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Artículo de Revisión Cardona Á., J.A.; Álvarez P., J.; Edad y cronología dentaria caballos
RESUMEN
La estimación de la edad de los caballos basado en 
el examen de los dientes es una labor poco aplicada 
y limitada por los Médicos Veterinarios, quizás por 
desconocimiento de los parámetros establecidos en la 
cronología dentaria equina. Sin embargo, es la forma 
más adecuada de conocer o verificar la edad de los 
caballos, aunque tengan o no registros establecidos. 
En el presente trabajo, se hace una revisión de aspectos 
relevantes en la dentadura de los equinos, con el fin 
de conocer y determinar la edad de los ejemplares 
examinados. Se describe, en forma detallada la 
estructura del diente, los tipos de dientes, la formula 
dentaria de los caballos y su evolución en el tiempo, con 
base en los eventos encontrados.
Palabras clave: Cronología, dientes, equinos
SUMMARY
Estimation of horse age based on the teeth exam is 
a work seldom applied and limited by the Medical 
Veterinaries, due perhaps to ignorance of the established 
parameters in the equine dental chronology. However, 
it is the best-suited form to know or to verify the horse’s 
age, although they have or not established records. In the 
present work a revision of relevant aspects in the denture 
of the specimens in order to know and to establish the 
horses age is made. A detailed description of the tooth 
structure is realized, as well as of the dental formula and 
its evolution in time.
Key words: Chronology, dents, equine.
INTRODUCCIÓN
Conocer la edad de los caballos tiene importancia desde 
el punto de vista clínico y zootécnico. En términos 
económicos, el valor de un caballo puede estar 
influenciado por su edad. A través de la observación 
externa del equino, examinamos sus características 
generales, su tamaño, su contextura, su temperamento 
y la presencia de canas, aspectos importantes que se 
deben tener en cuenta, convirtiéndose, sin embargo, en 
un método inexacto y subjetivo, debido a que muchos 
caballos con problemas de salud muestran una edad 
diferente a la real. Por otra parte, la edad del ejemplar 
orienta hacia cuáles pueden ser los cuidados que 
necesita, dependiendo de la etapa en que se encuentre. 
Los dientes son órganos de consistencia dura, por lo que 
son bastante resistentes al paso del tiempo, adquiriendo 
mucha importancia para determinar la edad, con la 
evaluación de los incisivos presentes, su erupción, 
su desgaste, su rasamiento y la forma que toma la 
superficie oclusal o tabla dentaria. En la actualidad, 
existen métodos sofisticados de identificación y de 
registro de los animales, por lo que se podría pensar que 
la estimación de la edad por la dentadura es obsoleta 
y de poca aplicabilidad; sin embargo, en ausencia de 
ESTIMACIÓN DE LA EDAD DE LOS CABALLOS 
BASADO EN EL EXAMEN DENTARIO
ESTIMATION OF HORSE AGE BASED 
ON DENTAL EXAM
José A. Cardona Á.1, Jaime Álvarez P. 2
1 MVZ, Esp, M.Sc. Profesor Asociado. Área de Clínica Medico-Quirúrgica de Grandes Animales. Facultad de Medicina 
Veterinaria y Zootecnia. Universidad de Córdoba. Montería (Córdoba). cardonalvarez@hotmail.com. 2 MVZ, Esp, M.Sc. 
Profesor Asociado. Área de Morfofisiología. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad de Córdoba. 
Montería (Córdoba).
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registros, dudas o fraudes, este método es la única 
forma establecida y confiable de determinar la edad en 
los caballos. Hace muchos años, para determinar la 
edad, se basaban en métodos empíricos, establecidos 
por campesinos y vaqueros, quienes utilizaron como 
parámetro, el número de pliegues que se formaban en el 
labio y nariz, como el número de años que tenía el animal. 
De igual forma, los gitanos sabían que, la presencia del 
colmillo servía para determinar la diferencia entre un 
caballo joven y uno adulto, así como la desaparición del 
infundíbulo en la medida que avanzaba la edad, aun que 
en forma imprecisa e inexacta.
Por experiencias adquirida en el servicio Clínico 
Ambulatorio de Grandes Animales de la Facultad de 
Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la Universidad de 
Córdoba, se constató la importancia de determinar la 
edad de los equinos, basado en su examen dentario. 
Esto a raíz de que en la mayoría de las explotaciones 
agropecuarias, no se cuenta con datos o registros que 
indiquen la edad de sus animales; solo se dispone de la 
apreciación de los propietarios o de sus manejadores, 
por lo que para efectos de determinar la edad e incluirla 
en la historia clínica, se utilizó, como herramienta el 
análisis de la dentadura aquí descrita y detallada.
Proveer información que sirva como guía a estudiantes 
y docentes para analizar la dentadura de los caballos, de 
esta manera poder determinar su edad en forma exacta y 
precisa en animales durante las prácticas de campo, en 
exposiciones caninas y en el ejercicio profesional, fueron 
los objetivos básicos de la presente revisión.
METODOLOGÍA
Se recopilaron y analizaron datos de literatura científica 
publicados en revistas indexadas de Estados Unidos, 
México, España, Brasil, y Argentina, unidos al análisis de 
datos obtenidos a través de la experiencia en el ejercicio 
profesional y académico en animales del trópico bajo, 
el cual posee condiciones ambientales y de manejo 
diferentes a aquellas donde se desarrollaron los estudios 
consultados.
ESTRUCTURAS DEL DIENTE
Los dientes son estructuras papilares duras, intensamente 
calcificadas, sujetas al maxilar superior e inferior; 
funcionalmente, son órganos de presión y masticación, 
así como instrumento de defensa (Scoggins, 2001; 
Rucker, 2003). En su conformación, cada diente consta 
de tres partes la corona, el cuello y la raíz. La corona, es 
la porción que sobresale de la encía (corona clínica) o 
aquella parte cubierta por el esmalte (corona dental) y 
puede tener forma triangular o cilíndrica. El cuello, es el 
segmento de transición entre la corona y la raíz, siendo 
esta última, la parte del diente alojada en el alveolo 
mandibular, donde su extremidad inferior presenta una 
abertura denominada foramen apical o ápex, por donde 
pasan los vasos y nervios (Kilic et al. 1997a; Tremaine, 
1997; Bennett, 2001; Dixon, 2002a; Mitchell et al. 
2003).
El diente está constituido de sustancias duras, el esmalte, 
el cemento, el marfil o dentina y de sustancias blandas, 
la pulpa dentaria y el periodonto. El esmalte constituye 
una capa de grosor variable, que cubre la dentina de la 
corona de los dientes; se distingue por su limpieza, su 
densidad y su blancura y posee un alto porcentaje de 
minerales tipo fosfatos y fluoruro de calcio. El cemento 
es una sustancia similar a la del hueso compacto, la más 
externa que recubre la raíz del diente, constituyéndose 
en una capa incrustada sobre la dentina de las raíces, 
en todos los dientes. El marfil o dentina es un tejido 
óseo duro, blanco amarillento producido por los 
odontoblastos, llamada también sustancia fundamental, 
ya que es la parte principal del diente; forma parte de la 
corona y de la raíz, cubriendo la superficie de la pulpa 
dentaria. Se diferencia, químicamente del hueso, por 
ser más mineralizada y presentar menor cantidad de 
sustancia orgánica y carbonato de calcio. La pulpa 
dentaria es una especie de papila que surge del fondo 
del alvéolo, para alojarse en el cornete dentario interno, 
formado por tejido conjuntivo, rica en vasos y nervios. 
El periodonto es una membrana fibrosa, que sirve de 
unión entre la cara externa de la raíz y la pared del alveolo 
(Easley, 1996; Foster, 1996; Kirkland et al. 1996; Kilic et 
al. 1997b; Lowder & Mueller, 1998; Jones, 2005).
TIPOS DE DIENTES
Los equinos son clasificados como heterodontes, según 
su dentadura, debido a que poseen diferentes tipos 
o grupos de dientes, tales como incisivos, caninos, 
premolares y molares; también son catalogados como 
difiodontos, por poseer dos seriesde dientes, los 
temporales y los permanentes. Los dientes temporales, 
también llamados de leche, caducos o deciduos, 
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aparecen en las primeras etapas de la vida y después 
serán reemplazados. Los dientes permanentes o de 
hueso, de adultos o definitivos, son los que permanecen 
en el animal por el resto de su vida (Sandoval, 1976; 
Agüera & Sandoval, 1999; Konig & Liebig, 2005). 
Los equinos poseen cuatro tipos de dientes, que de 
acuerdo a su forma y su posición, se pueden clasificar 
en incisivos (I), situados delante e implantados en el 
premaxilar y en la mandíbula y su principal función es la 
de cortar el pasto. En la tabla dentaria de los incisivos, 
se observa una cavidad o invaginación del esmalte con 
más de 1cm de profundidad, llamada cavidad dentaria 
externa, infundíbulo o corneto; los incisivos más 
centrales se denominan pinzas o palas. Los siguientes, 
hacia el interior, son los medios o medianos y los más 
externos, se denominan cuñas, cantos o extremos. Los 
caninos (C) están situados más atrás y su principal 
función es la de desgarrar los alimentos; sólo aparecen 
en la dentición definitiva. El espacio que existe entre los 
caninos y los premolares, se denomina barra o diastema, 
siendo particularmente grande cuando los caninos 
están ausentes. Los premolares (PM) y molares (M), 
constituyen los lados del arca dental; los premolares se 
hallan primero y aparecen en ambas series dentales, 
mientras que los molares surgen solo en la dentición de 
hueso y sirven para triturar el nutrimento (Getty, 1966; 
Dyce et al. 1991; Caldeira et al. 2002; Dixon, 2002b).
Para diferenciar los dientes de leche de las hueso, y 
por consiguiente estimar la edad del ejemplar, se debe 
tener en mente que los dientes incisivos de leche son 
más blancos, más largos que anchos, ocupan menor 
volumen, su superficie oclusal es más ovalada, son 
lisos, no presentan surcos en la cara labial, tienen un 
cuello definido y bien marcado en la unión con la encía 
y tiene el infundíbulo menos profundo. Los dientes 
incisivos de hueso se contrastan por ser pigmentados de 
color amarillo a marrón; son más largos que anchos o 
rectangulares, de mayor volumen y presentan surcos en 
la cara labial (Richardson et al. 1994; Richardson et al. 
1995; Richardson, 1997; Fraústo da Silva et al. 2003).
FÓRMULA DENTARIA
Cuando se habla de fórmula dentaria, se refiere a la 
manera de expresar el número de dientes que posee 
un animal, en forma de quebrados, indicando, en la 
parte superior, el número de cada tipo de diente en el 
maxilar y, en el quebrado inferior, la cantidad de dientes 
en la mandíbula, pero solo de una mitad de la boca; 
para conocer el número total de dientes es necesario 
multiplicar los datos por dos. Esta fórmula varía con 
la edad, es desigual en los dientes de leche y en los 
permanentes (Frape, 1992; Marvin, 1992; Morales, 1997; 
Gieche, 2007). 
La fórmula dentaria de los equinos depende de la edad 
y del sexo y, es:
Primera dentición, dientes deciduos, de leche o 
temporales: 2 (I 3/3, C 0/0, PM 3/3) = 24 dientes, para 
ambos sexos.
Segunda dentición, permanentes, de hueso o definitivos: 
machos: 2 (I 3/3, C 1/1, PM 3-4/3-4, M 3/3) = 40-44 
dientes; hembras: 2 (I 3/3, C 0/0, PM 3-4/3-4, M 3/3) = 
36-44 dientes.
La diferencia entre machos y hembras se debe a que en 
las yeguas los caninos, generalmente, están ausentes. La 
variabilidad en el número de premolares es causado, por 
que en algunos caballos se encuentra, en forma irregular, 
un vestigio del primer premolar, también llamado “diente 
de lobo”; este diente puede existir en ambas arcadas, 
pero es más frecuente en la arcada superior, siendo más 
pequeño que los demás y con raíces cortas (Scrutchfield 
et al. 1996; Scrutchfield, 2006; Toit, 2006a; Pimentel, 
2007). 
BASES GENERALES DE LA CRONOLOGÍA 
DENTARIA EQUINA
En la medida que el caballo envejece, la valoración de 
su dentición y, por ende de su edad, implica numerosos 
criterios; la estimación, se convierte en un proceso 
complejo, por lo que en algunos animales, se podrá tasar 
en forma más precisa que en otros. La determinación 
de la edad es más confiable en caballos jóvenes, ya que, 
inicialmente, se observa el tipo de diente presente y la 
valoración de la etapa de erupción, mientras que los 
dientes permanentes están en función de la estimación 
de su desgaste y la determinación de la edad depende, 
específicamente, de los cambios en la superficie oclusal o 
tabla dentaria, ya sea por su rasamiento o por la manera 
que toman con el desgaste, por lo que, a mayor edad, la 
exactitud de la estimación decrece. Esto, se debe a que 
las tasas de desgastes son variables y son influenciadas 
por numerosos factores como, raza, desvíos de 
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comportamiento (pica o malacia), actividad, época del 
año, alteraciones en la conformación ósea (picudos) y 
tipo de alimento o suplemento, ya que los caballos que 
pastan en pastos secos o toscos presentan una tasa de 
desgaste mayor que los que pastan en potreros con 
pasto tierno y jugoso (Richardson, 1997). Es por esto 
que, en las condiciones de bosque húmedo tropical, 
como la costa norte colombiana, existen variaciones 
ambientales que ocasionan cambios en las condiciones 
nutricionales y físicas del pasto haciéndolo más duro y 
seco, obligando a que el animal lo mastique por más 
tiempo, pudiendo generar mayor desgaste, así como 
patologías bucales como las aristas dentarias (puntas 
de muela), hiperplasia del paladar (palatitis o haba) que 
pueden de alguna manera influir en la evolución dentaria 
de los caballos. 
Para poder estimar la edad de los caballos por su 
dentadura es preciso conocer, en detalle los conceptos 
básicos de la cronología dentaria equina y saber 
manejar apropiadamente a los animales en el proceso 
de evaluación.
Método para abrir la boca. Para evaluar la boca 
del equino, se procede a abrirla a través del reflejo 
palatomaxilar, que consiste en introducir el dedo por 
detrás del colmillo superior y tocar con suavidad el 
paladar superior; inmediatamente, el animal dobla la 
lengua y baja la mandíbula inferior abriendo la boca. Para 
evaluar mejor los dientes y la cavidad oral es conveniente 
agarrar y sacar por un lado su lengua (Taylor & Hillyer, 
1999).
Erupción de los dientes incisivos. Nacen en forma 
secuencial desde las pinzas; luego, los medios y, por 
último, los extremos. En los incisivos de leche, las pinzas 
nacen durante la primera semana de vida, los medios 
entre las 4 y 6 semanas y los extremos ente los 5 y 6 
meses de edad y a los 9 meses deben estar todos parejos 
(Easley, 2008). 
Muda de los dientes incisivos. Es el mecanismo de 
reemplazo de los dientes de leche o temporales por 
los dientes de hueso o permanentes. Esta etapa inicia 
a los 2,5 años y termina a los cinco años. Inicia con 
los incisivos inferiores: primero las pinzas, luego los 
medios y, por último, los extremos (Toit, 2006b). A 
los 4,5 años emergen en el macho los colmillos y 
están completamente desarrollados a los cinco años, 
coincidiendo esta etapa con la muda de los extremos. 
Cuando ha mudado todos sus incisivos, se dice que el 
caballo tiene la boca hecha o de hueso (Caldwell, 2006; 
Linkous, 2006).
Rasamiento. Es considerado como el inicio del desgaste 
de la cara oclusal del diente; cuando el desgaste es total, 
se estima que el diente, a nivel del esmalte central, está 
nivelado (Real, 1990; Richardson et al. 1994).
Estrella dentaria. También llamada estrella de Girard y se 
presenta en la medida que el desgaste llega a la cavidad 
pulpar, apareciendo una nueva capa de dentina. Es de 
color amarillo pardo y aparece en la superficie oclusal, 
en el lado de la cara labial y, finalmente, se ubica en el 
centro; al principio es lineal, luego, se forma ovalada y, 
por último, circular, reflejando el grado de desgaste de 
los dientes.Aparece secuencialmente en las pinzas a 
los cinco años, en los medios, a los seis años, y en los 
extremos, a los siete a ocho años (Muylle et al. 2002; 
Klugh, 2006).
Cola de alondra. Conocida como golondrina, gavilán 
o gancho del extremo superior y se forma en el borde 
caudal del incisivo superior extremo, en forma de 
gancho, debido a que el desgaste de esa parte del diente 
es lento. Cuando los incisivos superiores adquieren su 
posición oblicua con los inferiores, el extremo en el 
que se ha formado el gancho vuelve a contactar con 
el diente opuesto y el gancho desaparece, se habla de 
la presentación de dos colas de alondras en la vida del 
caballo, donde la primera aparece a los siete años y la 
segunda a los once o doce años (Fraústo da Silva et al. 
2003).
Surco de Galvayne. Es un surco visiblemente manchado 
y se observa en la cara labial de los incisivos extremos 
superiores, en caballos de 10 a 20 años (Richardson, 
1997).
Cambios en la forma de las superficies oclusales. Con el 
aumento del desgaste, que es proporcional a la edad, la 
tabla dentaria cambia de forma, de elíptica a redonda, 
luego a triangular y, por último, a oval o biangular (Habel, 
1988; Fraústo da Silva et al. 2003).
Vista de perfil de la arcada dentaria. Como consecuencia 
de la forma y desgaste de los incisivos, la vista de perfil de 
la oclusión de las arcadas dentarias se altera y se torna 
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angulada, haciéndose cada vez más al avanzar la edad 
del caballo. El ángulo, se torna más agudo a partir de 
los diez años (Rucker, 1996; 2004; 2006).
En el formato 1, se registran las características dentales, 
arriba detalladas, lo cual permitirá al Médica Veterinario, 
estimar de manera concreta la edad del ejemplar que 
entra a la clínica. Conocer la edad real del paciente, 
se considera vital para cualquier tratamiento que éste 
pueda requerir.
SECUENCIA DE LOS EVENTOS EN LA 
CRONOLOGÍA DENTARIA 
Es importante tener en cuenta que para estimar la edad 
de los caballos, a través de la evaluación de sus dientes, 
se debe iniciar el proceso analizando, en forma lógica, 
la evolución de los eventos, en el tiempo. 
Son siete momentos que se dan en la dentadura de 
los equinos con el correr del tiempo, por lo tanto, en la 
Formato 1. Registro dentario en equinos
1. Datos Generales del Animal:
Fecha: Nombre: Registro N°:
Raza: Sexo: M □ F □ Alojamiento: Pesebrera □ Potrero □
Tipo de Alimento: Heno □ Pasto tierno □ Pellets □ Concentrado: Si □ No □
2. Alteraciones Dentarias:
Oclusión: Normal □ Braquinaptismo □ Pronagtismo □ Mordida: Normal □ Diagonal □ En sonrisa □
 Puntas de muela: Si □ No □ Rampa: Si □ No □ Haba: Si □ No □
 Caries dental: Si □ No □ Sarro: Si □ No □ Poliodoncia heterotrópica: Si □ No □
Dientes deciduos retenidos: Si □ No □ Fracturas dentarias: Si □ No □
Diastema en incisivos: 
Si □ No □
Lesiones linguales: 
Si □ No □
Lesiones bucales: 
Si □ No □
3. Etapas Evolutivas Dentarias:
Pinzas Medios Extremos
1. Erupción - Dientes de leche
2. Rasamiento - Dientes de leche
3. Muda - Dientes de leche a hueso
 Colmillos en el macho Erupción: Si □ No □ Crecidos: Si □ No □
4. Rasamiento - Dientes de hueso
 Cola de alondra o gavilán 1ra cola: Si □ No □ 2da cola: Si □ No □
5. Forma redonda – tabla dentaria
6. Forma triangular – tabla dentaria
7. Forma biangular – tabla dentaria
EDAD:
Observaciones:
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medida que el caballo se hace viejo, va avanzando en las 
etapas de su dentadura. Todas las fases dentales ocurren 
en orden secuencial y siempre inicia con los dientes 
incisivos centrales o pinzas, luego, en los medios y, por 
último, en los extremos o cuñas. Las etapas que se dan 
en forma secuencial en la dentadura del caballo son: 
nacimiento de los dientes temporales (leche), rasamiento 
de los dientes temporales (leche), muda de los dientes 
temporales (leche) a permanentes (hueso), rasamiento 
de los dientes permanentes (hueso), cambio en la forma 
de la tabla dentaria, que comienza con forma redonda, 
posteriormente triangular y, al final biangular (Muylle, 
2002) (Cuadro 1).
Primera etapa. Consiste en la erupción de los dientes 
deciduos o de leche, donde emergen las pinzas en la 
primera semana; luego nacen los medios, entre 30 a 60 
días y, finalmente los extremos, a los seis meses. A los 
nueve meses se encuentran todos los dientes parejos 
o nivelados con la arcada dentaria (Scrutchfield, 1991; 
Peña & Herrador, 1991) (Cuadro 2).
Segunda etapa. Es el rasamiento de los dientes de 
leche, e inician con las pinzas al año, luego, los medios 
al 1,5 años y los extremos, por último, a los dos años 
(Fraústo da Silva et al. 2003) (Cuadro 3).
Tercera etapa. Se da la muda de dientes temporales o 
de leche a dientes permanentes o de hueso. Esta etapa 
inicia con la muda de los dientes incisivos centrales o 
pinzas a los 2,5 años y están crecidos o nivelados con la 
arcada dentaria a los tres años; posteriormente mudan 
Cuadro 1. Etapas evolutivas en la cronología dentaria equina.
Etapas evolutivas P M E
1. Erupción - Dientes de leche 1ra semana 1 - 2 meses 5 - 6 meses
2. Rasamiento - Dientes de leche 1 año 1,5 años 2 años
3. Muda - Dientes de leche a hueso 2,5 - 3 años 3,5 - 4 años 4,5 - 5 años
 Colmillos en el macho Nacen a los 4,5 años y crecidos a los 5 años
4. Rasamiento - Dientes de hueso 6 años 7 años 8 años
 Cola de alondra Se forma a los 7/11 años en extremos superiores
5. Cambio forma: Forma redonda 9 años 10 años 11 años
6. Forma triangular 12 años 14 años 17 años
7. Forma biangular 19 años 20 años 24 años
Adaptado según Peña & Herrador, 1991; Richardson, 1997; Tremaine, 1997; Martin, 1999; Fraústo da Silva et al. 2003; Linkous, 2006; Toit, 
2006a. 
Cuadro 2. Erupción y muda de los dientes incisivos en el caballo.
Incisivos de leche Incisivos de hueso
Erupción Erupción Nivel de arcada
Pinzas 1ª semana 2,5 años 3,0 años
Medios 1 – 2 meses 3,5 años 4,0 años
Extremos 5 – 6 meses 4,5 años 5,0 años
Adaptado según Richardson, 1997; Tremaine, 1997; Linkous, 2006; Toit, 2006a.
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los medios a los 3,5 años y se nivelan a los cuatro y, al 
final, mudan los extremos a los 4,5 años y se nivelan 
a los cinco. La muda de los extremos coincide con la 
erupción de los colmillos en el macho, emergen a los 4,5 
y están desarrollados a los cinco años. Después de ésta 
etapa, el caballo posee toda su dentadura de hueso o 
permanente y se dice que tiene la “Boca hecha” (Baker, 
1991; Villanueva-Salcedo, 2001) (Cuadro 2).
Cuarta etapa. Se inicia el rasamiento de los dientes 
permanentes o de hueso; esta etapa inicia con el 
rasamiento de las pinzas a los seis años; luego rasan 
los medios a los siete y, por último, los extremos a los 
ocho años. A los siete años, se forma la primera cola 
de alondra o gavilán, que consiste en la formación de 
un gancho en los extremos superiores (Baker, 1991) 
(Cuadro 3). La estrella dentaria aparece a los siete años 
en las pinzas, luego, en los medios a los ocho años y, 
finalmente, en los extremos, a los nueve años (Martin, 
1999; Walmsley, 1993) (Cuadro 4).
Quinta etapa. Consiste en el cambio de forma que 
toma la cara oclusal o tabla dentaria de los incisivos 
superiores e inicia cambiando a forma redonda por las 
pinzas a los nueve años; luego, los medios a los diez años 
y, por último, los extremos, a los once años. A los diez 
años aparece una mancha café en el extremo superior, 
el surco de Galvayne y desaparece a los 20 años. A los 
once años, se forma la segunda cola de alondra en los 
extremos superiores (Walmsley, 1993) (Cuadro 5).
Cuadro 3. Rasamiento de los incisivos de leche y de hueso en el equino.
Rasamiento de los incisivos en el equino
Incisivos de leche Incisivos de hueso 
Pinzas 1,0 año 6,0 años
Medios 1,5 años7,0 años
 Extremos 2,0 años 8,0 años
Adaptado según Richardson, 1997; Fraústo da Silva et al. 2003.
Cuadro 4. Aparición de la estrella dentaria y del surco de Galvayne en los incisivos del equino.
Estrella dentaria Surco de Galvayne
Pinzas 7,0 años -
Medios 8,0 años -
Extremos 9,0 años > 10 años y <20 años
Adaptado según Richardson, 1997; Fraústo da Silva et al. 2003.
Cuadro 5. Forma que toma la tabla dentaria en los incisivos del caballo.
Forma redonda Forma triangular Forma oval
Pinzas 9 años 13 años > 19
Medios 10 años 14 años > 20
Extremos 11 años 17 años > 24
Adaptado según Martin, 1999; Fraústo da Silva et al. 2003.
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Sexta etapa. Consiste en la forma triangular que toma 
la cara oclusal y que inicia con las pinzas a los 13 
años; luego, los medios a los 14 años y, finalmente, 
los extremos a los 17 años (Peña & Herrador, 1991) 
(Cuadro 5).
Séptima etapa. Se cambia a forma biangular u oval 
y comienza con las pinzas a los 19 años, los medios a 
los 20 y los extremos a los 24 años; sin embargo cabe 
anotar que, a esta edad, muchos equinos han perdido 
su dentadura (Martin, 1999) (Cuadro 5).
Análisis lógico. Al tratar de establecer la edad del 
caballo, se debe determinar qué dientes incisivos tiene; 
luego, si éstos son deciduos, permanentes o de ambos, 
se analiza las características típicas de cada tipo de 
hueso; si posee todos sus dientes de hueso, se procede 
a determinar su rasamiento y, por último, la forma de 
la tabla dentaria. Este procedimiento debe ser pausado 
y minucioso para no cometer errores. Por ejemplo, si 
un equino presenta todos sus incisivos y sólo tiene las 
pinzas de hueso crecidas y los demás incisivos son de 
leche, entonces, el caballo tiene 3,0 años, ya que a los 
2,5 se mudan las pinzas y están crecidas a los 3,0 años; 
pero si tuviese las pinzas y medios de hueso ya crecidos y 
erupcionando los extremos de hueso, indicaría que tiene 
4,5 años y coincidiría con la erupción de los colmillos en 
el macho. Ahora, en un caballo con toda su dentadura de 
hueso (boca hecha), se determina cuáles de los incisivos 
están rasando y si se percibe que solo están rasando las 
pinzas, entonces, tiene seis años. Si, se precisa que ya 
todos los incisivos de hueso rasan, entonces, se procede 
a determinar la forma de la tabla dentaria y dependiendo 
de su forma y qué dientes hacen parte, se concreta la 
edad; por ejemplo si las pinzas y los medios tienen forma 
triangular, el caballo tiene 14 años. 
Datos obtenidos en el servicio ambulatorio de la Clínica 
Médico-Quirúrgica de Grandes animales de la Facultad 
de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad 
de Córdoba, indican que aproximadamente el 60% de 
los equinos examinados (caballos, mulos y burros), no 
mostraron la edad reportada por sus propietarios, al 
confrontarla con la edad establecida por su dentadura, 
existiendo, en la mayoría de los casos (90%), una 
diferencia de edad, que oscilaba entre seis meses y un 
año. El grupo etáreo donde se determinó mayor diferencia 
de edades a las reportadas fue el que se encontraba entre 
4,5 años y 8 años, seguida del grupo, entre 9 y 13 años. 
Esta variación, se podría explicar por la falta de registros 
de los equinos de vaquería, nacidos en la explotación 
o comprados, sin determinar su edad previamente, 
por esta razón, se apela a los datos informados por 
su memoria. Cabe anotar que los caballos utilizados 
en labores de vaquería están en constante descarte y 
adquisición, de igual forma, los operarios y encargados 
de los animales pueden ser cambiados, por lo que se 
pierde la información al no estar depositadas en registros 
físicos y establecidos en forma técnica. Por otro lado, 
los animales que se encuentran en potreros poseen una 
conducta alimentaria diferente a los que se encuentran 
en pesebreras, lo que podría influenciar en la variación 
de la edad reportada con la dentaria.
Los casos en los cuales la edad dentaria correspondía 
con la edad reportada por sus propietarios (40%), fueron 
aquellos que habían nacido en la explotación y tenían 
registros o aquellos que fueron reportados ante la 
Federación Nacional Fedequinas, Federación Nacional 
que expide el registro del caballo. El grupo etáreo donde 
se determinó la edad, en forma más acertada a las 
registradas fue, entre 2,5 y 4,5 años.
Se concluye que la cronología dentaria en equinos es un 
método bastante preciso hasta los ocho años de edad, 
ya que se fundamenta, principalmente, en la erupción 
y el rasamiento de los incisivos de leche, la muda de 
dientes de leche a dientes de hueso y su rasamiento, 
así como la erupción de los colmillos en el macho. De 
igual forma, debido al rasamiento de la tabla dentaria, 
aparecen la cola de alondra y la estrella dentaria; sin 
embargo, después de los nueve años, se hace inexacta la 
estimación de la edad, ya que los cambios que se evalúan 
en la tabla dentaria pueden estar influenciados por 
varios factores, como el tipo de alimento y la conducta 
alimentaria, por lo que es preciso tener en cuenta las 
características específicas de cada individuo, como 
anamnesis, raza, sexo, alimentación o suplementación, 
estabulación o pastoreo.
Este método ha sido de mucho valor técnico en el 
desempeño de las actividades de la clínica de grandes 
animales de la Facultad de Medicina Veterinaria, para 
determinar la edad de los caballos. Principalmente, 
en aquellos ejemplares que se dedican a labores de 
vaquería en explotaciones ganaderas, ausentes de 
registros, expuestos a diferentes condiciones de manejo 
y alimentación, con condiciones corporales deficientes, 
37
Artículo de Revisión Cardona Á., J.A.; Álvarez P., J.; Edad y cronología dentaria caballos
lo que podría hacerlo ver de mayor edad. De allí, es 
de mucho valor interpretar los cambios que posee 
en su dentadura y la influencia de factores externos, 
de esta manera tener datos fehacientes y objetivos 
sobre la edad real o muy aproximada de los caballos 
evaluados, evitando de esta manera engaños, fraudes 
o equivocaciones indeseadas.
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Recibido: Septiembre 20 de 2008
Aceptado: Marzo 26 de 2010

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