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obligaciones morales del docente

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Presentación 
Sustentantes: 
Anni Francisca Bastardo 
Matricula: 
2023-4420 
Ahismel Victorino Sierra 
Matricula: 
2023-4525 
Francisca Elisa Cabrera 
Matricula: 
65796 
Materia: 
Seminario sobre la moral y la ética. 
Maestra: 
Sally Ramírez 
 
 
 
 
 
Introducción: 
En la dinámica sociedad dominicana, resulta evidente un preocupante declive en la 
transmisión de valores morales a través del sistema educativo. A medida que el tiempo 
avanza, se observa una progresiva disminución de la importancia otorgada a la enseñanza 
de principios éticos fundamentales en las aulas. Este informe se sumerge en la coyuntura 
actual, examinando las obligaciones morales de los docentes en la República Dominicana 
y cómo su desempeño impacta directamente en la formación de ciudadanos íntegros en 
un entorno donde la educación es considerada un bien público esencial para el desarrollo 
de la sociedad. 
En este contexto, la pregunta fundamental que guía este análisis es: ¿cuáles son las 
responsabilidades éticas y morales del docente en el ejercicio de su labor educativa? A 
través de esta indagación, se busca comprender cómo los educadores pueden desempeñar 
un papel crucial en revertir la tendencia negativa que afecta la enseñanza de valores 
morales en la República Dominicana. 
 
¿Cuáles son las obligaciones morales del docente para la escuela donde 
ejerce? Citar ejemplos. 
Las obligaciones morales del docente para la escuela donde ejerce son aquellas que se 
derivan de los valores y principios éticos que rigen la profesión docente. Estos valores y 
principios se fundamentan en la idea de que la educación es un bien público esencial para 
el desarrollo de la sociedad. 
En este sentido, el docente tiene el deber de: 
• Asumir su rol como educador con 
responsabilidad y compromiso. Esto 
implica cumplir con sus funciones y 
obligaciones de manera profesional, ética 
y moral. 
• Promover la excelencia académica. El 
docente debe esforzarse por brindar una 
educación de calidad que permita a sus 
estudiantes alcanzar su máximo 
potencial. 
• Fomentar el respeto a la diversidad. El docente debe crear un ambiente de aprendizaje 
inclusivo y respetuoso de todas las diferencias. 
• Colaborar con la comunidad educativa. El docente debe trabajar en conjunto con los 
demás miembros de la comunidad educativa, incluyendo a los estudiantes, los padres, 
los directivos y otros docentes. 
• Cumplir con los objetivos y planes de estudio establecidos por la escuela. Esto 
significa que el docente debe preparar sus clases con antelación, utilizando materiales 
y recursos educativos adecuados para el logro de los aprendizajes esperados. 
• Proveer un ambiente de aprendizaje seguro y propicio para el desarrollo de los 
estudiantes. Esto significa que el docente debe respetar a sus estudiantes, evitando 
cualquier tipo de discriminación o maltrato. 
• Estar en constante actualización y formación profesional. Esto significa que el 
docente debe mantenerse al día de los avances en su área de conocimiento, así como 
de las nuevas metodologías y estrategias de enseñanza. 
• Contribuir al desarrollo de la escuela como comunidad. Esto significa que el docente 
debe participar en las actividades extracurriculares y de gestión de la escuela, así 
como colaborar con los demás miembros de la comunidad educativa. 
Algunos ejemplos concretos de cómo el docente puede cumplir con 
estas obligaciones morales son los siguientes: 
• Asistir puntualmente a sus clases y cumplir 
con el horario establecido. 
• Preparar sus clases con antelación y utilizar 
métodos de enseñanza innovadores y efectivos. 
• Respetar a sus estudiantes, 
independientemente de su origen, religión, raza o 
condición social. 
• Participar en las actividades y eventos de la 
escuela. 
• Un docente que cumple con los objetivos y 
planes de estudio establecidos por la escuela puede 
preparar sus clases utilizando materiales educativos digitales, como videos, 
presentaciones y juegos. 
• Un docente que provee un ambiente de aprendizaje seguro y propicio para el 
desarrollo de los estudiantes puede establecer reglas claras y justas en el aula, así 
como crear un clima de respeto y confianza. 
• Un docente que está en constante actualización y formación profesional puede 
participar en cursos, talleres y congresos, así como leer revistas y libros 
especializados. 
• Un docente que contribuye al desarrollo de la escuela como comunidad puede 
participar en el consejo escolar, colaborar con las actividades extracurriculares o 
ayudar a organizar eventos culturales. 
• Ofrecer apoyo y orientación a los estudiantes que lo necesiten. 
El estoicismo y la ética docente. 
Añadiendo una perspectiva filosófica a las obligaciones morales del docente, la ética 
estoica podría proporcionar una guía valiosa para cultivar virtudes como la sabiduría, la 
justicia, el coraje y la moderación en el ejercicio de la enseñanza. Inspirada en pensadores 
como Séneca, Epicteto y Marco Aurelio, la ética estoica aboga por enfrentar los desafíos 
con serenidad, aceptando aquello que no puede cambiarse y centrándose en el control de 
las propias acciones y actitudes. Aplicada al ámbito educativo, esta filosofía podría 
recordar al docente la importancia de mantener la calma ante dificultades, cultivar la 
paciencia con los estudiantes y colegas, y priorizar el desarrollo moral y emocional de los 
estudiantes en igual medida que su aprendizaje académico. 
Además, la ética estoica puede ofrecer una 
perspectiva útil para los docentes al 
recordarles la importancia de adaptarse a las 
circunstancias, ser resilientes ante los desafíos 
y fomentar una mentalidad de crecimiento 
tanto en ellos mismos como en sus 
estudiantes. Al adoptar principios estoicos, los 
docentes pueden contribuir a la formación de 
individuos más equilibrados y éticos, 
promoviendo no solo el conocimiento 
académico sino también el desarrollo integral 
de la personalidad. 
En última instancia, al combinar las obligaciones morales del docente con principios 
estoicos, se podría construir un marco ético sólido que no solo guíe la práctica docente 
diaria, sino que también promueva la formación de ciudadanos éticos y conscientes en la 
sociedad. 
Conclusión: 
En síntesis, la decadencia observada en la enseñanza de valores morales en la sociedad 
dominicana plantea una llamada de atención urgente hacia la reconstrucción de los 
cimientos éticos en la educación. La labor del docente se vislumbra como un faro de 
esperanza en este panorama, destacando la importancia de reafirmar su compromiso con 
las obligaciones morales delineadas en este informe. Al integrar estos principios éticos 
con la filosofía estoica, no solo se fortalece la base de la práctica docente, sino que 
también se allana el camino para la formación de ciudadanos éticos y conscientes que 
contribuirán a la revitalización moral de la sociedad dominicana.

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