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Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM 
División de Educación Continua 
Departamento de Medicina Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies 
Departamento de Etología y Fauna Silvestre 
 
ETOLOGÍA CLÍNICA EN PERROS Y GATOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MEMORIAS 
 
Del 5 al 8 de marzo de 2003 
 
 
DIRECTORIO 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
 
Dr. Juan Ramón de la Fuente 
RECTOR 
 
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SECRETARIO GENERAL 
 
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FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA 
 
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DIRECTOR 
 
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SECRETARIO GENERAL 
 
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JEFE DE LA DIVISION DE EDUCACION CONTINUA 
 
MVZ. Joaquín Aguilar Bobadilla 
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE MEDICINA, CIRUGÍA Y ZOOTECNIA PARA 
PEQUEÑAS ESPECIES 
 
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JEFE DEL DEPARTAMENTO DE ETOLOGÍA Y FAUNA SILVESTRE 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Dr. Luis Fernando De Juan Guzmán 
Dr. Alberto Tejeda Perea 
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VERSIÓN ELECTÓNICA 
 
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La reproducción parcial o total de los trabajos no podrá efectuarse sin 
la previa autorización por escrito del autor y citando estas memorias 
como referencia. 
 
 
La información contenida, así como estilo y ortografía en cada uno de 
los escritos es responsabilidad de los autores. 
 
ETOLOGÍA CLÍNICA EN PERROS Y GATOS 
 
DR. XAVIER MANTECA* 
DR. JAUME FATJO** 
 
*Universidad Autónoma de Barcelona 
**Hospital Veterinario. Universidad Autónoma de Barcelona 
 
 
 
Introducción 
El origen de la etología clínica como disciplina veterinaria puede situarse en Estados 
Unidos a mediados de la década de los setenta del pasado siglo. En ese momento, 
un grupo de veterinarios empieza a tratar los problemas de comportamiento de los 
animales de compañía combinando conocimientos de diferentes disciplinas, entre 
ellas, la medicina veterinaria, la zoología, la etología y psicología experimentales y la 
psicofarmacología. 
 
Desde un punto de vista global, el tratamiento de un problema de 
comportamiento resulta interesante si tenemos en cuenta tres aspectos 
fundamentales: 
 
Casi un 50% de los propietarios de animales de compañía (perros y gatos) 
catalogan alguna de las pautas de conducta mostradas por sus animales como no 
deseables o, simplemente, molestas. 
 
Una gran parte de los abandonos y eutanasias de animales de compañía se 
debe a la existencia de problemas de conducta. 
 
Los accidentes debidos a conductas agresivas, especialmente por parte del 
perro, afectan cada año a millones de personas. En nuestro país este problema ha 
originado desde 1999 una fuerte polémica social, cuya última muestra ha sido la 
entrada en vigor del Real Decreto 287/2002 sobre la tenencia de animales 
potencialmente peligrosos. 
 
La Etología en la clínica diaria: 
La incorporación de la etología a la práctica clínica diaria es cada vez mayor en 
países como Estados Unidos, Francia o el Reino Unido, y se observa una tendencia 
similar en nuestro país. 
 
Desde un punto de vista práctico, la etología presenta 3 problemas 
fundamentales para el veterinario: 
 
- Consumo excesivo de tiempo: 
La duración media de una primera consulta de etología puede situarse entre los 45 y 
los 50 minutos, algo menos tal vez para el gato. Este hecho hace que la 
incorporación de esta disciplina en el horario normal de consulta sea complicada. 
 
 
Para resolver este problema, muchos veterinarios optan por programar las consultas 
de etología en el horario de menor actividad, así como delegar ciertas funciones, 
como la aplicación de las técnicas de modificación de conducta, al personal técnico 
auxiliar o a un educador canino. 
 
- Dificultad para percibir honorarios por este servicio: 
En muchas ocasiones, el veterinario realiza las consultas sobre etología durante una 
visita general, en la sala de espera o por teléfono. Para hacer frente a esta dificultad, 
la solución aplicada por muchos veterinarios pasa por educar desde el principio a los 
propietarios sobre la importancia de la etología en el bienestar de su animal de 
compañía. Cuando durante una visita aparece una consulta al respecto, el problema 
se resuelve en otro momento, en una visita programada. 
 
- Interferencia con otros profesionales: 
De forma tradicional los problemas de conducta del perro han sido competencia de 
los adiestradores, mientras que los del gato simplemente han quedado en muchos 
casos sin respuesta. La tendencia futura al respecto parece ser la del trabajo en 
equipo. El veterinario asumiría principalmente las tareas de diagnóstico y tratamiento 
médico de los problemas, mientras que la aplicación de las técnicas de modificación 
de conducta sería competencia de los educadores caninos. 
 
Neurofisiología 
La neurofisiología se ocupa de estudiar la relación entre el funcionamiento del 
sistema nervioso y la expresión del comportamiento. El origen de esta especialidad 
puede situarse a lo largo del siglo XIX, momento en que la comunidad científica 
había asumido por completo el papel del cerebro como único sustrato biológico de 
cualquier comportamiento. 
 
La neurofisiología y la neurociencia actuales tienen un carácter 
multidisciplinario, en el que confluyen entre otras la anatomía, la fisiología, la biología 
y la patología. 
 
El objetivo primordial de la mayoría de neurofisiólogos ha sido la comprensión 
de la conducta humana. Sin embargo, el parecido existente entre el cerebro humano 
y el animal ha hecho que una gran parte de la investigación sobre el tema se haya 
basado en modelos animales. Como consecuencia de ello, el conocimiento de que 
disponemos hoy en día sobre neurofisiología de los animales domésticos es, en 
muchos aspectos, comparable al relativo al ser humano. 
 
Un análisis detallado de la neurofisiología de la conducta canina y felina 
escapa a los objetivos de esta charla. Desde la perspectiva del clínico veterinario, el 
conocimiento de determinados aspectos de la neurofisiología de la conducta pueden 
ser de gran ayuda para entender tanto el origen como las posibilidades de 
tratamiento de numerosos problemas de conducta. En esta línea, repasaremos en 
primer lugar conceptos generales sobre neurofisiología, y en segundo lugar 
analizaremos la neurofisiología de la agresividad, de la ansiedad y del miedo y, por 
último, de la conducta de marcaje con orina en el gato. 
 
1. Conceptos básicos en neurofisiología 
Neuroanatomía 
Durante los primeros años de la neurofisiología existió un fuerte debate entre dos 
puntos de vista opuestos sobre el funcionamiento del cerebro. Uno de ellos asumía 
que cada área del cerebro desempeña una función específica, de forma 
independiente. El otro entendía la función cerebral como un todo, en el que ninguna 
parte puede ser aislada. Con los años la neurofisiología ha adoptado una postura 
intermedia a ambas visiones. En efecto, existen zonas del cerebro especializadas en 
determinadas tareas. Sin embargo, el comportamiento es el resultado final de la 
constante interacción de todas esas partes. Más adelante veremos el control de 
determinadas conductas, como la agresividad o el miedo, parece estar localizado, 
aunque no de forma exclusiva, en determinadas zonas del sistema nervioso, en 
concreto,en el sistema límbico. 
 
Neuroquímica 
Los neurotransmisores son responsables de la transmisión de información de una 
neurona a otra. Los neurocientíficos cifran en más de 100 el número de sustancias 
químicas cerebrales. De todos ellos, la dopamina, la noradrenalina, la serotonina y el 
GABA son los que han recibido una mayor atención por parte de los científicos. Los 
estudios de neurofisiología han podido asociar determinadas áreas cerebrales con 
determinados neurotransmisores. Así, por ejemplo, el sistema límbico es rico en 
neuronas serotoninérgicas. Por ello, la utilización de fármacos que modifican la 
serotonina puede ayudar a controlar el componente emocional de determinadas 
conductas, como el miedo o la agresividad. 
 
Neuropatología 
La neuropatología estudia los efectos que una determinada lesión orgánica puede 
tener sobre el funcionamiento del cerebro, y en definitiva, sobre la conducta. Hasta 
hace poco ha existido una visión dicotómica entre lo patológico y lo fisiológico. Sin 
embargo, los avances en las técnicas de diagnóstico, en especial por imagen, han 
demostrado que algunas conductas hasta un momento consideradas fisiológicas, 
podrían tener una base patológica. En este sentido, en medicina humana la frontera 
entre la neurología y la psicología es cada vez más difusa. De forma análoga en 
etología veterinaria, la existencia de una lesión orgánica se entiende cada vez más 
como un factor más de los muchos que intervienen en la expresión de la conducta. 
 
2. Neurofisiología aplicada. 
Neurofisiología de la agresividad 
Los estudios sobre neuroanatomía demuestran que diferentes formas de agresividad 
se corresponden con patrones específicos de activación cerebral. Dicho de otro 
modo, las vías neurales que se activan en una forma de agresividad son diferentes a 
las que se ponen en funcionamiento en otras. Así, la agresividad puede dividirse en 
tres categorías: ofensiva, defensiva y depredadora. Las dos primeras se agrupan en 
una categoría más amplia denominada agresividad afectiva, mientras que la 
depredadora recibe el nombre de agresividad no afectiva. 
 
 
La manifestación de la agresividad afectiva está muy relacionada con el 
sistema límbico, y en concreto con una de sus partes, la amígdala. Como ya se ha 
dicho, las vías serotoninérgicas son especialmente abundantes en el sistema límbico. 
Diversos estudios en animales de laboratorio relacionan la actividad de este 
neurotransmisor con la tendencia a mostrar determinadas formas de agresividad. En 
etología clínica, un estudio reciente correlacionaba una actividad reducida de la 
serotonina con la presencia de problemas de agresividad competitiva en perros. En 
concreto, los perros con un menor nivel de serotonina, mostraban una agresividad 
más impulsiva. 
 
Neurofisiología del miedo y de la ansiedad 
Las respuestas de miedo y de ansiedad están muy relacionadas con dos estructuras 
cerebrales: el locus ceruleus y el sistema límbico. 
 
El locus ceruleus es un pequeño núcleo localizado en el tronco cerebral, que 
proyecta sus neuronas a diferentes áreas del cerebro medio y del córtex. La 
activación del locus ceruleus es responsable del aumento del estado de alerta y de la 
vigilancia que muestra cualquier animal asustado. La acción del locus ceruleus es 
mediada fundamentalmente por la noradrenalina. Por ello, los fármacos que reducen 
la actividad noradrenérgica son frecuentemente utilizados para controlar los 
problemas de miedo y ansiedad. 
 
El sistema límbico tienen un papel central en el control de la respuesta 
emocional del miedo. Al aparecer, el sistema límbico actúa como centro integrador 
de todas aquellas estructuras del sistema nervioso, desde el córtex al tronco 
cerebral, que se ponen en marcha en una reacción de miedo. Como ya se ha dicho, 
la serotonina es un neurotransmisor abundante en el sistema límbico. Por ello, la 
serotonina y los fármacos que la modifican vuelven a ser fundamentales en el control 
de las reacciones de miedo y ansiedad. 
 
Neurofisiología del marcaje territorial 
El marcaje territorial en gatos parece estar controlado por dos mecanismos 
neurofisiológicos distintos. El primero de ellos incluye estructuras cerebrales 
implicadas en el control de la conducta sexual, como las áreas preópticas del 
hipotálamo medial. El segundo se relaciona con regiones cerebrales involucradas en 
la reacción de estrés. 
 
El tratamiento del marcaje con orina depende de cuál de los dos sistemas se 
encuentre involucrado. Así, el marcaje sexual suele corregirse con la castración del 
gato, mientras que el debido a estrés puede requerir la utilización de medicación 
ansiolítica. 
 
Este modelo neurofisiológico del marcaje con orina constituye un ejemplo final 
de cómo el conocimiento del funcionamiento del sistema nervioso puede ayudarnos a 
diseñar estrategias de tratamiento cada vez más específicas y efectivas. 
 
 
Psicofarmacología. 
La utilización sistemática de psicofármacos en veterinaria se inicia durante la década 
de los 80 y se encuentra hoy en día en plena expansión. Anteriormente los 
veterinarios habían utilizado ya algunas moléculas para intentar modificar la conducta 
de los animales, especialmente benzodiacepinas, fenotiacinas y hormonas. Aunque 
los citados fármacos todavía encuentran indicaciones en etología, actualmente la 
psicofarmacología veterinaria tiende a la elección de principios activos más 
específicos, seguros y sin efectos generales sobre la conducta como la sedación. 
 
1. Consideraciones generales: 
La utilización de psicofármacos debe entenderse siempre como parte de un 
tratamiento general, cuyo eje central son las técnicas de modificación de la conducta. 
Para conductas como el marcaje en gatos o las estereotipias la utilización de 
psicofármacos resulta en muchos casos imprescindible. 
 
La elección de un psicofármaco debe ser específica para aquella conducta 
que debemos modificar. No deben utilizarse fármacos de forma inespecífica. 
 
Antes de utilizar un psicofármaco debe conocerse su mecanismo de acción y 
sus efectos secundarios. 
 
2. Elementos básicos de la neurotransmisión: 
Los neurotransmisores son responsables de la transmisión de los impulsos nerviosos 
de una neurona a otra. 
 
En muchos problemas de conducta parece existir un desequilibrio o 
desregulación de determinados neurotransmisores. 
 
La neurotransmisión puede ser modificada de forma relativamente selectiva 
utilizando fármacos. 
 
Esquema general de la neurotransmisión 
1º Tras la estimulación de la neurona presináptica, el neurotransmisor es liberado 
desde la membrana presináptica al espacio sináptico. 
 
2º El neurotransmisor ejerce sus efectos sobre: 
- Los receptores postsinápticos. 
- Los receptores presinápticos o autoreceptores. 
Los receptores pueden ser de tipo excitatorio o inhibitorio. 
 
3º Tras la estimulación del receptor el neurotransmisor es eliminado del espacio 
sináptico de dos formas: 
- Acción de enzimas de degradación (pe. MAO) 
- Recaptación por la neurona presináptica 
 
 
EFECTO "Up/Down regulation" 
La falta o el exceso crónico de estimulación de una determinada vía de 
neurotransmisión puede provocar, respectivamente, una sensibilización (Up-
regulation) o una habituación (Down-regulation) de los receptores para el 
neurotransmisor. Este fenómeno parece ser responsable del período de latencia que 
precisan ciertos psicofármacos antes de ejercer efectos observables. 
 
Mecanismo de acción de los psicofármacos 
- Agonistas (pe. morfina). 
- Antagonistas (pe neurolépticos). 
- Agonistas parciales (pe. buspirona). 
- Inhibidores del enzima de recaptación (pe. IMAO). 
- Inhibidores de la recaptación presináptica (pe. tricíclicos). 
 
3. Clasificación de los psicofármacos: 
Los psicofármacos pueden ser clasificados atendiendo a diversos criterios: 
 
 Indicaciones clínicas en medicina humana (pe. antidepresivos, antipsicóticos, 
etc.). 
 Estructura química (pe. benzodiacepinas, fenotiacinas, etc.). 
 Acción farmacológica(pe. inhibidores de la recaptación de serotonina, 
antihistamínicos, etc.). 
 
Aunque desde el punto de vista de la etología clínica, la clasificación basada en la 
acción farmacológica es la más correcta científicamente, a nivel práctico la más 
utilizada es la que hace referencia a su utilidad clínica en Psiquiatría humana. Sin 
embargo, debemos tener en cuenta que los efectos y utilidad de dichos fármacos no 
serán en la mayoría de los casos transferibles del hombre a los animales. 
 
4. Principales psicofármacos: 
4.1. Antidepresivos: 
Categoría de psicofármacos más utilizada en etología. Incluye los antidepresivos 
tricíclicos, los inhibidores de la recaptación de serotonina y los inhibidores 
específicos de la recaptación de serotonina. 
 
A. Antidepresivos tricíclicos 
Principios activos mas utilizados en veterinaria 
- Amitriptilina 
- Imipramina 
 
Mecanismo de acción 
Los antidepresivos tricíclicos poseen 5 acciones farmacológicas: 
 
 Inhibición de la recaptación de serotonina por la membrana presináptica 
(potenciadores de la serotonina). 
 
 Inhibición de la recaptación de noradrenalina por la membrana presináptica 
(potenciadores de la noradrenalina). 
 Efecto anticolinérgico/antimuscarínico. 
 Antagonismo alfa-adrenérgico. 
 Efecto antihistamínico. 
 
Acción terapéutica 
 Efecto ansiolítico: relacionado con la acción reguladora de las vías 
serotoninérgicas. 
 Efecto sedante: relacionado con las actividades anticolinérgica y, sobre todo, 
antihistamínica. La ligera sedación producida por los TCA es considerada en 
psiquiatría un efecto secundario. Sin embargo, en etología clínica puede ser 
de utilidad en el control inicial de animales con una sintomatología muy 
intensa. 
 
Efectos secundarios 
Diversos, aunque normalmente poco importantes. De hecho, los TCA son 
considerados fármacos muy seguros por los especialistas en etología. 
 
Efectos secundarios más frecuentes: 
- Sedación intensa. 
- Constipación. 
 
Indicaciones en veterinaria 
iAMITRIPTILINA 
PERRO 
o Ansiedad por separación. 
o Agresividad por dominancia: sólo cuando el perro muestra algún síntoma de 
indecisión durante los ataques. 
o Miedos y fobias. 
 
Dosis: 1-2 mg/Kg. q12 
 
GATO 
o Marcaje con orina. 
o Agresividad hacia otros gatos. 
o Alopecia psicógena. 
o Vocalización excesiva. 
 
Dosis: 0.5-1 mg/Kg. q12-24 
 
B. Inhibidores de la recaptación de serotonina 
Este grupo incluye a la CLOMIPRAMINA como único principio activo. La 
clomipramina posee la estructura química de un tricíclico y, de hecho, es todavía 
clasificada por muchos expertos como miembro del grupo anterior. Sin embargo, su 
perfil farmacológico hizo que se la clasificara, primero como tricíclico atípico y 
finalmente se la incluyera en una nueva categoría. 
 
Mecanismo de acción 
La característica básica de la clomipramina es una marcada acción serotoninérgica 
en ausencia de efectos remarcables sobre los otros 4 neurotransmisores afectados 
por los TCA. 
 
Efectos secundarios 
Similares a los descritos para los TCA. 
 
Indicaciones en veterinaria 
PERRO 
o Ansiedad por separación. 
o Trastornos compulsivos. 
o Miedos y fobias. 
o Marcaje con orina en machos castrados. 
 
Dosis: 1-3 mg/Kg. q12 
 
GATO 
o Trastornos compulsivos. 
o Marcaje con orina. 
o Agresividad hacia otros gatos. 
 
Dosis: 0.5 mg/Kg. q24 
 
C. Inhibidores específicos de la recaptación de serotonina (ssri) 
Los SSRI son una clase farmacológica de creación relativamente reciente. Desde un 
punto de vista clínico se han querido posicionar en psiquiatría como sustitutos de 
nueva generación de los TCA. Los principios activos más comúnmente utilizados son 
la Fluoxetina, la Paroxetina, la Sertralina y la Fluvoxamina. 
 
Utilizados en veterinaria 
iFLUOXETINA 
Acción farmacología 
 Inhibición específica la recaptación de serotonina por la membrana 
presináptica. 
 Utilización en medicina veterinaria basada en estudios que han constatado 
una correlación entre niveles reducidos de serotonina en el SNC, la tendencia 
a la impulsividad y la manifestación de la conducta agresiva. 
 
Efectos secundarios 
Básicamente gastrointestinales: anorexia, nausea y diarrea. 
 
Indicaciones en veterinaria 
PERRO 
o Agresividad por dominancia. 
 
o Agresividad entre machos. 
o Marcaje con orina. 
o Miedos y fobias. 
o Conductas compulsivas. 
 
Dosis: 1 mg/Kg. q24 
 
GATO 
o Agresividad hacia otros gatos. 
 
Dosis: 0.5 mg/Kg. q12 
 
4.2. Ansiolíticos: 
En esta categoría se incluyen las benzodiacepinas, las azapironas, los barbitúricos y 
los antihistamínicos. 
 
A. Benzodiacepinas (BZD) 
Principios activos más comunes en veterinaria 
- Diacepam 
- Cloracepato 
- Alprazolam 
 
Mecanismo de acción 
 Moduladores alostéricos positivos sobre los receptores GABA A. - Efecto 
ansiolítico, sedante, anticonvulsivantes y relajante muscular. 
 Las principales diferencias entre los principios activos presentes en este grupo 
se deben principalmente a sus características farmacocinéticas: vida media, 
rapidez en alcanzar niveles plasmáticos, etc. Es importante tener en cuenta 
que los tiempos de vida media de las benzodiacepinas son sensiblemente 
inferiores en animales de compañía que en el hombre. 
 
Efectos secundarios y reacciones adversas 
Las benzodiacepinas son considerados fármacos relativamente seguros, 
especialmente en lo que respecta a su amplio margen terapéutico. Entre los efectos 
no deseados asociados a la utilización de BZD en animales destacan los siguientes:
 
 Sedación. 
 Reacciones paradójicas de excitación. 
 Necrosis hepática idiopática en gatos, especialmente tras la utilización de 
Diazepam. 
 
Indicaciones en veterinaria 
PERRO 
o Miedos y fobias. 
o Complemento de los antidepresivos tricíclicos en el tratamiento de la ansiedad 
por separación. 
 
 
Dosis: 
Diazepam, 0.55-2.2 mg/Kg. PO prn 
Alprazolam, 0.125-1 mg/kg. PO q12 
Clorazepato, 11.25-22.5 mg/perro PO q24 
 
GATO 
o Marcaje territorial. 
o Conductas compulsivas. 
 
Dosis: 
Diazepam, 0.2-0.4 mg/Kg. PO q12-24 
 
Precauciones especiales 
En general, evitar la utilización en la corrección de problemas de agresividad. Puede 
potenciar aun más la conducta agresiva. 
 
B. Azapironas 
El único miembro de la familia cuya utilización está aprobada es la BUSPIRONA. 
 
Mecanismo de acción 
Agonista parcial de los receptores serotoninérgicos 5HT1A. 
 
Efectos secundarios 
La buspirona es probablemente el psicofármaco más seguro y con un perfil de 
efectos secundarios más bajo. 
 
Indicaciones en veterinaria 
PERRO 
En general, poco efectiva 
o Agresividad por dominancia. 
o Ansiedad por separación. 
o Miedos y fobias. 
Dosis: 1 mg/Kg. PO q8-12; 10-15 mg/perro 
GATO 
o Marcaje con orina. 
o Agresividad. 
o Ansiedad. 
 
Dosis: 2.5-5 mg/gato q8-12 
 
 
EL DESARROLLO DE LA CONDUCTA 
 
DR. XAVIER MANTECA* 
DR. JAUME FATJO** 
 
*Universidad Autónoma de Barcelona 
**Hospital Veterinario. Universidad Autónoma de Barcelona 
 
1. Períodos del desarrollo: 
Las primeras semanas de la vida del perro se caracterizan por un proceso de 
cambio continuo, tanto desde un punto de vista físico como de conducta. 
 
El conjunto de acontecimientos que tienen lugar durante los 4 primeros meses 
de la vida del perro pueden agruparse en tres grandes bloques: 
 
 A Desarrollo conductual 
 B Defensas frente a la enfermedad 
 C Necesidades nutricionales 
 
Durante las primeras semanas de vida las necesidades del cachorro son 
básicamente físicas. Precisan calor, alimento, descanso y la estimulación del reflejo 
de la micción y la defecación. 
 
Con relación a su desarrollo tras el nacimiento el perro se considera una 
especie altricial. El perro nace con un sistema nervioso todavía inmaduro. Ello hace 
que durante las 3 primeras semanas de vida sus habilidades sensitivas y motoras 
sean reducidas. De hecho, existe una buena correlación entre la conducta y el grado 
de desarrollo del sistema nervioso en cada momento (conexiones neuronales y grado 
de mielinización). 
 
Aunque eldesarrollo debe entenderse como un proceso continuo podemos 
describir en el perro 5 períodos característicos: 
 
Periodo Prenatal 
Corresponde al período de tiempo anterior al nacimiento. Su significación con 
relación a la futura conducta del perro no ha sido todavía bien determinada. Sin 
embargo, en otros mamíferos se ha podido comprobar que experiencias, como el 
estrés, sufridas por la madre durante la preñez pueden influir sobre la conducta del 
feto una vez adulto. 
 
Período Neonatal (0-15 días) 
Comprende los primeros 15 días de vida del perro. 
 
Los cachorros permanecen la totalidad del tiempo durmiendo o mamando. 
 
 
Durante el período prenatal y contrariamente a lo que se pensaba, puede 
observarse ya algún tipo de aprendizaje, aunque rudimentario. 
 
Existe sensibilidad al tacto y al parecer pueden ser captados ciertos sabores y 
posiblemente también algunos olores. Al margen de ello tanto los ojos como los 
canales auditivos permanecen aún cerrados. 
 
Reflejos durante el periodo neonatal: 
Varios reflejos se encuentran presentes durante las primeras semanas de vida, para 
luego desaparecer progresivamente. 
- Reflejo flexor 
 Desde el nacimiento hasta el 4º día de vida. 
 suspender al cachorro por el cuello, se observa una 
 dominancia” de los músculos flexores del tronco. 
- Reflejo extensor 
 De los 4 días a la tercera semana de edad. 
 Al suspender al cachorro por el cuello, se observa una 
 “dominancia” de los músculos extensores del tronco. 
- Reflejo de “Rooting” 
 Desplazamiento reflejo del cachorro hacia cualquier objeto 
 caliente situado cerca de su cabeza. 
 Desaparece alrededor del 4º día. 
- Reflejo perineal 
 El cachorro precisa ser estimulado por la madre en la zona 
 perineal para poder defecar y orinar. 
 Desaparece hacia la tercera semana de vida. 
 
Período de Transición (de 15 a 21 días) 
Durante este período el cachorro acaba de abrirse al mundo exterior. Los ojos y los 
canales auditivos se abren, si bien dichos sentidos tardarán todavía algunas 
semanas en madurar por completo. 
 
Los cachorros ya no necesitan la intervención de la madre para desencadenar 
el reflejo de la micción y de la defecación. 
 
Durante esta fase empieza a aparecer la dentición decidua y se observan los 
primeros indicios de juego entre los cachorros. 
 
Período de Socialización (de 3 a 12 semanas de edad) 
Constituye el período más importante en la vida del perro y que más consecuencias 
tendrán sobre su conducta y temperamento futuros. 
 
Durante el período de socialización tiene lugar el destete y se desarrollan casi 
definitivamente las relaciones sociales del cachorro con los miembros de su propia y 
de otras especies. 
 
 
El cachorro comprueba los efectos de su conducta sobre su madre y 
hermanos, y aprende a controlar la fuerza de su propia mordedura. 
 
Hacia la 7ª semana pueden observarse pautas de conducta típicas del adulto. 
 
Período Juvenil (de los 3 meses a la llegada de la pubertad) 
Tras el período de socialización el cachorro incrementa progresivamente tanto su 
tamaño como sus habilidades conductuales. 
 
Durante el período juvenil se observa un descenso en la capacidad para 
formar relaciones sociales con especies desconocidas, a la vez que se observa un 
aumento en la conducta de exploración del entorno mostrada por el perro. 
 
Aunque la pubertad se alcanza normalmente alrededor del año, para muchos 
especialistas los perros no pueden considerarse socialmente maduros hasta los 18 o 
24 meses de edad. 
 
Es importante mantener al perro en contacto regular con personas y otros 
perros durante el período juvenil. De lo contrario, un cachorro bien socializado podría 
“desocializarse” si se mantuviera durante mucho tiempo aislado de las personas o de 
los perros. 
 
2. Manejo de cachorros y prevención de problemas de conducta: 
2.1. Socialización y edad al destete: 
El cachorro debe recibir durante el período de socialización suficiente contacto, tanto 
con el hombre como con otros perros. 
 
Cuando no se conoce el ambiente que rodea al cachorro, la edad óptima para 
la adopción se sitúa en torno a las 7 semanas. 
 
Cuando se conoce el ambiente del cachorro, y es adecuado, algunos autores 
proponen una edad de adopción alrededor de las 10-12 semanas. 
 
En general, los cachorros separados de la madre por debajo de las 3-4 
semanas son más propensos a presentar problemas de conducta en el futuro. 
 
2.2. Problemas de socialización: 
El pronóstico de un problema de socialización es siempre desfavorable 
 
 
Falta de contacto con el ser humano antes de las 12 semanas 
Cachorros excesivamente miedosos o agresivos hacia el ser humano. 
 
Falta de contacto con otros perros antes de las 12 semanas 
Típico de cachorros huérfanos o destetados deforma prematura. 
Cachorros excesivamente miedosos o agresivos hacia otros perros. 
 
 
Programas de socialización para cachorros 
En otros países, cada vez ganan una mayor popularidad. 
Reuniones de cachorros sanitariamente controlados en la clínica veterinaria. 
Permiten la interacción del cachorro con otros perros y con diferentes personas. 
Algunos veterinarios complementan las sesiones con un programa de educación 
canina básica. 
 
2.3. Períodos de desarrollo del gato: 
 
El desarrollo del gato no ha sido estudiado tan a fondo como el del perro. Sin 
embargo, desde un punto de vista práctico encontramos también un período de 
socialización, que aquí se extiende desde la segunda a la séptima semana de vida. 
Las implicaciones de la existencia de este período de socialización sobre la conducta 
del gato son similares a las del perro. 
 
 
 
 
 
 
 
CONDUCTA SOCIAL Y PROBLEMAS DE AGRESIVIDAD DEL PERRO 
 
DR. XAVIER MANTECA* 
DR. JAUME FATJO** 
 
*Universidad Autónoma de Barcelona 
**Hospital Veterinario. Universidad Autónoma de Barcelona 
 
1. Conducta social y comunicación 
La mayoría de los problemas de convivencia que aparecen entre el perro y el ser 
humano se deben a conflictos de tipo social entre ambas especies. Para poder 
corregir y evitar problemas de conducta es imprescindible para el veterinario posea 
un buen conocimiento de la conducta social natural del perro y de sus sistemas de 
comunicación. 
 
Conducta social 
LA CONDUCTA SOCIAL DEL LOBO 
Resulta muy difícil para los expertos estudiar la conducta social natural del perro, ya 
que esta se ve fuertemente afectada por la propia intervención del hombre al 
mantenerlo en cautividad. Por ello, con frecuencia se recurre al lobo como modelo de 
estudio sobre el comportamiento de los perros en sociedad. 
 
Existen tres sistemas de organización social entre los cánidos: 
Tipo I: 
Se caracteriza por la existencia de individuos que viven y cazan en solitario. Durante 
la época de la reproducción, se forman parejas entre machos y hembras de forma 
temporal, que cooperan en la crianza de los cachorros. 
 
Tipo II: 
Consiste en la formación de parejas permanentes a las que se unen los cachorros 
nacidos durante ese año. Llegada la siguiente época reproductiva, la mayor parte de 
dicha descendencia se dispersará para formar nuevos grupos. 
 
Tipo III: 
Caracterizado por la formación de grupos más o menos numerosos, normalmente 
emparentados, que cooperan en las tareas de caza, defensa del grupo frente a 
posibles enemigos y también en el cuidado de las crías. Dichos grupos, se 
denominan manadas y constituyen el sistema de organización más complejo que 
pueden adoptar los cánidos. 
 
El lobo, influido por circunstancias ambientales como la densidad de población 
o el tipo de presa, puede organizarse en cada uno de los tres sistemas descritos. 
 
La Jerarquía 
Uno de los inconvenientes que conlleva la vida en grupo es la aparición de conflictos 
por la posesión de un recurso, especialmente cuando este es escaso. Los lobos 
 
acostumbran a competir por recursos como el alimento o la posibilidad de aparearse 
con un animal en concreto. Si cada vez que dos miembros de la manada entrasen 
en competencia tuvieranque luchar para elegir un ganador, las peleas serían 
continuas, con los inconvenientes obvios que tal situación supondría. 
 
La jerarquía es un sistema de organización social por el que se establece un 
orden de prioridad a la hora de acceder a un recurso, evitando con ello la utilización 
continua e innecesaria de la violencia. Cuando se produce una situación de conflicto, 
el individuo dominante demuestra su status ante el sumiso a través de toda una serie 
de señales comunicativas, fundamentalmente de tipo visual. Ante estas 
manifestaciones de poder, el otro animal reacciona dando gestos de sumisión, 
quedando resuelta la disputa. 
 
Contrariamente a lo que podría parecer, la existencia de una jerarquía estable 
dentro del grupo reduce la agresividad, pues impide la aparición de peleas. 
 
La jerarquía en el perro doméstico 
Aunque con algunas diferencias, la estructura social del perro reproduce 
esencialmente la observada en el lobo. En los machos, la edad y el peso corporal 
influye en el establecimiento de las relaciones de dominancia-sumisión entre dos 
individuos. En general, los animales muy jóvenes o muy viejos tenderan a ocupar 
aquellas posiciones más bajas dentro de la pirámide de poder. 
 
El proceso de formación de jerarquías se basa en la existencia de un lenguaje 
ritualizado, en el que las señales de tipo visual poseen un papel fundamental. 
 
LA COMUNICACION 
La comunicación en el perro 
Una de las características fundamentales que permiten definir al perro como especie 
animal es aquella que hace referencia a su estructura social. Los perros, al igual que 
sus antepasados los lobos han basado gran parte de su exito en la posesión de una 
estructura social altamente compleja y organizada. Si se piensa en el caso de la 
especie humana, es fácil darse cuenta de las ventajas que supone la vida en 
comunidad. En el caso de los cánidos, la organización en grupos ofrece la capacidad 
de poder cazar de una forma más eficiente, al mismo tiempo que reduce el peligro de 
sufrir un ataque por parte de otros depredadores. Para que dicha estructura social no 
funcione de un modo caótico es necesaria la existencia de un sistema que permita 
una buena comunicación entre cada uno de los miembros que la integran. Para 
comunicarse con sus semejantes, el perro utiliza principalmente tres de sus sentidos: 
la visión, el olfato y el oido. Mediante dichos canales sensoriales el perro es capaz de 
mostrar sus intenciones a la vez que percatarse de las intenciones del resto de sus 
compañeros. En último término, los fenómenos de comunicación permiten que la 
conducta de un individuo (el emisor) pueda modificar el comportamiento de otro 
individuo (el receptor) y viceversa. 
 
En su convivencia con el hombre, el perro aprende a considerarlo como 
miembro de su propia manada. En la medida en la que el propietario sea capaz de 
 
entender el "idioma" de su perro, tendrá la posibilidad no sólo de comprender sus 
intenciones y sus estados de ánimo, sino de poder llegar a influir en su conducta de 
una forma correcta y natural. De los diferentes tipos de comunicación que utiliza el 
perro, el de carácter visual es el que cuenta con un mayor interés práctico. El hombre 
y en general todos los primates, es una especie fundamentalmente visual. Por ello, el 
lenguaje visual del perro el que más fácilmente puede llegar a entenderse y dominar. 
 
Comunicación visual 
En general, las posturas del perro podrían clasificarse como aquellas que incluyen un 
mensaje de dominación o de autoridad y aquellas que comportan una actitud de 
sumisión. En las posturas dominantes, el animal tiende a "aumentar su tamaño" 
erizando el pelo, levantando la cabeza y situando su cola en posición erguida y 
rígida. En las muestras de sumisión, por el contrario, el animal tiende a "encoger". 
Para conseguirlo el lomo adopta una posición encorvada, la cola se esconde, la 
cabeza desciende y las orejas se pliegan. 
 
La rigidez que presenta el lenguaje corporal del perro en cuanto a su 
interpretación supone una gran ventaja desde el punto de vista de su adaptación 
evolutiva: la ausencia de ambigüedades. De existir éstas, la comunicación entre 
diferentes individuos del grupo resultaría muy difícil, favoreciéndose la aparición de 
peleas incontroladas. Este último hecho conduce a la última y verdadera función de 
la comunicación, la influencia que a través de ella un individuo puede ejercer sobre 
otro. 
 
La comunicación olfatoria 
La comunicación a través del olfato interviene en numerosas facetas del 
comportamiento del perro. En general, los mensajes de tipo olfatorio se relacionan 
con la identificación individual, la territorialidad y la reproducción, desde las 
conductas de cortejo hasta el apareamiento. 
La comunicación olfatoria puede utilizarse de forma directa o indirecta. 
 
Comunicación directa 
En la comunicación olfativa directa tanto el emisor como el receptor del mensaje se 
hallan presentes. En muchos de los encuentros que se producen entre dos perros, 
ambos animales se investigan mutuamente, concentrándose sobre todo en la zona 
genital y en la boca. Los mensajes químicos captados por esa vía, suponen una 
fuente importante de información para ambos animales. 
(Por ejemplo, son capaces de informar al macho sobre el estado reproductivo de la 
hembra, es decir, si se encuentra o no en celo. También parecen ser responsables 
de la agresividad que se desencadena en muchos encuentros entre individuos del 
mismo sexo.) 
 
Comunicación indirecta 
Una de las posibilidades interesantes que ofrece la comunicación a través del olfato 
es la de depositar marcas o "huellas" personales en un lugar determinado. 
( A través de la exploración de una marca de tipo olfativo, un perro es capaz de 
identificar no sólo la especie, sino también el sexo, el estado reproductor e incluso el 
rango jerárquico del animal que ha depositado previamente dicha marca.) 
 
En este sentido el olfato permite, a diferencia de otros sentidos como la vista o el 
oído, traspasar la barrera del tiempo, posibilitando la comunicación entre dos 
individuos sin la necesidad de que estos coincidan en un lugar, en un instante 
determinado. 
 
En cierto sentido, el olfato es para el perro lo que la escritura es para el 
hombre, es decir, la posibilidad de transmitir un mensaje sin la necesidad de que el 
emisor del mismo se encuentre presente. 
 
El marcaje con orina es una de las pautas de comportamiento más típicas del 
perro. Al margen de la pequeña expulsión de orina que se pueda producir, la función 
de dicha conducta es la de depositar marcas olfatorias que informen tanto de la 
identidad como del rango jerárquico y el estado reproductor del animal que la realiza. 
 
El marcaje con orina "levantando la pata" es una conducta típica de machos 
adultos, aunque ocasionalmente también algunas hembras pueden llevarla a cabo. 
 
Las feromonas 
Para que un sistema de comunicación pueda existir como tal, son necesarios tres 
elementos fundamentales: un emisor, un receptor y un canal adecuado de trasmisión 
de la información. Además del olor corporal formado por las diferentes secreciones 
del organismo, el perro utiliza un segundo canal de transmisión olfatoria, basado en 
la emisión y captación de unas sustancias químicas denominadas feromonas. Las 
feromonas, son compuestos volátiles elaborados en distintos puntos del organismo y 
que se encuentran presentes en los fluidos corporales del perro. 
 
En el perro, pueden hallarse feromonas principalmente en la saliva, en la orina 
y en las secreciones de la zona anogenital. 
 
La producción de muchas feromonas se encuentra controlada por las 
hormonas sexuales del animal. Así, la orina de una hembra en celo contiene 
feromonas específicas, en concreto una sustancia denominada metil-p-
hidroxibenzoato, responsables de la casi irrefrenable atracción que sienten los 
machos al detectarlas. 
 
De forma similar, la orina de un macho entero no tiene la misma composiciónque la de un macho castrado. Ello explica el hecho de que muchos machos una vez 
castrados, no provoquen las mismas respuestas de agresividad en otros machos que 
las que aparecían antes de haber sido operados. 
 
1. Problemas de agresividad 
Desde el punto de vista biológico, el comportamiento agresivo puede clasificarse en 
2 categorías: intraespecífico e interespecífico. El comportamientos intraespecífico 
comprende aquellas conductas dirigidas hacia miembros de una misma especie, 
mientras que el comportamiento interespecífico se refiere al dirigido hacia individuos 
de otras especies. 
 
Desde un punto de vista teórico, la agresividad de los perros hacia las personas sería 
de naturaleza interespecífica. Sin embargo, el proceso de socialización hace que el 
cachorro identifique, en cierta forma, a las personas como miembros de su propia 
especie. Por ello, las pautas de conducta que muestra un perro hacia el ser humano 
pueden considerarse intraespecíficas. 
 
La agresividad intraespecífica puede ser dividida también en dos categorías: 
intragrupal y extragrupal. La primera se refiere a la agresividad que ocurre entre los 
miembros de la manada, ya sean personas u otros perros, mientras que la segunda 
explica la agresividad que se dirige hacia los individuos de otras manadas. 
 
1. Análisis de riesgo: 
Precisamente por el deber ético de garantizar al máximo la salud pública y el 
bienestar de los animales, cualquier veterinario debe ser capaz de atender consultas 
de etología, o en último término, referirlas a un especialista. Muchos casos pueden 
ser satisfactoriamente controlados, sin riesgo para los propietarios del animal. En 
caso contrario, el veterinario debe decidir a priori si el caso debe ser o no tratado. 
Desde un punto de vista ético y, en algunos países también legal, el veterinario se 
responsabiliza junto con los propietarios de las posibles acciones del perro una vez 
iniciado el tratamiento. En la tabla 1 se indican los factores que, a nuestro entender, 
incrementan el riesgo y empeoran el pronóstico de un caso de agresividad. 
Tabla 1 
 
FACTORES DE RIESGO EN LOS CASOS DE AGRESIVIDAD CANINA Y FELINA 
 
 
* Los ataques de producen de forma inesperada, poco predecible. 
* El animal no da ningún aviso antes del ataque. 
* El ataque es violento y resulta difícil detener al animal. 
* En el perro, animales de más de 15-20 Kg 
* Presencia de niños pequeños, ancianos o discapacitados físicos o psíquicos 
 en la familia. 
 
 
2. Agresividad hacia los miembros de la familia: 
La agresividad por dominancia es el problema de comportamiento agresivo que con 
más frecuencia es presentado al veterinario. 
 
Definición 
La agresividad por dominancia es un problema de tipo jerárquico entre el perro y uno 
o más de sus propietarios. 
 
 
 
Otras denominaciones 
Agresividad competitiva. 
Sociopatía. 
 
Origen 
El sistema de organización social de los perros se basa en la jerarquía. En un 
sistema jerárquico el individuo dominante tiene acceso privilegiado a la comida, al 
lugar de descanso y a todo aquello que pueda considerar de valor. Cuando viven con 
las personas, los perros muestran pautas de conducta social muy similares a las que 
manifestarían con otros perros. Por ello, resulta relativamente frecuente encontrar 
perros que parecen no aceptar el dominio de sus dueños, que deberían ser los 
líderes del grupo. Si ello ocurre el perro se comportará de forma agresiva cada vez 
que se cuestione uno de sus supuestos privilegios. 
 
La agresividad por dominancia es un problema multifactorial, en el que 
intervienen elementos tanto de tipo genético como ambiental (Fig. 1). 
 
La tendencia a mostrar agresividad por dominancia podría ser superior en 
determinadas razas y, en general, es más frecuente en los machos que en las 
hembras. 
 
 
 
TENDENCIA A 
MOSTRAR 
DOMINANCIA
APRENDIZA
GENETIC
AGRESIVIDAD 
POR 
DOMINANCIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
FACTORES 
HORMONAL 
 
Fig. 1. Modelo teórico del desarrollo de la agresividad por dominancia. 
 
Diagnóstico 
La categorización de un problema de agresividad canina se basa en tres aspectos 
fundamentales: el blanco de los ataques, los contextos en que parecen y la postura 
del perro durante las interacciones agresivas. En este sentido, la agresividad por 
dominancia se manifiesta siempre hacia miembros de la familia, en situaciones 
competitivas y, en su forma típica, a través de una postura corporal ofensiva. 
 
El perro dominante se comporta de forma agresiva cada vez que sus 
propietarios hacen algo que el perro interpreta como un gesto de dominancia (Tabla 
1). El perro con un problema de agresividad jerárquica intenta además demostrar su 
posición con actitudes más sutiles, que no siempre son vistas como un gesto 
dominante (Tabla 2). 
 
Tabla 1. 
Situaciones en las que un perro dominante puede mostrar agresividad (no es 
necesario que lo haga en todas). 
 
o Quitarle de la boca comida, un hueso u otros objetos. 
o Intentar desplazarlo del lugar donde descansa. 
o Acariciarlo. 
o Cepillarlo, bañarlo o curarle una herida. 
o Colocarle un bozal o la correa. 
o Impedir su entrada en un lugar determinado. 
o Hacerlo entrar en un lugar determinado. (p.e. encerrarlo en la terraza). 
o Castigarlo. 
o Establecer contacto visual directo con la persona. 
 
En ocasiones el perro puede parecer que gruñe de forma espontánea, en respuesta 
a “desafios” que el propietario no es capaz de identificar. 
 
Tabla 2. 
Otras actitudes de un perro dominante para reafirmar su status. 
 
o Sube o apoya las patas encima de sus propietarios. 
o Exige caricias o atención dando golpes con la cabeza o con las patas. 
o Ladra para obtener atención. 
 
La agresividad por dominancia puede aparecer de forma progresiva y, en 
ocasiones, a una edad temprana. Algunos cachorros muestran las primeras señales 
de dominancia al proteger su comida, su hueso, su lugar de descanso o al no aceptar 
el castigo de sus dueños. 
 
Las relaciones de dominancia se forman a través de interacciones agonísticas 
entre cada pareja de individuos del grupo. Una vez establecidas su mantenimiento se 
consigue a través de un lenguaje ritualizado, que evita la aparición continua de 
luchas entre los diferentes miembros del grupo. En un encuentro, el individuo 
considerado hasta ese momento dominante mostrará todo un repertorio de señales 
comunicativas propias de la dominancia, como orejas erguidas, cabeza y cola altas, 
labios fruncidos y gruñidos. Ante estas señales el otro individuo deberá responder 
con señales propias de la sumisión, como orejas, cabeza y cola bajas. De no hacerlo, 
la hasta entonces ritualizada, pasará a ser una lucha real, cuyo vencedor verá 
reafirmada su dominancia. 
 
 
Complicaciones en el diagnóstico 
La agresividad por dominancia descrita hasta el momento corresponde a la forma 
típica, en la que todos los elemento son relativamente fáciles de identificar. Sin 
embargo, la agresividad por dominancia es un problema muy complejo, cuyas 
presentaciones pueden en muchos casos diferir sensiblemente del modelo clásico. A 
efectos prácticos vamos a describir los 2 componentes que a nuestro entender 
influyen más en la heterogeneidad de la agresividad por dominancia. 
 
Impulsividad 
Entendemos por impulsividad aquella situación en la que las señales de amenaza, 
gruñidos y labios fruncidos, reducen su presencia e incluso desaparecen por 
completo. En tal caso la mordedura aparece ante la primera señal de provocación, 
sin que el propietario pueda anticipar el ataque. 
 
Ansiedad 
Los problemas de agresividad por dominancia en muchas ocasiones adquieren un 
curso crónico, debido en la mayoría de casos a la resistencia del dueño a buscar 
ayuda especializada. Entre tanto, el propietario suele aplicar soluciones caseras para 
el problema, entre ellas la aplicación de castigo físico. Además, la actitud de los 
propietarios puede resultar confusa para el perro, que ve como en ocasiones se 
comportan frente a él de forma dominante,mientras que en otras lo hacen de forma 
sumisa. El resultado es la aparición de un estado de estrés o de ansiedad en el perro 
que puede conducir a la deformación del cuadro clínico original. Las posturas del 
perro pueden incluir señales de miedo o sumisión, mezcladas con otras propias de la 
dominancia. Así mismo y como ya se ha dicho, la secuencia natural de la agresividad 
puede verse sensiblemente modificada. 
 
La existencia de componentes de impulsividad o ansiedad es la principal 
justificación para la utilización de fármacos ansiolíticos en el tratamiento de la 
agresividad por dominancia. 
 
Tratamiento 
Incluye tres líneas de actuación: 
 
Castración 
No se ha conseguido demostrar una correlación directa entre castración y reducción 
de la agresividad por dominancia. Sin embargo, ante la duda y si el propietario está 
conforme es mejor castrar al animal. 
 
IMPORTANTE: Nunca debe castrarse a una hembra para corregir este tipo de 
problema, ya que podría incluso empeorar la situación. 
 
Tratamiento farmacológico 
En los últimos años se ha sugerido la utilización de numerosos psicofármacos en el 
tratamiento de la agresividad por dominancia. 
 
La mayoría de ellos actúan modulando la actividad serotoninérgica cerebral. 
Como antes se ha comentado, la serotonina parece jugar un papel fundamental en la 
 
presentación de determinadas formas de agresividad, especialmente aquellas que 
incluyen componentes de impulsividad o ansiedad. Actualmente la amitriptilina, la 
fluoxetina y la paroxetina son los fármacos más recomendados por los especialistas. 
 
Es importante recordar que la utilización de benzodiacepinas está 
contraindicado en un caso de agresividad, por su efecto desinhibitorio sobre la 
conducta agresiva. 
 
Modificación de conducta 
Constituye la parte central del tratamiento. Sus objetivos son: 
 
-Evitar, en la medida de lo posible, cualquier situación que pueda desencadenar un 
episodio agresivo. 
-Reforzar el papel dominante de los propietarios sobre el perro. 
 
Evitar episodios agresivos 
Su función básica es evitar la aparición de episodios de agresividad, especialmente 
durante las primeras fases del tratamiento. Debe incluir todas aquellas situaciones en 
las que el perro ha dado muestras de agresividad con anterioridad: 
 
-No molestar al animal mientras duerme o descansa. 
-Eliminar cualquier juego que pueda parecerse a una lucha. 
-Situar su plato de comida en un lugar donde pueda comer solo para evitar 
enfrentamientos. 
-Eliminar cualquier tipo de castigo físico o verbal. 
-No manipular o forzar al perro físicamente. 
 
Reforzar el papel dominante del dueño 
Su objetivo es conseguir un nuevo equilibrio en la jerarquía familiar, donde el perro 
debe aceptar la dominancia de sus dueños. 
 
-Suprimir cualquier tipo de caricia hacia el perro durante un período de 1 semana. 
-Durante esta fase, el perro no debe recibir nada más que su plato de comida, su 
agua y el resto de cuidados esenciales. 
-Conseguir una buena obediencia ante, al menos, el comando de "Siéntate". Este 
punto es muy, muy importante ya que es la mejor forma de ejercer un control sobre el 
perro sin utilizar castigos. Una vez conseguido este objetivo, el animal deberá 
sentarse para obtener cualquier cosa de sus dueños. 
-Alimentar al perro siempre después de que lo hayan hecho sus propietarios. 
 
Estas indicaciones deben ser seguidas de forma estricta por parte de todas las 
personas que conviven con el perro. Los problemas de agresividad por dominancia, 
se establecen entre el perro y cada uno de los miembros de la familia. De esta forma, 
un perro puede comportarse de forma correcta con un miembro de la familia, 
mientras que con el resto no lo hace. 
 
El tratamiento de la agresividad por dominancia permite obtener resultados en 
un plazo medio de 2-3 meses. Sin embargo, es importante recordar que la 
 
agresividad por dominancia es un proceso dinámico y que muchas de las 
recomendaciones del tratamiento deberán ser mantenidas durante toda la vida del 
perro. 
 
3. Agresividad hacia personas desconocidas y otros perros: 
La agresividad hacia personas y otros perros desconocidos pueden considerarse, 
como ya se ha comentado, formas de agresividad intraespecífica-extragrupal. Desde 
un punto de vista biológico, estas formas de agresividad tendrían dos funciones: 
proteger el territorio y los recursos a que tiene acceso el grupo, y defender a los 
propios miembros del grupo de un posible ataque. Esta doble función explicaría que 
algunos perros adopten una postura ofensiva, otros muestren una postura defensiva 
y un gran número manifiesten una mezcla de ambas. 
 
Origen 
Un perro puede desarrollar una conducta agresiva hacia las personas o hacia otros 
perros que no forman parte de la familia por diversas razones que, además, 
interactúan entre si. 
 
Genética 
En primer lugar es importante destacar que cualquier perro, con independencia de su 
raza, puede mostrar conductas agresivas. No obstante, algunos estudios apuntan la 
posibilidad de que determinadas razas muestren una mayor predisposición a 
presentar determinados problemas de agresividad. 
 
La mayor o menor tendencia de una raza a mostrar una determinada conducta 
agresiva dependerá de su función biológica. Por ejemplo, si una determinada línea 
de pastor alemán muestra una cierta predisposición a los problemas de miedo, la 
agresividad cuya aparición podría verse favorecida sería la relacionada con la 
autodefensa, y no otras como la territorial o la intrasexual. 
 
Hasta la fecha, no existen estudios sistemáticos que permitan clasificar o 
cuantificar la predisposición de cada una de las razas a mostrar cada una de las 
formas de agresividad extragrupal. Aunque no libre de problemas metodológicos, el 
estudio realizado por Benjamin Hart en la Universidad de Davis (California) durante la 
década de los 80 es el que más se acerca a este objetivo. Según sus resultados, 
tanto la tendencia a la agresividad territorial hacia personas y otros perros como a los 
enfrentamientos entre perros sería superior en determinadas razas. No obstante, el 
mismo trabajo señala que la influencia de la genética sería en todo caso moderada. 
 
Maduración de la conducta 
De forma análoga al crecimiento físico, el comportamiento también muestra un 
proceso de cambio o desarrollo a lo largo de la vida, fruto de la maduración del 
sistema nervioso central. La maduración de la conducta explica en gran parte las 
diferencias observadas entre la conducta propia del cachorro y la del perro adulto. 
 
La aparición de algunas formas de agresividad parece deberse en su mayor 
parte a un proceso de maduración de la conducta. Al no identificarse factores 
externos desencadenantes del problema, el propietario puede tener dificultades para 
 
entender por qué su perro, que hasta ese momento había sido un animal dócil, 
empieza a mostrar una conducta agresiva. 
 
Hormonas sexuales 
Las hormonas sexuales modulan la presentación de las conductas sexualmente 
dimórficas, entre ellas, algunas formas de agresividad. 
 
En el macho, las únicas formas de agresividad sobre las que la testosterona 
ejerce un control destacable son la agresividad intrasexual y, en menor medida, la 
agresividad jerárquica. Desde un punto de vista clínico, este hecho permite al 
veterinario decidir en qué casos está indicada la castración y en cuales no. Por 
ejemplo, la agresividad territorial, aunque más frecuente en los machos, no responde 
a la castración. 
 
En la hembra, la castración sólo está justificada si coincide con la llegada del 
celo o con la pseudogestación. De no ser así, la castración podría incluso 
incrementar su agresividad. 
 
Cuando se recomienda la castración para el tratamiento de un problema de 
comportamiento, resulta esencial explicar al propietario que sólo afectará a aquellas 
conductas sexualmente dimórficas y que su eficacia es variable. 
 
Socialización 
Como ya se ha dicho, el período de socialización, de las 3 alas 12 semanas de vida, 
es el más importante desde el punto de vista del comportamiento. Durante esta etapa 
el cachorro realiza el aprendizaje de reconocimiento de especie y adquiere las 
pautas básicas de conducta social. 
 
Muchos problemas de agresividad que presentan animales adultos, tienen su 
origen en un período de socialización deficiente. Desde un punto de vista práctico, 
encontramos con frecuencia dos situaciones: 
 
Falta de contacto con personas: 
Dará lugar a perros con problemas de agresividad y/o miedo. Suelen ser perros 
inestables emocionalmente, tímidos y más difíciles de controlar en determinadas 
situaciones. 
 
Falta de contacto con otros perros: 
Como resultado encontraremos perros que se muestran agresivos o temerosos, 
incapaces de jugar y de aparearse con otros perros. 
 
Los problemas de socialización son extremadamente difíciles de tratar, y por 
tanto la mejor forma de enfrentarse a ellos es previniendo su aparición. 
 
Señalar por último, que durante el período juvenil, desde las 12 semanas 
hasta la pubertad, debe continuarse la socialización. El aislamiento de un perro 
durante esta etapa podría conducir a una pérdida del aprendizaje adquirido durante 
el período de socialización. 
 
Aprendizaje 
En un problema de agresividad hacia personas u otros perros encontramos dos 
componentes de aprendizaje: 
 
Componente Pavloviano: 
A través de un condicionamiento clásico el perro aprende a reconocer las señales 
que preceden a la presentación del estímulo que provoca la agresividad. 
 
Componente instrumental: 
El perro, sobre todo si es de gran tamaño, aprende que la agresividad sirve para 
mantener alejado a aquel estímulo frente al que siente aversión. En este sentido, es 
importante tener en cuenta que ciertas conductas son reforzadas por el propietario e 
incluso de forma independiente por el propio perro. Un ejemplo de lo segundo es el 
llamado “perro de jardín”. Cuando una persona o perro se acerca a su territorio, el 
perro empieza a ladrar. La persona pasa por delante de la valla y acaba alejándose. 
La conclusión que saca el perro de ello es que gracias a sus ladridos la persona se 
ha alejado y, por tanto, la conducta se ve reforzada. 
 
Diagnóstico 
La categorización de un problema de agresividad hacia personas desconocidas u 
otros perros se basa, sobre todo, en determinar el blanco de los ataques y la postura 
corporal del perro durante los mismos. 
 
Agresividad hacia personas: 
Postura defensiva: agresividad por miedo. 
Postura ofensiva: agresividad territorial. 
 
Agresividad hacia otros perros: 
Sólo hacia perros del mismo sexo: agresividad intrasexual. 
Hacia machos y hembras: 
Postura defensiva: agresividad por miedo. 
Postura ofensiva: agresividad territorial. 
 
En ocasiones la secuencia de la agresividad puede verse alterada como ocurre en la 
agresividad por dominancia. En concreto, las señales de amenaza previas al ataque 
se reducen e incluso desaparecen por completo. Este hecho dificulta enormemente 
tanto el diagnóstico como el tratamiento del problema. 
 
Tratamiento 
El tratamiento de la agresividad extragrupal se basa en la modificación de conducta, 
que puede combinarse con la castración o el uso de medicación. 
 
Modificación de conducta 
Podemos dividirla en varias fases: 
1º Control del perro durante el paseo. 
2º Ejercicios de desensibilización y contracondicionamiento en la calle, con collar de 
control. 
 
3º Ejercicios de desensibilización y contracondicionamiento en casa del propietario, 
primero con y más tarde sin collar de control. 
 
Castración 
La castración sólo resulta efectiva para tratar la agresividad intrasexual. 
 
Medicación 
Indicada en aquellos casos donde la causa de la agresividad es el miedo. 
 
 
 
CONDUCTA SOCIAL Y PROBLEMAS DE AGRESIVIDAD DEL GATO 
 
DR. XAVIER MANTECA* 
DR. JAUME FATJO** 
 
*Universidad Autónoma de Barcelona 
**Hospital Veterinario. Universidad Autónoma de Barcelona 
 
1. La conducta social del gato. 
Los gatos son animales con un comportamiento social muy peculiar. En la 
naturaleza, adoptan una forma de vida solitaria, mientras que en el entorno 
doméstico llegan a ser animales gregarios y cariñosos. Sin embargo, el gato siempre 
conserva parte de su espíritu original de animal solitario y territorial. Tal vez por ello 
nos resulta más difícil entender su comportamiento. Mucho más que el de los perros 
que, como nosotros, son animales sociales en un cien por cien. 
 
El gato procede del gato montés africano, un animal de tendencia solitaria y 
territorial. Como hemos dicho, en el entorno doméstico los gatos no son tan estrictos 
como su pariente salvaje y acceden a compartir su territorio con las personas y con 
otros gatos. La tolerancia del gato doméstico se debe a dos motivos. En primer lugar 
el proceso de selección genética de los ejemplares más dóciles llevado a cabo por el 
hombre durante los más de 4500 años de domesticación. En segundo lugar, al 
proporcionar una fuente de alimento estable, conseguimos relajar la territorialidad del 
gato y favorecer su convivencia con otros miembros de su especie. 
 
Sin embargo, la tolerancia social del gato muchas veces se rompe y da lugar a 
la aparición de problemas de agresividad, que pueden dirigirse hacia las personas o, 
como en vuestro caso, hacia otro gato. Aunque el gato doméstico puede llegar a ser 
muy tolerante a la presencia de personas y otros gatos, debe quedar claro que 
todavía parte del espíritu solitario y territorial de su antepasado salvaje. 
 
El territorio 
En función de lo dicho, uno de los elementos más importantes para un gato es su 
familiaridad con el territorio y con las personas y animales que en él viven. En otras 
palabras, el gato debe sentir suyos el territorio y los gatos que lo frecuentan. 
 
La función del marcaje territorial es mantener la familiaridad del territorio y ello 
explica la gran tendencia de los gatos a manifestar esa conducta. Los gatos marcan 
su territorio de 3 formas diferentes. La más habitual es el marcaje facial. El gato frota 
sus mejillas contra objetos, personas y otros gatos, a los que impregna de unas 
sustancias denominadas feromonas. Las feromonas constituyen una verdadera 
marca de identidad del gato que las ha depositado. Así, cuando nuestro gato 
restriega su cara contra nuestras piernas, además de mostrar su afecto nos marca 
con su olor corporal único. 
 
 
La segunda forma de marcaje de los gatos es el que realizan con las garras. Además 
de para afilar sus uñas, los gatos depositan también feromonas cada vez que arañan 
el rascador o los muebles de la casa. 
 
Por último nos encontramos con el marcaje con orina, muy familiar para la 
mayoría de propietarios de gatos no castrados. De nuevo, la orina del gato contiene 
feromonas que son depositadas en los lugares marcados. 
 
La comprensión de importancia del marcaje para los gatos nos hace ver que 
su mundo se basa en gran medida en la percepción de señales olfatorias. Para los 
gatos, el olfato es un sentido de vital importancia por lo que se refiere a sus 
relaciones con las personas y con otros gatos. 
 
2. Problemas de agresividad. 
La agresividad es el segundo problema de conducta más frecuente del gato, después 
de la eliminación inadecuada. 
 
En primer lugar, debe descartarse la existencia de un problema orgánico en la 
aparición de un problema de agresividad. Por ejemplo, se ha descrito la aparición de 
conducta agresiva en gatos infectados por el virus de la inmunodeficiencia felina, 
durante la primera fase de la enfermedad. 
 
Además de la relacionada con una enfermedad, las principales categorías de 
agresividad felina son la territorial, la defensiva, la relacionada con el juego, la 
causada por un problema de socialización y la intrasexual. Todas las categorías 
descritas menos la última pueden dirigirse tanto hacia personas como hacia otros 
gatos. Finalmente, puede hablarse de la agresividad redirigida, en la que el gato 
redirige hacia un estímulo neutro una reacciónagresiva cuyo origen está relacionado 
con alguna de las categorías citadas anteriormente. 
 
Desde un punto de vista epidemiológico, los problemas de agresividad entre 
gatos son los que con mayor frecuencia son presentados al veterinario. Para 
resolverlos, puede plantearse un protocolo general de actuación que ofrece buenos 
resultados en una gran parte de estos problemas. 
 
Protocolo de tratamiento 
1º Determinar las posturas de los gatos implicados en el conflicto. La postura del gato 
durante los ataques determina si el gato puede ser medicado por el problema, y qué 
fármaco sería el más apropiado. En general, los gatos que muestran una postura 
defensiva son tratados con fármacos ansiolíticos, como la buspirona o los 
antidepresivos tricíclicos. Los gatos que muestran una postura corporal ofensiva, 
pueden ser tratados con fluoxetina o no recibir ningún tipo de medicación. 
 
2º Separar a los gatos en territorios distintos. Cada gato debe disponer en su zona de 
agua, comida y una bandeja individual. 
 
 
3º Mantener separados a los gatos e intercambiar los territorios de forma periódica. 
 
4º Frotar con la misma toalla a ambos gatos, siempre por separado, para que cada 
uno se familiarice con el olor del otro. 
 
5º Permitir el contacto entre ambos gatos, durante un corto período de tiempo que 
coincidirá con la administración de un alimento de alta palatabilidad. 
 
6º Aumentar de forma progresiva el tiempo en que ambos gatos permanecen en 
contacto. 
 
La duración del proceso es variable pero nunca suele ser inferior a las 6-8 
semanas. En ningún caso debe forzarse el contacto entre los gatos en conflicto. 
 
Recientemente se han introducido en el mercado análogos sintéticos de la 
feromona facial felina. En concreto, se encuentran comercializadas las fracciones F3 
(Feliway) y F4(Felifriend). De ellas, la fracción F4 parece ser la más efectiva para 
tratar problemas de agresividad. La aplicación de la feromona debería coincidir con el 
inicio del 5º paso del protocolo antes comentado. 
 
 
 
PROBLEMAS DE ELIMINACIÓN DEL GATO 
 
Se trata del motivo de queja más frecuente con relación a la conducta felina. 
 
1. Origen de los problemas de eliminación: 
No todos los problemas de eliminación se deben a las mismas causas. 
 
En general, podemos agruparlos en tres categorías principales: 
- Problemas médicos. 
- Problemas relacionados con el marcaje territorial. 
- Problemas relacionados con la bandeja y la arena. 
 
Problemas de tipo medico: 
Cualquier alteración que provoque malestar a la hora de orinar o defecar puede 
precipitar la aparición de un problema de eliminación. 
 
En consecuencia, antes de intentar cualquier otra aproximación, resulta 
imprescindible llevar a cabo un examen médico del animal. Dicho examen debería 
incluir al menos una exploración general y un análisis de orina. 
 
2. Marcaje con orina: 
Naturaleza del marcaje con orina 
Para poder entender la conducta de marcaje, debemos estar familiarizados con el 
sistema social felino, ya analizado en el apartado de problemas de agresividad. 
 
El gato doméstico muestra un complejo repertorio de señales comunicativas 
compuesto por 9 expresiones faciales diferentes, 16 posturas corporales, 8 llamadas 
sonoras distintas y hasta 3 tipos de marcaje olfatorio. 
 
El marcaje con orina es la forma básica de comunicación olfatoria. Este tipo de 
marcaje, conocido también como "spraying", consiste en la deposición de pequeñas 
cantidades de orina en distintos puntos, normalmente objetos verticales, de aquel 
que el gato considera su territorio. Las funciones del marcaje con orina son para el 
gato las siguientes: 
 
1) Informar de su presencia e identidad a otros gatos de la zona, hecho que ayuda a 
mantener definidos los respectivos territorios y a evitar encuentros directos que 
podrían acabar en una pelea. 
 
2) El marcaje con orina es llevado a cabo en ocasiones por la hembra en celo, como 
sistema para atraer la atención del macho. 
 
 
3) Aclimatar al animal a una determinada zona. A través de las marcas con orina, el 
gato confiere al entorno un olor característico y familiar. En este sentido es 
interesante destacar que el gato utiliza el marcaje para depositar su propio olor y no 
para cubrir el olor de otros gatos. 
 
De acuerdo con lo dicho, los gatos pueden mostrar una conducta de marcaje 
con orina por diversas razones, especialmente ante cambios en el entorno, ya sean 
físicos o sociales, por la proximidad de una hembra en el caso de los machos y 
durante el período de celo en el de las hembras. 
 
El marcaje con orina es pues una conducta natural del gato y, por lo tanto, su 
aparición debe considerarse totalmente normal. Sólo cuando el gato convive con 
personas y, en especial, cuando se ve forzado a ser un animal "de interior", la citada 
conducta se convierte en problemática. El olor desprendido por la orina, sobre todo 
del macho, es muy intenso, pudiendo además dañar las superficies donde es 
depositada. Por ello, resulta de vital importancia informar adecuadamente al 
propietario del gato acerca de este hecho. Aunque no soluciona directamente el 
problema, ayuda a mejorar su comprensión y ello reduce el grado de preocupación 
de los propietarios del gato. Un propietario bien informado aceptará mucho mejor el 
tratamiento y mostrará más paciencia que el que no lo está. 
 
Diagnostico del marcaje con orina 
En general, los gatos marcan asumiendo una postura característica 
que les permite expulsar la orina como si tratara de un "Spray" (Dicha pauta de 
conducta se denomina en inglés "Spraying"). El gato se coloca de espaldas a la zona 
que desean marcar, con la cola levantada y con las orejas ligeramente orientadas 
hacia atrás. Una vez asumida dicha posición la orina es proyectada hacia la 
superficie que se quiere señalizar. 
 
Sin embargo, no todas las conductas de marcaje ocurren en forma de 
"Spraying". Los gatos pueden marcar en otras posiciones y sobre objetos 
horizontales. Así pues, la ausencia de "Spraying" o la localización de las marcas en 
superficies horizontales no permite descartar un problema de marcaje. El diagnóstico 
de marcaje debe basarse en un análisis más profundo, tanto del entorno como de la 
conducta del gato. Sin perjuicio de lo dicho, ofrecemos a continuación cinco reglas 
prácticas que pueden ayudar a identificar un problema de marcaje: 
 
1) Puede considerarse marcaje aquella situación en la que un gato que no padece 
ningún problema médico deposita pequeñas cantidades de orina en diferentes 
localizaciones de la casa, ya sea sobre objetos verticales como sobre superficies 
horizontales. 
 
2) El animal continua depositando heces y orina en la bandeja. En este sentido, el 
gato raramente utiliza las heces como sistema de marcaje. Por lo tanto, si las heces 
también son depositadas fuera del lugar habitual, deberemos orientar el diagnóstico 
hacia un problema relacionado con la bandeja 
 
 
3) La aparición del marcaje coincide con alguna modificación del entorno del gato: 
llegada de un nuevo animal, cambios en el entorno físico, como sustitución de 
muebles, obras, pintura, etc. 
 
4) Presencia de varios gatos en la casa. Al tratarse de una conducta de 
comunicación, cuanto mayor es el número de gatos en la casa, mayor es la 
probabilidad de presentación de un problema de marcaje. 
 
5) La aparición del problema coincide con la llegada de la madurez sexual del gato. 
 
Tratamiento del marcaje territorial 
El tratamiento de cualquier problema de comportamiento, incluido el marcaje, debe 
concentrarse, no en sus síntomas, sino en los factores que predisponen al animal a 
mostrar una conducta determinada. En general, el marcaje con orina se relaciona 
con dos factores fundamentales: 
 
*La presencia de andrógenos en la sangre. La conducta de marcaje se considera 
sexualmente dimórfica, observándose con mayor frecuencia en machos enteros que 
en hembras y machos castrados. 
 
*La presencia de una reacción de estrés o ansiedad ante algúncambio o estímulo 
ambiental. 
 
En función de lo dicho, existen hoy en día 4 estrategias de tratamiento para los 
problemas de marcaje con orina: 
 
Castración 
Se trata del tratamiento de primera elección en el caso de machos no castrados. Su 
eficacia es cercana al 90%, aunque en la mayoría de los casos (75%) los resultados 
no son inmediatos y la conducta puede persistir durante semanas e incluso meses 
después de la intervención. La edad del animal cuando se realiza la castración no 
parece tener ningún efecto sobre su eficacia, ya sea antes o después de la pubertad. 
 
La ovariohisterectomía de la hembra reduce considerablemente la conducta 
de marcaje en la gata. 
 
Medicación 
La utilización de fármacos ansiolíticos es de gran utilidad en el tratamiento de 
aquellos casos de marcaje refractarios a la castración. El efecto ansiolítico de la 
medicación parece ser efectivo en la reducción del estrés asociado a muchas 
conductas de marcaje con orina. Entre los fármacos más comúnmente utilizados se 
encuentran las azapironas, en concreto la buspirona, los antidepresivos tricíclicos, 
entre ellos la amitriptilina y la clomipramina, y las benzodiacepinas, en especial el 
diazepan. 
 
La buspirona es todavía para muchos especialistas el fármaco de primera 
elección para gran parte de los especialistas en etología clínica. Sus efectos son 
altamente selectivos, no produce sedación y tiene un bajo perfil de efectos 
 
secundarios. Su precio, algo elevado, puede resultar su único punto débil en 
determinados casos. 
 
La amitriptilina y la clomipramina son las segundas opciones a tener en cuenta 
en el tratamiento de un problema de marcaje, si bien sus efectos secundarios 
parecen ser algo mayores. 
 
El diazepan posee una eficacia similar al tratamiento con buspirona, con un 
precio sensiblemente inferior. Sin embargo, en algunos animales puede inducir una 
ligera sedación y se han descrito casos de insuficiencia hepática aguda y reacciones 
paradójicas de excitación asociados a la utilización del fármaco. La utilización 
prolongada de diazepan puede causar dependencia, que se manifiesta por 
hiperactividad y ansiedad al interrumpir de forma brusca el tratamiento. 
 
Un estudio reciente indica que la fluoxetina parece un fármaco muy efectivo en 
el control de los problemas de marcaje del gato. 
 
Feromonas sintéticas 
Desde hace unos pocos años se han utilizado productos a base de feromona 
sintética felina para tratar problemas de marcaje con orina. El gato dispone de 
glándulas secretoras en diversas partes de su cuerpo, en especial en la cara, en la 
cola y en las almohadillas plantares. Cuando un gato restriega su cara o su cuerpo, 
por ejemplo, por la pata de una mesa, se encuentra realmente depositando marcas 
olfatorias (feromonas) con la posible intención de reafirmar su status social. Al 
parecer existe una relación entre el marcaje facial y el marcaje con orina en el gato. 
De ese modo, aquel lugar donde el animal ha depositado una marca facial, no 
volverá a ser marcado con orina. Partiendo de esta premisa, se ha sintetizado un 
producto a partir de la feromona facial felina. Dicho producto, comercializado en 
forma de pulverizador, debe ser aplicado sobre aquellas superficies que se desean 
proteger del marcaje. 
 
3. Problemas relacionados con la bandeja: 
Una vez descartado un problema médico o una conducta de marcaje, debemos 
orientar nuestra atención hacia la bandeja donde se supone que el gato debe hacer 
sus necesidades. 
 
En muchas ocasiones los gatos pueden tener dificultades para utilizar 
correctamente la bandeja, incluso aquellos que antes lo hacían correctamente. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAUSAS MAS FRECUENTES DE AVERSION A LA BANDEJA 
 
Relacionadas con el tipo de bandeja: 
 
- Bandejas cubiertas. En general, los gatos prefieren las bandejas 
convencionales, sin cobertura superior. 
- Bandejas muy viejas o inestables. 
 
Relacionadas con la tierra: 
 
- Arena perfumada. Los gatos suelen preferir la arena no perfumada. 
- Arena excesivamente fina o excesivamente gruesa. Los gatos prefieren las 
arenas de un tamaño medio. Entre todas ellas, las que forman aglomerados 
suelen ser las más aceptadas. 
 
Relacionadas con la localización: 
- Bandejas situadas en lugares de difícil acceso. 
- Bandejas situadas muy cerca de la comida, del agua o de la zona de descanso. 
 
 
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10 CONSEJOS GENERALES PARA EVITAR LOS PROBLEMAS DE ELIMINACION 
 
1º Para viviendas con más de un gato, colocar más de una bandeja. Algunos autores 
sugieren que el número ideal de estas es igual al número de gatos más una. 
2º Adquirir bandejas convencionales, del tipo abierto. 
3º Colocar las bandejas en lugares de fácil acceso, lejos de la comida y el agua y 
tranquilos, libres de motores y otros ruidos. 
4º Utilizar arena no perfumada, preferiblemente de la que forma aglomerados. 
5º Limpiar la bandeja cada día, eliminando la arena sucia. 
6º Reemplazar toda la arena al menos una vez por semana. 
7º Nunca castigar al gato si ha depositado orina o heces fuera de la zona deseada. 
 
...Si el gato ya presenta el problema 
8º Si el gato utiliza otros lugares, cubrirlos con plástico. 
9º Realizar pruebas aumentando el número de bandejas, cambiando su localización, 
utilizando otros tipos de arena e incrementando la frecuencia de limpieza. 
10º Paciencia. 
 
 
 
CONDUCTAS COMPULSIVAS Y ESTEREOTIPIAS DEL PERRO Y DEL 
GATO 
 
DR. XAVIER MANTECA* 
DR. JAUME FATJO** 
 
*Universidad Autónoma de Barcelona 
**Hospital Veterinario. Universidad Autónoma de Barcelona 
 
 
Una estereotipia se define como una conducta repetitiva, realizada de forma 
invariable y carente de función. 
 
Las estereotipias son problemas que interfieren, de forma en ocasiones muy 
marcada, en la conducta normal del animal y resultan además muy preocupantes 
para sus propietarios. En cualquier caso, la presencia de una estereotipia es siempre 
un síntoma importante, que debe ser tratado. 
 
Las estereotipias son problemas muy complejos, cuyo grado de comprensión 
por parte de la ciencia es todavía incompleto. El tratamiento de las estereotipias es 
complicado y en muchos casos frustrante, tanto para el propietario como para el 
veterinario. 
 
1. Presentaciones más frecuentes 
Las estereotipias en animales de compañía se presentan de formas muy diversas 
(Tablas 1 y 2). 
 
ESTEREOTIPIAS MAS FRECUENTES EN EL GATO 
 Descripción 
Alopecia psicógena Exceso de “grooming” que acaba 
provocando una alopecia, 
especialmente en la mitad posterior del 
cuerpo 
Síndrome de hiperestesia felina Movimiento de la piel del lomo y la cola 
acompañado o no de conducta 
agresiva. 
 
ESTEREOTIPIAS MAS FRECUENTES EN EL PERRO 
 Descripción 
Tail-chasing Persecución y/o mutilación de la cola 
Circling Andar en círculos 
Dermatitis acral por lamido Lesión por lamido, normalmente en la 
zona del carpo 
 
 
2. Etiología: 
 
Las estereotipias en pequeños animales se han relacionado con diferentes causas: 
 
1. Resultado de un problema orgánico 
Diversas estereotipias han sido relacionadas con problemas de tipo epiléptico, por 
ejemplo, en algunos casos de síndrome de hiperestesia felina. Así mismo cualquier 
proceso que curse con dolor o con una sensibilidad cutánea alterada puede ser 
responsable de la aparición de estereotipias, como en el caso de la cauda equina y el 
Tail-chasing en el perro. 
 
2. Alteraciones en el metabolismo de los opioides 
Muchas estereotipias han sido relacionadas con un metabolismo de los opioides 
endógenos alterado. Esta hipótesis es en parte respaldada por el hecho de que 
algunas estereotipias, tanto en el perro como en otras especies, responden a 
tratamientos con bloqueantes de los opioides, como la naloxona. 
 
3. Equivalentes del trastorno obsesivo compulsivo (OCD) en el ser humano 
Algunos especialistas sugieren que algunas estereotipias ambientales podrían tener 
un paralelismo con el trastorno obsesivo-compulsivo del ser humano (OCD). Por ello, 
muchas conductas

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