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BAZO

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Malen Horue Histología-Primero Año 2016 
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directamente en los fenómenos de hipersensibilidad retardada, ni ejerce la función de 
filtración característica de los órganos linfoides secundarios. 
 
BAZO 
El bazo es un órgano que se diferencia del ganglio y el timo en que se encuentra 
interpuesto en la circulación sanguínea. Solo posee vasos linfáticos eferentes. Tiene 
como función controlar los eritrocitos circulantes, destruyendo o modificando a los 
imperfectos; remover las células sanguíneas dañadas o envejecidas; retirar de la sangre a 
los monocitos y facilitar su transformación a macrófagos; y recibir linfocitos T y B y 
distribuirlos en compartimentos. 
El bazo se halla cubierto por una gruesa cápsula de tejido conectivo denso con algunas 
fibras musculares lisas. A partir de ella se origina una densa red de trabéculas que 
subdivide al órgano en compartimentos comunicantes. La cápsula se encuentra recubierta 
por mesotelio. 
El parénquima del bazo se denomina pulpa esplénica, y se divide en dos. La pulpa 
blanca está constituida por tejido linfoide y se dispone formando dos estructuras: la vaina 
periarterial (linfocitos T), que es cilíndrica y rodea a una arteria central desde que 
abandona las trabéculas hasta que se forman los capilares; y folículos linfáticos 
(linfocitos B), que corresponden a los corpúsculos de Malpighi, presentan centro 
germinativo y se encuentran intercalados a lo largo del trayecto de las vainas 
periarteriales, ubicándose la arteria central en una posición excéntrica. Rodeando a la 
vaina y a los folículos se encuentra la zona marginal, que forma una cubierta continua de 
tejido conectivo reticular separando a la pulpa blanca de la roja. La pulpa roja está 
constituida por una intrincada trama de fibras reticulares dentro de la que se encuentran: 
los sinousoides (senos esplénicos), que son capilares de gran diámetro muy 
anastomosados entre sí y que ocupan los espacios entre los cordones; y los cordones de 
Billroth (cordones esplénicos), formados por células y fibras reticulares que constituyen 
una trama esponjosa de tejido en la que se encuentran los sinusoides. 
La arteria esplénica penetra por el hilio y se divide en ramas denominadas arterias 
trabeculares, las cuales salen de las trabéculas y se continúan en la pulpa blanca dando 
lugar a las arterias centrales; éstas dan algunas ramas para la zona marginal y el resto 
se continúan en la pulpa roja dando lugar a las arterias peniciladas, las cuales se dividen 
en capilares arteriales. Éstos desembocan en los cordones esplénicos, constituyendo la 
circulación abierta del bazo; mientras que el resto de los capilares se vuelcan en los 
sinusoides, constituyendo la circulación cerrada del bazo. 
 
 Histofisiología. 
Filtración: La base de la función filtrante del bazo es el pasaje de gran parte de la sangre 
a través de las mallas del retículo de la pulpa roja, por lo que los elementos figurados y el 
plasma entran en contacto estrecho con los macrófagos allí ubicados, al mismo tiempo 
que disminuye la velocidad de flujo. Los eritrocitos desgastados o deteriorados son 
retenidos en los cordones esplénicos y fagocitados por los macrófagos; y las plaquetas 
son atrapadas y almacenadas en gran cantidad como fondo común de reserva, siendo 
liberado nuevamente a la sangre frente a una necesidad aguda. El bazo también filtra 
células y elimina sustancias particuladas y bacterias de la sangre. 
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Inmunidad: El bazo reacciona con una respuesta inmunitaria frente a antígenos en el 
torrente sanguíneo. Esta respuesta tiene gran importancia, dado que los antígenos 
circulantes no serían atrapados en los demás órganos linfoides secundarios, en especial 
los ganglios linfáticos que reciben el antígeno casi exclusivamente con la linfa; si falta la 
función del bazo, las bacterias en la sangre pueden proliferar en gran cantidad antes de 
desencadenar una respuesta inmunitaria. Los procesos celulares de las reacciones 
inmunitarias en el bazo se corresponden con las del ganglio linfático y tienen lugar en la 
pulpa blanca, donde después de pasar a la zona marginal el antígeno extraño es captado 
por células dendríticas, las cuales migran hacia la vaina periarterial donde activan a los 
linfocitos T y B, los cuales una vez activados migran hacia los folículos primarios y allí 
forman centros germinativos. 
 
AMÍGDALA PALATINA 
Las amígdalas palatinas son órganos linfoides pares, ubicados en la fosa amigdalina 
entre los dos pilares del velo del paladar. Está revestida por un epitelio plano estratificado, 
el cual forma profundas fosas denominadas criptas amigdalinas; debajo se encuentra la 
lámina propia, formada por tejido conectivo linfoide en el que se observa una sola capa de 
folículos linfáticos con centros germinativos. Por dentro, la amígdala está rodeada por una 
cápsula de tejido conectivo denso que emite trabéculas hacia las criptas, por lo que está 
fuertemente unida a ella. 
 
APARATO DIGESTIVO 
El aparato digestivo está formado por el tubo digestivo, que comienza en la boca y 
termina en el ano y que está constituido por los labios, la boca, la faringe, el esófago, el 
estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el recto y el ano. Los alimentos 
ingeridos sufren un proceso de fragmentación mecánica y digestión química que permite 
que luego sean absorbidos en el intestino, pero para que el proceso se lleve a cabo es 
necesario la secreción aportada por glándulas anexas que no se encuentran en la pared 
del tubo digestivo y que son las glándulas salivales mayores, el hígado, la vesícula biliar y 
el páncreas exócrino. Los alimentos a ser degradados que ingresan al tubo digestivo 
siguen estando en el exterior del organismo hasta que logren atravesar algunos de los 
epitelios. 
El tubo digestivo es un extenso órgano hueco con una estructura característica de 4 
capas: 
 Mucosa: está formada por un epitelio que limita con la luz del tubo digestivo (el tipo de 
epitelio depende de la función del sector), donde pueden encontrarse glándulas; debajo 
hay una lámina propia de tejido conectivo laxo, que le brinda sostén al epitelio y unión a 
la muscular de la mucosa, le permite participar activamente en la respuesta inmune por la 
presencia de linfocitos y nódulos linfoides y permite una mejor absorción de nutrientes por 
la presencia de muchos capilares; y finalmente la muscular de la mucosa, que es una 
delgada capa de músculo liso, generalmente formada por una capa circular interna y una 
longitudinal externa, que su contracción permite la formación de pliegues en la mucosa 
facilitando la absorción de sustancias. La mucosa actúa como medio de separación entre 
el organismo y el medio ambiente y sus funciones son: actuar como barrera contra 
microorganismos patógenos y diferentes sustancias extrañas y nocivas; tener función 
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inmunológica dada por la presencia se tejido linfoide; tener función absortiva para ingresar 
al organismo productos de la degeneración producida en la luz del tubo. 
 Submucosa: está formada por tejido conectivo laxo y en ella se encuentran los vasos 
de mayor tamaño y el plexo de Meissner, que es un plexo de fibras nerviosas 
autonómicas y células ganglionares que se dirigen a las células musculares y secretoras. 
 Muscular externa: está formada por dos capas gruesas de músculo liso, una circular 
interna y una longitudinal externa. Mientras que la contracción de la interna determina el 
diámetro del tubo digestivo, la contracción de la externa forma ondas peristálticas que 
impulsan el contenido del tubo digestivo. Entre las dos capas se encuentra el plexo de 
Auerbach, un plexo mientérico simpático. 
 Adventicia o serosa: por fuera de la muscular externa encontramos una capa de tejido 
conectivo laxo que se denomina adventicia, pero si se halla recubierta por un epitelioplano simple llamado mesotelio se denomina serosa. 
 
CAVIDAD BUCAL 
En la cavidad bucal los alimentos empiezan a ser fragmentados por acción de los 
dientes y por sustancias químicas que libera la saliva. Dentro de la cavidad bucal 
encontramos a la boca y su contenido: la lengua, los dientes, las glándulas salivales y las 
amígdalas. 
Los labios forman el límite externo de la cavidad bucal, y están formados por músculo 
estriado esquelético y tejido conectivo fibroelástico. La superficie externa está recubierta 
por piel fina con folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas; se 
continúa con un borde de color rojizo que es piel modificada por ser delgada y con 
abundante vascularización, que no posee glándulas sudoríparas ni folículos pilosos, 
presenta pocas glándulas sebáceas y el epitelio es levemente queratinizado; y la 
superficie interna adopta características similares al resto de la cavidad bucal y presenta 
abundantes glándulas sebáceas sin pelo. 
La cavidad bucal tiene la estructura general del tubo digestivo. La mucosa está formada 
por un epitelio plano estratificado no queratinizado; y una lámina propia de tejido 
conectivo laxo con abundantes linfocitos, que se extiende por el interior de huecos que se 
forman en la superficie del epitelio formando las papilas de tejido conectivo. En el paladar 
duro, la mucosa se continúa directamente con el periostio; en el paladar blando, después 
de la mucosa hay una capa de músculo estriado y tejido conectivo fibroelástico. La 
submucosa presenta un abundante plexo sanguíneo. 
En la cavidad bucal vierten su secreción un gran número de glándulas, siendo menores 
y mayores: las glándulas salivales menores se ubican en la mucosa o submucosa y 
producen su secreción de modo continuo; las glándulas salivales mayores son tres 
pares de glándulas que liberan su secreción en respuesta a estímulos mecánicos, 
químicos o psíquicos y son la parótida, la submaxilar y la sublingual. 
 
LENGUA 
La lengua es un órgano macizo formado por haces de músculo estriado esquelético 
entrelazados. Los fascículos musculares están rodeados por una mucosa muy adherida, 
con un epitelio plano estratificado y una lámina propia que se continúa con el tejido 
conectivo que rodea al músculo.

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