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Guia_Antisepsia_AEU

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POSICIONAMIENTO BASADO EN LA EVIDENCIA 
SOBRE LA ANTISEPSIA DE LA PIEL EN LA 
PREVENCIÓN DE LAS INFECCIONES ASOCIADAS A LA 
CIRUGÍA UROLÓGICA 
 
Autores: Dres. J.M. Cózar y M. Esteban 
 
Copyright AEU 2019 
 
 
2 
 
 
INDICE: Pag. 
 
1. Introducción ................................................................................................................. 3 
2. Infección en el sitio quirúrgico (SSI) ............................................................................. 6 
3. Valoración del riesgo de SSI .......................................................................................... 9 
4. Prevención y monitorización de las SSI ...................................................................... 10 
5. Factores de riesgo en las SSI ....................................................................................... 12 
6. Microbiología de la piel y área urogenital y su relación con infecciones del sitio 
quirúrgico en Urología. ................................................................................................... 13 
7. Medicamentos o biocidas en la antisepsia de la piel ................................................. 15 
8. Comparativa de cualidades de los antisépticos de la piel del sitio quirúrgico. .......... 19 
9. Evidencia del uso de clorhexidina alcoholica en la prevención de infecciones del sitio 
quirúrgico........................................................................................................................ 20 
10. Preparación prequirúrgica de la piel en cirugía urológica ....................................... 21 
10.1. Epidemiología de la cirugía urológica ................................................................ 21 
11. Lavado de manos. Historia y su importancia en las infecciones en el sitio quirúrgico 
(SSI). ................................................................................................................................ 23 
12. Preparación pre-quirúrgica de la piel en urología: recomendaciones generales y 
formas de aplicación de la clorhexidina alcohólica. ....................................................... 25 
12.1. Recomendaciones generales para la antisepsia de la piel antes de la cirugía .. 25 
12.2. Aplicadores de un solo uso. Presentaciones disponibles y ventajas del uso de 
aplicadores de un solo uso de clorhexidina alcohólica. ............................................. 26 
12.3. Dónde y cómo aplicar la antisepsia según el tipo de cirugía urológica ............. 27 
12.4. Recomendaciones del uso de clorhexidina alcohólica en guías de práctica 
clínica .......................................................................................................................... 28 
13. Otras HAIs: infección del tracto urinario (ITU). ........................................................ 29 
14. Innovaciones del uso de clorhexidina alcohólica en catéteres urinarios ................. 31 
15. Anexo 1: Resultados de la encuesta. ........................................................................ 32 
16. Anexo 2: Tablas ......................................................................................................... 33 
17. Bibliografía: ............................................................................................................... 42 
 
 
 
 
3 
1. INTRODUCCIÓN 
 
Las infecciones asociadas a la atención médica (HAI) se definen como ”infecciones que 
se producen después de la exposición en entornos hospitalarios y / o centros de 
atención médica”. Estas se ubican entre las 10 principales causas de muerte en los 
Estados Unidos. Sólo en el año 2002, 1.7 millones se vieron afectados por las HAI, y 
99,000 de ellos murieron como resultado (1). Y según los datos de la red de vigilancia de 
HAI en Europa, más de 3,2 millones de pacientes se infectan al menos una vez después 
de la exposición en centros de salud en toda la Unión Europea cada año [2]. Un total de 
37.000 de ellos mueren como consecuencia directa de la infección [3]. 
 
Por lo tanto, las HAI son una gran preocupación para los pacientes, profesionales de la 
salud y responsables políticos debido a los riesgos que supone para el paciente 
(morbilidad y mortalidad) y los costes asociados a su atención. Esto se une a la 
resistencia a los antimicrobianos (RAM), que es una grave amenaza para la salud pública. 
Los porcentajes de organismos que exhiben RAM, especialmente la resistencia a 
múltiples antibióticos, continuaron aumentando en Europa en 2012. 
 
Así, los datos de la Red Europea de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos 
(EARS-Net) muestran grandes variaciones en los porcentajes de RAM en Europa según: 
el microorganismo, agente antimicrobiano y región geográfica. Como la aparición de 
staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) que se estaba estabilizando, o 
incluso disminuyendo, en varios países europeos. Con una tendencia creciente 
significativa de resistencia combinada a múltiples antibióticos tanto en escherichia coli 
como en klebsiella pneumoniae en más de un tercio de los países de la UE / EEE. Por lo 
que las opciones para el tratamiento de pacientes que están infectados con este tipo de 
bacterias resistentes a múltiples medicamentos se limitan a solo unos pocos antibióticos 
de última generación, como los carbapenems, limitando aún más las opciones para el 
tratamiento de pacientes infectados. Por lo que se debe aumentar los esfuerzos 
continuos para promover el uso prudente de los agentes antimicrobianos y las medidas 
integrales de control de infecciones, que son medidas fundamentales para reducir la 
selección y el control de la transmisión de bacterias resistentes a los antimicrobianos. 
 
Según el ECDC durante el 2012 de todos los pacientes un 6% está infectado con al menos 
por 1 HAI, en el que un 23 % de estas HAIs están presentes a la admisión del paciente. 
Siendo los tipos más frecuentes de HAI: las infecciones del sitio quirúrgico presente en 
la admisión (33%), durante la hospitalización se producen (16%), infecciones del tracto 
urinario en admisión (12%) y en hospitalización (21%), neumonía en admisión (16%) y 
en hospitalización (26%),infecciones torrente sanguíneo e infecciones gastrointestinales. 
(FIG. 1) 
 
Así, las iniciativas para prevenir y controlar las HAI requieren muchos recursos y no 
siempre está claro qué intervenciones son económicamente adecuadas. Hasta la fecha, 
las iniciativas se centran principalmente en medidas preventivas clave para las HAI como: 
la higiene de las manos, la detección, el aislamiento y la descolonización, el equipo de 
protección personal, la limpieza y la descontaminación, y la administración de 
antibióticos. 
 
4 
Por lo que los sistemas de salud y los hospitales individuales han utilizado considerables 
recursos financieros y humanos de manera heterogénea para tratar de abordar las HAI. 
Todo ello unido a un momento de austeridad en la economía europea hace que una 
evaluación de la literatura económica existente sea pertinente para resaltar aquellas 
áreas que ya cuentan con una sólida base de evidencia económica y aquellas que 
deberían ser el objetivo de futuras iniciativas de investigación. 
 
Las principales causas de las HAI en Europa son staphylococcus aureus (MRSA) resistente 
a la meticilina y clostridium difficile, y bacterias gramnegativas cada vez más resistentes. 
La literatura publicada resalta los efectos que tienen las HAI en los resultados de los 
pacientes, las dificultades para reducir la incidencia de estas infecciones y los enormes 
beneficiosclínicos y económicos potenciales si se pudiera lograr una reducción. 
 
FIGURA. 1 
 
https://ecdc.europa.eu/en/publications-data/healthcare-associatedinfections-european-hospitals 
 
En el mes de Enero de 2019, la AEU realizó una encuesta dirigida a Jefes de Servicio y 
Responsables de Unidades de Urología Quirúrgica. El objetivo de la misma era conocer 
la situación actual en materia de antisepsia de la piel previa a la cirugía en los Servicios 
de Urología españoles. En el mes de Mayo de 2018 se da por finalizada la encuesta y se 
analizan los resultados (Anexo 1). Se obtiene respuesta por parte de 107 Urólogos, de 
los cuales el 85% eran Jefes de Servicio o Responsables de Unidad, siendo la mayor parte 
de ellos pertenecientes a Hospitales terciarios o de referencia (55%). Al analizar los 
resultados se observa que la mayoría de los encuestados utilizaban la povidona yodada 
para la desinfección de la piel (50%), y reconocían no disponer de información clínica 
sobre cuál de los antisépticos incluidos en la encuesta era mejor para la seguridad del 
 
5 
paciente (65%). Un número elevado de respuestas (60%) refieren la utilización de 
biocidas para realizar la desinfección de la piel antes de las cirugías y solo un 10% utilizan 
un medicamento, aunque un porcentaje importante (30%) indican no conocer este dato. 
Cuando se pregunta acerca del sistema usado para la antisepsia, la gran mayoría de los 
participantes contestan utilizar botellas multidosis (80%). El 40% de los urólogos que 
respondieron desconocen el riesgo que supone que las soluciones alcohólicas usadas en 
la desinfección no se sequen adecuadamente (incendios). Este es un dato muy 
importante a tener en cuenta. En la desinfección de la piel, el paso de soluciones 
yodadas (sin riesgo de ignición) a soluciones alcohólicas (con alto riesgo de ignición si las 
mismas no se secan adecuadamente antes del procedimiento) representa un riesgo muy 
importante de incendios en los quirófanos. 
 
Además, como dato relevante para la AEU, a la pregunta de cuál consideraban el mejor 
medio para recibir información sobre la adecuada antisepsia de la piel en urología, el 70% 
de los participantes consideraba que éste era su Asociación (AEU). 
 
Por todo ello, en una implicación con este problema tan importante de seguridad del 
paciente y teniendo en cuenta los resultados de la encuesta, la Asociación Española de 
Urología ve necesario realizar recomendaciones clínicas basadas en la evidencia sobre 
la antisepsia de la para la prevención de las infecciones en el sitio quirúrgico (SSI), las 
que mayor mortalidad y morbilidad producen de todas las infecciones nosocomiales 
(4). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
2. INFECCIÓN EN EL SITIO QUIRÚRGICO (SSI) 
 
Definimos infección en el sitio quirúrgico (SSI) como una infección que ocurre en 
pacientes quirúrgicos en el sitio de la operación (5). Estas infecciones se producen 
después de procedimientos invasivos en las capas superficiales o profundas de la 
incisión o en el órgano o espacio que fue manipulado o traumatizado, como el espacio 
peritoneal, el espacio pleural, el mediastino, o el espacio articular. Representando 
aproximadamente el 15% de todas las infecciones asociadas a la salud y el 37% de las 
infecciones adquiridas en el hospital de pacientes quirúrgicos (6,7). Así, las SSI pueden 
involucrar, según la clasificación del CDC en función de la profundidad de la infección, 
las capas superficiales (piel y tejido subcutáneo) o profundas (fascias y músculos) de la 
incisión (dos tercios), o el órgano o espacio manipulado o traumatizado (un tercio) (7). 
Siendo en los países occidentales la frecuencia de estas infecciones del 15 al 20% de 
todos los casos, con una incidencia de 2 a 15% en cirugía general (8,9,10). Estas SSI son 
complicaciones quirúrgicas graves que ocurren en aproximadamente el 2% de los 
procedimientos quirúrgicos, aunque las tasas varían mucho según el tipo de 
procedimiento (11). El estudio EPINE 2015 en España sitúa la SSI con una prevalencia del 
2,28%, representando un 25,72% del total (12) de las HAI. 
 
Estos problemas son graves y costosos, y se asocian con un aumento de la morbilidad y 
la mortalidad, así como con una hospitalización prolongada (13,8). Ya que las SSI pueden 
ir desde una secreción de una herida hasta una afección potencialmente mortal. Están 
asociadas con una morbilidad considerable que se asocia con: estancias postoperatorias 
más prolongadas con un aumento en la duración de 3,3 a 32,5 días, siendo el promedio 
de estancias hospitalarias de 4 a 7 días, y con procedimientos quirúrgicos adicionales 
que tiene el doble de probabilidades de morir, el doble de probabilidades de pasar 
tiempo en una unidad de cuidados intensivos y cinco veces más probabilidades de ser 
readmitidos después del alta (14,15,16). 
 
Los costos de atención médica aumentan sustancialmente para los pacientes con 
infecciones en el sitio quirúrgico. La gravedad de los efectos depende de la extensión 
del procedimiento quirúrgico, el país y el método utilizado para calcular los costes 
(8,10,17–19). En los Estados Unidos al menos 780,000 infecciones en el sitio quirúrgico 
ocurren cada año, con tasas tan altas como 13% para la cirugía de colon de alto riesgo 
(20, 21). Tales infecciones resultaron en 3.7 millones de días hospitalarios en exceso y 
US $ 1.6-3,000 millones en costes hospitalarios por año (16, 22). En el Reino Unido, el 
coste en exceso se calculó en alrededor de £ 1594 por infección (8). En la Unión Europea, 
las infecciones en el sitio quirúrgico tienen un coste económico de € 1.5–19.1 mil 
millones por año (10). 
 
Un problema encontrado a la hora de realizar este análisis ha sido el contrastar los datos, 
ya que las estadísticas europeas sobre las infecciones en el sitio quirúrgico (SSI), durante 
los registros a través del ECDC en el periodo 2013-2014 en 15 Estados miembros de la 
UE y un país del EEE, informaron SSI para siete tipos de procedimientos quirúrgicos 
dónde no se encuentra la cirugía urológica, y en el que estos debían notificarse como un 
criterio de evaluación de la calidad en la cirugía. Aparte de convertirse en un mecanismo 
para mejorar las medidas preventivas dentro de los procedimientos urológicos ya que 
 
7 
su prevalencia se ha utilizado como un marcador para la calidad de los cirujanos y 
hospitales (24). Pero algún estudio en urología muestra una incidencia de SSI para 
cirugía urológica del 2 al 12%, en el que el 5% se considera que es el estándar de calidad 
para intervenciones quirúrgicas (25). 
 
Así en el ECDC (2013-2014) se informó de 18.364 SSI de un total de 967.191 
procedimientos quirúrgicos, en el que no se incluyen los urológicos. El porcentaje de SSI 
por cada 100 procedimientos quirúrgicos varió entre 0.6% a 9.5%, dependiendo del tipo 
de procedimiento. En el periodo 2011-2014 se observó una tendencia significativamente 
mayor en el porcentaje anual de SSI en las operaciones de colicistectomía (26). 
 
En el año 1984, Altemeier WC et al publican el “Manual on control of infection in surgical 
patients (2nd ed.) (27) que incluye una Clasificación de la contaminación en la herida 
quirúrgica. Esta se muestra en la TABLA 1 (Anexo 2). 
 
Por lo que atendiendo a esta clasificación, y en relación con el informe global EPINE 2017 
en España, la prevalencia de pacientes con infección quirúrgica en herida limpia-
contaminada, donde encontramos la cirugías de genitales y urinarias no infectadas, 
fue del 6,54% (incluyendo las respiratorias y digestivas) para un total de 3.881 
procedimientos, en los que intervinieron un total de 313 hospitales y 61.673 pacientes. 
Por lo que la tasa de SSIvaría del 1% a 5% en el mes posterior a la cirugía (28). 
 
En la revisión realizada por Xinli Li et al (29) en la que analizaron 354.528 procedimientos 
quirúrgicos llevados a cabo en los Veterans Affairs (VA) Hospitals, encontraron 6.538 
casos de infecciones del sitio quirúrgico, lo que supone un 1,8 %. Aquí se incluyen varias 
especialidades quirúrgicas. Es interesante el hecho de que la tasa en la especialidad de 
Urología es la más baja con un (0,7 %), comparada con Cirugía General (2,9 %), 
Neurocirugía (1,3 %), Cirugía Ortopédica (0,8%), Otorrinolaringología (1,6%), Cirugía 
Plástica (1,7 %), Cirugía Torácica (2,3 %) y Cirugía Vascular (3 %). Por lo que para definir 
un caso de SSI, se debe conocer la Clasificación de la CDC en relación a la profundidad 
de la infección (26): 
 
a) Incisional superficial: La infección ocurre dentro de los 30 días posteriores a la 
operación e involucra solo la piel y el tejido subcutáneo de la incisión y al menos uno 
de los siguientes: 
 
• Drenaje purulento con o sin confirmación de laboratorio, desde la incisión 
superficial. 
• Organismos aislados de un cultivo obtenido asépticamente de líquido o tejido de 
la incisión superficial. 
• Al menos uno de los siguientes signos o síntomas de infección: dolor o 
sensibilidad, hinchazón localizada, enrojecimiento o calor y el cirujano abre 
deliberadamente el calor y la incisión superficial, a menos que la incisión sea 
negativa para el cultivo 
• Diagnóstico de SSI incisional superficial realizado por un cirujano o médico de 
cabecera. 
 
 
8 
b) Incisión profunda: La infección ocurre dentro de los 30 días posteriores a la 
operación si no hay implantes, se deja en el lugar o dentro de los 90 días si el 
implante está en su lugar y la infección parece estar relacionada con la operación y 
la infección involucra tejido blando profundo (por ejemplo, fascia, músculo) de la 
incisión y al menos uno de los siguientes: 
 
• Drenaje purulento desde la incisión profunda, pero no desde el componente 
órgano / espacio del sitio quirúrgico 
• Una incisión profunda se abre espontáneamente o es abierta deliberadamente 
por un cirujano cuando el paciente presenta al menos uno de los siguientes 
signos o síntomas: fiebre (> 38 ° C), dolor o sensibilidad localizada, a menos que 
la incisión sea de cultivo negativo 
• Se encuentra un absceso u otra evidencia de infección que involucra la incisión 
profunda en el examen directo, durante la reoperación o en el examen 
histopatológico o radiológico 
• Diagnóstico de SSI incisional profundo realizado por un cirujano o médico de 
cabecera 
 
c) Órgano/espacio: La infección ocurre dentro de los 30 días posteriores a la operación 
si no se deja ningún implante en su lugar o dentro de los 90 días si el implante está 
en su lugar y la infección parece estar relacionada con la operación y la infección 
involucra cualquier parte de la anatomía (por ejemplo, órganos y espacios) que no 
sea la incisión que se abrió o manipuló durante una operación y al menos uno delos 
siguientes: 
 
• Drenaje purulento de un drenaje que se coloca a través de una puñalada en el 
órgano / espacio 
• Organismos aislados de un cultivo de líquido o tejido obtenido asépticamente en 
el órgano / espacio 
• Un absceso u otra evidencia de infección que involucre el órgano / espacio que 
se encuentra en el examen directo, durante la reoperación o en el examen 
histopatológico o radiológico 
• Diagnóstico de SSI de órgano / espacio realizado por un cirujano o un médico de 
cabecera. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
3. VALORACIÓN DEL RIESGO DE SSI 
 
Como parte fundamental, cuando queremos abordar este tipo de infecciones en el sitio 
quirúrgico deberemos valorar el Índice de riesgo básico de SSI (30), que es el utilizado 
en la Red Nacional de Seguridad de Salud de los Estados Unidos (NHSN) y asigna a los 
pacientes quirúrgicos en categorías basadas en la presencia de tres factores de riesgo 
principales [31-37]: 
 
• Operación que dura más que las horas de punto de corte de duración, donde el 
punto de corte de duración es aproximadamente el percentil 75 de la duración 
de la cirugía en minutos para el procedimiento operatorio, redondeado al 
número entero de horas más cercano. 
• Clase de herida contaminada (clase 3) o sucia / infectada (clase 4). Clasificación 
Altemeier. 
• Clasificación ASA de 3, 4 o 5, según TABLA 2 (Anexo 2). 
 
La categoría de riesgo de SSI del paciente es el número de estos factores presentes en 
el momento de la operación. 
 
Y otro valor a tener en cuenta, en la escala de riesgo básico es la duración de 
operaciones como describe NHSN, en el que se debe añadir, en caso de reintervención 
dentro de las 72 h. posteriores al procedimiento primario, esta duración adicional. 
 
Dentro del NHSN sólo se contempla las siguientes intervenciones en urología: Kidney 
transplant (KTP), Kidney Surgery (NEPH), Prostate surgery (PRST) or Abdominal surgery 
(XLAP). Por lo que sería necesario incluir algunas intervenciones más específicas: el 
estudio de Blayne Welk et al valoró el impacto de enseñanza sobre la duración de las 
operaciones urológicas comunes. Este establecía una media de tiempo de operación en 
unos 75 min en intervención de circuncisión, siendo esta la de menor tiempo, hasta unos 
250 min en intervención de prostactectomía radical abierta (93). Por lo que la media de 
tiempo en los procedimientos urológicos sería de 2,7 h, así que, siguiendo el protocolo 
propuesto de la ECDC, debería redondearse a las 3 h. 
 
Con todo lo descrito anteriormente, sería interesante plantearse la inclusión de las 
intervenciones urológicas dentro del protocolo de SSI Europeo, como una medida para 
valorar el riesgo básico de estas. En una medida para avanzar en la calidad del 
procedimiento quirúrgico en cirugía urológica, seguridad del paciente, y en el estudio 
de las resistencias antimicrobianas, para homogeneizar estas medidas a nivel nacional, 
mejorando la prevención de SSI, y por consiguiente, la calidad de nuestros 
procedimientos. 
 
 
 
 
 
 
 
10 
4. PREVENCIÓN Y MONITORIZACIÓN DE LAS SSI 
 
El estudio sobre la eficacia del control de la infección nosocomial (SENIC) mostró que 
alrededor del 6% de todas las infecciones nosocomiales se pueden prevenir con una 
intervención mínima (38,39). Los métodos simples que se pueden usar para limitar el 
riesgo incluyen, según la WHO: 
 
• Evaluación completa de todos los pacientes quirúrgicos antes de la operación 
• Reducción de la hospitalización preoperatoria 
• Evaluación y tratamiento de infecciones remotas 
• Reducción de peso (para pacientes obesos) 
• Cese del consumo de tabaco 
• Control de la hiperglucemia 
• Restauración de las defensas del huésped 
• Disminución de la contaminación bacteriana endógena 
• Métodos apropiados de depilación 
• Administración de profilaxis antimicrobiana apropiada y oportuna 
• Confirmación de asepsia adecuada y antisepsia de piel e instrumentos 
• Mantenimiento de una técnica quirúrgica meticulosa y minimización del trauma 
tisular 
• Mantenimiento de la normotermia durante la cirugía 
• Tiempo de funcionamiento reducido 
• Vigilancia efectiva de las heridas. 
 
Se ha demostrado que los sistemas de vigilancia efectivos y la retroalimentación a los 
cirujanos sobre sus tasas de infección mejoran la prevención de la infección en el sitio 
quirúrgico (40–42). Las tasas pueden reducirse en un tercio o más con programas y 
personal capacitado en control y vigilancia de infecciones (33). Estudios realizados en 
Brasil, los Países Bajos, el Reino Unido y los Estados Unidos, refieren que las tasas de 
infección en el sitio quirúrgico se redujeron en un 33-88% cuando se utilizó un sistemade retroalimentación específico del cirujano, con estrategias como la vigilancia y el 
control organizados, un personal adecuadamente capacitado, educación y políticas 
estandarizadas de control de infecciones (43-47). Siendo el período de seguimiento 
mayor de los dos años. 
 
Este tipo de sistemas permitiría hacer proyectos de investigación en condiciones de 
mayor homogeneidad, lo que permitiría disminuir las variables, y por consiguiente, 
mejorar las estrategias definidas en los estudios. Lo que garantizaría mejoras en las 
intervenciones relacionadas con la prevención de las SSI. Además de conseguir una 
mayor implicación por parte del personal en el diseño de estas como parte del equipo 
multidisciplinar que interviene en el proceso de cuidados, poniendo al paciente en el 
centro de la atención sanitaria. 
 
Una forma de monitorizar y registrar la tasa y gravedad de las infecciones del sitio 
quirúrgico es utilizar el sistema de puntuación de ASEPSIS diseñado por Wilson et al 
 
11 
(48), dándole un valor al inspeccionar el sitio quirúrgico en cinco de los primeros 7 días 
después de la cirugía, TABLA 3 (Anexo 2). 
 
Las escalas de puntos para obtener información adicional sobre el tratamiento de la 
herida, los hallazgos del cultivo y el retraso en la descarga son: 
 
a) Tratamiento con antibióticos para la infección de la herida (tratamiento 
adicional): no se administra = 0, se administra = 10 
b) Drenaje de pus bajo anestesia local (tratamiento adicional): no realizado = 0, 
hecho = 5 
c) Desbridamiento de la herida bajo anestesia general (tratamiento adicional): no 
realizado = 0, hecho = 10 
d) Aislamiento de bacterias patógenas: ninguna = 0, presente = 10 
e) Permanecer como paciente hospitalizado: no prolongado = 0, prolongado = 5 
 
Score ASEPSIS Descripción 
0 – 10 Curación satisfactoria 
11 – 20 Perturbación de la curación 
21 – 30 Infección menor de la herida 
31 - 40 Infección severa de la herida 
> 40 Infección severa de la herida 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
5. FACTORES DE RIESGO EN LAS SSI 
 
• Las características del paciente como: infecciones coexistentes en un sitio corporal 
distante, colonización (en particular, colonización nasal con S. aureus), diabetes, 
consumo de esteroides sistémicos, obesidad (índice de masa corporal ≥ 30 kg / m2), 
edad, estado nutricional deficiente, transfusión de sangre perioperatoria y estancia 
preoperatoria prolongada (49,50,51–59). Así como estancia hospitalaria 
postoperatoria prolongada (39,60,61). 
 
• Las características de la operación: La preparación preoperatoria tiene un papel 
demostrable en la prevención de infecciones como: la ducha antiséptica, el rasurado, 
la preparación de la piel y la antisepsia de lavado de manos y antebrazos son pasos 
que pueden reducir las tasas de infección, los agentes antisépticos apropiados, la 
técnica de fregado y la duración del lavado (tanto de la piel del paciente como de las 
manos y antebrazos del equipo quirúrgico) quo producen una disminución en el 
recuento de colonias de bacterias (62-66). (67-68). 
 
• Los factores intraoperatorios como: el entorno de la sala de operaciones 
(ventilación adecuada y limpieza de las superficies ambientales), la esterilización de 
los instrumentos, el atuendo quirúrgico designado (incluidas las máscaras, las tapas 
y las cubiertas para zapatos) y las cortinas y trajes de lavado estériles (incluidos los 
guantes y batas estériles) también aumentan la probabilidad de reducir la 
contaminación de la herida quirúrgica (69). 
 
• La profilaxis antibiótica tiene la mayor evidencia para apoyar su uso en la 
prevención de la infección del sitio quirúrgico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
6. MICROBIOLOGÍA DE LA PIEL Y ÁREA UROGENITAL Y SU RELACIÓN CON 
INFECCIONES DEL SITIO QUIRÚRGICO EN UROLOGÍA. 
 
La piel es sin duda el albergue de múltiples microorganismos que pueden causar 
enfermedades: bacterias, hongos y parásitos se encuentran sobre ella, y su reducción a 
la hora de realizar procedimientos quirúrgicos es crítica para disminuir infecciones 
relacionadas con el sitio quirúrgico, bien sea tras incisión o bien sea tras punción para 
acceso vascular. 
 
Los microorganismos responsables de las infecciones asociadas al sitio quirúrgico (SSI) 
en urología suelen tener relación con la flora microbiana normal de la piel y área 
urogenital, así como con gérmenes patógenos presentes temporalmente sobre la misma 
y en el ambiente sanitario: son éstos el blanco de la mayoría de antisépticos disponibles 
en el mercado, así como la diana en la profilaxis antibiótica periprocedicidimiento. 
 
La piel contiene alrededor de 106 bacterias por centímetro cuadrado, residiendo la 
mayoría de ellas (80%) en las primeras cinco capas de la epidermis, estando las restantes 
(20%) en estructuras de los anejos cutáneos (glándulas sebáceas, sudoríparas y folículo 
piloso) (70,71). 
 
Los gérmenes más frecuentemente hallados en piel, son bacterias GRAM positivas entre 
las que destacan las del género staphylococcus, así como ciertos Estreptococos, 
enterococos, bacterias corineiformes y en menor medida, bacterias gram negativas del 
género acinetobacter. Los hongos presentes en la epidermis se encuentran en forma de 
blastoconidias pertenecientes al grupo malazesia y raramente candida glabrata. Es rara 
la presencia de parásitos unicelulares, en su mayoría del grupo demodex (70). 
 
La colonización de la piel depende de las características particulares de cada zona 
topográfica del cuerpo, y de acuerdo a ésta también varía el predominio de ciertos 
grupos de microorganismos, a saber: 
 
• La región perianal se encuentra más colonizada por micrococos, enterococos y 
corineiformes así como por S. aureus, acinetobacter y candida spp. 
• La vulva presenta más bacterias del género staphylococcus coagulasa negativos, 
lactobacilos micrococos, bacterias corineiformes y enterococos. Pueden haber 
blastoconidias de candida spp en forma saprófita. 
• En pene destacan, además de los mencionados, ciertos anaerobios, que abundan 
más en la mucosa balanoprepucial de penes no circuncidados versus 
circuncidados. 
• Sólo el segmento distal de la uretra posee baja colonización de bacterias 
presentes en piel así como e. coli, enterobacterias y enterococos, siendo el resto 
de la misma, estéril. 
 
Sin embargo, la microbiología de los gérmenes asociados a SSI es diversa y muestra 
además otros patógenos, entre las que destacan bacterias como escherichia coli, 
enterococus spp, pseudomona aeruginosa, klebsiella spp, hongos como candida 
 
14 
albicans y formas resistentes de cocos gram positivos inicialmente mencionados (Tabla 
4) (70-72). Tanto la formación de biopelículas (comunidades de microorganismo que 
crecen embebidos en una matriz de polisacáridos adheridos a una superficie inerte 
como dispositivos implantables o tejido vivo) como el desarrollo de formas de 
resistencia bacteriana hacen difícil su erradicación con antibioterapia (73,74), 
complicando la terapéutica y modificando la morbimortalidad asociada a las SSI. Ver 
TABLA 4 (Anexo 2). 
 
En general, el porcentaje de SSI detectadas después del alta hospitalaria en Europa para 
el año 2012 fue del 55% (todos los tipos de operaciones combinadas). Dónde los 
microorganismos más frecuentemente aislados en los episodios de SSI fueron (4): 
 
• Cocos grampositivos (50%): S. aureas (19,5 %), enterococcus spp. (14,5%) y 
Coagulase-negative staphylococci (12,1%). 
• Enterobacterias gram- negative (32%):Escherichia coli (16,5%). 
• Bacilos no fermentativos gramnegativos (7%): pseudomonasaeruginosa (5,4%). 
• Anaerobios (4%): bacteroides spp (2%). 
• Otras bacterias u hongos (7%). 
 
Es por ello que la adecuada higiene con sustancias antisépticas en piel y área 
urogenital constituye una de las principales medidas en la prevención de infecciones 
relacionadas con procedimientos quirúrgicos y el desarrollo de SSI; donde el 
antiséptico ideal tenga: 
 
1) Amplio espectro antimicrobiano que cubra los microorganismos mencionados. 
2) Inicio de acción rápida. 
3) Larga duración de actividad antimicrobiana. 
4) Alta eficacia en presencia de sangre y materia orgánica. 
5) Buena tolerancia con menor cantidad de efectos adversos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
15 
7. MEDICAMENTOS O BIOCIDAS EN LA ANTISEPSIA DE LA PIEL 
 
Dentro de la Unión Europea, la clasificación de los desinfectantes no es uniforme. 
Dependiendo de la utilización prevista, los desinfectantes para la piel utilizados para 
evitar las SSI pueden ubicarse en diferentes marcos legales, ya que son productos 
considerados como ”productos frontera.” TABLA 5 (Anexo 2) 
 
Según el artículo 2 de la Directiva de especialidades farmacéuticas 2001/83/CE (76), en 
los casos en que, teniendo en cuenta todas sus características, un producto pueda estar 
incluido en la definición de “especialidad farmacéutica” y dentro de la definición de un 
producto cubierta por otra legislación comunitaria, deberán aplicarse las disposiciones 
y requisitos de la Directiva de especialidades farmacéuticas. 
 
La Comisión reconoció que la determinación de una frontera clara entre la Directiva 
98/8/CE sobre productos biocidas y la Directiva 2001/83/CE sobre especialidades 
farmacéuticas es un asunto crucial y que, en los casos de los productos frontera, existe 
la necesidad de proporcionar directrices específicas y ejemplos prácticos (76). 
 
No obstante, mientras que existen directrices sobre la distinción entre productos 
biocidas y otros tipos de productos (p. ej., cosméticos, dispositivos médicos), la 
distinción entre productos biocidas y especialidades farmacéuticas con respecto a la 
clasificación de desinfectantes utilizados para la “desinfección de la piel preoperatoria” 
sigue siendo poco clara. Algunas autoridades nacionales europeas han proporcionado 
directrices a los fabricantes para ayudarles a determinar cómo su país tratará este tipo 
de productos. 
 
En un primer intento por aclarar esta situación en particular, la Agencia Química Europea 
(European Chemical Agency, ECHA) (75) ha reconocido que “todos los productos para la 
desinfección de la piel dañada o no dañada antes de un procedimiento médico a un 
paciente (como por ejemplo, la desinfección antes de cirugía y la desinfección antes de 
inyección) serán considerados siempre como productos médicos (especialidades 
farmacéuticas)”. 
 
A pesar de esto, las definiciones legales de biocidas y especialidades farmacéuticas no 
se interpretan de manera uniforme en los estados miembros. Mientras que las 
autoridades sanitarias de la mayoría de estados miembros de la UE (p. ej., Alemania, 
Bélgica, Reino Unido) consideran estos desinfectantes como especialidades 
farmacéuticas, en línea con la posición de la ECHA (75), otros países (como Francia, Italia, 
España) consideran todos los productos utilizados sobre la piel intacta como productos 
biocidas, incluidos los antisépticos utilizados en pacientes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
16 
Clasificación de los antisépticos cutáneos preoperatorios como especialidades 
farmacéuticas 
País Directiva 
Reino Unido (MHRA) 
“A guide to what is a medicinal product” Marzo 2016 
www.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/506397/
a_guide_to_what_ is_a_medicinal_product.pdf 
Alemania (BfARM) 
Según la Ley de medicamentos alemana (AMG), también desde su 15ª Enmienda de 
17 de julio de 2009, los antisépticos cutáneos y los desinfectantes de manos son 
especialidades farmacéuticas. 
www.bfarm.de/SharedDocs/Pressemitteilungen/EN/pm2009-10-en.html 
Francia (ANSM) 
La Ley Nacional de Sanidad especifica: ”si un producto es susceptible de responder 
a la definición tanto de medicamento como de otras categorías de productos, en 
caso de duda se considerará un medicamento”. 
Bélgica (AFMPS) 
”Lignes directrices relatives à la frontière Biocide- Cosmétique-Médicament à usage 
humain”. En este artículo se establece con claridad que el producto utilizado para la 
desinfección de la piel antes del procedimiento quirúrgico es un medicamento. 
www.faggafmps.be/sites/default/files/downloads/Borderline%20Hum%20Ver%202
009%20fr%20 final.pdf 
Estados Unidos (FDA) 
La Food and Drug Administration (FDA) aprueba como medicamento la clorhexidina 
alcohólica al 2%/70% en aplicador de un solo uso totalmente estéril BD ChloraPrep® 
para la antisepsia de la piel. 
www.accessdata.fda.gov/scripts/cder/daf/index.cfm?event=overview.process&App
lNo=020832 
 
En España, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), en su 
nota informativa del 29 de marzo de 2011, establece la consideración de biocidas a los 
antisépticos para piel sana destinados al campo quirúrgico preoperatorio y los 
destinados a la desinfección del punto de inyección: “Biocida: Tienen esta consideración 
los antisépticos para la piel sana, incluidos los destinados al campo quirúrgico 
preoperatorio y los destinados a la desinfección del punto de inyección, así como los 
desinfectantes de ambientes y superficies utilizados en los ámbitos clínicos o quirúrgicos 
que no entran en contacto con el paciente directamente, tales como los destinados a 
pasillos, zonas de hospitalización, zonas de atención y tratamiento, mobiliario, etc.” 
 
Mientras que esto puede considerarse como un mero problema de clasificación que sólo 
afecta a la evaluación individual de los productos específicos, surge un problema más 
general: que algunos de los estados miembros permiten y aceptan el uso de productos 
biocidas como especialidades farmacéuticas, mientras que los primeros no tienen 
autorización de comercialización según la legislación que regula las especialidades 
farmacéuticas (y por tanto están sujetos a controles y normas diferentes). 
 
a) Los biocidas no son medicamentos 
 
Es indudablemente cierto que las estrictas normas y procedimientos de la UE sobre 
productos biocidas garantizan un nivel alto, sino el más alto, de protección para la salud 
humana, la salud animal y el medio ambiente. No obstante, existen diferencias clave 
entre las especialidades farmacéuticas y los productos biocidas que explican por qué 
estos últimos no se usan como medicamentos. 
 
 
17 
Estas diferencias hacen referencia a aspectos como registro, fabricación, control de 
calidad, indicaciones médicas, farmacovigilancia y esterilidad. 
 
Sólo a modo de ejemplo: mientras que el proceso de fabricación de especialidades 
farmacéuticas está sujeto a un alto nivel de garantías en términos de seguridad, calidad 
y eficacia, no hay requisitos específicos para el proceso de fabricación de biocidas. 
 
b) Protección de los pacientes, los trabajadores y el medio ambiente usando el 
producto adecuadamente autorizado 
 
El uso de biocidas con fines médicos no sólo contradice el objetivo de los productos 
biocidas y las indicaciones de las especialidades farmacéuticas, sino que plantea 
también problemas desde el punto de vista de la seguridad del paciente y la seguridad 
laboral, así como del medio ambiente y la resistencia antimicrobiana. 
 
• Seguridad del paciente 
 
Debido a que los biocidas y los medicamentos no están sujetos a los mismos tipos de 
requisitos, el uso de productos biocidas como medicamentos puede perjudicar la 
seguridad del paciente, ya que los biocidas no tienen autorización de comercializaciónsegún la legislación que regula las especialidades farmacéuticas. Como destaca la 
Medicines and Healthcare products Regulatory Agency (MHRA) (138), existen riesgos 
para la salud asociados con esta práctica y “usar el producto autorizado adecuadamente 
para su uso previsto específico, según las instrucciones de uso del fabricante, es la mejor 
forma de minimizar el riesgo”. Asimismo, con la finalidad de matar organismos vivos, 
algunos productos biocidas poseen un riesgo significativo para la salud y el bienestar 
humano, y en varios estudios, se ha mostrado que pueden tener propiedades tóxicas, 
carcinogénicas y de alteración endocrina. Los biocidas suponen un riesgo especial para 
las mujeres embarazadas, fetos, niños pequeños y personas con enfermedad crónica 
grave. 
 
• Resistencia antimicrobiana 
 
El antiguo Comité Científico de la Comisión Europea sobre Riesgos sanitarios 
emergentes y recientemente identificados (European Commission Scientific Committee 
on Emerging and Newly Identified Health Risks, SCHENIHR) hace hincapié en que, para 
conservar el papel de los biocidas en el control de la infección y la higiene, es esencial 
evitar la aparición de resistencias bacterianas y de resistencias cruzadas a través de un 
uso apropiado y prudente de estos productos (139). Y añade que “debe resaltarse la 
necesidad de un uso apropiado de desinfectantes y antisépticos y debe formarse a los 
trabajadores sanitarios para que cumplan con políticas y prácticas claras y acordadas, 
evitando el uso innecesario e incorrecto de biocidas” 
 
Esto, aplicado al caso específico de la desinfección de la piel previa a los tratamientos 
médicos, se traduce en la necesidad de limitar el uso de biocidas a aquellos casos en los 
que es estrictamente necesario y no puede utilizarse en su lugar otra alternativa similar 
o más adecuada, como un medicamento. 
 
18 
 
Adicionalmente, el uso indebido de antibióticos tras cultivos de sangre falsos positivos, 
no sólo sitúa al paciente ante un riesgo de acontecimientos adversos graves sin beneficio 
clínico, sino que contribuye a aumentar la resistencia antimicrobiana. 
 
• Seguridad laboral 
 
Los profesionales sanitarios pueden verse expuestos a los biocidas directamente 
(exposición primaria, es decir, el trabajador/operador utiliza de forma activa el producto 
biocida) o indirectamente (exposición secundaria, es decir, después del uso o aplicación 
real de productos biocidas), con el consecuente riesgo que ello supone, ya que estos 
productos pueden tener propiedades tóxicas, carcinogénicas y de alteración endocrina. 
Según la Directiva 2004/37/CE sobre carcinógenos y mutágenos (140), el empresario 
debe garantizar que se elimina o se reduce al mínimo el riesgo para la salud y la 
seguridad de los trabajadores debido a sustancias peligrosas. Para cumplir con esta 
obligación, la principal prioridad para el empresario es sustituir o eliminar el riesgo de 
los biocidas, lo que puede realizarse usando desinfectantes alternativos o 
sustituyéndolos por procedimientos, sustancias, preparaciones o productos menos 
peligrosos. 
 
Mientras que existen varias directrices europeas y nacionales en las que se proporcionan 
instrucciones para trabajar de forma segura con las desinfecciones en el sector sanitario, 
la UE carece de directrices específicas armonizadas sobre el uso seguro de biocidas en 
el sector sanitario. La directriz de la DG de Empleo de la Comisión Europea proporcionó 
una descripción general sobre la buena práctica para un trabajo seguro en actividades 
de desinfección (141), pero en éstas no se trata de forma específica el uso de los biocidas 
en el sector sanitario. 
 
• Impacto sobre el medioambiente 
 
El uso de biocidas también puede tener efectos adversos significativos sobre el medio 
ambiente. En el sector sanitario, la eliminación de biocidas utilizados o no deseados 
debe realizarse con precaución para evitar un daño grave y posiblemente duradero a la 
naturaleza. 
 
A la publicación de estas recomendaciones la Agencia Española del Medicamento y 
Productos Sanitarios (AEMPS) estaba trabajando en el cambio de posicionamiento del 
marco regulatorio de los antisépticos de la piel antes de cirugía a favor de 
medicamentos el lugar de biocidas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 
8. COMPARATIVA DE CUALIDADES DE LOS ANTISÉPTICOS DE LA PIEL DEL 
SITIO QUIRÚRGICO. 
 
En la TABLA 6 (Anexo 2) se presenta una evaluación comparativa de los antisépticos para 
la desinfección de la piel utilizados en intervenciones quirúrgicas según sus cualidades 
más relevantes. Los antisépticos más utilizados son: los alcoholes (por su asociación con 
clorhexidina o povidona yodada), clorhexidina (CHX), y povidona yodada (PVP) (77,86). 
 
Así mismo se incluye en la TABLA 7 (Anexo 2) el uso que, hasta el momento del desarrollo 
de esta guía, se hacía de los antisépticos más utilizados en base al estudio de Arévalo JM 
et al del año 1998 (77). Varios estudios recientes evidencian que, en el caso de la 
antisepsia de la piel previa a la cirugía, la recomendación sería usar clorhexidina al 2% 
+ alcohol isopropílico al 70% ya que ha demostrado ser la combinación de antisépticos 
más efectiva. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
20 
9. EVIDENCIA DEL USO DE CLORHEXIDINA ALCOHOLICA EN LA 
PREVENCIÓN DE INFECCIONES DEL SITIO QUIRÚRGICO. 
 
Desde hace varias décadas, existe múltiple evidencia de la superioridad del uso de 
clorhexidina alcohólica frente a povidona yodada en la prevención de infecciones en 
el sitio quirúrgico. Su ventaja deriva del menor tiempo de acción, espectro que cubre la 
mayoría de gérmenes que colonizan la piel, mayor efecto residual tras su administración 
y menor irritación de piel así como de menos efectos adversos, TABLA 8 (Anexo 2). 
 
En los estudios presentados se evalúa el uso de Clorhexidina al 2% en alcohol 
isopropílico al 70% versus la presentación acuosa u alcohólica de povidona yodada, 
mostrando la primera ser más efectiva en reducir tanto colonización microbiana como 
incidencia de SSI. La mayoría de los resultados son producto del uso de aplicadores 
estériles de un solo uso al momento de la preparación de la piel. Entre ellos, tanto Casey 
y Elliot (91) (2015) como Tuuli (92) (2016) mostraron reducción con respecto a SSI tras 
usar clorhexidina alcohólica con aplicadores estériles de un solo uso en cirugías 
cardiotorácica y cesáreas, respectivamente. 
 
El National Institute for Health and Care Excelence (NICE) publicó en Abril del 2019 la 
Guía “Surgical site infections: prevention and treatment” NG125. En el apartado de 
preparación antiséptica de la piel recomienda el uso de clorhexidina alcohólica 2%/70% 
como primera elección, a menos que esté contraindicado o el sitio quirúrgico sea una 
membrana mucosa. www.nice.org.uk/guidance/ng125 (142). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
http://www.nice.org.uk/guidance/ng125
 
21 
10. PREPARACIÓN PREQUIRÚRGICA DE LA PIEL EN CIRUGÍA UROLÓGICA 
 
La patología urológica puede manifestarse en cualquier momento de la vida, pero su 
incidencia es mayor en la edad avanzada. Esto hace que se asocie con un tipo de 
paciente pluripatológico con problemas de tipo respiratorio, cardiovascular 
(cardiosclerosis, insuficiencia cardiaca, hipertensión, arritmias, portadores de 
marcapasos o desfibriladores internos) y metabólica (diabetes, trastornos 
hidroelectrolíticos, insuficiencia renal). También nos encontramos a menudo con 
lesionados medulares que precisan de cistoscopias o intervenciones de urología, 
tendremos en cuenta que los estímulos quirúrgicos pueden conducira un cuadro de 
hiperreflexia autonómica. 
 
Por lo que es necesario hacer una correcta evaluación preoperatoria e instaurar el 
tratamiento adecuado o complementarlo durante la intervención quirúrgica. Y prever 
posibles complicaciones y/o actuaciones como: hemorrágicas, preparación intestinal 
para cierto tipo de intervenciones, trastornos de equilibrio ácido básico, o incluso las 
SSI. 
 
10.1. EPIDEMIOLOGÍA DE LA CIRUGÍA UROLÓGICA 
 
La cirugía urológica se encuentra en aumento debido al envejecimiento de la población 
que conllevara a nuevos desafíos de la atención médica, y dónde se espera que el 
número de procedimientos en urología aumente en un 35% en los EEUU en los 
próximos años. Según el estudio Sabaté et al (94) los procedimientos quirúrgicos 
urológicos estarían en el quinto lugar entre las 15 especialidades de cirugía. En este 
estudio se realizó una encuesta en 131 hospitales públicos y privados (Cataluña, España), 
con una muestra de 23,136 pacientes mostrando los resultados recogidos en la TABLA 9 
(Anexo 2). 
 
Como se puede observar la cirugía urológica es una especialidad que abarca diferentes 
técnicas quirúrgicas con diferentes abordajes y que en los últimos años ha sufrido una 
notable evolución, debido sobre todo al desarrollo de métodos no invasivos para la 
cirugía de la litiasis, técnicas láser, laparoscopia o cirugía robótica. 
 
Así clasificaremos las técnicas quirúrgicas en varios grupos para abordar como tratar la 
antisepsia en el sitio de intervención quirúrgica en urología: 
 
• Cirugía endoscópica: RTU próstata y neoplasias de vejiga y las cistoscopias 
diagnosticas o terapéuticas. 
• Cirugía a cielo abierto sobre aparato urinario superior (riñón, uréter), e inferior 
(vejiga, próstata, uretra y genitales). 
• Cirugía de la litiasis: litotricia. 
• Laparoscopia. 
• Cirugía Robótica. 
• Láser. 
 
 
22 
Uno de los objetivos es la desinfección de la piel que elimina y mata rápidamente la flora 
de la piel en el lugar de una incisión quirúrgica planificada. Los antisépticos disponibles 
actualmente no eliminan todos los microorganismos (95) y los estafilococos 
coagulasegativos pueden aislarse incluso después de tres aplicaciones de agentes como 
el yodo-alcohol en la piel (96). La FAD define un desinfectante para la piel como una 
"preparación antiséptica de acción rápida, de amplio espectro y persistente que 
reduce significativamente el número de microorganismos en la piel intacta"(97). No 
hay un nivel claro de carga bacteriana en la piel que deba eliminarse o eliminarse antes 
de la cirugía, y el 80% de las bacterias en el sitio quirúrgico se originan en la piel del 
paciente (98). Por eso será necesario tomar precauciones a la hora de realizar la 
preparación del área de rasurado y pintado del antiséptico, en concreto de la 
clorhexidina alcohólica, a través de unas recomendaciones generales, así como la 
posición del paciente y el tipo de intervención urológica a realizar. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
11. LAVADO DE MANOS. HISTORIA Y SU IMPORTANCIA EN LAS 
INFECCIONES EN EL SITIO QUIRÚRGICO (SSI). 
 
Es bien conocido cómo una adecuada higiene de manos reduce la incidencia de 
enfermedades cuyos mecanismos de transmisión están mediados por contacto tanto 
directo como indirecto con microorganismos: desde mediados del siglo XIX, Semmelweis 
observó mayor mortalidad posparto en mujeres que habían sido atendidas por médicos 
en comparación con matronas, presumiendo que la causa de dicha diferencia radicaba 
en que los primeros habían realizado previamente autopsias de cadáveres antes de 
asistir el parto (127). Lister un par de décadas después estudió el uso de ácido carbólico 
(un compuesto usado para tratar aguas residuales) como antiséptico en heridas 
quirúrgicas observando franca disminución de la mortalidad asociada a infecciones 
periprocedimiento. De allí, se han desarrollado a lo largo de los últimos 200 años 
múltiples fórmulas antisépticas que han sido recomendadas a la hora del lavado 
quirúrgico de manos en guías de práctica clínica elaboradas por la OMS, National 
Institute for Health and Care Excellence (NICE), Association of periOperative Registered 
Nurses (AORN), entre otras (128,129,130). Es por ello que se considera fundamental que 
se cumplan los pasos necesarios que garanticen la inocuidad de las manos a la hora de 
realizar procedimientos quirúrgicos, así como la selección de la técnica que muestre el 
mayor grado de evidencia en ser la más inocua para los involucrados y la más efectiva 
para eliminar la mayor cantidad de gérmenes. 
 
Entre las técnicas del lavado de manos se encuentra: 
 
• El tradicional frote de las mismas con agua y antisépticos alcoholados 
(Clorhexidina al 4%) o iodóforos (Povidona iodada al 7%) durante 3-5 minutos 
con o sin el uso de cepillo quirúrgico, llamada técnica tradicional. 
 
• Realizar el lavado de manos tradicional para el primer procedimiento, seguida 
sólo por del frote de manos con soluciones alcoholadas para procedimientos 
subsecuentes durante el día (técnica dual). 
 
A pesar de estar ampliamente recomendadas en guías de práctica clínica, algunos 
estudios mencionan que la adherencia a las mismas es pobre (130), siendo la irritación 
de la piel un factor importante que explica dicho fenómeno: La sequedad e inflamación 
de la piel por los antisépticos usados, eliminación de ácidos grasos de la misma que 
sirven de barrera protectora, reacciones alérgicas y el barrido de flora microbiana 
normal son considerados causas de reacciones dermatológicas que descontinúen la 
práctica rigurosa de higiene periquirúrgica y que representan una mella en la antisepsia 
estricta que busca minimizar las infecciones en el sitio quirúrgico. Tras revisión 
sistemática de la literatura, estudios demuestran diferencias con respecto al antiséptico 
y técnica de lavado de manos escogida en términos de lesiones dermatológicas, 
observándose menos lesiones cutáneas en el grupo que usó lavado de manos frotando 
soluciones alcoholadas y sin cepillo quirúrgico, destacando la clorhexidina por ser menos 
inocua y causar menos daño en la piel (131,132). 
 
24 
Sin embargo de momento no hay trabajos que muestren diferencias estadísticamente 
significativas en la prevención de las SSI entre las diferentes técnicas de lavado de manos 
(133). 
 
Por lo que la recomendación es, Independientemente del antiséptico a utilizar para el 
lavado de manos, que no se deben mezclar diferentes tipos de antisépticos a la vez 
(129,130). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25 
12. PREPARACIÓN PRE-QUIRÚRGICA DE LA PIEL EN UROLOGÍA: 
RECOMENDACIONES GENERALES Y FORMAS DE APLICACIÓN DE LA 
CLORHEXIDINA ALCOHÓLICA. 
 
La preparación de la piel y mucosas objeto de intervención quirúrgica es fundamental 
para prevenir SSI. Como se ha mencionado, la evidencia define a la clorhexidina 
alcohólica al 2%/70% como el mejor antiséptico para reducir las SSI frente a la 
povidona yodada en la preparación del campo quirúrgico en cirugía abdominal, 
torácica, ginecológica y urológica. 
 
Para garantizar su efectividad, es necesario cumplir con una serie de recomendaciones 
generales que garanticen la máxima eficacia de dicho antiséptico (99 -105): 
 
12.1. RECOMENDACIONES GENERALES PARA LA ANTISEPSIA DE LA PIEL ANTES 
DE LA CIRUGÍA 
 
1) Está recomendado el baño o lavado del área quirúrgica la noche antes del 
procedimiento y/o en la mañana de la cirugía. Si es necesario un efecto 
descolonizante, se usará clorhexidina tras el baño/lavado. Hay que recordarque al 
usar Clorhexidina (CHG) se deben tomar las siguientes precauciones: 
 
• No debe mezclarse con jabón y champú ya que inactivan su efecto 
antimicrobiano. 
• No debe aplicarse lociones corporales después del baño, ya que se reduce el 
efecto residual bacteriostático de la clorhexidina. 
 
2) Si el vello debe ser rasurado, ha de ser removido con manquilla eléctrica y en el 
momento más cercano a la cirugía. Se debe evitar el rasurado en la sala operatoria 
y el uso de cuchillas que pudieran producir excoriaciones. 
 
3) Los procedimientos abdominal-perineal requieren preparación de piel separadas: 
 
• La preparación perineal debe realizarse primero para evitar salpicar y 
contaminar el abdomen si tuviera que ser éste preparado primero. 
• Una vez que se haya preparado el perineo, se debe cubrir el área con toallas 
estériles durante la preparación abdominal. 
 
4) La antisepsia de la piel antes de la cirugía debe realizarse con solución alcohólica 
de clorhexidina al 2% /70% por su mejor acción directa y residual. Se deberán tener 
en cuenta las siguientes recomendaciones adicionales : 
 
a) La aplicación del antiséptico debe realizarse durante al menos 30 segundos. Se 
pincelará cuidadosamente la piel, haciendo movimientos adelante y atrás (back 
and forth), frotando y haciendo fricción en forma de bandas horizontales o 
 
26 
verticales. Se cuidará de no dejar zonas de piel sin tratar como ocurre en el 
siguiente dibujo. (104,145). 
 
 
b) Son recomendables los aplicadores (de un solo uso y volumen apropiado a cada 
procedimiento), a la antisepsia clásica (que hace uso de pinzas, gasa, batea, entre 
otros). Esos aplicadores deben ser estériles solo si el antiséptico empleado lo 
fuese también (doble esterilidad), y no importa su forma siempre que se 
adapten a la zona donde actuarán. 
 
c) La adición de colorantes a la clorhexidina alcohólica puede reducir su efecto 
antimicrobiano. Por ello se recomienda que el colorante no se mezcle con la 
clorhexidina alcohólica hasta el momento de su uso. 
 
d) En el caso de usar un aplicador estéril de clorhexidina alcohólica se debe esperar 
1 minuto antes de realizar incisión una vez aplicado el antiséptico. Si no se 
utilizara un aplicador, el tiempo de espera antes de la incisión dependerá de la 
cantidad de antiséptico utilizado. 
 
e) El uso de aplicadores evita el acúmulo de la solución, minimizando el riesgo de 
quemaduras químicas o térmicas (incluidos incendios en el quirófano) y la 
inhalación de vapores alcohólicos. El riesgo de este efecto adverso es 
especialmente alto cuando se pasa de un antiséptico no alcohólico (ej. Povidona 
iodada) a uno alcohólico. Por eso se recomienda siempre el uso de aplicadores 
cuando se use por primera vez una solución alcohólica como antiséptico. 
 
f) El antiséptico utilizado para la desinfección de la piel (clorhexidina alcohólica) 
deberá ser una especialidad farmacéutica no un biocida. 
 
12.2. APLICADORES DE UN SOLO USO. PRESENTACIONES DISPONIBLES Y 
VENTAJAS DEL USO DE APLICADORES DE UN SOLO USO DE CLORHEXIDINA 
ALCOHÓLICA. 
 
Tal como se ha indicado en el punto 9, estudios recientes han demostrado que la 
antisepsia de la piel realizada con aplicadores estériles de un solo uso es más efectiva 
en la reducción de SSI que cuando se aplicaba la técnica antiséptica tradicional. Los 
mismos estudios demuestran una mayor eficacia de la clorhexidina alcohólica frente a 
la povidona yodada, por lo que es importante mencionar la presentación de 
 
27 
clorhexidina alcohólica en aplicadores de un solo uso. En el momento del desarrollo de 
esta guía, existían 3 presentaciones comercializadas con diferente volumen (3 ml / 10,5 
ml / 26 ml), con o sin colorante (imagen 1). 
 
 
 
Las ventajas del uso de aplicadores de un solo uso son las siguientes: 
 
• El aplicador presenta una acción mecánica de fricción mejor (es más fácil 
estandarizar la técnica). 
• Permite una técnica “sin contacto” y maximiza la asepsia del procedimiento 
preparatorio. 
• Reduce la necesidad de materiales auxiliares. 
• Mejora el cumplimiento con un procedimiento estandarizado. 
• El aplicador permite un proceso apropiado de desinfección en “un solo paso”. 
• El uso de un aplicador minimiza la cantidad de solución sobrante que puede 
contaminar el medio ambiente, así como el riesgo de salpicaduras en el suelo del 
quirófano. 
• El aplicador permite realizar la mezcla del colorante en el momento de su uso. 
• El aplicador permite un secado más rápido. 
 
Por tanto, con un aplicador se distribuye mejor la solución antiséptica, se usa una 
cantidad menor y se seca antes. Todas estas características de los aplicadores, cuando 
se utilizan correctamente, disminuyen los riesgos de inflamabilidad en los quirófanos. 
Con un aplicador de un solo uso, existiría menor variabilidad y menor número de 
problemas. 
 
12.3. DÓNDE Y CÓMO APLICAR LA ANTISEPSIA SEGÚN EL TIPO DE CIRUGÍA 
UROLÓGICA 
 
En la TABLA 10 (Anexo 2) se muestra la técnica de aplicación de la antisepsia según el 
tipo de cirugía a realizar (103), recordando que si esta se realiza con aplicadores estériles 
de un solo uso, debe realizarse con movimientos delante-atrás en bandas horizontales-
verticales. 
 
 
28 
El uso de aplicadores de un solo uso no supone un mayor coste versus la técnica 
manual, por lo que tendría mayor perfil de seguridad al mismo nivel de coste-
efectividad. TABLA 11 (Anexo 2) (104). 
 
 
12.4. RECOMENDACIONES DEL USO DE CLORHEXIDINA ALCHÓLICA EN GUÍAS 
DE PRÁCTICA CLÍNICA 
 
Varias guías de práctica clínica recomiendan el uso de la presentación de Clorhexidina al 
2%/ + alcohol isopropílico al 70% como antiséptico para la preparación de piel antes de 
incisiones quirúrgicas, toma de hemocultivos e inserción y mantenimiento de catéteres, 
entre ellas: 
• CDC (EEUU 2011) 
• EPIC-3 (Inglaterra 2014) 
• OMS (2016) 
• ACT 2017 
• Consenso de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e 
Higiene para la preparación de la piel de 2017 (SEMPSPH) 
• Monografías de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de 2017 (SEGO) 
• Proyecto DIALSEPSIA de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y Sociedad 
Española de Enfermería Nefrológica de 2018 (SEDEN) 
• Protocolo Infección Quirúrgica Zero de 2017 
• Posicionamiento en materia de antisepsia de la piel de la Sociedad Española de 
Farmacia Hospitalaria de 2017 (SEFH). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
13. OTRAS HAIs: INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO (ITU). 
 
La infección urinaria asociada a catéteres en los 7 días previos al inicio de la infección, 
según el EPINE 2017 (28), representó en España un porcentaje 61,52%, y en los 
pacientes que tuvieron una intervención quirúrgica y portaron un catéter urinario la 
infección nosocomial representó un 18,96%. 
 
Para un paciente con un Catéter Urinario (CU) una de las medidas preventivas más 
efectiva es reducir la permanencia innecesaria de los catéteres (07). Los resultados 
publicados en el American Journal of Infection Control (136), indican que actualmente 
urge centrarse en la prevención de infecciones asociadas al CU, ya que la Infección del 
Tracto Urinario (ITU) es responsable de más del 30% de todas las infecciones 
relacionadas con la asistencia a la salud. No nos podemos olvidar, que la ITU puede 
conducir a las bacterias por el torrente sanguíneo y provocar una bacteriemia, 
estimándose que el 1- 4% de las personas con una ITU desarrolla bacteriemia (137). Los 
pacientes están en riesgo de desarrollar una ITU tan pronto como es insertado el CU, 
surgiendo en el 10-20%de los pacientes sometidos a un cateterismo permanente (108). 
 
El catéter es un cuerpo extraño que disminuye los sistemas de defensa que protegen la 
vejiga contra la infección, además el drenaje continuo en una bolsa colectora de orina 
no permite que la vejiga se llene y se garantiza que exista una orina estancada de 100 
ml, que hace que haya una multiplicación bacteriana continua (109-111). 
 
Como la orina luego se escurre a través del catéter en lugar de tirar de la uretra, no se 
puede frenar la migración de las bacterias del lugar de inserción del catéter a través de 
la uretra. Las bacterias pueden entrar en la vejiga mediante dos mecanismos (111,112): 
 
• La vía extraluminal, es la migración a lo largo de la superficie externa del catéter. 
Esta vía es utilizada principalmente por microorganismos endógenos que 
colonizan el tracto intestinal y el periné del paciente. 
• La vía intraluminal, suelen ser gérmenes de origen exógeno que migran a la 
vejiga por diversas causas: transmisión cruzada de la flora cutánea presentes en 
las manos del personal sanitario, ruptura del circuito cerrado o contaminación 
del drenaje urinario a nivel del orificio de vaciado de la orina. 
 
La bacteriuria se desarrollará en el 26% de los pacientes con un catéter permanente 
de 2-10 días, aumentándose la tasa de 3 a 10% por cada día que se mantenga (107,112). 
Prácticamente el 100% de los pacientes a los 30 días del cateterismo tendrán bacteriuria 
(109,111,112). 
 
Existen una serie de factores de riesgo (113) para la aparición de ITU en pacientes 
portadores de catéteres vesicales, y que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar 
la valoración de estos pacientes en intervenciones quirúrgicas. Estos se presentan en la 
siguiente tabla: 
 
 
 
30 
Factores de riesgo para la aparición de ITU 
Factores intrínsecos Factores extrínsecos 
Edad > 50 años Técnicas de inserción 
Sexo femenino Cuidados del catéter urinario 
Patologías de base (I.R, D.M, Inmunodepresión, 
etc…) 
Sistema de drenaje y fijación 
Creatinina plasmática > 2 mg/dl en el momento 
del cateterismo 
Duración de catéter urinario 
 
La principal estrategia para prevenir la ITU relacionada con el catéter es la extracción del 
catéter cuando ya no se cumple con la indicación para la inserción (107,114,111). 
 
La actualización de 2014 de la GPC (115) sobre prevención de la infección urinaria 
asociada a catéter de la “Society for Health care Epidemiology of America” recoge entre 
sus estrategias, que no se debe considerar de forma rutinaria para la prevención de la 
ITU, la utilización de antimicrobianos sistémicos como profilaxis ni para la inserción, 
recambio, ni mantenimiento de los CU. Además el uso de la terapia antimicrobiana 
promueve el desarrollo de cepas bacterianas resistentes (107,111, 115, 116). 
 
Tras la búsqueda se han encontrado un Best Practice (BP) (114), dos Ensayos Clínicos 
Aleatorizados (ECA) (117,116) y una GPC (118 )que determinan que la retirada del CU se 
debe realizar tras un período de drenaje libre y no con pinzamiento previo, ya que existe 
de forma significativa, una mayor incidencia de ITU, así como una mayor disfunción 
vesical posterior. Además, un pinzamiento prolongado puede provocar distensión y 
daño isquémico de la mucosa de la vejiga e incrementar el riesgo de ITU asociada al CU. 
 
En los CU de silicona, se recomienda que el balón se desinfle pasivamente, sin aspirar; 
ya que previene la formación de un manguito, anillo o arrugas en el balón, que harían la 
retirada del CU más traumática (119). En caso de que el conducto que comunica con el 
globo esté deteriorado, podemos puncionarlo o cortarlo justo por encima de la válvula 
de inflado del globo, nunca a la altura del meato, por el riesgo de que el CU se introduzca 
en la vejiga (117,119). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
31 
14. INNOVACIONES DEL USO DE CLORHEXIDINA ALCOHÓLICA EN 
CATÉTERES URINARIOS 
 
Dentro de la innovaciones recientes que se presenta como una posible solución ante las 
infecciones del tracto Urinaria la utilización de soluciones en spray de nanoparticulas de 
clorhexidina, (120) previo a la inserción de catéter urinario como el de Foley. Este se usa 
comúnmente para drenar la orina de la vejiga de los pacientes. Su uso prolongado causa 
la unión de uropatógeno en la superficie de los catéteres, y dan como resultado la 
colonización por biopelículas que conduce a la infección de la vejiga (Fisher et al. 2015; 
Raman et al. 2014; Thallinger et al. 2014) que posteriormente causa la infección del 
tracto urinario (ITU). Varios fármacos y agentes antimicrobianos han demostrado la 
inhibición y prevención del acoplamiento de microorganismos en la superficie del 
catéter (Jordan et al. 2015; Li et al. 2014; Phuengkham y Nasongkla 2015). La 
clorhexidina (CHX) es un agente antimicrobiano notable debido a su amplio espectro 
de eficacia antimicrobiana, perfil de seguridad y baja toxicidad. Sin embargo, el 
recubrimiento de compuestos antibacterianos en la superficie del catéter proporcionó 
solo una liberación a corto plazo. Además, el recubrimiento de vancomicina y cloropreno 
libres en dispositivos médicos permanentes e implantes, textiles de hospital, catéter de 
silicona y apósitos para heridas solo proporcionó inhibición antibacteriana a corto plazo. 
El recubrimiento de CHX libre en los catéteres no proporcionó una cantidad suficiente 
de CHX en la superficie del catéter (121-126) 
 
Esta investigación preparó con éxito la producción de nanoesferas PCL cargadas con CHX 
a 400 mg / lote y proporcionó el tamaño de las nanoesferas a 152 ± 37 nm. El método 
de conservación adecuado para las nanoesferas mediante liofilización se realizó 
mediante la adición de sacarosa al 2% p / v. La liberación in vitro de CHX se controló 
hasta 14 días. Los resultados de este estudio sugieren el éxito del recubrimiento por 
pulverización de las nanoesferas de poli (e-caprolactona) cargadas con CHX en la 
superficie de los catéteres urinarios de Foley para inhibir la colonización y la formación 
de biopelículas. Todo esto representa un avance en los diferentes dispositivos, y por 
tanto, mejora la acción de estos productos en un futuro inmediato. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
32 
15. ANEXO 1: Resultados de la encuesta. 
 
 
Encuesta realizada a 107 Jefes de Servicio y Responsables de Unidades de 
 Urología Quirúrgica 
Pregunta Respuesta 
¿Eres jefe de Servicio o Responsable de Unidad 
Quirúrgica de Urología? 
- No: (15,00%) 
- Si: (85,00%) 
- Sin datos: (0,00%) 
¿En qué tipo de Hospital trabajas? - Terciario o de Referencia: (55%) 
- Regional: (25%) 
- Comarcal: (20,00%) 
¿Qué antiséptico utilizas? - Clorhexidina Alcohólica 2%/70%: (40,00%) 
- Clorhexidina Acuosa: (10%) 
- Povidona Yodada: (50%) 
- Otras: (0,00%) 
¿Cuál es tu preferido? - Clorhexidina Alcohólica 2%/70%: (45%) 
- Clorhexidina Acuosa: (15%) 
- Povidona Yodada: (40,00%) 
- Otras: (0,00%) 
¿Cuál de dichos antisépticos es mejor para la seguridad 
del paciente en tu opinión? 
- Clorhexidina Alcohólica 2%/70%: (45%) 
- Clorhexidina Acuosa: (15%) 
- Povidona Yodada: (40%) 
- Otras: 0 (0,00%) 
¿Dispones de información clínica sobre cuál de dichos 
antisépticos es mejor para la seguridad del paciente? 
- No: (65%) 
- Si: (20,00%) 
- Sin datos: (15%) 
¿El antiséptico que utilizas es un biocida o un 
medicamento? 
- Biocida: (60%) 
- Medicamento: (10%) 
- No lo sé: (30%) 
¿Mides los resultados de infecciones post-operatorias 
de la herida? 
- No: (70%) 
- Si: (0,00%) 
- Sin datos: (30%) 
¿Haces Trasplante Renal? - No: (40%) 
- Si: (50%) 
- Sin datos: (10%) 
¿Qué antiséptico utilizas en el Trasplante Renal? - Clorhexidina Alcohólica 2%/70%: (50%) 
- ClorhexidinaAcuosa: (10,00%) 
- Povidona Yodada: (40%) 
- Otras: (0,00%) 
¿Cuál de los siguientes sistemas utilizas para la 
antisepsia de la piel? 
- Botellas multidosis: (80,00%) 
- Monodosis: (10,00%) 
- Monodosis con aplicador: (10%) 
¿Conoces los riesgos derivados del uso de antisépticos 
con soluciones alcohólicas en cirugías si los mismos no 
se secan adecuadamente? 
- No: (40,00%) 
- Si: (60,00%) 
- Sin datos: (00,00%) 
¿Cuál consideras el mejor medio para recibir 
información sobre la adecuada antisepsia de la piel en 
urología? 
- Dirección del Hospital: (20%) 
- Colegio de Médicos: (5,00%) 
- Tu Asociación: AEU: (70%) 
- Delegados de Laboratorio: (5,00%) 
La decisión de utilizar un antiséptico u otro, y en un 
formato u otro depende de: 
- De tu opinión basada en la experiencia: (15%) 
- De lo que pide Supervisora de Quirófano: (15%) 
- De Farmacia: (20,00%) 
- De Dirección de Hospital: (40,00%) 
 
 
 
33 
16. ANEXO 2: Tablas 
 
 
TABLA 1. Clasificación Altemeier de la contaminación en la herida quirúrgica 
Clase de contaminación de 
herida 
Descripción 
Herida limpia Herida quirúrgica no infectada y no inflamada. No se ha penetrado en vía 
respiratoria, digestiva ni urogenital no infectadas. 
Herida limpia-contaminada Heridas quirúrgicas en las que se ha intervenido en vías respiratorias, 
digestivas, genitales o urinarias no infectadas y se ha realizado el 
procedimiento bajo condiciones controladas y sin contaminación inusual. 
Herida contaminada Incluye heridas abiertas, recientes y accidentales. Además, intervenciones 
con incumplimiento de la técnica estéril o derrame de contenido del 
tracto gastrointestinal, e incisiones sobre tejido inflamado no purulento. 
Herida sucia o infectada Incluyen heridas traumáticas antiguas con tejido desvitalizado retenido y 
en las que existe infección clínica o perforación de vísceras. 
 
 
TABLA 2. Escala ASA (American Society of Anesthesiologists) 
Puntuación 
ASA 
Definición Ejemplos 
A1 Paciente normal saludable Saludable, no fumador, no alcohol o mínimo 
A2 
Paciente con enfermedad 
o afección sistémica leve. 
Enfermedades o afecciones leves solo sin limitaciones 
funcionales sustantivas. Los ejemplos incluyen (pero no se 
limitan a): fumador actual, bebedor de alcohol social, 
embarazo, obesidad (30 <índice de masa corporal <40), 
diabetes mellitus o hipertensión bien controlada, 
enfermedad pulmonar leve 
A3 
Paciente con enfermedad 
sistémica grave 
Limitaciones funcionales sustantivas; Una o más 
enfermedades moderadas a severas. Los ejemplos incluyen 
(pero no se limitan a): diabetes mellitus o hipertensión mal 
controlada, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, 
obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40), hepatitis 
activa, dependencia o abuso del alcohol, marcapasos 
implantado, reducción moderada de la fracción de eyección, 
etapa final Enfermedad renal sometida a diálisis 
programada regularmente, prematuro infantil edad 
postconcepcional <60 semanas 
A4 
Paciente con una 
enfermedad sistémica 
incapacitante que es una 
amenaza constante para la 
vida. 
Los ejemplos incluyen (pero no se limitan a): isquemia 
cardíaca en curso o disfunción valvular grave, reducción 
severa de la fracción de eyección, sepsis, coagulación 
intravascular diseminada o enfermedad renal en etapa 
terminal que no se realiza diálisis regularmente programada. 
A5 
paciente moribundo del 
que no se espera que 
sobreviva sin la operación 
Los ejemplos incluyen (pero no se limitan a): rotura de 
aneurisma abdominal torácico, traumatismo masivo, 
hemorragia intracraneal con efecto de masa, intestino 
isquémico frente a patología cardíaca significativa o 
disfunción de múltiples órganos/sistema 
 
 
 
 
34 
TABLA 3. Sistema de puntuación de ASEPSIS 
Características de la herida 
Proporción de herida afectada (%) 
0 < 20 20-39 40-59 60-79 > 80 
Secreción serosa 0 1 2 3 4 5 
Eritema 0 1 2 3 4 5 
Exudado purulento 0 2 4 6 8 10 
Separación de tejidos profundos 0 2 4 6 8 10 
 
 
TABLA 4. Microorganismos responsables de Infecciones del Sitio Quirúrgico más 
comunes en Urología 
Cocos GRAM positivos 
Género Staphylococcus*: S. aureus, S. epidermidis 
Género Streptococcus: S. pyogenes S. agalactiae S. pneumoniae 
*Pueden aislarse cepas productoras de Betalactamasas 
Bacilos GRAM negativos 
Enterobacterias: Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, Serratia spp, 
Enterobacter spp, Pseudomona aeruginosa. 
Hongos 
Candida albicans 
 
 
TABLA 5. Grupos de antisépticos y biocidas 
Grupo Químico Clases Producto 
Alcoholes 
Etóiiolico 
Isopropilico 
Biguadinas Clorhexidina 
Halogenados Yodados 
Soluciones de Yodo 
Yodoforos 
Fenoles 
Bifenoles 
Halofenoles 
Hexaclorofeno 
Triclosán 
Cloroxilenol 
Tensioactivos 
Aniónicos 
Catiónicos 
Jabones 
Derivados de amonio cuaternario 
Metales pesados 
Sales de plata 
Mercuriales 
Nitrato de Plata 
Sulfadiazina argéntica 
Mercurocromo 
Mertiolato 
Anilidas Triclocarbán 
Diamidinas 
Propamidina 
Dibromopropamidina 
Oxidantes Peróxido de hidrógeno 
 
35 
 
TABLA 6. Comparativa de las cualidades de los antisépticos 
Cualidades Alcohol isopropílico Clorhexidina Povidona Yodada 
Amplitud de 
espectro 
Bactericida de potencia 
intermedia. Activo frente a GRAM 
(+), GRAM (-). Actividad moderada 
frente a M. Tuberculosis y otras 
micobacterias. Su acción es 
variable frente a hongos y virus. Es 
activo frente al virus del VIH y 
citomegalovirus. Es inactivo frente 
a esporas 
Bactericida de potencia intermedia. 
Es activo frente a GRAM (+), GRAM 
(-), frente a virus con cubierta (VIH). 
Medianamente activo frente a 
Proteus, Pseudomonas y 
M.tuberculosis. Inactivo frente a 
esporas. 
Bactericida de potencia 
intermedia. Posee una elevada 
actividad frente a bacterias 
GRAM (+), GRAM (-), virus con 
cubierta, virus sin cubierta y 
hongos. Su actividad frente a 
micobacterias es variable. 
Poco activo frente a esporas. 
Mecanismo 
de acción 
Desnaturalizan las proteínas en 
presencia de agua (ya que ésta 
retrasa la evaporación y aumenta 
el tiempo de contacto). 
Absorción por difusión pasiva a 
través de las membranas, es 
extraordinariamente rápida tanto en 
bacterias (134), como en levaduras 
(135), consiguiéndose el efecto 
máximo en 20 segundos. A 
concentraciones Bajas: alteración de 
la permeabilidad osmótica de la 
membrana y una inhibición de 
enzimas del espacio periplásmico. A 
concentraciones altas: precipitación 
de proteínas y ácidos nucleicos 
Oxidante. Precipitante de 
proteínas bacterianas y ácidos 
nucleicos. Altera las membranas 
celulares al unirse a los enlaces 
C=C de los ácidos grasos. 
Rapidez de 
acción 
Su acción es rápida Acción muy rápida. Efecto 20 
segundos (15 a 30 seg.) 
Algo más lenta su acción 3 
minutos 
Permanencia 
de la acción 
Potencia la acción cuando se une a 
otro antiséptico más efectivas son: 
alcohol-N duopropenida, alcohol-
clorhexidina y alcohol etilsulfato, 
Con povidona yodada. Es la que 
menos reduce el número de 
microorganismos sobre la piel. No 
deja apenas acción residual y, al 
terminar la intervención, se 
pueden encontrar más 
microorganismos sobre las manos 
(al retirar el guante) que antes del 
lavado (82- 86). Se ha demostrado 
que la clorhexidina durante 2 
minutos seguida de una aplicación 
de alcoholclorhexidina durante 30 
segundos , es más eficaz y altera 
menos la piel que el lavado con 
clorhexidina durante 5 minutos 
(85) 
Duración 6 horas Duración 3 horas 
Inocuidad 
local y 
sistémica 
En Medicina sólo se emplean los 
de bajo peso molecular: etanol o 
alcohol etílico e isopropanol o 
alcohol isopropílico. La actividad 
depende de la concentración, por 
lo que el máximo de

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