los ins-
trumentos esenciales para la gestión y aplicación del plan de prevención…». Se
aclara por tanto la cuestión antes solo apuntada en el art. 2 del RSP, de que en
una primera fase, es necesario realizar un Plan de Prevención, para posterior-
mente realizar la evaluación de riesgos, y tras esta la planificación de la pre-
gos por puestos de trabajo, sin embargo ni aquí, ni en el art. 4
de definiciones, el legislador especifica lo que es una evalua-
ción de riesgos. Hemos de esperar hasta la promulgación del
RSP, cuando en su capítulo 2, sección 1.a, art. 3, se da una pri-
mera definición legal de evaluación de riesgos:
«La evaluación de los riesgos es el proceso dirigido a estimar la
magnitud de aquellos riesgos que no hayan podido evitarse, obte-
niendo la información necesaria para que el empresario esté en
condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de
adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medi-
das que deben adoptarse».
En el mismo RSP, se detalla en su art. 4 el contenido de la
evaluación, en el art. 5 el procedimiento, en el art. 6 la revisión
de la evaluación y en el art. 7 la documentación. 
Ya hemos visto que evaluar los riesgos es estimar la mag-
nitud de los riesgos que no han podido evitarse, pero, ¿en qué
consiste?, ¿cómo se evalúan los riesgos?, en definitiva ¿cuál es
el proceso de evaluación de riesgos? 
Para responder, podemos acudir a las fuentes legales por un
lado y por otro a las fuentes de la técnica. Desde un punto de
vista legal, el RSP nos introduce en el procedimiento ya que se-
gún esta definición, el proceso consta de las siguientes tareas:
obtener la información necesaria, estimar la magnitud de los
riesgos no evitados, y por último dotar al empresario de los datos
suficientes para adoptar las medidas preventivas más adecuadas.
Por otro lado, las fuentes técnicas, y de entre estas, comen-
zamos con la extinta norma UNE-81902-EX (AENOR,
1996c:4), sobre el vocabulario en los S.G.P.R.L., nos introduce
en el proceso de evaluación de forma muy similar: 
«Proceso mediante el cual se obtiene la información necesaria
para que la organización esté en condiciones de tomar una decisión
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 17
vención. Esta explicación era apuntada por el documento de la ITSS denomi-
nado: «Documento de integración para la implantación y desarrollo de la pre-
vención de riesgos laborales en las empresas».
apropiada sobre la oportunidad de adoptar acciones preventivas y,
en tal caso, sobre el tipo de acciones que deben adoptarse».
Comparando ambas definiciones, podemos observar las si-
guientes diferencias entre ellas, mientras que en la definición
del RSP se dice «proceso dirigido a estimar la magnitud de
aquellos riesgos que no han podido evitarse...», en la definición
de la norma UNE, se habla únicamente de la «obtención de la
información necesaria...», sin hacer mención a la estimación, y
por lo tanto admitiendo la posibilidad de que técnicamente no
sea necesaria dicha estimación en ciertos casos o no sea sufi-
ciente en otros. La otra diferencia que llama claramente la
atención es que mientras legalmente corresponde al empresario
la obligación de tomar las decisiones sobre las medidas o ac-
ciones preventivas, técnicamente es la organización la que
adopta estas decisiones, aunque obviamente debe ser el em-
presario o el administrador legal el que las tome en última ins-
tancia.
Por otro lado, la Asociación para la Prevención de Acci-
dentes (APA, 1997:5), lo define presentándonos todos los ele-
mentos que componen el proceso de gestión del riesgo: 
«La evaluación del riesgo consiste en un proceso de aplicación
sistemática de métodos capaces de identificarlo, valorarlo, actuar
sobre él para controlarlo y hacer un seguimiento para poder prio-
rizar la actuación y la efectividad de los resultados de la misma».
Definición similar a la que da Delfrade y Cardarelli (1997:12): 
«Es la aplicación sistemática de herramientas de gestión pro-
fesional del riesgo, capaces de identificarlo, valorarlo, actuar sobre
él y realizar su seguimiento y control (I.V.A.S.), para poder prio-
rizar las acciones preventivas, siguiendo para ello los principios de
la mejora continua: planificar, ejecutar, controlar y ajustar». 
Existen otras definiciones de técnicasafines, que son más
acordes con la evaluación específica del riesgo, como la que da
ITSEMAP (1998:6):
18 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
«De una parte, la evaluación de la probabilidad de que ocurra
un riesgo en cuestión y, de otra, la evaluación de la gravedad eco-
nómica (cantidad: valor económico) del daño, en caso de que el
riesgo se materialice. La evaluación más interesante para la Ge-
rencia de Riesgos es aquella que sopesa ambos conceptos de pro-
babilidad e intensidad».
De forma parecida es definida por la Dirección de Forma-
ción y Selección de RENFE (RENFE, 1999:19):
«La evaluación de riesgos es el siguiente paso a su identifica-
ción y definición. Se trata de evaluar la gravedad del riesgo con el fin
de priorizar unos riesgos sobre otros y tomar medidas adecuadas para
cada uno. Para la evaluación del riesgo se utilizan los índices de pro-
babilidad, daños y riesgos. El índice de riesgo se obtiene mediante una
tabla de doble entrada, con el índice de probabilidad y el índice de da-
ños. Además se tienen en cuenta los factores que puedan influir como
el número de personas afectadas, estimación de pérdidas, etc.».
Como se puede observar la mayor parte de definiciones
dadas tienen una gran afinidad, y aunque podríamos recoger
tantas definiciones como autores (más tarde veremos alguna
más), nos vamos a quedar por el momento con la que da el
INSHT (1996a:7): en su documento divulgativo sobre la eva-
luación de riesgos, que coincide con la publicada en el RSP, y
especialmente con lo que al respecto del proceso de evaluación
de riesgos dice, y que se resume en lo siguiente:
«...admitiendo un cierto riesgo tolerable, mediante la evaluación de
riesgos se ha de dar respuesta a: ¿es segura la situación de trabajo
analizada?».
1.2.2.1. El proceso de evaluación del riesgo como elemento
del proceso de gestión del riesgo
Si con el proceso de evaluación del riesgo respondemos a la
pregunta ¿es segura la situación de trabajo?, entonces podemos
plantearnos qué ocurre si la situación de trabajo no es segura. 
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 19
Obviamente hemos de aplicar medidas de control del riesgo
a fin de que se transforme en segura, de esta forma completa-
mos lo que conocemos como el proceso de gestión del riesgo.
Así, el proceso de evaluación se encontraría formando parte
integrante de un proceso más amplio denominado gestión del
riesgo, que contendría por su parte al análisis del riesgo y a la
valoración del riesgo (ambas constituyen la evaluación del ries-
go) y el control de los riesgos, como se recoge en la Figura 1.1.
20 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
IDENTIFICACIÓN
DEL PELIGRO
ESTIMULACIÓN
DEL
RIESGO
ANÁLISIS
DEL RIESGO
EVALUACIÓN
DEL RIESGO
RIESGO
CONTROLADO
GESTIÓN
DEL
RIESGO
VALORACIÓN
DEL
RIESGO
RIESGO
TOLERABLE
CONTROL
DEL
RIESGO
SI
NO
(FUENTE: INSHT, 1996a).
Figura 1.1. Proceso de gestión del riesgo.
El análisis del riesgo, sería el proceso dirigido a identificar
el peligro y estimar el riesgo, las diferencias entre riesgos y pe-
ligros quedarán concretadas más adelante. En definitiva, el
análisis del riesgo proporcionará el orden de magnitud del ries-
go, pero no dará la respuesta a la pregunta ¿es segura la situa-
ción de trabajo analizada?; para esto, debemos decidir si este
orden de magnitud es o no tolerable, decisión que tomamos con
la valoración del riesgo, comparando el valor del riesgo obte-
nido con el valor del riesgo tolerable. Con posterioridad, si de
este proceso de evaluación del riesgo, se deduce que el riesgo
es no tolerable, será necesario entonces controlar el riesgo.
El proceso conjunto de evaluación y control del riesgo, es lo
que llamamos gestión del riesgo.
1.2.2.2. Acciones y principios durante el proceso 
de evaluación de riesgos
Sin embargo, el proceso de evaluación de riesgos que es-
quemáticamente puede resumirse o sintetizarse en la identifi-
cación, estimación y valoración de los riesgos, a efectos prác-
ticos si queremos obtener un resultado óptimo, exige una serie
de acciones complementarias previamente, durante el propio
proceso y posteriormente a su realización, que no quedan del
todo especificadas en la síntesis indicada hasta el momento, ac-
ciones tales como por ejemplo las que quedan incluidas en las
Tablas 1.2 y 1.3.
Así, la Comisión Europea a través de la Dirección «E»,
Salud Pública y Seguridad en el Lugar de Trabajo, dependien-
te de la Dirección General V de Empleo, Relaciones Laborales
y Asuntos Sociales, en el punto 4 del documento sobre Direc-
trices para la evaluación de riesgos (Comisión Europea,
1996:16) en el lugar de trabajo, en primer lugar expone que no
existen normas fijas sobre el modo de llevar a cabo la evalua-
ción de riesgos. 
En segundo lugar, la Comisión sí establece una serie de
pautas, y dos principios que según la misma deben tenerse
siempre en cuenta cuando se aborde una evaluación de riesgos.
Estos dos principios son (Comisión Europea, 1996:16):
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 21
1. La evaluación debe estar estructurada de manera que se
estudien todos los elementos peligrosos y riesgos im-
portantes (por ejemplo, no deben pasarse por alto tareas
como la limpieza, que se llevan a cabo fuera de las horas
«normales» de trabajo, o los departamentos auxiliares,
como el de recogida de basuras).
2. Cuando se determine la existencia de un riesgo, la eva-
luación deberá examinar, antes de nada, si el riesgo pue-
de eliminarse; es decir, si es posible prescindir del peli-
gro causante del riesgo (por ejemplo, determinar, si un
problema de tráfico viario interno puede resolverse des-
22 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
(FUENTE: Chacón Blanco, S, 1997).
(1) Establecer el Plan de Evaluación de Riesgos Laborales.
(2) Estructurar la evaluación.
• Geográfica, funcional sobre el proceso, funcional sobre el
flujo.
(3) Reunión informativa.
(4) Identificar los peligros.
(5) Identificar las personas expuestas.
(6) Identificar los tiempos de exposición de las personas expuestas.
(7) Evaluar los riesgos.
• Probabilidad/gravedad del daño en las condiciones reales.
• Medidas actuales adecuadas/medidas no adecuadas.
(8) Estudiar las diferentes posibilidades de eliminación o de control
de los riesgos.
(9) Establecer prioridades y decidir las medidas de seguridad/hi-
giene a adoptar.
(10) Aplicar las medidas de seguridad.
(11) Registrar la evaluación.
(12) Medir la eficacia.
(13) Controlar (cuando proceda).
(14) Repetición (cuando proceda) del Plan de Evaluación.
Tabla 1.2. Etapas de la evaluación de riesgos en un SGPRL
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 23
(FUENTE: Comisión Europea, 1996:13).
1. Elaboración del programa de evaluación de riesgos en el lugar de
trabajo.
2. Estructuración de la evaluación.
• Adopción de un enfoque determinado (ubicación/función/pro-
ceso/línea de producción).
3. Recogida de información.
• Entorno/tareas/población/experiencia anterior.
4. Determinación de peligros.
5. Identificación de las personas en situación de riesgo.
6. Determinación de las pautas de exposición de las personas en si-
tuación de riesgo.
7. Evaluación de los riesgos.
• Probabilidad de que se ocasionen daños/gravedad de los daños
en las circunstancias actuales.
• En cada caso, o las medidas existentes son adecuadas o ina-
decuadas.
8. Investigación de las posibilidades de eliminación o control de los
riesgos.
9. Determinación de las prioridades y selección de las medidas de
control.
10. Aplicación de los controles.
11. Registro de la evaluación.
12. Eficacia de las medidas.
13. Revisión (si se introducen innovaciones o se efectúan cambios
periódicos).
• En este caso, o la evaluación todavía es válida y no son nece-
sarias nuevas medidas o es necesaria una revisión.
14. Seguimiento del programa de evaluación de riesgos ¿ha habido
cambios?
sí no
N. B: El contenido y extensión de cada fase dependerán de las con-
diciones del lugar de trabajo (por ejemplo, número de trabajadores,
historial de accidentes, registro de problemas de salud, materialesde trabajo, equipos de trabajo, actividades laborales, características
del lugar de trabajo y riesgos específicos).
Tabla 1.3. Procedimiento de evaluación y gestión de riesgos
viando el tráfico a una carretera situada dentro del re-
cinto de la empresa pero en la periferia de este).
Así mismo, a la hora de llevar a cabo la evaluación de ries-
gos podrán adoptarse distintos enfoques, en función de los si-
guientes factores (Comisión Europea, 1996:18):
• Las características del lugar de trabajo (establecimiento
fijo, provisional, etc.).
• El tipo de proceso (operaciones repetidas, proceso en de-
sarrollo o sujeto a modificaciones, fabricación no en serie,
etc.).
• La tarea realizada: repetitiva, ocasional (como en el caso
de los tratamientos secuenciales), estacional, tareas de
alto riesgo, acceso a espacios restringidos, etc.
• La complejidad técnica.
De modo que en algunos casos puede ser suficiente una
sola evaluación que incluya todos los riesgos de un lugar de tra-
bajo. En otros casos puede ser apropiado adoptar diferentes
planteamientos en función de las distintas partes del lugar de
trabajo. Así, según la complejidad, puede ser necesario llevar a
cabo una agrupación racional y manejable de distintas activida-
des, y proceder a su evaluación por separado (APA, 1996:13):
• Maquinaria y peligros mecánicos, instalaciones, materia-
les y productos.
• Áreas externas a las instalaciones de la empresa como las
vías de acceso.
• Equipos auxiliares (máquinas elevadoras, instalaciones
de transporte, transporte de empresa, etc.).
• Entorno general (temperatura, ventilación, humedad, rui-
do, iluminación, etc.).
• Etapas durante el proceso de producción.
• Procesos especiales.
• Actividades de mantenimiento y limpieza y trabajos pla-
nificados.
• Etc.
24 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
No obstante, en el caso de que estas actividades se evalúen
por separado, deberán tenerse en cuenta como es lógico, las in-
teracciones que puedan producirse entre las mismas y que pue-
dan afectar a la evaluación de riesgos.
En cualquier caso, adoptemos el enfoque que adoptemos,
estos estarán basados normalmente en los siguientes princi-
pios (Chacón, 1997):
1. Observación del entorno del lugar de trabajo (vías de ac-
ceso, presencia de polvo, hornos y gases, temperatura,
iluminación, ruidos, etc.).
2. Determinación de las tareas realizadas en el lugar de
trabajo a fin de que queden todas incluidas.
3. Análisis de las tareas realizadas en el lugar de trabajo (eva-
luación de los riesgos que entrañan las distintas tareas).
4. Realización de observaciones mientras el trabajo está
llevándose a cabo (comprobar si la observación de los
procedimientos establecidos se lleva a cabo y si pueden
surgir otros riesgos).
5. Estudio de las pautas de trabajo (para evaluar la exposi-
ción a distintos tipos de peligro).
6. Análisis de los factores externos que pueden influir en el
lugar de trabajo (por ejemplo, las condiciones meteoro-
lógicas, en el caso de las personas que trabajan a la in-
temperie).
7. Análisis de los factores psicológicos, sociales y físicos
que puedan causar tensión en el lugar de trabajo y de las
interacciones que pueden producirse entre ellos y con
otros factores en el contexto del entorno laboral y de la
organización del trabajo.
8. Estudio del tipo de organización necesaria para mantener
las condiciones de seguridad, incluidos los mecanismos de
salvaguardia (es decir, determinar si se han adoptado siste-
mas para evaluar los riesgos que puedan surgir en una nue-
va instalación, o que pueda entrañar el uso de nuevos ma-
teriales. y para actualizar la información sobre los riesgos).
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 25
Por otro lado, si queremos conseguir identificar el mayor nú-
mero de riesgos, es fundamental consultar a los trabajadores o
fomentar su participación. Son los trabajadores los que pueden
describir mejor las distintas fases de las operaciones e indicar las
posibilidades que existen de acortarlas o la forma de resolver
una tarea difícil, así como indicar algunos elementos peligrosos
que, por su naturaleza, son difíciles de descubrir, como los pro-
blemas que pueden derivarse de la organización, las pautas o el
puesto de trabajo (Health & Safety Executive, 1991:20-21).
De igual modo, las observaciones en el lugar de trabajo
deberán compararse con los criterios existentes para garantizar
la salud y seguridad basados en (esto queda incluido en la Di-
rectiva Marco 89/391/CEE) (art. 5 del RSP):
• Requisitos legales.
• Normas y orientaciones publicadas: códigos de prácticas
correctas, niveles de exposición a riesgos profesionales,
normas de los distintos sectores industriales, instrucciones
de los fabricantes, etc.
• Principios jerárquicos de la prevención de riesgos co-
mentados en el epígrafe siguiente.
Volviendo a las indicaciones que establece la Comisión
Europea y que así mismo incorpora la Directiva Marco
89/391/CEE, tenemos que (art. 15 de la LPRL):
• Será necesario determinar los elementos peligrosos en
todos los aspectos del trabajo.
• Habrá de identificarse a todas las personas expuestas a di-
chos elementos peligrosos, incluidos los grupos de per-
sonas que corran un riesgo especial.
• Habrá de tenerse en cuenta a la hora de evaluar, la fiabili-
dad e idoneidad de las medidas de prevención existentes.
• Las medidas de prevención y precaución deberán adop-
tarse estableciendo prioridades en función de la gravedad
del riesgo, las posibles consecuencias de un incidente, el
26 MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
LA EVALUACIÓN GENERAL DE RIESGOS 27
número de personas que podrían resultar afectadas y el
tiempo necesario para adoptar medidas de prevención.
• Basarse a la hora de decidir las medidas de prevención,
cuando la reducción o eliminación de los riesgos sea po-
sible en lo que se consideren prácticas correctas.
Por último, tenemos que matizar que el análisis de riesgos
como actividad fundamental del proceso de evaluación de ries-
gos se estudiará en un epígrafe aparte dada la complejidad de
su tratamiento.
1.2.2.3. Tareas previas o preparatorias a la evaluación 
de riesgos
En cualquier caso y como tareas previas a la realización de
la evaluación de riesgos, será necesario llevar a cabo un plan 
de acción8 que deberá incluir al menos las medidas siguientes
(Comisión Europea, 1996:27-43):
• Encargar la realización de la evaluación y organizar y
coordinar su ejecución, nombrando a las personas com-
petentes para efectuar las evaluaciones.
• Consultar a los representantes de los trabajadores sobre el
modo de llevar a cabo el nombramiento de las personas
que matizarán las evaluaciones.
• Proporcionar a los evaluadores que sean miembros de la
plantilla de trabajadores la información, formación, re-
cursos y apoyo necesarios.
8 Obviamente siempre será necesario iniciar antes de la evaluación, el Plan
de prevención de riesgos laborales, que incluirá la estructura organizativa, las res-
ponsabilidades, los procedimientos, los procesos y los recursos necesarios para
realizar la acción de prevención de riesgos en la empresa. Aunque no se indique
textualmente en la LPRL, el plan de prevención, como ya hemos dicho, es equi-
valente al «sistema de gestión de seguridad y salud» según las normas técnicas
de gestión (OHSAS, Directrices OIT, etc.), así pues será preciso determinar los
objetivos del plan (o sistema), y que estos sen coherentes e integrados con el res-
to de objetivos de la empresa, económicos, financieros, de calidad, etc.
• Garantizar la coordinación adecuada entre los evaluadores
(cuando sea necesario).
• Hacer participar a los directivos en la evaluación y fo-
mentar la colaboración de los trabajadores.
• Decidir los mecanismos de revisión y modificación de la
evaluación de riesgos.
• Cerciorarse de que las medidas de prevención y protec-
ción reflejan los resultados de la evaluación.
• Controlar las medidas de protección y prevención para
garantizar que no disminuya su eficacia.
• Informar a los trabajadores o

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