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Unidad 4 El entorno en la producción avícola intensiva

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CATEDRA PRODUCCION DE AVES
Unidad 4
 Factores de confort de las aves
Introducción
Entorno del sistema avícola 
Los sistemas de producción avícolas actúan bajo el concepto de sistemas abiertos, de tal
manera que conforman una unidad natural compuesta por factores bióticos y abióticos,
existiendo entre ellos un gran intercambio de materia y energía. Además de los componentes
bióticos, cuentan con un conjunto de prácticas que incluyen la tecnología y los recursos
humanos, mediante los cuales se lleva a cabo esta producción. 
Una de las interacciones entre los componentes del sistema pecuario que más influencia tiene a
escala productiva, es la relación entre el entorno y el animal. El entorno en el que el animal se
desempeña está compuesto primordialmente por los factores ambientales o climáticos, el cual
debe estar estructurado con el objetivo de brindar bienestar. Los animales sobreviven si se
desarrollan en un ambiente confortable y adecuado. El ambiente animal es la reunión de todas
las condiciones externas que afectan el desarrollo, la respuesta y el crecimiento animal. Estos
factores que componen el ambiente se clasifican en:
Factores físicos: tales como el espacio, la luz, el sonido, la presión y el equipo; 
Factores sociales: como el número de animales, ordenes de dominancia; y 
Factores técnicos: como la temperatura del aire, la humedad relativa, el movimiento del aire, la
radiación térmica, entre otros.
Los avances en producción avícola a nivel genético, nutricional, sanitario, manejo e
instalaciones, evidenciados en mejores tasas de crecimiento, índices de conversión, y mejoras
de la conformación (partes de la canal), entre otros, se ven condicionados por los factores
ambientales, como se observa con mayor claridad en las regiones tropicales (con altas
temperaturas y humedades relativas), cuyos efectos son económicamente significativos,
viéndose afectados todos los parámetros productivos. 
El mejoramiento genético ha llevado a la obtención de aves más especializadas, pero menos
resistentes a las variaciones del entorno, lo que se manifiesta con disminución de su
productividad y por ende de los resultados económicos. Esto se traduce en una mayor
dependencia de estas aves a un ambiente controlado.
Este ambiente externo, que representa todos los factores no genéticos que influencian la
respuesta, interacciona con el genotipo del animal para determinar su performance, siendo
esta situación aún más compleja, debido a la intervención humana, que puede influenciar tanto
al genotipo, como al ambiente externo. Bajo estas condiciones la productividad depende de
una interacción genotipo x ambiente x manejo.
Proveer un adecuado grado de confort de las aves es necesario para alcanzar la máxima
productividad por parte de las mismas, y esto se logra conociendo y manejando los principales
componentes del entorno en el que viven las aves.
En el galpón de producción encontramos los siguientes componentes:
* Temperatura 
* Humedad 
* Calidad del aire
* Situaciones de Miedo
* Presión atmosférica 
* Iluminación 
Los márgenes de operatividad de estos factores son muy estrechos. El ambiente avícola es
considerado comúnmente como un “sistema estresante”, que provocan en las aves una
“respuesta de estrés”.
Lograr un medio ambiente adecuado para las aves no suele ser tarea fácil como consecuencia
de:
1°- Las interrelaciones que existen entre los principales componentes del medio ambiente.
Por Ej. : En un local cuya temperatura sea correcta pero exista olor amoniacal, aumentar la
ventilación para corregir el problema de la calidad del aire, puede provocar el descenso de la
temperatura hacia valores subóptimos.
2°- El hecho de que no siempre lo mejor para el ave sea lo más rentable para el productor.
Una vez conocidos los principales componentes del medio ambiente del galpón y como
funcionan sus interrelaciones, se tienen las bases para intentar controlarlos, básicamente a
través de las instalaciones y el manejo; aunque muchas veces los resultados obtenidos no
tienen la respuesta esperada debido a que las situaciones son diferentes y a que muchos de
estos factores intervienen de forma interconectada.
PRINCIPALES COMPONENTES DEL MEDIO AMBIENTE DEL GALPÓN
1. TEMPERATURA AMBIENTE:
Es el factor ambiental más importante para dotar a las aves de un confort adecuado. Esta
influye en el mantenimiento de una adecuada temperatura corporal necesaria para el óptimo
desarrollo de las funciones del ave en sus distintas etapas.
Producción y pérdida de calor por las aves.
Las aves como los mamíferos, son homeotérmicas, son generadoras de calor. La cantidad de
calor producido se mide en unidades térmicas británicas (BTU) o calorías. Un BTU es la cantidad
de calor requerida para elevar 1 libra de agua en 1°F, cuando la temperatura del agua es 39°F.
Una caloría es la cantidad de calor requerida para elevar la temperatura de 1g de agua desde
3.5 a 4.5°C. Un BTU es igual a 252 calorías.
Temperatura corporal: las aves tienen un comportamiento diferente según la edad (son
homeotermos como los mamíferos, sin embargo en su primera fase se comportan como
heterotermos). Cuando nacen a las 24 horas de vida, su temperatura corporal está en torno a
los 37,5 a 38º C, es decir que en la nacedora deben estar a esa temperatura. A los 7 días de vida
su temperatura corporal asciende a 39 a 40º C, y finalmente de los 8 a los 15 días, alcanzan la
temperatura corporal de animal adulto, que es de 40 a 41º C. 
Las aves tienen características termorreguladoras diferentes a las de los mamíferos. Los adultos
parecen mejor dotados para preservar el calor corporal que para eliminarlo, al tener el cuerpo
recubierto de una capa interior de plumón, que retiene gran cantidad de aire, y otro exterior de
plumas (que le salen entre los 25-30 días de vida), constituyendo un magnífico sistema de
aislamiento, muy bueno en épocas frías pero desventajoso en épocas calurosas. Las plumas
tienden a mantener el calor y a no dejarlo escapar fácilmente del cuerpo de las aves. Sin
embargo el pollito recién nacido tiene un escaso control sobre su temperatura corporal
(prácticamente nulo), comportándose como heterotermo hasta los 10-15 días de vida. La falta
de protección de plumas verdaderas, así como la mayor relación entre la superficie corporal y el
peso que en el pollito recién nacido alcanza su máximo valor, son dos factores adicionales que
explican la falta de capacidad termorreguladora de éste. Más adelante al cubrirse de plumas y
reducirse la citada relación superficie/peso, es cuando se alcanza la homeotermia.
Otra diferencia importante es que las aves no cuentan con glándulas sudoríparas. La mayoría de
los mamíferos pueden transpirar cuando su temperatura corporal es alta, lo que produce una
evaporación a través de la piel, muy efectiva para reducir la temperatura corporal. Aunque de
acuerdo a algunos autores en las aves existe una pérdida relativamente constante de humedad
por piel (0,5 a 1 g/h. en el ave adulta) independiente de la temperatura del medio ambiente.
Sin embargo las aves cuentan con algunas características especiales que las ayudan durante las
épocas de calor:
- Su temperatura corporal relativamente alta facilita la pérdida de calor con el aire ambiental.
- El sistema respiratorio de las aves es muy efectivo en reducir la temperatura. Los sacos aéreos
permiten que el aire inhalado (que generalmente es más frío que la temperatura corporal)
penetre profundamente en la cavidad abdominal. Cuando el ave exhala, está liberando calor de
su cuerpo. 
- Las aves también cuenta con un mecanismo de jadeo que usa durante la época de calor para
evaporar agua y reducir de esta manera su temperatura corporal. Este mecanismo de jadeo es
muy similar al usado por los mamíferos, siendo efectivo en reducir el estrés causado por elcalor.
El calor producido por las aves está determinado por los siguientes factores:
El tipo de ave. Los pollos de engorde a igual peso que las gallinas ponedoras, producirán mayor
cantidad de calor por su mayor velocidad de crecimiento y consumo de alimento por unidad de
peso, lo que aumenta la producción de calor corporal.
La tasa de metabolismo basal. Es el calor desprendido por la realización de los procesos vitales.
Es función del peso metabólico (PV2/3), que es una corrección del peso vivo según la superficie.
Aumenta por tanto con la edad y el peso, y por ello además, es más elevada en machos que en
hembras de la misma edad.
Incremento de calor por ingestión de alimento. La realización de los procesos de digestión
genera calor. Puede aumentar hasta un 20% del calor basal. La actividad de alimentación y el
metabolismo causado por la digestión y la asimilación del alimento incrementa la producción de
calor en el animal. El incremento de calor es mucho mayor cuando la proteína es fuente de
energía que cuando se utiliza carbohidratos y grasa. Asimismo, el incremento calórico es mayor
al consumir proteína si la temperatura ambiente es alta. Si el ambiente es frío la energía
metabolizable es utilizada más eficientemente para los requerimientos de mantenimiento y
producción. El incremento calórico se disminuye si el nivel de proteína en la dieta es bajo. Para
los animales no rumiantes esto se podría lograr si se determinan los requerimientos exactos de
los aminoácidos esenciales de la proteína ideal, la que debe producir un mínimo incremento
calórico.
Transferencia de calor y regulación de la temperatura somática profunda
El ave produce calor constantemente mediante los procesos metabólicos y la actividad física. El
mantenimiento de una temperatura corporal dentro de los límites fisiológicos solo es posible
por la capacidad que tiene el cuerpo para poner en marcha una serie de mecanismos que
favorecen el equilibrio entre los que facilitan la producción de calor y los que consiguen la
pérdida del mismo. Un pollo de engorde de 1,8 Kg producirá 30 unidades térmicas (BTU) de
calor por hora, lo que significa que para mantener su temperatura corporal constante, deberá
eliminar esos 30 BTU por hora. 
El calor del cuerpo se pierde por los mecanismos de radiación, convección, conducción y
evaporación y pueden explicarse de la manera siguiente:
Los métodos de transferencia de calor:
Conducción. En las aves esta tiene lugar cuando un cuerpo caliente entra en contacto físico con
otro frío. Se produce a través de las patas y el músculo pectoral cuando los pollos están
acostados, y se puede observar como escarban, se bañan en la cama o buscan zonas bajo los
bebederos que están más húmedos para refrescarse.
Convección. El intercambio de calor por convección ocurre cuando partículas relativamente
calientes de un fluido se mezclan con partículas más frías. En el ave, esta pérdida de calor
ocurre cuando el aire que entra en contacto con esta, se calienta y se eleva, permitiendo que el
aire más frío se caliente a su vez. Se puede distinguir entre convección natural, originada por el
gradiente térmico entre animal y el aire que lo rodea y convección forzada, originada por la
fuerza del viento o artificialmente, a través de ventiladores.
Radiación. Se refiere a la emisión continua de energía desde la superficie de todos los cuerpos y
es transportada por ondas electromagnéticas. Es diferente de la conducción y la convección. Sin
embargo, eso no depende de la materia de separación que transporta la energía. En efecto, el
material que ocupa el espacio intermedio impide o retrasa el proceso de transferencia por
radiación. Además, en contraste a los procesos de transferencia de calor por conducción y
convección los cuales son afectados por la diferencia de temperatura y muy poco por el nivel de
temperatura, la emisión de calor por radiación aumenta rápidamente cuando aumenta el nivel
de temperatura.
Cuando la temperatura ambiente está por debajo de los 28º C, la radiación, la conducción y la
convección son suficientes para mantener la temperatura corporal del ave, ello se ve favorecido
por un mecanismo de vasodilatación superficial, que aumenta el flujo sanguíneo hacia los
tejidos periféricos, especialmente la cresta, las barbillas y las patas, trasfiriendo el calor desde
los órganos internos hacia la superficie. 
La suma del calor perdido por los tres primeros sistemas se denomina calor sensible, en esta
forma, la energía se transfiere con un cambio de temperatura ambiental o de los cuerpos
circundantes.
El calor sensible puede representar entre 50 - 75% de las pérdidas totales de calor, siendo más
elevado cuanto más baja es la temperatura ambiente.
Evaporación (jadeo). A medida que la temperatura ambiente se va acercando a la temperatura
del ave, los tres mecanismos citados se muestran ineficaces para regular la temperatura
corporal por lo que entra en marcha este cuarto mecanismo. La temperatura elevada provoca
en el ave un aumento de la tasa respiratoria y del flujo sanguíneo para aumentar el
enfriamiento por evaporación (por cada gramo de agua que se evapora se disipan 540 calorías
de energía). Este proceso es efectivo cuando el ambiente está seco. Si el aire circundante es
húmedo la capacidad que tiene éste de absorber calor disminuye notablemente. A veces basta
que la humedad se posicione en 70% para que se produzca este fenómeno, el ave no logra
eliminar el exceso de calor, comienza a jadear en exceso abriendo el pico y finalmente muere
(golpe de calor).
La eliminación del calor por evaporación de agua del tracto respiratorio, puede inducir a una
alcalosis respiratoria, pues el ave al expirar pierde en exceso el dióxido de carbono (CO2). Como
resultado, los fluidos corporales se vuelven alcalinos, causando que los riñones excreten
grandes cantidades de electrolitos.
Como orientación para poder identificar en que momento se inicia el estrés por calor,
independientemente de la observación de los pollos, se establece en aquel en que la suma de la
temperatura y de la humedad relativa alcanza un índice de 105, siendo así la temperatura
superior a 27° C y una humedad relativa alrededor del 78%.
La suma del calor perdido por los distintos medios de evaporación de agua se denomina calor
latente o insensible. La disipación del calor sensible se produce especialmente a bajas
temperaturas, mientras que la del calor latente adquiere su máxima importancia en época
calurosa.
Zona Termoneutral:
En la zona termoneutral, la tasa de producción metabólica de calor es mínima e independiente
de la temperatura del aire. Dentro de esta zona el animal puede mantener su homeotermia
automáticamente mediante compensaciones “físicas” (alterando el flujo de sangre periférica,
plumomotricidad, cambios de postura, etc.).
Esta zona varía de acuerdo a la edad y desarrollo del ave. En el caso de los pollitos BB, la misma
es de T° elevada y rango estrecho (32-35º C), mientras que en las aves adultas la T° es más baja
y de mayor amplitud (15-25º C). Siempre que se salga de estos rangos el ave deberá utilizar
mecanismos de ajustes y sufrirá de estrés.
El período más crítico es durante los 2-3 primeros días de la cría; ya con temperatura de 30° C,
las aves se agrupan para darse calor, luego se enfrían las patas y en pocas horas pueden morir o
quedar con secuelas que se manifestarán más adelante.
A medida que las aves van creciendo su capacidad termorreguladora aumenta; la relación entre
la superficie corporal y su peso disminuye, mejora su aislamiento natural (plumas y depósitos
grasos), de manera tal que su zona de neutralidad térmica se ve ampliada. Los desvíos en más o
en menos respecto a dicha zona, ya no repercuten en aumentos en los porcentajes de
mortalidad, aunque sí ocasionan otros efectos, tales como modificaciones en el consumo de
alimento. En el extremo contrario cuando se llegaa 38° C de temperatura ambiente, la
temperatura corporal va aumentando hasta llegar al nivel letal superior de 47 a 48º C.
Mecanismos de adaptación fuera de la Termoneutralidad:
A) Temperaturas ambientales en descenso.
1.- Reducción de la pérdida de calor mediante:
a) Vasoconstricción periférica.
b) Incrementando el aislamiento corporal mediante aumento de la cobertura adiposa,
incrementando la capa de plumas, plumomotricidad, etc.
c) Búsqueda de protección o cobertura del viento, lluvia, nieve, etc.
d) Reducción del área superficial. Mediante cambios de postura corporal agrupándose
estrechamente con otros animales.
2.- Incremento en la producción de calor mediante:
a) Incrementando el consumo del alimento (mayor ingesta de energía, incremento
calórico de la digestión).
b) Incrementando la actividad física. Temblor involuntario en condiciones extremas de
frío.
c) Buscando la exposición a la radiación solar.
B) Temperaturas ambientales en aumento.
1.- Incremento de la pérdida de calor mediante:
a) Vasodilatación periférica.
b) Disminución del aislamiento corporal.
c) Incrementando la superficie corporal (descansando en una posición estirada o
relajada).
d) Incrementando el enfriamiento evaporativo mediante el jadeo.
e) Evitando la exposición a la radiación solar.
f) Incremento del consumo de agua.
2.- Reduciendo la producción de calor mediante:
a) Reduciendo el consumo de alimento (Menores niveles de la hormona tiroxina y menor
tasa metabólica).
b) Reducción de la actividad física.
Efectos de la adaptación sobre los parámetros productivos
a) Consumo de alimento: todo cambio en la temperatura es inversamente proporcional a las
necesidades energéticas del ave, y por lo tanto al consumo de alimento. Si la temperatura
ambiente es excesivamente baja (0º C), se puede dar un efecto contrario (cese del consumo de
alimento) por disminución de la actividad del ave.
b) Ingesta de agua: Directamente proporcional al aumento de temperatura.
La relación consumo de agua / consumo de alimento a 20º C es 2:1, incrementándose hasta
valores de 6:1 a 35º C.
En pollos parrilleros:
La tasa de crecimiento se ve afectada cuando se superan 24º C. El consumo de alimento decae
a medida que se eleva la temperatura.
La conversión alimenticia mejora progresivamente hasta llegar a los 27º C, momento en el cual
comenzará a empeorar: las mejoras se deben a la disminución del consumo de alimento. A
partir de 27º C, la reducción de la tasa de crecimiento (peso corporal) torna negativa la
ecuación.
Si se trata de establecer una temperatura ambiente ideal considerando solo la tasa de
crecimiento ésta sería de 18º C, si se mira la conversión alimenticia sería de 27º C.
A partir de éstos conceptos, en general, se toma como temperatura media ideal 20-21º C,
aunque la decisión de trabajar con más temperatura (hasta 27º C) es de tipo económico
(considerando la reducción del costo de la ración que potencialmente puede lograrse al
mejorar la conversión alimenticia).
Por último, se deben evitar las fluctuaciones diarias de más de 5º C alrededor de la media.
En gallinas ponedoras:
Producción de huevos: El calor afecta la puesta superando los 27-28º C (sobre todo con
humedad elevada).
Las razas livianas soportan mejor las altas temperatura que las pesadas, lo contrario ocurre con
las bajas temperaturas.
No obstante se considera que el frío no afecta la puesta (hasta 5º C), pero temperaturas bajas
provocan otros problemas en el ambiente (mayor humedad, poca ventilación, mayor índice de
amoníaco, materia fecal húmeda) todo derivado del hecho de tener que restringir la ventilación
en tiempo frío.
Peso de los huevos: a mayor temperatura disminuye el tamaño y peso de los huevos (a 35º C
disminuye 1,5 a 2% su peso).
Conversión alimenticia: teniendo en cuenta la influencia de la temperatura en el número de
huevos puestos (y/o su peso) y en el consumo de alimento, surge que la temperatura ideal para
la puesta está cercana a los 25º C. Al elevar la temperatura, disminuye el consumo de alimento,
pero también el número de huevos, su peso o tamaño y repercute en la calidad del mismo.
Calidad del huevo: las temperaturas elevadas afectan la calidad de la cáscara del huevo,
haciéndola más débil (disminuye la ingesta de alimento y la incorporación del calcio dietario), el
jadeo provoca eliminación de dióxido de carbono por el aparato respiratorio, y por lo tanto
disminuye el nivel de bicarbonato en sangre y en el útero queda poca disponibilidad de iones
bicarbonato para la formación de la cáscara. A pesar de interactuar otros factores (edad-
nutrición- manejo - etc.) sobre la calidad de la cáscara, la temperatura es fundamental. 
Conclusión: La temperatura ideal para ponedoras es de 20º a 25º C, tratando de evitar
fluctuaciones bruscas. Grandes fluctuaciones afectan la producción (sobre todo si son varias las
horas de calor extremo en el día) llegando incluso al “golpe de calor” si la humedad relativa
ambiente es elevada.
2. HUMEDAD 
Humedad relativa ambiente: concepto
Al evaporarse, el agua se mezcla con el aire en estado de vapor. Aunque no se vea, litros y litros
de agua en ese estado físico se halla flotando en el aire. No importan tanto cuántos litros estén
en el aire sino a que distancia se encuentre de la máxima capacidad de retención de agua por
parte del aire, o lo que es lo mismo, de su grado o nivel de máxima saturación. Esto se expresa
en forma porcentual (humedad relativa):
Humedad relativa (HR). Al contenido de agua en el aire se le conoce como humedad relativa y
se define como el porcentaje de saturación del aire con vapor de agua, es decir, es la relación
entre la cantidad de vapor de agua que contiene un metro cúbico de aire en unas condiciones
determinadas de temperatura y presión y la que tendría si estuviera saturado a la misma
temperatura y presión. La humedad relativa de una muestra de aire depende de la temperatura
y de la presión a la que se encuentre. 
 HR = e/E(100) = presión de vapor actual/presión de vapor a saturación (100). 
Cuando el aire tiene la mitad de su capacidad máxima de retención de vapor de agua completa,
existe una humedad relativa ambiente del 50%. Cuando se alcanza su máxima capacidad
(saturación), tenemos 100% de humedad.
La temperatura del ambiente modifica la capacidad del aire de retener vapor de agua: cuanto
más alta sea la temperatura del aire, mayor su capacidad de retención (se eleva el punto de
saturación), de manera que el aire caliente, tiene la capacidad de alojar mas litros de agua que
el frío. Si éste mismo aire es enfriado, el agua se condensa sobre las superficies, es decir, que
muchos litros de agua cambian de estado físico y deja de estar suspendido en el aire.
La humedad interior de un galpón proviene principalmente de “factores endógenos” al mismo:
la humedad proveniente de las aves, de la densidad de la población, ventilación y temperatura,
y en mucho menor grado de la humedad ambiente exterior (clima de la zona o época del año). 
El grado higrométrico de un galpón (expresado en humedad relativa ambiente) depende por lo
tanto casi en su totalidad de los factores endógenos citados, de los cuales el más importante es
el dependiente del ave en sí, o sea la humedad producida por ellas. Por ej. Una gallina Leghorn
adulta produce aproximadamente 5g./h./kg. de peso vivo de humedad (procedente de
respiración y deyecciones), esto equivale a tener que evacuar unos 2.000 litros de agua de un
galpón de 10.000 ponedoras por día.
Las aves disipan gran parte de su calor corporal mediante la evaporación del agua a través de la
ventilación pulmonar. Esta pérdida será más efectiva cuando más seco sea el aire inhalado, ya
que éste podrá absorber más humedad, de ahí la importancia de mantener la humedad relativa
ambiente en niveles bajos.
Problemas de baja humedad relativa ambiente:
Ocasiona exceso de polvo ambiental.Se sabe que el número de bacterias transportadas por el
aire aumenta con la presencia de polvo (la mayor humedad favorece la precipitación del
mismo).
Problemas de alta humedad relativa ambiente:
En invierno: el porcentaje de humedad en el galpón puede alcanzar valores superiores al 80%,
cuando se restringe mucho la ventilación. En estos casos la humedad elevada produce
condensaciones en paredes, techos, implemento, etc. la cama se humedece y apelmaza, se
eleva el nivel de amoniaco (por exceso de fermentación de la cama), se favorecen las
enfermedades respiratorias, la coccidiosis, ampollas de pechugas (problemas de descarte a la
faena).
Interrelaciones y recomendaciones:
Es fundamental tener en cuenta la íntima relación existente entre la Ventilación - Temperatura
– Humedad.
En tal sentido se debe considerar que la capacidad del aire para absorber la humedad aumenta
rápidamente cuanto mayor es la temperatura. Es decir, cuanto mayor es la temperatura del
galpón, mayor es su capacidad de evacuar el vapor de agua al ventilar (cada 11º C de aumento
de la temperatura, aumenta en un 100% la capacidad de absorber la humedad).
Niveles recomendados de humedad relativa ambiente del galpón: 50 - 60% en aves a piso, y 60
- 70% en jaulas (siempre y cuando la temperatura no suba de 30º C, de lo contrario hay que
trabajar con 50%).
3. CALIDAD DEL AIRE 
Teniendo en cuenta lo que requieren las aves para su funcionamiento normal, la calidad del aire
del galpón debe ser idéntica a la del aire atmosférico exterior cuya composición es oxígeno:
21%, nitrógeno: 78%, dióxido de carbono: 0,03%, otros gases (argón). En la práctica, esto es
muy difícil de lograr presentándose gases contaminantes y otros elementos nocivos para la
salud del ave.
La contaminación del aire se manifiesta por la presencia de impurezas en concentraciones lo
suficientemente elevadas como para provocar efectos nocivos sobre la producción.
El aire puede transportar a los contaminantes en todas las direcciones, ej. el transporte vertical
se ve influido en general por el gradiente de la temperatura del aire desde el nivel de la cama
hacia arriba, y en sentido horizontal por el movimiento del aire.
Los contaminantes del aire en un galpón están constituidos por: 
1) Contaminantes gaseosos.
2) Partículas.
Contaminantes gaseosos:
Dióxido de Carbono
Proviene principalmente de la respiración de las propias aves, y en menor medida de la
combustión de los sistemas de calefacción y de la fermentación de la cama. 
Es un gas más denso que el aire, por lo tanto tiende a permanecer en las capas más bajas del
aire. No es un gas muy tóxico, pero su mayor concentración quita volumen al oxigeno; de todas
maneras, en la práctica y con una ventilación normal, su aumento constituye una situación que
difícilmente se presente. 
Su nivel depende de la densidad, tamaño corporal de las aves, tipo de combustible utilizado
para calefacción, del cerramiento y la ventilación.
Niveles máximos tolerados: 1,5% (aparece jadeo y pérdida de productividad de las aves).
Amoníaco
Es el más importante y común de los contaminantes gaseosos. Es un gas alcalino, compuesto
por nitrógeno e hidrógeno (NH3). Proviene de la descomposición de las excretas de los
animales. La gravedad específica a 0ºC y 1 atmósfera de presión es 0,5970, cuando se lo
compara con el aire en iguales condiciones. 
La concentración máxima recomendadas de amoniaco en el aire de explotaciones de
producción y cría de aves de carne en sistema convencional, no debe exceder de 20 ppm,
medida a nivel de la cabeza de los pollos.
Origen
El ave excreta con sus heces, proteína no digerida en el tracto intestinal, y en la orina
predominantemente ácido úrico, algo de urea y otros compuestos nitrogenados provenientes
del metabolismo de las proteínas. 
La cantidad de nitrógeno que se convierte en amoníaco depende de la cantidad y tipos de
microorganismos que se encuentren en la cama. El número de microorganismos presentes en
la cama estará en función de la temperatura y de la cantidad de heces producidas por las aves. 
La enzima Ureasa producida por las bacterias, cataliza la reacción:
Acido úrico——>Amoníaco+Ácido Ciánico
Si hay agua disponible para reaccionar con el Ácido Ciánico se producirá Amoníaco y Anhídrido
Carbónico. Tanto las bacterias aerobias como las anaerobias son capaces de reducir el Ácido
Úrico a Amoníaco, algunas bacterias producen Urea, pero al final termina produciéndose
Amoníaco. La rápida transformación del Nitrógeno urinario no implica que el Amoníaco será
liberado al medio ambiente, la cama tiene una solución acuosa y hay un equilibrio entre la
cantidad de Amoníaco, Iones Amonio e Iones Hidróxilo. La importancia de este equilibrio es que
el Amoníaco puede ser sostenido en solución como Ion Amonio, lo que está en función del ph, y
de la concentración de Amoníaco en el aire, un aumento de temperatura disminuye la
solubilidad y se libera el gas, además de aumentar el metabolismo y la reproducción
microbiana.
Efecto sobre el organismo
Las aves expuestas a este gas presentan desde leves molestias oculares, complicaciones
postvacunales, deterioro en el peso promedio, conjuntivitis, ceguera, irritación del tracto
respiratorio, hasta edema pulmonar y asfixia, todo dependiendo de la concentración del gas y
del tiempo en que el ave está expuesta. 
Control 
La manera más rápida de eliminar el amoníaco es mediante la ventilación del recinto, pero a
veces se vuelve muy crítica la pérdida de calor acumulado con gasto energético.
Debe hacerse una correcta ventilación para evitar por un lado, la acumulación de este gas en el
aire, y por el otro, una cama más seca y por lo tanto menor probabilidad de que el Amoníaco se
libere al medio ambiente. En aquellas camas que por manejo inicialmente son húmedas, será
muy difícil no tener problemas de contaminación del aire con Amoníaco. Si a una cama húmeda,
mientras está liberando Amoníaco se la revuelve, la concentración del gas puede llegar a
duplicarse. Ingresar menos aves por metro cuadrado disminuye la cantidad de excretas en la
cama y disminuye el sustrato microbiano.
Monóxido de Carbono
Este gas incoloro e inodoro se origina de la combustión defectuosa de las fuentes de calor. Si
hay menor oferta de oxígeno por cada molécula de carbono que entra en combustión, en lugar
de formarse CO2 (anhídrido carbónico) se forma CO (monóxido de carbono).
La producción de Monóxido de Carbono implica una pérdida de las dos terceras partes de la
energía calorífica disponible de la calefacción. 
Fisiopatología
El Monóxido de Carbono reacciona con la Hemoglobina 210 veces más rápidamente que el
Oxígeno para formar Carboxihemoglobina, reduciendo la cantidad portadora de Oxígeno de la
sangre. Como la reacción es reversible saliendo de esa atmósfera, o ventilando ese CO se irá
liberando gradualmente hasta alcanzar el nivel usual de Oxihemoglobina.
Las aves pueden tolerar bajas concentraciones de Monóxido de Carbono en el aire (160 ppm)
por largos períodos de tiempo (7 días) sin efectos visibles, con valores de Carboxihemoglobina
de 7 a 12%. 
A nivel de 600 ppm los síntomas comienzan a los 30 minutos de exposición con niveles de 25 a
50% de Carboxihemoglobina. Aunque se recuperan rápidamente cuando el gas es removido del
medio ambiente.
La muerte sobreviene a 2.000 ppm, a esta concentración las primeras muertes sobrevienen a
las dos horas de exposición, los niveles de HbCO entre las 2 y 4 horas de exposición, fueron de
63 y 75%.
La exposición a 3.600 ppm de CO en el aire causa alto porcentaje de mortandad dentro de la
primera media hora de exposición.
Los síntomas son los mismos que se observan en las anoxemias: irritabilidad, movimiento de la
cabeza, incoordinación, disnea, espasmos clónicos y coma. El único síntoma inusual es una
tendencia, que tiene el ave, de picotear sus dedos y puntas de alas.
Laslesiones que se encuentran en la necropsia son el color rosado en todos los tejidos
musculares (carne color salmón), y las petequias típicas en este tipo de síndrome.
Partículas:
* Polvillo: 
*procedentes de las propias aves: - del descamado de la piel de las aves. - de los
folículos de las plumas. - trozos de plumas.
* del alimento (partículas finas).
* de la cama. 
* restos de deyecciones secas.
La producción de polvillo esta en función de la humedad del aire, es decir que a medida que la
humedad aumenta, el polvillo disminuye. Otro factor que influye es la humedad de la cama que
a medida que desciende del 25% contribuye a una mayor polución. 
También puede observarse un mayor número de partículas de polvillo por litro de aire en los
períodos de máxima actividad, que durante la noche. Se puede deducir entonces que la
cantidad de polvo ambiental dependerá de varios factores (% de humedad del ambiente y de la
cama, el tipo de cama; las horas del día, etc.).
La acción del polvillo sobre las aves esta relacionada con el tamaño de las partículas y si ellas
portan irritantes o agentes patógenos. El polvillo aumenta la prevalencia y patogeneidad de
ciertas enfermedades. 
* Humo:
Al humo puede definírselo como al conjunto de gases de la combustión, brea, partículas de
carbón y vapor condensado. Es muy común encontrarlo en aquellas granjas que usan
calefactores de leña y que por defecto de su tiraje presentan el inconveniente denominado
como “retroceso del humo”, en donde los gases quemados en lugar de salir por la chimenea
vuelven al ambiente del galpón. Las partículas sólidas y líquidas que se encuentran en
suspensión en el humo tienen un notable efecto nocivo irritante a los que deben sumarse los
efectos de los gases ya vistos. Las partículas sólidas tienen un diámetro menor a 1 micrón, lo
que permite hacer llegar su efecto a las mucosas del tracto respiratorio de las aves. 
La intoxicación por humo se suele encontrar en los primeros de 18 a 24 días de cría, que es el
período más crítico de calefacción versus ventilación.
La mortalidad por esta causa está entre el 1 y el 2%. Las aves mueren con los signos típicos de
las hipoxias agudas, esto es decúbito dorsal con sus crestas y barbillones cianóticos.
 
4. FACTORES CAUSANTES DE MIEDO
La reducción del estrés animal durante los trabajos de manejo tiene la doble ventaja de
aumentar la productividad y mantener la calidad de la carne. La agitación y la excitación del
animal durante las situaciones de manejo, dependen tanto de factores genéticos como de las
experiencias anteriores del animal. Se ha observado que las aves que tienen experiencias
previas de manejo, se comportarán de manera más calmas y serán más fáciles de manejar en el
futuro.
Es probable que el miedo sea la causa de gran parte de los efectos dañinos en el rendimiento y
en la salud de los animales durante el manejo estresante. El miedo es un gran causante de
estrés. El miedo provocado por la exposición a algo nuevo puede elevar los niveles de
corticosterona en mayor medida que muchos procedimientos de trabajo con animales.
Los estímulos que provocan situaciones de miedo se clasifican de acuerdo a su origen en tres 
tipos:
- Visuales.
- Auditivos.
- Mixtos.
Dentro de los primeros, podríamos citar las situaciones de pánico que se producen al entrar una
persona desconocida en el galpón, el agitar rápidamente una pieza de equipo, la descarga de un
flash fotográfico, etc.
En el segundo grupo servirían como ejemplo una fuerte palmada o un grito dentro del galpón,
un portazo, el vuelo rasante de un avión, etc.
Y en el tercero lo sería la combinación de los anteriores, como el entrar corriendo y gritando en
el galpón, una fuerte tormenta con grandes descargas eléctricas, etc.
En todos los casos, cualquier avicultor sabe que las gallinas o los pollos reaccionan
violentamente, bien huyendo si pueden hacerlo por estar sobre piso, bien amontonándose en
el escaso espacio del que disponen en una jaula. Y, de igual forma, también sabe que las
consecuencias pueden ser más o menos graves, según en aquella huida se hayan producido
hacinamientos, heridas en el dorso, bajas por asfixia, etc.
De todas formas, hay dos aspectos que pueden intervenir en el grado de reacción de las aves: el
acostumbramiento al susto en cuestión y la interferencia de otros factores. Bajo el primer
aspecto, la frecuente repetición de un acto estresante determinado puede llegar a acostumbrar
relativamente a las aves al mismo. Y bajo el segundo, un fogonazo lumínico en un galpón con
amplias ventanas nunca será tan grave como el mismo realizado en otro galpón de ambiente
controlado en el cual se mantiene una intensidad lumínica atenuada.
Lo difícil, como puede suponerse, es evaluar la gravedad de estos tipos de estrés y sus efectos
sobre las aves, es decir, sobre la puesta, el crecimiento, etc. Sin embargo todo estrés (visual,
sonoro o mixto) tiene una influencia determinada, bien por alejar a las aves de los comederos y
bebederos, bien por apartarlas de su “área de influencia” habitual, bien por hacer que en los
amontonamientos se produzcan heridas o se rompan algunos huevos, etc. Sin embargo, de ahí
a cuantificar tales pérdidas media un abismo, creyendo que en resumen, el avicultor debería
evitar todas aquellas circunstancias capaces de producir un susto del tipo que fuere.
Concretándonos al estrés sonoro, sabemos que todo galpón en producción es un lugar más o
menos ruidoso, lo que depende de diversas circunstancias. Contribuyen a los ruidos el cacareo,
el piar o los producidos por el movimiento de los propios animales, el accionamiento de los
comederos automáticos o de cualquier otro equipo mecánico y, muy especialmente, el de los
ventiladores de los galpones de ambiente controlado.
Existe poca información sobre los efectos de los ruidos sobre las aves, y las pocas referencias
bibliográficas serias se refieren más a las variaciones en las constantes fisiológicas que a los
cambios en la productividad. Sin embargo, es interesante comprobar que en la mayor parte de
los casos los efectos depresores de los ruidos han sido muchos menores que los que se
esperaban.
Resumiendo, para evitar todo estrés de ruido o de sustos en las aves debemos tomar ciertas
medidas en el manejo de los galpones, como:
- Mantener una baja intensidad de iluminación, tanto a través de las ventanas, como la
artificial.
- Moverse con calma dentro del galpón, especialmente si uno no es el cuidador habitual.
- No permitir la entrada de perros u otros animales, ya que además de espantar a las aves, son
un medio de difusión de enfermedades.
- No permitir tampoco el ingreso de visitas por las mismas razones que en el caso anterior.
- De ser alguna de éstas inevitables, al menos indicarle que es lo que “no debe hacer”.
- En los criadores de parrilleros con luz continua, proveer un período de oscuridad nocturna de
una hora a partir de la semana de edad para acostumbrarlos a los posibles apagones. 
5. LA PRESIÓN ATMOSFÉRICA 
Al igual que sucede en el hombre situado en una altitud elevada, en avicultura los efectos de
ésta son importantes. Sin entrar en complicada cuestiones físicas, debemos recordar algunos
cambios que ocurren en la atmósfera al ir aumentando la altitud: a medida que aumenta la
altitud, la masa de aire considerada, recibe una menor presión de las capas superiores,
provocando una mayor expansión de los gases que la componen (disminuyen las presiones
parciales). Esta menor densidad provoca que un volumen determinado de aire contenga menos
oxígeno. Este fenómeno produce en las aves efectos principalmente sobre el desarrollo
embrionario, el crecimiento y algo menos sobre la puesta.
Efecto sobre la incubabilidad: a medida que aumenta la altura del lugar, se produce una pérdida
de incubabilidad por muertes embrionarias (a 3.200 m la caídade la incubabilidad es del 32%).
Las muertes embrionarias se producen hacia los 13-14 días de incubación y se debe a que los
embriones hasta esta edad no tienen la capacidad de compensar la baja presión de oxígeno con
la producción de más hemoglobina, capacidad que se desarrolla recién a partir de la segunda
mitad de la incubación.
Existe heredabilidad de la incubabilidad a altitudes elevadas, siendo éste un carácter a ser
seleccionado en establecimientos ubicados en zonas de más de 1.500 m. sobre el nivel del mar.
El problema sobreviene cuando se incuban en altura huevos fértiles provenientes de granjas
ubicadas en zonas bajas. En cuyo caso debería realizarse algún manejo especial en las
incubadoras y nacedoras como ser la inyección de oxígeno mediante botellas a presión y
cuidando de mantener una concentración de oxígeno del 23 al 25%
Efectos sobre el crecimiento: El cuadro aquí resulta algo más confuso. En experiencias realizadas
se comprobó que a 3.200 m de altitud tiene lugar una hipertrofia cardiaca de las aves de 11 a 12
semanas de edad, efecto que desaparece 5 o 6 semanas más tarde. No se registran aumento
del peso de otros órganos, creyéndose que el aumento de tamaño del corazón es un
mecanismo de adaptación de las aves jóvenes para compensar la menor presión del oxígeno.
El principal efecto depresor de la altitud en los criaderos se refiere a la mortalidad entre los
pollos, concretamente por ascitis, cuadro bien típico y que hace muchos años se halla bien
diagnosticado en regiones de gran altitud como México, Perú o Ecuador.
La ascitis (o mal de altura como se la conoce en algunos países latinoamericanos) es una
acumulación excesiva de líquido seroso en el abdomen del ave, propio de pollos de 4 o 5
semanas de edad, aunque a veces ha aparecido incluso en pollos más jóvenes. Su etiología es
compleja ya que al mismo tiempo que la altura, se hallan asociado factores genéticos,
nutricionales y de manejo.
En realidad, todo aquello que contribuya a un crecimiento más rápido de los pollos es un factor
predisponente del problema ya que, aumentando su ritmo metabólico, sus requerimientos en
oxígeno también se incrementan proporcionalmente, produciéndose hipoxemia (que también
puede provenir de la hipoxia producida por la altitud) y un aumento del número de hematíes
(policitemia), a consecuencia de lo cual tiene lugar un aumento de la presión sanguínea y una
dilatación del ventrículo derecho. Ello comporta a su vez una hipertrofia valvular, con lo que a
medida que se va dilatando el citado ventrículo, la ineficiencia valvular es mayor, originándose
hipertensión portal y ascitis. La mortalidad por esta causa suele variar entre el 10 y el 20%,
llegando incluso al 30%. 
Efectos sobre la puesta: A diferencia de los parrilleros, en ponedoras no se ha podido hallar
ninguna señal de que la altitud influya sobre la mortalidad de éstas durante las etapas de cría y
recría. Durante la puesta los efectos recién comienzan a manifestarse a los 2.200 m,
resultando mayores al aumentar la altura. 
6. ILUMINACIÓN
La acción de la luz sobre las aves es compleja. Estas son prácticamente ciegas a la luz azul,
mientras que tienen una mayor percepción para la zona amarillo-naranja del espectro (de 550 a
580 nm).
La luz actuaría, de forma desigual, a dos niveles: 
a) de la retina, mediante sus radiaciones naranja y roja (620-750 nm), que sería una función
neurovegetativa distinta de la función visual, y 
b) en el interior del cerebro, a través del cráneo o por vía transorbitaria, la luz actuaría sobre los
receptores, especialmente hipotalámicos. En principio, estos receptores son sensibles a todas
las longitudes de onda visibles, pero las radiaciones rojo-naranja (de 640 nm) son las que tienen
la mayor capacidad de penetración a través del cráneo. Esta forma de acción de la luz es la más
importante, incluso en la gallina es la única, de allí que se puede determinar que el ojo no es
indispensable para el reflejo fotosexual. Dicho reflejo es de origen neurohormonal, es decir que
provoca una secreción de origen nervioso y una o más de origen circulatorio (North y Bell,
1993).
Las necesidades de luz en las aves varían según se trate de pollos parrilleros, pollitas en recría o
de ponedoras. Para los primeros la luz es necesaria para el cumplimiento de sus funciones
vitales (comer y beber). En cambio en el de las ponedoras la luz es fundamental para la
producción de huevos.
La influencia de la luz debe evaluarse bajo los siguientes aspectos: el tipo de luz, intensidad y el
fotoperíodo.
Color y tipo de luz
Las luces de color amarillo rojo y naranja (de más longitud de onda) estimulan a las aves en
mayor medida que las de color violeta, azul y verde. Las aves son prácticamente ciegas para la
luz azul (se las utilizan para la captura de los pollos). 
La fuente de luz puede ser de tipo incandescente (bombitas incandescentes) o fluorescentes.
Estas últimas tienen las siguientes ventajas:
- ahorra electricidad (la relación entre el flujo lumínico y la potencia instalada es 4-5
veces superior a las bombitas incandescentes).
- Mayor vida útil (bombitas = 1.000 hs.; fluorescentes= 9.000hs.).
Desventajas: 
- costos de instalación más elevado.
- dificultad de encendido con tensiones de energía eléctrica inadecuadas.
- dificultad de regular su intensidad.
- difícil lograr reparto uniforme de la luz.
Actualmente, las lámparas fluorescentes se presentan con mayores posibilidades en cuanto al
último aspecto considerado (distribución uniforme). 
Intensidad de la luz
La intensidad luminosa o iluminación recibida varía en función de: a) el tipo de fuente de luz
utilizada (1 watio eléctrico no proporciona siempre la misma cantidad de luz) y b) la distancia
entre la fuente luminosa y el animal.
Por ello la unidad de iluminación utilizada es el lux, que lo definimos como “la cantidad de luz (o
luminosidad) que recibe una superficie de 1 metro cuadrado iluminada perpendicularmente y
situada a la distancia de 1 metro de la fuente de luz con una potencia de una candela”.
Otra consideración a tener en cuenta es que la iluminación (luz recibida) de una superficie
disminuye en proporción al cuadrado de la distancia existente entre dicha superficie y la fuente
luminosa.
Por otra parte, hay que considerar que el rendimiento de una fuente de luz, depende de:
1. Su naturaleza, por ejemplo el rendimiento de los tubos fluorescentes es de 3,5 a 4 veces
mayor que de las lámparas incandescentes. 
2. Su potencia, el rendimiento aumenta con la potencia. 
3. La tensión de la red (en la lámpara incandescente el rendimiento es mayor con 110 que con
220 V)
La intensidad de iluminación en pollos parrilleros debe ser baja; las aves sometidas a luz
intensa sufren nerviosismo y estrés. Durante los primeros días de vida (1ª semana) conviene
elevarla algo a fin de que las aves ubiquen con facilidad el agua y el alimento.
Ponedoras y reproductores requieren el doble de intensidad de luz que los parrilleros y que las
pollas en crecimiento
Fotoperíodo:
La duración de la iluminación tiene su efecto sobre la cría y recría de las pollitas. De allí que el
inicio de la puesta y peso de los huevos dependen de la fecha de nacimiento. Es así, que las
pollitas, que en el momento de su nacimiento y crecimiento los días son de luz creciente
(fotoperíodo positivo), adelantan la puesta y ponen huevos de menor tamaño. Caso contrario
ocurre en días en que la luz decrece (fotoperíodo negativo) donde las aves crecerán más
lentamente llegando a la madurez sexual más tardíamente.
Por ello existen diferentes medidas de manejo de la luz que permiten, en definitiva, controlar el
inicio de la puesta y evitar el adelantamiento de la misma, lo que llevaría a asegurar una mayor
vida productiva y tamaño de los huevos y así mejorar su valor comercial.
Se conocen dos tipos de fotoperíodos: 
a) Variable, que es el más común y corresponde al manejo de la iluminaciónnatural, y 
b) Constante, que necesita de ambientes controlados, es decir que no permitan la entrada de la
luz natural.
Entre los efectos que puede llegar a producir el fotoperiodo variable, tenemos: 
1) Adelantar la madurez sexual y 
2) Afectar la producción y peso de los huevos.
Para solucionar estos inconvenientes y permitir una producción adecuada y rentable de huevos,
existen diferentes programas de iluminación a los que se someten las gallinas ponedoras y que
permiten a través del aporte de luz artificial, recibir hasta 17 ó 19 horas de luz total,
asegurando así la producción.
Respecto a los broilers (pollos parrilleros) existe la influencia de la iluminación, pero en mucho
menor medida como se vio para ponedoras o en el desencadenamiento de la madurez sexual.
No obstante el manejo de la luz puede afectar de diferentes maneras. Positivamente, en
verano, al permitir extender las horas de luz, y así recuperar el consumo de alimento que no
realiza el pollo durante las horas pico de calor. Y negativamente, durante el invierno, si no se
controla la cantidad de horas de luz, las aves dispondrán de más iluminación, consumirán más
alimento produciendo una mayor velocidad de crecimiento, predisponiéndolas a una
enfermedad llamada síndrome ascítico. 
Para concluir, podríamos decir que existen diferentes programas de iluminación, tanto para
ponedoras comerciales como para broilers, y que serán desarrollados mas adelante.
Control de los factores de confort
Control de los factores de confort. El aislamiento. La ventilación: sus bases. Clasificación de
los sistemas. Requerimientos en ventilación.
INTRODUCCIÓN
Para obtener los máximos rendimientos zootécnicos y económicos debemos proporcionar
condiciones ambientales adecuadas a las necesidades de las aves en cada momento, con las
mínimas variaciones a lo largo del día y al menor costo posible.
Para conseguir este objetivo debemos controlar la humedad relativa, la calidad del aire y
fundamentalmente tender a alcanzar un Equilibrio Térmico en el interior del galpón, situación
en la que se igualan los aportes y las pérdidas de calor.
Este equilibrio térmico lo podemos expresar con la siguiente fórmula:
AA+AC+FC+AS+AV = PP+PV+PE
Donde los aportes de calor están dados:
- Por los animales (AA). Como hemos comentado anteriormente, pierden calor por conducción,
convección, radiación, y evaporación pulmonar y de heces. El calor perdido por conducción,
convección y radiación se transfiere al medio incrementando la temperatura ambiente.
- Por la calefacción (AC). Vendrá determinado por el tipo de calefacción, el número de
unidades, su rendimiento, y el tiempo de funcionamiento.
- Por fermentación de la cama (FC). La acción bacteriana produce reacciones exotérmicas que
dependerán de la tasa de humedad, de la temperatura ambiental, de la aireación y de su
composición. No es extraño encontrar temperaturas de la cama superiores a 45ºC, y es fácil
imaginar lo que supone en un golpe de calor. Puede representar entre un 15 y 20% del calor
total producido por los animales.
- Por el sol (AS). Aquí incluimos la acción directa del sol a través de las aberturas del galpón, e
indirectamente a través de las paredes y techo.
- Por la ventilación (AV), siempre que la temperatura exterior sea mayor que la temperatura
interior del galpón.
Y las pérdidas de calor:
- Por las paredes (PP). Depende del coeficiente de aislamiento de todos los materiales que
intervienen en paredes y techos, y del gradiente de temperatura interior y exterior.
- Por ventilación (PV). Depende de las necesidades de ventilación, que a su vez depende de los
kilos de pollos que hay en el interior, del calor específico del aire, y del gradiente de
temperatura.
- Por evaporación (PE). Se trata de la energía utilizada para pasar el agua de su forma líquida a
su forma gaseosa (vapor). Aquí englobamos la evaporación de humedad de la cama, y la
vaporización del agua aportada por los sistemas de enfriamiento por inyección de agua. El paso
de agua del estado líquido a gaseoso requiere 540 kcal por hora por kilo de agua.
El equilibrio al que nos estamos refiriendo es dinámico debido a que todos los factores
relacionados en la ecuación deben modificarse según diversas circunstancias como son la edad,
el peso, niveles de ventilación, estado de la cama, temperatura exterior, etc.
Conociendo ya los factores de confort de las aves, vamos a examinar como se controlan o como
se puede influir sobre ellos, utilizando como herramientas el aislamiento y la ventilación del
galpón.
En primer término se debe advertir sobre la complejidad del problema si se intentan resolver
todos los factores. La interacción entre los distintos factores que definen el confort de las aves
hace que al modificar uno de ellos (Ej.: incrementando la ventilación) se altere otro u otros (en
este caso bajando la temperatura y reduciendo el nivel de amoniaco).
En grandes establecimientos avícolas, con personal capacitado y sistemas más o menos
sofisticados de ventilación forzada, alcanzar el punto de equilibrio es un tema muy complejo,
que requiere por parte del técnico, de una buena dosis de sentido común, aparte del
conocimiento detallado de los factores que gobiernan el medio ambiente de los galpones.
Este grado de complejidad hoy se maneja mediante programas informáticos, que a partir de los
requerimientos previamente establecidos para las aves, se accionan los sistemas de ventilación,
cerramientos automáticos, refrigeración evaporativa, etc., para dar la solución idónea en cada
circunstancia.
El AISLAMIENTO: SUS BASES
La necesidad de aislar proviene del hecho de mantener determinadas condiciones ambientales
en el galpón, independientes del medio ambiente externo.
Antes de la aplicación de este concepto, los galpones solo se consideraban para proteger a las
aves de la lluvia y el sol.
En la actualidad el aislamiento de los galpones es una necesidad justificada por las siguientes
razones:
1. Ahorro de energía: Para contribuir al ahorro de energía en los galpones, debemos vigilar y
regular correctamente los sistemas de control ambientales que tengamos instalados, pero, para
que esta práctica sea eficaz, es imprescindible comenzar por aislar correctamente todos los
elementos que forman parte del galpón.
Un galpón bien aislado contribuirá principalmente a:
• Reducir las pérdidas de calor en tiempo frío.
• Reducir las ganancias de calor en época calurosa.
• Optimizar el rendimiento de las instalaciones de climatización: calefacción, refrigeración y
ventilación. Al mejorar la calidad del ambiente interior, permitirá a los sistemas de climatización
funcionar a un régimen moderado (ventilación a caudales mínimos de renovación, calefacción
de mantenimiento, etc.). De esta forma se reducirá el gasto energético de esos aparatos y
alargará su vida útil.
2. Mejora del confort de las aves: El conjunto de elementos que conforman el galpón: paredes,
cubierta y piso, tienen como función principal la protección de los animales alojados en su
interior frente a las inclemencias meteorológicas del exterior. Estos elementos tendrán las
necesarias características higrotérmicas que permitan mantener en su interior las condiciones
más favorables de confort, que aporten a las aves un nivel de bienestar suficiente para permitir
la expresión de su máximo potencial productivo.
3. Mejora de la conservación de los edificios: Los edificios mal aislados y con sistemas de
climatización deficientes, favorecen la presencia de altas concentraciones de diferentes gases
producidos por las aves y sus deyecciones, proporcionando un ambiente agresivo para los
propios elementos que forman parte del edificio y un medio de vida nocivo para el avicultor y
las aves. Los gases más frecuentes en las explotaciones (amoníaco, vapor de agua, dióxido de
carbono, ácido sulfhídrico, etc.) en altas concentraciones producenirritación en las mucosas
(ojos y vías respiratorias). Algunos pueden ser detectados visualmente, como es el caso del
vapor de agua por la aparición de fenómenos de condensación en paredes y techo. Las
condensaciones se producen sobre las superficies más frías, por lo tanto, constituyen un
marcador de los puentes térmicos y de los elementos peor aislados. En estos casos, son
frecuentes constatar exceso de humedad o presencia de agua en las paredes. La aparición de
condensaciones contribuye a la degradación de los materiales que forman parte del galpón,
principalmente hormigón y metales. 
 
El nivel de aislamiento del galpón
Tradicionalmente se han expresado las necesidades de aislamiento en función de las
temperaturas de invierno, señalándose que, cubiertos los requerimientos en esta época, se
cubrirán también los de verano. Sin embargo, esta teoría es correcta en localidades con un
invierno riguroso y un verano suave. En el caso contrario es obvio que habría que proveer un
aislamiento suficiente para evitar que en los veranos muy cálidos el galpón sea muy caliente. Lo
mismo que se aísla del frío se aísla del calor, por lo que debemos calcular los requerimientos en
función de la época mas extrema.
Existen varios factores que modifican las necesidades de aislamiento de un galpón:
temperatura exterior e interior, área de superficie y dimensiones del galpón (cuanto mayor es
el volumen, mayor es la pérdida de calor, y mayores requerimientos en aislamiento), sistema de
ventilación, costo de calefacción (directamente proporcional) y costo de la alimentación.
La consideración conjunta de todos estos factores requiere de cálculos para cada serie de
circunstancias, a fin de obtener la solución más rentable. 
En el diseño del galpón se deben elegir los materiales que van a intervenir en cada uno de sus
cerramientos, considerado en todos ellos: el espesor del material, su coeficiente de
conductividad térmica “λ” y la resistencia térmica superficial de las capas de aire en contacto
con el material: 1/λ. Con estos parámetros, se calcula el coeficiente “K” (kcal/m2/hora/0C) o
coeficiente de transmisión térmica, de cada uno de los diferentes cerramientos.
El nivel de aislamiento global de un edificio definido por su coeficiente de transmisión térmica
global (KG), es el resultado del cálculo de la media ponderada de los coeficientes de todos los
cerramientos que envuelven el edificio.
Este coeficiente KG del edificio, es el valor que nos aporta la información del nivel de
aislamiento efectivo de un edificio, ya que, como ocurre en muchos casos, se hacen esfuerzos
importantes en aislar ciertas zonas, quedando otras muy desprotegidas, obteniendo un KG del
edificio insuficiente. Los valores de aislamiento recomendado en el diseño y construcción de
explotaciones avícolas en K (kcal/m2/h/°C) son:
Suelo: 0.52
Cubierta: 0.30
Paredes: 0.52
Debido a que la superficie del techo es superior que los laterales, las pérdidas y ganancias de
calor son igualmente superiores en este lugar, debe considerarse la necesidad de efectuar un
mayor grado de aislamiento en esta parte del galpón.
Materiales aislantes y constructivos
Al analizar este tema se debe partir de los siguientes conceptos básicos:
-En general todos los materiales utilizados en la construcción del galpón poseen cierta
capacidad aislante, sin embargo se llaman aislantes térmicos a aquellos que tienen la
característica de ofrecer una mayor resistencia al paso de calor y cuya “conductividad térmica
(λ)” es igual o inferior a 0,15 kcal/m2·h·0C. 
- No existe ningún material aislante o constructivo que puede recomendarse universalmente.
- El costo de un material se debe considerar teniendo en cuenta el costo de su colocación y
montaje.
- El nivel de aislamiento de un galpón debe considerarse en forma conjunta al sistema de
ventilación instalado.
Para que los galpones cubran los requisitos de aislamiento señalados anteriormente, los
materiales empleados en su construcción deberán tener un buen comportamiento aislante
intrínseco, o en su defecto se le incorporarán láminas o capas de elementos denominados
aislantes térmicos. 
Los materiales de construcción aislantes, son productos empleados en la edificación, fabricados
con materiales de un alto nivel aislante: bloques de arlita, bloques de hormigón celular, etc., o
productos obtenidos a partir de procesos de fabricación que les confieren un gran poder
aislante, por ejemplo, los bloques “termoarcilla”.
Los aislantes térmicos son materiales de diferente naturaleza y composición, que generalmente
contienen gas encerrado en el interior de sus células (aire, gases raros, etc.), o están formados
por un entramado de fibras que contiene aire. Esta estructura es la que le confiere sus
propiedades aislantes al dificultar la transferencia del calor.
Según su naturaleza, se distinguen los siguientes tipos:
Vegetales: Corcho, aglomerado de madera, paja comprimida.
Minerales: Lana de vidrio, Lana de roca, arcillas expandidas, hormigón celular.
De síntesis: Poliuretanos y poliestirenos en placa y espuma.
Por su forma de aplicación:
Manta: lana de vidrio, 
Placas: Corcho, telgopor
Proyección: poliuretano expandido
Relleno: viruta de madera, telgopor degranado
Requisitos de los materiales aislantes
a) Alta resistencia térmica (o lo que es lo mismo, Bajo coeficiente de conductividad). Cada
material tiene su propio valor. 
Por ejemplo, para los materiales constructivos:
Tipo de material Resistencia
Fibrocemento plano 4
Fibrocemento ondulado 1,5
Chapas de cinc 0,02
Chapas de cartón con brea 8,3
Para los materiales aislantes:
Tipo de material Resistencia
Espuma de poliuretano expandida 60
Espuma de urea-formol 38
Telgopor 37
Fibra o lana de vidrio 36
b) Alta resistencia a la humedad: Los materiales aislantes presentan partículas de aire que le
otorgan el grado de aislamiento. Si penetra humedad, aumenta su poder de conducción
perdiendo proporcionalmente su capacidad aislante.
c) Incombustibilidad: Los materiales pueden ser incombustibles (lana o fibra de vidrio),
parcialmente incombustibles (espumas de poliuretano y polipropileno), y combustibles (los de
origen vegetal).
Otros aspectos a tener en cuenta:
- Resistencia al ataque de roedores e insectos.
- Facilidad de limpieza: en relación a su textura externa (mayor rugosidad, más polvo y más
dificultad).
- Facilidad de colocación.
- Bajo costo. 
Recomendaciones para un buen aislamiento
• Para mejorar la eficiencia energética del galpón es importante no escatimar en la dotación de 
un buen nivel de aislamiento general.
• Atender a las normas de aislamiento determinadas para cada tipo de ave y en función de las 
diferentes edades o estados fisiológicos.
• En los galpones donde es necesario el empleo de calefacción o refrigeración para atender las 
necesidades de confort de los animales, se debe ponerse especial atención en el aislamiento 
del galpón. Con ello, se mejora el rendimiento de los equipos y se ahorra energía.
• Cuidar sobre todo el aislamiento de la cubierta, ya que, en un galpón dotado de un buen nivel 
de aislamiento general, el 70 % de las pérdidas de energía se produce a través de la misma 
(espesor mínimo del aislante 5 cm).
• Un galpón bien aislado permitirá conseguir los parámetros de confort recomendados: 
temperatura, humedad; y por lo tanto, mejorar el rendimiento de los equipos de climatización 
para alcanzar dichos parámetros.
• Emplear buenos aislamientos: impermeables al vapor de agua, que no retengan la humedad, 
resistentes a los golpes y con protección hacia los rayos ultravioleta.
• Aislar bien el galpón proporciona mejores resultados y una mejor relación costo/beneficio que
sobredimensionar la ventilación y la refrigeración para intentar disminuir los efectos del calor.
LA VENTILACIÓN: SUS BASES
Concepto de ventilación apropiada
En términossimples, ventilación significa introducir aire exterior dentro del galpón y extraer
aire del interior del mismo.
Ventilación apropiada o correcta significa mover la cantidad de aire exacta en el momento
oportuno, de tal manera que los principales componentes del medio ambiente avícola
(temperatura, humedad, calidad del aire) queden ajustados a los niveles que requieren las aves
para lograr su máxima productividad.
Este constituye el segundo medio que se dispone para regular el medio ambiente del galpón. 
La cantidad de aire que requieren las aves para cubrir sus demandas de oxígeno son
relativamente bajas, en cambio son elevados los volúmenes de aire necesarios para eliminar la
humedad y el amoníaco, pudiendo esto provocar cierta influencia en el mantenimiento de la
temperatura ideal. (Tiende a descenderla). 
Durante el invierno, y a los efectos de mantener un ambiente favorable, el productor deberá
sacrificar algo de la temperatura del galpón (y nunca procederá al revés). La situación en el
verano es distinta pues al favorecer el ingreso de grandes volúmenes de aire para eliminar el
exceso de temperatura del galpón, automáticamente se controlan la humedad y el amoníaco.
Objetivos del sistema de ventilación:
Un buen sistema de ventilación debe reunir tres aspectos básicos:
1. Uniformidad en el reparto de aire.
2. Correcta velocidad del aire a nivel de las aves
3. Versatilidad de ajuste a las condiciones climáticas
1- Uniformidad en el reparto del aire: Significa que el aire que ingresa en el galpón se reparta
por igual por todas las zonas del mismo, en las cuales, en contrapartida, debe existir la misma
mínima concentración de gases perjudiciales y de humedad. Esto implica que deben evitarse
las llamadas zonas muertas que pueden serlo tanto en sentido superficial como vertical del
galpón.
La buena uniformidad del aire es independiente del volumen o caudal del mismo: éste puede
ser correcto mientras que aquello no.
En galpones de ambiente controlado (LTC) se debe ajustar mucho más éste aspecto, estudiando
muy bien la ubicación de los puntos de entrada del aire, de los ventiladores y extractores, etc.
2- Correcta velocidad del aire a nivel de las aves, la cual depende de la temperatura ambiente,
de la edad de las aves y de la actividad de éstas. El efecto de una corriente excesiva en aves de
corta edad; produce el enfriamiento de las mismas, de ahí que se recomiende para los primeros
días de la cría un leve movimiento del aire. En aves adultas (con plumas) el incremento de la
velocidad del aire facilita la eliminación del calor por convección. Todo aumento de la velocidad
del aire produce en las aves un efecto refrescante. 
3- Versatilidad de ajuste a los cambios climáticos: de manera tal de poder ajustar los caudales
y hasta la forma de ventilar un galpón en función de las variables del clima exterior. (Los
cambios considerados son de una estación a otra y a diario)
En los galpones con ventilación natural se realizan a través de la apertura y cierre de cortinas,
encendido de ventiladores, etc., operaciones a cargo del operador o bien en algunos casos
mediante la acción de termostatos que actúan regulando la operación.
En galpones “LTC”, todo se halla perfeccionado mediante termostatos o ventiladores de
velocidad regulable (con regulación del volumen y el sentido del flujo), ajustando su función a
las necesidades de las aves (por edad, peso, etc.), y a las condiciones climáticas (día/noche-
verano/invierno). En estas tareas muchas veces el control está a cargo de computadoras.
Requerimientos de ventilación: 
Estos se expresan en función de volumen de aire a renovar en un tiempo determinado y por
unidad de peso vivo de las aves (es decir: litros/minuto/kg de peso vivo). Su consideración
exacta se realiza en galpones de ambiente controlado ya que aquí se pueden regular y ajustar
los volúmenes o caudales de aire, no así en galpones con ventilación natural.
Los requerimientos varían según se trate de:
* Invierno: en cuyo caso la prioridad es la eliminación de exceso de humedad y gases
contaminantes y manteniendo al mismo tiempo una temperatura ideal.
* Verano: se prioriza la eliminación del exceso de calor.
En invierno se debe fijar caudales mínimos de ventilación considerando la temperatura ideal del
local (evitar descenso de la misma).
En el verano no existen limitaciones en cuanto al caudal de aire a incorporar. La relación
verano/invierno puede ser de 2:1 o llegar a 10:1
Además de la época del año pueden modificar los requerimientos de ventilación:
 - El grado de emplume de las aves.
 - Sistemas o tipos de explotación (cama o jaula).
 - El aislamiento del galpón.
 - Densidad de la población, etc.
SISTEMAS DE VENTILACIÓN
Los sistemas de ventilación se pueden dividir en 
 Natural.
 Forzada.
 Mixta.
Ventilación natural o por cortinas: (o “estática”).
Se basa en aprovechar las diferencias de temperatura entre el exterior y el interior del galpón y
es altamente dependiente de los efectos del viento, regulándose la entrada y salida del aire por
medio de las cortinas laterales u otro tipo de aberturas (cumbreras). Las condiciones interiores
del galpón tienden a igualarse con las condiciones exteriores, de esta forma este sistema es
ideal cuando la temperatura exterior es cercana a la que las aves necesitan, pero tiene el
inconveniente de que la tasa de renovación del aire depende completamente del gradiente de
temperatura interior – exterior y de la acción del viento.
Las condiciones óptimas para utilizar ventilación natural son cuando la temperatura es igual o
ligeramente inferior (3 a 8 °C) a la que se desea en el galpón.
En el manejo de un galpón de ventilación natural generalmente se dispone de pocos o ningún
automatismo para el control del medio ambiente, dependiendo entonces de la pericia del
avicultor para ajustar diariamente el grado de abertura de las cortinas o de los otros recursos
disponibles.
Por lo tanto esto exige ciertos conocimientos y una buena dedicación, lo que no siempre es
factible. Aparentemente es la solución más económica para ventilar, y aunque en muchos
casos, en dependencia de la pericia citada o del clima del lugar funciona perfectamente, no
siempre puede decirse que sea lo ideal a largo plazo.
Aún en el caso de que el avicultor tenga mucha experiencia o pase muchas horas al día en la
granja, difícilmente podrá evitar los efectos de los cambios climáticos que se produzcan durante
la noche, razón por la cual no se podrá decir que tienen un buen control del medio ambiente.
Un galpón de ventilación natural es, lógicamente, mas barato de montar que otro similar de
ventilación forzada (LTC), al menos por unidad de superficie. Sin embargo, estos últimos, debido
al mejor control de su ambiente, pueden soportar mayores densidades de población, por cuya
razón los costos por ave no son tan diferentes como parece entre un sistema y otro.
Al ser más baratos y menos sofisticados en su manejo, los galpones de ventilación natural son
propios de países templados (en los que la ventilación forzada no sea totalmente necesaria) y
con una avicultura en desarrollo.
Con esta idea, la ventilación natural ha sido hasta la fecha el sistema más popular en la
Argentina, sin embargo, la integración de ésta a los mercados regionales (Mercosur) y la
globalización de los sistemas comerciales y productivos, han equiparado los costos de
producción creando la necesidad de aumentar la competitividad para conseguir resultados
similares. Tales aumentos de productividad implican la utilización de galpones con un mejor
medio ambiente, de dimensiones cada vez mayores, provistas de más mecanización en donde
se justifique la inversión extra que supone una ventilación forzada.
Circulación del aire:
El sentido de circulación del aire en los sistemas de ventilación natural estará en relación al
ancho del galpón.
Sentido transversal: se utiliza en galpones angostos(4-5 m) el aire ingresa por un lateral y sale
por el opuesto, su funcionamiento está influenciado directamente con los vientos
predominantes en la zona.
Sentido vertical: utilizado en galpones anchos (10-12 m) el aire ingresa por los laterales, se
calienta en el centro del galpón y asciende hacia el techo, de donde es eliminado a través de
aberturas en la cumbrera. Su funcionamiento depende del gradiente de temperatura entre el
interior y el exterior.
Ventajas y desventajas de la ventilación natural. 
Ventajas:
1- Son significativamente más baratas por unidad de superficie, ya que no cuentan con el
mismo grado de aislamiento térmico, ni requiere sistemas de suministro de ventilación (con
lo que se renuncia al grado de confort de las LTC). No obstante esta ventaja puede no ser tal
cuando se compara el costo de instalación por ave (que sería lo más apropiado) ya que aquí
trabajamos con una menor densidad.
2- El costo de funcionamiento, por su consumo eléctrico, es más reducido que en un sistema
LTC, que requiere del uso de ventiladores e iluminación artificial.
3- No depende del suministro de energía eléctrica de manera tan drástica como en un LTC.
4- Debido a la relativa simplicidad de su funcionamiento, el grado de capacitación de los
operarios es menor (más barata).
Inconvenientes:
1. No aceptan densidades de población tan elevadas como los galpones LTC.
2. No permiten un control tan perfecto de la temperatura. Cuanto más abierto y menos
aislado este el galpón, menos se diferenciará su temperatura de la exterior y viceversa
3. No permiten un control de la iluminación, siempre estará supeditado durante una parte
mayor o menor del día a los efectos de la luz solar.
 Ventilación forzada (o “dinámica”).
Se basa en el empleo de ventiladores que inyectando o extrayendo aire a voluntad regulan
manual o automáticamente en todo momento las condiciones que requieren las aves.
La utilización de estos sistemas requiere de galpones con excelente grado de aislamiento.
La ventilación forzada es más eficiente que la natural siempre que se aplique en forma correcta
y en galpones diseñados para este tipo de ventilación. Las variantes en los esquemas de
ventilación son muy numerosas en función del clima del lugar, distribución de los ventiladores
en el galpón, características de éste, si se trata de aves a piso o en jaula, características de las
jaulas, etc.
Los principales sistemas así como algunas de sus variantes se pueden agrupar de la siguiente
manera:
Sistemas de inyección
Por el techo, con salida de aire por los costados
Por los costados, con salida de aire por los mismos
Por canalizaciones especiales
Sistemas de extracción
Por el techo, con entrada de aire por los costados
Por los costados, con entrada de aire por el techo
* Por los costados, con entrada de aire por el opuesto
* Por un extremo del galpón, con entrada de aire por el opuesto
Sistemas reversibles Con inyección o extracción en función de la época del año
Sistema de presión constante Con inyección y extracción de forma simultanea
a) Sistemas de inyección o de presión positiva: 
También se denominan de “sobre presión”, se basan en forzar la entrada de aire en el galpón
incorporando aire con turbinas ubicadas en el techo, laterales o canales especiales, con lo cual
se tiene la ventaja de poder controlar la calidad de éste, por ejemplo filtrándolo, calentándolo,
o humedeciéndolo, según se crea necesario. Sin embargo, exigen construcciones más
completas y muy bien realizadas a fin de evitar condensaciones sobre la estructura a causa de
la tendencia del aire húmedo interior a buscar su salida hacia el exterior. Además, precisan
ventiladores de tipo centrífugo o axial (turbinas) de mayor gasto, siendo de poco uso en la
industria avícola por el costo de operación de estos ventiladores.
Las ventajas que presenta este sistema de ventilación, son:
- Mejor control del aire de ventilación. 
- Mayor independencia respecto a las condiciones ambientales exteriores, principalmente
respecto a los vientos imperantes en la región. 
- Posibilidad de tratar el aire de ventilación (calefacción, filtrado, etc.). 
- Mayor facilidad para asegurar una buena repartición del aire dentro del recinto.
b) Sistemas de extracción: (“por presión negativo o depresión”) Extraen en forma activa el aire
(por medio de ventiladores-extractores) generando un vacío en el galpón que hace que el aire
ingrese desde el exterior por ciertas y determinadas aberturas (la extracción puede ser por el
techo, con entrada del aire por los laterales, o bien a la inversa, también se puede extraer por
un lateral o uno de los extremos y entrada por el opuesto).
Son los más utilizados en avicultura debido a su simplicidad y al menor costo de su instalación.
Al crear un vacío en el interior del galpón, el aire tiene tendencia a entrar por diversos lugares,
lo cual, de no controlarse debidamente, es un inconveniente en comparación con los esquemas
anteriores.
Las ventajas que presenta este sistema de ventilación, son: 
- Permiten una baja velocidad de aire a nivel de los animales. 
- Una mejor evacuación de los gases nocivos. 
- Un costo de instalación, generalmente, más reducido. 
- La ventilación por depresión puede realizarse sin necesidad de instalar conductos
c) Sistemas reversibles: Persiguiendo las ventajas de los sistemas anteriores (aunque
adoleciendo también de sus inconvenientes), se encuentran los sistemas “reversibles”. En ellos
se parte del montaje de ventiladores que, en dependencia de la época del año, pueden
funcionar bien impulsando el aire dentro del galpón (presión positiva) o bien extrayéndolo
(presión negativa) invirtiendo el sentido de giro de sus paletas, o más raramente,
desmontándolos y volviendo a montarlos en posición invertida.
En invierno generan presión positiva ingresando aire al cielorraso, donde es precalentado y
luego impulsado por los ventiladores que están en las cumbreras hacia el interior del galpón.
Finalmente el aire viciado sale por los laterales. En verano, el ventilador invierte su sentido y
extrae el aire como en el sistema de extracción clásico. 
d) Sistema de presión constante: Por último, una combinación de ambos sistemas da lugar a los
de “presión uniforme”, con los que se inyecta y se extrae aire al mismo tiempo. En teoría son
perfectos siempre que la instalación esté muy bien concebida, aunque debido a una mayor
complejidad que los anteriores, no son habituales en avicultura. Son galpones sin ventanal, con
pequeñas aberturas de entrada y salida del aire, con programas de luz artificial denominados
galpones “LTC” (luz y temperatura controlada).
SISTEMAS DE EXTRACCIÓN (presión negativa)
1) Sistemas de ventilación cruzada o transversal (ventilación de mínima)
En este caso la entrada del aire se hace por un costado del galpón y la extracción desde el
opuesto. Los extractores pueden estar distribuidos a lo largo de la pared o en “cajones”
estratégicamente ubicados y tomar aire a diferentes alturas. De esta manera el aire realiza el
trayecto mas corto desde su entrada hasta la salida, permitiendo que el recambio se produzca a
baja velocidad. 
Este sistema permite realizar una ventilación “mínima” uniforme en todo el galpón, sin
provocar el enfriamiento de las aves. 
Esta ventilación mínima se logra regulando el funcionamiento de los extractores (cantidad y/o
velocidad) y abriendo o cerrando las aberturas de ingreso de aire, mediante dispositivos
remotos controlados por los sistemas de control ambiental.
• Ventajas
– Instalación sencilla y adaptable a galpones ya construidos.
– Los extractores son muy accesibles para realizar el mantenimiento.
– Si las entradas están bien diseñadas y la velocidad de entrada es buena, el control conseguido
es muy satisfactorio
• Inconvenientes
– Fácilmente influenciables por vientos dominantes que pueden llegar a inutilizar el sistema.
– Solo aplicable

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