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22 Aportes de la ciencia regional al estudio del cambio climático El contexto de las regiones de México autor Andrés E Miguel Velasco, Pedro Maldonado Cruz, Julio César Torres Váldez y Ne

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1262 
Aportes de la ciencia regional al estudio del cambi o climático 
Andrés E. Miguel Velasco, Pedro Maldonado Cruz, Jul io César Torres 
Váldez, Nestor Solís Jiménez 
 
 
 
Editado por la Fundación Universitaria Andaluza Inca Garcilaso para eumed.net 
 
Derechos de autor protegidos. Solo se permite la impresión y copia de este texto 
para uso personal y/o académico. 
 
 
 
Este libro puede obtenerse gratis solamente desde 
http://www.eumed.net/libros-gratis/2013/1262/index.htm 
Cualquier otra copia de este texto en Internet es ilegal. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
APORTES DE LA CIENCIA REGIONAL 
AL ESTUDIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 
EL CONTEXTO DE LAS REGIONES DE MÉXICO 
 
 
 
 
 
 
Andrés E. Miguel Velasco 
Pedro Maldonado Cruz 
Julio César Torres Váldez 
Nestor Solís Jiménez 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ABREVIATURAS 
 
I. Instituciones e índices estadísticos del Texto. 
 
CiЯ: Ciencia Regional. 
 C2: Cambio climático. 
C: Índice de desarrollo regional (C) en situación de C2. 
CFC: Clorofluorocarbonos. 
CMMAD: Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. 
CMICC: Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. 
CONAGUA: Comisión Nacional del Agua. 
°C: Grados centígrados. 
CO2: Dióxido de carbono. 
CH4: Metano. 
D.C.: Después de Cristo. 
ÐS: Desarrollo sustentable. 
ÐЯ: Desarrollo regional. 
ÐЯS: Desarrollo regional sustentable. 
ÐЯ+: Desarrollo regional expansivo. 
ÐЯ-: Desarrollo regional intensivo. 
ÐЯ0: Desarrollo regional estancado. 
δR: Desigualdades regionales. 
DRIDH: Desigualdades regionales del desarrollo. 
DRSCC: Desarrollo regional sustentable con cambio climático. 
ECOs: Efectos colaterales no deseables. 
E: Índice de elasticidad del cambio climático. 
FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (Food 
and Agriculture Organization). 
GEI: Gases de Efecto Invernadero. 
Hi: Desarrollo humano. 
IPCC: Panel intergubernamental para el Cambio Climático. 
ILPES: Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social. 
INE: Instituto Nacional de Ecología. 
INEGI: Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 
IDH: Índice de desarrollo humano. 
ISA: índice de desarrollo sustentable del agua. 
IS: Índice de salud. 
Li: Localización. 
N: Índice de los niveles de desarrollo. 
NASA: Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio 
(National Aeronautics and Space Administration) de los Estados 
Unidos de América. 
O3: Ozono. 
 
 
 
ODM: Objetivos de desarrollo del Milenio. 
ONU: Organización de las Naciones Unidas. 
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. 
PNUMA: Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente. 
NXOY: Óxidos de Nitrógeno. 
Я: Región. 
ЯS: Regiones. 
r: Índice de bienestar regional. 
S+: Simetría del desarrollo. 
S-: Asimetría del desarrollo. 
SMN: Sistema meteorológico nacional. 
SEMARNAT: Secretaría del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. 
T: Índice de temporalidad (T) del C2. 
TMI: Tasas de mortalidad infantil. 
UNFPA: Fondo de Población de las Naciones Unidas. 
UICN: Unión Internacional para la Naturaleza. 
WWF: Fondo Mundial para la Naturaleza. 
ÇO: Paradigma de la complejidad y el caos 
αi: Acticaos. 
Ði: Desarrollo. 
τi: Turbulencias sociales. 
Є: Espacialidad. 
Ç: Concentración. 
 
II: Regiones y Estados de México. 
 
NW: Noroeste. 
BC: Baja California. 
BCS: Baja California Sur. 
SIN: Sinaloa. 
SON: Sonora. 
N: Norte. 
COAH: Coahuila. 
CHIH: Chihuahua. 
DGO: Durango. 
NE: Noreste. 
NL: Nuevo León. 
TAM: Tamaulipas. 
CN: Centro-norte. 
AGS: Aguascalientes. 
SLP: San Luis Potosí. 
ZAC: Zacatecas. 
CW: Centro-occidente. 
COL: Colima. 
GTO: Guanajuato. 
JAL: Jalisco. 
MICH: Michoacán. 
 
 
 
NAY: Nayarit. 
C: Centro. 
DF: Distrito Federal. 
MX: México. 
HGO: Hidalgo. 
MOR: Morelos. 
PUE: Puebla. 
QR: Querétaro. 
TLAX: Tlaxcala. 
S: Sur. 
CHIS: Chiapas. 
GRO: Guerrero. 
OAX: Oaxaca. 
E: Este. 
TAB: Tabasco. 
VER: Veracruz. 
P: Península. 
CAMP: Campeche. 
QROO: Quintana Roo. 
YUC: Yucatán. 
II: Regiones de Oaxaca. 
 
CÑ: Cañada. 
CO: Costa. 
IST: Istmo. 
MIX: Mixteca. 
PAP: Papaloapan. 
SN: Sierra Norte. 
SS: Sierra Sur. 
VC: Valles Centrales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
APORTES DE LA CIENCIA REGIONAL AL ESTUDIO 
DEL CAMBIO CLIMÁTICO 
EL CONTEXTO DE LAS REGIONES DE MÉXICO 
 
ÍNDICE 
PREFACIO 10 
 
CAPÍTULO 1. DEL ORDEN AL CAOS: UNA SÍNTESIS TEÓRICO-
METODOLÓGICA DE LAS TEORÍAS DE LA CIENCIA REGIONAL 
HACIA EL ENTENDIMIENTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 12 
 
1.1. Propósito de la Ciencia Regional 12 
1.2. Conceptos básicos 12 
1.3. El paradigma de la localización 13 
1.3a. El modelo economicista 14 
1.3b. El modelo económico-administrativo 16 
1.4. El paradigma del desarrollo 17 
1.4a. El modelo del desarrollo económico 17 
1.4b. El modelo del bienestar 17 
1.4c. El modelo del desarrollo sustentable 18 
1.4d. El modelo del desarrollo endógeno, local y de la sociedad del 
conocimiento 19 
1.4e. El modelo del desarrollo regional 19 
1.4f. El modelo del antidesarrollo 20 
1.5. El paradigma emergente de la complejidad y el caos 21 
1.5a. El modelo de la región adaptable 21 
1.5b. El modelo de las turbulencias regionales 22 
 1.6. El C2 como variable endógena de las teorías de la Ciencia Regional24 
 
CAPÍTULO 2. EL CAMBIO CLIMÁTICO COMO PROBLEMA EN LA 
CIENCIA REGIONAL 26 
 
2.1. El cambio climático como problema de investigación en las regiones26 
2.2. Justificación de la importancia del cambio climático en el desarrollo 
egional 35 
 
CAPÍTULO 3. EL DESARROLLO REGIONAL Y EL CAMBIO CLIMÁTICO 
 37 
3.1. El desarrollo regional sustentable y su evolución hacia el cambio 
climático 37 
 
 
 
3.2. El desarrollo regional sustentable y el cambio climático 43 
3.3. Los indicadores del desarrollo sustentable y el cambio climático 57 
3.4. Las desigualdades regionales en el campo del desarrollo sustentable 
62 
 
CAPÍTULO 4. LA VALORACIÓN METODOLÓGICA DE LA RELACIÓN 
DESARROLLO REGIONAL-CAMBIO CLIMÁTICO 65 
 
4.1. Modelo teórico de investigación 65 
4.2. Indicadores 67 
4.2.1. El índice de desarrollo regional sustentable (S) 67 
4.2.2. El índice de bienestar regional (r) 69 
4.2.3. El índice de desarrollo regional (C) en situación de C2 70 
4.2.4. El índice de los niveles de desarrollo (N) 73 
4.2.5. El índice de temporalidad (T) del C2. 74 
4.2.6. El índice de las desigualdades regionales (δR) 74 
4.2.7. El índice de elasticidad del cambio climático (E) 75 
4.3. Procedimiento y fuentes de la investigación 75 
 
CAPÍTULO 5. EL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS 
REGIONES SOCIALES: EL CASO DE MÉXICO 78 
 
5.1. El contexto regional en México 78 
5.2. Efecto en la sensibilidad de las regiones hacia el C2 84 
5.3. Efectos del C2 en el desarrollo regional 85 
5.4. Efecto del C2 en el bienestar regional 87 
5.5. Efectos del C2 en los niveles y la temporalidad del desarrollo regional88 
5.6. Efectos del C2 en las desigualdades del desarrollo regional 89 
5.7. Nivel de desarrollo sustentable de las regiones en situación de cambio 
climático 91 
5.7.1. El caso de las regiones de México 91 
5.7.2. El caso de las regiones de Oaxaca, México 94 
 
 
Capítulo 6. REFLEXIONES FINALES: LA RELACIÓN CAMBIO 
CLIMÁTICO-DESARROLLO SUSTENTABLE EN LAS REGIONES 99 
 
6.1 Conclusiones del análisis de la relación desarrollo sustentable-cambio 
climático 99 
6.2. El impacto del Cambio Climático en la simetría de los polos, clústeres y 
redes territoriales de las regiones 99 
6.2.1. Planteamiento 99 
6.2.2. Marco conceptual: la simetría regional 101 
6.2.2.1. La visión asimétrica del desarrollo regional101 
6.2.2.2. La visión simétrica del desarrollo regional 102 
6.3. El cambio climático en la estructura regional de México 104 
 
 
 
6.4. El escenario no deseado del impacto del cambio climático en el 
desarrollo regional 105 
6.5. Propuestas inmediatas para enfrentar el cambio climático 107 
 
ANEXO: SÍNTESIS MATEMÁTICA DE LAS TEORÍAS DE LA REGIÓN 
 
I. El paradigma de la localización 111 
I.1 El modelo economicista de los usos del suelo y de los costos de 
transporte 111 
I.2 El modelo del lugar central y de la competitividad 111 
I.3ElmodeloKeynesiano 112 
I.4 El modelo de los polos de desarrollo 112 
II. El paradigma del desarrollo 113 
II.1 El modelo del bienestar 113 
II.2 El modelo del desarrollo sustentable 113 
II.3 El modelo complejo del desarrollo regional 113 
II.4 El modelo de la región tradicional 114 
III. El paradigma emergente de la complejidad y el caos: el modelo de la 
región compleja 114 
IV. Síntesis de las teorías del desarrollo regional según la complejidad 
115 
 
 
ANEXO ESTADÍSTICO 
 
 
ÍNDICE DE TABLAS Y CUADROS 
 
Tabla No. 1. Desastres de origen hidro-climático en Oaxaca: 2000-2010. 
33 
Tabla No. 2. Propuestas para la evaluación de la sustentabilidad. 
57 
Tabla No.3. Teorías de las desigualdades regionales. 
63 
Tabla No.4. Teorías de causas intangibles de las desigualdades regionales. 
64 
Tabla No. 5. Resumen Metodológico de los efectos del C2 en el desarrollo 
regional. 
66 
Tabla No. 6. Los factores de la localización en la Ciencia Regional. 
68 
Tabla No. 7. Tipos de caos, turbulencias e incertidumbre en las regiones. 
73 
Tabla No. 8. Regiones de México: efectos del C2 más notables. 
76 
Tabla No. 9. Regiones de Oaxaca: efectos del C2 más notables. 
76 
 
 
 
Cuadro No. 1. México: Población por Regiones 2000-2010. 
117 
Cuadro No. 2. México: Tasa de Población por Regiones 2000-2010. 
117 
Cuadro No. 3. México: Desarrollo Humano por Regiones 2000-2010. 
118 
Cuadro No. 4. México: Agua Suministrada por Regiones 2000-2010. 
118 
Cuadro No. 5. México: Empresas por Regiones 2000-2010. 
119 
Cuadro No.6. Regiones de México: Elasticidad o sensibilidad al Cambio 
Climático 2000-2010. 
119 
Cuadro No.7. Regiones de México, indicadores de desarrollo regional. 
120 
Cuadro. No.8. Regiones de México: Niveles de bienestar derivados del 
desarrollo regional sustentable 2010. 
121 
Cuadro No.9. Regiones de México: perdida de niveles de desarrollo debido 
al C2. 
121 
Cuadro No.10. Regiones de México: Tiempo de rebote a causa del C2. 
122 
Cuadro. No. 11. Regiones de Oaxaca: niveles de bienestar y sensibilidad al 
cambio climático 2010. 
122 
Cuadro No. 12. Regiones de Oaxaca: indicadores del desarrollo regional. 
123 
Cuadro No. 13. Regiones de México: perdida de niveles de desarrollo y de 
tiempo de rebote debido al cambio climático. 
124 
Cuadro. No. 14. México: comportamiento de las desigualdades regionales 
sin cambio climático y con cambio climático 2000-2010. 
124 
 
ÍNDICE DE ESQUEMAS, GRÁFICAS Y MAPAS 
 
Esquema No.1. Interacción de las regiones y el cambio climático 
34 
Esquema No.2. Efectos de la espacialidad en el proceso de desarrollo 
44 
Esquema No. 3. Modelo Teórico de la investigación 
65 
 
 
 
 
Gráfica No. I.1. Variación de los gases de efecto invernadero y la 
temperatura en el planeta 1880-2000 
 29 
Gráfica No. I.2.- Temperatura Media Anual en el estado de Oaxaca: 1971-
2011. 
30 
Gráfica No. I.3.- Evaporización Anual en Zona Metropolitana Oaxaca: 1930-
2010. 
30 
Gráfica No. 4.1. Tasa de crecimiento medio anual de la población 1895 a 
2010. 
 
79 
Gráfica No.4.2. México: Población por Regiones 2010. 
80 
Gráfica No. 4.3. Tasa de mortalidad infantil e índice de salud 2007. 
81 
Gráfica No.4.4. México: Desarrollo Humano por Regiones 2010. 
82 
Gráfica No.4.5. México: Agua Suministrada por Regiones 2010. 
83 
Gráfica No.4.6. México: Empresas por Regiones 2010. 
84 
Gráfica No. 4.7. Regiones de México: Elasticidad al C2. 
85 
Gráfica No. 4.8. México 2000-2010: Desarrollo, desarrollo sustentable y C2. 
86 
Gráfica No. 4.9. México: Nivel de bienestar. 
87 
Gráfica No. 4.10. Regiones de México: Tiempo de rebote del bienestar 
debido al C2. 
 88 
Gráfica No.4.11. México: Desarrollo 2000-2010 y comparativo del C2. 
89 
Gráfica No.4.12. Desigualdades regionales sin cambio climático y con C2. 
90 
Gráfica No.4.13. México: Desigualdades del desarrollo regional sustentable 
con C2 de sus regiones. 
91 
Gráfica No. 4.14. Tiempo de rebote temporal o permanente de las regiones 
de Oaxaca debido al C2. 
98 
 
Mapa No. 1. Regiones de México. 
78 
Mapa No.2.- Población del Estado de Oaxaca 2000-2005. 
95 
 
 
 
Mapa No. 3. Regiones de Oaxaca: Nivel de desarrollo 2000-2005. 
96 
Mapa No. 4. México: clústeres en formación 1950-2010 
106 
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS 
125 
 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
 
PREFACIO 
El presente libro “Aportes de la Ciencia Regional al estudio del Cambio 
Climático. El contexto de las Regiones de México”, es una aplicación de los 
temas y conceptos básicos de la Ciencia Regional a la temática de los efectos del 
cambio climático en el desarrollo sustentable de las regiones. Lleva al estudioso de 
las regiones y ciudades a la aplicación de los conceptos de las teorías del 
desarrollo regional, en especial de la Teoría de la Complejidad y el Caos, al 
análisis de un problema complejo de relevancia actual, que no sólo es de carácter 
ambiental, sino que implica aspectos económicos, sociales, culturales y políticos; y 
asimismo, trata de estimular a los estudiantes e investigadores para que apliquen 
las ideas adquiridas en la interpretación de los nuevos problemas que aquejan el 
comportamiento de las regiones y ciudades, y que reclaman de nuevos enfoques 
analíticos y metodológicos para su interpretación, adicionales a los aportados hasta 
ahora por campos del conocimiento como la Geofísica, Geología, Geomorfología, 
Geografía, Hidrología, Paleontología, Oceanografía, Ciencia del suelo, 
Climatología, Meteorología, las Ciencias Ambientales como la Biología y la 
Ecología; además de los aportes de la Química y la Bioquímica al entendimiento de 
este problema que afecta el comportamiento de nuestro planeta Tierra. 
Las reflexiones aquí expresadas son resultado del trabajo de investigación 
realizado durante el año 2012 en el Instituto Tecnológico de Oaxaca, y que tuvo 
como propósito analizar la relación existente entre el desarrollo regional 
sustentable (ÐS) y el cambio climático (C
2) de las regiones de México, con énfasis 
particular en las regiones del estado de Oaxaca, ubicado en el Sur-sureste 
mexicano, durante el periodo 2000-2010. En el análisis regional, esta temática 
continúa siendo relevante para proporcionar información sobre el nivel de 
bienestar social, crecimiento económico y el equilibrio con la naturaleza que debe 
proporcionar el proceso de desarrollo. 
De manera específica el libro pretende: 1) Formular un marco teóricoque 
permita analizar el comportamiento del desarrollo regional sustentable en situación 
de C2 en las regiones. 2) Sustentar una metodología que permita valorar el nivel de 
desarrollo regional sustentable de las regiones de México debido al impacto del 
C2. 3) Realizar una comparación del grado de desarrollo regional sustentable 
alcanzado en situación de C2 de las regiones de México. 4) Formular propuestas de 
 
11 
 
 
políticas públicas para enfrentar la problemática que puede derivar del desarrollo 
regional sustentable en situación de C2, con énfasis especial para la región del Sur-
sureste mexicano. 
El supuesto inicial del presente libro es que todas las regiones de México, y 
de Oaxaca, son sensibles al C2, y el conjunto de eventos ambientales, 
meteorológicos y geológicos que el C2 desarrolla en las regiones naturales tienden 
a afectar los niveles de desarrollo, bienestar y calidad de vida de la población de 
las regiones sociales. Esto tiende a reflejarse en: 1) la reducción de sus niveles de 
desarrollo y bienestar; 2) el deterioro temporal o permanentemente de su 
desarrollo logrado, retrasando su bienestar actual a niveles del pasado debido a la 
destrucción y cambios desfavorables que conlleva; y 3) el aumento de las 
desigualdades y desequilibrios regionales. 
El que el presente libro haya salido a la luz es posible gracias al apoyo del 
Claustro Doctoral del Posgrado en Desarrollo Regional y Tecnológico del Instituto 
Tecnológico de Oaxaca, el cual dio el aval para la realización de la investigación 
que arrojó el texto que el lector tiene entre sus manos. A sus integrantes el más 
sincero agradecimiento. 
 
Dr. Andrés E. Miguel (Coordinador). 
Dr. Julio César Torres Váldez. 
Dr. Pedro Maldonado Cruz. 
C.Dr. Nestor Solís Jiménez. 
Oaxaca, Oaxaca, México, Febrero de 2013. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1. DEL ORDEN AL CAOS: UNA SÍNTESIS 
TEÓRICO-METODOLÓGICA DE LAS TEORÍAS DE LA 
CIENCIA REGIONAL HACIA EL ENTENDIMIENTO DEL 
CAMBIO CLIMÁTICO 
 
1.1. Propósito de la Ciencia Regional 
La Ciencia Regional (CiЯ), cuyo objeto de estudio es la región (Я), tiene 
el propósito de propiciar el bienestar social y elevar la calidad de vida 
humana preservando la armonía y la diversidad cultural y natural de las 
regiones, a través de la creación de conocimiento científico que: 1) facilita la 
medición y el monitoreo del desarrollo, el bienestar social y la mejora de la 
calidad de vida; 2) analiza y valora los recursos de las regiones y postula su 
conservación mediante su aprovechamiento racional; 3) facilita localizar y 
desarrollar las actividades económicas ligadas a la agricultura, el comercio 
y los servicios; 4) promueve el diseño de políticas públicas para impulsar el 
desarrollo y eliminar las desigualdades en el contexto regional; 5) analiza y 
previene las repercusiones de los desastres naturales para amortiguar los 
efectos socioeconómicos de los temblores, los huracanes o el cambio 
climático; 6) permite valorar el patrimonio histórico y cultural que las 
regiones han acumulado a lo largo del tiempo; y 7) propone sugerencias 
para enfrentar el caos y los conflictos regionales derivados de los cambios 
ambientales, económicos y socioculturales; entre los cuales destacan hoy en 
día los impactos ocasionados por el cambio climático (C2). 
 
En muchas regiones, sobre todo las pobres o de economías 
emergentes, sus postulados, especialmente los relacionados con la mejora 
del desarrollo y el combate a las desigualdades, no han logrado 
concretizarse, incluso, es posible que hayan empeorado con la crisis 
económica internacional que inició durante el 2008; de igual manera con los 
efectos del C2. 
 
1.2. Conceptos básicos 
 
En su aspecto pragmático, Я puede considerarse una porción de la 
superficie terrestre delimitada artificialmente con criterios de unidad, 
homogeneidad, o interacción entre sus componentes sociales y/o naturales 
(por ejemplo tomando en cuenta las relaciones étnicas, de la economía; o su 
clima, flora y fauna, suelos, etc.). 
 
En la Geometría Euclidiana el espacio generado se circunscribe a 
figuras geométricas regulares. A partir de la existencia de la Geometría no 
Euclidiana, la espacialidad tiende a concebirse como una sucesión de 
 
13 
 
 
puntos, superficies o redes con trayectorias aparentemente irregulares, 
denominados "fractales". Desde una perspectiva teórica compleja, Я puede 
concebirse como la delimitación espacio-temporal de la interacción de la 
diversidad social (económica, social, cultural y política); y la diversidad 
natural (climática, de flora, fauna, orografía, etc.), uno de cuyos efectos más 
importantes es la sobrevivencia y el bienestar de la sociedad humana. 
 
Por consiguiente, posee dos estructuras básicas: la parte natural, como 
la superficie terrestre, sus ríos, montañas, flora, fauna, clima, etc., 
denominada popularmente como “región natural”; y la estructura generada 
por la actividad humana, como las ciudades, vías de comunicación, 
agrupamientos empresariales, de escuelas, etc., denominada “región 
social”. 
 
La visión de Я ha variado desde el siglo XIX: ha sido interpretada por 
diversos paradigmas derivados de la sistematización de la interrelación de 
las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Tierra. Como se reconoce, un 
paradigma viene a ser una estructura coherente constituida por una red de 
conceptos a través de los cuales ven su campo los científicos, que permite la 
selección y crítica de temas, problemas y métodos entre los miembros de 
una comunidad científica (Kuhn 1978). Todas las ciencias poseen su modo 
propio de construir la realidad, y este es el caso particular de la CiЯ. Esta ha 
valorado Я con diversos indicadores que en algunos casos han hecho 
referencia al espacio geográfico en término de dimensiones geométricas 
(distancia, superficie o volumen), o a valores económico-sociales que 
utilizan los indicadores del desarrollo, lo cual ha dado pie a algunos de los 
paradigmas fundamentales de la CiЯ: el de la localización (Li), del desarrollo 
(Ði), y el paradigma emergente de la complejidad y el caos (ÇO). 
 
La reflexión correspondiente al presente apartado tiene como 
propósito reflexionar sobre cual paradigma, y los modelos 
correspondientes, son los que mejor conceptualizan el papel del C2 en el 
problemática de las Яs. 
 
1.3. El paradigma de la localización 
 
En la actualidad la teoría de Я, y por consiguiente, la CiЯ, se 
encuentran muy ligadas a la temática del desarrollo (Ð), y en su origen se 
daba por supuesto que lo que hoy se conceptualiza como desarrollo regional 
(ÐЯ) podía estimarse a través de la “localización” (Li) de las actividades, por 
ejemplo, cuantificando el número de empresas o actividades que atraía un 
lugar central, partiendo del supuesto que a mayor número de empresas, 
instituciones u organizaciones con que contara y atrajera Я, mayor sería su 
desarrollo, es decir 
ÐЯ = fa(Li) 
Los factores o atractores de Li son diversos, por lo cual este paradigma 
que nació en el último cuarto del Siglo XIX y se fortaleció a lo largo del Siglo 
 
14 
 
 
XX, está integrado por diversos modelos los cuales se describen a 
continuación. 
 
1.3a. El modelo economicista 
 
Inició en el Siglo XIX. Destaca en su formulación inicial la "escuela 
clásica" a través de las propuestas de Adam Smith (1723-1790), David 
Ricardo (1772-1823), Thomas Malthus (1766-1834) y John Stuart Mill (1806-
1873) entre otros. El mundo económico clásico está compuesto de muchas 
empresas competitivas, muchos compradores y vendedores sin barrera de 
entrada a los mercados (pues no hay monopolios y el gobierno solo regula 
las anomalías de los ciudadanos), y combina el papel del mercado y del 
gobierno como los principales agentes de la economía. 
 
Variantes fundamentales de este enfoque han sido formuladas por la 
"escuela neoclásica" y “neoliberal”. Según la primera, puede beneficiarse 
del sistema económicotodo aquel que sea capaz de aportar algo al 
mercado, y este pague un precio por lo aportado. La relación más 
importante que debe preservarse es el libre juego mercantil, que 
básicamente debe conducir a que la relación entre la oferta y la demanda 
sea la que finalmente determine el precio de los productos y la eficiencia de 
las empresas. Por su parte, el "neoliberalismo" defiende la economía de la 
libre empresa, y considera que el desarrollo económico puede regularse a 
través de la cantidad de dinero e inversión que se inyecta a la economía, 
tanto internamente como a través de las exportaciones. 
 
En 1826 se planteó por primera vez el análisis espacial en este 
paradigma. Se resolvió el problema de la localización agraria a través de la 
determinación de un modelo estructurado a partir de la formación de zonas 
óptimas que, de acuerdo con las distancias de producción, se distribuyen 
alrededor del mercado a modo de círculos concéntricos, de tal manera que 
la distancia es una función de los fletes de transporte (Von Thünen 1966). 
 
Otros autores delimitaron el ámbito formal de los estudios de la 
localización industrial, con la intención de producir una teoría sistemática de 
Li tanto industrial como agrícola capaz de definir el equilibrio en el ámbito 
espacial (Weber 1909, Lösch 1954). El neoclasicismo y neoliberalismo 
también llegan a la conclusión que Li depende de la distancia al mercado, y 
de los costos de transporte (ver apartado I.1 del Anexo: Síntesis matemática 
de las teorías de la región). 
 
Lo más reciente de la visión económica lo es la “globalización”, esta es 
la expansión de la economía a través de las fronteras políticas nacionales y 
regionales. Se manifiesta por la ampliación del movimiento de los bienes y 
servicios corporales e incorporales, y la multiplicación de las migraciones. A 
la globalización se aúna un desarrollo técnico acelerado que entraña 
cambios profundos por los avances de la tecnología en informática, la 
 
15 
 
 
robótica, la electrónica, las telecomunicaciones, la biotecnología y los 
nuevos materiales, avances que han dejado en un segundo plano los 
sectores tradicionales como la manufactura y la siderurgia (Marín 1997). 
Todos estos cambios tienden a manifestarse en la “competitividad” 
empresarial y regional (ver apartado I.2 del Anexo: Síntesis matemática de 
las teorías de la región). 
 
En este caso la regionalización es un proceso que implica el 
movimiento de dos o más sociedades y economías hacia una mayor 
integración. Puede adoptar la forma de un Tratado de Libre Comercio de 
mercancías o de comercio preferencial. Globalización y regionalización 
forman un "sistema-mundo" que tiende a modificar el orden local a partir de 
su interacción con el exterior (Wallerstein 1996:16). 
 
La Я global puede visualizarse a través del concepto de "centralidad y 
competitividad". La primera se entiende como la influencia de una localidad 
o ciudad determinada por el excedente de infraestructura, servicios, y su 
aprovechamiento en beneficio de la población de su área de influencia, la 
cual determina su jerarquía y operatividad ante el conjunto de localidades 
con las cuales se interrelacionan. Fue expuesta originalmente en la "teoría 
de los lugares centrales”, la cual considera que las ciudades y localidades 
desarrollan una estructura jerárquica entre ellas con base al excedente de 
infraestructura y servicios que poseen (Christaller 1966). La evolución 
subsecuente de esta centralidad es el sistema de ciudades (Bourne 1975), 
los cluster, distritos industriales y las redes espaciales. Estos conceptos 
analizan el conjunto de asentamientos que, bajo la supremacía de uno o de 
varios centros urbanos, mantienen relaciones estrechas y complementarias 
de índole demográfica, política, social, económica, tecnológica y cultural. 
 
Para el paradigma globalizador, el ÐЯ depende de la competitividad de 
las ciudades y regiones, avaladas por la Li de las actividades en forma redes 
complejas, en las que se interrelacionan organizaciones empresariales, 
sindicatos, asociaciones, administraciones locales, institutos tecnológicos y 
universidades, que dan pie a las cadenas productivas, clusters y redes 
espaciales de industrias, servicios y tecnología informática. Así, para crear 
ventajas competitivas se necesitan políticas selectivas y específicas que 
rebasan el ámbito regional e incluso nacional, junto con las condiciones que 
promueven la innovación, la instrucción básica y los estímulos fiscales de la 
investigación y el desarrollo. 
1.3b. El modelo económico-administrativo 
 
Se asienta en la concepción de la política en la ciencia económica. 
Carlos Marx (1818-1883) analizó el papel del "estado" en la economía, y en 
su visión, el mundo económico está regido por dos clases: los capitalistas y 
los trabajadores, los cuales mantienen una lucha de clases, lo cual conduce a 
las crisis recurrentes del capitalismo. 
 
 
16 
 
 
Aplicadas a la CiЯ de esta escuela han derivado las propuestas teóricas 
de la "economía de la dependencia", que supone que los países o regiones 
ricos explotan o dominan a los pobres; la teoría del "centro y la periferia", la 
cual propone que a nivel espacial se forman "centros" que explotan a las 
regiones o localidades subsidiarias; o la teoría del "intercambio desigual", 
que propone que las regiones establecen relaciones de "dominación", en las 
cuales el desequilibrio en los precios de las materias primas y los productos 
terminados permite que unos se enriquezcan a costa de otros. Estas teorías 
fueron consolidadas en América Latina a través del denominado 
"estructuralismo", y su origen se remonta al período de finalización de la 
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). 
 
Otra escuela de este paradigma lo es el "keynesianismo", cuyo creador 
fue John Maynard Keynes (1883-1946). Para esta, la evolución de Я es el 
resultado del crecimiento del ingreso nacional, y su distribución en consumo 
e inversión. La actividad gubernamental juega un papel fundamental en su 
logro. Una de las escuelas de la CiЯ que se alimenta de sus ideas es la 
correspondiente al "círculo vicioso de la pobreza", la cual nos indica que 
una región es pobre porque su ingreso es bajo, éste es bajo porque no hay 
ahorro, y éste no existe porque no hay inversión. Más adelante, de este 
paradigma derivó el concepto de “desarrollo” (Ð) como algo similar al 
crecimiento económico, de tal manera que para una región Ð se mide por el 
PIB absoluto, por su tasa (%) de crecimiento, o por el ingreso per cápita de 
los habitantes (ver apartado I.3 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías 
de la región). 
 
Un enfoque administrativo espacial que crítica la orientación del 
equilibrio keynesiano, es el que destaca que el desarrollo en las diversas 
regiones posee una naturaleza desigual: es la "teoría de los polos de 
crecimiento", la cual propone que el desarrollo no aparece en todas partes 
al mismo tiempo, sino que se manifiesta en ciertos puntos o polos de 
crecimiento económico con diferente intensidad (Perroux 1955). 
 
Estos dependen de la existencia de una industria motriz, economías de 
escala, infraestructura urbana, un empresariado innovador, políticas 
públicas en apoyo directo a las empresas; así como de la innovación y 
difusión de la tecnología y productos. Ganará en ÐR la región cuyos polos 
posean más influencia a su alrededor. Esta influencia no solamente puede 
ser económica, sino política, cultural, administrativa e incluso militar. Con 
este modelo la CiЯ entró de lleno al paradigma del desarrollo (ver apartado 
I.4 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 
 
1.4. El paradigma del desarrollo 
 
Este concibe el desarrollo (Ð) como el proceso permanente y de largo 
plazo de las sociedades modernas: 1) orientado a la creación intencional de 
riqueza material (económica y de todo tipo), y convertirla en bienestar, con 
 
17 
 
 
la finalidad de alcanzar y mantener un nivel óptimode calidad de vida para 
la población; 2) lo cual implica que las personas participen de una 
educación apropiada, de un empleo remunerado, tengan acceso equitativo a 
un bienestar óptimo; protejan las oportunidades de vida de las generaciones 
futuras al igual que las actuales con un medio ambiente adecuado; y 
participen en las decisiones que afectan sus vidas. Tiene como supuesto 
implícito que ÐЯ depende del nivel de Ð alcanzado por la sociedad en su 
conjunto, es decir 
ÐЯ = fb(Ð) 
 
1.4a. El modelo del desarrollo económico 
 
Nació a mediados del Siglo XX, y fue planteado retomando los 
principios de los modelos económicos, especialmente del keynesiano, del 
estructuralismo y de los polos de crecimiento ya descritos. Consideró Ð 
como un sinónimo y un resultado de la economía, proceso al cual se ha 
denominado “desarrollo económico”, el cual se considera semejante al 
crecimiento económico, y es medido por indicadores como el PIB, el ingreso 
per cápita o las tasas de crecimiento de la economía. Su supuesto básico es 
que si la economía crece, automáticamente aumenta el bienestar y mejora la 
calidad de vida de la población; pero su crítica principal estriba en que no 
toma en cuenta la distribución de la riqueza, lo que significa que a pesar de 
que crezca la economía, si esta no distribuye sus beneficios, prácticamente 
no habrá desarrollo, por lo cual adquirió relevancia el tema del bienestar 
social (ver apartado I.3 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la 
región). 
 
1.4b. El modelo del bienestar 
 
A partir de los 90’s del Siglo XX el desarrollo ha sido valorado como un 
proceso autónomo, incluso de la economía, pues se reconoce que si no se 
proponen intencionalmente metas más allá de las económicas, no mejorará 
la calidad de vida de la población, y con el mismo se reconoce que Ð debe 
repercutir especialmente en la población. A partir de este supuesto, Ð se 
concibe como un proceso social de largo plazo, permanente, de creación 
intencional de riqueza material (económica y de todo tipo), y especialmente 
de “bienestar social” (bi), con la finalidad de alcanzar y mantener un nivel 
óptimo de calidad de vida para la población, combatiendo la pobreza, la 
marginación y la desigualdad social. 
 
El bienestar social puede clasificarse como “objetivo” y “subjetivo”, 
incluyendo éste último las reacciones emocionales de las personas, la 
satisfacción con sus posesiones y los juicios globales de satisfacción 
personal con la vida de cada uno que conducen a estados de felicidad o 
insatisfacción social (Diener 1999); en tanto que el primero incluye la 
valoración de los aspectos tangibles o materiales del desarrollo como la 
infraestructura y los servicios públicos, y mínimamente debe reflejarse en la 
 
18 
 
 
dotación de infraestructura y servicios públicos (agua potable, drenaje, 
educación, electrificación, vivienda, etc.) para la población. Este último 
tiende a ser valorado con indicadores como el índice de desarrollo humano, 
de marginación y de pobreza. 
 
La crítica a este modelo es que a pesar de tomar en cuenta los 
beneficios hacia la población, no considera la problemática del medio 
ambiente, lo cual significa que si los recursos naturales, el clima, etc., se 
vuelven adversos, no habrá bienestar ni tampoco Ð (ver apartado II.1 del 
Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 
 
1.4c. El modelo del desarrollo sustentable 
 
El “desarrollo sustentable” (ÐS) es la manifestación socioambiental del 
desarrollo. Tiende a reflejarse no solamente en la infraestructura y servicios 
públicos, sino además, en la preservación y mejora del medio ambiente y 
los recursos naturales. Nació en los ‘80s del Siglo XX. Sugiere crecer 
económicamente, pero hasta el límite de los recursos y respetando la 
adecuación cultural de las diversas sociedades y regiones, y pretende ser 
una realización material y cultural "que satisface las necesidades de la 
generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones 
futuras para satisfacer sus propias necesidades" (CMMAD 1988). 
 
Para ser efectivo este desarrollo debe ser ecológicamente adaptable, 
económicamente viable y socialmente aceptable. El mismo debe impulsar el 
bienestar social, el crecimiento económico y el equilibrio con la naturaleza. 
Los temas de combate a la pobreza y la marginación, lograr el desarrollo 
humano, y regular el control del crecimiento de la población junto con la 
previsión del cambio climático, tampoco se consideran al margen de este 
paradigma (ver apartado II.2 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías 
de la región). 
1.4d. El modelo del desarrollo endógeno, local y de la sociedad del 
conocimiento 
 
A Ð se le anexan diversos apelativos que le dan una connotación 
específica; así, se habla de Ð económico, Ð social, Ð regional, y otros más 
como el “desarrollo endógeno” y el “desarrollo local”. 
 
Sobre el primero puede decirse que se ha vuelto una preocupación 
creciente la falta participación de la gente ocasionada por el proceso global, 
cuyas decisiones se generan en contextos ajenos a las personas y las 
regiones, y en oposición se propone el “desarrollo endógeno”, el cual 
considera que las decisiones y necesidades de la gente común y corriente, 
deben ser tomadas en cuenta, y partir de abajo hacia arriba de la estructura 
social, y no provenir exclusivamente de las jerarquías gobernantes 
superiores. 
 
 
19 
 
 
El “desarrollo local” puede considerarse un esquema de participación 
para promover estrategias y mecanismos para la satisfacción de las 
necesidades básicas de la población, y suscite la intervención de todos los 
actores sociales trabajando por un sólo objetivo: desarrollar el recurso 
humano para que, como sujeto activo, sea protagonista de los cambios que 
la sociedad requiere (Moreno 2003). 
 
Finalmente, el “desarrollo basado en el conocimiento” exige niveles 
educativos y de investigación que se reflejen en la creatividad y la 
innovación en las actividades y los campos del saber de Я. Está muy ligado a 
la creación de redes, cadenas productivas, distritos industriales y clusters en 
el ámbito territorial. 
 
1.4e. El modelo del desarrollo regional 
 
El “desarrollo regional” (ÐЯ) se concibe como el proceso que afecta a 
determinadas partes de un país, las cuales reciben el nombre de regiones, y 
que permite a una nación, a la región, a las comunidades locales y a los 
individuos residentes en ellas (ILPES 1980: 25, Boisier 1996), el logro de un 
bienestar social óptimo alcanzado con criterios técnicamente posibles, 
económicamente viables, socialmente aceptables, ambientalmente 
amigables y regionalmente adaptables. 
 
Lo que distingue al ÐЯ de los “otros desarrollos” es su “espacialidad”, 
sin que con este concepto se pretenda establecer una teoría sobre las 
formas espaciales para crear una "ciencia del espacio" (Coraggio 1980), más 
bien, entendiendo ésta como la interacción del desarrollo en el territorio y 
que repercute en el bienestar, la economía y el medio ambiente de la 
población que habita la región. ÐЯ es la manifestación o impacto 
socioeconómico, ambiental, espacial y entrópico del desarrollo, y se palpa 
en la mejora y expansión de la infraestructura, servicios, medioambiente y 
recursos naturales en el territorio de las ciudades y regiones. 
 
En los inicios de la CiЯ se consideró que ÐЯ procedía de la localización 
de las actividades derivada de los “polos de crecimiento”. Posteriormente, 
conforme se consolidó el paradigma del desarrollo, ha sido valorado con 
indicadores como las tasas de crecimiento de la economía, del bienestar, el 
índice de desarrollo humano, o indicadores del desarrollo sustentable. 
También se han incorporado en su interpretación las teorías del modelo 
económico-administrativo, como las del centro y la periferia, el intercambio 
desigual, y especialmente los polos de desarrollo. 
 
En la actualidad se considera que ÐЯ, al ser la manifestación espacial 
del desarrollo,requiere para su valoración de la combinación de 
indicadores económicos, de bi, de Li y espaciales, por lo cual, nuevos 
indicadores seguramente surgirán en el futuro para valorarlo (ver apartado 
II.3 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 
 
20 
 
 
 
1.4f. El modelo del antidesarrollo 
 
Existen otros modelos alternativos del desarrollo, que aunque no tienen 
el propósito de explicar el incremento de la riqueza material, irónicamente 
se ubican en el paradigma Ð al tocar la temática del bienestar social. 
 
El primero de ellos es el “modelo de la región tradicional”. La Я que 
deriva del mismo se asemeja a una "gran morada" que manifiesta la 
presencia de la "Madre Tierra" hacia la gente, la cual proporciona los 
recursos que los seres humanos requieren para sobrevivir. Es el que mejor 
identifican los grupos indígenas-campesinos, y en él se considera el 
bienestar como un producto del ciclo adaptado a la estacionalidad de la 
naturaleza y a las tradiciones de la comunidad, la cual valora la cooperación 
entre sus miembros o con otras localidades (ver apartado II.4 del Anexo: 
Síntesis matemática de las teorías de la región). 
 
En América Latina, sobre este tema destaca la discusión de los ‘60s que 
en el ámbito académico derivó de las propuestas del teórico ruso Chayanov, 
cuyos seguidores dieron margen a la denominada "corriente campesinista", 
y aquella que nació siguiendo la perspectiva de Lenin y Kaustky, como 
"corriente descampesinista" (Lucas 1992). Éstos últimos sostienen que los 
campesinos están destinados a desaparecer para convertirse en 
"proletarios" dependientes de los capitalistas (Bartra 1980), en tanto que los 
campesinistas no solo justificaron la existencia de la economía campesina, 
sino que también pronosticaron que mientras existan necesidades que 
satisfacer existirán unidades productivas, normalmente familias, que al 
tiempo de ser productoras también serán consumidoras. 
 
Otra modalidad considera Ð como el proceso fundamental del daño a 
los recursos naturales, al medio ambiente, y a la sociedad a través del 
consumismo. Propone el logro de bi dando relevancia a la “comunalidad”, la 
cual considera a la tierra y sociedad humana como los factores 
fundamentales que garantizan la sobrevivencia humana (Martínez 2011). 
 
1.5. El paradigma emergente de la complejidad y el caos 
 
1.5a. El modelo de la región adaptable 
 
El enfoque de la complejidad (ÇO) ha venido emergiendo a partir del 
último cuarto del Siglo XX, y para el mismo el orden y el desorden en las 
regiones son recurrentes (Miguel 2008). La Я compleja está formada por 
diversas estructuras entre las que destacan la económica, ambiental, social, 
política y cultural; y es un “espacio entrópico”, pues geométricamente no es 
una figura perfecta como los triángulos, cuadrados, hexágonos o círculos de 
los paradigmas tradicionales, sino un fractal, el cual es resultado de la 
interacción entre la sociedad y su entorno. En este espacio entrópico la 
 
21 
 
 
función del caos es orientar la transformación de Я a través de la creación de 
estructuras que la autoorganicen a través del libre albedrío (mercado), o de 
la planificación, lo cual convierte a Я en un sistema adaptable a los cambios 
e interacción económica, social y ambiental a que se enfrenta 
permanentemente; y es tal su interacción que “el aleteo de una mariposa en 
alguna región puede ocasionar una tormenta en todo el país”, lo que indica 
que cada elemento de alguna manera está interconectado con la totalidad de 
la región. 
 
La ÇO se desarrolla al aumentar (incluir) más elementos, referentes o 
estructuras al sistema original de Я. A esta propiedad se debe la creación de 
campos del conocimiento como el “desarrollo sustentable” que resulta de la 
aplicación de los principios ecológicos a la economía de la región, y que hace 
predecible la aparición de nuevos y más complejos campos del conocimiento, 
incluyendo aquellos que combinarán la ciencia, la filosofía, el arte y la religión 
en Я. En este caso ÐЯ puede considerarse resultado de la conjugación de los 
paradigmas que de manera aislada hasta hoy tratan de explicar el 
comportamiento de Я, de tal manera que en este caso 
ÐЯ = {fc(Li∩Ði∩ ÇO)} 
 
La inclusión puede antojarse algo infinito, más sin embargo, los “efectos 
colaterales” no deseables (ECOs) y el conflicto, delimitan el alcance de la ÇO 
en Я. Estos surgen cuando las respuestas de la inclusión de nuevos elementos 
o relaciones en las regiones manifiestan incompatibilidad. Esta cualidad 
delimita las Я con una “ÇO armónica” y las Я con una “ÇO inarmónica”. En 
éstas últimas se manifiesta la entropía y el caos como algo “cotidiano”, en tanto 
que en las primeras se conciben sin conflictos serios o definitivos. Aunque en 
ambos casos la entropía tiende a convertirse en una propiedad de Я, hoy se 
sabe que las regiones sin conflictos son las estudiadas por los paradigmas de 
Li y Ð. 
 
1.5b. El modelo de las turbulencias regionales 
 
La metodología de la complejidad (ÇO) aporta al análisis de Я la 
multicausalidad, multidisciplinariedad y la multifuncionalidad, y se entiende 
como el conjunto de conocimientos sustentados en el andamiaje categórico-
conceptual basado en el principio que Я y sus lugares centrales poseen la 
existencia simultánea de una heterogeneidad y diversidad estructural, y de 
una reciprocidad funcional de sus elementos, subsistemas, o círculos de 
retroalimentación positiva o negativa. Con estos últimos vienen aparejados 
la entropía y el “caos”, que es un desorden de gran magnitud o un conjunto 
de desórdenes, y puede entenderse como el comportamiento impredecible 
que se presenta en Я y sus lugares centrales, y no necesariamente posee la 
connotación destructiva que popularmente se le atribuye, pues expresa la 
evolución errática de los eventos o sucesos, el rompimiento de la armonía 
de la actividad cotidiana. 
 
22 
 
 
 
El caos es resultado de la interacción del “atractor” con al menos un 
“activador” de caos, y para que tenga efecto se requiere de un “receptor”, 
que es el elemento que resiente los efectos del caos. Receptores 
tradicionales los son la población, las ciudades, y el medio ambiente. Con 
respecto a los activadores de caos o “acticaos” (αi), estos pueden 
considerarse agentes o estructuras potencialmente capaces de transformar 
(dañar, destruir o construir) a su receptor. 
 
Cuando un αi logra sincronizarse con un atractor, o sucede un ataque 
en racimo de diversos acticaos, su acción en el corto plazo puede generar 
un megacaos, es decir, una situación de incertidumbre muy alta (un 67% a 
un 100%) en Я, debido a que cuando se manifiesta se desconoce su alcance 
o impacto (nivel de destrucción o construcción), su duración (temporalidad), 
así como el lugar donde se manifestará. Ejemplos de esto son los fenómenos 
naturales como los sismos de gran magnitud, las sequías, heladas, 
inundaciones, etc., las guerras, las epidemias, los conflictos políticos y el 
crimen organizado. Si no se concretan cambios, a medida que pasa el 
tiempo, Я logra habituarse parcialmente al caos (pasa a una incertidumbre 
media con un valor entre 34% y 66%), convirtiéndose en un macrocaos 
(ejemplos de este lo son los problemas económicos, las luchas partidistas 
por el poder, la escasez, o la especulación financiera). Finalmente, en el 
largo plazo se pasa al nivel de microcaos, o de baja incertidumbre, el cual 
es tolerable para el receptor, que incluso puede llegar a habituarse y 
convivir con el caos (la incertidumbre alcanza un valor entre 0% y 33%). 
Ejemplos de este lo son la pobreza, el desempleo, la emigración, el bajo 
ingreso, o la delincuencia cotidiana. 
 
La ÇO también implica la presencia de entropía, que se manifiesta en 
los ECOs y conflictos colaterales no deseables de Я, como por ejemplo las 
desigualdades regionales (δR). Las δR son la manifestación en la cual Я, sus 
ciudades, organizaciones y ciudadanos tienen un acceso diferente,e incluso 
discriminatorio, a un nivel de desarrollo, o una calidad de vida considerados 
adecuados para el momento histórico que se vive. Las δR de origen 
socioeconómico, y hoy en día ambiental, en gran medida son producto de la 
interacción interregional y de acciones deliberadas de los ciudadanos, 
gobiernos y organizaciones, que ocasionan diferencias en el acceso a los 
bienes, servicios, infraestructura, bienestar, y por consiguiente, a una 
calidad de vida similar para todas las regiones (Miguel et al 2007). 
 
Las δR están hermanadas con la inequidad y los desequilibrios. La 
inequidad puede ser inter o intraregional, y posee un fundamento de 
legalidad por basarse en acuerdos formales que garantizan un trato 
preferencial a ciertos actores sociales (ciudades, regiones u organizaciones) 
que originalmente tienen derechos y obligaciones iguales que los demás. La 
inequidad puede ser intangible inicialmente, en cambio los desequilibrios 
 
23 
 
 
regionales tienden a ser tangibles desde un inicio, y responden a las 
situaciones en las que la demanda y oferta de bienes, servicios, 
infraestructura y recursos naturales relacionados con el bienestar regional 
no satisfacen a todos los ciudadanos; o una situación en la que los factores 
susceptibles de asegurar una calidad de vida óptima en la región están 
descompensados entre sí de tal manera que tienden a generar situaciones 
económicas, sociales y ambientales inestables mientras no se corrijan. 
 
Las δR tienden a confluir en el “centralismo”, que consiste en la 
concentración de infraestructura, servicios, empresas, instituciones e 
inversiones en una o unas cuantas localidades a costa del abandono de las 
restantes, y que en gran medida determina que unas regiones tiendan ser 
favorecidas con la distribución de los recursos públicos y privados. Este 
proceder genera perdedores y ganadores, generalmente las zonas, 
organizaciones o personas que reciben un trato mejor en la dotación de 
infraestructura, servicios, inversiones, etc. 
 
Los ECOs y los αi pueden operar de manera aislada, o bien, 
sincronizadamente, entendiendo por sincronización el acoplamiento 
repentino, de los sucesos caóticos. Cuando esto último sucede se 
manifiestan las “turbulencias sociales” (τi). Estas enlazan los conjuntos de 
desórdenes (económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales) que 
aparecen repentinamente en Я, articulando los ECOs, atractores y 
activadores de caos, dificultando la actividad normal del sistema económico-
social, modificando (manteniendo o disminuyendo) los niveles de la 
economía, el bienestar, el medio ambiente, y por consiguiente de ÐЯ, de tal 
manera que 
ÐЯ = turbulencias sociales x desarrollo = τiÐ= τi (3/5Hi + 1/5Ai + 1/5Li) 
donde τi=αiθi coeficiente de turbulencias sociales; θi es el coeficiente de 
desigualdades, y αi: coeficiente de acticaos. En resumen, las turbulencias 
afectan ÐЯ, ocasionando una disminución del mismo (ver apartado III del 
Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 
 
1.6. El C2 como variable endógena de las teorías de la Ciencia Regional 
 
La CiЯ ha dado soluciones para mejorar los costos, el transporte, las 
inversiones, la localización de actividades, e incluso, el medio ambiente de 
las ciudades y regiones, y ha sugerido políticas públicas que puedan 
enfrentar integralmente la problemática de las regiones, así como las 
desigualdades que esto conlleva. 
 
Pero debido a la crisis económica, ambiental, social, política y cultural 
con que inició el siglo XXI, la CiЯ aun debe aportar soluciones integrales a 
los problemas que Я está planteando. Los nuevos paradigmas de Я, en 
especial el de la ÇO, pueden incorporar soluciones sistémicas para valorar y 
 
24 
 
 
monitorear el desarrollo, las desigualdades, los recursos y el medio 
ambiente en el territorio, y promover una planificación estratégica de sus 
regiones y ciudades. Puede convertirse en una metodología para abordar 
integralmente la problemática regional, incluido el tema del C2. 
 
Otros paradigmas, como los correspondientes al desarrollo sustentable 
y al ÐЯ clásico también permiten abordar la problemática que conlleva el C2; 
de igual manera que el paradigma del anti-desarrollo. Este último permite 
abordar los cambios ambientales, e interpreta al C2 como un ECO del 
desarrollo. 
 
Pero el C2 posee cualidades complejas, pues muchos de sus efectos no 
solo provienen de la actividad humana, sino también provienen de las 
regiones naturales afectando las regiones sociales. Este argumento descarta 
la posición del anti-desarrollo que tiende a considerar el C2 como un ECO 
exclusivamente. 
 
De igual manera, la ÇO de la problemática actual de Я (crecimiento de 
la población, problemas con los sistemas de salud, crisis alimentaria, 
cambio climático, conflictos regionales, desempleo, emigración, etc.), están 
exigiendo que la valoración del ÐR deba realizarse de una manera 
multicausal, multifuncional, multidisciplinaria e interregional, incluyendo 
variables económico-sociales, ambientales, territoriales, infraestructura, 
servicios, etc., por lo cual el paradigma del desarrollo regional clásico 
requiere readecuarse, realimentarse con nuevos conceptos que rebasen lo 
estrictamente económico y territorial con que nació. Lo mismo ocurre con el 
paradigma clásico del desarrollo sustentable, el cual, por ser un paradigma 
armónico, solo permite incluir la problemática del C2 como una “distorsión” 
de la propia teoría. 
 
En ambos casos, el C2 puede incorporarse al análisis como una variable 
“interviniente”, lo cual posibilita la generación de nuevos indicadores de los 
ECOs, conflictos y turbulencias sociales que el C2 tiende a ocasionar en las 
ЯS, y prever con ello un mejor entendimiento de Я, que pueda conducir al 
análisis de cómo mejorar la armonía de las regiones sociales, así como la 
creación de políticas públicas específicas para mejorar el bienestar y la 
calidad de vida de su población. En ambos casos, la el enfoque de la ÇO 
viene a enriquecer los modelos de interpretación que derivan hasta ahora 
de ambos paradigmas. 
 
Los trabajos en equipos, redes regionales de investigadores que 
emplean la tecnología moderna satelital, de internet, de cálculos 
matemáticos euclidianos y no euclidianos, mapeo en tiempo real, financiada 
por múltiples organismos, puede ayudar aun más en esta tarea. Su objetivo 
debe ser, más allá del aporte de elegantes colecciones de datos y buenos 
propósitos, lograr que verdaderamente ÐR propicie la felicidad y el 
bienestar de todas las regiones y todos sus ciudadanos con criterios 
 
25 
 
 
técnicamente posibles, económicamente viables, socialmente aceptables, 
ambientalmente amigables, y regionalmente adaptables a los cambios que 
cotidianamente demandan las turbulencias de Я en todos sus ámbitos, 
especialmente las derivadas del C2, que se ha convertido en una variable 
compleja interviniente del desarrollo regional. 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 2. EL CAMBIO CLIMÁTICO COMO PROBLEMA 
REGIONAL 
 
2.1. El cambio climático como problema de investigación en la Ciencia 
Regional 
 
Ha sido señalado que un tema fundamental para la Ciencia Regional (CiЯ) es 
el correspondiente al desarrollo. De manera específica, la misma concibe el 
ÐЯ como el proceso generador de riqueza económica y bienestar para la 
sociedad y sus regiones. Una variante del mismo es el desarrollo regional 
sustentable (ÐЯS), el cual es el logro del bienestar social basado en el 
equilibrio entre la sociedad, su economía y sus recursos naturales, cuya 
conceptualización más popularizada es la que lo define como “aquel que 
satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de 
las futuras generaciones” (CMMAD 1988) que habitan las regiones, concepto 
acompañado de sugerencia de medidas relacionadas con la regulación del 
manejo de los recursos naturales, y el apego a normas para cuidar el 
ambiente, que poco a poco han arraigado en las políticas públicasde las 
regiones y ciudades. 
Por otra parte, el cambio climático (C2) se conceptualiza como la 
modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global 
o regional, cuyas manifestaciones más evidentes a través de sucesos 
relacionados con las sequías, inundaciones, huracanes, etc., se han hecho 
presentes desde las últimas décadas del Siglo XX, y que gradualmente se ha 
acomodado como una política pública. 
La vinculación del desarrollo y el C2 posee un impacto en los recursos 
naturales y el bienestar social, y se convierte en una prioridad nacional para 
lograr los niveles de producción de riqueza requeridos con la finalidad de 
incrementar el nivel de vida de la población, lo cual, entre otros aspectos, se 
refleja como un costo ambiental. Desde la perspectiva de las cuentas 
nacionales ecológicas, se estima que el costo ambiental equivale en 
 
26 
 
 
promedio a 13% del PIB, lo que es muy significativo. Esta valoración se 
estima por la suma de dos componentes: los costos por agotamiento de los 
recursos y el costo por degradación (Nadal 2007). 
 
Se espera que una de las repercusiones inmediatas del C2 se manifieste 
en el ciclo hidrológico de las regiones, alterando el acceso al agua. Esta es 
un elemento clave del ÐЯS, indispensable en sus aspectos sociales, 
económicos y ambientales. El agua es vida, esencial para la salud humana. 
El agua es un bien social y económico que debe distribuirse en primer lugar 
para satisfacer necesidades humanas básicas: el acceso al agua potable y al 
saneamiento constituye un derecho humano. No hay nada que pueda 
sustituir el agua: sin ella perecen los seres humanos y los organismos vivos, 
los agricultores no pueden cultivar los alimentos, las empresas no pueden 
funcionar. La seguridad del abastecimiento de agua es un aspecto clave de 
la reducción de la pobreza. 
 
El C2 es uno de los factores que representa un problema y que pone en 
entredicho el ÐS de las regiones de México y del plantea, y que en el futuro 
de manera particular afectará el recurso natural agua, con su consiguiente 
impacto en el bienestar social. Esto es relativamente grave, ya que según 
Landa y Carabias (2007), independientemente del C2, más del 70% de los 
cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación; más del 15% de 
los acuíferos se encuentran sobreexplotados; por lo menos el 57% del 
volumen de agua subterránea que se utiliza proviene de acuíferos 
sobreexplotados y se está minando la reserva de agua subterránea a un 
ritmo de 6 Km3 por año; la deforestación y el asolvamiento por erosión han 
provocado la disminución de los caudales de muchos ríos, dejando de ser 
permanentes un gran número de ellos; existe sobreexplotación pesquera e 
invasión de especies exóticas en los principales lagos; el desvío de cauces 
de ríos ha ocasionado, entre otras, la extinción de especies acuáticas. 
 
La sobreabundancia, y la escasez de agua dulce, son factores limitantes 
para el ÐЯ, pudiendo ser de origen natural, donde las condiciones 
fisiográficas limitan la disponibilidad del recurso, o ser provocada por el 
hombre, por sus actividades y por la densidad poblacional. La escasez de 
agua dulce por actividades humanas es provocada por los índices de 
consumo (cantidad), fundamentalmente por la degradación de la calidad del 
agua dulce debido a la contaminación (Yoshinaga y Alburquerque 2010). Se 
estima que el C2 tiende a repercutir en lo inmediato en el acceso al agua por 
parte de las regiones, y en consecuencia, de la población que las habita. 
 
La construcción de esquemas metodológicos para los estudios 
regionales que nos den una explicación coherente de estas interrelaciones 
es importante para elucidar las relaciones entre sistemas culturales, cambios 
económicos y procesos ecológicos (Halperin 1989; Hilhorst 1990). Un 
aspecto práctico del enfoque regional consiste en permitir la evaluación de 
hipótesis particulares de los cambios y tendencias espaciales y temporales 
 
27 
 
 
del C2 en poblaciones locales (Van Young 1992). El territorio regional 
implica constantes cambios entre las relaciones jerárquicas entre sistemas 
culturales y naturales, que resultan de un acceso diferenciado a una amplia 
cantidad de recursos regionales. La región (Я) es el espacio del discurso 
que sirve como un dominio y un objeto de las relaciones económicas, 
prácticas políticas y sistemas culturales (Lomnitz-Adler 1991), y en las 
mismas el C2 ocupa un lugar relevante como un problema que en el futuro 
afectará el bienestar de la población. 
 
De manera elemental, las regiones pueden clasificarse en regiones 
naturales y regiones sociales. Algunas regiones naturales con que hoy 
contamos son el bosque de coníferas y encinos, bosque de montaña, 
pastizal, matorral, chaparral, sabana, selva seca, selva húmeda, cuencas 
hidrológicas..., las cuales han venido evolucionando a través de los cambios 
climáticos y geológicos que ha vivido la Tierra. 
 
Las regiones sociales son modificaciones o adaptaciones del ser 
humano a las regiones naturales que, en algunos casos resultan ser las 
denominadas zonas económicas, los territorios delimitados por la presencia 
de determinadas culturas, las zonas marítimas de los países, continentes, 
países, o grupos de estados o municipios, como sucede en México. Las 
regiones sociales son sistemas complejos cuyas estructuras políticas, 
económicas, sociales, ambientales y culturales interactúan para facilitar la 
autorregulación, autoorganización y adaptación de las sociedades a su 
entorno y a las condiciones cambiantes a las que se encuentran sometidas 
constantemente. En la práctica, estas regiones han sido generadas y son 
modificadas por los diversos intereses de la sociedad; en algunos casos, 
como resultado de conflictos de las sociedades en y por el territorio 
geográfico, que de igual manera, varía a lo largo de la historia. Hoy en día, 
una de estas modificaciones proviene de la interacción de las regiones 
naturales sobre las regiones sociales, interacción que se argumenta ha sido 
provocada originalmente por estas últimas, y que entre otros aspectos se 
manifiesta a través del C2. 
Por otra parte, el clima de las regiones depende de un gran número de 
factores que interactúan de manera compleja. Éste se concibe como un 
estado cambiante de los parámetros de la atmósfera como la temperatura, 
precipitación, humedad y la evaporación, mediante sus interacciones con el 
mar y los continentes, en diversas escalas de tiempo y espacio. Cuando un 
parámetro meteorológico como la precipitación o la temperatura sale de su 
valor medio de muchos años, se habla de una anomalía climática ocasionada 
por forzamientos internos, como inestabilidades en la atmósfera y/o el 
océano; o por forzamientos externos, como puede ser algún cambio en la 
intensidad de la radiación solar recibida o incluso cambios en las 
características del planeta (concentración de gases de efecto invernadero, 
cambios en el uso de suelo, etc.) resultado del comportamiento natural del 
ambiente, y hoy en día, básicamente atribuidos a la actividad humana. 
 
28 
 
 
Los impactos de un clima anómalo o extremo en diversos sectores de la 
actividad humana han llevado a la sociedad, incluyendo a sus instituciones 
de gobierno, a interesarse en el tema del C2. Las agendas de las naciones 
desarrolladas y en desarrollo incluyen un componente dedicado al análisis 
de los potenciales impactos del C2, de la vulnerabilidad de las regiones a 
condiciones extremas en el clima, así como de las potenciales medidas de 
adaptación ante tales cambios. 
La Tierra absorbe radiación solar (radiación de onda corta), 
principalmente en la superficie, y la redistribuye por circulaciones 
atmosféricas y oceánicas para intentar compensar los contrastes térmicos, 
principalmente del ecuador a los polos. La energía recibida es re-emitida al 
espacio (radiación de onda larga) para mantener en el largo plazo, un 
balance entre energía recibida y re-emitida.Cualquier proceso que altere 
tal balance, ya sea por cambios en la radiación recibida o re-emitida, o en su 
distribución de la Tierra, se reflejará como cambios en el clima. 
Los aumentos en la concentración de los llamados gases de efecto 
invernadero (GEI), como el CO2, CH4 o los CFC, producto de la actividad 
humana, reducen la eficiencia con la cual la Tierra re-emite la energía 
recibida al espacio. Parte de la radiación saliente de onda larga emitida por 
la Tierra al espacio es re-emitida a la superficie por la presencia de esos 
gases. Así, la temperatura de superficie se elevará para emitir más energía, 
pero gran parte de ella queda “atrapada” por la presencia de los gases de 
efecto invernadero, sin poder salir al espacio para alcanzar el balance que 
mantiene relativamente estable el clima. Si las concentraciones de gases de 
efecto invernadero continúan aumentando, la temperatura de la superficie 
del planeta mantendrá una tendencia a aumentar (Gráfica No I.1). 
Gráfica No. I.1. Variación de los gases de efecto invernadero y la 
temperatura en el planeta 1880-2000 
 
 
En el caso de México, y concretamente para el Estado de Oaxaca en el 
Sur de este país, se estima que la temperatura media anual estatal por 
 
29 
 
 
década ha sido de 21.6°C, 21.76°C, 21.85°C y 23.71°C, para los años 70, 80, 
90 y 2000 respectivamente; identificándose de los años 70 hasta el año 2000 
un incremento de 2°C; y según los registros de los últimos años este 
aumento de temperatura tiende a continuar (Gráfica No. I.2.). 
G 
Gráfica No. I.2.- Temperatura Media Anual en el estado de Oaxaca: 1971-
2011. 
 
 Fuente: Elaboración con datos de SMN, 2012. 
 
En el caso de otra variable climatológica como la evaporización anual, 
para el periodo 1930–2010 los valores medios obtenidos fueron de 1,827.61 
mm, el valor mínimo fue de 690.07 mm, el cual se registró para el año de 
1986. La máxima evaporación anual fue de 2,254.27 mm y se dio en el año 
2003. En la última década se observa una mayor evaporización (Gráfica No. 
I.3.; CONAGUA 2012). En los resultados de la climatología histórica de la 
principal ciudad de este Estado, la ciudad de Oaxaca, también se identifica 
que cada año aumenta más la evaporización con respecto a las 
precipitaciones. 
 
Gráfica No. I.3.- Evaporización Anual en Zona Metropolitana Oaxaca: 1930-
2010. 
 
 Fuente: Elaboración propia con datos de (CONAGUA 2012). 
En México existen 235 estaciones climatológicas dependientes de la 
Secretaría del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (SEMARNAT) que 
monitorean la calidad del aire y contaminantes como ozono, monóxido de 
carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, partículas suspendidas 
 
30 
 
 
menores a 10 microgramos y totales. Los escenarios que proyectan las 
concentraciones de gases de efecto invernadero para México muestran que: 
i) para el año 2020 la precipitación variará entre +5 y -5 % y la temperatura 
media anual aumentará entre 0.6 y 1.2 °C; ii) en 2050 la precipitación variará 
entre +5 y -15 % y la temperatura media anual aumentará entre 1.0 y 2.0 °C; 
y iii) y en 2080 la precipitación variará entre +10 y -20 % con incremento de 
la temperatura media anual entre 2 y 4 °C (INE 2000). 
 
En Oaxaca se identifican diversos sectores vulnerables al C2. En cuanto 
al agua, la entidad se encontrará con presión media (20-40%) del recurso 
para 2025 (INE 2000). Podría presentarse escasez o déficit de aguas 
superficiales para satisfacer crecientes demandas de distintos distritos de 
riego. En el caso de los centros urbanos, se señala que las condiciones de 
vulnerabilidad están dadas por una alta concentración demográfica, 
procesos de industrialización, aumento de vehículos automotores e 
incremento de población con altos niveles de pobreza. 
 
En el Estado de Oaxaca, México, la deforestación en las partes 
montañosas ha disminuido la captura de agua, al mismo tiempo que la 
demanda de agua de las ciudades es creciente. En años recientes, la 
agricultura de riego por bombeo se ha incrementado, disminuyendo los 
mantos freáticos. En el futuro la competencia por el agua se incrementará si 
no se regulan los usos del líquido (Liverman 1995). Los climas secos cálidos 
y semicálidos incrementarán su superficie cubriendo áreas como el centro 
del estado (Villers y Trejo 1995). En el sector salud se menciona que los 
efectos del incremento de temperatura tienen relación con el aumento del 
número de casos de dengue (INE-SEMARNAT sf), y el paludismo, el cual 
principalmente tiende a afectar las localidades rurales de difícil acceso. 
 
Algunas evidencias de los impactos recientes del C2 registrados en el 
mundo, México, y el estado de Oaxaca (tabla 12ª), se indican a continuación. 
 
En la primavera de 1998, durante casi dos meses una espesa nube de 
humo cubrió la mayor parte de México. La nube comenzó en el sur y sureste 
del territorio y se fue expandiendo lentamente hasta alcanzar la frontera con 
Estados Unidos. Ese fue el año más seco y cálido de los registrados, y tuvo 
como principal efecto una sucesión de incendios forestales que arrasaron 
millones de hectáreas de selvas y bosques en Brasil, Centroamérica, 
Indonesia, Canadá y México y generaron una gigantesca capa de humo. Los 
habitantes de los países afectados estuvieron cerca de vivir una tragedia. En 
el año 2003 se presentó una inusitada canícula que estableció récords nunca 
vistos en los termómetros de Francia, Portugal, España, Alemania, Bélgica e 
Inglaterra. En Córdoba y Sevilla las temperaturas alcanzaron 45, 50 y hasta 
55 grados centígrados durante agosto. El saldo en muertes por el calor se 
calcula entre 20 mil y 30 mil, una estadística muy poco publicitada (Toledo 
2012). 
 
 
31 
 
 
En México, la inundación de Tabasco, estado ubicado en el sureste 
mexicano, es considerada como el más grave desastre natural enfrentado 
por el estado mexicano en los últimos 50 años. La planicie tabasqueña es 
atravesada por los dos ríos más caudalosos de México, el río Usumacinta y el 
río Grijalva, que junto con otras corrientes sobrepasaron sus máximos 
históricos a causa de fuertes lluvias ocurridas en su territorio y en las zonas 
altas del vecino estado de Chiapas. La inundación comenzó el 31 de octubre 
de 2007 al inundarse la capital del estado y la principal ciudad de esta 
entidad, Villahermosa, que en conjunto con las zonas rurales y restantes 
municipios afectó el 80% del territorio del estado. El gobierno de Tabasco 
calculó en más de $50,000 millones las pérdidas causadas por la inundación, 
por lo que según expertos se requerían inicialmente unos $20,000 millones 
para la recuperación de la entidad. La Asociación Mexicana de Instituciones 
de Seguros estimó en más de $7,500 millones el monto a pagar por los daños 
que ocasionaron las inundaciones. Más de 23,000 unidades vehiculares 
fueron siniestradas, convirtiéndose en la mayor catástrofe en cuanto a 
pérdidas de automotores en la historia del país. 
 
En los años siguientes, en el planeta se han registrado fenómenos 
inesperados como el aumento en la potencia de huracanes, como Katrina en 
2005, la reducción de los casquetes polares y de los glaciares de las 
principales montañas del mundo (la de los Himalaya afectará a millones de 
habitantes de China e India), la reducción de los ciclos térmicos en el 
océano Pacífico (conocidos como El Niño y La Niña), y el aumento en la 
acidez de los mares. Finalmente en los últimos años se han presentado 
severas sequías e inundaciones extremas en regiones tan dispares como el 
centro de Europa, la cuenca amazónica, Colombia, Rusia o Estados Unidos. 
En 2012 Groenlandia se ha quedado sin su capa de hielo en solamente 
cuatro días, y los fenómenos de El Niño y La Niña han reducido sus ciclos de 
siete a dos años. La situación se ha tornado más preocupante según lo 
indican los últimos reportes. Estos informes proyectan sus datos a una nueva 
fecha seminal: el 2050. En este año, la población alcanzará más de 9 mil 
millonesde seres humanos, que vivirán un escenario energético límite, con 
muy poco o nada de petróleo, y toda una gama de fenómenos extremos 
provocados por el C2. Energía, alimentos, agua, seguridad y empleo serán 
bienes extremadamente escasos. Si no se toman previsiones, se estará 
realmente cerca de una catástrofe planetaria (Toledo 2012). 
 
En el año 2011, en México murieron por sequía 450 mil cabezas de 
ganado en estados del norte. La Confederación Nacional Campesina de este 
país informó que los estados afectados fueron Guanajuato, Chihuahua, 
Zacatecas, Durango, Sinaloa, Coahuila, San Luis Potosí, Tamaulipas y Jalisco. 
Expertos del Servicio Meteorológico Nacional señalaron que el fenómeno de 
la sequía se presentó en el 70% del país, lo que sumado a las heladas e 
inundaciones provocadas por el cambio climático, significó la afectación de 
alrededor de 12 millones de cabezas ganado, 35 por ciento del hato nacional 
que se encuentra prácticamente en huesos por la falta de agua y de forrajes, 
 
32 
 
 
los que por su escasez se han encarecido en algunas partes hasta en más de 
50% (Valadez 2011). 
 
Ante los retos del C2, la producción de alimentos se ha vuelto aún más 
vulnerable en México al aumentar la demanda de agua y los episodios de 
temperaturas extremas. La seguridad alimentaria está en franco riesgo. El 
Estado mexicano no puede seguir desentendiéndose de esos grandes 
problemas. En su condición actual, la producción de alimentos es ya 
crecientemente deficitaria. En el periodo reciente, la dependencia 
alimentaria de maíz promedió 31.9%; la de frijol, 8.2; de trigo, 42.8, y de 
arroz, 67.9%. La prolongación de esa tendencia sugiere la insostenible 
situación de que, hacia el año 2025, habría que importar uno de cada dos 
kilos de maíz consumidos en México. No hay soluciones mágicas para 
enfrentar esta problemática. Ni el cultivo de maíz transgénico, que implica 
grandes riesgos y que no aumenta los rendimientos, ni la autoproclamada 
agricultura de conservación del proyecto Modernización Sustentable de la 
Agricultura Tradicional (Masagro) –ambas apoyadas de manera contingente 
por el Estado mexicano– serán la solución al déficit del campo mexicano 
(Turrent 2011). El C2 tiende a agravar esta situación. 
 
Por otro lado, el las regiones del Estado de Oaxaca, en el Sur de 
México, también se han manifestado diversos eventos que indican la 
presencia del C2 en su comportamiento (Tabla No. 1). 
 
Tabla No. 1.- Desastres de origen hidro-climático en Oaxaca: 2000-2010. 
Evento Impacto Fecha 
 
Huracán Carlota Vientos de 90 km/h y rachas de 110 km/h. 18 de junio de 2000. 
Tormenta Tropical 
Rosa 
Vientos de 90 km/h y rachas de 110 km/h. La nubosidad 
cubrió un radio de 150 km. 
5 de noviembre de 
2000. 
Huracán “Iris” 23 muertos, 2 100 damnificados, 884 viviendas, 2 
escuelas dañadas y 240 has de cultivo dañadas. 
7 de octubre de 2001. 
Incendios forestales 4 muertos, 6 personas afectadas, 3 849 has de cultivo 
dañada y/o pastizales. 
2003 
Incendios forestales 2 841 has dañadas de cultivo y/o pastizales. 2004 
Huracán “Stan” 5 muertos, 37 405 personas afectadas, 7 481 viviendas 
dañadas, 441 escuelas, 32 155 has de cultivo y/o 
pastizales dañadas, 7 796.9 km de caminos afectados. 
Costos totales: 1 757 millones de pesos. 
1-5 de octubre de 
2005. 
Granizada 8 muertos, 5 000 personas afectadas, 800 viviendas 
dañadas, 83 escuelas, 331.8 de áreas de cultivo y/o 
pastizales dañados. Costos totales: 35.4 millones de 
pesos. 
4 de mayo de 2005 
Incendios forestales 30 938 has de cultivo y/o pastizales dañados. 2005 
Sequía 53 818 has de cultivos afectadas. Costos totales: 24.6 
millones de pesos. 
2005 
Fuertes lluvias y 
deslaves 
4 200 personas afectadas, 800 viviendas dañadas, 2 
puentes dañados. Costos totales: 9.8 millones de pesos. 
Deslave en Santiago Mitlatongo, Nochixtlán, Oaxaca 
2005 
 
2010 
 
Fuente: CENAPRED, citado por INE, 2000. 
 
33 
 
 
 
En resumen, para la CiЯ el cambio climático (C2) es el momento 
histórico que viven las regiones naturales por la transición climática a la que 
están sometidas prácticamente desde mediados del Siglo XX debido, entre 
otras causas, a la emisión de GEI por parte de las regiones sociales, y que a 
la vez tiende a afectar desfavorablemente a las propias regiones sociales en 
la actualidad. El mismo se conceptualiza como la modificación del clima con 
respecto al historial climático a una escala global o regional. Sus 
manifestaciones cada vez afectan más las actividades y la calidad de vida 
humanas, lo que gradualmente se ha hecho evidente a través de sucesos 
relacionados con las sequías, inundaciones, huracanes, etc., a partir de las 
últimas décadas del siglo XX. Algunos autores estiman que sus efectos 
definitivos se harán sentir a partir de los 50s de este siglo XXI, y otros hasta 
el inicio del Siglo XXII (Esquema No. 1). 
REGIÓN NATURAL
Clima Cambio Natural
Orografía
Flora y Fauna
REGIÓN CAMBIO CLIMÁTICO
Cambio provocado
por la Humanidad
REGIÓN SOCIAL
Países, Estados, Municipios Emisión de Gases de
Sociedades Efecto Invernadero
Comunidades 
Esquema No.1. Interacción de las regiones y el cambio climático 
Se espera que en esta transición hacia una nueva estabilidad climática, 
la vinculación del desarrollo y el cambio climático (C2) tiende a mostrar su 
impacto desfavorable en los recursos naturales y el bienestar social de las 
regiones. Una de las repercusiones inmediatas del C2 se manifieste en el 
ciclo hidrológico de las regiones, alterando el acceso al agua. Esta es un 
elemento clave del DS, indispensable en sus aspectos sociales, económicos y 
ambientales, ya que la seguridad del abastecimiento del agua es un aspecto 
clave para la reducción de la pobreza social en las regiones. 
Pero en resumen, el C2 es un problema de naturaleza global, y sus 
características definitivas se consolidarán en el largo plazo, involucrando 
interacciones complejas entre procesos naturales (fenómenos ecológicos y 
climáticos), y procesos sociales, económicos y políticos a escala mundial 
(Osnaya 2004). 
 
Precisamente, el presente texto analiza la interacción ÐS-C
2 a través de 
su vinculación con el consumo de agua para las actividades humanas, con la 
finalidad de dilucidar su impacto en el bienestar de las regiones de México, 
y de manera específica para las regiones del estado de Oaxaca en el sur-
 
34 
 
 
sureste de este país, para lo cual se plantean las siguientes preguntas de 
investigación: ¿cuál es el nivel de ÐS de las regiones de México, y de 
manera particular del el Sur-sureste, en los años considerados?, ¿cuál es el 
efecto del C2 en el desarrollo de las regiones?, ¿cuáles regiones de este País 
tienden a ser más afectadas en su ÐS con el C
2? 
 
2.2. Justificación de la importancia del cambio climático en el 
desarrollo regional 
 
El DS es un fenómeno complejo que refleja la evolución de los 
individuos, la sociedad, las estructuras económicas y los sistemas 
ambientales que se desenvuelven en las regiones, los cuales exigen un 
enfoque integral, donde el factor decisivo lo es el ser humano, cuya 
dirección de sus acciones e intervenciones tienen que estar orientadas a la 
elevación de su bienestar. 
 
Para esto es necesario que a través de la investigación científica se 
fortalezca la habilidad para guiar las interacciones entre la naturaleza y la 
sociedad hacia trayectorias sustentables, al mismo tiempo que se promueve 
el aprendizaje social necesario para transitar hacia ello. Parte de este 
proceso es el conocimiento de que tan sustentables son las regiones, dado 
que entre más información exista acerca de los problemas que aquejan a los 
medios social, económico y ambiental mejores medidas se pueden tomar 
para solucionarlos. De igual manera, resulta muy importante conocer el 
impacto del C2 para prevenir sus efectos menos favorables en el bienestar 
social. 
 
La dinámica del desarrollo ha afectado los recursos naturales que lo 
hacen posible, ocasionando un

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