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Biologia de los microorganismos (1325)

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I N M U N O L O G Í A Y D E F E N S A D E L H O S P E D A D O R 795
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Receptores de reconocimiento de patrones 
Fagocitos tales como los macrófagos y los neutrófilos son la 
primera línea de defensa contra patógenos a los que el cuerpo 
no se ha enfrentado antes. Los fagocitos pueden interaccionar 
con los patógenos de forma rápida y eficaz, ya que han desa-
rrollado moléculas especializadas que reconocen los PAMP y 
que se denominan receptores de reconocimiento de patro-
nes (PRR, del inglés pattern recognition receptors) (Figura 24.3). 
Cada PRR interacciona con un PAMP particular para activar 
el fagocito. Por ejemplo, un PRR presente en todos los fagoci-
tos reconoce el LPS de las bacterias gramnegativas, entre ellas 
todas las cepas patógenas de Salmonella spp., Escherichia coli 
y Shigella spp. Otro PRR presente en los fagocitos interacciona 
con el peptidoglicano de las células grampositivas, otros con 
RNA de doble cadena, como el que se encuentran en algunos 
virus, y aún otros lo hacen con rasgos patogénicos conservados 
como el dsRNA de algunos virus o la flagelina de la mayoría de 
las bacterias móviles. La interacción de un PAMP con un PRR 
activa el fagocito para atrapar y destruir el patógeno por fagoci-
tosis. Todos los fagocitos presentan PRR que están disponibles 
para actuar de forma inmediata ante la presencia de patógenos 
invasores.
MINIRREVISIÓN
 Describa un patrón molecular asociado a patógeno (PAMP) 
compartido por un grupo de microorganismos. 
 ¿Qué tipos de células utilizan receptores de reconocimiento de 
patrones (PRR) para proporcionar inmunidad innata frente a los 
patógenos?
Los linfocitos son leucocitos que intervienen exclusivamente 
en la respuesta inmunitaria adaptativa. Los linfocitos maduros 
circulan a través de la sangre y el sistema linfático, pero se con-
centran en los ganglios linfáticos y el bazo, donde interaccio-
nan con los antígenos. Hay dos tipos de linfocitos, las células B 
(o linfocitos B) y las células T (o linfocitos T) (Figura 24.1). Las
células B se originan y maduran en la médula ósea. Son APC
especializados y además son precursores de las células plas-
máticas productoras de anticuerpos. Los anticuerpos, también 
llamados inmunoglobulinas (Ig), son proteínas solubles pro-
ducidas por las células B y las células plasmáticas, que se unen
a antígenos específicos. Las células T, que también interaccio-
nan con el antígeno, comienzan su desarrollo en la médula ósea, 
pero se desplazan hasta el timo para madurar. La médula ósea
y el timo de los mamíferos se llaman órganos linfoides prima-
rios, pues son los lugares donde las células madre linfoides se
convierten en linfocitos funcionales capaces de reaccionar con
antígenos (Figura 24.2a).
Todos los leucocitos se mueven a través del cuerpo y pasan 
de la sangre a los espacios intersticiales, luego a los vasos linfá-
ticos, y retornan al sistema circulatorio de la sangre, un proceso 
llamado extravasación (Figura 24.2c).
MINIRREVISIÓN
 Describa el desarrollo de las células B, células T y los 
macrófagos a partir de la célula madre común. 
 Describa la circulación de un leucocito desde la sangre a la 
linfa y su retorno a la sangre.
24.2 Inmunidad innata
La inmunidad innata es la capacidad no inducible de reconocer 
y destruir un patógeno o sus productos y existe antes del con-
tacto con este. La inmunidad innata no requiere la exposición 
previa al patógeno o sus productos y está mediada por los fago-
citos. Los eucariotas, desde las plantas menos evolucionadas 
hasta los vertebrados más evolucionados, tienen mecanismos 
de reconocimiento fagocíticos parecidos funcionalmente que 
les permiten una defensa rápida y eficaz. Por ejemplo, sabemos 
que los receptores del sistema innato presentes en los verte-
brados tienen homólogos estructurales y evolutivos en gru-
pos filogenéticos tan distantes como Drosophila, la mosca del 
vinagre.
Patrones moleculares asociados a patógenos 
Las macromoléculas presentes en el interior y en la super-
ficie de muchos microorganismos y virus muestran patro-
nes moleculares asociados a patógenos (PAMP, del inglés 
pathogen-associated molecular patterns) formados por uni-
dades que se repiten. Un ejemplo es el lipopolisacárido (LPS) 
presente en todas las membranas externas de las bacterias 
gramnegativas ( Sección 2.11). Otros ejemplos son la flage-
lina bacteriana, el RNA de doble cadena (dsRNA) de algunos 
virus, y los ácidos lipoteicoicos de las bacterias grampositivas 
( Sección 2.10). Todas estas macromoléculas están forma-
das por la repetición de elementos estructurales comparti-
dos entre amplios grupos de microorganismos relacionados 
entre sí.
Patógenos con sus
PAMP
Fagocito
PRR-2
PRR-1
La unión por medio de los PRR activa 
al fagocito para eliminar el patógeno
Figura 24.3 Inmunidad innata. Los fagocitos interaccionan con agentes
patógenos mediante el reconocimiento de patrones moleculares asociados 
a patógenos (PAMP) por los receptores de reconocimiento de patrones (PRR) 
preexistentes. La unión de un PAMP a un PRR de un fagocito estimula la 
fagocitosis para destruir el patógeno y activar otros fagocitos. 
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