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Emergencias-1992_4_3_108-112-112

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emergencias 
o R G N A L E s 
URGENCIAS DE TRAUMATOLOGÍA EN UN HOSPITAL 
TERCIARIO 
J. Redín Huarte*, J. Usoz Alfaro*, E. Pernaut Sarnago**, 
M. Martínez Vergara*** 
Servicio de Traumatología*. Médico contratado**. Servicio de Traumatología. 
Jefe del Servicio de Urgencias***. Hospital de Navarra. Pamplona. 
La sobrecarga de los servicios de urgencias 
hospitalarias constituye un problema de considerable 
magnitud. Las urgencias de traumatología tienen un 
importante peso específico, dentro del global de las 
mismas, dado su volumen y la gran solicitud de 
asistencia por patología banal. 
Hemos revisado 5.938 informes derivados de 
urgencias de traumatología atendidos en los meses de 
enero, abril, julio y noviembre de 1990. De ellos, 
hemos estudiado la distribución por sexos y edades, 
la etiología, el tiempo transcurrido entre el 
traumatismo (o inicio del cuadro) y la demanda 
asistencial, así como el juicio clínico y la orientación 
terapéutica de cada caso. Como resultados 
destacamos una importante proporción (30 %) de 
consultas tras 24 horas de iniciado el cuadro, una 
notable disminución de la demanda al aumentar la 
distancia entre el domicilio del paciente y el hospital, 
además de una elevada proporción de consultas por 
patología banal. 
Por último se comentan las causas del exceso de 
demanda asistencial, al igual que los factores sobre 
los que se pudiera actuar para conseguir una 
adecuada utilización de los servicios de urgencias. 
Introducción 
La utilización de los servicios de urgencias hospita­
laria ha aumentado considerablemente en las dos úl-
Correspondencia: Redín Hual1e. 
Travesía Vuelta del Castillo. 3, 4' E 
31007 PAMPLONA 
timas décadas 12, de manera que muchos hospitales 
han visto cómo la atención de las mismas ocupaba 
gran parte de su actividad asistencial, docente e inves­
tigadora. 
Este crecimiento no es un fenómeno aislado en 
nuestro país, sino que se ha producido también en 
otros países, incluidos los más desarrollados. En el tra­
bajo de Lloret 2, se indica que se ha pasado, en el Hos­
pital de La Santa Cruz y San Pablo, de 14.706 aten­
ciones en 1968 a 83.245 en 1982. Riggs indica que en 
los EEUU se ha incrementado la cifra de 42 millones 
de urgencias en 1962 a 81,3 millones en 1979 3. 
Por otra parte, la atención en urgencias de patolo­
gía «no-urgente» aumenta considerablemente el costo 
económico de la asistencia. Se calcula que el costo de 
las urgencias inapropiadas en los EEUU durante 1980, 
fue de 2 billones de dólares 4. 
Dentro de este contexto, una de las especialidades 
más afectadas por el uso inapropiado de los Servicios 
de Urgencias es la Traumatología. Destacamos el he­
cho de que muchos estudios realizados sobre este tema 
256 excluyen los traumatismos de su casuística, a pe­
sar de corresponder, en cuanto al volumen de consul­
tas urgentes, a un tercio aproximadamente de todas 
las urgencias hospitalarias. 
El objetivo de este trabajo se centra en contribuir al 
conocimiento más detallado de las demandas asisten­
ciales y las motivaciones que inducen a los pacientes 
a acudir a los servicios de Urgencias de los hospitales. 
Todo ello estudiado dentro de un marco epidemioló­
gico diferenciado, ya que se fundamenta sobre una po­
blación mixta, rural y urbana, distribuida en núcleos 
108 Emergencias. Yol. 4, Núm. 3, Mayo-Junio 1992 
de población distantes entre sí, y se incide en el de­
sarrollo de algunos factores que parecen influir sobre 
la demanda de asistencia urgente. 
Este tipo de estudios esperamos que ayude a una 
mejor estructuración de la asistencia con indudables 
beneficios, tanto para los profesionales y la adminis­
tración, como para los propios usuarios. 
Material y métodos 
El Hospital de Navarra está catalogado como Centro de nivel ter­
ciario dentro del Servicio Navarro de Salud. Atiende las demandas 
asistenciales urgentes de asegurados de dicho Servicio, correspondien­
tes a dos de las cinco áreas sanitarias en que se divide la Comunidad 
Autónoma. Dicho espacio corresponde a 120.226 habitantes de áreas 
urbanas físicamente adyacentes al Centro y 90. S 71 habitantes de áreas 
rurales o núcleos urbanos menores, separados físicamente del Centro. 
Por otro lado, es Centro de Atención preferente para accidentes de 
tráfico ya que es el único de la Comunidad Foral que cuenta con ser­
vicios de Neurocirugía y Cirugía Cardiovascular y Torácica con guar­
dias de presencia física. Esto hace que la mayoría de traumatizados 
por accidente de tráfico sean derivados a nuestro Servicio de Urgen­
cias. Asimismo, mantiene una serie de conciertos con diversas mu­
tualidades para la atención urgente de accidentes laborales. 
En nuestro trabajo hemos revisado los informes de asistencia en ur­
gencias correspondientes a los meses de enero, abril, julio y noviem­
bre de 1990 como muestra representativa de todo el año. 
De ellos hemos estudiado los siguientes parámetros: 
- Edad. 
- Sexo. 
- Etiología. 
- Intervalo de tiempo transcurrido entre el inicio de la clínica, o 
el traumatismo, y la solicitud de asistencia urgente. 
Fig. l. 
Distribución de 
pacientes 
atendidos según 
la edad. 
años 
0-5 
S-lO 
10-15 
15-20 
20-25 
25-30 
30-35 
35-40 
40-45 
45-50 
50-55 
55-60 
60-65 
65-70 
70-75 
75-80 
80-85 
85-90 
>90 
� 
=-
1-
O 
I 
I 
¡ 
200 
- Relación entre la distancia desde el domicilio del paciente al 
hospital y la demanda asistencial, expresado como número de casos 
atendidos por cada mil habitantes en distintas áreas delimitadas en 
círculos concéntricos, separados cada uno de ellos por 10 km. Estas 
áreas se inician a partir de una a la que se asigna la distancia cero, y 
que representa áreas urbanas unidas físicamente con el Centro. 
Hemos excluido los traumatismos no correspondientes específica­
mente a la especialidad aunque, en el caso de lesión múltiple, sí he­
mos incluido la del aparato locomotor. 
De igual manera, en el caso de varias lesiones del aparato locomo­
tor sólo se recoge la de mayor severidad, quedando reflejada una úni­
ca lesión por paciente. 
Resultados 
Durante 1990 se han atendido en el Servicio de Ur­
gencias un total de 51.478 casos de los cuales 17.923, 
el 34,81 %, corresponden a traumatología. Hemos re­
visado 5.938 informes correspondientes a los meses 
antes citados. De los casos estudiados el 52, 1 % corres­
ponde a varones y el 47,9 % a mujeres. La media de 
urgencias diariamente atendidas fue de 48,67 casos. 
La distribución por edades se representa en la Figu­
ra 1. La edad media para todo el conjunto fue de 
32,47 años. 
La etiología de los casos atendidos fue la siguiente: 
traumatismo casual: 4.129 (69,53 %); accidentes de 
tráfico: 380 (6,39 %); causas de origen inflamatorio 
(incluyendo periartritis y tendinitis): 377 (6,34 %); 
traumatismos deportivos: 182 (3,06 %); accidentes la­
borales: 105 (1,76 %); infecciones: 94 (1,58 %); causas 
degenerativas: 85 (1,43 %); agentes físicos: 78 
(1,3 1 %); mordeduras de animal: 39 (0,65 %); agresio­
nes: 25 (0,42 %); tumores: 8 (0,134 %); precipitacio-
I i 
I I 
400 600 
Pacientes 
I 
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, 
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1 
I 
I 
i 
, 
f 
! 
I 
800 1.000 
J. Redín Huarte et al.-Urgencias de traumatología 109 
nes: 5 (0,08 %); y otros de causa mal definida: 43 ¡ 
(7,25 %). 
El tiempo entre el traumatismo o el inicio de la sin­
tomatología y de la demanda de atención urgente vie­
ne reflejado en la Tabla l. 
La cuantificación de la relación entre distancia del 
domicilio al Centro y solicitud de asistencia se repre­
senta en la Figura 2. 
El estudio de los casos en relación a los juicios clí­
nicos y a su orientación terapéutica, viene representa­
do de manera agrupada en la Figura 3. Obtenemos, en 
el análisis detallado de los casos, una proporción de 
patología banal del 72 %. A continuación se especifi­
can los mismos con más detalle: 
- Contusiones. Total: 1.116; EESS: 408; EEII: 626; 
raquis: 82. 
- Trauma articular banal (tratado con vendaje, re­
poso y/o antiinflamatorios). Total: 1.513; tobillo ypie: 
TABLA l. Urgencias en traumatología. 
Tiempo hasta la atención N' de casos % 
< 24 horas 4.256 71,67 
1-3 días 651 10,96 
3-7 días 441 7,42 
1-4 semanas 371 6,24 
> 4 semanas 219 3,68 
Distribución de los casos según el tiempo transcurrido 
entre el traumatismo, o el inicio del cuadro, y la de­
manda de asistencia urgente. 
Kilómet *. 
o 
<10 
10-20 
20-30 
30-40 
40-50 
50-60 
>60 
857; rodilla: 120, muñeca y mano: 526; y otras zonas: 
10. 
- Trauma articular mayor (tratado con inmovili­
zación o con indicación quirúrgica). Total: 193; rodi­
lla: 79; tobillo: 27; latigazo cervical: 87. 
- Luxaciones. Total: 71; hombro: 48; codo: 5; IF­
MTCF: 9; otras: 9. 
- Otras artropatías. Total: 175; monoartrirtis: 35; 
artropatía degenerativa: 84; poliartritis: 8; dolor arti­
cular sin establecer origen: 48. 
- Fracturas leves (alta tras la inmovilización en ur­
gencias). Total: 639; hombro: 68; codo: 15; muñeca y 
mano: 327; pelvis: 27; tobillo y pie: 186; aplastamien­
tos mínimos de raquis de origen osteoporótico: 16. 
- Fracturas mayores (que requirieron cuando me­
nos reducción). Total: 205; EESS: 48; EEII: 142; ra­
quis: 14. 
- Patología no traumática asociada al raquis. To­
tal: 421; cervicalgia/cervicobraquialgia: 121; lumbal­
gia/ciática: 242; dorsalgias: 54; otras: 4. 
- Lesiones de partes blandas (tanto traumáticas 
como inflamatorias). Total: 418; hombro: 92; codo: 
33; muñeca y mano: 60; cadera : 4; rodilla: 45; tobillo 
y pie: 128; lesiones musculares: 6; y lesiones de los ner­
vios periféricos: 10. 
- Heridas y quemaduras. Total: 759; mínimas 
(solo cura local y profilaxis antitetánica): 318; sutura 
cutánea: 326; complicadas: 28; quemaduras de primer 
grado: 77; quemaduras de grado mayor: 10. 
O 5 10 15 20 25 30 35 
Fig. 2. Número 
de casos 
atendidos por 
cada mil 
habitantes 
distribuidos en 
relación con la 
distancia al 
Centro. Se 
aprecia una 
constante 
disminución de 
la demanda 
asistencial 
conforme 
aumenta la 
distancia desde 
el domicilio del 
paciente al 
hospital. N: Pacientes/Mil habitantes 
110 Emergencias. Vol. 4, Núm. 3, Mayo-Junio 1992 
- Otras: 428; acuden a revisión: 172; curas de he­
ridas: 19; tumefacción de miembros inmovilizados: 
18; deterioro de vendajes o inmovilizaciones: 36; tu­
mores: 9; deformaciones congénitas o adquiridas: 12; 
infecciones de heridas: 46; infección de partes blandas 
(casi exclusivamente heroinómanos): 64; uña incarna­
ta: 24; y otros no clasificables: 28. 
Discusión 
Los Servicios de Urgencias hospitalarios se han con­
vertido en los últimos años en «Superambulatorios», 
donde existe una gran presión asistencial de pacientes 
que presentan, en gran medida patología banal (o que 
no requiere atención médica especializada ni pruebas 
complementarias urgentes). Este hecho emplea una 
gran cantidad de recursos humanos y materiales pro­
duciendo un detrimento en la atención a situaciones 
verdaderamente urgentes. 
Se ha afirmado en diversos trabajos que la excesiva 
demanda de asistencia urgente que se vive en nuestro 
medio viene determinada por la situación de deterio­
ro de la asistencia primaria, devaluada en la opinión 
general de los usuarios 5 6 7 8 9; el aumento de las expec­
tativas asistenciales de la población; la percepción por 
parte del paciente de una atención más inmediata y 
acompañada de exploraciones complementarias, aun-
Contusiones 
TR. Articular banal 
TR. Articular mayor 
, Luxaciones 
Otras artropatías 
Fracturas leves 
Fracturas mayores 
F· 3 Pat. raquis zg . . 
Representación 
de los casos Partes blandas 
atendidos en las 
distintas Heridas-quemaduras 
categorías 
diagnósticas. La Otras 
especificación de 
los mismos se O 
encuentra en el 
texto. 
200 400 
que en una gran proporción se realicen como práctica 
de una medicina defensiva; y ausencia total de una 
normativa sobre el uso de los Servicios de Urgencias 
dentro del Sistema de Salud 10. 
Destacamos en nuestra revisión una distribución 
por edades en la que predominan la segunda y tercera 
décadas de la vida. Este hecho viene dado por una ma­
yor exposición a situaciones de riesgo traumatológico 
durante estas épocas. 
En concordancia con otros trabajos, la proporción 
por sexos es similar y la causa más frecuente fue el 
traumatismo casual. 
Al evaluar el tiempo que media hasta la consulta ve­
mos que casi un 30 % de la demanda asistencial se pro­
duce transcurridas 24 horas y un 20 % después de 3 
días. 
Revisando los juicios clínicos detallados en el apar­
tado anterior aparece una proporción de patología ba­
nal del 72 %. Probablemente este hecho refleje un cri­
terio muy estricto al hallar una mayor proporción que 
en el reciente trabajo publicado por Morales (lJ) donde 
es del 65,6 %. Sin embargo, al revisar los casos se apre­
cia el gran número de ellos que se agrupan bajo epí­
grafes como: «revisiones, heridas que no precisan su­
tura, deterioro de vendajes y escayolas, deformidades 
congénitas o adquiridas, uña incarnata, artrosis ... ». En 
600 800 1.000 1.200 10400 1.600 1.800 
Pacientes· 
J. Redín Huarte et al.-Urgencias de traumatología 111 
resumen, patologías de larga evolución o procesos que 
no requieren, en muchos casos, atención médica. 
Al valorar la relación entre la demanda asistencial 
y la distancia al Centro, se aprecia una disminución 
constante de la primera conforme aumenta la distan­
CIa. 
De todos estos datos se infiere, como conclusión, 
que los pacientes que solicitan asistencia urgente no 
tienen, en muchos casos, la importancia del cuadro 
como motivación principal para acudir a urgencias. El 
elevado número de casos que solicita una asistencia 
diferia en el tiempo podría atenderse por otro meca­
nismo asistencial. Asimismo, la demanda parece de­
pender, hasta un cierto grado, de la comodidad del ac­
ceso al Centro de modo que, al aumentar la distancia 
del domicilio del paciente al mismo se recurre a los 
Centros de Atención Primaria que se encuentran más 
proximos. Por último la importante proporción de pa­
tología banal atendida indica una considerable sobre­
demanda de asistencia que influye negativamente en 
la calidad de la misma. 
Pensamos que en la mejora de la asistencia prima­
ria, educación sanitaria y puesta en marcha de una 
normativa clara al respecto, está la clave de una im­
portante reducción de la presión asistencial que pade­
cen las urgencias hospitalarias y como consecuencia 
de ello una mejor calidad en la atención de los casos 
verdaderamente urgentes. 
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