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EL RONQUIDO Y LA APNEA DEL SUEÑO Su diagnóstico y tratamiento al alcance de todos © 2016: Juan Mosovich y Julio Silio Primera edición Diseño y maquetación: Martín Cairns Ilustración de tapa: http://www.canstockphoto.es Ediciones Lilium Buenos Aires, Argentina www.edicioneslilium.com.ar edicioneslilium@gmail.com https://www.edicioneslilium.com.ar/ mailto:edicioneslilium%40gmail.com%20?subject= Nº ISBN: 978-987-3959-11-0 Buenos Aires, Argentina, Abril 2016 LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del Autor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446. Mosovich, Juan; Julio Silio El ronquido y la apnea del sueño : su diagnóstico y tratamiento al alcance de todos / Juan Mosovich ; Julio Silio. - 1a ed . - San Isidro : Lilium, 2016. Libro digital, EPUB Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-3959-11-0 1. Trastornos del Sueño . 2. Tratamiento Médico. 3. Diagnóstico. I. Silio, Julio II. Título CDD 616.8 Dedicado a nuestra familia y a tantos más…“Mientras exista el mundo, mientras existan los seres, que yo también exista para aliviar su sufrimiento. Todo el sufrimiento del mundo surge de buscar el placer propio, todo el bienestar, de buscar la felicidad de los otros”. Shantideva. Índice Introducción Capítulo 1 Privación de sueño. Hipersomnolencia. Test de cuantificación y diagnósticos diferenciales. Capítulo 2 Importancia sanitaria del S.A.H.O.S. Equipos y estrategias de diagnóstico en adultos. Capítulo 3 Terapéuticas con equipos de presión positiva fija y automática. Indicaciones clínicas, limitaciones y funcionamiento general. Capítulo 4 Dispositivos Intraorales Para el Tratamiento del S.A.H.O.S. Capítulo 5 Manejo quirúrgico de la apnea del sueño en adultos. Capítulo 6 Trastornos respiratorios del sueño en niños. Capítulo 7 La práctica clínica. Nuestra visión en el diagnóstico y tratamiento del S.A.H.O.S. en el adulto. Bibliografía Introducción Dormir bien y un número adecuado de horas es importante para el descanso del cuerpo, la salud en general y el funcionamiento de la mente. Durante el sueño el cerebro efectúa tareas imprescindibles para un desempeño óptimo durante la vigilia. El hecho que en occidente las personas económicamente activas duermen menos horas es evidente. Las cargas laborales, como las costumbres sociales han hecho reducir el número de horas de sueño y pocos imaginamos las graves consecuencias que esto tiene para nuestra calidad de vida. Dormir menos deteriora nuestras funciones cognitivas (sobre todo la memoria), incrementa la somnolencia, nos pone de mal humor y hace que nos accidentemos más, también nos predispone a comer en exceso y a engordar con las consecuencias que esto tiene. Dormir menos disminuye nuestro deseo sexual y produce impotencia. Las enfermedades banales (migrañas, infecciones respiratorias) se hacen aún más frecuentes e intensas. Por otro lado, a pesar que duermen las horas suficientes o incuso más, muchas personas tienen dificultades para respirar de manera adecuada mientras duermen y esto deteriora la calidad del sueño. La dificultad se puede manifestar como algo de ruido al respirar o ronquido intenso, acompañado o no de pausas respiratorias o apneas del sueño. Al dormir los músculos se relajan y la postura acostada hace que la lengua y otras estructuras de la garganta (amígdalas) bloqueen la vía respiratoria e impidan al durmiente respirar. La apnea obstructiva del sueño es similar a que alguien nos estrangule mientras dormimos. Cuando la obstrucción o el “estrangulamiento” persiste mucho tiempo llega incluso a caer la saturación de oxígeno en la sangre arterial, haciendo que se produzca un cambio en el ritmo cardíaco se libere adrenalina y genere estrés (en pacientes predispuestos, pueden producirse arritmias cardíacas graves e incluso fatales). El sueño se hace más superficial o a veces el paciente directamente se despierta para salir de esta situación. El cambio de posición o la recuperación del tomo muscular en este despertar hacen que se libere la vía respiratoria y el episodio obstructivo llega a su fin solo para repetirse más tarde al profundizar el sueño en un ciclo de obstrucciones que puede repetirse en casos severos con un ritmo de 60 a 80 veces por hora y a veces más. En lugar de descansar mientras duermen, estos enfermos se cansan más, mucho más incluso de lo que se cansan durante el día. Un paciente con una enfermedad severa sufre un estrés muy superior al que sufriría por ejemplo en un día laboral particularmente agotador y estresante. Las probabilidades de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte súbita también se incrementan. Muchos médicos soñamos alguna vez en participar en la asistencia de una epidemia. Tenemos el prejuicio de pensar que para tener esta experiencia, el trabajador de la salud debe trasladarse a algún lugar abandonado de África o India. Cuando comenzamos a lidiar con el síndrome de apneas e hipopneas obstructivas del sueño (S.A.H.O.S.) tuvimos y tenemos aún, con cada nuevo paciente que es diagnosticado, la sensación de estar en medio de una epidemia desconocida o ignorada por la mayoría. Un 3% de la población aproximadamente sufre las consecuencias más severas de esta enfermedad y esto afecta su vida tanto en calidad como en cantidad. Desde deterioros en la función cognitiva, somnolencia, riesgo de accidentes hasta el incremento de la posibilidad de sufrir infarto de miocardio, hipertensión o un accidente cerebrovascular. Millones de personas padecen esta enfermedad sin saberlo y muchos médicos la ignoran o menosprecian. Hay escasos equipos y personal técnico capacitado en el diagnóstico y tratamiento del problema a pesar de requerir un entrenamiento relativamente sencillo y ser los equipos necesarios de bajo costo. No es infrecuente diagnosticar pacientes coronarios tratados con stent o cirugías a corazón abierto de S.A.H.O.S. severo que ha pasado inadvertido a los médicos a pesar de las complicaciones ya sufridas. Tampoco es raro detectar la enfermedad en choferes de corta y larga distancia que han sufrido ya accidentes relacionados a la somnolencia. Posiblemente este sufrimiento podría haberse evitado con una intervención precoz. Si enfrentamos una epidemia de cólera por ejemplo, sabemos que muchos pacientes morirán de deshidratación. Sería bueno contar con camas de terapia intensiva y médicos expertos para asistirlos. Pero seguramente no habría la cantidad de camas y personal suficiente para llegar a todos los enfermos. Muchos pacientes tendrán que ser atendidos en salas de internación comunes, incluso en centros periféricos de salud o hasta en el campo o la calle por paramédicos armados con lo mínimo indispensable para que a la mayoría llegue la asistencia sanitaria que permitirá salvar innumerables vidas. Como el S.A.H.O.S. es una epidemia debemos actuar de una manera similar, manteniendo los centros de alta complejidad (laboratorios del sueño altamente equipados) pero estimulando también la creación de unidades más sencillas de diagnóstico y tratamiento, con equipos más simples para que se puedan diagnosticar y tratar más pacientes de esta enfermedad que permanece sin diagnóstico, aún en los países desarrollados, en alrededor del 80 % de los casos Este libro intenta incrementar el tan escaso número de profesionales con la capacidad de diagnosticar y tratar con eficiencia esta enfermedad. También por qué no, los enfermos que padezcan esta enfermedad (o sus familiares) pueden encontrar en este libro información útil para la toma de decisiones. Esperamos que este sea un pequeño grano de arena hacia la mejor comprensión del S.A.H.O.S. y la privación de sueño en la sociedad. “Quien piensa que algo pequeño no hace la diferencia, que pruebe dormir con un mosquito” Capítulo1 Privación de sueño. Hipersomnolencia. Test de cuantificación y diagnósticos diferenciales. Resumen La privación de sueño es una condición que afecta a gran parte de la sociedad generando un incremento de la morbilidad (alterar funciones cognitivas, somnolencia) como de la mortalidad (accidentes). Se corrige incrementando las horas de sueño a más de 8has diarias. A mayor privación de sueño, menor tiempo de latencia al sueño (o tiempo que tardamos en dormirnos). Los test de cuantificación tienen una utilidad relativa y no son de uso frecuente en la práctica clínica. El modafinilo, melatonina, hipnóticos (zolpidem), descongestivos nasales, protectores sonoros, manejo de la luz, son mecanismos que pueden utilizarse para regular las horas de sueño. Introducción. La deprivación de sueño por si sola es causa de gran parte de la morbilidad y la mortalidad de la apnea del sueño y es sin duda, al igual que la apnea del sueño, una epidemia no diagnosticada en nuestra sociedad, en muchos casos muy simple de diagnosticar y tratar. Los pacientes privados de sueño se sienten realmente mal y no identifican con claridad la causa de su malestar. Pocos conocen que este trastorno que se corrige de manera muy sencilla...durmiendo más. En mi opinión tiene mucha más repercusión que el alcohol en la generación de accidentes de tránsito. Deprivación de sueño en la sociedad Normalmente los seres humanos requerimos dormir de 7.5 a 8 horas diarias. Si se reduce el número de horas dormidas se genera una deprivación de sueño que afecta la calidad de la vigilia. En 1960 un estudio conducido por la American Cáncer Society encontró que la duración del sueño promedio en la población era de 8 a 8.9 horas mientras que en 1995 en un estudio de la National Sleep Foundation las horas de sueño cayeron a 7. Reportes recientes en Estados Unidos informan que los americanos están durmiendo 6 horas o menos en 2004. Hoy más de 30% de los adultos, hombres y mujeres entre 30 y 64 años reportan dormir menos de 6 horas por noche (1). Privación total parcial y crónica. Sus efectos. Aunque la deprivación total de sueño (esto es mantenerse en vigilia durante un período prolongado de varios días) ha servido para el análisis de los efectos que esta tiene sobre las funciones neurocognitivas, lo cierto es que la privación parcial (dormir menos horas de las necesarias) es por lejos mucho más frecuente en la sociedad moderna debido entre otras cosas a enfermedades como la apnea del sueño y otros trastornos del sueño, demandas laborales y responsabilidades sociales o domésticas. La deprivación crónica es cuando una deprivación parcial se prolonga por mucho tiempo (meses, años). Se ha demostrado que restricciones de sueño de menos de 7 horas durante 4 o más días resultan en efectos adversos (y acumulativos en la medida que se acumula la privación) sobre diferentes funciones neurocomportamentales (2)(3)(4) (5). Repetidos días de sueño de entre 3 a 6 horas incrementan la predisposición a la somnolencia diurna, disminuyen la velocidad y precisión en el trabajo y la memoria (2) (3) además de generar trastornos de atención (2) (3) (4). Naturalmente existen variaciones individuales en relación a la resistencia y vulnerabilidad en el deterioro cognitivo que genera esta deprivación de sueño (7) . Por ejemplo, el peor desempeño de una persona privada de sueño puede ser superior al mejor desempeño de una persona sin privación de sueño. Sin embargo numerosos estudios han demostrado que la deprivación de sueño genera deterioros en el funcionamiento neurocognitivo (8) (9) (10). Hay cientos de estudios relacionados con la deprivación total de sueño pero menos en relación a la deprivación parcial y apenas unos pocos en relación a la deprivación crónica Las mediciones incluyen el desempeño cognitivo, motor y el humor (11). Todas las formas de deprivación resultan en un incremento del humor negativo, especialmente sentimientos de fatiga, pérdida de fuerza, somnolencia y confusión. Se piensa que también incrementan la irritabilidad, ansiedad y depresión. Dificultan la habilidad de encarar un problema cuando hay información cambiante o distractores (12)(15). Otros trastornos serian la dificultad en recordar información (16) (17), mantener el foco en cosas importantes (18) (19) (20) mantener pensamiento flexible para adaptarse a las situaciones (21) (22), tomar riesgos inapropiados o evaluar mal los riesgos (23) (24), tener baja introspección en déficits de desempeño o no identificar errores propios (10) (25) (26) perseverancia en pensamientos y acciones equivocadas (12) (13) (27)(29) y problemas en efectuar modificaciones en el comportamiento en base a nueva información existente (15) (21) (29). En resumen, dormir menos nos hace funcionar muy por debajo de nuestro potencial. Severidad de la deprivación y sus consecuencias. Cada hora que restamos al sueño incrementa la deprivación de sueño y esto es acumulativo. En el experimento más extenso controlado dosis-respuesta de privación crónica de sueño que se ha efectuado hasta la fecha (30), se ha demostrado que con 8 horas diarias de sueño no se registran deterioros neurocognitivos. Luego de dos semanas de restricción de sueño a 4 horas diarias los déficits en la atención, memoria y respuesta cognitiva son equivalentes a las vistas luego de dos noches de privación completa de sueño. Similarmente, dos semanas de restricción a 6 horas resulta en un déficit equivalente a una noche de privación completa de sueño. El deterioro cognitivo se incrementa de manera casi lineal a medida que pasan los días de privación crónica. La sensación subjetiva de somnolencia y fatiga parece ser menor en la deprivación crónica parcial que en la privación total aguda. Los déficits cognitivos se acumulan mucho más rápido cuando hay una privación completa de sueño que cuando la misma cantidad de sueño se pierde gradualmente en una serie de días de restricción (30) (31). Parece que el periodo de vigilia óptimo para el mejor funcionamiento (y evitar la acumulación de privación y consecuente déficit cognitivo) es de 15.84 horas seguido de 8.16 horas de sueño (9). Fragmentación de sueño. Los arousals o despertares durante el sueño se definen como incrementos abruptos en la frecuencia del electroencefalograma por un mínimo de 3 segundos durante el sueño no R.E.M. y en asociación con un incremento en la frecuencia electromiográfica durante el sueño R.E.M. (32). Por definición los arousals o despertares no resultan en la recuperación de la vigilia (despertar real), sin embargo, se han asociado con somnolencia diurna excesiva (33) (40) déficits cognitivos (34) (37) (41-45) y alteraciones en el humor (37) (42) (45) (86). Estos estudios muestran que la fragmentación del sueño tiene el mismo efecto que la privación de sueño en el comportamiento durante la vigilia. Se sugiere que una frecuencia de arousals de uno por minuto derivan en deterioros de sueño similares a una noche de privación completa (34) (47). Privación de sueño y riesgo de accidentes. La privación de sueño incrementa el riesgo de accidentes relacionados a errores humanos (48). La prevalencia de sueño insuficiente en adultos se estima en un 20% (49). El método de medición más común en estudios poblacionales es la somnolencia diurna. Un estudio reciente para determinar la prevalencia de la somnolencia diurna efectuando entrevistas durante 5.5 años para seguir 1007 adultos elegidos al azar de 21 a 30 años (48) pudo constatar que el sueño promedio durante los días hábiles era de 6.7 horas y los fines de semana 7.4 horas. La somnolencia era inversamente proporcional a las horas de sueño y las dificultades para dormirse eran más prevalentes en adultos solteros con trabajos de tiempo completo. Estudios en adultos jóvenes indico que 8 a 9 horas de sueño nocturno eran necesarios para resolver la somnolencia causada por la disminución en las horas de sueño (50) (51). Los jóvenes presentan una privación de sueño crónica según estudio de 1997 lo que se correlaciona bien con lasestadísticas que determinan que los jóvenes conductores, especialmente varones, están en mucho más riesgo de manejar somnolientos y sufrir accidentes relacionados a la somnolencia (51) (48). Los accidentes relacionados a somnolencia se estima que tienen un impacto económico anual de 53 a 56 billones de dólares en E.E.U.U. (52). Los accidentes relacionados a fatiga o manejo somnoliento o dormirse al volante son particularmente comunes pero a menudo subestimados (53) (54). El incremento del tiempo despierto, actividades nocturnas, reducción de horas de sueño, mayor tiempo de manejo y el uso de hipnóticos colabora en los accidentes relacionados a la fatiga y la somnolencia (55) (56) (57). Diversos estudios en trabajadores nocturnos (58) (59), camioneros (60) (61) residentes médicos (62) (63) y pilotos (64) (65) mostraron un incremento en el riesgo de choques o errores debidos a privación de sueño. Los choques de vehículos relacionados a la somnolencia tienen un rango de mortalidad y seriedad de las lesiones similares a los choques debidos a alcohol (66). La privación de sueño se ha comprobado que produce un deterioro psicomotor equivalente al inducido por el consumo de alcohol por encima de los límites legales. Privación sueño y diabetes. La prevalencia de la diabetes tipo dos se incrementa en todo el mundo. La obesidad y la diabetes se asocian a un aumento en la mortalidad y altos gastos sanitarios. Las causas de esta pandemia no se han explicado con claridad por cambios en el estilo de vida como la dieta o la actividad física. La reducción del tiempo promedio de sueño ha ocurrido en el mismo periodo que se ha incrementado la prevalencia de la obesidad y la diabetes. La obesidad es un factor de riesgo para la diabetes tipo dos, pero datos recientes informan que la privación de sueño puede afectar el metabolismo de la glucosa e incrementar el riesgo de diabetes independientemente del índice de masa corporal. Los mecanismos involucrados serian el aumento del apetito generado por alteraciones en el metabolismo de la Leptina y la Grelina (hormonas reguladoras de apetito), mayor tiempo del individuo para comer, disminución del gasto calórico e incremento de la resistencia a la insulina. Deprivación de sueño y sistema inmunológico Es interesante comentar los experimentos llevados adelante en animales privándolos de sueño y estudiando su respuesta inmunológica y la susceptibilidad a infecciones (67). Se han realizado cultivos de diferentes órganos durante diversas etapas de deprivación pudiéndose constatar que luego de una deprivación prolongada de aproximadamente 10 días los ratones terminan falleciendo de sepsis sin foco detectable. Efectuando estudios antes de los diez días, cultivando ganglios mesentéricos luego de algunos días de privación completa se pudo constatar que estos ganglios normalmente estériles estaban ya infectados en esta etapa, presentando bacterias intestinales en su interior. Esto nos hace pensar que las personas con privación de sueño tal vez tengan una respuesta a las infecciones más débil que los no privados. Podría tener esto también alguna influencia en la respuesta inmune a tumores. Esto queda para futuras investigaciones. Como corregir la privación de sueño. Es importante tener en cuenta que la mayoría de la gente debe dormir alrededor de 8 horas. Si se duermen menos horas se incrementa la deuda de sueño del individuo, que es acumulativa. Por ejemplo, si una persona duerme 5 horas durante 10 días ha acumulado 3 horas diarias de deuda por 10 días, serían entonces 30 horas de deuda de sueño acumuladas. Si una noche duerme 8 horas no alcanzará para paliar este déficit y persistirán en esta persona los síntomas cognitivos de dicha deprivación de 30 horas de sueño. Para solucionar este déficit de deben dormir las 8 horas necesarias más las 30 horas que se deben “pagar”. Por ejemplo, la forma seria dormir 11 horas diarias por 10 días y la “deuda” seria saldada con la disminución de la somnolencia y las mejoras cognitivas correspondientes. Nos pareció más que esclarecedora en relación al tratamiento de la privación de sueño la siguiente recomendación tomada de la página web del Dr. William Dement, pionero de la medicina del sueño y autor del clásico texto “dormir bien” o “the promise of sleep” en su versión inglesa. Recomendamos la lectura de este excelente libro del Dr. Dement. Latencia al sueño. Somnolencia. Test de cuantificación. Cuando se acumula una deprivación de sueño se incrementa la somnolencia y disminuye la latencia al sueño (tiempo que tardamos en dormirnos). La somnolencia excesiva se define como somnolencia que ocurre en una situación en la que el individuo espera estar despierto y alerta. Es un problema crónico para el 5% de la población general, (68) (69) y es el motivo de consulta más común evaluado por los centros de estudio de trastornos del sueño (68) (70). Las causas más comunes de somnolencia son la deprivación parcial de sueño, sueño fragmentado y como efecto secundario de fármacos. Está asociada también con trastornos del sueño como la apnea del sueño (71) y la narcolepsia (72) así como otros trastornos médicos y psiquiátricos (73) (74). La somnolencia excesiva y la disminución de la atención durante la vigilia se ha relacionado con un incremento en la morbilidad del individuo y con una amenaza para la seguridad de los otros (75) (76). Es muchas veces difícil definir la presencia y magnitud de la somnolencia y evaluar la respuesta a los tratamientos. Actualmente existen numerosos test que han servido como guía para el diagnóstico de diversos trastornos del sueño, la evaluación de la respuesta a tratamientos y para apoyar recomendaciones de la aptitud para el manejo o la realización de otras tareas diarias. En los países desarrollados algunas agencias regulatorias utilizan estos test para determinar la aptitud de determinados pacientes, especialmente aquellos con trastornos del sueño, para la conducción o el desempeño de labores. La indicación médica permitiendo o prohibiendo la realización de determinadas tareas pueden afectar la seguridad pública, la carrera profesional y estabilidad laboral del paciente. Test objetivos para medir somnolencia. Históricamente el test de latencias múltiples T.L.M.S. (77) y el del mantenimiento de la vigilia (78) han sido los test más utilizados para la medición de la somnolencia y el alerta respectivamente. Si bien el T.L.M.S. T.M.V. se correlacionan con diferentes variables que afectan la latencia al sueño (drogas, horas de sueño, presencia de S.A.H.O.S. etc.) tienen una gran variabilidad individual como para establecer un umbral especifico que permita discriminar entre los pacientes con trastornos del sueño de aquellos que no lo tienen. Estas diferencias pueden deberse a problemas metodológicos o variaciones individuales. En general el diagnostico de somnolencia excesiva debe ser efectuado con extremo cuidado y con la mayor cantidad de información clínica posible. El diagnostico puede afectar el trabajo o la capacidad de manejar, además de la seguridad pública. Basados en la evidencia actual el T.L.M.S. no puede ser el criterio único para determinar somnolencia o para certificar un diagnostico o la respuesta a un tratamiento. La interpretación de los test debe hacerse dentro de un contexto individual y como parte de una historia clínica acabada. Los test subjetivos son más simples de realizar y muchas veces tienen una utilidad más difundida en la práctica diaria, aunque los resultados tampoco son concluyentes. Los test de vigilancia psicomotriz si bien no han sido utilizados extensamente en la práctica clínica pueden cumplir un rol importante en el futuro. Descripción de los test clásicos Test de Latencias Múltiples El Test de Latencias Múltiples al Sueño mide la latencia fisiológica al sueño o tiempo en que se tarda en dormir una persona en condiciones que predispongan al sueño. En condiciones normales se considera que es aproximadamente de 10 a 20 minutos. El incremento de la somnolencia diurna,producto de la deprivación de sueño, hace decrecer la latencia al sueño, es decir que el somnoliento se duerme más rápidamente (menos de 8 minutos de latencia). Esto es especialmente importante por ejemplo en un chofer de larga distancia con una latencia al sueño muy disminuida. Puede dormirse con facilidad, en solo algunos segundos, mientras está al volante especialmente si el camino es despejado y tranquilo (buenas condiciones para dormir). El alcohol puede potenciar la somnolencia en pacientes con elevada deuda de sueño, incluso a dosis permitidas para el manejo de vehículos. Los accidentes producidos por somnolencia suelen ser fatales o de gravedad(79). Es un test objetivo de somnolencia fisiológica que fue empleado por primera vez en la universidad de Stanford por Carskadon y Dement (80). Métodos del test y condiciones: El T.L.M.S. consiste en cinco oportunidades de siesta efectuadas en intervalos de dos horas. La siesta inicial comienza 1.5 a 3 horas luego de despertarse del sueño nocturno habitual. El inicio del test ocurre cuando se apagan las luces de la habitación. El test finaliza 20 minutos más tarde si no ha entrado en sueño o luego de 15 minutos desde la primera pantalla de sueño independientemente si ha ocurrido o no sueño R.E.M. Se calcula la latencia media de las siestas. También la latencia al inicio del R.E.M. Se acepta que una latencia media de menos de 5 minutos indica somnolencia patológica (81). Un adulto sano tiene latencias de 10 a 20 minutos. Latencias de 5 a 10 minutos indican somnolencia moderada con consecuencias menos claras (81) Test de mantenimiento de la vigilia En la medida que el T.L.M.S. se fue utilizando se observó que la sensibilidad del test tenía sus limitaciones. Muchos pacientes en tratamiento por hipersomnolencia que manifestaban mejoría notoria en los síntomas luego del tratamiento, eran sometidos a T.L.M.S. y no se podían objetivar estas mejorías clínicas. Las latencias al sueño de los sujetos muy somnolientos seguían siendo cortas y la duplicación o triplicación de los tiempos de latencia tan cortos no se correlacionaban con cambios clínicos. En 1982 se desarrolla este test de mantenimiento de la vigilia. En contraste con el test de latencias múltiples que mide la habilidad para dormirse el test de mantenimiento de la vigilia mide la habilidad del paciente para permanecer despierto en un ambiente tranquilo sin estímulos externos por un periodo fijado. Este test puede ser usado para evaluar la respuesta a tratamientos de condiciones que causan somnolencia diurna y es también útil para aquellas personas que deben demostrar su capacidad de estar despiertos con fines de seguridad o laborales. Descripción del test: un ensayo de cuatro tandas de 40 minutos se recomienda con intervalos de 5 horas entre ellas. La sala debe ser oscura y silenciosa durante el test. Una lámpara tenue de 7.5w 0.1 a 0.13 lux puede ser usada como luz. El paciente debe ser acostado en cama con almohada confortable. La colocación de los electrodos electroencefalográficos es similar al test de latencias múltiples. Una vez colocados los electrodos se instruye al paciente para que permanezca sentado y despierto tanto como le sea posible. Se gravan la latencia al sueño, el tiempo total de sueño los estadios de sueño y la latencia media de las cuatro siestas. El inicio del sueño ocurre con la primera pantalla de al menos 15 segundos de sueño continuado. El intento se termina luego de 40 minutos si el paciente no se duerme o luego de sueño inequívoco que se define como tres pantallas consecutivas de sueño no rem N1 o una época de cualquier otro estadio de sueño. Con respecto a la interpretación de resultados los valores menores a 8 se consideran anormales. De 8 a 40 el resultado es de valor incierto. Otros tipos de test Test de vigilancia psicomotriz Test de simple aplicación y con grandes posibilidades de imponerse por su practicidad. Es similar a un juego electrónico, que mide la habilidad y el tiempo de reacción del individuo a determinados estímulos. Habitualmente es utilizado por algunas empresas de transporte para medir el nivel de somnolencia de los choferes. Test subjetivos para medir somnolencia Una variedad de test subjetivos se ha desarrollado para medir la somnolencia. El Standford Sleepiness Scale (S.S.S.) y el Epworth Sleepiness Scale (E.S.S.) son los test subjetivos más comunes de somnolencia. El de Stanford fue introducido en 1972 y consiste en una lista de adjetivos que describen la somnolencia del sujeto en cada momento. Sin embargo la confiabilidad en pacientes somnolientos crónicos es incierta. (71) (87). El test de Epworth es el test subjetivo más utilizado para evaluar somnolencia. Se describió en 1991 y califica la tendencia a dormir en ocho situaciones comunes (87). La correlación con los test objetivos no está clara. La correlación del S.S.S. con T.L.M.S. es baja y la del E.S.S. con T.L.M.S. es moderada pero estadísticamente significativa. Escala de somnolencia de Epworth ¿Qué tan frecuentemente dormita o se duerme en las situaciones descritas en la tabla que figura a continuación? Use la siguiente escala para elegir el número más apropiado para cada situación: 0= Nunca dormita. 1= Pequeña posibilidad de dormitar. 2= Moderada posibilidad de dormitar. 3= Alta probabilidad de dormitar. Un puntaje mayor a 10 sugiere somnolencia diurna significativa aunque un puntaje menor no lo excluye. Algunas intervenciones comúnmente utilizadas para regular el sueño. Normalmente recomendamos evitar la actividad física intensa o la exposición a luz brillante (monitor de computadora) el consumo de alcohol o comidas copiosas en las horas previas a dormir. También evitar cafeína u otros estimulantes durante las últimas horas de la tarde. Es habitual que indiquemos hipnóticos de vida media corta o inductores del sueño (solpidem) en circunstancias puntuales, por ejemplo, períodos de mucho estrés, cuando no es posible para el paciente conciliar el sueño espontáneamente. En episodios de congestión nasal con predominio de bloqueo en adultos (durante el curso de gripes y resfríos) utilizamos descongestivos nasales horas antes de dormir durante un máximo de tres a cinco días (para evitar la rinitis medicamentosa) con el fin de favorecer el sueño al resolver el bloqueo nasal. Con este fin preferimos la oximetazolina por su seguridad. Aconseje utilizar tapones para los oídos si el ruido es un problema para conciliar el sueño. Ante la persistencia de la somnolencia diurna a pesar del esfuerzo del paciente por revertir la deprivación de sueño o en pacientes que padecen S.A.H.O.S. con C-P.A.P. que persisten con síntomas indicamos modafinilo de manera liberal. La melatonina puede tener utilidad en algunos pacientes con déficit de producción de la misma o para ayudar a conciliar el sueño y durante el jet lag. La glándula pineal libera esta hormona para inducir a dormir en los horarios en que este se concilia habitualmente y es en estos momentos donde debe administrarse (cuando deseamos que el paciente duerma). Muchos ancianos tienen deficiencia en la secreción de melatonina y administrarla algunos minutos antes de dormir puede ser de utilidad. La luz natural o artificial también es un medio útil para regular el sueño, evitando la misma para conciliarlo y exponiendo al paciente a la ella para despertarlo. Por eso debemos evitar la exposición a luz intensa antes de dormir (computadora). Es importante advertir el peligro que existe cuando se siente somnolencia al manejar. Sentir los ojos “pesados” o los “cabezazos” que indican que el sueño nos está venciendo deben alertarnos porque constituyen una situación grave y potencialmente fatal tanto para nosotros como para nuestros semejantes. La actitud más prudente es dejar de manejar o al menos detenerse y descansar dormir una siesta) para continuar luego si es que se resolvió la somnolencia. El problema es que cuando dormimos perdemos conciencia del tiempo que ha transcurrido. Al despertarnos tenemos que ver el reloj parasaber cuánto tiempo ha pasado. En esos cabezazos solemos ingresar en la fase 1 de sueño y nos puede parecer que hemos perdido el control por un segundo cuando en realidad fueron varios. A gran velocidad en la ruta esta es una de las situaciones más riesgosas a la que habitualmente todos nos vemos expuestos alguna vez de manera directa (por manejar nosotros) o indirecta (al ser pasajeros o compartir la ruta con un somnoliento). Es interesante mencionar que ciertos trastornos visuales como la hipermetropía, producen agotamiento visual y el cerebro como mecanismo de defensa induce el sueño al afectado. Es sumamente importante en personas que manejan vehículos efectuar un acabado control visual y corregir los vicios de refracción detectados para evitar accidentes. Otros trastornos frecuentes a tener en cuenta en la práctica clínica. Si bien la medicina del sueño engloba esencialmente cualquier enfermedad que afecte al ser humano mientras duerme, lo que la hace inabarcable, algunos trastornos frecuentes como el síndrome de piernas inquietas y el trastorno de movimiento periódico de los miembros o la Narcolepsia por su frecuencia o necesidad de efectuar el diagnóstico diferencial con otras entidades merecen ser mencionadas más en detalle. Síndrome de piernas inquietas. Existen cuatro criterios diagnósticos para el síndrome de piernas inquietas (88). La necesidad y urgencia por mover extremidades o sus partes usualmente acompañadas de parestesias o disestesias, que los síntomas empeoran en el reposo, hay alivio parcial de los síntomas con la actividad física y los síntomas empeoran a la tarde o la noche. El síndrome de piernas inquietas usualmente se acompaña de un síntoma motor primario que es el movimiento periódico de las piernas durante el sueño. Este movimiento periódico ocurre en aproximadamente el 80 al 90% de los pacientes que presentan síndrome de piernas inquietas y apoya el diagnostico de este síndrome. En cuanto a los tratamientos farmacológicos, si bien se han comunicado respuestas de un 40% al placebo, se han probado con un buen nivel de evidencia agonistas dopaminergicos como el pramipexol o el ropinirole, que a pesar de presentar algunos efectos adversos, constituyen la primera línea terapéutica para el síndrome de piernas inquietas. Otros tratamientos son la levodopa, opioides, anticonvulsivantes y terapia de reposición de hierro en pacientes con deficiencia del mismo etc. Se han descrito también abordajes no farmacológicos con técnicas conductuales. Trastorno de movimiento periódico de los miembros Constituye otra entidad mucho más infrecuente y diferente al movimiento periódico de las piernas (que se asocia al síndrome de piernas inquietas, trastornos del comportamiento en fase REM de sueño o narcolepsia). Para este síndrome no hay un tratamiento recomendado o probado dada la escasa casuística existente. Se caracteriza por episodios repetitivos de movimientos de los miembros durante el sueño, más frecuentemente en los miembros inferiores, incluidos los dedos, tobillos, rodillas y caderas. También puede darse en miembros superiores. Estos movimientos pueden asociarse a microdespertares y si esto ocurre, el sueño se fragmenta y genera hipersomnolencia diurna. Narcolepsia Consiste en un trastorno caracterizado por la hipersomnolencia diurna que constituye uno de los criterios diagnósticos más importantes (89-90), aunque no tan específicos para la enfermedad y por otro lado la cataplejía, que es la perdida súbita del tono muscular, en general gatillado por alguna emoción como la risa, el enojo etc., con mantenimiento de la conciencia durante el episodio. La cataplejía es más específica de narcolepsia pero no siempre está presente en la misma. La frecuencia de las crisis catapléjicas es variable y pueden ser desde una al año hasta varias en el día. Suelen remitir en forma espontánea o con el tratamiento. Otros síntomas auxiliares pero inespecíficos de narcolepsia son las alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas (alucinaciones al conciliar el sueño o al despertarse), parálisis del sueño, obesidad, cefaleas etc. El diagnóstico se efectúa mediante polisomnografía seguida de un test de latencias múltiples al sueño. La presencia de latencias menores o iguales a 8 minutos seguidas de dos o más periodos de comienzo rápido de fases R.E.M. (del inglés sleep onset rapid eye movement periods S.O.R.E.M.P.) son sugestivas. La hipocretina 1 (u orexina) en líquido cefalorraquídeo disminuida (menor a 110 pico gramos/ml) es diagnóstica. En cuanto al tratamiento para la hipersomnolencia el modafinilo en dosis diaria de 100 a 400 mg (administrado en una o dos dosis) puede dar buenos resultados. Si el problema son las crisis de cataplejía el oxibato de sodio solo o combinado con modafinilo parecería una buena opción. Otros tratamientos como las anfetaminas pueden tener utilidad en casos puntuales. Todas estas drogas deben ser monitoreadas por sus efectos adversos/interacciones. Imágenes y notas en relación al capítulo. Los equipos de evaluación de vigilancia psicomotriz pueden ser el futuro en la pesquisa de conductores privados de sueño. Catástrofe Exxon Valdez. La compañía Exxon fue multada por hacer trabajar operarios privados de sueño generando el segundo mayor derrame de petróleo de la historia de EEUU. Otras catástrofes relacionadas a la deprivación de sueño fueron la catástrofe del reactor nuclear en Chernóbil y Three Mile Island. También la explosión del transbordador espacial Challenger. Capítulo 2 Importancia sanitaria del S.A.H.O.S. Equipos y estrategias de diagnóstico en adultos. Resumen. El diagnóstico de S.A.H.O.S. debe efectuarse mediante polisomnografía o poligrafía respiratoria (estudios tipo1 2 o 3) en pacientes con alta probabilidad de presentar S.A.H.O.S. en el interrogatorio y el examen físico. Es deseable que los monitores tipo 3 tengan un mínimo de 3 sensores, oximetría, esfuerzo y flujo. La determinación del índice de apnea hipopnea con estos métodos permite decidir la mejor estrategia terapéutica y controlar los tratamientos aplicados. Importancia epidemiológica del S.A.H.O.S. La apnea del sueño obstructiva severa (índice de apnea hipopnea mayor a 30) tiene una prevalencia en la población del 2% en las mujeres y del 4% en los hombres siendo un factor de riesgo comprobado e independiente de mortalidad y morbilidad incrementando la probabilidad de sufrir enfermedades como infarto cerebral y de miocardio, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial, hipersomnolencia diurna y el consiguiente aumento en el riesgo de sufrir accidentes (se estima que un 30 % son causados por somnolencia), aumento de la resistencia a la insulina, incremento de crisis convulsivas en pacientes epilépticos, eclampsia en embarazadas, trastornos en el crecimiento y aprendizaje en niños etc. Se estima que un 20% de la población general sufre algún tipo de consecuencia que repercute en la calidad de vida, producto de este problema. En muchos países el S.A.H.O.S. ha sido considerado de alto interés sanitario. Esta enfermedad es en la mayoría de los casos tratable en forma simple y con bajo costo mediante por ejemplo el uso de dispositivos de presión positiva continua C.P.A.P. entre otros tratamientos (1 a 13). Se ha demostrado que tratar en forma eficiente esta patología, además de disminuir la morbimortalidad reduce los costos globales de los sistemas sanitarios al disminuir los gastos relacionados con las enfermedades asociadas al S.A.H.O.S. antes mencionadas, los accidentes, los costos por discapacidad etc. (14). ¿Cuándo indicar un estudio del sueño?. Es importante definir cuáles son los pacientes candidatos a efectuar un estudio de sueño. En general, debe indicarse una polisomnografía o poligrafía respiratoria a todos los pacientes que roncan habitualmente e intensamente mientras duermen por un período prolongado (más de un año). Antes puede efectuarse alguna intervención breve con medicamentos dirigidos a tratar infecciones o afecciones en las vías respiratorias altas(sinusitis, alergias). De no resolver el ronquido se sugiere algún tipo de estudio diagnóstico, especialmente en choferes, operadores de maquinaria pesada o pacientes con factores de riesgo cardiovascular. El examen físico también puede marcarnos una alta probabilidad de presentar S.A.H.O.S. Para ello recomendamos considerar el índice de circunferencia cervical ajustada que calculamos de la siguiente manera (19): Se mide la circunferencia cervical en centímetros. Cada centímetro es un punto. Si el paciente sufre hipertensión se suman 4 puntos, si ronca habitualmente se suman 3 puntos y 3 puntos más si el paciente refiere episodios similares a apneas o hipopneas nocturnas. Si suma menos de 43 puntos es baja probabilidad de 43 a 48 intermedia y mayor a 48 alta. Importancia de la determinación del índice de apnea hipopnea. El objetivo primordial del monitoreo del sueño en el S.A.H.O.S. es determinar el grado de severidad del cuadro de S.A.H.O.S. que presenta el paciente que según la Academia Americana de Medicina del Sueño. Para ello determinamos el índice de apnea-hipopnea (número de apneas e hipopneas por hora de sueño) de nuestro paciente (15). Grados de Severidad del S.A.H.O.S Leve: Índice de apnea-hipopnea entre 5 y 15. Moderado: Índice apnea-hipopnea de 15 a 30. Severo: Índice apnea-hipopnea mayor a 30. En la tabla 1 se muestra la mortalidad del S.A.H.O.S. no tratado y tratado. En 20 años de seguimiento casi la mitad de los pacientes con S.A.H.O.S severo han muertos contra solo el 5% de los pacientes sin S.A.H.O.S o con S.A.H.O.S. severo pero tratados con C.P.A.P. El índice de apnea hipopnea es directamente proporcional al riesgo cardiovascular (sleep 2008). Importancia de la determinación del índice de apnea hipopnea en la elección terapéutica. Los pacientes con grados leves de S.A.H.O.S. y que presentan síntomas como ronquidos o somnolencia diurna, una vez descartada la existencia de deprivación de sueño, suelen responder al tratamiento médico, los dispositivos intraorales o el C-P.A.P. Si no hay buena adherencia a estos métodos también son buenos candidatos a tratamientos quirúrgicos. Los pacientes con S.A.H.O.S. moderado con sintomatología diurna (hipersomnolencia, cefaleas, disfunción sexual) o la presencia de factores de riesgo cardiovascular asociados (hipertensión arterial, antecedentes de accidente cerebrovascular o infarto agudo de miocardio/ángor, arritmias) deben ser dirigidos a los tratamientos con C-P.A.P. o dispositivos intraorales. Si no hay o respuesta o adherencia puede considerarse la opción quirúrgica. Todos los pacientes con S.A.H.O.S. severo son candidatos a tratamiento con presión positiva. Si no hay adherencia las opciones quirúrgicas útiles son la cirugía de avance maxilomandibular o la traqueotomía. Hay autores que proponen otras alternativas quirúrgicas que se discuten en el capítulo correspondiente a cirugía para el S.A.H.O.S severo (así como cirugías para mejorar la adaptación a la C-P.A.P.). Todos los tratamientos, tanto los quirúrgicos como los tratamientos con presión positiva, dispositivos mandibulares etc. deben ser evaluados en su eficacia mediante un monitoreo del sueño posterior a la intervención terapéutica cualquiera esta sea. Métodos para el diagnóstico del S.A.H.O.S. (16- 18) Monitores tipo 1 (polisomnografía). El método diagnóstico estándar contra el que se comparan otros métodos es la polisomnografía con oximetría nocturna. La polisomnografía consiste en la determinación de al menos siete variables durante el sueño. Estas son: 1.Electroencefalograma: Permite definir si el paciente está dormido o despierto y la fase de sueño en la que se encuentra. 2.Electrooculograma: Detecta los movimientos oculares. Permite definir etapas del sueño en la que se encuentra el paciente, especialmente la de movimiento rápido de ojos o sueño R.E.M. (rapid eye movements). 3.Electromiograma del mentón: Permite detectar el tono muscular que cae durante la fase REM. Ayuda a detectar esta fase del sueño. La fase R.E.M. debe estar presente en toda evaluación del sueño por sospecha de S.A.H.O.S. Durante ella empeora la obstrucción respiratoria por disminución del tono muscular. 4.Electrocardiograma: Detecta arritmias cardiacas y otros eventos. 5.Saturación de oxígeno: Imprescindible para diagnosticar desaturaciones e hipoventilación. 6.Flujo nasal: Preferentemente mediante cánula y termistor, permite detectar los eventos respiratorios, apneas, hipopneas, limitaciones en el flujo, respiración periódica etc. 7.Esfuerzo respiratorio: Mediante bandas pletismográficas para medir el esfuerzo presente siempre en las apneas obstructivas y ausente en las apneas centrales. Otros Registros: 8.Movimiento de piernas: Permite diagnosticar el síndrome de movimiento periódico de las extremidades. 9.Posición corporal: Permite detectar los denominados síndromes posicionales. Son aquellos pacientes que tienen cuadros de S.A.H.O.S. severo solo en determinados decúbitos, principalmente decúbito supino. 10.Capnografía: De gran utilidad para diagnóstico de hipoventilación. Este estudio se efectúa bajo supervisión de un técnico capacitado que puede intervenir para mejorar el estudio, reponiendo sensores que se desacomodan por ejemplo, durante todo el registro. Este se almacena en la memoria de la computadora y luego es leído por un médico capacitado en medicina del sueño. Actualmente se utiliza para el análisis y scoring de estos datos el manual de la Academia Americana de Medicina del Sueño publicado en el 2007(16) en reemplazo del antiguo manual de Rechtschaffen y Kales’s. Entre las principales modificaciones es la integración de las fases 3 y 4 de sueño NO R.E.M. en la fase 3N. El sueño se clasifica en W N1 N2 N3 ( vigilia y estadios no R.E.M. uno dos y tres) y R (sueño R.E.M). Las pantallas de registro deben ser analizadas por periodos de 30 segundos para posibilitar la lectura de los trazados electroencefalográficos y su clasificación. Los episodios respiratorios deben ser contabilizados manualmente. Podemos concluir que es un scoring laborioso y consume mucho tiempo. También está sujeto a errores del operador. Los recuentos automáticos de los equipos de polisomnografía no son, en general, muy confiables por la multiplicidad de variables a evaluar. Para considerar el estudio válido se debe evaluar un período de sueño de cuatro horas y el paciente debe entrar en al menos un ciclo R.E.M. Monitores Tipo 2 (polisomnografía sin atención) Es la polisomnografía sin la presencia de un técnico que supervise el estudio. Todo lo demás es similar al monitoreo Tipo 1. Monitores Tipo 3 (poligrafía respiratoria) Incluye el registro de al menos 3 variables. Habitualmente se efectúa en forma domiciliaria. Las variables más usadas son flujo, saturación y esfuerzo (pletismografía). Han sido aprobados recientemente (año 2007) como métodos diagnósticos para S.A.H.O.S. con las siguientes consideraciones (18): 1.Los estudios diagnósticos con poligrafía deben ser efectuados en el contexto de un laboratorio del sueño con personal capacitado con algún grado en medicina del sueño. 2.La poligrafía es un método alternativo a la polisomnografía en aquellos pacientes con alta probabilidad de presentar S.A.H.O.S. moderado a severo en la evaluación clínica. 3.La poligrafía no es apropiada para el diagnóstico de S.A.H.O.S. en pacientes con comorbilidades que puedan disminuir la precisión en diagnostico como E.P.O.C. moderado a severo, enfermedades neuromusculares, insuficiencia cardíaca etc. o en el que se sospechen otras comorbilidades relacionadas con trastornos del sueño como movimiento periódico de extremidades, narcolepsia, parasomnias etc. 4.No es adecuada para el screening en población asintomática. 5.Es útil en pacientes que no pueden ser trasladados a un laboratorio del sueño para polisomnografía convencional. 6.Es útil para monitorear los resultados de tratamientos diferentes a la presión positiva como la cirugía o dispositivos de avance mandibular, tratamientos posicionales,etc. 7.El polígrafo debe tener como mínimo sensores de flujo nasal, oximetría y esfuerzo respiratorio. 8.La poligrafía es útil para efectuar estudios domiciliarios sin atención. 9.El equipo debe tener la posibilidad de analizar groseramente los datos y estos deben ser evaluados por una persona capacitada en medicina del sueño. Los análisis automáticos deben ser cotejados con los recuentos manuales utilizando un scoring recomendado por la A.A.M.S. similar al de la polisomnografía. Habitualmente se utilizan pantallas de 3 minutos para el scoring lo que permite un recuento manual rápido. Al tener menos variables los recuentos automáticos de los polígrafos son en general muy confiables aunque se recomienda el scoring manual. 10.Los estudios negativos o técnicamente malos deben ser repetidos o debe efectuarse una polisomnografía convencional. 11.Personal capacitado debe instruir al paciente en la colocación del polígrafo. Los ejemplos de equipos que se comercializan en nuestro país son el Apnea Link Plus (resmed) y el Stardust (respironics). Monitores tipo 4 (oximetría o sensores de flujo solos o combinados). Este tipo de equipo mide menos de tres parámetros. Recientemente se han testeado algunos equipos como el Apnea Link de Resmed que censa solo flujo mostrando una excelente correlación con los índices de apnea hipopnea obtenidos por monitoreos tipo 1 (polisomnografia con atención). Los nuevos oxímetros con capacidad de almacenar varias noches de sueño y contabilizar las caídas en la saturación también son buenas alternativas para diagnóstico aunque no han sido validadas por al A.A.M.S. No permiten diferenciar si las apneas son centrales u obstructivas por no tener sensores de esfuerzo (aunque la incidencia de apneas centrales es baja en los pacientes con alta probabilidad clínica de S.A.H.O.S.). Los equipos más conocidos son el Apnea Link (mide flujo) y oxímetros con memoria (NONIN 3100). Diagnóstico del SAHOS con polígrafos: Encontramos el uso de los polígrafos sumamente útil para el diagnóstico del S.A.H.O.S por ser métodos económicos que no requieren de personal con alta preparación técnica o un lugar físico para poder realizarlo como la polisomnografía. Por otro lado, la polisomnografía brinda información fidedigna en relación a si el paciente ha dormido y el tiempo que lo ha hecho durante el estudio además de las fases de sueño en las que ha entrado (REM-NO REM). Podemos reemplazar esta información con un interrogatorio completo al paciente que ha efectuado una poligrafía para saber si ha dormido o no y repetir el estudio de ser necesario. Se debe interrogar al paciente en relación a si este ha utilizado muchas horas el polígrafo mientras permanecía despierto porque esto naturalmente falsea los resultados (especialmente ante un estudio no patológico). La polisomnografía es útil si presenta otros trastornos del sueño como movimiento periódico de las extremidades (aunque hay polígrafos que tienen sensores para este fin). Brinda más certeza en relación al scoring de las hipopneas por poder visualizar los arousals. Los equipos completos de polisomnografía pueden contar con capnografia para diagnóstico de hipoventilación, cámara de video para detectar crisis convulsivas etc. Al entregar un polígrafo al paciente explicamos con claridad cómo debe colocarse el equipo, si es posible con algún familiar que lo acompañe (los pacientes con SAHOS suelen tener problemas cognitivos). Le entregamos un instructivo completo que refuerce las instrucciones dadas por el profesional en relación a la colocación: Puntos importantes para una mejor obtención de registros. El día en que va a efectuar el estudio: Evite hacer actividad física (ejercicio) o tomar café, mate, bebidas cola o con cafeína después de las 3 de la tarde. Evite comidas copiosas o alcohol antes de dormir. Tome los medicamentos que utiliza habitualmente (por ejemplo pastillas para dormir, hipertensión, etc.). Evite la luz intensa después de las 19has (cine, monitor computadora, T.V.) Colóquese el polígrafo sobre una remera o pijama (no directamente sobre la piel desnuda). Si se despierta durante unos minutos a la noche para ir al baño y se acuesta nuevamente no es necesario apagar el dispositivo. Si por ejemplo se desvela y no logra dormir tal vez sea conveniente apagar el equipo e intentar hacer el estudio otra noche. Necesitamos que utilice el aparato mayormente mientras está dormido. Si lo usa mucho tiempo despierto puede afectar los resultados. Informe al médico si lo tuvo encendido más de una hora estando despierto. Por ej.: Haga un breve informe de cómo fue la noche y déjelo en el bolso al devolver el aparato. Por ejemplo: “Me acosté a las 10 de la noche y me levanté a las 6 de la mañana. Fui al baño a las 4:30 has y me dormí enseguida.” “No me pude dormir hasta las 3 de la mañana. Me desperté a las 6 de la mañana.” “Me acosté a las 12has y creo que me dormí alrededor 01am. Dormí de corrido y me desperté 7:30 am.” No olvide devolver el equipo en el horario y día que fue convenido Imágenes y notas en relación al capítulo. Polisomnografía mostrando una Hipopnea obstructiva: Al dormir la base de la lengua, amígdalas u otros tejidos ocluyen la vía aérea en forma completa. Se detiene el flujo de aire nasal por más de 10 segundos medido por cánula y termistor (NAF PAW). El diafragma efectúa contracciones reiteradas contra una vía aérea ocluida, lo que hace cambiar el diámetro torácico y abdominal registrado por las bandas pletismográficas abdominales y torácicas.(ABD THO). La saturación de oxigeno arterial comienza a descender (SAO2) y el evento llega a su fin por un despertar o arousal electroencefalográfico (véase el cambio en el trazado electroencefalográfico al final de los eventos obstructivos) que hace cambiar la posición corporal o recuperar el tono muscular, desobstruyendo la vía aérea y permitiendo nuevamente la ventilación. Polisomnografía en la apnea central: la vía aérea está despejada y no hay esfuerzo diafragmático contra una obstrucción. No existe contracción del diafragma por falta de impulso nervioso. Nótese la falta de movimiento en las bandas pletismográficas (ABD THD). Los arousals o despertares durante el sueño se definen como incrementos abruptos en la frecuencia del electroencefalograma por un mínimo de 3 segundos durante el sueño no R.E.M. y en asociación con un incremento en la frecuencia electromiografica durante el sueño R.E.M. Nótese al final de los eventos en el E.E.G. Los monitores tipo 3 o polígrafos deben contar al menos con oximetría (dedal), esfuerzo (banda) y flujo (cánula). La entrega del polígrafo se acompaña de explicaciones acabadas y un instructivo. Los recuentos automáticos de algunos polígrafos son confiables. Otros requieren correcciones. Los datos groseros que se obtienen deben analizarse para corroborar si el recuento automático de los equipos es correcto. En la poligrafía hay solo determinaciones de flujo, ronquido, oximetría, esfuerzo. Aquí vemos un trazado poligráfico normal en pantalla de un minuto. Obsérvese la saturación que es una línea recta. Las ondas de esfuerzo toracoabdominal acompañan las ondas de flujo. No hay ronquido. Aquí se registran limitaciones en el flujo LF (verde claro). Representan algún grado de alteración en el flujo normal que hacen que la onda de flujo no sea redonda si no con picos en uno o ambos extremos. El ronquido está presente y acompaña a veces las limitaciones de flujo LR (verde oscuro). A veces estas ligeras obstrucciones al flujo normal pueden generar trastornos en la calidad del sueño. La oximetría no se altera. En la hipopnea hay una disminución en el flujo que dura más de diez segundos y se acompaña de desaturaciones y/o despertares en el electroencefalograma. En la poligrafía no contamos con electroencefalograma para constatar los arousals y es una limitación del estudio para definir las hipopneas que no se acompañan de desaturación. Vemos la caída notoria en la saturación de oxigenoque sigue a la hipopnea. Poligrafía con apneas obstructivas. Son una pausa completa en el flujo de más de 10 segundos. Se observa la ausencia de ronquido durante el evento por la falta de flujo. El esfuerzo diafragmático está presente durante todo el curso del evento. La saturación cae luego de la pausa respiratoria. Aquí vemos una apnea central al centro. La pausa de más de 10 segundos en el flujo no se acompaña de movimientos de esfuerzo en la banda pletismográfica. Nótese a los costados la diferencia con dos eventos obstructivos. La cánula de presión esofágica es más específica que la banda pletismográfica para la detección de apneas centrales aunque mucho menos práctica. Variaciones frecuencia cardiaca en relación a eventos respiratorios. Paciente con arritmias supraventriculares. Respiración periódica en pantalla 5 minutos. Respiración periódica o de Cheyne Stokes en pantalla de 10 minutos (frecuente en pacientes con insuficiencia cardíaca). Otra manera de exponer los datos de toda una noche. Observe la saturación como se normaliza entre las 7:30 y 8has y luego nuevamente hasta poco antes de las 9has. Seguramente el paciente se despertó durante este lapso de tiempo donde la oximetría se corrige. Capítulo 3 Terapéuticas con equipos de presión positiva fija y automática. Indicaciones clínicas, limitaciones y funcionamiento general. Resumen. Los equipos de presión positiva pueden ser con presión fija (C-P.A.P.) o automática, adaptable a las necesidades de presión del paciente individual (A- P.A.P.). La presión optima de C-P.A.P. puede identificarse mediante polisomnografía o mediante un A-P.A.P. Los A-P.A.P. son dispositivos útiles para determinar la presión necesaria de un C-P.A.P. convencional (titulación) como alternativa a la titulación tradicional con polisomnografía. Su uso en los laboratorios del sueño es muy extendido. Permiten efectuar titulaciones sin atención en forma domiciliaria. No sirven para diagnóstico. Su uso no está recomendado, o deben utilizarse con cuidado en pacientes con riesgo de hipoventilación. Es posible constatar su efecto terapéutico con un saturómetro o un polígrafo lo que amplía el alcance de sus indicaciones. Equipos de presión positiva o continuous positive airway pressure (C-P.A.P.). Utilidad y método tradicional de titulación. El dispositivo de presión positiva continua en vías aéreas superiores (C-P.A.P.) fue descrito por primera vez en 1981 como tratamiento para el síndrome de apneas hipopneas obstructivas del sueño (S.A.H.O.S.) (1). Desde entonces el C- P.A.P. se ha convertido en el principal tratamiento para el síndrome de apneas obstructivas del sueño de grado moderado a severo (índice de apnea hipopnea mayor a 15) (2). Los equipos C-P.A.P. evitan la obstrucción repetitiva de las vías respiratorias superiores actuando como una férula neumática (3). Está asociado con mejoras en parámetros respiratorios del sueño y pronostico clínico (4-15). El C-P.A.P. genera una presión constante en la vía aérea en centímetros de agua que la mantiene despejada y permite la resolución del cuadro de apneas obstructivas. Los requerimientos de presión son individuales para cada enfermo y la presión requerida (titulación) se obtiene mediante la polisomnografia, que se mantiene como gold standart para esta práctica. Este estudio es efectuado por un técnico experto mientras realiza una polisomnografia al paciente durante el sueño (con un C-P.A.P. previamente colocado). El técnico incrementa gradualmente las presiones del equipo hasta no registrar más eventos de desaturación, apneas hipopneas ronquidos ni limitaciones de flujo en el trazado polisomnografico. Esta sería la presión efectiva de titulación. El equipo C-P.A.P. se gradúa a esta presión y esta se mantiene siempre constante. Una presión superior o inferior a la óptima sería contraproducente para lograr los mejores resultados terapéuticos. Equipos Automáticos de Presión Positiva, automatic positive airway pressure (A-P.A.P). Las terapias con C-P.A.P. han evolucionado con la tecnología. Los equipos automáticos, autotitulables o autoajustables (A-P.A.P.) cambian las presiones de tratamiento en base al feedback de los registros que obtienen del paciente como flujo, fluctuaciones en las presiones, ronquido, resistencia en la vía aérea. Estos dispositivos pueden ayudar en el proceso de titulación, alertar sobre posibles cambios en los requerimientos de presión durante una noche, de una noche a otra o en los cambios de posición corporal, ayudar cuando no es posible o no se puede lograr la titulación en una noche convencional con polisomnografia o mejorar el confort de paciente mediante nuevos sistemas de manejo de las presiones (16). Funcionamiento de un A-P.A.P. Los equipos cuentan con una unidad central de proceso C.P.U. y un software especialmente elaborado para el almacenamiento de datos, registro del tiempo de uso del equipo, registro de presiones que han sido necesarias para la corrección de los eventos según el algoritmo del equipo, índice de apneas hipopneas y la presencia de fugas. Permite calcular también el percentil 95 de presión, presiones promedio máxima y mínima. Los datos pueden ser transmitidos por internet. Muchos equipos A- P.A.P. permiten ser conectados a un polígrafo y constatar las mejoras en saturación y flujo respiratorio. Los equipos A-P.A.P. usualmente operan en un rango de 4 a 20 cm H2O. Detectan múltiples anormalidades relacionadas a obstrucciones en la vía respiratoria alta, tales como ronquido, apneas, hipopneas, limitaciones en el flujo. Habitualmente utilizan un neumotacografo y un transductor de presión que analiza la presión existente en la máscara. Algoritmos de respuesta Los métodos y algoritmos de respuesta varían según el equipo y las marcas comerciales. En el dispositivo “Autoset” por ejemplo, la presión positiva se incrementa en función del ronquido, apnea, y limitaciones en el flujo (17). El sensor de flujo colocado en el generador de flujo mide la presión entregada y el ronquido. Limitación en el flujo inspiratorio: Es el achatamiento de la curva flujo- tiempo que usualmente precede al ronquido y la obstrucción e indica obstrucción parcial. El generador de flujo detecta la limitación de flujo analizando la curva flujo tiempo y responde incrementando la presión. Ronquido: El generador analiza la amplitud de la onda de presión generada por el ronquido del paciente y cuantifica esta variable. Si el equipo detecta ronquido significativo incrementa la presión 0.2 cm H2O por segundo. Si no se detecta luego más ronquido la presión se reduce gradualmente hasta el mínimo en 20 minutos. Apnea: El equipo registra apnea si se detecta un caída del 25% del flujo promedio. El generador incrementa la presión en relación a la duración de la apnea. Incrementa la presión más de 2cm H2O hasta llegar a 10 cm H2O. No incrementa más de este punto la presión en respuesta a apneas. Si existe ronquido, o limitación del flujo, responde en cambio con incrementos de presión. Este mecanismo es para evitar el incremento de presión a más de 10 cm de agua en presencia de apneas centrales, no relacionadas a ronquido ni limitaciones de flujo, lo que incrementaría las mismas (reflejo de Hering Breuer) perjudicando al paciente (18). Actualmente los equipos más modernos cuentan con sistemas F.O.T (forced oscillation technique) que permiten reconocer si las apneas son centrales u obstructivas, incrementando la presión con las últimas y no respondiendo con un incremento en la presión ante las apneas centrales. Fugas: Las fugas de aire en la interface (máscara) son un evento frecuente el uso de los C-P.A.P. (68). Las fugas suelen ser interpretadas por muchos equipos automáticos como apneas e hipopneas lo que resulta en el incremento en las presiones y el incremento de la fuga en un círculo vicioso (69). El equipo Autoset puede detectar y grabar las fugas, información que puede ser usada para interpretar el funcionamiento del equipo y el funcionamiento de las interfaces(máscaras). Alcances y limitaciones en el uso de los A-P.A.P. (16). 1.Los equipos A-P.A.P. no están recomendados para diagnóstico de S.A.H.O.S. Algunos autores sugirieron que podía utilizarse el equipo autoajustable como método diagnóstico. Si el equipo aumenta la presión en respuesta a apneas hipopneas y limitaciones de flujo esta función puede utilizarse como diagnóstico. Sin embargo no se recomienda su uso con este fin. Actualmente el diagnostico aceptado es mediante polisomnografía o poligrafía respiratoria. 2.Determinados pacientes no son candidatos para el uso de dispositivos autoajustables (A-P.A.P). Pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, pacientes con enfermedad pulmonar significativa como E.P.O.C. pacientes que tienen desaturaciones de oxígeno en la sangre arterial debido a otras condiciones distintas al S.A.H.O.S. (obesidad, otros síndromes de hipoventilación). Pacientes que no roncan (en general luego de una cirugía del paladar) y pacientes que presentan síndrome de apneas centrales no son candidatos a titulación o tratamiento con A-P.A.P. En estos casos el algoritmo de respuesta del equipo puede generar presiones excesivas y esto ser perjudicial para el paciente. De ser utilizados en este contexto debe hacerse con mucha cautela y estableciendo limitaciones a las presiones máximas con estrecho seguimiento de la respuesta del paciente. 3.A-P.A.P. no están recomendados para estudios a noche partida. Normalmente se requiere una polisomnografía de toda una noche para diagnóstico y otra para titulación de C-P.A.P. Se denomina noche partida a utilizar el sueño de la primera mitad de la noche para efectuar una polisomnografía diagnostica y la segunda mitad de la noche para efectuar la titulación del C-P.A.P. El tiempo en estos casos puede resultar insuficiente si se utiliza un equipo automático para titulación. 4.Algunos A-P.A.P. pueden ser utilizados durante las titulaciones supervisadas por técnicos con polisomnografía para identificar la presión necesaria de un C- P.A.P. convencional en S.A.H.O.S. moderado a severo. Actualmente se utilizan en nuestro medio en numerosos laboratorios del sueño. Libera al técnico de la necesidad de incrementar manualmente las presiones al equipo. 5.Algunos A-P.A.P. pueden ser utilizados en el modo automático como tratamiento sin supervisión en pacientes sin comorbilidades agregadas (E.P.O.C. insuficiencia cardiaca hipoventilación síndrome apneas centrales obesidad mórbida). El equipo A-P.A.P. es utilizado previa instrucción por parte de un médico o técnico y su uso debe ser supervisado periódicamente por un médico. 6.Algunos A-P.A.P. pueden ser utilizados sin atención para determinar la presión única necesaria y adaptar un C-P.A.P. fijo en pacientes con sahos moderado a severo sin comorbilidades. Se puede titular con un equipo autoajustable al paciente y luego recomendarle la presión fija adecuada para un equipo convencional, mucho más económico que el A-P.A.P. Usualmente se requiere el uso del equipo por 3 a 7 días. Luego se analizan las presiones manejadas por el equipo y en el caso del Autoset se elige el centilo 95 de presión promedio utilizada (equipo resmed). Esto es similar al resultado de presión obtenido por la polisomnografía convencional. Con esta presión se regula un C-P.A.P. fijo. 7.Pacientes tratados con C-P.A.P. fijos en base a presiones obtenidas con equipos automáticos deben tener un seguimiento clínico estrecho para determinar la seguridad y efectividad del tratamiento. Muchas veces se utilizan métodos como la oximetría o la poligrafía junto con el C-P.A.P. para tener un mejor control de la eficacia del tratamiento. 8.Una reevaluación y si es necesario una titulación de C-P.A.P. estándar con polisomnografía debe ser efectuada si los síntomas no resuelven o el tratamiento no parece por cualquier causa eficaz. Otros equipos automáticos Si bien este trabajo está dirigido a los A-P.A.P. existen diferentes modalidades de equipos que se adaptan a las diferentes necesidades de los pacientes. Describiremos brevemente algunos de ellos (19). Bi-P.A.P.: El equipo tiene una presión inspiratoria y una presión espiratoria diferente. Funciona de manera similar a un respirador. Puede incluso marcarse un ritmo respiratorio para cada paciente. Están indicados con pacientes con requerimientos de presión elevados o que no toleran los niveles terapéuticos de presión. Al disminuir la presión espiratoria se hace más tolerable su uso. Se indican también para ventilación no invasiva en pacientes que hipoventilan (retienen CO2 y desaturan). Equipos de servoventilacion: Son útiles para los pacientes con respiración periódica o Cheine Stokes. Modulan la presión en respuesta a los ciclos de apnea-hiperventilación. Trabajos recientes demostraron que estos equipos no son tan útiles como se pensaban e el tratamiento de la insuficiencia cardíaca con disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (su uso aumentaría la mortalidad en estos casos). Utilidad de los A-P.A.P. en la práctica clínica. Los equipos A-P.A.P. son un elemento muy útil para acelerar o asistir en el proceso de titulación de C-P.A.P. Las largas esperas para los estudios de titulación pueden reemplazarse en muchos casos por la utilización domiciliaria de un A-P.A.P. y la lectura de datos que se registran en este dispositivo. Los A- P.A.P. son equipos que permiten mejorar el tratamiento de pacientes con necesidades de presiones fluctuantes, por ejemplo los pacientes con apneas dependientes del decúbito. Estos equipos detectan cuando hay requerimientos mayores o menores de presión y responden en consecuencia. Se ha extendido mucho su uso en los laboratorios del sueño y muchos los utilizan con o sin atención para titulación. Es interesante remarcar que uno de los elementos del algoritmo de respuesta de estos equipos es el ronquido. Muchas veces la cirugía sobre el paladar resuelve el ronquido pero no la apnea ni la hipopnea. La respuesta del A-P.A.P. en estos casos podría ser diferente al no existir una de las variables que se miden para establecer la presión más adecuada. Notas e imágenes en relación al capítulo. El equipo Autoset Spirit fue uno de los más probados para titulaciones domiciliarias sin atención. Tiene un algoritmo de respuesta que incrementa la presión cuando detecta apneas, hipopneas, limitaciones del flujo y ronquidos. No discrimina entre apnea central y obstructiva. Puede incrementar demasiado la presión en pacientes con apneas centrales. Equipo Autoset S9 presenta un sistema que agrega al algoritmo la posibilidad de discriminar entre eventos obstructivos y centrales. Solo responde aumentando la presión en el caso de eventos obstructivos. Nótese la información que dan los equipos autoajustables en relación al I.A.H. residual, la presencia de fugas o las presiones que se manejan. Aquí se alcanzan presiones de 15 con fugas aceptables (debajo de la línea roja) y un control del I.A.H. que permanece debajo de 10. Aquí diagnosticamos la presencia de fugas frecuentes por sobre el nivel aceptable. El I.A.H. de incrementa y las presiones fluctúan para compensar las fugas. Debe corregirse la fuga (habitualmente mejorando la máscara o pasando de una máscara nasal a una nasobucal) Capítulo 4 Dispositivos Intraorales Para el Tratamiento del S.A.H.O.S. Resumen Los dispositivos intraorales son útiles para el S.A.H.O.S. leve a moderado. Debe corroborarse su eficacia con una titulación con poligrafía o polisomnografía. Se clasifican en T.R.D o tongue retaining devices que mantienen la lengua fuera de la boca (de venta y fabricación en serie) y los M.A.D. o mandibular advance devices que adelantan la mandíbula despejando la lengua de la vía aérea (fabricados en serie o por ortodoncistas a medida). No se recomienda su uso en niños. Introducción Los dispositivos intraorales son una opción muy buena para los pacientes con S.A.H.O.S. de grado leve a moderado. Son una recomendación de primera línea para estos pacientes según guías dela Academia Americana de Medicina del Sueño. Se utilizan cuando el paciente se dispone a dormir y despejan la vía aérea de diferentes maneras. Eventualmente pueden ser utilizados también, aunque no sean tan eficaces, en pacientes con S.A.H.O.S. de grado severo que no respondan a ningún otro método terapéutico. Una vez adaptado el dispositivo intraoral debe efectuarse una poligrafía/ o polisomnografía para corroborar la mejora o/resolución del S.A.H.O.S. Si bien se han efectuado numerosos trabajos, revisiones y recomendaciones en relación a la utilidad de los dispositivos intraorales para la apnea del sueño, (1-6) (7,8) este tipo de modalidad terapéutica es aún infrautilizada. Los odontólogos, que son los principales proveedores de este tipo de terapéutica carecen de formación en esta área (9). Cada vez surgen más opciones de estos dispositivos producidos en serie y son de venta libre (en E.E.U.U.) lo que podría representar un acceso más masivo al público a menores costos. La aceptación de estos dispositivos parece superior al 86% . En algunas series solo 2% de los pacientes no estaba satisfecho(10). Este tipo de medida no se recomienda en niños. Evidencias Científicas Hay numerosos estudios que demuestran que avanzar la mandíbula hacia adelante puede agrandar la vía aérea y reducir la colapsabilidad (11-16, 17, 18) en pacientes normales y apneicos. La conclusión de diversos estudios controlados por placebo y cruzados 19 20 21 22 23 en relación a los dispositivos de avance mandibular mostraron reducciones del I.A.H. de 25 a 14 con una tasa de éxito del 64%: Uno de los problemas es determinar en qué grado se debe avanzar la mandíbula y como titular con poligrafía o polisomnografía esta mejoría. Otro problema es que la mejora durante la noche de titulación no necesariamente es indicativa de que ese grado de mejoría se va a lograr en el uso diario del paciente. Si bien se han postulado diversas medidas de medición antropométrica y con otros métodos para predecir qué pacientes se beneficiaran con los dispositivos intraorales, no han demostrado su utilidad en la práctica clínica como predictores (24, 25, 26) En relación a la adherencia Smith y Stradling (27) compararon C-P.A.P. con dispositivos intraorales y encontraron mejores adherencias al C-P.A.P. a pesar de ser igualmente eficaces en la reducción del I.A.H. Otro estudio de McGown (28) obtuvo mejores tasas de adherencia para los dispositivos intraorales. Indudablemente esto depende del tipo de dispositivo utilizado, el grado de avance mandibular necesario, si el aparato es colocado por un ortodoncista experimentado, la tolerancia individual del paciente etc. Muchos estudios compararon dispositivos intraorales con U.P.P.P. demostrando superioridad de los dispositivos en el mantenimiento de los resultados en el largo plazo. (29-30). El ronquido mejoró en el 70% de los pacientes con estos dispositivos (31-32). En cuanto al efecto en las variables cardiovasculares es un terreno interesante de investigación aunque aún poco desarrollado. Se especula que habría diferencias en los resultados terapéuticos con el tratamiento con presión positiva por la función de la presión positiva en el cambio de las presiones intratoraccicas. Clasificación dispositivos intraorales. Los dispositivos intraorales para roncopatía se clasifican en dos grupos, los de avance mandibular (M.A.D. o mandibular advance devices) que actúan avanzando la mandíbula hacia adelante para despejar la vía aérea y de sostén o retracción lingual (T.R.D. o tongue retaining devices) que actúan manteniendo la lengua fuera de la boca. Ambos se colocan al dormir. Si el paciente tiene buena respiración nasal no hay problemas en utilizar el T.R.D. o el M.A.D. Los pacientes con respiración bucal deben utilizar un dispositivo M.A.D. con orificios para respirar y no son candidatos a los T.R.D. porque estos últimos hacen imposible la respiración bucal. M.A.D. Características y tipos. Hay gran variabilidad en el diseño y tipos de M.A.D. Existen aparatos que pueden graduar el grado de avance de la mandíbula y otros que son fijos. Unos son preformados fabricados en serie y adaptados de diversa manera a la boca del paciente (recortados, moldeados con temperatura). La mayoría de los dispositivos de venta en serie son de material termoplástico y se ajustan a la boca del paciente mediante el sistema “boíl and bite” Se colocan en agua hirviendo durante un tiempo determinado, luego se enfrían algunos segundos para que no estén tan calientes y se colocan en la boca y muerden para darle la forma del usuario. Algunos otros tienen una bisagra que sostiene la mandíbula hacia adelante, pero permiten una respiración y movimiento de la boca natural. Permiten abrir y cerrar la boca. La primera semana de uso del dispositivo suele acompañarse de molestias como el babeo casi es siempre presente inicialmente y luego cede en pocas semanas. También se presentan molestias musculares y dolor en mandíbula y cara que también son transitorias. En algunas personas las náuseas pueden representar un problema de adherencia. De persistir estos síntomas debe consultarse un ortodoncista. Los ortodoncistas fabrican también M.A.D. diseñados especialmente para cada paciente que suelen ser de mayor calidad y durabilidad aunque de costo muy superior a los producidos en serie. Le permiten al paciente respirar y hablar mientras lo utilizan. Se pueden indicar en el bruxismo porque tendrían una función terapéutica de este trastorno (aunque se reduciría la vida útil del aparato). Para pacientes respiradores bucales hay aparatos con orificios que permiten el paso del aire por la boca. Dispositivos que avanzan la lengua hacia adelante (T.R.D. o tongue retaining devices). Los dispositivos que retraen la lengua se han lanzado al mercado luego de los M.A.D. y es por eso que no gozan de tanta popularidad. Tampoco han sido estudiados tanto como los T.R.D. en ensayos clínicos. Todos son producidos en serie. Lograrían los mismos resultados de los M.A.D. pero sin algunos efectos adversos en la articulación temporo-mandibular o los dientes. Estos dispositivos parecen difíciles de utilizar pero son muy bien tolerados por el paciente al permitir una posición relajada para dormir. Están hechas de silicona o algún plástico muy blando. El único problema es para los pacientes que respiran mal por la nariz o de respiración bucal predominante. Estos pacientes no toleran bien el retractor lingual por anular completamente la posibilidad de respirar por la boca. También puede haber dificultades durante procesos de congestión (gripes resfríos) y con los pacientes que presentan bruxismo. En pacientes adéntulos se pueden utilizar sin problemas a diferencia de los M.A.D. Los T.R.D. se colocan en la boca para dormir y son similares a un chupete. Tienen un pequeño bulbo que debes aplastar para sacar el aire antes de colocar la lengua dentro del dispositivo. Cuando la lengua está en el lugar liberas el bulbo y la lengua se posiciona dentro por la succión que se genera. El ajuste a medida de la boca del paciente es un requisito importante para los M.A.D. pero no tanto para los T.R.D. ya que estos últimos no requieren tanta precisión en el tamaño porque se utilizan fuera de la boca. En cuanto al material del que están fabricados se recomienda evitar el bisfenol A que es tóxico (tiene una composición similar a los estrógenos y puede generar efectos adversos serios como aborto, cáncer, diabetes, deformidades congénitas en el feto, enfermedad cardíaca, trastornos de personalidad entre otros problemas). También se debe evitar el látex especialmente en pacientes alérgicos. Imágenes en relación al capítulo correspondiente. Un D.A.M. hecho a medida por ortodoncistas. Si bien es más caro podría tener más aceptación y durabilidad. D.A.M.de venta libre con sistema boil and bite. Capítulo 5 Manejo quirúrgico de la apnea del sueño en adultos. Resumen Debemos elegir como terapéutica para el S.A.H.O.S. inicialmente el tratamiento menos agresivo y con resultados
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