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98 Orientación MIR Tema sencillo y rentable. Se debe saber identificar los distintos tipos de shock, así como el algoritmo terapéutico de una parada cardiorrespiratoria. 11.1. Estados de shock Definición El shock es un síndrome caracterizado por la disminución de la perfusión tisular por debajo de las demandas metabólicas. Si se mantiene la situa- ción, aparecerá disfunción de órganos. El diagnóstico de shock es clínico y requiere la presencia de tres hechos: • Hipotensión arterial. No basta por sí sola para diagnosticar shock, puesto que los mecanismos compensadores pueden evitar la hipo- perfusión. • Hipoperfusión tisular. Frialdad y palidez de extremidades con aspecto moteado, relleno capilar lento en lechos ungueales, acidosis metabólica secundaria por acúmulo de lactato… • Disfunción orgánica. Del sistema nervioso central con disminución del nivel de consciencia, del riñón con diuresis inferior a 0,5 ml/kg/h, dificultad respiratoria o isquemia miocárdica. Es importante recordar la fórmula del gasto cardiaco (GC): GC = PA/RVP; PA= GC x RVP Donde PA: presión arterial; RVP: resistencias vasculares periféricas. En función de qué evento primario reduzca la PA (una caída del GC o una caída de las RVP), el cuerpo intentará compensar aumentando el opuesto. Tipos de shock Los principales tipos de shock según su patrón hemodinámico se re- sumen a continuación (Tabla 11.1). Los principales fármacos inotró- picos y vasoconstrictores para su tratamiento vienen resumidos en la Tabla 4.9. • Hipovolémico. Es el más frecuente (MIR 14-15, 134). Se produce por la disminución del volumen de sangre disponible en el interior de los vasos, ya sea por hemorragia, deshidratación o secuestro en tercer espacio, entre otros. El evento inicial es una caída del gasto cardíaco por disminución de la precarga, que se intenta compensar con un aumento de las resistencias vasculares periféricas (RVP). La medida de soporte clave es la reposición muy agresiva de volumen (trasfusio- nes en caso de hemorragia). • Cardiogénico. El evento inicial es un descenso de gasto cardíaco, bien por fallo intrínseco cardíaco (causa más frecuente: infarto), bien obstructivo por compresión extrínseca (típico del taponamiento car- diaco, neumotórax a tensión, embolia pulmonar masiva, etc.) (MIR 18-19, 71). En el fallo de bomba el tratamiento de soporte se caracte- riza por el uso de fármacos inotrópicos positivos (de elección la dobu- tamina), mientas que se debe moderar la administración de volumen para no empeorar la congestión. El shock obstructivo por el contrario precisa de sueroterapia agresiva dado que prima un fallo del llenado ventricular derecho. • Distributivo. El evento inicial es una vasodilatación secundaria a una disminución de las RVP. El gasto cardiaco tiende a aumentar secunda- riamente como mecanismo compensatorio, y la presión venosa cen- tral suele estar normal o baja . Su subtipo más frecuente es el shock séptico secundario a infecciones. Otros subtipos son: el neurogénico, producido por lesiones graves del sistema nervioso central/medula- res, característicamente con bradicardia (MIR 13-14, 226); el anafi- láctico, precipitado por alérgenos y la intensa liberación secundaria de la histamina; el tóxico, asociado a intoxicación por barbitúricos; y el asociado a ciertas endocrinopatías como la insuficiencia suprarre- nal aguda. Aunque también se administra volumen, el tratamiento de soporte se caracteriza por el uso de aminas vasoactivas (de elección la noradrenalina; (MIR 19-20, 56). La excepción es el shock secundario a golpe de calor (hipertermia) porque se debe eliminar el calor a través de la piel, por lo que los vasoconstrictores arteriales (que producen vasoconstricción cutánea) están contraindicados (MIR 16-17, 65). Tipos de shock PVC GC RVP Hipovolémico ↓ ↓ ↑ Cardiogénico ↑ ↓ ↓ ↑ Distributivo ↓/↑ ↓/↑ ↓ ↓ Tabla 11.1. Patrones hemodinámicos de los principales tipos de shock (PVC: presión venosa central; GC: gasto cardíaco; RVP: resistencias vasculares periféricas) En fases avanzadas, los pacientes pueden presentar simultáneamente varias formas de shock con patrones hemodinámicos opuestos, lo que difi- culta su diagnóstico y su manejo (por ejemplo, es frecuente la asociación de shock séptico e hipovolémico, de forma que el tratamiento de uno enmas- cara al otro). Además de las medidas de soporte, el tratamiento de cada tipo de shock irá dirigido a corregir la causa desencadenante (cirugía urgente, pericardio- centesis, antibióticos, etc.). Shock, parada cardíaca y reanimación cardiopulmonar 11 99 11. Shock, parada cardíaca y reanimación cardiopulmonar. CD Cateterismo derecho El cateterismo derecho es una herramienta muy utilizada en pacientes en estado de shock complejos, en los que el manejo requiere toda la infor- mación posible. Su realización se basa en la inserción de un catéter de Swan-Ganz, que se introduce habitualmente a través de una vena yugu- lar o subclavia derechas. El catéter se avanza secuencialmente pasando por la aurícula y ventrículo derechos, la arteria pulmonar, hasta enclavarse en el lecho vascular pulmonar. A lo largo de este trayecto se van midiendo presiones y saturación de oxígeno, que permiten calcular mediante fór- mulas matemáticas el GC y las resistencias vasculares, tanto pulmona- res como sistémicas. De esta forma el cateterismo permite caracterizar completamente el estado hemodinámico del paciente y el tipo/s de shock que presenta (Figura 11.1). Las presiones de llenado elevadas reflejan insuficiencia cardiaca retrógrada, la presión venosa central (PVC) en el lado derecho y la presión capilar pulmonar (PCP) en el lado izquierdo (MIR 18-19, 71; MIR 17-18, 73). El cateterismo derecho sirve también así en última instancia para distinguir entre los dos cuadros principales de insu- ficiencia respiratoria con radiografía de tórax blanca: el edema agudo de pulmón de origen cardiogénico y el síndrome de distrés respiratorio del adulto (Figura 11.2). La relación entre la PCP y la presión en la arteria pulmonar también per- mite realizar el diagnóstico de hipertensión pulmonar y clasificarla en hiper- tensión pulmonar precapilar (con PCP baja) y poscapilar (con PCP elevada) (MIR 17-18, 73). RA PA RV Gasto cardiaco (GC)4-8 L/min Índice cardiaco (IC) 2,5-4 L/min/m2 Presión capilar pulmonar (PCP) 6-12 mmHg (>15) Arteria pulmonar (AP) Sistólica: 15-30 mmHg Diastólica: 8-15 mmHg Media: 9-18 mmHg (>25) Aurícula derecha (~ PVC) 2-8 mmHg Resistencias vasculares sistémicas (RVS) 800-1200 dynas Resistencias vasculares pulmonares (RVP) < 3 Unidades Wood (UW) Figura 11.1. Catéter de Swan Ganz con los valores normales de presiones, gasto/índice cardiaco y resistencias Figura 11.2. Estudio hemodinámico con catéter Swan-Ganz en paciente con disnea y una radiografía congestiva. Nótese las distintas morfologías de la presión en la aurícula derecha (AD; presión venosa central), ventrículo derecho (VD), arteria pulmonar (AP) y presión de enclavamiento pulmonar (PCP; presión aurícula izquierda inferida). El paciente tiene una PCP elevada (22-23 > 15), lo que apoya un fallo cardíaco izquierdo como causa de su disnea 11.2. Muerte súbita cardíaca La muerte súbita define la parada cardiorrespiratoria que acontece en la primera hora de evolución de los síntomas de la enfermedad. La causa más frecuente es la cardiopatía isquémica (70-80% de casos). El 20% restante es secundario a múltiples causas (miocardiopatías o canalopatías genética- mente determinadas, traumatismos, enfermedades inflamatorias). Se han mostrado útiles intervenciones como la instalación de desfibrilado- res externos automáticos (DEA) en espacios públicos, así como la forma- ción en reanimación cardiopulmonar básica en la población no sanitaria. El desfibrilador automático implantable (DAI) es una herramienta muy útil para la prevención de muerte súbitaarrítmica primaria y secundaria, cuyas indicaciones actuales se recogen en la Tabla 11.2. Situación clínica Prevención secundaria Muerte súbita recuperada Taquicardia ventricular o fibrilación ventricular documentada debida a causas no reversibles Taquicardia ventricular monomorfa sostenida Taquicardia ventricular monomorfa sostenida con compromiso hemodinámico o en pacientes con disfunción ventricular (FEVI < 40%) Prevención primaria Taquicardia ventricular monomorfa no sostenida Taquicardia ventricular monomorfa no sostenida en pacientes con disfunción ventricular de origen isquémico (FEVI < 40%) en los que se induce taquicardia ventricular monomorfa sostenida o fibrilación ventricular en el estudio electrofisiológico Insuficiencia cardíaca sistólica Considerar DAI en pacientes con FE < 35% y clase funcional II-III de la NYHA a pesar de tratamiento óptimo Considerar DAI en pacientes asintomáticos con FE<30% (sobre todo isquémicos) Situaciones especiales Canalopatías Síntomas (síncope o muerte súbita recuperada) En el síndrome de QT largo congénito si hay síncopes a pesar de β-bloqueantes Miocardiopatía hipertrófica Varios factores de riesgo de muerte súbita (véase Capítulo 05) Tabla 11.2. Indicaciones para la implantación de un desfibrilador automático (MIR 13-14, 64; MIR 06-07, 26) 11.3. Parada cardiorrespiratoria y reanimación cardiopulmonar La parada cardiorrespiratoria (PCR) se define como la situación clínica que cursa con interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la circulación y respiración espontáneas. La causa más frecuente es cardiovascular, de forma que se estima que la PCR es la causa de muerte de hasta el 60% de adultos con enfermedad coronaria. El pronóstico es muy pobre, con una supervivencia libre de secuelas tras el alta hospitalaria por debajo del 10%. Se ha demostrado que la forma más eficaz de mejorar el resultado de la PCR es la puesta en marcha precoz de la cadena de la supervivencia (Figura 11.3) (MIR 14-15, 52), cuyos eslabones son: 100 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición • Reconocimiento rápido (valorar la consciencia; maniobra fren- te-mentón y comprobación de respiración; recomendado en menos de 10 segundos) y alerta a emergencias (pedir ayuda, teléfono 112). • Inicio de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básicas por parte de los testigos. Se inicia en primer lugar el masaje cardíaco (compresiones torácicas 100-120 lpm, 5 cm profundidad) (Figura 11.4) (MIR 19-20, 172-UG; MIR 15-16, 63). No se recomiendan ventilaciones de rescate (relación 30:2) con boca-a-boca salvo personal entrenado. • Desfibrilación temprana. Por cada minuto de retraso en la desfibrila- ción sin RCP básica la probabilidad de supervivencia se reduce un 7-10%, mientras que si se realiza RCP básica por testigos la reducción es menor (3-4% por minuto) (Figura 11.5) (MIR 17-18, 30; MIR 12-13, 132). • Soporte vital avanzado por parte de personal sanitario titulado y entrenado. • Cuidados post-resucitación. Ingreso durante al menos 24 horas en una unidad de Intensivos, con aplicación de medidas terapéuticas tales como el control de la temperatura corporal para evitar la hipertermia. No responde y no respira con normalidad Llamar al Servicio de Emergencias (112) 30 compresiones torácicas 2 respiraciones de rescate Continuar RCP 30:2 En cuanto llegue el DEA encenderlo y seguir sus instrucciones Figura 11.4. Algoritmo del soporte vital básico (RCP: reanimación cardiopulmonar; DEA: desfibriladores externos automáticos) La RCP es el conjunto de maniobras estandarizadas y secuenciales dirigidas a revertir la PCR, supliendo la circulación y respiración espontáneas e intentando su recuperación para preservar y recuperar funciones cerebrales superiores. Se com- pone de tres fases: • RCP básica. Se basa en las compre- siones torácicas y en la ventilación (boca a boca o con dispositivo de barrera). • RCP avanzada. Comprende las medi- das farmacológicas y los cuidados intensivos (fluidoterapia, intubación orotraqueal, marcapasos externo, des- fibriladores manuales...). • Cuidados post-resucitación. En los ritmos desfibrilables se debe reto- mar las maniobras de RCP 30:2 inmedia- tamente tras cada choque, y se reevalúa el ritmo y el pulso tras cada ciclo de 2 minutos. Se recomienda comenzar a administrar adrenalina (1 mg/3-5 min) tras el segundo choque (MIR 19-20, 172; MIR 18-19, 224; MIR 10-11, 229), y de amiodarona en bolo (300 mg primer bolo) tras el tercero (MIR 19-20, 174-UG; MIR 10-11, 229). En los ritmos no desfibrilables se recomienda adrenalina desde el inicio, e igualmente se debe reevaluar el ritmo y el pulso tras cada ciclo de 2 minu- tos (en ocasiones aparece un ritmo desfibrilable). Ya no se recomienda la atropina (MIR 19-20, 172-UG, 174-UG). Asimismo, se deben considerar las causas potenciales que pueden hacer que el paciente no recupere la circulación espontánea y para las que existe tratamiento específico. Para una fácil memorización, se dividen en dos gru- pos de cuatro, basadas en su letra inicial: • Las 4 “H”: Hipoxia, Hipovolemia, Hipotermia/hipertermia, Hipopota- semia/hiperpotasemia. • Las 4 “T”: Taponamiento, Trombosis (pulmonar o coronaria), neumo- Tórax a tensión o Tóxicos. Durante los cuidados post-parada es fundamental el control de la tempera- tura (durante al menos 24 horas; una temperatura entre 32 y 36 ºC puede mejorar el pronóstico), para lo que existen dispositivos de hipotermia tera- péutica. En cuanto al pronóstico neurológico, la evaluación debe diferirse al menos 72 horas para obtener datos más fiables, puesto que en los instantes ini- ciales y durante la hipotermia con sedorrelajación los datos clínicos o elec- troencefalográficos pueden no ser valorables. Recuerda ➔ En la RCP avanzada, se retoman las maniobras (30 compresiones: 2 respiraciones) inmediatamente tras cada choque, el ritmo y el pulso se reevalúan tras cada ciclo completo de 2 minutos. Reconocimiento precoz y pedir ayuda Para prevenir la parada cardíaca RCP precoz Para ganar tiempo Desfibrilación precoz Para reiniciar el corazón Cuidados postresucitación Para restaurar la calidad de vida Figura 11.3. Cadena de la supervivencia (MIR 14-15, 52) 101 11. Shock, parada cardíaca y reanimación cardiopulmonar. CD Preguntas MIR ➔ MIR 19-20, 172-UG, MIR 19-20, 174-UG ➔ MIR 18-19, 71, MIR 18-19, 224 ➔ MIR 17-18, 30, MIR 17-18, 73 ➔ MIR 16-17, 65 ➔ MIR 15-16, 63 ➔ MIR 14-15, 52, MIR 14-15, 134 ➔ MIR 13-14, 226 ➔ MIR 12-13, 132 ➔ MIR 10-11, 229 ➔ MIR 06-07, 26 Evaluación de ritmo Ritmo des�brilable Ritmo no des�brilable Taquicardia ventricular sin pulso Fibrilación ventricular Asistolia Actividad eléctrica sin pulso Des�brilación SI SI NO NO RCP 30:2 inmediata 2 min Evaluación de ritmo ¿Des�brilable? Evaluación de ritmo ¿Des�brilable? RCP 30:2 inmediata 2 min + Adrenalina 1 mg/3-5 min RCP 30:2 inmediata 2 min + Amiodarona 300 mg Y REPETIR Evaluación de ritmo ¿Des�brilable? Durante la RCP: - Accesos IV/ intraóseo Vía aérea avanzada (IOT, mascarilla laríngea…) - Tratar causas reversibles (4H, 4T) RCP 30:2 inmediata 2 min …Y REPETIR Des�brilación SI Des�brilación RCP 30:2 inmediata 2 min + Adrenalina 1 mg/3-5 min Figura 11.5. Algoritmo de soporte vital avanzado (MIR 19-20, 172-UG, MIR 19-20, 174-UG; MIR 18-19, 224; MIR 10-11, 229), (RCP: reanimación cardiopulmonar, IOT: intubación orotraqueal) 102 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición ✔ El shock es la suma de hipotensión, hipoperfusión tisular y disfunción orgánica acompañante. El más frecuente es el hipovolémico. ✔ El shock cardiogénico se produce por una caída del gasto cardíaco pri- mario. El hipovolémico por caída de la precarga. Ambos tienen las re- sistencias aumentadas. ✔ El shock distributivo se asocia a vasodilatación (anafilaxia, sepsis, dolor intenso, etc.). ✔La causa más frecuente de la parada cardíaca es la cardiopatía isqué- mica. ✔ En la reanimación cardiopulmonar lo primero es confirmar, posterior- mente pedir ayuda, iniciar compresiones torácicas, y monitorizar lo an- tes posible al paciente. ✔ En caso de ritmo desfibrilable hay que cardiovertir/desfibrilar urgente- mente. ✔ El fármaco de elección en la reanimación cardiopulmonar es la adrena- lina. En caso de taquicardia ventricular/fibrilación ventricular refractaria se puede administrar amiodarona. Conceptos Clave Los pacientes en estado de shock presentan un marcado descenso de la presión arterial sistémica. Según la causa que motiva el estado de shock, la hipotensión arterial se debe a alteraciones en el gasto cardíaco y/o alteraciones de las resistencias vasculares sistémicas. Entre las siguientes, señalar la respuesta correcta: 1) En el shock de origen séptico, el gasto cardíaco y las resistencias vascu- lares se hallan incrementadas. 2) En el shock hemorrágico, el gasto cardíaco está elevado y las resisten- cias vasculares se hallan incrementadas. 3) En el shock de origen cardíaco, el gasto cardíaco está reducido y las resistencias vasculares se hallan incrementadas. 4) En el shock causado por una crisis tirotóxica, el gasto cardíaco está re- ducido y las resistencias vasculares se hallan incrementadas. RC: 3 Casos Clínicos Recursos de la asignatura
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