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76 Nefropatía diabética Orientación MIR La nefropatía diabética es la lesión renal secundaria a la diabetes. Se caracteriza por proteinuria e insuficiencia renal progresivas. Este término abarca a todas las manifestaciones renales de la diabetes mellitus (DM) y afecta a todos los segmentos renales, tanto glomérulo como túbulo, intersticio y vasos. Una de las complicaciones más importan- tes de la DM es el desarrollo ERC, que constituye un importante marcador pronóstico en estos pacientes. 10.1. Epidemiología La aparición de nefropatía diabética (ND) se estima entre un 30-40% a los 15 años del inicio de la DM, tanto en DM1 como DM2. El desarrollo de ND depende fundamental- mente del tiempo de evolución, el control glu- cémico, la carga genética y el control de otros factores de riesgo como la obesidad o la hiper- tensión. Una vez establecida, la progresión de la ND dependerá sobre todo del control de la proteinuria. La ND es la causa más frecuente de ERC a nivel mundial. 10.2. Patogenia y anatomía patológica En la nefropatía diabética confluyen muchos factores lesivos: aumento de citocinas proinflamatorias y factores de crecimiento como TGF-β, alteración de las concentracio- nes de óxido nítrico y prostaglandinas, acti- vación anómala del eje RAA, presencia de productos de degradación de la glucosilación avanzada, etc. Todos estos factores provocan (Figura 10.1): • Cambios hemodinámicos. En situación de hiperglucemia se observa vasodilata- ción de la arteriola aferente y vasocons- tricción de la arteriola eferente. Además el aumento de reabsorción de sodio y glucosa en el proximal hace que llegue menos sodio al túbulo dis- tal contribuyendo a activar el eje RAA a través de la mácula densa y ATII aumenta la vasoconstricción de la arteriola eferente. Esto genera hipertensión intraglomerular, con la consiguiente hiperfil- tración, proteinuria y su efecto deletéreo a largo plazo en el glo- mérulo. • Cambios anatómicos. La hiperglucemia mantenida daña podocitos, MBG y mesangio, favoreciendo la aparición de proteinuria y fibrosis por diferentes mecanismos. Los dos patrones histológicos fundamentales a nivel glomerular, que pue- den coexistir o no, son: • Glomeruloesclerosis diabética difusa. Es la lesión más común. Con- siste en un aumento difuso de la matriz mesangial y un ensancha- miento de la membrana basal. • Glomeruloesclerosis nodular (lesión de Kimmelstiel-Wilson). Apa- rece en un 15% de pacientes con ND, asociado a la forma difusa. Con- siste en nódulos PAS (+) situados generalmente de forma periférica Glomérulo normal Nefopatía diabética Hiper�ltración ↓ Proteinuria Engrosamiento MBG Daño podocitario (fusión pedicelar) Aumento de matriz mensagial VC AE VD AA Uso de IECAS y ARA II ↓ VD eferente ↓ Disminución de la proteinuria Figura 10.1. Lesiones hemodinámicas y anatómicas en la nefropatía diabética. Mecanismo de descenso de la proteinuria con IECA/ARA-II 10 77 10. Nefropatía diabética. NF en el glomérulo. Aunque es una lesión característica de la ND, puede verse una lesión histológica similar en la nefropatía por cadenas lige- ras (Figura 10.2). En la ND también es posible ver típicamente depósito de material hialino, eosinófilo, en la cápsula de Bowman (“gota capsular”) o en el penacho capi- lar glomerular (“gorro de fibrina”). En la IFD se pueden ver depósitos pseudolineales de IgG (adhesión inespe- cífica, no hay mecanismo inmunológico implicado), de menor intensidad que los presentes en la enfermedad por anti-MBG. A nivel del túbulo renal se pueden ver células de Armani-Ebstein (patogno- mónicas de nefropatía diabética) que corresponden a células PAS (+) carga- das de glucógeno, situadas en el túbulo contorneado distal y en la porción recta del túbulo contorneado proximal. En estadios de vasculopatía diabética avanzada se suele asociar acidosis tubular tipo IV (ATIV) con hipoaldosteronismo hiporreninémico por hialiniza- ción de la arteriola aferente (con importante rigidez de la misma). También es bastante frecuente la presencia de hialinización de la arteriola eferente. En estadios finales de ND se verá fibrosis tubulointersticial progresiva. En algunos pacientes diabéticos con importante vasculopatía puede pre- dominar la afectación vascular e intersticial incluso con ausencia de daño glomerular. En estos pacientes hablaríamos de enfermedad renal diabética no proteinúrica y el papel de los BSRAA como antiproteinúricos en estos casos es controvertido. Figura 10.2. Glomeruloesclerosis nodular diabética. Nódulos de Kimmelstiel-Wilson (cortesía de Dr. Díaz Crespo) 10.3. Clínica y diagnóstico En la evolución de la ND, de curso típicamente lento y progresivo, existen los siguientes estadios: • Estadio I. Hiperfiltración. Fase precoz, no proteinúrica, que se caracteriza por un aumento del FG. Los riñones pueden aparecer aumentados de tamaño. El aclaramiento de creatinina y el transporte máximo de glucosa están aumentados. • Estadio II. Microalbuminuria intermitente. Aparece microalbuminu- ria intermitente en relación con el ejercicio, el estrés o las infecciones. • Estadio III. Nefropatía incipiente. Se caracteriza por microalbumi- nuria persistente. Se precisa una determinación de microalbuminu- ria positiva, esto es, de 30-300 mg/día en 2-3 muestras, recogidas en un periodo de 3-6 meses (MIR 15-16, 40). La microalbuminuria es el mejor marcador precoz de nefropatía, además de un marcador inde- pendiente de mortalidad cardiovascular. Puede haber hematuria en un 30% de los casos, empeorando el pronóstico de la ND. • Estadio IV. Nefropatía establecida. Caracterizada por una albumi- nuria > 300 mg/día. A partir de este momento, se produce un des- censo progresivo de la tasa de FG. La aparición de hipertensión suele ir paralela a la proteinuria y acelera la evolución de la enfermedad renal. A pesar de llegar a síndrome nefrótico, no suele requerir biopsia renal, ya que el diagnóstico se hace en base a la progresión desde esta- dios más tempranos, con afectación paralela de otros órganos diana. La gran mayoría de los pacientes con DM1 que alcanzan proteinuria nefrótica por ND presentan retinopatía proliferativa, sin embargo, esta asociación es menos constante en los pacientes con DM2. • Estadio V. Se caracteriza por insuficiencia renal grave. Los pacien- tes diabéticos suelen iniciar diálisis antes que el resto de los pacientes con ERCA, debido a su mayor riesgo cardiovascular, mayor velocidad de progresión, y a la presencia frecuente de hiperpotasemia y acido- sis (AT IV). Otras manifestaciones clínicas de la DM son la mayor incidencia de infec- ciones urinarias, en relación a la glucosuria o al desarrollo de complicacio- nes secundarias a la afectación microvascular, como la vejiga neurógena o la necrosis de papila. Para el cribado de la ND se debe realizar una determinación de albuminu- ria o cociente Alb/Cr anual. En los pacientes con DM2 desde el momento del diagnóstico y en los DM1 a partir de los 5 años del diagnóstico de la enfermedad. Ante la presencia de proteinuria en un paciente diabético se debe plantear el diagnóstico diferencial con otras glomerulopatías, espe- cialmente con la NM (Tabla 10.1). A favor En contra Evolución de la DM > 8-10 años < 5 años Evolución de la proteinuria Inicio progresivo (años) Aparición brusca de proteinuria nefrótica Descenso del FG Lento y progresivo Brusco Afectación de microvasculatura a nivel de otros órganos diana Sí No Datos de otra enfermedad renal No Hipocomplementemia, hematuria macroscópica, cilindros, etc. Tabla 10.1. Datos de sospecha de nefropatía diabética ante un paciente con proteinuria y diabetes Los riñones de los pacientes con nefropatía diabética pueden tener un tamaño normal o incluso aumentado hasta estadios avanzados. Recuerda ➔ El desarrollo de ND depende fundamentalmente del control glucé- mico, pero unavez establecida la ND, la proteinuria es el mayor factor de progresión hacia la ERC avanzada. 78 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición 10.4. Tratamiento Control de la proteinuria, la hipertensión arterial y la glucemia Son los principales factores de riesgo de progresión de la ND (MIR 16-17, 139). La reducción de la proteinuria es el factor más efectivo para enlentecer la progresión de la ND (MIR 16-17, 137; MIR 14-15, 102). Todos los anti- hipertensivos son útiles, porque al reducir la PA van a disminuir la hiper- tensión intraglomerular y la proteinuria, mejorando la supervivencia renal. Sin embargo, los que actúan dilatando la arteriola eferente (IECA/ARA-II) reducen de forma directa la presión de filtrado y la proteinuria, siendo los más efectivos (Figura 10.1). También tienen un efecto antiproteinúrico los antagonistas del calcio, aunque menor que los BSRAA. Se debe emplear IECA/ARA-II en todo paciente con proteinuria, incluso en ausencia de HTA, vigilando la aparición de hiperpotasemia en estadios avanzados y siempre que lo permitan las cifras de PA. La espironolactona también es un buen antiproteinúrico pero, como el resto de los diuréticos ahorradores de pota- sio, se debe evitar o monitorizar muy estrechamente cuando el FG baja de 30 ml/min. Desde estadios precoces se debe restringir la sal y en estadios avanzados se deben restringir los alimentos ricos en potasio (frutas, fru- tos secos) y puede ser necesario el uso crónico de resinas de intercambio iónico para controlar la hiperpotasemia, sobre todo en pacientes con ATIV. Respecto a la ingesta proteica se recomienda una dieta normoproteica o discretamente hipoproteica (0,8-1 g/kg/día). El control de la PA debe ser lo más ajustado posible, pero evitando episodios de hipotensión, por lo que se recomienda una PA < 130/80 mmHg en todo paciente con microalbuminuria. Un buen control glucémico también es fundamental, pero evitando hipoglu- cemias, por lo que el objetivo de HbA1c variará dependiendo del perfil del paciente; de forma general se recomienda HbA1c < 7-7,5%. En pacientes año- sos con mayor comorbilidad se puede ampliar a 8% y en los jóvenes con buen cumplimiento y poca comorbilidad se intentará llegar a una HbA1c < 6,5-7%. Cuando el FG baja de 30 ml/min, muchos de los antidiabéticos orales están contraindicados (metformina, sulfonilureas…). Entre los que sí se pueden seguir utilizando destacan las glitazonas, la repaglinida, los agonistas de la GLP-1 (redu- cen peso y de forma indirecta podrían reducir la proteinuria) y los inhibidores de la DPP4 (gliptinas). Es importante recordar que la insulina tiene eliminación renal, por lo que en situación de insuficiencia renal disminuyen los requerimien- tos de insulina para evitar situaciones de hipoglucemia (MIR 12-13, 58-ED). Por último debemos destacar el papel de los inhibidores del SGLT-2 (dapa- gliflozina, canagliflozina y empagliflozina). La Canagliflozina ya ha sido apro- bada para su uso en pacientes con ERC hasta estadio IIIb y se puede iniciar siempre que el FG sea mayor a 30 ml/min. Actúan bloqueando el cotranspor- tador sodio-glucosa SGLT-2 a nivel del túbulo proximal, donde se reabsorbe un 90% de la glucosa filtrada en el glomérulo (el resto lo hace a través del cotransportador SGLT-1). Aumentan la glucosuria y la natriuresis mejorando la HbA1c con poco riesgo de hipoglucemia. Estudios recientes han demos- trado que reducen el riesgo cardiovascular de los pacientes diabéticos y además asocian un efecto antiproteinúrico potente que retrasaría la progre- sión hacia ERCA (MIR 20-21, 164-ED). Sus principales efectos secundarios son la poliuria y el riesgo de infecciones urinarias. Preguntas MIR ➔ MIR 20-21, 164-ED ➔ MIR 16-17, 137, 139 ➔ MIR 15-16, 40 ➔ MIR 14-15, 102 ➔ MIR 12-13, 58-ED ✔ En la nefropatía diabética existe hipertensión intraglomerular, que con- duce a hiperfiltración. ✔ Al microscopio óptico existen dos patrones diferenciados: glomerulos- clerosis difusa y nodular. ✔ La proteinuria y la insuficiencia renal son de aparición lenta y progresiva. ✔ El tratamiento se basa en control de proteinuria, de hipertensión y de glucemia. Para los dos primeros se recomienda IECA/ARA-II como pri- mera elección. Conceptos Clave Varón de 60 años que presenta síndrome nefrótico. ¿Cuál de los si- guientes no haría sospechar nefropatía diabética? 1) Hematuria microscópica. 2) Insuficiencia renal. 3) Hipocomplementemia. 4) Hipoaldosteronismo hiporreninémico. RC: 3 Señalar en cuál de las siguientes circunstancias está más indicado el tratamiento con IECA/ARA-II: 1) Nefropatía diabética. 2) Cambios mínimos. 3) GN mesangiocapilar. 4) Nefropatía IgA. RC: 1 Casos Clínicos Recursos de la asignatura
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