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Volumen II: Conceptos básicos del audífono
MANUAL DE 
INTERVENCIÓN 
AUDITIVA, MIA. 
Carla Rivera Bahamonde
María Elena León Bustos
Carolina Mendez OrellanaE
D
IT
O
R
E
S
CARLA RIVERA-BAHAMONDE
Fonoaudióloga
Magister en Audiología
Académico
Carrera de Fonoaudiología, Departamento Ciencias de la Salud de la Facultad 
de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile
MARIA ELENA LEÓN BUSTOS
Fonoaudióloga
Magister en Neurociencias
Académico
Carrera de Fonoaudiología, Departamento Ciencias de la Salud de la Facultad 
de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile
CAROLINA MÉNDEZ-ORELLANA
Fonoaudióloga
Magister en Neurociencias Cognitivas
Doctor en Neurociencias Cognitivas 
Profesor Asistente
Carrera de Fonoaudiología, Departamento Ciencias de la Salud de la 
Facultad de Medicina. Ponti icia Universidad Católica de Chile
CARLOS FUENTES TORRES
Diseño Gráfico
EDITORES
TIPOS DE AUDÍFONOS SEGÚN FORMA Y UBICACIÓN
Julio Ortiz López.
Adaptaciones estándar.
Adaptaciones instantáneas.
Conclusión.
Referencias.
VERIFICACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO DE AUDÍFONOS
Rodrigo Troncoso, Álex Moreira.
Verificación del audífono.
Conclusión.
Referencias.
ADHERENCIA AL USO Y ABANDONO DEL AUDÍFONO EN PERSONAS MAYORES HIPOACÚSICOS: 
EVIDENCIA INTERNACIONAL Y NACIONAL
Eduardo Fuentes López.
Políticas públicas de entrega de audífonos para personas mayores con hipoacusia en América.
Transformación del usuario de audífono en adherente.
Diferentes cifras para la adherencia, uso y abandono del audífono.
Variables asociadas a la adherencia y abandono del audífono en estudios internacionales.
Variables asociadas a la adherencia y abandono del audífono en Chile.
Conclusión.
Referencias.
AUTORES
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ÍN
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4. 
5. 
6. 
P
R
Ó
L
O
G
O
 
Los audífonos forman parte integral de la rehabilitación de personas con discapacidad auditiva, 
siendo así la selección del dispositivo y la adaptación del mismo elementos que deben ser 
conocidos a cabalidad por los audiólogos. Por una parte, los avances científicos han llevado 
a la existencia de distintos tipos de audífonos que responden tanto a las características de la 
pérdida auditiva como a las diversas necesidades de los usuarios. En el capitulo IV del presente 
manual, Julio Ortiz entrega un resumen detallado de los tipos de audífonos existentes, incluyendo 
el tipo de adaptación. Por otra parte, los resultados de los estudios de distintos centros de 
investigación alrededor del mundo se han traducido en mejorías en el proceso de adaptación 
de la ayuda auditiva y la verificación del mismo. Todos estos elementos han sido incorporados 
en los programas de formación de audiólogos, principalmente en los países anglosajones. Por 
tanto, se espera que el clínico en conjunto con el usuario seleccione el dispositivo que mejor 
se adapta a las condiciones específicas de la persona. A continuación, el profesional debe 
ajustar los parámetros del audífono dependiendo de las características de la pérdida auditiva y 
luego verificar que la adaptación responde a los parámetros técnicos deseados. Sin embargo, 
el proceso de adaptación no termina aquí, debiendo el audiólogo verificar el beneficio que la 
persona obtiene con los dispositivos a través, por ejemplo, de pruebas de percepción de habla, 
y de forma más bien subjetiva, a través de la utilización de cuestionarios de autoreporte. Otros 
aspectos como la calidad de los sonidos percibidos por el usuario y la apreciación musical deben 
también ser considerados en el proceso de adaptación de audífonos. 
Por otra parte, y relacionado a lo mencionado anteriormente, el proceso de adaptación de estos 
dispositivos y verificación de ello por parte del audiólogo, ha implicado la incorporación de 
nuevas técnicas de ajuste que involucran fórmulas para determinar la ganancia que el dispositivo 
entrega a través del espectro de frecuencias, fórmulas de compresión de la señal, y métodos 
tanto objetivos como subjetivos de verificación de la adaptación del audífono. En el capítulo V, 
Rodrigo Troncoso y Alex Moreira discuten estos aspectos y sus implicancias clínicas. 
Un último aspecto a considerar, es la adherencia a estos dispositivos y cuáles factores o variables 
tanto biológicas, psicológicas y sociales llevan a que una persona se transforme en un usuario 
adherente al uso de audífonos. En el capítulo VI, Eduardo Fuentes describe y discute la evidencia 
nacional e internacional sobre esta temática con un enfoque en la población adulta mayor. 
Es así como el proceso de adaptación de audífonos requiere de una serie de procesos clínicos 
y toma de decisiones con el objetivo de lograr el máximo beneficio con estos dispositivos. 
En la actualidad, nadie cuestionaría el beneficio que estos dispositivos entregan no solo en la 
capacidad de la persona para detectar los sonidos, sino que también a nivel de la participación 
social y subsecuentemente en la calidad de vida, debido a los beneficios relacionados con la 
comunicación oral. Por otra parte, en la última década se ha asociado la pérdida auditiva en el 
adulto mayor con una disminución de las capacidades cognitivas e incluso con un comienzo más 
temprano de demencia. Los audífonos podrían por tanto retrasar el comienzo de una demencia 
en aquellos adultos mayores con pérdida auditiva y susceptibles a desarrollar esta condición 
de salud. Sin embargo, un hecho no menor es que existe un porcentaje importante de adultos 
mayores que no utiliza estos dispositivos, aún cuando han consultado por sus problemas auditivos 
y han sido ulteriormente adaptados con uno o dos audífonos. No es infrecuente encontrar 
en la clínica adultos mayores adaptados con audífonos que refieren no utilizarlos ya que no 
perciben beneficio al usarlos. De esta forma, es rol del audiólogo asegurarse que los audífonos 
seleccionados responden a las necesidades de la persona y que el ajuste de los mismos es el 
adecuado. Finalmente, el clínico debe determinar qué aspectos podrían desencadenar que la 
persona no perciba beneficios con estos dispositivos. 
Sin duda, los audífonos no son el único elemento de la rehabilitación auditiva en niños y adultos, 
sin embargo, representan la base de toda rehabilitación auditiva en personas con hipoacusia que 
puedan beneficiarse de los mismos. En este manual se entregan los contenidos esenciales para 
que los audiólogos puedan asegurarse que este primer paso de la rehabilitación auditiva sea un 
éxito. 
Adrián Fuente, PhD
Profesor Asociado, Université de Montréal 
Director de laboratorio, Centre de recherche de l’Institut universitaire de gériatrie de Montréal
Profesor titular, Universidad de Chile 
A lo largo del tiempo las personas con pérdida auditiva se han encontrado con múltiples barreras 
comunicativas que han impedido su óptimo desarrollo en el ámbito familiar, social, laboral, afectivo, 
cognitivo y emocional. Cuando una persona con hipoacusia acude por primera vez a la consulta de un 
profesional, asiste con una carga emocional importante, inseguridades, baja autoestima y frustración 
que impiden su interacción social con el mundo, eligiendo aislarse. 
Es por esto que, desde la primera consulta, se debe acoger a la persona con pérdida auditiva de 
forma empática otorgando la información necesaria acerca de su patología y abordaje inicial de 
la pérdida auditiva utilizando diferentes canales de comunicación como la lectura labial, gestos o 
lengua de señas y lectoescritura. 
En el proceso de evaluación el trabajo colaborativo entre el médico, el audiólogo, fonoaudiólogo, 
psicólogo, asistente social y otros profesionales afines, favorecerá el proceso de indicación del 
equipamiento auditivo correcto propiciando una adecuada adaptación de la ayuda auditiva, y así, se 
beneficiará la calidad de vida de estas personas. 
En el caso de los audífonos, estos han ido evolucionando tecnológicamente a lo largo de losaños con 
mejoras estéticas, circuitos electrónicos más pequeños y una programación más específica. Estos 
avances tecnológicos han permitido utilizar dispositivos cada vez más personalizados a las demandas 
de cada persona y, gracias a esto, los audífonos proporcionan una amplificación del sonido más 
natural permitiendo oír las armonías frecuenciales de los sonidos del ambiente. 
Flga. Carla Rivera B.
PREFACIO
IV. TIPOS DE AUDÍFONOS SEGÚN 
FORMA Y UBICACIÓN
JULIO ORTIZ LÓPEZ1
1FONOAUDIÓLOGO, MG. EN AUDIOLOGÍA.
8
En este capítulo se describirá detalladamente una gran variedad de diseños y estilos de audífonos, a los cuales pueden 
acceder las personas con pérdida auditiva. Se considerarán los audífonos de acuerdo con la vía de conducción del sonido 
—aérea u ósea— y a su forma y ubicación, dependiendo si la ayuda auditiva se encuentra tras el pabellón auricular o dentro 
del canal auditivo externo (en adelante, CAE); si el parlante se ubica en el cuerpo del audífono o en el CAE, y al tipo de 
adaptación que corresponda según la necesidad de utilizar molde o domo. De acuerdo con la forma de los audífonos, estos 
brindarán diferentes ventajas y desventajas para sus usuarios.
RESUMEN
9
la ubicación del audífono son preponderantes al momento 
de seleccionar las ayudas auditivas, y el profesional deberá 
considerar la funcionalidad de los audífonos en relación a 
los requerimientos del usuario.
Los audífonos son dispositivos electrónicos diseñados 
para amplificar los sonidos y, en consecuencia, disminuir 
las dificultades de comunicación de una persona con 
pérdida auditiva. Es importante considerar que no solo se 
necesita oír más fuerte, sino también entender lo que se 
escucha, en especial en ambientes ruidosos. Tal como se 
comentó en capítulos anteriores, la hipoacusia puede ser 
de diferente grado y etiología; no obstante, aunque dos 
personas presenten el mismo diagnóstico, es indispensable 
seleccionar y adaptar sus audífonos basándose en 
estudios y ajustes personalizados para lograr una correcta 
rehabilitación11 de acuerdo con los objetivos de cada 
usuario.
Al momento de adquirir o indicar un audífono se debe 
considerar, aparte de las características acústicas necesarias 
para compensar la pérdida auditiva, la evaluación del estilo 
de vida del usuario, su edad, características personales y 
sus expectativas ante el uso de estos dispositivos. La gran 
mayoría de los usuarios priorizan que estéticamente estos 
pasen desapercibidos y que sean de fácil manipulación.
La tecnología digital ha permitido simplificar el uso del 
audífono y reducir el tamaño de los circuitos, de manera 
que sean prácticamente invisibles al momento de ser 
utilizados. Sin embargo, el tamaño del circuito y del parlante 
determinará la potencia de la ayuda auditiva. Ahora bien, 
las personas que presentan hipoacusia sensorioneural de 
grado profundo difícilmente podrán acceder a tamaños 
reducidos de audífonos, porque los circuitos de mayor 
potencia requieren un mayor tamaño en el cuerpo 
(carcaza) del audífono. Por esta razón, tanto la forma como 
INTRODUCCIÓN
10
de conducción aérea amplifican el sonido a través de un 
parlante, ya sea por un tubo-molde, o directamente al CAE. 
Este tipo de implementación se puede indicar en personas 
con diferentes grados de hipoacusia y es el más utilizado 
por los usuarios. En cambio, los audífonos de conducción 
ósea amplifican el sonido mediante un vibrador óseo 
incorporado a un cintillo y ubicado en la mastoides del 
hueso temporal. Este tipo de implementación auditiva 
se indica principalmente a personas que no pueden usar 
audífonos tradicionales producto de agenesias, anotias 
y atresias del CAE, y a quienes presenten hipoacusias de 
conducción en su grado máximo16.
Como segunda característica, se hará referencia al tipo de 
adaptación estándar o adaptación instantánea, según la 
necesidad de tomar impresiones de oído.
A la hora de clasificar los diferentes tipos de audífonos, 
existen tres criterios generales que se pueden considerar10. 
El primero corresponde al tipo de tecnología que utiliza el 
circuito del audífono; el segundo se relaciona con la forma 
y ubicación del dispositivo, y el tercero tiene en cuenta las 
características acústicas de la adaptación.
En las últimas dos décadas, los audífonos han evolucionado 
rápidamente gracias a los avances tecnológicos y digitales 
incorporados en sus circuitos. Esto, sin duda, ha permitido 
disminuir su tamaño e incorporar diseños que, cuando el 
usuario los lleva puestos, prácticamente son invisibles9.
Para comenzar, se describirán los audífonos conforme a 
cómo conducen el sonido hacia el oído4. Estos pueden ser 
dispositivos de conducción aérea u ósea. Los audífonos 
11
A) AUDÍFONOS DE CAJA (BODY HEARING AID) 
Algunas personas mayores consideran que los audífonos de 
caja, utilizados habitualmente en el bolsillo de las camisas, 
son más fáciles de usar, ya que al ser de gran tamaño, los 
controles son sencillos de operar. Pese a esto, no son muy 
populares, por lo que en la actualidad se producen pocos 
modelos de este tipo16.
Poseen un cuerpo, donde se ubica el circuito amplificador 
con sus respectivos controles y el micrófono, y mediante 
un cable de aproximadamente 80 centímetros se comunica 
al parlante, el que, a su vez, se adosa a un anillo metálico de 
un molde regular y ocupa pilas alcalinas AAA. Una de las 
ventajas de estos dispositivos es que al ser robustos, no se 
dañan tan fácilmente, como los audífonos más pequeños y 
frágiles. Su tamaño más grande los hace fáciles de manejar 
y mantener, especialmente por personas con destreza 
motora reducida. Las baterías son más duraderas y suelen 
ser más económicas que las de los audífonos más pequeños. 
No obstante, su gran tamaño los hace muy visibles y, como 
suelen ser bastante potentes, usar uno con un molde 
auditivo mal ajustado puede causar retroalimentación 
acústica, pese a existir una mayor distancia entre el parlante 
y el micrófono. Este último a menudo puede rozar la ropa 
del usuario, resultando un ruido amplificado no deseado13. 
B) AUDIGAFAS (SPECTACLE HEARING AID)
Son diseñadas para personas que tienen pérdida auditiva y 
además alteraciones visuales. 
El micrófono, amplificador y receptor están ubicados dentro 
de la varilla de los lentes y se comunican con el CAE a través 
de un tubo o cable, dependiendo del modelo. Pueden ser 
útiles para la adaptación binaural y amplificación CROS4. 
Este último corresponde a un enrutamiento de la señal 
contralateral, el cual será descrito más adelante. 
Pese a que su uso es poco común, hoy en día están en 
producción y han evolucionado junto con la nueva 
tecnología de los audífonos, permitiendo que las varillas 
sean más delgadas. 
Generalmente utilizan pilas 13 o 312, dependiendo de la 
potencia de su circuito.
Una de sus ventajas es que estéticamente son muy 
aceptables, permiten corregir las alteraciones visuales y las 
pérdidas auditivas simultáneamente.
Por el contrario, no suelen ser muy confortables para 
personas que usan anteojos solo para lectura, a menos que 
ocupen lentes multifocales. 
ADAPTACIONES 
ESTÁNDAR
12
C) AUDÍFONOS RETROAURICULARES (BEHIND THE EAR)
Los audífonos retroauriculares (en adelante, BTE) se encuentran en una pequeña caja curva que se ajusta perfectamente 
detrás o sobre el pabellón auricular. Se fabrica un molde personalizado para la forma exacta del CAE del usuario. Este se 
inserta en la parte externa del oído y en el canal auditivo, donde se une al audífono mediante un tubo transparente y corto, 
que se utiliza para dirigir el sonido hacia el oído6, 11, 15.
Los audífonos con adaptaciones cerradas tienen un molde de oído personalizado, que está hecho con la forma exacta del 
pabellón auricular y el CAE, abarcando un amplio rango de hipoacusias. En algunos casos, los audífonos BTE se pueden 
configurar con adaptacionesabiertas, usando un molde dentro del CAE, permitiendo el paso del sonido a través de dicho 
molde. Son adecuados para personas que todavía tienen una audición conservada para las frecuencias graves, pero con una 
caída en los tonos agudos. Esto ayuda también a reducir la sensación de plenitud, o de “oído tapado”, que se produce al 
perder la resonancia natural del CAE cuando se obstruye con un molde auditivo sin ventilación. Esta sensación se conoce 
como “efecto de oclusión”. Pueden ser más fáciles de insertar que un molde personalizado para aquellos con poca destreza16. 
Otra prestación del BTE es la entrada FM que permite acoplar un sistema de frecuencia modulada para transmitir la señal 
de habla directamente al oído y así disminuir la influencia del ruido, distancia y/o reverberación del entorno. Este se puede 
utilizar de forma rutinaria u opcional, y generalmente ocupa pilas 13 o 675, dependiendo de la potencia de su circuito (figura 
1).
Los audífonos BTE son de tipo estándar y son adecuados 
para un gran número de usuarios, ya que se adaptan a una 
amplia gama de pérdidas auditivas y pueden ser utilizados 
por personas de todas las edades, incluidos bebés y niños. 
Una de las ventajas de estos dispositivos es que son fáciles 
de usar y presentan mayor durabilidad debido a que se 
apoyan detrás de la oreja, siendo menos probable que 
se dañen en comparación con otro tipo de audífonos. Sin 
embargo, una de sus desventajas es la poca discreción de 
su modelo, junto con que un molde auditivo mal ajustado 
puede causar retroalimentación acústica.
Figura 1. Audífono BTE (Behind The Ear). Gentileza Widex.
13
Los audífonos BiCROS funcionan de manera similar; sin 
embargo, son recomendables para personas que presentan 
una pérdida auditiva profunda en un oído y que también 
tienen algún grado de hipoacusia en el otro, siendo este 
su mejor oído. Estos audífonos amplifican los sonidos 
que provienen de ambos lados, pero alimentan el sonido 
combinado al oído que tiene mejor audición. Por lo general, 
son de tipo BTE; no obstante, existen modelos a medida 
que se ubican dentro del CAE14.
De esta manera, los audífonos CROS y BiCROS se 
recomiendan en personas que presentan una pérdida 
auditiva profunda en uno de sus oídos, donde la preferencia 
entre ambos dependerá de si en su mejor oído existe algún 
grado de pérdida auditiva o no4.
D) AUDÍFONOS CROS Y BICROS
Este tipo de dispositivo consiste en generar un enrutamiento 
de la señal auditiva contralateral, donde la información 
captada por el oído con mayor pérdida auditiva es 
procesada por el mejor oído. Los audífonos CROS (figura 
2) están destinados a personas con pérdidas auditivas 
profundas unilaterales y audición normal en el otro oído. 
Estos dispositivos captan el sonido proveniente del oído con 
pérdida auditiva a través de un micrófono y lo transmiten 
directamente al oído sano a través de un cable o en forma 
inalámbrica, lo que asegura que el usuario logre percibir 
los sonidos provenientes de su oído con pérdida auditiva, 
eliminando el efecto sombra. Este se produce cuando el 
sonido captado por el oído con pérdida auditiva se atenúa 
debido a que la cabeza se encuentra entre la fuente sonora 
y el oído que escucha, generando una obstrucción al paso 
del sonido. Este afecta prioritariamente las frecuencias 
agudas (4 KHz) en aproximadamente 15 dB3, 13. 
Figura 2. Audífono CROS. Gentileza Widex.
14
E) AUDÍFONOS UBICADOS EN EL OÍDO (IN THE EAR)
Los audífonos ubicados en el oído (en adelante, ITE) son 
dispositivos hechos a la medida, cubren la mayor parte 
de la concha del pabellón auricular y son adecuados para 
pérdidas auditivas de moderadas a severas. Su tamaño 
permite adicionar prestaciones que facilitan el control de 
los audífonos, como el ajuste de volumen, interruptor de 
cambio de programa o memoria, y micrófonos direccionales 
con dos puertos12.
Aunque son claramente visibles, el tamaño los hace 
bastante discretos. El parlante se encuentra ubicado en el 
CAE, cerca del tímpano, lo que genera una mayor calidad 
del sonido y confort3. No obstante, su pequeño tamaño 
puede dificultar su manejo, especialmente para aquellos 
con poca destreza manual (por ejemplo, aquellas personas 
con artritis reumatoide). 
Un audífono mal ajustado puede generar retroalimentación 
acústica, puesto que su circuito es bastante más potente que 
los audífonos ubicados en el canal (ITC) o completamente 
dentro del canal (CIC). Estos pueden ser propensos a 
daños por cerumen y pueden requerir más reparaciones o 
servicios que los BTE15.
Actualmente existen dos modelos en el mercado: full concha, 
shell o contorno, y semiconcha, half shell o semicontorno.
15
G) AUDÍFONOS COMPLETAMENTE EN EL CANAL 
(COMPLETELY IN THE CANAL)
Al igual que los audífonos ITC, los dispositivos utilizados 
completamente en el canal (en adelante, CIC) también están 
diseñados a medida, adaptándose a la forma del oído del 
usuario. Estos se ajustan mucho más profundamente en el 
canal auditivo, lo que los convierte en el tipo de audífonos 
menos visible, además de mejorar la calidad del sonido5. 
Los audífonos de tamaño pequeño pueden ser difíciles de 
manejar, especialmente por personas con poca destreza 
manual, y solo son adecuados para usuarios con un CAE lo 
suficientemente amplio como para acomodarlos. Requiere 
el uso de baterías muy pequeñas (pilas 10), las que deben 
reemplazarse con mayor frecuencia. Su posición dentro del 
canal auditivo hace que esté expuesto a la humedad y al 
cerumen del oído; como resultado, es común que este tipo 
de audífono necesite repararse con mayor frecuencia17.
F) AUDÍFONOS INTRACANAL (IN THE CANAL) 
Los audífonos intracanal (en adelante, ITC) se ajustan bien 
al canal auditivo del usuario. Por lo general, son menos 
visibles que los audífonos estándar, los que se pueden 
ver con bastante claridad en la parte externa del oído. Sin 
embargo, debido a que son de menor tamaño, suelen ser 
menos potentes y, por lo tanto, solo pueden ser utilizados 
por personas que tienen una pérdida auditiva de leve 
a moderada12, 5, además, pueden ser de difícil manejo, 
especialmente para usuarios con poca destreza manual. 
Un ITC mal ajustado puede generar retroalimentación 
acústica. Estos audífonos pueden ser propensos a daños 
por obstrucción con cerumen y pueden requerir más 
reparaciones y servicio.
Actualmente existen dos modelos en el mercado: canal y 
minicanal o semicanal. 
Los CIC son adecuados solo para personas con pérdida 
auditiva leve a moderada, y actualmente existen dos modelos 
en el mercado: CIC e IIC, invisible en el canal (figura 3).
Figura 3. Audífonos ITE (In The Ear), ITC (In The Canal) y CIC 
(Completly In the Canal). Gentileza Widex.
16
El concepto de adaptación instantánea apareció hace poco más de una década, de manera que los audífonos prescindieron, 
en alguna medida, de la toma de impresión para la confección de moldes7. Esto quiere decir que el usuario puede realizarse 
una prueba de audífonos en su primera sesión y concluir la misma con el uso de su nuevo dispositivo. 
Las empresas incorporaron software con niveles de aclimatación, lo que permite entregar la ganancia necesaria requerida por 
el método prescriptivo en forma gradual, siendo esta ganancia menor en la primera sesión de adaptación2, lo que favorece 
una mejor adherencia al dispositivo.
Ahora bien, con respecto a los dispositivos de adaptación instantánea, es posible encontrar en el mercado los siguientes: 
ADAPTACIONES 
INSTANTÁNEAS
17
Asimismo, como consecuencia de esta tecnología, los audífonos permitieron reducir el tamaño del cuerpo del BTE, siendo 
ahora mini BTE. Generalmente ocupan pilas 13, 312 o 10, dependiendo de la potencia de su circuito, y son especialmente 
indicados para personas con pérdidas auditivas que presentan las frecuencias graves conservadas. 
Al adaptarse como abiertos, permiten disminuir elefecto de oclusión, la sensación de oído tapado y la de escuchar su 
propia voz más fuerte en el oído con pérdida auditiva o “autofonía”13. Además, el rango de adaptación del audífono se puede 
aumentar cambiando la configuración de la oliva, o confeccionando una punta personalizada, y cuando se encuentran bien 
adaptados, no generan retroalimentación. Estéticamente son bien aceptados debido a que el cuerpo del audífono es pequeño. 
No obstante, personas mayores pueden tener dificultad para manipularlos15, y debido a la comodidad que proporcionan, en 
ocasiones, pueden salir del CAE sin que los usuarios lo noten. 
A) AUDÍFONOS DE ADAPTACIÓN ABIERTA (TECNOLOGÍA 
OPEN FIT)
Este nuevo concepto derivó como una variación de los 
audífonos BTE estándar, donde se mantuvieron el circuito, 
los micrófonos y el parlante en el cuerpo del audífono y se 
sustituyó el tubo clásico que unía al molde por uno más 
delgado llamado “Slim Tube” o “Elan Open”; junto a esto, se 
mejoró el procesamiento de los canceladores de feedback 
y se incorporó el uso de olivas, domos o tips (material 
blando de silicona hipoalergénica muy moldeable) en vez 
de la utilización del molde (figura 4). Estas olivas pueden 
generar adaptaciones abiertas o cerradas, dependiendo de 
que tengan o no apertura hacia el exterior y, por supuesto, 
del grado de pérdida auditiva del usuario6, 8. 
Figura 4. Audífono de adaptación abierta con domo. 
Gentileza Widex.
18
B) AUDÍFONOS CON EL RECEPTOR EN EL CANAL (RECEIVER IN THE CANAL)
Un importante avance en el diseño de los audífonos fue la incorporación de la tecnología que puso el receptor dentro del 
CAE (en adelante, RIC), manteniendo el cuerpo con sus micrófonos detrás del pabellón auricular (figura 5). A diferencia de 
la tecnología Open Fit, el tubo fino contiene un delgado cable que comunica el cuerpo del audífono con el parlante que 
se introduce en el CAE. Las adaptaciones pueden realizarse como abiertas o cerradas, lo que permite confeccionar puntas 
personalizadas, y en sus extremos generalmente utilizan olivas. Originalmente, a esta tecnología se le denominó Totally Open 
Canal (TOC), para luego cambiar su nombre a tecnología RIC, o tecnología Receiver In The Ear (RITE)6.
Diferentes fabricantes usan sus propios términos (RIC o RITE) para describir los audífonos de este tipo, pero todos son 
esencialmente similares. Algunos hacen diferencia entre RIC y RITE, dependiendo de la potencia del parlante; así, los parlantes 
más potentes, por su mayor tamaño, deben ubicarse en la concha (RITE) cuando se confecciona una punta personalizada6, 13.
Figura 5. Audífonos RIC (Receiver In the Canal). Gentileza Widex.
19
generar feedback, al igual que todos los audífonos que 
sitúan el parlante dentro del CAE. Asimismo, el receptor 
puede verse afectado por obstrucción de cerumen; no 
obstante, estos audífonos cuentan con mecanismos en los 
parlantes para evitar que el cerumen obstruya y los dañe 
(dispositivos anti wax).
C) AUDÍFONOS MARIC®
Estos audífonos cuentan con una tecnología que sitúa el 
micrófono y el parlante en el interior del CAE, mientras 
el cuerpo contiene el procesador y circuito que se ubica 
detrás de la oreja, como un audífono BTE. Puede adaptarse 
en forma abierta o cerrada, dependiendo del domo que se 
utilice, e incluso pueden incorporar puntas personalizadas. 
Debido a la poca distancia entre el micrófono y el parlante, 
es muy susceptible a feedback, de modo que su rango de 
adaptación es reducido, por lo que se puede indicar como 
máximo a personas que presenten pérdidas auditivas 
moderadas a severas. 
Al encontrarse el parlante en el extremo del cable y dentro 
del canal auditivo (en un módulo), permite que el cuerpo del 
audífono sea más pequeño (mini RIC). Existen diferentes 
módulos (cable y parlante/micrófono) de RIC disponibles 
según el grado de pérdida auditiva. En el caso de personas 
con pérdidas auditivas severas, se utilizan junto con un 
molde de oído personalizado, en el cual el parlante se 
ubica dentro de la concha, en el molde del módulo RIC, 
lo que permite una mayor potencia del audífono. Al igual 
que los audífonos Open Fit, las olivas, o domos, suelen ser 
más fáciles de insertar que un molde personalizado para 
aquellos usuarios con menor destreza. 
Una de las ventajas de estos dispositivos es que, cuando 
se utiliza un domo abierto, disminuye en mayor medida 
el efecto de oclusión y el feedback. Además, cuando el 
receptor se ocluye por cerumen, o tiene alguna falla, cambiar 
el módulo RIC es muy sencillo13. Sin embargo, cuando la 
colocación del receptor en el CAE no es adecuada, podrá 
20
D) AUDÍFONOS CIC DE ADAPTACIÓN INSTANTÁNEA
Son audífonos de tamaño muy reducido, que se adaptan al 
CAE mediante una suave vaina de silicona, la que permite, 
dependiendo del tamaño, adaptarse a diferentes diámetros 
de este (figura 6). Se puede realizar una adaptación de tipo 
abierta o cerrada, dependiendo de la vaina de silicona.
Este audífono es extremadamente discreto y pasa 
inadvertido, permitiendo una buena adaptación en personas 
jóvenes, para quienes la estética es primordial. En general, 
presenta una muy buena adaptación en personas con 
pérdidas auditivas congénitas, con una configuración de su 
curva auditiva en batea2. Sin embargo, es un audífono que 
presenta un reducido rango de adaptación, y en ocasiones, 
los usuarios no se acostumbran a utilizarlo durante largos 
períodos de tiempo15, ya que no está hecho a la medida del 
CAE, siendo necesario un diámetro adecuado del mismo 
que permita la colocación de la vaina. 
Su fabricante destaca la naturalidad del sonido, ya que la 
ubicación del micrófono asemeja la captación fisiológica 
del medio ambiente, utilizando la resonancia del pabellón 
auricular y del CAE. Esto permite que se mejore la 
direccionalidad del sonido y que se elimine el ruido del 
viento1. También se menciona que, cuando el micrófono 
omnidireccional se desplaza desde la parte superior del 
pabellón auricular (como en el caso del BTE) a algún lugar 
dentro del CAE (como en ITE), se produce un aumento 
en las altas frecuencias, ya que la aurícula actúa como un 
preamplificador acústico natural, con beneficios potenciales 
en la direccionalidad y en la localización del sonido. A 
diferencia de un audífono RIC tradicional, el micrófono y el 
receptor diseñado dentro del canal (MaRiC®) aprovechan 
al máximo la alta capacidad de enfoque de frecuencia del 
pabellón auricular1. 
Estos dispositivos son estéticamente muy aceptados, ya 
que al igual que la tecnología RIC, incorporan un delgado 
cable dentro de un tubo. Poseen un sistema de cambio de 
memorias asociado a un pequeño golpe en la oreja (AirTap®), 
ya que en el cuerpo del audífono no hay ningún control. 
Ante la falla del auricular, el cambio del módulo MaRiC® es 
muy sencillo de realizar y, para evitar la obstrucción por 
cerumen, incorpora en sus domos puntas que dificultan el 
paso de la cera1. Sin embargo, pese al avanzado sistema 
de cancelador de feedback, en ocasiones se produce 
retroalimentación, por lo que la colocación adecuada del 
receptor en el CAE es muy importante. 
Figura 6. Audífonos CIC de adaptación abierta. Gentileza 
Widex.
21
CONCLUSIÓN
En la actualidad, los audífonos de conducción aérea son los más utilizados, ya que se pueden 
adaptar en la mayoría de las pérdidas auditivas. Dentro de estos, los retroauriculares son 
también muy populares; en especial, los que consideran tecnología Open Fit y los que utilizan 
el parlante dentro del oído (RIC).
Las variadas formas, tamaños y diseños determinan diferentes rendimientos, incidiendo 
directamente en los rangos de adaptación y haciendo necesaria una buena formación 
profesional del audiólogo. Así, para la elección adecuada del audífono, no solo basta la 
prescripción del médico —con los antecedentes que proporciona—, sino que se deben tener 
en cuenta muchas variables, conun gran número de posibilidades de adaptación.
Es en ese instante donde se deben conjugar la tecnología del circuito del audífono con las 
características acústicas de la adaptación, junto con las necesidades auditivas y personales 
de cada usuario10.
22
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REFERENCIAS
V. VERIFICACIÓN DEL 
FUNCIONAMIENTO DE AUDÍFONOS
FLGO. MG. RODRIGO TRONCOSO1, FLGO. MG. ÁLEX MOREIRA2
1 CARRERA DE FONOAUDIOLOGÍA, DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA 
SALUD, FACULTAD DE MEDICINA, PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE 
CHILE, SANTIAGO, CHILE.
2 CENTRO DE ORIENTACIÓN AUDITIVA, CORAHEARINGS, SANTIAGO, CHILE. 
24
Actualmente, una de las medidas terapéuticas más utilizadas para las personas con hipoacusia es el uso de audífonos, especialmente 
en las de origen sensorioneural. Sin embargo, existen diversas interrogantes en torno a si esta ayuda auditiva realmente está siendo 
un beneficio para el usuario. ¿El audífono amplifica el sonido de forma adecuada y suficiente facilitando la comprensión auditiva? 
¿Los parámetros de amplificación se adecuan a las verdaderas necesidades auditivas del usuario? Y lo más importante, ¿El usuario 
se encuentra realmente satisfecho con su ayuda auditiva? En este capítulo se abordarán los métodos más utilizados y que intentan 
responder a estas preguntas.
RESUMEN
25
La adaptación auditiva es solo la primera etapa del largo 
proceso de rehabilitación de la persona con hipoacusia. En 
este contexto, es fundamental contar con una constante 
medición del rendimiento de los aparatos auditivos. Estas 
evaluaciones pueden realizarse de forma subjetiva, a través 
de métodos relativamente sencillos, como las pruebas de 
logoaudiometría a campo libre y la medición de ganancia 
funcional. No obstante, paulatinamente estos métodos se 
han ido desplazando por mediciones objetivas a través 
del uso del analizador de audífonos, en sus dos variantes: 
comprobaciones con la prueba de caja y mediciones en el 
oído real. Esta última corresponde a la forma actualmente 
más objetiva para verificar el rendimiento de un audífono. 
Sin embargo, siempre hay que considerar la información 
que entrega el propio usuario, ya que es sumamente 
valiosa; obtenerla por medio de la entrevista constante y 
del uso de cuestionarios adaptados y validados es igual de 
importarte que los métodos técnicos. El análisis de toda la 
información recabada por estos distintos medios permitirá 
que el audiólogo pueda hacer las modificaciones necesarias 
para que el usuario de una ayuda auditiva pueda tener una 
mejor experiencia con esta.
INTRODUCCIÓN
El uso de audífonos es una de las principales formas de 
intervención que permite compensar, en la medida de lo 
posible, las pérdidas auditivas que padecen adultos y niños. 
Durante el proceso de adaptación y en las posteriores 
calibraciones, los audífonos deben ser evaluados 
rigurosamente para identificar posibles fallas técnicas, 
o bien la necesidad de un ajuste en los parámetros de 
amplificación.
En el proceso de adaptación auditiva existen cinco fases 
importantes: evaluación, selección, verificación, información 
e instrucción del uso de audífonos y evaluaciones externas1. 
Estas fases suelen ejecutarse en un proceso más general, 
el que incluye la adaptación inicial, realización de ajustes 
finos, evaluaciones subjetivas y objetivas y, finalmente, la 
validación.
Luego de la evaluación, el proceso de adaptación inicial se 
encuentra centrado en el manejo del usuario, dependiendo 
de sus características auditivas. En esta etapa, a partir de 
las características del molde elegido por el especialista, se 
selecciona el tipo de audífono requerido para su pérdida 
auditiva. Actualmente, todos los audífonos tienen rangos 
de adaptación que permiten definir cuál es la prótesis 
auditiva más apropiada para cada usuario. Así, los audífonos 
26
recomendados para pérdidas leves no pueden ser adaptados a usuarios con daños severos a profundos, y viceversa.
Posterior a la adaptación inicial se debe realizar un proceso de ajuste fino. Esta actividad consta de la calibración de los 
parámetros del audífono, en la que se efectúa una revisión de los niveles de confortabilidad o audibilidad deseados por el 
usuario. Estas acciones se realizan por medio de un programa, o software, que es único para cada empresa fabricante, es 
decir, no se puede calibrar el dispositivo con el software de una marca distinta. Entre los ajustes que se suelen realizar en esta 
etapa, se pueden mencionar:
• Calibración del audífono dependiendo de los requerimientos del usuario.
• Uso de programas del audífono o control de volumen.
• Manejo de la limpieza del molde y sus partes.
• Selección del método prescriptivo que el usuario necesite, siendo los más utilizados: National Acoutics Laboratories (NAL) 
en su versión 1 o 2, Desire Sensation Level (DSL) en su versión 5.
• Cambios en el modo del micrófono.
• Aumento o disminución de la compresión frecuencial o de intensidad.
Una vez realizados los ajustes finos del audífono, es necesario verificar que este se encuentra funcionando de forma adecuada. 
Existen múltiples maneras de evaluar el buen funcionamiento de un audífono, y van desde procedimientos sencillos en los que 
no se requieren elementos sofisticados, hasta evaluaciones más complejas en las que sí es necesario utilizar equipamiento 
especial. A continuación, se analizarán las formas más comunes de probar técnicamente el funcionamiento y rendimiento de 
un audífono.
27
sonoridad global a un nivel no superior a la percibida por 
una persona con audición normal al escuchar el mismo 
sonido. El segundo es NAL-NL2, el cual se centra en dos 
premisas, hacer el habla inteligible y disminuir el ruido de 
alta intensidad3.
El problema actual es que la mayoría de los modelos de 
prótesis auditiva tienen sus propios métodos prescriptivos, 
los cuales no pueden ser validados por métodos objetivos 
de verificación. Desde la década de 1990 y frente al cambio 
de tecnología no lineal, los audífonos digitales han creado 
barreras para el audiólogo, ya que los mismos propietarios 
de las marcas de audífonos podíancrear sus propias 
formas algorítmicas de amplificación, las que no pueden 
ser revisadas con valores estandarizados de amplificación4. 
Esto, en la actualidad, ocurre con frecuencia, ya que los 
software de audífonos vienen formulados para que 
el método prescriptivo ocupado sea el de la empresa 
fabricante y no el método clínico esperado.
La verificación es un proceso que permite determinar si 
el audífono está generando la amplificación esperada o 
deseada, según la pérdida auditiva. Se realiza cuando el 
usuario ya está con uso superior a cuatro horas diarias y la 
amplificación ya fue definida con un método prescriptivo 
(DSL/NAL).
El método DSL se ha estado desarrollando desde la década 
de 1980, y actualmente se encuentra en la quinta versión. Su 
objetivo principal es ajustarse a las diferentes necesidades 
de escucha de los niños y adultos, para proporcionar 
diferentes cantidades de ganancia auditiva. Los objetivos 
de esta versión incluyen evitar molestias de volumen, 
seleccionar una respuesta de frecuencia que cumpla con 
los requisitos de audibilidad y elegir características de 
compresión a partir de las necesidades del usuario2. 
El método NAL presenta actualmente dos versiones de 
importancia. El primero es NAL-NL1, que es definido como 
un procedimiento de ajuste que tiene como objetivo 
proporcionar la respuesta de ganancia de frecuencia 
que maximiza la inteligibilidad de la voz, manteniendo la 
VERIFICACIÓN DEL 
AUDÍFONO
28
Para cada condición se obtiene un porcentaje de 
reconocimiento, el que permitirá determinar el rendimiento 
preliminar de varias opciones de audífonos, además de 
observar si la lectura labiofacial (en adelante, LLF) es un 
apoyo relevante para el usuario a la hora del reconocimiento 
auditivo.
A pesar de su sencillez, ya hacia la década de 1960, el 
reconocimiento de palabras era cuestionado como método 
para evaluar el rendimiento de los audífonos6-9. Aunque 
presenta desventajas —como variabilidad de las respuestas, 
baja fiabilidad y una gran cantidad de estímulos necesarios 
para obtener respuestas confiables10—, la logoaudiometría a 
campo libre ha sido utilizada desde hace décadas en nuestro 
país, conocida generalmente con el nombre de “prueba de 
audífonos”. El audiólogo realiza esta prueba con un set 
de audífonos preseleccionados para distintos grados de 
pérdidas auditivas. Estos dispositivos son proporcionados 
por una empresa que mantiene un convenio con el servicio 
de salud público o privado.
A) LOGOAUDIOMETRÍA A CAMPO LIBRE
En 1946, Carhart5 hizo una serie de sugerencias para la 
evaluación de las ayudas auditivas; entre ellas, realizar 
pruebas de reconocimiento a través de listas de palabras 
fonéticamente balanceadas en distintas condiciones. Desde 
entonces, los audiólogos han utilizado variaciones de 
estos métodos, que durante muchos años fueron la única 
herramienta disponible para obtener alguna información o 
pronosticar el rendimiento que tendría el uso de audífonos 
en un usuario. Generalmente, la logoaudiometría a campo 
libre (o logoaudiometría protésica) se realiza en la etapa 
de adaptación inicial, cuando se está seleccionando de 
manera preliminar el audífono más adecuado para el 
usuario. En esta prueba, se adapta al usuario un audífono 
con características de amplificación que se adecuarían a 
la pérdida auditiva. Posteriormente, se procede a realizar 
pruebas de reconocimiento verbal fuera de la cámara 
sonoamortiguada, para lo cual se ejecuta un dictado de 25 
palabras, las que el usuario debe repetir. Las condiciones 
en las que se realiza la prueba son las siguientes:
- Sin audífono y sin lectura labiofacial.
- Sin audífono y con lectura labiofacial.
- Con audífono y sin lectura labiofacial.
- Con audífono y con lectura labiofacial.
- Respuesta ante sonidos intensos con audífono.
1.1 MÉTODO 
SUBJETIVO Y LAS 
POSIBLES PRUEBAS 
PARA DETERMINAR 
UN CORRECTO 
FUNCIONAMIENTO
29
B) PRUEBA DE GANANCIA FUNCIONAL
Este procedimiento se puede realizar en una etapa inicial de 
selección del audífono para la posterior adaptación de este; 
también puede ejecutarse después de la logoaudiometría 
de campo, o en sesiones de control, cuando el audífono ya 
se encuentra adaptado. 
La ganancia funcional se establece mediante el cálculo de la 
diferencia entre los umbrales de audición de un usuario con 
y sin audífonos11. La prueba consiste en realizarle al usuario 
una audiometría tonal a campo libre, primero sin y luego 
con el dispositivo. Se comparan los umbrales obtenidos 
y se analizan las diferencias entre ambas situaciones. Se 
puede calcular el promedio tonal puro para ambos casos 
y determinar así la ganancia funcional del audífono (ver 
Tabla 1).
Para realizar la prueba se deben considerar las mismas 
recomendaciones que para cualquier evaluación a campo 
libre12, en este caso en particular:
- Cerciorarse de que la ayuda auditiva del usuario esté 
funcionando correctamente.
- Posicionar al usuario en el punto de referencia 
respecto de los parlantes (punto especificado durante 
la calibración del equipo de campo libre de la cámara 
sonoamortiguada).
- Utilizar la simbología correspondiente.
30
TABLA 1
Simbología recomendada por la estandarización ISO 8253-213 para evaluaciones a campo libre utilizando aparatos auditivos:
Condiciones de la prueba Símbolo
Monoaural, oído izquierdo implementado.
Monoaural, oído derecho implementado.
Binaural, ambos oídos implementados.
A pesar de esta recomendación, la notación más utilizada en nuestro país incluye el uso de una letra “A” mayúscula de color 
rojo o azul (en función de si el audífono está implementado en el oído derecho o izquierdo, respectivamente), y así indicar los 
umbrales auditivos obtenidos a campo libre.
Aunque el cálculo de la ganancia funcional puede ser útil como un indicador de las respuestas al sonido con el uso del 
audífono, con la llegada de las mediciones en oído real, la valoración de los umbrales a campo libre con el uso de una ayuda 
auditiva es cuestionada14. Uno de los problemas que se ha descrito con esta técnica es que no permite una buena predicción 
de la ganancia para señales de habla cuando se utiliza un audífono con amplificación no lineal15, 16. Entre otras críticas para 
este método, se incluye la pobre confiabilidad test-retest y la poca información frecuencial que puede entregar (cinco a seis 
frecuencias como máximo)17. 
31
usado como instrumento para evaluar el impacto 
del uso del audífono como medida de rehabilitación. 
• Satisfaction assessment with Abbreviated Profile of 
Hearing Aid Benefit19 (en adelante, APHAB): Es un 
instrumento desarrollado en los Estados Unidos y que 
se utiliza como parte del procedimiento de adaptación 
del audífono, para evaluar el beneficio que aporta el uso 
de dispositivos auditivos. El APHAB es un cuestionario 
de autoevaluación compuesto por 24 elementos, el 
que permite a los usuarios informar los problemas de 
comunicación que experimentan en entornos con ruido 
en varias situaciones de la vida cotidiana. La persona 
debe indicar con qué frecuencia las aseveraciones son 
correctas, y cada una de ellas recibe dos respuestas, 
una “sin audífono” y otra “con audífono”. A pesar de 
que este cuestionario ha sido ampliamente utilizado 
en distintas investigaciones, su aplicación clínica es 
limitada, debido a que se requieren 20 a 30 minutos, 
aproximadamente, para completar todas las preguntas. 
Por esa razón, posteriormente se creó un cuestionario 
abreviado, el cual está compuesto por cuatro 
subescalas: 1) Facilidad de comunicación (EC o 
Ease of Communication); 2) Reverberación (RV o 
Reverberation); 3) Ruido de fondo (BN o Background 
Noise), y 4) Ruidos molestos (AV o Aversiveness). Cada 
una de estas incluye seis preguntas, lo que disminuye 
considerablemente el tiempo de aplicación.
C) CUESTIONARIOS DE VALIDACIÓN
Las mediciones acústicas son solo unaparte de la 
valoración que se puede realizar de un audífono. La opinión 
del usuario es una parte fundamental a la hora de realizar 
modificaciones o evaluar el rendimiento e impacto que 
está teniendo el audífono en su vida diaria. Para estos fines, 
existen varios cuestionarios que permiten cuantificar el 
grado de adherencia y satisfacción que tiene el usuario con 
su ayuda auditiva.
Entre los cuestionarios que se suelen utilizar, destacan:
• Hearing Handicap Inventoy for the Eldery18 (en adelante, 
HHIE): El HHIE es un instrumento validado en el año 1982 y 
consta de 13 preguntas que evalúan el impacto emocional 
y social de la hipoacusia en las personas mayores. En 1990 
se realizó la validación para una versión acortada, con 
el fin de facilitar su uso —Shortened Hearing Handicap 
Inventory for the Eldery (en adelante, HHIE-S)—, el 
cual presenta resultados comparables en sensibilidad 
y especificidad para detectar usuarios con hipoacusia. 
Originalmente, está compuesto por 13 preguntas que 
evalúan las consecuencias emocionales, y 12 preguntas 
que miden las consecuencias sociosituacionales de la 
hipoacusia. El usuario debe asignarle a cada pregunta 
un valor —entre 0 (nunca), 2 (a veces) y 4 (siempre)—, 
en el cual a mayor puntaje, mayor es el deterioro social y 
emocional provocado por la hipoacusia. A pesar de que 
está diseñado para ayudar a determinar la necesidad 
de utilizar una ayuda auditiva, también puede ser 
32
las discapacidades auditivas en situaciones de 
comunicación real, con especial hincapié en la audición 
biaural. Está compuesto por 49 preguntas divididas 
en tres escalas: 1) Habla; 2) Audición espacial, y 3) 
Cualidades auditivas. Estas están distribuidas según la 
subescala pragmática que aborde cada pregunta. 
Actualmente, el cuestionario cuenta con una versión 
abreviada, la cual no mantiene todas las escalas del 
cuestionario original. A partir de esta última, se creó la 
versión denominada IROS12, la cual se encuentra validada 
en hablantes de español chileno23.
International Outcome Inventory for Hearing Aids (en 
adelante, IOI-HA): Es un cuestionario desarrollado en un 
taller internacional sobre la medición de los resultados 
de la rehabilitación audiológica con el uso de audífonos 
(Measuring Outcomes in Audiological Rehabilitation 
Using Hearing Aids) celebrado en Eriksholm, Dinamarca21. 
El cuestionario IOI-HA cubre un rango de siete elementos 
centrales de resultados generales, los que pueden 
ser aplicados a muchas tecnologías de audífonos. El 
resultado es un perfil que detalla el tiempo medio de 
uso, la utilidad percibida de los audífonos en situaciones 
difíciles, beneficio general, restricciones residuales de 
participación, efecto continuado de la pérdida auditiva 
en las personas con las que se comunica el usuario, y 
el efecto del audífono en la habilidad del usuario de 
disfrutar la vida.
Speech, Spatial and Qualities of Hearing Scale (en 
adelante, SSQ): Es una escala del habla, de audición 
espacial y de calidad auditiva. Este cuestionario evalúa 
la autopercepción de la experiencia auditiva y cuantifica 
• Los beneficios del uso del audífono se calculan al 
comparar las dificultades de los usuarios antes y 
después de su uso. 
• Client Oriented Scale of Improvement20 (en adelante, 
COSI): Es un instrumento desarrollado en Australia y 
consiste en un cuestionario abierto compuesto por 
dos secciones de evaluación de necesidades (Needs 
Assessment) y evaluación de resultados (Outcome 
Assessment). En la sección de evaluación de necesidades, 
los usuarios describen cinco situaciones específicas en 
las que desean mejorar su audición o comunicación. 
Después, dichos objetivos se clasifican según su 
importancia. Luego de un breve período de tiempo, el 
audiólogo podrá seguir el progreso del usuario en el 
logro de sus objetivos con la utilización del audífono. El 
uso del COSI puede programarse después de algunas 
semanas luego de la adaptación del audífono, o en 
períodos de tiempo más largos.
33
Para la medición del audífono mediante el test de caja, 
se debe posicionar el dispositivo en un compartimento 
especial, ubicado en el propio analizador. En esta prueba, 
generalmente, se realizan tres mediciones de importancia. 
La primera medición es el Poder de Salida Máxima (en 
adelante, MPO), que corresponde a la salida máxima que 
un audífono puede entregar, configurado en modo test. 
Este dato se obtiene al ejecutar la prueba conocida como 
OSPL90. Esta medición es importante debido a que el 
audiólogo necesita saber si el audífono tiene suficiente 
potencia para cubrir la pérdida auditiva y para cerciorarse 
de que no excede el umbral de disconformidad del usuario. 
La segunda medición es la de ganancia del audífono, que 
indica la potencia que entrega el audífono en función de 
la frecuencia del sonido de entrada. La señal de entrada 
suele ser de 50 o 60 dB SPL. La tercera medición es la 
de distorsión o distorsión armónica, que corresponde a la 
habilidad que tiene el audífono, cuando este se encuentra 
encendido, de amplificar sin perturbar la calidad del sonido. 
Esta medición se observa mediante gráficos o curvas de 
porcentaje; comúnmente, una distorsión bajo el 3% es 
aceptada y un porcentaje mayor al 10% indicaría alguna 
falla mayor en el audífono. 
Por su parte, las mediciones de oído real (en adelante, 
REM) tienen como propósito proveer información acerca 
de la amplificación que entrega el audífono directamente 
Uno de los métodos objetivos más utilizados es la Prueba 
con Analizador de Audífonos.
El analizador de audífonos es un aparato electroacústico 
que permite obtener una serie de datos técnicos sobre 
el audífono y determinar su correcto funcionamiento y 
comportamiento de amplificación. Para realizar estas 
mediciones, el audífono se puede situar dentro del 
analizador en un compartimento especial, o bien se efectúan 
mediciones con el audífono posicionado directamente en 
el oído del usuario. El equipo entrega distintas señales de 
entrada, las que el audífono procesará para entregar una 
señal de salida. El analizador compara ambas señales y 
comprueba el correcto desempeño de la ayuda auditiva.
Un analizador de audífonos actualmente:
• Realizar verificación de forma bilateral (solo algunos 
modelos de analizadores).
• Evaluar cualquier tipo o modo de audífono.
• Evaluar los sistemas de frecuencia modulada (en 
adelante, FM).
• Evaluar algunas características del audífono, como la 
transposición de frecuencias.
• Obtener información de cualquier marca de audífonos, 
aunque no tenga el software de adaptación.
En general, con un analizador de audífonos se pueden 
realizar dos evaluaciones principales: test de caja y 
mediciones en oído real.
1.2. MÉTODO OBJETIVO 
Y PRUEBAS PARA 
DETERMINAR 
UN CORRECTO 
FUNCIONAMIENTO
34
el CAE a no menos de 5 mm del tímpano, y 3) La medición 
debe ser realizada en un ambiente tranquilo, ubicando al 
usuario en una posición determinada y sin mover la cabeza. 
Con la medición REAR también es posible obtener otros 
datos importantes, tales como la ganancia de inserción (en 
adelante, REIG) y Speechmap. La primera es una medición 
que utiliza tonos puros o ruido rosa, permitiendo observar 
la curva de amplificación en términos de ganancia del 
audífono. En otras palabras, la REIG corresponde a la 
cantidad de ganancia que entrega el audífono por sí solo, 
sin considerar la ganancia entregada por el propio CAE. El 
Speechmap es una medición igual a la anterior, pero que 
utiliza sonidos más complejos, principalmente el habla. En 
ambas mediciones se pueden utilizar distintas intensidades 
en los sonidos de entrada, y así obtener la curva MPO y 
relacionarla con los umbrales de disconformidad del 
usuario.
• Diferencia de oído real y acoplador (en adelante, RECD): 
Corresponde a la medición de resonancia del conducto 
de forma ocluida,la que se realiza con la comparación 
en un acoplador de 2 cm3.
• Respuesta en oído real amplificado (en adelante, REAR): 
Consiste en enviar un estímulo a campo libre y se mide 
en dB el sonido que llega al CAE del usuario, esta vez 
usando audífono y molde. 
La REAR es una de las mediciones más utilizadas. Esta 
permite evaluar el audífono en el oído del usuario y ver 
cómo se comporta frente a un estímulo externo. Para esta 
medición es importante saber cuál es el método prescriptivo 
que utiliza el audífono, ya que esto determinará la ganancia 
y forma de amplificación del sonido4. 
Los datos obtenidos de la medición REAR se analizan en 
un SPLogram, es decir, un gráfico que en el eje vertical 
presenta datos en decibeles SPL y en el horizontal, la 
frecuencia del sonido de entrada. De esta manera, es 
posible observar el comportamiento del audífono en los 
parámetros de audibilidad y confort. Asimismo, al observar 
su curva de amplificación, permite analizar la salida de la 
ayuda auditiva, facilitando la comparación de los umbrales 
auditivos del usuario.
Para llevar a cabo una medición REAR, se deben cuidar tres 
aspectos: 1) El usuario debe estar con la prótesis auditiva 
encendida; 2) La sonda microfónica debe estar colocada en 
en el oído del usuario, por lo que no es una medida de la 
percepción subjetiva del sonido en el sujeto, sino de una 
respuesta objetiva de la amplificación en el oído. De esta 
manera, el audiólogo dispone de un criterio fiable y válido 
para la valoración del funcionamiento de un audífono10. 
Esta medición es fundamental para construir una apropiada 
adaptación de la ayuda auditiva del usuario. Para realizar 
las REM, se requiere del audífono (en el oído del usuario) y 
de una sonda microfónica al interior del CAE, ya que así el 
sonido amplificado por el audífono es captado directamente 
desde el CAE del usuario, obteniendo una medición mucho 
más precisa y fidedigna sobre el comportamiento de la 
ayuda auditiva.
Algunas de las REM que se pueden ejecutar de acuerdo 
con la norma ANSI S3.46-199722 son:
• Medición de oído real no amplificado (en adelante, 
REUG): Corresponde a la medición de la resonancia del 
conducto, pero sin ocluirlo.
• Respuesta en oído real no amplificado (en adelante, 
REUR): Consiste en enviar un estímulo a campo libre y 
se mide en dB el sonido que llega al CAE del usuario sin 
el uso de audífonos.
• Ganancia en oído real amplificado (en adelante, REAG): 
Corresponde a la medición de la cantidad de decibeles 
que el audífono adicionó al sonido enviado a campo 
libre (es decir, REAR-REUR).
35
CONCLUSIÓN
La verificación del funcionamiento de un audífono es uno de los procesos fundamentales para poder adaptar adecuadamente 
la ayuda auditiva a las necesidades del usuario. Desde hace muchos años que en la clínica chilena se han utilizado métodos 
sencillos pero confiables para la verificación, tales como la logoaudiometría protésica y la ganancia funcional. Cuando se 
utiliza el analizador de audífonos, se realiza la prueba de caja y más recientemente, las mediciones en oído real se logra llevar a 
cabo un análisis del funcionamiento del audífono de manera mucho más objetiva. Paulatinamente, estas evaluaciones han ido 
ganando terreno en nuestro país y es de esperar que prontamente se vayan posicionando como el estándar para la verificación 
del funcionamiento de las ayudas auditivas, sin olvidar la valiosa información que nos entrega el propio usuario a través de una 
entrevista o cuestionarios especialmente diseñados para aquello. Evidentemente, contar con los profesionales capacitados 
para realizar estas tareas es perentorio. Este conjunto de elementos permitirá que se pueda mejorar sustantivamente la 
calidad de los servicios entregados al usuario de audífonos, lo que puede repercutir positivamente en la adherencia para su 
uso y, en consecuencia, en su calidad de vida.
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14. Stelmachowicz P, Hoover B, Lewis D, Brennan M. Is functional gain really functional? Hear J 55 (11): 38–42, 2002.
REFERENCIAS
37
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18. Ventry IM & Weinstein BE. Identification of Elderly People with Hearing Problems. ASHA, 25, 37–42, 1983.
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Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello. 2018; vol. 78: 369-377.
VI. ADHERENCIA AL USO Y ABANDONO 
DEL AUDÍFONO EN PERSONAS 
MAYORES HIPOACÚSICAS: EVIDENCIA 
INTERNACIONAL Y NACIONAL
EDUARDO FUENTES LÓPEZ1
1 CARRERA DE FONOAUDIOLOGÍA, DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA 
SALUD, FACULTAD DE MEDICINA, PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE 
CHILE, SANTIAGO, CHILE.
39
RESUMENEl presente capítulo tiene por objetivo revisar la evidencia disponible acerca de las variables asociadas a la adherencia al uso y 
abandono del audífono, tanto a nivel nacional como internacional. Debido a que la pérdida auditiva tiene una alta prevalencia 
en el grupo de personas mayores, la revisión de variables asociadas se concentrará en el grupo etario que tiene hipoacusia 
relacionada con el envejecimiento. Por otra parte, algunos países de Sudamérica cuentan con políticas públicas de suministro 
de audífonos en personas mayores, por lo que resultó pertinente describir el algoritmo de estas, tomando como ejemplo el 
caso de Chile. Tanto Sudamérica como Chile cuentan con características particulares a nivel de indicadores sociodemográficos 
que imposibilitan la aplicación directa de los resultados de estudios internacionales, los cuales se describen a continuación.
40
Las dificultades evidenciadas durante la conversación, 
localización y participación en actividades sociales, son 
proporcionales al grado de discapacidad4. Las dificultades 
comunicativas pueden afectar la calidad de vida, estatus 
cognitivo y emocional5, 10. A su vez, se han reportado 
alteraciones psicosociales, como depresión y aislamiento11, 
13. La hipoacusia generaría restricción de actividades 
sociales, con la consiguiente pérdida de satisfacción en 
el cumplimiento de roles, ocasionando problemas para 
mantener redes sociales11, 14. 
A nivel global, la prevalencia de hipoacusia difiere entre 
países de altos ingresos y los de bajos y medianos 
ingresos14. En los primeros, se estima que afecta a alrededor 
de 18,5 millones de personas sobre 60 años, mientras que 
en países de bajos y medianos ingresos alcanzaría a 43,9 
millones14. Las personas mayores constituirían una gran 
proporción en países con altos ingresos, pero tienen niveles 
bajos de discapacidad, respecto de aquellos que viven en 
países de bajos y medianos ingresos14. Dado el proceso de 
envejecimiento poblacional y transición epidemiológica 
asociado, se espera que la hipoacusia sea un problema 
creciente, afectando especialmente a los países en vías 
de desarrollo, como es el caso de los que conforman 
Latinoamérica.
Los cambios demográficos —el envejecimiento poblacional, 
por ejemplo— condicionan nuevas formas de organización 
dentro de la sociedad, planteando con esto desafíos 
en la formulación de políticas públicas1. El proceso de 
envejecimiento poblacional en Latinoamérica ha mostrado 
gran rapidez y magnitud en comparación con otras 
regiones1. Paralelamente a los cambios demográficos, o 
“transición demográfica” que llevó al envejecimiento de 
la población, se observó una modificación del patrón de 
las enfermedades que la afectan2. Se acuñó el término 
“transición epidemiológica” para referirse a los cambios 
desde el predominio de enfermedades infecciosas, agudas 
y parasitarias, a las crónicas y degenerativas, propias de la 
vejez3. Dentro de las enfermedades crónicas se encuentra 
la hipoacusia relacionada al envejecimiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las 
causas más comunes de discapacidad a nivel mundial son 
la hipoacusia en el adulto y los problemas visuales4. Se 
considera que la hipoacusia es incapacitante cuando supera 
40 dB en el mejor oído4. En general, se utiliza el término 
“presbiacusia” para referirse a la hipoacusia relacionada 
con el envejecimiento5. Este trastorno se caracteriza por la 
reducción en la capacidad para oír y comprender el habla 
en ambientes ruidosos, lentitud del procesamiento de 
información acústica, y alteración para localizar sonidos5. 
INTRODUCCIÓN 
41
Los HA representan la estrategia más común utilizada para rehabilitar la hipoacusia relacionada con el envejecimiento. Diversos 
países sudamericanos han implementado políticas públicas de entrega de audífonos a personas mayores con hipoacusia; 
tal es el caso de Brasil16, Colombia17 y Chile18. En este último país, el establecimiento de las Garantías Explícitas de Salud 
(en adelante, GES), que apunta al logro de cobertura universal,19, 20 incorporó desde 2007 la provisión de audífonos para el 
tratamiento de la hipoacusia bilateral en personas mayores de 65 años19. Se establece que cuando se sospecha de hipoacusia, 
el usuario debe ser derivado a una evaluación, garantizando la obtención del audífono una vez que se constata que este se 
podría beneficiar con su uso18. Dentro de las recomendaciones, se encuentra el control en el primer y quinto año18. El usuario 
puede acceder a un segundo audífono si luego de un año de uso mostró ser adherente. 
La entrega del HA se realiza a través de licitaciones a empresas privadas. En la guía clínica ministerial se indica que serían 
dichas empresas las que deben realizar la adaptación del audífono mediante tres controles (a los 15 días desde la entrega, 
luego al mes y, posteriormente, a los tres meses). Los controles no se encuentran dentro de las prestaciones garantizadas 
en la política pública, la asistencia a estos no es fiscalizada por parte de organismos estatales, y los usuarios no le estarían 
otorgando importancia. Lo anterior permite entender un estudio que reportó que un 30,1% asistió a ninguno, o como máximo, 
a un solo control21.
En el sistema público de salud (Fonasa) existe un registro con las cifras de audífonos entregados por servicio, según sexo y 
tramo de Fonasa (entre A y D). Dichos indicadores no permiten evaluar el impacto de la política pública, es decir, el nivel de 
adherencia que tiene la persona al usar el audífono. Hasta el 2014, según cifras de Fonasa, se han entregado 215.930 audífonos 
en el país (costo aproximado unitario de $100.000), y como se señaló —dado los cambios demográficos—, las cifras irán en 
aumento. En Estados Unidos, por ejemplo, para el año 2019 se observó un aumento cercano al 5% en la venta de audífonos 
en comparación al 2018, lo que significa la comercialización de 4,2 millones de dispositivos22.
POLÍTICAS PÚBLICAS 
DE ENTREGA DE 
AUDÍFONOS PARA 
PERSONAS MAYORES 
CON HIPOACUSIA EN 
AMÉRICA
42
Al considerar el proceso, se observó que una variable que 
influye en alguna de las etapas puede no afectar a las 
que siguen. Por ejemplo, la motivación de otras personas 
puede influir positivamente sobre la búsqueda de ayuda, 
pero la satisfacción con el dispositivo está relacionada 
con la motivación propia26. Si el usuario no consulta por 
iniciativa propia al especialista en búsqueda de solución 
al problema, esto no asegurará que al final del proceso se 
sienta satisfecho con su audífono26.
En el proceso de adaptación del audífono, el equipo 
profesional realiza diversas acciones, las que contemplan 
la pesquisa temprana, caracterización de dificultades 
comunicativas, calibración del aparato, apoyo/consejería 
al usuario y familia, y entrenamiento en habilidades 
comunicativas23, 24. Estas acciones, realizadas ya sea por 
parte del personal médico, equipo de rehabilitación, familia 
o el propio usuario, influirán en que este se transforme 
finalmente, o no, en un usuario adherente24. Entenderemos 
la adherencia tal como lo define la OMS, es decir, el seguir la 
prescripción médica; en este caso, el uso del audífono25. Tal 
decisión solo puede ocurrir una vez que el usuario decide 
consultar a un especialista, y este último diagnostica el 
problema auditivo, e indica usar audífonos.
El análisis de las variables que condicionan el proceso se 
facilita dividiéndolo en etapas, considerando el transcurso 
desde que se acude al especialista hasta que el usuario se 
define como adherente, y los factores —ya sean propios 
o externos— que influirán. Lo primero que enfrentaría 
la persona mayor con hipoacusia es tomar la decisión 
de buscar ayuda, luego evaluará adquirir un audífono 
y después decidirá si continuar o no usándolo25, 26. En la 
primera revisión sistemática sobre el tema, realizada por 
Knudsen et al.26, se consideraronlas mencionadas etapas 
del proceso, identificando 31 variables asociadas. 
TRANSFORMACIÓN 
DEL USUARIO DE 
AUDÍFONO EN 
ADHERENTE
43
determinaron que existe un 8,9% de prevalencia de uso 
de audífono en las personas mayores de 60 años que 
reportaban problemas auditivos. Tal como se indicó, se 
trataría del uso dentro de los potenciales candidatos para 
utilizar audífono. El mismo estudio reportó que las personas 
que autoreportan problemas auditivos alcanzan el 30,4%, 
lo que correspondería a más de 500.000 adultos mayores. 
Con respecto a las cifras de adherencia, Cardemil et al.35 
señalaron que el 40% de los usuarios de un servicio público 
de salud indicaron usar audífono por más de ocho horas 
diarias. En este caso, se trataría de personas que habían 
sido diagnosticadas y recibieron un audífono, por lo que 
fue posible evaluar si cumplían la prescripción médica, que 
es la forma de operacionalizar la adherencia. En un reciente 
estudio de seguimiento, Fuentes-López et al.21 reclutaron 
a 355 personas de un servicio público, observando que el 
21,7% de las personas mayores adaptadas con audífono 
posteriormente lo abandonaron. 
Es posible estimar el porcentaje de usuarios de audífonos 
en relación al total de personas con hipoacusia (medida 
audiométricamente, o basándose en autorreporte). En el 
caso de las personas que no usan audífono, los estudios no 
diferencian entre quienes no han consultado a un especialista, 
de los que recibiendo un dispositivo, no lo usan. Debido a 
esto, no es posible constatar que están siguiendo o no la 
prescripción médica clave al operacionalizar la adherencia25. 
Dichas cifras informarían el porcentaje dentro de los que 
usan audífono, correspondiendo a una estimación del uso; 
no obstante, es posible estimar el porcentaje de uso entre 
quienes han consultado a un médico otorrinolaringólogo. 
En este caso, el cálculo permitiría conocer el porcentaje de 
pacientes adherentes, es decir, de aquellos que, habiendo 
consultado a un especialista y posteriormente obtenido un 
audífono, se mantiene usándolo.
En los países desarrollados, históricamente las cifras para 
el uso y adherencia han sido bajas27, 28. Solo el 25% de las 
personas mayores elegibles obtiene un audífono y entre un 
25-50% de estos no los utiliza29, 32. Resultaría esperable que 
con la progresiva mejora en calidad del sonido y reducción 
del tamaño de estos dispositivos, aumenten las cifras de 
adherencia; sin embargo, esto no ha ocurrido33. En el caso 
de países en desarrollo como Chile, Fuentes-López et al.34 
en base a un estudio representativo a nivel poblacional, 
DIFERENTES 
CIFRAS PARA LA 
ADHERENCIA, USO 
Y ABANDONO DEL 
AUDÍFONO 
44
a 40 dB, que corresponde a un déficit moderado, donde 
las limitaciones percibidas dependerán, en parte, del rol 
social de la persona. No se considera el autorreporte de 
problemas auditivos como criterio válido de selección de 
los usuarios beneficiarios. 
En cuanto a las variables sociodemográficas que están 
asociadas a la adherencia, se encuentra la edad42. A mayor 
edad, más aumenta la adherencia, esto a pesar de que se 
controle el efecto que tiene el grado de hipoacusia (ajuste 
del modelo estadístico)42. Características particulares, 
como la acuidad visual, podrían influir en la adherencia 
a través de variables intermedias, como la capacidad de 
manipular el dispositivo43. Relacionado con esto, estudios 
han considerado el efecto que tendría la autoeficacia en 
la adherencia al uso del audífono43, 45. La autoeficacia es la 
confianza que se tiene al realizar una tarea; en este caso, 
cuidar y manipular un audífono44, 45. Hickson et al.44, en una 
muestra de usuarios australianos, constataron que existe 
un efecto de interacción entre el nivel de autoeficacia y las 
actitudes positivas hacia el audífono. Ambas variables se 
potencian, es decir, al actuar en forma conjunta tienen un 
efecto significativo sobre la adherencia. En Chile, Fuentes-
López et al.45 observaron que hay una relación significativa 
entre la autoeficacia y la adherencia (número de horas de 
uso del audífono). La educación fue un importante predictor 
de los niveles de autoeficacia, cuyo efecto se explicaría 
La primera revisión sistemática sobre variables asociadas 
a la adherencia al uso de audífono, identificó 31 factores26. 
Casi la totalidad de los estudios recopilados correspondía 
a países desarrollados. Se constató que la autopercepción 
del problema auditivo (variable subjetiva) influyó todas 
las etapas del proceso de transformación en un usuario 
adherente al audífono. Mientras mayor es la percepción 
sobre la hipoacusia, mayor sería la discapacidad percibida, 
siendo más probable consultar a un especialista36, por lo 
tanto, probablemente hará un mayor esfuerzo para obtener 
un audífono37. Van den Brink et al.37 reportaron que casi la 
mitad de quienes no consultaron a un especialista relataron 
no tener problemas, o que estos interferían poco con su 
vida social. Adicionalmente, autores como Stephens et al.38 
consideran el autorreporte como una buena estrategia para 
seleccionar a los candidatos a usar audífono. 
También existiría una relación entre la autopercepción 
de dificultades comunicativas y la satisfacción con el 
audífono39, 40. Mientras mayor es la dificultad comunicativa, 
mayor es el uso y satisfacción que se tiene. Hosford-Dunn & 
Halpern41 observaron que quienes perciben que la pérdida 
auditiva impacta a familiares o personas cercanas, tienen 
mayor posibilidad de usar audífono y mostrarse más 
satisfechos. Lo anterior es relevante para la política pública 
de entrega de audífonos en Chile, ya que esta tiene como 
criterio de selección el presentar una hipoacusia mayor 
VARIABLES 
ASOCIADAS A 
LA ADHERENCIA 
Y ABANDONO 
DEL AUDÍFONO 
EN ESTUDIOS 
INTERNACIONALES
45
ACE usaron el audífono regularmente, en comparación al 
8,9% del grupo de control. Pese a los efectos positivos, los 
programas de rehabilitación basados en la comunicación 
no son ampliamente utilizados. Una posible explicación es 
que las acciones realizadas por el audiólogo no van más allá 
de calibrar audífonos y entregar consejos48, 49. A lo anterior 
se suma que las políticas públicas en Chile y otros países 
de la región no incluyen la entrega de rehabilitación dentro 
de sus prestaciones asociadas a la entrega del audífono.
La reciente revisión sistemática de Ng & Loke50 identificó 
otras variables asociadas a adherencia, principalmente 
audiológicas, como el grado de hipoacusia, la sofisticación 
del audífono (uno más avanzado significó una mayor 
adherencia), tolerancia al ruido de fondo, y si el dispositivo 
se ajustaba a la ganancia necesaria del método prescriptivo. 
Dentro de las variables no audiológicas asociadas a 
adherencia se identificó la autopercepción del problema 
auditivo, las expectativas, el género y el ingreso económico.
En cuanto al abandono del audífono, McCormack 
& Fortnum33, en una revisión amplia de la literatura 
especializada, identificaron los siguientes motivos 
asociados: presentar dificultades con ambientes ruidosos 
o con mala calidad del sonido, incomodidad al usar el 
dispositivo, requerir ayuda al posicionarlo, mantenimiento/
manipulación engorrosa del control de volumen y cambio 
por el hecho de que los materiales, guías de manejo del 
dispositivo, o información entregada en los controles, no 
siempre están adaptados al nivel educacional del usuario45.
En Knudsen et al.26, el estigma fue un factor reportado para no 
utilizar audífonos una vez que se consultó a un especialista. 
Una vez que el usuario es diagnosticado con hipoacusia, 
las percepciones de estigma harían que no progrese en el 
proceso de hacerse adherente. Posiblemente, lo anterior se 
vería reforzado por la creencia de que algunas personas 
evalúan negativamente el audífono. Van den Brink et al.37 
reportaron que los no usuarios consideran

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