Vista previa del material en texto
49 La formación de los océanos y las costas la corteza terrestre que constituyen las actuales cuencas oceánicas, quedando los gases en la nueva atmósfera formada. Se cree que inicialmente no existieron moléculas libres de oxígeno, ya que al analizar sedimentos antiguos, aparecen minerales no estables en presencia de éste. Otras evidencias también sugieren que la abundancia de oxígeno libre en la atmósfera y en el agua, no apareció sino hasta la evolución de las plantas y el inicio del proceso de fotosíntesis. 1.3. ORIGEN DE LOS OCÉANOS En base a las diferentes teorías desarrolladas en torno al origen de la tierra, están enlazadas diversas teorías planteadas en cuanto al origen del océano. Como primera instancia, el enfriamiento de la superficie de la tierra provocó la condensación de vapor de agua y su acumulación en las depresiones de la superficie, dando origen al primer océano. A partir de estudios realizados, los geólogos han demostrado que en las grandes erupciones se envía a la atmosfera grandes cantidades de agua en forma de vapor que al enfriarse y condensarse en forma de lluvia va creando ríos, lagos y finalmente los océanos. Lo que permite suponer que la teoría planteada con respecto al origen de los océanos, es en definitiva, un proceso resultante de la actividad volcánica que produjo una atmosfera con altos contenidos de vapor de agua y dióxido de carbono. El agua de los grandes depósitos se evapora y se integra a la atmósfera en donde puede ser transportada a otros sitios por los vientos imperantes; se condensa y es precipitada nuevamente en forma de lluvia o nieve. El agua que ha caído se infiltra, evapora o corre por la superficie terrestre. Tanto el agua que se infiltra como la escorrentía superficial regresan nuevamente a los grandes depósitos. Las fuentes de energía que activan estos procesos son la energía solar y la gravedad. Las fuentes termales y los volcanes producen continuamente agua nueva (agua juvenil) en una proporción del 1 al 2% del total de agua expelida; el resto es agua infiltrada.