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798 P A T O G E N I C I D A D E I N M U N O L O G Í A es muy específica para el antígeno que la desencadena y puede neutralizar o destruir a los patógenos o a sus productos a través de varios mecanismos (Figuras 24.8 y 24.9). Clases de anticuerpos y sus funciones Existen varias clases de anticuerpos que se distinguen entre sí por la secuencia de aminoácidos de los polipéptidos de sus cadenas pesadas. Cada clase de anticuerpo tiene una función definida (Tabla 24.2). Las clases IgM e IgG se encuentran en la sangre. La respuesta de anticuerpos primaria se compone prin- cipalmente de IgM, mientras que la respuesta secundaria se caracteriza por grandes cantidades de IgG (Figura 24.4). La IgA se encuentra en altas concentraciones en la sangre y en las secreciones de las membranas mucosas, como en los pulmones y el intestino. La IgE se encuentra unida a mastocitos, células que intervienen en la inmunidad frente a parásitos y en las aler- gias. La IgD se encuentra principalmente como inmunoglobu- lina de superficie de las células B. Los anticuerpos liberados por las células plasmáticas inte- raccionan con los antígenos de los patógenos. Si bien los La célula Th2, por tanto, no interacciona directamente con el patógeno, sino que estimula a otras células, en este caso, a la célula B presentadora de antígeno en la que ha reconocido el complejo péptido-MHC. Esta estimulación se lleva a cabo mediante la producción de citocinas que inducen el crecimiento y división de las células B, originando así clones de la célula B presentadora de antígeno original. A continuación, muchas de estas células B activadas se diferencian en células plasmáticas que producen anticuerpos solubles (Figura 24.7). Esta respuesta primaria de anticuerpos es detectable pasados unos cinco días desde la exposición al antígeno, alcanzando niveles máximos en varias semanas. Algunas células B activadas del clon per- manecen en circulación como células B de memoria, de forma que una exposición posterior al mismo antígeno, por ejem- plo por una reinfección con el mismo patógeno, las estimula, produciendo una respuesta secundaria, caracterizada por una mayor rapidez en la formación de anticuerpos, que se encuen- tran en mayor cantidad (Figura 24.4). La respuesta secundaria, también llamada memoria inmunitaria, es la base de la vacuna- ción, como se discute más adelante. La respuesta de anticuerpos Figura 24.7 Inmunidad mediada por anticuerpos. El anticuerpo sobre un linfocito B une al antígeno y, a través de la colaboración de una célula Th2, la célula B forma clones que se diferencian luego en células plasmáticas productoras de anticuerpos. Tabla 24.2 Principales clases de anticuerpos Clase de anticuerpo Localización Concentración en suero Función IgA Suero y secreciones mucosas 2,1 mg/ml en suero y altas concentraciones locales en la superficie de las mucosas Respuesta secundaria e inmunidad mucosal frente a patógenos extracelulares. IgE Mastocitos Bajas concentraciones en suero; todos unidos a mastocitos Inmunidad frente a parásitos, alergias IgG Suero 13,5 mg/ml (la más alta en suero) Respuesta secundaria frente a patógenos extracelulares IgM Suero 1,5 mg/ml Respuesta primaria frente a patógenos extracelulares https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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