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E C O S I S T E M A S M I C R O B I A N O S 659 U N ID A D 4 y otros elementos radiactivos, y procesos geoquímicos como la liberación de hidrógeno a partir de la oxidación de minera- les de silicato de hierro en los acuíferos. Como donador de elec- trones, el hidrógeno molecular puede cubrir las necesidades de las bacterias que llevan a cabo muchas respiraciones anaeróbicas diferentes, como la reducción de sulfato, la metanogénesis, la ace- togénesis y la reducción de hierro férrico (Capítulo 13), y se han identificado ejemplos de todos estos tipos de fisiología en diver- sos proyectos de investigación de microbiología del subsuelo. Así pues, actualmente la opinión general es que estos tipos de qui- miolitótrofos probablemente dominan el subsuelo profundo. Velocidades de crecimiento y el futuro de la microbiología del subsuelo Las cantidades de bacterias en aguas subterráneas sin contami- nar varían en diversos órdenes de magnitud (de 102-108 por ml), lo cual refleja, principalmente la disponibilidad de nutrientes, sobre todo en forma de carbono orgánico disuelto. Los tiem- pos de generación medidos y estimados para las bacterias del subsuelo profundo varían en muchos órdenes de magnitud, de días a siglos, según el ambiente fisicoquímico, la fisiología de las poblaciones residentes y la disponibilidad de nutrientes. No obstante, los datos relevantes son escasos y nuestro cono- cimiento de la ecología microbiana del subsuelo avanzará de manera notable gracias a tecnologías emergentes como la genó- mica de células individuales, que las caracteriza en su ambiente natural (Capítulo 6, Explorando el mundo microbiano «Genó- mica, una célula a la vez» y Sección 18.11). Por ejemplo, en el subsuelo con escasez de nutrientes, los microorganismos parecen estar adheridos a superficies o formando biopelículas, pero se desconoce si son genética o fisiológicamente diferentes de los microorganismos de las poblaciones planctónicas. profundo que no ha experimentado recarga se ha sugerido como mecanismo para la especiación alopátrica (la emergen- cia de una nueva especie microbiana como consecuencia del aislamiento geográfico). No obstante, la diversidad microbiana descubierta en el subsuelo hasta ahora mediante técnicas que no están basadas en el cultivo (Capítulo 18) no ha sido, en su mayor parte, destacable; los organismos se parecen mucho a las especies de la superficie o de cerca de la superficie. La investigación de la biosfera microbiana profunda ha estado facilitada por las operaciones de minería y perfora- ción que ponen al descubierto el agua de las rocas fracturadas a grandes profundidades. Por ejemplo, las muestras recogidas en una mina de oro de casi 3 km de profundidad en Sudáfrica (Figura 19.15) revelaron la presencia de bacterias y arqueas qui- miolitótrofas y autótrofas. El DNA extraído del agua de las fisu- ras mostró que prácticamente el único organismo presente era una bacteria reductora de sulfato y oxidadora de hidrógeno. El análisis genómico del organismo, hasta el momento sin culti- var pero al que se le ha dado el nombre provisional de Desulfo- rudis audaxviator, indicó que debía de ser termófilo y capaz de crecer de manera autótrofa usando hidrógeno molecular como donador de electrones para la respiración y la fijación de dió- xido de carbono. Además, el organismo contenía genes que codificaban proteínas para la fijación de nitrógeno ( Sección 3.17), lo que significa que podía vivir con una dieta de pocos minerales, CO 2 , SO 4 2–, N 2 e H 2 . Un organismo de estas carac- terísticas estaría bien adaptado al aislamiento a largo plazo en el subsuelo profundo y sería un modelo para los tipos de fisio- logía que esperaríamos encontrar en un ambiente con tal defi- ciencia de nutrientes. Posibles fuentes de hidrógeno para los quimiolitótrofos del subsuelo profundo son la radiólisis de agua por el uranio, el torio Figura 19.15 Obtención de muestras del subsuelo profundo. (a) Obtención de muestra de agua caliente (55 °C) procedente de una fisura a una profundidad de 3.000 m en la mina de oro sudafricana de Tau Tona. (b) Perforación a 600 m en Allendale (Carolina del Sur, EE. UU.) para el Programa de Microbiología del Subsuelo Profundo del Departamento de Energía de los EE. UU. E s ta v a n H e e rd e n Te rr y H a z e n (a) (b) https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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