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1 INTRODUCCIÓN Los tres tipos principales de células gliales en el sistema nervioso central (SNC) son los astrocitos, los oligodendrocitos y las células microgliales. Estas células representan aproximadamente la mitad del volumen del cerebro y son incluso más numerosas que las neuronas. A diferencia de estas últimas, que poseen una capacidad escasa para reemplazarse a sí mismas cuando se pierden, las células de la glía pueden proliferar a lo largo de toda la vida e incluso diferenciarse en distintos tipos celulares frente a una lesión del SNC. Otra característica común de estas células es que las poblaciones son heterogéneas: así como hay neuronas que cumplen funciones especializadas, las células de la glía también. Históricamente, las células gliales se han considerado un tipo de tejido conectivo del SNC cuya función principal era proporcionar un sostén para las verdaderas células funcionales del cerebro, las neuronas. Este concepto se mantuvo firmemente arraigado y prácticamente sin cuestionar durante la mayor parte del siglo posterior al descubrimiento de estas células en 1858. Los conocimientos acerca de las células gliales se han ido acumulando lentamente, ya que son más difíciles de estudiar que las neuronas debido a que no muestran potenciales de acción que puedan registrarse fácilmente. Sin embargo, ahora se sabe que las células gliales acompañan a las neuronas en todas las funciones que desempeñan en el cerebro y que incluso su disfunción puede ser el origen de muchas patologías neurodegenerativas y desmielinizantes. Si bien existen muchos tipos de células gliales (Tabla 1), este apunte tiene como objetivo resumir las funciones más relevantes de los astrocitos, los oligodendrocitos y las células microgliales. MATERIAL COMPLEMENTARIO DE FISIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO: CÉLULAS DE LA GLÍA Tabla 1. Tipos de células gliales. Tomado de Boron Fisiología Médica 3ra edición. 2 ASTROCITOS Los astrocitos se encuentran entre las células más numerosas del SNC y son cruciales para la homeostasis neuronal y la función sináptica. Características morfológicas y funcionales de los astrocitos 1. Heterogeneidad. Los astrocitos constituyen una población muy heterogénea, pero todos se caracterizan por la expresión de la proteína ácida fibrilar glial (GFAP), una proteína de los filamentos intermedios que está presente casi exclusivamente en estas células y es responsable de su arquitectura citoesquelética y resistencia mecánica. Los astrocitos se subdividen en 2 subtipos principales: astrocitos protoplásmicos, distribuidos principalmente en la sustancia gris, y astrocitos fibrosos, ubicados principalmente en la sustancia blanca. La expresión de GFAP es mayor en los astrocitos fibrosos que en los protoplásmicos. Los astrocitos de diferentes regiones del cerebro difieren en su expresión de glicoproteínas de superficie de membrana, canales iónicos, receptores de neurotransmisores, transportadores y moléculas de señalización. 2. Formación de compartimentos funcionales. Los astrocitos crean compartimentos funcionales en el SNC, cada uno de los cuales consta de elementos gliales, neuronales y vasculares. En la sustancia gris, los astrocitos dividen el parénquima en unidades funcionales relativamente independientes, donde sus procesos perisinápticos interactúan con las neuronas a través de pequeñas estructuras similares a dedos o valvas; el proceso perisináptico de un solo astrocito protoplásmico cubre hasta 2 millones de sinapsis en la corteza cerebral humana. Estos procesos perisinápticos interactúan estructural y funcionalmente con los terminales presinápticos y postsinápticos, creando una sinapsis tripartita, en la cual los astrocitos controlan de la homeostasis metabólica, iónica y de los neurotransmisores locales. Por otra parte, los pies terminales de los astrocitos cubren aproximadamente el 99 % de la superficie de los vasos sanguíneos que llegan al SNC y, junto con las células endoteliales vasculares, los pericitos y las terminales neuronales, forman la unidad neurovascular. En este nivel, los astrocitos participan tanto en la organización estructural y funcional de la barrera hematoencefálica (BHE) como en la regulación del flujo sanguíneo local en respuesta a la actividad neuronal. Ambos compartimentos se muestran en la Figura 1. 3. Canales y transportadores. Los astrocitos expresan una variedad de canales en la membrana plasmática, muchos de los cuales están particularmente enriquecidos en los pies astrocíticos. Los más importantes son: Figura 1. Compartimentos funcionales formados por los astrocitos. Adaptado de Harada 2016. 3 - Canales Kir4.1. En comparación con las neuronas, los astrocitos tienen un potencial de membrana en reposo relativamente hiperpolarizado que refleja su permeabilidad alta y selectiva a K+, debido a la presencia de canales de K+ Kir4.1 de rectificación interna. Estos canales permiten que los astrocitos puedan internalizar el K+ liberado al medio extracelular durante la actividad sináptica, proceso conocido como amortiguación espacial de K+ (Figura 2), que depende principalmente de la distribución y función de los canales Kir4.1 y el canal de agua AQP4. Los canales Kir4.1 permiten un flujo bidireccional de K+ determinado por su gradiente electroquímico, que resulta ideal para la regulación de la homeostasis de este ión. A continuación, el exceso de K+ será liberado hacia la sangre. - Acuaporina 4. El canal de agua AQP4 también se expresa principalmente en los pies astrocíticos y tiene un papel fundamental en el volumen y la homeostasis de K+. En los extremos de los astrocitos, AQP4 interactúa con el canal Kir4.1 para promover el aclaramiento de K+, ya que el ingreso de este ión se acompaña de un flujo transmembrana de agua y cambios de volumen facilitados por AQP4. - Conexinas. En el cerebro adulto, los astrocitos están interconectados a través de conexinas o uniones gap, que están formados por las alineaciones de 2 hemicanales. Las uniones comunicantes permiten la formación de grandes redes sincitiales compuestas por cientos de astrocitos; esto permite que las señales localizadas se propaguen y amplifiquen a través de amplias regiones, a través de la difusión intercelular directa de iones, metabolitos y otras moléculas entre los astrocitos interconectados. Por ejemplo, los hemicanales de conexina-43 permiten la liberación de ATP, que media las señales parácrinas entre los astrocitos (Figura 2). Figura 2. Canales y transportadores astrocitarios involucrados en la homeostasis sináptica. Adaptado de Benarroch 2016. 4 Funciones sinápticas de los astrocitos 1. Regulación de la homeostasis sináptica. Los astrocitos cumplen la importante función de regular la excitabilidad neuronal y la homeostasis sináptica a través de la amortiguación espacial de K+ (ya descripta) y de la captación de Glutamato (Figura 3). La actividad sináptica, a través de la liberación de Glutamato, desencadena varios procesos intracelulares en los astrocitos, impulsados principalmente por su captación activa a través de los transportadores de aminoácidos excitatorios (EAAT) dependientes de sodio (Na+) y la activación de los receptores de glutamato, incluidos los receptores metabotrópicos de Glutamato (mGluRs). La captación de glutamato a través de EAAT2 dependiente de Na+ es fundamental para el control de la neurotransmisión excitatoria e inhibitoria. Si el glutamato no fuese recaptado y permaneciera en el espacio sináptico, podría provocar una excitación neuronal excesiva que lleva a la disfunción de estas células. Después de ser internalizado a los astrocitos, el glutamato se convierte en glutamina a través de la glutamina sintasa, que se expresa principalmente en los astrocitos. La síntesis de glutamina es un paso fundamental en la regulación tanto del metabolismo intermedio como de la homeostasis de los neurotransmisores inhibitorios como GABA y excitatorios como Glutamato. Los astrocitos liberan glutamina en el espacio extracelular, mientras que los terminales sinápticos importan glutamina a través de transportadores. En las terminales sinápticas, la glutamina sirve nuevamente como sustrato para la síntesis de glutamato a través de la glutaminasa mitocondrial. Este proceso, llamado lanzadera de glutamato- glutamina, recicla el glutamato hacia las neuronas excitatorias e inhibitorias (Figura 3). 2. Acoplamiento metabólico neurona-astrocito. La actividad sináptica excitatoria promueve la glucólisis en los astrocitos, lo que lleva a la producción y liberación de lactato como sustrato energético para las neuronas glutamatérgicas activas; este proceso se denomina lanzadera de lactato astrocito-neurona (Figura 3). Los astrocitos toman glucosa de la sangre a través del transportador de glucosa GLUT1 y sintetizan glucógeno, que sirve como sustrato para la glucólisis y la producción de lactato. El lactato se transporta desde los astrocitos a las neuronas a través de transportadores y se utiliza como sustrato para el metabolismo energético (producción de ATP) en las neuronas activas. 3. Acoplamiento neurovascular. En respuesta a la actividad sináptica, los aumentos transitorios en los niveles intracelulares de Ca2+ en los astrocitos proporcionan un mecanismo para la regulación local del flujo sanguíneo dependiente de la actividad sináptica, o hiperemia funcional, a través de la liberación de sustancias vasodilatadoras como la prostaglandina E2, el óxido nítrico o K+ (Figura 3). 4. Plasticidad sináptica. Los astrocitos determinan y regulan la estructura de las sinapsis tanto durante el desarrollo como en el SNC adulto. Los astrocitos, al igual que las neuronas, secretan moléculas de la matriz extracelular que contribuyen a la formación de redes neuronales. 5. Gliotransmisión. Existe una comunicación bidireccional espacial y temporalmente compleja entre astrocitos y neuronas. Los astrocitos detectan la actividad neuronal a través de cambios desencadenados por los neurotransmisores en el Ca2+ intracelular y controlan la actividad neuronal y sináptica mediante la liberación de una amplia variedad de moléculas, llamadas gliotransmisores. Los gliotransmisores contribuyen a regular la excitabilidad, la función sináptica y el metabolismo de las neuronas, así como la función de las redes neuronales. Dentro de los gliotransmisores, podemos incluir: glutamato, GABA, ATP, D- serina, glutamina, lactato y moléculas tróficas. 5 OLIGODENDROCITOS Y CÉLULAS DE SCHWANN La materia blanca del SNC consta de fibras nerviosas (axones) envueltas en mielina, una vaina membranosa aislante rica en lípidos que se deposita en células conocidas como oligodendrocitos. En el sistema nervioso periférico, las fibras nerviosas de conducción rápida están envueltas de manera similar en mielina por las células de Schwann. En los tractos de sustancia blanca, los axones están casi completamente encapsulados por mielina y residen en un medio que está virtualmente definido por los oligodendrocitos envolventes y las células de Schwann. La mielinización de los axones largos por parte de los oligodendrocitos y las células de Schwann aumenta drásticamente la velocidad de señalización y permite el desarrollo de circuitos neuronales complejos y compactos. Sin embargo, las vainas de mielina no son sólo aislantes pasivos. Además, pueden participar activamente en la detección de las necesidades de energía axonal y en el mantenimiento de la integridad axonal a largo plazo, independientemente de la propia mielina. Para proveer de energía a los axones, los oligodendrocitos mielinizantes liberan lactato a través del transportador de monocarboxilato MCT1. Luego, los axones utilizan el lactato para la generación de ATP mitocondrial. Los oligodendrocitos del SNC se acoplan además a los astrocitos, que proporcionan una conexión física con la BHE y con el apoyo nutritivo de los capilares cerebrales. Esta red de oligodendrocitos y astrocitos sirve también como un amortiguador Figura 3. Astrocitos y homeostasis sináptica, acoplamiento neurometabólico y neurovascular. Adaptado de Benarroch 2016. 6 espacial de K+, permite el transporte de agua para la homeostasis iónica y es probablemente la principal fuente de lactato para el metabolismo energético axonal. Estos procesos se resumen en la Figura 4. MICROGLÍA Como células inmunocompetentes del cerebro, la microglía tiene un papel cada vez más importante en el mantenimiento de la función cerebral normal. La microglía representa una población heterogénea especializada de células similares a los macrófagos en el SNC, que se activa por cualquier tipo de evento patológico o cambio en la homeostasis cerebral, capaces de orquestar una potente respuesta inflamatoria. El proceso de activación es muy diverso y depende del contexto y tipo de estresor o patología (Figura 5). La microglía también está involucrada en la organización sináptica, el desarrollo neuronal, la fagocitosis de células apoptóticas en el cerebro en desarrollo, el recambio de mielina, el control de la excitabilidad neuronal, la eliminación de desechos fagocíticos, así como la protección y reparación del cerebro. La microglía puede influir fuertemente en el resultado patológico o la respuesta a un factor estresante debido a la liberación de diferentes sustancias, incluidas citocinas, quimiocinas y factores de crecimiento. El estudio de estas células será profundizado en la asignatura Inmunología. Figura 5. Célula microglial en reposo, activada y fagocítica. Tomado de Boron Fisiología Médica 3ra edición. Figura 4. Oligodendrocitos y astrocitos como soporte metabólico para las neuronas. Adaptado de Rinholm 2012. 7 Bibliografía utilizada para confeccionar este apunte Benarroch, E. (2016). Astrocyte signaling and synaptic homeostasis I: Membrane channels, transporters, and receptors in astrocytes. Neurology, 87(3), 324–330. Benarroch, E. (2016). Astrocyte signaling and synaptic homeostasis II: Astrocyte–neuron interactions and clinical correlations. Neurology, 87(7), 726–735. Rinholm JE, Bergersen LH. (2012). Neuroscience: The wrap that feeds neurons. Nature 487(7408):435-6. Saab AS, Tzvetanova ID, Nave KA (2013). The role of myelin and oligodendrocytes in axonal energy metabolism. Curr Opin Neurobiol 23(6):1065-72. Wolf SA, Boddeke HW, Kettenmann H. (2016). Microglia in Physiology and Disease. Annu Rev Physiol. 10; 79:619-643.
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