Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1262 Aportes de la ciencia regional al estudio del cambi o climático Andrés E. Miguel Velasco, Pedro Maldonado Cruz, Jul io César Torres Váldez, Nestor Solís Jiménez Editado por la Fundación Universitaria Andaluza Inca Garcilaso para eumed.net Derechos de autor protegidos. Solo se permite la impresión y copia de este texto para uso personal y/o académico. Este libro puede obtenerse gratis solamente desde http://www.eumed.net/libros-gratis/2013/1262/index.htm Cualquier otra copia de este texto en Internet es ilegal. APORTES DE LA CIENCIA REGIONAL AL ESTUDIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EL CONTEXTO DE LAS REGIONES DE MÉXICO Andrés E. Miguel Velasco Pedro Maldonado Cruz Julio César Torres Váldez Nestor Solís Jiménez ABREVIATURAS I. Instituciones e índices estadísticos del Texto. CiЯ: Ciencia Regional. C2: Cambio climático. C: Índice de desarrollo regional (C) en situación de C2. CFC: Clorofluorocarbonos. CMMAD: Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. CMICC: Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. CONAGUA: Comisión Nacional del Agua. °C: Grados centígrados. CO2: Dióxido de carbono. CH4: Metano. D.C.: Después de Cristo. ÐS: Desarrollo sustentable. ÐЯ: Desarrollo regional. ÐЯS: Desarrollo regional sustentable. ÐЯ+: Desarrollo regional expansivo. ÐЯ-: Desarrollo regional intensivo. ÐЯ0: Desarrollo regional estancado. δR: Desigualdades regionales. DRIDH: Desigualdades regionales del desarrollo. DRSCC: Desarrollo regional sustentable con cambio climático. ECOs: Efectos colaterales no deseables. E: Índice de elasticidad del cambio climático. FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (Food and Agriculture Organization). GEI: Gases de Efecto Invernadero. Hi: Desarrollo humano. IPCC: Panel intergubernamental para el Cambio Climático. ILPES: Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social. INE: Instituto Nacional de Ecología. INEGI: Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. IDH: Índice de desarrollo humano. ISA: índice de desarrollo sustentable del agua. IS: Índice de salud. Li: Localización. N: Índice de los niveles de desarrollo. NASA: Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (National Aeronautics and Space Administration) de los Estados Unidos de América. O3: Ozono. ODM: Objetivos de desarrollo del Milenio. ONU: Organización de las Naciones Unidas. PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. PNUMA: Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente. NXOY: Óxidos de Nitrógeno. Я: Región. ЯS: Regiones. r: Índice de bienestar regional. S+: Simetría del desarrollo. S-: Asimetría del desarrollo. SMN: Sistema meteorológico nacional. SEMARNAT: Secretaría del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. T: Índice de temporalidad (T) del C2. TMI: Tasas de mortalidad infantil. UNFPA: Fondo de Población de las Naciones Unidas. UICN: Unión Internacional para la Naturaleza. WWF: Fondo Mundial para la Naturaleza. ÇO: Paradigma de la complejidad y el caos αi: Acticaos. Ði: Desarrollo. τi: Turbulencias sociales. Є: Espacialidad. Ç: Concentración. II: Regiones y Estados de México. NW: Noroeste. BC: Baja California. BCS: Baja California Sur. SIN: Sinaloa. SON: Sonora. N: Norte. COAH: Coahuila. CHIH: Chihuahua. DGO: Durango. NE: Noreste. NL: Nuevo León. TAM: Tamaulipas. CN: Centro-norte. AGS: Aguascalientes. SLP: San Luis Potosí. ZAC: Zacatecas. CW: Centro-occidente. COL: Colima. GTO: Guanajuato. JAL: Jalisco. MICH: Michoacán. NAY: Nayarit. C: Centro. DF: Distrito Federal. MX: México. HGO: Hidalgo. MOR: Morelos. PUE: Puebla. QR: Querétaro. TLAX: Tlaxcala. S: Sur. CHIS: Chiapas. GRO: Guerrero. OAX: Oaxaca. E: Este. TAB: Tabasco. VER: Veracruz. P: Península. CAMP: Campeche. QROO: Quintana Roo. YUC: Yucatán. II: Regiones de Oaxaca. CÑ: Cañada. CO: Costa. IST: Istmo. MIX: Mixteca. PAP: Papaloapan. SN: Sierra Norte. SS: Sierra Sur. VC: Valles Centrales. APORTES DE LA CIENCIA REGIONAL AL ESTUDIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EL CONTEXTO DE LAS REGIONES DE MÉXICO ÍNDICE PREFACIO 10 CAPÍTULO 1. DEL ORDEN AL CAOS: UNA SÍNTESIS TEÓRICO- METODOLÓGICA DE LAS TEORÍAS DE LA CIENCIA REGIONAL HACIA EL ENTENDIMIENTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 12 1.1. Propósito de la Ciencia Regional 12 1.2. Conceptos básicos 12 1.3. El paradigma de la localización 13 1.3a. El modelo economicista 14 1.3b. El modelo económico-administrativo 16 1.4. El paradigma del desarrollo 17 1.4a. El modelo del desarrollo económico 17 1.4b. El modelo del bienestar 17 1.4c. El modelo del desarrollo sustentable 18 1.4d. El modelo del desarrollo endógeno, local y de la sociedad del conocimiento 19 1.4e. El modelo del desarrollo regional 19 1.4f. El modelo del antidesarrollo 20 1.5. El paradigma emergente de la complejidad y el caos 21 1.5a. El modelo de la región adaptable 21 1.5b. El modelo de las turbulencias regionales 22 1.6. El C2 como variable endógena de las teorías de la Ciencia Regional24 CAPÍTULO 2. EL CAMBIO CLIMÁTICO COMO PROBLEMA EN LA CIENCIA REGIONAL 26 2.1. El cambio climático como problema de investigación en las regiones26 2.2. Justificación de la importancia del cambio climático en el desarrollo egional 35 CAPÍTULO 3. EL DESARROLLO REGIONAL Y EL CAMBIO CLIMÁTICO 37 3.1. El desarrollo regional sustentable y su evolución hacia el cambio climático 37 3.2. El desarrollo regional sustentable y el cambio climático 43 3.3. Los indicadores del desarrollo sustentable y el cambio climático 57 3.4. Las desigualdades regionales en el campo del desarrollo sustentable 62 CAPÍTULO 4. LA VALORACIÓN METODOLÓGICA DE LA RELACIÓN DESARROLLO REGIONAL-CAMBIO CLIMÁTICO 65 4.1. Modelo teórico de investigación 65 4.2. Indicadores 67 4.2.1. El índice de desarrollo regional sustentable (S) 67 4.2.2. El índice de bienestar regional (r) 69 4.2.3. El índice de desarrollo regional (C) en situación de C2 70 4.2.4. El índice de los niveles de desarrollo (N) 73 4.2.5. El índice de temporalidad (T) del C2. 74 4.2.6. El índice de las desigualdades regionales (δR) 74 4.2.7. El índice de elasticidad del cambio climático (E) 75 4.3. Procedimiento y fuentes de la investigación 75 CAPÍTULO 5. EL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS REGIONES SOCIALES: EL CASO DE MÉXICO 78 5.1. El contexto regional en México 78 5.2. Efecto en la sensibilidad de las regiones hacia el C2 84 5.3. Efectos del C2 en el desarrollo regional 85 5.4. Efecto del C2 en el bienestar regional 87 5.5. Efectos del C2 en los niveles y la temporalidad del desarrollo regional88 5.6. Efectos del C2 en las desigualdades del desarrollo regional 89 5.7. Nivel de desarrollo sustentable de las regiones en situación de cambio climático 91 5.7.1. El caso de las regiones de México 91 5.7.2. El caso de las regiones de Oaxaca, México 94 Capítulo 6. REFLEXIONES FINALES: LA RELACIÓN CAMBIO CLIMÁTICO-DESARROLLO SUSTENTABLE EN LAS REGIONES 99 6.1 Conclusiones del análisis de la relación desarrollo sustentable-cambio climático 99 6.2. El impacto del Cambio Climático en la simetría de los polos, clústeres y redes territoriales de las regiones 99 6.2.1. Planteamiento 99 6.2.2. Marco conceptual: la simetría regional 101 6.2.2.1. La visión asimétrica del desarrollo regional101 6.2.2.2. La visión simétrica del desarrollo regional 102 6.3. El cambio climático en la estructura regional de México 104 6.4. El escenario no deseado del impacto del cambio climático en el desarrollo regional 105 6.5. Propuestas inmediatas para enfrentar el cambio climático 107 ANEXO: SÍNTESIS MATEMÁTICA DE LAS TEORÍAS DE LA REGIÓN I. El paradigma de la localización 111 I.1 El modelo economicista de los usos del suelo y de los costos de transporte 111 I.2 El modelo del lugar central y de la competitividad 111 I.3ElmodeloKeynesiano 112 I.4 El modelo de los polos de desarrollo 112 II. El paradigma del desarrollo 113 II.1 El modelo del bienestar 113 II.2 El modelo del desarrollo sustentable 113 II.3 El modelo complejo del desarrollo regional 113 II.4 El modelo de la región tradicional 114 III. El paradigma emergente de la complejidad y el caos: el modelo de la región compleja 114 IV. Síntesis de las teorías del desarrollo regional según la complejidad 115 ANEXO ESTADÍSTICO ÍNDICE DE TABLAS Y CUADROS Tabla No. 1. Desastres de origen hidro-climático en Oaxaca: 2000-2010. 33 Tabla No. 2. Propuestas para la evaluación de la sustentabilidad. 57 Tabla No.3. Teorías de las desigualdades regionales. 63 Tabla No.4. Teorías de causas intangibles de las desigualdades regionales. 64 Tabla No. 5. Resumen Metodológico de los efectos del C2 en el desarrollo regional. 66 Tabla No. 6. Los factores de la localización en la Ciencia Regional. 68 Tabla No. 7. Tipos de caos, turbulencias e incertidumbre en las regiones. 73 Tabla No. 8. Regiones de México: efectos del C2 más notables. 76 Tabla No. 9. Regiones de Oaxaca: efectos del C2 más notables. 76 Cuadro No. 1. México: Población por Regiones 2000-2010. 117 Cuadro No. 2. México: Tasa de Población por Regiones 2000-2010. 117 Cuadro No. 3. México: Desarrollo Humano por Regiones 2000-2010. 118 Cuadro No. 4. México: Agua Suministrada por Regiones 2000-2010. 118 Cuadro No. 5. México: Empresas por Regiones 2000-2010. 119 Cuadro No.6. Regiones de México: Elasticidad o sensibilidad al Cambio Climático 2000-2010. 119 Cuadro No.7. Regiones de México, indicadores de desarrollo regional. 120 Cuadro. No.8. Regiones de México: Niveles de bienestar derivados del desarrollo regional sustentable 2010. 121 Cuadro No.9. Regiones de México: perdida de niveles de desarrollo debido al C2. 121 Cuadro No.10. Regiones de México: Tiempo de rebote a causa del C2. 122 Cuadro. No. 11. Regiones de Oaxaca: niveles de bienestar y sensibilidad al cambio climático 2010. 122 Cuadro No. 12. Regiones de Oaxaca: indicadores del desarrollo regional. 123 Cuadro No. 13. Regiones de México: perdida de niveles de desarrollo y de tiempo de rebote debido al cambio climático. 124 Cuadro. No. 14. México: comportamiento de las desigualdades regionales sin cambio climático y con cambio climático 2000-2010. 124 ÍNDICE DE ESQUEMAS, GRÁFICAS Y MAPAS Esquema No.1. Interacción de las regiones y el cambio climático 34 Esquema No.2. Efectos de la espacialidad en el proceso de desarrollo 44 Esquema No. 3. Modelo Teórico de la investigación 65 Gráfica No. I.1. Variación de los gases de efecto invernadero y la temperatura en el planeta 1880-2000 29 Gráfica No. I.2.- Temperatura Media Anual en el estado de Oaxaca: 1971- 2011. 30 Gráfica No. I.3.- Evaporización Anual en Zona Metropolitana Oaxaca: 1930- 2010. 30 Gráfica No. 4.1. Tasa de crecimiento medio anual de la población 1895 a 2010. 79 Gráfica No.4.2. México: Población por Regiones 2010. 80 Gráfica No. 4.3. Tasa de mortalidad infantil e índice de salud 2007. 81 Gráfica No.4.4. México: Desarrollo Humano por Regiones 2010. 82 Gráfica No.4.5. México: Agua Suministrada por Regiones 2010. 83 Gráfica No.4.6. México: Empresas por Regiones 2010. 84 Gráfica No. 4.7. Regiones de México: Elasticidad al C2. 85 Gráfica No. 4.8. México 2000-2010: Desarrollo, desarrollo sustentable y C2. 86 Gráfica No. 4.9. México: Nivel de bienestar. 87 Gráfica No. 4.10. Regiones de México: Tiempo de rebote del bienestar debido al C2. 88 Gráfica No.4.11. México: Desarrollo 2000-2010 y comparativo del C2. 89 Gráfica No.4.12. Desigualdades regionales sin cambio climático y con C2. 90 Gráfica No.4.13. México: Desigualdades del desarrollo regional sustentable con C2 de sus regiones. 91 Gráfica No. 4.14. Tiempo de rebote temporal o permanente de las regiones de Oaxaca debido al C2. 98 Mapa No. 1. Regiones de México. 78 Mapa No.2.- Población del Estado de Oaxaca 2000-2005. 95 Mapa No. 3. Regiones de Oaxaca: Nivel de desarrollo 2000-2005. 96 Mapa No. 4. México: clústeres en formación 1950-2010 106 FUENTES BIBLIOGRÁFICAS 125 10 PREFACIO El presente libro “Aportes de la Ciencia Regional al estudio del Cambio Climático. El contexto de las Regiones de México”, es una aplicación de los temas y conceptos básicos de la Ciencia Regional a la temática de los efectos del cambio climático en el desarrollo sustentable de las regiones. Lleva al estudioso de las regiones y ciudades a la aplicación de los conceptos de las teorías del desarrollo regional, en especial de la Teoría de la Complejidad y el Caos, al análisis de un problema complejo de relevancia actual, que no sólo es de carácter ambiental, sino que implica aspectos económicos, sociales, culturales y políticos; y asimismo, trata de estimular a los estudiantes e investigadores para que apliquen las ideas adquiridas en la interpretación de los nuevos problemas que aquejan el comportamiento de las regiones y ciudades, y que reclaman de nuevos enfoques analíticos y metodológicos para su interpretación, adicionales a los aportados hasta ahora por campos del conocimiento como la Geofísica, Geología, Geomorfología, Geografía, Hidrología, Paleontología, Oceanografía, Ciencia del suelo, Climatología, Meteorología, las Ciencias Ambientales como la Biología y la Ecología; además de los aportes de la Química y la Bioquímica al entendimiento de este problema que afecta el comportamiento de nuestro planeta Tierra. Las reflexiones aquí expresadas son resultado del trabajo de investigación realizado durante el año 2012 en el Instituto Tecnológico de Oaxaca, y que tuvo como propósito analizar la relación existente entre el desarrollo regional sustentable (ÐS) y el cambio climático (C 2) de las regiones de México, con énfasis particular en las regiones del estado de Oaxaca, ubicado en el Sur-sureste mexicano, durante el periodo 2000-2010. En el análisis regional, esta temática continúa siendo relevante para proporcionar información sobre el nivel de bienestar social, crecimiento económico y el equilibrio con la naturaleza que debe proporcionar el proceso de desarrollo. De manera específica el libro pretende: 1) Formular un marco teóricoque permita analizar el comportamiento del desarrollo regional sustentable en situación de C2 en las regiones. 2) Sustentar una metodología que permita valorar el nivel de desarrollo regional sustentable de las regiones de México debido al impacto del C2. 3) Realizar una comparación del grado de desarrollo regional sustentable alcanzado en situación de C2 de las regiones de México. 4) Formular propuestas de 11 políticas públicas para enfrentar la problemática que puede derivar del desarrollo regional sustentable en situación de C2, con énfasis especial para la región del Sur- sureste mexicano. El supuesto inicial del presente libro es que todas las regiones de México, y de Oaxaca, son sensibles al C2, y el conjunto de eventos ambientales, meteorológicos y geológicos que el C2 desarrolla en las regiones naturales tienden a afectar los niveles de desarrollo, bienestar y calidad de vida de la población de las regiones sociales. Esto tiende a reflejarse en: 1) la reducción de sus niveles de desarrollo y bienestar; 2) el deterioro temporal o permanentemente de su desarrollo logrado, retrasando su bienestar actual a niveles del pasado debido a la destrucción y cambios desfavorables que conlleva; y 3) el aumento de las desigualdades y desequilibrios regionales. El que el presente libro haya salido a la luz es posible gracias al apoyo del Claustro Doctoral del Posgrado en Desarrollo Regional y Tecnológico del Instituto Tecnológico de Oaxaca, el cual dio el aval para la realización de la investigación que arrojó el texto que el lector tiene entre sus manos. A sus integrantes el más sincero agradecimiento. Dr. Andrés E. Miguel (Coordinador). Dr. Julio César Torres Váldez. Dr. Pedro Maldonado Cruz. C.Dr. Nestor Solís Jiménez. Oaxaca, Oaxaca, México, Febrero de 2013. 12 CAPÍTULO 1. DEL ORDEN AL CAOS: UNA SÍNTESIS TEÓRICO-METODOLÓGICA DE LAS TEORÍAS DE LA CIENCIA REGIONAL HACIA EL ENTENDIMIENTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 1.1. Propósito de la Ciencia Regional La Ciencia Regional (CiЯ), cuyo objeto de estudio es la región (Я), tiene el propósito de propiciar el bienestar social y elevar la calidad de vida humana preservando la armonía y la diversidad cultural y natural de las regiones, a través de la creación de conocimiento científico que: 1) facilita la medición y el monitoreo del desarrollo, el bienestar social y la mejora de la calidad de vida; 2) analiza y valora los recursos de las regiones y postula su conservación mediante su aprovechamiento racional; 3) facilita localizar y desarrollar las actividades económicas ligadas a la agricultura, el comercio y los servicios; 4) promueve el diseño de políticas públicas para impulsar el desarrollo y eliminar las desigualdades en el contexto regional; 5) analiza y previene las repercusiones de los desastres naturales para amortiguar los efectos socioeconómicos de los temblores, los huracanes o el cambio climático; 6) permite valorar el patrimonio histórico y cultural que las regiones han acumulado a lo largo del tiempo; y 7) propone sugerencias para enfrentar el caos y los conflictos regionales derivados de los cambios ambientales, económicos y socioculturales; entre los cuales destacan hoy en día los impactos ocasionados por el cambio climático (C2). En muchas regiones, sobre todo las pobres o de economías emergentes, sus postulados, especialmente los relacionados con la mejora del desarrollo y el combate a las desigualdades, no han logrado concretizarse, incluso, es posible que hayan empeorado con la crisis económica internacional que inició durante el 2008; de igual manera con los efectos del C2. 1.2. Conceptos básicos En su aspecto pragmático, Я puede considerarse una porción de la superficie terrestre delimitada artificialmente con criterios de unidad, homogeneidad, o interacción entre sus componentes sociales y/o naturales (por ejemplo tomando en cuenta las relaciones étnicas, de la economía; o su clima, flora y fauna, suelos, etc.). En la Geometría Euclidiana el espacio generado se circunscribe a figuras geométricas regulares. A partir de la existencia de la Geometría no Euclidiana, la espacialidad tiende a concebirse como una sucesión de 13 puntos, superficies o redes con trayectorias aparentemente irregulares, denominados "fractales". Desde una perspectiva teórica compleja, Я puede concebirse como la delimitación espacio-temporal de la interacción de la diversidad social (económica, social, cultural y política); y la diversidad natural (climática, de flora, fauna, orografía, etc.), uno de cuyos efectos más importantes es la sobrevivencia y el bienestar de la sociedad humana. Por consiguiente, posee dos estructuras básicas: la parte natural, como la superficie terrestre, sus ríos, montañas, flora, fauna, clima, etc., denominada popularmente como “región natural”; y la estructura generada por la actividad humana, como las ciudades, vías de comunicación, agrupamientos empresariales, de escuelas, etc., denominada “región social”. La visión de Я ha variado desde el siglo XIX: ha sido interpretada por diversos paradigmas derivados de la sistematización de la interrelación de las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Tierra. Como se reconoce, un paradigma viene a ser una estructura coherente constituida por una red de conceptos a través de los cuales ven su campo los científicos, que permite la selección y crítica de temas, problemas y métodos entre los miembros de una comunidad científica (Kuhn 1978). Todas las ciencias poseen su modo propio de construir la realidad, y este es el caso particular de la CiЯ. Esta ha valorado Я con diversos indicadores que en algunos casos han hecho referencia al espacio geográfico en término de dimensiones geométricas (distancia, superficie o volumen), o a valores económico-sociales que utilizan los indicadores del desarrollo, lo cual ha dado pie a algunos de los paradigmas fundamentales de la CiЯ: el de la localización (Li), del desarrollo (Ði), y el paradigma emergente de la complejidad y el caos (ÇO). La reflexión correspondiente al presente apartado tiene como propósito reflexionar sobre cual paradigma, y los modelos correspondientes, son los que mejor conceptualizan el papel del C2 en el problemática de las Яs. 1.3. El paradigma de la localización En la actualidad la teoría de Я, y por consiguiente, la CiЯ, se encuentran muy ligadas a la temática del desarrollo (Ð), y en su origen se daba por supuesto que lo que hoy se conceptualiza como desarrollo regional (ÐЯ) podía estimarse a través de la “localización” (Li) de las actividades, por ejemplo, cuantificando el número de empresas o actividades que atraía un lugar central, partiendo del supuesto que a mayor número de empresas, instituciones u organizaciones con que contara y atrajera Я, mayor sería su desarrollo, es decir ÐЯ = fa(Li) Los factores o atractores de Li son diversos, por lo cual este paradigma que nació en el último cuarto del Siglo XIX y se fortaleció a lo largo del Siglo 14 XX, está integrado por diversos modelos los cuales se describen a continuación. 1.3a. El modelo economicista Inició en el Siglo XIX. Destaca en su formulación inicial la "escuela clásica" a través de las propuestas de Adam Smith (1723-1790), David Ricardo (1772-1823), Thomas Malthus (1766-1834) y John Stuart Mill (1806- 1873) entre otros. El mundo económico clásico está compuesto de muchas empresas competitivas, muchos compradores y vendedores sin barrera de entrada a los mercados (pues no hay monopolios y el gobierno solo regula las anomalías de los ciudadanos), y combina el papel del mercado y del gobierno como los principales agentes de la economía. Variantes fundamentales de este enfoque han sido formuladas por la "escuela neoclásica" y “neoliberal”. Según la primera, puede beneficiarse del sistema económicotodo aquel que sea capaz de aportar algo al mercado, y este pague un precio por lo aportado. La relación más importante que debe preservarse es el libre juego mercantil, que básicamente debe conducir a que la relación entre la oferta y la demanda sea la que finalmente determine el precio de los productos y la eficiencia de las empresas. Por su parte, el "neoliberalismo" defiende la economía de la libre empresa, y considera que el desarrollo económico puede regularse a través de la cantidad de dinero e inversión que se inyecta a la economía, tanto internamente como a través de las exportaciones. En 1826 se planteó por primera vez el análisis espacial en este paradigma. Se resolvió el problema de la localización agraria a través de la determinación de un modelo estructurado a partir de la formación de zonas óptimas que, de acuerdo con las distancias de producción, se distribuyen alrededor del mercado a modo de círculos concéntricos, de tal manera que la distancia es una función de los fletes de transporte (Von Thünen 1966). Otros autores delimitaron el ámbito formal de los estudios de la localización industrial, con la intención de producir una teoría sistemática de Li tanto industrial como agrícola capaz de definir el equilibrio en el ámbito espacial (Weber 1909, Lösch 1954). El neoclasicismo y neoliberalismo también llegan a la conclusión que Li depende de la distancia al mercado, y de los costos de transporte (ver apartado I.1 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). Lo más reciente de la visión económica lo es la “globalización”, esta es la expansión de la economía a través de las fronteras políticas nacionales y regionales. Se manifiesta por la ampliación del movimiento de los bienes y servicios corporales e incorporales, y la multiplicación de las migraciones. A la globalización se aúna un desarrollo técnico acelerado que entraña cambios profundos por los avances de la tecnología en informática, la 15 robótica, la electrónica, las telecomunicaciones, la biotecnología y los nuevos materiales, avances que han dejado en un segundo plano los sectores tradicionales como la manufactura y la siderurgia (Marín 1997). Todos estos cambios tienden a manifestarse en la “competitividad” empresarial y regional (ver apartado I.2 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). En este caso la regionalización es un proceso que implica el movimiento de dos o más sociedades y economías hacia una mayor integración. Puede adoptar la forma de un Tratado de Libre Comercio de mercancías o de comercio preferencial. Globalización y regionalización forman un "sistema-mundo" que tiende a modificar el orden local a partir de su interacción con el exterior (Wallerstein 1996:16). La Я global puede visualizarse a través del concepto de "centralidad y competitividad". La primera se entiende como la influencia de una localidad o ciudad determinada por el excedente de infraestructura, servicios, y su aprovechamiento en beneficio de la población de su área de influencia, la cual determina su jerarquía y operatividad ante el conjunto de localidades con las cuales se interrelacionan. Fue expuesta originalmente en la "teoría de los lugares centrales”, la cual considera que las ciudades y localidades desarrollan una estructura jerárquica entre ellas con base al excedente de infraestructura y servicios que poseen (Christaller 1966). La evolución subsecuente de esta centralidad es el sistema de ciudades (Bourne 1975), los cluster, distritos industriales y las redes espaciales. Estos conceptos analizan el conjunto de asentamientos que, bajo la supremacía de uno o de varios centros urbanos, mantienen relaciones estrechas y complementarias de índole demográfica, política, social, económica, tecnológica y cultural. Para el paradigma globalizador, el ÐЯ depende de la competitividad de las ciudades y regiones, avaladas por la Li de las actividades en forma redes complejas, en las que se interrelacionan organizaciones empresariales, sindicatos, asociaciones, administraciones locales, institutos tecnológicos y universidades, que dan pie a las cadenas productivas, clusters y redes espaciales de industrias, servicios y tecnología informática. Así, para crear ventajas competitivas se necesitan políticas selectivas y específicas que rebasan el ámbito regional e incluso nacional, junto con las condiciones que promueven la innovación, la instrucción básica y los estímulos fiscales de la investigación y el desarrollo. 1.3b. El modelo económico-administrativo Se asienta en la concepción de la política en la ciencia económica. Carlos Marx (1818-1883) analizó el papel del "estado" en la economía, y en su visión, el mundo económico está regido por dos clases: los capitalistas y los trabajadores, los cuales mantienen una lucha de clases, lo cual conduce a las crisis recurrentes del capitalismo. 16 Aplicadas a la CiЯ de esta escuela han derivado las propuestas teóricas de la "economía de la dependencia", que supone que los países o regiones ricos explotan o dominan a los pobres; la teoría del "centro y la periferia", la cual propone que a nivel espacial se forman "centros" que explotan a las regiones o localidades subsidiarias; o la teoría del "intercambio desigual", que propone que las regiones establecen relaciones de "dominación", en las cuales el desequilibrio en los precios de las materias primas y los productos terminados permite que unos se enriquezcan a costa de otros. Estas teorías fueron consolidadas en América Latina a través del denominado "estructuralismo", y su origen se remonta al período de finalización de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Otra escuela de este paradigma lo es el "keynesianismo", cuyo creador fue John Maynard Keynes (1883-1946). Para esta, la evolución de Я es el resultado del crecimiento del ingreso nacional, y su distribución en consumo e inversión. La actividad gubernamental juega un papel fundamental en su logro. Una de las escuelas de la CiЯ que se alimenta de sus ideas es la correspondiente al "círculo vicioso de la pobreza", la cual nos indica que una región es pobre porque su ingreso es bajo, éste es bajo porque no hay ahorro, y éste no existe porque no hay inversión. Más adelante, de este paradigma derivó el concepto de “desarrollo” (Ð) como algo similar al crecimiento económico, de tal manera que para una región Ð se mide por el PIB absoluto, por su tasa (%) de crecimiento, o por el ingreso per cápita de los habitantes (ver apartado I.3 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). Un enfoque administrativo espacial que crítica la orientación del equilibrio keynesiano, es el que destaca que el desarrollo en las diversas regiones posee una naturaleza desigual: es la "teoría de los polos de crecimiento", la cual propone que el desarrollo no aparece en todas partes al mismo tiempo, sino que se manifiesta en ciertos puntos o polos de crecimiento económico con diferente intensidad (Perroux 1955). Estos dependen de la existencia de una industria motriz, economías de escala, infraestructura urbana, un empresariado innovador, políticas públicas en apoyo directo a las empresas; así como de la innovación y difusión de la tecnología y productos. Ganará en ÐR la región cuyos polos posean más influencia a su alrededor. Esta influencia no solamente puede ser económica, sino política, cultural, administrativa e incluso militar. Con este modelo la CiЯ entró de lleno al paradigma del desarrollo (ver apartado I.4 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 1.4. El paradigma del desarrollo Este concibe el desarrollo (Ð) como el proceso permanente y de largo plazo de las sociedades modernas: 1) orientado a la creación intencional de riqueza material (económica y de todo tipo), y convertirla en bienestar, con 17 la finalidad de alcanzar y mantener un nivel óptimode calidad de vida para la población; 2) lo cual implica que las personas participen de una educación apropiada, de un empleo remunerado, tengan acceso equitativo a un bienestar óptimo; protejan las oportunidades de vida de las generaciones futuras al igual que las actuales con un medio ambiente adecuado; y participen en las decisiones que afectan sus vidas. Tiene como supuesto implícito que ÐЯ depende del nivel de Ð alcanzado por la sociedad en su conjunto, es decir ÐЯ = fb(Ð) 1.4a. El modelo del desarrollo económico Nació a mediados del Siglo XX, y fue planteado retomando los principios de los modelos económicos, especialmente del keynesiano, del estructuralismo y de los polos de crecimiento ya descritos. Consideró Ð como un sinónimo y un resultado de la economía, proceso al cual se ha denominado “desarrollo económico”, el cual se considera semejante al crecimiento económico, y es medido por indicadores como el PIB, el ingreso per cápita o las tasas de crecimiento de la economía. Su supuesto básico es que si la economía crece, automáticamente aumenta el bienestar y mejora la calidad de vida de la población; pero su crítica principal estriba en que no toma en cuenta la distribución de la riqueza, lo que significa que a pesar de que crezca la economía, si esta no distribuye sus beneficios, prácticamente no habrá desarrollo, por lo cual adquirió relevancia el tema del bienestar social (ver apartado I.3 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 1.4b. El modelo del bienestar A partir de los 90’s del Siglo XX el desarrollo ha sido valorado como un proceso autónomo, incluso de la economía, pues se reconoce que si no se proponen intencionalmente metas más allá de las económicas, no mejorará la calidad de vida de la población, y con el mismo se reconoce que Ð debe repercutir especialmente en la población. A partir de este supuesto, Ð se concibe como un proceso social de largo plazo, permanente, de creación intencional de riqueza material (económica y de todo tipo), y especialmente de “bienestar social” (bi), con la finalidad de alcanzar y mantener un nivel óptimo de calidad de vida para la población, combatiendo la pobreza, la marginación y la desigualdad social. El bienestar social puede clasificarse como “objetivo” y “subjetivo”, incluyendo éste último las reacciones emocionales de las personas, la satisfacción con sus posesiones y los juicios globales de satisfacción personal con la vida de cada uno que conducen a estados de felicidad o insatisfacción social (Diener 1999); en tanto que el primero incluye la valoración de los aspectos tangibles o materiales del desarrollo como la infraestructura y los servicios públicos, y mínimamente debe reflejarse en la 18 dotación de infraestructura y servicios públicos (agua potable, drenaje, educación, electrificación, vivienda, etc.) para la población. Este último tiende a ser valorado con indicadores como el índice de desarrollo humano, de marginación y de pobreza. La crítica a este modelo es que a pesar de tomar en cuenta los beneficios hacia la población, no considera la problemática del medio ambiente, lo cual significa que si los recursos naturales, el clima, etc., se vuelven adversos, no habrá bienestar ni tampoco Ð (ver apartado II.1 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 1.4c. El modelo del desarrollo sustentable El “desarrollo sustentable” (ÐS) es la manifestación socioambiental del desarrollo. Tiende a reflejarse no solamente en la infraestructura y servicios públicos, sino además, en la preservación y mejora del medio ambiente y los recursos naturales. Nació en los ‘80s del Siglo XX. Sugiere crecer económicamente, pero hasta el límite de los recursos y respetando la adecuación cultural de las diversas sociedades y regiones, y pretende ser una realización material y cultural "que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades" (CMMAD 1988). Para ser efectivo este desarrollo debe ser ecológicamente adaptable, económicamente viable y socialmente aceptable. El mismo debe impulsar el bienestar social, el crecimiento económico y el equilibrio con la naturaleza. Los temas de combate a la pobreza y la marginación, lograr el desarrollo humano, y regular el control del crecimiento de la población junto con la previsión del cambio climático, tampoco se consideran al margen de este paradigma (ver apartado II.2 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 1.4d. El modelo del desarrollo endógeno, local y de la sociedad del conocimiento A Ð se le anexan diversos apelativos que le dan una connotación específica; así, se habla de Ð económico, Ð social, Ð regional, y otros más como el “desarrollo endógeno” y el “desarrollo local”. Sobre el primero puede decirse que se ha vuelto una preocupación creciente la falta participación de la gente ocasionada por el proceso global, cuyas decisiones se generan en contextos ajenos a las personas y las regiones, y en oposición se propone el “desarrollo endógeno”, el cual considera que las decisiones y necesidades de la gente común y corriente, deben ser tomadas en cuenta, y partir de abajo hacia arriba de la estructura social, y no provenir exclusivamente de las jerarquías gobernantes superiores. 19 El “desarrollo local” puede considerarse un esquema de participación para promover estrategias y mecanismos para la satisfacción de las necesidades básicas de la población, y suscite la intervención de todos los actores sociales trabajando por un sólo objetivo: desarrollar el recurso humano para que, como sujeto activo, sea protagonista de los cambios que la sociedad requiere (Moreno 2003). Finalmente, el “desarrollo basado en el conocimiento” exige niveles educativos y de investigación que se reflejen en la creatividad y la innovación en las actividades y los campos del saber de Я. Está muy ligado a la creación de redes, cadenas productivas, distritos industriales y clusters en el ámbito territorial. 1.4e. El modelo del desarrollo regional El “desarrollo regional” (ÐЯ) se concibe como el proceso que afecta a determinadas partes de un país, las cuales reciben el nombre de regiones, y que permite a una nación, a la región, a las comunidades locales y a los individuos residentes en ellas (ILPES 1980: 25, Boisier 1996), el logro de un bienestar social óptimo alcanzado con criterios técnicamente posibles, económicamente viables, socialmente aceptables, ambientalmente amigables y regionalmente adaptables. Lo que distingue al ÐЯ de los “otros desarrollos” es su “espacialidad”, sin que con este concepto se pretenda establecer una teoría sobre las formas espaciales para crear una "ciencia del espacio" (Coraggio 1980), más bien, entendiendo ésta como la interacción del desarrollo en el territorio y que repercute en el bienestar, la economía y el medio ambiente de la población que habita la región. ÐЯ es la manifestación o impacto socioeconómico, ambiental, espacial y entrópico del desarrollo, y se palpa en la mejora y expansión de la infraestructura, servicios, medioambiente y recursos naturales en el territorio de las ciudades y regiones. En los inicios de la CiЯ se consideró que ÐЯ procedía de la localización de las actividades derivada de los “polos de crecimiento”. Posteriormente, conforme se consolidó el paradigma del desarrollo, ha sido valorado con indicadores como las tasas de crecimiento de la economía, del bienestar, el índice de desarrollo humano, o indicadores del desarrollo sustentable. También se han incorporado en su interpretación las teorías del modelo económico-administrativo, como las del centro y la periferia, el intercambio desigual, y especialmente los polos de desarrollo. En la actualidad se considera que ÐЯ, al ser la manifestación espacial del desarrollo,requiere para su valoración de la combinación de indicadores económicos, de bi, de Li y espaciales, por lo cual, nuevos indicadores seguramente surgirán en el futuro para valorarlo (ver apartado II.3 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 20 1.4f. El modelo del antidesarrollo Existen otros modelos alternativos del desarrollo, que aunque no tienen el propósito de explicar el incremento de la riqueza material, irónicamente se ubican en el paradigma Ð al tocar la temática del bienestar social. El primero de ellos es el “modelo de la región tradicional”. La Я que deriva del mismo se asemeja a una "gran morada" que manifiesta la presencia de la "Madre Tierra" hacia la gente, la cual proporciona los recursos que los seres humanos requieren para sobrevivir. Es el que mejor identifican los grupos indígenas-campesinos, y en él se considera el bienestar como un producto del ciclo adaptado a la estacionalidad de la naturaleza y a las tradiciones de la comunidad, la cual valora la cooperación entre sus miembros o con otras localidades (ver apartado II.4 del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). En América Latina, sobre este tema destaca la discusión de los ‘60s que en el ámbito académico derivó de las propuestas del teórico ruso Chayanov, cuyos seguidores dieron margen a la denominada "corriente campesinista", y aquella que nació siguiendo la perspectiva de Lenin y Kaustky, como "corriente descampesinista" (Lucas 1992). Éstos últimos sostienen que los campesinos están destinados a desaparecer para convertirse en "proletarios" dependientes de los capitalistas (Bartra 1980), en tanto que los campesinistas no solo justificaron la existencia de la economía campesina, sino que también pronosticaron que mientras existan necesidades que satisfacer existirán unidades productivas, normalmente familias, que al tiempo de ser productoras también serán consumidoras. Otra modalidad considera Ð como el proceso fundamental del daño a los recursos naturales, al medio ambiente, y a la sociedad a través del consumismo. Propone el logro de bi dando relevancia a la “comunalidad”, la cual considera a la tierra y sociedad humana como los factores fundamentales que garantizan la sobrevivencia humana (Martínez 2011). 1.5. El paradigma emergente de la complejidad y el caos 1.5a. El modelo de la región adaptable El enfoque de la complejidad (ÇO) ha venido emergiendo a partir del último cuarto del Siglo XX, y para el mismo el orden y el desorden en las regiones son recurrentes (Miguel 2008). La Я compleja está formada por diversas estructuras entre las que destacan la económica, ambiental, social, política y cultural; y es un “espacio entrópico”, pues geométricamente no es una figura perfecta como los triángulos, cuadrados, hexágonos o círculos de los paradigmas tradicionales, sino un fractal, el cual es resultado de la interacción entre la sociedad y su entorno. En este espacio entrópico la 21 función del caos es orientar la transformación de Я a través de la creación de estructuras que la autoorganicen a través del libre albedrío (mercado), o de la planificación, lo cual convierte a Я en un sistema adaptable a los cambios e interacción económica, social y ambiental a que se enfrenta permanentemente; y es tal su interacción que “el aleteo de una mariposa en alguna región puede ocasionar una tormenta en todo el país”, lo que indica que cada elemento de alguna manera está interconectado con la totalidad de la región. La ÇO se desarrolla al aumentar (incluir) más elementos, referentes o estructuras al sistema original de Я. A esta propiedad se debe la creación de campos del conocimiento como el “desarrollo sustentable” que resulta de la aplicación de los principios ecológicos a la economía de la región, y que hace predecible la aparición de nuevos y más complejos campos del conocimiento, incluyendo aquellos que combinarán la ciencia, la filosofía, el arte y la religión en Я. En este caso ÐЯ puede considerarse resultado de la conjugación de los paradigmas que de manera aislada hasta hoy tratan de explicar el comportamiento de Я, de tal manera que en este caso ÐЯ = {fc(Li∩Ði∩ ÇO)} La inclusión puede antojarse algo infinito, más sin embargo, los “efectos colaterales” no deseables (ECOs) y el conflicto, delimitan el alcance de la ÇO en Я. Estos surgen cuando las respuestas de la inclusión de nuevos elementos o relaciones en las regiones manifiestan incompatibilidad. Esta cualidad delimita las Я con una “ÇO armónica” y las Я con una “ÇO inarmónica”. En éstas últimas se manifiesta la entropía y el caos como algo “cotidiano”, en tanto que en las primeras se conciben sin conflictos serios o definitivos. Aunque en ambos casos la entropía tiende a convertirse en una propiedad de Я, hoy se sabe que las regiones sin conflictos son las estudiadas por los paradigmas de Li y Ð. 1.5b. El modelo de las turbulencias regionales La metodología de la complejidad (ÇO) aporta al análisis de Я la multicausalidad, multidisciplinariedad y la multifuncionalidad, y se entiende como el conjunto de conocimientos sustentados en el andamiaje categórico- conceptual basado en el principio que Я y sus lugares centrales poseen la existencia simultánea de una heterogeneidad y diversidad estructural, y de una reciprocidad funcional de sus elementos, subsistemas, o círculos de retroalimentación positiva o negativa. Con estos últimos vienen aparejados la entropía y el “caos”, que es un desorden de gran magnitud o un conjunto de desórdenes, y puede entenderse como el comportamiento impredecible que se presenta en Я y sus lugares centrales, y no necesariamente posee la connotación destructiva que popularmente se le atribuye, pues expresa la evolución errática de los eventos o sucesos, el rompimiento de la armonía de la actividad cotidiana. 22 El caos es resultado de la interacción del “atractor” con al menos un “activador” de caos, y para que tenga efecto se requiere de un “receptor”, que es el elemento que resiente los efectos del caos. Receptores tradicionales los son la población, las ciudades, y el medio ambiente. Con respecto a los activadores de caos o “acticaos” (αi), estos pueden considerarse agentes o estructuras potencialmente capaces de transformar (dañar, destruir o construir) a su receptor. Cuando un αi logra sincronizarse con un atractor, o sucede un ataque en racimo de diversos acticaos, su acción en el corto plazo puede generar un megacaos, es decir, una situación de incertidumbre muy alta (un 67% a un 100%) en Я, debido a que cuando se manifiesta se desconoce su alcance o impacto (nivel de destrucción o construcción), su duración (temporalidad), así como el lugar donde se manifestará. Ejemplos de esto son los fenómenos naturales como los sismos de gran magnitud, las sequías, heladas, inundaciones, etc., las guerras, las epidemias, los conflictos políticos y el crimen organizado. Si no se concretan cambios, a medida que pasa el tiempo, Я logra habituarse parcialmente al caos (pasa a una incertidumbre media con un valor entre 34% y 66%), convirtiéndose en un macrocaos (ejemplos de este lo son los problemas económicos, las luchas partidistas por el poder, la escasez, o la especulación financiera). Finalmente, en el largo plazo se pasa al nivel de microcaos, o de baja incertidumbre, el cual es tolerable para el receptor, que incluso puede llegar a habituarse y convivir con el caos (la incertidumbre alcanza un valor entre 0% y 33%). Ejemplos de este lo son la pobreza, el desempleo, la emigración, el bajo ingreso, o la delincuencia cotidiana. La ÇO también implica la presencia de entropía, que se manifiesta en los ECOs y conflictos colaterales no deseables de Я, como por ejemplo las desigualdades regionales (δR). Las δR son la manifestación en la cual Я, sus ciudades, organizaciones y ciudadanos tienen un acceso diferente,e incluso discriminatorio, a un nivel de desarrollo, o una calidad de vida considerados adecuados para el momento histórico que se vive. Las δR de origen socioeconómico, y hoy en día ambiental, en gran medida son producto de la interacción interregional y de acciones deliberadas de los ciudadanos, gobiernos y organizaciones, que ocasionan diferencias en el acceso a los bienes, servicios, infraestructura, bienestar, y por consiguiente, a una calidad de vida similar para todas las regiones (Miguel et al 2007). Las δR están hermanadas con la inequidad y los desequilibrios. La inequidad puede ser inter o intraregional, y posee un fundamento de legalidad por basarse en acuerdos formales que garantizan un trato preferencial a ciertos actores sociales (ciudades, regiones u organizaciones) que originalmente tienen derechos y obligaciones iguales que los demás. La inequidad puede ser intangible inicialmente, en cambio los desequilibrios 23 regionales tienden a ser tangibles desde un inicio, y responden a las situaciones en las que la demanda y oferta de bienes, servicios, infraestructura y recursos naturales relacionados con el bienestar regional no satisfacen a todos los ciudadanos; o una situación en la que los factores susceptibles de asegurar una calidad de vida óptima en la región están descompensados entre sí de tal manera que tienden a generar situaciones económicas, sociales y ambientales inestables mientras no se corrijan. Las δR tienden a confluir en el “centralismo”, que consiste en la concentración de infraestructura, servicios, empresas, instituciones e inversiones en una o unas cuantas localidades a costa del abandono de las restantes, y que en gran medida determina que unas regiones tiendan ser favorecidas con la distribución de los recursos públicos y privados. Este proceder genera perdedores y ganadores, generalmente las zonas, organizaciones o personas que reciben un trato mejor en la dotación de infraestructura, servicios, inversiones, etc. Los ECOs y los αi pueden operar de manera aislada, o bien, sincronizadamente, entendiendo por sincronización el acoplamiento repentino, de los sucesos caóticos. Cuando esto último sucede se manifiestan las “turbulencias sociales” (τi). Estas enlazan los conjuntos de desórdenes (económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales) que aparecen repentinamente en Я, articulando los ECOs, atractores y activadores de caos, dificultando la actividad normal del sistema económico- social, modificando (manteniendo o disminuyendo) los niveles de la economía, el bienestar, el medio ambiente, y por consiguiente de ÐЯ, de tal manera que ÐЯ = turbulencias sociales x desarrollo = τiÐ= τi (3/5Hi + 1/5Ai + 1/5Li) donde τi=αiθi coeficiente de turbulencias sociales; θi es el coeficiente de desigualdades, y αi: coeficiente de acticaos. En resumen, las turbulencias afectan ÐЯ, ocasionando una disminución del mismo (ver apartado III del Anexo: Síntesis matemática de las teorías de la región). 1.6. El C2 como variable endógena de las teorías de la Ciencia Regional La CiЯ ha dado soluciones para mejorar los costos, el transporte, las inversiones, la localización de actividades, e incluso, el medio ambiente de las ciudades y regiones, y ha sugerido políticas públicas que puedan enfrentar integralmente la problemática de las regiones, así como las desigualdades que esto conlleva. Pero debido a la crisis económica, ambiental, social, política y cultural con que inició el siglo XXI, la CiЯ aun debe aportar soluciones integrales a los problemas que Я está planteando. Los nuevos paradigmas de Я, en especial el de la ÇO, pueden incorporar soluciones sistémicas para valorar y 24 monitorear el desarrollo, las desigualdades, los recursos y el medio ambiente en el territorio, y promover una planificación estratégica de sus regiones y ciudades. Puede convertirse en una metodología para abordar integralmente la problemática regional, incluido el tema del C2. Otros paradigmas, como los correspondientes al desarrollo sustentable y al ÐЯ clásico también permiten abordar la problemática que conlleva el C2; de igual manera que el paradigma del anti-desarrollo. Este último permite abordar los cambios ambientales, e interpreta al C2 como un ECO del desarrollo. Pero el C2 posee cualidades complejas, pues muchos de sus efectos no solo provienen de la actividad humana, sino también provienen de las regiones naturales afectando las regiones sociales. Este argumento descarta la posición del anti-desarrollo que tiende a considerar el C2 como un ECO exclusivamente. De igual manera, la ÇO de la problemática actual de Я (crecimiento de la población, problemas con los sistemas de salud, crisis alimentaria, cambio climático, conflictos regionales, desempleo, emigración, etc.), están exigiendo que la valoración del ÐR deba realizarse de una manera multicausal, multifuncional, multidisciplinaria e interregional, incluyendo variables económico-sociales, ambientales, territoriales, infraestructura, servicios, etc., por lo cual el paradigma del desarrollo regional clásico requiere readecuarse, realimentarse con nuevos conceptos que rebasen lo estrictamente económico y territorial con que nació. Lo mismo ocurre con el paradigma clásico del desarrollo sustentable, el cual, por ser un paradigma armónico, solo permite incluir la problemática del C2 como una “distorsión” de la propia teoría. En ambos casos, el C2 puede incorporarse al análisis como una variable “interviniente”, lo cual posibilita la generación de nuevos indicadores de los ECOs, conflictos y turbulencias sociales que el C2 tiende a ocasionar en las ЯS, y prever con ello un mejor entendimiento de Я, que pueda conducir al análisis de cómo mejorar la armonía de las regiones sociales, así como la creación de políticas públicas específicas para mejorar el bienestar y la calidad de vida de su población. En ambos casos, la el enfoque de la ÇO viene a enriquecer los modelos de interpretación que derivan hasta ahora de ambos paradigmas. Los trabajos en equipos, redes regionales de investigadores que emplean la tecnología moderna satelital, de internet, de cálculos matemáticos euclidianos y no euclidianos, mapeo en tiempo real, financiada por múltiples organismos, puede ayudar aun más en esta tarea. Su objetivo debe ser, más allá del aporte de elegantes colecciones de datos y buenos propósitos, lograr que verdaderamente ÐR propicie la felicidad y el bienestar de todas las regiones y todos sus ciudadanos con criterios 25 técnicamente posibles, económicamente viables, socialmente aceptables, ambientalmente amigables, y regionalmente adaptables a los cambios que cotidianamente demandan las turbulencias de Я en todos sus ámbitos, especialmente las derivadas del C2, que se ha convertido en una variable compleja interviniente del desarrollo regional. CAPÍTULO 2. EL CAMBIO CLIMÁTICO COMO PROBLEMA REGIONAL 2.1. El cambio climático como problema de investigación en la Ciencia Regional Ha sido señalado que un tema fundamental para la Ciencia Regional (CiЯ) es el correspondiente al desarrollo. De manera específica, la misma concibe el ÐЯ como el proceso generador de riqueza económica y bienestar para la sociedad y sus regiones. Una variante del mismo es el desarrollo regional sustentable (ÐЯS), el cual es el logro del bienestar social basado en el equilibrio entre la sociedad, su economía y sus recursos naturales, cuya conceptualización más popularizada es la que lo define como “aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones” (CMMAD 1988) que habitan las regiones, concepto acompañado de sugerencia de medidas relacionadas con la regulación del manejo de los recursos naturales, y el apego a normas para cuidar el ambiente, que poco a poco han arraigado en las políticas públicasde las regiones y ciudades. Por otra parte, el cambio climático (C2) se conceptualiza como la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional, cuyas manifestaciones más evidentes a través de sucesos relacionados con las sequías, inundaciones, huracanes, etc., se han hecho presentes desde las últimas décadas del Siglo XX, y que gradualmente se ha acomodado como una política pública. La vinculación del desarrollo y el C2 posee un impacto en los recursos naturales y el bienestar social, y se convierte en una prioridad nacional para lograr los niveles de producción de riqueza requeridos con la finalidad de incrementar el nivel de vida de la población, lo cual, entre otros aspectos, se refleja como un costo ambiental. Desde la perspectiva de las cuentas nacionales ecológicas, se estima que el costo ambiental equivale en 26 promedio a 13% del PIB, lo que es muy significativo. Esta valoración se estima por la suma de dos componentes: los costos por agotamiento de los recursos y el costo por degradación (Nadal 2007). Se espera que una de las repercusiones inmediatas del C2 se manifieste en el ciclo hidrológico de las regiones, alterando el acceso al agua. Esta es un elemento clave del ÐЯS, indispensable en sus aspectos sociales, económicos y ambientales. El agua es vida, esencial para la salud humana. El agua es un bien social y económico que debe distribuirse en primer lugar para satisfacer necesidades humanas básicas: el acceso al agua potable y al saneamiento constituye un derecho humano. No hay nada que pueda sustituir el agua: sin ella perecen los seres humanos y los organismos vivos, los agricultores no pueden cultivar los alimentos, las empresas no pueden funcionar. La seguridad del abastecimiento de agua es un aspecto clave de la reducción de la pobreza. El C2 es uno de los factores que representa un problema y que pone en entredicho el ÐS de las regiones de México y del plantea, y que en el futuro de manera particular afectará el recurso natural agua, con su consiguiente impacto en el bienestar social. Esto es relativamente grave, ya que según Landa y Carabias (2007), independientemente del C2, más del 70% de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación; más del 15% de los acuíferos se encuentran sobreexplotados; por lo menos el 57% del volumen de agua subterránea que se utiliza proviene de acuíferos sobreexplotados y se está minando la reserva de agua subterránea a un ritmo de 6 Km3 por año; la deforestación y el asolvamiento por erosión han provocado la disminución de los caudales de muchos ríos, dejando de ser permanentes un gran número de ellos; existe sobreexplotación pesquera e invasión de especies exóticas en los principales lagos; el desvío de cauces de ríos ha ocasionado, entre otras, la extinción de especies acuáticas. La sobreabundancia, y la escasez de agua dulce, son factores limitantes para el ÐЯ, pudiendo ser de origen natural, donde las condiciones fisiográficas limitan la disponibilidad del recurso, o ser provocada por el hombre, por sus actividades y por la densidad poblacional. La escasez de agua dulce por actividades humanas es provocada por los índices de consumo (cantidad), fundamentalmente por la degradación de la calidad del agua dulce debido a la contaminación (Yoshinaga y Alburquerque 2010). Se estima que el C2 tiende a repercutir en lo inmediato en el acceso al agua por parte de las regiones, y en consecuencia, de la población que las habita. La construcción de esquemas metodológicos para los estudios regionales que nos den una explicación coherente de estas interrelaciones es importante para elucidar las relaciones entre sistemas culturales, cambios económicos y procesos ecológicos (Halperin 1989; Hilhorst 1990). Un aspecto práctico del enfoque regional consiste en permitir la evaluación de hipótesis particulares de los cambios y tendencias espaciales y temporales 27 del C2 en poblaciones locales (Van Young 1992). El territorio regional implica constantes cambios entre las relaciones jerárquicas entre sistemas culturales y naturales, que resultan de un acceso diferenciado a una amplia cantidad de recursos regionales. La región (Я) es el espacio del discurso que sirve como un dominio y un objeto de las relaciones económicas, prácticas políticas y sistemas culturales (Lomnitz-Adler 1991), y en las mismas el C2 ocupa un lugar relevante como un problema que en el futuro afectará el bienestar de la población. De manera elemental, las regiones pueden clasificarse en regiones naturales y regiones sociales. Algunas regiones naturales con que hoy contamos son el bosque de coníferas y encinos, bosque de montaña, pastizal, matorral, chaparral, sabana, selva seca, selva húmeda, cuencas hidrológicas..., las cuales han venido evolucionando a través de los cambios climáticos y geológicos que ha vivido la Tierra. Las regiones sociales son modificaciones o adaptaciones del ser humano a las regiones naturales que, en algunos casos resultan ser las denominadas zonas económicas, los territorios delimitados por la presencia de determinadas culturas, las zonas marítimas de los países, continentes, países, o grupos de estados o municipios, como sucede en México. Las regiones sociales son sistemas complejos cuyas estructuras políticas, económicas, sociales, ambientales y culturales interactúan para facilitar la autorregulación, autoorganización y adaptación de las sociedades a su entorno y a las condiciones cambiantes a las que se encuentran sometidas constantemente. En la práctica, estas regiones han sido generadas y son modificadas por los diversos intereses de la sociedad; en algunos casos, como resultado de conflictos de las sociedades en y por el territorio geográfico, que de igual manera, varía a lo largo de la historia. Hoy en día, una de estas modificaciones proviene de la interacción de las regiones naturales sobre las regiones sociales, interacción que se argumenta ha sido provocada originalmente por estas últimas, y que entre otros aspectos se manifiesta a través del C2. Por otra parte, el clima de las regiones depende de un gran número de factores que interactúan de manera compleja. Éste se concibe como un estado cambiante de los parámetros de la atmósfera como la temperatura, precipitación, humedad y la evaporación, mediante sus interacciones con el mar y los continentes, en diversas escalas de tiempo y espacio. Cuando un parámetro meteorológico como la precipitación o la temperatura sale de su valor medio de muchos años, se habla de una anomalía climática ocasionada por forzamientos internos, como inestabilidades en la atmósfera y/o el océano; o por forzamientos externos, como puede ser algún cambio en la intensidad de la radiación solar recibida o incluso cambios en las características del planeta (concentración de gases de efecto invernadero, cambios en el uso de suelo, etc.) resultado del comportamiento natural del ambiente, y hoy en día, básicamente atribuidos a la actividad humana. 28 Los impactos de un clima anómalo o extremo en diversos sectores de la actividad humana han llevado a la sociedad, incluyendo a sus instituciones de gobierno, a interesarse en el tema del C2. Las agendas de las naciones desarrolladas y en desarrollo incluyen un componente dedicado al análisis de los potenciales impactos del C2, de la vulnerabilidad de las regiones a condiciones extremas en el clima, así como de las potenciales medidas de adaptación ante tales cambios. La Tierra absorbe radiación solar (radiación de onda corta), principalmente en la superficie, y la redistribuye por circulaciones atmosféricas y oceánicas para intentar compensar los contrastes térmicos, principalmente del ecuador a los polos. La energía recibida es re-emitida al espacio (radiación de onda larga) para mantener en el largo plazo, un balance entre energía recibida y re-emitida.Cualquier proceso que altere tal balance, ya sea por cambios en la radiación recibida o re-emitida, o en su distribución de la Tierra, se reflejará como cambios en el clima. Los aumentos en la concentración de los llamados gases de efecto invernadero (GEI), como el CO2, CH4 o los CFC, producto de la actividad humana, reducen la eficiencia con la cual la Tierra re-emite la energía recibida al espacio. Parte de la radiación saliente de onda larga emitida por la Tierra al espacio es re-emitida a la superficie por la presencia de esos gases. Así, la temperatura de superficie se elevará para emitir más energía, pero gran parte de ella queda “atrapada” por la presencia de los gases de efecto invernadero, sin poder salir al espacio para alcanzar el balance que mantiene relativamente estable el clima. Si las concentraciones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, la temperatura de la superficie del planeta mantendrá una tendencia a aumentar (Gráfica No I.1). Gráfica No. I.1. Variación de los gases de efecto invernadero y la temperatura en el planeta 1880-2000 En el caso de México, y concretamente para el Estado de Oaxaca en el Sur de este país, se estima que la temperatura media anual estatal por 29 década ha sido de 21.6°C, 21.76°C, 21.85°C y 23.71°C, para los años 70, 80, 90 y 2000 respectivamente; identificándose de los años 70 hasta el año 2000 un incremento de 2°C; y según los registros de los últimos años este aumento de temperatura tiende a continuar (Gráfica No. I.2.). G Gráfica No. I.2.- Temperatura Media Anual en el estado de Oaxaca: 1971- 2011. Fuente: Elaboración con datos de SMN, 2012. En el caso de otra variable climatológica como la evaporización anual, para el periodo 1930–2010 los valores medios obtenidos fueron de 1,827.61 mm, el valor mínimo fue de 690.07 mm, el cual se registró para el año de 1986. La máxima evaporación anual fue de 2,254.27 mm y se dio en el año 2003. En la última década se observa una mayor evaporización (Gráfica No. I.3.; CONAGUA 2012). En los resultados de la climatología histórica de la principal ciudad de este Estado, la ciudad de Oaxaca, también se identifica que cada año aumenta más la evaporización con respecto a las precipitaciones. Gráfica No. I.3.- Evaporización Anual en Zona Metropolitana Oaxaca: 1930- 2010. Fuente: Elaboración propia con datos de (CONAGUA 2012). En México existen 235 estaciones climatológicas dependientes de la Secretaría del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (SEMARNAT) que monitorean la calidad del aire y contaminantes como ozono, monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, partículas suspendidas 30 menores a 10 microgramos y totales. Los escenarios que proyectan las concentraciones de gases de efecto invernadero para México muestran que: i) para el año 2020 la precipitación variará entre +5 y -5 % y la temperatura media anual aumentará entre 0.6 y 1.2 °C; ii) en 2050 la precipitación variará entre +5 y -15 % y la temperatura media anual aumentará entre 1.0 y 2.0 °C; y iii) y en 2080 la precipitación variará entre +10 y -20 % con incremento de la temperatura media anual entre 2 y 4 °C (INE 2000). En Oaxaca se identifican diversos sectores vulnerables al C2. En cuanto al agua, la entidad se encontrará con presión media (20-40%) del recurso para 2025 (INE 2000). Podría presentarse escasez o déficit de aguas superficiales para satisfacer crecientes demandas de distintos distritos de riego. En el caso de los centros urbanos, se señala que las condiciones de vulnerabilidad están dadas por una alta concentración demográfica, procesos de industrialización, aumento de vehículos automotores e incremento de población con altos niveles de pobreza. En el Estado de Oaxaca, México, la deforestación en las partes montañosas ha disminuido la captura de agua, al mismo tiempo que la demanda de agua de las ciudades es creciente. En años recientes, la agricultura de riego por bombeo se ha incrementado, disminuyendo los mantos freáticos. En el futuro la competencia por el agua se incrementará si no se regulan los usos del líquido (Liverman 1995). Los climas secos cálidos y semicálidos incrementarán su superficie cubriendo áreas como el centro del estado (Villers y Trejo 1995). En el sector salud se menciona que los efectos del incremento de temperatura tienen relación con el aumento del número de casos de dengue (INE-SEMARNAT sf), y el paludismo, el cual principalmente tiende a afectar las localidades rurales de difícil acceso. Algunas evidencias de los impactos recientes del C2 registrados en el mundo, México, y el estado de Oaxaca (tabla 12ª), se indican a continuación. En la primavera de 1998, durante casi dos meses una espesa nube de humo cubrió la mayor parte de México. La nube comenzó en el sur y sureste del territorio y se fue expandiendo lentamente hasta alcanzar la frontera con Estados Unidos. Ese fue el año más seco y cálido de los registrados, y tuvo como principal efecto una sucesión de incendios forestales que arrasaron millones de hectáreas de selvas y bosques en Brasil, Centroamérica, Indonesia, Canadá y México y generaron una gigantesca capa de humo. Los habitantes de los países afectados estuvieron cerca de vivir una tragedia. En el año 2003 se presentó una inusitada canícula que estableció récords nunca vistos en los termómetros de Francia, Portugal, España, Alemania, Bélgica e Inglaterra. En Córdoba y Sevilla las temperaturas alcanzaron 45, 50 y hasta 55 grados centígrados durante agosto. El saldo en muertes por el calor se calcula entre 20 mil y 30 mil, una estadística muy poco publicitada (Toledo 2012). 31 En México, la inundación de Tabasco, estado ubicado en el sureste mexicano, es considerada como el más grave desastre natural enfrentado por el estado mexicano en los últimos 50 años. La planicie tabasqueña es atravesada por los dos ríos más caudalosos de México, el río Usumacinta y el río Grijalva, que junto con otras corrientes sobrepasaron sus máximos históricos a causa de fuertes lluvias ocurridas en su territorio y en las zonas altas del vecino estado de Chiapas. La inundación comenzó el 31 de octubre de 2007 al inundarse la capital del estado y la principal ciudad de esta entidad, Villahermosa, que en conjunto con las zonas rurales y restantes municipios afectó el 80% del territorio del estado. El gobierno de Tabasco calculó en más de $50,000 millones las pérdidas causadas por la inundación, por lo que según expertos se requerían inicialmente unos $20,000 millones para la recuperación de la entidad. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros estimó en más de $7,500 millones el monto a pagar por los daños que ocasionaron las inundaciones. Más de 23,000 unidades vehiculares fueron siniestradas, convirtiéndose en la mayor catástrofe en cuanto a pérdidas de automotores en la historia del país. En los años siguientes, en el planeta se han registrado fenómenos inesperados como el aumento en la potencia de huracanes, como Katrina en 2005, la reducción de los casquetes polares y de los glaciares de las principales montañas del mundo (la de los Himalaya afectará a millones de habitantes de China e India), la reducción de los ciclos térmicos en el océano Pacífico (conocidos como El Niño y La Niña), y el aumento en la acidez de los mares. Finalmente en los últimos años se han presentado severas sequías e inundaciones extremas en regiones tan dispares como el centro de Europa, la cuenca amazónica, Colombia, Rusia o Estados Unidos. En 2012 Groenlandia se ha quedado sin su capa de hielo en solamente cuatro días, y los fenómenos de El Niño y La Niña han reducido sus ciclos de siete a dos años. La situación se ha tornado más preocupante según lo indican los últimos reportes. Estos informes proyectan sus datos a una nueva fecha seminal: el 2050. En este año, la población alcanzará más de 9 mil millonesde seres humanos, que vivirán un escenario energético límite, con muy poco o nada de petróleo, y toda una gama de fenómenos extremos provocados por el C2. Energía, alimentos, agua, seguridad y empleo serán bienes extremadamente escasos. Si no se toman previsiones, se estará realmente cerca de una catástrofe planetaria (Toledo 2012). En el año 2011, en México murieron por sequía 450 mil cabezas de ganado en estados del norte. La Confederación Nacional Campesina de este país informó que los estados afectados fueron Guanajuato, Chihuahua, Zacatecas, Durango, Sinaloa, Coahuila, San Luis Potosí, Tamaulipas y Jalisco. Expertos del Servicio Meteorológico Nacional señalaron que el fenómeno de la sequía se presentó en el 70% del país, lo que sumado a las heladas e inundaciones provocadas por el cambio climático, significó la afectación de alrededor de 12 millones de cabezas ganado, 35 por ciento del hato nacional que se encuentra prácticamente en huesos por la falta de agua y de forrajes, 32 los que por su escasez se han encarecido en algunas partes hasta en más de 50% (Valadez 2011). Ante los retos del C2, la producción de alimentos se ha vuelto aún más vulnerable en México al aumentar la demanda de agua y los episodios de temperaturas extremas. La seguridad alimentaria está en franco riesgo. El Estado mexicano no puede seguir desentendiéndose de esos grandes problemas. En su condición actual, la producción de alimentos es ya crecientemente deficitaria. En el periodo reciente, la dependencia alimentaria de maíz promedió 31.9%; la de frijol, 8.2; de trigo, 42.8, y de arroz, 67.9%. La prolongación de esa tendencia sugiere la insostenible situación de que, hacia el año 2025, habría que importar uno de cada dos kilos de maíz consumidos en México. No hay soluciones mágicas para enfrentar esta problemática. Ni el cultivo de maíz transgénico, que implica grandes riesgos y que no aumenta los rendimientos, ni la autoproclamada agricultura de conservación del proyecto Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (Masagro) –ambas apoyadas de manera contingente por el Estado mexicano– serán la solución al déficit del campo mexicano (Turrent 2011). El C2 tiende a agravar esta situación. Por otro lado, el las regiones del Estado de Oaxaca, en el Sur de México, también se han manifestado diversos eventos que indican la presencia del C2 en su comportamiento (Tabla No. 1). Tabla No. 1.- Desastres de origen hidro-climático en Oaxaca: 2000-2010. Evento Impacto Fecha Huracán Carlota Vientos de 90 km/h y rachas de 110 km/h. 18 de junio de 2000. Tormenta Tropical Rosa Vientos de 90 km/h y rachas de 110 km/h. La nubosidad cubrió un radio de 150 km. 5 de noviembre de 2000. Huracán “Iris” 23 muertos, 2 100 damnificados, 884 viviendas, 2 escuelas dañadas y 240 has de cultivo dañadas. 7 de octubre de 2001. Incendios forestales 4 muertos, 6 personas afectadas, 3 849 has de cultivo dañada y/o pastizales. 2003 Incendios forestales 2 841 has dañadas de cultivo y/o pastizales. 2004 Huracán “Stan” 5 muertos, 37 405 personas afectadas, 7 481 viviendas dañadas, 441 escuelas, 32 155 has de cultivo y/o pastizales dañadas, 7 796.9 km de caminos afectados. Costos totales: 1 757 millones de pesos. 1-5 de octubre de 2005. Granizada 8 muertos, 5 000 personas afectadas, 800 viviendas dañadas, 83 escuelas, 331.8 de áreas de cultivo y/o pastizales dañados. Costos totales: 35.4 millones de pesos. 4 de mayo de 2005 Incendios forestales 30 938 has de cultivo y/o pastizales dañados. 2005 Sequía 53 818 has de cultivos afectadas. Costos totales: 24.6 millones de pesos. 2005 Fuertes lluvias y deslaves 4 200 personas afectadas, 800 viviendas dañadas, 2 puentes dañados. Costos totales: 9.8 millones de pesos. Deslave en Santiago Mitlatongo, Nochixtlán, Oaxaca 2005 2010 Fuente: CENAPRED, citado por INE, 2000. 33 En resumen, para la CiЯ el cambio climático (C2) es el momento histórico que viven las regiones naturales por la transición climática a la que están sometidas prácticamente desde mediados del Siglo XX debido, entre otras causas, a la emisión de GEI por parte de las regiones sociales, y que a la vez tiende a afectar desfavorablemente a las propias regiones sociales en la actualidad. El mismo se conceptualiza como la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Sus manifestaciones cada vez afectan más las actividades y la calidad de vida humanas, lo que gradualmente se ha hecho evidente a través de sucesos relacionados con las sequías, inundaciones, huracanes, etc., a partir de las últimas décadas del siglo XX. Algunos autores estiman que sus efectos definitivos se harán sentir a partir de los 50s de este siglo XXI, y otros hasta el inicio del Siglo XXII (Esquema No. 1). REGIÓN NATURAL Clima Cambio Natural Orografía Flora y Fauna REGIÓN CAMBIO CLIMÁTICO Cambio provocado por la Humanidad REGIÓN SOCIAL Países, Estados, Municipios Emisión de Gases de Sociedades Efecto Invernadero Comunidades Esquema No.1. Interacción de las regiones y el cambio climático Se espera que en esta transición hacia una nueva estabilidad climática, la vinculación del desarrollo y el cambio climático (C2) tiende a mostrar su impacto desfavorable en los recursos naturales y el bienestar social de las regiones. Una de las repercusiones inmediatas del C2 se manifieste en el ciclo hidrológico de las regiones, alterando el acceso al agua. Esta es un elemento clave del DS, indispensable en sus aspectos sociales, económicos y ambientales, ya que la seguridad del abastecimiento del agua es un aspecto clave para la reducción de la pobreza social en las regiones. Pero en resumen, el C2 es un problema de naturaleza global, y sus características definitivas se consolidarán en el largo plazo, involucrando interacciones complejas entre procesos naturales (fenómenos ecológicos y climáticos), y procesos sociales, económicos y políticos a escala mundial (Osnaya 2004). Precisamente, el presente texto analiza la interacción ÐS-C 2 a través de su vinculación con el consumo de agua para las actividades humanas, con la finalidad de dilucidar su impacto en el bienestar de las regiones de México, y de manera específica para las regiones del estado de Oaxaca en el sur- 34 sureste de este país, para lo cual se plantean las siguientes preguntas de investigación: ¿cuál es el nivel de ÐS de las regiones de México, y de manera particular del el Sur-sureste, en los años considerados?, ¿cuál es el efecto del C2 en el desarrollo de las regiones?, ¿cuáles regiones de este País tienden a ser más afectadas en su ÐS con el C 2? 2.2. Justificación de la importancia del cambio climático en el desarrollo regional El DS es un fenómeno complejo que refleja la evolución de los individuos, la sociedad, las estructuras económicas y los sistemas ambientales que se desenvuelven en las regiones, los cuales exigen un enfoque integral, donde el factor decisivo lo es el ser humano, cuya dirección de sus acciones e intervenciones tienen que estar orientadas a la elevación de su bienestar. Para esto es necesario que a través de la investigación científica se fortalezca la habilidad para guiar las interacciones entre la naturaleza y la sociedad hacia trayectorias sustentables, al mismo tiempo que se promueve el aprendizaje social necesario para transitar hacia ello. Parte de este proceso es el conocimiento de que tan sustentables son las regiones, dado que entre más información exista acerca de los problemas que aquejan a los medios social, económico y ambiental mejores medidas se pueden tomar para solucionarlos. De igual manera, resulta muy importante conocer el impacto del C2 para prevenir sus efectos menos favorables en el bienestar social. La dinámica del desarrollo ha afectado los recursos naturales que lo hacen posible, ocasionando un
Compartir