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Disfemia

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¿Qué es lo que te hace tartamudear?
Todas las personas son diferentes. Algunas cosas las hacen bien y otras mal. Algunos chicos 
pueden correr muy rápido y otros no tanto. Algunos son muy buenos en matemática o 
dibujando; en cambio a otros les cuesta bastante.
Tomemos como ejemplo el dibujo. Para dibujar bien los músculos de tu brazo, tu mano y tus 
dedos deben trabajar todos juntos al mismo tiempo. Cuando hacer un dibujo te resulta difícil,
entonces te cuesta hacer que todos esos músculos trabajen juntos; es como si dibujar fuese 
tu punto débil. Esto no es un gran problema, solo necesitás más tiempo para hacer un buen 
dibujo. Si tratás de hacerlo rápido, hay más posibilidades de que el dibujo te salga mal.
Si nos sos muy bueno en algo y encima tratás de hacerlo rápido, podés ponerte nervioso. Y 
cuando te ponés nervioso las cosas te cuestan todavía más. Especialmente cuando tenés 
miedo de cometer un error, es más probable que esto te pase. Las personas que dibujan bien
no tienen este problema. Pueden dibujar rápido, hasta en los momentos en que se sienten 
tensos, y no tienen miedo de equivocarse.
Pasa lo mismo con el habla. Para algunas personas hablar es muy fácil y nunca tienen 
problemas al hacerlo. Pero las personas que tartamudean tienen su punto débil en esta área.
Algunas veces puede ser difícil para tus labios, tu lengua, tu garganta y tu respiración 
trabajar juntos en forma rápida y suave. Cuando hablás lentamente o te sentís tranquilo, 
quizás no haya problema, y hables muy bien. Cuando hablás solo, cuando cantás o cuando 
hablás con tu perro o con tu gato, te sentís seguro y tranquilo y casi nunca te trabás.
Pero cuando estás apurado y querés decir algo rápido, o cuando estás nervioso, hablar puede
resultar difícil y podés empezar a trabarte. Y si tenés miedo de que tartamudear esté mal y 
tratás con todas tu fuerzas de no hacerlo, hablar puede ser cada vez más difícil. Entonces 
quizás lo que hagas sea cerrar tus ojos o apretar con fuerza o hacer gestos para poder decir 
lo que querés. Los chicos que tienen mucho miedo de tartamudear pueden directamente 
quedarse callados. No atienden el teléfono, no terminan sus oraciones o tratan de encontrar 
palabras que les salgan más fácil. Esto no es nada divertido. Por eso es mucho mejor 
trabarte y no tratar de esconderlo. Te vas a sentir menos nervioso y cuanto más tranquilo 
estés, mas fácil te va a resultar hablar.
A veces, yo tartamudeo
escrito por Eelco de Geus
traducido por Lucía Martínez Echenique
La tartamudez no es ningún chiste...
A nadie le gusta trabarse al hablar. Cuando tartamudeás algunas palabras son difíciles de 
decir. A veces sentís que tu garganta está cerrada y que no podés decir lo que querés. O a 
veces repetís varias veces la primera parte de una palabra.
Para poder seguir hablando a veces hacés fuerza; pero cuanta más fuerza hacés, más te 
trabas. Sentís la fuerza en tu panza y empezás a hacer un montón de cosas raras con tu 
boca y con tu cara para poder seguir hablando. Cuando los demás ven que te trabás, muchas
veces pueden querer ayudarte y algunas veces realmente te ayudan; pero hay otras veces 
en que hacen que te pongas peor.
Las personas que no tartamudean en general no entienden qué es la tartamudez. Quieren 
ayudar pero no tienen la menor idea de cómo hacerlo. Lo podés ver en sus caras, parecen 
confundidos y hasta un poco nerviosos. Cuando la gente se pone nerviosa muchas veces 
hace cosas tontas. No es su culpa. Es porque saben muy poco acerca de la tartamudez. Por 
eso podés mostrarles este libro a otros. Cuando entiendan un poco más lo que es la 
tartamudez, dejarán de ponerse nerviosos. Entonces habrás sido vos el que los ayudó a 
ellos!
A veces tartamudeas y a veces no...
Es fácil darse cuenta por qué a los demás les cuesta entender la tartamudez. A veces te 
cuesta mucho hablar y otras veces lo hacés fácilmente. Cuando jugás solo en tu cuarto o 
hablás bajito, todo está bien. Cuando jugás con tu perro o le hablás a un bebé, las palabras 
te salen sin trabarte. Algunos chicos no tartamudean cuando están enojados y para otros 
tener bronca hace que su tartamudez se ponga peor. Quizás te sea fácil hablar con tu 
hermanito o hermanita pero te cueste hablar con chicos más grandes que vos.
Algunos chicos tartamudean mucho en el colegio y muy poco en su casa. Otros, en cambio, 
hablan fácilmente en el colegio y se traban mucho en su casa. Muchos chicos tartamudean 
menos o nada durante las vacaciones. Pero otros hablan fácilmente cuando van al colegio 
todos los días y tartamudean más cuando están de vacaciones. La mayoría de los chicos se 
traban más cuando están cansados o enfermos, pero hay algunos que se traban menos.
¿Entendés lo que pasa? A las personas que no tartamudean les cuesta mucho entender la 
tartamudez porque ésta va y viene y parece estar cambiando todo el tiempo.
Cada uno habla a su manera. Unos hablan rápido y otros lento. Algunos hablan fuerte y otro 
hablan bajito. Todos tenemos nuestra forma de hablar y cada chico tartamudea de forma 
diferente. ¿No sería aburrido que todos fuésemos iguales?
¿Qué es lo que te hace tartamudear?
Todas las personas son diferentes. Algunas cosas las hacen bien y otras mal. Algunos chicos 
pueden correr muy rápido y otros no tanto. Algunos son muy buenos en matemática o 
dibujando; en cambio a otros les cuesta bastante.
Tomemos como ejemplo el dibujo. Para dibujar bien los músculos de tu brazo, tu mano y tus 
dedos deben trabajar todos juntos al mismo tiempo. Cuando hacer un dibujo te resulta difícil,
entonces te cuesta hacer que todos esos músculos trabajen juntos; es como si dibujar fuese 
tu punto débil. Esto no es un gran problema, solo necesitás más tiempo para hacer un buen 
dibujo. Si tratás de hacerlo rápido, hay más posibilidades de que el dibujo te salga mal.
Si nos sos muy bueno en algo y encima tratás de hacerlo rápido, podés ponerte nervioso. Y 
cuando te ponés nervioso las cosas te cuestan todavía más. Especialmente cuando tenés 
miedo de cometer un error, es más probable que esto te pase. Las personas que dibujan bien
no tienen este problema. Pueden dibujar rápido, hasta en los momentos en que se sienten 
tensos, y no tienen miedo de equivocarse.
Pasa lo mismo con el habla. Para algunas personas hablar es muy fácil y nunca tienen 
problemas al hacerlo. Pero las personas que tartamudean tienen su punto débil en esta área.
Algunas veces puede ser difícil para tus labios, tu lengua, tu garganta y tu respiración 
trabajar juntos en forma rápida y suave. Cuando hablás lentamente o te sentís tranquilo, 
quizás no haya problema, y hables muy bien. Cuando hablás solo, cuando cantás o cuando 
hablás con tu perro o con tu gato, te sentís seguro y tranquilo y casi nunca te trabás.
Pero cuando estás apurado y querés decir algo rápido, o cuando estás nervioso, hablar puede
resultar difícil y podés empezar a trabarte. Y si tenés miedo de que tartamudear esté mal y 
tratás con todas tu fuerzas de no hacerlo, hablar puede ser cada vez más difícil. Entonces 
quizás lo que hagas sea cerrar tus ojos o apretar con fuerza o hacer gestos para poder decir 
lo que querés. Los chicos que tienen mucho miedo de tartamudear pueden directamente 
quedarse callados. No atienden el teléfono, no terminan sus oraciones o tratan de encontrar 
palabras que les salgan más fácil. Esto no es nada divertido. Por eso es mucho mejor 
trabarte y no tratar de esconderlo. Te vas a sentir menos nervioso y cuanto más tranquilo 
estés, mas fácil te va a resultar hablar.
Se necesita mucha habilidad para tartamudear…
¿Te acordás que antes estuvimos hablando de que cada uno tiene su propia forma de 
trabarse?. Algunos chicos repiten muchas veces una palabra o parte de una palabra; a otros 
directamente la palabra no les sale. Algunos hacen cosas raras con su cara y otros no. 
Algunos odian tanto su tartamudez que prefieren ni hablar. A otros parece no importarle y 
siguen hablando como les sale.
Uno podría decir que se necesita mucha habilidad para tartamudear.¿Cómo es tu tartamudez? Fijáte en esta lista. Podés pintar los círculos que digan lo que a vos
te parece que te pasa cuando te trabás.
A vos te pasa que:
 Repetís un sonido muchas veces
 Repetís una palabra muchas veces
 No te sale la palabra
 Dejás salir un poco de aire antes de empezar a hablar
 Cerrás los ojos cuando te trabás
 Haces un sonido mas largo (ssssssssssonido)
 Moves tu cabeza cuando te trabás
 Moves alguna parte de tu cuerpo cuando te trabás
 Dejas de hablar (cuando sentís que vas a trabarte)
 Esperas que otro diga las cosas por vos
 Tratás de encontrar una palabra que sea más fácil
Podrías tratar de enseñarle a tu mamá o a tu papá a trabarse de la forma en que vos lo 
hacés.¡¡¡ Vas a ver cuánto les cuesta hacerlo!!!
Cuando te sentís triste o enojado por tu tartamudez...
A las personas les da bronca que las cosas les salgan mal. Cuando tratás de hacer algo y te 
sale mal una y otra vez, te podés poner de muy mal humor. La gente también puede sentirse
triste cuando las cosas le salen mal.
Quizás no te importe que tu maestra o tu mamá o tu papá te reten una vez. Pero si te retan 
todos los días, seguramente te vas a sentir triste o enojado o las dos cosas.
Cuando las personas grandes están tristes o enojadas en general tratan de disimularlo. Pero 
si los observás con atención, vas a poder darte cuenta de cómo se sienten. Quizás estén mas
calladas que otros días, o les moleste cualquier cosa o quieran estar solas.
Tartamudear de vez en cuando no es un gran problema. Pero si muchas veces te cuesta 
hablar, eso puede darte mucha bronca. Bronca con las palabras. Bronca con la tartamudez. 
Empezás a odiarla. Quizás hablar se vuelva tan difícil que te empieces a sentir triste. Triste 
por la tartamudez. Cuando la gente está triste, llora. Quizás muchas veces te dijeron que 
tenés que ser fuerte y que no tenés que llorar como si fueras un bebé. Pero la tartamudez 
puede hacerte sentir tan mal que está bien que llores por eso. No tiene que darte vergüenza 
hacerlo. Y está bien que te enojes por tu tartamudez y que llegues a odiarla. Si demostrás 
que estás enojado o triste llorando o gritando, quizás te sientas mejor.
Quizás no quieras que los demás se enteren de cómo te sentís, y entonces llores en algún 
lugar donde nadie puede verte ni oírte. Pero te vas a sentir mucho mejor si le contas a 
alguien lo que te pasa.
No sientas vergüenza. Pase lo que pase no te sientas culpable. Tartamudear no es culpa 
tuya.
Sol tiene 7 años. A veces su tartamudez le molesta tanto que la hace sentir triste o enojada. 
Para su cumpleaños le regalaron una muñeca que movía los labios. Le puso de nombre 
"muñeca-tartamuda". Cada vez que ella se siente mal por su tartamudez, va y le cuenta todo
a su muñeca. Si tiene ganas de llorar, su muñeca está ahí para acompañarla. Pero en 
realidad sería mucho mejor que ella le cuente lo que le pasa a otra persona.
Tomás encontró otra solución. Él tiene un montón de autos de juguete. Entonces cuando 
tiene bronca por la tartamudez juega a que los autos chocan unos con otros. Después se 
imagina que la policía viene a ver lo que pasó y él le cuenta por qué está tan enojado.
Cuando se burlan de vos por la tartamudez...
Los chicos se burlan unos a otros por muchas cosas. A uno le hacen burla por ser muy alto y 
a otro por ser muy petiso.
Se pueden burlar de vos por tener una nariz grande o por tener orejas gigantes. Por 
enfermarte muy seguido o por no correr muy rápido. Por ser pelirrojo o por ser lento en 
matemática. Por no tener la ropa que usan todos o por no tener una bicicleta.
Es común que los chicos se hagan burla a veces. Pero supongamos que vos no tenés bicicleta
y que te gustaría mucho tener una y que encima tus amigos se burlan de vos por no tenerla.
Seguramente sus burlas te molestarán mucho. Lo mismo pasa con la tartamudez. Encima de 
que vos ya te sentís mal por tartamudear, los demás te hacen burla.
Cuando te hacen burla vos podés contárselo a la maestra o podés pedirle a tu mamá o a tu 
papá que te ayuden. Pero también podés hacer otra cosa. Podés vos hacerle burla al que te 
burla. Siempre se te puede ocurrir algo para hacer.
Creo que Marcos, de 9 años, encontró una buena solución. Cuando le hacen burla sonríe y 
dice: "volvé cuando puedas tartamudear mejor que yo" y así los chicos dejan de burlarse de 
él!
Algunas personas simplemente no entienden...
La tartamudez cambia todo el tiempo. Cada uno tartamudea a su manera y hasta esto puede
variar de un día para otro. A las personas que no tartamudean les cuesta mucho entender 
esto. A la gente le gusta que las cosas sean siempre iguales. Cuando las cosas cambian todo 
el tiempo, se asustan. No saben cómo manejar aquellas cosas que no entienden.
Tu mamá y tu papá pueden estar preocupados por tu tartamudez. Ellos quieren que todo 
esté bien para vos. Por eso es que tanto ellos, como las demás personas grandes, y como 
también tus hermanos y hermanas, muchas veces quieren ayudarte. En parte porque se 
sienten mal por vos y en parte porque la tartamudez les asusta y les preocupa, y quieren, 
como vos, que se vaya.
Estas son algunas de las cosas que los demás seguramente te dicen para ayudarte:
 "tomá aire antes de hablar"
 "quedáte tranquilo"
 "empezá otra vez"
 "si realmente querés, podés hablar mejor"
 "pará y hablá mas lento"
 "no tartamudees así"
 "antes de empezar a hablar, pensá lo que querés decir"
 "decí todo otra vez"
A veces te ayuda que los demás te digan estas cosas. Pero casi siempre, no. Vos estás 
hablando lo mejor que podés. Y ellos pretenden que lo hagas todavía mejor. Es difícil seguir 
diciendo lo que querés decir cuando te sentís tan presionado. Obviamente la gente no sabe 
que en realidad te están haciendo las cosas más difíciles en vez de ayudarte. Por eso es que 
es importante que vos les cuentes acerca de tu tartamudez, que les expliques qué te 
gustaría que ellos hagan y qué no. Así realmente podrán ayudarte.
Quizás te sea difícil hacer esto solo. Si es así, podés darles este libro a las personas con las 
que más estás o hablarlo con tu mamá o con tu papá para que ellos hablen con los demás.
Pedro tiene 11 años y en donde más tartamudea es en el colegio. Su maestra no entendía 
por qué. Cada vez que él quería decir algo en clase, su maestra se ponía muy nerviosa y 
entonces decía que mejor hable otro chico. Ella pensaba que esto era lo mejor para Pedro 
porque así lo salvaba de tener que hablar y trabarse delante de toda la clase.
Pero en realidad era justamente lo contrario. A Pedro le daba bronca no poder decir nada en 
clase. Entonces lo habló con su mamá y juntos decidieron hablar con la maestra. Los tres se 
pusieron de acuerdo en que Pedro tendría la oportunidad de hablar en clase cada vez que él 
quisiera y que nadie lo molestaría por su tartamudez. Ahora a Pedro le gusta mucho más ir al
colegio.
¡¡¡¡Está bien tartamudear!!!!
No es contra la ley tener orejas grandes, o ser pelirrojo o rubio o ser gordo o tener ropa cara
o una bicicleta nueva o una nariz chiquita. Tampoco está en contra de la ley tartamudear. Si 
vos decidís que tartamudear está mal, vas a hacer más fuerza para no trabarte; y ahora 
sabemos que cuanta más fuerza hacés, peor es. Eso no le gusta a nadie, por eso es que yo 
siempre digo: "está bien tartamudear".
Si vos decidís que tartamudear está bien, no vas a hacer fuerza para dejar de hacerlo. Y si 
no hacés fuerza, hablar será cada vez más fácil. Justamente lo contrario de lo que pensabas 
hasta ahora.
Luz tiene 10 años. Ella estaba muy triste por su tartamudez y había decidido no trabarse 
más. Trataba tanto de no hacerlo que su tartamudez estaba cada vez peor. Su mamá y su 
papá estuvieron de acuerdo conmigo en que estaba bien que ella a veces tartamudeara. 
Jugamos a muchos juegos con la tartamudez y hace poco hicimos este poema:
Ya no te tenés que preocupar,
ahora podés tartamudear.
Estar triste no vale la pena,
tartamudear no es ningún problema.
Nos divertimos mucho haciéndolo. Luz estámucho más contenta. Ya no odia su tartamudez 
como antes y ahora hablar le resulta más fácil.
¡¡¡¡Vos sos muy importante!!!!
Por la tartamudez y por otras cosas que no te gustan de vos, quizás sientas que haces todo 
mal, que sos un desastre. Pensás que no le caes bien a la gente. No solo los chicos se 
sienten de esta manera, muchas personas grandes también. En este caso te olvidaste de 
algo. Te olvidaste de qué importante es que estés vivo y que seas como sos. No existe nadie 
igual a vos en todo el mundo, sos único, sos especial. Te olvidaste de que hay muchas cosas 
que hacés bien y que hay mucha gente que te quiere y que te cuida.
Es feo que muchas veces a la gente le dé vergüenza demostrarle a los demás cuanto los 
quiere. Si sentís que no le importas a nadie y te sentís vacío, acordáte de que sos muy 
importante y así vas a sentirte mejor. Si te cuesta hacerlo solo podés pedirle a tu mamá o a 
tu papá o a alguien en quien confíes, que te ayude a recordarlo.
Pensá en algunas cosas que te gusten hacer y escribílas acá:
1.______________________________________________________________________
2.______________________________________________________________________
3.______________________________________________________________________
4.______________________________________________________________________
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Pensá en algunas cosas que hacés bien y escribílas acá:
1.______________________________________________________________________
2.______________________________________________________________________
3.______________________________________________________________________
4.______________________________________________________________________
5.______________________________________________________________________
Y ahora escribí algunas cosas que pensás que a los demás le gustan de vos:
1.______________________________________________________________________
2.______________________________________________________________________
3.______________________________________________________________________
4.______________________________________________________________________
5.______________________________________________________________________
Lee varias veces lo que escribiste. Podés pensar en más cosas. Acordáte de que sos 
importante, y acordáte de que la gente te quiere porque sos como sos. Sos muy importante. 
¡¡¡Nunca lo olvides!!!
Escuchá a estos chicos
Conozco a muchos chicos que tartamudean. Acá ellos escribieron lo que piensan acerca de la
tartamudez. Quizás sus historias se parezcan un poco a la tuya. Esto es lo que María, de 9 
años, escribió:
"No me gusta tartamudear, es por eso que quiero escribir lo que pienso. Siempre, cuando 
voy a visitar a mis abuelos o a mis tíos y empiezo a decir algo, tartamudeo. Y después 
tartamudeo un montón. Cuando me peleo con mis compañeros en el colegio, ellos se burlan 
de mí y me dicen "tartamuda". Odio la tartamudez. Me da vergüenza y no me gusta. Esta es 
mi historia"
Juan tiene 13 años. Él explica claramente lo que piensa acerca de la tartamudez:
"¿Por qué tengo que tartamudear? Hace un tiempo aprendí a hablar más cómodo y por unos 
años todo estuvo bien. Ahora soy más grande y mi tartamudez está mal otra vez. Volví a 
hacer tratamiento y ya estoy mejorando. Me gusta ir al tratamiento y eso es bueno porque si
no te gusta ir, quizás no te sirva de mucho.
Me gustaría deshacerme de mi tartamudez. ¿Por qué es tan feo tartamudear? Cuando 
tartamudeo, me quedo trabado. La tensión que está en mi boca va aumentando y entonces 
me trabo. Tartamudear no es nada divertido. Pero después pienso: tartamudear no es ningún
pecado, entonces ¿por qué no puedo trabarme un poco?. Y eso me ayuda.
Solamente cuando conozco gente nueva y alguien me pregunta algo, trato de no 
tartamudear. Y entonces tartamudeo todavía más. Cuando quiero decir algo muy rápido, 
también me quedo trabado. Entonces la gente empieza a adivinar qué es lo que quiero decir. 
Ellos quieren ayudarme pero a mí no me gusta porque quiero decirlo yo. Antes hablaba muy 
rápido, pero ahora ya no. Aprendí a decirme a mí mismo:
Si no querés preocuparte, no trates de apurarte.
Quiero trabajar con mi tartamudez y así hablar más fácil algún día."
Manuel no estaba contento con su tartamudez. Él tiene 11 años y el año que viene irá al 
colegio secundario. Viene a tratamiento junto con otro chico. Cada semana hacemos un 
montón de cosas para hablar mas fácil y nos divertimos mucho juntos. Pasarla bien hace que
hablar sea mas fácil. Manuel también escribió su historia:
"Tartamudear no me gusta, pero no me voy a morir por eso. Ahora lo sé. Cuando tengo que 
leer en clase pienso: no voy a tartamudear. Pero igualmente tartamudeo y eso es lo que más
me molesta. Espero aprender mucho y que eso me ayude a sentirme mejor. No sé qué mas 
escribir. Espero que esto sea suficiente."
Ahora viene la historia de Pedro:
"Tengo 13 años. Tartamudeo desde hace muchos años, creo que mas o menos 8. Empecé el 
tratamiento cuando tenía 12 años. Primero fui a una foniatra mujer y después a un foniatra 
hombre. Él me dice que tartamudear está bien, pero yo no pienso lo mismo. A mí me da 
mucha vergüenza trabarme. Para mí es un gran problema."
Y tu historia…¿cuál es?
Leíste algunas historias escritas por otros chicos. Pero vos tenés tu propia historia para 
contar. Sería una buena idea que ahora escribas tu propia historia. Quizás estás enojado con 
tu tartamudez. Entonces podés escribir una carta con enojo. Quizás tu tartamudez no te 
importe mucho. Podés contar que no te importa. O quizás no sepas qué hacer con tu 
tartamudez, o quieras contar todo lo que pensás y sentís acerca de tu tartamudez. Eso 
puede ser un gran alivio. Solamente escribí tu historia y pensá qué es lo que te gustaría 
hacer con ella. Podes guardártela o mostrársela a tu mamá y a tu papá. Vos sos el que tenés
que decidirlo.
También podés mandarnos tu carta a nosotros. Nos encantaría que lo hagas porque nosotros
aprendemos mucho leyendo lo que los chicos que tartamudean tienen para contar. Y cuanto 
más aprendamos de ellos, más podremos ayudar a otros.
Quizás quieras decirle algo a alguno de los chicos que escribieron las historias que leíste en 
este libro. Podés escribir lo que quieras decirles o preguntarles y mandárnoslo. Nosotros nos 
encargaremos de hacerles llegar tu carta. Y si tenés muchas preguntas también podes 
escribirnos a nosotros. Quizás estés haciendo tratamiento con un foniatra. Podés preguntarle
tus dudas a él. Si no querés hacerlo o si no estás haciendo tratamiento, por favor escribínos. 
Quizás nosotros podamos contestar algunas de tus preguntas y entonces te escribiremos a 
vos. Podés preguntar lo que quieras. ¿Tenés nuestra dirección? Podés mandar tu carta a:
Stuttering Foundation of America
P.O. Box 11749
Memphis, Tennessee 38111-0749
U.S.A.
Quién puede ayudarte?
Puede parecer que sos la única persona en el mundo que tartamudea. Por todo lo que leíste, 
ya sabés que eso no es verdad. Hay muchas personas que pueden ayudarte con tu 
tartamudez. Tu mamá y tu papá pueden ayudarte. Pero a veces esto no es suficiente. 
Entonces podés ir a un foniatra. Algunos de ellos saben mucho acerca de la tartamudez y te 
enseñarán a hablar más fácil. También podrán escuchar y entender todo lo que vos pensás y 
sentís acerca de tu tartamudez.
Ellos pueden ayudar a tu mamá y a tu papá a entender la tartamudez. Y si la tartamudez te 
trae problemas en la escuela, ellos pueden decirle a la maestra lo que ella puede hacer para 
ayudarte. Algunos foniatras están especializados en el tratamiento de la tartamudez (esto 
puede darte una idea de qué complicada puede ser). Entonces si para vos la tartamudez es 
un problema, pedile a tu mamá o a tu papá que te lleven a un foniatra.
Para tu hermano y hermana 
Querido hermano o hermana:
Escribí este libro para tu hermano o hermana que tartamudea. Seguramente vos ya sabes 
que él tartamudea y habrás queridoayudarlo cuando le cuesta hablar. Lo que le dijiste o 
hiciste algunas veces lo ayudó y otras veces no. A tu hermano le cuesta menos hablar 
cuando está tranquilo. Quizás ya te hallas dado cuenta de esto. Cuando uno tiene que 
hablar frente a un grupo de gente, puede sentirse nervioso o con miedo, y puede ser difícil
encontrar rápido las palabras.
Tenés suerte de no tartamudear en esas situaciones. Tu hermano o hermana tiene mas 
problemas para hablar cuando se siente nervioso, preocupado o apurado y entonces 
muchas veces tartamudea. Muchas cosas pueden hacer que uno se sienta nervioso o 
preocupado......
Una fiesta de cumpleaños.
Tener que hacer mucha tarea para la escuela.
Irse de vacaciones.
Estar preocupado o ansioso porque algo no te sale bien.
Estar enfermo.
Estar apurado.
Sentir que a alguien no le caes bien.
Tener miedo de equivocarse.
Estas son cosas que pueden hacernos sentir nerviosos o preocupados y entonces nos 
ponemos tensos. Pero no todos reaccionamos igual cuando estamos tensos. El problema 
es que la tartamudez empeora con la tensión y que todos lo notan. Y como tu hermano no
quiere que los demás se den cuenta trata de no trabarse o de esconder la tartamudez lo 
mejor que puede. ¿Y sabés que pasa entonces? Se siente cada vez más tenso y se traba 
cada vez más. Es muy común sentirse nervioso, preocupado o tenso. Nos pasa a todos. 
Pero no nos gusta admitirlo. Pensamos que deberíamos hacer todo bien. Esto es ridículo 
ya que nadie puede hacer todo bien. Pero igual a nadie le gusta equivocarse y eso hace 
que nos sintamos tensos cuando tenemos que hacer algo difícil.
Como para casi todos hablar es fácil, cuesta mucho pensar que a algunos chicos pueda 
resultarle tan difícil. Apenas hay un poco de tensión en el ambiente esto hace que 
empiecen a tartamudear. Vos también a veces tenés que hacer cosas que te hacen poner 
tenso, entonces ¿qué es lo raro de sentirse tenso al hablar?
Si vos aceptás la tartamudez como algo que para vos no tiene nada de malo, tu hermano 
o hermana ya no se sentirá criticado o dejado de lado, el nivel de tensión disminuirá y no 
tratará de esconder la tartamudez. Y eso hará que hablar le resulte mucho mas fácil. Para 
él será de gran ayuda sentir que vos sabés algo acerca de su problema. Gracias por 
ayudarlo.
Para padres y madres 
Queridos mamá y papá:
Sé que hacen lo mejor que pueden para ayudar a su hijo a hablar mas fácil. Deben estar 
enterados de su preocupación y de su incomodidad al hablar. Él trata de no tartamudear, 
pero cuanto más trata, más se traba. Esto es lo que hace que la tartamudez sea un 
problema tan difícil.
Es como tratar de enhebrar una aguja. Si uno está decidido a enhebrarla en el primer 
intento, los dedos se pondrán tensos, la mano empezará a temblar y, por supuesto, esto 
hará que enhebrarla sea más difícil. Uno podrá hacerlo si se relaja y tranquiliza, si se 
permite equivocarse.
Probablemente ustedes a veces le den a su hijo indicaciones o consejos en relación al 
habla. Es entendible que quieran ayudarlo. Quizás les sea difícil escuchar la tartamudez y 
les gustaría que se vaya. Cuando ustedes dicen o hacen algo para ayudar a su hijo, deben 
prestar mucha atención. Si lo que dicen hace que su hijo se relaje y tranquilice, están 
haciendo lo adecuado. Entonces hablará mas fácil.
Per es muy posible que a su hijo no le guste que le den consejos mientras está hablando. 
Entonces no servirá de nada hacerlo. Se sentirá cada vez más tenso. (¿Quizás porque 
interprete que no le está permitido equivocarse?). Piensen en la aguja y el hilo. Cuanto 
más tenso esté su hijo, más difícil será que le salgan las palabras. Los padres saben mejor
que nadie cuando su hijo está tenso o cuando está relajado. Es por eso que les pedimos 
su ayuda. Porque son los que más conocen a su hijo y los que mejor pueden saber lo que 
él siente, es que su ayuda es tan valiosa.
Es importante dejar en claro que lo que hacen los padres nunca es la causa de la 
tartamudez. Su hijo nació con una predisposición a la tartamudez. Esto significa que el 
área del lenguaje es su punto débil. La tartamudez aparece cuando la demanda (en 
cualquier área de la vida) es demasiado grande. La tartamudez no tiene nada de malo en 
sí misma. Pero si su hijo siente que a los demás no les gusta que él se trabe tratará de 
hablar "mejor" y de esconder o detener la tartamudez. Esto hace que la tartamudez 
aumente y ésa es la razón por la cual él sufre.
Entonces recuerden que ustedes no son la causa de la tartamudez de su hijo pero sí son 
los que están más cerca de él y los que le pueden brindar el mejor sostén en su camino 
hacia el logro de una habla más fácil. Su hijo puede sentirse enojado y desanimado por la 
tartamudez. Lo que más necesita es sentir que sus padres le permiten estar triste acerca 
de eso y que entienden lo que le pasa.
Quizás su hijo todavía no se haya animado a hablar con ustedes de su tartamudez. Pero 
igualmente necesita sentir que podría hacerlo. Sería bueno que de vez en cuando en 
forma casual ustedes le pregunten qué piensa o siente acerca de su tartamudez. 
Asegúrense que él pueda sentirse libre de no hablar del tema si todavía no desea hacerlo. 
Quizás estén preocupados por el futuro de su hijo. Compartan sus miedos entre ustedes y 
también con un foniatra. Es importante que tanto ustedes como su hijo no estén 
preocupados. Por eso traten de encontrar pronto ayuda profesional.
La tartamudez puede manifestarse de tantas formas y grados diferentes que no puedo dar
mas que información general acerca del tema. Posiblemente su hijo casi nunca o nunca se 
muestre tenso, y puedan aplicar muy poco de lo que leyeron hasta ahora. Pero si se 
sienten preocupados y ansiosos, no duden en buscar la ayuda que tanto ustedes como su 
hijo se merecen.
Para maestros 
Querido maestro:
Le pedimos que lea esto porque hay uno de sus alumnos que tartamudea. La tartamudez 
cambia de un momento a otro y es diferente en cada chico. Esto hace que sea difícil de 
manejar. Quizás la tartamudez de su alumno no represente un problema para usted o para
los demás chicos. Pero es muy posible que los demás chicos reaccionen de diferentes 
formas a la tartamudez y que usted a veces no sepa como manejar esto.
En general los maestros se preguntan......
¿Podría ayudarlo de alguna forma?
¿Debería pedirle que lea en voz alta?
¿Debería hablar con él de la tartamudez?
¿Debería hablar del problema con toda la clase?
¿Deberíamos todos ignorar el problema?
¿Debería mirarlo cuando se traba o es major que mire hacia otro lado?
Todas estas preguntas son muy comunes. Las respuestas varían según el niño del que se 
trate. Podría empezar averiguando si hace tratamiento con un foniatra; si lo hace sería 
bueno preguntarle qué podría o debería hacer usted. Muchas veces es posible armar un 
plan en el cuál el niño realmente pueda ser ayudado a manejar las situaciones que vive en
la escuela.
A la mayoría de los chicos no les gusta que se los ponga aparte y ser considerados como 
diferentes a los demás. Por eso es bueno asegurarse de que no se le den privilegios 
especiales o de que no sea excluido de ninguna actividad. Si la tartamudez es severa, es 
aconsejable hablar con él abiertamente del tema en forma privada. Algunos niños 
apreciarán esto y se sentirán aliviados. Otros se negarán a hablar del tema. Es mejor 
respetar esto y no obligarlo a hacerlo.
La tartamudez es difícil tanto para él como para usted, por eso es que él necesita todo el 
apoyo que se le pueda dar. Usted puede ayudarlo aceptándolo como es y brindándole 
contención, calidez y comprensión. Él apreciará esto y así se sentirá mas seguro. Gracias 
por su ayuda.
Para abuelos y abuelas 
Queridos abuelo y abuela:
Su nieto necesita de su comprensión y de su apoyo porque tiene un problema. A veces le 
cuesta hablar y tartamudea. Probablemente les cueste entender esto, a la mayoría de la 
gente le pasa. Un día su nieto casi no tiene ninguna dificultad y otro día se traba 
muchisimo. Por favor no piensenque él puede hacer algo con respecto a esto. La 
tartamudez es algo que cambia constantemente dependiendo de factores externos y su 
nieto no puede hacer nada al respecto.
Al visitarlos él siente gran placer y excitación, y esto puede hacer que la tartamudez 
aumente. Por eso es muy probable que se trabe mucho cuando está con ustedes. Les 
pedimos que entiendan esto y que lo ayuden no haciéndole observaciones acerca de la 
forma en la que está hablando. Si lo hacen él se sentirá presionado a hablar mejor. Eso lo 
pondrá mas tenso y así aumentará la tartamudez en vez de disminuirla.
Para un chico puede ser muy duro tener que repetir lo que acaba de decir porque los 
demás no le entendieron. La tartamudez puede hacer que les sea más difícil entenderle, 
especialmente si ustedes ya no oyen como antes. Entonces quizás él tenga que repetir las 
mismas palabras varias veces. A muchos chicos esto los hace sentir incómodos.
No quiero decir que ustedes no deban pedirle a su nieto que repita lo que dijo. Es 
importante que ustedes se entiendan. Pero pueden facilitarle las cosas prestando atención 
a algunos detalles como que haya buena luz para que puedan verse claramente y como 
estar cerca de él para escucharlo mejor. Si la televisión está prendida o alguien está 
pasando la aspiradora, sería mejor apagarlos cuando estén hablando. Estos detalles harán
las cosas mas fáciles para los dos.
Todo sale mas suavemente cuando estamos relajados y esto también sucede con el habla 
de su nieto. Podemos relajarnos cuando nos sentimos cómodos y seguros. Quizás puedan 
tener en cuenta otras cosas que ayuden a su nieto a sentirse así cuando está con ustedes 
(como darle un gran abrazo para demostrarle su cariño o recordando jugar a su juego 
favorito o teniendo pequeñas salidas juntos). En nombre de su nieto, quiero agradecerles 
por el apoyo que ustedes le brindan.
Para tíos y tías 
Queridos tío y tía:
Su sobrino o sobrina tartamudea. Quizás se pregunten por qué la tartamudez es tan 
variable, por qué es tan notoria algunos días y casi nada otros. Probablemente hayan 
notado que el habla de su sobrino o sobrina no mejora cuando tratan de ayudarlo dándole 
consejos. Esto es parte del problema de la tartamudez. Nos gustaría pedirles que 
simplemente la acepten como se presenta.
Su sobrino no entiende muy bien qué es lo que hace que la tartamudez aumente o 
disminuya y todavía no cuenta con los medios para modificar su forma de hablar. Sabemos
que es importante apoyarlo emocionalmente. Una actitud cálida y comprensiva ayudará 
mas a disminuir la tartamudez que las observaciones mejor intencionadas. También es 
importante darle más tiempo para hablar. Así él se sentirá más cómodo y esto hará que 
hablar sea menos estresante.
Está bien hablar abiertamente de la tartamudez cuando se da la oportunidad para hacerlo.
Si nadie habla del tema, el niño puede sentir que la tartamudez es tan fea que nadie ni 
siquiera quiere hablar de ella. Si se hace de la tartamudez un tema tabú, el niño se 
convencerá de que tartamudear es algo realmente malo. Esta idea generará gran tensión 
y esto aumentará la tartamudez. Pueden ayudarlo tratando de mantener un ambiente 
calmo, tomándose el tiempo para conversar juntos, o eligiendo un lugar donde no sean 
interrumpidos inesperadamente, y mirándolo a la cara mientras están hablando. Por su 
puesto que esto no será posible cada vez que se vean, pero todo lo que se le parezca será
de gran ayuda.
También lo ayudará especialmente el hecho de saber que ustedes están interesados en la 
tartamudez y que quieren saber más acerca de ella. Se sentirá menos solo. Gracias por 
querer ayudarlo.
Cuento de hadas
Había una vez un niño llamado Joaquín que vivía en un país muy lejano, en una casa muy 
grande. Joaquín vivía con un brujo y una bruja que lo habían robado de sus padres cuando 
era muy pequeño. Nadie los había descubierto porque se disfrazaban de personas ricas y 
honestas. Para hacer su disfraz mas real tenían este pequeño niño que debía llamarlos mamá
y papá.
Eran muy pero muy estrictos con Joaquín y le exigían que haga todo perfecto. Lo vestían con
las mejores ropas y lo obligaban a ser amable con todos. Joaquín tenía una bicicleta nueva 
pero no lo dejaban usarla porque podia ensuciarla. La gente que iba de visita se sorprendía 
ante el lindo cuarto de Joaquín que estaba lleno de los mejores juguetes. Pero esto también 
era falso. Joaquín no podía jugar con ningún juguete porque podía romperlos. Y, por 
supuesto, tampoco lo dejaban invitar ningún amigo porque podían arruinar los lujosos 
muebles, o porque su ropa podía ensuciarse.
Como se imaginarán, Joaquín no tenía ningún amigo en la escuela, y muchas veces sus 
compañeros se burlaban de él. Tampoco lo dejaban hablar cuando iban visitas a su casa 
porque tartamudeaba. El brujo y la bruja no querían que la gente sepa que su hijo no era 
perfecto. Como se imaginarán Joaquín era muy infeliz. Creía que hacía todo mal y que nadie 
lo quería. A veces se enojaba por esto y otras veces se sentía tan solo y triste que se dormía 
llorando. Trataba de hacer todo como "sus padres" querían, pero en su interior se sentía cada
vez peor.
Un día llegó un hombrecito encorvado que esperó a Joaquín en la entrada de la gran casa. Le
contó lo que nosotros ya sabemos, que había sido raptado por un brujo y una bruja. También
le contó que sus padres verdaderos lo habían estado buscando pero que habían perdido la 
esperanza de encontrarlo y habían vuelto a su casa. Luego el anciano le dijo a Joaquín que si
él se animaba a emprender solo un largo viaje, podría encontrar a sus padres verdaderos 
que nunca habían dejado de quererlo y de extrañarlo.
Joaquín decidió enseguida ir a su encuentro. Había pasado demasiado tiempo sintiendose 
solo e infeliz. Puso su mejor ropa en una valija y empezó su camino. Realmente fue un largo 
camino. Tuvo que cruzar peligrosos pantanos, subir montañas y recorrer bosques. Pero cada 
vez que necesitaba comida o refugio, lo conseguía; era como si alguien invisible lo guiara.
Un día llegó a un pueblo que le parecía recordar de hace mucho pero mucho tiempo. 
Entonces, de repente, su corazón empezó a latir lleno de esperanza y le preguntó a la primer
persona con la que se encontró si sabía donde vivían sus padres. El hombre con el que habló 
tartamudeaba y todas las personas con las que se encontró en el camino también 
tartamudeaban. Pronto estuvo en la puerta de su vieja casa. Qué gran sorpresa fue para sus 
padres ver a su hijo nuevamente. Esa misma noche hicieron una gran fiesta en su honor. 
Había muchas cosas ricas para comer y todos estaban contentos. Cuando finalmente se fue a
dormir se sentía muy pero muy feliz.
A la mañana siguiente se puso su mejor ropa y se portó muy pero muy bien con todos. Se 
sentó muy quietito en una esquina y no tocó nada porque le habían enseñado a no hacerlo. 
Su mamá y su papá estaban sorprendidos y extrañados por su comportamiento. Le 
preguntaron: ¿Por qué estás vestido en forma tan prolija y por qué te sentás en una 
esquina? ¿Por qué no salís a jugar? ¿Por qué no hablás con nadie?.
Entonces Joaquín les contó todo sobre su vida en la gran casa de aquel país lejano. Y su 
mamá y su papá le dijeron: "Ahora todo eso se terminó. Acá podes divertirte y hacer las 
cosas que te gusten. No nos importa que tu ropa se ensucie. Podés hablar con todos y decir 
lo que quieras decir. Y no tenés que hablar con cuidado porque en este país todos 
tartamudeamos cuanto queremos."
Joaquín estaba tan contento que se puso a saltar de alegría. Salió rápidamente de su casa y 
corrió y jugó y habló como nunca lo había hecho antes. Y ésa noche hubo otra gran fiesta 
porque esta vez Joaquín realmente había vuelto a su casa. Y desde ese momento Joaquín 
vivió feliz para siempre!!!!!!!!!!!
Mensaje final
¡La tartamudez no es ningún chiste! Por eso es muy importante que sepas que no estás solo.
Hay mucha gente que entiende lo que te pasa y que desea ayudarte. También es importante 
que sepas que tartamudearno es culpa tuya. Es importante que tu mamá, tu papá y todas 
las personas que te rodean sepan más sobre la tartamudez. Cuanto más sepan, mejor van a 
entender lo que te pasa y mejor podrán ayudarte. Entonces vas a estar seguro de que está 
bien que seas como sos, tartamudees o no.
Acerca del autor...
Eelco de Geus vive en Holanda. Se ha especializado en el tratamiento de la tartamudez y 
trabaja con niños escolares y con sus padres, así como también con adolescentes y adultos. 
Organiza talleres sobre tartamudez tanto en su país como en otras partes del mundo
El Nino Con Tartamudez Moderada
 Un niño con tartamudez moderada repite sonidos más de dos veces co-co-co-co-
como esto. Se evidencia tensión y dificultad en los músculos faciales, especialmente 
alrededor de la boca.
 El tono de la voz puede elevarse con las repeticiones y ocasionalmente el niño 
experimentará un "bloqueo", ningun flujo aéreo ni voz por varios segundos.
 Trate de servirle como modelo, con un lenguaje lento y relajado cuando hable 
con él, y aliente a otros miembros de la familia a hacer lo mismo. No hable tan despacio 
que suene anormal, sino mantenga una actitud sin prisa, con muchas pausas. El "Tío 
Gamboin" de la televisión es un buen ejemplo de este estilo de lenguaje.
 El lenguaje lento y relajado puede ser muy efectivo cuando se combina con algún
tiempo diario en que el niño tiene la atención exclusiva de alguno de sus padres. Algunos
minutos pueden reservarse diariamente en los que usted no haga nada más que 
escucharle a su hijo, para que él le cuente lo que a él se le ocurra.
 Cuando su hijo le hable o le pregunte algo trate de hacer una pausa de 
apróximadamente un segundo, antes de contestar. Esto ayudará a que el lenguaje de su 
hijo esté menos presionado y sea más relajado.
 Trate de no sentirse molesto ni sorprendido si la tartamudez aumenta, su hijo 
está haciendo lo más que puede mientras se habitúa al aprendizaje de nuevas destrezas 
de lenguaje, todo simultáneamente. Su actitud paciente de aceptación lo va a ayudar 
inmensamente.
 Las repeticiones y prolongaciones de sonidos son la forma más sana de 
tartamudez. Es beneficioso todo lo que le ayude a su hijo a tartamudear así, en vez de 
tartamudear tensamente o evitando palabras.
 Si su hijo está frustado o molesto a veces, cuando su tartamudez está peor, déle 
seguridad. Algún niño responderá positivamente a algo como: "Sé que a veces es dificil 
hablar " ..., pero mucha gente se bloquea cuando se les dice: "está bien, no te 
preocupes". Otros niños se sienten tranquilos cuando se les toca o se les da un abrazo, 
cuando se sienten frustrados.
 Las disritmias pueden desaparecer y reaparecer, pero en este momento el niño 
tartamudea más de lo que habla de una manera normal.
 
. 
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El Nino Con Tartamudez Severa
•Si su hijo tartamudea en más del 10% de su lenguaje, o con un esfuerzo 
considerable, o evita tartamudear cambiando palabras y empleando sonidos
antes de iniciar el lenguaje, es signo de que necesita terapia de lenguaje. Es
decir son más frecuentes los bloqueos completos de lenguaje, que 
repeticiones o prolongaciones, y se observan disritmias prácticamente en 
todas las situaciones de lenguaje.
•Busque un especialista en foniatria certificado por el American Speech-
Language-Hearing Association. O bien, póngase en contacto con nuestra 
Fundacion para la Tartamudez, nos puede llamar al (800) 992-9392 y le 
podremos dar referencias sobre Instituciones y especialistas que podrán 
prestarle ayuda.
•Las recomendaciones indicadas a los papás con niños con tartamudez 
moderada son también apropiadas cuando el niño tiene un problema más 
severo. Trate de tener siempre presente que si usted habla pausadamente y
en forma relajada puede ayudar mucho más a su hijo sirviendole de modelo.
Esto es mucho más útil que decirle que se relaje y que hable despacio.
•Motive a su hijo a que le hable sobre su tartamudez. Muestre paciencia y 
aceptación mientras lo discute. Resolver la tartamudez está mucho más 
relacionado con perder el miedo, que con tratar de empeñarse en lograrlo. 
Motive a su hijo.
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El uso del teléfono
Llamando a los demás & Recibiendo llamadas
La Preparación
Asegúrate que sepas porqué estás llamando. Escribe los puntos claves en un papel y sostenlo
delante tuyo cuando estés llamando.
Intenta llamar a un amigo/a o familiar justo antes de la "gran llamada"; esto te podría 
ayudar a relajarte.
Si tienes una lista de llamadas que hacer, enuméralas, en orden ascendente a su dificultad. 
Empieza con la más sencilla y vé subiendo hasta la más difícil.
No intentes evitar esa llamada que tienes que hacer. Esta circunstancia acentuará el 
problema.
La Llamada
Muy a menudo, lo difícil es contactar con la persona adecuada; si te ponen con una 
operadora, ¿Sería más fácil decir el número de la extensión o de departamento que decir el 
nombre de una persona?
Ten en mente algunas primeras palabras, se flexible en lo que quieres decir. Si empiezas a 
tartamudear, hazlo de forma abierta y suavemente, intenta no forzar la emisión de las 
palabras y sobre todo acuérdate de hablar más despacio.
No deben preocuparte mucho los "silencios", ocurren en todas las conversaciones. 
Concéntrate sobre lo que debes decir y no en tus "bloqueos". Tu objetivo es "comunicar", 
tartamudees o no.
Observa tu habla fluida; muchos tartamudos se olvidan sobre las situaciones en que son 
fluidos. Cuando estes fluido, haz más llamadas, aprovecha la situación. La fluidez en el habla
conlleva confianza y la confianza a fluidez.
Observándose uno delante del espejo mientras se realiza la llamada, te ayudará a que 
puedas ver donde se acumula la tensión en tu cara y otras partes del cuerpo. Si 
perseverastes delante de una llamada difícil y te pareció que conseguistes comunicar bien tu 
mensaje recuerda el sentimiento positivo de autoestima que conseguistes con ello y el éxito 
que has conseguido.
Comprobando cómo lo hicistes
Muchas personas, no sólo las que tartamudean, llaman por teléfono siendo conscientes de 
que ese dia no tienen un habla fluída o que no han conseguido transmitir correctamente su 
mensaje.
Si piensas que esta llamada ha provocado en ti un aumento de ansiedad y nerviosismo, 
intenta olvidarla; adopta una postura positiva, acuérdate que habrá futuras conversaciones 
donde tartamudearás de forma más fluida o no lo harás.
Cada situación en que hables te proporcionará nuevas experiencias de las cuales podrás 
aprender. Si puedes, en casa, graba tus conversaciones telefónicas; anota cuidadosamente 
tu habla, haciendo hincapié en la velocidad utilizada y en lo que acontece antes de un 
bloqueo. Aprende de cada grabación y prepara nuevas estrategias para futuras llamadas. 
Llevar a cabo esta actividad, durante un período de tiempo, te ayudará a identificar las 
palabras y problemas recurrentes.
Recibiendo llamadas
Esta es el área donde tienes menos control, sin embargo puedes "salir al encuentro" de esa 
"tensión" que sientes cada vez que suene el teléfono.
Contesta siempre la llamada a tu ritmo. No corras a responder el teléfono. De nuevo prepara 
palabras iniciales: el nombre de tu organización, tu número de teléfono o tu nombre. Utiliza 
lo que te resulte más cómodo para ese momento.
Concéntrate en la llamada que recibas. Acepta el hecho de que las personas que te rodean 
pueden oir y ver tu bloqueo pero no permitas que su presencia te distraiga de tu llamada.
No tengas miedo a un silencio inicial si te cuesta emitir la primera palabra. Es bastante 
normal que alguien conteste el teléfono y luego no hable, bien porque está acabando una 
conversación con un compañero o porque ha cogido el teléfono de otra persona.
La persona que te llama, también puede tartamudear, ten paciencia con otras personas que 
pueden ser tan ansiosas como tú y que pueden estar poniendo en práctica los puntos 
anteriormente citados.
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Cómo Reaccionar Cuando Se Habla Con Alguien 
Que Tartamudea
 Evitar hacercomentarios como: "Más despacio", "Ponte tranquilo", "Respira 
hondo", "Relájate", "No te pongas nervioso"... solo consiguen acentuar la situación.
 Te sentirás "tentado" a acabar las palabras o frases. Procura no hacerlo.
 Mantén un contacto visual y no te avergüences o sonrojes delante de la 
situación.
 Utiliza tú mismo un ritmo pausado a la hora de hablar con una persona con 
disfluencias, sin llegar a parecer poco natural o exageradamente lento. El hablar pausado
crea buena comunicación con cualquier persona con quién hablas.
 Intenta transmitir a la persona que lo importante es lo que está diciendo y no 
cómo lo dice.
 Ten en cuenta que normalmente una persona con dificultades en su habla tendrá 
más dificultad en controlarse hablando por teléfono. Sé extremadamente paciente. Si 
respondes el teléfono y no oyes nada, asegúrate que no sea alguien con problemas de 
tartamudez.
 
. 
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Los chicos en las distintas etapas escolares
Los chicos en Kindergarden y pre-escolar
Todos los niños de este grupo de edad están muy ocupados aprendiendo a 
hablar, por ello cometen errores de lenguaje. Estos errores se llaman 
"distritmias."
Algunos niños las presentan más que otros, y esto es normal. Existen ciertos
niños, sin embargo, que tienen múltiples disritmias, particularmente de 
repetición y prolongación de sonidos, muy fácilmente detectables para 
quien los escucha.
Si usted está preccupado de que exista un problema, por el que el niño 
pueda desarrollar tartamudez, no le preste ninguna atención especial en 
este punto. Lo mejor es consultar con un especialista para darle 
indicaciones. Es importante también hablar con los padres para que les den 
su opinión sobre el problema para poder tener una acción conjunta y 
consistente.
En la mayoría de los casos, si la gente relacionada con estos niños, los 
escuchan con paciencia y les responden de una forma calmada y tranquila 
el lenguaje del niño recupera su normalidad, y tanto sus capacidades 
lingüisticas como su ajuste escolar mejoran.
Los chicsos en la escuela Primaria
Existen niños en este grupo de edad, que no sólo repiten y prolongan 
sonidos marcadamente, sino que también titubean, se tensan y frustranen 
sus esfuerzos para hablar. Necesitan ayuda. Sin ella, su problema de 
disfenia probablemente afecte su desempeño en clase. Tal como se sugiere 
con el niño pre-escolar, si su escuela tiene contacto con un médico-foniatra, 
consulten con él así como con sus padres, para que su aproximación sea 
consistente.
Una preocupación mayor para la mayoría de los maestros es la reacción del 
niño, a su disfonia, en la clase. En un extremo está el niño que puede estar 
totalmente despreocupado de su problema; y en el otro extremo, estará el 
niño que llorará y se negará a hablar. Aunque la mayoría se encuentra en un
término medio.
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Actividades con los chicos en clase
Cómo interrogar a los alumnos
 Mientras usted haga preguntas en la clase, puede facilitar ciertas cosas para el 
niño que tartamudea.
 Inicialmente, hasta que se ajuste a la clase, hágale solo preguntas que puedan 
ser contestadas con pocas palabras.
 Si va a hacer preguntas a cada niño de la clase, procure que el alumno con 
problemas sea de los primeros en contestar, ya que la tensión y preocupación se 
incrementarán mientras espera su turno.
Indíqueles a los alumnos que:
1. Tendrán tanto tiempo como requieran para contestar sus preguntas.
2. Que usted está interesado en que se tomen su tiempo y piensen sus respuestas, 
y no sólo contesten rápidamente.
Leyendo en voz alta en clase
Muchos niños que tartamudean son capaces de realizar lecturas orales en la clase, de 
manera satisfactoria, especialmente si han podido practicar en casa. Sin embargo habrá 
algunos que tartamudearán severamente al hacerlo en público.
Muchos ninos que tartamudean tienen fluidez cuando leen al unísono con alguien más.
Aunque no llame al niño que tartamudea, dele una oportunidad con el apoyo de algun otro 
niño.
Permita que todos los niños puedan leer en pares, para que el niño que tartamudea no se 
sienta especial, gradualmente se tendrá más confianza y podrá llegar a leer por sí mismo.
Etologia
A pesar de que las causas de la tartamudez aún no se 
conocen a plenitud, la información de que disponemos indica que ésta surge de una 
combinación de factores genéticos y ambientales. Los genetistas han encontrado indicios de 
que la predisposición a la tartamudez se hereda y de que se da más entre los varones. La 
idea de la herencia se respalda con el estudio de mellizos, demostrándose que existe mayor 
concordancia para la tartamudez entre parejas de mellizos idénticos que entre los llamados 
gemelos falsos. Se cree que en algunos casos el daño cerebral congénito también puede 
predisponer a la tartamudez. Sin embargo, en muchos niños que tartamudean no hay 
antecedentes familiares del trastorno ni indicios claros de daño cerebral.
La tartamudez generalmente comienza durante el período de intenso desarrollo del habla y 
del lenguaje, cuando el niño pasa de usar frases de dos palabras a utilizar oraciones 
complejas, normalmente entre los dos y cinco años de edad, aunque puede surgir tan 
temprano como a los 18 meses. Los esfuerzos del niño para aprender a hablar y el estrés 
normal del crecimiento pueden provocar las breves repeticiones, vacilaciones y 
prolongaciones de sonidos que caracterizan tanto el tartamudeo incipiente como la llamada 
disfluencia normal de la infancia. En la mayoría de los niños, estas primeras señales de 
tartamudez disminuyen paulatinamente hasta desaparecer, pero persisten en otros. Éstos 
pueden empezar a mostrar mayor y más prolongada tensión física al hablar, a la vez que sus 
dificultades le infunden sentimientos de vergüenza, temor o frustración.
Este proceso se puede atajar si los padres reciben asesoramiento y el niño un tratamiento 
adecuado antes de que haya desarrollado reacciones sociales y emocionales negativas frente 
al tartamudeo. Si tal es el caso, el pronóstico es favorable.
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Disfluencia o Tartamudez
Puede ser difícil distinguir entre la disfluencia que es parte 
normal del desarrollo y las primeras señales de tartamudez.
Por consiguiente, el diagnóstico de la tartamudez es casi siempre provisional y se basa tanto 
en la observación directa del niño como en la información que proporcionen los padres 
respecto a cómo éste se expresa en diferentes situaciones y momentos.
La sección siguiente (y este cuadro comparativo) ayudarán al médico a distinguir entre la 
disfluencia normal, el tartamudeo leve y el tartamudeo grave, con el fin de que pueda 
delegar el caso a un especialista cuando sea lo indicado.
La disfluencia normal
Entre los 18 meses y los siete años de edad, muchos niños atraviesan períodos de disfluencia
del lenguaje vinculada a sus esfuerzos por aprender a hablar. Los niños de entre 18 meses y 
tres años de edad con disfluencia normal suelen repetir los sonidos, las sílabas y las 
palabras, casi siempre al iniciar una oración. Por lo general, esto ocurre en una de cada diez 
oraciones.
Después de los tres años de edad, el niño con disfluencia normal no suele repetir sonidos o 
sílabas sino palabras ("No-no-no puedo.") y frases completas ("No puedo-no puedo-no puedo
ir".) También es común que usen "expresiones de relleno" como "eh" y "um", que cambien 
de tema en medio de una oración, que se corrijan y que dejen oraciones sin terminar. Los 
niños normales pueden manifestar disfluencia en cualquier momento, pero ésta tiende a 
aumentar cuando están cansados, entusiasmados, agitados, o se les está apurando para que
hablen. También pueden perder fluidez cuando hacen o contestan preguntas.
La falta de fluidez de estos niños puede hacerse más frecuente por varios días o semanas o 
casi desaparecer por semanas o meses y después reaparecer.
En general, los niños con disfluencia normal parecen no estar conscientes de ella y no 
muestran sorpresa o frustración ante sus errores. Lasreacciones de los padres suelen ser 
más diversas. La mayoría de los padres o no notan estas faltas de fluidez en sus hijos o las 
consideran normales.
Algunos padres, sin embargo, pueden mostrar extrema sensibilidad al desarrollo del lenguaje
de sus hijos y preocuparse innecesariamente por lo que es un comportamiento normal. Estos
padres, los preocupados en exceso, sacarían provecho de acudir a un foniatra - logopeda o 
terapeuta del habla - para que evalúe al niño y los asesore.
Cuadro comparativo
La tartamudez leve
Al igual que la disfluencia normal, la tartamudez leve puede hacerse más evidente cuando el 
niño comienza a formular frases de dos palabras. Los niños con tartamudez leve pueden 
demostrar las mismas repeticiones de sonidos, sílabas y palabras que los niños con 
disfluencia normal, pero suelen repetirlos más a menudo en general y más veces en cada 
ocasión que lo hacen.
Por ejemplo, en lugar de repetir una o dos veces una sílaba, la repiten cuatro o cinco veces: 
"¿Me-me-me-me lo puedes alcanzar?".
http://www.tartamudez.org/node/33
http://www.tartamudez.org/node/21/#grave
http://www.tartamudez.org/node/21/#leve
http://www.tartamudez.org/node/33
También puede que alarguen los sonidos de vez en cuando, diciendo, por ejemplo, 
"Mmmmmmami, mmmmme duele". Los niños con tartamudez leve suelen, además, 
reaccionar ante su disfluencia.
Pueden, por ejemplo, parpadear o cerrar los ojos, mirar hacia un costado o tensar la boca al 
tartamudear. Otro signo de tartamudez leve es la persistencia cada vez mayor de las trabas 
normales. Como se dijo anteriormente, las faltas de fluidez normales suelen surgir por unos 
días para después desaparecer.
La tartamudez leve, en cambio, se manifiesta con mayor regularidad. Puede que ocurra sólo 
en situaciones específicas, pero es más probable que se repita en estas mismas situaciones, 
día tras día. Un tercer indicio de tartamudez leve es que el niño se muestre, quizás no 
profundamente preocupado por su problema, pero sí momentáneamente avergonzado o 
frustrado. En esta etapa del trastorno, el niño puede incluso preguntar a los padres por qué 
le cuesta tanto hablar.
La reacción de los padres a la tartamudez leve varía. En su mayoría, se sentirán al menos un
poco preocupados y se preguntarán qué deben hacer y si ellos son los culpables. Unos pocos 
ni se darán cuenta de que existe un problema. Otros podrán sentirse muy preocupados pero 
negarlo en un principio.
Cuadro comparativo
La tartamudez grave
Los niños con tartamudez grave dan muestras de gran tensión, esfuerzo físico y lucha por 
esconder su tartamudez y pueden incluso evitar hablar. Aunque la tartamudez grave es más 
común entre los niños mayores, puede surgir en cualquier momento entre el año y medio y 
los siete años de edad. En algunos casos, aparece después de un período de tartamudez leve
de meses o hasta años de duración. En otros casos, surge de repente, sin que la preceda un 
período de tartamudez leve.
La tartamudez grave se caracteriza por la disfluencia de lenguaje en casi todas las 
expresiones verbales del niño. El tartamudeo suele durar un segundo o más. El alargamiento
de los sonidos y los bloqueos verbales ocurren a menudo. El niño que padece de tartamudez 
grave puede, al igual que el niño con tartamudez leve, manifestar actitudes relacionadas con 
la tartamudez, tales como cerrar los ojos, parpadear, apartar la vista o tensar los músculos 
de la boca y otras partes de la cara. Mucho de su tensión se puede advertir por la manera en
que la voz se le atipla o agudiza al repetir o alargar los sonidos. También es posible que 
anteponga sonidos como "um", "eh" y "bueno" a las palabras con las cuales espera trabarse.
La tartamudez grave es más probable que persista, especialmente en aquellos niños que han
tartamudeado por 18 meses o más, aunque algunos se recuperarán de manera espontánea. 
La frustración y la vergüenza que genera esta dificultad pueden infundir en el niño el miedo a
hablar. El niño con tartamudez grave suele mostrarse nervioso o defensivo en situaciones 
donde espera que le pidan que hable. Aunque es probable que tartamudee todos los días, se 
le notará más algunos días que otros.
Los padres de niños con tartamudez grave inevitablemente se preocupan de si el niño 
tartamudeará siempre y se preguntan qué podrían hacer para ayudarlo. Muchos también 
creen, erróneamente, que algo que ellos hicieron ha causado la tartamudez.
En casi todos los casos, los padres no han hecho nada que cause la tartamudez. Han tratado 
al niño que la padece igual que a sus otros hijos, pero no obstante siguen sintiéndose 
responsables del problema.
Es importante que estos padres sepan que la tartamudez de su hijo es el resultado de 
múltiples factores y no simplemente de algo que ellos hicieron o dejaron de hacer.
http://www.tartamudez.org/node/33
Las diferencias entre la disfluencia normal, la tartamudez leve y la tartamudez grave se 
resumen en la Tabla 1: Diferencias a considerar, diseñada con el propósito de ayudar al 
médico a determinar la necesidad de recomendar a su paciente a un foniatra. (logopeda, 
terapeuta del habla).
¿Cuándo remitir a un foniatra?
Diferencias a considerar
 
Niño con
DISFLUENCIA
NORMAL
Edad de inicio: 1 ½ a
7 años
Niño con
TARTAMUDEZ LEVE
Edad de inicio: 1 ½
a 7 años
Niño con
TARTAMUDEZ GRAVE
Edad de inicio: 1 ½ a
7 años
Conducta 
verbal que se
oye u 
observa:
Repeticiones de 
sonidos, sílabas o 
palabras esporádicas 
(no más de una vez 
cada 10 oraciones) y 
breves (de 1/2 
segundo o menos de 
duración). Ej: Di-di-
dime.
Repeticiones de 
sonidos, sílabas o 
palabras frecuentes
(3% de la 
expresión total o 
más) y largas. Ej: 
Di-di-di-dime. 
Prolongaciones de 
sonidos de vez en 
cuando.
Repeticiones de 
sonidos, sílabas o 
palabras muy 
frecuentes (10% de la
expresión verbal o 
más) y a veces muy 
largas (de un segundo
o más). 
Prolongaciones de 
sonidos y bloqueos 
frecuentes.
Otras 
conductas 
que se oyen u
observan:
Uso ocasional de 
pausas, vacilaciones, 
palabras de relleno 
como "eh" o "mm", 
frases incompletas y 
reformulación 
(modificación) de 
frases.
Las repeticiones y 
prolongaciones 
comienzan a estar 
acompañadas de 
cierre de ojos, 
parpadeo, miradas 
al costado y un 
poco de tensión 
muscular en los 
labios o alrededor 
de la boca.
Similares a la 
tartamudez leve pero 
más frecuentes y 
evidentes, posible 
agudización (elevación
de tono) de la voz 
durante el 
tartamudeo. Uso de 
sonidos o palabras 
adicionales al 
comenzar a hablar.
Cuando las 
dificultades 
se hacen más
evidentes:
Suelen aparecer y 
desaparecer cuando 
el niño está cansado, 
excitado, hablando de
temas nuevos o 
complejos, haciendo o
respondiendo a 
preguntas o hablando
con alguien que no le 
presta atención.
Suelen aparecer y 
desaparecer en 
situaciones 
similares, pero en 
general, están 
presentes más de 
lo que están 
ausentes.
Suelen estar 
presentes en la 
mayoría de las 
situaciones. Son 
mucho más 
constantes y fluctúan 
mucho menos.
Reacción del 
niño:
Ninguna reacción 
aparente.
Algunos se 
muestran poco 
preocupados; otros
sienten frustración 
y vergüenza.
Casi todos sienten 
vergüenza y algunos 
tienen miedo de 
hablar.
Reacción de 
los padres:
Desde ninguna 
reacción a una 
reacción muy 
marcada.
Casi todos se 
muestran al menos 
un poco 
preocupados.
Todos muestran algún
grado de 
preocupación.
¿Enviar a un 
terapeuta?
Enviar sólo si los 
padres están 
moderada o 
extremadamente 
preocupados.
Enviar si las 
dificultades 
persisten de seis a 
ocho semanas o si 
la preocupación de 
los padres lo 
amerita.
Enviar 
inmediatamente.
Disfluencia o Tartamudez
Puede ser difícil distinguir entre la disfluencia que es parte 
normal del desarrollo y las primeras señales de tartamudez.
Por consiguiente, el diagnóstico de la tartamudez es casi siempre provisional y se basa tanto 
en la observación directa del niño como en la información que proporcionen los padres 
respecto a cómo éste se expresa en diferentes situacionesy momentos.
La sección siguiente (y este cuadro comparativo) ayudarán al médico a distinguir entre la 
disfluencia normal, el tartamudeo leve y el tartamudeo grave, con el fin de que pueda 
delegar el caso a un especialista cuando sea lo indicado.
La disfluencia normal
Entre los 18 meses y los siete años de edad, muchos niños atraviesan períodos de disfluencia
del lenguaje vinculada a sus esfuerzos por aprender a hablar. Los niños de entre 18 meses y 
tres años de edad con disfluencia normal suelen repetir los sonidos, las sílabas y las 
palabras, casi siempre al iniciar una oración. Por lo general, esto ocurre en una de cada diez 
oraciones.
Después de los tres años de edad, el niño con disfluencia normal no suele repetir sonidos o 
sílabas sino palabras ("No-no-no puedo.") y frases completas ("No puedo-no puedo-no puedo
ir".) También es común que usen "expresiones de relleno" como "eh" y "um", que cambien 
de tema en medio de una oración, que se corrijan y que dejen oraciones sin terminar. Los 
niños normales pueden manifestar disfluencia en cualquier momento, pero ésta tiende a 
aumentar cuando están cansados, entusiasmados, agitados, o se les está apurando para que
hablen. También pueden perder fluidez cuando hacen o contestan preguntas.
La falta de fluidez de estos niños puede hacerse más frecuente por varios días o semanas o 
casi desaparecer por semanas o meses y después reaparecer.
http://www.tartamudez.org/node/21/#grave
http://www.tartamudez.org/node/21/#leve
http://www.tartamudez.org/node/33
En general, los niños con disfluencia normal parecen no estar conscientes de ella y no 
muestran sorpresa o frustración ante sus errores. Las reacciones de los padres suelen ser 
más diversas. La mayoría de los padres o no notan estas faltas de fluidez en sus hijos o las 
consideran normales.
Algunos padres, sin embargo, pueden mostrar extrema sensibilidad al desarrollo del lenguaje
de sus hijos y preocuparse innecesariamente por lo que es un comportamiento normal. Estos
padres, los preocupados en exceso, sacarían provecho de acudir a un foniatra - logopeda o 
terapeuta del habla - para que evalúe al niño y los asesore.
Cuadro comparativo
La tartamudez leve
Al igual que la disfluencia normal, la tartamudez leve puede hacerse más evidente cuando el 
niño comienza a formular frases de dos palabras. Los niños con tartamudez leve pueden 
demostrar las mismas repeticiones de sonidos, sílabas y palabras que los niños con 
disfluencia normal, pero suelen repetirlos más a menudo en general y más veces en cada 
ocasión que lo hacen.
Por ejemplo, en lugar de repetir una o dos veces una sílaba, la repiten cuatro o cinco veces: 
"¿Me-me-me-me lo puedes alcanzar?".
También puede que alarguen los sonidos de vez en cuando, diciendo, por ejemplo, 
"Mmmmmmami, mmmmme duele". Los niños con tartamudez leve suelen, además, 
reaccionar ante su disfluencia.
Pueden, por ejemplo, parpadear o cerrar los ojos, mirar hacia un costado o tensar la boca al 
tartamudear. Otro signo de tartamudez leve es la persistencia cada vez mayor de las trabas 
normales. Como se dijo anteriormente, las faltas de fluidez normales suelen surgir por unos 
días para después desaparecer.
La tartamudez leve, en cambio, se manifiesta con mayor regularidad. Puede que ocurra sólo 
en situaciones específicas, pero es más probable que se repita en estas mismas situaciones, 
día tras día. Un tercer indicio de tartamudez leve es que el niño se muestre, quizás no 
profundamente preocupado por su problema, pero sí momentáneamente avergonzado o 
frustrado. En esta etapa del trastorno, el niño puede incluso preguntar a los padres por qué 
le cuesta tanto hablar.
La reacción de los padres a la tartamudez leve varía. En su mayoría, se sentirán al menos un
poco preocupados y se preguntarán qué deben hacer y si ellos son los culpables. Unos pocos 
ni se darán cuenta de que existe un problema. Otros podrán sentirse muy preocupados pero 
negarlo en un principio.
Cuadro comparativo
La tartamudez grave
Los niños con tartamudez grave dan muestras de gran tensión, esfuerzo físico y lucha por 
esconder su tartamudez y pueden incluso evitar hablar. Aunque la tartamudez grave es más 
común entre los niños mayores, puede surgir en cualquier momento entre el año y medio y 
los siete años de edad. En algunos casos, aparece después de un período de tartamudez leve
de meses o hasta años de duración. En otros casos, surge de repente, sin que la preceda un 
período de tartamudez leve.
La tartamudez grave se caracteriza por la disfluencia de lenguaje en casi todas las 
expresiones verbales del niño. El tartamudeo suele durar un segundo o más. El alargamiento
de los sonidos y los bloqueos verbales ocurren a menudo. El niño que padece de tartamudez 
grave puede, al igual que el niño con tartamudez leve, manifestar actitudes relacionadas con 
la tartamudez, tales como cerrar los ojos, parpadear, apartar la vista o tensar los músculos 
de la boca y otras partes de la cara. Mucho de su tensión se puede advertir por la manera en
http://www.tartamudez.org/node/33
http://www.tartamudez.org/node/33
que la voz se le atipla o agudiza al repetir o alargar los sonidos. También es posible que 
anteponga sonidos como "um", "eh" y "bueno" a las palabras con las cuales espera trabarse.
La tartamudez grave es más probable que persista, especialmente en aquellos niños que han
tartamudeado por 18 meses o más, aunque algunos se recuperarán de manera espontánea. 
La frustración y la vergüenza que genera esta dificultad pueden infundir en el niño el miedo a
hablar. El niño con tartamudez grave suele mostrarse nervioso o defensivo en situaciones 
donde espera que le pidan que hable. Aunque es probable que tartamudee todos los días, se 
le notará más algunos días que otros.
Los padres de niños con tartamudez grave inevitablemente se preocupan de si el niño 
tartamudeará siempre y se preguntan qué podrían hacer para ayudarlo. Muchos también 
creen, erróneamente, que algo que ellos hicieron ha causado la tartamudez.
En casi todos los casos, los padres no han hecho nada que cause la tartamudez. Han tratado 
al niño que la padece igual que a sus otros hijos, pero no obstante siguen sintiéndose 
responsables del problema.
Es importante que estos padres sepan que la tartamudez de su hijo es el resultado de 
múltiples factores y no simplemente de algo que ellos hicieron o dejaron de hacer.
Las diferencias entre la disfluencia normal, la tartamudez leve y la tartamudez grave se 
resumen en la Tabla 1: Diferencias a considerar, diseñada con el propósito de ayudar al 
médico a determinar la necesidad de recomendar a su paciente a un foniatra. (logopeda, 
terapeuta del habla).
Cuadro comparativo
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Indicaciones para los padres
con niños con disfluencia normal
Si un niño parece manifestar disfluencia normal, se debe tranquilizar a los padres 
explicándoles que sus problemas con el habla se asemejan a los errores que todo niño 
comete cuando está desarrollando una facultad o aprendiendo una destreza nueva, como 
caminar, escribir o montar bicicleta. Se les debe aconsejar que acepten las faltas de fluidez 
sin reacción visible o comentario.
Si los padres están muy preocupados, se les puede recomendar que adquieran el hábito de 
hablar un poco más despacio, que empleen oraciones más cortas y sencillas y que le hagan 
menos preguntas al niño. También puede resultar útil que cada uno por separado reserve 
momentos en los cuales el niño pueda hablarle en un ambiente sosegado y tranquilo. No 
conviene que le digan al niño que hable más despacio o que repita una palabra que dijo con 
disfluencia. Mucho más beneficioso será que se concentren en escuchar tranquilamente lo 
que el niño les dice.
con niños con tartamudez leve
http://www.tartamudez.org/node/33
Los padres del niño con tartamudez leve no deben mostrarse preocupados o alarmados, sino 
aprender a escucharlo con paciencia. Sus objetivos deben ser, primero, crear un ambiente 
donde al niño le resulte cómodo hablar y, segundo,reducir al mínimo su frustración y 
vergüenza. Los padres tienden a preocuparse cuando un hijo repite palabras o sonidos, pero 
necesitan comprender que se trata de errores que ocurren cuando el niño esta intentando 
que su expresión verbal concuerde con las ideas que quiere comunicar. Si los padres le hacen
entender al niño que aceptan su tartamudeo, permitirán que su lenguaje se desarrolle sin 
que aumente la tensión o el esfuerzo físico que hace al hablar.
También conviene que los padres hablen más lenta y calmadamente, especialmente cuando 
el niño esté atravesando un período de mayor disfluencia. Suele resultar difícil para padres 
atareados y preocupados servir al niño de ejemplo expresándose de manera pausada, por lo 
que necesitarán que se les anime y exhorte constantemente a seguir haciéndolo.
Casi todos los niños, con disfluencia o no, se benefician de que sus padres hablen a un ritmo 
más lento y parecido a su propio ritmo natural. Los niños que tartamudean se sentirán 
menos presionados a apurarse al hablar si sus padres mismos lo hacen lentamente.
A la vez que le dan al niño un buen ejemplo al hablar de forma lenta y relajada, los padres 
deben abstenerse de corregirle el lenguaje, molestarse o decirle que hable más despacio. 
Esto puede desatar una lucha que en realidad dificulta que el niño afloje el ritmo y la tensión.
También es importante que cada padre individualmente le proporcione al niño oportunidades 
diarias de conversar a solas en un ambiente tranquilo, y mientras más a menudo, mejor.
Estos deben ser momentos en que el niño elija la actividad a realizar y sienta que puede 
hablar de lo que quiera. Si el niño hace comentarios o preguntas respecto a su tartamudeo, 
los padres deben responderle con naturalidad, diciendo, por ejemplo, "A todos nos cuesta 
aprender a hablar. Toma tiempo y muchos niños se traban. Es como aprender a montar 
bicicleta. Al principio, uno se cae muchas veces".
Si el niño parece estar pidiendo ayuda, los padres pueden mencionar, sin darle demasiada 
importancia, que a veces ayuda el hablar más despacio y que no hay por qué apurarse.
Si la disfluencia del niño persiste por más de cuatro o seis semanas a pesar de que los 
padres han seguido las indicaciones, o si los padres no son capaces de cumplir con las 
indicaciones, el pediatra debe recomendar que consulten a una foniatra o terapeuta del 
habla.
En casos de disfluencia leve, la modalidad de tratamiento suele ser indirecta y encaminada a 
crear un ambiente en el que el niño se sienta cómodo y relajado al hablar, tanto durante la 
sesión como en su hogar.
Si el tratamiento más directo fuese el indicado, la foniatra le enseñaría al niño a hablar con 
mayor suavidad y soltura, sin aumentar el esfuerzo y la tensión física, hasta lograr una 
transición paulatina al habla normal. Algunas foniatras enseñan a los padres a trabajar en 
forma directa con la tartamudez del niño.
con niños con tartamudez grave
El niño que manifieste tartamudez grave debe ser transferido de manera inmediata a un 
foniatra para que éste realice una evaluación, asesore a los padres y proporcione tratamiento
directo si la condición lo justifica. La tartamudez grave suele desarrollarse cuando el niño se 
enfrasca en una lucha por hablar bien o comienza a sentir miedo ante la idea de hablar, por 
lo que cualquier cosa que le ayude a relajarse y a preocuparse menos por su disfluencia 
resultará beneficioso. Los padres deben proporcionarle al niño un buen ejemplo hablando 
ellos más despacio. Deben comunicarle su aceptación a pesar del tartamudeo, atendiendo a 
lo que dice más que a su manera de decirlo. El foniatra a cargo del tratamiento puede sugerir
a los padres que hagan un gesto de aprobación con la cabeza o comenten sobre la valentía 
del niño cuando éste persevere a pesar de trabarse en una palabra especialmente difícil. A 
los niños que luchan con la tartamudez grave también les puede ayudar el comunicar su 
frustración a sus padres. Ya que esto puede resultar difícil para muchas familias, es preferible
que se acometa con la ayuda de una foniatra experimentada en el manejo de la tartamudez.
El tratamiento profesional de la tartamudez grave casi siempre consiste en ayudar al niño a 
superar su miedo a tartamudear a la vez que se le enseña a hablar con más lentitud, 
suavidad y relajamiento, aún cuando tartamudee. El tratamiento también se centra en 
ayudar a la familia a crear una atmósfera de aceptación del tartamudeo que facilite el hablar 
sin tensión. Como se mencionó anteriormente, algunos foniatras pueden optar por enseñar a
los padres a realizar algunos aspectos de la terapia ellos mismos. En este caso, les pedirá 
que documenten cuidadosamente las respuestas del niño al tratamiento y seguirá el proceso 
de cerca.
La tartamudez del niño debe disminuir paulatinamente en frecuencia y duración en el curso 
de un año o más de tratamiento. En algunos casos, la tartamudez puede desaparecer por 
completo. Los resultados que se logren dependerán de la naturaleza de los problemas del 
niño, las otras cualidades que tenga a su favor, la habilidad del foniatra y la capacidad de la 
familia de colaborar con el tratamiento.
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