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83 Linfomas cutáneos Orientación MIR Tema sobre el que ha habido pocas preguntas en los últimos años, centradas principalmente en la micosis fungoide. Si se fija el estudio en ésta y en el síndrome de Sézary, es posible pasar al siguiente tema. Los linfomas cutáneos son principalmente linfomas no Hodgkin de baja agresividad. Se dividen en: • Linfomas cutáneos primarios. Más frecuentes de células T, como la micosis fungoide. • Linfomas extracutáneos con afectación secundaria en piel. Habi- tualmente de células B. Producen lesiones nodulares, monomorfas y asintomáticas. El límite entre algunas entidades en este campo está poco definido. Algu- nos autores consideran que ciertas dermatosis, como la parapsoriasis en grandes placas y la mucinosis folicular o alopecia mucinosa, podrían ser formas precursoras de micosis fungoide. 22.1. Micosis fungoide Es un linfoma primariamente cutáneo de células T y de bajo grado de malig- nidad. Supone casi el 50% de los linfomas cutáneos. Su curso clínico puede ser muy lento y superar los 50 años de evolución. Clínicamente se pueden diferenciar las siguientes fases: 1. Fase eccematosa o macular. Aparecen máculas eritematosas de predominio “en área del bañador”, cubiertas de la radiación ultravio- leta, y de años de evolución. Son semejantes a un eccema crónico. La histología en este estadio es inespecífica. 2. Fase de placas o infiltrativa. Progresión a placas eritematosas infiltradas. La histología es diagnóstica en esta fase. Se aprecia un infiltrado dérmico de linfocitos atípicos en banda, compuesto por linfocitos T CD4+ con un núcleo cerebriforme. Existe un marcado epidermotropismo con la aparición de cúmulos de linfocitos intraepi- dérmicos que se denominan microabscesos de Pautrier (Figura 22.1). 3. Fase tumoral. Se caracteriza por presentar nódulos exofíticos erite- matosos (tumores) con tendencia a la ulceración. Pueden ser de gran tamaño. La histología puede volver a ser inespecífica, ya que desapa- rece el epidermotropismo característico. 4. Fase eritrodérmica. Se caracteriza, como su nombre indica, por presentar eritrodermia. Además, puede presentar adenopatías y células aberrantes en sangre periférica haciéndolo indistinguible del síndrome de Sézary. La diferencia radica en que en estos casos el paciente ha tenido anteriormente alguna de las otras fases. La distin- ción es importante porque el pronóstico es mucho mejor que en el síndrome de Sézary. En las fases más avanzadas de la enfermedad puede aparecer afecta- ción extracutánea: ganglionar, hepá- tica, esplénica, pulmonar y de médula ósea. Puede existir además transfor- mación blástica que condiciona un peor pronóstico. La sepsis por Sta- phylococcus aureus y otros microor- ganismos supone una de las causas de muerte más frecuentes. Las cuatro fases suelen desarrollarse consecutivamente a lo largo de años, pero no siempre es así (Figura 22.2). Hoy en día se asume que aquellas for- mas de linfomas cutáneos T que debutan directamente en fase tumoral corresponden a otros subtipos de linfomas de peor pronóstico. Recuerda ➔ Los microabscesos de la micosis fungoide son por linfocitos y se lla- man de Pautrier. Los microabscesos de la psoriasis son por neutrófilos y se denominan de Munro-Sabouraud. 22.2. Síndrome de Sézary El síndrome de Sézary se puede considerar como un linfoma cutá- neo de células T con expresión en sangre periférica. Se define por la siguiente tríada: eritrodermia (Figura 22.3), linfadenopatías y existencia de más de 1.000 células de Sézary por mililitro en sangre periférica (Figura 22.2). Es carac- terístico que el prurito en estos pacientes sea muy intenso y difícil de manejar. La célula de Sézary es un linfocito T atípico con núcleo cerebriforme. La etiología del síndrome de Sézary sigue siendo controvertida a día de hoy. El diagnóstico diferencial con formas eritrodérmicas avanzadas de micosis fungoide puede resultar muy complicado, y tiene implicaciones pronósticas importantes. Figura 22.1. Micosis fungoide. Fase de placas o infiltrativa Figura 22.3. Eritrodermia por síndrome de Sézary 22 84 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición 22.3. Otros linfomas cutáneos primarios Existen además otros tipos de linfomas T. Entre ellos destacan el linfoma de célula grande anaplásico CD30+ o la papulosis linfomatoide (también CD30+ y que se caracteriza por la presencia de pápulas que se autoresuel- ven de forma espontánea) 22.4. Tratamiento La elección del tratamiento depende del estadio de la enfermedad, del estado general y de la edad del paciente. El tratamiento agresivo desde fases iniciales no ha demostrado un aumento de la supervivencia global. Al tratarse de una enfermedad crónica y recurrente para la que no existe un tratamiento curativo definitivo, el abordaje está dirigido principalmente a mejorar los síntomas. Linfocito T · Corticoides tópicos · Inhibidores de la calcineurina tópicos · Mucinosis folicular · Parapsoriasis grandes placas · ¿Otras? · Mostaza nitrogenada · PUVA · UVB Diagnóstico (Pautrier) Fase de placas (in�ltrativa)Fase eccematosa Fase tumoral · RT (baño de electrones) · Interferón α · Bexaroteno · Quimioterapia · Inmunoterapia Síndrome de Sézary Eritrodermia + Linfadenopatías + 1.000 células de Sézary Premicosis · Poliquimioterapia · Inmunoterapia Figura 22.2. Micosis fungoide y síndrome de Sézary. Clínica y tratamiento 1. Estadios iniciales. Se emplean tratamientos estrictamente “dirigidos a la piel” como corticoides tópicos, mostaza nitrogenada, bexaroteno tópico, PUVA, UVB, inhibidores de calcineurina tópicos… 2. Enfermedad avanzada. Se utilizan tratamientos más agresivos como la radioterapia, baños de electrones, bexaroteno sistémico, interferón α, metotrexato, fotoféresis extracorpórea, o inmunoterapia. Es fre- cuente la combinación de varios agentes en esta fase. El uso de regímenes de monoquimioterapia y poliquimioterapia se reserva para formas avanzadas de micosis fungoide, síndrome de Sézary y para cuando exista afectación extracutánea. Actualmente, existen tratamientos con inmunoterapia dirigidos a formas más agresivas y avanzadas (mogamu- lizumab o brentuximab, entre otros). Preguntas MIR ➔ No hay preguntas MIR representativas. ✔ Los linfomas primarios cutáneos son mayoritariamente de células T. ✔ El linfoma cutáneo más frecuente es la micosis fungoide. Se caracteriza por un curso indolente de años de evolución y se distinguen cuatro fases: eccematosa o macular, de placas o infiltrativa, tumoral y eritro- dérmica. ✔ La histología de la fase de placas muestra los hallazgos diagnósticos: acúmulo intraepidérmico de linfocitos CD4+ atípicos (núcleo cerebri- forme) que forma los microabscesos de Pautrier. Estas características suelen perderse al alcanzar la fase tumoral. ✔ El síndrome de Sézary se caracteriza por la tríada eritrodermia, linfa- denopatías y más de 1.000 células de Sézary por mililitro en sangre periférica. ✔ El tratamiento agresivo de la micosis fungoide desde fases iniciales no ha demostrado un aumento de la supervivencia global. Se recomienda un tratamiento dirigido a mejorar los síntomas según el estadio de la enfermedad. Conceptos Clave 85 22. Linfomas cutáneos. DM Varón de 60 años que presenta unas placas eritematosas en el tronco, y es diagnosticado de micosis fungoide. Con dicho diagnóstico, se entiende que el paciente se halla afecto de: 1) Una variante de psoriasis pustulosa. 2) Un linfoma primario cutáneo no Hodgkin de fenotipo T. 3) Una infección fúngica invasora. 4) Un linfoma de Hodgkin. RC: 2 Casos Clínicos Recursos de la asignatura
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