relato de la sociedad emergente

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CENTRO
VICERRECTORADO ACADÉMICO
COORDINACIÓN DE PROYECTOS INSTITUCIONALES
GUACARA- ESTADO CARABOBO
 
 RELATO DE LA SOCIEDAD EMERGENTE
RELATO DE LA SOCIEDAD EMERGENTE
LATO DE LA SOCIEDAD EMERGENTE 
 
 
 
 
 
 
 
Autor: Bárbara Reyes
 
 
Guacara, enero de 2024
Introducción
 La omnipresencia de las redes sociales ha transformado la forma en que las personas se relacionan y se comunican. Ahora, la vida privada se mezcla con lo público y las fronteras entre ambos ámbitos se desdibujan. Las redes sociales se convierten en un escaparate donde las personas buscan reconocimiento, validación y aceptación social. Sin embargo, también puede generar una sensación de competencia constante, comparación y envidia, afectando la autoestima y las relaciones interpersonales.
 Por otro lado, los avances tecnológicos se suceden a un ritmo vertiginoso, generando cambios drásticos en la forma en que se realizan las tareas laborales. La automatización, la inteligencia artificial y la robotización amenazan con reemplazar empleos tradicionales, obligando a los trabajadores a adaptarse de forma rápida y constante a nuevas habilidades y competencias. La presión por mantenerse actualizado y relevante en un mundo laboral en constante transformación puede generar incertidumbre y ansiedad.
 En cuanto al ámbito laboral, la sociedad emergente demanda una actitud de aprendizaje y adaptabilidad constante. Es fundamental estar abierto al cambio, buscar oportunidades de formación y actualización, y ser capaz de reinventarse ante los constantes avances tecnológicos.
 En una sociedad emergente marcada por la sobreexposición a la información, la omnipresencia de las redes sociales y los avances tecnológicos, es fundamental desarrollar habilidades de gestión de la información, establecer límites en el uso de las redes sociales y mantener una actitud de aprendizaje y adaptabilidad constante en el ámbito laboral. El equilibrio entre la vida digital y la vida offline se vuelve esencial para mantener una vida cotidiana y laboral saludable y satisfactoria.
Desarrollo
En la sociedad emergente, la sobreexposición a la información es constante; también conocida como infobesidad, es un fenómeno que se ha intensificado con la digitalización de la sociedad. La cantidad de información a la que estamos expuestos diariamente puede ser abrumadora, y puede ser difícil discernir qué información es relevante y cuál no. Esto puede llevar a la fatiga de la información, donde la persona se siente abrumada por la cantidad de información que debe procesar. Además, la desinformación y las noticias falsas son problemas crecientes, ya que la rapidez con la que se difunde la información en línea puede dificultar la verificación de su veracidad. Diversos estudios señalan un déficit y una demanda de información entre distintos profesionales de la salud en relación con las características de los trastornos vinculados a la exposición prenatal; Algunos medios de comunicación han informado sobre supuestos riesgos para la salud, especialmente en el ámbito escolar, derivados de la exposición a las radiofrecuencias. Esta avalancha de información puede ser abrumadora, pero también ofrece oportunidades sin precedentes para aprender, crecer y conectarse con otros.
 Las redes sociales son omnipresentes, se han convertido en una parte integral de nuestras vidas, tanto personales como profesionales. Nos permiten mantenernos en contacto con amigos y familiares, compartir nuestras experiencias y opiniones, y formar parte de comunidades en línea. Sin embargo, también pueden llevar a la comparación social, donde las personas se comparan con los demás en función de lo que ven en las redes sociales, lo que puede afectar negativamente a su autoestima y bienestar mental. Además, la necesidad de estar constantemente conectado puede llevar al agotamiento digital, donde la persona se siente agotada por el uso constante de la tecnología. 
 En el ámbito laboral, las redes sociales han cambiado la forma en que las empresas se comunican con sus clientes y promocionan sus productos o servicios. Las empresas ahora pueden interactuar directamente con sus clientes, obtener comentarios en tiempo real y personalizar su marketing de una manera que no era posible antes. Las redes sociales también han facilitado la creación de redes profesionales y la búsqueda de empleo. 
 Los avances tecnológicos están transformando rápidamente todos los aspectos de nuestra sociedad. En la vida cotidiana, la tecnología ha cambiado la forma en que nos comunicamos, nos entretenemos, nos informamos y realizamos nuestras tareas diarias.
 Los dispositivos inteligentes, como los smartphones y las tabletas, nos permiten estar conectados en todo momento y lugar. Las aplicaciones de mensajería instantánea y las redes sociales nos permiten mantenernos en contacto con amigos y familiares, compartir nuestras experiencias y formar parte de comunidades en línea. Las plataformas de streaming nos ofrecen una amplia variedad de entretenimiento a la carta, desde películas y series hasta música y podcasts. Las aplicaciones de productividad nos ayudan a organizar nuestras tareas, recordatorios y calendarios.
 En el ámbito laboral, la tecnología ha revolucionado la forma en que trabajamos. Las herramientas de colaboración en línea nos permiten trabajar en equipo a pesar de la distancia, lo que ha facilitado el auge del trabajo remoto. Los softwares de gestión de proyectos nos ayudan a organizar y seguir el progreso de nuestras tareas. La inteligencia artificial y la automatización están cambiando la naturaleza de muchos trabajos, aumentando la eficiencia y liberando a los trabajadores de tareas repetitivas.
 En este escenario, la sociedad emergente se caracteriza por una búsqueda constante de equilibrio entre la necesidad de estar conectado y obtener información relevante, y la importancia de desconectar y preservar la privacidad. Las personas deben aprender a manejar de manera crítica y consciente la información que consumen, utilizando herramientas de filtrado y evitando caer en la trampa de la sobreinformación.
 Asimismo, es fundamental establecer límites en el uso de las redes sociales, aprendiendo a gestionar el tiempo dedicado a ellas, evitando la adicción y fomentando interacciones reales y significativas en la vida offline.