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Ciencia y Arte del Manejo de Reproductoras Pesadas John T. Brake, Ph.D., PAS Departamento de Ciencia Aviar Facultad de Agricultura y Ciencia Universidad del Estado de Carolina del Norte Raleigh, NC 27695-7608 USA Introducción Ha sido un principio aceptado por muchos años que el mejor modo de manejar las reproductoras pesadas es alimentándolas de una manera que controle su peso corporal. A menudo se ha considerado a la guía de pesos corporal provista por cada compañía genética como la principal herramienta para lograr los niveles de desempeño señalados en el manual de reproductoras pesadas. Los hechos muestran que hay poca, si es que la hay, investigación científica controlada que se emplee para alcanzar niveles de peso corporal ajustados. Adicionalmente, los diferentes niveles de peso corporal han variado muy poco (aproximadamente un 10%) de aquellos en uso por más de 15 años. La mayoría de las recomendaciones se basaban en la experiencia práctica. De igual manera, las recomendaciones nutricionales tampoco son llamativamente diferentes de aquellas publicadas hace muchos años. Sin embargo, hay una creciente masa de investigación científica que está íntimamente alineada al manejo práctico que provee una dirección basada en la ciencia para el manejo y nutrición de reproductoras pesadas. Alimentación restringida de las reproductoras pesadas Se ha considerado obligatoria y claramente beneficiosa a la alimentación restringida de las reproductoras pesadas (Lee et al., 1971), ya que controla la ganancia de peso corporal y evita la disfunción reproductiva asociada con la obesidad. Los regímenes de restricción requieren controlar adecuadamente el peso corporal para inducir hambre (Savoir el al., 1993) y un rápido consumo del alimento (Kostal el al., 1992) pero ellos no deben transformarse en inanición ya que debe haber un aumento semanal en el peso corporal (Mauldin, 1992). Debido a la severidad de la restricción, la distribución del alimento a menudo es efectuada sobre una base de día alternado que permite que la cantidad de alimento aumente en el “día de alimentación”, sin dar comida el “día salteado”. Así se logra una mejor distribución del alimento a todas las aves. Algunos autores han propuesto la alimentación diaria como una mejor alternativa pero se ha logrado poco éxito práctico y no hay reducción en los niveles de corticosterona plasmática (un indicador de estrés) comparado con la alimentación de días alternados ( Bennet y Leeson, 1989). Una probable causa de la falta de éxito con la alimentación diaria es que su eficiencia para lograr ganancias de peso corporal es un 10% mayor. Así, las aves alimentadas diariamente logran los mínimos pesos corporales esperados sugeridos con menor nutrición. Como se verá posteriormente, esto podría crear deficiencias relativas a los nutrientes que impactan negativamente en la salud y desempeño del ave. Es imposible tratar la nutrición de las reproductoras pesadas sin alguna referencia a las dificultades de la distribución y restricción del alimento. El manejo del alimento de reproductoras pesadas implica un conjunto de sistemas mecánicos indispensables para evitar la obesidad inherente a estas aves. Algunos de estos temas ya han sido considerados previamente (Brake, 1998) y los temas más relevantes serán revisados en el presente. Durante el período de crianza hasta el comienzo de la postura de huevos pueden usarse diferentes programas de distribución del alimento. Estos están diagramados en la tabla 1 e incluyen programas de distribución diaria (ED) y diferentes días alternos. El programa diario (ED) no se recomienda para gallinas en recría ya que es más eficiente en la provisión de alimento que los programas alternos. Esto puede llevar al logro del peso corporal estándar con un consumo de nutrientes acumulado deficiente. La uniformidad del peso corporal es levemente mejorada debido al mayor tiempo que el alimento está disponible los días “de alimentación”. Al respecto, hay evidencia que los programas 4/3 y 5/2 producen una uniformidad levemente mejor que los programas con un día salteado (SAD) pues hay más días de alimentación consecutiva que alarga el tiempo de alimentación una o dos veces por semana y permite que las aves más pequeñas tengan más tiempo para comer. También es importante considerar que cambiar de un programa de alimentación alterna a otro de alimentación diaria representa un incremento en la eficiencia del alimento que puede ser seguida por un inesperado aumento del peso corporal tres semanas más tarde. Este uso juicioso de los programas de distribución del alimento 5/2 o 6/1 desde la fotoestimulación hasta el comienzo de la postura de huevos puede ayudar a evitar un aumento abrupto del peso corporal que podría tener un impacto negativo sobre la reproducción. Sin embargo debe tenerse cuidado en evitar el comienzo demorado de la postura de huevos. TABLA 1. Programas de distribución de alimentación de reproductoras pesadas mostrados esquemáticamente para un período de 14 días. Program M T W H F S S M T W T F S S Daily (ED) * * * * * * * * * * * * * * SAD * * * * * * * 2/1 * * * * * * * * * * 4/3 * * * * * * * * 5/2 * * * * * * * * * * 6/1 * * * * * * * * * * * * Los días de alimentación se muestran con un (*). Los días a saltear en los programas 4/3 y 5/2 se eligen a conveniencia y pueden moverse como sea necesario siempre que no haya dos días consecutivos sin alimento. Con cantidades de alimento y tiempo de consumo limitados, a menudo se ha puesto el énfasis en proveer suficiente espacio de comederos para que todas las aves coman al mismo tiempo. Se ha asumido que un espacio de comedero limitado impactaría negativamente sobre la uniformidad del peso corporal y el siguiente desempeño reproductivo, ya que las aves más grandes tendrían una ventaja sobre las más pequeñas. Sin embargo, es difícil determinar cuál es el espacio óptimo para los comederos. Una investigación reciente hecha en nuestros laboratorios con hembras (Franzoi & Siewerdt, 2000) no reveló cambios en la uniformidad del peso corporal cuando se redujo el espacio de comederos de 10,3 a 6,8 cm por ave entre las 13 y 21 semanas de edad. Obviamente la última distribución de espacio era más limitante, no permitiendo a todas las aves comer al mismo tiempo, pero todas las aves fueron capaces de obtener su alimento respectivo y mantener su posición de peso corporal relativo dentro del grupo mayor. No hubo efecto sobre la uniformidad ya que el coeficiente de variación de peso corporal a las 21 semanas de edad para el grupo de 6.8 cm fue de 16,60% y 16,48% para el grupo de 10.3 cm. Aunque no hubo un efecto medible en la uniformidad hubo una reducción en la producción de huevos de ±9 huevos por gallina. Obviamente, hubo una diferencia en la uniformidad de ingesta de nutrientes y el desarrollo sexual. No parece haber un orden social entre las aves hambrientas para impedir que las aves más pequeñas trepen sobre las más grandes para alcanzar su alimento (Franzoi & Siewerdt, 2000). También es razonable concluir que un espacio de comedero excesivo también sería perjudicial pues habría insuficiente alimento para distribuir en forma pareja entre todos los comederos y esto haría que algunas aves no reciban su ración de alimento. Un menor espacio de comederos obviamente contribuye a una mejor distribución del alimento a una profundidad de alimento adecuada para el fácil consumo del mayor número de aves. Una alternativa sería usar un mayor volumen de alimento de baja densidad que proveería un volumen más alto para una mejor distribución. El sistema de comedero, canaleta o plato, también tiene cierto impacto. En años recientes hahabido una tendencia hacia el uso de comederos plato para reproductores en USA. Estando correctamente situados, los comederos plato pueden proveer lugar adicional en cada galpón con respecto a comederos canaleta y así permiten una mayor densidad de aves. Esto es económicamente atractivo dado los costos corrientes de construcción. Bajo circunstancias prácticas, se ha alcanzado buen desempeño de hembras con hasta ±15 gallinas por plato de 35,6 cm de diámetro durante el período de crianza o aproximadamente 11,5cm de canaleta por gallina. Se necesita lugar adicional para comederos para los machos más grandes y se necesitan ± 9 machos por plato o aproximadamente 15,2 cm de canaleta. A menudo se observa un mejor desempeño con mayor lugar para comederos. En Asia y América Latina es común encontrar comederos de 15 cm por ave. Con los comederos plato también es importante no tener los platos muy próximos unos a otros puesto que esto también reduce el espacio de comedero. De cualquier modo, líneas de comedero más cortas (galpones más cortos) que distribuyen el alimento muy rápidamente parecen estar asociados con un mejor desempeño. La tendencia hacia comederos de tipo plato en el galpón de crianza no se extiende al galpón de reproductoras donde aún prevalece el comedero canaleta para las hembras. Una de las razones que este tipo de comedero aún sea más popular es que son más convenientes para el uso de grillas de “exclusión de machos “o “hembras solamente” situadas en estos comederos para permitir que las hembras coman mientras se excluyen los machos con cabezas más grandes. En este escenario, se alimenta a las hembras sobre tablillas de un galpón típico de 2/3 tablillas – 1/3 cama mientras los machos son alimentados desde comedero tipo plato elevado situado en el área de cama. Puesto que los comederos canaleta son situados sobre las tablillas y emiten un sonido diferente cuando se los opera, hay necesidad de “entrenar” a las gallinas al nuevo comedero inmediatamente después del paso del galpón de crianza al galpón de reproductora. Esto a menudo se hace mediante el “encierro” de las gallinas a la tablilla y a los machos sobre la cama por unos pocos días después del alojamiento en la fotoestimulación. El espacio de piso requerido por las reproductoras pesadas durante el período de crianza y de reproducción es a menudo una función del manejo de la cama. Se requiere una buena ventilación para secar las heces depositadas en la cama y un buen control del consumo de agua, como para mantener condiciones de cama aceptables. Con un buen manejo, las gallinas pueden ser criadas a 8,61 aves/m2 con resultados aceptables. Una distribución de 7,69 aves/m2 se consideraría generosa en USA. Los slats parciales sirven como depósito para las heces durante el período de reproducción y brindan un margen de seguridad para el manejo de la cama y la ventilación. En el galpón típico de 2/3 slats- 1/3 cama, una densidad de 6 aves /m2 es probablemente lo mínimo que puede producir resultados aceptables. Galpones con cama (sin slats) requieren un aumento en el espacio de piso/ave. Nutrición y Genética A pesar de toda la discusión sobre la biología molecular y la biotecnología, la genética aviar todavía se basa en la genética cuantitativa clásica. En esencia el proceso de selección consiste en que los candidatos a ser reproductores son alimentados con dietas nutricionalmente densas, con el fin de poder identificar a las aves que tienen el mayor potencial para utilizar proteína cruda (CP) y energía metabolizable (ME), que presentan rápido crecimiento, convirtiendo eficazmente el alimento y obteniendo el mayor rendimiento de canal. Después de haberse considerado otros factores como viabilidad, enfermedades metabólicas (discondroplasia de la tibia, ascitis, etc.), y reproducción, se seleccionan los “mejores” candidatos para producir la próxima generación. La mayoría de las líneas de broilers son seleccionadas en dietas de alta proteína y de alta energía. Sin embargo, hay algunas excepciones importantes, donde programas locales utilizan un alimento más típico de la región. Tales programas existen en China e India, entre otros. Un ejemplo de la relación entre genética y nutrición puede tomarse de investigaciones recientes con codornices (Lilburn el al., 1992). Hace varios años, codornices japonesas elegidas al azar se pusieron en un programa de selección en la Universidad del Estado de Ohio ideado para criar codornices de alto peso (HW). Estas codornices se alimentaron ad libitum con raciones de 28% PC durante 28 días y después las aves más grandes se seleccionaron y cruzaron para producir la próxima generación. En pocos años se logró un aumento considerable en el peso corporal, pero se vio un obvio retraso en la madurez sexual (inicio del período de postura) cuando las aves fueron criadas con las dietas recomendadas por el NRC que contenían 24% PC. Esto es similar a la situación de broilers que se seleccionan en dietas nutricionalmente densas pero se crían hasta la madurez sexual con raciones de menor calidad. Cuando las codornices HW y las del tratamiento control seleccionadas al azar (RBC) son alimentadas con un rango de raciones que difieren en 0% PC desde el nacimiento hasta la madurez sexual, se hace evidente un principio nutritivo-genético. Las codornices RBC, cuando son alimentadas con Linea Codorniz M adu rez S exu al (D ías) Proteina de dieta (%) las dietas recomendadas por el NRC de 24% de PC desde el nacimiento, maduraron sexualmente a los 42 días de edad aproximadamente. Como contraste, las codornices HW mostraron retardo en la madurez sexual bajo la misma dieta. Sin embargo, cuando las codornices fueron alimentadas con una dieta de 30% PC, más parecida a la alimentación durante su proceso de selección genealógico, el retraso en la madurez sexual fue notoriamente reducido ( Figura 1). La madurez sexual de la codorniz RBC también puede ser demorada mediante una dieta de 18% CP durante la crianza. Estos datos dan la fuerte sugerencia que la declinación de la función reproductiva debido a la selección genética para rasgos no reproductivos puede ser de alguna manera corregida nutricionalmente. Para determinar cómo puede enfocarse de manera similar el trastorno reproductivo en reproductoras pesadas, es necesario realizar un examen de recientes observaciones de la investigación científica. Figura 1. El efecto de la proteína cruda (% PC) de la dieta durante el levante en la edad al inicio del período de postura de codornices seleccionadas para alto peso corporal a los 28 días ( HW) y una población control seleccionada al azar (RBC). ( Adaptado de Lilburn et al., 1992). MANEJO DE HEMBRAS El concepto de nutrición acumulada mínima Durante los años recientes, nuestro laboratorio ha examinado la relación entre la nutrición acumulada durante el período de levante (cría-recría) y el subsecuente desempeño reproductivo de la hembra. El período de levante se define como el tiempo desde el alojamiento en el galpón al día de edad hasta la edad de la fotoestimulación. En la Tabla 2 se comparan cuatro grupos de 2.400 reproductoras pesadas del mismo linaje (Peak y Brake, 1994). La fotoestimulación fue a los 141 días de edad. La tabla muestra el CP, ME, y peso corporal acumulado a los 140 días de edad, y huevos por gallina alojada. Los grupos fueron alimentados con la misma dieta durante la crianza pero el alimento fue distribuido de modo diferente cada semana para lograr las diferencias. Aparentemente no habría gran diferencia en el peso corporal de las hembras, pero cuando las aves eran fotoestimuladas con menos de ± 22,000 kcal EM acumulada y ±1200 g PC hubouna reducción en huevos por gallina de ±15. Esto sugiere que existe un consumo mínimo de nutrientes, independiente del peso corporal, requerido para obtener niveles aceptables de producción de huevos. Obviamente, otros factores también tienen influencia y se discutirán después. Tabla 2. La relación entre el consumo cumulativo de nutrientes con la fotoestimulación1 y la producción de huevos. Cumulativo @ 20 semanas Huevos por _____________________________ gallina alojada Grupo reproductor 2 ME CP Peso corporal 3 (25-64 sem) @ 20 sem. (kcal/ave) (g/ave) (kg) (n) BB1 25.397 1.397 2.06 159.8 BB2 22.207 1.221 1.86 164.6 BB3 20.792 1.144 1.98 149.4 BB4 18.985 1.044 1.87 149.7 1. La fotoestimulación fue a los 141 días de edad. 2. Cada parvada estudiada tenía 2400 aves. 3. Todas las aves fueron pesadas a los 140 días de edad. ( Adaptado de Peak y Brake, 1994) Una reciente revisión de los datos de las reproductoras pesadas de la NCSU reveló que en 1988 las hembras fueron criadas para tener un peso corporal 2.0 kg a los 140 días con un consumo acumulado ±28,000 kcal EM. Datos comparativos de 1998 muestran que este peso corporal de 2.0 kg puede lograrse con tan sólo 20.000 kcal ME acumulada. Esta diferencia es probablemente debida al notable progreso genético obtenido en la conversión alimentaria de broilers. Esto puede significar que ahora estamos cerca de lo que puede ser el mínimo consumo acumulado de nutrientes a 140 días. Esto puede explicar porqué la fotoestimulación se ha ajustado de 126 días en 1983 a tan tarde como 154 días hoy. Con una mejor conversión alimentaria puede tomar simplemente más tiempo para acumular la nutrición necesaria para obtener una apropiada respuesta a la fotoestimulación. La alternativa es permitir que el peso corporal aumente y/o cambie el perfil nutricional. Interacción entre Nutrición, Temperatura y Fotoestimulación La interacción entre clima, fotoestimulación y nutrición puede ser ilustrada examinando la estacionalidad de reproducción de las reproductoras de broiler en climas templados. Las diferencias de las reproductoras llamadas “en estación” y “fuera de estación” se han atribuido históricamente a la longitud del día. Sin embargo, la interacción entre la longitud del día y las diferencias estacionales en temperatura y consumo de alimento proporcionan una explicación más aceptable de la estacionalidad. Reproductoras en estación son generalmente aves de mejor desempeño en clima templado. Estas aves nacen típicamente en períodos calurosos del año cuando la longitud del día es mayor. Tanto la longitud del día como la temperatura declinan durante el período de cría/recría. Como las reproductoras pesadas han sido típicamente alimentadas para lograr un peso corporal estándar, la época fría al final del período de levante requiere más alimento. Así, la nutrición acumulada es adecuada para reproductoras en estación si la fotoestimulación no se realiza demasiado temprano. En contraste, las aves fuera de estación nacen en la estación fría y el levante se lleva a cabo mientras la longitud del día y la temperatura están aumentando. Como las aves se acercan a la edad de la fotoestimulación en las épocas más calurosas requieren menos alimento para alcanzar el peso corporal estándar y por lo tanto tienen menor nutrición acumulada al momento de la fotoestimulación. Esto causa un retraso del inicio del período de postura. Muchos gerentes responden a esto con fotoestimulación más temprana pero a menudo esto no corrige el problema. Aumentar la meta de peso corporal se ha usado eficazmente a menudo como un “tratamiento” para las aves fuera de estación porque esto aumenta en forma selectiva la nutrición acumulada en la época más calurosa. Otro método efectivo para corregir la demora en el inicio del período de postura en épocas calurosas ha sido retardar la fotoestimulación hasta que se alcance la suficiente nutrición acumulada. Con este último enfoque el peso corporal no será excesivo. Si la tendencia actual hacia una mejorada eficiencia alimentaria continúa, las reproductoras tendrán que ser fotoestimuladas más tarde y/o crecerán llegando a un peso corporal ligeramente más alto para acumular suficiente nutrición para responder apropiadamente a la fotoestimulación. Consumo de proteína acumulada y fertilidad de la hembra El hecho de que la nutrición de proteína acumulada al momento de la fotoestimulación puede tener un efecto significativo en la fertilidad de las hembras se ha definido claramente ( Walsh, 1996; Walsh y Brake, 1997, 1999). La hembra contribuye a la fertilidad a través de la receptividad de la cópula y mediante el almacenamiento de espermatozoides en glándulas especializadas para hospedar espermatozoides en el oviducto. Evidentemente, la inadecuada nutrición de proteína (aminoácidos) precedente a la fotoestimulación, independiente del peso corporal, lleva a una pobre persistencia de fertilidad. Esto se ha mostrado en una serie de experimentos efectuados con múltiples linajes de reproductoras pesadas durante un período de varios años. Estos datos se resumen a continuación en la Figura 2 que muestra la fertilidad acumulada de las 28 a 64 semanas de edad junto con las últimas 8 semanas de producción de 57 a 64 semanas de edad. El último es un buen indicador de la persistencia de la fertilidad de la hembra porque todos los machos fueron manejados de una manera similar durante todos los experimentos. La Figura 2 deja Semanas F ertilid ad (% ) CP Hembra acumulativo (g) a los 140 días % F ertilid ad Edad (Semanas) Proteínas @ Fotoestimulación en claro que hay un consumo mínimo de proteína acumulada de 1.180 g de PB o más por parte de las hembras en la fotoestimulación, independiente del peso corporal. Figura 2. Gráfico que muestra datos que demuestran el efecto del consumo acumulativo de CP previo a la fotoestimulación sobre una fotoestimulación total así también como la fertilidad durante las últimas 8 semanas del ciclo productivo (Adaptado de Walsh, 1996) La Figura 3 muestra datos de otro experimento que demuestra claramente el efecto adverso en la fertilidad para tener las pollonas consumiendo tan poco como 70 g o menos de PC durante el levante. Esto también es equivalente a menos de 7 días de diferencia en la edad para la fotoestimulación. Figura 3. Efecto en la fertilidad de la hembra por la fotoestimulación de La pollona bajo dos diferentes consumos acumulativos de PC. Los pesos corporales fueron similares a las 20 semanas de edad y el manejo después de la fotoestimulación fue idéntico. ( Adaptado de Walsh, 1996). Los datos remarcados anteriormente no sugieren que el programa de levante para alcanzar un peso corporal estándar llevado a cabo por la compañía de reproductoras esté errado, pero sí sugieren que el alimento consumido durante el levante debe incluir como mínimo aproximadamente 22.200 kcal EM y 1.200 g PB en la fotoestimulación. Los datos también sugierenque deben tomarse en consideración la calidad de la proteína y la digestabilidad de los aminoácidos. Puede requerirse más alimento para compensar la pobre calidad del alimento. También debe seleccionarse cuidadosamente la edad de fotoestimulación teniendo en cuenta factores climáticos y nutricionales. Una fotoestimulación muy temprana puede a menudo reconocerse por un inicio de postura demorado o una condición llamada “síndrome de caída de pluma”, típicamente caracterizada por gallinas aparentemente normales que mudan una o más de sus plumas primarias medias entre las 25 y 30 semanas de edad. Esto indica que la polla no respondió a la fotoestimulación con el aumento de producción de estrógeno que normalmente causa que se interrumpa la muda. Otra indicación de fracaso de respuesta adecuada son los aumentos semanales en la cantidad de postura más lentos que lo usual. Programas de distribución del alimento y Cantidades de alimento No sólo la nutrición acumulada total es importante. La manera en la que esta se distribuye es importante también. Esto significa que nosotros debemos tomar en consideración el programa de alimentación porque éste representa que medios utilizamos para distribuir el alimento. La respuesta a los programas de alimentación es la principal diferencia entre las llamadas hembras “estándar” y “rendimiento” (“rendimiento” es un nombre genérico utilizado para estirpes seleccionadas para rendimiento de pechuga). Un programa de alimentación correcto debe tener consistencia de semana a semana, en proporción al peso corporal, y debe contribuir al “posicionamiento” de las aves a las 15 semanas de edad. Lograr consistencia requiere disciplina. En años anteriores era posible simplemente pesar muestras de aves cada semana y ajustar la cantidad del alimento para arriba, abajo, o dejar que permaneciera constante. Las reproductoras pesadas modernas no responden bien a este enfoque. Esto se debe a que generalmente un aumento del alimento no tiene mucho efecto en el peso corporal, incluso hasta tres semanas después. Los aumentos en la alimentación deben ser examinados cada tres semanas en relación al peso corporal. Posicionamiento apropiado a las 15 semanas de edad significa tener la cantidad de alimento semanal y el peso corporal lo suficientemente bajos para que puedan darse aumentos de alimento consistentes a través del inicio del período de postura sin preocuparse de que puedan ocurrir excesivas ganancias de peso o que los consumos máximos de alimento sean demasiado grandes. Como regla general, la cantidad de alimento diario durante la 15 semana de edad debería ser 7,256 kg/100 aves (72 gramos o ±205 kcal ME). Durante la alimentación de las 15 a las 25 semanas de edad es importante seleccionar el momento apropiado para la fotoestimulación. Se sugiere que la real nutrición acumulativa a las 15 semanas sea calculada y que después se tome en consideración la nutrición del programa de alimentación proyectado para determinar la edad en la cual se alcanzará el mínimo consumo de nutrientes acumulativo de PC y EM. Esta será la edad mínima en que puede ocurrir la fotoestimulación. Generalmente se aconseja la fotoestimulación por lo menos una semana más tarde para asegurar una nutrición acumulativa suficiente en tantas aves como sea posible. Es un problema común para los lotes el estar por encima del peso corporal estándar en la última parte del período de levante y verse sometidas a cantidades reducidas de aumento del alimento para controlar el peso corporal. Esto es llamado programa de alimentación “convexo” tal como se muestra en la Figura 4. Tal desproporcionado programa de alimentación “convexo” parece impactar adversamente el desarrollo del oviducto ( Walsh y Brake, 1999) como se ve en la Cóncavo Lineal Convexo A lim en to (g/ave/d ías) Semana Cóncavo Convexo Programa de Alimentación P eso O vid u cto (g/100g B W ) @ 24 S em an a Figura 5. Aparentemente el programa de alimentación convexo también tiene el potencial de reducir la producción de huevos (Lote BB1 en la Tabla 1 es un ejemplo) y la fertilidad (Walsh y Brake, 1999), aun cuando la nutrición acumulada se calcule adecuada. Esta es la razón por la cual debe tenerse extremo cuidado en evitar reducir los aumentos de alimento tardíos en los períodos de levante o pre- postura. Figura 4. Representación gráfica de los programas de alimentación cóncavo, lineal y convexo para pollonas de reproductoras pesadas ( Adaptado de Walsh, 1996). Figura 5. El efecto de programa de alimentación cóncavo versus convexo, tal como se muestra en Fig. 4, sobre el peso relativo del oviducto en el inicio de la producción de huevos (Adaptado de Walsh, 1996). De manera recíproca, los aumentos de alimento que son excesivos próximos al tiempo de maduración sexual han mostrado inducir disfunción reproductiva Programa de alimentación caracterizada por modelos de ovulación anormales incluyendo jerarquías foliculares dobles (Yu et al., 1992) además de la esperada obesidad. Lilburn et al., ( 1.990 ab) informaron una baja en la incidencia de huevos de doble yema aumentando la proteína en la dieta durante el levante. También parece haber un nexo entre aumentos de alimento excesivamente rápidos y peritonitis y el síndrome de muerte súbita en hembras reproductoras pesadas tipo de “rendimiento”. Además, la alimentación en exceso de los requisitos diarios de modo que el peso corporal se torne excesivo durante el período de postura de huevos ha sido asociada con un reducido almacenamiento de espermatozoides en la hembra (Mc Daniel et al., 1981). Mc Daniel et al., 1981 recomendaron una reducción gradual en la distribución del alimento con una mayor edad de la gallina después de que se logra el pico de producción de huevos como la mejor manera de controlar el peso corporal de la hembra y mantener su fertilidad. Obviamente, las hembras reproductoras pesadas deben recibir una distribución de alimento y nutrientes a lo largo de toda su vida si deseamos que tengan una óptima performance. Dado que se necesita una alimentación precisa de las hembras de “rendimiento” para evitar problemas de sobre-alimentación, pero suministrando suficientes nutrientes para un buen desempeño reproductivo, surge una pregunta obvia. Cuánto alimento adicional (energía metabolizable) se necesita realmente durante el período de pre-reproducción para un desempeño reproductivo? Esto puede calcularse desde los pesos de órganos importantes y tejidos que se desarrollan durante la madurez sexual. Podemos estimar la ganancia de peso asociada con cada órgano clave o tejido durante la madurez sexual de la siguiente manera: Ovario 60 g Oviducto 60 g Hígado 30 g Grasa 30 g 180 g 454 g/lbs= 0.396 lbs. o 0.40 lbs de peso corporal. Si asumimos que el peso corporal a las 21 semanas es 4.6 lbs ( 2.09 kgs), la ganancia de peso semanal normal es de 0.20 lbs ( 91 gramos), el aumento de alimento normal semanal es 4.5 gramos, y la fotoestimulaición es a las 21 semanas ( 147 días) de edad, entonces el peso corporal sin desarrollo reproductivo será de 5.4 lbs ( 2.45 kg) a las 25 semanas. Si agregamos las 0.40 lbs ( 182 gramos) que se necesitan para un mínimo desarrollo reproductivo, como se calculó previamente, entonces tenemos 5.80 lbs ( 2.63 kg) a las 25 semanas. Es generalmente reconocido que el peso corporal debería acercarse a 6.20 lbs (2.81 kg) a las 25 semandas de edad. La última es una ganancia corporal de 0.80 lbs ( 363 gramos) sobre la ganancia semanal de peso normal. Por lo tanto, la ganancia mínimareproductiva acumulativa desde las 21 a las 25 semanas de edad debería ser 0.40 lbs ( 182 gramos) y la máxima sería de 0.80 lbs ( 363 gramos) sobre lo normal 0.20 lbs ( 91 gramos) por semana. El alimento adicional requerido para cada aumento de peso corporal puede calcularse de la siguiente manera: 0.40 lbs. x 454 = 182 gramos x 3.1 kcal ME/ g ganancia 2.9 kcal ME/g (1320 kcal ME/lbs) alimento=194 gramos (0.427 lbs.) de alimento. Esto es similar a lo que dará un solo aumento 2.52 lba. / 100 (11.45 Gramos) de alimento en alojamiento seguido por 1.0 lbs /100 (4.5 Gramos) por semana para alcanzar 5.8 lbs ( 2.63 kg) de peso corpo- Ral a las 25 semanas de edad. 0.80 lbs. x 454=363 gramosx3.1 kcal ME/ganancia g 2.9 kcal ME/g (1320 kcal ME/lbs) alimento=388 gramos( 0.855 lbs) de alimento. Esto es similar a lo que logrará un solo aumento de alimento en el galpón de 4.04 lbs/100 (18.36 g) seguido por 1.0 lbs/100 ( 4.5 g) por semana para alcanzar 6.2 lbs (2.81 kg) de peso corporal a las 25 semanas de edad. Estos cálculos se muestran en la siguiente tabla: Semana Peso corporal Peso corporal+ganancia normal De edad + ganancia + ganancia reproducitiva Mínima Máxima (g) (lbs) (g) (lbs) (g) (lbs) 20 1998 4.4 1998 4.4 1998 4.4 21 2089 4.6 2089 4.6 2089 4.6 22 2180 4.8 2225 4.9 2270 5.0 23 2271 5.0 2362 5.2 2452 5.4 24 2362 5.2 2498 5.5 2634 5.8 25 2453 5.4 2635 5.8 2816 6.2 Ganancia total 21-25 semanas 346 g ( 0.8 lbs) 546 g(1.2 lbs) 727 g (1.6 lbs) - 364 - 364 Ganancia reproductiva/g 182 363 Kcal requerido/ g ganancia x 3.1 x 3.1 Total kcal requerido, kcal 564.2 1125.3 Kcal/g alimento 2.9 2.9 Alimento total requerido, g 194.6 388.0 Número de días a inicio postura 2.8 2.8 Alimento extra requerido x día,g 6.95 13.86 Aumento alimento normal,g + 4.50 + 4.50 Aumento total alimento a 21 semanas 11.45 g(2.52 lbs) 18.36 g(4.0 lbs) La Figura 9 nuestra un aumento del alimento para hembras en la fotoestimulación como resultado de machos y hembras creciendo intermezcladas y luego separándolas en el galpón. Sin embargo, sin importar si los aumentos de alimento requeridos para el desarrollo reproductivo se dan en un gran aumento o incrementando durante 2 o 3 semanas, deberían obtener una respuesta similar. Es muy importante que éste aumento no sea demasiado grande. Si damos demasiado alimento muy rápido, podemos simplemente aumentar el peso corporal, principalmente carne de pechuga y causar problemas reproductivos como peritonitis. Puede ser por esto que aumenta excesivamente la pechuga relativa a la grasa cuando se aumenta demasiado rápidamente la alimentación en las hembras de tipo de “rendimiento”. Estas aves con pechuga excesiva relativa a la grasa exhiben un reducido apetito, una susceptibilidad mayor al estrés por calor, escasa producción pico de huevos y pobre postura posteriormente. Un enfoque convencional de alimentación antes y después de la fotoestimulación sería aconsejable con hembras de tipo de rendimiento hasta que uno se familiarice con la estirpe de reproductora pesada en particular en la situación específica. Es mejor que las gallinas entren tarde en producción a que exhiban una alta mortalidad y producción de huevo pobre. Estos problemas no son comunes con una gallina reproductora pesada tipo estándar. De manera similar a la necesidad de modular los grandes aumentos en el consumo de alimento, las dietas deberían formularse para minimizar cambios abruptos en la composición que crearán situaciones similares a los cambios abruptos en la alimentación. Se recomienda una dieta simple ME para todas las dietas para ayudar a los gerentes de producción a mantener aumentos de alimento consistentes. De igual manera, los reproductores pesados modernos pueden responder robustamente a los cambios abruptos en la proteína con un inesperado incremento en el peso corporal. Debe considerarse una transición suave entre dietas cuando se comienza la crianza y las dietas pre-reproductoras durante la formulación de la alimentación. Se sugiere que los niveles de lisina totales sean ±5% de proteína cruda y metionina + cistina sea entre 0,60 y 0,63% de la dieta para la mayoría de los alimentos. Es probable que las hembras tipo de “rendimiento” se desempeñen mejor con un alimento para reproductor más bajo en proteína que pueda ser exitosamente alimentado a una hembra estándar. Debería ser suficiente para apoyar la producción de huevos una dieta de 16%CP con 0.80 a 0.82% total lisina, sin producir excesiva carne de pechuga. Un nivel de proteína levemente menor debería ser suficiente para dietas de crianza. Se sugiere una ración de lisina de 1,30 en combinación con bicarbonato de sodio para climas calurosos para mejorar el estrés por calor. También es importante tener suficientes micro- nutrientes en la alimentación de crianza y reproducción. Las hembras deben tener estos nutrientes para tratar efectivamente con el estrés de la alimentación restringida durante la crianza y ser capaces de transferir suficientes nutrientes al embrión a través del saco de la yema durante la reproducción. Temas de Salud de las hembras relacionados a la alimentación También es importante que a ciertos linajes de hembras reproductoras pesadas no se les ofrezca la ración de reproductores alta en calcio hasta el inicio del período de postura. Se ha encontrado que el consumo excesivo de calcio antes del inicio del período de postura induce peritonitis (E. Coli), el síndrome de muerte súbita y tétano. Esto lleva a una alta mortalidad y a la reducción de la producción de huevos. Observaciones a campo muestran una mejora medible en la producción de huevos de hembras reproductoras pesadas positivas ALV-J cuando son alimentadas con un programa de alimentación cóncavo más que convexo ( Figura 4) desde las 15 a 25 semanas de edad. Tal programa cóncavo también mejora la persistencia de la producción de huevos, siempre que el aumento de alimento no sea excesivamente rápido y resulte en carne de pechuga excesivo (Walsh, 1996). A menudo se ven picoteo de las plumas y nerviosismo entre las pollonas de tipo “de rendimiento” y los gallos jóvenes. La experiencia práctica enseña que el uso de un nivel de sodio de 0.25% ayudará a controlar estos problemas. Es importante evitar el uso excesivo del consumo de cloro y se sugiere un límite de 0.35% como económicamente práctico. Puedenusarse niveles de cloro tan bajos como 0.20%. MANEJO DE MACHOS El Período de comienzo Los principios básicos de manejo para reproductores machos de broilers son en muchas maneras similares a aquellos de las hembras, pero existen diferencias específicas en los programas de nutrición y alimentación que reflejan las diferencias entre broilers machos y hembras. Los machos son seleccionados más específicamente por la conversión alimentaria que las hembras. Esto significa que ellos consumen alimento más lentamente que las hembras durante las primeras cuatro o cinco semanas después del nacimiento. Esto es seguido por un rápido aumento en el consumo de alimentos que es acompañado por una aumentada tasa de ganancia de peso corporal que puede causar que el macho sobrepase el estándar de peso corporal entre las 5 a 7 semanas de edad. Esto lleva a una alimentación errática que no tiene la requerida consistencia de aumentos semanales. Esto a menudo está acompañado por una disminución en proteína cuando se cambia los machos de alimentación de comienzo a una de crecimiento. Se sugiere que se use un programa de alimentación controlada desde el nacimiento para obtener pesos corporales consistentes entre las diferentes parvadas a las 6 semanas de edad. La experiencia práctica ha mostrado que es difícil lograr pesos corporales consistentes en machos a las cuatro semanas de edad debido a la gran variación en consumo de alimentos observada entre las parvadas, galpones y estaciones. Desarrollar un programa de alimentación que dé una base consistente de nutrientes acumulativos a las seis semanas de edad creará un buen punto de inicio para las parvadas sucesivas. Criando machos Los machos pueden criarse separados de las hembras o junto a las hembras después de un período de iniciación para permitir al macho superar la desventaja inicial de consumo de alimento. El momento óptimo para mezclar los machos con las hembras ha sido investigado (Peak et al., 1998). Los machos fueron alimentados a ración completa (18% proteína) hasta ser mezclados con las hembras a las 2, 4,6 y 8 semanas de edad. Las hembras recibieron 18% de PC en la dieta durante una semana, seguido de 15% de PC hasta la fotoestimulación. Los consumos de alimentos de los diferentes programas de alimentación de machos y hembras se muestran en la Figura 6. Los machos y las hembras eran pesados cada dos semanas, y en la Figura 7 sólo se muestra los pesos de los machos. Los pesos de las hembras fueron virtualmente idénticos en todos los tratamientos de machos y no se muestran. Los pesos de los machos reflejan una respuesta dosificada a los incrementos de la cantidad de alimento otorgado previo a mezclarlos con las hembras, pero este efecto disminuye con la edad. Esto se debe a que las hembras compiten muy bien con los machos independientemente de su peso corporal cuando el tiempo de alimentación es reducido, como en el caso del período de crianza. Esto se refleja en el hecho de que el peso de las hembras no fue afectado por el tratamiento a que fueron sometidos los machos. Ello significa que si los machos van a recibir nutrientes extras con respecto a las hembras, debe permitírseles crecer significativamente más que las hembras antes de ser mezclados con las hembras. La subsiguiente fertilidad se ve en la Figura 8. Estas cifras de fertilidad son relativamente bajas debido a que los machos y las hembras fueron alimentados juntos después de las 21 semanas de edad, para exagerar el efecto acumulativo de nutrición durante la crianza. Sin embargo, algunos de los corrales con los machos mezclados 8 semanas mostraron fertilidad en exceso de 90% a las 64 semanas de edad sin ningún control del peso corporal. Nótese que la fertilidad comienza a declinar cuando la distribución de alimento a la hembra comienza a reducirse a las 30 a 32 semanas de edad. El mezclar los machos a edades más tardías (6 a 8 semanas) los hace más resistentes a la reducción de alimento, porque alcanzan a llegar a la madurez sexual con una mayor reserva nutricional. Una estimación conservadora de consumo de nutriente por los machos a las 21 semanas de edad (fotoestimulación) basada en el consumo planeado de machos y hembras se muestra en la Tabla 3. El consumo real de alimento de los machos mezclados con hembras a las 6 semanas de edad (como en el ejemplo) puede estimarse de los pesos corporales tomados de todas las aves cada dos semanas usando las fórmulas de Combs (1968). Los resultados se proyectan en la Figura 9. Los pesos corporales de los machos indican claramente que ellos deben estar consumiendo más que las hembras. Nosotros estimamos que los machos consumieron aproximadamente 15% del consumo de alimento de las hembras cuando se mezclaron a las 6 semanas de edad. Esto daría un consumo acumulativo ME de aproximadamente 34,000 kcal. Es digno de destacar que estas hembras consumieron alimento desde las 14 semanas hasta la fotoestimulación (Figura 9) en una proporción de aumento semanal considerablemente menos que lo planeado y tuvieron un aumento abrupto de consumo de alimento en la fotoestimulación para apoyar el desarrollo reproductivo. Esto es similar a la cantidad de aumento de alimento requerido calculada previamente en la Página 11 en este texto. Las hembras “de rendimiento” en el experimento mostrado en las Hembra 2 Semanas Macho 4 Semanas Macho 6 Semanas Macho 8 Semanas Macho Figuras 6 a 9 y la Tabla 3 pusieron muy bien y no desarrollaron excesiva carne de pechuga. Hembras criadas con el mismo programa de alimentación sin mezclarse con los machos pusieron aproximadamente 40 huevos por gallina menos. Eran de pechugas pesadas y poseían una pequeña cantidad de grasa. Esto sugiere que la cantidad de aumento de consumo de alimento desde las 15 semanas de edad hasta la fotoestimulación es crítica para el control de la conformación del cuerpo. Dependiendo de la formulación de la dieta, alojamiento y clima, los aumentos de consumo de alimento desde las 15 semanas de edad hasta la fotoestimulación deberían estar en los 4-5 (0.88-1.10 lbs). Figura 6. Consumo de alimento de machos criados separados hasta las 2, 4,6 Y 8 semanas de edad y el de las hembras con quienes fueron Mezclados a esas edades (Adaptado de Peak et al., 1998). A lim en to / D ía ( g) Seman a 2 Semanas Macho 4 Semanas Macho 6 Semanas Macho 8 Semanas Macho Edad (Semanas) M ach o B W (g) 2 Semanas Macho 4 Semanas Macho 6 Semanas Macho 8 Semanas Macho Edad (Semanas) F ertilid ad (% ) Figura 7. Peso corporal de los machos mezclados con hembras a las 2,4,6 Y 8 semanas de edad y alimentados con las hembras desde ese Momento (Adaptado de Peak et al., 1998). Figura 8. Fertilidad de los machos mezclados con hembras a las 2,4,6 y 8 Semanas de edad y alimentados con las hembras desde ese Momento ( Adaptado de Peak et al., 1998). TABLA 3. Consumo mínimo de nutrientes acumulados para machos Iniciados en forma separada y luego mezclados con hembras A las 2,4,6 y 8 semanas de edad. A lim en to (g/ave/d ía) Edad (Semanas) Prog. de Macho Prog. de Hembra Macho calculado Hembra calculado Edad del macho Nutrientes acumulados Peso corporal Fertilidad Al mezclarlo a las 21 semanas del macho acumulativa 21 sem 31 sem 60 sem ME CP Semana ( kcal/ave) ( CP/ave) kg % 223750 1245 2.77 4.64 5.68 66.9 4 25125 1345 3.11 4.75 5.72 68.5 6 27350 1500 3.21 4.77 5.95 76.6 8 30225 1690 3.66 4.95 5.95 85.2 ( Adaptado de Peak et al., 1998). Figura 9. Alimentación calculada y programada de machos y hembras Mezclados a las 6 semanas de edad se ve en Figuras 6 a 8. La alimentación programada fue la cantidad de alimento real Dado y el calculado se basó en cálculos del peso corporal real De los machos y hembras basados en Combs, 1968. Los machos también pueden ser criados separadamente de las hembras a través del período de crianza. Debe prestarse cuidado al programa de alimentación como ha sido demostrado por observaciones a campo señaladas a continuación. Ha habido mucha discusión sobre los pesos corporales óptimos para machos a las 4 y 20 semanas de edad. La Tabla 4 muestra la relación entre el peso corporal y el pico de incubabilidad de una compañía comercial que experimentó un problema de fertilidad. La Tabla 4 muestra una pequeña relación entre el peso corporal e incubabilidad, pero un resumen gráfico de los varios programas de alimentación, independientemente del peso corporal, usado para criar estos machos reveló una clara relación entre el programa de alimentación y el pico de incubabilidad (Figura 10). Un examen detallado de todos los datos disponibles sugiere un mínimo requerido de consumo de nutriente acumulativo desde día de edad hasta la fotoestimulación de ±1.600 g CP y ±32.000 kcal ME por macho y un programa de alimentación específico. TABLA 4. Relación entre peso corporal del macho a las 4 y 20 semanas De edad y pico de incubabilidad1 Peso corporal A las 4 semanas Pico de nacimiento Peso corporal A las 20 semanas Pico de nacimiento g % g % 400-499 85.9 < 2600 85.3 500-599 86.7 2600-2700 86.2 600-699 85.0 2700-2800 84.7 700-799 86.3 2800-2900 86.2 800-899 85.1 2900-3000 88.4 900-1000 89.7 > 3000 87.4 Basado en más de 150,000 aves en 19 lotes. A lim en to (g/d ía) Edad (Semanas) 90% Incubación 85% Incubación 80% Incubación Figura 10. Representación gráfica de programas de alimentación para Machos mostrados en la Tabla 4 que claramente muestra una Relación entre los programas de alimentación y incubabilidad Pico que no pudo verse cuando se examinaba sólo peso cor- Poral. Se realizó en nuestros laboratorios una examinación detallada de todos los datos pertenecientes a la alimentación de los machos de reproductoras pesadas y resultante fertilidad, con el subsiguiente desarrollo de un modelo matemático ( Peak, 1996). El modelo reveló que los machos, relativo a su potencial genético, son a menudo insuficientemente alimentados en un intento de controlar el peso corporal para lograr estándares recomendados de reproductoras. Estos estándares de peso corporal parecen ser irreales en ciertas edades. Nuestros datos sugieren un consumo mínimo de nutriente acumulativo requerido desde día de edad hasta la fotoestimulación de 1600 g de proteína cruda y 32,000 kcal de energía metabolizable por macho y un programa de alimentación específico. Además, la expectativa de vida de los machos también parece ser mejorada con un programa de alimentación cóncavo inmediatamente antes de la madurez sexual. Alimentación de machos durante el período de crianza El mayor ímpetu para programas de sexo separado durante el período de crianza era la observación que una pobre fertilidad estaba asociada con un sobre peso en los machos (Mc Daniel y Wilson, 1986; Duncan et al., 1990; Fontana et al., 1990; Maudlin, 1992) y la alimentación separada era vista como necesaria para controlar el peso corporal de los machos. Sin embargo, se sabe que los machos alimentados cercanos a ad libitum muestran excelente producción de espermatozoides (Parker y Arscott, 1964; Sexton et al., 1989). Esto sugiere que una distribución de alimento controlada más que una restricción severa se requiere. Es probable que la restricción severa de alimento haya causado problemas de fertilidad debido a una actividad de apareamiento reducida como resultado de las deficiencias calóricas. Esto puede ayudar a explicar las observaciones de Hocking (1990b) y Brake et al., (1993) que la alimentación separada no siempre resulta en una fertilidad consistentemente mejorada. Hicimos un estudio para examinar esta inconsistencia. Encontramos que una baja en fertilidad coincidía con una baja en la alimentación de la hembra y un aumento en el peso corporal del macho en situaciones donde los machos eran alimentados con las hembras. De la misma manera, una disminución en la asignación de alimento del macho seguida de un aumento en el peso corporal coincide con una caída en la fertilidad. Luego, nuevamente aumentó la fertilidad cuando la alimentación fue aumentada en los machos alimentados por separado. El peso corporal de los machos era mejor controlado y la fertilidad mejorada cuando la distribución del alimento del macho era aumentada más que disminuida. Como para alimentar a los sexos por separado se requiere un medio para físicamente separar los machos de las hembras. El advenimiento de grillas de exclusión del macho brindó ese mecanismo. Sin embargo, las aberturas de las grillas de tamaños impropios no van a excluir sólo a los machos de cabeza más grande como se intenta sino también a las hembras más viejas (final de la postura). Se ha informado de cabezas hinchadas en las hembras como resultado ( Hocking, 1990 a). Esto puede impactar negativamente en la producción de huevos. Las grillas de exclusión fueron inicialmente basadas en el principio que el ancho de la cabeza del macho era mayor que aquel de la hembra. Como los ojos están situados a los lados de la cabeza aviar, se pensó que los machos evitarían el comedero. En realidad, los machos a menudo aprenden a vencer estos aparatos. Además se ha encontrado que algunas hembras tienen cabeza más ancha que los machos. Esto ha llevado a la instalación de barras horizontales a las barras típicamente verticales sobre las grillas para aprovechar la obviamente cabeza más larga del macho. Para exagerar esta diferencia, los machos también son dejados sin corte de cresta o sólo parcialmente descrestado. Ningún tipo de descrestado puede causar problemas ya que la parte posterior de la gran cresta puede enredarse fácilmente con las grillas del comedero. Una abertura de grilla de 1 13/16 pulgadas (4.6 cm) de ancho x 2 pulgadas de alto (5.72 cm) ofrece una excelente exclusión y parece satisfactoria bajo condiciones comerciales y de investigación ( J. Brake, observaciones personales). También ha habido interés en el “Noz-Bonz” plásticos ( Nye, 1994) que son insertados a través de los orificios o ventanas de la nariz cerca de la edad de madurez sexual y también exagera el ancho de la cabeza del macho. Sin embargo, un número de machos ( 10%) aún puede aprender a vencer la combinación de este aparato y las grillas de exclusión ( Wilson, 1995). La combinación de “ Noz-Bonz” con un dubbing parcial puede ser exitosa pero también requiere bebederos nipple o bebederoscampana grandes de tamaño de pavo para los machos ya que tales machos no pueden beber de bebederos campana de tamaño para pollos. Más aún, muchas reproductoras pesadas están siendo manejadas exitosamente sin el uso de “Noz-Bonz”. Para evitar que las hembras se coman el alimento de los machos, los comederos de machos son típicamente elevados de modo que sólo los machos más altos pueden acceder al alimento. Sin embargo, las hembras pueden saltar fácilmente y comer del comedero del macho durante las últimas etapas del ciclo de postura ( Brake et al., 1993). Se ha diseñado una grilla de exclusión de la hembra que sólo permite que el macho de cuello largo pueda abordar el alimento ( Brake et al., 1993). Este aparato ha sido reportado como reductor de la mortalidad de los machos. Otro estudio interesante de nuestro laboratorio es resumido en la Tabla 5 donde grupos de machos en piso ( sin hembras) fueron alimentados con distintas cantidades de alimentos desde las 25 a las 48 semanas de edad. Como se ve en la Tabla 5, los machos que consumieron la mayor alimentación tuvieron los pesos corporales más bajos. Esto es consistente con otros datos donde el aumento de alimento en realidad hizo un mejor trabajo en controlar el peso corporal que el que hizo la disminución del alimento. Tabla 5. El efecto del consumo de energía diario desde las 25 a 48 Semanas de edad sobre el peso corporal del reproductor Pesado macho a las 48 semanas de edad. Consumo de energía metabolizable diaria (kcal) desde las 25 a 48 semanas de edad ________________________________________________________ 314 333 356 371 Peso 5.20 4.87 4.43 4.31 Corporal (kg) ¿Cuál puede ser la explicación para semejante paradoja? Como ejemplo, un macho típico en las 30 semanas de edad pesará 4.00 kg(8.8 lbs). El requisito diario de mantenimiento a las 21 C (70F) es 306 kcal mientras que un macho de 4.45 kg (9.8lbs) a las 45 semanas de edad sería 329 kcal. A no ser que haya habido un aumento en el alimento proporcional con la ganancia de peso corporal el macho de 4.45 kg tendría que exhibir crecimiento negativo (perder peso corporal) ya que movilizó reservas corporales para compensar la deficiencia de energía. Esto continuaría hasta que se agoten las reservas de energía de los machos más grandes. Para este entonces, decaería la actividad de apareamiento a medida que decrecen los niveles de testosterona. El macho entonces ganaría peso debido a la inactividad. Esto podría llevar a concluír que los machos no cesan el apareamiento debido a que ganan peso corporal. Los machos ganan excesivo peso corporal porque cesa el apareamiento! Está claro que los machos son más comúnmente no suficientemente alimentados que sobre-alimentados. Del mismo modo que nuestra mejor producción de huevos ocurre cuando las hembras ganan peso lentamente, nuestra mejor fertilidad ocurre cuando los machos lentamente ganan peso corporal. Cuando el macho no exhibe una declinación en la necesidad de energía diaria también lo hace la hembra (debido a la decreciente producción de huevos) se sugiere que la alimentación diaria sea aumentada por lo menos 1 g cada 3-4 semanas durante el período de crianza. Esto se ha usado con éxito para evitar el aumento paradójico en el peso corporal debido a una distribución inadecuada del alimento. El uso de grillas excluyentes para machos con “Noz-Bonz” necesita una distribución de alimento para machos mucho más alta para evitar una pérdida de peso corporal del macho. Problemas de conducta, nutrición y salud Se ha hablado mucho sobre la “agresión del macho” donde los machos matan hembras especialmente durante el comienzo de la producción de huevos. Esto no ocurre en la misma cepa de aves universalmente, lo que sugiere algún factor de manejo. Nuestros datos sugieren que a menudo es el macho relativamente inmaduro o nutricionalmente deficiente que muestra “agresión” (Brake et al. 1998). Estos machos tienden a madurar tardíamente y tienen patas más largas que lo normal. Los machos que se crían separadamente típicamente tienen patas más cortas pero estos machos pueden “agrupar” a las hembras si se les permite tornarse demasiado avanzados sexualmente relativo a las hembras. Esto se observa a menudo en galpones con cama de listón. Además, se sugiere un componente de “agresión” de la hembra observando que las hembras criadas al mismo peso corporal sobre diferentes niveles de proteína y apareadas al mismo grupo de machos muestran mortalidad sólo cuando el nivel de consumo de proteína es insuficiente. Hay datos claros para mostrar que ciertos rasgos de conducta son influenciados por la dieta en proteína (Brake et al., 1994). Solucionando el problema de agresión de los machos a través de mejores programas de nutrición y alimentación también reduciría la necesidad de sacar más de un dígito por pie sobre los machos para reducir el daño a las hembras durante el apareamiento ( Ouart et al., 1986). Ahora hay evidencia práctica que los machos adecuadamente criados pueden usarse exitosamente sin sacar ningún dedo. Problemas de esqueleto y de pie también siguen siendo temas en el manejo de reproductores pesados. Wilson (1994) informó que la anormalidad de escoliosis ( Duff y Hocking, 1986) , típicamente conocida como “roach back”, podía ser reducida con una alimentación adecuada. En nuestras manos, criar machos desde la incubación hasta la fotoestimulación sobre un programa de alimentación consistente con 17% CP dieta esencialmente elimina el problema. La práctica común de alimentación completa con una alimentación alta en proteína por varias semanas, seguida por un cambio a una alimentación de proteína más baja, y la iniciación de severa restricción del alimento para controlar el peso corporal, probablemente exacerba el problema del esqueleto. El uso de baja proteína ( 12% CP) en la alimentación durante el período de crianza es opcional. En los casos donde se cría a los machos con suficiente lugar de comedero sobre una alimentación relativamente alta en proteína parece funcionar el uso de alimentación de macho baja en proteína. Si se usa la alimentación para el macho baja en proteína antes que los machos estén sexualmente maduros habrá un impacto negativo sobre la fertilidad. Esta literatura de investigación sugiere que una alimentación baja en proteína funciona bien para los machos si se aplica después de la madurez sexual. NOTA ESPECIAL Algunas estimaciones de requisitos de energía metabólica en el texto fueron basadas en fórmulas de G.F.Combs, 1968, página 86 en las memorias del congreso de nutrición de Maryland para fabricantes de alimento. Se ha encontrado razonablemente precisas a estas estimaciones pero pueden necesitar ser ajustadas levemente a los efectos de cepas y edad y deberían ser usados con cierta precaución. BIBLIOGRAFÍA Bennet, C.D. and S. Leeson, 1989. Growth of broiler breeder pullets: skip-a-day versus daily feeding. Poultry Science.68:836-838. Brake, J., 1998. Equipment design for breeding flocks. Poultry Sci. 77: 1833-1841. Brake, J., T.N. Khaumidullin, and V.I. Fisini, 1993.Exclusion of broiler breeder females from male breeders with a male only grill. 1. Behavioral and technical aspects of design and development . Poultry Sci. 72: 429-436. Brake, J., T.P. Keeley and R.B. Jones, 1994. 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Effect of feed allowance during rearing and breeding on female broiler breeders. 2. Ovarian morphology and production. Poult. Sci. 71: 1750-1761. Ciencia y Arte del Manejo de Reproductoras Pesadas Raleigh, NC 27695-7608 USA Alimentación restringida de las reproductoras pesadas Program SAD Nutrición y Genética MANEJO DE HEMBRAS El concepto de nutrición acumulada mínima Interacción entre Nutrición, Temperatura y Fotoestimulación Consumo de proteína acumulada y fertilidad de la hembra Los pesos corporales fueron similares a las 20 semanas de Programas de distribución del alimento y Cantidades de alimento Temas de Salud de las hembras relacionados a la alimentación MANEJO DE MACHOS El Período de comienzo Criando machos Y 8 semanas de edad y alimentados con las hembras desde ese De edad y pico de incubabilidad1 Alimentación de machos durante el período de crianza Problemas de conducta, nutrición y salud NOTA ESPECIAL BIBLIOGRAFÍA
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