RelacionesDe10 (1)

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7 preguntas que nunca
te habías hecho de tus parejas
y cómo te ayudan a
crear relaciones de 10
Muchos te van a decir que la clave para tener una buena relación es la 
comunicación.
 Pero he descubierto que este es uno de los peores consejos que le puedes 
dar a alguien en ciertas circunstancias… y vas a entender por qué en un 
momento.
 Además, hay un factor que es infinitamente más importante. Yo le llamo 
descifrar tu Código E.L.E.V.A. 5 factores simples que cuando los aprendemos 
puede desde levantar una relación de las cenizas, hasta liberarte de una prisión 
de emociones tóxicas y hasta vivir aún más plenamente una relación que va 
viento en popa.
 Y va mucho más profundo que sólo la “comunicación”.
 Vas a descubrir que no todas las relaciones están destinadas a durar hasta 
que la muerte los separe (muy para el pesar de algunos que están leyendo esto 
con cara de horror), pero que también los más grandes conflictos se pueden 
resolver con amor y recuperar la chispa que había al principio de una relación.
 Y si eres de las personas que están leyendo esto para entender por qué no 
has tenido éxito en relaciones o por qué parece que estás destinado a no estar 
con nadie… agárrate que vamos a echar un clavado en nuestro mundo interior 
de ego, resistencias y miedos para resolver.
 Hoy voy a enseñarte con 7 preguntas que probablemente no te habías hecho 
acerca de tu pareja o ex parejas, y que van a abrir tus ojos a un mundo que no 
conocías, del otro lado de la ilusión y el romance.
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7 preguntas que nunca
te habías hecho de tus parejas
y cómo te ayudan a
crear relaciones de 10
Soy Enrique Delgadillo, y en la última década que llevo ayudando a personas a 
resolver sus enigmas internos y las heridas que nos impiden vivir con más 
pasión, más seguridad y más plenitud he descubierto que el problema no es 
que las personas sean difíciles, tóxicas, o narcisistas (que por cierto está súper 
de moda llamar narcisista a cualquier persona que no nos quiera o que no se 
comporte como esperamos que se comporte), sino que simplemente no 
estamos entendiendo nuestro código de atracción…
 ¿Por qué elijo el tipo de pareja que elijo? ¿Por qué atraigo al tipo de personas 
que atraigo? ¿Por qué siempre se repite el mismo pleito una y otra vez en mis 
relaciones? ¿Qué tengo que aprender a sanar para conectar mejor? ¿Qué tengo 
que entender de las demás personas para magnificar mi atracción y conexión 
con ellos sin ser dependiente emocionalmente? 
 Voy a profundizar mucho más sobre esto en nuestro curso online en nuestro 
grupo de Facebook (del que ya debes ser parte), pero es importante que nos 
hagamos las 7 preguntas que te voy a dar en un momento.
 Entonces cuando nuestras relaciones no son como quisiéramos, no es porque 
haya algo mal contigo o con la otra persona, simplemente hay una falta de 
entendimiento de este código.
 Y eso sólo se puede lograr entendiendo quiénes somos nosotros como 
personas y nuestra naturaleza, entendiendo quién es la otra persona, y 
descifrando el propósito que esa relación tiene en nuestras vidas, entendiendo 
que nuestra experiencia de vida es nuestra y de nadie más, y por eso debemos 
encargarnos NOSOTROS de hacerla increíble, no culpar a alguien más de que 
no lo sea.
 Si de entrada esto ya te está causando repele y sigues buscando quién tiene la 
culpa de que no seas feliz (o crees saber quién es el desgraciado que la tiene), 
probablemente sea mejor que le dejemos hasta aquí y cierres esta pequeña 
guía porque apenas estamos calentando motores.
 Esta filosofía ha ayudado a millones de personas alrededor del mundo en 
nuestras redes y programas a sanar y a recuperar su autoestima y su paz, pero 
sobre todo a volver a emocionarse por conectar y compartir de una de las 
maneras más increíbles y gratificantes que conoce el ser humano… en pareja.
Por qué tienes que saber
estas cosas…
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 Lo primero que hay que entender es que esto último que acabo de decir es 
para muchas personas causa tanto de terror como de nauseas… pero te vas a 
dar cuenta de que esas personas que sienten ese miedo y esa resistencia a las 
relaciones tienen una cosa en común:
Han sido lastimados por alguien que querían mucho,
y en el fondo tienen miedo de volver a sufrir.
 Las personas que desde la amargura se quejan de un género u otro no es 
porque no quieran tener una bonita relación… es que ya dejaron de creer que 
es posible o que relacionarse en pareja es sinónimo de sufrimiento.
 Y como a la miseria le gusta la compañía, van a tratar de convencerte a ti 
también de que el sexo opuesto (o el mismo, según sea el caso) son una bola de 
desgraciados, ratas de dos patas, sirenas que te atraen con sus encantos para 
luego comerte, engañadores que te prometen el cielo y las estrellas para 
arrancarte el corazón, todos iguales, gusanos malparidos… y que mejor los 
acompañes en su amargura.
 Pero no temas… habemos un mundo de personas que sí, hemos vivido el 
conflicto y los duelos, y también hemos sufrido… pero hemos superado y 
aprendido, y que gracias a las lecciones de la vida hemos descubierto cómo 
crear o incluso recuperar esa conexión con una persona que quiere tenerla 
también con nosotros.
 Casi como si esas experiencias pasadas fueran un examen para pasar hacia 
nuevos niveles de emoción, plenitud y experiencias increíbles en pareja.
 De hecho, es exactamente así.
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Las dos consciencias
La comunicación es uno de esos términos que se avienta a las personas como si 
fuera el salvavidas de las relaciones.
 “Hablen, aprendan a comunicarse, dile lo que sientes”… y nosotros así de ajá, 
ya le dije que me siento MAL y que no me gusta que me lleve la contra.
 No es que la comunicación no sirva, de hecho es fantástica cuando se hace 
correctamente, pero digo que “comunicarse” puede ser un pésimo consejo 
sobre todo cuando se está haciendo desde un lugar de consciencia de 
separación.
 Hacer este “switch” mental de consciencia de separación a consciencia de 
unidad va a darte resultados inmediatos si aplicas lo que te digo en esta guía… y 
vas a entender en un momento a qué me refiero.
 La consciencia de separación es cuando constantemente escuchamos a la 
parte “yo-yo” de nosotros… la que dice “yo soy” y “yo quiero”.
 De ahí salen todos los vicios y conflictos que experimentamos en nuestras 
relaciones y en la vida en general.
 Es la parte de nosotros que tiene aspiraciones pero también tiene miedos. 
Tiene ganas de que cosas sucedan, pero también quiere evitar que sucedan 
otras.
 Es la que dice “quiero que me quieran, pero no quiero que me engañen”, 
“quiero amar, pero no quiero que me abandonen”.
 En la consciencia de separación nos percibimos a nosotros mismos como los 
protagonistas de la película, el que vive el drama y se siente víctima de los 
villanos, el que quiere ser héroe o heroína de la historia y vivir felices para 
siempre.
 Es esa parte de nosotros que se experimenta a sí misma como si estuviera 
separada de todo lo demás. Y cuando uno se experimenta a sí mismo como 
separado de todo lo demás surgen algunos conflictos como “todo lo que 
necesito vendrá de afuera, y si eso que necesito no me lo dan, entonces no 
puedo ser feliz y necesito manipular para que me lo den”.
 A veces le llamamos a esto nuestro ego. Es la voz que dice cosas como:
“Quiero que me amen, pero creo que soy tan guapa como sus amigas, entonces 
voy a poner una cara de enojada cuando lo vea reírse con ellas, a ver si así 
reacciona y me da el amor que busco” 
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“¡Quiero que me entienda! Es SÚPER lógico lo que le estoy diciendo y aún así no 
entiende que yo tengo la razón! Me hace enojar! Voy a decirle que quiero 
cortar la relación para que acepte su error y me pida perdón”
“Quiero hablarle a esa mujer guapa, pero no creo que soy atractivo… nunca 
voy a ser suficiente para ella… entonces voy a fingir que tengo dinero o usar 
el dinero que tengo para comprarle cosas y tratar de ganármela así y que me 
quiera”.“Quiero que me responda el mensaje… ¿Qué no soy importante para él? Si me 
responde entonces puedo estar tranquila, y si no no puedo dormir! Ya sé, 
voy a llamarle 20 veces y dejarle 80 mensajes para que sepa que no soy tonta y 
que sé lo que está haciendo… aunque no sé realmente qué está haciendo.”
“Quiero que mi pareja me vuelva a desear, pero no soy tan guapa como las 
mujeres a las que se les queda viendo, no soy suficiente para él… tal vez si me 
opero las bubis y me visto con ropa ajustada ahora sí me va a querer”.
“Quiero que deje de celarme! No soy un patán como para que esté dudando de 
mí! Nunca nada es suficiente para ella!”
“Quiero que deje de pensar en su ex… ¿qué puedo hacer para ser la única en su 
mente? Voy a hablarle mal de ella y recordarle todo lo que le hizo y así puedo 
ser la única.”
“Quiero que me dé mi lugar! Merezco respeto y ella me lo tiene que dar! Si 
no entonces voy a amenazarla con dejar de ser su novio a ver si así me da el 
amor que quiero!”
 En pocas palabras, cuando estamos en consciencia de separación creemos 
que todo lo que pasa a nuestro alrededor tiene que ver con nosotros, como si el 
mundo girara a nuestro alrededor… y si nuestro entorno no nos da lo que 
necesitamos, nos volvemos defensivos y manipuladores para tratar de 
conseguirlo (como si se nos debiera algo y que no se nos esté cumpliendo).
 O sea que esperamos que alguien nos dé amor (nuestra versión de lo que es 
el amor), y tratamos de cambiar a las personas para satisfacer nuestras 
necesidades emocionales.
 Cuando estamos funcionando en este nivel de consciencia, no podemos ver 
más allá de nosotros mismos… nos sentimos débiles, pequeños e indefensos al 
navegar por este mundo y solemos reaccionar defensivamente cuando otra 
persona no cumple nuestras expectativas.
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 Esta dependencia del mundo exterior, la necesidad de que otras personas se 
comporten como nosotros esperamos que se comporten genera mucho 
sufrimiento, porque las personas rara vez va a comportarse como tú quieres 
que se comporten.
 Esto no significa que estén mal, sólo que las demás personas no se van a 
adecuar a nuestros paradigmas y preferencias, porque pues, son sus propias 
personas y ellos se perciben a sí mismos como los protagonistas de su propia 
película donde nosotros no somos más que actores y actrices de reparto en este 
set que llamamos mundo.
 Hay quienes me preguntan “Pero Enrique, ¿qué hay de los acuerdos que se 
hacen en una relación?
 Incluso cuando creamos acuerdos con las personas… los acuerdos se crean 
para establecer los términos bajo los cuáles va a suceder la participación, no 
para obligar a alguien a comportarse de tal o cual manera.
 De hecho no sé si ya te hayas dado cuenta, pero no hay acuerdo alguno que 
pueda obligar a alguien a hacer algo… lo único que puede establecer el acuerdo 
es la consecuencia de no llevarlo a cabo.
 La ley no impide a una persona matar a otro (de hecho sucede todo el tiempo), 
simplemente establece lo que sucederá como consecuencia si llegas a matar a 
alguien.
 De la misma manera, yo no puedo obligar a mi pareja a serme fiel (pues no 
estoy en control de sus pensamientos y acciones), pero si puedo establecer que 
si va y se mete con otro, yo ya no juego.
 En todo momento, toda persona es libre para romper esos acuerdos, y la otra 
es libre para decidir entonces ya no participar. 
 Si tan sólo fuera así de fácil, verdad?
 Confucio decía que la vida es simple, pero insistimos en complicárnosla… y eso 
es lo que hace el ego, la consciencia de separación. La idea de que el mundo 
gira a mi alrededor y me debe algo.
 Es justamente la mentalidad que mantiene pobres a los pobres, y ricos a los 
ricos. Unos creen que su pobreza es culpa de alguien más, y están esperando 
que a que llegue alguien o algo a salvarlos (nunca nadie llega), mientras que los 
otros saben que nadie les debe nada y por tanto tienen que salir a buscar sus 
propios medios… y al buscar caminos, típicamente los encuentran, y prosperan.
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 Lo mismo sucede en relaciones interpersonales… andar por el mundo 
actuando como si alguien me debiera algo y no me lo estuviera dando sólo me 
genera pobreza emocional. Y la razón es que en esta vida nadie va a venir a 
salvarte y darte felicidad, esa la tenemos que generar nosotros mismos, por 
nuestros propios medios.
No puedes generar riqueza financiera creyendo que
el mundo te debe tu fortuna… y no puedes generar 
relaciones prósperas creyendo que las demás personas
te deben amor o te deben tu felicidad.
 Un dato extra… creer que alguien o algo más nos debe nuestra riqueza o 
nuestra felicidad nos vuelve SÚPER manipulables. Personas pobres 
económicamente típicamente votan por candidatos políticos que prometen 
sacarlos de la pobreza, y personas pobres emocionalmente típicamente se van 
de boca por alguien que viene a bajarle las estrellas y prometerles amor eterno.
 Pero ni el político ni el galán tienen ese poder… tanto nuestra riqueza como 
nuestra felicidad tiene que venir de ADENTRO de nosotros, no de afuera.
 Y cuando haces este cambio de consciencia, vas a ver tantas puertas abrirse 
en tu vida que no vas a creerlo. Y desarrollar consciencia de unidad es la única 
forma real de crear relaciones prósperas donde puedes amar sin miedo a otra 
persona que quiere amarte sin miedo también.
 Se dice fácil, verdad?
 No es complicado… y vamos a hablar mucho sobre cómo desarrollar esta 
consciencia de unidad en nuestro curso en la semana de la conexión y la 
atracción (incluso vas a ver cambios inmediatos en cómo las personas te tratan, 
y cómo responden a ti y a tu presencia).
 Si por alguna razón no lo has hecho, ve y regístrate en turelacion.com para 
que seas parte (es totalmente gratis).
 Ahora te voy a dar una serie de preguntas diseñadas para sacarnos de esta 
consciencia de separación y elevar tu estado mental y emocional a una vibración 
mayor que va a empezar a abrir las puertas del amor nuevamente en ti y en las 
personas que te rodean, especialmente tu pareja… a una consciencia de unidad.
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Las preguntas
Como vamos a aprender en el curso online en nuestro grupo de Facebook, 
identificar cómo y por qué estamos idealizando nuestras relaciones es 
importante para empezar a hacer algo que llamo “romper la pantalla” (que 
viene en la clase 2 del curso, velo en tu grupo de Facebook el aquí: 
www.facebook.com/groups/297440258327274 ) 
 Nuestros ideales lo son porque experimentamos vacíos y carencias en 
nuestro ser, ya sea por cosas que vivimos en nuestra infancia o incluso partes 
de nosotros que no hemos desarrollado aún.
 Ese es el propósito del deseo… incitar a la acción, a vivir, para tener estas 
experiencias, aprender más acerca de nosotros y trascender nuestras 
limitantes. Por lo menos ese es el propósito desde una perspectiva espiritual.
 Entender que el príncipe azul nunca va a llegar a rescatarte (en el caso de 
muchas mujeres) o aceptar que tu vida nunca va a ser como una película porno 
(en el caso de muchos hombres) es especialmente importante para empezar a 
trascender estas expectativas irreales que estamos poniendo sobre las 
personas.
Hablando de las expectativas, vamos a analizar esto… ¿qué crees tú que no se 
te está dando, que alguien de alguna manera te debe o te debía?
 Tal vez sea la idea de que alguien te fue infiel cuando te debía fidelidad 
(porque así mataba el acuerdo), incluso podría no tener nada que ver con tus 
relaciones de pareja y tu conflicto es con mamá o papá, que nunca te dieron el 
amor o el cariño que un papá o mamá le DEBE a su hijo o hija.
 Posiblemente vaya por otro lado y es la expectativa de que una pareja me 
TIENE que dar mi lugar cuando estamos con su familia o amigos.
¿Cuál es el ideal que estás tratando 
de realizar con esta relación?
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¿Qué expectativas tienes de la otra 
persona que no han sido cumplidas?
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 En pocas palabras, esa persona me debe algo, y mientras que no me lo dé, nosoy feliz… esencialmente dando a esa persona todo el poder sobre mis 
emociones y convirtiéndome en su esclavo emocional.
 Aprender la lección de que ninguna persona nació ni nacerá con la misión de 
hacerme feliz es CLAVE para aprender a relacionarnos mejor.
 Es parte del hacernos responsables de nuestra propia experiencia, como dicta 
el Código E.L.E.V.A. (del que voy a hablarte en el curso).
Somos excelentes para interpretar las acciones del otro según lo que significan 
para nosotros (desde la consciencia de separación, claro). O sea que creemos 
que lo que la otra persona dice o hace, tiene que ver con quiénes somos 
nosotros, o sea nos lo tomamos personal.
 Muy pocas veces nos detenemos a pensar ¿qué significa esto para ellos? ¿cuál 
es el ideal o la herida que los está haciendo actuar así?
 Cuando una persona reacciona defensivamente, ¿qué es lo que realmente me 
está tratando de decir?
La consciencia de separación dice “me está tratando de lastimar” o “me está 
llevando la contra para molestarme”.
La consciencia de unión dice “me está diciendo que lleva mucho dolor y que 
tiene miedo de que lo lastime, entonces pone una barrera”.
Cada interpretación que le des a lo que alguien más hace o no hace, va a 
determinar cómo te sientes al respecto y cómo resuelves conflictos.
 
¿Qué es lo que realmente me está 
tratando de decir?
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Ahora vamos a voltear esto hacia adentro… 
 Cuando YO soy reactivo o defensivo… cuando YO digo cosas hirientes… 
cuando YO reviento y le digo que ya no quiero estar en esta relación (sin la 
intención real de dejarla)… ¿qué es lo que realmente estoy tratando de decir?
 Y típicamente lo que estamos tratando de decir es “me falta amor, y no siento 
que lo estoy recibiendo de ti”.
 A veces es “no me siento vista, me siento ignorada y me hace sentir que no te 
importo y no me quieres”
 Cuando aprendemos a comunicar esto efectivamente… entonces es cuando la 
“comunicación” es un buen consejo (porque hay mil y un cosas que puedes 
comunicar, que no tienen nada que ver con el amor, y empeorar las cosas).
Uno de los conceptos más importantes que tenemos que reconocer si 
queremos crear conexiones increíbles con una persona es entender que esa 
persona está en una relación contigo porque quiere beneficios propios.
 No está contigo por caridad o para hacerte feliz. Está contigo porque está 
buscando darse a sí mismo una experiencia, a través de ti. Pero tú estás 
haciendo lo mismo con ellos, así hayamos hecho consciencia de esto o no.
 Quieres una relación porque TÚ quieres tener una experiencia de vida, no 
porque quieres hacer feliz a otra persona (de hecho ya que lo piensas, tú no 
tienes la capacidad de hacer feliz a nadie que no haya aprendido a hacerse feliz 
a sí mismo primero… tal vez lo logres momentáneamente con un detalle o 
unas palabras bonitas, pero esa felicidad no dura).
¿Cuál es el ideal que estás tratando 
de realizar con esta relación?
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¿Qué tipo de persona le hace
suspirar?
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 La psicología nos enseña que todo lo que hace cada ser humano tiene que ver 
más con sus propias aspiraciones y sus propios miedos y vacíos que lo que 
tenga que ver con otras personas… por el simple hecho de que no tenemos 
manera de saber exactamente qué es lo que quiere la otra persona.
 Esto nos sirve para entender dos cosas… 
● Una es que nada de lo que hace tu pareja es personal, o sea que nadie “te 
hace” nada sino que sólo se hacen cosas a sí mismos, y nosotros 
decidimos si victimizarnos por ello o tomar el aprendizaje y continuar por 
nuestra vida (que por cierto, no está mal que te victimices… pero no sirve 
de absolutamente nada).
● La segunda es que las cosas que hacemos nosotros “por la relación” o “por 
nuestra pareja” en realidad son cosas que hacemos para sentirnos más 
seguros, para sentirnos mejor con nosotros mismos, o muchas veces para 
evitar sentirnos culpables o sentirnos mal por algo.
 Esto último causa un fenómeno chistoso… que cuando estamos en una 
relación y queremos aportar, muchas veces aportamos no lo que la otra 
persona quiere o necesita, sino lo que nosotros quisiéramos que se nos aporte.
Damos lo que para nosotros es amor,
nuestra versión del amor… 
ignorando muchas veces
lo que es la versión del amor
de la otra persona.
 Tal vez para mí, el amor se demuestra mandando mensajes de texto diciendo 
que me amas… y entonces es lo que yo hago. Pero tal vez para ti el amor se 
demuestra ayudándome con mis tareas o responsabilidades. Y entonces como 
no me envías mensajes por las mañanas diciéndome que me amas (sólo me 
ayudas con mis tareas del día a día) no siento que me amas… incluso te reclamo 
porque yo si te envío mensajes todos los días y tú no me los respondes con el 
mismo entusiasmo.
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 No estoy respetando lo que para TI es amor, sólo estoy enfocado en mi propia 
versión, mi ideal, como si el tuyo no existiera… y trato de cambiarte para que tu 
versión del amor sea igual a la mía… lo cual es un gran ejercicio inútil que sólo 
causa sufrimiento.
 A veces tenemos muy claro lo que a nosotros nos vuelve locos de amor por 
alguien… pero te has preguntado qué es lo que a la otra personas le hace 
suspirar?
 Y más importante, ¿estás validando eso o sólo te estás tomando personal lo 
que la otra persona hace o no hace, y creyendo que la vida tendría que ser 
como a ti te enseñaron y cómo tú has aprendido que debería de ser?
 A veces esto puede sonar a que tenemos que conformarnos con lo que otra 
persona decida darnos… pero eso sería ignorar una verdad que siempre está 
presente:
Te puedes ir de la relación
en el momento que tú quieras.
¿Creías que estabas en una relación para que otra persona te dé lo que te falta?
 Estarías en lo correcto, y a la vez no.
 Muchas veces entramos en relaciones para tratar de conseguir algo que 
creemos que nos falta… y terminamos dándonos cuenta (a veces después de 
muchas pruebas fallidas) que entramos en relaciones para enseñarnos los 
vacíos que tenemos y aprender a sanarlos por nosotros mismos.
 Voy a repetir esto… nadie va a venir a salvarte, eso lo tienes que hacer tú. 
Nadie va a venir a hacerte feliz, eso lo tienes que hacer tú. Y yo también, y 
todos venimos a esta vida a aprender estas lecciones.
¿Qué estás necesitando de esa 
persona que no crees poder
conseguir por ti mismo
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 ¿Te has fijado cómo siempre terminas en relaciones con personas que saben 
precisamente cómo tocar esas fibras delicadas de inseguridad en tu ser?
 ¿Crees que es casualidad?
 Nuestro superconsciente sabe precisamente qué es lo que tenemos que 
aprender de otra persona, y elige con exactitud a las personas que van a 
despertar esas cosas en nosotros (y ellos están haciendo lo mismo con 
nosotros).
 Pero siempre tenemos dos opciones… aprender a ver estos vacíos en 
nosotros mismos y sanarlos desde el amor, o negarlos y creer que lo que 
sentimos es culpa de la otra persona y vivir esta sanción desde el conflicto y el 
sufrimiento.
 Siempre va a ser una elección (aunque no siempre es fácil).
 ¿Qué crees que estás necesitando de la otra persona, que no crees que 
puedes darte a ti misma o a ti mismo?
 Esta pregunta nos abre una ventana a nuestro mundo interior de 
inseguridades y vacíos que, cuando aprendemos a resolverlos, abrimos un 
mundo nuevo de puertas y posibilidades para conectar, ser atractivos y 
magnéticos con las personas, y experimentar felicidad.
Si alguna vez has escuchado a una persona decir “no me da mi lugar” o “está 
mal que le de like a fotos de tipos guapos en redes o tipas guapas” o “es lógico 
que cuando te doy besos así es porque tengo ganas de sexo y a ti no te importa 
y ni te das cuenta” o “si no vas conmigo a las reuniones familiares es porque mi 
familia no te importa”, etc… entonces has experimentado la famosa “lógica” no 
tan lógica de las relaciones.
Eso que esperas de la otra persona, 
¿fue parte de un acuerdo verbal o 
sólo estamos asumiendo que así 
tendría que ser por nuestra“lógica”?
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 Tienes tu lógica… y esa lógica, dentro de tu cabeza, suena como la lógica más 
lógica del mundo. Y lo que sea que otra persona proponga como lógica, si no 
es compatible con la tuya, es inmediatamente descalificada e invalidada como 
un intento por verte la cara.
 ¿Cierto?
 Lo sé porque así somos todos cuando estamos funcionando dentro de 
nuestra consciencia de separación.
 “Mi perspectiva es la correcta y es 100% lógica” dijeron todas las personas del 
mundo.
 ¿Y sabes que es chistoso? Que EN ESTE MOMENTO alguien está leyendo esto 
pensando “no, Enrique, pero hay algunas cosas que sí son súper lógicas, como 
por ejemplo que mi pareja tiene que tratarme bien”.
 ¿Qué es tratarte bien? ¿Según quién?
 Es más, hay mujeres que según su “lógica” para conseguir un buen marido 
que las quiera tienen que tratar mal a un hombre y volverlo sumiso (no te 
miento, si abres Google y buscas “cómo dominar…” Google autocompleta con 
“…a tu pareja”, es real, la gente busca esas cosas!)… y hombres que según su 
lógica, por los ejemplos que han tenido en sus vidas, creen que tienen que 
prometer la luna y las estrellas a una mujer y darle regalos caros para que se 
enamore de ellos, y tener su catedral mientras que por fuera buscan a otra 
capillitas con quiénes tener aventuras porque pues, así somos los hombres, 
pero nunca nadie nos entendería… (sí de verdad eso piensan algunos).
 Entonces hay que pensar dos veces antes de asumir lo que creemos que 
debería de ser lógico para alguien.
 Para el que inicia la guerra, es una decisión lógica iniciarla. Para el que insulta 
es una decisión lógica insultar. Para el que engaña, es una decisión lógica 
engañar. La lógica de otra persona no tiene nada que ver con lo que tú crees 
que está bien o mal o lo que sea correcto o incorrecto. Y si crees que estoy 
equivocado, ok, no me creas. Sal al mundo y compruébalo por ti mismo.
 Piénsalo de esta forma… si todo el mundo actuara según una lógica universal, 
todo el mundo actuaría de manera consistente todo el tiempo. No sería lógico 
que una persona se emborrache y le llame a su ex a las 4 de la mañana (y luego 
salga manejando de la fiesta). No sería lógico.
 Entonces te dejo estas dos grandes verdades del ser humano:
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Verdad #1: 
El ser humano es sólo un 10% lógico,
pero es 90% emocional.
Va actuar según lo que siente,
no según lo que otro cree correcto.
Verdad #2: 
El ser humano actúa emocionalmente,
y justifica sus acciones con su propia lógica.
 La única herramienta que podemos utilizar para trascender estos problemas 
de lógica no tan lógica es la creación de acuerdos.
NOTA: Recuerda que un acuerdo no impide a otra persona hacer algo (jamás 
vas a poder controlar lo que otra persona hace o deja de hacer), pero sí 
establece los términos bajo los cuáles vas a participar en la relación.
 Entonces, antes de exclamarle a alguien que algo “¡es lógico!” primero 
tenemos que preguntarnos si creamos anteriormente un acuerdo respecto a 
eso o hay que crear uno, o si simplemente estamos asumiendo que la persona 
debería de pensar como nosotros pensamos.
 Sí, incluso si lo que la persona está haciendo va en contra de la lógica más 
lógica que puedas concebir.
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Nada sencillo esto del amor, las conexiones emocionales y la mente humana y 
su funcionamiento, verdad? Bienvenido a mi mundo.
 Pero sabes algo? Que la psicología y ciencia de la atracción, la conexión 
profunda y crear relaciones increíbles pueden ser SIMPLES de crear y vivir si 
seguimos 5 elementos…
 Los 5 magnificadores de atracción y conexión que mantienen relaciones 
frescas y emocionantes incluso después de años.
 Este es el verdadero secreto… y voy a hablarte de él en nuestro curso:
El Código de una Relación Increíble.
 Recuerda lo que el poeta Mario Quintana decía, que para atraer a las 
mariposas no nos sirve de nada perseguirlas con una red, sino que tenemos 
que aprender a cuidar de nuestro jardín para que quieran venir y quedarse.
 Nos vemos en el curso online! Si aún no eres parte del grupo, ve aquí y pide 
acceso para participar en el curso, es gratis: 
www.facebook.com/groups/297440258327274
Para cerrar…
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