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CARACTERIZACIÓN Y COMPARACIÓN DE LA CRONOLOGIA DE LLEGADA DE 
LAS AVES MIGRATORIAS DE PRIMAVERA A ISLA FUERTE, EN EL CARIBE 
COLOMBIANO. 
 
 
 
 
 
IVÁN ALEJANDRO HIDALGO CASTELLANOS 
 
 
 
 
 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA 
FACULTAD DE CIENCIAS 
CARRERA DE BIOLOGÍA 
 
 
 
 
 
 
Bogotá, D. C. 
 
 
 
 
CARACTERIZACIÓN Y COMPARACIÓN DE LA CRONOLOGIA DE LLEGADA DE 
LAS AVES MIGRATORIAS DE PRIMAVERA A ISLA FUERTE, EN EL CARIBE 
COLOMBIANO. 
 
 
 
 
IVÁN ALEJANDRO HIDALGO CASTELLANOS 
 
 
 
APROBADO 
 
 
 
 
 
 
_______________________________ 
Concepción Puerta B. Ph.D. 
Decana facultad de ciencias 
 
______________________________ 
Andrea P. Forero R. Bióloga. 
Directora de carrera de biología 
 
 
 
 
 
 
 
CARACTERIZACIÓN Y COMPARACIÓN DE LA CRONOLOGIA DE LLEGADA DE 
LAS AVES MIGRATORIAS DE PRIMAVERA A ISLA FUERTE, EN EL CARIBE 
COLOMBIANO. 
 
 
 
 
 
IVÁN ALEJANDRO HIDALGO CASTELLANOS 
 
 
 
APROBADO 
 
 
 
 
 
____________________________________ 
Jorge Mario Hernández Plata, Biólogo. 
Director 
___________________________________ 
María Ángela Echeverry Galvis, Ph.D. 
Jurado 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Nota de advertencia 
 
 
 
 
 
Artículo 23 de la Resolución N° 13 de julio de 1946 
 
 
 
“La universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus 
trabajos de tesis. Solo velará porque no se publique nada contrario al dogma, a la moral católica y 
porque las tesis no contengan ataques personales contra persona alguna, antes bien se vea en ellas 
el anhelo de buscar la verdad y la justicia” 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mis padres, Iván y Nidya, a 
mi hermano German y a mi 
novia Diana, que han sido las 
personas que me dieron el 
apoyo para terminar este 
proyecto. 
 
 
 
 
Agradecimientos 
Este estudio se llevó a cabo gracias al apoyo de mis padres y Diana Villa quienes me dieron tanto su 
apoyo como recursos económicos y materiales para poder realizar el proyecto. La colaboración y 
orientación de los profesores Jorge Mario Hernández Plata y María Ángela Echeverry Galvis, que como 
director de trabajo de grado y jurado respectivamente, fueron importantes para llevar a cabo esta 
investigación. A todos los que de alguna otra manera ayudaron a que este proyecto se realizara. 
Finalmente a Dios por permitirme concluir este trabajo final y alcanzar mis metas. 
 
1 
 
Tabla de contenido 
1. Introducción........................................................................................................................................... 3 
2. Justificación y planteamiento del problema .......................................................................................... 6 
2.1. Planteamiento del problema .......................................................................................................... 6 
2.2. Pregunta de investigación .............................................................................................................. 7 
2.3. Justificación ................................................................................................................................... 7 
3. Marco teórico ........................................................................................................................................ 9 
3.1. Avifauna ........................................................................................................................................ 9 
3.2. Migración .................................................................................................................................... 10 
4. Objetivo ............................................................................................................................................... 14 
4.1. Objetivo general .......................................................................................................................... 14 
4.2. Objetivos específicos ................................................................................................................... 14 
5. Metodología y área de estudio ............................................................................................................. 14 
1.1. Área de estudio ............................................................................................................................ 14 
1.1.1. Clima ....................................................................................................................................... 15 
1.2. Métodos ....................................................................................................................................... 16 
1.2.1. Diseño de muestreo ................................................................................................................. 16 
1.2.2. Análisis de la información ....................................................................................................... 19 
1.2.2.1. Identificación de diferencias de sexos y edades .............................................................. 19 
1.2.2.2. Identificación de diferencias en los órdenes de llegada .................................................. 19 
1.2.2.3. Identificación de diferencias en la condición corporal .................................................... 20 
1.2.3. Revisión de literatura ............................................................................................................... 20 
6. Resultados ........................................................................................................................................... 21 
7. Discusión ............................................................................................................................................. 29 
8. Conclusiones ....................................................................................................................................... 37 
9. Bibliografía .......................................................................................................................................... 38 
Anexos ......................................................................................................................................................... 44 
Anexo 1 ................................................................................................................................................... 44 
Anexo 2. Formato de Capturas con redes de niebla ................................................................................ 45 
Anexo 3. Especies migratorias con registro fotográfico de Isla Fuerte. .................................................. 46 
 
2 
 
Lista de tablas 
 
TABLA 1. DESCRIPCIÓN DE LOS PUNTOS DONDE UBICARON LAS REDES. .................................................... 16 
TABLA 2. LISTADO DE ESPECIES OBSERVADAS EN LA ISLA CON SUS ABUNDANCIAS MÁXIMAS Y LAS 
FAMILIAS A LAS QUE PERTENECEN. ..................................................................................................... 22 
TABLA 3. ABUNDANCIAS DE CADA UNA DE LAS ESPECIES DURANTE CADA DÍA DE MUESTREO. ................ 23 
TABLA 4. ANÁLISIS DE PROPORCIONALIDAD PARA MACHOS, HEMBRAS, JUVENILES Y ADULTOS. SE 
MUESTRAN VALORES DE NÚMEROS DE INDIVIDUOS USADOS PARA LA COMPARACIÓN PARA EL SEXO 
(N DE SEXO) Y LA EDAD (N DE EDAD) CON SUS REPRESENTATIVOS VALORES DE SIGNIFICANCIA (P) 
PARA EL ANÁLISIS. ............................................................................................................................... 26 
TABLA 5. DIFERENCIAS POR COMPARACIONES PAREADAS ENTRE LOS ÓRDENES DE LLEGADA DE LAS 
MISMAS ESPECIES. ESPECIES QUE COMPARTEN LA MISMA LETRA NO TIENEN DIFERENCIAS 
SIGNIFICATIVAS ES DECIR SON PARTE DE UN MISMO GRUPO. .............................................................. 28 
TABLA6. DATOS DE ESPECIES MIGRATORIAS CAPTURADAS CON SUS RESPECTIVOS INDICIES DE CONDICIÓN 
CORPORAL. .......................................................................................................................................... 29 
 
Lista de figuras 
 
FIGURA 1. MAPA DE LOCALIZACIÓN GENERAL Y ÁREA MARÍTIMA Y TERRESTRE DE ISLA FUERTE. 
TOMADO DE GOOGLE EARTH EL 20 DE MAYO DE 2014. ...................................................................... 15 
FIGURA 2. CURVA DE ACUMULACIÓN DE ESPECIES, DONDE SE COMPARA LOS ESTIMADORES CON EL 
NÚMERO DE ESPECIES OBSERVADAS Y CAPTURADAS (ÁLVAREZ ET AL., 2004) EN EL NUESTROS A 
TRAVÉS DE LOS DIFERENTES ENSAYOS Y SU INTERVALO DE CONFIANZA. .......................................... 21 
FIGURA 3. ANÁLISIS DE SIMILARIDAD ENTRE LOS TRES PERIODO DE TIEMPO EN RELACIÓN A LAS ESPECIES 
PRESENTES EN CADA PERIODO. PERIODO 1 (20 MARZO-28 MARZO), PERIODO 2 (29 MARZO- 4 ABRIL) 
Y PERIODO 3 (5 ABRIL -12 ABRIL). ...................................................................................................... 25 
FIGURA 4. ANÁLISIS DE COMPONENTES PRINCIPALES, EL PERIODO 1 (20 MARZO-28 MARZO) ES 
REPRESENTADO A, EL PERIODO 2 (29 MARZO- 4 ABRIL) ES REPRESENTADO POR B Y PERIODO 3 (5 
ABRIL -12 ABRIL) POR C. LAS ABREVIATURAS DE LAS ESPECIES ESTÁN COMPUESTAS DE LAS DOS 
PRIMERAS LETRAS DEL GÉNERO Y LAS DOS DEL EPÍTETO ESPECÍFICO. ............................................... 25 
FIGURA 5. GRÁFICOS DE INDIVIDUOS POR CADA SEXO Y POR CADA EDAD A LO LARGO DE LOS DÍAS DE LAS 
ESPECIES REPRESENTATIVAS. A. INDIVIDUOS MACHOS Y HEMBRAS DE ARENARIA INTERPRES. B. 
INDIVIDUOS JUVENILES Y ADULTOS DE ARENARIA INTERPRES. C. INDIVIDUOS JUVENILES Y ADULTOS 
DE ACTITIS MACULARIA. D. INDIVIDUOS MACHOS Y HEMBRAS DE ANAS DISCORS. ........................... 27 
 
 
 
 
3 
 
Resumen 
Diversas investigaciones se han llevado acabo para tratar de entender como ocurre el proceso de 
migración. Actualmente parte de los estudios se concentran en caracterizar patrones de 
movimiento que permiten encontrar causas de los cambios poblacionales, uno de estos patrones 
es el orden de llegada de las diferentes especies a los sitios de recarga energética. La información 
obtenida de estos estudios tiene implicaciones importantes al momento de plantear planes de 
conservación y uso del suelo porque permite su correcta formulación. No obstante, estudios sobre 
estos patrones se han concentrado en el continente, causando que nos falte información en zonas 
insulares como es el caso de Isla Fuerte, Colombia. Por ello el objetivo de esta investigación es 
Caracterizar y comparar la cronología de llegada que presenten las especies de aves migratorias 
boreales teniendo en cuenta, sexo, edad y condición corporal durante la primavera del 2014 a Isla 
Fuerte. Para esto se hizo un muestreo en Isla Fuerte, por censos acústicos y visuales. A su vez se 
capturaron individuos con redes de niebla y se registraron sus datos. A partir de estos datos se 
efectuaron pruebas estadísticas para identificar si las diferencias eran significativas. Se 
encontraron diferencias significativas entre sexos de Anas discors y entre edades de Actitis 
macularia. Adicionalmente se encontraron diferencias en los órdenes de llegada de las distintas 
especies, en las cuales Protonotaria citrea y Actitis macularia solo fueron registradas al inicio del 
muestreo, en cambio Pheucticus ludovicianus, Tringa solitaria, Tringa flavipes, Setophaga 
ruticilla, hembras de Anas discors y Butorides virescens se registraron a la parte final del 
muestreo. Para concluir se detectaron ordenes de llegada diferentes para las variables estudiadas, 
no obstante es necesario que el muestreo se repita a través de las estaciones y los años para 
identificar tendencias más sólidas. 
 
1. Introducción 
El proceso migratorio es el evento que ocupa gran parte del ciclo de vida de las aves que tienen la 
habilidad para desarrollar esta actividad (Gill, 2007). Cada año miles de millones de aves realizan 
un desplazamiento masivo desde el norte del continente, pasando por el mar Caribe, el Océano 
Pacífico o por Centro América para llegar a zonas tropicales en el sur, este desplazamiento es 
conocido como migración latitudinal boreal incluyéndose su viaje de regreso (Naranjo et al., 
2012). En los últimos años se ha venido observando una reducción considerable del tamaño 
4 
 
poblacional de algunas especies que realizan este proceso (Newton, 2008; Norris et al., 2004; 
Yong et al., 1998), y se han aumentado las investigaciones que tienen como fin entender cómo se 
lleva a cabo este evento dentro del ciclo de vida de las aves y cuáles son las causas de sus 
cambios poblacionales (Donovan et al., 2002), ya que esto podría aportar información clave para 
la correcta planeación de estrategias para su conservación y la planeación del uso del suelo en 
zonas del continente que sean consideradas de importancia para albergarlas durante su viaje. 
No todas las especies migran de la misma forma, algunas pueden realizar viajes de larga distancia 
y otras no (Gill, 2007) viéndose obligadas a detenerse en sitios específicos llamados sitios de 
parada, en los cuales las especies de aves que no pueden acumular reservas de grasa suficientes 
para un vuelo continuo, toman un descanso y se recuperan energéticamente (recuperan reservas 
de grasa y peso), para poder continuar su desplazamiento (Ma et al., 2013). Ciertas especies 
presentan un patrón de migración diferencial en cuanto a órdenes de llegada a dichos sitios de 
parada, algunos machos por ejemplo migran antes que las hembras en su viaje de retorno para 
llegar primero a sus territorios de reproducción, mientras que en otros casos las hembras se 
detectan más tempranamente en éstas áreas debido a que son ellas quienes llegan primero 
(Stewart et al., 2002). Durante estos momentos de parada pueden observarse otras variaciones a 
nivel inter e intra específico que están relacionadas con el tiempo de permanencia en estas zonas 
y la velocidad con que generan nuevas reservas de grasa (Morris et al., 1996). 
De esta manera cobra relevancia llevar a cabo estudios en este ámbito, ya que estos contribuyen 
al entendimiento de posibles causas de los cambios poblacionales de las aves migratorias. Esto 
debido a que podrían arrojar información que está relacionada con el éxito reproductivo de los 
organismos (Smith y Moore, 2003), como lo es la condición energética y corporal en la que 
llegan a sus sitios reproductivos y de invernada, así como datos que permitan calcular tasas de 
supervivencia. También permiten evaluar las interacciones que tiene los individuos dentro de su 
misma especie y con otras especies, lo cual implica que existan relaciones con efectos en las 
reducciones poblacionales. Un ejemplo de esto son las relaciones de dominancia entre sexos de 
una misma especie, en las que se pueden evidenciar una segregación de los individuos juveniles 
menos dominantes a ambientes más inhóspitos, causando diferentes distribuciones latitudinales y 
que estas aves tarden más en generar reservas de grasa. Como consecuencia, en los planes de 
conservación se tendrían que aplicar las estrategias correspondientes, no solo en una zona de 
5 
 
llegada sino en zonas de parada y posiblemente en diferentes hábitats (Cristol et al., 1999; 
Newton, 2008). 
Estudios relacionando procesos de migración, se han concentrado más en las zonas continentales, 
ocasionando un déficit de información en las áreas insulares Caribeñas (Morris et al., 1996). Así 
se hace necesaria la realización de investigaciones en estas zonas, debido a que al quedar 
ubicadas en rutas migratorias en el mar caribe y gracias a las condiciones que estas pueden tener, 
logran ser sitios de paradas potenciales que nos ayudarían a entender más a fondo la migración. 
Este es el caso del Caribe colombiano (Bayly et al., 2011; Gómez y Bayly, 2011), donde en islascomo Isla Fuerte, una isla perteneciente al archipiélago de San Bernardo, los trabajos han sido 
pocos y esporádicos (Camacho-Forero, 2007; Estela, 2006), centrándose en la descripción 
general de la avifauna. Por ello, el objetivo de este estudio es caracterizar y comparar la 
cronología de llegada que presenten las especies de aves migratorias boreales teniendo en cuenta, 
sexo, edad y condición corporal durante la primavera del 2014 a Isla Fuerte. 
Para dar cumplimiento a este objetivo se emplearon transectos de observación que fueron 
distribuidos en 4 estaciones de muestreo, se ubicaron 2 transectos por estación y se registraron los 
individuos avistados en los formatos de campo correspondientes, esto se hizo todos los días 
durante 25 días. Para la visualización de estos individuos se usó binoculares Nikon y una cámara 
Canon. Asimismo, se realizaron capturas con redes de nieblas marca Ecotone, esto se realizó por 
24 días durante la primera fase de la migración de primavera (21 marzo-16 abril). A los 
individuos capturados se les tomo medidas morfométricas, se tomaron registros del peso, la edad, 
el sexo, la condición muscular y la grasa almacenada en la fúrcula. Posteriormente se hizo el 
análisis de comparación entre sexos, edades, y especies en la cual se utilizó la prueba de Kruskal-
Wallis porque no se cumplieron los supuestos de homogeneidad de varianza y normalidad. Para 
la condición corporal no se realizó comparación debido a las pocas capturas obtenidas. 
Los resultados obtenidos muestran patrones diferenciales en los órdenes de llegada y en las 
proporciones por sexo y edad en algunas especies, Como Actitis macularia, Anas discors, Icterus 
galbula, Piranga olivacea, Mniotilta varia y Arenaria interpres. En cuanto a los órdenes de 
llegada especies como Calidris minutilla y Protonotaria citrea tuvieron ordenes de llegada a la 
isla significativamente diferentes a Tringa flavipes, Tringa solitaria, Setophaga ruticilla, 
6 
 
Butorides virescens, Pheucticus ludovicianus y las hembras de Anas discors. Estas últimas 
estuvieron presentes hacia los últimos días del muestro a diferencia de las primeras. Para el resto 
de las especies tuvieron un tiempo de permanencia y un orden de llegada muy similar, en los 
casos de Numenius phaeopus y Arenaria interpres estos estuvieron presenten durante casi todo el 
muestreo. 
2. Justificación y planteamiento del problema 
2.1. Planteamiento del problema 
Los estudios sobre migración de aves han sido objeto de interés para el ser humano desde hace 
varios siglos (Barrington, 1772; Catesby, 1746; Derham, 1708). En sus inicios los estudios 
relacionados con este tema se enfocaron en la identificación del proceso en algunas localidades y 
se estudiaron periodos de aparición y desaparición de algunas especies particulares. Estudios 
como estos y otros desarrollados en los siglos XIX y XX enfocadas al entendimiento del 
fenómeno de la migración (Bairlein, 1985; Cooke, 1905; Curtis, 1932; Francis y Cooke, 1986; 
Robbins et al., 1989; S. M., 1810) fueron el punto de partida para desarrollar estrategias de 
conservación local y regional (Donovan et al., 2002). En términos de conservación a escala 
global es necesario entender la importancia que tienen algunas áreas que son usadas por las aves 
migratorias para realizar paradas durante sus desplazamientos en ambas estaciones (otoño y 
primavera), las cuales sirven como zonas de recarga energética para que los individuos se 
repongan y/o generen reservas de energía corporal en forma de grasa (Horton y Morris, 2012), 
especialmente cuando se trata de especies de tamaño pequeño como reinitas, tiranos y playeros 
(Gill, 2007). 
Los estudios de este fenómeno han estado enfocados a zonas continentales causando que exista 
un déficit de información en zonas insulares (Bayly et al., 2011; Morris et al., 1996). El caso del 
caribe colombiano es un ejemplo claro de esta situación, debido a que pueden encontrarse 
algunos estudios puntuales como Estela y López-Victoria (2005) o el de organizaciones como 
Calidris o Selva que han desarrollado investigaciones puntuales en torno al fenómeno migratorio 
de algunas zonas como el tapón del Darién y la sierra nevada de Santa Marta (Bayly et al., 2011; 
Gómez y Bayly, 2011) pero los estudios específicos de las zonas insulares son escasos 
(Camacho-Forero, 2007; Estela, 2006). 
7 
 
En general se desconoce como las aves podrían usar áreas insulares como fuentes de recarga 
energética, zonas de refugio o simplemente como sitios de paso obligado en las rutas migratorias. 
Adicionalmente, es importante conocer como son los órdenes de llegada, tiempos de 
permanencia, el estado de salud de los individuos e incluso las diferencias en los tiempos de 
aparición teniendo en cuenta el sexo, las edades y las especies (Cohen et al., 2012). La condición 
energética y corporal de llegada de estos organismos a los sitios de parda es desconocida en las 
zonas insulares colombianas por lo que no es posible actualmente establecer cuál es la 
importancia que tienen los ecosistemas presentes en estas zonas para la supervivencia de éste 
grupo de aves. Esta información permitiría pronosticar el estado en que llegan estos organismos a 
los sitios de reproducción e invernada, hecho que está relacionado directamente con las 
variaciones en el éxito reproductivo y la tasa de supervivencia de las especies migratorias (Smith 
y Moore, 2003; Webster et al., 2002), el cual aportará al conocimiento de sus ciclos de vida y a la 
explicación de sus variaciones poblacionales (Donovan et al., 2002). 
El entendimiento de este fenómeno en zonas insulares de Colombia podría contribuir a la 
definición de áreas importantes para la conservación del caribe colombiano y sería un insumo 
para tomar decisiones en la planeación y ordenamiento del territorio de las islas colombianas las 
cuales en la actualidad están siendo fuertemente afectadas. 
2.2. Pregunta de investigación 
¿Los machos, las hembras y los juveniles de especies migratorias identificados en la migración de 
primavera en Isla Fuerte presentan diferencias en la cronología de llegada y su condición 
corporal? 
2.3. Justificación 
Estudios de este tipo aportan información valiosa, porque si se entiende como es el 
comportamiento de estos organismos en sitios de parada, a su vez se puede entender las causas 
potenciales de los cambios poblacionales, debido a que lo ocurrido en estas zonas afecta 
directamente a las demás. Por ejemplo, Marra (2000) demuestra como en Setophaga ruticilla se 
producen patrones de segregación espacial por sexo donde las hembras siempre tienden a ocupar 
los manglares. Si ocurriera una reducción de estas zonas, las hembras se verían afectadas y no 
podrían recuperar sus reservas de grasa correctamente o no lo harían del todo, y como 
8 
 
consecuencia habría menor tasa de fecundidad en épocas reproductivas para la población que usa 
la zona afectada. 
Otro caso similar es el estudiado por Morris et al. (1996) y Yong et al., (1998), donde sus 
estudios demuestran como hembras en migración de primavera tienden a recuperar las reservas 
de grasa más lentamente y se demoran más en llegar a los sitios reproductivos. Si no existen 
sitios con una buena calidad o son reducidas las áreas propicias para recuperarse, la nidada será 
más reducida y por consiguiente se afectaran las poblaciones; sin dejar de lado que en estas 
características de historia de vida también influyen los factores climáticos como el fenómeno del 
Niño y la Niña (Donovan et al., 2002). Adicionalmente, Bauchinger et al., (2008) obtuvieron 
resultados que mostraban que en condiciones desfavorables los machos de la especie Sylvia borin 
tenían dos formas de responder, la primera es sacrificar el desarrollo de las gónadas de forma que 
llegaban a los sitios reproductivos sin estar listos para reproducirse; y la segunda era demorar el 
tiempo de parada sin retrasarel desarrollo de las gónadas. Ambos casos pueden conllevar a que el 
éxito reproductivo durante la temporada se vea afectado. 
El presente estudio a su vez se traduce en conocimiento que permitiría a todos los interesados o 
implicados en la conservación de las aves migratorias, y a quienes manejan la tierra poder 
realizar mejores planes de conservación, esquemas de ordenamiento territorial y uso del suelo al 
identificar sitios importantes para estos organismos o factores que influyen en el “fitness” de 
estos organismos como lo es el éxito reproductivo de estos organismos. 
El conocimiento generado por esta investigación iría acorde con el primer objetivo de la 
“Estrategia nacional para la conservación de aves de Colombia”, que tiene como una de sus 
metas, aumentar la información sobre la biología de las aves dentro de las cuales se incluyen las 
migratorias (Renjifo et al., 2000), a su vez iría acorde con el primer objetivo del “Plan nacional 
de las especies migratorias”, en el cual se plantea aumentar la información disponible de las 
poblaciones migratorias en Colombia (Naranjo y Amaya, 2009; Naranjo et al., 2012). Esto 
debido a que el presente estudio aporta información acerca de la biología de distintas aves 
migratorias, necesaria para el correcto planteamiento de planes de conservación y uso del suelo, 
que al mismo tiempo podría ser utilizada como aporte para ayudar a delimitar áreas importantes 
para la conservación en la isla. 
9 
 
Estas áreas importantes para la conservación se definen como lugares en donde hay una alta 
diversidad de especies migratorias, a su vez tienen una alta oferta de alimentos, lo que permite 
mantener comunidades de aves, y que las aves generen reservas energéticas (Donovan et al., 
2002). Dado estas condiciones favorables, estas reservas energéticas se generaran más 
rápidamente, por consiguiente se podrá culminar su proceso migratorio satisfactoriamente. Como 
consecuencia las aves llegaran en buen estado a los sitios reproductivos, lo que se traduce en una 
buena nidada y en la mitigación de la disminución de las poblaciones de aves migratorias (Smith 
y Moore, 2003). 
Por ultimo, no existen estudios a profundidad en la zona insular del caribe colombiano, de este 
modo no se tiene información sobre los patrones de movimiento en sitios de parada de la región 
insular. Este es el caso de Isla fuerte, la cual es una zona con diferentes coberturas vegetales 
(Camacho-Forero, 2007) lo que podría contribuir a que las aves migratorias lo usen como un sitio 
de parada potencial. No obstante, en dicho lugar los estudios de la fauna están asociados más que 
todo al medio marino y algunos estudios de las aves terrestres en la isla (Estela, 2006), asimismo 
los estudios de las poblaciones de aves migratorias han sido pocos, pues con lo que se cuenta es 
con una caracterización de aves migratorias que se han avistado en la isla. 
3. Marco teórico 
 
3.1. Avifauna 
Las aves son uno de los grupos taxonómicos más diversificados en el mundo, con poblaciones de 
diferentes especies que se encuentran en todos los continentes (Gill, 2007; Scott, 2010). En este 
grupo existen aproximadamente unas 10,000 especies, número que varía según la clasificación 
taxonómica que se emplee. Colombia es el país que tiene la diversidad de aves más grande del 
mundo con una diversidad que supera las 1900 especies, de las cuales aproximadamente 275 
tienen comportamientos migratorios, de estas 154 son migratorias que vienen desde el norte, 23 
son migratorias que vienen desde el sur y 25 son aves marinas migratorias pelágicas, estas 
últimas se desplazan grandes distancias a veces sin tocar la costa (Naranjo et al., 2012). 
Las aves presentan una alta tasa metabólica que les permite tener una temperatura corporal 
elevada (40°C) (Newton, 2008), esto se traduce en una velocidad de contracción de los músculos 
10 
 
y una respuesta más rápida del sistema nervioso (Gill, 2007). Pero más importante que esto, es 
que esta alta tasa metabólica junto con el metabolismo de las fibras musculares les permite tener 
una resistencia muscular más alta, logrando así volar por horas sin quedar exhaustos (Gill, 2007; 
Ramenofsky et al., 2012). No obstante, esa alta tasa metabólica requiere un gasto energético alto 
que se traduce en adaptaciones especiales en la anatomía interna y la fisiología. Una de estas 
modificaciones es el aumento de la eficiencia de sus sistemas digestivos que les permiten 
transformar rápidamente gran parte de los nutrientes que consumen en energía (McWilliams et 
al., 2004). Otra modificación, es su mayor capacidad para mantener el metabolismo aeróbico 
gracias a los sacos aéreos que les permiten usar de manera más eficiente el oxígeno presente en el 
aire que respiran, en comparación con otros vertebrados (Scott, 2010). Adicionalmente, las aves 
tienen una alta eficiencia en la transformación de la energía en potencia muscular; un ejemplo de 
esto es Setophaga striata que según los cálculos si utilizara gasolina en lugar de grasa como 
combustible podría volar 720,000 Km con un galón de gasolina (Gill, 2007). 
Estas adaptaciones son importantes para las aves que realizan vuelos largos, en especial las aves 
migratorias que tienen que recorrer grandes distancias. Un ejemplo de estas son los playeros 
como Limosa lapponica, de los cuales hay evidencia que cruzan una distancia de 11,000 Km 
desde Alaska hasta Nueva Zelanda en un solo viaje y sin realizar ninguna parada (Gill et al., 
2005). Este hecho causa que estos organismos tengan que aumentar la ingestiones de alimentos 
(hiperfagia) para poder generar grandes reservas de grasa y proteína, que les servirán de 
combustible para poder realizar su viaje (McWilliams et al., 2004). 
Sin embargo, no todas las aves migratorias pueden realizar estos vuelos tan largos, por lo que 
tienen que llegar a sitios específicos para poder generar nuevas reservas de grasa, de esta manera 
continuar con sus desplazamientos (Ma et al., 2013; Yosef y Wineman, 2010). De este forma las 
reservas de grasa como una medida de la condición energética y corporal de los individuos 
pueden indicar cuál es la calidad del sitio de parada (Horton y Morris, 2012). 
 
3.2. Migración 
La migración latitudinal es el evento que ocupa la mayor parte del tiempo en el ciclo anual de 
muchas aves, cada año en Colombia pasan unos 800 millones de individuos (Bayly et al., 2011). 
11 
 
Este proceso migratorio puede ser tanto local como global. Sin embargo, a diferencia de un 
movimiento errante-nómada, las migraciones son ciclos estacionales de salidas y llegadas 
definidos por variaciones en fotoperiodo y abundancia de alimentos. Estos a su vez causan 
cambios fisiológicos en el ciclo gonadal, la expresión genética y las hormonas de estos 
organismos, lo que terminaran desencadenando comportamientos migratorios (Gill, 2007; Scott, 
2010; Styrsky et al., 2004). 
 
Para el caso de la migración global se presentan dos tipos de migración la boreal y la austral, la 
primera se da cuando las aves del hemisferio norte migran hacia las zonas tropicales y 
subtropicales al sur. La segunda por el contrario se da cuando las aves del hemisferio sur migran 
hacia las zonas tropicales y subtropicales al norte (Stiles, 2004). Ambas dependen de los ciclos 
estacionales. La migración boreal inicia en el otoño desde mediados de septiembre hasta finales 
de noviembre, termina en primavera desde mediados de marzo hasta mediados de mayo, a si se 
completa el ciclo donde en el inicio las aves vienen a las zonas de invernada y al final regresan a 
sus áreas reproductivas (Bayly et al., 2011). 
 
Muchos estudios durante el siglo pasado se enfocaron en describir las rutas principales de la 
migración boreal, caracterizando tres rutas de entrada a Suramérica (Butler et al., 1996; Cooke, 
1905; Iverson et al., 1996; Lincoln, 1999). La primera se da por la parte continental, donde lasaves bajan por Centro América y entran a Sudamérica por Colombia dispersándose en las zonas 
tropicales y subtropicales. La segunda se da por mar abierto donde hacen paradas en las islas que 
encuentran en el camino y bajan hasta llegar al continente para después dispersarse. Por último, 
está la ruta de las Antillas mayores donde las aves se deslazan por las islas, que forman una 
especie de corredor hasta las Antillas menores, de esta manera llegan a Venezuela para 
finalmente dispersarse por Sudamérica (Gill, 2007; Rubenstein et al., 2002). 
 
Estas rutas generales a su vez se dividen en una alta diversidad de subrutas que las aves usan para 
ir a las zonas donde pasan las estaciones de invierno y verano de las zonas reproductivas (Gill, 
2007). Esta diversidad subrutas pueden estar relacionadas con la colonización de nuevas zonas o 
la búsqueda de alimentos de poblaciones ancestrales no migrantes, que con el paso del tiempo 
fueron expandiendo sus rangos de forrajeo y terminaron viajando grandes distancias. Esto en 
12 
 
ultimas pudo contribuir a la evolución de comportamientos migratorios en la población, los 
cuales serían diferentes dependiendo de los requerimientos ecológicos de cada especie (Levey y 
Stiles, 1992). Lo que en últimas pudo causar que poblaciones tengan rutas y sitios de llegada 
diferentes. 
 
Estudios que abarcan el tema de cómo se orientan las aves migratorias han arrojado evidencia de 
que estos organismos usan los campos magnéticos de la tierra para navegar mientras se desplazan 
por rutas migratorias (Zink, 2011), también se ha encontrado que usan la posición del sol como 
un compás para poder navegar durante el día y la de las estrellas para hacerlo en la noche (Scott, 
2010). Estas estrategias de navegación y la evolución de la población han hecho que pasen por 
los mismos sitios en repetidas ocasiones con una alta precisión. Lo que hace que paren en puntos 
específicos durante el camino, conocidos como sitios de parada (Ma et al., 2013; Suomala et al., 
2012). Estos son puntos importantes para las aves migratorias al permitir que generen nuevas 
reservas de grasa y se repongan para continuar su viaje, ya que la migración requiere de un 
esfuerzo físico alto con un alto gasto energético (Smith y Moore, 2003). 
 
Las paradas en los sitios de recarga energética varían en su duración, esto depende de la calidad 
del sitio de parada, de la edad, del sexo y de la especie (Bairlein, 1985; Schaub y Jenni, 2001; 
Winker et al., 1992). Cada una de estas variables hace que el tiempo que gasta un organismo en 
recuperar sus reservas de grasa sea mayor o menor. Por ello el sexo la edad y la especie de los 
individuos repercuten en la duración de la estadía en los sitios de parada porque entre más rápido 
generen reservas de grasa más rápido podrán irse de estos sitios (Morris et al., 1996; Schaub y 
Jenni, 2001). Trabajos de investigación realizados por Morris et al. (1996) y Yong et al. (1998) 
en la migración boreal aportan evidencia para suponer que las aves jóvenes tienden a tener 
paradas más largas en la migración de otoño, ya que tienen menos experiencia. Esta inexperiencia 
puede generar tanto, efectos negativos cuando lleguen al sitio de invernada como la muerte de 
estos individuos. 
 
De igual forma en la migración de primavera muchas especies de paseriformes en las cuales los 
machos presentan un comportamiento territorial o dominante, las hembras se demoran más en 
llegar a los sitios reproductivos que los machos (Francis y Cooke, 1986; Stewart et al., 2002), por 
13 
 
el contrario en especies en las cuales las hembras son las que tienen un comportamiento 
dominante, las hembras son las que llegan primero (Oring y Lank, 1982). En contraste se ha 
encontrado que especies que forman una pareja para toda la vida o la buscan antes de comenzar la 
migración de primavera, los sexos tienden a llegar al mismo tiempo (Francis y Cooke, 1986). 
 
Esto puede deberse a que para el sexo dominante hay cierto beneficio en llegar primero porque 
pueden llegar y recuperar la energía, por lo tanto mantener un mejor territorio; en cambio si estos 
individuos llegan después no tienen la suficiente energía para competir por los mejores territorios 
(Oring y Lank, 1982; Webster et al., 2002). Por otro lado las especies de aves migratorias tienen 
diferentes estrategias cuando migran, lo que influye en el tiempo de parada y en el orden en el 
que llegan a estos sitios (Balbontín et al., 2009; Gill, 2007; Woodrey y Chandler, 1997). 
 
Estudios como estos se han enfocado tanto en áreas de reproducción como de invernada, pero se 
tiene poca información sobre los sitios de parada en el mar, como las islas cercanas a la costa. De 
esta manera se hace necesario tener información de la biología de estos organismos en estos sitios 
porque lo que ocurre allí tiene consecuencias en los demás (Webster et al., 2002). 
 
Las islas del caribe son de vital importancia para algunas aves migratorias ya que son sitios de 
parada potenciales, como es el caso de las islas del caribe colombiano que tienen unas 
condiciones y ecosistemas (ej. bosques de manglar, pastizales, bosques secos, playas, etc.) que 
ayudan a mantener a las poblaciones de migrantes. Un ejemplo de esto son los manglares de las 
islas que debido a su diversidad y sus condiciones naturales son ecosistemas que proveen de 
alimento a las aves migratorias como los reinitas que usan los bosques de manglar como sitios de 
parada para poder recargar su energía (Lefebvre y Poulin, 1996). Adicionalmente las islas del 
caribe también permiten el establecimiento de especies migratorias marinas no pelágicas como 
los playeros que aprovechas las zonas inundables generadas por los manglares y el relieve para 
recuperar reservas de grasa (Placyk Jr. y Harrington, 2004). 
14 
 
4. Objetivo 
4.1. Objetivo general 
Caracterizar y comparar la cronología de llegada que presenten las especies de aves migratorias 
boreales teniendo en cuenta, sexo, edad y condición corporal durante la primavera del 2014 a Isla 
Fuerte. 
4.2. Objetivos específicos 
 Caracterizar la avifauna migratoria presente en isla Fuerte durante el periodo de estudio. 
 Identificar el tiempo de permanencia aproximado de las especies migratorias que llegan a 
Isla Fuerte durante la migración de primavera. 
 Identificar si existen diferencias en la cronología de llega a la isla de las especies, 
teniendo en cuenta su sexo, edad y condición corporal. 
5. Metodología y área de estudio 
1.1. Área de estudio 
Isla Fuerte es una plataforma calcárea de origen coralino, la cual tiene una superficie de 12Km
2
, 
de los cuales solo 2.4Km
2
 se encuentran elevados sobre el nivel del mar (Fig. 1). Está localizada 
a 11Km de la línea de costa del departamento de Córdoba en 9° 23’ N y 76° 11’O. Esta isla es 
próxima a un cordón discontinuo de islas y bajos denominado el archipiélago de San Bernardo. 
Esta zona está conformada por diversas coberturas de las cuales las principales son bosque de 
manglar, que se encuentra en su mayoría en la parte norte de la isla, cultivo de coco y el pastizal 
(Camacho-Forero, 2007). 
15 
 
 
Figura 1. Mapa de localización general y área marítima y terrestre de isla Fuerte. Tomado de Google Earth el 20 de 
mayo de 2014. 
1.1.1. Clima 
El clima de la región conserva los rasgos generales del caribe colombiano con periodos de 
sequias de enero a abril, de lluvias intensas de agosto a noviembre y de transición en los demás 
meses del año. La precipitación anual en los meses de sequía de 5 a 50mm aprox, donde los 
meses finales de esta época fueron muestreados por el presente estudio. El mes de febrero es el 
que tiene el menor valor de precipitación y el mes de abril el de mayor al ser el periodo en el cual 
finaliza el verano. Este régimen de precipitaciones está controlado por la incidencia de los vientos 
alisios, de manera que en el verano predominanlos vientos que provienen del noreste y en el 
invierno predominan los que vienen del sureste. La temperatura promedio de la región es de 
27.5° C. El mes más caluroso es el de abril con un promedio de 28.3° C, y el más frio es octubre 
con un promedio de 27°C. La humedad relativa promedio es de 83% (Camacho-Forero, 2007). 
 
16 
 
1.2. Métodos 
1.2.1. Diseño de muestreo 
 
Se definieron cuatro estaciones de muestreo para la captura y observación de aves migratorias, 
teniendo en cuenta los tipos de cobertura vegetal presentes en cada una de ellas y la distribución 
espacial de las mismas con el fin de cubrir la mayor cantidad de área posible durante cada jornada 
de trabajo (Tabla 1). 
Tabla 1. Descripción de los puntos donde ubicaron las redes. 
Estación 1 
 
Observaciones: Las coberturas en los 2 transectos seleccionados se caracterizaron por presentar 
relictos de bosque seco, bosques de manglar, cocotales, lagunas y cultivos mixtos de plátano y 
mango. 
Capturas: las redes se instalaron en zonas de borde de cultivos mixtos (coco y plátano), bosque 
de manglar (Laguncularia racemosa y Conocarpus erectus) de 3 m -5 m y áreas con presencia 
de helechos (Acrostichum aureum) de 2 m. 
 
Estación 2 
 
Observaciones: Las coberturas en los 2 transectos seleccionados se caracterizaron por presentar 
bosques de manglar, cocotales, lagunas y litoral arenoso. 
17 
 
Capturas: Las redes se instalaron en zonas de borde de cultivos de coco con relicto talado y 
bosques de manglar (Laguncularia racemosa y Conocarpus erectus) de 2 m -4 m. 
 
Estación 3 
 
 
Observaciones: Las coberturas en los 2 transectos seleccionados se caracterizaron por presentar 
bosques de manglar, lagunas, cultivos (plátano, mango y coco) y pastizales. 
Capturas: Las redes se instalaron en zonas de borde de coberturas de cocotal y bosques de 
manglar de 3 m - 10 m. 
Estación 4 
 
Observaciones: Las coberturas en los 2 transectos seleccionados se caracterizaron por presentar, 
cultivos (plátano, mango y coco), infraestructura, relictos de bosque seco y pastizales. 
Capturas: Las redes se instalaron en zonas de borde de coberturas de pastizal y relicto de 
bosque seco de 3-4 m, lo cuales estaban en un estadio de sucesión primario. 
 
 
El muestreo se realizó del 21 marzo al 16 de abril, en horarios de 6:00 a 10:00 y de 15:00 a 18:00 
cubriendo los primeros días de la migración de primavera según lo establecido por Bayly y 
colaboradores en 2011. Las coordenadas de cada localidad muestreada se tomaron con un equipo 
GPS marca Garmin e-trex venture. 
18 
 
Transectos de observación 
Se realizaron dos transectos de observación diarios de 200 metros cada uno, separados entre sí 
por una distancia mínima de 200 metros en las cuatro estaciones de muestreo para un total de 
ocho transectos diarios recorridos en periodos de tres horas y media intercalando muestreos 
mañana y tarde cada dos días. En total se llevó a cabo ésta técnica por 25 días y se rotó el 
transecto inicial diariamente con el fin de que cada uno tuviera las mismas horas muestreadas. 
Para estandarizar el muestreo se tomó la hora de inicio y la de finalización, se intentó que cada 
uno durara aproximadamente 10 minutos, se calculó la distancia perpendicular aproximada del 
individuo registrado con respecto al transecto y se documentó la información del sexo, la edad, la 
cobertura y el estrato arbóreo. Estos datos se describieron en formatos de campo adaptados del 
“manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres” (Ralph et al., 1996) (Anexo 
1). Para la observación de los individuos se usaron unos binoculares Nikon Action 12 x 50 y una 
cámara semiprofesional Canon Powershot SX 20 IS para fotografiar las especies (Anexo 3). 
Captura con redes de niebla 
Se instalaron cuatro redes de niebla que equivalen a 45 metros lineales de red en cada una de las 
cuatro estaciones, éstas se ubicaron en sitios previamente establecidos por un pre-muestreo que se 
realizó durante la migración de otoño en el año 2013. Las redes fueron operadas diariamente 
durante 24 días y cada tercer día se trasladaron a un cuadrante diferente. Las aves capturadas 
fueron fotografiadas (Anexo 3), pesadas, sexadas, se calculó su edad y se tomaron sus medidas 
morfométricas como largo de los tarsos, culmen, cuerda alar, ancho del pico, longitud de la cola, 
longitud total (Ralph et al. 1996) (Anexo 2). 
La condición corporal de los individuos se determinó midiendo el nivel de grasa en fúrcula y la 
condición de los músculos del vuelo, para ello se utilizaron las escala propuestas por Ralph et al. 
(1996). Adicionalmente se registró el peso del individuo, este se corrigió dividiéndolo en el largo 
del tarso para estandarizar la medida y poder hacer comparación con individuos de diferentes 
tamaños (Labocha y Hayes, 2012). La condición corporal se usó para la comparación de los 
individuos, ya que al estar relacionado con la condición energética puede usarse para explicar 
parcialmente como varía esta. 
19 
 
Para identificar a los individuos posteriormente en el muestreo si se volvían a capturar se hizo 
una pequeña marca en la punta de las plumas de la cola. Para la medición de la masa se utilizó 
una balanza digital de 200gr y pesolas de 60 y 100gr. Las medidas morfométricas de los 
individuos capturados se tomaron con un calibrador de rueda. 
Para determinar la edad y el sexo de los individuos se usó la metodología propuesta por Ralph et 
al. (1996), en la cual se usa el plumaje, la osificación del cráneo, la protuberancia cloacal, el 
parche de incubación y el tamaño corporal. Para ello se tuvo en cuenta las mudas que realizan los 
juveniles en los primeros 3 meses denomina pre-básica, la cual consiste en el cambio de una parte 
del plumaje; por consiguiente se ve que el individuo tiene dos cohortes de plumaje unas que 
obtuvo desde el estadio de volantón y la otra obtenida de la muda. En el caso del sexo se usaron 
las diferencias en los patrones de los plumajes que tienen las diferentes especies. 
1.2.2. Análisis de la información 
Para todas las comparaciones (sexos, edades, condición corporal, órdenes de llegada) se 
realizaron las pruebas de homogeneidad de varianzas y normalidad, pero no se cumplieron los 
supuestos por lo que se hizo una prueba Kruscal-Wallis para ver si las distribuciones de las 
categorías de las distribuciones eran iguales. 
1.2.2.1. Identificación de diferencias de sexos y edades 
Se hizo un análisis de proporciones para evaluar si había diferencias entre las proporciones 
durante todo el periodo de estudio, de esta forma saber si había más machos o hembras y más 
adulos o inmaduros en las especies que presentaron dimorfismo en el plumaje. No obstante, en 
este análisis no se obtuvo en cuenta el tiempo en el que fueron registrados los individuos. 
1.2.2.2. Identificación de diferencias en los órdenes de llegada 
La información tanto de capturas como de observaciones se puso en una matriz donde se 
registraron los periodos en donde se observaron las especies. Se compararon los datos obtenidos 
para determinar los órdenes de llegada de las distintas especies, Para ello se dividió el tiempo de 
estudio en 3 periodos de tiempo de 8 días teniendo en cuenta lo propuesto por Kaiser (1999) y 
Morris et al., 1996, en estos estudios se observa que los tiempos de parada más frecuentes están 
entre los valores de 1 a 11 días. En cada periodo se registró las abundancias de cada especie. 
20 
 
Teniendo en cuenta las diferencias significativas entre los sexos y las edades que presentaron las 
especies se tomaron como grupos separados en el análisis, de modo que si había diferencias entre 
los sexos, los machos se tomaron por separado de las hembras así fueran de la misma especie. 
Esto se repitió en el caso de las edades. Para evaluar entre cuales especies había diferencias 
significativas se realizó un análisis a posteriori de comparación porpares. Adicionalmente se hizo 
un análisis similaridad de Jaccard entre los tres periodos de tiempo, para ello se hizo una matriz 
de ausencias y presencias de cada especie en los periodos de tiempo. De esta forma se pudo saber 
que periodos eran más similares en términos de especies presentes. Por último se hizo un análisis 
de componentes principales para ver cuáles eran los periodos más importantes para las especies. 
A su vez cuales especies diferían más en los periodos. 
1.2.2.3. Identificación de diferencias en la condición corporal 
Para la condición corporal se propuso un índice con base en las variables de peso, condición 
muscular y puntuaciones de grasa en abdomen, fúrcula y flancos. El índice corporal (IC) se 
obtuvo de la suma del puntaje de grasa (PG) con los rangos del musculo pectoral (RMP) y se 
dividió entre el peso corregido (PC). Este último se obtuvo de la división del peso (P) por el largo 
del tarso (LT). De acuerdo con las siguientes formulas: 
 
 
 
 
 
1.2.3. Revisión de literatura 
Se hizo revisión de literatura en las bases de datos de Science Direct, Jstor, Scopus, Springerlink, 
EBSCO, Scholar Google y Wiley Online Library. Para ello se usaron los siguientes criterios de 
búsqueda: Bird migration, Anas discors, Setophaga ruticilla, Setophaga petechia, Vireo 
olicaceus, Arenaria interpres, Actitis macularia, Icterus gálbula, Parkesia novevoracensis, 
Mniotilta varia, Tringa flavipes, Tringa solitaria, Protonotaria citrea, Pheucticus ludovicianus, 
Butorides virescens, Piranga olivacea, Numenius phaeopus, Calidris minutilla, Tyrannus 
tyrannus, Tyrannus savana, Thalasseus maximus, Stopover patterns, Body condition, Uso de 
hábitat, Migration ecology, Stopover ecology, Springtime movement patterns. La búsqueda se 
refino a partir de las publicaciones más relevantes. 
21 
 
6. Resultados 
 
Esfuerzo de muestreo y representatividad 
 
En total se empleó un esfuerzo de muestreo de 341.25 Hora/red para la captura con redes de 
niebla y de 87.5 Horas/persona para la técnica de transectos. En cuanto a la aparición de especies 
y a la representatividad del presente muestreo se realizó una curva de acumulación de especies, la 
cual mostró por medio de los estimadores de chao 1, MMMeans, ACE que hubo un 
comportamiento similar a las especies observadas (Sest) y una tendencia a alcanzar su punto de 
unión, así mismo el estimador de Singletons muestra una tendencia a disminuirse lo que indica 
que el muestreo fue representativo (Fig. 2) a pesar haberse observado que si se aumenta el 
esfuerzo de muestreo continuarán apareciendo otras especies. Casi se obtiene el número máximo 
de las especies migrantes reportadas para la isla, las cuales son 24 especies según la estimación 
del índice Michaelis-Menten (MMMmeans). 
 
 
 
Figura 2. Curva de acumulación de especies, donde se compara los estimadores con el número de especies 
observadas y capturadas (Álvarez et al., 2004) en el nuestros a través de los diferentes ensayos y su intervalo de 
confianza. 
0
5
10
15
20
25
30
0 5 10 15 20 25 30
N
ú
m
e
ro
 d
e
 e
sp
e
ci
e
s 
Muestreos 
S(est) Chao 1 Mean ACE Mean
Singletons Mean MMMeans (1 run) S(est) 95% CI Lower Bound
S(est) 95% CI Upper Bound
22 
 
 
Riqueza General 
 
En total se registraron 221 individuos pertenecientes a 21 especies de aves migratorias las cuales 
se encuentran agrupadas en las familias Icteridae, Scolopacidae, Tyrannidae, Parulidae, Anatidae, 
Ardeidae, Cardinalidae y Vireonidae. El grupo de los chorlitos (Scolopacidae), las reinitas 
(Parulidae) y los atrapamoscas (Tyrannidae) fueron los más representativos con seis, cinco y tres 
especies respectivamente (Tabla 2). 
Tabla 2. Listado de especies observadas en la isla con sus abundancias máximas y las familias a las que pertenecen. 
Especie Familia Abundancia máxima 
Anas discors Anatidae 9 
Butorides virescens Ardeidae 3 
Actitis macularia Scolopacidae 3 
Arenaria interpres Scolopacidae 10 
Calidris minutilla Scolopacidae 3 
Numenius phaeopus Scolopacidae 3 
Tringa flavipes Scolopacidae 5 
Tringa solitaria Scolopacidae 5 
Thalasseus maximus Laridae 2 
Empidonax sp. Tyrannidae 2 
Tyrannus savana Tyrannidae 1 
Tyrannus tyrannus Tyrannidae 6 
Vireo olivaceus Vireonidae 3 
Pheucticus ludovicianus Cardinalidae 3 
Piranga olivácea Cardinalidae 3 
Mniotilta varia Parulidae 1 
Parkesia noveboracensis Parulidae 2 
Protonotaria citrea Parulidae 3 
Setophaga petechia Parulidae 1 
Setophaga ruticilla Parulidae 2 
Icterus gálbula Icteridae 3 
 
Abundancia General 
 
Se encontró que la especie más abundante fue el vuela piedras común Arenaria interpretes con 
diez individuos, seguida del pato media luna Anas discors con nueve, el pitirre americano 
Tyrannus tyrannus con seis y los chorlitos Tringa falavipes y Tringa solitaria con cinco cada 
23 
 
uno. Nueve de las especies encontradas mostraron una abundancia de tres individuos, cuatro de 
dos individuos y tres fueron detectadas por un solo individuo. 
 
Cronología 
Se obtuvieron datos de la llegada de aves migratorias a la isla durante un periodo de 25 días 
efectivos de muestreo, en los cuales se registraron las especies observadas y el número total de 
individuos diarios detectados (Tabla 3). 
Tabla 3. Abundancias de cada una de las especies durante cada día de muestreo. 
 
Días de muestreos 
Especies 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 
Anas discors 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 9 0 0 0 0 0 4 0 4 0 
Butorides virescens 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 1 0 0 3 1 0 
Actitis macularia 3 0 2 1 0 1 0 1 0 1 3 3 3 0 2 2 1 0 0 1 0 1 0 0 0 
Arenaria interpres 0 0 7 3 2 3 0 0 9 0 0 3 9 10 10 0 9 0 7 8 9 0 0 0 0 
Calidris minutilla 0 0 0 0 1 3 1 2 2 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 
Numenius phaeopus 1 2 1 3 2 2 2 2 3 2 0 2 2 1 2 1 1 2 2 1 0 0 0 0 0 
Tringa flavipes 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 1 2 3 0 
Tringa solitaria 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 0 0 5 0 3 2 0 
Thalasseus maximus 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 
Empidonax sp. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 3 0 2 0 0 0 0 0 0 0 
Tyrannus tyrannus 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 
Tyrannus savana 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 
Vireo olivaceus 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 
Pheucticus ludovicianus 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 
Piranga olivácea 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 3 0 0 0 0 0 0 0 
Mniotilta varia 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 
Parkesia noveboracensis 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 0 0 0 1 2 2 0 1 0 0 
Protonotaria citrea 0 4 1 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 
Setophaga petechia 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 
Setophaga ruticilla 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 2 1 1 
Icterus gálbula 0 0 0 0 1 3 0 0 0 0 0 0 0 1 2 0 3 0 2 1 0 1 1 0 0 
 
Para la interpretación de estos resultados se propuso dividir la información en tres periodos de 
tiempo de 8 o 9 días cada uno con el fin de comparar los patrones de aparición de especies en la 
isla. Con esto se observó que para el primer grupo de datos (día 1 al 8) fue posible detectar 11 
24 
 
especies que corresponden al 52% de las aves migratorias encontradas, 9 especies más fueron 
registradas en el segundo grupo de análisis (día 9 a 16) que corresponde a un 43% del total de 
especies y una especie adicional fue registrada el día 22 de muestreo la cual corresponde al 5% 
del total de especies. 
En cuanto a las aves asociadas a ambientes acuáticos se observó que playeros como Arenaria 
interpres, Actitis macularius y Numenius phaeopus estuvieron presentes desde los primeros días 
de muestreo y fueron registrados constantemente hasta los días 20, 21 y 22. Los últimos tres días 
de muestreo dejaron de registrarse. Por otra parte, los andarríos Tringa solitaria y Tringa flavipes 
se observaroncon mayor frecuencia a partir del segundo periodo de muestreo y fueron detectados 
hasta el día 24. Adicionalmente se observó que Calidris minutilla tuvo presencias intermitentes 
debido a que se registró entre los días 5 y 9 y luego los días 16 y 22 (Tabla 3). 
Se realizó un análisis de similaridad de Jaccard (Fig. 4) para los tres grupos de datos estudiados a 
partir de una matriz de ausencias y presencias encontrándose que el periodo de tiempo dos y el 
tres presentan mayor similitud entre especies obteniendo un resultado de 75% de similitud. Cabe 
resaltar que con el primer periodo se presentó una similitud ligera del 55% con los otros dos 
periodos. Esto puede indicar que durante el periodo de estudio la composición de especies fue 
estable, pero hacia los últimos dos periodos hubo mayor número de especies acumuladas 
compartidas. 
 
0.55
0.60
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
S
im
ila
rit
y
1 2 3
25 
 
Figura 3. Análisis de similaridad entre los tres periodos de tiempo en relación a las especies presentes en cada 
periodo. Periodo 1 (20 Marzo-28 Marzo), periodo 2 (29 Marzo- 4 Abril) y periodo 3 (5 Abril -12 Abril). 
Por otra parte se realizó un análisis de componentes principales (Fig. 5) el cual mostró cual fue la 
tendencia a la mayor abundancia de cada especie en los tres periodos. Las especies que más 
difieren con las otras en términos de abundancias en los tres periodos son Arenaria interpres, 
Actitis macularia y Numenius phaeopus, esto relacionado con que son las especies que más 
registros tuvieron a lo largo del muestreo. Por otro lado se observó que gran parte de las especies 
se agruparon en los periodos dos y tres reforzando los resultados de similaridad. Tringa flavipes y 
Tringa solitaria presentaron tendencias a ser más abundante durante el periodo tres mientras que 
para Protonotaria citrea, Calidris minutila, Numenius phaeopus y Actitis macularia presentaron 
tendencias para el primer periodo. También mostró que para la mayoría de especies, tuvieron 
tendencias a ser más abundantes en el periodo dos. 
 
Figura 4. Análisis de componentes principales, el Periodo 1 (20 Marzo-28 Marzo) es representado A, el periodo 2 
(29 Marzo- 4 Abril) es representado por B y periodo 3 (5 Abril -12 Abril) por C. Las abreviaturas de las especies 
están compuestas de las dos primeras letras del género y las dos del epíteto específico. 
 
Cronología por sexo y/o edad 
26 
 
 
De los 291 individuos registrados en la isla, 163 presentaron dimorfismo sexual y/o de edad, de 
los cuales el 40% fueron machos, el 31% hembras y el 29% restante fueron juveniles o 
inmaduros. Los análisis de proporcionalidad (Tabla 4) sugieren que en general las diferencias en 
proporciones entre machos y hembras no fueron significativas, en casi todas las especies, solo en 
Icterus galbula fue significativa. Sin embargo, si se presentaron 3 casos en que las diferencias en 
las proporciones de las edades si fueron significativas, dos de ellas fueron playeras (Arenaria 
interpres, Actitis macularia) y la otra fue Piranga olivacea. 
Tabla 4. Análisis de proporcionalidad para machos, hembras, juveniles y adultos. Se muestran valores de números 
de individuos usados para la comparación para el sexo (n de sexo) y la edad (n de edad) con sus representativos 
valores de significancia (p) para el análisis. 
Especie 
n de 
sexo 
n de edad P de sexo P de edad 
Piranga olivácea - 6 - 0.041126 
Arenaria interpres 11 11 0.303535 0.000000 
Protonotaria citrea 7 - 0.643065 - 
Actitis macularia - 26 - 0.000000 
Anas discors 18 - 0.528529 - 
Icterus gálbula 11 - 0.047516 - 
Setophaga petechia 3 4 0.550000 0.257143 
Setophaga ruticilla - 3 - 0.550000 
Pheucticus ludovicianus 3 - - 0.550000 
Los individuos que no muestras valores de números de individuos ya sea para sexo o edad es porque no presentaron 
dimorfismo en este aspecto o no hubo un registro. 
 
Por otra parte solo fue posible hacer análisis estadísticos de Arenaria interpres, Anas discors y 
Actitis macularia ya que eran los únicos que presentaban más de 9 individuos (Fig. 3). De esto se 
obtuvo que los machos y las hembras de Arenaria interpres no presentaron diferencias 
significativas en el periodo de estudio entre los dos sexos y las edades (n= 19, KW=2.38, p = 
0.25; n= 19, KW= 0.003, p = 0.95). En la especie Actitis macularia al solo presentar dimorfismo 
por edades solo se hizo la prueba para ver diferencias entre las edades, donde si hay diferencias 
entre estos dos (n=22, KW= 38.29, p = 0.0001). Por último Anas discors presentó diferencias 
significativas entre los machos y las hembras (n=18, KW=17.67, p= <0.0001). 
 
27 
 
 
 
a. 
 
b. 
 
c. 
 
d. 
 
Figura 5. Gráficos de individuos por cada sexo y por cada edad a lo largo de los días de las especies representativas. 
a. Individuos machos y hembras de Arenaria interpres. b. Individuos juveniles y adultos de Arenaria interpres. c. 
Individuos juveniles y adultos de Actitis macularia. d. Individuos machos y hembras de Anas discors. 
 
Cronología por especie 
Los órdenes de llegada entre las especies tuvieron diferencias significativas (n=299, KW= 83.28, 
p= <0.0001). En esta comparación se tuvieron en cuenta las diferencias obtenidas entre sexos de 
Anas discors y edades de Actitis macularias tomándolos cada una por separado. Las pruebas de 
comparación por pares mostraron que las hembras de Tringa flavipes, Tringa solitaria, 
Setophaga ruticila, Butorides virescens, Pheucticus ludovicianus y Anas discors presentan 
28 
 
diferencias significativas con Mniotilta varia, Numenius phaeopus, Actitis macularia inmaduros, 
Calidris minutilla y Protonotaria citrea en cuanto a los periodos de tiempo en los que estuvieron 
presentes. Es decir los primeros se encontraron en su mayoría hacia el final del muestreo y los 
segundos al principio (Tabla 5). Para las demás especies las diferencias con las otras no fueron 
tan relevantes al estar presentes en momentos intermitentes durante el muestreo o presentes 
durante todo el muestreo. 
Tabla 5. Diferencias por comparaciones pareadas entre los órdenes de llegada de las mismas especies. Especies que 
comparten la misma letra no tienen diferencias significativas es decir son parte de un mismo grupo. 
Especies Rangos 
Protonotaria citrea 31.5 A 
Calidris minutilla 78.33 A B 
 Actitis macularia Inmaduros 93.66 A B C 
 Numenius phaeopus 101.72 A B C D 
 Mniotilta varia 104.88 A B C D E 
 Tyrannus savana 121 A B C D E F 
Thalasseus maximus 121 A B C D E F 
Tyrannus tyrannus 121 A B C D E F 
Anas discors Machos 121 
 
B C D E F 
Arenaria interpres 148.37 
 
B C D E F 
Setophaga petechia 148.9 
 
B C D E F 
Icterus gálbula 158.2 
 
B C D E F 
Empidonax sp. 159.17 
 
B C D E F 
Piranga olivacea 163.33 
 
C D E F 
Actitis macularia Adulto 178.25 
 
C D E F 
Vireo olivaceus 184.5 
 
D E F 
Parkesia noveboracensis 197.33 
 
E F 
Tringa flavipes 199.72 
 
F 
Tringa solitaria 211 
 
F 
Setophaga ruticilla 216.42 
 
F 
Butorides virescens 219.14 
 
F 
Pheucticus ludovicianus 235.5 
 
F 
Anas discors Hembras 235.5 
 
F 
 
 
 
Especies como Piranga olivacea e Icterus galbula presentaron presencias ligeramente 
intermitentes durante el muestreo. En el caso de la primera especie solo se observaron machos, 
por lo que se sugiere los machos se desplazan antes que las hembras. Por el contrario en el caso 
29 
 
de Icterus galbula los datos muestran que este patrón no es marcado al tener registros tanto de 
hembras como de machos. En contraste con Piranga olivacea, Mniotilta varia solo tubo 
presencia de hembras en todo el muestreo. 
Esto mismo ocurrió con Arenaria interpres y Anas discors donde se registraron casi por igual 
individuos machos, hembras o juveniles. Por otro lado especies como Setophaga petechia y 
Protonotaria citrea, en los pocosregistros que se obtuvieron demostraron ligeras tendencias de 
diferencias entre los sexos. 
Condición corporal 
La condición corporal obtenida de las capturas aporta evidencia de que los individuos de los 
primeros días presentaban una mejor condición corporal que los de los últimos días (Tabla 6). Sin 
embargo, cabe resaltar que las capturas fueron muy bajas lo que pueden influir en la 
interpretación. En total se obtuvieron seis capturas de especies migratorias. 
Tabla 6. Datos de especies migratorias capturadas con sus respectivos indicies de condición corporal. 
Especies Sexo Edad Grasa Musculo Peso Tarso 
Desgaste 
plumaje 
Índice de 
condición corporal 
Protonotaria citrea Hembra Adulto 3 2 9.5 21.1 2 11.11 
Protonotaria citrea Hembra Adulto 4 3 12 19.9 - 11.61 
Protonotaria citrea 
(recaptura) 
Hembra Adulto 4 3 18 19.9 - 7.74 
Mniotilta varia Hembra Adulto 2 2 11 20.3 
 
7.38 
Setophaga petechia Macho Adulto 1 - - 23.2 - - 
Setophaga ruticilla Hembra Adulto 1 2 7.8 18 1 6.92 
Parkesia noveboracensis - - 1 2 15.6 24.1 - 4.63 
7. Discusión 
 
Composición de especies 
Las familias más abundantes fueron Parulidae y Scolopacidae cada una con 5 especies y 6 
especies respectivamente. Esto se debe a que el mayor componente de las especies migratorias 
boreales registradas en el país pertenece a estas dos familias (Parulidae: 35 y Scolopacidae: 
31)(Naranjo, 1979; Naranjo et al., 2012). Adicionalmente las condiciones en la isla pueden 
30 
 
generar un hábitat propicio para los playeros, al presentarse coberturas relativamente grandes de 
litoral arenoso, rocoso y zonas de bosques de manglar inundadas las cuales son los ecosistemas 
en los que viven estos organismos (Stotz et al., 1996). Para el caso Parulidae, muchos especies 
tienen rutas que cruzan por mar abierto de modo que es probable encontrarlos áreas insulares. 
Además se ha encontrado que especies como las presentes en la isla (Mniotilta varia, Setophaga 
petechia, Setophaga ruticilla y Protonotaria citrea) pueden usar áreas de bosque de manglar para 
pasar el invierno en las zonas tropicales (Chen et al., 2013; Stotz et al., 1996; Warkentin y 
Hernández, 1996). Esto mismo puede influir en que estas especies presenten mayores 
abundancias en relación a las demás. 
Por otro lado familias como Icteridae, Laridae, Ardeidae y Anatidae solo fueron representados 
por una especie, esto puede deberse a que en comparación con las otras familias tienen un bajo 
número de especies migratorias boreales en Colombia (Naranjo et al., 2012). 
Cronología por especie 
Protonotaria citrea solo tuvo registros en la primera etapa del muestreo, lo que está de acuerdo a 
lo reportado para la especie. Los individuos inician su desplazamiento en el mes de marzo y a 
finales de este mes comienzan a llegar las primeras aves a los sitios reproductivos, esta especie 
tiene su pico de migración para mediados de abril (Moore et al., 1990). Sin embargo, en el 
muestreo no se evidenció un aumento en el número de individuos para estas fechas, de hecho 
todo lo contrario; se dejaron de registrar individuos desde principios de abril hasta el fin del 
muestreo, lo que puede indicar que la isla no fue empleada como punto de parada. 
Probablemente, los individuos de Protonotaria citrea que pasan por la isla pueden provenir de 
zonas cercanas o hicieron su parada antes, ya que no habían gastado sus reservas de grasa como 
lo parecen sugerir los dos individuos capturados, lo que pudo causar que su estadía en la isla 
fuera corta. Adicionalmente, los individuos capturados fueron hembras, lo que podría apuntar a 
un patrón de migración diferenciado; sin embargo, se requeriría un mayor número de aves 
capturadas para afirmar esto. 
A su vez, Calidris minutila fue registrada para finales de marzo, que concuerda con el tiempo 
reportado para su migración, la cual va hasta abril (Naranjo et al., 2012). Estas dos especies 
31 
 
presentan migraciones tempranas, lo que se vio reflejado en la época del muestro con un bajo 
número de individuos. 
Los registros de las especies Piranga olivacea, Vireo olivaceus, Tyrannus savana, Tyrannus 
tyrannus, Thalasseus maximus y Arenaria interpretes concuerdan con las periodos reportados en 
la literatura, en los que van de marzo–mayo y febrero a marzo para Thalasseus maximus 
(Jonathan, 2006; Naranjo et al., 2012). Para Vireo olivaceus una explicación de su baja 
abundancia puede ser que para este periodo la mayoría de los individuos de la población no han 
comenzado la migración (Hilty y Brown, 1986), aunque también puede influir que su detección 
es difícil. Esto en el caso de Thalasseus maximus puede deberse a que en esta época todos los 
individuos ya han migrado y esto conlleva en reducciones en las poblacionales en el caribe 
Colombiano (Naranjo, 1979). Arenaria intrepres por otro lado tuvo abundancias altas que pueden 
estar relacionadas con que esta especie presenta poblaciones residentes de juveniles en Colombia. 
En la especie Actitis macularia el periodo de migración de primavera esta reportado desde abril 
hasta finales de mayo en el Caribe colombiano (Naranjo et al., 2012), lo que concuerda con lo 
obtenido ya que estos individuos se dejaron de registrar a mediados de abril. Como lo reporta 
Naranjo (1979) los individuos con plumajes nupciales son más frecuentes en los meses extremos, 
lo que parece concordar con lo observado donde el final del muestreo, tiempo en el cual 
comenzaron a aparecer individuos adultos. Esto también podría explicar las diferencias 
significativas obtenidas. Adicionalmente, en esta especie los inmaduros se quedan por un año en 
la zona de invernada lo que puede aumentar el registro de individuos inmaduros (Naranjo et al., 
2012). 
Esto también ocurrió con Numenius phaeopus la cual estuvo presente durante casi todo el 
muestreo y dejo de registrarse en los últimos días del muestreo. La época a la cual migra es de 
mediados de marzo a mediados de junio, durante estos meses se registra en el Caribe colombiano, 
lo que con cuerda con lo observado. A su vez en esta especie los individuos juveniles se quedan 
en las zonas de invernada hasta por tres años (Naranjo et al., 2012). Por lo observado en el 
muestreo de Numenius phaeopus, Actitis macularia y Arenaria interpres, que estuvieron 
presentes en gran parte del muestreo se puede suponer que usan la isla como un sitio de 
invernada. No obstante, para concluir esto habría que muestrear por periodos más largo en 
épocas que no sean de migración. Además, para el caso de Numenius phaeopus esto puede 
32 
 
deberse a que esta especie puede retrasar su partida debido a la poca disponibilidad de alimentos, 
de esta forma espera hasta que en el sitio mejore la disponibilidad de alimentos (Zwarts, 1990). 
Tringa solitaria, Tringa flavipes, Setophaga ruticilla, Butorides virescens, Pheucticus 
ludovicianus y las hembras Anas discors presentaron registros hacia la parte final del muestreo, a 
mediados de abril, fecha que coincide con lo reportado que es aproximadamente de finales de 
febrero a abril. Además todas las especies concuerdan en que este meses es la época límite del 
rango de migración reportado (Naranjo et al., 2012). Por lo que pueden provenir de un lugar 
alejado o que comenzaron su migración tarde, pero para corroborar esto se necesitan saber de qué 
zona partieron los individuos. 
Pheucticus ludovicianus solo fue registrado una vez hacia la caída del sol, por lo que podría 
significar que únicamente hicieron una parada en la isla para pasar la noche y continuar su viaje 
en la mañana siguiente. En el caso de Setophaga ruticilla los individuos registrados fueron un 
macho juvenil y dos hembras. Esto puede ser evidencia de un patrón de segregación por 
dominancia o selección sexual, ya que se ha encontrado que los machos adultos son más 
dominantes (Marra, 2000) por lo que migran primero. Por otro lado los menos dominantes 
(machosjóvenes y hembras) migran después hacia la época de abundancia de alimento en las 
zonas reproductivas, como diversos estudios lo han confirmados (Francis y Cooke, 1986; Stewart 
et al., 2002; Woodrey y Chandler, 1997). Esto sugiere que la isla no es un sitio de parada para 
tan significativo para estas especies en su periodo de migración de primavera, no obstante, esta 
afirmación requiere que el muestreo se comience a realizar desde comienzos de marzo ya que 
mucha de estas especies posee una migración temprana. 
Mniotilta varia por otro lado se dice que empieza su migración a principios de abril (Hilty y 
Brown, 1986; Stiles y Skutch, 1989), no obstante, los datos parecen demostrar que esto puede 
ocurrir antes, desde marzo lo que concuerda con lo reportado en la “Guía de campo de las aves de 
norte américa” (Jonathan, 2006). Las pocas abundancias obtenidas de estos individuos pueden 
estar relacionadas con el hecho de que esta especie realiza paradas cortas y tienen vuelos de larga 
distancia (Jonathan, 2006; Naranjo et al., 2012). En Setophaga petechia e Icterus glabula 
también los registros no concuerdan con lo reportado. La fecha en la que se cree que comienza la 
migración para Setophaga petechia es en abril y para Icterus galbula en mayo (Naranjo et al., 
2012), aunque los datos concuerdan con (Jonathan, 2006) en los que estos pueden comenzar a 
33 
 
principios de marzo. Lo que hace pensar que hace falta precisar más los periodos migratorios que 
se tienen descritos en el país. 
Parkesia noveboracensis comenzó a registrarse a principios de abril lo que concuerda con lo 
reportado por (Jonathan, 2006) que incluso puede significar que su migración comienza antes. 
Sus bajas abundancias pueden estar relacionadas con el hecho de que esta especie está asociada a 
fuentes de agua (Hilty y Brown, 1986; Stotz et al., 1996), pero como era verano en la temporada 
muestreada no se encontraron muchas de estas fuentes. Las pocas fuentes hídricas de agua dulce 
o salobre estaban limitadas a las zonas inundadas de los manglares lo que explica que solo se 
registraran en estos sitios. 
Por último considerando los periodos en los cuales migran las especies del genero Empidonax 
presentes en Colombia la especie no identificada de este género puede ser Empidonax virescens 
ya que concuerda lo reportado con los registros obtenidos. 
Para la comparación de similaridad de Jaccard (Fig. 4) muestra que hay un 75% de especies 
compartidas entre los periodos 2 (29 Marzo- 4 Abril) y 3 (5 Abril -12 Abril), lo que puede 
deberse a que para las especies revisadas estos periodos son críticos. Para algunas que migran 
temprano (ej. Tringa solitaria, Tringa flavipes, Setophaga ruticilla, Butorides virescens, 
Pheucticus ludovicianus, Protonotaria citrea, Thalasseus maximus y Calidris minutila) son los 
limites extremos superiores del periodo reportado para las especies, mientras que para las que 
migran para abril-mayo (ej. Empidonax sp., Piranga olivacea, Icterus galbula, Setophaga 
petechia, Mniotilta varia, Tyrannus savana, Tyrannus tyrannus y Arenaria interpres) es el 
comienzo de su etapa de migración. Lo que puede significar un punto de confluencia entre las 
especies que migran temprano y las que tienen una migración relativamente tardía. Esto también 
puede explicar porque en estos periodos se registraron más especies. Del mismo modo en el 
análisis de componentes principales (Fig. 5) se observa que el periodo 2 y el periodo 3 son 
significativos para un gran número de especies lo que es evidencia de que en estas fechas hay un 
pico de migración a nivel de especies para la isla. No obstante eso no se vio reflejado en las 
abundancias de varias especies. 
Cabe resaltar que estos muestreos se tienen que repetir a través de las estaciones y los años para 
llegar a tener diferencias más sólidas y acordes al comportamiento de la especie ante diversas 
34 
 
circunstancias, ya que como lo demuestra (Woodrey y Chandler, 1997) estas diferencias pueden 
variar significativamente a través de las estaciones y los años para algunas especies. 
Cronología por sexo y/o edad 
Como el estudio se hizo en la primeros días de la migración de primavera se esperaban encontrar 
que las proporciones de machos en especies (Tabla 4) (Setophaga petchia, Setophaga ruticilla y 
Mniotilta varia) de la familia Parulidae fueran más altas que las de las hembras, ya que estos 
arrancan de sus sitios de invernada y llegan a sus sitios reproductivos más temprano (Francis y 
Cooke, 1986). No obstante, los datos obtenidos demuestran que esto no ocurrió para la mayoría 
de las especies de esta familia. Esto puede implicar que para las especies muestreadas no hay 
ventaja en que machos lleguen primero que las hembras a sus territorios reproductivos (Newton, 
2008). 
Del mismo modo, se esperaba que las proporciones entre juveniles y adultos fueran diferentes en 
Setophaga ruticilla (Francis y Cooke, 1986; Stewart et al., 2002), pero los datos sugieren que no 
hay diferencias significativas, lo que pudo verse influenciado por que esta especie llego hacia la 
etapa final del muestreo y no obtuvieron más registros. Adicionalmente, los adultos que 
estuvieron presentes en el muestreo eran hembras mientras que el juvenil era macho, las 
diferencias reportadas para esta especie se encuentran entre individuos machos adultos y 
juveniles machos, por eso las proporciones de juveniles machos con hembras podrían ser 
similares. En las demás especies de la familia no se presentaron diferencias en las proporciones. 
Estos resultados en las proporciones de las especies de la familia Parulidae van en contra de lo 
que encontró (Francis y Cooke, 1986). Esto puede deberse a que las abundancias de los individuo 
y los registros obtenidos de estas especies fueron bajos, por lo que puede haber un sesgo en los 
resultados obtenidos. Adicionalmente que la prueba realizada no tiene en cuenta como las 
proporciones varían en el tiempo. 
Por otro lado Piranga olivacea solo tuvo presencia de machos y dentro de estos fueron más 
abundantes los adultos a los jóvenes. En contraste Actitis macularia presento mayor presencia de 
organismos juveniles a los adultos, también se encontraron diferencias significativas a lo largo 
del muestreo en estas dos edades. A su vez estos individuos estuvieron presentes durante todo el 
muestreo. Esto puede significar que los juveniles fueron relegados por los adultos a sitios con 
35 
 
menos disponibilidad de alimentos, por ello se demoraron más en el sitio de parada, pero falta 
más datos para poder suponer esto. 
Estos dos casos podrían estar relacionados con la hipótesis de la dominancia planteada por 
Gauthreaux en 1978 (Jones et al., 2002; Lozano et al., 1996; Newton, 2008; Woodrey y 
Chandler, 1997). Esta hipótesis plantea que en las especies en las cuales uno de los sexos es 
territorial y dominante, tienden a segregar a los del sexo opuesto y los individuos jóvenes a 
ambientes con menos disponibilidad de alimentos; También a latitudes más bajas. De esta manera 
durante la migración de primavera los individuos más dominantes puedan llegar antes a los sitios 
reproductivos y escoger los mejores territorios (Newton, 2008). 
Esta hipótesis parece explicar solo la variación de los individuos adultos y juveniles en el 
muestreo, de modo que los machos adultos segregaron a los individuos inmaduros en Piranga 
olivacea, esto también pudo explicar que los individuos juveniles de Actitis macularia estuvieran 
por un periodo más largo, ya que al quedar segregados a ambientes más hostiles se demoraron 
más para acumular reservas energéticas como se plantea en esta hipótesis (Cristol et al., 1999). 
También puede ser que haya un beneficio en que los individuos jóvenes se demoren más en llegar 
a los sitios reproductivos porque así llegan en el periodo de abundancia de alimento y no tienen 
que gastar energía compitiendo con los individuos

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