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82 Hipertensión pulmonar Orientación MIR Tema poco importante. Se deben conocer las causas y el tratamiento. 14.1. Generalidades La hipertensión arterial pulmonar (HAP) se define como la elevación de la presión de la arteria pulmonar media por encima de 20 mmHg en reposo acompañada de un aumento en la resistencia vascular pulmonar > 3 uni- dades Wood. La clasificación actual, que se muestra en la Tabla 14.1, se basa en las causas; los grupos 1, 3, 4 y 5 cursan con hipertensión pulmo- nar precapilar, el grupo 2 (el más frecuente) con hipertensión pulmonar poscapilar. Se diferencian porque en la forma precapilar la presión de enclavamiento o pre- sión capilar pulmonar es normal ≤ 15 mmHg), mientras en la poscapilar está elevada (MIR 17-18; 73-CD). El cor pulmonale se define como un aumento de tamaño del ventrículo derecho secundario a enfermedades pulmonares, del tórax o de la circulación pulmonar, que puede ir acom- pañado de insuficiencia ventricular derecha. La gravedad del cor pulmonale viene dada por el grado de aumento de poscarga ventri- cular derecha, es decir, de la presión arterial pulmonar. Más de la mitad de los pacientes de EPOC padecen cor pulmonale. Los pacientes con hipertensión pulmonar exhiben unas características histológicas comunes, como hipertrofia de la media, fibrosis de la íntima, trombos recanalizados y lesiones plexiformes. Los fenómenos que llevan a un aumento en la presión pulmonar incluyen vasoconstricción, proliferación vas- cular, trombosis e inflamación. Se han identificado diferentes anomalías moleculares y genéticas relacionadas con el desarrollo de hipertensión pulmonar; entre ellas, el descenso en la expresión de los canales de potasio regulados por voltaje, mutaciones en el gen del receptor de la pro- teína morfogenética ósea tipo 2 (BMPR2), en los genes BMPR1B y SMAD9, miembros de la familia del factor de crecimiento transformador β (TGFβ) y el miembro 3 de la subfamilia del canal de potasio K (KCNK3). En la forma familiar de enfermedad venooclusiva/hemangiomatosis capilar pulmonar se han identificado mutaciones del factor de iniciación de la traducción alfa cinasa 4 (EIF2AK4). Fisiopatología La respuesta inicial normal del ventrículo derecho frente al aumento de la resistencia vascular pulmonar consiste en aumentar la presión de la arteria pulmonar para mantener el gasto cardíaco. Conforme la enfermedad pro- gresa, las resistencias pulmonares se hacen fijas y la hipertensión pulmo- nar se mantiene aunque se elimine la causa. La capacidad del ventrículo derecho para adaptarse al aumento de la resistencia vascular pulmonar Grupo 1 Hipertensión arterial pulmonar Idiopática Familiar Inducida por drogas y toxinas Asociada a: • Enfermedades del tejido conjuntivo • Hipertensión portal • Infección por VIH • Cortocircuito izquierda-derecha congénito • Esquistosomiasis Afectación capilar o venosa: • Enfermedad venooclusiva/hemangiomatosis capilar pulmonar • Idiopática • Familiar • Inducida por drogas, toxinas o radiación • Asociada a conectivopatía o infección por VIH Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido Grupo 2 Hipertensión pulmonar secundaria a enfermedades del corazón izquierdo Miocardiopatías Valvulopatías mitral o aórtica Grupo 3 Hipertensión pulmonar secundaria a enfermedades pulmonares crónicas y/o hipoxemia EPOC Enfermedades intersticiales Síndromes de hipoventilación alveolar Síndrome de apnea del sueño Grupo 4 Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica Tromboembolia Otras obstrucciones de arterias pulmonares • Tumores (angiosarcoma, otros tumores intravasculares) • Arteritis • Estenosis congénita de arterias pulmonares • Parásitos (hidatidosis) Grupo 5 Miscelánea Trastornos hematológicos: anemia hemolítica crónica, esplenectomía, trastornos mieloproliferativos Trastornos sistémicos: sarcoidosis, histiocitosis, linfangioleiomiomatosis, neurofibromatosis Trastornos metabólicos: enfermedades de depósito de colágeno, enfermedad de Gaucher, trastornos tiroideos Otros: mediastinitis fibrosante, microangiopatía trombótica tumoral, insuficiencia renal crónica (con o sin diálisis) Tabla 14.1. Clasificación de la hipertensión pulmonar (MIR 19-20; 158-RM) 14 83 14. Hipertensión pulmonar. NM depende de diversos factores, como la edad (en la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido la circulación pulmonar es capaz de admi- tir aumentos importantes de la resistencia vascular pulmonar con míni- mos aumentos de la presión pulmonar) o la rapidez con que se instaura la hipertensión pulmonar; así, en un TEP agudo se puede producir fracaso del ventrículo derecho y shock cardiogénico, mientras en el tromboembolismo crónico una sobrecarga del ventrículo derecho de la misma magnitud sólo provoca disnea de esfuerzo. La insuficiencia cardíaca derecha aparece cuando el flujo coronario dere- cho es incapaz de satisfacer la demanda de un ventrículo derecho hipertró- fico. En esta situación el gasto cardíaco disminuye y el pronóstico empeora. 14.2. Hipertensión arterial pulmonar primaria Es una enfermedad caracterizada por la elevación mantenida de la presión arterial pulmonar sin una causa demostrable. Hasta un 20% de los casos sufren una forma hereditaria de la enfermedad. El gen causante es, en la mayoría de los casos, el que codifica el BMPR2, miembro de la superfamilia del factor transformante del crecimiento β (TGFβ), que es un conjunto de proteínas multifuncionales. También se han documentado mutaciones en el gen de la cinasa activina-like 1 en pacientes con hipertensión pulmonar y con telangiectasia hemorrágica hereditaria. Los criterios diagnósticos utilizados incluyen una elevación de la presión media de la arteria pulmonar en reposo, excluyendo enfermedad valvular cardíaca izquierda, enfermedad miocárdica, shunt intracardíaco y cualquier enfermedad respiratoria, del tejido conjuntivo o tromboembólica crónica clínicamente relevante. La hipertensión portal, la infección por VIH, la inhalación de cocaína, los fármacos anorexígenos y el aceite de colza des- naturalizado pueden producir una enfermedad similar a la hipertensión pul- monar idiopática. El aumento en la presión pulmonar es consecuencia de fenómenos de vasoconstricción, proliferación vascular, fibrosis de la íntima e inflamación. Epidemiología La prevalencia es de 97 casos por millón de habitantes, predominando en mujeres jóvenes. La forma venooclusiva predomina en la infancia, y cuando aparece en adultos, es algo más frecuente en varones. Anatomía patológica Hay lesiones en las arterias musculares pequeñas y arteriolas pulmona- res. La alteración patológica más temprana es la hipertrofia de la media, lo que indica que debe haber un estímulo que produzca vasoconstricción y proliferación del músculo liso. La lesión histológica clásicamente asociada con la enfermedad es la arteriopatía pulmonar plexogénica, en la que hay hipertrofia de la media, fibrosis laminar concéntrica de la íntima y lesiones plexiformes, y que puede asociar arteriopatía trombótica, que consiste en hipertrofia de la media, fibrosis excéntrica de la íntima y signos dispersos de trombos antiguos recanalizados que aparecen como membranas fibro- sas. La forma plexogénica no es patognomónica, pues se ha encontrado en la hipertensión pulmonar de causa conocida (cirrosis hepática, enfermeda- des colagenovasculares y cardiopatías congénitas). La enfermedad venooclusiva pulmonar se describió como otra forma de hipertensión arterial pulmonar (el 10% de casos). Se caracteriza por una obstrucción de venas y vénulas pulmonares por fibrosis de la íntima y sep- tos fibrosos intravasculares que sugieren trombos recanalizados. A veces, las lesiones también afectan al lecho arteriolar. La hemangiomatosis capilar pulmonar es otra forma de hipertensión arte- rial pulmonar que consiste en la proliferación de vasos dilatados deparedes muy finas en el intersticio alveolar con tendencia a la rotura y hemoptisis. Es excepcional. Clínica Los síntomas iniciales son muy sutiles, por lo que el diagnóstico se demora una media de 2 años. La disnea progresiva es el síntoma más común. Su gra- vedad no se correlaciona con la elevación de la presión arterial pulmonar. La fatiga y la debilidad son frecuentes por deterioro del gasto cardíaco. El dolor torácico subesternal es común y parece relacionado con la insuficien- cia coronaria ante el aumento de las necesidades del ventrículo derecho y con la hipoxemia. Puede haber síncope por disminución del gasto cardíaco. A veces hay hemoptisis por rotura de aneurismas por la alta presión en la arteria pulmonar. Cuando la enfermedad es leve, puede no haber anomalías exploratorias, pero al progresar, son evidentes los signos de hipertensión pulmonar y disminución del gasto cardíaco. La radiografía de tórax revela protrusión de la arteria pulmonar principal y aumento en la anchura de la rama descendente de la arteria pulmonar derecha, oligohemia periférica y cardiomegalia. En la enfermedad venoo- clusiva, además, se aprecian líneas B de Kerley en ausencia de otros datos de insuficiencia del ventrículo izquierdo. Funcionalmente suele haber un patrón restrictivo leve. La difusión suele disminuir en un grado leve o moderado. La PaO2 suele estar disminuida y la PaCO2 puede ser baja. Existe correlación entre la distancia recorrida con el test de la marcha de 6 minutos y la gravedad, por lo que es útil para moni- torizar la respuesta al tratamiento. El electrocardiograma en fases avanzadas muestra hipertrofia de ventrículo y aurícula derechos. La ecocardiografía es útil para estimar la hipertensión pulmonar y para descartar causas secundarias, así como para evidenciar la sobrecarga ventricular derecha con abombamiento del tabique hacia ven- trículo izquierdo, lo que origina su disfunción diastólica. La gammagrafía de perfusión es normal o tiene alteraciones de baja probabilidad de TEP, lo que la diferencia del TEP crónico. Algunos autores sugieren que un patrón de perfusión irregular de modo difuso, no segmentario, puede indicar enferme- dad pulmonar venooclusiva. La arteriografía pulmonar se emplea, si la gam- magrafía de perfusión no es concluyente, para descartar un TEP crónico. Es necesario el estudio hemodinámico con cateterismo cardíaco para des- cartar causas secundarias y para demostrar aumento en la presión de la arteria pulmonar y de la aurícula derecha, así como disminución del gasto cardíaco. Se debe realizar el test de vasorreactividad con una sustancia vasodilatadora, que tiene valor pronóstico y guía la terapéutica (es positivo en el 10% de los pacientes y se asocia con buen pronóstico). Para considerar positivo este test deben cumplirse los tres criterios que se muestran en la Tabla 14.2. La presión de enclavamiento capilar pulmonar es normal incluso en la enfermedad venooclusiva, dada la naturaleza irregular del proceso, hasta estadios avanzados, en los que aumenta por disfunción diastólica del 84 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición ventrículo izquierdo. Si está elevada inicialmente, hay que descartar enfer- medades del corazón izquierdo (grupo 2), que cursan con la forma poscapi- lar de la enfermedad. No se requiere biopsia pulmonar para el diagnóstico. Test de vasorreactividad Descenso en la presión pulmonar ≥ 10 mmHg Presión pulmonar media al final de la exploración ≤ 40 mmHg Gasto cardíaco invariable o aumentado Tabla 14.2. Criterios de positividad del test de vasorreactividad Tratamiento Es una enfermedad progresiva para la que no hay curación. La supervi- vencia media era de 2,5 años, pero con los nuevos medios de tratamiento parece mayor (si responde a bloqueantes de los canales de calcio, se con- sigue una supervivencia a los 5 años del 95%). La muerte suele ser por pro- gresivo fallo cardíaco derecho y, a veces, por muerte súbita (Figura 14.1). Tratamiento con calcioantagonistas Vasorreactivo Riesgo intermedio o bajo Clase funcional II-III Inicio monoterapia Inicio combinación oral Respuesta clínica inadecuada Combinación secuencial doble o triple Respuesta clínica inadecuada Considerar entrada lista trasplante pulmonar Paciente en tratamiento Considerar remitir para trasplante pulmonar Inicio combinación incluyendo análogos prostaciclina i.v. Riesgo alto Clase funcional IV No vasorreactivo Test de vasorreactividad Figura 14.1. Tratamiento de la hipertensión pulmonar A. Calcioantagonistas Se emplean a largo plazo si en el estudio hemodinámico inicial se obtiene respuesta positiva en el test de vasodilatadores (adenosina o prostaciclina intravenosas u óxido nítrico inhalado). Los fármacos más empleados son nifedipino y diltiazem. Un 50% de los pacientes respondedores en el test de vasorreactividad mejoran o se estabilizan a largo plazo. B. Análogos de prostaciclina Epoprostenol se emplea en infusión endovenosa continua en los pacientes con test de vasorreactividad negativo en clase funcional III/IV, así como en los que fue positivo, pero la mejoría no se mantiene a largo plazo y están en clase funcional III/IV. Aunque requiere una vía para administración intra- venosa continua, es la única medicación que ha demostrado prolongar la supervivencia en la hipertensión pulmonar. Los efectos adversos incluyen diarrea, sofocos y dolor facial. También se usa como puente al trasplante. Existen otros análogos de prostacicilina, como teprostinil (vía subcutánea), iloprost (vía inhalada) y beraprost (vía oral). Recientemente se ha empleado con éxito el teprostinil por vía inhalada en la hipertensión pulmonar aso- ciada a enfermedades pulmonares intersticiales. Selexipag es un agonista selectivo del receptor IP de la prostaciclina eficaz por vía oral. Selexipag y su metabolito tienen mecanismos de acción simi- lares a los de la prostaciclina endógena (agonistas del receptor IP), si bien son químicamente diferentes y sus características farmacológicas difieren. C. Antagonistas de receptores de endotelina La endotelina 1 es un potente vasoconstrictor endógeno que estimula la proliferación de células musculares lisas de la pared vascular, implicado en la patogenia de la hipertensión pulmonar. Bosentán es un antagonista de receptores de endotelina, indicado en pacientes con hipertensión pulmo- nar en clase funcional II/III no respondedores en la prueba vasodilatadora o que se deterioran bajo tratamiento crónico con calcioantagonistas. Otros fármacos de este grupo son ambrisentán y macitentán. D. Inhibidores de fosfodiesterasa V La fosfodiesterasa V es la enzima que degrada el GMP cíclico (GMPc), el mediador por el que el óxido nítrico produce vasodilatación. Sildenafilo, vardenafilo y tadalafilo son inhibidores selectivos de la fosfodiesterasa V y han demostrado mejorar la capacidad de esfuerzo en pacientes en clase funcional II/III. No se deben asociar a los nitratos. E. Estimulantes de guanilato ciclasa Recientemente se ha ensayado con buenos resultados riociguat, fármaco que aumenta la concentración de GMPc estimulando la guanilato ciclasa. Está contraindicado su empleo conjunto con los inhibidores de fosfodieste- rasa V por el riesgo de hipotensión (MIR 17-18, 45). Para los pacientes que empeoran bajo tratamiento con monoterapia se puede usar asociaciones de los diferentes fármacos anteriormente mencio- nados, añadiendo un segundo fármaco y posteriormente un tercero según la respuesta clínica. F. Anticoagulantes El tratamiento con anticoagulantes es beneficioso, probablemente por prevenir la trombosis in situ, que se ve favorecida por el enlentecimiento circulatorio al pasar la sangre por vasos de calibre reducido. Estudios retros- pectivos y ensayos pequeños no controlados han observado aumento de la supervivencia con anticoagulantes. Actualmente, se recomienda en la HAP idiopáticaheredable y asociada a antígenos. G. Septostomía auricular con balón La creación de un cortocircuito derecha-izquierda puede descomprimir las cavidades cardíacas derechas, aumentar la precarga del ventrículo izquierdo y aumentar así el gasto cardíaco. Pueden beneficiarse de ella los pacientes en clase funcional IV con insuficiencia cardíaca derecha refracta- ria al tratamiento médico o con síncopes de repetición, siempre que tengan una presión arterial diastólica menor de 20 mmHg y una saturación arterial de O2 en reposo > 85%. En estos pacientes, a pesar de la desaturación que se produce, aumenta el transporte de O2 a los tejidos debido al aumento del gasto cardíaco. 85 14. Hipertensión pulmonar. NM H. Trasplante pulmonar Se indica en los pacientes que, aún con tratamiento médico intensivo (vaso- dilatadores, prostaciclina…), siguen con insuficiencia cardíaca derecha en clase funcional III/IV. La técnica de elección es el trasplante bipulmonar, salvo que exista disfunción irreversible del ventrículo derecho, en cuyo caso se debe indicar trasplante cardiopulmonar. No se ha descrito la recidiva. I. Otras medidas Los pacientes no deben realizar actividades que requieran gran esfuerzo físico, por aumentar éste la presión arterial pulmonar. El embarazo es mal tolerado y los anticonceptivos orales pueden exacerbar la enfermedad. Los diuréticos son útiles si hay ascitis y edemas. La digoxina no ha demos- trado ningún efecto beneficioso. El oxígeno puede mejorar la clínica en los pacientes con insuficiencia respiratoria. 14.3. Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica Se produce como consecuencia del remodelado obstructivo de la circula- ción pulmonar si tras un TEP no se restablece por completo el flujo vascular pulmonar. Se ha descrito una incidencia que oscila entre 0,1 y 9%, y sólo la mitad tienen antecedentes de enfermedad tromboembólica. La clínica es similar a la de la hipertensión pulmonar primaria. El diagnós- tico se sospecha al encontrar una gammagrafía pulmonar de perfusión con defectos de alta probabilidad para TEP o defectos de repleción en la angio-TC. El diagnóstico se confirma por arteriografía. El tratamiento de elección es la tromboendarterectomía en pacientes con trombos centrales en clase funcional III/IV. La mortalidad de la técnica en la actualidad se sitúa por debajo del 5% en centros con experiencia. Todos los pacientes deben recibir anticoagulación indefinida. La fibrinolisis no es eficaz. Los pacientes no operables por comorbilidad se pueden beneficiar de dilatación de arterias pulmonares con balón o de los tratamientos far- macológicos utilizados en la hipertensión arterial pulmonar primaria, si bien riociquat es el que ha obtenido indicación en la hipertensión arterial trom- boembólica crónica. Preguntas MIR ➔ MIR 19-20, 158-RM ➔ MIR 17-18, 45 ➔ MIR 17-18, 73-CD ✔ Todos los pacientes se benefician de anticoagulación. ✔ Los que tienen un test de vasorreactividad positivo (un 10%) cuentan con mejor pronóstico y se benefician de tratamiento con vasodilatado- res (calcioantagonistas) a largo plazo. ✔ Los pacientes que no responden en clase funcional III/IV deben recibir análogos de prostaciclina intravenosa. ✔ Para los pacientes en clase funcional III/IV el tratamiento definitivo es el trasplante pulmonar. Conceptos Clave Recursos de la asignatura
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