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Volumen II: Conceptos básicos del audífono MANUAL DE INTERVENCIÓN AUDITIVA, MIA. Carla Rivera Bahamonde María Elena León Bustos Carolina Mendez OrellanaE D IT O R E S CARLA RIVERA-BAHAMONDE Fonoaudióloga Magister en Audiología Académico Carrera de Fonoaudiología, Departamento Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile MARIA ELENA LEÓN BUSTOS Fonoaudióloga Magister en Neurociencias Académico Carrera de Fonoaudiología, Departamento Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile CAROLINA MÉNDEZ-ORELLANA Fonoaudióloga Magister en Neurociencias Cognitivas Doctor en Neurociencias Cognitivas Profesor Asistente Carrera de Fonoaudiología, Departamento Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina. Ponti icia Universidad Católica de Chile CARLOS FUENTES TORRES Diseño Gráfico EDITORES TIPOS DE AUDÍFONOS SEGÚN FORMA Y UBICACIÓN Julio Ortiz López. Adaptaciones estándar. Adaptaciones instantáneas. Conclusión. Referencias. VERIFICACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO DE AUDÍFONOS Rodrigo Troncoso, Álex Moreira. Verificación del audífono. Conclusión. Referencias. ADHERENCIA AL USO Y ABANDONO DEL AUDÍFONO EN PERSONAS MAYORES HIPOACÚSICOS: EVIDENCIA INTERNACIONAL Y NACIONAL Eduardo Fuentes López. Políticas públicas de entrega de audífonos para personas mayores con hipoacusia en América. Transformación del usuario de audífono en adherente. Diferentes cifras para la adherencia, uso y abandono del audífono. Variables asociadas a la adherencia y abandono del audífono en estudios internacionales. Variables asociadas a la adherencia y abandono del audífono en Chile. Conclusión. Referencias. AUTORES 7 11 16 21 22 23 27 35 36 38 41 42 43 44 46 49 50 56 ÍN D IC E 4. 5. 6. P R Ó L O G O Los audífonos forman parte integral de la rehabilitación de personas con discapacidad auditiva, siendo así la selección del dispositivo y la adaptación del mismo elementos que deben ser conocidos a cabalidad por los audiólogos. Por una parte, los avances científicos han llevado a la existencia de distintos tipos de audífonos que responden tanto a las características de la pérdida auditiva como a las diversas necesidades de los usuarios. En el capitulo IV del presente manual, Julio Ortiz entrega un resumen detallado de los tipos de audífonos existentes, incluyendo el tipo de adaptación. Por otra parte, los resultados de los estudios de distintos centros de investigación alrededor del mundo se han traducido en mejorías en el proceso de adaptación de la ayuda auditiva y la verificación del mismo. Todos estos elementos han sido incorporados en los programas de formación de audiólogos, principalmente en los países anglosajones. Por tanto, se espera que el clínico en conjunto con el usuario seleccione el dispositivo que mejor se adapta a las condiciones específicas de la persona. A continuación, el profesional debe ajustar los parámetros del audífono dependiendo de las características de la pérdida auditiva y luego verificar que la adaptación responde a los parámetros técnicos deseados. Sin embargo, el proceso de adaptación no termina aquí, debiendo el audiólogo verificar el beneficio que la persona obtiene con los dispositivos a través, por ejemplo, de pruebas de percepción de habla, y de forma más bien subjetiva, a través de la utilización de cuestionarios de autoreporte. Otros aspectos como la calidad de los sonidos percibidos por el usuario y la apreciación musical deben también ser considerados en el proceso de adaptación de audífonos. Por otra parte, y relacionado a lo mencionado anteriormente, el proceso de adaptación de estos dispositivos y verificación de ello por parte del audiólogo, ha implicado la incorporación de nuevas técnicas de ajuste que involucran fórmulas para determinar la ganancia que el dispositivo entrega a través del espectro de frecuencias, fórmulas de compresión de la señal, y métodos tanto objetivos como subjetivos de verificación de la adaptación del audífono. En el capítulo V, Rodrigo Troncoso y Alex Moreira discuten estos aspectos y sus implicancias clínicas. Un último aspecto a considerar, es la adherencia a estos dispositivos y cuáles factores o variables tanto biológicas, psicológicas y sociales llevan a que una persona se transforme en un usuario adherente al uso de audífonos. En el capítulo VI, Eduardo Fuentes describe y discute la evidencia nacional e internacional sobre esta temática con un enfoque en la población adulta mayor. Es así como el proceso de adaptación de audífonos requiere de una serie de procesos clínicos y toma de decisiones con el objetivo de lograr el máximo beneficio con estos dispositivos. En la actualidad, nadie cuestionaría el beneficio que estos dispositivos entregan no solo en la capacidad de la persona para detectar los sonidos, sino que también a nivel de la participación social y subsecuentemente en la calidad de vida, debido a los beneficios relacionados con la comunicación oral. Por otra parte, en la última década se ha asociado la pérdida auditiva en el adulto mayor con una disminución de las capacidades cognitivas e incluso con un comienzo más temprano de demencia. Los audífonos podrían por tanto retrasar el comienzo de una demencia en aquellos adultos mayores con pérdida auditiva y susceptibles a desarrollar esta condición de salud. Sin embargo, un hecho no menor es que existe un porcentaje importante de adultos mayores que no utiliza estos dispositivos, aún cuando han consultado por sus problemas auditivos y han sido ulteriormente adaptados con uno o dos audífonos. No es infrecuente encontrar en la clínica adultos mayores adaptados con audífonos que refieren no utilizarlos ya que no perciben beneficio al usarlos. De esta forma, es rol del audiólogo asegurarse que los audífonos seleccionados responden a las necesidades de la persona y que el ajuste de los mismos es el adecuado. Finalmente, el clínico debe determinar qué aspectos podrían desencadenar que la persona no perciba beneficios con estos dispositivos. Sin duda, los audífonos no son el único elemento de la rehabilitación auditiva en niños y adultos, sin embargo, representan la base de toda rehabilitación auditiva en personas con hipoacusia que puedan beneficiarse de los mismos. En este manual se entregan los contenidos esenciales para que los audiólogos puedan asegurarse que este primer paso de la rehabilitación auditiva sea un éxito. Adrián Fuente, PhD Profesor Asociado, Université de Montréal Director de laboratorio, Centre de recherche de l’Institut universitaire de gériatrie de Montréal Profesor titular, Universidad de Chile A lo largo del tiempo las personas con pérdida auditiva se han encontrado con múltiples barreras comunicativas que han impedido su óptimo desarrollo en el ámbito familiar, social, laboral, afectivo, cognitivo y emocional. Cuando una persona con hipoacusia acude por primera vez a la consulta de un profesional, asiste con una carga emocional importante, inseguridades, baja autoestima y frustración que impiden su interacción social con el mundo, eligiendo aislarse. Es por esto que, desde la primera consulta, se debe acoger a la persona con pérdida auditiva de forma empática otorgando la información necesaria acerca de su patología y abordaje inicial de la pérdida auditiva utilizando diferentes canales de comunicación como la lectura labial, gestos o lengua de señas y lectoescritura. En el proceso de evaluación el trabajo colaborativo entre el médico, el audiólogo, fonoaudiólogo, psicólogo, asistente social y otros profesionales afines, favorecerá el proceso de indicación del equipamiento auditivo correcto propiciando una adecuada adaptación de la ayuda auditiva, y así, se beneficiará la calidad de vida de estas personas. En el caso de los audífonos, estos han ido evolucionando tecnológicamente a lo largo de losaños con mejoras estéticas, circuitos electrónicos más pequeños y una programación más específica. Estos avances tecnológicos han permitido utilizar dispositivos cada vez más personalizados a las demandas de cada persona y, gracias a esto, los audífonos proporcionan una amplificación del sonido más natural permitiendo oír las armonías frecuenciales de los sonidos del ambiente. Flga. Carla Rivera B. PREFACIO IV. TIPOS DE AUDÍFONOS SEGÚN FORMA Y UBICACIÓN JULIO ORTIZ LÓPEZ1 1FONOAUDIÓLOGO, MG. EN AUDIOLOGÍA. 8 En este capítulo se describirá detalladamente una gran variedad de diseños y estilos de audífonos, a los cuales pueden acceder las personas con pérdida auditiva. Se considerarán los audífonos de acuerdo con la vía de conducción del sonido —aérea u ósea— y a su forma y ubicación, dependiendo si la ayuda auditiva se encuentra tras el pabellón auricular o dentro del canal auditivo externo (en adelante, CAE); si el parlante se ubica en el cuerpo del audífono o en el CAE, y al tipo de adaptación que corresponda según la necesidad de utilizar molde o domo. De acuerdo con la forma de los audífonos, estos brindarán diferentes ventajas y desventajas para sus usuarios. RESUMEN 9 la ubicación del audífono son preponderantes al momento de seleccionar las ayudas auditivas, y el profesional deberá considerar la funcionalidad de los audífonos en relación a los requerimientos del usuario. Los audífonos son dispositivos electrónicos diseñados para amplificar los sonidos y, en consecuencia, disminuir las dificultades de comunicación de una persona con pérdida auditiva. Es importante considerar que no solo se necesita oír más fuerte, sino también entender lo que se escucha, en especial en ambientes ruidosos. Tal como se comentó en capítulos anteriores, la hipoacusia puede ser de diferente grado y etiología; no obstante, aunque dos personas presenten el mismo diagnóstico, es indispensable seleccionar y adaptar sus audífonos basándose en estudios y ajustes personalizados para lograr una correcta rehabilitación11 de acuerdo con los objetivos de cada usuario. Al momento de adquirir o indicar un audífono se debe considerar, aparte de las características acústicas necesarias para compensar la pérdida auditiva, la evaluación del estilo de vida del usuario, su edad, características personales y sus expectativas ante el uso de estos dispositivos. La gran mayoría de los usuarios priorizan que estéticamente estos pasen desapercibidos y que sean de fácil manipulación. La tecnología digital ha permitido simplificar el uso del audífono y reducir el tamaño de los circuitos, de manera que sean prácticamente invisibles al momento de ser utilizados. Sin embargo, el tamaño del circuito y del parlante determinará la potencia de la ayuda auditiva. Ahora bien, las personas que presentan hipoacusia sensorioneural de grado profundo difícilmente podrán acceder a tamaños reducidos de audífonos, porque los circuitos de mayor potencia requieren un mayor tamaño en el cuerpo (carcaza) del audífono. Por esta razón, tanto la forma como INTRODUCCIÓN 10 de conducción aérea amplifican el sonido a través de un parlante, ya sea por un tubo-molde, o directamente al CAE. Este tipo de implementación se puede indicar en personas con diferentes grados de hipoacusia y es el más utilizado por los usuarios. En cambio, los audífonos de conducción ósea amplifican el sonido mediante un vibrador óseo incorporado a un cintillo y ubicado en la mastoides del hueso temporal. Este tipo de implementación auditiva se indica principalmente a personas que no pueden usar audífonos tradicionales producto de agenesias, anotias y atresias del CAE, y a quienes presenten hipoacusias de conducción en su grado máximo16. Como segunda característica, se hará referencia al tipo de adaptación estándar o adaptación instantánea, según la necesidad de tomar impresiones de oído. A la hora de clasificar los diferentes tipos de audífonos, existen tres criterios generales que se pueden considerar10. El primero corresponde al tipo de tecnología que utiliza el circuito del audífono; el segundo se relaciona con la forma y ubicación del dispositivo, y el tercero tiene en cuenta las características acústicas de la adaptación. En las últimas dos décadas, los audífonos han evolucionado rápidamente gracias a los avances tecnológicos y digitales incorporados en sus circuitos. Esto, sin duda, ha permitido disminuir su tamaño e incorporar diseños que, cuando el usuario los lleva puestos, prácticamente son invisibles9. Para comenzar, se describirán los audífonos conforme a cómo conducen el sonido hacia el oído4. Estos pueden ser dispositivos de conducción aérea u ósea. Los audífonos 11 A) AUDÍFONOS DE CAJA (BODY HEARING AID) Algunas personas mayores consideran que los audífonos de caja, utilizados habitualmente en el bolsillo de las camisas, son más fáciles de usar, ya que al ser de gran tamaño, los controles son sencillos de operar. Pese a esto, no son muy populares, por lo que en la actualidad se producen pocos modelos de este tipo16. Poseen un cuerpo, donde se ubica el circuito amplificador con sus respectivos controles y el micrófono, y mediante un cable de aproximadamente 80 centímetros se comunica al parlante, el que, a su vez, se adosa a un anillo metálico de un molde regular y ocupa pilas alcalinas AAA. Una de las ventajas de estos dispositivos es que al ser robustos, no se dañan tan fácilmente, como los audífonos más pequeños y frágiles. Su tamaño más grande los hace fáciles de manejar y mantener, especialmente por personas con destreza motora reducida. Las baterías son más duraderas y suelen ser más económicas que las de los audífonos más pequeños. No obstante, su gran tamaño los hace muy visibles y, como suelen ser bastante potentes, usar uno con un molde auditivo mal ajustado puede causar retroalimentación acústica, pese a existir una mayor distancia entre el parlante y el micrófono. Este último a menudo puede rozar la ropa del usuario, resultando un ruido amplificado no deseado13. B) AUDIGAFAS (SPECTACLE HEARING AID) Son diseñadas para personas que tienen pérdida auditiva y además alteraciones visuales. El micrófono, amplificador y receptor están ubicados dentro de la varilla de los lentes y se comunican con el CAE a través de un tubo o cable, dependiendo del modelo. Pueden ser útiles para la adaptación binaural y amplificación CROS4. Este último corresponde a un enrutamiento de la señal contralateral, el cual será descrito más adelante. Pese a que su uso es poco común, hoy en día están en producción y han evolucionado junto con la nueva tecnología de los audífonos, permitiendo que las varillas sean más delgadas. Generalmente utilizan pilas 13 o 312, dependiendo de la potencia de su circuito. Una de sus ventajas es que estéticamente son muy aceptables, permiten corregir las alteraciones visuales y las pérdidas auditivas simultáneamente. Por el contrario, no suelen ser muy confortables para personas que usan anteojos solo para lectura, a menos que ocupen lentes multifocales. ADAPTACIONES ESTÁNDAR 12 C) AUDÍFONOS RETROAURICULARES (BEHIND THE EAR) Los audífonos retroauriculares (en adelante, BTE) se encuentran en una pequeña caja curva que se ajusta perfectamente detrás o sobre el pabellón auricular. Se fabrica un molde personalizado para la forma exacta del CAE del usuario. Este se inserta en la parte externa del oído y en el canal auditivo, donde se une al audífono mediante un tubo transparente y corto, que se utiliza para dirigir el sonido hacia el oído6, 11, 15. Los audífonos con adaptaciones cerradas tienen un molde de oído personalizado, que está hecho con la forma exacta del pabellón auricular y el CAE, abarcando un amplio rango de hipoacusias. En algunos casos, los audífonos BTE se pueden configurar con adaptacionesabiertas, usando un molde dentro del CAE, permitiendo el paso del sonido a través de dicho molde. Son adecuados para personas que todavía tienen una audición conservada para las frecuencias graves, pero con una caída en los tonos agudos. Esto ayuda también a reducir la sensación de plenitud, o de “oído tapado”, que se produce al perder la resonancia natural del CAE cuando se obstruye con un molde auditivo sin ventilación. Esta sensación se conoce como “efecto de oclusión”. Pueden ser más fáciles de insertar que un molde personalizado para aquellos con poca destreza16. Otra prestación del BTE es la entrada FM que permite acoplar un sistema de frecuencia modulada para transmitir la señal de habla directamente al oído y así disminuir la influencia del ruido, distancia y/o reverberación del entorno. Este se puede utilizar de forma rutinaria u opcional, y generalmente ocupa pilas 13 o 675, dependiendo de la potencia de su circuito (figura 1). Los audífonos BTE son de tipo estándar y son adecuados para un gran número de usuarios, ya que se adaptan a una amplia gama de pérdidas auditivas y pueden ser utilizados por personas de todas las edades, incluidos bebés y niños. Una de las ventajas de estos dispositivos es que son fáciles de usar y presentan mayor durabilidad debido a que se apoyan detrás de la oreja, siendo menos probable que se dañen en comparación con otro tipo de audífonos. Sin embargo, una de sus desventajas es la poca discreción de su modelo, junto con que un molde auditivo mal ajustado puede causar retroalimentación acústica. Figura 1. Audífono BTE (Behind The Ear). Gentileza Widex. 13 Los audífonos BiCROS funcionan de manera similar; sin embargo, son recomendables para personas que presentan una pérdida auditiva profunda en un oído y que también tienen algún grado de hipoacusia en el otro, siendo este su mejor oído. Estos audífonos amplifican los sonidos que provienen de ambos lados, pero alimentan el sonido combinado al oído que tiene mejor audición. Por lo general, son de tipo BTE; no obstante, existen modelos a medida que se ubican dentro del CAE14. De esta manera, los audífonos CROS y BiCROS se recomiendan en personas que presentan una pérdida auditiva profunda en uno de sus oídos, donde la preferencia entre ambos dependerá de si en su mejor oído existe algún grado de pérdida auditiva o no4. D) AUDÍFONOS CROS Y BICROS Este tipo de dispositivo consiste en generar un enrutamiento de la señal auditiva contralateral, donde la información captada por el oído con mayor pérdida auditiva es procesada por el mejor oído. Los audífonos CROS (figura 2) están destinados a personas con pérdidas auditivas profundas unilaterales y audición normal en el otro oído. Estos dispositivos captan el sonido proveniente del oído con pérdida auditiva a través de un micrófono y lo transmiten directamente al oído sano a través de un cable o en forma inalámbrica, lo que asegura que el usuario logre percibir los sonidos provenientes de su oído con pérdida auditiva, eliminando el efecto sombra. Este se produce cuando el sonido captado por el oído con pérdida auditiva se atenúa debido a que la cabeza se encuentra entre la fuente sonora y el oído que escucha, generando una obstrucción al paso del sonido. Este afecta prioritariamente las frecuencias agudas (4 KHz) en aproximadamente 15 dB3, 13. Figura 2. Audífono CROS. Gentileza Widex. 14 E) AUDÍFONOS UBICADOS EN EL OÍDO (IN THE EAR) Los audífonos ubicados en el oído (en adelante, ITE) son dispositivos hechos a la medida, cubren la mayor parte de la concha del pabellón auricular y son adecuados para pérdidas auditivas de moderadas a severas. Su tamaño permite adicionar prestaciones que facilitan el control de los audífonos, como el ajuste de volumen, interruptor de cambio de programa o memoria, y micrófonos direccionales con dos puertos12. Aunque son claramente visibles, el tamaño los hace bastante discretos. El parlante se encuentra ubicado en el CAE, cerca del tímpano, lo que genera una mayor calidad del sonido y confort3. No obstante, su pequeño tamaño puede dificultar su manejo, especialmente para aquellos con poca destreza manual (por ejemplo, aquellas personas con artritis reumatoide). Un audífono mal ajustado puede generar retroalimentación acústica, puesto que su circuito es bastante más potente que los audífonos ubicados en el canal (ITC) o completamente dentro del canal (CIC). Estos pueden ser propensos a daños por cerumen y pueden requerir más reparaciones o servicios que los BTE15. Actualmente existen dos modelos en el mercado: full concha, shell o contorno, y semiconcha, half shell o semicontorno. 15 G) AUDÍFONOS COMPLETAMENTE EN EL CANAL (COMPLETELY IN THE CANAL) Al igual que los audífonos ITC, los dispositivos utilizados completamente en el canal (en adelante, CIC) también están diseñados a medida, adaptándose a la forma del oído del usuario. Estos se ajustan mucho más profundamente en el canal auditivo, lo que los convierte en el tipo de audífonos menos visible, además de mejorar la calidad del sonido5. Los audífonos de tamaño pequeño pueden ser difíciles de manejar, especialmente por personas con poca destreza manual, y solo son adecuados para usuarios con un CAE lo suficientemente amplio como para acomodarlos. Requiere el uso de baterías muy pequeñas (pilas 10), las que deben reemplazarse con mayor frecuencia. Su posición dentro del canal auditivo hace que esté expuesto a la humedad y al cerumen del oído; como resultado, es común que este tipo de audífono necesite repararse con mayor frecuencia17. F) AUDÍFONOS INTRACANAL (IN THE CANAL) Los audífonos intracanal (en adelante, ITC) se ajustan bien al canal auditivo del usuario. Por lo general, son menos visibles que los audífonos estándar, los que se pueden ver con bastante claridad en la parte externa del oído. Sin embargo, debido a que son de menor tamaño, suelen ser menos potentes y, por lo tanto, solo pueden ser utilizados por personas que tienen una pérdida auditiva de leve a moderada12, 5, además, pueden ser de difícil manejo, especialmente para usuarios con poca destreza manual. Un ITC mal ajustado puede generar retroalimentación acústica. Estos audífonos pueden ser propensos a daños por obstrucción con cerumen y pueden requerir más reparaciones y servicio. Actualmente existen dos modelos en el mercado: canal y minicanal o semicanal. Los CIC son adecuados solo para personas con pérdida auditiva leve a moderada, y actualmente existen dos modelos en el mercado: CIC e IIC, invisible en el canal (figura 3). Figura 3. Audífonos ITE (In The Ear), ITC (In The Canal) y CIC (Completly In the Canal). Gentileza Widex. 16 El concepto de adaptación instantánea apareció hace poco más de una década, de manera que los audífonos prescindieron, en alguna medida, de la toma de impresión para la confección de moldes7. Esto quiere decir que el usuario puede realizarse una prueba de audífonos en su primera sesión y concluir la misma con el uso de su nuevo dispositivo. Las empresas incorporaron software con niveles de aclimatación, lo que permite entregar la ganancia necesaria requerida por el método prescriptivo en forma gradual, siendo esta ganancia menor en la primera sesión de adaptación2, lo que favorece una mejor adherencia al dispositivo. Ahora bien, con respecto a los dispositivos de adaptación instantánea, es posible encontrar en el mercado los siguientes: ADAPTACIONES INSTANTÁNEAS 17 Asimismo, como consecuencia de esta tecnología, los audífonos permitieron reducir el tamaño del cuerpo del BTE, siendo ahora mini BTE. Generalmente ocupan pilas 13, 312 o 10, dependiendo de la potencia de su circuito, y son especialmente indicados para personas con pérdidas auditivas que presentan las frecuencias graves conservadas. Al adaptarse como abiertos, permiten disminuir elefecto de oclusión, la sensación de oído tapado y la de escuchar su propia voz más fuerte en el oído con pérdida auditiva o “autofonía”13. Además, el rango de adaptación del audífono se puede aumentar cambiando la configuración de la oliva, o confeccionando una punta personalizada, y cuando se encuentran bien adaptados, no generan retroalimentación. Estéticamente son bien aceptados debido a que el cuerpo del audífono es pequeño. No obstante, personas mayores pueden tener dificultad para manipularlos15, y debido a la comodidad que proporcionan, en ocasiones, pueden salir del CAE sin que los usuarios lo noten. A) AUDÍFONOS DE ADAPTACIÓN ABIERTA (TECNOLOGÍA OPEN FIT) Este nuevo concepto derivó como una variación de los audífonos BTE estándar, donde se mantuvieron el circuito, los micrófonos y el parlante en el cuerpo del audífono y se sustituyó el tubo clásico que unía al molde por uno más delgado llamado “Slim Tube” o “Elan Open”; junto a esto, se mejoró el procesamiento de los canceladores de feedback y se incorporó el uso de olivas, domos o tips (material blando de silicona hipoalergénica muy moldeable) en vez de la utilización del molde (figura 4). Estas olivas pueden generar adaptaciones abiertas o cerradas, dependiendo de que tengan o no apertura hacia el exterior y, por supuesto, del grado de pérdida auditiva del usuario6, 8. Figura 4. Audífono de adaptación abierta con domo. Gentileza Widex. 18 B) AUDÍFONOS CON EL RECEPTOR EN EL CANAL (RECEIVER IN THE CANAL) Un importante avance en el diseño de los audífonos fue la incorporación de la tecnología que puso el receptor dentro del CAE (en adelante, RIC), manteniendo el cuerpo con sus micrófonos detrás del pabellón auricular (figura 5). A diferencia de la tecnología Open Fit, el tubo fino contiene un delgado cable que comunica el cuerpo del audífono con el parlante que se introduce en el CAE. Las adaptaciones pueden realizarse como abiertas o cerradas, lo que permite confeccionar puntas personalizadas, y en sus extremos generalmente utilizan olivas. Originalmente, a esta tecnología se le denominó Totally Open Canal (TOC), para luego cambiar su nombre a tecnología RIC, o tecnología Receiver In The Ear (RITE)6. Diferentes fabricantes usan sus propios términos (RIC o RITE) para describir los audífonos de este tipo, pero todos son esencialmente similares. Algunos hacen diferencia entre RIC y RITE, dependiendo de la potencia del parlante; así, los parlantes más potentes, por su mayor tamaño, deben ubicarse en la concha (RITE) cuando se confecciona una punta personalizada6, 13. Figura 5. Audífonos RIC (Receiver In the Canal). Gentileza Widex. 19 generar feedback, al igual que todos los audífonos que sitúan el parlante dentro del CAE. Asimismo, el receptor puede verse afectado por obstrucción de cerumen; no obstante, estos audífonos cuentan con mecanismos en los parlantes para evitar que el cerumen obstruya y los dañe (dispositivos anti wax). C) AUDÍFONOS MARIC® Estos audífonos cuentan con una tecnología que sitúa el micrófono y el parlante en el interior del CAE, mientras el cuerpo contiene el procesador y circuito que se ubica detrás de la oreja, como un audífono BTE. Puede adaptarse en forma abierta o cerrada, dependiendo del domo que se utilice, e incluso pueden incorporar puntas personalizadas. Debido a la poca distancia entre el micrófono y el parlante, es muy susceptible a feedback, de modo que su rango de adaptación es reducido, por lo que se puede indicar como máximo a personas que presenten pérdidas auditivas moderadas a severas. Al encontrarse el parlante en el extremo del cable y dentro del canal auditivo (en un módulo), permite que el cuerpo del audífono sea más pequeño (mini RIC). Existen diferentes módulos (cable y parlante/micrófono) de RIC disponibles según el grado de pérdida auditiva. En el caso de personas con pérdidas auditivas severas, se utilizan junto con un molde de oído personalizado, en el cual el parlante se ubica dentro de la concha, en el molde del módulo RIC, lo que permite una mayor potencia del audífono. Al igual que los audífonos Open Fit, las olivas, o domos, suelen ser más fáciles de insertar que un molde personalizado para aquellos usuarios con menor destreza. Una de las ventajas de estos dispositivos es que, cuando se utiliza un domo abierto, disminuye en mayor medida el efecto de oclusión y el feedback. Además, cuando el receptor se ocluye por cerumen, o tiene alguna falla, cambiar el módulo RIC es muy sencillo13. Sin embargo, cuando la colocación del receptor en el CAE no es adecuada, podrá 20 D) AUDÍFONOS CIC DE ADAPTACIÓN INSTANTÁNEA Son audífonos de tamaño muy reducido, que se adaptan al CAE mediante una suave vaina de silicona, la que permite, dependiendo del tamaño, adaptarse a diferentes diámetros de este (figura 6). Se puede realizar una adaptación de tipo abierta o cerrada, dependiendo de la vaina de silicona. Este audífono es extremadamente discreto y pasa inadvertido, permitiendo una buena adaptación en personas jóvenes, para quienes la estética es primordial. En general, presenta una muy buena adaptación en personas con pérdidas auditivas congénitas, con una configuración de su curva auditiva en batea2. Sin embargo, es un audífono que presenta un reducido rango de adaptación, y en ocasiones, los usuarios no se acostumbran a utilizarlo durante largos períodos de tiempo15, ya que no está hecho a la medida del CAE, siendo necesario un diámetro adecuado del mismo que permita la colocación de la vaina. Su fabricante destaca la naturalidad del sonido, ya que la ubicación del micrófono asemeja la captación fisiológica del medio ambiente, utilizando la resonancia del pabellón auricular y del CAE. Esto permite que se mejore la direccionalidad del sonido y que se elimine el ruido del viento1. También se menciona que, cuando el micrófono omnidireccional se desplaza desde la parte superior del pabellón auricular (como en el caso del BTE) a algún lugar dentro del CAE (como en ITE), se produce un aumento en las altas frecuencias, ya que la aurícula actúa como un preamplificador acústico natural, con beneficios potenciales en la direccionalidad y en la localización del sonido. A diferencia de un audífono RIC tradicional, el micrófono y el receptor diseñado dentro del canal (MaRiC®) aprovechan al máximo la alta capacidad de enfoque de frecuencia del pabellón auricular1. Estos dispositivos son estéticamente muy aceptados, ya que al igual que la tecnología RIC, incorporan un delgado cable dentro de un tubo. Poseen un sistema de cambio de memorias asociado a un pequeño golpe en la oreja (AirTap®), ya que en el cuerpo del audífono no hay ningún control. Ante la falla del auricular, el cambio del módulo MaRiC® es muy sencillo de realizar y, para evitar la obstrucción por cerumen, incorpora en sus domos puntas que dificultan el paso de la cera1. Sin embargo, pese al avanzado sistema de cancelador de feedback, en ocasiones se produce retroalimentación, por lo que la colocación adecuada del receptor en el CAE es muy importante. Figura 6. Audífonos CIC de adaptación abierta. Gentileza Widex. 21 CONCLUSIÓN En la actualidad, los audífonos de conducción aérea son los más utilizados, ya que se pueden adaptar en la mayoría de las pérdidas auditivas. Dentro de estos, los retroauriculares son también muy populares; en especial, los que consideran tecnología Open Fit y los que utilizan el parlante dentro del oído (RIC). Las variadas formas, tamaños y diseños determinan diferentes rendimientos, incidiendo directamente en los rangos de adaptación y haciendo necesaria una buena formación profesional del audiólogo. Así, para la elección adecuada del audífono, no solo basta la prescripción del médico —con los antecedentes que proporciona—, sino que se deben tener en cuenta muchas variables, conun gran número de posibilidades de adaptación. Es en ese instante donde se deben conjugar la tecnología del circuito del audífono con las características acústicas de la adaptación, junto con las necesidades auditivas y personales de cada usuario10. 22 1. Anderson MA B, V. D. High Frequencies and Microphone Placement Lead to a New Type of RIC Hearing Aid. The Hearing Review. 2011; 18(4):22-26. 2. Arthur Schaub, DP. Digital Hearing Aids. New York. Stuttgart: Thieme; 2008. 3. Christensen, LR. Update on bone-anchored hearing aids in pediatric patients with profound unilateral sensorineural hearing loss. Archives of Otolaryngology Head and Neck Surgery 2010; 136, 175-177. 4. Galstert, JA. Benefits of Deep-canal Hearing Aid Fittings. Starkey Laboratories, Inc., Technology Paper. 2011; 1 - 5. 5. Gus Mueller PR. Better Hearing Institute. Alexandria, Virginia. 2005; 4 - 10. 6. Harvey Dillon P. Hearing Aids. New York: Thieme; 2012. 7. Katz, JCM. Handbook of Clinical Audiology. Philadelphia, PA 19103 USA: Wolters Kluwer Health; 2015. 8. Martin FN & Clark JG. Introduction to Audiology. Saddle River, New Jersey: Pearson; 2012. Paul PV & Whitelaw GM. Hearing and Deafness. Sudbury, Massachusetts: Jones and Batlett Publishers; 2011. 9. Probst R, Grevers G. Basic Otorhinolaryngology - A Step-By-Step Learning Guide. Thieme; 2006. 10. Rodríguez MR. Manual de Audioprotesismo. Guadalajara, Jalisco, México: Blauton México, S.A. de C.V; 2006. 11. Sandlin RE. Hearing Instrument Science & Fitting Practices. Livonia, Michigan.: National Institute for Hearing Instruments Studies; 1996. 12. Sandlin RE. Hearing Aid Amplification. San Diego, CA: Singular, Thomson Learning; 2000. 13. Stach BA. Clinical Audiology - An Introduction. Detroit, Michigan: DELMAR Cengage Learning; 2010. 14. Taylor B & Mueller HG. Fitting and Dispensing Hearing Aids. San Diego, CA: Plural Publishing Inc; 2011. 15. Valente M. Hearing Aids: Standards, Options And Limitations. New York, NY: Thieme; 2002. 16. Valente M. Strategies for Selecting and Verifying Hearing Aid Fittings. New York, NY: Thieme; 2002. REFERENCIAS V. VERIFICACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO DE AUDÍFONOS FLGO. MG. RODRIGO TRONCOSO1, FLGO. MG. ÁLEX MOREIRA2 1 CARRERA DE FONOAUDIOLOGÍA, DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA SALUD, FACULTAD DE MEDICINA, PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE, SANTIAGO, CHILE. 2 CENTRO DE ORIENTACIÓN AUDITIVA, CORAHEARINGS, SANTIAGO, CHILE. 24 Actualmente, una de las medidas terapéuticas más utilizadas para las personas con hipoacusia es el uso de audífonos, especialmente en las de origen sensorioneural. Sin embargo, existen diversas interrogantes en torno a si esta ayuda auditiva realmente está siendo un beneficio para el usuario. ¿El audífono amplifica el sonido de forma adecuada y suficiente facilitando la comprensión auditiva? ¿Los parámetros de amplificación se adecuan a las verdaderas necesidades auditivas del usuario? Y lo más importante, ¿El usuario se encuentra realmente satisfecho con su ayuda auditiva? En este capítulo se abordarán los métodos más utilizados y que intentan responder a estas preguntas. RESUMEN 25 La adaptación auditiva es solo la primera etapa del largo proceso de rehabilitación de la persona con hipoacusia. En este contexto, es fundamental contar con una constante medición del rendimiento de los aparatos auditivos. Estas evaluaciones pueden realizarse de forma subjetiva, a través de métodos relativamente sencillos, como las pruebas de logoaudiometría a campo libre y la medición de ganancia funcional. No obstante, paulatinamente estos métodos se han ido desplazando por mediciones objetivas a través del uso del analizador de audífonos, en sus dos variantes: comprobaciones con la prueba de caja y mediciones en el oído real. Esta última corresponde a la forma actualmente más objetiva para verificar el rendimiento de un audífono. Sin embargo, siempre hay que considerar la información que entrega el propio usuario, ya que es sumamente valiosa; obtenerla por medio de la entrevista constante y del uso de cuestionarios adaptados y validados es igual de importarte que los métodos técnicos. El análisis de toda la información recabada por estos distintos medios permitirá que el audiólogo pueda hacer las modificaciones necesarias para que el usuario de una ayuda auditiva pueda tener una mejor experiencia con esta. INTRODUCCIÓN El uso de audífonos es una de las principales formas de intervención que permite compensar, en la medida de lo posible, las pérdidas auditivas que padecen adultos y niños. Durante el proceso de adaptación y en las posteriores calibraciones, los audífonos deben ser evaluados rigurosamente para identificar posibles fallas técnicas, o bien la necesidad de un ajuste en los parámetros de amplificación. En el proceso de adaptación auditiva existen cinco fases importantes: evaluación, selección, verificación, información e instrucción del uso de audífonos y evaluaciones externas1. Estas fases suelen ejecutarse en un proceso más general, el que incluye la adaptación inicial, realización de ajustes finos, evaluaciones subjetivas y objetivas y, finalmente, la validación. Luego de la evaluación, el proceso de adaptación inicial se encuentra centrado en el manejo del usuario, dependiendo de sus características auditivas. En esta etapa, a partir de las características del molde elegido por el especialista, se selecciona el tipo de audífono requerido para su pérdida auditiva. Actualmente, todos los audífonos tienen rangos de adaptación que permiten definir cuál es la prótesis auditiva más apropiada para cada usuario. Así, los audífonos 26 recomendados para pérdidas leves no pueden ser adaptados a usuarios con daños severos a profundos, y viceversa. Posterior a la adaptación inicial se debe realizar un proceso de ajuste fino. Esta actividad consta de la calibración de los parámetros del audífono, en la que se efectúa una revisión de los niveles de confortabilidad o audibilidad deseados por el usuario. Estas acciones se realizan por medio de un programa, o software, que es único para cada empresa fabricante, es decir, no se puede calibrar el dispositivo con el software de una marca distinta. Entre los ajustes que se suelen realizar en esta etapa, se pueden mencionar: • Calibración del audífono dependiendo de los requerimientos del usuario. • Uso de programas del audífono o control de volumen. • Manejo de la limpieza del molde y sus partes. • Selección del método prescriptivo que el usuario necesite, siendo los más utilizados: National Acoutics Laboratories (NAL) en su versión 1 o 2, Desire Sensation Level (DSL) en su versión 5. • Cambios en el modo del micrófono. • Aumento o disminución de la compresión frecuencial o de intensidad. Una vez realizados los ajustes finos del audífono, es necesario verificar que este se encuentra funcionando de forma adecuada. Existen múltiples maneras de evaluar el buen funcionamiento de un audífono, y van desde procedimientos sencillos en los que no se requieren elementos sofisticados, hasta evaluaciones más complejas en las que sí es necesario utilizar equipamiento especial. A continuación, se analizarán las formas más comunes de probar técnicamente el funcionamiento y rendimiento de un audífono. 27 sonoridad global a un nivel no superior a la percibida por una persona con audición normal al escuchar el mismo sonido. El segundo es NAL-NL2, el cual se centra en dos premisas, hacer el habla inteligible y disminuir el ruido de alta intensidad3. El problema actual es que la mayoría de los modelos de prótesis auditiva tienen sus propios métodos prescriptivos, los cuales no pueden ser validados por métodos objetivos de verificación. Desde la década de 1990 y frente al cambio de tecnología no lineal, los audífonos digitales han creado barreras para el audiólogo, ya que los mismos propietarios de las marcas de audífonos podíancrear sus propias formas algorítmicas de amplificación, las que no pueden ser revisadas con valores estandarizados de amplificación4. Esto, en la actualidad, ocurre con frecuencia, ya que los software de audífonos vienen formulados para que el método prescriptivo ocupado sea el de la empresa fabricante y no el método clínico esperado. La verificación es un proceso que permite determinar si el audífono está generando la amplificación esperada o deseada, según la pérdida auditiva. Se realiza cuando el usuario ya está con uso superior a cuatro horas diarias y la amplificación ya fue definida con un método prescriptivo (DSL/NAL). El método DSL se ha estado desarrollando desde la década de 1980, y actualmente se encuentra en la quinta versión. Su objetivo principal es ajustarse a las diferentes necesidades de escucha de los niños y adultos, para proporcionar diferentes cantidades de ganancia auditiva. Los objetivos de esta versión incluyen evitar molestias de volumen, seleccionar una respuesta de frecuencia que cumpla con los requisitos de audibilidad y elegir características de compresión a partir de las necesidades del usuario2. El método NAL presenta actualmente dos versiones de importancia. El primero es NAL-NL1, que es definido como un procedimiento de ajuste que tiene como objetivo proporcionar la respuesta de ganancia de frecuencia que maximiza la inteligibilidad de la voz, manteniendo la VERIFICACIÓN DEL AUDÍFONO 28 Para cada condición se obtiene un porcentaje de reconocimiento, el que permitirá determinar el rendimiento preliminar de varias opciones de audífonos, además de observar si la lectura labiofacial (en adelante, LLF) es un apoyo relevante para el usuario a la hora del reconocimiento auditivo. A pesar de su sencillez, ya hacia la década de 1960, el reconocimiento de palabras era cuestionado como método para evaluar el rendimiento de los audífonos6-9. Aunque presenta desventajas —como variabilidad de las respuestas, baja fiabilidad y una gran cantidad de estímulos necesarios para obtener respuestas confiables10—, la logoaudiometría a campo libre ha sido utilizada desde hace décadas en nuestro país, conocida generalmente con el nombre de “prueba de audífonos”. El audiólogo realiza esta prueba con un set de audífonos preseleccionados para distintos grados de pérdidas auditivas. Estos dispositivos son proporcionados por una empresa que mantiene un convenio con el servicio de salud público o privado. A) LOGOAUDIOMETRÍA A CAMPO LIBRE En 1946, Carhart5 hizo una serie de sugerencias para la evaluación de las ayudas auditivas; entre ellas, realizar pruebas de reconocimiento a través de listas de palabras fonéticamente balanceadas en distintas condiciones. Desde entonces, los audiólogos han utilizado variaciones de estos métodos, que durante muchos años fueron la única herramienta disponible para obtener alguna información o pronosticar el rendimiento que tendría el uso de audífonos en un usuario. Generalmente, la logoaudiometría a campo libre (o logoaudiometría protésica) se realiza en la etapa de adaptación inicial, cuando se está seleccionando de manera preliminar el audífono más adecuado para el usuario. En esta prueba, se adapta al usuario un audífono con características de amplificación que se adecuarían a la pérdida auditiva. Posteriormente, se procede a realizar pruebas de reconocimiento verbal fuera de la cámara sonoamortiguada, para lo cual se ejecuta un dictado de 25 palabras, las que el usuario debe repetir. Las condiciones en las que se realiza la prueba son las siguientes: - Sin audífono y sin lectura labiofacial. - Sin audífono y con lectura labiofacial. - Con audífono y sin lectura labiofacial. - Con audífono y con lectura labiofacial. - Respuesta ante sonidos intensos con audífono. 1.1 MÉTODO SUBJETIVO Y LAS POSIBLES PRUEBAS PARA DETERMINAR UN CORRECTO FUNCIONAMIENTO 29 B) PRUEBA DE GANANCIA FUNCIONAL Este procedimiento se puede realizar en una etapa inicial de selección del audífono para la posterior adaptación de este; también puede ejecutarse después de la logoaudiometría de campo, o en sesiones de control, cuando el audífono ya se encuentra adaptado. La ganancia funcional se establece mediante el cálculo de la diferencia entre los umbrales de audición de un usuario con y sin audífonos11. La prueba consiste en realizarle al usuario una audiometría tonal a campo libre, primero sin y luego con el dispositivo. Se comparan los umbrales obtenidos y se analizan las diferencias entre ambas situaciones. Se puede calcular el promedio tonal puro para ambos casos y determinar así la ganancia funcional del audífono (ver Tabla 1). Para realizar la prueba se deben considerar las mismas recomendaciones que para cualquier evaluación a campo libre12, en este caso en particular: - Cerciorarse de que la ayuda auditiva del usuario esté funcionando correctamente. - Posicionar al usuario en el punto de referencia respecto de los parlantes (punto especificado durante la calibración del equipo de campo libre de la cámara sonoamortiguada). - Utilizar la simbología correspondiente. 30 TABLA 1 Simbología recomendada por la estandarización ISO 8253-213 para evaluaciones a campo libre utilizando aparatos auditivos: Condiciones de la prueba Símbolo Monoaural, oído izquierdo implementado. Monoaural, oído derecho implementado. Binaural, ambos oídos implementados. A pesar de esta recomendación, la notación más utilizada en nuestro país incluye el uso de una letra “A” mayúscula de color rojo o azul (en función de si el audífono está implementado en el oído derecho o izquierdo, respectivamente), y así indicar los umbrales auditivos obtenidos a campo libre. Aunque el cálculo de la ganancia funcional puede ser útil como un indicador de las respuestas al sonido con el uso del audífono, con la llegada de las mediciones en oído real, la valoración de los umbrales a campo libre con el uso de una ayuda auditiva es cuestionada14. Uno de los problemas que se ha descrito con esta técnica es que no permite una buena predicción de la ganancia para señales de habla cuando se utiliza un audífono con amplificación no lineal15, 16. Entre otras críticas para este método, se incluye la pobre confiabilidad test-retest y la poca información frecuencial que puede entregar (cinco a seis frecuencias como máximo)17. 31 usado como instrumento para evaluar el impacto del uso del audífono como medida de rehabilitación. • Satisfaction assessment with Abbreviated Profile of Hearing Aid Benefit19 (en adelante, APHAB): Es un instrumento desarrollado en los Estados Unidos y que se utiliza como parte del procedimiento de adaptación del audífono, para evaluar el beneficio que aporta el uso de dispositivos auditivos. El APHAB es un cuestionario de autoevaluación compuesto por 24 elementos, el que permite a los usuarios informar los problemas de comunicación que experimentan en entornos con ruido en varias situaciones de la vida cotidiana. La persona debe indicar con qué frecuencia las aseveraciones son correctas, y cada una de ellas recibe dos respuestas, una “sin audífono” y otra “con audífono”. A pesar de que este cuestionario ha sido ampliamente utilizado en distintas investigaciones, su aplicación clínica es limitada, debido a que se requieren 20 a 30 minutos, aproximadamente, para completar todas las preguntas. Por esa razón, posteriormente se creó un cuestionario abreviado, el cual está compuesto por cuatro subescalas: 1) Facilidad de comunicación (EC o Ease of Communication); 2) Reverberación (RV o Reverberation); 3) Ruido de fondo (BN o Background Noise), y 4) Ruidos molestos (AV o Aversiveness). Cada una de estas incluye seis preguntas, lo que disminuye considerablemente el tiempo de aplicación. C) CUESTIONARIOS DE VALIDACIÓN Las mediciones acústicas son solo unaparte de la valoración que se puede realizar de un audífono. La opinión del usuario es una parte fundamental a la hora de realizar modificaciones o evaluar el rendimiento e impacto que está teniendo el audífono en su vida diaria. Para estos fines, existen varios cuestionarios que permiten cuantificar el grado de adherencia y satisfacción que tiene el usuario con su ayuda auditiva. Entre los cuestionarios que se suelen utilizar, destacan: • Hearing Handicap Inventoy for the Eldery18 (en adelante, HHIE): El HHIE es un instrumento validado en el año 1982 y consta de 13 preguntas que evalúan el impacto emocional y social de la hipoacusia en las personas mayores. En 1990 se realizó la validación para una versión acortada, con el fin de facilitar su uso —Shortened Hearing Handicap Inventory for the Eldery (en adelante, HHIE-S)—, el cual presenta resultados comparables en sensibilidad y especificidad para detectar usuarios con hipoacusia. Originalmente, está compuesto por 13 preguntas que evalúan las consecuencias emocionales, y 12 preguntas que miden las consecuencias sociosituacionales de la hipoacusia. El usuario debe asignarle a cada pregunta un valor —entre 0 (nunca), 2 (a veces) y 4 (siempre)—, en el cual a mayor puntaje, mayor es el deterioro social y emocional provocado por la hipoacusia. A pesar de que está diseñado para ayudar a determinar la necesidad de utilizar una ayuda auditiva, también puede ser 32 las discapacidades auditivas en situaciones de comunicación real, con especial hincapié en la audición biaural. Está compuesto por 49 preguntas divididas en tres escalas: 1) Habla; 2) Audición espacial, y 3) Cualidades auditivas. Estas están distribuidas según la subescala pragmática que aborde cada pregunta. Actualmente, el cuestionario cuenta con una versión abreviada, la cual no mantiene todas las escalas del cuestionario original. A partir de esta última, se creó la versión denominada IROS12, la cual se encuentra validada en hablantes de español chileno23. International Outcome Inventory for Hearing Aids (en adelante, IOI-HA): Es un cuestionario desarrollado en un taller internacional sobre la medición de los resultados de la rehabilitación audiológica con el uso de audífonos (Measuring Outcomes in Audiological Rehabilitation Using Hearing Aids) celebrado en Eriksholm, Dinamarca21. El cuestionario IOI-HA cubre un rango de siete elementos centrales de resultados generales, los que pueden ser aplicados a muchas tecnologías de audífonos. El resultado es un perfil que detalla el tiempo medio de uso, la utilidad percibida de los audífonos en situaciones difíciles, beneficio general, restricciones residuales de participación, efecto continuado de la pérdida auditiva en las personas con las que se comunica el usuario, y el efecto del audífono en la habilidad del usuario de disfrutar la vida. Speech, Spatial and Qualities of Hearing Scale (en adelante, SSQ): Es una escala del habla, de audición espacial y de calidad auditiva. Este cuestionario evalúa la autopercepción de la experiencia auditiva y cuantifica • Los beneficios del uso del audífono se calculan al comparar las dificultades de los usuarios antes y después de su uso. • Client Oriented Scale of Improvement20 (en adelante, COSI): Es un instrumento desarrollado en Australia y consiste en un cuestionario abierto compuesto por dos secciones de evaluación de necesidades (Needs Assessment) y evaluación de resultados (Outcome Assessment). En la sección de evaluación de necesidades, los usuarios describen cinco situaciones específicas en las que desean mejorar su audición o comunicación. Después, dichos objetivos se clasifican según su importancia. Luego de un breve período de tiempo, el audiólogo podrá seguir el progreso del usuario en el logro de sus objetivos con la utilización del audífono. El uso del COSI puede programarse después de algunas semanas luego de la adaptación del audífono, o en períodos de tiempo más largos. 33 Para la medición del audífono mediante el test de caja, se debe posicionar el dispositivo en un compartimento especial, ubicado en el propio analizador. En esta prueba, generalmente, se realizan tres mediciones de importancia. La primera medición es el Poder de Salida Máxima (en adelante, MPO), que corresponde a la salida máxima que un audífono puede entregar, configurado en modo test. Este dato se obtiene al ejecutar la prueba conocida como OSPL90. Esta medición es importante debido a que el audiólogo necesita saber si el audífono tiene suficiente potencia para cubrir la pérdida auditiva y para cerciorarse de que no excede el umbral de disconformidad del usuario. La segunda medición es la de ganancia del audífono, que indica la potencia que entrega el audífono en función de la frecuencia del sonido de entrada. La señal de entrada suele ser de 50 o 60 dB SPL. La tercera medición es la de distorsión o distorsión armónica, que corresponde a la habilidad que tiene el audífono, cuando este se encuentra encendido, de amplificar sin perturbar la calidad del sonido. Esta medición se observa mediante gráficos o curvas de porcentaje; comúnmente, una distorsión bajo el 3% es aceptada y un porcentaje mayor al 10% indicaría alguna falla mayor en el audífono. Por su parte, las mediciones de oído real (en adelante, REM) tienen como propósito proveer información acerca de la amplificación que entrega el audífono directamente Uno de los métodos objetivos más utilizados es la Prueba con Analizador de Audífonos. El analizador de audífonos es un aparato electroacústico que permite obtener una serie de datos técnicos sobre el audífono y determinar su correcto funcionamiento y comportamiento de amplificación. Para realizar estas mediciones, el audífono se puede situar dentro del analizador en un compartimento especial, o bien se efectúan mediciones con el audífono posicionado directamente en el oído del usuario. El equipo entrega distintas señales de entrada, las que el audífono procesará para entregar una señal de salida. El analizador compara ambas señales y comprueba el correcto desempeño de la ayuda auditiva. Un analizador de audífonos actualmente: • Realizar verificación de forma bilateral (solo algunos modelos de analizadores). • Evaluar cualquier tipo o modo de audífono. • Evaluar los sistemas de frecuencia modulada (en adelante, FM). • Evaluar algunas características del audífono, como la transposición de frecuencias. • Obtener información de cualquier marca de audífonos, aunque no tenga el software de adaptación. En general, con un analizador de audífonos se pueden realizar dos evaluaciones principales: test de caja y mediciones en oído real. 1.2. MÉTODO OBJETIVO Y PRUEBAS PARA DETERMINAR UN CORRECTO FUNCIONAMIENTO 34 el CAE a no menos de 5 mm del tímpano, y 3) La medición debe ser realizada en un ambiente tranquilo, ubicando al usuario en una posición determinada y sin mover la cabeza. Con la medición REAR también es posible obtener otros datos importantes, tales como la ganancia de inserción (en adelante, REIG) y Speechmap. La primera es una medición que utiliza tonos puros o ruido rosa, permitiendo observar la curva de amplificación en términos de ganancia del audífono. En otras palabras, la REIG corresponde a la cantidad de ganancia que entrega el audífono por sí solo, sin considerar la ganancia entregada por el propio CAE. El Speechmap es una medición igual a la anterior, pero que utiliza sonidos más complejos, principalmente el habla. En ambas mediciones se pueden utilizar distintas intensidades en los sonidos de entrada, y así obtener la curva MPO y relacionarla con los umbrales de disconformidad del usuario. • Diferencia de oído real y acoplador (en adelante, RECD): Corresponde a la medición de resonancia del conducto de forma ocluida,la que se realiza con la comparación en un acoplador de 2 cm3. • Respuesta en oído real amplificado (en adelante, REAR): Consiste en enviar un estímulo a campo libre y se mide en dB el sonido que llega al CAE del usuario, esta vez usando audífono y molde. La REAR es una de las mediciones más utilizadas. Esta permite evaluar el audífono en el oído del usuario y ver cómo se comporta frente a un estímulo externo. Para esta medición es importante saber cuál es el método prescriptivo que utiliza el audífono, ya que esto determinará la ganancia y forma de amplificación del sonido4. Los datos obtenidos de la medición REAR se analizan en un SPLogram, es decir, un gráfico que en el eje vertical presenta datos en decibeles SPL y en el horizontal, la frecuencia del sonido de entrada. De esta manera, es posible observar el comportamiento del audífono en los parámetros de audibilidad y confort. Asimismo, al observar su curva de amplificación, permite analizar la salida de la ayuda auditiva, facilitando la comparación de los umbrales auditivos del usuario. Para llevar a cabo una medición REAR, se deben cuidar tres aspectos: 1) El usuario debe estar con la prótesis auditiva encendida; 2) La sonda microfónica debe estar colocada en en el oído del usuario, por lo que no es una medida de la percepción subjetiva del sonido en el sujeto, sino de una respuesta objetiva de la amplificación en el oído. De esta manera, el audiólogo dispone de un criterio fiable y válido para la valoración del funcionamiento de un audífono10. Esta medición es fundamental para construir una apropiada adaptación de la ayuda auditiva del usuario. Para realizar las REM, se requiere del audífono (en el oído del usuario) y de una sonda microfónica al interior del CAE, ya que así el sonido amplificado por el audífono es captado directamente desde el CAE del usuario, obteniendo una medición mucho más precisa y fidedigna sobre el comportamiento de la ayuda auditiva. Algunas de las REM que se pueden ejecutar de acuerdo con la norma ANSI S3.46-199722 son: • Medición de oído real no amplificado (en adelante, REUG): Corresponde a la medición de la resonancia del conducto, pero sin ocluirlo. • Respuesta en oído real no amplificado (en adelante, REUR): Consiste en enviar un estímulo a campo libre y se mide en dB el sonido que llega al CAE del usuario sin el uso de audífonos. • Ganancia en oído real amplificado (en adelante, REAG): Corresponde a la medición de la cantidad de decibeles que el audífono adicionó al sonido enviado a campo libre (es decir, REAR-REUR). 35 CONCLUSIÓN La verificación del funcionamiento de un audífono es uno de los procesos fundamentales para poder adaptar adecuadamente la ayuda auditiva a las necesidades del usuario. Desde hace muchos años que en la clínica chilena se han utilizado métodos sencillos pero confiables para la verificación, tales como la logoaudiometría protésica y la ganancia funcional. Cuando se utiliza el analizador de audífonos, se realiza la prueba de caja y más recientemente, las mediciones en oído real se logra llevar a cabo un análisis del funcionamiento del audífono de manera mucho más objetiva. Paulatinamente, estas evaluaciones han ido ganando terreno en nuestro país y es de esperar que prontamente se vayan posicionando como el estándar para la verificación del funcionamiento de las ayudas auditivas, sin olvidar la valiosa información que nos entrega el propio usuario a través de una entrevista o cuestionarios especialmente diseñados para aquello. Evidentemente, contar con los profesionales capacitados para realizar estas tareas es perentorio. Este conjunto de elementos permitirá que se pueda mejorar sustantivamente la calidad de los servicios entregados al usuario de audífonos, lo que puede repercutir positivamente en la adherencia para su uso y, en consecuencia, en su calidad de vida. 36 1. Seewald R, Tharpe AM. Comprehensive Handbook of Pediatric Audiology. Ed, Plural Publishing, current Aprproaches to the fitting of amplification to infants and young children, cap. 25; 2011. 2. Scollie S, Seewald R, Cornelisse L, Moodie S, Baggato M, Laurnagaray D, Beaulac S, Pumford J. The desired sensation level multistage input/output algorithm. 2005. Trends amplification, 9(4): 159-97. 3. Keidser G, Dillon H, Falx M, Ching T. Brewer S. The NAL-Nl2 prescription procedure. Audiology research, 2011. 1:e24:88- 90. 4. Byrne D. Hearing aid selection for the 1990: where to? 1996 J A Acad. Audiology. Derc 7(6) 377-95. 5. Carhart, R. Tests for selection of hearing aids. Laryngoscope, 56, 1946, 780-794. 6. Shore I, Bilger RC & Hirsh IJ. Hearing Aid Evaluation: Reliability of Repeated Measurements. Journal of Speech and Hearing Disorders, 1960, 25(2), 152. 7. Resnik D, Becker M. Hearing aid evaluation-A new approach. Asha, 5, 695-699; 1963. 8. Jerger J. Behavioral correlates of hearing-aid performance. Bull. 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ADHERENCIA AL USO Y ABANDONO DEL AUDÍFONO EN PERSONAS MAYORES HIPOACÚSICAS: EVIDENCIA INTERNACIONAL Y NACIONAL EDUARDO FUENTES LÓPEZ1 1 CARRERA DE FONOAUDIOLOGÍA, DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA SALUD, FACULTAD DE MEDICINA, PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE, SANTIAGO, CHILE. 39 RESUMENEl presente capítulo tiene por objetivo revisar la evidencia disponible acerca de las variables asociadas a la adherencia al uso y abandono del audífono, tanto a nivel nacional como internacional. Debido a que la pérdida auditiva tiene una alta prevalencia en el grupo de personas mayores, la revisión de variables asociadas se concentrará en el grupo etario que tiene hipoacusia relacionada con el envejecimiento. Por otra parte, algunos países de Sudamérica cuentan con políticas públicas de suministro de audífonos en personas mayores, por lo que resultó pertinente describir el algoritmo de estas, tomando como ejemplo el caso de Chile. Tanto Sudamérica como Chile cuentan con características particulares a nivel de indicadores sociodemográficos que imposibilitan la aplicación directa de los resultados de estudios internacionales, los cuales se describen a continuación. 40 Las dificultades evidenciadas durante la conversación, localización y participación en actividades sociales, son proporcionales al grado de discapacidad4. Las dificultades comunicativas pueden afectar la calidad de vida, estatus cognitivo y emocional5, 10. A su vez, se han reportado alteraciones psicosociales, como depresión y aislamiento11, 13. La hipoacusia generaría restricción de actividades sociales, con la consiguiente pérdida de satisfacción en el cumplimiento de roles, ocasionando problemas para mantener redes sociales11, 14. A nivel global, la prevalencia de hipoacusia difiere entre países de altos ingresos y los de bajos y medianos ingresos14. En los primeros, se estima que afecta a alrededor de 18,5 millones de personas sobre 60 años, mientras que en países de bajos y medianos ingresos alcanzaría a 43,9 millones14. Las personas mayores constituirían una gran proporción en países con altos ingresos, pero tienen niveles bajos de discapacidad, respecto de aquellos que viven en países de bajos y medianos ingresos14. Dado el proceso de envejecimiento poblacional y transición epidemiológica asociado, se espera que la hipoacusia sea un problema creciente, afectando especialmente a los países en vías de desarrollo, como es el caso de los que conforman Latinoamérica. Los cambios demográficos —el envejecimiento poblacional, por ejemplo— condicionan nuevas formas de organización dentro de la sociedad, planteando con esto desafíos en la formulación de políticas públicas1. El proceso de envejecimiento poblacional en Latinoamérica ha mostrado gran rapidez y magnitud en comparación con otras regiones1. Paralelamente a los cambios demográficos, o “transición demográfica” que llevó al envejecimiento de la población, se observó una modificación del patrón de las enfermedades que la afectan2. Se acuñó el término “transición epidemiológica” para referirse a los cambios desde el predominio de enfermedades infecciosas, agudas y parasitarias, a las crónicas y degenerativas, propias de la vejez3. Dentro de las enfermedades crónicas se encuentra la hipoacusia relacionada al envejecimiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las causas más comunes de discapacidad a nivel mundial son la hipoacusia en el adulto y los problemas visuales4. Se considera que la hipoacusia es incapacitante cuando supera 40 dB en el mejor oído4. En general, se utiliza el término “presbiacusia” para referirse a la hipoacusia relacionada con el envejecimiento5. Este trastorno se caracteriza por la reducción en la capacidad para oír y comprender el habla en ambientes ruidosos, lentitud del procesamiento de información acústica, y alteración para localizar sonidos5. INTRODUCCIÓN 41 Los HA representan la estrategia más común utilizada para rehabilitar la hipoacusia relacionada con el envejecimiento. Diversos países sudamericanos han implementado políticas públicas de entrega de audífonos a personas mayores con hipoacusia; tal es el caso de Brasil16, Colombia17 y Chile18. En este último país, el establecimiento de las Garantías Explícitas de Salud (en adelante, GES), que apunta al logro de cobertura universal,19, 20 incorporó desde 2007 la provisión de audífonos para el tratamiento de la hipoacusia bilateral en personas mayores de 65 años19. Se establece que cuando se sospecha de hipoacusia, el usuario debe ser derivado a una evaluación, garantizando la obtención del audífono una vez que se constata que este se podría beneficiar con su uso18. Dentro de las recomendaciones, se encuentra el control en el primer y quinto año18. El usuario puede acceder a un segundo audífono si luego de un año de uso mostró ser adherente. La entrega del HA se realiza a través de licitaciones a empresas privadas. En la guía clínica ministerial se indica que serían dichas empresas las que deben realizar la adaptación del audífono mediante tres controles (a los 15 días desde la entrega, luego al mes y, posteriormente, a los tres meses). Los controles no se encuentran dentro de las prestaciones garantizadas en la política pública, la asistencia a estos no es fiscalizada por parte de organismos estatales, y los usuarios no le estarían otorgando importancia. Lo anterior permite entender un estudio que reportó que un 30,1% asistió a ninguno, o como máximo, a un solo control21. En el sistema público de salud (Fonasa) existe un registro con las cifras de audífonos entregados por servicio, según sexo y tramo de Fonasa (entre A y D). Dichos indicadores no permiten evaluar el impacto de la política pública, es decir, el nivel de adherencia que tiene la persona al usar el audífono. Hasta el 2014, según cifras de Fonasa, se han entregado 215.930 audífonos en el país (costo aproximado unitario de $100.000), y como se señaló —dado los cambios demográficos—, las cifras irán en aumento. En Estados Unidos, por ejemplo, para el año 2019 se observó un aumento cercano al 5% en la venta de audífonos en comparación al 2018, lo que significa la comercialización de 4,2 millones de dispositivos22. POLÍTICAS PÚBLICAS DE ENTREGA DE AUDÍFONOS PARA PERSONAS MAYORES CON HIPOACUSIA EN AMÉRICA 42 Al considerar el proceso, se observó que una variable que influye en alguna de las etapas puede no afectar a las que siguen. Por ejemplo, la motivación de otras personas puede influir positivamente sobre la búsqueda de ayuda, pero la satisfacción con el dispositivo está relacionada con la motivación propia26. Si el usuario no consulta por iniciativa propia al especialista en búsqueda de solución al problema, esto no asegurará que al final del proceso se sienta satisfecho con su audífono26. En el proceso de adaptación del audífono, el equipo profesional realiza diversas acciones, las que contemplan la pesquisa temprana, caracterización de dificultades comunicativas, calibración del aparato, apoyo/consejería al usuario y familia, y entrenamiento en habilidades comunicativas23, 24. Estas acciones, realizadas ya sea por parte del personal médico, equipo de rehabilitación, familia o el propio usuario, influirán en que este se transforme finalmente, o no, en un usuario adherente24. Entenderemos la adherencia tal como lo define la OMS, es decir, el seguir la prescripción médica; en este caso, el uso del audífono25. Tal decisión solo puede ocurrir una vez que el usuario decide consultar a un especialista, y este último diagnostica el problema auditivo, e indica usar audífonos. El análisis de las variables que condicionan el proceso se facilita dividiéndolo en etapas, considerando el transcurso desde que se acude al especialista hasta que el usuario se define como adherente, y los factores —ya sean propios o externos— que influirán. Lo primero que enfrentaría la persona mayor con hipoacusia es tomar la decisión de buscar ayuda, luego evaluará adquirir un audífono y después decidirá si continuar o no usándolo25, 26. En la primera revisión sistemática sobre el tema, realizada por Knudsen et al.26, se consideraronlas mencionadas etapas del proceso, identificando 31 variables asociadas. TRANSFORMACIÓN DEL USUARIO DE AUDÍFONO EN ADHERENTE 43 determinaron que existe un 8,9% de prevalencia de uso de audífono en las personas mayores de 60 años que reportaban problemas auditivos. Tal como se indicó, se trataría del uso dentro de los potenciales candidatos para utilizar audífono. El mismo estudio reportó que las personas que autoreportan problemas auditivos alcanzan el 30,4%, lo que correspondería a más de 500.000 adultos mayores. Con respecto a las cifras de adherencia, Cardemil et al.35 señalaron que el 40% de los usuarios de un servicio público de salud indicaron usar audífono por más de ocho horas diarias. En este caso, se trataría de personas que habían sido diagnosticadas y recibieron un audífono, por lo que fue posible evaluar si cumplían la prescripción médica, que es la forma de operacionalizar la adherencia. En un reciente estudio de seguimiento, Fuentes-López et al.21 reclutaron a 355 personas de un servicio público, observando que el 21,7% de las personas mayores adaptadas con audífono posteriormente lo abandonaron. Es posible estimar el porcentaje de usuarios de audífonos en relación al total de personas con hipoacusia (medida audiométricamente, o basándose en autorreporte). En el caso de las personas que no usan audífono, los estudios no diferencian entre quienes no han consultado a un especialista, de los que recibiendo un dispositivo, no lo usan. Debido a esto, no es posible constatar que están siguiendo o no la prescripción médica clave al operacionalizar la adherencia25. Dichas cifras informarían el porcentaje dentro de los que usan audífono, correspondiendo a una estimación del uso; no obstante, es posible estimar el porcentaje de uso entre quienes han consultado a un médico otorrinolaringólogo. En este caso, el cálculo permitiría conocer el porcentaje de pacientes adherentes, es decir, de aquellos que, habiendo consultado a un especialista y posteriormente obtenido un audífono, se mantiene usándolo. En los países desarrollados, históricamente las cifras para el uso y adherencia han sido bajas27, 28. Solo el 25% de las personas mayores elegibles obtiene un audífono y entre un 25-50% de estos no los utiliza29, 32. Resultaría esperable que con la progresiva mejora en calidad del sonido y reducción del tamaño de estos dispositivos, aumenten las cifras de adherencia; sin embargo, esto no ha ocurrido33. En el caso de países en desarrollo como Chile, Fuentes-López et al.34 en base a un estudio representativo a nivel poblacional, DIFERENTES CIFRAS PARA LA ADHERENCIA, USO Y ABANDONO DEL AUDÍFONO 44 a 40 dB, que corresponde a un déficit moderado, donde las limitaciones percibidas dependerán, en parte, del rol social de la persona. No se considera el autorreporte de problemas auditivos como criterio válido de selección de los usuarios beneficiarios. En cuanto a las variables sociodemográficas que están asociadas a la adherencia, se encuentra la edad42. A mayor edad, más aumenta la adherencia, esto a pesar de que se controle el efecto que tiene el grado de hipoacusia (ajuste del modelo estadístico)42. Características particulares, como la acuidad visual, podrían influir en la adherencia a través de variables intermedias, como la capacidad de manipular el dispositivo43. Relacionado con esto, estudios han considerado el efecto que tendría la autoeficacia en la adherencia al uso del audífono43, 45. La autoeficacia es la confianza que se tiene al realizar una tarea; en este caso, cuidar y manipular un audífono44, 45. Hickson et al.44, en una muestra de usuarios australianos, constataron que existe un efecto de interacción entre el nivel de autoeficacia y las actitudes positivas hacia el audífono. Ambas variables se potencian, es decir, al actuar en forma conjunta tienen un efecto significativo sobre la adherencia. En Chile, Fuentes- López et al.45 observaron que hay una relación significativa entre la autoeficacia y la adherencia (número de horas de uso del audífono). La educación fue un importante predictor de los niveles de autoeficacia, cuyo efecto se explicaría La primera revisión sistemática sobre variables asociadas a la adherencia al uso de audífono, identificó 31 factores26. Casi la totalidad de los estudios recopilados correspondía a países desarrollados. Se constató que la autopercepción del problema auditivo (variable subjetiva) influyó todas las etapas del proceso de transformación en un usuario adherente al audífono. Mientras mayor es la percepción sobre la hipoacusia, mayor sería la discapacidad percibida, siendo más probable consultar a un especialista36, por lo tanto, probablemente hará un mayor esfuerzo para obtener un audífono37. Van den Brink et al.37 reportaron que casi la mitad de quienes no consultaron a un especialista relataron no tener problemas, o que estos interferían poco con su vida social. Adicionalmente, autores como Stephens et al.38 consideran el autorreporte como una buena estrategia para seleccionar a los candidatos a usar audífono. También existiría una relación entre la autopercepción de dificultades comunicativas y la satisfacción con el audífono39, 40. Mientras mayor es la dificultad comunicativa, mayor es el uso y satisfacción que se tiene. Hosford-Dunn & Halpern41 observaron que quienes perciben que la pérdida auditiva impacta a familiares o personas cercanas, tienen mayor posibilidad de usar audífono y mostrarse más satisfechos. Lo anterior es relevante para la política pública de entrega de audífonos en Chile, ya que esta tiene como criterio de selección el presentar una hipoacusia mayor VARIABLES ASOCIADAS A LA ADHERENCIA Y ABANDONO DEL AUDÍFONO EN ESTUDIOS INTERNACIONALES 45 ACE usaron el audífono regularmente, en comparación al 8,9% del grupo de control. Pese a los efectos positivos, los programas de rehabilitación basados en la comunicación no son ampliamente utilizados. Una posible explicación es que las acciones realizadas por el audiólogo no van más allá de calibrar audífonos y entregar consejos48, 49. A lo anterior se suma que las políticas públicas en Chile y otros países de la región no incluyen la entrega de rehabilitación dentro de sus prestaciones asociadas a la entrega del audífono. La reciente revisión sistemática de Ng & Loke50 identificó otras variables asociadas a adherencia, principalmente audiológicas, como el grado de hipoacusia, la sofisticación del audífono (uno más avanzado significó una mayor adherencia), tolerancia al ruido de fondo, y si el dispositivo se ajustaba a la ganancia necesaria del método prescriptivo. Dentro de las variables no audiológicas asociadas a adherencia se identificó la autopercepción del problema auditivo, las expectativas, el género y el ingreso económico. En cuanto al abandono del audífono, McCormack & Fortnum33, en una revisión amplia de la literatura especializada, identificaron los siguientes motivos asociados: presentar dificultades con ambientes ruidosos o con mala calidad del sonido, incomodidad al usar el dispositivo, requerir ayuda al posicionarlo, mantenimiento/ manipulación engorrosa del control de volumen y cambio por el hecho de que los materiales, guías de manejo del dispositivo, o información entregada en los controles, no siempre están adaptados al nivel educacional del usuario45. En Knudsen et al.26, el estigma fue un factor reportado para no utilizar audífonos una vez que se consultó a un especialista. Una vez que el usuario es diagnosticado con hipoacusia, las percepciones de estigma harían que no progrese en el proceso de hacerse adherente. Posiblemente, lo anterior se vería reforzado por la creencia de que algunas personas evalúan negativamente el audífono. Van den Brink et al.37 reportaron que los no usuarios consideran
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