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COMPETENCIAS MATEMÁTICAS EN EL TRAYECTO FORMATIVO DE ESTUDIANTES DE CIENCIAS ECONÓMICAS. IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN PARA UNA MEJORA EN LA PROPUESTA EDUCATIVA. IDENTIFICATION AND CHARACTERIZATION OF INSTITUTIONAL REFERENCE GROUPS IN TRAINING COURSES BASED ON THE MATHEMATICAL COMPETENCIES OF STUDENTS OF ECONOMIC SCIENCES. Autor Santarrone, María Alejandra- Cámara, Viviana del Carmen- Meyer, Roberto Delfor E-mail santarrone@gmail.com Eje temático Matemática en las Ciencias Económicas Palabras clave Educación Matemática- Competencias- Ciencias Económicas Resumen El presente trabajo tiene como objetivo comunicar el proyecto de investigación presentado en la convocatoria CAI+D 2020. El mismo surge en el contexto de la implementación, desde el año 2019 del nuevo plan de estudios de la carrera de Contador Público, lo cual sirvió como disparador para la reflexión, autoevaluación y revisión de las demás carreras: Licenciatura en Economía y Licenciatura en Administración de nuestra facultad. Se plantea realizar una investigación de carácter exploratorio con los objetivos de evaluar las competencias matemáticas en el trayecto formativo de los estudiantes para el diseño de un prototipo de enseñanza en función de competencias e identificar y caracterizar los grupos de pertenencia y referencia institucional, de acuerdo a un enfoque institucional y de carácter longitudinal. Desde el enfoque socioformativo se abordarán los siguientes mailto:santarrone@gmail.com interrogantes: ¿qué competencias en el área de Matemática, necesitan los egresados para afrontar los problemas afines a su formación mediante desarrollos y justificaciones basadas en aspectos científicos?, con las prácticas de enseñanza actuales, los estudiantes ¿logran las competencias necesarias para su formación profesional?, respetando el carácter autónomo de cada cátedra, ¿es posible entretejer o vincular las mismas desde la perspectiva de las competencias?. Se espera aportar conocimientos sobre los procesos actuales de enseñanza y aprendizaje y construir espacios adecuados para la reflexión autocrítica acerca de las competencias matemáticas que deben desarrollarse en carreras orientadas a las ciencias económicas. Introducción La Facultad de Ciencias Económicas (FCE) modificó los planes de estudio de las carreras que dicta y en la acreditación de las mismas. En el año 2018, se aprobó el nuevo plan de estudios para la carrera de Contador Público (CP). La estructura curricular está conformada por un ciclo de formación inicial, denominado “Bachiller Universitario en Ciencias Económicas”, común a las carreras de Contador Público, Licenciatura en Administración y Licenciatura en Economía y un ciclo especializado. Las materias están planificadas a partir de objetivos, contenidos y se articulan entre ellas a partir del régimen de correlatividades. El proceso de acreditación de la carrera de Contador Público sirvió también como disparador para la reflexión, autoevaluación y revisión de las demás carreras: Licenciatura en Economía y Licenciatura en Administración. Según el informe preliminar de acreditación de la carrera de Contador Público por parte de la CONEAU, el esquema de correlatividades definido contempla una secuencia de complejidad creciente de los contenidos y garantiza la continuidad y coherencia en el aprendizaje de los conocimientos. Además sostiene que existen mecanismos de integración transversal de los contenidos como son las reuniones de cátedra, reuniones de la comisión de seguimiento del plan de estudios y talleres para la formación práctica, uno en segundo año y otro en cuarto año, donde se afianzan los contenidos desarrollados, entre otras actividades de integración. En cuanto a la formación matemática, se contemplan las siguientes materias: Matemática como lenguaje (1er año-cursado anual), Cálculo para Ciencias Económicas (2do año-cursado cuatrimestral) Estadística (3er año, 1er. cuatrimestre) Matemática Financiera (4to año-cursado cuatrimestral). A estos cursos debe agregarse Inferencia Estadística (3er. año, 2do. cuatrimestre) y Matemática para Economistas (3er. año, Anual) específicos para la carrera de Licenciatura en Economía, así como algunos otros cursos de carácter optativo orientado al análisis de cuantitativo de datos que alternativamente se ofrecen desde el Departamento de Matemática. Por su parte el Consejo de Decanos de Ciencias Económicas de Universidades Nacionales, CODECE (2014), plantea refiriéndose al diseño curricular que: [...]“Los contenidos se expresan en función de la información conceptual y teórica considerada imprescindible, y de las competencias que se desean lograr. Pueden ser teóricos, prácticos, o teórico - prácticos, y en cada caso serán fundantes del saber profesional, dejándose espacio para que cada institución elabore el perfil del profesional deseado. Todo diseño curricular de la carrera de Contador Público debe asegurar que los contenidos específicos sean adecuados y que, conjuntamente con la articulación entre áreas y asignaturas, se garantice la formación correspondiente al perfil definido. Su presentación en forma de áreas temáticas no debe generar rigideces que puedan atentar contra la necesaria flexibilidad curricular”[...] Ante este escenario, surgen las siguientes preguntas: -¿Qué competencias en el área de Matemática, necesitan los egresados de las carreras de Ciencias Económicas para afrontar los problemas afines a su formación mediante desarrollos y justificaciones basadas en aspectos científicos? -Con las prácticas de enseñanza actuales, los estudiantes ¿logran las competencias necesarias para su formación profesional? Respetando el carácter autónomo de cada cátedra, ¿es posible entretejer o vincular las mismas desde la perspectiva de las competencias? Cabe destacar que estos interrogantes se encuentran justificados a partir de la reflexión y autocrítica de los docentes integrantes del Departamento de Matemática, plasmadas en los encuentros de cátedra e inter cátedra, así como reuniones con cátedras de otras disciplinas y las propias plenarias del Departamento. Por ello, se considera importante asumir una investigación que no sólo aporte conocimientos sobre los procesos actuales de enseñanza y aprendizaje sino que la misma pueda construir espacios adecuados para la reflexión autocrítica acerca de las competencias matemáticas que deben desarrollarse en carreras orientadas a las ciencias económicas. Objetivos del proyecto Los objetivos planteados se dividen en generales y específicos, los primeros son: 1. Evaluar las competencias matemáticas en el trayecto formativo de los estudiantes de las carreras de grado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral para el diseño de un prototipo de enseñanza en función de competencias. 2. Identificar y caracterizar grupos de pertenencia y referencia institucional en los trayectos formativos basados en las competencias matemáticas de los estudiantes de ciencias económicas, de acuerdo a un enfoque institucional y de carácter longitudinal. Los segundos, se enumeran a continuación de manera secuenciada: 1. Establecer las competencias matemáticas necesarias del egresado de la carrera de grado Contador Público Nacional a partir del análisis de las redes conceptuales de cada asignatura que componen el Departamento de Matemática. 2. Elaborar instrumentos que permitan evaluar las competencias matemáticas, establecidas en el objetivo Nº1, de los estudiantes de manera indistinta de cada asignatura. 3. Diseñar una base de datos evaluativa de las trayectorias longitudinales individuales en torno a las competencias matemáticas necesarias en la formación del estudiante de ciencias económicas. 4. Realizar un análisis exploratorio multifactorial para identificar factores-variables determinantes de los resultados de la evaluación del aprendizaje, y demás característicasdel grupo de referencia y grupo de pertenencia. 5. Realizar un análisis exploratorio y otro confirmatorio de clusters de las trayectorias longitudinales individuales. 6. Realizar un análisis explicativo basado en métodos cualitativos de las distintas situaciones hipotéticas detectadas a partir de lo actuado en los objetivos previos. 7. Diseñar un prototipo de prácticas de enseñanza de las asignaturas que componen el Departamento de Matemática de FCE- UNL para lograr funcionalidad en las competencias. Metodología El marco metodológico general será el análisis Institucional entendido como la articulación de todas las actividades tendientes a explicar la gama de funciones educativas, administrativas y de apoyo que aparecen dentro de la misma Facultad y aquellas que caracterizan el entorno o contexto social del alumno de Ciencias Económicas. Las actividades derivadas del Análisis Institucional examinan las funciones en sus definiciones más amplias, y acogen la recopilación de datos y las estrategias analíticas que apoyen la toma de decisiones (Middaugh, Trusheim, Bauer, Karen, 1994). Todo proceso de Análisis Institucional debe considerar metodológicamente las dimensiones cualitativas y cuantitativas de cada una de los grupos de referencia y grupos de pertenencia de manera complementaria. Estos procedimientos metodológicos cuali y cuantitativos son aplicados a las funciones específicas de la Autoevaluación –es decir la evaluación interna, la mirada hacia dentro que el Departamento de Matemática debe realizar- y la Evaluación Externa que considera la totalidad de la información generada por las demás funciones para orientar la toma de decisiones sobre lo que se debe y no se debe modificar. En el proceso de Análisis Institucional, los actores involucrados deberán mantener una actitud abierta, crítica, responsable y flexible, pues todos y cada uno de ellos se manifestarán en su doble calidad de partícipes y ejecutantes de los procesos. El Análisis Institucional es por lo tanto asumido como un proceso. En dicho proceso se reconocen etapas generales: (a) la decisión y definición del cambio, (b) el desarrollo de las acciones conducentes a la producción de los cambios, (c) el análisis cuali y cuantitativo que los cambios han producido y (d) la retroalimentación en nuevas propuestas educativas que tiendan a acercar la Educación a las necesidades percibidas por la sociedad actual. Se concibe la investigación cuantitativa como aquella que permite, bajo condiciones de razonamiento inductivo y contexto de incertidumbre probabilística, la formulación de escenarios caracterizados por la construcción de hipótesis a partir del análisis de los datos, el desarrollo posterior de sucesivos procesos metodológicos de producción de información que pretendan la refutación de aquellas (Teoría de la falsación, Popper 1982). Así, mientras la información cuantitativa lograda no contradiga las hipótesis previas, éstas mantendrán su vigencia y validez. Sin embargo, al considerar la esencia educativa de la investigación, se impone la necesidad de triangular entre distintos métodos de investigación, y por lo tanto, la presencia de una instancia de análisis cualitativo de aquellas hipótesis. Este enfoque define entonces la elección de un proceso de triangulación de métodos cualitativos y cuantitativos típicos en el paradigma de la investigación mediante métodos mixtos (Hernández Sampieri, 2014) Se caracterizan a continuación las etapas metodológicas, métodos estadísticos y métodos cualitativos, a aplicar: Etapa 1: Identificación de conocimientos matemáticos articulados en los trayectos curriculares y competencias. La estructura curricular determina una secuenciación de conocimientos y saberes que los estudiantes deben acreditar longitudinalmente a lo largo de su formación. Los programas de cada curso de matemática dan cuenta de la inclusión de los mismos y se encuentran secuenciados de manera transversal generalmente en una espiral de niveles de dificultad sucesiva. El análisis de la estructura de articulación y secuenciación longitudinal de los contenidos matemáticos es esencial para comenzar a desarrollar las actividades subsiguientes en la investigación y metodológicamente se conduce a través del análisis de contenido de las planificaciones de cada curso. Etapa 2: Definición de variables características a priori. Dado que el objetivo de la etapa siguiente es el diseño y construcción de una base de datos institucional de las trayectorias longitudinales de los estudiantes de matemática de la facultad de ciencias económicas y consecuente con el marco teórico metodológico, deben seleccionarse las variables características que a priori se incluirán en ella. Un punto de partida para esa selección son: (a) características personales del estudiante -sexo, edad, carrera, estudios previos, etc-, (b) características del proceso de enseñanza aprendizaje -docente, técnica de enseñanza, etc-, (c) evaluaciones parciales y finales de los contenidos matemáticos en relación con las competencias, (d) características eventuales del grupo de pertenencia -modalidad de ingreso, horario de cursado, normativa vigente, y otras- Etapa 3: Diseño de la base de datos del departamento de matemática de las trayectorias individuales para la adquisición de competencias matemáticas. Se piensa en el diseño de una Firebase Realtime Database que es una base de datos alojada en la nube. Los datos se almacenan en formato JSON y se sincronizan en tiempo real con cada cliente conectado. Cuando se compilan apps multiplataforma con los SDK de iOS, Android y JavaScript, todos los clientes comparten una instancia de Realtime Database y reciben actualizaciones automáticamente con los datos más recientes. Etapa 4: Análisis Factorial por componentes principales de competencias, resultados y trayectorias individuales del estudiante. Se abordará el análisis factorial desde una perspectiva exploratoria, para extraer los factores principales que caracterizan los grupos probablemente diferenciados de trayectorias por competencias. Etapa 5: Identificación de conglomerados o grupos o clusters con comportamiento estadístico similar según factores principales que representan procesos y dimensiones de análisis. Se utilizará el método de conglomerados de k medias o el análisis de conglomerados jerárquicos para casos. Este procedimiento intenta identificar grupos de trayectorias de estudiantes relativamente homogéneos basándose en las características seleccionadas y utilizando un algoritmo que puede gestionar un gran número de casos. Etapa 6: Análisis explicativo de las características observadas en los clusters de estudiantes. En estas circunstancias y desarrollo del proceso metodológico de la investigación se espera haber encontrado dentro del grupo de referencia -estudiantes- conjuntos o clusters de trayectorias individuales longitudinales que permitan diagnosticar la situación actual en función de las competencias matemáticas que deberían haberse desarrollado. Para explicar las diferencias que, a priori, se encontraran se conducirán entrevistas en profundidad entre docentes y estudiantes, y grupos focales con estudiantes. Marco teórico El proyecto recoge en sus aspectos generales filosóficos, pedagógicos y metodológicos al análisis institucional elaborado por Lourau (1970). Este reconocimiento es subyacente al enfoque basado en competencias y brindará una base desde donde los investigadores se situarán respecto del objeto de estudio. En efecto, en primer lugar se considera el nuevo sistema de referencia del concepto institución -categoría filosófica- no ya aquel significado normalizado y organicista de la sociedad sino al grupo de referencia. En virtud de tal elección pasa cobrar importancia el rol del analista institucional y las circunstancias y características del grupo que subyacen, se desarrollan, se ocultan e intervienena modo de fenómeno microsocial para producir los efectos observables. En segundo lugar, y de una u otra manera, en el devenir posterior a la irrupción del concepto Análisis Institucional, éste fue recogido desde distintas disciplinas para enriquecer su propio acervo teórico. En la actualidad y como novedad más reciente, y sin nombrarlo explícitamente Godino (2018), recoge la noción de grupo para afirmar su influencia en el desarrollo didáctico de los conceptos matemáticos y sus significados. En tercer lugar, la noción de grupo de referencia y por tanto su rol institucional va a reconocer la importancia creciente de los conceptos de función y estructura en la identificación, interpretación y valoración del in group (grupo de pertenencia) y el out group (grupo de no pertenencia pero de referencia) y procedimentalmente requerirá de un enfoque empírico, clínico o etnográfico para su análisis. Con esta elección -a modo de marco referencial- que preconiza desde qué perspectiva se analizarán las competencias matemáticas, se está reconociendo la importancia de incluir en ese análisis lo que caracteriza, define e identifica al grupo de pertenencia, como así también al grupo de referencia y sus interacciones, que en la dinámica sociocultural y el devenir didáctico del proceso de enseñanza y aprendizaje se amalgama y produce el resultado puesto luego en discusión. Así entonces, las competencias matemáticas no dependen sólo de la bondad del proceso didáctico y las capacidades intelectuales puestas en juego sino también de la sinergia de los grupos y sus propios procesos, cuyas características deberán ser esclarecidas y consideradas por el analista institucional. Este posicionamiento ha sido recogido en diversas investigaciones para fundamentar las elecciones metodológicas por el equipo de investigación en el desarrollo de proyectos que abordan problemas de segmentariedad y construcción de indicadores de procesos, en el análisis explicativo en la administración de sistemas educativos o socioeducativos tal como lo describen los enunciados en las próximas secciones. De manera complementaria otra base teórica potente del proyecto es el enfoque socioformativo, donde se enmarca el término “Competencias”. En CODECE (2014) se establece que el proceso de formación de competencias profesionales debe posibilitar la intervención en la problemática específica de la realidad socioeconómica, contemplar ámbitos o modalidades curriculares de articulación teórico-práctica. Éstas deben recuperar el aporte de diversas disciplinas. El diseño de actividades de aprendizaje debería tender a un trabajo de análisis y reelaboración conceptual que permita su transferencia al campo profesional, posibilitando, de esta manera, una comprensión integral del rol del Contador Público. Es así como lo menciona Rodríguez Zambrano (2007), hoy se entiende el trabajo desde una perspectiva de aplicación de métodos del conocimiento científico, como el saber aplicado a la producción, el trabajo en equipo, la solución de problemas y la relación con los clientes, entre otros. Si antes se concebía el trabajo como una aplicación de esfuerzo hacia la transformación física, hoy se lo podría entender como una aplicación de inteligencia hacia el logro de resultados. El empleo del término de competencia a nivel laboral, surge como una necesidad objetiva, de acercar el estudio, análisis y control de la actividad laboral a los procesos reales, por lo que su principal característica consiste en partir de los resultados, los objetivos y las funciones de la actividad a desarrollar. Desde la esfera educativa, ha generado teorías, metodologías y currículos orientados a dar respuesta a problemáticas como el empleo, productividad de las empresas, entre otras. A finales de la década de 1990 y comienzos de 2000 empezó a estructurarse el enfoque socioformativo, Tobón, Pimienta, García (2010), el cual también se suele denominar enfoque sistémico-complejo o enfoque complejo. El mismo concibe la formación de las competencias como parte de la formación humana integral, a partir del proyecto ético de vida de cada persona, dentro de escenarios educativos colaborativos y articulados con lo social, lo económico, lo político, lo cultural, el arte, la ciencia y la tecnología. El enfoque socioformativo sigue los principios del pensamiento sistémico-complejo y, en esta medida, se encuentra mejor establecido para afrontar los retos actuales y futuros, caracterizados por la inter y la transdisciplinariedad, la multiplicidad de relaciones en contexto, los cambios constantes en todas las áreas y los procesos de caos e incertidumbre. De allí que muchas instituciones educativas lo asuman como un enfoque de base para construir sus modelos educativos, realizar la gestión educativa y docente, orientar su currículo y llevar a cabo la mediación de las competencias desde la formación humana integral, para formar así personas que estén en condiciones de afrontar estratégicamente los problemas cotidianos y de los entornos en los cuales se desempeñen. Bajo este modelo, las competencias son actuaciones integrales ante actividades y problemas del contexto, con idoneidad y compromiso ético, integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer en una perspectiva de mejora continua. Lo anterior significa que se puede formar estudiantes con muchos conocimientos; sin embargo, para que sean competentes es necesario que aprendan a aplicarlos en actividades y problemas con calidad, integrando una actuación ética, con base en valores y actitudes. Hay alumnos que aprenden acciones para abordar situaciones en forma práctica, aunque para ser competentes es preciso que además de las acciones prácticas estén en condiciones de comprenderlas, contextualizarlas y analizarlas a partir de conceptos y teorías, y que además las realicen con un compromiso ético. Esto lleva a la necesidad de integrar las diferentes áreas del currículo para que los estudiantes aprendan a actuar con base en el saber hacer, el saber conocer y el saber ser (que integra el saber convivir), con el fin de alcanzar determinados propósitos pertinentes en el contexto. Una competencia, entonces, no es sólo tener un saber hacer, un saber conocer o un saber ser por separado, sino movilizar los diversos saberes (ser, hacer y conocer) hacia el logro de una meta determinada en el contexto. Para poder describir una competencia, se puede atender a los siguientes componentes: • Dominio de competencia: Es la categoría general, en la cual se organizan las competencias pertenecientes a una misma área. • Formulación de la competencia. Se describe la competencia que se pretende contribuir a formar o evaluar a partir del análisis de problemas del contexto, buscando que tenga un verbo de desempeño, un objeto conceptual, una finalidad y una condición de referencia. • Ejes procesuales. Son los grandes desempeños de la competencia que dan cuenta de su estructura como proceso sistémico. Son opcionales y por lo general se explicitan para organizar los criterios. Por ejemplo, la competencia comunicativa tiene los siguientes ejes procesuales: Comprender y emitir anuncios sobre hechos en la localidad. Redactar textos. Expresarse en público. Comunicarse en forma gráfica. Interactuar con asertividad en situaciones comunicativas. • Criterios. Son las pautas fundamentales que se deben tener en cuenta en la valoración de la competencia; se componen de un “qué se evalúa” y un “con qué se compara” (referente). Los criterios buscan considerar los diferentes saberes de la competencia (ser, hacer, conocer y convivir). Para un mejor manejo, se pueden establecer y clasificar mediante ejes procesuales, que son los grandes aspectos (temas, bloques, etc.) o desempeños que estructuran una competencia y configuran su dinámica de desarrollo. Los criterios son el término más usado a nivel internacional para dar cuenta de las pautas que deben considerarseal evaluar las competencias, y equivalen a conceptos cercanos, como los resultados de aprendizaje (que son más propios del conductismo), aprendizajes esperados (más del constructivismo) e indicadores (más de la medición), etc. • Evidencias. Se trata de pruebas concretas y tangibles de la competencia que resultan esenciales para evaluar los criterios. Es posible considerarlas por separado o agregarlas a los criterios. Las competencias básicas son fundamentales para la vida; las genéricas son comunes a diversas ocupaciones y profesiones; y las específicas son propias de una determinada ocupación o profesión (Tobón, 2006). Una de las clasificaciones más extendidas consiste en dividir las competencias en competencias básicas, competencias genéricas y competencias específicas: Competencias básicas: a partir de diferentes proyectos, el planteamiento más coherente es que las competencias básicas son parte de las competencias genéricas y específicas, expresan los ejes esenciales para vivir en sociedad y se abordan en la educación básica. Según la Unesco (2012), las competencias básicas son las nociones en lectura, escritura y aritmética. Competencias genéricas: son las competencias fundamentales para alcanzar la realización personal, gestionar proyectos, contribuir al equilibrio ecológico y actuar en cualquier ocupación, puesto de trabajo y/o profesión. Son las responsables de una gran parte del éxito en la vida y en el mundo profesional, por lo cual es necesario que se formen desde la familia y sean la esencia tanto de la educación básica como de la educación media, la educación técnico-laboral y la educación superior. Estas competencias también se denominan como competencias transversales para la vida. Se caracterizan por: 1. Son necesarias para que las personas gestionen su formación, realización personal y aprendizaje continuo. 2. Tienen como base la actuación ética así como los derechos humanos. 3. Respetan la diversidad individual y social. 4. Se requieren para la convivencia pacífica y armónica, para resolver los conflictos interpersonales y sociales, y para la vida en ciudadanía. 5. Son la base para el aprendizaje y la consolidación de las competencias específicas, así como para su efectiva aplicación. 6. Aumentan las posibilidades de empleabilidad, al permitirles a las personas cambiar fácilmente de un trabajo a otro. Asimismo, favorecen la gestión, consecución y conservación del empleo. 7. Permiten la adaptación a diferentes entornos sociales, ocupacionales, laborales y profesionales, ya que brindan herramientas para afrontar los constantes cambios en los procesos. 8. No están ligadas a una ocupación en particular. Son comunes a diferentes ocupaciones. 9. Se adquieren mediante procesos sistemáticos de enseñanza y aprendizaje en la familia, la sociedad y las instituciones educativas. Competencias específicas: son aquellas competencias propias de una determinada ocupación o profesión. Tienen un alto grado de especialización, así como procesos educativos específicos, generalmente llevados a cabo en programas técnicos, de formación para el trabajo y en educación superior. Así mismo, refiriéndonos a las prácticas de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación, dentro de este enfoque socioformativo, en Tobón, Pimienta, García (2010), se considera que “las competencias son actuaciones integrales ante actividades y problemas del contexto, con idoneidad y compromiso ético, integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer en una perspectiva de mejora continua”. Esto señala que formar estudiantes competentes implica que es necesario que aprendan a aplicar los conocimientos en actividades y problemas, con calidad, con base en valores y actitudes integradoras/colaboradoras. Además, no sólo se pide resolverlas sino también comprenderlas, contextualizarlas y analizarlas con compromiso ético. Es aquí donde toma relevancia el diseño de las prácticas de enseñanza. Por otro lado, Pimienta y Rodríguez (2009) sostienen que es esencial disponer de “tareas relevantes (situadas) que generará aprendizaje por la puesta en marcha de todo el ser implicado en su resolución”. En línea a esta perspectiva, las prácticas de enseñanza y de aprendizaje se orientarán, fundamentalmente, a las siguientes características: contextualizadas, complejas y lo más reales posibles. En este esquema nos debe importar, por ejemplo, cómo los jóvenes comprenden determinados conceptos no sólo en forma aislada sino en vinculación o en red con el contexto social y profesional (ciencias económicas) y con las asignaturas del departamento de matemática. Así, el diseño de una práctica educativa debe considerar el contexto socio-económico y las competencias que el estudiante debe adquirir en dicha práctica. En cuanto al aprendizaje consideramos que la forma de aprender matemática se constituye por construcciones sucesivas cuyo resultado es garantizar el éxito del alumno ante la resolución de problemas de las ciencias económicas. Para el logro de esta construcción se hará referencia a “un aprendizaje basado en la significación de los conocimientos matemáticos mediante el uso” Reyes-Gasperini, (2016), y esta autora también afirma que “cambiar la centración de los objetos de enseñanza hacia las prácticas permite un aprendizaje con base en los usos del conocimiento más que en su utilidad” (p.29). Al respecto nos parece adecuado explorar lo planteado por Biggs (2010), orientado al enfoque profundo del aprendizaje. Este autor argumenta que, el enfoque profundo se deriva de la necesidad sentida de abordar la tarea de forma adecuada y significativa, de manera que el estudiante trate de utilizar las actividades cognitivas más apropiadas para desarrollarla. Esto requiere un sólido fundamento de conocimientos previos relevantes, de manera que los estudiantes que necesitan saber tratan naturalmente de aprender los detalles, así como de asegurarse que comprenden. En cuanto a las estrategias del enfoque profundo, García (2011) refiere a la necesidad de establecer conexiones significativas entre la nueva información y los conocimientos previos ya adquiridos por los estudiantes. A su vez, su actividad cognitiva no se circunscribe a una sola tarea o materia sino que planea entre distintas tareas y materias, de manera que las relaciona e integra todas en una red de interconexiones conceptuales y de significado. Identifican elementos de diferentes ámbitos (académicos y extraacadémicos) y los interrelacionan. Las prácticas que se propondrán se caracterizan por: a) la naturaleza del problema proviene del contexto social, es decir, la construcción del conocimiento matemático es situado, b) el problema a trabajar en el aula lo determinan el docente y los estudiantes en forma colaborativa, y c) la finalidad consistirá en realizar un proyecto para actuar en el contexto en función de la formación de las competencias. Este posicionamiento en cuanto al aprendizaje y los modos de enseñanza de la disciplina impactan directamente en el rol del profesor. Ahora, el profesor no es un mero transmisor de información sino que debe apelar a una pedagogía más formativa que informativa. Como la responsabilidad del diseño y coordinación de las situaciones de aprendizaje está a su cargo es posible una transformación en su práctica profesional que le permitirá desarrollar el pensamiento matemático a partir de la construcción social del conocimiento. Ahora bien, es necesario también abordar el problema evaluativo en este contexto. Pimienta (2008) sostiene que se deben generar cambios en el proceso evaluativo de los aprendizajes, así, la evaluación debe entenderse no como un hecho aislado y puntual sino integrada en el propio proceso de enseñanza y aprendizaje e incorporando un seguimiento de la progresión del aprendizaje de cada alumno. Teniendo en cuenta lo anterior, se propone desde la socioformación el concepto de valoración para resaltarel carácter apreciativo de la evaluación y enfatizar en que es ante todo un proceso de reconocimiento de lo que las personas aprenden y ponen en acción-actuación en un contexto social, asumiendo el error como una oportunidad de mejora y de crecimiento personal. Esto implica determinar de forma continua los avances de los estudiantes respecto a unas determinadas competencias con base en criterios argumentados y acordados y apoyarles en sus dificultades para que las superen. En general, como se expresa en Tobón (2013), la valoración de las competencias en el marco educativo tiene cuatro fines bien claros: la formación, la promoción, la certificación y la mejora de la docencia. En el ámbito de la formación, la valoración tiene como meta esencial brindar retroalimentación a los estudiantes y a los docentes en torno a cómo se están desarrollando las competencias establecidas para un determinado curso o programa, cuáles son los logros en este ámbito y qué aspectos son necesarios mejorar. Asimismo, es fundamental que en este tipo de valoración se estudien los progresos de los estudiantes en la formación de las competencias teniendo como base el punto de partida. Respecto a la promoción, el fin de la valoración consiste en determinar el grado de desarrollo de las competencias dentro de un determinado módulo, para determinar si los estudiantes pueden ser promocionados o no a otro nivel. La certificación, por su parte, consiste en una serie de pruebas que se le hacen a los estudiantes o egresados con el fin de determinar si poseen las competencias en una determinada área acorde con criterios públicos de alto grado de idoneidad. Hay tres tipos de certificaciones: 1) de la institución educativa, que debe determinar si los estudiantes poseen las competencias en el nivel esperado al finalizar un determinado programa o ciclo; 2) del Estado, mediante la aplicación de pruebas masivas para determinar el grado de desarrollo de las competencias cognitivas y 3) de organizaciones profesionales, que buscan certificar como tal las competencias mediante análisis independientes. En síntesis, esta investigación, “problematiza el saber matemático involucrado en las asignaturas del departamento de matemática de la FCE-UNL”, en términos de competencias. Consideraciones finales El equipo de investigadores de este proyecto viene desempeñándose desde hace varios años en la problemática de diseño de las prácticas de enseñanza, así contamos con experiencia en modelación matemática y en la redacción de estudios de caso vinculando análisis matemático, administración general y matemática financiera. Además venimos trabajando en la relación entre el Saber y Conocimiento y el proceso de formación del razonamiento (en particular inferencial estadístico) así como también la Alfabetización Científica de la ciudadanía y las formas de razonamiento experimentales y cuasi-experimentales en el mundo del trabajo. Lo anterior, ha permitido una continuidad respecto al marco teórico conceptual y metodológico aportado para el diseño de la presentación que nos ocupa. Estos antecedentes han tenido impacto tanto en docencia como en la generación de práctica de extensión de educación experiencial. De este modo, si bien aún no se encuentra en marcha el proyecto, por lo cual no se han obtenido resultados, creemos importante poner en diálogo las ideas del mismo en la comunidad de investigadores de la FCE. Los objetivos planteados, esperamos que no sólo fortalezca lazos y articulaciones en el equipo docente del departamento de matemática de la FCE sino también, al encarar el curriculum por competencias, esos mismos lazos y articulaciones se entrelacen con los demás departamentos de la facultad, haciendo que la formación impartida tienda más a una formación no atomizada del saber en los estudiantes. Referencias bibliográficas Biggs, J. (2010). Calidad del aprendizaje universitario. Madrid. España: Narcea, S.A. CODECE (2014). Documento Base Final para la Acreditación Agosto 2006 – Abril 2009 Julio 2010 – Setiembre 2011 Septiembre 2012 – Setiembre 2013 – Diciembre 2014. Disponible en: http://www.codece.com.ar/docs/Documento%20Base%20CODECE%20Dic %202014.pdf. 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