Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
578 D I V E R S I D A D M I C R O B I A N A moleculares a la vida a altas temperaturas es la composi- ción de bases de los RNA ribosómicos, que son componentes estructurales y funcionales importantes del ribosoma, que es el aparato que sintetiza las proteínas de la célula ( Sección 4.13). Las especies hipertermófilas de Bacteria y Archaea tie- nen una proporción de pares GC en sus rRNA de la subunidad pequeña hasta un 15 % mayor que otros organismos que crecen a menor temperatura. Los pares de bases GC forman tres puen- tes de hidrógeno en lugar de los dos pares de bases de la AU ( Figura 4.2). El mayor contenido de GC posiblemente con- fiera una mayor termoestabilidad a los ribosomas de estos organismos, lo que facilitaría la síntesis de proteínas a altas tem- peraturas. En cambio, la proporción de GC del DNA genómico de los hipertermófilos suele ser bastante bajo, lo que sugiere que la termoestabilidad específica de los rRNAs de la subunidad pequeña es crítica para la vida en condiciones hipertermófilas. MINIRREVISIÓN ¿Cómo protegen los hipertermófilos las proteínas y el DNA de los efectos de la temperatura? ¿Cómo se protegen los lípidos y los ribosomas de los hipertermófilos de la desnaturalización térmica? 16.14 Archaea hipertermófilas, H 2 y evolución microbiana En el momento en el que surgió la vida celular, hace aproxi- madamente 4.000 millones de años, es casi completamente seguro que la Tierra era mucho más caliente de lo que es ahora. Por tanto, durante cientos de miles de años la Tierra podría haber sido adecuada solo para hipertermófilos. Considerando el análisis previo sobre los límites de temperatura adecuados para la vida, se ha propuesto la hipótesis de que las moléculas celular de solutos, en especial de potasio (K+), o de compues- tos orgánicos compatibles. Por ejemplo, el citoplasma del meta- nógeno hipertermófilo Methanopyrus (Sección 16.4) contiene concentraciones molares del compuesto cíclico 2,3-difosfogli- cerato de potasio. Este soluto impide el deterioro químico del DNA como la depurinación o depirimidinación (pérdida de un nucleótido como consecuencia de la hidrólisis del enlace glico- sídico) por altas temperaturas. Estos cambios químicos pueden originar mutaciones ( Sección 10.2). Este compuesto y otros solutos compatibles, como el dimioinositol fosfato de potasio, que protege frente al estrés osmótico, o las poliaminas putres- ceína y espermidina, que estabilizan los ribosomas y los ácidos nucleicos a alta temperatura, ayudan a mantener en su forma activa importantes macromoléculas celulares. Existe una proteína exclusiva de hipertermófilos que proba- blemente sea la causa principal de la estabilidad del DNA en estos organismos. Todos los hipertermófilos producen una topoisomerasa de DNA denominada DNA-girasa inversa. La girasa inversa introduce superenrollamiento positivo en el DNA de los hipertermófilos (en contraposición al superenrollamiento negativo introducido por la DNA-girasa de la que disponen todos los otros procariotas; Sección 4.4). El superenrolla- miento positivo estabiliza al DNA frente al calor e impide por tanto que la hélice de DNA se desnaturalice espontáneamente. La ausencia de DNA-girasa inversa en los procariotas cuya tem- peratura óptima de crecimiento está por debajo de 80 °C sugiere claramente una función específica para esta enzima en la esta- bilidad del DNA a alta temperatura. Las especies de Euryarchaeota también contienen proteí- nas de unión a DNA muy básicas (cargadas positivamente), que son parecidas en la secuencia de aminoácidos y en el ple- gamiento a las histonas centrales (core) de los organismos del dominio Eukarya ( Figura 2.61). Las histonas arqueanas del metanógeno hipertermófilo Methanothermus fervidus (Figura 16.7c) han sido particularmente bien estudiadas. Estas proteí- nas enrollan el DNA y lo compactan formando estructuras aná- logas a los nucleosomas (Figura 16.27) y mantienen el DNA en forma de doble cadena a muy altas temperaturas. Tales histo- nas se encuentran en la mayoría de Euryarchaeota, entre las cuales hay arqueas halófilas extremas como Halobacterium. Sin embargo, como los halófilos extremos no son termófilos, las histonas de las arqueas pueden tener otras funciones además de la estabilidad del DNA, en particular de ayuda a la expre- sión génica mediante la apertura de la hélice y permitiendo la transcripción. Lípidos y estabilidad del RNA ribosómico ¿Cómo se adaptan los lípidos celulares y la maquinaria de sín- tesis proteica de los hipertermófilos a las altas temperaturas? Prácticamente todas las arqueas hipertermófilas sintetizan lípi- dos del tipo tetraéter de dibifitanilo ( Sección 2.7). Los lípi- dos de este tipo son naturalmente resistentes al calor, porque las unidades de fitanilo que forman cada mitad de la estruc- tura de la membrana están unidas covalentemente entre sí, lo que produce una membrana lipídica monocapa, en lugar de la habitual bicapa lipídica ( Figura 2.17). Esta estructura resiste el efecto normal del calor de destruir la bicapa lipídica formada por ácidos grasos o cadenas laterales de fitanilo, que no están unidas covalentemente. Un aspecto final sobre las adaptaciones S u z e tt e L . P e re ir a Figura 16.27 Histonas y nucleosomas de arqueas. Microfotografía con el microscopio electrónico de DNA plasmídico linearizado, enrollado alrededor de copias de la histona de arqueas Hmf (del metanógeno hipertermófilo Methanothermus fervidus) para formar las estructuras tipo nucleosoma aproximadamente esféricas y teñidas de color oscuro (flechas). Compare esta microfotografía con la ilustración de las histonas y los nucleosomas de Eukarya que se muestra en la Figura 2.61b. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
Compartir