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GUÍA DE 
ACTIVIDADES 
DE 
MINDFULNESS 
 
 PARA INFANTIL Y PRIMARIA 
 
 
 
 
Seminario “Mindfulness en la Escuela” 
CURSO 2017/18 
CP. ALHAMBRA. MADRID 
Esta obra está bajo una licencia de 
Cretive Commons Reconocimiento -
NoComercial-SinObraDerivada 4.0 
Internacional 
 
INTRODUCCIÓN 
 Como describiremos más detalladamente a lo largo de este documento, la idea de la 
práctica de Mindfulness (en adelante será nombrado con el término “meditación”) en la 
escuela surge de la observación directa en diferentes Centros Educativos de zonas 
urbanas de Madrid, de la cantidad de estrés que presentan los niños cada vez más 
tempranamente, de la saturación de contenidos de aprendizaje que existen en los 
currículos de la etapa de infantil y primaria y del descenso en la capacidad de atención 
de los niños frente a la sobre estimulación a la que están sometidos por estos motivos 
expuestos. 
 Ante esta situación, surge la necesidad de intervenir para tratar de modificar o 
erradicar esta condición desde dentro, de la forma en la que los docentes podemos 
hacerlo, en el aula, buscando estrategias metodológicas nuevas, dotándonos de 
recursos que transmitir a los alumnos y a nosotros mismos tratando de devolverle a 
los niños su inocencia y a proporcionarles una infancia más ligera. 
 
 Para ello, proponemos como alternativa el guiar a los alumnos a través del 
aprendizaje de la meditación, sin imposiciones ni con condicionamientos, simplemente 
como alternativa, comportándonos en este proceso como guías, no como instructores, 
tratando de que los niños, no solo la utilicen en el aula uno minutos al día, sino que se 
integre en una forma de ser. 
 Investigaciones científicas recientes han resaltado su eficacia, siendo cada vez más 
empleado en medicina y psicoterapia. Por ello, creo que es adecuado, introducirlo en un 
programa formal de educación, como elemento transversal, ya que es una buena 
manera que llegue al máximo posible de niños, y por qué no, poco a poco se integre 
como metodología en las escuelas 
 
 
OBJETIVOS 
 
 Con la puesta en práctica de esta Propuesta pretendemos desarrollar una serie de 
objetivos que irán en dos vertientes diferentes. Por un lado, objetivos con el trabajo 
que se pretende realizar con los alumnos, y por otro lado los objetivos que nos 
planteamos como maestros. 
¿Y por qué esto es así? Porque no podemos ayudar a los alumnos a meditar si, en 
primer lugar no sabemos transmitir esta enseñanza, y por otro lado, para que sea 
efectivo este trabajo, no podemos limitarnos, a impartir una sesión de diez minutos 
una vez al día. Debe ser algo que se mantenga más allá, casi una forma de vida. 
Por ello, los objetivos que nos planteamos nosotros como docentes serán los 
siguientes: 
• Tratar de mantener una actitud lo más meditativa posible durante toda la 
jornada escolar 
 
• Ser capaz de guiar a los niños a través del camino a la meditación. 
• Saber transmitir los conocimientos básicos necesarios para trabajar con niños. 
• Ofrecer un amplio abanico de ejercicios prácticos adecuados para poder 
realizar la actividad de meditación con los alumnos. 
• Tener una actitud abierta y de compromiso ante las dudas y necesidades de los 
niños. 
• Creer en la meditación como camino para alcanzar la paz y serenidad. 
• Observar las dificultades de los niños para dar respuesta y actuar de acuerdo a 
ellas. 
Los objetivos que trataremos de alcanzar con los alumnos a través de la meditación 
son: 
• Reducir el nivel de estrés de los niños, tanto a nivel escolar como en su vida 
diaria. 
• Desarrollar la capacidad de concentración. 
• Favorecer la atención y ser conscientes de cada momento. 
• Aprender a relajarse. 
• Dormir tranquilos, sin pesadillas, miedos ni temores. 
• Estimular la creatividad. 
• Potenciar la paz como forma de vida. 
 
Para alcanzar los objetivos que se pretenden, se plantearán a lo largo de este 
documento una serie de actividades concretas para trabajar con los niños, pero no 
como actividad suelta y puntual de un día en concreto, sino con la intención de 
integrarlo en una forma de ser, a través de la práctica diaria, requisito imprescindible 
para conseguir su interiorización. 
 
 
Para llevar a cabo estas actividades, tenemos que tener en cuenta una seria de 
factores importantes y cuidar una serie de aspectos, como son: 
 
• El espacio, que debe ser cuidado atentamente para favorecer las actividades de 
relajación y meditación, creado desde los ojos y perspectiva de un niño. 
• La actitud: para poder transmitir el poder de la meditación a los alumnos, es 
importante, en primer lugar, que el maestro crea en ella, y no sólo eso, sino que 
la meditación sea una parte esencial de su vida, que viva en un estado meditativo 
todas sus circunstancias. Nuestra actitud debe ser alegre, juguetona y 
relajada, y nunca, nunca, nunca, debemos obligar al niño a realizar una actividad 
de meditación. 
• La práctica: el niño aprende a andar andando, a hablar hablando, a leer leyendo. 
Para que podamos integrar la meditación en una función más esencial para la 
vida, aprenderemos a meditar meditando. Por tanto la práctica será esencial. 
Una práctica habitual aumenta tu habilidad. Los ejercicios de meditación deben 
realizarse con regularidad para aumentar la habilidad 
• Integración en el horario: la idea es practicar la meditación en sus diferentes 
formas varias veces a la semana, integrando ésta en el horario como si se 
tratase de una disciplina más, pero con la finalidad de que con esta práctica se 
convierta en una forma de “ser” en todas y cada una de las circunstancias por 
las que pase el niño. 
 
 ¿Cómo podemos iniciar a los niños en la meditación? 
 
 Una buena forma de iniciar a los niños en la meditación, es a través de la reflexión. 
Esto es fácilmente aplicable en el caso de los padres en casa con sus hijos. Es más 
difícil realizarlo en la escuela con un amplio número de alumnos, pero no por ello 
imposible y no por ello hemos de dejar de intentarlo. 
Cuando un alumno hace algo que consideremos que está mal, trataremos de guiarle con 
palabras en vez de con regaños inmediatos. Aprendemos mucho más si “nos damos 
cuenta”, que si nos dicen desde fuera que “está mal” 
Para llevar a cabo esta reflexión sólo hay que hacer preguntas al niño en la que sea 
capaz de darse cuenta sí la situación, en caso de ocurrir del lado contrario, le hubiese 
gustado. 
Ejemplo: Hugo, un niño de 5 años de edad tiene comportamientos disruptivos en la 
clase, a menudo molesta a sus compañeros por ningún motivo (pasa por su lado y le toca 
la cabeza, o le agarra de la mano, o le quita un lapicero, etc…) No es un niño violento, 
pero sus acciones son llamadas de atención que lo que provocan es lo contrario: lo 
demás niños se alejan de él. Acostumbrado a todo tipo de castigos, y habiendo 
analizado su situación, se modifica el castigo y cada vez que molesta a algún amigo se 
le induce a la reflexión guiada hasta que el niño es capaz de descubrir que lo que hace 
no está bien y no le gustaría que a él se lo hicieran los demás. En compensación, cuando 
esto ocurre y llega a la reflexión, le hace un dibujo a su compañero de lo que 
realmente quisiera hacer con él en vez de molestarle. Su amigo le da un beso por este 
regalo, por lo que Hugo va ganando en confianza y en amistades. 
Para realizarlo, es importante llevar a cabo esta acción de forma amistosa, y, sobre 
todo, no caer en palabras que definan tras una etiqueta, así como “eres malo”, “eres 
desordenado”… Recordemos que cuando hablamos a los niños, programamos su mente 
para que sean lo que les hemos dicho que son. Por ello, hay que tratarles siempre 
desde la bondad y el amor y la bondad, desde la meditación. 
Estos pasos previos a la meditación, son muy importantes para aprender a conocer 
como pensamos y como sentimos y además, para saber cómo se sienten los demás y porello, a desarrollar nuestra consciencia para poder manejar más eficazmente y 
conscientemente las emociones, que no es sino estar en estado de meditación. 
 
 
Actividades de meditación. 
 
 Hay 2 enfoques fundamentales en la meditación, la atención plena y la consciencia. 
Para niños de la edad a la que va dirigido nuestro proyecto, consideramos que es mejor 
la técnica de la atención plena, pues dispone de apoyos (visuales, sonoros, etc…) que 
respetan la naturaleza y capacidad del niño, que, como bien hemos tratado 
anteriormente, no disponen, en un principio, de destrezas demasiado desarrolladas 
para permanecer mucho tiempo realizando una actividad. 
Poco a poco, cuando el niño maneje la situación y vaya desarrollando sus capacidades y 
adquiriendo otras necesarias, podremos ir ampliando las técnicas de meditación. 
Las actividades que vamos a realizar con los niños en la escuela son: 
 
1ª .RESPIRACIÓN 
Es un ejercicio fundamental para realizar con los niños, puesto que es una manera fácil 
y agradable de contribuir a que sean capaces de concentrarse y focalizar la atención 
unos minutos, base de preparación para los ejercicios más elevados de meditación. 
Elegiremos para estas actividades lugares tranquilos, lo más aislado posibles de unidos 
e interrupciones. Los niños se sentarán en un círculo, para favorecer la unión y 
conexión, con las piernas cruzadas y las manos con las palmas boca arriba encima de 
las rodillas. Respiraremos profundamente durante tres veces seguidas, llevando la 
atención a las partes del cuerpo que se mueven con la respiración. Sentiremos como se 
llena la tripa, los pulmones al inspirar, y como se relaja todo el cuerpo al espirar. 
Sentiremos como expulsamos el aire lentamente por la boca al respirar. Después de 
estas tres espiraciones profundas, seguiremos con otras respiraciones lentas y 
clamadas. Las respiraciones deben hacerse por la nariz. 
El tiempo adecuando para esta actividad es unos 5-10 minutos. Podemos utilizarla 
como una técnica de meditación en sí misma para introducir a los niños en el camino, o 
bien como introducción de otras actividades de meditación, o simplemente como 
técnica de relajación. 
La respiración es nuestra fuente de vida. Llenando nuestros pulmones de oxígeno y 
llevándolo a todas las células de nuestro cuerpo, estamos llenándolas de nueva vida y 
energía. Además, nos introduce en un estado de clama y ayuda a centra la atención, 
clama el sistema nervioso y desacelera el corazón, ayudando a reducir estados de 
ansiedad, estrés, pánico o miedo. 
 
2º .MEDITACIÓN CREATIVA. 
 
Para llevar a cabo esta técnica de meditación con niños, la manera óptima es pintar 
mándalas. 
El término “mándala” proviene del sánscrito y su significado en “círculo”. Aunque en 
algunos momentos se le han atribuido orígenes religiosos, la verdadera naturaleza del 
mándalas es cultivar el espíritu y ayudar a equilibrar la mente. 
El mándala, originariamente, era una figura circular compuesta en su interior de otras 
figuras geométricas, aunque en la actualidad existen numerosos tipos e mándalas que 
se utilizan en multitud de ocasiones. 
Y, ya que las actividades de creatividad, modelado o pintura entusiasman al niño, 
pintar mándalas es una actividad de meditación muy adecuada para los niños. En ella, 
no se busca la perfección ni que los alumnos “no se salgan de la raya”, se trata más 
bien de que traten e trabajar su concentración a la hora de realizarla. Se debe 
realizar en momentos en lo que los alumnos no estén demasiado cansado, sino que 
dispongan de una energía correcta. Es una buena actividad para los momentos de la 
mañana y se puede realizar con apoyos sonoros de música meditativa, aunque lo ideal 
es el silencio para deja que los niños solo atiendan a una cosa. 
Lo importante de esta técnica, no es el resultado de la pintura, sino el estado 
meditativo que pueden alcanzar los niños si realmente alcanzan la concentración. Es 
recomendable que si un alumno está cansado o no tiene ganas de realizar la actividad, 
no se le obligue a ello, pues eso no solo irá en contra de su momento emocional, sino 
que es posible que su comportamiento interrumpa la actividad del grupo. 
 
Además, hay que tratar de que el mándala que elijamos para que el niño pinte, debe de 
estar adecuado a su nivel de madurez y habilidad, pues no queremos con esta actividad 
que el niño frustre ni su capacidad creativa. 
3ª .LA VISUALIZACIÓN CONTADA. 
 
Entendemos por visualización la capacidad de representar mentalmente un objeto o 
una situación real ficticia voluntad nuestra. 
Los alumnos del tercer nivel del 2º ciclo de Educación Infantil ya tienen adquirida la 
función simbólica, por lo que son capaces de realizar representaciones mentales y 
servirse de ella. 
Entendemos por contada, cuando lo que queremos que los niños visualicen es algo en 
concreto. Y si esta visualización contada es un cuento, es mucho más sencillo que lo 
alumnos sean capaces de llevarla a cabo. 
Proponemos un fragmento de cuento para una de Visualización contada creada por 
nosotros para este Proyecto: 
 
 “Imagina que hoy el cielo es de color blanco. En la calle hace 
mucho frio. Comienza a nevar y todo lo que ves a tu alrededor se 
cubre de blanco. Unos pequeños y fríos copos se posan 
dulcemente en tu cara, en tu nariz, en tus orejas, en tus manos, 
pero tú te sientes calentito. El frio no entra en tu cuerpo. Cada 
frio y suave copo está lleno de una luz brillante y parpadeante. 
Parece que una estrella se haya caído del cielo. Abres los brazos, 
miras hacia arriba y pequeñas y frías estrellas caen sobre ti, frías 
y parpadeantes…” 
 
 
Las pautas para realizar este tipo de meditaciones son sencillas: 
• La duración, dependerá del momento del día en el que se quiera realizar este 
tipo de ejercicio. Si para el día escogido los niños están muy cansados o 
estresados, es mejor elegir un cuento cortito, de unos 5-10 minutos. Cuando 
veas que la marcha del grupo es más fluida y los niños están cargados de 
energía, prueba con un cuento más largo, de unos 10-15 minutos. 
• Utiliza un tono de voz relajado, pausado, deteniéndote en cada frase para que la 
visualización mental del niño sea posible. . Es más sencillo si bajamos la voz, 
hablamos más despacio y nuestra entonación tiene un carácter tranquilizador. 
 
 
4º .PERDER EL CONTROL 
 
Esta actividad de meditación tiene un nombre que parece una locura. Y es en lo que 
consiste, en hacer la locura de perder el control. Muchas veces, nuestros alumnos no 
son capaces de aguantar más cuando les pedimos que mantengan la postura sentados 
durante grandes periodos de tiempo. En esos momentos es cuando les debemos 
proponer que pierdan el control, y que, durante unos 10 o 15 minutos puedan moverse, 
chillar, bailar o saltar. La idea es que se vuelvan completamente locos. La energía de la 
que disponen los niños de 5 años es inmensa, y necesitan liberarse. Esta meditación 
puede contar también con la participación del tutor, pues así, si ellos ven que su 
profesor también pierde el control, lo disfrutarán aún más. Después de esta “locura”, 
les pediremos que paren y guarden silencio. Este ejercicio será para ellos una gran 
meditación. 
Esta actividad de meditación se puede realizar en la propia aula y a cualquier hora. Es 
buen momento cuando notemos a los niños muy inquietos o después de una actividad 
pasiva, pero también es recomendable realizarla cada día antes de empezar las demás 
actividades lectivas como forma de preparación para afrontar el día. 
 
6ª. MEDITACIÓN DEL PARLOTEO. 
 
Esta meditación que proponemos puede hacerse cada día en la clase antes de empezar 
las tareas de la jornada. Se realiza en tres fases. 
En la primera fase, durante 5 minutos vamos a permitir a niño que hable todo lo que 
quiera, que cantea, chille o grite a sus anchas y exprese sus emociones o sentimientos. 
La segunda etapa es para que el niño ría a pleno pulmón. Con ello, refrescará y liberará 
su mente. 
En la tercera etapa, después de hablary reír, deben tumbarse en el suelo, quedarse 
quietos, mantener silencio y prestar atención a su respiración 
 
7ª. LA MEDITACIÓN DEL BAILE. 
 
Este tipo de meditación es muy adecuada para alumnos de educación infantil pues 
supone utilizar el baile como técnica de meditación. Tiene una duración de 35 minutos, 
y dadas las características, entusiasma a los niños. 
Se realiza en tres etapas: 
Primera etapa: 15 minutos. 
En esta etapa es en la que invitamos a los niños a bailar, pero no vale cualquier manera 
de bailar. Se trata de que tratemos de bailar como si nosotros fuéramos el baile, 
cerrando los ojos, sintiendo la música, permitiendo que la entre por nuestros oídos, 
fundiéndonos con ella. Sintiendo el peso de nuestros músculos, como se mueven 
nuestras partes, como nos pesan los brazos, como se cansan las piernas. No prestamos 
atención a nuestros movimientos, salen solos, prestamos atención a la música y como 
somos uno solo. Dejamos que el baile fluya espontáneamente, sin forzarlo. No debe ser 
algo que nosotros hagamos, debe ser algo que sucede. Hay que dejarlo fluir, es como 
un rio que fluye… 
 
 
Segunda etapa: 10 minutos. 
Con los ojos cerrados, termina de bailar y túmbate rápidamente. Permaneceremos 
callados e inmóviles. En estado de meditación. 
 
Tercera etapa: 5 minutos. 
Disfruta de tu baile y celebrarlo. 
 
Este tipo de meditación, en adultos podría ser considerado como las actividades de 
Yoga, Chi Kung, Tai Chi Chuan o Aikido. 
 
8ª. LA MEDITACIÓN DEL SILENCIO. 
 
Este tipo de técnica de meditación puede resultar una de las más difíciles para 
practicar con los más pequeños, pero no por ello debemos de tratar de intentar 
ponerlas en práctica y ver como obtenemos resultados muy positivos. 
Para iniciar a los niños en esta práctica, dado lo difícil que resulta dejar la mente en 
silencio y sin pensar en nada, y más aun sin juzgar nuestros pensamientos, lo que 
podemos es pedirles que mentalmente cuenten hasta diez sin distraerse, y que, cuando 
lleguen a diez, vuelvan a empezar. Así, poco a poco, conseguirán ir focalizando su 
atención, y, con la práctica, al final no necesitarán pensar en números. 
 
9ª. LA SIESTA CONSCIENTE. 
 
El lugar donde se realizará esta meditación es en cualquier lugar en el que no nos 
moleste nadie. La duración será de tan sólo 5 minutos. Se realizará cuando veamos que 
los niños, o un niño de la clase en concreto, tienen un bajón de fuerzas o de energía, o 
simplemente necesite cambiar de ritmos. Dejaremos caer la cabeza en la mesa, o nos 
tumbaremos en el suelo y dejaremos fluir nuestra imaginación. Podemos dormirnos o 
no. Lo importante es hacer caso a nuestro cuerpo cuando llama nuestra atención 
porque necesita un minuto de descanso. Cederemos así a la sensación de cansancio de 
nuestro cuerpo y le permitiremos que nos conduzca a donde quiera. Con la práctica y el 
tiempo nos daremos cuenta de que esta es una experiencia maravillosa. 
 
10ª. MEDITACIÓN AL SOL. 
 
Está meditación está pensada para realizar en el exterior. La duración suele ser 
bastante breve, como unos 10 minutos, y con ella pretendemos poner a nuestros 
alumnos en contacto con la naturaleza. De pie, mirando hacia arriba y con los ojos 
cerrados, trataremos de sentir todo lo que hay encima de nuestra cabeza, 
concentrándonos en la energía que nos envía el sol. Abriremos los brazos y los 
alargaremos hacia arriba como si quisiéramos abrazar al cielo. Dejaremos caer las 
manos Respiraremos profundamente y trataremos de notar las sensaciones que 
recorren nuestro cuerpo en la cabeza, el vientre o el corazón. Notaremos el peso de 
nuestro cuerpo contra el suelo y como la tierra nos manda su energía por los pies y 
como ésta sube hacia arriba y llega hasta la cabeza atravesando como una luz todo 
nuestro cuerpo, saliendo y volando hacia el sol. Para realizar esta actividad, les 
contaremos todo lo que va ocurriendo, tal y como hemos mencionado, con voz pausada 
y lentamente, permitiendo que los alumnos imaginen todo cuanto les contamos. 
 
 Para que todas estas meditaciones sean efectivas, lo más adecuado es que las 
realicemos junto a nuestros alumnos, pues no solo nos llevará a nosotros a un estado 
de meditación óptimo, sino que favorecerá que los niños se interesen y participen con 
mayor entusiasmo en las actividades. 
 
 
5. Evaluación 
 
 En toda actividad de innovación, así como en cualquier situación educativa que 
planteemos en la escuela, es importante llevar a cabo un proceso de evaluación. Esta 
evaluación nos permitirá ser consciente del grado de consecución de los objetivos que 
nos hemos propuesto, el interés que ha suscitado la actividad y el éxito de la misma, y 
nos aportará las herramientas para mejorar la eficacia de las actividades. 
Se debe evaluar tanto el proceso de aprendizaje del alumno como el proceso de 
enseñanza del maestro. 
Evaluación del proceso de aprendizaje 
 
Para evaluar el grado de consecución de los objetivos que nos habíamos propuesto con 
la aplicación de nuestra propuesta, tendremos en cuenta los objetivos que hemos 
enunciado: 
• Reducir el nivel de estrés de los niños, tanto a nivel escolar como en su vida 
diaria. 
• Desarrollar la capacidad de concentración. 
• Favorecer la atención y ser conscientes de cada momento. 
• Aprender a relajarse. 
• Dormir tranquilos, sin pesadillas, miedos ni temores. 
• Estimular la creatividad. 
• Potenciar la paz como forma de vida. 
 
Las características de la evaluación que habrá que tener en cuenta son las siguientes: 
 La evaluación debe ser continua, ya que la metodología que nos ocupa requiere 
un tiempo muy largo para integrarse dentro de un sistema de valores. No basa 
un día, no basta una sesión, no basta quizá un curso escolar, debe ser lago que 
se debe realizar a largo plazo, a lo largo de la vida. 
 
 La evaluación debe ser formativa, lo que significara que nos dará nuestras en 
todo momento de si estamos alcanzando nuestras metas, para, en el caso 
contrario, ir mejorando los aspectos necesarios en el momento que sea preciso. 
 
 Como técnica de evaluación utilizaremos la observación de los niños antes, 
durante y después de las actividades. Debe ser una observación realista en la 
que muchas veces debemos contar con la ayuda de otro maestro, ya que muchas 
veces nosotros mismos estaremos realizando con los alumnos las actividades de 
meditación 
 
 Utilizaremos como instrumento de recogida de información que más se adapten 
al tipo de actividades que propongamos. En el caso concreto que nos ocupa, 
considero que la mejor forma de recoger la información para nuestras 
actividades de meditación consiste en un diario de aula, en el que vayamos 
recogiendo cada día, y de forma personal las sensaciones que nos aportan los 
ejercicios que realizamos, cuales son los que mejor permiten a los niños estados 
de meditación y como, a lo largo del tiempo, hemos notado que los objetivos en 
cuanto a reducción del estrés o atención consciente se van consiguiendo. 
 
En este apartado, queremos recordar de nuevo, que un estado de meditación o 
es medible, y que es un proceso muy lento, largo y que requiere una constancia y 
paciencia infinita, por lo que no podemos pretender que después de cada 
actividad se pueda cuantificar el resultado. Muchas veces, lo importante es 
realizarla y disfrutarla más que medirla o analizarla. Recordemos que lo que 
pretendemos con la meditación es en la mayoría de los casos, la ausencia de 
pensamiento. 
 
 
Evaluación del proceso de enseñanza. 
 
 Las mismas actitudes que pretendemos que alcancen los alumnos con nuestras 
actividades propuestas, deberían ser alcanzadas por nosotros, puesto que para poder 
guiar a los alumnos a un estado de meditación, nosotros debemos creer en ella y debe 
formar parte de nuestra forma de vida. Por ello, debemos tener siempre presente los 
objetivos que como docentes y en cuanto a la meditación nos hemos propuesto para 
nuestra intervención: 
 
• Tratar de mantener una actitud lo másmeditativa posible durante toda la 
jornada escolar 
• Ser capaz de guiar a los niños a través del camino a la meditación. 
• Saber transmitir los conocimientos básicos necesarios para trabajar con niños. 
• Ofrecer un amplio abanico de ejercicios prácticos adecuados para poder 
realizar la actividad de meditación con los alumnos. 
• Tener una actitud abierta y de compromiso ante las dudas y necesidades de los 
niños. 
• Creer en la meditación como camino para alcanzar la paz y serenidad. 
• Observar las dificultades de los niños para dar respuesta y actuar de acuerdo a 
ellas. 
 
Para ello, debemos llevar a cabo una autobservación de nuestro trabajo, para 
descubrir si los valores que transmitimos a los alumnos están de acorde a los que nos 
habíamos planteado. Es una autobservación lo más objetiva posible para poder 
modificar aquello que a lo largo del proceso no esté dando resultado. 
Por ello, debemos ser lo más sinceros y críticos posibles con nuestra intervención y 
nuestra actuación. Sólo así, desde el autoconocimiento y la auto crítica podremos 
promover el cambio que estamos queriendo impulsar. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN 
 
 La meditación, el momento presente, el aquí y el ahora, no es ni más ni menos que una 
capacidad con la que todos nacemos y de la que disfrutamos en la primera infancia, la 
cual nos hace aprovechar cada una de las experiencias que vivimos en cada momento. 
Poco a poco, al crecer, al asumir los valores que la sociedad acepta como buenos para 
nosotros, y descartar los que no lo son, al aprender a “pensar” y a “necesitar”, dejamos 
de hacer caso a nuestro presente para vivir lo más preocupados posible por el ayer o 
el mañana, por el tener o conseguir. Y en nuestra sociedad actual, bombardeada por la 
imagen, el poder o el tener, en la que los valores primordiales o las emociones han 
dejado de tener importancia, deshumanizando a la persona, vamos olvidando lo que 
realmente sí tenemos: el momento presente. 
Y ya que son los niños los verdaderos maestros en el arte de disfrutar del momento, 
de vivir la ausencia de pensamiento, pudiendo dejar de lado la preocupación o el 
sufrimiento de pensar, ¿Por qué no les ayudamos, no solo a preservar , sino a cultivar y 
desarrollar al máximo este maravilloso don? 
 Contribuyamos como docentes a hacer posible que no se pierda esta infancia, que se 
preserven estas capacidades que nos hacen tan felices y parece que sólo podemos 
disfrutar de niños… porque, ¿quién no ha deseado alguna vez volver a ser un niño? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 
o “Lorin Roche (1998). Meditación”. Colección cuerpo mente. Editorial RBA. 
o Osho (2011). “El libro del niño”. Una visión revolucionaria de la educación 
infantil. Editorial Debolsillo. 
o Eckhart Tolle (2001). “El poder del ahora”. Ediciones Gaia 
o Eleine Snel (2013). “Tranquilos y atentos como una rana”. Editorial Kairos. 
o Maurenn Garth (1992). “Rayo de Luna” Meditaciones para niños 2. Ediciones 
Oniro. 
o Mariëlle Renssen (2003). “Meditación y relajación”. Editorial Edimat 
o Revista “Crecer feliz”. Nº 306. Mayo 2014. 
o Materiales proporcionados por Lina Arias.

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