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Estructura interna de la Tierra Introducción: La Tierra es nuestro hogar, pero conocemos muy poco sobre su estructura interna. En este artículo, exploraremos la estructura interna de la Tierra y aprenderemos cómo se compone desde el núcleo hasta la corteza. Comprender la estructura interna de nuestro planeta es fundamental para comprender los fenómenos geológicos que ocurren en su superficie. Núcleo: El núcleo es la capa más interna de la Tierra y se divide en dos partes: el núcleo interno y el núcleo externo. El núcleo interno es sólido y se compone principalmente de hierro y níquel. Aunque la temperatura en el núcleo interno es extremadamente alta, la presión es tan grande que mantiene el hierro y el níquel en estado sólido. El núcleo externo, por otro lado, está compuesto de hierro líquido. La convección de este metal líquido genera el campo magnético de la Tierra, que es vital para protegernos de las radiaciones solares. Manto: El manto es la capa entre el núcleo y la corteza terrestre. Es la capa más grande de la Tierra y está compuesta principalmente de rocas ricas en minerales, como el silicato de magnesio y hierro. El manto se divide en dos partes: el manto superior y el manto inferior. El manto superior es relativamente sólido y rígido, mientras que el manto inferior es más fluido. El calor generado por la desintegración de elementos radiactivos en el manto inferior es responsable del movimiento de las placas tectónicas en la superficie terrestre. Corteza: La corteza es la capa más externa de la Tierra y es la que conocemos mejor, ya que es la capa en la que vivimos. Hay dos tipos de corteza: la corteza continental, que es más gruesa y compuesta principalmente de rocas ígneas, y la corteza oceánica, que es más delgada y compuesta principalmente de rocas basálticas. La corteza terrestre es bastante delgada en comparación con las capas internas y está formada por placas tectónicas que se desplazan lentamente. Estos movimientos de las placas tectónicas son responsables de terremotos, volcanes y la formación de montañas. Conclusión: La estructura interna de la Tierra es fascinante y compleja. Aunque solo hemos podido explorar una pequeña porción de ella, hemos logrado obtener información valiosa sobre cómo se compone desde el núcleo hasta la corteza. El núcleo, compuesto por un núcleo interno sólido y un núcleo externo líquido, genera el campo magnético de la Tierra. El manto, ubicado entre el núcleo y la corteza, es responsable de los movimientos de las placas tectónicas en la superficie terrestre. Por último, la corteza, la capa más externa, es el hogar de la vida tal como la conocemos y está en constante movimiento debido a las placas tectónicas. Comprender la estructura interna de la Tierra es esencial para estudiar la geología y eventos naturales como terremotos y volcanes. A medida que sigue avanzando la ciencia, esperamos aprender más sobre los secretos que guardan las profundidades de nuestro planeta.
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