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Contribuciones de la psicología de la salud

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BAZÁN RIVERÓN, GEORGINA EUGENIA
Contribuciones de la psicología de la salud en el ámbito hospitalario de México
Psicología y Ciencia Social, Vol. 5, Núm. 1, sin mes, 2003, pp. 20-26
Universidad Nacional Autónoma de México
México
 ¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista
Psicología y Ciencia Social
ISSN (Versión impresa): 1405-5082
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México
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La psicología de la salud: contribuciones,
áreas de trabajo y experiencia en Estados
Unidos de América
En los siguientes apartados se pretende identifi-
car las contribuciones de la psicología de la salud
al ámbito hospitalario en México, para lo cual se
parte de la experiencia en Estados Unidos de Amé-
rica, pues es de los países con mayor desarrollo
en esta área, y considerando que tiene casi cua-
tro décadas más que nosotros en el desarrollo de
la psicología de la salud, es un eje que permie
retomar después la experiencia mexicana con sus
peculiaridades, marcando sus fortalezas y debili-
dades para identificar las tendencias futuras es-
pecíficas a nuestro país.
Los orígenes de la psicología de la salud se re-
montan al Análisis Experimental de la Conducta
y al Análisis Conductual Aplicado, pilares que
sustentan las técnicas de la terapia conductual
como manejo de contingencias, relajación, retroa-
limentación biológica, desensibilización sistemá-
tica, entre otras; que son fundamentales en el
desarrollo de estrategias de intervención en el
ámbito clínico.
Respecto a sus antecedentes, Millon, Green y
Meagine (1982) identifican en Estados Unidos que
desde 1800, tanto psicólogos como médicos han
abordado el tópico de enfermedad por separado,
y no es sino hasta la segunda década de este
siglo, que un grupo de investigadores intenta in-
troducir los principios de la psicología en los pro-
gramas de los estudiantes de Medicina, con la
esperanza de propiciar una formación más
holística en los jóvenes médicos (Franz, 1912;
Meyer, 1912; Prince, 1912; Southard, 1912 y
Watson,1912; en Millon y cols., 1982). A pesar
de este temprano intento, son pocos los psicólo-
gos que se van sumando a la facultad de medici-
na durante el primer tercio del siglo. Por la década
de 1930 un pequeño grupo de psicólogos fue
conducido a centros médicos universitarios, te-
Contribuciones de la psicología de la salud
en el ámbito hospitalario de México
Health psychology contribution to the mexican hospital environments
* Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM.
GEORGINA EUGENIA BAZÁN RIVERÓN*
Resumen
El objetivo del presente estudio es identificar las contribuciones de la psicología de la salud al ámbito hospitalario en México,
llamando la atención sobre nuestras principales fortalezas y debilidades que deben ser guías en la planeación de estrategias
dirigidas a: incluir al psicólogo de la salud en el sector salud; promover la adecuación de estrategias al perfil epidemiológico
de México; fomentar la generación de conocimientos en psicología de la salud sobre prevención que cumplan una doble
labor simultánea: a) enriquecer el trabajo académico y planes de estudio para formar y actualizar a los psicólogos y b) lograr
el trabajo en escenarios de salud; finalmente, lograr una mayor difusión para certificar la práctica profesional, manteniendo
intercambios que nos permitan mejorar la calidad del servicio sanitario y crear una verdadera cultura de salud.
Palabras clave: Psicología de la salud, ámbito hospitalario, prevención, formación, calidad de servicio.
Abstract
The objective of the present study is to identify the health psychology contributions in the Mexican hospital environment,
with special attention in our strengths and weaknesses, both of them must lead the strategies of planning, focused to: include
the health psychologist into the health sector; to promote the creation strategies of the Mexican profile epidemiological;
foment the knowledge creation in health psychology in topics of prevention, that reach a double and simultaneous task:
a) to enhance the academic job and the studying plans to training and actualize the psychologist, and b) to take the job in
health scenario; finally, to reach a better diffusion in order to certify the professional practice keeping information exchanges
that allow to enhance the quality of the sanitary service and create a real health culture.
Key words: Health psychology, hospital environment, prevention, training, quality of service.
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niendo la oportunidad de trabajar en proyectos
básicos y aplicados de investigación neurológica
y psicofisiológica. Pese a estos esfuerzos, todavía
en la década de 1960 se puede observar a un
modesto grupo de psicólogos colocados en el
ámbito de salud. Las limitadas oportunidades para
los psicólogos tuvieron su base en motivos eco-
nómicos, lo cual se superó cuando fueron capa-
ces de optimizar el trabajo de los médicos y de
proporcionar un servicio que generara honorarios.
Entre las décadas de 1960 y 1970 se da una
participación mayor, observándose al psicólogo
clínico y al psiquiatra con funciones intercambia-
bles en apoyo al desempeño médico, y es en la
segunda mitad de esta década que el psicólogo
deja de ser subordinado del psiquiatra, dando a
conocer los lineamientos de su actividad con base
en tres aspectos: a) demostración de la existencia
de un campo fértil por medio de trabajos sobre
retroalimentación y psicología familiar; b) detec-
ción de la relación entre enfermedad y estilos de
vida; y c) evidencia de que los conceptos
psicodinámicos son oscuros y no proporcionan
una alternativa. Por su parte, en materia de pre-
vención los aportes han sido verdaderamente
valiosos.
En cuanto al proceso de conceptualización de
la psicología de la salud, éste parte con la crea-
ción de la �medicina psicosomática�, la cual es
muy similar a la psiquiatría, sin embargo, fue la
primera en considerar los aspectos psicológicos
que intervienen en la salud física, enfermedad y
tratamiento; su debilidad radicó en la carencia
de una orientación teórica particular y se centró
en la intervención clínica con un nivel educativo.
Superando las limitaciones anteriores se encuen-
tra la �psicología encargada al cuidado de la sa-
lud�, misma que provee un servicio más amplio
centrándose en el mantenimiento de la salud, pre-
vención, epidemiología y programas de interven-
ción a gran escala. Contrario a este término surge
la �medicina conductual�, la cual se enfoca al
individuo específicamente y se denominó como
un campo interdisciplinario (tanto de la ciencia
conductual como de la medicina) dedicado a la
prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabili-
tación. Por otro lado, surgió la �salud conductual�,
que se dedicó al mantenimiento de la salud y las
disfunciones de las personas �sanas�. Es en este
contexto que surge la �psicología de la salud�, la
cual comienza a erguirse como un intento de
homogeneizar todos los términos anteriores.
A partir de la definición de la psicología de
salud, como �las contribuciones educativas, cien-
tíficas y profesionales de la disciplina psicológicaa la promoción y mantenimiento de la salud, pre-
vención y tratamiento de enfermedades, la iden-
tificación de etiologías y diagnósticos relacionados
con la salud, enfermedades y disfunciones rela-
cionadas, así como el mejoramiento del sistema
al cuidado de la salud y la formación de políticas
de salud� (Weiner, 1982) pueden reconocerse dos
grandes rubros donde la psicología de la salud
incide: a) intervención con pacientes y familia-
res; b) intervención con el equipo al cuidado de
la salud. A continuación se describirá cada una
de éstas.
a. Intervención con pacientes y familiares
A lo largo del desarrollo de la psicología de la salud
se observan numerosas aportaciones que podrían
resumirse en las siguientes:
1. Ha proporcionado un marco teórico para los
fenómenos psicológicos dentro del fenóme-
no de enfermedad.
2. Ha proporcionado un marco conceptual que
elucida la relación existente entre salud y
estilos de vida.
3. Ha evidenciado el papel del estrés en la
salud.
4. Ha marcado la existencia de conductas rela-
cionadas con la enfermedad.
5. Ha manifestado la importancia que tiene la
representación de la gente en cuanto a su es-
tado de salud.
6. Ha determinado el papel del afrontamiento
en la enfermedad.
7. Ha señalado los factores que influyen en la
adaptación de las personas a la enfermedad.
Estas aportaciones de la psicología de la salud
son de gran utilidad pues constituyen aspectos
concretos que permiten perfilar esta área; ade-
más, si se observa la interrelación de estos puntos
se pueden hacer consideraciones importantes más
generales, ya que el hecho de que la psicología
sea la generadora de estos conocimientos tiene
varias implicaciones: a) introducción del psicólo-
go en el ámbito de la salud, sin estar subordinado
al médico o al psiquiatra, como un profesional
independiente con un campo propio; b) el reco-
nocimiento de la psicología como una disciplina
seria y útil en la solución de problemas de salud;
y c) el desarrollo científico y tecnológico (teórico
y aplicado) de la psicología.
A este respecto se proponen ocho áreas para
que el psicólogo de la salud intervenga (Melamed
y Siegel, 1980):
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1. Manejo del paciente: cuyo objetivo es aumen-
tar la adherencia terapéutica y favorecer la
readaptación conductual.
2. Manejo del dolor: para disminuir en lo posi-
ble las molestias ocasionadas por éste y que
el paciente realice sus actividades cotidianas.
3. Manejo pediátrico: que implica entrenamien-
to tanto al paciente como a sus padres, en el
manejo de contingencias y desensibilización
sistemática.
4. Desórdenes psicosomáticos en adultos: con-
siste en la retroalimentación para el control
de algunos síntomas.
5. Pacientes psiquiátricos: se pretende la adap-
tación del paciente tanto a la institución como
a su medio.
6. Rehabilitación: se centra en el establecimiento
de nuevas conductas.
7. Pacientes geriátricos: enfocada a proporcio-
nar repertorios sociales y a favorecer la inde-
pendencia.
8. Prevención del estrés y reducción de factores
de riesgo.
En lo referente a este último punto, la psicolo-
gía de la salud ha venido interviniendo en múlti-
ples enfermedades crónicas que en las dos últimas
décadas han sido motivo de seria preocupación,
y debido a que ésta ha puesto de manifiesto la
estrecha relación entre los diferentes estilos de vida
y la enfermedad, se ha desarrollado una gran
variedad de técnicas sobre diferentes enfermeda-
des y los estilos de vida relacionados con la dieta
(alto consumo de sal y grasa), conducta tipo �A�,
estrés, hábitos como el tabaquismo, alcoholismo,
vida sedentaria, entre otros, que elevan la proba-
bilidad de aparición de las mismas, entre las cua-
les se encuentran: el cáncer, las enfermedades
cardiovasculares, las gastrointestinales, respirato-
rias entre otras. Para el lector interesado en las
áreas mencionadas se recomiendan los siguien-
tes trabajos: sobre Adherencia terapéutica:
Christensen, Smith, Turner, Holman, Gregory y
Rich (1991); Christensen y Smith, (1995); Hays,
Kravits, Mazel, Sherbourne, DiMateo, Rogers y
Greenfield, (1994); sobre el dolor: Turk, y Okifuji
(1997); sobre el trabajo con ancianos: Burgio y
Sinnott (1990); sobre enfermedades crónicas: uno
de los primeros estudios sobre padecimientos
cardiovasculares, Blanchard, y Miller (1977); Da-
niel, Shubert, Taylor y Suk Lee (1992).
Si bien la psicología de la salud interviene en
las enfermedades mencionadas, su campo se ha
diversificado a partir de los resultados exitosos
obtenidos, trabajando cada día más en una am-
plia gama de fenómenos de salud y enfermedad.
Por lo anterior, dentro de la investigación que
se lleva a cabo en psicología de la salud, un área
esencial incluye los frecuentes problemas en la
adaptación del paciente a la enfermedad y/o a
los procedimientos médicos de tratamiento; un
problema relacionado es la aceptación y el ajuste
de la familia para la nueva condición de vida. Hay
que señalar que las actitudes de pacientes y fami-
liares estarán en función del tipo de enfermedad
que los primeros padezcan.
Sobre esto último, existen diferentes líneas de
investigación: 1) enfermedades crónicas, 2) en-
fermedades agudas, y 3) desórdenes del desarrollo,
que a su vez se dividen en pediátricos (deficien-
cias en el desarrollo corporal, por tanto, carencia
de habilidades visomotoras, intelectuales, socia-
les, entre otras.); y gerontológicos (pérdidas so-
ciales como jubilación, estatus familiar, pérdida
del cónyuge y por tanto aislamiento que promue-
ve una disminución en habilidades interper-
sonales, intelectuales y físicas); 4) enfermedades
psicogenéticas y 5) enfermedades terminales y
muerte.
Las diferentes líneas de investigación han brin-
dado la posibilidad de mejorar la tecnología,
dando como resultado, por un lado, facilitar el
manejo de los pacientes y por otro, el mejora-
miento de la calidad de vida de los mismos; sin
embargo, debe reconocerse que es un campo
donde se siguen realizando múltiples esfuerzos di-
rigidos a la �búsqueda de la explicación de cómo
se interrelacionan los factores físicos y psicológi-
cos� (Morales y Azcaño, 1987).
Por lo anterior, el papel del psicólogo que tra-
baja en esta área es, entre otros, fungir como asesor
en la elaboración tanto de la evaluación como del
tratamiento de un caso clínico, en conjunción con
otros profesionales de la salud; como investiga-
dor, se dedica a aplicar los diferentes principios
de la psicología a distintas enfermedades, en di-
versos ámbitos y circunstancias, para primero,
producir datos o nuevas preguntas que puedan
retroalimentar a la teoría; y segundo, mejorar la
calidad de vida en el ámbito hospitalario, consi-
derando los tres grupos que lo componen (equi-
po al cuidado de la salud, paciente y familia) tanto
dentro de la institución como en el hogar y la co-
munidad.
A continuación se describirán las característi-
cas fundamentales de la intervención que se hace
con el equipo al cuidado de la salud.
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b) Intervención con el equipo al cuidado de la salud
Los profesionales al servicio de la salud padecen
efectos negativos del trabajo, ya que por defini-
ción están constantemente expuestos a personas
que sufren tanto física como emocionalmente y
no sólo se hace referencia a los pacientes, sino
también a sus familiares.
Los diferentes puestos (camilleros, recepcionis-
tas, técnicos, enfermeras, paramédicos, médicos
administrativos, entre otros) dentro de los ambien-
tes hospitalarios o en centros de salud, han sido
clasificados como actividades laborales con alta
demanda emocional, lo que puede generar estrés
o síndromes más específicos como el burnout (del
cual se hablará más adelante). Esto sin considerar
los severos conflictos éticos y/o morales a los que
se enfrentan los médicos y su equipo, como son
la dualidad vida-muerte, eutanasia, aborto, eta-
pas terminales, vejez, contacto con pacientes con
enfermedades infecto-contagiosas,entre otros
fenómenos de naturaleza cotidiana en este ámbi-
to, como son el proporcionar diagnósticos desfa-
vorables enfrentándose a la carga emocional de
pacientes y familiares.
Es en este sentido que la psicología de la salud
con intervenciones sistemáticas eleva la calidad
de vida del personal al cuidado de la salud, pro-
porcionando un servicio que puede dividirse en:
� Desprofesionalización: cuyo objetivo es el en-
trenamiento de los profesionales al cuidado
de la salud y familiares del paciente en téc-
nicas de modificación de conducta, que fa-
ciliten el manejo del paciente y la adherencia
del mismo a los tratamientos.
� Desarrollo de tecnologías para la evaluación
e intervención de efectos negativos del tra-
bajo. Uno de los trabajos más extensos es el
realizado sobre estrés, partiendo del modelo
de Karasek complementado por Theorell, el
cual consiste en identificar el origen de la res-
puesta de estrés laboral, la cual se explica me-
diante las altas demandas del trabajo unidas
al poco control sobre las condiciones de la
actividad laboral y un pobre apoyo social de
los compañeros. Al respecto se encuentra el
estudio de Johnson, Hall, Ford, Mead, Levine
Wang y Klag (1995), donde se señala que de-
mandas del puesto y de los pacientes
correlacionan con el reporte de estrés; y por
otra parte, el control sobre el trabajo, los
recursos del médico y el apoyo social corre-
lacionan negativamente con el estrés y la in-
satisfacción laboral. Un tema relacionado,
enunciado por primera vez en 1974 por
Freudenberger, es el burnout (trabajado am-
pliamente por Maslach y Jackson, 1986; en
Parker y Kulik, 1995), quienes acuerdan en
considerarlo como un fenómeno multidi-
mensional acompañado de síntomas físicos y
compuesto por tres momentos sobresalientes:
a) Agotamiento emocional, que conduce a
tomar como estrategia de afrontamiento la
b) Despersonalización, la cual genera c) Sen-
timientos de bajo logro personal, lo cual hace
que el sujeto se sienta insatisfecho con su
ejecución profesional. Por lo anterior, la in-
tervención consistiría en dotarlos de habili-
dades que les permitan tener un desempeño
óptimo sin dañarse emocionalmente y por
ende orgánicamente, mediante el entrena-
miento en afrontamiento, solución de proble-
mas, habilidades sociales y técnicas de
autocontrol en el manejo de estrés, así tam-
bién se considera pertinente la intervención
en el clima laboral, para mejorar las relacio-
nes interpersonales.
Cabe señalar que la desprofesionalización y el
desarrollo de tecnologías para la intervención a
nivel de efectos negativos del trabajo, están diri-
gidos a elevar la calidad de vida de los profesio-
nales de la salud, incidiendo a su vez en la calidad
del servicio de estos trabajadores.
Contribuciones de la psicología de la salud
al ámbito hospitalario en México
A partir de los datos proporcionados sobre los
orígenes, conceptualización, definición, aportes,
y poblaciones a las cuales se dirige la psicología
de la salud en Estados Unidos, es conveniente dar
una mirada al proceso de esta área en México, ya
que por ser países con condiciones sociales, eco-
nómicas y culturales tan distintas, el estado y pro-
ceso de evolución difiere en gran medida, lo cual
se hace manifiesto cuando se explora cómo sur-
ge, cuáles son las líneas de investigación, qué papel
desempeña el psicólogo como profesional de la
salud y la cobertura que tiene en el ámbito nacio-
nal, dando elementos para identificar las tenden-
cias futuras que garanticen el acceso del psicólogo
de la salud al sector salud, y por ende al ámbito
hospitalario.
En nuestro país el nacimiento de la psicología
de la salud es académico, dándose desde la dé-
cada de 1970 como programa de posgrado diri-
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gido a la subespecialización en áreas como aten-
ción primaria, salud reproductiva, salud ocupa-
cional, psicología comunitaria, enfermedades
crónicas y adicciones, entre otras. Es hasta 1986
que se establece el primer programa de forma-
ción a nivel posgrado en la UNAM. A partir de 1992,
el Instituto de Salud Pública de la Secretaría de
Salud inicia el programa de �Residencia de aten-
ción integral a la salud� donde se forman psicó-
logos de la salud; y recientemente la Universidad
de Guadalajara inició un programa de doctorado
en psicología de la salud (Rodríguez y Rojas, 1998).
Así también se cuenta actualmente con el trabajo
realizado en la localidad de Teocelo Veracruz, don-
de se lleva a cabo un plan de salud mediante
Unidades Avanzadas de Atención Integral a la
Salud (UNAAIS), que pretenden aumentar la capa-
cidad resolutiva de las unidades de primer nivel,
además de desarrollar estrategias efectivas para
apoyar a la población en el autocuidado de la
salud, realizando acciones de educación para la
salud (Duran, 1998).
La tendencia académica en México ha genera-
do el desarrollo de algunas líneas de investigación,
lo cual es reportado mediante un seguimiento de
la productividad científica realizado en la déca-
da de 1980 en Argentina, Brasil, Cuba y México
(Pozo y Ramos, 1993; en Rodríguez y Rojas, 1998),
donde se identifica que los temas más citados se
encuentran en las siguientes áreas:
1. Enfermedades crónico-degenerativas (dolor
crónico, factores de riesgo conductuales y
cáncer).
2. Manejo psicológico de alteraciones psicofi-
siológicas (dolor de cabeza, asma, por medio
de retroalimentación biológica).
3. Aspectos psicosociales y adicciones.
4. Conducta antisocial.
Se identifican como tendencias futuras la pre-
paración y calificación del equipo al cuidado de
la salud (formación en pregrado y posgrado), la
evaluación de la calidad de los servicios por medio
de asesoría institucional y la satisfacción de los
usuarios, y la educación para la salud y salud ocu-
pacional.
Debe indicarse que a pesar su surgimiento
académico, la psicología de la salud siempre ha
buscado diversos escenarios para su aplicación en
diferentes instituciones de salud, sin embargo, el
trabajo generalmente es parte de las líneas de
investigación de los programas de enseñanza, sin
formar parte del servicio prestado por el sector
salud, lo cual ha resultado en un fuerte desarrollo
en instituciones de enseñanza y un lento proceso
de inclusión en el sector salud y el ámbito hospi-
talario.
El no considerar al psicólogo parte del sector
salud tiene serias implicaciones en la cobertura,
pues, en términos generales, en México hay 2 000
psicólogos en la prestación de servicios de salud,
para una población mayor a los 90 millones de
habitantes (Rodríguez y Rojas, 1998), lo cual con-
trasta en gran medida con Cuba, país que por su
estructura social tiene una cobertura de servicios
de salud en su población al 100%, contando con
1 600 psicólogos (Grau, 1996). Así también en un
estudio (Urbina y Rodríguez, 1993; en Rodríguez
y Rojas, 1998) se encuentra que de 546 psicólo-
gos empleados en el sector salud, 46% da servi-
cios psicológicos personales, 26% cumple
funciones en servicios no personales y 28% tie-
ne funciones diferentes a la psicología, dato que
nos señala que aún existe mucho qué hacer para
obtener un sitio en el sector salud. Esta situación
se ve reflejada en el ámbito hospitalario, donde
ni siquiera es considerada como una necesidad la
asistencia del psicólogo, de este modo los únicos
trabajos que se llevan a cabo son los que proveen
los planes de estudio mediante las residencias y
por otro lado, la asistencia de personal en proce-
so de titulación (obtención de tesis de maestría o
doctorado) que lleva sus proyectos de investiga-
ción a los escenarios de salud.
Finalmente, nos centraremos en el potencial de
las aportaciones en las tareas de prevención, las
cuales están consideradas en los diferentes aspec-
tos mencionados dentro de la experiencia de
Estados Unidos, cuando se aborda la estrecha re-
lación existente entre comportamiento y salud-
enfermedad, lo cual se ha conceptualizado como
comportamientos de riesgo o conductas protec-
toras (Sánchez Sosa, 1998). Las aportaciones pre-
ventivas del psicólogo pueden añadirse a las
intervencionessecundarias o terciarias en el ám-
bito hospitalario, pues si bien se tiene a la persona
�enferma�, es lógico que su actividad se centre en
la modificación de hábitos, la enseñanza de re-
pertorios alternativos para la salud, sin embargo
no se puede olvidar que una importante aporta-
ción de la psicología a la salud es la consideración
del �paciente� como un agente activo en ese
proceso salud-enfermedad, de este modo, puede
ir mas allá en la prevención de riesgos para evitar
recaídas promoviendo estilos de vida más sanos.
Una vez planteada la situación de la psicología
de la salud en el ámbito hospitalario en nuestro
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país, es necesario retomar los siguientes aspectos
para lograr mejor desempeño del psicólogo de la
salud en el equipo al cuidado de la salud:
� Difundir entre la población el concepto de
salud, identificándolo como algo que se de-
sarrolla mediante un estilo de vida y no como
algo que se adquiere o se pierde.
� Considerar el perfil epidemiológico del país,
no sólo en un nivel orgánico y patológico, sino
identificando todos los aspectos del compor-
tamiento relacionados que conviertan en su-
jetos de riesgo a la población.
� Seguir dirigiendo esfuerzos a la conformación
de planes de estudio que formen y/o actua-
licen psicólogos de la salud, centrandose en
la enseñanza de bases biológicas de los pro-
cesos de salud y enfermedad, en la enseñan-
za de atención primaria, educación para la
salud, estructura y organización de servicios
de salud y políticas generales.
� Promover el estudio de la calidad del servi-
cio en el sector salud, dando una parte activa
y participativa a la población en el tipo de
servicios que requiere.
� Promover una cultura de salud en la pobla-
ción para que sepa demandar un servicio de
calidad.
Conclusiones
Recapitulando, tres características representativas
de la psicología de la salud en Estados Unidos
pueden ser enumeradas: 1) Está estrechamente
vinculada con la psicología clínica, 2) Estudia la
relación entre factores psicológicos, la salud física
y la enfermedad y 3) Los escenarios con que cuen-
ta son hospitales, clínicas, centros de desarrollo,
asilos de ancianos, casas de asistencia, entre otras.
En nuestro país podemos compartir la misma
perspectiva sobre las aportaciones en términos del
estrecho vínculo del comportamiento con proce-
sos de salud-enfermedad, sin embargo, diferimos
enormemente pues nuestro desarrollo ha sido
menor y más lento, dado que la psicología de la
salud aquí es casi cuatro décadas más joven, a
parte de que cultural, social y económicamente
las diferencias entre naciones están dadas. En
cuanto a los escenarios y al papel que desempe-
ña el psicólogo en ellos, para Estados Unidos el
psicólogo es parte fundamental del equipo al
cuidado de la salud, mientras que en México, es
sólo un profesional �externo� que en ocasiones
presta sus servicios por convenios interinstitu-
cionales, pero sin generar ningún impacto en la
estructura de atención ni en los programas de
salud, lo que ocasiona que su trabajo se vea des-
vinculado de la atención a la población (aunque
existen excepciones, como el trabajo que actual-
mente se lleva a cabo en Teocelo, Veracruz). Esta
postura del psicólogo se manifiesta en la cobertu-
ra que se puede brindar a 90 millones de perso-
nas con 2 000 profesionales, que ni siquiera en su
totalidad se dedican a prestar servicios relaciona-
dos con la psicología como lo muestra el trabajo
de Urbina y Rodríguez (1993; en Rodríguez y
Rojas, 1998).
Para concluir, la psicología de la salud existe
como un vasto enfoque que permite abordar el
fenómeno salud-enfermedad en diferentes nive-
les convergentes en la mejoría y mantenimiento
de la calidad de vida en el ámbito hospitalario.
Sin embargo, debe insistirse en la inserción del
psicólogo dentro del sector salud, promoviendo
mejor formación profesional de éste en materia
de políticas de salud, intervención primaria y
educación para la salud. También se considera
como una medida emergente el trabajo comuni-
tario dirigido a la desprofesionalización para
ampliar la cobertura, lo cual podrá coadyuvar a la
generación de una verdadera cultura de salud en
México, tanto para los prestadores como para los
usuarios del servicio de salud.
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