Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/350739803 RETOS DE LA EMPRESA AGROPECUARIA EN MÉXICO RETOS DE LA EMPRESA AGROPECUARIA EN MÉXICO Book · November 2019 CITATIONS 0 READS 340 6 authors, including: Daniel Alejandro Lara-Rodríguez Universidad Veracruzana 15 PUBLICATIONS 15 CITATIONS SEE PROFILE Dinora Vázquez Luna Universidad Veracruzana 43 PUBLICATIONS 109 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Dinora Vázquez Luna on 08 April 2021. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/350739803_RETOS_DE_LA_EMPRESA_AGROPECUARIA_EN_MEXICO_RETOS_DE_LA_EMPRESA_AGROPECUARIA_EN_MEXICO?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/350739803_RETOS_DE_LA_EMPRESA_AGROPECUARIA_EN_MEXICO_RETOS_DE_LA_EMPRESA_AGROPECUARIA_EN_MEXICO?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Daniel-Lara-Rodriguez?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Daniel-Lara-Rodriguez?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/Universidad_Veracruzana?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Daniel-Lara-Rodriguez?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Dinora-Vazquez-Luna?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Dinora-Vazquez-Luna?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/Universidad_Veracruzana?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Dinora-Vazquez-Luna?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Dinora-Vazquez-Luna?enrichId=rgreq-8446e95a7a173a76c3cf62bd47ce369b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM1MDczOTgwMztBUzoxMDEwMzgxNDIyMDY3NzE0QDE2MTc5MDUxMTE2MzY%3D&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf RETOS DE LA EMPRESA AGROPECUARIA EN MÉXICO AUTORES DANIEL ALEJANDRO LARA RODRÍGUEZ DINORA VÁZQUEZ LUNA R E T O S D E L A E M P R E SA A G R O P E C U A R IA E N M E X IC O IS B N : 9 78 -6 07 -8 61 7- 35 -7 RETOS DE LA EMPRESA AGROPECUARIA EN MÉXICO RETOS DE LA EMPRESA AGROPECUARIA EN MÉXICO AUTORES DANIEL ALEJANDRO LARA RODRÍGUEZ DINORA VÁZQUEZ LUNA EDITOR LITERARIO Y DE DISEÑO DANIEL ARMANDO OLIVERA GÓMEZ EDITORIAL ©RED IBEROAMERICANA DE ACADEMIAS DE INVESTIGACIÓN A.C. 2019 EDITA: RED IBEROAMERICANA DE ACADEMIAS DE INVESTIGACIÓN A.C DUBLÍN 34, FRACCIONAMIENTO MONTE MAGNO C.P. 91190. XALAPA, VERACRUZ, MÉXICO. TEL (228)6880202 PONCIANO ARRIAGA 15, DESPACHO 101. COLONIA TABACALERA DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC C.P. 06030. MÉXICO, D.F. TEL. (55) 55660965 www.redibai.org redibai@redibai.org Derechos Reservados © Prohibida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma o medio sin permiso escrito de la editorial. Fecha de aparición: 11/11/2019 Sello editorial: Red Iberoamericana de Academias de Investigación, A.C. (607-8617) Primera Edición Ciudad de edición: Xalapa, Veracruz, México. No. de ejemplares: 200 Presentación en medio electrónico digital: Cd-Rom formato PDF 4 MB ISBN: 978-607-8617-35-7 Contenido Introducción ................................................................................................................................... 3 Problemas y retos agropecuarios desde el enfoque social ............................................................... 5 Problemas y retos agropecuarios con enfoque productivo-tecnológico ......................................... 12 Problemas y retos agropecuarios con enfoque económico ............................................................ 19 Problemas y retos agropecuarios con enfoque ecológico y ambiental ........................................... 24 Problemas y retos agropecuarios con enfoque de políticas públicas.............................................. 31 Situación de la ganadería bovina en México y en el trópico veracruzano ....................................... 36 Características de los productores ganaderos ............................................................................... 41 Los registros productivos y la toma de decisiones en la empresa ganadera ................................... 45 Conclusiones ................................................................................................................................ 49 Referencias ................................................................................................................................... 50 3 Introducción Las necesidades en el entorno agropecuario tienen aristas socioculturales, productivas, económicas, ecológicas, ambientales y del orden de políticas públicas (Weiss, 2017). En el presente documento, se aborda cada una de ellas, poniendo de manifiesto las problemáticas integrales del sector rural, que van desde la exclusión social, el subdesarrollo, la falta de alternativas de mejora integral, la insustentabilidad productiva, los bajos estándares de calidad nacional y las limitadas estrategias de mercado, provenientes de deficiencias en los sistemas administrativos, directivos, de ejecución y de planeación de proyectos (Hewitt, 2007), hasta estrategias que dejan de lado la sustentabilidad de los recursos y la heterogeneidad de las regiones (Méndez y Gliessman, 2002). La vulnerabilidad y el subdesarrollo económico en el ámbito agropecuario han dejado al país en insuficiencia alimentaria (Torres et al., 2003). Aunado a ello, existe incongruencia entre los sistemas actuales de producción y el uso potencial de los recursos, como resultado de la falta de vinculación entre profesionistas, científicos y productores a favor del desarrollo productivo y tecnológico “basadas en el sujeto”, además, de la baja injerencia de la ciencia en el desarrollo de las políticas públicas, siendo el reto, balacear apropiadamente éstas dimensiones en la investigación científica (Moreles, 2010). Por ello, es urgente y pertinente que se construyan los mecanismos adecuados para que las ciencias agropecuarias impacten directamente al entorno rural. Actualmente, el sector agropecuario padece de grandes problemáticas que handificultado el pleno desarrollo del sector rural. En este sentido, es urgente que la investigación desde el ámbito académico se preocupe y ocupe de convertir los problemas en retos, los retos en éxitos y los éxitos en una verdadera vinculación con pertinencia social. El objetivo del presente trabajo es identificar los principales problemas agropecuarios en México, desde diferentes aristas (social, económica, productiva, ecológica, ambiental y del orden de políticas públicas), con la finalidad de buscar los retos desde la vinculación-investigación en el sector rural, debido a su débil impacto en entorno rural del país. Problemas y retos agropecuarios desde el enfoque social La exclusión social se manifiesta como la falta de acceso a los bienes, las oportunidades y las relaciones sociales disfrutadas por otros, integrando así elementos de inequidad, discriminación, marginación, desempleo, desigualdad cultural, étnica, social, educativa, de género, de salud y de ingreso (Figura 1); siendo así, una de las determinantes sociales más importantes para la Organización Mundial de la Salud (OMS), debido a que éstas pueden estar relacionadas con trastornos de salud que afectan la calidad de vida y el desarrollo humano (Agost- Felip y Martín-Alfonso, 2012), e incluso, se ha encontrado que este conjunto de elementos de exclusión social, tienen un efecto en el desarrollo de las regiones del cerebro social (Moor et al., 2012). Figura 1. Circulo del subdesarrollo desde el enfoque social. Pobreza Inequidad Marginación Exclusión social Subdesarrollo La sociedad rural se refieren a la población de entidades de menos de 2,500 habitantes y es un término que algunos autores lo concretan al contexto ocupacional, cuando sus integrantes se dedican a actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería y la silvicultura (Gil, 2011); sin embargo, éste concepto dista de ser simple, debido a que pocos países en el mundo poseen una realidad agropecuaria tan compleja, heterogénea y singular como la de México, siendo éste uno de los países con mayor diversidad ecológica, biológica y cultural del planeta, con 89 lenguas autoctonas, que debe ser consideradas en los planes de desarrollo a nivel local, regional y nacional (Alcántara, 2003). La diversidad cultural ha sido vulnerada debido a la migración, la cual está vinculada con la búsqueda de mejores condiciones de vida, a pesar de los problemas sociales que de ellos emanen, tal como la ruptura familiar y la seguridad personal; sin embargo, esta tendencia ha ido disminuyendo. De acuerdo con el INEGI (2017), la migración internacional y la pérdida de población en el bienio 2014-2015 fue más intensa en las entidades tradicionalmente migratorias, con tasas de 5 por cada 10 000 habitantes, como son: Michoacán (-136.1), Zacatecas (-115.8), Guanajuato (- 108), Durango (-108.8), Baja California (-75.5), Tamaulipas (-72.9) y Aguascalientes (-60.4). A nivel nacional se obtuvo un saldo neto migratorio de -43.1, durante el lapso de referencia; también se observó una mayor tasa de retorno, lo que traerá consigo una nueva ruralidad colmada de problemas sociales asociados a este hecho, tales como perdida de la identidad cultural, cambio de roles productivos y enfermedades ligadas con la migración y la marginación. Por otro lado, las remesas no deben considerarse como un sustituto de la introducción de programas financiados con fondos públicos de protección social, sobre todo cuando se produce la migración debido a la escasez de opciones de trabajo en la comunidad rural de origen (de la Fuente, 2010). La pobreza es uno de los problemas sociales más importantes del país, debido a que el porcentaje de pobres alimentarios aumentó de 13.8 a 18.2% y el porcentaje de pobres de patrimonio incrementó de 42.6 a 47.4 % entre 2006 y 2008, respectivamente (Hernández et al., 2012). Por ello, el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 asumió como premisa básica la búsqueda del Desarrollo Humano Sustentable, como el proceso permanente de ampliación de capacidades (Valle, 1999) y libertades que permita el desarrollo humano (PND, 2007); mientras que el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 indica que el 65% de la población que se ubica en áreas rurales es pobre (PND, 2013), también revela que: “En el ámbito rural existen severas restricciones que inhiben el desarrollo de las mujeres y los hombres del campo: la pulverización de la propiedad, que no sólo se presenta en la propiedad social, sino que es más aguda en la pequeña propiedad. Asimismo, la falta de transferencia de la propiedad agraria, la persistencia de conflictos por la posesión de la tierra, el envejecimiento de los sujetos agrarios y la feminización del campo derivado de los movimientos migratorios son algunas de las problemáticas que deben afrontarse para lograr un desarrollo agrario justo y equitativo” (pág. 46) y por ello el objetivo del actual plan es proveer un entorno adecuado para el desarrollo de una vida digna, planteando dar impulso a soluciones de vivienda dignas. Cabe mencionar, que el desarrollo a escala humana es un concepto que se rige bajo el marco de la democrática, en el orden de la satisfacción de las necesidades humanas, la autodependencia y las articulaciones orgánicas, cuya propuesta no es un modelo; pero si defencía las necesidades de los satisfactores y como éstos pueden contribuir simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades. En este sentido, las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables, además de ser las mismas en todas las culturas y en todos los periodos históricos, lo que cambia, a través del tiempo y de las culturas, es la manera para la satisfacción de las necesidades (Max-Neef et al., 1986). Por todo lo anterior, las problemáticas sociales presentes en el sector rural (Cuadro 1), muestran que es necesario realizar investigación dirigida a generar iniciativas de desarrollo humano equitativo, bajo un marco de igualdad social y calidad de vida, mediante alternativas de mejora integral acorde con el concepto de “Desarrollo Rural Sustentable”. Al respecto, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS, 2012) lo definide como “el mejoramiento integral del bienestar social de la población y de las actividades económicas en el territorio comprendido fuera de los núcleos considerados urbanos de acuerdo con las disposiciones aplicables, asegurando la conservación permanente de los recursos naturales, la biodiversidad y los servicios ambientales de dicho territorio” (pág. 2). En este sentido, las ciencias agropecuarias deberían focalizar sus acciones hacia la vinculación directa con el sector rural, es decir, que participen y se integren en las comunidades o sectores de interés como parte de su proceso de vinculación e investigación, de tal forma que detecten los problemas reales y no los confundan con las consecuencias de éstos, según sea el caso. Al respecto, alguno de los principales problemas desde el enfoque social en el sector rural de México son: Inequidad y pobreza, desigualdad, marginación son problemas que puede ubicarse con mayor precisión dentro de las historias de despojo y exclusión político-económica sistémica (Partridge, 2015; Ortega, 2016), y han ocasionado escaso crecimiento de la economía, impidiendo absorber a la mayor parte de la población desempleo que tiende a la migración (Lomelí y Vázquez, 2016), afectando en mayor medida a las mujeres (Barrón, 2013), producto de la discriminación existente (Perreira y Telles, 2014) y favoreciendo la pérdida de identidad cultural (Flores et al., 2007). Otros efectos son la desnutrición y problemas cognitivos en niños (Carrasco et al., 2016) y enfermedades ligadas con la migración y la marginación tanto en niños (Hamilton y Choi, 2015), como en adultos como la extensión del VIH en comunidades rurales (Levy etal., 2007). Existe analfabetismo y falta de educación de calidad en el sector rural (Rivera et al., 2015), donde se reconozcan las necesidades especiales y las estrategias particulares, que lleven a la equidad (Nery, 2015). Al respecto, Rodríguez-Pose y Hardy (2015) hace un análisis de las conexiones entre el investigador o formador, el orquestador o quien anima a conectar la red, el financiador, el trasferidor y el transformador dando como resultado una red de innovación agropecuaria, al llegar directamente al producto. (Rodríguez-Pose y Hardy, 2015) Los cambio de roles productivos han permitido que las mujeres incursionen en como administradores en el campo agropecuario, al respecto Lyon et al. (2010) indica que el comercio justo que operan en las redes orgánicas puede proporcionar beneficios relativos a las mujeres, particularmente si están registradas como operadores agrícolas; sin embargo, la falta de organización colectiva entre productores locales no inscritos en estas redes pueden ser un problema estratégico importante, aunque la adhesión a la acción colectiva, también pueden crear una captura de élite, comportamientos de clanes y barreras de entrada, que se deben de evitar en la acción colectiva (Crespo et al., 2014). Por otro lado, el fallo de la presencia de la ciencias agropecuarias en el sector rural, debido a los modelos de desarrollo paternalistas e insuficiencia de servicios públicos (Khemani, 2015), además de la carencia de una cultura del ahorro (Esquivel, 2008) y el escaso desarrollo de capacidades o extensionismo en el sector rural con pocas redes de innovación (Rodríguez et al., 2010), que respete el conocimiento tradicional, pues solo se comercializa, sin un verdadero aporte al desarrollo rural (Reyes-García, 2009), llevado al abandono del sector agropecuario y el incremento de economía informal (Sheehan y Riosmena, 2013). Finalmente, Urquía-Fernández (2014) indica que el país está sometido a una doble carga de malnutrición, debido a que 14% sufre de desnutrición infantil, 30% de la población adulta padece de obesidad y más de 18% de la población está en pobreza alimentaria, pues la estructura productiva y sus indicadores reflejan que insuficiencia alimentaria nacional va más allá de ser un problema productivo, siendo una problemática multi-dimencional. Cuadro 1. Principales problemáticas y retos en la investigación social del sector agropecuario. Problemática Retos Exclusión social. Subdesarrollo en el sector agropecuario con falta de alternativas de mejora integral. Investigación dirigida a generar iniciativas de desarrollo humano equitativo, bajo un marco de igualdad social y calidad de vida. Fuente: Elaboración propia Problemas y retos agropecuarios con enfoque productivo- tecnológico La insuficiencia alimentaria en México es una de las principales problemáticas del sector agropecuario (Figura 2), que se ve reflejada en la balanza comercial negativa de granos básicos; ésta producto de una serie de complejidades (Cuadro 2), como son: bajos rendimientos, falta de tecnología, ineficiente transferencia de tecnología, monopolios en la producción de semillas; así como, apoyos al campo que dejan de ser competitivos, sin fomentar el desarrollo productivo, propiciando la estacionalidad de los precios, ésta debido a una agricultura bajo condiciones de temporal, aunado a lo anterior, las prácticas de manejo agronómico que pueden favorecer la erosión de los suelos, la pérdida de biodiversidad (vegetal y animal), el deterioro de la cobertura vegetal y por ende, la baja sustentabilidad (Hermann et al., 2009). Además, como parte de la complejidad climática, se estima que el 76% de la superf icie nacional tiene algún grado de afectación por erosión hídrica, que corresponde a 6.79%, 5.79% fuerte, 26.37% moderada y 37.06% leve (González et al., 2016). La insuficiente participación del ámbito científico en los sistemas agropecuarios no es un problema reciente, pues desde hace más de veinte años se han encontrado factores limitantes para el desarrollo de éstos. La emigración hacia las ciudades, la ausencia de servicios en zonas rurales, la escasez de estímulos particularmente en el caso de los productos básicos, la carencia en la investigación de innovaciones agronómicas en los trópicos y su absurda comparación con las zonas templadas (Charreau y Rouanet, 1987), son algunos factores que han limitado la investigación y el desarrollo rural, además de la falta de capacitación técnica de los agricultores y en ocasiones, el problema del idioma y de algunos elementos socioeconómicos como la edad, la baja escolaridad, los sistemas de subsistencia y el número de integrantes de familia, pueden ser determinantes sobre el cambio tecnológico (Dorantes et al., 2012) y la apropiación de tecnología por parte de los productores, al respecto, de acuerdo con los resultados de un estudio realizado en Tlaxcala con 1,884 productores, se encontró que 73% de los productores se clasificaron como de baja apropiación y solo 1.5% de alta, teniendo relación directa entre índice de apropiación y rendimiento (Damián et al., 2007); sin embargo, los sistema agrícola predominantes han orillado a que los agricultores usen tecnología de control de plagas basada en los pesticidas, dejando de lado la sustentabilidad de los sistemas (Wilson y Tisdell, 2001), siendo que el uso excesivo de plaguicidas, crean resistencia genética de plagas y enfermedades, incrementando la incidencia de plagas y enfermedades emergentes y reemergentes, así como el uso de agroquímicos (Buj, 2005), poniendo en peligro la salud humana y el medio ambiente, debido a que las medidas mexicanas de seguridad son débiles en torno a la protección del ambiente y de la salud, pues, los programas de monitoreo ambiental son limitados, debido a que el país no cuenta con estadísticas exactas sobre el uso de plaguicidas (cantidad por cultivo y por región), ni los efectos de la toxicidad, así como de los riesgos sobre la salud humana asociados con el uso de dichos productos (Mena-Espino y Couoh-Uicab). Ahora bien, con el incremento de zoonosis y antropozoonosis producto de una gran diversidad de trematodos, tenias, acantocéfalos y nematodos derivados de animales salvajes, mientras que otros han sido adquiridos de animales salvajes o domesticados, constituyen la mayoría de las especies que infectan a los humanos (Reinhard et al., 2013), que ponen en riesgo la salud por consumo de alimentos no inocuos, debido a la falta de capacitación y profesionalización en el sector agroalimentario (Martínez y Villalobos, 2008), o bien, por la bio-acumulación de contaminantes persistentes en alimentos, debido a la falta de información y poca percepción de riesgo, por ello es recomendable aumentar la conciencia sobre los riesgos y cambiar la conducta ante éstos, entre los agricultores (Gómez et al., 2014). Figura 2. Principales factores para el desarrollo productivo y sufucuencia alimentaria. Insuficiencia alimnetaria Insuficiente innovación tecnológica regional y local Falta de apropiación tecnológica Problemas en la inocuidad alimentaria por uso desmedido de agroquímicos Falta de competitividad productiva Subdesarrollo productivo En México, existen modelos productivos ineficientes derivado de paquetes tecnológicos inapropiados para la gran diversidad ambiental e identidad social presente en nuestro país, al respecto Frank et al. (2011) indica que “la fuerte identidad dentro del grupo y las percepciones de grupos externos potencialmente influyentes, como la comunidad científica, parecen influir particularmente en la percepción y el uso de la información” (pág. 66), con inadecuada visión de la planeación territorial, sin atender la sustentabilidad y la vulnerabilidad productiva, ecológica, ambiental, económica y social(Vázquez-González et al., 2014). Existe investigación local y transversal que indica los factores exógenos que puede afectar la seguridad alimentaria, al respecto Eakin (2005) expone un modelo conceptual Presión-Estado-Respuesta para definir escenarios de tendencias actuales y actuales muestran una mayor vulnerabilidad debido al uso de la tierra; Merchand (2014) también indica como factores importantes la alta dependencia tecnológica y productiva del exterior, con insuficiente investigación en ámbito regional y que han conducido a la insustentabilidad de los sistemas de producción. Estudios realizados a nivel nacional, indican que la alteración del medio ambiente tienen índices de afectación que van de 0 a 1, en este caso, la agricultura presenta valores de 0.520 a 0.416 (Roth et al., 2016), afectando severamente la biodiversidad, la calidad del agua y del suelo, y por tanto los servicios ambientales (Martínez et al., 2009), debido al cambio del uso del suelo y la incongruencia con su uso potencial ecosistémico. Al respecto, Sahagún-Sánchez et al. (2011) estimó que el 13% de la superficie con coberturas vegetales naturales de la Sierra Madre Oriental del estado de San Luis Potosí son susceptibles al cambio, y que para el 2025 el total de áreas modificadas podría triplicarse, poniendo de manifiesto que la principal amenaza para los ecosistemas, es el incremento de las actividades agropecuarias en la región. La dependencia alimentaria de productos básicos, la baja competitividad agropecuaria y los modelos de producción enfocados al abasto en cantidades suficientes y a precios bajos, no considera la calidad de los productos, la inocuidad alimentaria y la calidad de vida del medio rural. Al respecto, Appendini et al. (2003) señalan que desde los cincuenta se acentuó la diferenciación de la agricultura según el tipo de productor, impulsando a la agricultura privada y empresarial, en los años sesentas, nuevos compitieron con el maíz y fueron adoptados por la agricultura empresarial, entre ellos el sorgo, así pues, en los años setentas el cultivo de básicos fue promovido fuertemente a través del crédito publico, el acceso a fertilizantes, pesticidas y herbicidas baratos producidos y distribuidos por empresas paraestatales… “Esto significó un cambio en la ‘calidad’ del maíz, primero debido al uso de insumos químicos y a la incorporación paulatina de semillas híbridas o mejoradas” (pág. 70). Por tanto, el desarrollo productivo del país presentó desigualdad, inequidad y falta de eficiencia productiva en el sur del estado mexicano; Soto (2003) afirman que “la agricultura comercial de exportación se ha convertido, en cierta forma, en un mito. El Estado la subsidia generosamente con obras de infraestructura, agua, créditos y fertilizantes. Absorbe el 71% del capital de inversión y sólo produce menos de 1% del frijol y maíz que se consume a nivel nacional. Esta agricultura seguirá produciendo para la exportación y no será capaz de resolver los problemas de empleo rural.” (pág 195). Por otra parte, la baja fertilidad de los suelos y la pérdida de cobertura vegetal (Molina et al., 2016), vulneran los recursos naturales (Esperón-Rodríguez y Barradas, 2015), con efectos tales como la erosión, la desertificación y las inundaciones (Ruiz y Febles, 2004). El trabajo del científico es realizar la experimentación que genere conocimiento y de validez a la tecnología. Investigadores sugieren que en el campo mexicano se requiere fortalecer un sistema que comprenda y articule la generación de tecnología, las vías de transferencia y su difusión con los productores agrícolas; pero que éstas, no deben estar aisladas del conocimiento de la dinámica de la producción, de la adecuada asesoría técnica y del financiamiento con acceso garantizado al mercado de granos y con diferentes alternativas de comercialización (Mena et al., 2012). Por ello, es de vital importancia que se fortalezca a las ciencias agropecuarias, mediante el desarrollo de investigación científica regional y local, que evite incongruencias entre el uso actual del suelo con su potencial, bajo un enfoque de sustentabilidad (productiva, ecológica, ambiental, social y financiera) de los sistemas y que plantee estrategias de vinculación de los investigadores con los sistemas productivos, sin dejar de atender los múltiples problemas del sector rural. Al respecto, a nivel global se estima que alrededor de 25% de los alimentos producidos se pierde en la cadena de suministro de alimentos, constituyendo también pérdidas del 23 al 24% en el uso total de agua, áreas de cultivo y fertilizantes utilizados para producir dichos alimentos, este desperdicio de la producción de alimentos se debe también, en parte a la falta de mecanismos eficientes de comercialización, por falta de capacidad organizacional de los productores o las largas cadenas de producción (Kummu et al., 2012). Cuadro 2. Principales problemáticas y retos de la investigación con enfoque productivo y de sustentabilidad en el sector agropecuario. Problemática Retos Insustentabilidad productiva, insuficiencia alimentaria y bajos estándares de calidad nacional en los sistemas agropecuarios. Deficientes estrategias organizacionales, productivas, tecnológicas, de cooperación, de capacitación y de profesionalización que vinculen a profesionistas, científicos y productores a favor del desarrollo productivo y tecnológico. Insuficiente investigación científica regional y local, para la gran diversidad ambiental. Desarrollo de investigación científica regional y local que evite incongruencias entre el uso actual del suelo con su potencial, bajo un enfoque de sustentabilidad (productiva, ecológica, ambiental, social y financiera) de los sistemas y que plantee estrategias vinculación con el sector rural. Fuente: Elaboración propia Problemas y retos agropecuarios con enfoque económico Los principales indicadores que se utilizan para establecer la rentabilidad de la producción son la ganancia o el beneficio neto, la relación beneficio costo (B/C) y la cantidad de producción mínima económica (CPME); sin embargo, los análisis económicos son insuficientes para entender la complejidad de la producción, debido a que existen numerosas variantes causadas por la alta heterogeneidad ambiental, sociocultural y ecológica, por lo que es necesario que se evalúe la sustentabilidad de los sistemas (León et al., 2004). Por otro lado, la competitividad de los productos agropecuarios ha tenido sus altibajos después de la liberalización comercial, con la entrada de México al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) y al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La evolución del patrón de cultivos de México en el marco de la integración económica de 1980 a 2009 se ha modificado, tal como lo indica la producción de granos básicos, que, aunque no se desplomó, tampoco presentaron indicios de aumento de la superficie sembrada, por el contrario, tiende a reducirse. En consecuencia, la producción de oleaginosas disminuyó, debido a que su superficie sembrada se redujo en 92.6% a partir de 1987, antes del TLCAN; por el contrario, la producción de forrajes, hortalizas y frutales creció debido al mismo efecto (Cruz et al., 2012). Ahora bien, la dependencia de insumos financieros del exterior (tecnología) y la falta de valor agregado han limitado el uso del TLCAN, debido a una industria de ensamblaje con poca innovación y con tecnología doméstica (Roca, 2012), además de la baja rentabilidad de los cultivos, la falta de congruencia entre rentabilidad y sustentabilidad, ejemplo de ello es que en el noreste de Michoacán puede existir una brecha de rendimiento de la granja para la producción de leche entre 38% y 91%, pero la mejora requiere mayor producción de alimentos en la granja y el reciclajede nutrientes (Cortez-Arriola et al., 2014). Por otro lado, la elaboración de proyectos sin estudios de mercado, estudios de factibilidad y de proyecciones, que asimismo, dejan de atender la degradación de los recursos, poniendo en riesgo la supervivencia y el posterior crecimiento y desarrollo empresarial denota la importancia de la planeación financiera en la elaboración de planes de negocios para que las empresas sean sostenibles en el tiempo (García et al., 2010), aunado a que, en el agro existen largas cadenas de comercialización, que poco benefician a los pequeños productores (Gasca y Torres, 2014). Por otra parte, entre los productores existe poca organización y formalización de empresas agropecuarias, la falta de desarrollo del capital social y la permanencia de formas de comercialización que no beneficia a los productores (Figura 3); esto se complica con la falta de empleos locales y la reducción de precios y salarios agrícolas (Rello y Saavedra, 2013), además que el nivel de cobertura de la asistencia técnica y capacitación es de sólo 3% (Cuevas et al., 2012). Por ello, existe baja competitividad en granos básicos (González y Alferes, 2010), restricción en los modelos de toma de decisiones por la incertidumbre percibida, debido al riesgo de inversión y de mercado (Tucker et al., 2010), así como los problemas por la volatilidad de los mercados internaciones (Herrera et al., 2015). Por ello, Villanueva y Chiñas (2015) señalan que “tal modelo habrá de basarse en la coparticipación y acuerdos entre procesos de investigación, desarrollo y mejores niveles educativos, en un entorno institucional que anime la inversión y, por ende, la generación de empleo”… (pág. 123). Figura 3. Elementos cíclicos del subdesarrollo organizacional y empresarial rural. Barkin (2004) propone el fortalecimiento del mercado interno con efectos sinérgicos sobre los costos de producción, debido a que los productos regionales o locales son más baratos, pues existe un menor costo en el trasporte de las mercancías (a distancias más cortas), que al mismo tiempo ayudan a preservar el medio ambiente, a reducir las emisiones y el uso de combustibles derivados del petróleo. También, sugiere el establecimiento de un entorno favorable para la inversión, que permita elevar los niveles productivos y realizar los cambios estructurales necesarios; sin que éstos afecten a nuestra sociedad. Y finalmente, transformar la visión de que la Falta de registros contables y productivos en el sector agropecuario. Baja formalización y organización de las empresas agropecuarias. Largos canales de comercialización. Altos costos de producción. Escasa visión de economía sustentable. unidad de referencia sea la finca, y pase a ser la familia rural, ésta generará un enfoque más integral, que a su vez permitirá estrechar la relación entre los fenómenos económicos y sociales. La fruticultura por su parte, es una de las actividades agropecuarias más redituables, tan sólo en 2010 la superficie cosechada con frutales representó el 6.44 % de la nacional, pero el valor de su producción fue del 20.67 % del total, es decir, cada hectárea cultivada con frutales es tres veces más redituable que el promedio del resto de los cultivos, y es la actividad que presenta un balance comercial positivo, además de generar empleos indirectos como servicios, trasportes, unidades de transporte, envases de cartón y madera para empacar los productos (Garay et al., 2011). En México, la fruticultura es una de las actividades agrícolas con mas bondades, sin embargo, el 79.27% de la frutricultura plantada con frutales tropicales y subtropicales, sufre los mismos problemas productivos que los demás cultivos (Cuadro 2), debido a que en su mayoría es de temporal, presenta bajas densidades de plantación, la propagación de plantas no se hace en viveros certificados, los rendimientos son bajos en comparación con otros países productores, existe falta de técnicos capacitados, alta dependencia de plaguicidas, aparición de nuevas enfermedades y aunque se ha incrementado la superficie plantada, los rendimientos han disminuido (Monter y Aguilera, 2011) y si a esto se le añaden, los deficientes sistemas administrativos, directivos, de ejecución y de planeación de proyectos, que además, dejan de lado la sustentabilidad de los recursos y la heterogeneidad de las regiones, entonces se genera una completa vulnerabilidad y subdesarrollo económico, que llevan al país a caer en insuficiencia alimentaria, por ello es prioritario que se forme investigación que permitan la generación de estrategias económico-administrativas, para la planeación y el desarrollo financiero (Villanueva y Chiñas, 2015), abordando así los problemas del sector rural desde una perspectiva holística (Cuadro 3). Cuadro 3. Principales problemáticas y retos de la investigación con enfoque económico-financiero en el sector agropecuario. Problemática Retos Deficientes sistemas administrativos, directivos, de ejecución y de planeación de proyectos en el sector agropecuario, que además dejan de lado la sustentabilidad de los recursos y la heterogeneidad de las regiones. Vulnerabilidad y subdesarrollo económico en el ámbito agropecuario que dejan al país en insuficiencia alimentaria. Investigación que permitan la generación de estrategias económico-administrativas, de planeación y desarrollo financiero del sector rural. Fuente: Elaboración propia Problemas y retos agropecuarios con enfoque ecológico y ambiental Los problemas ecológicos y ambientales (Cuadro 4 y 5), causados por el incremento poblacional han repercutido directamente en la generación de los modelos productivos actuales, los cuales han reducido los períodos de descanso del suelo, y han intensificado las prácticas tradicionales, como la tumba, roza y quema, incrementando la pérdida de cobertura vegetal y favoreciendo la erosión; que en su conjunto alteran la capacidad productiva del suelo y amenazan la conservación de la agro-diversidad y la sustentabilidad (Pinedo et al., 2009). Al respecto, estudios demuestran que la conservación de la cobertura vegetal pueden ser influenciadas por los apoyos sociales y productivos, los incentivos agropecuarios, la capacitación y la organización adecuada (Velasco et al., 2014), sin embargo, el deterioro y la pérdida de los ecosistemas en zonas rurales (Landa et al., 1997), y la reducción de la diversidad biológica (Toledo, 1988), derivado de las practicas monocultivistas y de la amplia dependencia de plaguicidas han generado residualidad en diversos alimentos para consumo humano (Albert, 1983), alterando la inocuidad de los alimentos. Los problemas se agravan debido a las practicas socioculturales y los paquetes tecnológicos que incentivan el deterioro de los recursos naturales y la ruptura entre los modelos producción tradicionales y los tecnificados, por lo que se recomienda la innovación como un proceso incluyente, donde las comunidades y los grupos sociales participen en la innovación a fin de resolver problemas (Amaro-Rosales y de Gortari-Rabiela, 2016), por otra parte, la tecnología proveniente de la investigación regional, en ocasiones ha tenido un impacto negativo a nivel nacional e internacional, debido a las condiciones de baja competitividad que refuerzan la desigualdad sobre el potencial de desarrollo productivo local y regional. Por ello, García et al. (2017) desarrollaron un Índice que permite reconocer el potencial de desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (CyT) en México, entre 2000 y 2015, de ello “se desprenden seis límites estructurales al progreso económico: 1) desequilibrios en la distribución espacial del potencial de desarrollo; 2) desarticulación de las etapas en la formación educativa; 3) recursos humanos especializados escasos y desequilibrados; 4) producciónbaja y desarticulada de las prioridades nacionales; 5) baja inversión y gasto público ineficiente y, 6) baja capitalización y dependencia tecnológica. Dichos límites y su relación entre sí, hacen que la eficiencia y el impacto del progreso en ciencia y tecnología sean poco significativos dentro del territorio nacional, puesto que existe una alta concentración y desigualdad en el potencial de desarrollo que merma los avances en materia de CyT” (pág. 26). Por otro lado, cuando la tecnología se basa en la inclusión de transgénicos en el ámbito agropecuario y se genera un vacío debido a la falta de bancos de germoplasma de semillas nativas y el déficit en el conocimiento de los procesos ecológicos complejos con los sistemas agropecuarios (Serrano, 2016), así como la falta de mercados ecológicos selectivos; con ello autores como Ávila-Foucat (2017) proponen una reconversión a prácticas más sustentables que integren el valor de los servicios ecosistémicos y la creación de cadenas de mercado adecuadas, donde se integre la dimensión ambiental en las políticas públicas y el establecimiento de mecanismos claros para su implementación en el sector rural. García y Guzmán Mendoza (2016) afirman que la pérdida de conocimiento tradicional de plantas de uso diverso (medicinales y comestibles), aunque afortunadamente algunos grupos las han conservado, sin embargo, para alcanzar la sustentabilidad productiva se requiere fortalecer la autonomía, la autosuficiencia y la diversificación productiva. Para ello, es necesario generar estrategias que permitan reducir la dependencia al exterior, de tal forma que exista mayor independencia al producir bastos y variados productos para alimentar a la población. Esto se logrará mediante el manejo adecuado del ecosistema y el incremento de la producción regional en función de las necesidades básicas y la diversificación productiva del territorio, por ello, se propone incentivar un manejo adecuado y eficiente de los recursos, en donde no se comprometa la sustentabilidad del medio ambiente, tal como desafortunadamente lo hacen las prácticas monocultivistas y de producción en volumen (Barkin, 2004). Al respecto, Stark et al. (2016) indican que es necesario analizar la trayectoria de los sistemas, de tal forma que no sean quebrantos los flujos energéticos que se traducen en ineficiencia de los sistemas agropecuarios. Por ello, la autodependencia debe ser el eje del desarrollo que identifique el cambio hacia la forma en la cual las personas perciben sus propios potenciales y capacidades. Por otro lado, la vulnerabilidad de la producción debido al cambio climático (Mastachi-Loza et al., 2016) y los cambios de uso de suelo (Geissen et al., 2009), en los cuales, se ha observado que modifican fuertemente sus propiedades físicas y químicas (Cotler y Ortega-Larrocea, 2006), así como la pérdida de bosques y selvas, pues Morales-Barquero et al. (2015) indican que la cantidad de ganado es un buen indicador de la intensidad del uso de los recursos forestales y podría ser un indicador que podría utilizarse para monitorear la degradación forestal en este tipo de paisaje socioecológico, contribuyendo al riesgo de desertificación (Becerril- Pina et al., 2015) e insuficiencia en la recarga de los mantos freáticos. Además, la contaminación de suelos (Siebe, 1994), agua y sedimentos (Hernández-Antonio y Hansen, 2011) por compuestos orgánicos persistentes, hidrocarburos, plaguicida, aguas residuales y metales pesados, representando un riego ambiental, tal como lo indican Lorenzo-Flores et al. (2017) quienes después de haber estudiado plaguicidas organofosforados, diazinón, dimetoato, metil paratión y sulfotep en muestras de suelo de cuatro sitios, Komchén, Xcanatún, Chablekal y Mocochá, en el noroeste de Yucatán, México encontraron alta movilidad hacia las aguas subterráneas, constituyendo un alto riesgo para la salud pública. Pardío et al. (2012) hallaron en Alvarado, Veracruz(Pardío et al., 2012)(Pardío et al., 2012), mayores riesgos del consumo de carne por residuo de pesticidas. Guentzel et al. (2007) indican que puede derivar en la bioacumulación de compuestos como el mercurio en la misma zona costera (Guentzel et al., 2007), cuyos efectos han sido poco estudiados y normados en México. Los escasos esquemas de producción ligados al pago por servicios ambientales y el excesivo uso de combustibles fósiles y derivados del carbono en la producción agropecuaria (Rojo y Sanginés, 2002), además de la poca planeación ambiental (nacional, regional y local), que garantice la participación de los gobiernos y actores locales, al respecto Bravo et al. (2007) propone la posible utilización de la evaluación ambiental estratégica (EAE), como una herramienta para fomentar la coordinación transversal entre las distintas instancias, competentes para formular, aplicar, evaluar y dar seguimiento a los ordenamientos ecológicos y territoriales, debido a la exigua educación ambiental a nivel superior (Sosa et al., 2010) y el insuficiente aprovechamiento de energías alternativas, ponen en riesgo la seguridad alimentaria, los recursos naturales y ambientales del país (González Merino y Castañeda Zavala, 2008). Max-Neef et al. (1986) afirman que las comunidades logran un mejor entendimiento de las tecnologías y de los procesos productivos, cuando son capaces de auto administrarse, por lo que los retos en este rubro son: fortalecer las micro- organizaciones, mejorar la formación de educadores de adultos y capacitar a los promotores del desarrollo, para que sean consistentes con los objetivos de la autodependencia, la satisfacción de las necesidades humanas y la participación comunitaria. También se propone propiciar la formación de una red de centros de investigación y de capacitación que mantengan entre sí una estrecha relación, a fin de retroalimentarse permanentemente en la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo, atendiendo la multifuncionalidad de la labor agropecuaria (Bonnal et al., 2003), de tal forma que se realice investigación básica y aplicada, dirigida al entendimiento del entorno ecológico y la consecuente generación de alternativas ecológicamente rentables, eficientes, viables, pertinentes y de impacto, que a su vez mitiguen el cambio climático, el calentamiento global y la degradación ambiental, sin olvidar el esquema de responsabilidad con las necesidades alimentarias, de salud y de calidad de vida de la población local. Cuadro 4. Principales problemáticas y retos de la investigación con enfoque ecológico en el sector agropecuario Problemática Reto Falta de sustentabilidad ecológica y eficiencia bioenergética en el sector agropecuario. Falta de estrategias ecológicas integrales que impacten en el sector agropecuario. Elaboración de proyectos sin atender la degradación de los recursos y la diversidad genética y productiva. Falta de congruencia entre los sistemas actuales de producción y el uso potencial ecológico del suelo. Insuficiente información de las consecuencias legales, políticas, ecológicas y sociales del uso de transgénicos en zonas con alta diversidad genética y escasos estudios ecológicos locales de los problemas ecológicos y degradación de los recursos. Investigación básica y aplicada, dirigida al entendimiento del entorno ecológico y generadora de desarrollo de alternativas ecológicamente rentables, eficientes, viables, pertinentes y de impacto local, regional y nacional para el sector agropecuario. Fuente: Elaboración propia Cuadro 5. Principales problemáticas y retos de la investigación con enfoque ambiental en el sector agropecuario Problemática Reto Cambio climático y calentamiento global. Degradación ambiental que se traduce en mayor riesgo a la salud humana, insuficiencia alimentaria y déficit productivo. Falta de congruenciaentre los sistemas actuales de producción y el uso potencial para servicios ambientales. Subdesarrollo en la generación, uso y seguimiento de alternativas energéticas, ambientales y productivas de impacto nacional, regional y local. Investigación encaminada al desarrollo de tecnologías (energéticas, ambientales, productivas y sociales) que mitiguen el cambio climático, el calentamiento global y la degradación ambiental, mediante un esquema de responsabilidad con las necesidades alimentarias, de salud y calidad de vida. Fuente: Elaboración propia Problemas y retos agropecuarios con enfoque de políticas públicas En México, el 7 de Diciembre de 2001 se publicó la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS) y se creó la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo Rural Sustentable, con avances significativos en la integración de la investigación científica al servicio del campo, debido a la incorporación del Sistema Nacional de Investigación y Transferencia Tecnológica para el Desarrollo Rural Sustentable, apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Sistema Nacional de Investigadores e instituciones internacionales de investigación y desarrollo tecnológico agropecuario y agroindustrial (LDRS, 2012). Con todo lo anterior, se fortaleció ampliamente el respaldo científico al servicio del campo y la problemática rural (Cortés et al., 2011). Por otro lado, la LDRS apoya la capacitación, la asistencia técnica y la transferencia de tecnología; así como, la reconversión productiva, la seguridad alimentaria, la sanidad agropecuaria, la normalización de productos, la comercialización, el sistema de financiamiento rural, la organización económica, el bienestar social en zonas marginadas y la sustentabilidad productiva rural. Además, los programas existentes cuentan con recursos insuficientes para enfrentar los procesos de crisis recurrentes a los que la economía Mexicana se encuentra vulnerable en términos de un Estado con baja capacidad fiscal (Reynoso y Villarreal, 2015). Como parte del proceso hacia el Desarrollo Rural Sustentable, también se han incrementado los esfuerzos por mejorar los diversos programas de desarrollo y de fomento a proyectos, al incorporar a las mujeres dentro del marco productivo; además de la protección a la familia, el impulso a los programas de la mujer, los jóvenes, la protección de los grupos vulnerables, en especial niños, discapacitados, personas con enfermedades terminales y de la tercera edad en las comunidades rurales (LDRS, 2012). Pero, aún falta que se evolucione hacia un esquema que dé certeza a los derechos agrarios y que éstos sean aplicados en todo momento, con un desarrollo de abajo hacia arriba, partiendo de una profunda acción de ordenamiento territorial, en la que se incluyan aspectos sociales con verdadera equidad de género y de etnia, factores ambientales, productivos, económicos, de distribución y de comercialización de productos, bajo un comercio justo, que contemple la seguridad alimentaria del país y el fortalecimiento del mercado interno. Desafortunadamente, en el país existen políticas de subsistencia con mecanismos de estancamiento productivo, que no combaten a los monopolios, al inhibir la libre competencia y las iniciativas individuales, así como la falta de calificación y certificación de la mano de obra (Camberos Castro y Bracamontes Nevárez, 2015). La actual estrategia nacional de desarrollo rural se ve reflejada en una política pública difusa y de bajo impacto, debido a que los 130 programas del presupuesto rural operan desarticulados duplicando funciones o sin definir claramente objetivos, población, y problemática por atender (Tacuba, 2016), con modelos de desarrollo paternalistas con tintes políticos, sin intensión real de cambio (Albertus et al., 2016), los asentamientos en zonas vulnerables (Hernandez y Ruiz, 2016), así como la falta de inclusión de las mujeres en el ámbito productivo en torno a la toma de decisiones y de manejo de los recursos agropecuarios, ponen en riesgo el desarrollo rural mexicano (Herrera y Duhaime, 2014). Estudios indican que la descentralización de la función de alivio de la pobreza no ha dado resultados; por lo tanto, se sugiere que esta tarea debe ser de carácter nacional y con voluntad política (Hernandez-Trillo, 2016), así mismo, promover el manejo forestal racional, con mayor participación y equidad en la venta de madera y con el consecuente mantenimiento de la cubierta forestal (Barsimantov y Navia Antezana, 2012), mediante prácticas de conservación de suelos, teniendo en cuenta la heterogeneidad del paisaje y la complejidad social (Cotler et al., 2013), debido a la ineficiente aplicación de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable y a la falta de incentivo a la calidad productiva, hace dificil reducir la informalidad, la desigualdad y la pobreza (Soria y Ruiz, 2016). Es necesario aplicar un modelo económico alternativo que permita recuperar la autosuficiencia alimentaria e incrementar la producción agrícola, bajo modelos de explotación racional de los recursos naturales con elevados niveles de la inversión en investigación y desarrollo, como mínimo al 2.5% del PIB (Producto Interno Bruto), como se presenta en el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Aragonés y Salgado, 2015). Diversos autores proponen como ejes fundamentales de las políticas públicas, el acelerar la lucha contra el hambre y la pobreza, con programas que atiendan la problemática alimentaria mediante una reforma agrícola equitativa, que estimule el autoconsumo, los bancos de alimentos y la agricultura urbana. Para que finalmente, se construya “una verdadera política de desarrollo” en favor de la sustentabilidad de los recursos, que busque superar la marginalidad rural, contribuyendo a reducir los conflictos sociales y fomente la cooperación e inclusión de todos los sectores, incluyendo a la ciencia (Barkin, 2004). Cortés et al. (2011) afirma que se tienen siete retos importantes en el marco de las políticas públicas y el desarrollo científico, tales como: 1) focalizar el gasto público para fomentar innovación, 2) la operación presupuestal ágil, 3) gestionar la interacción con énfasis en la innovación, 4) intervenir bajo criterios técnicos, 5) profesionalizar a los extensionistas, 6) sistematizar experiencias y 7) aprender e incentivar la innovación, al menos al mismo nivel que la publicación en los ámbitos académicos y científicos. Finalmente, es necesario que las ciencias tengan más presencia en el desarrollo de las políticas públicas, mediante la generación de propuestas o iniciativas de ley para el uso y la conservación del agua, el suelo y los recursos naturales; también, que participe activamente en la regulación de plaguicidas y en el uso de transgénicos; así como, en la elaboración de planes de desarrollo nacional, regional y local con bases científicas y tecnológicas (Cuadro 6), y en la formulación de planes y programas de extensión acorde con las necesidades de los productores agropecuarios del país (Cuevas et al., 2012), para mejorar la transversalidad en torno a la conservación de carbono en suelos, se proponen generar políticas públicas que reconozcan las funciones y los servicios ecosistémicos que proveen los suelos e incentivar los programas de conservación de suelos in situ (Cotler et al., 2016). Así mismo, se espera que las reformas energéticas en el país, atraigan la atención de la comunidad empresarial emergente y que ésta permita obtener energía más limpia, y mejores oportunidades económicas con transacciones más transparentes (Alpizar–Castro y Rodríguez–Monroy, 2016). Finalmente, algunos autores señalan que la solución y el entendimiento de aspectos como el manejo de recursos, la implementación de políticas públicas y el cambioambiental, requieren del estudio de fenómenos que ocurren en diferentes escalas de espacio, tiempo y organización ecológica y socioeconómica (Ruiz-Rivera y Galicia, 2016). Cuadro 6. Principales problemáticas y retos de la investigación con enfoque de políticas públicas en el sector agropecuario Problemática Reto Insuficiente penetración de la ciencia en las políticas públicas. Realizar propuestas o iniciativas de ley para el uso y conservación del agua, suelo y recursos naturales; regulación de plaguicidas y uso de transgénicos; planes de desarrollo nacional, regional y local con bases científicas y tecnológicas que vayan dirigidas a los tomadores de decisiones y líderes sociales. Fuente: Elaboración propia Situación de la ganadería bovina en México y en el trópico veracruzano México es uno de los países más importantes a nivel mundial en la producción agroalimentaria. En los últimos años el PIB de las actividades primarias registro un crecimiento promedio anual de 3%. La región tropical de México que ocupa aproximadamente el 37% de la superficie nacional; en el trópico se encuentran aproximadamente el 31.5% de los bovinos, el 14.0% de los ovinos y el 13.4% de los caprinos del inventario nacional. De estos animales los más importantes desde el punto de vista económico por el número y volumen de producción son los bovinos (Vilaboa-Arroniz et al., 2009). Por otra parte, entre los productores existe poca organización y formalización de empresas agropecuarias (Rello y Saavedra, 2013), que además carecen de asistencia técnica y capacitación (Cuevas et al., 2012). La rentabilidad de la producción son la ganancia o el beneficio neto, es decir, la relación beneficio costo (B/C) y la cantidad de producción mínima económica (León et al., 2004). En este sentido, la baja competitividad en granos básicos (González y Alferes, 2010) hacen que el país esté en constante riesgo alimentario desde el punto de vista macroeconómico, con restricción en los modelos de toma de decisiones (Tucker et al., 2010), así como los problemas por la volatilidad de los mercados internaciones (Herrera et al., 2015). Diversos autores han propuesto el fortalecimiento del mercado interno con efectos sinérgicos sobre los costos de producción, debido a que los productos regionales o locales son más baratos (Benavides et al., 2004), pues existe un menor costo en el trasporte de las mercancías (a distancias más cortas), que al mismo tiempo ayudan a preservar el medio ambiente, a reducir las emisiones y el uso de combustibles derivados del petróleo. También, sugiere el establecimiento de un entorno favorable para la inversión, que permita elevar los niveles productivos y realizar los cambios estructurales necesarios; sin que éstos afecten a nuestra sociedad. Se estima que el valor de la producción bruta de carne de bovino a nivel mundial ha incrementado de 1992 a 2016 con $126,383 a $257,720 millones de dólares (FAO, 2019 http://www.fao.org/faostat/es/#data/QV). En 2017, el continente americano fue el principal productor de carne en el mundo con un valor de la producción de $112,557 millones de dólares, seguido del asiático con $84,236 millones de dólares (Figura 4), aunque en los últimos años ha existido una tendencia a la baja en los principales productores del mundo (Figura 5). Figura 4. Valor de la producción de carne de bovino de 1991 a 2016 en el mundo. FAO, 2019: http://www.fao.org/faostat/es/#data/QV 0 50000 100000 150000 200000 250000 300000 350000 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 20 12 20 13 20 14 20 15 20 16 Pr od uc ci ón b ru ta (m ill on es u s$ ) AÑOS Valor de la PRODUCCIÓN DE CARNE de bovino en el mundo ÁFRICA AMÉRICA CARIBE ASIA EUROPA OCEANÍA Figura 5. Valor de la producción de carne de bovino de 1991 a 2016, en las principales potencias mundiales. En México, la ganadería bovina se realiza en sistemas de producción que van desde los altamente tecnificados hasta de traspatio, estos últimos, orientados hacia el autoconsumo familiar. Los criterios propuestos para la diferenciación de estos sistemas son la finalidad zootécnica, el nivel de tecnología utilizado, las razas que emplean y el tipo de alimentación (Chalate-Molina et al., 2010). La región tropical de México ocupa aproximadamente el 37% de la superficie nacional y existen una gran cantidad de subproductos agrícolas e industriales con potencial para la alimentación de los rumiantes. En el trópico se encuentran aproximadamente el 31.5% de los bovinos, el 14.0% de los ovinos y el 13.4% de los caprinos del inventario nacional (Figura 6). De estos animales los más importantes desde el punto de vista económico por el número y volumen de producción son los 0 10000 20000 30000 40000 50000 60000 70000 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 20 12 20 13 20 14 20 15 20 16 Pr od uc ci ón b ru ta (m ill on es u s$ ) Años principales productores de bovino en el mundo Argentina Brasil Canadá China Estados Unidos México bovinos. En las regiones tropicales de México el sistema de producción bovina de doble propósito es una de las principales actividades productivas del sector agropecuario para la producción de leche y carne. En este sistema los productores obtienen ingresos económicos por la venta de leche y carne al mercado local y regional. El tipo de ganadería es 61% a libre pastoreo, 18% con pastoreo controlado, 15% es estabulada y 5% es mixta (corral y pastoreo). Esto puede ser una oportunidad para la producción de ganado con menor contenido de grasa y mejor calidad de la carne, mientras que los principales problemas son los altos costos de producción, la infraestructura insuficiente, la falta de capacitación y asistencia técnica, el intermediarismo, la pérdida de fertilidad de los suelos, bajos precios de la carne para el productor e inseguridad (Figura 7). Figura 6. Tipo de ganadería bovina en México. 61%18% 15% 5%1% Libre pastoreo Pastoreo controlado En corral o establo En corral o establo y pastoreo No clasificados Figura 7. Principales problemáticas en el sector agropecuario en 2017. Fuente: INEGI (2018) Características de los productores ganaderos En nuestro país, se han definido cuatro sistemas de producción bovina: el especializado (SE), que cuenta con ganado especializado en la producción de carne o leche conformado por razas puras principalmente; cuenta con tecnología altamente especializada bajo un manejo estabulado, alimentos balanceados y forrajes de corte, en el que se realizan prácticas de medicina preventiva, reproducción y mejoramiento genético; el semi-especializado (SSE), utiliza pequeñas extensiones de terreno, en donde las instalaciones son acondicionadas para la producción; maneja cruzas, sin alcanzar los niveles de producción del SE, y cuenta con un nivel medio de incorporación tecnológica. La alimentación del ganado se basa en el pastoreo, complementado con forrajes de corte y concentrado, así como la utilización de esquilmos agrícolas y subproductos agroindustriales, existiendo cierto control productivo y programas de reproducción. De acuerdo con datos de INEGI (2018), 29.53% de las unidades de producción tienen ganado bovino (Cuadro 7), de las cuales 62.5% disponen de un sistema de identificación del ganado, mientras que sólo 19.7% de los productores cumplen con alguna norma de sanidad animal y sólo 1.8% usa algún programa de bioseguridad. Aunque, 72.4% de los productores realiza desparasitación interna de los animales, 73.1% vacuna y 72.4% realiza baños contra ectoparásitos en piel. Actualmente, producto del cambio climático,se ha agudizado el problema por déficit de pasto, por lo que es urgente que se incrementen las prácticas de conservación de forraje, la cuales solo se reportan en 5.4% de las unidades de producción. Por otro lado, la asistencia técnica en México es muy baja, pues sólo se reporte el 8.8% en las unidades de producción de todo el país, así como: mejorar las prácticas de alimentación del ganado, pues 53% de los productores ofrecen rastrojo y esquilmos, 55.7% tienen pastos nativos, 43.9% desarrolla la rotación de potreros y sólo 33.4% ofrece alimentos balanceados. Cabe mencionar, que un punto importante en la empresa ganadera es la falta de solicitudes de créditos formales, esto debido a la idiosincrasia de los productores, ya que existe 42.1% de desinterés en solicitarlos (Figura 6), pues el ganadero prefiere solicitar préstamos directos a clientes potenciales o a cajas de ahorro (Figura 8). Cuadro 7. Inventario nacional de bovinos 2018. Función y actividad zootécnica Total de cabezas vendidas Comprador o destinatario Directo al consumidor Intermediario Central de abastos Centro comercial o supermercado Rastro tipo inspección federal (TIF) Rastro municipal Rastro privado Exportación Otro comprador A=B+C+…+J B C D E F G H I J ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 13 209 463 190 338 5 520 305 41 208 45 579 1 503 358 364 585 247 272 713 425 4 583 391 Becerros 3 317 194 128 503 1 793 390 2 678 3 717 258 735 44 107 59 833 533 401 492 831 Pie de cría 149 741 4 204 28 968 0 0 46 326 1 384 54 080 60 733 Vaquillas para reemplazo 949 159 5 528 830 476 25 0 23 582 5 315 955 19 001 64 275 Animales en desarrollo 1 361 976 5 065 595 968 748 258 3 441 25 193 1 197 22 830 707 277 Animales en engorda 4 409 757 32 184 1 085 622 37 327 40 481 1 205 551 117 683 134 817 39 386 1 716 707 Sementales 83 186 2 038 15 848 1 0 37 159 655 1 745 62 704 Vacas solo para la cría de becerros 723 295 539 51 641 159 0 2 772 5 687 726 4 932 656 840 Vacas solo para la producción de leche 584 264 1 375 18 260 69 0 41 1 017 9 961 0 553 541 Vacas para cría de becerros y ordeña 74 262 174 43 884 49 0 316 632 526 0 28 680 Animales de desecho 1 531 938 10 676 1 044 038 152 1 124 8 838 164 287 36 213 37 228 229 382 Animales para trabajo 9 035 39 5 376 0 0 0 58 853 823 1 887 Sin clasificar 15 657 14 6 835 0 0 0 121 153 0 8 535 Fuente: INEGI (2018) Figura 8. Tecnologías usadas en la cría y engorda de ganado bovino. Fuente: INEGI (2018). 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Desparasitación interna Promedio de desparasitaciones por año Vacunación Promedio de aplicaciones por año Baño contra parásitos de la piel Promedio de aplicaciones por año Rotación de potreros Alimento balanceado Pastoreo en potreros con pasto nativo Pastoreo en potreros con pasto inducido Alimentación con rastrojos o esquilmos Monta controlada Inseminación artificial Uso de semen sexado Implementación de programa de mejoramiento genético Aplicación de hormonas Transferencia de embriones Uso de tanque enfriador Suministro de sales minerales Uso de monta dirigida Asistencia técnica para la producción Otro tipo de asistencia técnica (comercialización, trámite de … Uso del fuego para control de malezas Uso del fuego para mejorar el rebrote de pastos Realización de prácticas de conservación de forraje Uso de algún programa de bioseguridad Cumplimiento de alguna norma de sanidad animal Disposición de un sistema de identificación de ganado Otra tecnología Porcentaje de uso Figura 9. Razones de los productores para no solicitar créditos formales (INEGI, 2018). | Figura 10. Fuentes de crédito usadas por los productos del sector agropecuario . 0 5 10 15 20 25 30 Caja de ahorro o cooperativa de ahorro y … Financiera nacional de desarrollo … rural, forestal y pesquero Unión de crédito Casa de empeño o prestamista Banco SOFOL o SOFOM Empresa o persona que comprará la … Empresa o persona que provee los insumos Familiares Que viven en el país Que viven en el extranjero Amigos o conocidos Otra fuente Fuente de crédito Los registros productivos y la toma de decisiones en la empresa ganadera En México, la dependencia de tecnología extranjera limitó el uso del TLCAN (Roca, 2012), además de la baja rentabilidad, la escasa sustentabilidad de los cultivos, la falta de planeación financiera en la elaboración de planes de negocios (García et al., 2010) y largas cadenas de comercialización, que poco han beneficiado a los pequeños productores (Gasca y Torres, 2014) son algunos de los principales problemas del sector primario en México. El objetivo principal de la contabilidad financiera es controlar las operaciones y facilitar la toma de decisiones de una entidad. Los administradores pueden tomar decisiones basándose en el sentido común, en la experiencia o en información. Por ejemplo, en un estudio realizado por Hernández-Martínez (2019) se encontró que un SSE con tecnología de transferencia de embriones se puede estar perdiendo hasta $39,748.50 pesos mexicanos anuales (Figura 11), debido a los altos costos de mano de obra (Figura 12). Con ello, podemos apreciar que, aunque se trate de sistemas de producción tecnificados, pueden no ser rentables y sostenibles a largo plazo. Figura 11. Costo unitario de producción de becerros con transferencia de embriones (Hernández-Martínez, 2019). Figura 12. Costos de producción de una unidad de producción de alta tecnología en el trópico (Hernández-Martínez, 2019). 7560 47308.50721 -39748.50721 -50000 -40000 -30000 -20000 -10000 0 10000 20000 30000 40000 50000 60000 1 2 3 Pesos mexicanos ($) La compleja realidad del campo mexicano ha llevado a un grupo de productores a optar por alternativas que les permitan continuar con la tradición ganadera, en un entorno cada vez más demandante. El hecho de tomar decisiones sobre el proceso de producción de las empresas agropecuarias involucra el reconocer que la fuerza primaria de la producción en éstas es biológica; porque se trabaja con materiales vivos, por lo cual se pueden presentar enfermedades y plagas en forma imprevista. Por su carácter biológico, es una industria de gran riesgo, porque cualquier variación en la temperatura, lluvia o humedad implica un reajuste en el trabajo. Por esas razones, las prácticas de administración deben adaptarse a estas peculiaridades condiciones (Pérez, 2017). Con todo lo anterior, los retos de las empresas ganaderas son la rentabilidad y la resiliencia bajo entornos medioambientales y sociopolíticos cambiantes (Figura 13). Figura 13. Matriz de retos de las empresas ganaderas. •Inseguridad •Baja disponibilidad de mano de obra •Clima adverso •Escasas estrategias de mitigación al cambio climático •Escasa diversificación productiva •Trabajar sin objetivos definidos •Relación beneficio/costo •Falta de liquidez •Carga fiscal Rentabilidad Resiliencia Socio- político Medio ambiente Para lograr esta reconversión es indispensable llevar un registro de información, tanto técnico como económico, que es la base para identificar problemas en la empresa y para aportar elementos para justificar nuevas inversiones. El registro y análisis de la información es la única forma de conocer los beneficios que se logran al incorporar innovaciones tecnológicas al rancho; pero además permite evaluar la productividad, y, sobre todo, ayudan a detectar si la actividad es rentable y competitiva. El entorno agropecuario presenta problemáticas con aristas socioculturales, productivas, económicas, ecológicas, ambientalesy en el orden de políticas públicas. Problemas, que no pueden resolverse si sólo se procede a la utilización de un enfoque disciplinario y unidireccional, sin una vinculación directa con el sector rural. Por lo que es urgente que investigadores, profesores, estudiantes y productores rurales trabajemos en conjunto, mediante una participación más activa que permita el desarrollo de alternativas de mejora integral, promoviendo la sustentabilidad de los recursos, y cambiando la idea de que “un mismo modelo de desarrollo” puede ser replicado en todas las regiones. Idea que sólo fomenta la vulnerabilidad y el subdesarrollo económico en el ámbito agropecuario, misma que ha dejado al país en insuficiencia alimentaria. Por ello, la vinculación entre profesionistas, científicos y productores a favor del desarrollo productivo y tecnológico desde las comunidades rurales, debe ser un tema abordado desde las ciencias agropecuarias, que impacten directamente al entorno social, proponiendo así la vinculación-investigación como eje del desarrollo rural empresarial. Conclusiones La problemática en las explotaciones bovinas es muy compleja, destacan, entre otras: la falta de planeación, la organización de productores y visión empresarial, así ́como la ausencia de registros productivos, reproductivos y contables, los cuales son esenciales para tomar decisiones y crear planes estratégicos que mejoren la eficiencia y contribuyan a la sustentabilidad del sistema. Referencias Agost-Felip, M.R., Martín-Alfonso, L., 2012. Acercamiento al papel de los procesos de exclusión social y su relación con la salud. Revista Cubana de Salud Pública 38, 126-140. Albert, L.A., 1983. Pesticide residues in food un Mexico In: J., M., PC., K. (Eds.), Pesticide Chemistry: Human Welfare and the Environment. Pergamon, Japan, pp. 153-158. Albertus, M., Diaz-Cayeros, A., Magaloni, B., Weingast, B.R., 2016. Authoritarian Survival and Poverty Traps: Land Reform in Mexico. World Development 77, 154-170. Alcántara, C.H.D., 2003. La cuestión agraria: análisis de coyuntura (el caso mexicano). Agroalimentaria 9. Alpizar–Castro, I., Rodríguez–Monroy, C., 2016. Review of Mexico׳s energy reform in 2013: Background, analysis of the reform and reactions. Renewable and Sustainable Energy Reviews 58, 725-736. Amaro-Rosales, M., de Gortari-Rabiela, R., 2016. Innovación inclusiva en el sector agrícola mexicano: los productores de café en Veracruz. Economía Informa 400, 86-104. Appendini, K., Barrios, R.G., De La Tejera, B., 2003. Seguridad alimentaria ycalidad'de los alimentos:¿ una estrategia campesina? European Review of Latin American and Caribbean Studies, 65-84. Aragonés, C.A.M., Salgado, N.U., 2015. La migración laboral México-Estados Unidos a veinte años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales 60, 279-313. Barkin, D., 2004. Una estrategia para crear nuevos beneficiarios del comercio mundial. Agricultura, Sociedad y Desarrollo 1, 35-52. Barrón, A., 2013. Desempleo entre los jornaleros agrícolas, un fenómeno emergente. Problemas del Desarrollo 44, 55-79. Barsimantov, J., Navia Antezana, J., 2012. Forest cover change and land tenure change in Mexico’s avocado region: Is community forestry related to reduced deforestation for high value crops? Applied Geography 32, 844- 853. Becerril-Pina, R., Mastachi-Loza, C.A., González-Sosa, E., Díaz-Delgado, C., Bâ, K.M., 2015. Assessing desertification risk in the semi-arid highlands of central Mexico. Journal of Arid Environments 120, 4-13. Benavides, S., Muñoz, J., Parada, A., 2004. El enfoque de competitividad sistémica como estrategia para el mejoramiento del entorno empresarial. Economía y sociedad 9, 119-137. Bonnal, P., Bosc, P.-M., Díaz, J., Losch, B., 2003. Multifuncionalidad de la agricultura y nueva ruralidad. Reestructuración de las políticas públicas a la hora de la globalización. Ponencia presentada en el Seminario Internacional El Mundo Rural: Transformaciones y Perspectivas a la luz de la Nueva Ruralidad. Universidad Javeriana, CLACSO, REDCAPA, Bogotá, Octubre, 15-17. Buj, A.B., 2005. Viejas y nuevas plagas. enfermedades reemergentes y emergentes en los inicios del siglo xxi. Cuadernos Geográficos 36, 577-583. Camberos Castro, M., Bracamontes Nevárez, J., 2015. Las crisis económicas y sus efectos en el mercado de trabajo, en la desigualdad y en la pobreza de México. Contaduría y Administración 60, Supplement 2, 219-249. Carrasco, Q.M.d.R., Ortiz, H.L., Roldán, A.J.A., Chávez, V.A., 2016. Desnutrición y desarrollo cognitivo en infantes de zonas rurales marginadas de México. Gaceta Sanitaria 30, 304-307. Cortés, V.H.S., Rodríguez, M.M., Ávila, J.A., Medel, R.R., Cárdenas, J.R.A., 2011. Políticas de asistencia técnica y extensión rural para la innovación en México. Contribuciones a las Ciencias Sociales. Cotler, H., Cram, S., Martinez-Trinidad, S., Quintanar, E., 2013. Forest soil conservation in central Mexico: An interdisciplinary assessment. CATENA 104, 280-287. Cotler, H., Martínez, M., Etchevers, J.D., 2016. Carbono orgánico en suelos agrícolas de México: Investigación y políticas públicas. REVISTA TERRA LATINOAMERICANA 34, 125-138. Cotler, H., Ortega-Larrocea, M.P., 2006. Effects of land use on soil erosion in a tropical dry forest ecosystem, Chamela watershed, Mexico. CATENA 65, 107-117. Crespo, J., Réquier-Desjardins, D., Vicente, J., 2014. Why can collective action fail in Local Agri-food Systems? A social network analysis of cheese producers in Aculco, Mexico. Food Policy 46, 165-177. Cruz, D.D., Leos, R.J.A., Altamirano, C.J.R., 2012. La evolución del patrón de cultivos de México en el marco de la integración económica, 1980 a 2009. Revista Mexicana de Ciencias Agricolas 3, 893-906. Cuevas, R.V., Baca del Moral, J., Cervantes, E.F., Aguilar, Á.J., 2012. Asistencia técnica en el sector agropecuario en México: análisis del VIII censo agropecuario y forestal. Revista mexicana de ciencias agrícolas 3, 943-957. Chalate-Molina, H., Gallardo-López, F., Pérez-Hernández, P., Paul Lang-Ovalle, F., Ortega-Jiménez, E., Vilaboa Arroniz, J., 2010. Características del sistema de producción bovinos de doble propósito en el estado de Morelos, México. Zootecnia tropical 28, 329-339. Charreau, C., Rouanet, G., 1987. La agronomía en la producción: Problemas y mejoramiento El desarrollo futuro del mafz y trigo en el Tercer Mundo. . CIMMYT, México, D.F., pp. 105-124. Damián, H.M.Á., Ramírez, V.B., Parra, I.F., Paredes, S.J.A., Gil, M.A., Cruz, L.A., López, O.J.F., 2007. Apropiación de tecnología por productores de maíz en el estado de Tlaxcala, México. Agricultura técnica en México 33, 163-173. de la Fuente, A., 2010. Remittances and Vulnerability to Poverty in Rural Mexico. World Development 38, 828-839. Dorantes, C.E.J., Torres, H.G., Castañeda, B., Hernández, M.O., Gallegos, S.J., Becerril, P., Rojo, R.R., 2012. Limitantes socioeconómicas de los sistemas de producción caprina en el sur del Estado de México. Actas Iberoamericanas de Conservación Animal 2, 333-336. Esperón-Rodríguez, M., Barradas, V.L., 2015. Comparing environmental vulnerability in the montane cloud forest of eastern Mexico: A vulnerability index. Ecological Indicators 52, 300-310. Esquivel, M.H., 2008. Situación actual del sistema de ahorro y crédito popular en México. Problemas del desarrollo 39, 165-191. Flores, C.C., Sarandón, S.S., Lermanó, M.J., 2007. EFICIENCIA ENERGÉTICA EN SISTEMAS HORTÍCOLAS FAMILIARES DEL PARTIDO DE LA PLATA, BUENOS AIRES, ARGENTINA. REVISTA BRASILEIRA DE AGROECOLOGIA 2. Garay, A.V.A., de la O Olan, M., Chávez, B.C., 2011. ¿ Es competitivo el subsector de frutas en México? Revista Fuente Año 3. García, J.A.C., Bedoya, L.J.R., Ríos, C.E.C., 2010. La importancia de la planeación financiera en la
Compartir