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Argentina

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Contenido
Argentina (república)	3
TERRITORIO Y RECURSOS	4
Ríos y lagos	4
Clima	5
Recursos naturales	5
Flora y fauna	6
Suelos	6
Temas medioambientales	7
DEMOGRAFÍA	7
Características demográficas	7
Divisiones administrativas	8
Principales ciudades	8
Organización del territorio argentino. Regionalización	9
Lenguas oficiales y habladas	11
Religión	11
EDUCACIÓN Y CULTURA	11
Educación	11
Bibliotecas y museos	12
Literatura	12
Arte	13
Música	13
ECONOMÍA	14
Agricultura y ganadería	14
Silvicultura y pesca	15
Minería	15
Industria	16
Energía	16
Moneda y banca	17
Comercio e intercambio	18
Trabajo	18
TRANSPORTES	18
Red ferroviaria	18
Red caminera	20
Red aérea	21
Red portuaria y fluvial	21
Hidrovía Paraguay-Paraná	22
Vía navegable 32 pies. Complejo Rosario-San Lorenzo al Atlántico	23
GOBIERNO	24
Poder ejecutivo	24
Poder legislativo	25
Poder judicial	26
Gobierno local	26
Salud y bienestar social	26
Argentina (república)
Argentina (república) (nombre oficial República Argentina), república federal situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires (capital federal), con una población de 3.018.102 habitantes en 2005. Si a ella le sumamos el área metropolitana, la población ese mismo año era de 13.047.115 habitantes.
	
	
	TERRITORIO Y RECURSOS
Argentina abarca un territorio muy diversificado de montañas, mesetas y llanuras. Los límites occidentales del país corren en gran parte por los Andes, el gran sistema montañoso del continente sudamericano que, en numerosos tramos, establece frontera con Chile. Los Andes patagónicos, que forman una frontera natural entre ambos países, forman el sector más bajo de la cadena. Desde el norte de esta sección hasta la frontera con Bolivia, la parte occidental de Argentina está ocupada por la cordillera Principal andina, con una serie de picos de altura superior a los 6.400 m. El mayor de todos, el Aconcagua (6.960 m), es el más alto del mundo fuera del sistema del Himalaya. Otros picos dignos de mención son el nevado Ojos del Salado (6.880 m), el Tupungato (6.635 m) y el Mercedario (6.770 m). Al este de los Andes se encuentran varios grupos montañosos, como la cordillera Oriental y las sierras Subandinas al norte, las sierras Pampeanas al norte y centro desde el Aconquija hasta las sierras de Córdoba y San Luis, y sistemas serranos bonaerenses como el de Tandilia y el de Ventania. Merecen especial atención las sierras de Córdoba, en el centro del país; su pico más alto es el Champaquí (2.880 m).
Partiendo del sistema andino, hacia el este, el territorio de Argentina está formado casi en su totalidad por una llanura plana o con suaves ondulaciones que desciende gradualmente desde los 610 m hasta el nivel del mar. En el norte, las llanuras argentinas ocupan la parte meridional de la región sudamericana denominada el Chaco. La Pampa, vasta llanura sin zonas arbóreas autóctonas (salvo los bosquecillos del anillo periférico), aunque forestada por el hombre, engloba las regiones agrícolas más productivas del país y se extiende unos 1.600 km hacia el sur desde el Chaco. La Patagonia, al sur de la Pampa, está formada por mesetas escalonadas, valles fluviales bajos, sierras y cañadones con vegetación esteparia y población dispersa.
	
	
	Ríos y lagos
Los principales ríos de Argentina son el Paraná, que atraviesa la región centro-septentrional del país; el Uruguay, que forma una parte de la frontera con el país homónimo; el Paraguay, principal afluente del Paraná, y el Río de la Plata, formado por la confluencia del Paraná con el Uruguay. El sistema Paraná-Uruguay es navegable a lo largo de unos 3.200 kilómetros. Las cataratas del Iguazú, uno de los más afamados puntos turísticos, se encuentran en el río homónimo, el Iguazú, tributario del Paraná.
Otros ríos importantes son: el río Negro, con sus afluentes el Limay y el Neuquén; el río Santa Cruz; el río Colorado; los ríos del oeste cuyano (Mendoza, Tunuyán, Atuel, Diamante y San Juan) y, al norte, los ríos Pilcomayo, Bermejo, Dulce y Salado. Entre el Salado y el Colorado, por el sur, y la región del Chaco, por el norte, grandes ríos desembocan en salitrales y pantanos, o desaparecen por infiltración. Argentina tiene, además, numerosos lagos, especialmente en las estribaciones de los Andes patagónicos, como el lago Argentino y el lago Viedma.
	
	
	Clima
En la mayor parte de Argentina prevalece el clima templado, salvo una pequeña zona tropical en el Noreste, la región subtropical del Chaco en el norte y las zonas frías del oeste andino y el sur patagónico. En los alrededores de Buenos Aires la temperatura anual alcanza un promedio de 16,1 °C. Las temperaturas de enero y julio en esta región tienen un promedio de 23,3 °C y 10 °C, respectivamente. En San Miguel de Tucumán, la temperatura media de enero es de 26,1 °C y la de julio de 13,3 °C. En las cercanías del trópico de Capricornio, al norte, las temperaturas son considerablemente superiores, alcanzándose en ocasiones máximas de hasta 45 °C. Por lo general, el clima es frío en las partes más altas de los Andes, en la Patagonia y en Tierra del Fuego. En la parte oriental de la Patagonia, las temperaturas invernales alcanzan un promedio de 0 °C. No obstante, en la mayoría de las zonas costeras el mar ejerce una influencia moderadora sobre las temperaturas.
Las precipitaciones en forma de lluvia se caracterizan por las amplias variaciones regionales. En el extremo noreste se registran más de 1.520 mm, aunque las condiciones se van haciendo gradualmente semiáridas hacia el sur y el oeste. En las cercanías de Buenos Aires, las precipitaciones anuales alcanzan unos 950 mm. En San Miguel de Tucumán llegan aproximadamente a los 970 mm; en cambio, al sur del río Colorado, y por influencia de los vientos del oeste, las precipitaciones varían bruscamente de los 4.000 o 3.000 mm en el este de los Andes patagónicos, a los 300 y 200 mm de las mesetas patagónicas.
	
	
	Recursos naturales
La riqueza tradicional de la Argentina reside en los suelos de la Pampa húmeda y de los valles y oasis en el oeste. Además, posee recursos energéticos significativos: hidrocarburos, gas, uranio y recursos hidráulicos. También son importantes los recursos oceánicos, mineros y forestales.
	
	
	Flora y fauna
La vegetación natural de Argentina varía enormemente en función de los diferentes climas y regiones topográficas del país. En la cálida y húmeda región del Noreste abunda la vegetación tropical, con árboles como la palmera, el palo de rosa, el palosanto, la jacarandá, el quebracho colorado y el ceibo. En la Pampa, las hierbas son la principal variedad de flora autóctona; en esta región y en la mayor parte de la Patagonia prácticamente no existen árboles, a excepción de variedades importadas resistentes a la sequía, como el eucalipto, el sicomoro, el álamo y la acacia. En los Andes patagónicos existen densos bosques de Nothofagus (coihués, lengas, ñires), coníferas (alerces, araucarias y cipreses) y otros árboles como los arrayanes, maitenes, lapachos y radales. En las estribaciones andinas de la Patagonia y en algunas zonas de Tierra del Fuego existen también densos bosques de coníferas,en especial de abetos, cipreses, pinos y cedros, y bosques de arrayanes (véase Parque nacional Los Arrayanes). Los cactus (Cactáceas) y otras plantas espinosas predominan en las áridas regiones andinas del noroeste.
En el norte, la fauna es de lo más diversa y abundante. Entre los mamíferos de estas zonas pueden destacarse el mono (varias especies), el jaguar, el puma, el felino americano conocido como león breñero, el ocelote, la corzuela parda (véase Venado matacán), el oso hormiguero, el oso melero, el tapir, el tapetí, el pecarí, el coipú y el zorrino (véase Mofeta). Entre las aves autóctonas se cuentan el flamenco, la cariama y el pirincho, y varias especies de colibrí y loro. De la Pampa son originarios el armadillo, el zorro, la marta, la liebre (véase Mara), el ciervo, el ñandú o avestruz americano, el águila, el halcón, la garza y el chorlito. Las frías regiones andinas son el hábitat de la llama, el guanaco, la vicuña, la alpaca y el cóndor. Los peces abundan en las costas, lagos y cursos fluviales.
	
	
	Suelos
Los suelos de Argentina varían enormemente en cuanto a fertilidad y viabilidad para la agricultura. El agua escasea en muchas regiones a excepción del Noreste y de la Pampa húmeda. La Pampa, cuyo suelo está constituido fundamentalmente por humus (con arena fina, arcilla y cieno o lodo), totalmente libre de rocas y cantos rodados, es ideal para el cultivo de cereales; por el contrario, el suelo guijarroso de la mayor parte de la Patagonia no es apto para la agricultura y los pastizales naturales de la región se aprovechan sobre todo como forraje para el ganado ovino. La mayor parte de la región al norte de los Andes es inadecuada para los cultivos, aunque, en algunos valles crezcan frutales, hortalizas y tabaco. En la región del Chaco se cree que su suelo, inusualmente salino, es el responsable de la abundancia del quebracho, un árbol rico en tanino; también hay en esta región muchos campos de algodón.
	
	
	Temas medioambientales
Argentina es uno de los países con menor densidad de población del mundo, la mayor parte de la cual vive en zonas urbanas y casi el 40% en el área metropolitana de Buenos Aires, donde el denso tráfico provoca una elevada contaminación atmosférica. Genera la mayor parte de su energía mediante centrales hidroeléctricas y de combustibles fósiles. No obstante, cuenta con tres centrales nucleares y con un programa nuclear relativamente independiente y avanzado. El gobierno argentino ha aceptado las normas del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA). Argentina cuenta con una política de protección del suelo bastante compleja. Existen 190 lugares protegidos, que ocupan el 4,4% de la superficie de este país. Estos lugares dependen de la administración federal, provincial y municipal; además, unos cuantos territorios están en manos privadas, ya que se encargan de su gestión algunas universidades e individuos. Tan sólo el 6,2% (2007) de la tierra recibe una protección significativa y sólo aproximadamente la mitad de los ecosistemas identificados en Argentina se encuentran representados en el sistema de protección de suelos. Las principales amenazas ecológicas en el norte son la caza y la pesca furtivas, así como la industria maderera, mientras que en el sur son el turismo y el pastoreo excesivo en casi todo el territorio. Forma parte del Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad y del Convenio de Ramsar sobre humedales; además, el programa El Hombre y la Biosfera de la UNESCO ha establecido cinco reservas de la biosfera en territorio argentino. Recientemente, el Instituto para la Conservación de la Naturaleza de Estados Unidos ha utilizado el programa estadounidense Deudas para la Naturaleza para preservar el hábitat en la zona andina de la Patagonia.
	
	
	DEMOGRAFÍA
Aproximadamente el 85% de la población es descendiente de europeos. A diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos, Argentina cuenta con escasa población mestiza. Oficialmente, el país sigue promoviendo la inmigración europea. Entre 1850 y 1940 llegaron a Argentina unos 6.608.700 europeos, predominantemente de origen español e italiano, con importantes cifras de franceses, británicos, alemanes, rusos, polacos, sirios y de otros países sudamericanos. Más de una tercera parte de la población vive en Buenos Aires y en sus alrededores. El 85% de la población reside en áreas urbanas.
	
	
	Características demográficas
En 2008 la población estimada de Argentina era de 40.677.348 habitantes, con una densidad de 15 hab/km² aproximadamente.
	
	
	Divisiones administrativas
El país está formado por 23 provincias, la Capital Federal autónoma (cuyos límites coinciden con los de la ciudad de Buenos Aires), el sector antártico reclamado por Argentina y varias islas del Atlántico sur. Tierra del Fuego, que hasta 1993 era territorio nacional, es en la actualidad una provincia.
En la Argentina no existen regiones institucionalizadas. Sin embargo, el INDEC —Instituto Nacional de Estadística y Censos— establece ciertas regiones para procesar sus datos, que son: el Noroeste, el Noreste, Cuyo, Pampa, Patagonia y Metropolitana. Desde el punto de vista geográfico, existen otras divisiones regionales: el Litoral, que comprende Buenos Aires (a excepción de la ciudad homónima y del saliente situado al sur del río Colorado), Chaco, Formosa, Santa Fe, Misiones, Corrientes y Entre Ríos (estas tres últimas conforman la Mesopotamia argentina); las provincias del norte, que engloban a Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja; las provincias centrales, Santiago del Estero, Córdoba y La Pampa; la región de Cuyo, formada por San Juan, San Luis y Mendoza, y las provincias patagónicas, que son Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Neuquén y Río Negro (estas dos últimas, junto con el saliente sur de Buenos Aires, forman la región del Comahue).
La Argentina tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904. Es una de las principales naciones firmantes del Tratado Antártico, que congela los reclamos de soberanía. A su vez, mantiene una disputa con el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas y otras islas del Atlántico sur. Son varias las naciones que no reconocen las pretensiones argentinas sobre un vasto sector de la Antártida, situado entre los 25° y los 74° de longitud O, ni su reclamación de una serie de islas del Atlántico sur.
	
	
	Principales ciudades
Las ciudades más importantes, además de la mencionada Buenos Aires, son: Córdoba (con una población según el censo de 2001, de 1.368.109 habitantes), importante centro fabril y ciudad universitaria; el puerto fluvial de Rosario (908.163 habitantes); La Plata (520.647 habitantes), la capital de la provincia de Buenos Aires; San Miguel de Tucumán (527.150 habitantes), un diversificado centro industrial; Mar del Plata (519.707 habitantes), el principal centro de turismo veraniego; Salta (462.051 habitantes), famosa por su arquitectura colonial; y Mendoza (110.993 habitantes), eje de una importante región frutícola, vitivinícola y petrolera.
	
	
	Organización del territorio argentino. Regionalización
Una visión del funcionamiento, morfología y jerarquía del sistema de ciudades, de la localización de actividades y de la población, del trazado de las redes de infraestructura, de los movimientos y flujos en el espacio y del uso de los recursos naturales muestran una estructura espacial con escasa o débil articulación entre las partes y, en consecuencia, entre las regiones, pero con una fuerte dependencia de Buenos Aires y su área metropolitana.
Todo esto es el resultado de una ocupación espontánea del espacio, el cual muestra el impacto sucesivo de las diferentes etapas de la economía argentina y de las decisiones políticas. Este esquema de organización territorial se denomina “modelo tendencial”, ya que refleja las tendencias socioeconómicas, políticas y geográficas en una larga relación tiempo-espacio. Hacia finales de la década de 1980, distintos procesos rompieron con muchas tendencias históricas e hicieron surgir otras.
Este modeloencontró bases muy sólidas en la valoración de la posición geográfica mundial de Argentina, de “aislamiento geográfico”, que la llevó a ser considerada un “país isla” —como la definió el almirante Storni— y, en consecuencia, a modificar su organización espacial en función del puerto. El concepto de la “Argentina insular” comienza a cobrar fuerza con la economía agro-portuaria y con los inicios de la industrialización (sustitución de importaciones).
Así, Argentina se estructuró sobre los puertos, con amplio predominio del de Buenos Aires. La cohesión interior, la centralización de la baja cuenca del Plata, el “desprendimiento” fronterizo y las condiciones de sequedad que imperan en gran parte del territorio, contribuyeron a consolidar la “Argentina insular” y a organizar su espacio interno en función de dicho sistema, dando lugar al “país abanico” definido por el filósofo argentino Mario Bunge.
Este esquema tendencial llevó a la valoración de la región pampeana, a la cual se le confirió el rol de región nuclear del país. Por otro lado, el modelo se extendió a los espacios significativos de las otras regiones, coincidiendo la mayoría de las veces con los núcleos geohistóricos y con la producción de bienes complementarios de la Pampa húmeda. Mientras tanto, con el paso del tiempo, fue tomando cuerpo el lugar de mayor capitalidad del territorio argentino, concentrando la población, las actividades, los servicios y, por ende, el poder. El área metropolitana de Buenos Aires y, más tarde, el eje urbano industrial San Lorenzo-Rosario-La Plata se impusieron así por su privilegiada posición geográfica, determinando la configuración y funcionamiento del espacio nacional.
En este escenario, la posición de las regiones y de sus sistemas urbanos resultaba periférico, más aún por el escaso contacto entre ellas y los países colindantes. Este proceso se vio reforzado por la presencia de conflictos, lo que llevó a consolidar el “desprendimiento fronterizo”, sobre todo con Chile y Brasil. En la actualidad, se ha dado por agotado dicho modelo y Argentina ha encontrado otras dos vertientes hasta ahora no valoradas: su posición céntrica en el Cono Sur (posición subcontinental) y su posición aguas abajo de la cuenca del Plata (posición regional). Esto lleva al país a ocupar una nueva posición en el mundo, dentro de un ámbito de integración regional: Mercosur, que ha de volver a poner en movimiento sus sistemas de relaciones.
La integración de Argentina en el espacio comunitario del Mercosur implica complementar la concepción insular del país con la peninsular; esto encierra una proyección marítima y otra proyección continental, que conlleva la estructuración de un nuevo sistema de relaciones con el espacio exterior e interior. Esta situación modificará, sin duda, la función de las diferentes regiones y conducirá a su reconversión productiva por haber variado su posición con respecto a los mercados y la accesibilidad general. El concebir a Argentina en este escenario de futuro implica potenciar cuatro aspectos sobresalientes: la complementación e integración territorial interna y con otros países de la región, y la accesibilidad de ciudades y regiones hacia el Atlántico y Pacífico, modificando su posición actual.
Todos estos cambios conllevan el establecimiento de un nuevo sistema de relaciones, lo que supondrá, en principio, una reestructuración estratégica de las redes de transporte, comunicaciones, flujos y energía, así como la valoración de los grandes espacios constitutivos del territorio nacional que se extiendan más allá de las fronteras, pero que han de encontrar su articulación y unidad. Las fronteras, que antes separaban espacios llamados a funcionar en común, serán ahora franjas de dinamismo e integración.
Los espacios noroccidental, nororiental, patagónico austral, pampeano y metropolitano han de conjugar los grandes ámbitos geográficos para un desarrollo más equilibrado en lo interno y más proclive a la proyección e integración en lo externo. La correcta percepción de esta realidad geográfica llevará a valorizar, dentro de los espacios mencionados, los sistemas regionales individualizados; éstos, a su vez, se encontrarán con mejores posibilidades y capacidades para desarrollar sus potencialidades, complementarse e integrarse con las regiones de los países vecinos y articularse entre sí.
La reestructuración del territorio, impulsada por el proceso de integración regional, es una nueva oportunidad, un hito más, un umbral de mayor complejidad en la organización territorial; también habrá desigualdades. Problemas y nuevas oportunidades son una dicotomía permanente en la vida de los pueblos y ese devenir se refleja en la organización del territorio. El nuevo modelo que se vislumbra no elimina el anterior: lo complementa y lo supera. Los hechos históricos son acumulativos espacialmente.
Así como en la anatomía territorial los espacios y regiones se reubican y se reconvierten, en la fisiología territorial el sistema urbano y las redes se modifican en sus funciones. Las transformaciones globales del mundo actual —desde la economía integrada hasta el cambio tecno-productivo y la revolución en los transportes y las comunicaciones— han de impulsar el proceso señalado. En esto consiste la nueva lógica territorial.
	
	
	Lenguas oficiales y habladas
El castellano es el idioma oficial y lo habla la mayoría de los argentinos. En algunos lugares siguen en uso varias lenguas indígenas. Véase también Lenguas aborígenes de Hispanoamérica; Español de América.
	
	
	Religión
Más del 92% de la población es católica. Se practican también el judaísmo, el protestantismo y otras religiones cristianas y no cristianas, aunque muchas sectas y confesiones están prohibidas por ser “lesivas al orden público”. Hasta la reforma constitucional de 1994, era requisito indispensable que el presidente y el vicepresidente fueran católicos.
	
	
	EDUCACIÓN Y CULTURA
Argentina es un país con un rico legado cultural español, fuertemente influido desde el siglo XIX por la inmigración europea, fundamentalmente por la italiana. Se mantiene un vivo interés por la historia del país, simbolizada especialmente en el cultivo de sus tradiciones. En el ámbito artístico, la influencia más importante ha sido la europea, especialmente la de Francia. Sólo en el arte popular se ha registrado una importante influencia de las culturas indígenas.
	
	
	Educación
La educación primaria es gratuita y obligatoria entre los 5 y los 14 años. En 2000, 4.898.224 alumnos asistieron a las escuelas primarias y 3.832.258 a las de secundaria y de formación profesional. La tasa de escolarización en enseñanzas superior es del 60% y la de alfabetización del 97,2%, una de las más altas de América Latina.
Argentina tiene 24 universidades nacionales, y varias provinciales y privadas. La principal institución es la Universidad Nacional de Buenos Aires (1821). Entre las más importantes merecen mencionarse la Universidad Católica Argentina (1958), la Universidad del Salvador (1958), la Universidad de Belgrano, la Universidad Tecnológica Nacional (1959) y la Universidad Nacional de Córdoba (1613), además de las situadas en Bahía Blanca (1956), La Plata (1905), Mendoza (1939), San Miguel de Tucumán (1914) y Rosario (1968). Véase Educación en Argentina.
	
	
	Bibliotecas y museos
La biblioteca más importante de Argentina es la Biblioteca Nacional (1810), ubicada en Buenos Aires, que dispone de un fondo de más de 1,9 millones de volúmenes. Entre los numerosos museos de la capital merecen destacarse el Museo Argentino de Ciencias Naturales, el Museo Nacional de Bellas Artes, el MALBA y varias colecciones privadas. El 20 de septiembre de 2001 se abrió al público el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), que alberga una importante colección de arte latinoamericano contemporáneo, con más de 200 obras de artistas como Wilfredo Lam, Frida Kahlo, Joaquín Torres García, Hélio Oiticica, Xul Solar, León Ferrari o Emiliano di Cavalcanti; su vocación es 'coleccionar, conservar, estudiary difundir el arte latinoamericano desde el siglo XX hasta la actualidad'; y presenta también exposiciones temporales, tres al año, de una duración aproximada de tres meses cada una. El Museo de La Plata es famoso por su colección de fósiles de dinosaurios.
	
	
	Literatura
La literatura argentina adquirió un marcado matiz nacionalista en el siglo XIX. El poema Fausto (1866) de Estanislao del Campo, está basado en la ópera Fausto de Charles Gounod; Martín Fierro (1872), un poema narrativo de la vida de un gaucho, obra de José Hernández, está considerada la epopeya nacional. Finalmente, el ensayo sociológico Facundo, civilización y barbarie (1845), de Domingo Faustino Sarmiento, es un estudio que analiza cómo la vida rural en la Pampa argentina contribuyó a modelar el carácter nacional.
La literatura argentina del siglo XX ha producido obras como la celebrada Don Segundo Sombra (1926), novela de Ricardo Güiraldes; Rayuela (1963), de Julio Cortázar; El beso de la mujer araña (1976), de Manuel Puig; La bahía del silencio, de Eduardo Mallea (novelista que escribió sobre temas existencialistas), y la obra de Jorge Luis Borges, cuyas historias han alcanzado el reconocimiento internacional. El poeta más conocido es Leopoldo Lugones, quien cultivó el simbolismo y el naturalismo. En la actualidad, y junto a Ernesto Sábato, debe destacarse a Adolfo Bioy Casares como uno de los escritores argentinos más representativos.
	
	
	Arte
La pintura del siglo XIX estuvo dominada por temas gauchescos y escenas de la vida urbana. En este periodo destacó Prilidiano Pueyrredón. Entre los artistas del siglo XX merecen mencionarse a Lucio Fontana, Pablo Curatella Manes o Raquel Forner, además de Benito Quinquela Martín, el cubista Emilio Pettoruti, el cinético Julio LeParc y Raúl Soldi. Son muy conocidas las obras del escultor Rogelio Yrurtia.
	
	
	Música
La música tradicional argentina se inspira principalmente en las canciones y bailes gauchescos, la música nativa de las provincias del norte, las influencias europeas y, en menor medida, la música africana. El tango, cuyo intérprete más famoso es Carlos Gardel, se desarrolló en Buenos Aires y se convirtió en el baile de salón favorito de gran parte del mundo. También hay que destacar la milonga y el gato. Ástor Piazzola, prolífico compositor, director e intérprete de tangos, incorporó a sus obras influencias clásicas y del jazz.
La ópera y la música sinfónica son elementos importantes de la actividad cultural. La Orquesta Sinfónica Nacional tiene su sede en Buenos Aires y la compañía de ópera de esta ciudad en el Teatro Colón, inaugurado en 1908; esta compañía de ópera ha obtenido una merecida fama mundial por su excelencia. En el terreno de la música clásica destacan Roberto Caamaño, Mauricio Kagel y Gilardo Gilardi. El más conocido de los compositores argentinos fue Alberto Williams, fundador del Conservatorio de Buenos Aires. Alberto Ginastera es conocido por su música sinfónica para ballet, ópera y piano, muy popular en todo el mundo. En el ballet son muy notorias las figuras de Julio Bocca y Maximiliano Guerra, cuyas virtudes han trascendido las fronteras del país.
	
	
	ECONOMÍA
La economía argentina se basa tradicionalmente en la producción agrícola y ganadera, aunque los sectores industrial, minero, pesquero y de servicios han registrado un marcado crecimiento en las últimas décadas. Es una de las principales naciones productoras de carne, cereales y aceite del mundo. En la actividad fabril, las principales empresas son las productoras de alimentos y bebidas, las metalúrgicas, automotrices, de refino de petróleo, textiles y cemento. El producto interior bruto (PIB) para 2006 fue de 214.241 millones de dólares, con una renta per cápita de 5.474,50 dólares (cifras del Banco Mundial).
	
	
	Agricultura y ganadería
Argentina cosecha suficientes productos agrícolas no sólo para satisfacer la demanda interna, sino también para exportar los excedentes. Del total de la superficie del país (unos 280 millones de ha), poco más del 50% se utiliza para el pastoreo y el 10,6% está cultivado; los bosques ocupan un 11,9% del territorio nacional. La Pampa es la principal zona agrícola del país, con una importante producción de trigo y otros cereales. Regiones como Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan y las provincias del Noroeste son ricas en explotaciones frutícolas y vitivinícolas. En la producción de caña de azúcar destacan Tucumán, Salta y Jujuy.
La producción ganadera es un sector importantísimo en la economía argentina, así como la refrigeración y procesamiento de carne y subproductos. La producción anual supera los 3,4 millones de toneladas. En 2006 el país contaba con 50,8 millones cabezas de ganado vacuno, 12,4 millones de ganado ovino y 1,49 millones de porcino; además, existían unos 3,65 millones de caballos, con gran fama internacional en el mundo de la hípica y del polo.
A pesar del retroceso sufrido durante la década de 1980, la exportación de ganado sigue jugando un importante papel en el comercio internacional. En 1994 los ingresos en concepto de carne y pieles (véase Cuero) ascendieron a 1.700 millones de dólares; las exportaciones de alimentos suponen en torno al 49,6% del total exportado. Desde hace mucho tiempo, Argentina es líder mundial en la exportación de carne cruda, aunque cada vez es más importante la exportación de la carne procesada y envasada.
El país produce y exporta ingentes cantidades de lana. En 2006 se produjeron 60.000 toneladas de lana en bruto. Aproximadamente el 40% de las ovejas se crían en la Patagonia.
El trigo es el cultivo más importante y Argentina se cuenta entre los principales productores mundiales de este cereal. La producción anual es de 14 millones de toneladas; otros cereales destacados son el maíz, la avena y la cebada.
Otros productos agrícolas de importancia son la soja, el sorgo, el lino, el girasol, el algodón, las patatas (papas), el arroz, la yerba mate, el cacahuete (maní) y el tabaco, así como uvas, manzanas y cítricos.
	
	
	Silvicultura y pesca
Situadas fundamentalmente en las áreas montañosas distantes de los centros poblados, la mayoría de las 33.021.000 ha de bosque no está muy aprovechada. Las maderas más explotadas son las de álamo y sauce para la producción de celulosa, el quebracho blanco para combustible, el quebracho colorado para el tanino (que se utiliza en el curtido del cuero y piel) y el cedro para la fabricación de mobiliario; otras maderas de aprovechadas son las de la araucaria, el pino y el ciprés. La producción total de madera en 2006 fue de 14,2 millones de m³.
Los caladeros argentinos, potencialmente muy productivos, no se explotan en su totalidad, aunque la productividad se incrementó de forma constante en las décadas de 1960 y 1970. En 2005 las capturas, principalmente de merluza, calamar, langostino y anchoa o boquerón, alcanzaron las 933.902 toneladas.
	
	
	Minería
Aunque el país cuenta con una gran variedad de reservas minerales —sobre todo petróleo, carbón y diversos metales— la minería ha sido relativamente poco importante en la actividad económica. A pesar de ello, en las últimas décadas se ha incrementado significativamente la producción de petróleo y carbón. En términos de valor, el principal producto mineral es el petróleo. En 2004 la producción de petróleo era de 271 millones de barriles anuales, suficiente para cubrir la demanda interna y permitir la exportación. Con este fin se ha construido un oleoducto hacia Chile, a través de la cordillera de los Andes. Se espera que, con las licencias otorgadas para la exploración de nuevas zonas del país y de las áreas marítimas, se incremente significativamente la producción.
El país cuenta también con una importante producción de gas natural (véase Combustible gaseoso), que en 2003 alcanzaba los 41.040 millones de m³. Por otra parte, existe una modesta explotación de oro, plata, cobre, plomo, cinc, hierro, estaño, tungsteno, mica, uranio y piedra caliza. Al amparo de la nueva Ley de Minería, los planes de exploración y explotaciónse incrementaron a base de cuantiosas inversiones extranjeras que potenciarán el surgimiento de la gran minería.
	
	
	Industria
El grueso de la industria argentina se centra en Buenos Aires. El 24% de la población activa está empleada en las empresas industriales. La industria más importante y antigua del país es el procesamiento y envasado de productos alimenticios, seguida por el sector textil. Otras importantes industrias producen artículos de goma (natural y sintética), cemento, productos químicos, papel, plásticos y derivados del petróleo. La industria siderúrgica (véase Siderurgia) ha alcanzado una gran expansión; en 1994 la producción de hierro primario, acero crudo y laminado llegó —en conjunto— a los 10,4 millones de toneladas. El sector automotriz produjo 408.000 vehículos.
	
	
	Energía
El sistema energético de Argentina está compuesto por las redes de conductos y de energía eléctrica. Entre las redes de conductos se distinguen los gasoductos, los oleoductos y los poliductos, que conectan las áreas productivas de la Patagonia, Cuyo y Noroeste con los grandes centros de consumo o de industrialización derivada. Las redes de energía eléctrica se integran en el sistema interconectado nacional, los sistemas regionales y las estaciones de transformación, y ponen igualmente en contacto las centrales eléctricas con las grandes áreas de consumo. Están compuestas por líneas de transmisión, equipamientos de generación y subestaciones de transformación. Las principales líneas conectan el sistema hidroeléctrico del río Limay (Neuquén-Río Negro) con Buenos Aires, Bahía Blanca y La Plata. También destacan las líneas de Yaciretá (Argentina-Paraguay) y de Salto Grande (Argentina-Uruguay) con Rosario y el Gran Buenos Aires. La energía eléctrica instalada es estimada en 14.000 megavatios.
El país cuenta con abundantes recursos energéticos y sobre todo con una gran diversidad de fuentes, entre las que destacan la hidroeléctrica y el gas, además del petróleo, carbón y uranio. También revisten especial importancia las fuentes no convencionales de energía: geotérmica, eólica, mareomotriz, solar y biomasa. En el contexto del Mercosur se están realizando obras significativas, como los gasoductos a Chile, Uruguay y Brasil, y las interconexiones eléctricas del litoral. Los sistemas energéticos de Argentina han sido privatizados, salvo Yaciretá, Salto Grande y las centrales nucleares que están en proceso de concesión al capital privado.
Las principales cuencas de hidrocarburos son la Austral (golfo de San Jorge), la Neuquina, la Cuyana y la del Noroeste. Existen otras cuencas de exploración como la del Chaco-Paranaense y varias en la plataforma submarina. La cuenca más importante en producción de gas es Loma de la Lata (Neuquén), además de Santa Cruz y Puesto Hernández.
En el campo hidroeléctrico hay que señalar que la mayoría de los ríos y saltos con potencial para producir energía están muy alejados de los centros industriales, aunque, a pesar de estas limitaciones técnicas, los recursos hidroeléctricos se desarrollan a pasos acelerados. Los proyectos más importantes, iniciados en las décadas de 1970 y 1980, están situados en el norte de la Patagonia sobre los ríos Limay (El Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Pichi-Picún-Leufú) y Neuquén (Cerros Colorados), sobre el río Paraná (Yaciretá, explotado en colaboración con la República del Paraguay) y sobre el río Uruguay (Salto Grande, en colaboración con Uruguay). También merecen atención las centrales de Garabí (con Brasil), Corpus (con Paraguay), Los Blancos (Mendoza) y Río Santa Cruz-La Leona.
En 2003 Argentina producía un total de 83.288 millones de KWh, de los cuales el 40,10% se generaba en instalaciones hidroeléctricas, el 8,44% mediante energía nuclear y el 48,37%48,37% en centrales termoeléctricas convencionales. Hay que destacar las centrales nucleares de Atucha I y II, localizadas en la provincia de Buenos Aires.
	
	
	Moneda y banca
Originariamente, el sistema monetario argentino se basaba en el peso oro, aunque en realidad no circulaban monedas de ese metal. La moneda en uso era el peso moneda nacional, dividido en 100 centavos. La crisis generada por la Gran Depresión, en la década de 1930, terminó con el régimen monetario oro y en 1935 se fundó el Banco Central de la República Argentina —de sociedad mixta—, responsable de controlar la emisión de moneda, sin perjuicio de otras funciones de supervisión de los bancos. En 1946 el Banco Central quedó bajo el control del gobierno, siendo cabeza del sistema bancario nacional.
En materia monetaria, a principios de la década de 1970 se instauró el peso ley 18.188, equivalente a 100 de los antiguos. En junio de 1985 se creó el austral, equivalente a 1.000 pesos ley. Después de experiencias hiperinflacionarias, a principios de 1992 se implantó el nuevo peso argentino, equivalente a 10.000 australes. En 2006, 3,10 peso argentino equivalía a 1 dólar estadounidense.
En diciembre de 1994 había 168 bancos, de los cuales 33 eran públicos y 135 privados. El 60% de los depósitos estaba en los bancos privados.
	
	
	Comercio e intercambio
Desde 1992 la balanza comercial es desfavorable para Argentina, tendencia que se ha ido corrigiendo en los últimos años. En 2003 las exportaciones totalizaron 29.566 millones de dólares y las importaciones 13.833 millones de dólares. El principal socio comercial, tanto en exportaciones como en importaciones, es la República Federal de Alemania; otros socios importantes son: Brasil, Estados Unidos, Bélgica y Países Bajos. Véase Comercio internacional.
El comercio regional con otros países latinoamericanos se enmarca en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), a la que pertenece Argentina. En 1994 se exportaron a esta asociación 6.907 millones de dólares y se importaron 6.600 millones de dólares, correspondiendo a Brasil el 52% de las exportaciones y el 65% de las importaciones.
En 1991 se firmó el Tratado de Asunción, por el que quedaba creado el Mercosur (Mercado Común del Sur). Este bloque subregional ha dinamizado notablemente el comercio en esta zona y se encuentra en pleno proceso de integración. En 1995 se fijó el arancel externo común a aplicar en el futuro. En 1994 sus exportaciones al Mercosur alcanzaron el valor de unos 4.800 dólares y sus importaciones unos 5.147 dólares. De este movimiento, el 80% correspondió a Brasil.
	
	
	Trabajo
En 2006 la población activa sumaba unos 18,8 millones de trabajadores. La mayoría de los 1.100 sindicatos argentinos están afiliados a la Confederación General del Trabajo (CGT). El derecho de asociación sindical, suspendido en 1976, fue restablecido en 1982. A principios de la década de 1990, el movimiento sindical contaba con unos 3 millones de afiliados; en esa época, los programas de privatización del presidente Carlos Saúl Menem habían provocado la pérdida de varios centenares de miles de puestos de trabajo. En 2006 la tasa de desempleo era del 10,2 por ciento.
	
	
	TRANSPORTES
	
	
	Red ferroviaria
La red ferroviaria argentina comenzó a tenderse en la segunda mitad del siglo XVIII. En 1870 ya había 722 km de vías. El ferrocarril del Oeste fue el primero en entrar en funcionamiento para cubrir la distancia entre plaza Lavalle y Floresta, en Buenos Aires. El trazado no parte radialmente desde la capital, sino desde ésta, Buenos Aires, y desde Rosario. El Ferrocarril del Sud (construido con capital inglés) llegó primero a Chascomús y, más tarde, a Las Flores, Bahía Blanca, Neuquén, Zapala y Mar del Plata, además de contar con varios ramales secundarios. El ferrocarril Central tuvo sus inicios en Rosario, se extendió a Córdoba y después a Santa Fe y Tucumán; posteriormente, enlazó con Buenos Aires. Otra línea se extendía desde Río Cuarto hasta Mendoza. El ferrocarril que comunicaba Buenos Aires con el Pacífico y el ferrocarril del Oeste llegaron al pie de los Andes: San Rafael, Mendoza y San Juan.
Una verdadera “fiebre ferroviaria” se preparaba a comienzos de la década de 1870. Entre 1870 y 1914 se construyó la mayorparte de la red ferroviaria argentina con capital inglés, francés y argentino. Esta red llegó a ocupar el décimo puesto en el mundo, con cerca de 47.000 kilómetros. El ferrocarril fue palanca del desarrollo y poblamiento del territorio del país.
A partir de 1946 la extensa red ferroviaria pasa a depender en su totalidad del Estado. En 1958 comienza un periodo que puede llamarse de “regresión”. En efecto, políticas a favor del desarrollo de la red caminera (transporte por carretera) desarrollaron planes de clausura y levantamiento de vías; así, en 1980, la red ferroviaria era de 34.113 km, mientras que en 1976 contaba con 41.463 kilómetros. En 1989 se inicia un nuevo proceso de concesiones al capital privado de la red ferroviaria de carga, de pasajeros del área metropolitana de Buenos Aires y de pasajeros interurbanos.
En la actualidad, la red ferroviaria argentina posee una extensión de 35.753 km, con tres anchos de vía. Dos líneas que cruzan los Andes permiten la comunicación con Chile; los ferrocarriles argentinos también conectan el país con Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil. Como resultado de la privatización de la red, en algunas regiones del país se ha interrumpido el servicio. Las líneas nacionales que la integran son: el ferrocarril Nuevo Central Argentino (4.512 km), que conecta Buenos Aires con Rosario, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Río IV y Santiago del Estero (La Banda); el ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico (5.254 km), que enlaza Buenos Aires con Junín, Rufino, San Luis, Mendoza, San Juan, San Rafael y accede al puerto de Rosario; el ferrocarril Ferrosur Roca (3.343 km), que comunica Buenos Aires con Necochea-Quequén, Tandil, Olavarría, Bahía Blanca, Neuquén y Zapala; el ferrocarril Ferroexpreso Pampeano (4.953 km), que conecta a los puertos del complejo San Martín-Rosario con Bahía Blanca por medio de dos líneas troncales y varios ramales; el Ferrocarril Mesopotámico, S.A. (2.739 km), que enlaza Buenos Aires con Rojas, Concordia, Paraná, Paso de los Libres, Monte Caseros, Corrientes y Posadas, y el ferrocarril General Belgrano, S.A. (10.841 km), que comunica Buenos Aires con Rosario, Santa Fe, Córdoba, Resistencia, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, San Juan y Mendoza, y la localidad de Salta con Formosa.
La red ferroviaria argentina se conecta con la de los países colindantes: con Bolivia, a través de la línea F.C. Belgrano S.A., por La Quiaca y Yacuiba hasta La Paz y Santa Cruz de la Sierra; con Chile, también por la línea ferroviaria de Belgrano S.A., desde Socompa a Antofagasta y por Las Cuevas a Valparaíso (este ramal está desactivado pero con miras de ser rehabilitado); con Uruguay, por la línea F.C. Mesopotámico S.A., entre Salta y Salto Grande; con Brasil, a través de la línea de F.C. Mesopotámico S.A., por Paso de los Libres a Uruguaiana, y con Paraguay, por otra línea del F.C. Mesopotámico S.A., entre Posadas y Encarnación.
A su vez, existen líneas provinciales extensas como Viedma–San Carlos de Bariloche, en la provincia de Río Negro (817 km), o más pequeñas como Córdoba–Cruz del Eje (150 km) o Jacobacci-Esquel (Río Negro-Chubut) de 402 km. La línea de pasajeros más importante es la del corredor Buenos Aires-Mar del Plata-Miramar y su derivación General Guido-Pinamar (536 km), operado por Ferrobaires; esta empresa, de carácter provincial, cubre todo el sistema interurbano de pasajeros de las provincias de Buenos Aires y La Pampa. Los ferrocarriles metropolitanos de Buenos Aires son operados por varias empresas privadas (línea Urquiza, Sarmiento, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Roca). Existe además una línea de carácter turístico (18 km) que se denomina Tren de la Costa.
	
	
	Red caminera
Hasta la tercera década del siglo XX la red caminera fue considerada complementaria de los ferrocarriles, ya que los caminos locales de las zonas rurales conducían a las estaciones del ferrocarril. Primero los carruajes y luego los automotores se convirtieron en alimentadores de la red ferroviaria, en cuanto a tráfico se refiere. En 1952 se crea la Dirección Nacional de Vialidad, estableciéndose una cuota sobre la nafta y un porcentaje sobre los lubricantes, destinados ambos a la construcción de caminos (véase Carretera). A partir de ese momento comienza a desarrollarse la red caminera nacional que, en líneas generales, siguió el trazado de las vías férreas. En las décadas de 1950 y 1960 se produce una importante expansión de la red y del transporte automotor, tanto de carga como de pasajeros.
En total existen 400.000 km de carreteras. La red vial se clasifica, de acuerdo con su jurisdicción, en nacional y provincial; por su importancia en lo concerniente al tráfico circulado, en rutas troncales, rutas secundarias y rutas locales o alimentadoras. Además, se distinguen unas rutas transnacionales de gran importancia ante el Mercosur. Una tercera clasificación se establece en función del estado de la red: pavimentada (casi 60.000 km), mejorada (más de 40.000 km) y natural o de tierra (el resto).
Hacia finales de la década de 1980 la red vial argentina se encontraba muy deteriorada por la sobrecarga de los camiones, sin control peso/eje, y por insuficientes inversiones en el mantenimiento. Por otro lado, se observaban varios estrangulamientos en la circulación, sobre todo en el acceso al área metropolitana de Buenos Aires, así como a otras grandes ciudades. Es entonces cuando se decide privatizar, por el sistema de concesión, las principales rutas troncales del país, como Buenos Aires-Mar del Plata, Buenos Aires-Bahía Blanca, Buenos Aires-San Luis-Mendoza, Buenos Aires-Rosario-Córdoba o Zárate-Concordia-Paso de los Libres, entre otras. También se desarrolla un plan de obras para el acceso a las grandes ciudades.
Por otro lado, Vialidad Nacional está llevando a cabo un Plan Maestro, denominado Corredores Viales y Pasos de Integración, para mejorar la infraestructura en los corredores de exportación y de integración, fortaleciendo el desarrollo de tres ejes bioceánicos al norte, centro y sur, así como la Ruta 40, que corre paralela a la cordillera por el oeste, desde La Quiaca hasta Río Gallegos. La estructura se apoya en los siguientes pasos montañosos al oeste: Jama (Jujuy), Sico (Salta), San Francisco (Catamarca), Peña Negra (La Rioja), Agua Negra (San Juan), Cristo Redentor (Mendoza), Paso Pehuenche (Mendoza), Pino Hachado (Neuquén), Cardenal Samoré (Neuquén), Coihaique (Chubut) y Huemules (Santa Cruz). En el este se dirige a los puertos del Atlántico y del Plata-Paraná, y a los puertos de Paysandú-Colón, Puerto Unzué-Fray Bentos, Concordia-Salto, Paso de los Libres-Uruguaiana, Posadas-Encarnación y Puerto Iguazú-Foz do Iguaçu. Entre los proyectos estratégicos se pueden mencionar: las redes de autopistas de acceso al área metropolitana de Buenos Aires; las autopistas Córdoba-Rosario, Buenos Aires-La Plata y Buenos Aires-Mar del Plata; los puentes Buenos Aires-Colonia, Rosario-Victoria y Santo Tomé-São Borja, y el túnel de montaña Juan Pablo II, de baja altura, entre Mendoza y Chile. La ampliación del túnel ferroviario que cruza los Andes (1940) permite el paso de vehículos. En 1998 había 181 vehículos por cada mil habitantes.
	
	
	Red aérea
La compañía Aerolíneas Argentinas fue privatizada en 1990 y realiza vuelos tanto nacionales como internacionales; existen también numerosas líneas aéreas internas. A finales de la década de 1980 había matriculados unos 4,3 millones de vehículos privados y 1,4 millones de vehículos comerciales.
	
	
	Red portuaria y fluvial
Los ríos proporcionan unos 3.100 km de vías navegables, especialmente los de la cuenca del Río de la Plata. En la actualidad se hace necesario incorporar los puertos a las redes de transporte intermodales e interoperables como parte de una cadena logística de transporte. Los puertos ya no son terminales sino centros de transferencia de cargas. El concepto de hinterland (área de influencia de un puerto con continuidad espacial) se ha desdibujado ante las relaciones espacialmente discontinuas entre puertos ycentros receptores y emisores de tráfico, más aún con la vigencia de los puentes terrestres (land bridge) sobre corredores bioceánicos. Estos aspectos, que rigen a nivel internacional, ya se están perfilando en Argentina.
En el caso argentino la situación es la siguiente: a) la producción cerealista y de graneles necesita una salida entre Santa Fe, Rosario y Villa Constitución (65% de la producción exportable); b) el resto puede ser canalizado por los puertos de Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata; c) los contenedores se canalizan vía puerto Buenos Aires (Nuevo y Exolgan) y, en el futuro, por Campana, La Plata y Mar del Plata; d) existe tráfico pasante (en tránsito) que utilizaría corredores bioceánicos intermodales, al igual que las producciones básicas regionales; e) la producción de la región de la Patagonia, de menos volumen, encontraría salida por San Antonio Este (frutas y minerales, principalmente), Puerto Madryn (minerales, aluminio, pescado), Comodoro Rivadavia (combustibles) y Puerto Illia, en Punta Loyola (carbón y otros).
En síntesis, Argentina necesita puertos más profundos en donde no los tiene de forma natural, si bien los posee en donde la lejanía de las áreas demandantes no los valoriza. La hidrovía Paraguay-Paraná, conectada al canal 32 pies de Rosario al mar, y Punto Alfa, pueden potenciar el complejo portuario Rosario-Terminal 6-San Martín-San Lorenzo y, en menor medida, Buenos Aires-La Plata. Otra opción es construir dos o tres estaciones de transferencia de graneles al centro-sur de Córdoba, Santa Fe y costa de Buenos Aires, y, desde allí, operar dos líneas ferroviarias hacia Bahía Blanca y Quequén, ampliando y fortaleciendo estos puertos en aguas profundas a 45 pies (será necesario comparar costos de operaciones alternativas).
Para identificar algunas prioridades es necesario clasificar los puertos en cinco tramos de la ribera fluvial y del litoral Atlántico de Argentina, observando su actual comportamiento, posibilidades y necesidades: 1) hidrovía Paraguay-Paraná (tramo medio); 2) vía navegable 32 pies Rosario-San Lorenzo al Atlántico; 3) bajo río Uruguay; 4) puertos del frente marítimo de la región pampeana; y 5) puertos patagónicos.
	
	
	Hidrovía Paraguay-Paraná
Puerto de Barranqueras
Este puerto cumplirá una función estratégica en la hidrovía. Posee accesos por carretera y ferroviarios. Se deberá construir una estación de transferencia intermodal de cargas. Se prevé un nuevo puente sobre el Paraná que lo unirá con Corrientes (ferroviario y vial). El puerto necesitará de inversiones para ampliación y modernización. Ha pasado a depender de la jurisdicción provincial y a ser importante el movimiento de contenedores, minerales y productos siderúrgicos de la sierra de Zapla. El puerto de Formosa es complementario del anterior y el gobierno provincial busca inversores para canalizar sus proyectos. Será un nodo estratégico de tráfico internacional en la intersección de la hidrovía y el corredor bioceánico Norte.
Puerto de Santa Fe
Cuando se termine el canal de acceso 21 pies y su conexión con la ruta de Rosario al Atlántico, el puerto de Santa Fe tendrá un papel significativo en las exportaciones de una rica región agroindustrial. Necesitará ampliaciones y modernización en equipamiento y accesibilidad.
	
	
	Vía navegable 32 pies. Complejo Rosario-San Lorenzo al Atlántico
Por esta vía navegable, actualmente en proceso de dragado (alcanzó 32 pies en 1997), se canaliza casi el 70% de las exportaciones de Argentina y el 80% de las importaciones. El complejo portuario San Martín-San Lorenzo se mantiene con una dinámica de alto crecimiento. Se conjugan inversiones privadas en las terminales portuarias, concesión de ferrocarriles (N.C.A.), rutas y un aumento masivo de la producción exportable de oleaginosas. Nuevas inversiones pueden reforzar esta franja fluvial-portuaria.
El puerto de Rosario se constituirá en otro nodo importante para el Mercosur, con el puente Rosario-Victoria que conectará el más importante corredor bioceánico con la hidrovía Paraguay-Paraná y la vía 32 pies de Rosario al Atlántico. Pueden requerirse inversiones puntuales en este puerto, así como en los de Villa Constitución y San Nicolás. En el caso de Rosario existe un estudio reciente acerca de sus posibilidades y necesidades de inversión, elaborado por la Fundación Banco Municipal de Rosario. Las propuestas del estudio definen las necesidades de inversiones en varias terminales especializadas de graneles líquidos, sólidos (cereales y minerales), en una terminal polivalente y otra destinada a contenedores, además de las mejoras en el equipamiento para carga y descarga, con áreas de actividades logísticas e industriales. En Rosario pueden operar buques Panamax (35.000 a 80.000 tpb). Un barco de 30.000 toneladas requiere ser abastecido por 20 trenes o 1.000 camiones.
Puerto de Campana
El núcleo Zárate-Campana-Escobar constituye un área portuaria con futuro. Ello se debe a que es la terminal fluvial de la hidrovía Paraguay-Paraná con 32 pies al cero y con un acceso directo al Uruguay-Brasil, vía Zárate-Brazo Largo. En el kilómetro 95.8, sobre la margen derecha del Paraná de Las Palmas, se inauguró recientemente la terminal portuaria Mariposa-Furlong, destinada a cargas generales. Posee un muelle de 140 m, con todas las instalaciones necesarias. Actualmente, opera con carga de automotores, que se ampliará en el futuro. Otros puertos, como Euroamérica (Grupo Turner), mueven automóviles, frutas y maderas. Las inversiones portuarias siguen en marcha.
Complejo portuario Buenos Aires-La Plata
El puerto de Buenos Aires ha sido objeto de una profunda transformación en los últimos años. Este proceso alcanza a las terminales de Puerto Nuevo y a Exolgan, en Dock Sud, todo en manos privadas. Su principal movimiento es el de contenedores. Puerto Nuevo mueve el 70% y Exolgan el 30%. Existen algunos problemas de equidad en el tratamiento legal de ambas estaciones marítimas. El tema de las tasas de cargas está en el centro de la discusión. Es importante la formación de la Sociedad Administradora del Puerto. Las terminales portuarias han recibido, a fines de 1995, unos 500.000 TEU, pese a una caída de las importaciones del 33% por Puerto Nuevo. Dock Sud (Exolgan) movió 100.000 TEU. El puerto de Exolgan opera con alta tecnología y se presenta con un gran futuro. Posee un sistema informático integrado para carga, descarga y facturación. El puerto de La Plata está comenzando un proceso de transformación orientado a lograr un nuevo perfil para operar contenedores (carga general) y combustibles. La zona franca de La Plata impulsará el proceso y se necesitan inversiones para instalar una estación intermodal de transferencia de cargas en el puerto y el replanteo de accesos ferroviarios y viales. El polo petroquímico es otra actividad movilizadora. Se profundizó a 28 pies y se balizó, pero será necesario obtener más profundidad. Otras inversiones están destinadas a dotar al puerto de un muelle de 300 m sobre la costa de Berisso, profundizar el Dock Central y poner en marcha una terminal con múltiples funciones sobre 16 ha en Ensenada. La estación portuaria cuenta con 24 puntos de embarque.
	
	
	GOBIERNO
Según la Constitución de 1853, el gobierno argentino es representativo, republicano y federal. La función ejecutiva es ejercida por el presidente que cuenta con la ayuda del gabinete de ministros. El poder legislativo reside en el Congreso Nacional, de carácter bicameral, formado por el Senado y la Cámara de Diputados. En 1949 se aprobó una nueva Constitución, que fue anulada en 1956. Tras el golpe militar de 1966, se suspendieron todas las garantías constitucionales. Después del golpe militar de 1976 volvió a abolirse la Constitución de 1853, aunque en 1983 fue reinstaurada al volver la democracia.
	
	
	Poder ejecutivo
En su preámbulo y en gran parte del texto, la Constitución de 1853 refleja los ideales y aspiraciones de la Constitución de los Estados Unidos. Hasta la reforma constitucional, el presidente y vicepresidente ocupabansus cargos durante un periodo de seis años, sin posibilidad de reelección consecutiva. Desde 1966 hasta 1973, y desde 1976 hasta 1983, la Junta Militar —constituida por los comandantes en jefe de los tres ejércitos— fue el órgano supremo del Estado, con poderes para designar y cesar al presidente.
En 1994 se reformó la Constitución de 1853, no en el espíritu de la letra pero sí en los aspectos instrumentales. Tres cambios sobresalientes de la reforma son: la reducción del mandato presidencial de 6 a 4 años, con posibilidad de una reelección; la introducción de la figura del jefe de gabinete de ministros, y la creación del cargo de jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires con carácter electivo, ya que hasta entonces el intendente de la capital era elegido por el presidente de la República. Se agregó a la Constitución argentina la Constitución Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).
La Constitución de 1853 permite la suspensión del gobierno parlamentario y de las libertades civiles, si el presidente considera que, ante una emergencia nacional, se requiere la implantación del estado de sitio; esta cláusula ha sido invocada con frecuencia en la historia argentina.
La Constitución de 1994 estableció que el número de ocho ministerios será determinado por una ley especial, además de las modificaciones de duración de los mandatos presidenciales ya comentadas. Véase Constitucionalismo (argentino).
	
	
	Poder legislativo
El Congreso Nacional, bicameral, lo conforman una cámara baja, la Cámara de Diputados (integrada por 256 miembros), y una cámara alta, el Senado (integrado por 71 miembros: 3 por cada provincia y 3 por el Distrito Federal desde la reforma constitucional de 24 de agosto de 1994). Los diputados son elegidos directamente para periodos de cuatro años y cada dos se renueva la mitad de la Cámara; los senadores son nombrados de forma directa y conjunta para un mandato de seis años, una tercera parte se renueva cada dos años y son reelegibles indefinidamente. Todos los ciudadanos mayores de 18 años tienen el derecho de votar. En 1962 se instauró la representación proporcional en las elecciones nacionales.
Los dos principales partidos políticos argentinos son el Partido Justicialista, heredero del peronismo, y la Unión Cívica Radical. El peronismo no suele presentar candidaturas unitarias, especialmente en los comicios presidenciales, donde ha llegado a tener hasta tres candidatos distintos agrupados bajo distintas siglas. Otras formaciones políticas son el Frente para un País Solidario (Frepaso), la Afirmación para una República Igualitaria y el Frente Movimiento Popular.
	
	
	Poder judicial
Los juzgados federales engloban la Corte Suprema, diecisiete tribunales de apelación y varios juzgados de distrito y territoriales en el ámbito local. Los sistemas judiciales provinciales están organizados de igual modo. Véase Derecho argentino.
	
	
	Gobierno local
En virtud de la Constitución, las provincias de Argentina eligen a sus propios gobernadores, vicegobernadores y cámaras legislativas. Durante los periodos en que la Constitución estuvo suspendida, los gobernadores provinciales eran designados por el gobierno central.
	
	
	Salud y bienestar social
El Instituto Nacional de Bienestar Social ha administrado la mayoría de los programas de bienestar social argentinos desde su fundación en 1944. Los trabajadores reciben servicios sanitarios de diversos sindicatos. La sanidad pública es gratuita (véase Salud pública). El nivel de la medicina es relativamente alto en las grandes ciudades, y constantemente se realizan esfuerzos por mejorar las instalaciones sanitarias de las áreas rurales distantes. La esperanza de vida es de 72,8 años para los hombres y de 80,4 años para las mujeres. En 2004 había un médico por cada 332 habitantes.

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