EESM Resumen Cap 3 pdf

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Capítulo 3
Diversas Interpretaciones de la Revolución Francesa
El fenómeno histórico que se estudia ha provocado a través del tiempo diversos sentimientos y percepciones y básicamente dependen en un momento dado de la ideología que se profesa. En ese sentido el estudio de la Revolución Francesa está marcado por las principales ideologías contemporáneas.
3.1. Interpretación Conservadora
Esta interpretación es la más antigua y la más generalizada; y su juicio de la revolución se fundamenta en la crítica a los hechos concretos, apelando a los valores tradicionales, cuando no naturales, que se vulneraron durante la revolución.
Para los conservadores monárquicos, la revolución comenzó el 17 de junio de 1789 y fue expuesta por los portavoces conservadores de la Asamblea Nacional Constituyente: Jacques de Cazalés, Gérard de Lally-Tollendal y Jean-Sifrein Maury.
Según esta interpretación, la monarquía francesa poseía una constitución íntegra y un parlamento del que eran guardianes la nobleza y el clero: los estamentos virtuosos de la sociedad y que la revolución es cosa de hombres ambiciosos y sin escrúpulos que conspiran para arrebatar el poder a sus legítimos dueños.
Esta interpretación es la visión oficial de la Iglesia Católica, del conservadurismo inglés, de la Alemania conservadora y de todos los conservadores monárquicos, en general.
3.2. Interpretación Liberal
Para los liberales, la Revolución Francesa comienza con la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente el 17 de junio de 1789, el cual se trataba de liquidar los intereses de los estamentos privilegiados.
Para la burguesía liberal el Juramento del Juego de Pelota el 20 de junio de 1789 y el asalto a la Bastilla el 14 de julio de 1789 son los hechos centrales de la revolución. Pero los puntos culminantes de la Revolución Francesa, y los más decididamente enaltecidos, son: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, del 26 de agosto de 1789, y la primera constitución escrita, el 3 de diciembre de 1791.
Se mitifica la Monarquía Constitucional y se hace un repudio a la época de la Convención. 
Para los liberales, la Ilustración es el sustrato ideológico sin el cual no hubiera sido posible y personajes como Montesquieu, Voltaire y Rousseau son padres espirituales de la revolución.
Se considera a la aristocracia y al clero como una casta privilegiada que gobierna para mantener un sistema de privilegios caduco. 
Además el personaje Jules Michelet viene a ser el gran teórico que defiende esta postura, que dice que con la revolución, Francia ha roto sus cadenas y ha conseguido la Libertad y que los protagonistas son los grandes hombres, que interpretan los deseos de la nación y de la opinión pública para llevar a cabo la revolución. Ésta es una de las interpretaciones más extendidas en la actualidad.