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Conducta suicida y depresión en adolescentes FRANCISCO SANCHIS1 Y ALEJANDRO SIMÓN2 1Universidad Pompeu Fabra; 2Centro San José para discapacitados psíquicos, Gobierno de Navarra Resumen En este estudio examinamos la relación entre sintomatología depresiva, ideación suicida y rasgos personales en una muestra de adolescentes de la Comunidad de Navarra. La muestra estaba formada por 1.194 adoles- centes con edades entre 14-18 años. Los instrumentos de medida utilizados fueron: el Cuestionario de Depresión de Beck (BDI), Suicidal Ideation Questionnaire (SIQ) de W. M. Reynolds, y el Inventario Clínico para Adolescentes de T. Millon (MACI). En los resultados aparecieron 269 casos (171 mujeres, 98 hombres) con diferentes niveles de sintomatología depresiva desde leve a grave. Referido a la ideación suicida encontramos 65 casos con ideación suicida patológi- ca entre los cuales 53 presentaban, además, sintomatología depresiva. La relación entre estas dos variables fue del 81,5%; lo que indica un nivel de correlación elevado. A partir de los resultados elaboramos el perfil perso- nal correspondiente. Palabras clave: Adolescencia, depresión, ideación suicida, perfil personal. Suicidal behaviour and depression in adolescents Abstract This study examines the relationship between depression, suicidal ideation, and personal profile in a sample of adolescents from Navarra, Spain. Our sample comprised 1,194 boys and girls aged 14-18 years. Measurement instruments used were: the Beck Depression Inventory (BDI), the Suicidal Ideation Questionnaire (SIQ) developed by W.M. Reynolds, and the Millon Adolescent Clinical Inventory (MACI). The study findings indicate that 269 subjects suffered from different levels of depressed mood (171 females, 98 males), ranging from mild depression to major depression symptoms. With respect to suicidal ideation, 65 subjects presented pathological suicidal ideation, and 53 of them also showed depressive symptoms. Significantly, the level of correlation between these two variables was as high as 81.5%. Based on these results, the corresponding personal profiles were elaborated. Keywords: Adolescence, depression, suicidal ideation, personal profile. Correspondencia con los autores: Escuela Universitaria de Enfermería del Mar (EUEM) UPF. Campus Universitario Mar, 3ª planta, C/ Dr. Aiguader 80, 08003 Barcelona. Correo electrónico: fransanchis@yahoo.es Original recibido: 1 de febrero de 2011. Aceptado: 18 de julio de 2011. © 2012 Fundación Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0210-9395 Estudios de Psicología, 2012, 33 (1), 39-50 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 39 http://crossmark.crossref.org/dialog/?doi=10.1174%2F021093912799803854&domain=pdf&date_stamp=2012-01-01 Introducción La conducta suicida y la depresión son dos perturbaciones que pueden darse en un mismo sujeto. Este frecuente solapamiento no se limita a unos determina- dos problemas, sino que existe en todo tipo de trastornos juveniles y adultos. La presencia de síntomas o trastornos afectivos suele ser común entre las patologías mentales. Diferentes investigaciones apuntan que los síntomas, síndromes o trastornos, raras veces ocurren de forma aislada en la infancia y la adolescencia; esto es evi- dente en los trastornos depresivos (Angold y Costello, 1993; Del Barrio, 2007). Autores como Kovacs, Gatsonis, Paulauskas y Richards (1989) señalaron que no sólo es frecuente, sino que se produce desde edades muy tempranas. Musa, Lépi- ne, Clark, Masell y Ehlers (2003) sugieren que la causa de ello es que tanto en la depresión como en otros trastornos se producen los mismos sesgos cognitivos debidos a procesos atencionales no correctos. Hay autores cuyos hallazgos avalan que en el estudio de la sintomatología depresiva la presencia de otras perturbaciones es la regla y no la excepción. Weller y Weller (2000) y Domènech-Llaberia (2005) encontraron que entre el 40% y el 70% de pacientes deprimidos tenían al menos otro trastorno emocio- nal concomitante, y de un 20% a un 50% presentaban dos o más. A este respec- to, Shaffer y Waslick (2003) sostienen que la depresión es comórbida con todo tipo de trastornos psicológicos, pero principalmente con ansiedad, trastornos de conducta, dependencia de sustancias, problemas de alimentación, trastornos somáticos y problemas de rendimiento. Por otra parte, diferentes investigadores refieren que, en la depresión, el trastorno más asociado es la ansiedad junto con los trastornos de conducta, aunque como mantienen Keiley, Lofthouse, Bates, Doge y Pttit (2003) es todavía uno de los mayores retos diagnósticos, y su estu- dio permanece en estado de constante evolución. Sobre este punto referido, los informes de la OMS (WHO, 2001) comunican que las mujeres sufren depresión más a menudo que los hombres (proporción de 2 a 1), pero también es más fácil para ellas hablar de sus problemas y solicitar ayuda. Los hombres a menudo son más agresivos e impulsivos, y no pocas veces actúan bajo la influencia de alcohol y drogas ilícitas. A su vez, la agresividad puede conducir a la soledad, y ésta cons- tituye un factor de riesgo para el comportamiento suicida. Las mujeres adoles- centes con tendencias depresivas tienden a ensimismarse, a volverse silenciosas, pesimistas e inactivas. Respecto a estas últimas aportaciones se deduce que la sintomatología depresiva es fácilmente detectable y que puede iniciar el proceso de descubrir otras perturbaciones subyacentes, entre las cuales podemos encon- trar la ideación suicida. En el caso de los trastornos emocionales infanto-juveniles, la sintomatología depresiva y la ideación suicida son especialmente fuertes en relación con los pro- blemas de conducta, agresión y ansiedad (Del Barrio, 2007). Un estudio publi- cado por el Observatorio de la Salud de la Infancia y la Adolescencia del Hospital de Sant Joan de Déu (Álvarez et al., 2008) pone de manifiesto el aumento de los trastornos mentales en niños de 10 a 14 años y que el suicidio se ha convertido en una de las tres principales causas de muerte en los adolescentes. En el mismo informe destacan, entre otros datos, que el 20% de los menores de 14 años sufre algún tipo de trastorno mental como depresión, ansiedad, problemas de conduc- ta o hiperactividad. El suicidio, por motivos no explicados, también aparece entre las tres principales causas de muerte entre los chicos de 10 a 14 años. Por otro lado, queremos destacar que la existencia de ideación suicida es el mejor predictor para la realización de un intento de suicidio y los intentos predicen, en muchos casos, la consumación (Lecrubier, 2002). Basándonos en estas referen- Estudios de Psicología, 2012, 33 (1), pp. 39-5040 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 40 cias, creemos que la detección de la ideación suicida en poblaciones adolescentes es un aspecto importante de las políticas de prevención, y el principio que guía el presente artículo parte de la voluntad de trabajar en esa dirección. Respecto a la correlación entre depresión e ideación suicida, encontramos que la depresión es el antecedente más común en los comportamientos suicidas. Nock et al. (2008) mantienen que la depresión no sólo aumenta el riesgo de con- ductas suicidas. Además, también incrementa la relación con trastornos de con- trol de los impulsos, toxicomanías y ansiedad, patologías que suelen estar rela- cionadas con un riesgo más elevado de pensamientos suicidas. Para Buendía, Riquelme y Ruiz (2004), la ideación suicida es una parte importante del com- portamiento suicida que puede ir, desde pensamientos fugaces hasta intensas preocupaciones con fantasías autodestructivas, a la realización de planes explíci- tos para matarse. Para Bonner y Rich (1988), las etapas del proceso suicida tie- nen su inicio en una ideación suicida pasiva, posteriormente pasa por etapas más activas de contemplación del propio suicidio, así como por la planeación, la pre- paración y la ejecución del intento hasta llegar a su consumación. En esta misma líneaBeck, Steer, Kovacs y Garrison (1985) mantienen que el sujeto persistente- mente piensa, planea, o desea cometer el acto suicida. Mezzich et al. (1997) demostraron que las relaciones entre los desórdenes de comportamiento, afectividad negativa y familias afectadas, con violencia y suici- dabilidad, están mediatizadas por internalización (depresión y ansiedad) y exter- nalización (comportamiento antisocial no violento). Desde la sintomatología interna aparecen: depresión, distimia, desórdenes de ansiedad, violencia. Esta es mediadora de las relaciones entre los problemas familiares y el suicidio, además de ir unida a cuadros depresivos y ansiosos. Por otro lado, desde la sintomatolo- gía exteriorizada, obtenemos desórdenes de conducta no violentos y conducta antisocial no violenta. La relación entre sintomatología interiorizada y suicidabi- lidad es más fuerte en el caso del uso de alcohol y drogas. En la misma línea, Apter et al. (1995), distinguieron dos tipos de conducta suicida: una más interna, asociada con severa depresión y –aparentemente– en jóvenes con depresión mayor o anorexia nerviosa, y la externa, manifestada a tra- vés de comportamientos violentos en jóvenes con trastorno de conducta. Cuando se asocian los dos trastornos, depresión mayor y trastorno de conducta, aumenta el riesgo de que el suicidio sea completado. La relación entre depresión y com- portamientos suicidas queda recogida, entre otras, en las investigaciones de Pla- giaro (1995), Shaffer et al. (1996), Gould et al. (1998), Stein, Alter, Ratzoni, Har-Even y Avidan (1998), Díaz-Atienza, Prados y Ruíz-Veguilla (2004) y Domènech-Llaberia (2005). En España, según las investigaciones de Buendía et al. (2004) y Bobes, Sáiz, García-Portilla, Bascarán y Bousoño (2004), 1.000 jóvenes en edad adolescente se suicidan anualmente. Para estos autores las tasas de suicidio se han triplicado en los últimos años, y cifran en un 9-11% el porcentaje para las tentativas, mien- tras que para el suicidio consumado el porcentaje se sitúa alrededor del 5,7‰ y es más frecuente en chicos (Simón, 2009). La presencia simultánea de trastornos psiquiátricos y de personalidad define a un grupo de personas con tentativas de suicidio y bajo un riesgo muy alto de repetir esta conducta suicida (Domènech- Llaberia, 2005). Entre los rasgos que pueden causar incremento de suicidios se encuentran la agresividad, la impulsividad y la escasa capacidad de afrontamien- to. La importancia de la evaluación previa de la sintomatología depresiva y de la ideación suicida queda de manifiesto en el trabajo de García de Jalón y Peralta (2002). En él manifiestan que las autopsias psicológicas, aparte de revelar la alta prevalencia de patología psiquiátrica en las conductas suicidas, reflejan el hecho 41Conducta suicida y depresión en adolescentes / F. Sanchis y A. Simón 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 41 que muchos pacientes no suelen verbalizar sus intenciones a no ser que se les pre- gunte directamente. Desde la OMS (WHO, 2010) se informa que en la actualidad sufren depre- sión aproximadamente 121 millones de personas, y que una de cada cinco llega- rá a desarrollar un cuadro depresivo en su vida. Sobre la incidencia indican que es dos veces más alta en las mujeres que en los hombres, aspecto que ya hemos mencionado anteriormente. Esta afirmación puede justificar la existencia, en nuestros días, de un humor colectivo de tristeza que afecta a una parte importan- te de la población. En España su prevalencia es del 10% y afecta a casi 4 millones de personas, lo que supone una cifra a tener en cuenta. Sin embargo, no conoce- mos planes preventivos, a escala nacional, que incidan directamente en la detec- ción precoz de las alteraciones mencionadas desde el nivel escolar. Como mantie- ne Domènech-Llaberia (2005) sería bueno detectar estas alteraciones entre la población escolar presuntamente sana, puesto que dentro de ese grupo existen más jóvenes que las presentan de lo que uno podría imaginar. Este trabajo de investigación pretende ser una vía de acceso a dichas alteracio- nes en los jóvenes, con fines preventivos, y por ello propone cubrir los siguientes objetivos: en primer lugar, conocer la prevalencia de sintomatología depresiva y de ideación suicida entre los sujetos de la muestra. En segundo lugar, analizar la correlación entre estas dos variables para hallar el grado de significación. Por último y a partir del –deseo de morir– expresado en la escala Suicidal Ideation Questionnaire (SIQ) y en el Beck Depression Inventory (BDI), comprobar la correla- ción entre estas variables y los rasgos del perfil personal obtenido a partir de la caracterología del Inventario Clínico para Adolescentes de Millon (MACI). De esta manera podremos trabajar en la dirección de obtener un perfil personal de los adolescentes que padecen ambas perturbaciones, y abrir una nueva línea de investigación que nos permita una detección precoz de estas alteraciones. Método Participantes Participaron un total de 1.194 adolescentes (no clínicos), distribuidos por sexo en 607 chicas (50,8%) y 587 chicos (49,2%), sus edades estaban compren- didas entre los 14 y 18 años y pertenecientes a centros públicos de la Comunidad de Navarra. Para obtener la muestra se utilizó la técnica de muestreo aleatorio por conglomerados, siendo el aula el conglomerado. Además se estratificó por zona geográfica (localidad, entorno rural y urbano; y zona, zona norte y sur) y por curso (3º y 4º ESO, Ciclos Formativos, Iniciación profesional, y 1º de Bachiller). En general, los chicos y chicas de la muestra seguían el currículo educativo dise- ñado por el departamento de educación de su comunidad autónoma, aunque un porcentaje del 15% requería medidas educativas especiales (refuerzo y/o apoyo escolar). Instrumentos Beck Depression Inventory (BDI). El BDI (Beck, Steer y Brown, 1996) es el ins- trumento más utilizado para detectar cuadros depresivos y es uno de los más extendidos en la actualidad. Consta de 21 ítems con diseño alternativo de 4 res- puestas múltiples. Su categorización para la variable depresión se basa en las puntuaciones obtenidas: puntuación de 0-9 no deprimidos, de 10 a 15 ligera- mente deprimidos, de 16 a 23 moderadamente deprimidos y de 24 a 63 grave- mente deprimidos. Para Beck, Rush, Shaw y Emery (2002) la repetida aplica- ción del BDI permite un estrecho control de la intensidad de la depresión, e Estudios de Psicología, 2012, 33 (1), pp. 39-5042 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 42 indica cualquier cambio importante en la sintomatología como, por ejemplo, la aparición de ideas suicidas. El BDI es un instrumento con excelentes propieda- des psicométricas, sus autores dan una consistencia interna con un Alfa de Cron- bach entre 0.81 y 0.86. Suicidal Ideation Questionnaire (SIQ): Professional Manual de W. M. Reynolds (1988) en sus dos formas: JR (15 ítems) chicos/as de 3º ESO y HS (30 ítems) para el resto de cursos. Mide el índice del nivel clínico psicopatológico de idea- ción suicida en adolescentes a partir del percentil PC ≥ 84. El SIQ, según su autor, presenta alta consistencia interna con un Alfa de Cronbach de 0.93 para el SIQ-JR y el 0.97 para el SIQ-HS. Inventario Clínico para Adolescentes de Millon (MACI). La clasificación de los ras- gos del perfil personal estudiado es la catalogada por T. Millon (2004) en este inventario dividido en tres apartados: Prototipos de personalidad, Preocupacio- nes expresadas y Síndromes clínicos que agrupan 31 escalas, 27 de las cuales tie- nen significado clínico. En este estudio la utilizamos para obtener los rasgos de un perfil personal de los jóvenes con puntuaciones significativas en el BDI y el SIQ. La fiabilidad de este instrumento, según el autor, oscila entre un Alfa de Cronbach de 0.73 hasta el 0.91. En nuestro estudio el Alfa de Cronbach de las 30 variables estudiadas del MACI, sobre los datos totales de la muestra, fue de 0.716, lo que proporciona una fiabilidad razonable anuestra investigación. Procedimiento Después de contactar con el equipo directivo de los centros y con los padres, se solicitó la participación voluntaria de los estudiantes en el estudio, y se comu- nicó que el objetivo del mismo era conocer el estado de bienestar/malestar psico- lógico de los adolescentes. Para poder participar en el estudio solicitábamos el consentimiento informado garantizando el anonimato y confidencialidad en el manejo de la información. El procedimiento consistió en la aplicación, a los ado- lescentes, de los instrumentos de medida señalados, en aquellos institutos de enseñanza que colaboraron con el estudio. A partir de los resultados obtenidos se realizaron los análisis correspondientes con el programa estadístico SPSS versión 13. Del total de la muestra se eligieron los casos que superaban el percentil PC ≥ 84, que indica el índice clínico patológico de ideación suicida en la prueba SIQ. Respecto del BDI se seleccionaron los casos, en función de la sintomatología expresada (leve, moderada o grave). Con posterioridad, se estudiaron las correla- ciones entre el BDI, el SIQ y los rasgos del perfil personal obtenidos a partir de los resultados del MACI. Resultados Del total de la muestra, N = 1.194, aparecieron 269 casos (171 chicas y 98 chicos) con sintomatología depresiva, lo que supone un 22,5% de la muestra, y una puntuación M = 14,76 y una DT = 6,23. De los casos aparecidos, 165 pre- sentan sintomatología depresiva leve, 70 moderada y 34 grave. No presentaban sintomatología valorable 925 adolescentes de la muestra como se puede ver en la tabla I. Con ideación suicida y en relación con N = 1.194, aparecen 88 sujetos que la manifiestan en el cuestionario. De los 88 casos y según la puntuación del SIQ, 65 de ellos presentan índices de ideación suicida patológica y 23 de ideación no patológica. La ideación suicida patológica hallada corresponde al 5,4% del total de la muestra (ver Tabla I). La distribución por sexos corresponde a 32 mujeres frente a 33 varones y no presenta diferencias significativas. Haciendo una clasifi- cación por cursos, 57 adolescentes estudian en 3º ESO y 4º ESO; de los cursos de 43Conducta suicida y depresión en adolescentes / F. Sanchis y A. Simón 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 43 Iniciación Profesional encontramos 4, de Bachiller 3, y 1 de Ciclo Formativo de Grado Medio. Respecto de la relación entre el número de casos con presencia de sintomato- logía depresiva e ideación suicida, en nuestros resultados, tal y como mostramos en la figura 1, aparecen 65 casos (32 chicas y 33 chicos) que presentan índice patológico importante de ideación suicida. Además entre estos 65 casos aparecen 53 (28 chicas y 25 chicos) que también presentan sintomatología depresiva al mismo tiempo, y el porcentaje de correlación de ambas perturbaciones es del 81,5%. La correlación de Pearson para las variables SIQ/Ideación y BDI/Sintoma- tología depresiva es significativa a nivel bilateral, r = 0.524, p < 0.001. En la tabla II se puede observar la distribución de los casos significativos que presentan ideación suicida patológica (SIQ) y sintomatología depresiva (BDI) de moderada a grave (marcados con *), así como los 23 casos de ideación suicida no patológica. La distribución por sexos, para los 53 sujetos con ideación suicida y sintoma- tología depresiva, es la siguiente: 28 son mujeres y 25 hombres y sus porcentajes del 52,8% y 47,2% respectivamente. Desde los coeficientes de correlación, y a través de la prueba Chi cuadrado, determinamos si la correlación era significativa o no para cada una de las varia- bles de estudio (SIQ/ ideación suicida, BDI/Sintomatología depresiva y rasgos del perfil personal MACI). Como se puede observar en la tabla III, cada rasgo personal correlaciona significativamente con ideación de suicidio y también con Estudios de Psicología, 2012, 33 (1), pp. 39-5044 TABLA I Resultados sintomatología depresiva e ideación suicida Sintomatología depresiva N =1.194 % Ideación suicida N =1.194 % No sintomatología 925 77,5 Sin ideación 1106 92,6 Sintomatología leve 165 13,8 Ideación no patológica 23 1,9 Sintomatología moderada 70 5,9 Ideación patológica 65 5,4 Sintomatología grave 34 2,8 FIGURA 1 Relación nº de casos sintomatología depresiva-ideación suicida patológica 269 65 53 0 50 100 150 200 250 300 depresiva suicida depresiva y suicida presentan perturbación n º d e ca so s 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 44 sintomatología depresiva. Al observar las correlaciones vemos que se obtienen puntuaciones más elevadas para la variable BDI/Sintomatología depresiva, que para SIQ/Ideación en todos los rasgos de MACI a excepción de Predisposición a la delincuencia y Sentimientos de ansiedad. Por lo tanto, las puntuaciones más 45Conducta suicida y depresión en adolescentes / F. Sanchis y A. Simón TABLA II Distribución casos SIQ-BDI* BDI-Sintomatología depresiva 0-9 10-15 16-23 24-63 Total Categorías ≤ 79 Recuento SIQ. Ideación 903 137 50 16 1.106 suicida % SIQ 81,6% 12,4% 4,5% 1,4% 100,0% Ideación no 80/83 Recuento patológica 10 7 3 3 23 % SIQ 43,5% 30,4% 13,0% 13,0% 100,0% Ideación ≥ 84 Recuento patológica 12 21* 17* 15* (53*) 65 % SIQ 18,5% 32,3% 26,2% 23,1% 100,0% Total Recuento 925 165 70 34 1.194 % SIQ 77,5% 13,8% 5,9% 2,8% 100,0% * Casos que presentan sintomatología depresiva e ideación suicida patológica al mismo tiempo. TABLA III Coeficientes de correlación de Pearson de las variables del MACI, con SIQ y BDI Rasgos del perfil personal-MACI Ideación Sintomatología suicida-SIQ depresiva-BDI Pesimismo 0.40 0.48 Inverso con el conformismo -0.37 -0.46 Oposicionismo 0.40 0.49 Autopunitivo 0.41 0.54 Tendencia límite 0.36 0.44 Difusión de identidad 0.34 0.45 Desvalorización de sí 0.38 0.53 Abusos en la infancia 0.39 0.47 Afecto depresivo 0.39 0.51 Tendencia al suicidio 0.41 0.51 Nivel de significación: p < 0.001 (bilateral) 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 45 elevadas del BDI sugieren la dominancia de la sintomatología depresiva al estu- diar de manera conjunta estas variables. Además de los resultados de la tabla III, y dentro de los rasgos directos obte- nidos aparecen: Rebelde, Rudo, Desagrado por el propio cuerpo, Inseguridad con los iguales, Discordancia familiar, Trastornos de la alimentación, Inclinación al abuso de sustancias, Propensión a la impulsividad y Afecto depresivo. Al con- trario, los rasgos negativos inversos encontrados son: Sumiso, Histriónico, Ego- céntrico, Conformista, Incomodidad respecto al sexo e Insensibilidad social. Discusión La cifra de prevalencia de sintomatología depresiva obtenida en este estudio –22,5%– se encuentra entre los valores hallados en muestras poblacionales actuales, donde se obtienen resultados semejantes (Del Barrio, 2007; Domè- nech-Llaberia, 2005; Mestre, 1992), lo que sugiere la importancia de este tipo de investigaciones que permiten detectar a los individuos que padecen esta per- turbación del estado de animo. Respecto a las diferencias de género en sintoma- tología depresiva, en nuestra investigación la distribución general de los casos (de 1,74 a 1) sigue la línea de otros trabajos, en los que la proporción es aproxi- madamente el doble en mujeres que hombres. En la bibliografía revisada la pre- valencia de sintomatología depresiva en la adolescencia se incrementa, pero espe- cialmente en las chicas que manifiestan mayor presencia de síntomas depresivos (Angold y Rutter, 1992; Nolen-Hoeksema y Girgus, 1994). Autores como Mes- tre, Frías, García y Del Barrio (1992), coinciden en hallar diferencias de género importantes, sobre todo con grandes grupos de participantes. En relación a la ideación suicida, en nuestro estudio los resultados obtenidos en la muestra concuerdan con las cifras de ideación suicida que dan otros autores en investigaciones en España; entre los estudios podemos citar los de Villardón (1993), Buendía et al. (2004) y Bobes etal. (2004). Autores como Domènech- Llaberia (2005) y Del Barrio (2007) sitúan la tasa de ideación alrededor del 20%, y esa cifra contempla tanto la ideación patológica, que se sitúa entre el 6-10%, como la no patológica. En estos últimos estudios también se concluye que la ide- ación suicida mantiene una fuerte relación con la depresión y el suicidio. A este respecto, nuestras cifras también coinciden con otros estudios que han demostra- do una fuerte relación entre la depresión, la ideación suicida y los acontecimien- tos vitales negativos (Roselló y Berríos, 2004; Sanchis, 2008). Anteriormente hemos mencionado que la depresión es tal vez el predictor más fuerte de la con- ducta suicida. En la presente investigación, el porcentaje total de 5,4% en idea- ción suicida es semejante al obtenido en la investigación de Ruíz (2001) con adolescentes en Murcia, que padecían un deseo moderado-alto de suicidarse. En la investigación de Villardón (1993) se mantenía que el 44% de los adolescentes entrevistados mencionaba haber pensado en la ideación suicida en algún momento de su vida, aunque sólo el 10% presentaba ideación seria. Se da un resultado similar en el estudio de Fernández (1995), donde la presencia de idea- ción suicida patológica quedaba reflejada entre los 72 adolescentes estudiados con tentativas de suicidio y llegaba a un 9,7% de adolescentes que la padecían, entre los pertenecientes al grupo control. En nuestro trabajo aparece una elevada correlación entre sintomatología depresiva e ideación suicida patológica entre los individuos de la muestra (81,5%). Al introducir estas perturbaciones como elemento de análisis podemos obser- var que la depresión y el comportamiento suicida son la norma y no la excepción, tal y como constatan diferentes estudios. En la investigación de Buendía et al. (2004), se destacan los siguientes factores de riesgo del comportamiento suicida, Estudios de Psicología, 2012, 33 (1), pp. 39-5046 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 46 en orden de importancia: sufrir depresión, desesperanza, tener una familia dis- funcional y los problemas académicos. Entre los factores de protección, los mis- mos autores citan: el apoyo social, la autoeficiencia, las habilidades sociales y de resolución de problemas y alta autoestima. En la franja de edad estudiada, para Ruíz (2001), los factores de riesgo más significativos asociados a la ideación sui- cida son, en los chicos, el estrés y la sintomatología depresiva y a continuación, y en orden de importancia, los problemas académicos y familiares, en segundo lugar los sentimentales y de relaciones sociales y, por último, los sexuales y de consumo de sustancias estupefacientes. Para las chicas adolescentes, se señalan los problemas familiares en primer lugar, seguidos de los académicos y los pro- blemas en las relaciones sociales y, por último, las relaciones sentimentales. Siguiendo con la discusión de resultados, Fernández (1995) señala respecto de la coexistencia de más de un trastorno en un mismo sujeto, que entre los antece- dentes psiquiátricos de jóvenes que habían realizado tentativas de suicidio desta- caban los siguientes factores de riesgo: la ideación suicida previa, depresión y trastornos afectivos, abuso de sustancias, abuso sexual y desesperanza. El mismo autor señalaba, entre los factores precipitantes que conducen al comportamiento suicida, la conflictividad interpersonal, familiar y los problemas escolares o labo- rales. En la misma línea, Lecrubier (2002) informa de que el número de diagnós- ticos comórbidos aumenta sustancialmente el riesgo de conducta suicida y añade que la existencia de un estado depresivo actual es un factor de riesgo importante. Como podemos comprobar entre los factores de riesgo de las referencias citadas, la presencia de depresión es una constante. Sin embargo, Pérez y Mosquera (2006), consideran que los siguientes son los factores de riesgo de primer orden: los núcleos familiares en los que se dan situa- ciones de abuso y malos tratos, la desventaja cultural, el consumo de sustancias estupefacientes, jóvenes con mala relación con los compañeros y con rasgos de personalidad antisocial y las experiencias amorosas negativas o frustradas. Para estos autores, el perfil de personalidad de estos jóvenes pueden presentar algunos de los siguientes rasgos: ansiedad, timidez, baja autoestima, inmadurez emocio- nal, conflictos generacionales, rebeldía, impulsividad, confusión de roles, hostili- dad, agresividad, dependencia, conflicto de identificación sexual y miedo al futuro. En las referencias citadas hemos podido comprobar, en general, el desa- juste interno en el ambiente del adolescente con ideación suicida, y se ha tenido en cuenta, asimismo, desde el entorno de las relaciones familiares y sociales, los problemas escolares o laborales, hasta la aparición de trastornos del estado de ánimo, entre otros. A partir de los resultados obtenidos en nuestro estudio, y según los rasgos del MACI, encontramos que los índices de correlación más relevantes, desde la variable sintomatología depresiva hacia la variable ideación, son los hallados en los siguientes rasgos: Pesimismo, Oposicionismo, Autopunitivo, Tendencia límite, Difusión de identidad, Desvalorización de sí mismo, Abusos en la infan- cia, Afecto depresivo y Tendencia al suicidio. El rasgo negativo inverso más representativo es el Conformismo. Asimismo, podemos destacar las siguientes observaciones, basándonos en la caracterología de Millon (2004) sobre rasgos personales: los adolescentes presen- tan un estado de humor ligeramente deprimido, se sienten tristes, inestables emocionalmente, pesimistas, más introvertidos que extrovertidos, inseguros y difusos en su identidad. Creemos que todo ello está relacionado con tensiones internas en forma de sentimientos de culpa y remordimientos. Estos jóvenes han sufrido situaciones familiares problemáticas, de falta de comunicación o de abu- sos físicos / sexuales / psíquicos, que les han llevado a conductas oposicionistas, de no asunción de normas ni de las convenciones sociales de su entorno. Estas 47Conducta suicida y depresión en adolescentes / F. Sanchis y A. Simón 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 47 dificultades de relación les impiden contener las emociones y es habitual encon- trar desorganización interna, por esto no se sienten útiles ni para sí mismos ni para los demás. La baja autoestima es evidente en la insatisfacción que expresan a propósito de la propia imagen: se castigan a sí mismos y no son capaces de pensar y de sentir con optimismo, sino que sabotean sus esfuerzos negándose dicho pla- cer, y se hacen daño con el abuso de alcohol, tabaco y drogas. Son jóvenes incom- prendidos y confusos que no se sienten queridos ni aceptados. Por último, estos jóvenes ven el suicido como la única salida frente a la frustración que viven y al dolor que ésta les produce. Este trabajo quiere aportar algunas sugerencias con implicaciones prácticas. En primer lugar, nos gustaría subrayar que, en el grupo de adolescentes de la muestra y según los resultados mencionados en este estudio, la ideación suicida y la sintomatología depresiva están presentes, y que en muchos casos es habitual encontrar ambos trastornos al mismo tiempo (81,5%). Queremos destacar, tam- bién, que la muestra procede de centros educativos normalizados y que los ado- lescentes que la integraban no eran casos clínicos. En la misma dirección, quere- mos señalar que los porcentajes obtenidos mediante instrumentos de uso sencillo constituyen una herramienta útil a la hora de detectar los casos significativos. Se trata de porcentajes que se mantienen en el tiempo con muestras diferentes, y que aparece también en nuestro estudio sobre una población actual de 1.194 adolescentes de Navarra. Cabe recordar, además, que tras estas cifras existen chi- cos y chicas con un perfil personal característico que puede ser detectado y evitar las alteraciones que provocan un sufrimiento innecesario.En este sentido, nues- tra distinción de un perfil personal característico basado en los rasgos de los indi- viduos, tal vez pueda contribuir a ampliar las aportaciones en este campo. En concreto, a partir de los resultados de esta investigación, podemos mencionar que el estudio de la conducta suicida, la depresión, y el perfil personal en adoles- centes tienen importantes implicaciones en la detección precoz de la sintomato- logía depresiva y la prevención de la conducta suicida. Consideramos, así, que una intervención positiva en proyectos de investigación futuros sería trabajar con los casos afectados con el objetivo de realizar un seguimiento de su evolución. Para ello, sería necesario actuar sobre la población escolar en los diferentes gru- pos de edad y prestar especial atención a la franja de 14 a 19 años, por ser esta la más susceptible de presentar las perturbaciones emocionales estudiadas en esta investigación. Sugerimos, asimismo, la incorporación de instrumentos sencillos de detección de alteraciones emocionales en tales estudios como medio fiable de obtención de datos. Por último, cabe señalar que la utilización exclusiva de cuestionarios como método de recogida de información es una de las limitaciones a las que nuestro trabajo está sujeto. Sin embargo esta aparente limitación nos ha permitido acce- der, en los centros educativos, a las situaciones de malestar interno de los adoles- centes mediante los instrumentos citados. A nuestro juicio, esto no disminuye la importancia de la información aportada mediante los cuestionarios, ya que facili- ta algún tipo de intervención psicológica posterior. En este sentido, nuestra intención es continuar con otras investigaciones en referencia a la presencia de perturbaciones emocionales en los comportamientos suicidas, para acotar los fac- tores de riesgo en la población general y, de este modo, seguir determinando fac- tores preventivos eficaces. Estudios de Psicología, 2012, 33 (1), pp. 39-5048 Referencias ÁLVAREZ, J. C., GUILLÉN, F., PORTELLA, E., TORRES, N., GÓMEZ, J. M. & MERCADAL, A. (2008). Els problemes de salut infantil. Tendències en els països desenvolupats. Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu. 03. SANCHIS-SIMON:03. SANCHIS-SIMON 17/02/12 9:55 Página 48 ANGOLD, A. & COSTELLO, E. J. (1993). Depressive comorbidity in children’s and adolescents: empirical theoretical and methodological issues. American Journal of Psychiatry, 150, 1779-1791. ANGOLD, A. & RUTTER, M. (1992). Effects of age and pubertal status on depression in a large clinical sample. Development and Psychopathology, 4, 5-28. 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