Salarios Venezuela

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Maduro anuncia ajuste en el ingreso mínimo mensual de Venezuela, pero sin aumento salarial.
El presidente Nicolás Maduro anunció que a partir del 1 de febrero el ingreso mínimo de los trabajadores venezolanos será de 100 dólares, pero no hubo aumento salarial.
Además, aseguro un crecimiento de la economía en 2023.
El denominado “bono de guerra”, una suerte de subsidio que se empezó a pagar a inicios del año pasado a empleados públicos, jubilados y pensionados, fue ajustado a 60 dólares mensuales y el bono de alimentación (Cestaticket), con el que los trabajadores pueden comprar alimentos, se mantiene en 40 dólares. Cabe destacar que el ultimo aumento salarial decretado por el gobierno de Maduro fue en marzo de 2022. En ese entonces, el sueldo mínimo se fijó en 130 bolívares, el equivalente a unos 30 dólares mensuales a tasa oficial. Hoy, tras la abrupta devaluación del bolívar escasamente equivale a 3,60 dólares. En noviembre del 2023 la canasta alimentaria familiar alcanzó los 500 dólares, lo que equivale a unos 140 salarios mínimos.
El salario mínimo venezolano sigue siendo de 130 bolívares y aunque hablamos de un ingreso mensual de 100 dólares, el subsidio “Bono contra la Guerra Económica” no tiene repercusiones en las prestaciones sociales.
El salario mínimo era antes de 7 bolívares, pero equivalentes a unos 30 dólares cuando la tasa oficial de cambio rondaba en aquel momento los 4 bolívares por dólar. Casi dos años después, sin embargo, cada dólar cuesta más de 35 bolívares, se podría decir que para el mayo pasado 11 millones de venezolanos, cerca de 80% de la población, ganan menos de 100 dólares y viéndose así más precaria la situación entre los jubilados y pensionados cuyos ingresos dependen exclusivamente de una asignación igual al salario mínimo. 
Los salarios en el sector privado están dolarizados y oscilan entre 90 y 600 dólares por mes, dependiendo del cargo, el rubro laboral e incluso la región venezolana donde se trabaja, el gobierno decretó constantes aumentos de salarios en la última década para tratar de “hacer frente” a la inflación que avanzaba. Esos incrementos ocurrieron hasta 19 veces entre 2015 y 2018. 
En un intento de desacelerar la inflación, el gobierno comenzó a “contener” los aumentos de salario mínimo como parte de una estrategia de control de gasto público para mantener a margen el déficit fiscal. La inflación fue de 182,9% entre enero y noviembre.
Tanto los empleados públicos como los pensionados, que suman alrededor de 11 millones perciben actualmente 5,25$ al mes, muy lejos de los 57 dólares mensuales que la ONU establece como salario mínimo de pobreza extrema. 
En cambio, el salario promedio en el sector privado fue de 139 dólares semanales durante el ultimo trimestre del año pasado, todo ello en un país de precios muy altos, casi el doble que la vecina Colombia.
En medio de la extrema inflación y la constante depreciación que azota la economía venezolana, los hogares se ven enfrentados a una dura realidad necesitando aproximadamente 140 salarios mínimos al mes para apenas cubrir una canasta básica que contempla unos 60 productos esenciales 
la crisis económica en Venezuela ha alcanzado proporciones alarmantes, dejando a numerosos hogares en una situación de extrema precariedad, con salarios y subsidios que palidecen ante la voracidad de una inflación descontrolada.
Además de un salario mínimo de 5,25$ la administración pública mantiene salarios medios miserables, en torno a 20 dólares, para enfermeros o maestros. Cabe destacar también que Venezuela perdió su poder adquisitivo en casi 90$ en los últimos 18 meses debido a la inflación y a la devaluación de la moneda local, el bolívar. 
Destacando el reciente aumento de los denominados “bonos” ajuste hecho sin tomar en cuenta el salario minino y solo modificando los bonos que no generan incidencia en pasivos laborales. De hecho, ni siquiera se mencionó el monto de 130 bolívares que siguen constituyendo el salario mínimo legal, mediante el cual se define los tabuladores salariales, primas y demás beneficios consagrados en la ley de contratos colectivos. El cestaticket que las empresas privadas están obligadas a pagar, no experimentó ningún cambio por lo que el “aumento” solo tendrá repercusión en los trabajadores del sector públicos. 
De esta manera, ahora el bono de guerra económica representa el 58% del ingreso total de los venezolanos, los cestatickets 39% y el salario solo 3%. En donde si hay cohesión del “beneficio” es este último, el salario mínimo que todos reciben por igual.
Cuando se anunció el ajuste por primera vez, el pasado 1° de mayo de 2023 el bono de guerra económica pasó a 30$ para los trabajadores activos, de 20$ para los pensionados del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) y de 49$ para los jubilados de la administración pública. 
En Venezuela desde hace varios años no se habla de salario mínimo sino de “ingreso mínimo” el cual se da a través de bonos sin que esto beneficie a todos los trabajadores y pensionados del seguro social. 
Para el 2023 con muchas protestas en el sector salud y educación, motivados por el bajo salario, más de 150 marchas en todo el país, maestros y jubilados marcharon en al menos en seis ciudades de Venezuela en demanda de mejoras salariales.