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CLASICISMO (Grecia, s. XIII a.C – Roma, s. V d. C) I. Concepto Es el primer movimiento de la literatura universal que surge en Grecia y comprende los siglos XIII a. C. al V d. C. II. Características ✓ Equilibrio y simetría en la forma y el fondo (gracias a esta norma, sus obras manifestaban armonía, serenidad y belleza, llegando a la perfección literaria). ✓ Normatividad (Estaba sujeta a reglas firmes en función a la idea del equilibrio). Por ejemplo, el teatro griego estaba sujeto a la regla de las tres unidades: acción, tiempo y espacio. ✓ Culto a la razón (esto obedece a su afán por el conocimiento y el querer explicarlo todo) • Su literatura es de tipo pedagógica, cuya finalidad era la enseñanza. Es por esto que resaltan su rasgo racional e intelectual en ella. • Las obras griegas se encuentran basadas en mitos de la Edad Heroica, los cuales son reflejo de su cosmovisión. Dentro de la literatura griega, la invención de personajes o hechos no es muy frecuente. CARACTERÍSTICAS • Posee tendencia antropocentrista, donde el hombre es tan importantes que hasta sus mismos dioses poseen rasgos antropomorfos. • En su expresión mantiene el equilibrio entre el fondo y la forma, destacando por su gran preocupación por la belleza formal. ➢ Ha ejercido una marcada influencia en la literatura occidental. ➢ Posee un carácter originario y formativo. Es la única literatura europea que se ha originado a partir de sus propias instituciones sociales y culturales. ➢ Las artes, la filosofía, la historia, la retórica, etc., debido a su calidad formal y su alto contenido problemático sobre temas fundamentales de la existencia humana, se han convertido en verdaderos modelos universales. IMPORTANCIA PERIODOS DE LA LITERATURA GRIEGA I. PERIODO JÓNICO II. PERIODO ÁTICO O CLÁSICO III. PERIODO HELENÍSTICO O ALEJANDRINO PERIODO JÓNICO (s. XIII a.C. - s. VII a.C.) Se le denomina también periodo Arcaico, en donde la capital es Jonia, que posee como forma de gobierno la Monarquía y en donde no se desarrolla la escritura, por lo tanto su literatura es de tipo oral. Los temas eran mitos, especulaciones religiosas y otros relacionados con la cultura. A este periodo, pertenecen las epopeyas cantadas por Homero, conocidas como la Ilíada y la Odisea. Representantes: Épica: ▪ Heroica.- Homero, autor de la “Ilíada” y la “Odisea“ ▪Didáctica.- Hesiodo, autor de "La Teogonía" Lírica: ▪ Odas Olímpicas.- Píndaro, autor de "Epinicios" ▪ Amorosa.- Safo, autora de "Epitalamios" Homero Muchos historiadores y arqueólogos no han llegado a la conclusión sobre si Homero realmente existió o se trata de un personaje legendario, pues no hay pruebas concretas de su existencia. Sus obras pueden haber sido escritas por otros autores antiguos o tal vez son apenas recopilaciones de tradiciones orales del periodo de la época de la Antigua Grecia. La vida de Homero es una mezcla de leyenda y realidad. De acuerdo con la tradición, Homero era ciego y pudo haber nacido en cualquier localidad de la Antigua Grecia: Esmirna, Colofon, Atenas, Quios, Rodas, Argos, Itaca o Salamina. Pese a que son diversas las versiones sobre la vida del poeta que han llegado hasta nuestros días, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es mítico y propio de las novelas. La más remota como inverosímil, adjudicada falsamente a Heródoto, data del siglo V a.C, en ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que lo dio a luz en Esmirna en la desembocadura del río Meles y que le puso por nombre Melesígenes. Se dice que pronto destacó por sus cualidades artísticas, y que comenzó una vida libre y poco convencional. Se cuenta que una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero. Aunque son varias las vidas de Homero que han llegado hasta nosotros, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es legendario y novelesco. La más antigua, atribuida sin fundamento a Herodoto, data del siglo V a.C. En ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en Esmirna. Conocido como Melesígenes, pronto destacó por sus cualidades artísticas, iniciando una vida bohemia. Una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero. La muerte, siempre según el seudo Herodoto, sorprendió a Homero en Íos, en el curso de un viaje a Atenas. LAS EPOPEYAS HOMÉRICAS ✓Su objetivo es celebrar una Edad Heroica. ✓Tienen como fondo común la Guerra de Troya. ✓Pertenecen a un mundo aristocrático y señorial que tiene su ideal en el pasado. ✓Ambas se componen de 24 cantos o rapsodias. ✓Métrica: escritas en versos hexámetros ✓Figura literaria predominante: el epíteto ASPECTOS COMUNES EN LAS EPOPEYAS HOMÉRICAS ➢Sin pretender escribir Historia, los poemas mezclan elementos arqueológicos (históricos, sociales) de épocas diferentes, tanto antiguos como modernos. ➢Están repletas de largas digresiones, comparaciones, pasajes repetidos y fórmulas fijas, habituales en la épica oral. ➢Se basan en el contraste de personalidades, pasiones y acciones de los protagonistas, contrastando la humanidad y la crudeza. ➢Describen solemne y sencillamente el mundo heroico de tiempos antiguos, sin intención de precisión histórica. ➢Uso de figuras literarias. La más resaltante es el epíteto. ➢Reviven antiguas leyendas y relatos (mitología griega). ➢Género : épico ➢Especie : epopeya ➢Estructura : 15 674 versos ➢Cantos o rapsodias : 24 ➢Verso : hexámetro ➢Dialecto : jónico-eólico ➢Tema central: La cólera de Aquiles ➢Consideraciones ❑ La Ilíada se inicia con una invocación a la diosa Calíope. ❑ Es un poema cuyo relato y descripción caracterizan la vida de aquella época. ❑ Los dioses tienen una actuación importante en la vida de los héroes. ❑ Sus prototipos humanos y la exactitud de sus imágenes motivan a llamarlo el milagro griego. ❖Griegos (aqueos) • Aquiles (‘el de los pies ligeros’) Rey de los mirmidones, fue el símbolo del honor griego. • Agamenón (‘pastor de hombres’) Rey de Micenas. • Helena (‘la de la hermosa cabellera’) Esposa de Menelao. • Néstor (‘sabiduría persuasiva’) Rey de Pilos, fue el más anciano de los caudillos. ❖Troyanos (teucros) • Héctor (‘el de tremolante casco’) Hijo del rey Príamo. • Paris (‘el joven afeminado’) Hijo del rey Príamo, fue llamado también Alejandro. • Príamo (‘hombre de la digna realeza’) Último rey troyano, fue un hombre noble y generoso Personajes importantes ODISEA ❖GÉNERO: ÉPICO ❖ESPECIE: EPOPEYA HEROICA ❖DIALECTO: JÓNICO ❖N° DE CANTOS: 24 ❖N° DE VERSOS: 12 110 ❖TIPO DE VERSO: HEXÁMETRO ❖TIPO DE NARRACIÓN: CÍCLICA ❖ESTRUCTURA: 1. TELEMAQUIA 2. NOSTOS 3. VENGANZA LOS VIAJES DE ODISEO 1. TROYA AVENTURAS DE ODISEO: 1. ISLA DE LOS CICONES 2. ISLA DE LOS LOTÓFAGOS 3. ISLA DE LOS CÍCLOPES 4. ISLA DE EOLO 5. ISLA DE LOS LESTRIGONES 6. ISLA DE CIRCE 7. ENTRADA DEL INFRAMUNDO 8. ISLA DE LAS SIRENAS 9. ESCILA Y CARIBDIS 10. ISLA DE HELIOS 11. ISLA DE CALIPSO ------------- 1. REINO DE LOS FEACIOS 2. ÍTACA 1. ISLA DE LOS CICONES 2. ISLA DE LOS LOTÓFAGOS 3. ISLA DE LOS CÍCLOPES 4. ISLA DE EOLO 5. ISLA DE LOS LESTRIGONES 6. ISLA DE CIRCE 7. ENTRADA DEL INFRAMUNDO 8. ISLA DE LAS SIRENAS 9. ESCILA Y CARIBDIS 10. ISLA DE HELIOS 11. ISLA DE CALIPSO ISLA DE ESQUERIA ÍTACA TROYA «¡Forasteros! ¿Quiénes sois? ¿De dónde llegasteis navegando por húmedos caminos? ¿Venís por algún negocio ó andáis por el mar, á la ventura, como los piratas que divagan, exponiendo su vida y produciendo daño á los hombres de extrañas tierras?» »Así dijo. Nos quebraba el corazón el temor que nos produjo su voz grave y su aspecto monstruoso. Mas, con todo eso, le respondí de esta manera: «Somos aqueos á quienes extraviaron, al salir de Troya, vientos de toda clase que nos llevan por el gran abismo del mar: deseosos de volver á nuestra patria, llegamos aquí por otros caminos porque de tal suerte debió de ordenarlo Júpiter. Nos preciamos de ser guerreros de Agamenón Atrida cuya gloriaes inmensa debajo del cielo—¡tan grande ciudad ha destruído y á tantos hombres ha hecho perecer!—y venimos á abrazar tus rodillas por si quisieras presentarnos los dones de la hospitalidad ó hacernos algún otro regalo como es costumbre entre los huéspedes. Respeta, pues, á los dioses, varón excelente; que nosotros somos ahora tus suplicantes. Y á suplicantes y forasteros los venga Júpiter hospitalario, el cual acompaña á los venerandos huéspedes.» »Así le hablé; y respondióme en seguida con ánimo cruel: «¡Forastero! Eres un simple ó vienes de lejas tierras cuando me exhortas á temer á los dioses y á guardarme de su cólera; que los Ciclopes no se cuidan de Júpiter, que lleva la égida, ni de los bienaventurados númenes, porque aún les ganan en ser poderosos; y yo no te perdonaría ni á ti ni á tus compañeros por temor á la enemistad de Júpiter, si mi ánimo no me lo ordenase. Pero dime en qué sitio, al venir, dejaste la bien construída embarcación: si fué, por ventura en lo más apartado de la playa ó en un paraje cercano, á fin de que yo lo sepa.» CANTO IX »Así dijo para tentarme. Pero su intención no me pasó inadvertida á mí, que sé tanto, y de nuevo le hablé con engañosas palabras: «Neptuno, que sacude la tierra, rompió mi nave llevándola á un promontorio y estrellándola contra las rocas, en los confines de vuestra tierra; el viento que soplaba del ponto se la llevó y pude librarme, junto con éstos, de una muerte terrible.» »Así le dije. El Ciclope, con ánimo cruel, no me dió respuesta; pero, levantándose de súbito, echó mano á los compañeros, agarró á dos y, cual si fuesen cachorrillos, arrojólos en tierra con tamaña violencia que el encéfalo fluyó al suelo y mojó el piso. Seguidamente despedazó los miembros, se aparejó una cena y se puso á comer como montaraz león, no dejando ni los intestinos, ni la carne, ni los medulosos huesos. Nosotros contemplábamos aquel horrible espectáculo con lágrimas en los ojos, alzando nuestras manos á Júpiter; pues la desesperación se había señoreado de nuestro ánimo. El Ciclope, tan luego como hubo llenado su enorme vientre, devorando carne humana y bebiendo encima leche sola, se acostó en la gruta tendiéndose en medio de las ovejas. Entonces formé en mi magnánimo corazón el propósito de acercarme á él y, sacando la aguda espada que colgaba de mi muslo, herirle el pecho donde las entrañas rodean el hígado, palpándolo previamente; mas otra consideración me contuvo. Habríamos, en efecto, perecido allí de espantosa muerte, á causa de no poder apartar con nuestras manos el grave pedrejón que el Ciclope colocó en la alta entrada. Y así, dando suspiros, aguardamos que apareciera la divinal Aurora. «Toma, Ciclope, bebe vino, ya que comiste carne humana, á fin de que sepas qué bebida se guardaba en nuestro buque. Te lo traía para ofrecer una libación en el caso de que te apiadases de mí y me enviaras á mi casa, pero tú te enfureces de intolerable modo. ¡Cruel! ¿Cómo vendrá en lo sucesivo ninguno de los muchos hombres que existen, si no te portas como debieras?» »Así le dije. Tomó el vino y bebióselo. Y gustóle tanto el dulce licor que me pidió más: «Dame de buen grado más vino y hazme saber inmediatamente tu nombre para que te ofrezca un don hospitalario con el cual te huelgues. Pues también á los Ciclopes la fértil tierra les proporciona vino en gruesos racimos, que crecen con la lluvia enviada por Júpiter; mas esto se compone de ambrosía y néctar.» »De tal suerte habló, y volví á servirle el negro vino: tres veces se lo presenté y tres veces bebió incautamente. Y cuando los vapores del vino envolvieron la mente del Ciclope, díjele con suaves palabras: «¡Ciclope! Preguntas cuál es mi nombre ilustre, y voy á decírtelo; pero dame el presente de hospitalidad que me has prometido. Mi nombre es Nadie; y Nadie me llaman mi madre, mi padre y mis compañeros todos.» »Así le hablé; y en seguida me respondió, con ánimo cruel: «Á Nadie me lo comeré el último, después de sus compañeros, y á todos los demás antes que á él: tal será el don hospitalario que te ofrezca.» «¡Ciclope! Si alguno de los mortales hombres te pregunta la causa de tu vergonzosa ceguera, dile que quien te privó del ojo fué Ulises, el asolador de ciudades, hijo de Laertes, que tiene su casa en Ítaca.» »Tal dije; y él, dando un suspiro, respondió: «¡Oh dioses! Cumpliéronse los antiguos pronósticos. Hubo aquí un adivino excelente y grande, Télemo Eurímida, el cual descollaba en el arte adivinatoria y llegó á la senectud profetizando entre los Ciclopes: éste, pues, me vaticinó lo que hoy sucede: que sería privado de la vista por mano de Ulises. Mas esperaba yo que llegase un varón de gran estatura, gallardo, de mucha fuerza; y es un hombre pequeño, despreciable y menguado quien me cegó el ojo, subyugándome con el vino. Pero, ea, vuelve Ulises, para que te ofrezca los dones de la hospitalidad y exhorte al ínclito dios que bate la tierra, á que te conduzca á la patria; que soy su hijo y él se gloría de ser mi padre. Y será él, si le place, quien me curará y no otro alguno de los bienaventurados dioses ni de los mortales hombres.» Y el Ciclope oró en seguida al soberano Neptuno, alzando las manos al estrellado cielo: «¡Óyeme, Neptuno, que ciñes la tierra, dios de cerúlea cabellera! Si en verdad soy tuyo y tú te glorías de ser mi padre, concédeme que Ulises, el asolador de ciudades, hijo de Laertes, que tiene su casa en Ítaca, no vuelva nunca á su palacio. Mas si le está destinado que ha de ver á los suyos y tornar á su bien construída casa y á su patria, sea tarde y mal, en nave ajena, después de perder todos los compañeros, y encuentre nuevas cuitas en su morada.» »Tal fué su plegaria y la oyó el dios de cerúlea cabellera. Acto seguido tomó el Ciclope un peñasco mucho mayor que el de antes, lo despidió, haciéndolo voltear con fuerza inmensa, arrojólo detrás de nuestro bajel de azulada proa, y poco faltó para que no diese en la extremidad del gobernalle. Agitóse el mar por la caída del peñasco y las olas, llevando la embarcación hacia adelante, hiciéronla llegar á tierra firme. ESTRUCTURA Y ARGUMENTO La obra consta de 24 cantos. Al igual que muchos poemas épicos antiguos, comienza in medias res: empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio Odiseo. El poema está dividido en tres partes. I. En la Telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre. II. En el regreso de Odiseo (cantos del V al XII) Odiseo llega a la corte del rey Alcínoo y narra todas sus vivencias desde que salió de Troya. III. Finalmente, en la venganza de Odiseo (cantos del XIII al XXIV), se describe el regreso a la isla, el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo, y cómo Odiseo se venga de los pretendientes matándolos a todos. Tras aquello, Odiseo es reconocido por su esposa Penélope y recupera su reino. Por último, se firma la paz entre todos los itacenses. PERIODO ÁTICO (s. V a.C. - s. IV a.C.) Llamado también periodo Clásico, en el siglo V a.C. se observan algunos principales acontecimientos: ➢ Marcado florecimiento de la civilización griega. ➢ Acontecimientos políticos como las guerras médicas, democracia y gobierno de Pericles y formación del imperio Ateniense. ➢ Progreso económico bastante evidente que produjo alcances y beneficios de todo tipo. ➢ El progreso del pensamiento y el arte donde se reflejaron de modo más preciso la acción civilizadora de la polis griega especialmente en la poesía dramática y en su doble expresión de tragedia y comedia. ➢ Surge la tragedia por culto a Dionisio Inicios del siglo V a. C., Atenas está en su mayor apogeo con el Siglo de Pericles. La literatura, a través del teatro, llegará a su máxima expresión con la tragedia y la comedia. II. PERIODO ÁTICO O CLÁSICO La etimología de tragedia proviene del griego τραγῳδία (tragodia). Se distinguenen esta la raíz de «macho cabrío» (τράγος / trágos) y cantar (ῳδία / odía), sería «el canto del macho cabrío», quizás en referencia al premio que era dado al vencedor del certamen trágico (un macho cabrío); o el sacrificio de este animal sagrado a Dioniso, que frecuentemente acompañaba la fiesta en honor al dios. ETIMOLOGÍA LA TRAGEDIA GRIEGA En la mitología griega, Dioniso es uno de los considerados dioses olímpicos, es el dios de la fertilidad y el vino. Hijo de Zeus y Sémele. Nieto de Harmonía y bisnieto de Afrodita, sin embargo, otras versiones afirman que era hijo de Zeus y Perséfone. ¿QUIÉN ERA DIONISIO? En la primera versión: Sémele era una mortal, hija del rey Cadmo de Tebas. Su naturaleza hizo que Hera -la esposa de Zeus-, encolerizada por la infidelidad, acudiese a ella mientras se encontraba encinta, y sembró en su mente la duda de si Zeus era verdaderamente el padre de la criatura que cargaba en su vientre, con la finalidad de alejarla. No obstante, Sémele le pidió a Zeus que demostrara toda su gloria. Al hacerlo, la mortal no fue capaz de soportar la visión de los truenos, los rayos y todo el poder contenido en el dios, por lo cual, pereció carbonizada. Con la finalidad de rescatar a su hijo, Zeus logró rescatar el pequeño cuerpo y lo implantó en su muslo, hasta completar su gestación. EL DITIRAMBO: Composición poética que los autores de la antigua Grecia escribían en honor de Dionisos (dios de los placeres sensuales en la mitología griega I. En su primera fase eran improvisaciones de los devotos. II. En la segunda existe un rito y contenidos preestablecidos. El coro invocaba al dios narrando alguna gesta. III. En una tercera etapa el coro se divide en semicoros, donde uno de los cuales respondía al otro. Eran guiados por un corifeo los cuales dialogaba entre sí. IV.En la cuarta etapa se introduce el hipocrités, quien era la representación de Dionisio que respondía a las invocaciones. V. Luego se introduce la incorporación de otros dioses y héroes, llegando a desaparecer Dionisio de la representación. DEL DITIRAMBO A LA TRAGEDIA EVOLUCIÓN DE LA TRAGEDIA ➢ El primer diálogo entre el coro y un actor se le atribuye a Tespis, poeta que lo habría compuesto en el 534 a.C. ➢ Luego aparece Esquilo e introduce un segundo actor. Desde este momento, la tragedia se desarrolla entre los protagonistas, convirtiéndose en drama. ➢ Siguiendo el ejemplo de Esquilo, Sófocles introduce un tercer actor, generando más dinamismo a la escena. ➢ Además de lo anterior, se llegó a introducir un cuarto actor que no implicaba mayor relevancia al desarrollo de la temática abordada. A partir de los cánticos y danzas en honor al dios Dionisio, nació el teatro, y en consecuencia las máscaras griegas, de esta manera, se realizaban aplicando al rostro un simple maquillaje de pigmentos blancos, marrones o grises, aunque, a veces se fabricaban con pasta de hojas de acanto, trapos de lino moldeados, maderas talladas, y algunas rematadas con pelucas. Generalmente, las máscaras utilizadas eran de naturaleza inmóvil, es decir, con una mueca fija de tragedia o risa. Así, dentro de una misma obra, los actores en escenas podían interpretar varios personajes o variar sus rostros para cambiar el estado de ánimo de alguno de ellos, e incluso, demostrar el rango de un rol. Con el desarrollo de esta actividad, donde únicamente participaba el hombre, se fueron utilizando máscaras cada vez más naturales. LAS MÁSCARAS Según Aristóteles, “la tragedia [es] imitación de una acción esforzada y completa, de cierta amplitud, en lenguaje sazonado, separada cada una de las especies en las distintas partes, actuando los personajes y no mediante relato, y que mediante temor y compasión lleva a cabo la purgación de tales afecciones” Señala Aristóteles que la tragedia nace al inicio como improvisación, precisamente «del coro que entonaba el ditirambo» un canto coral en honor a Dionisio. LA TRAGEDIA SEGÚN LA POÉTICA EL TEATRO EN GRECIA ANTIGUA ➢ Los teatros se construían en la ladera de una montaña, para poder apreciar la obra representada, a diferencia de los romanos, muchos de los cuales se levantaban en terreno llano y elevaban sus gradas por medio de bóvedas y arcos. ➢ Ningún teatro griego está en terreno llano, debido a que los griegos no sabían construir bóvedas de hormigón, pero sí rellenaban los laterales si era necesario, como en Dodona, Epidauro y sobre todo en Argos, donde prácticamente se ha construido todo el koilon. EL KOILON: era el conjunto de gradas donde se asentaban los espectadores. Ocupaba la ladera de la montaña, y recibió también el nombre de theatron, cuyo significado es "lugar desde el que se mira", que más tarde pasó a referirse a toda la construcción. ORCHESTRA: Era la parte más antigua del teatro, y era utilizada por los coros y las danzas rituales. En los primeros tiempos tenía un altar en el centro, thymile, donde se sacrificaba un cordero en honor del dios Dioniso antes de comenzar la representación. SKENE: Era una plataforma alargada y estrecha situada junto a la orchestra, en el lado opuesto al koilon. Cuando además de coros comenzó a haber un argumento y actores, se construyó la skené. EL PROSKENION: (delante de la escena), adornado con columnas y estatuas, era el lugar donde actuaban los actores y era similar al proscenio actual. LA PARASKENIA: se decoraba con figuras y pinturas, según el lugar en que la acción se desarrollaba. “EL PADRE DE LA TRAGEDIA” “EL MEJOR TRÁGICO” “EL MÁS TRÁGICO DE LOS TRÁGICOS” ESQUILO SÓFOCLES EURÍPIDES CARACTERÍSTICAS DE SU TEATRO ➢El padre de la tragedia ➢Aumentó el número de actores a dos. ➢Creó el diálogo. ➢Redujo la actividad de los coros. ➢Introdujo el prólogo. ➢Impulsó la máscara y el coturno. ➢Trabajó la trilogía. ➢Teatro religioso y nacionalista. ESQUILO DE ELEUSIS (Eleusis, 525 a. de C.–Gela, 456 a. de C.) (LA ÚNICA TRILOGÍA CONSERVADA COMPLETA) I. AGAMENÓN (ASESINATO) En la primera obra de la trilogía, se relata el regreso de Agamenón, rey de Argos, de la Guerra de Troya para encontrar la muerte. En su hogar se encuentra su esposa, Clitemnestra, que ha planeado su muerte como venganza por el sacrificio de su hija, Ifigenia. Más aún, dado que la ausencia de su esposo ha durado diez años, Clitemnestra ha sucumbido a una relación adúltera con Egisto, primo de Agamenón y el descendiente de una rama desheredada de la familia, que está determinado por recuperar el trono que cree que en justicia le pertenece. II. LAS COÉFORAS (VENGANZA) La segunda parte de la trilogía cuenta el proceso de venganza planeado por Electra. Trata de la reunión de los dos hijos de Agamenón, Electra y Orestes, y su venganza. Electra reconoce a Orestes por una marca en la cara durante los funerales de Agamenón. Acto seguido, Orestes mata a Egisto y a su madre Clitemnestra. Ésta convoca a las furias, que perseguirán a Orestes. III. LAS EUMÉNIDES (JUICIO) Esta tercera y última pieza muestra cómo Orestes es llevado a juicio ante el tribunal divino. Las Euménides narra cómo Orestes, Apolo y las Furias comparecen ante un jurado de atenienses conocido como Areópago (‘roca de Ares’, una colina rocosa plana junto al ágora ateniense donde el tribunal de homicidios de Atenas celebraba sus sesiones), para decidir si el asesinato de Clitemnestra por parte de su hijo, Orestes, le hace merecedor del tormento que le infligen. Orestes es encontrado inocente gracias a la ayuda de Apolo y Atenea. SÓFOCLES (Colono, 496 a. C. - Atenas, 406 a. C.) CARACTERÍSTICAS DE SU TEATRO ➢El mejor trágico. ➢Aumentó el número de actores a tres. ➢Importancia a la acción dramática. ➢Redujo la actividad de los coros. ➢Profundiza en la psicología de sus personajes. ➢Humanizó la tragedia. ➢Trabajó la obra independiente. ▪ GÉNERO: DRAMÁTICO ▪ ESPECIE: TRAGEDIA ▪ BASADO: En el ciclo tebano ▪ TEMA: El destino determina el accionar humano y el hombre no puede escapar de su destino. ▪ PERSONAJES: ➢ Edipo: Rey tebano ➢ Yocasta: Reina tebana, esposa deEdipo ➢ Creonte: Cuñado de Edipo, hermano de Yocasta ➢ Tiresias: Adivino griego ➢ Un sacerdote acompañado de Suplicantes ➢ Un pastor: antiguo criado de Layo ➢ Un mensajero de Corinto ➢ Un servidor Palaciego ➢ El coro de los ancianos de Tebas Prólogo: En esta escena la acción transcurre en Tebas, ante el palacio de Edipo, donde se encuentra un grupo de tebanos arrodillados alrededor del sacerdote de Zeus. Edipo sale del palacio y se dirige a su pueblo preguntándoles la razón de la reunión. El sacerdote trágicamente responde que la peste se ha adueñado de Tebas. Como fue Edipo quien salvó al pueblo de la esfinge se dirigen ahora a él para librarlos de la Peste y salvar nuevamente a la ciudad. Edipo responde que ya es consciente de este problema y que ya ha actuado mandando a su cuñado Creonte a Apolo Pitio, con el fin de informarse sobre lo que se debe hacer. En ese momento llega Creonte, quien, ante la pregunta de Edipo sobre lo que Apolo había dicho, responde que según el oráculo, la manera de librar a la ciudad de su infortunio sería desterrando al culpable del asesinato del rey Layo, quien reinó Tebas antes de la llegada de Edipo. Según Creonte, el oráculo decía que debían castigar a los culpables de su muerte. Al oír esto Edipo se encuentra desconcertado ya que no había pistas sobre la muerte de Layo, salvo el dato que Creonte aportó, que fue asesinado por unos bandidos con la fuerza de un gran número de manos. Edipo se compromete con el pueblo a hallar al culpable. RESUMEN DE EDIPO REY SACERDOTE: ¡Oh Edipo, que reinas en mi país! ... La ciudad, como tú mismo puedes ver, está ya demasiado agitada y no es capaz todavía de levantar la cabeza de las profundidades por la sangrienta sacudida. Se debilita en las plantas fructíferas de la tierra, en los rebaños de bueyes que pacen y en los partos infecundos de las mujeres. Además, la divinidad que produce la peste, precipitándose, aflige la ciudad. ¡Odiosa epidemia, bajo cuyos efectos está despoblada la morada Cadmea, mientras el negro Hades se enriquece entre suspiros y lamentos! Ni yo ni estos jóvenes estamos sentados como suplicantes por considerarte igual a los dioses, pero sí el primero de los hombres en los sucesos de la vida y en las intervenciones de los dioses. Tú que, al llegar, liberaste la ciudad Cadmea del tributo que ofrecíamos a la cruel cantora y, además, sin haber visto nada más ni haber sido informado por nosotros, sino con la ayuda de un dios, se dice y se cree que enderezaste nuestra vida. EDIPO: …Si alguno de vosotros, por otra parte, sabe que el asesino no es de este país, sino que procede de un país extranjero, que no se lo calle, pues a mi gratitud se añadirá la recompensa que le daré. Pero si calla, y si algún tebano, temiendo denunciar a un amigo, o a sí mismo, rehúsa darme las explicaciones que pido, que oiga desde ahora con qué actos pienso responder a su negativa: «Prohibo a todos los habitantes de esta tierra sobre la que se extienden mi poder y mi trono, que reciba a ese hombre, sea quien fuere; que le dirija la palabra, que le admita en las plegarias comunes y en los sacrificios, y que comparta con él el agua lustral. Que, por el contrario, le, ahuyente de su casa como a un ser impuro, causante de la peste, según acaba de revelármelo el oráculo pítico. De este modo, creo poder ser auxiliar de la divinidad y vengador del rey que ya no existe; y así, que el criminal desconocido, bien que haya obrado solo, bien que haya tenido cómplices, se vea condenado a arrastrar una vida desgraciada de maldición y de miseria. Y deseo que esta maldición que acabo de lanzar contra los criminales, caiga sobre mi casa si en ella yo, de buena fe y sin saberlo, lo hubiera introducido en mi hogar. Os ordeno, por tanto, que ejecutéis todas mis órdenes por respeto hacia mí, por reverencia al dios y también por miramiento a esta tierra condenada a perecer ante nuestros ojos, agotada por la esterilidad y arruinada por el abandono de los dioses. Y aun cuando esta purificación no se os hubiera exigido por numen celeste, no podríais seguir permitiendo que este país continuase manchado por la muerte de un hombre que era una persona eminentemente honrada y vuestro rey; por eso era preciso haber buscado a los culpables. «Hoy, pues, ya que tengo los poderes que Layo poseía antes que yo, ya que ocupo su lecho y su mujer es mi esposa, y nuestros hijos hubieran crecido juntos si no se hubiera frustrado su descendencia por el infortunio que vino a pesar sobre su cabeza; atendiendo a todas esas razones, como si él hubiese sido mi padre me constituiré en vengador suyo y lo intentaré todo para hallar al asesino que mató con su mano al hijo de Lábdaco, nieto de Polidoro, bisnieto de Cadmo y tataranieto del antiguo Agenor, padre de todos. A los que no cumplieran cuanto acabo de mandar, yo les deseo, y porque así sea hago votos a los dioses, que la Tierra entera no produzca para ellos ninguna cosecha ni sus mujeres les den hijos; y que caigan bajo el destino que hoy nos azota, e incluso que encuentren una muerte más execrable. Para vosotros, en cambio, cadmeos, que estáis de acuerdo con mis palabras, que la Justicia se convierta en vuestra aliada y que todos los dioses os sean para siempre constantemente propicios. Primer Agón: Edipo pide ayuda a Tiresias para encontrar al culpable y librar a Tebas de la mancha del homicidio. Tiresias responde preocupado que no debería estar allí ya que no son buenas noticias las que trae, por eso hace ademán de irse pero Edipo lo detiene pensando que el adivino sabe y no quiere decirlo. Tiresias responde que no querría hacer públicas sus desgracias, o más bien las de Edipo, y que de cualquier manera los hechos llegarían a pesar de su silencio. Edipo entonces acusa a Tiresias de ser el culpable del crimen. Edipo insulta al adivino con su ceguera, y éste dice que Edipo mismo es el causante de todos sus males. El rey le pregunta a Tiresias si fue él o Creonte quien tramó esos descubrimientos, ya que cree que Creonte le pagó al adivino para ir y decir esas mentiras. Tiresias responde que Creonte no causa para él ningún mal. Edipo piensa que todo esta arreglado entre Creonte y él para arrojarlo del trono. Corifeo interviene y dice a Edipo que tanto las palabras suyas como las de Tiresias han sido dictadas por la cólera, y que lo que realmente importa es averiguar como cumplir los oráculos de Apolo. Tiresias luego de una pausa, le dice a Edipo que él que ve la luz, no ve la desgracia que se cierne sobre él, ni dónde ni con quien convive. Le dice que pronto no verá mas que tinieblas. El adivino enojado pide que lo guíen para irse. Antes de marcharse avisa a Edipo que la persona a quien él busca está allí, que pasa por un extranjero domiciliado en Tebas pero en realidad es tebano de nacimiento y ese descubrimiento no será para él motivo de alegría. Descubrirá también, dijo Tiresias, que es padre y hermano de sus hijos; hijo y esposo de la madre que le dio el ser; y el asesino de un padre a cuya esposa fecundó. Tiresias se retira diciéndole a Edipo que reflexione. TIRESIAS (A EDIPO, después de un silencio.): Por muy rey que seas, Edipo, me corresponde contestarte con igual título, de igual a igual, ya que yo también reino a mi modo. Yo no soy tu esclavo; Apolo es mi dueño, y nunca figuraré en el número de los clientes de Creonte. Ya que me insultas en mi ceguera, he aquí lo que tengo que decirte: tú, que tienes los ojos abiertos a la luz, no ves la desgracia que se cierne contra ti ni ves en qué lugar habitas ni con quiénes convives. ¿Sabes de quién desciendes? Eres, sin saberlo, odioso a todos los tuyos, que están abajo en el Hades, y a los que están aún encima sobre la tierra. La aterradora maldición de un padre y de una madre te acosa y te echará de este país; y tú, que hoy ves claramente la luz, pronto no verás más que tinieblas. Ningún lugar estará al abrigo de tus lamentos. ¿Qué Citerón responderá dentro de poco a tus gemidos, cuando conozcas el himeneo que te condujo, pasajero demasiado feliz, al puerto sinfondeadero de tu propio hogar? No presientes tampoco los innumerables males que te vendrán a igualar con tus hijos. Después de esto, puedes cubrir de lodo a Creonte y mis palabras. Nadie entre los hombres será tan duramente maltratado por el Destino como tú. YOCASTA: No te atormentes por lo que me estás diciendo. Escúchame y te convencerás de que no hay ningún mortal que entienda una palabra de profecías. En pocas palabras te daré una prueba de ello. Hace tiempo, un oráculo, transmitido no diré que por el mismo Apolo, sino a través de uno de sus servidores, pronosticaba a Layo que su destino era morir a manos de un hijo suyo que le nacería de mí. Pues a pesar de eso, a Layo le mataron hace tiempo, por lo menos eso dice la opinión general, unos bandidos extranjeros, en el cruce de tres caminos. Y respecto de su hijo, cuando sólo hacía tres días que éste había nacido, Layo lo entregó, con los pies bien atados por los tobillos, a manos mercenarias, para que lo arrojasen al fondo de una sima impenetrable de una montaña. Ahí tienes cómo ni Apolo ha cumplido sus oráculos ni el hijo de Layo mató a su padre. Y Layo no murió como él con tanto horror temía, a manos de su hijo. Así se cumplió lo que los oráculos habían predeterminado. De modo que no te inquietes más. Lo que un dios juzga útil que se sepa, lo revela fácilmente él mismo.(Pausa.) EDIPO: ¡Qué extraña turbación en mi alma y qué desconcierto en la mente se apodera de mí al escucharte, mujer! PASTOR: ¡Ay!, ¡heme aquí ante una cosa horrible de decir! EDIPO: Y para mí también horrible de oír. Pero, sin embargo, tengo que oírla. PASTOR: Se decía que era hijo de Layo. Pero la está en casa, tu mujer, te diría mejor que nadie cómo fue eso. EDIPO: ¿Te lo dio ella? PASTOR: Sí, rey. EDIPO: ¿Para qué? PASTOR: Para que lo hiciera desaparecer. EDIPO: ¿Una madre? ¡desgraciada! PASTOR: Por miedo de horribles oráculos. EDIPO: ¿Qué decían esos oráculos? PASTOR: Que aquel niño debía matar a sus padres; así se decía. EDIPO: Pero tú, ¿por qué se lo entregaste a este anciano? PASTOR: Por piedad, señor. Pensaba que se lo llevaría a otra comarca, a la isla donde él vivía. Mas él, para las más grandes desgracias, lo guardó junto a sí. Porque si tú eres el que él dice, has de saber que eres el más infortunado de los hombres. EDIPO: ¡Ay! ¡Ay! Todo se ha aclarado ahora. ¡Oh luz, pudiera yo verte por última vez en este instante! Nací de quien no debería haber nacido; he vivido con quienes no debería estar viviendo; maté a quien no debería haber matado. CREONTE. No he venido a burlarme, Edipo, ni a echarte en cara ninguno de los ultrajes de antes. (Dirigiéndose al Coro.) Pero si no sienten respeto ya por la descendencia de los mortales, siéntanlo, al menos, por el resplandor del soberano Helios que todo lo nutre y no muestren así descubierta una mancilla tal, que ni la tierra ni la sagrada lluvia ni la luz acogerán. Antes bien, tan pronto como sea posible, métanlo en casa; porque lo más piadoso es que las deshonras familiares sólo las vean y escuchen los que forman la familia. EDIPO. ¡Por los dioses!, ya que me has liberado de mi presentimiento al haber llegado con el mejor ánimo junto a mí, que soy el peor de los hombres, óyeme, pues a ti te interesa, que no a mí, lo que voy a decir. CREONTE. ¿Y qué necesitas obtener para suplicármelo así? EDIPO. Arrójame enseguida de esta tierra, donde no pueda ser abordado por ninguno de los mortales. Éxodo: El coro muestra como una persona feliz como Edipo se convirtió en la criatura más desgraciada de la tierra, por eso dice que hasta esperar su último día no hay que proclamar feliz a ningún mortal Antes de que haya llegado su último día. (Entran todos en palacio) CORIFEO. ¡Oh habitantes de mi patria, Tebas, miren: he aquí a Edipo, el que solucionó los famosos enigmas y fue hombre poderosísimo; aquel al que los ciudadanos miraban con envidia por su destino! ¡En qué cúmulo de terribles desgracias ha venido a parar! De modo que ningún mortal puede considerar a nadie feliz con la mira puesta en el último día, hasta que llegue al término de su vida sin haber sufrido nada doloroso. COMENTARIO FINAL La obra muestra la caída de Edipo («el de los pies hinchados») desde la posición más alta entre los suyos, hasta el extremo del dolor y el abandono, demostrando la incertidumbre acerca del destino del hombre: «Ningún mortal puede darse por feliz hasta que no haya pasado el límite final de su vida libre de toda pena». El destino actúa como una fuerza superior, pero siempre a través del ser humano. La obra expone la incertidumbre acerca del destino del hombre, ya que este actúa como una fuerza superior al ser humano. Adicionalmente, Edipo aparece como chivo expiatorio al tomar las culpas de la ciudad sobre sí mismo propiciando con su castigo la salvación de los otros. Un motivo de interés radica en la oposición entre ceguera y visión. La visión auténtica es interior; la falsa es exterior. La ceguera física representa la adquisición de la sabiduría, la visión interior. Además, Edipo aparece como chivo expiatorio, pues con su castigo toma las culpas de la ciudad sobre sí mismo y libera a los ciudadanos de Tebas. 1. D 2. A 3. D 4. A 5. D 6. B 7. D 8. A 9. B 10. C 11. D 12. C 13. A 14. B 15. D 16. B 17. A 18. C 19. D 20. D 21. B 22. D 23. D 24. D 25. D
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