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I. La estructura de la cadena aviar En primer lugar debe advertirse que la cadena aviar se subdivide en dos. Por un lado, la cadena que produce carne de pollo en sus diferentes modalidades (pollos enteros, cortes de carne, productos cocidos, chacinados, etc.). Por el otro, la cadena que incluye la producción de huevos y sus derivados (albúmina en polvo, huevo uso industrial en polvo, yema en polvo, etc.). A continuación se presentan características generales de estas dos cadenas y de sus actores. I.1 La cadena de producción de carne de pollo La cadena de producción de carne de pollo trata de funcionar como un sistema integrado, donde las industrias avícolas, denominadas también integradoras o procesadoras, vinculan y coordinan al otro eslabón clave de la cadena, las granjas de producción, ya sea con integraciones internas (disponiendo de sus propias granjas) y/o con contratos exclusivos de engorde de aves en granjas de terceros. El esquema actual que más prevalece es aquél donde los pollos se engordan en granjas de terceros que están “integradas” a alguna de las industrias faenadoras. ¿Qué características usuales tienen estos acuerdos de integración? Por el lado de los “integrados” (las granjas), éstos aportan los galpones para el alojamiento de los pollos, así como la calefacción, la electricidad y la mano de obra durante el engorde. Por el lado de las “integradoras”, éstas proveerán el resto de los insumos (pollito BB, alimento, productos veterinarios, etc.) y garantizarán la compra de las aves. Desde la perspectiva de la industria, ésta ha tercerizado el engorde en granjas de “productores integrados”. En función de la forma en que se lo aplica, este esquema permite a la industria disminuir el riesgo de la provisión (se garantiza cierta estabilidad), mantener bajos los costos (se exige tecnología de punta, control de procesos, los insumos se compran o elaboran en grandes volúmenes), concentrarse en optimizar los procesos de faena y comercialización y simplificar su estructura de personal y administración al dejar el manejo de las aves en manos de terceros (en granjas modernas se requiere un empleado cada dos galpones). Desde la perspectiva del propietario de una granja, éste se convierte en un prestador de “servicios” que no enfrenta riesgo de mercado (dado que todo lo que produzca lo venderá) pero si riesgo productivo (si falla en el proceso de engorde, deberá asumir los costos). Este modelo de negocios logra una reducción de los costos de transacción y mejora significativamente el funcionamiento de la cadena. Las 10 empresas concentradoras más importantes disponen de más de la mitad de la capacidad de producción y son mayoritariamente de capital nacional y de gestión familiar; muchas de estas empresas están aglutinadas en el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA). El resto de la producción corresponde a empresas regionales. El alimento de las aves es generalmente producido por las propias empresas integradoras, y luego cedido, como ya se mencionara, a las granjas de integrados. En algunos casos se realizan acuerdos particulares con aquellos productores que son además agricultores y cuentan con sus propios granos. La base genética está desarrollada principalmente por empresas internacionales (de origen estadounidense) que proveen huevos fértiles de reproductores. El proceso de producción de carne de pollo se inicia con la etapa de reproducción (importación y cría de abuelos, producción de padres), le sigue la incubación (cría y reproducción de padres), el engorde (cría de pollos, alimentación, vacunación), hasta llegar a la faena de las aves (desangrado, pelado, eviscerado, faenado, pesado y clasificado, trozado, deshuesado, empaque). I.2 La cadena de producción de huevos La producción de huevos frescos se realiza en granjas de ponedoras, en las que se cumplen las etapas de cría, recría y alimentación de las gallinas en producción y la recolección de los huevos. La producción de huevos tiene básicamente 2 finalidades, una de ellas es el consumo directo del huevo (huevos frescos) que se desprende de la fase primaria, y la otra es la industrialización del mismo dando como resultado lo que se conoce como ovoproducto. Los ovoproductos incluyen el huevo líquido y el huevo en polvo. La cadena de los ovoproductos y del huevo fresco incluye: la reproducción de las aves (importación y cría de abuelos, producción de padres), incubación (cría y reproducción de padres), la cría de ponedoras (recría, alimentación), la postura (traslado de ponedoras, alimentación y cuidado, higiene, recolección), la industrialización (lavado, quebrado, filtrado, pasteurizado, secado, envasado) y la comercialización del huevo (distribución, promoción, ventas, etc.). I.3 Organismos de apoyo (privados y públicos) y de control Las actividades relacionadas a la investigación y transferencia de tecnología, tanto de productos como de procesos, son llevadas a cabo en el orden público por las siguientes instituciones: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA), Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), básicamente a través del Centro de Virología Animal (CEVAN), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), y las Universidades. En el ámbito privado existe un grupo numeroso de empresas integradas de importancia con funciones de transferencia de tecnología, laboratorios, como así también firmas proveedoras de equipos e insumos requeridos por la actividad, cámaras del sector, y consultoras especializadas en servicios de asistencia técnica. Entre las instituciones privadas que sirven de apoyo al sector pueden mencionarse a la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Avicultura (AMEVEA), entre otras. II. Los establecimientos primarios (las granjas aviares) De acuerdo a estadísticas de SENASA y RENAVI, se contaba con 4.066 granjas de producción de carne (engorde de pollos) y unas 1.131 granjas de producción de huevos en el año 2009. Completaban el eslabón primario, las granjas de reproducción (301 establecimientos), las plantas de incubación (80 establecimientos) y las granjas de recría (108 establecimientos). La localización de toda la cadena está muy concentrada en dos provincias, Entre Ríos y Buenos Aires. Estas dos provincias reúnen el 90% de las granjas de producción de carne y el 66% de las granjas de producción de huevos. En granjas de producción de carne siguen luego Santa Fe con el 4% del total, Córdoba con el 3% y el 3% restante se reparte entre las demás provincias (Mendoza, Río Negro, Salta, etc.). II.1 Granjas de reproducción e incubación II.1.1 Cantidad de actores El Registro Nacional de Multiplicadores e Incubadores Avícolas (RENAVI) comprende a las granjas de reproducción (padres y abuelos) y a las plantas de incubación. El RENAVI tenía inscriptos 81 titulares con 381 establecimientos registrados (incluyendo granjas de reproductores y plantas de incubación), tanto de líneas de genética pesada como liviana, al 31 de diciembre de 2009. Dado que el Registro incluye las especies: Pollos/Gallinas, Pavos y Patos, de acuerdo con la aptitud de la línea genética se ha clasificado a las Granjas en: pesadas, livianas, patos, pavos y sus combinaciones. Bajo la denominación de “Pesadas” se incluyen a las líneas genéticas de cuya multiplicación se obtendrán aves productoras de pollos parrilleros mientras que el término “Livianas” se utiliza para las líneas genéticas de cuya multiplicación se obtendrán pollitas ponedoras de huevos de mesa. A su vez,según la Actividad que desarrolla la Granja se clasifica en: Reproducción de Abuelos y/o Reproducción de Padres. En el Cuadro 3 puede apreciarse, entre otras cosas, qué solo hay 8 establecimientos (que no necesariamente son 8 empresas distintas, pueden ser menos) que reproducen “abuelos” para las líneas pesadas (pollos parrilleros), este es el primer eslabón de la cadena, son quienes importan los pollitos de 1 día (o huevos fértiles) y de ahí se deriva el resto de la producción. Los hijos de esos “abuelos” (padres) son quienes pondrán huevos para luego incubarlos y obtener finalmente el pollito BB que va a ser engordado y posteriormente consumido. También vale la pena advertir que hay solo 2 establecimientos en el país que reproducen “abuelos” para la las líneas livianas (gallinas ponedoras). Este nivel de concentración no solo existe en la etapa de reproducción, sino que también se observa en la etapa de incubación. Puede observarse en el Cuadro 4 que solo existen 4 plantas de incubación para padres de ponedoras, es decir que de 4 plantas salen todos los reproductores de ponedoras que existen en el país. En síntesis, puede deducirse del análisis que en los primeros eslabones de la cadena, los que conciernen a la reproducción e incubación, el mercado está bastante concentrado (al menos en términos relativos al grado de concentración que hay en las granjas de engorde y de postura). II.1.2 Aspectos del proceso productivo En las Granjas de Reproducción el objetivo consiste en lograr la mayor cantidad de huevos incubables, mientras que en las plantas de incubación el objetivo es conseguir la mayor cantidad de pollitos bebé (pollitos BB). El proceso se inicia con la importación de pollitos reproductores de un día de edad (también se pueden importar huevos fértiles), estos pollitos son “abuelos” y de ellos se obtienen los “padres”, estos últimos son criados en granjas reproductoras y a partir de los seis meses, en el caso de parrilleros, empiezan a reproducir huevos fértiles y en el caso de ponedoras lo hacen a partir de las 19 semanas. Estos huevos son trasladados luego a las plantas de incubación. Los huevos permanecen durante dos semanas en incubadoras para luego ser trasladados a nacedoras donde permanecen una semana más. Posterior al nacimiento los pollitos son vacunados, sexados y enviados a las granjas de parrilleros o a establecimientos de postura dependiendo del tipo de animal. En las plantas de incubación resulta central la planificación del esquema de alimentación y de la manipulación y acondicionamiento del material. El proceso requiere un estricto control de temperatura y condiciones de esterilidad (otros factores principales que afectan la incubación son humedad, ventilación, posición y volteo de los huevos). Estos procesos se desarrollan actualmente con una mayor automatización, en el marco de importantes controles de calidad y de sanidad. La estrategia empresarial generalizada en el sector adopta la integración vertical en varios de sus eslabones productivos en los que se pueden aprovechar las economías de escala, como es el caso de la reproducción de los abuelos y padres (pollos BB) y la incubación. Esto conlleva a una reducción de costos, a través de incorporación de mejoras tecnológicas y la subcontratación de ciertos servicios. Las plantas de incubación productoras de pollitos BB para el engorde de parrilleros se encuentran integradas a las plantas avícolas de modo similar a la producción de alimento balanceado. Existe un bajo porcentaje de pollitos BB que proviene de plantas de incubación independientes y que son vendidas a productores de pollos independientes, aunque esta modalidad se redujo bastante en los últimos años debido a la desaparición de gran parte de dichos productores. Algunas de esas plantas incuban para las empresas avícolas integradoras cuando la capacidad de éstas no alcanza a satisfacer su propia demanda. En el Grafico 1 se muestra la evolución anual de las existencias de reproductores (de pollos parrilleros) de más de 25 semanas que son, como se dijo al inicio, los encargados de poner los huevos de los cuales van a nacer los pollitos BB que luego serán engordados para su posterior consumo. A su vez, se presenta también los pollitos BB (cantidad anual) que se van obteniendo de esos reproductores. Como es de esperar, existe una fuerte correlación positiva entre la cantidad de reproductores y la cantidad de pollitos BB. Del grafico se desprende que ha habido, desde 2005 hasta fines de 2008, un fuerte crecimiento en los stocks de reproductoras, pasando de algo menos de 3 millones en 2005 a cerca de 5 millones hacia 2008, y para el caso de los pollitos BB, de una producción anual de alrededor de 400 millones en 2005 a una de casi 650 millones en 2008. II.1.3 Cambios en el sistema de producción de huevos En Argentina prácticamente la totalidad de la producción de huevos se hace bajo la forma de gallina enjaulada. En los países desarrollados, en particular Europa, se está tratando de cambiar este sistema de producción de huevos. En efecto, en el año 1999 se introdujeron cambios en la legislación europea en lo que refiere al bienestar animal. Esta nueva legislación prohíbe la producción de huevo con gallinas alojadas en jaulas a partir del 1 de enero de 2012. Estos cambios en las formas de producción vienen de la mano de una mayor conciencia social sobre el trato a los animales. Si bien esta normativa tiene vigencia a partir de enero de 2012 algunos países tienen en la actualidad gran parte de sus gallinas criadas en sistemas diferentes a los convencionales, por ejemplo, en Austria el 95% de las gallinas están alojadas en sistemas alternativos, en Alemania desde principios de 2010 no tienen más gallinas criadas en jaulas, incluso en algunos países estos cambios ya se vienen aplicando desde antes de la redacción de esta norma, como es el caso, por ejemplo, de Noruega donde entre 1995 y 2007 la producción de huevo en jaula disminuyó de 8.000 a 4.500 millones de unidades, y la producción en sistemas alternativos pasó de 1.200 a 4.900 millones de unidades, sin embargo en algunos países como los del sur o los del este la gran mayoría de las gallinas todavía son criadas en jaulas. También es importante resaltar que muchos locales comerciales de la UE, por decisión propia, no comercializan huevos puestos por gallinas enjauladas. En países como Suiza los huevos tienen impreso una serie de números y letras que permiten identificar, no solo, el origen del mismo, sino también el sistema de postura del cual se obtuvo. La implementación de estos sistemas alternativos tiene un impacto importante en el manejo de las aves tanto en su etapa de cría como de postura. En los sistemas convencionales el productor tiene un absoluto control sobre las aves mientras que en los sistemas alternativos esto no es así puesto que las aves pueden moverse con total libertad. Todo esto hace que se necesite un adiestramiento previo de las aves como así también diseños específicos en lo que refiere a la localización de los nidos, los comederos, bebederos y las luces para lograr de esta manera el comportamiento adecuado de las aves. Argentina debe considerar estos cambios en las normativas europeas si tiene intenciones de penetrar esos mercados ya que como se dijo anteriormente, la modificación de los sistemas de producción no solo implican cambios en las instalaciones, sino también en el manejo de las granjas. A continuación se ven unas fotografías de un sistema alternativo en el cual las gallinas están sueltas dentro de un galpón en el cual existen estructuras en cuya parte superior se encuentran los nidos donde las gallinas ponen sus huevos. El problema que tienen estos sistemas es que en algunas ocasiones las gallinas ponen huevos en el suelo y no en los nidos cosa que no es deseada. Pero, como se dijo anteriormente,con un adiestramiento previo y con la correcta localización de los bebederos, comederos, y las luces y con un adecuado higiene (cuando la cama es muy alta tiende a haber más postura en el suelo) se puede minimizar la cantidad de huevos puestos en el piso. II.2 Granjas de producción de carne de pollo y huevo II.2.1 Cantidad de actores Según los datos publicados por SENASA, el país contaba con 4.067 granjas que engordan pollos para carne en marzo de 2010, más de la mitad localizadas en la provincia de Entre Ríos y si suman las granjas que pertenecen a Buenos Aires, se tiene que ambas provincias contienen el 89% de las granjas del país. En lo que respecta a la producción de huevo, el país contaba con 1.131 granjas. Buenos Aires concentraba la mayor cantidad de establecimientos (42%). Le seguían en orden de importancia las provincias de Entre Ríos (23%), Santa Fe (10%) y Córdoba (7%). II.2.2 Granjas integradas, granjas no integradas y capacidad instalada Las granjas de producción de Carne de Pollo se dividen en dos grupos: a) las que se explotan bajo un modelo de producción “no integrado”; b) las que forman parte de esquemas “integrados”. De acuerdo a Estadísticas de SENASA las granjas integradas son las que prevalecen, representando casi el 95% del total de granjas del país. Este modelo es particularmente fuerte en las dos provincias productoras líderes, Entre Ríos y Buenos Aires, donde el 99% y 92% respectivamente de las granjas son integradas. Este fenómeno se extiende a Mendoza y Santa Fe, con más del 85% de granjas integradas. Córdoba se diferencia del modelo anterior, al tener mayor incidencia las granjas no integradas (51%)6 lo mismo sucede en las provincias del Norte del País, Tucumán, Salta y Jujuy, donde la totalidad de las granjas (100%) operan en forma independiente. En función a estimaciones propias, la capacidad de engorde de las granjas de producción de carne de pollo se aproximaba a los 118,4 millones de animales por ciclo productivo. Si se considera que al año es posible realizar 5,5 ciclos productivos, surge que la capacidad anual ascendía a 651 millones de cabezas. Puede apreciarse en el Cuadro 6 que la provincia de Buenos Aires lidera el ranking de capacidad de producción con 53,7 millones de animales, le sigue muy de cerca Entre Ríos con 48,7 millones. En un segundo pelotón viene Córdoba y Santa Fe con 5,9 millones y 5 millones de animales respectivamente. Las otras dos provincias con cierto peso individual son Río Negro y Mendoza con 2,4 millones y 1,4 millones de animales. Buenos Aires y Entre Ríos contienen el 86% de la capacidad de producción de carne de pollo del país (45% y 41% respectivamente). Córdoba y Santa Fe el 5% y 4%. Es decir, estas cuatro provincias acumulan el 95% de la capacidad de producción del país. Es interesante advertir que Buenos Aires aventaja a Entre Ríos en capacidad de producción a pesar que dispone de menos granjas. Esto sucede debido a que el tamaño medio de las granjas de Buenos Aires duplica al de las granjas de Entre Ríos. En efecto, un establecimiento de la primera provincia tiene en promedio una capacidad de engorde de más de 43 mil animales, mientras que uno de la segunda provincia supera apenas las 21 mil cabezas. Santa Fe tiene, al igual que Entre Ríos y Mendoza, establecimientos con capacidad de engorde menor a la media. Lo contrario sucede en Córdoba (más de 57 mil cabezas promedio) y en Río Negro (85 mil cabezas). Otro dato interesante que surge del análisis de los tamaños medios es que las granjas que operan bajo sistemas integrados son en promedio más grandes que las granjas que están aisladas (un 39%), patrón que se repite claramente en todas las provincias con excepción de Entre Ríos. Por último, de acuerdo a las estadísticas de SENASA y según estimaciones propias, las 3 industrias faenadoras líderes manejan más de 1.000 granjas y disponen del 34% de la capacidad de producción de carne aviar del país. Si se toman las diez líderes, el número de granjas sube a más de 2.000 y la capacidad de producción al 57%. II.2.3 Aspectos tecnológicos y del proceso productivo En los años 60 se inició una transformación fundamental en la producción de carne de pollo con la difusión de los híbridos y nuevas tecnologías, con exigencias definidas en materia de sanidad animal, requisitos nutricionales y sistemas de manejo. Ello implicó una profunda modificación en las pautas de alimentación basadas a partir de entonces en compuestos que permitieron mejorar los coeficientes técnicos de producción. Con la introducción de importantes cambios tecnológicos, se da un complejo proceso que condujo, fines de la década del '70 y comienzos de la del '80, hacia el sistema de contrato predominante entre empresas avícolas y galponeros vigente actualmente. Las inversiones realizadas en los últimos diez años generaron un profundo cambio tecnológico y de manejo en lo que se refiere tanto a la etapa de cría (nuevos sistemas de alimentación y climatización, nuevas máquinas de incubar) como en la producción de carne en las distintas etapas del proceso de faena. La difusión de balanzas de clasificación automática, las salas de cortes y procesado de pollos, como así también la realización de inversiones de tecnología en frío con túneles continuos inteligentes que redujeron los tiempos de congelamiento, permitió ganar en eficiencia productiva y lograr costos competitivos a nivel internacional. Una parte de la maquinaria y equipos es importada y otra se ha desarrollado con proveedores locales. En tanto que la mecanización aumentó la productividad de la mano de obra reduciendo su incidencia en los costos, se ha evolucionado también hacia tecnologías ahorradoras de energía, tanto en electricidad, para procesos mecánicos e iluminación, en gas para calefacción, y en procesos y materiales de aislamiento térmico en los galpones de engorde. II.2.4 Incorporación de tecnología bajo el modelo de granjas integradas La modalidad de la incorporación de tecnología en las granjas integradas se basa en la compra de ciertos insumos por parte de la empresa integradora y en la confección de planes de financiamiento para los productores, a quienes al final de cada crianza, previo al pago de la liquidación correspondiente por el servicio de engorde, se les realiza el descuento por la adquisición de los implementos (por ej. reemplazo de los bebederos lineales y planetarios por niples, cambio de calefacción con leña por calefacción con gas). Esta modalidad de incorporación de tecnología implica la compra de grandes volúmenes de implementos, lo que posibilita la negociación de mejores precios y facilita el acceso al financiamiento a los productores integrados. Además, el productor integrado al mantener una deuda con su integrador, garantiza la continuidad de sus contratos y crianzas durante algún tiempo. La empresa integradora se asegura la entrega de pollitos BB en granjas modernas con los consiguientes beneficios en los índices de eficiencia (mortandad, conversión, peso) y en el resultado final de la crianza. Las nuevas granjas integradas que se suman a la cadena inician su actividad con tecnologías de punta, dado que éstas son las condiciones que establece la industria integradora. La tendencia a la incorporación de tecnología es creciente y actualmente se orienta hacia la automatización de granjas, las mejoras en los sistemas de ventilación y humidificación de los galpones, hacia un mayor aislamiento de los techos por medio de diferentes tipos de cielo rasos, al uso de comederos automáticos entre otras cosas. II.2.5 Importancia de la genética La mejora genética ha permitido fuertes aumentos en la producción de carne de pollo. Si bien los avances en salud, nutrición y manejo ambiental han contribuido a mejorar el rendimiento del animal, la mayor parte del cambio debe atribuirsea la mejora de la genética. Havenstein et al (2003)8 comparan el rendimiento de los pollos parrilleros en 1957 con una línea actual seleccionada al azar, y llegan a la conclusión de que por lo menos el 85% de la mejora del rendimiento es atribuible a los cambios genéticos. La influencia más importante que la genética ha tenido sobre la industria avícola ha sido en la mejora del índice de conversión. Esta mejora ha trascendido a la industria al disminuir la cantidad de alimento por unidad de producto. Esto reduce la demanda de recursos para la alimentación animal (especialmente cereales) y en consecuencia, baja los costos de producción. Se han obtenido también efectos positivos sobre el impacto ambiental de la producción avícola. Se necesita menos agua, se generan menos desperdicios y, en conjunto, se reduce dicho impacto. Todos estos factores influyen a la sostenibilidad de la industria avícola En la imagen siguiente se puede ver cómo fue evolucionando la estructura corporal del pollo desde hace 50 años a la actualidad, todos esos cambios son fruto del manejo de la genética animal. Por el lado de las ponedoras la tendencia en el manejo de la genética apunta a lograr una mayor cantidad de huevos, mayor persistencia de la postura, mayor longevidad en el animal, más eficiencia en la alimentación, un aumento en la masa y el peso de los huevos, a lograr cáscaras más fuertes, reducir la cantidad de huevos de bajo tamaño y mejorar la calidad interna del mismo. Con todo esto, se considera con frecuencia, que el principal protagonista de los avances registrados en el sector continúa siendo la genética, aunque sin descartar el papel que ha tenido la mejora de las instalaciones, y de la alimentación por la elaboración de raciones cada vez mejor equilibradas. Sólo existe un número reducido de organizaciones de cría en todo el mundo. Esto se debería fundamentalmente a que sólo grandes empresas pueden disponer de los recursos necesarios para financiar procesos continuos de investigación y desarrollo. La mayor parte de estas grandes compañías de reproducción pertenece a conglomerados industriales entre los que predominan los productores de alimentos y productos farmacéuticos. La fuerte concentración de la genética no sólo plantea la dependencia de la provisión por parte de pocos países y empresas, sino que requiere además del desarrollo de esquemas de inmunidad satisfactorios frente a enfermedades de alto impacto como la gripe aviar, y de una evaluación de las posibilidades de lograr una adecuada resistencia genética en la propia especie. Los continuos adelantos de la genética en cuanto a la resistencia a las enfermedades constituirán un importante componente de los programas genéticos del futuro. II.2.6 Acerca de los costos, el alimento y la conversión alimenticia En la estructura de costos el alimento balanceado es el rubro de mayor incidencia: se estima en general que representa algo menos del 60% del costo de engorde del ave viva y más del 40% del costo por kilogramo de carne de pollo eviscerada. El costo del pollito BB es el segundo rubro en importancia, con una incidencia sobre el costo de ave viva del 16%. Dada la importancia que tiene el alimento balanceado en el costo de engorde de un pollo parrillero se procede a desglosar la composición del alimento para ver sus principales componentes. Esto se detalla en el Cuadro 9. El Cuadro 9 deja ver que el maíz es un componente muy importante del alimento balanceado (más del 60%). Considerando el consumo de alimento de cada pollo en sus distintas etapas de desarrollo, se puede obtener la cantidad de maíz necesaria para lograr un pollo listo para faenar (Cuadro 10). Un animal listo para faenar consume aproximadamente 6 Kg de alimento balanceado en todo su desarrollo; esto implica un consumo de maíz de casi 4 Kg. Si se considera que en ese periodo de desarrollo (60 días) se logra un animal de aproximadamente 2,2 Kg de carne faenada, surge que la relación maíz/carne es de 1,77; lo anterior significa que se necesita 1,77 Kg de maíz para obtener 1 Kg de carne faenada. II.2.7 Consumo de maíz en las granjas de producción de carne aviar En este apartado se realiza una estimación del consumo de maíz en la cadena de carne aviar durante el año 2008. El cálculo se realizó diferenciando entre el consumo de maíz de los pollos en engorde y el consumo de maíz de los reproductores, considerando en ambos casos las distintas etapas de su desarrollo evolutivo y el consiguiente consumo de maíz en cada etapa. De acuerdo a la estimación, la cadena de producción de carne aviar consumió 2,4 millones de toneladas de maíz en el 2008. II.2.8 Consumo de maíz en las granjas de producción de huevos Para estimar el stock de ponedoras se utilizó la producción de huevos del año 2008 y la productividad media de una gallina (también se tuvo en cuenta la tasa de mortandad); en función del stock de ponedoras, de la productividad media y de la tasa de mortandad de los reproductores se calculó el resto de las categorías (reproductores y animales para reposición) Utilizando la composición del alimento balanceado y su consumo en las diferentes etapas de desarrollo se puede estimar el consumo de maíz del sector, puesto que se conoce la estructura del stock de ponedoras y de reproductores. El balanceado que consumen las razas livianas14 en cualquiera de sus etapas de desarrollo tiene en promedio 60% de maíz y el consumo promedio en todo el periodo de cría y recría es de 8 Kg de alimento y en la etapa de postura es de 113 Grs/día15 (tanto para ponedoras como para reproductores). De acuerdo a la estimación, la cadena de producción de huevos consumió 936 mil toneladas de maíz en el 2008. III. La industria de carne de pollo y ovoproductos III.1 Evolución de la producción La cantidad de aves faenadas y la producción de carne aviar vienen en aumento desde el año 1991 hasta la fecha, con algunos períodos más expansivos que otros. En un plazo de 18 años se pasó de faenar alrededor de 173 millones de cabezas a 573 millones, un incremento del 231%. El período más expansivo se observa en los últimos 7 años. En efecto, se registra una tasa de crecimiento anual promedio del orden del 13% entre los años 2004 y 2009. Un tipo de cambio más alto (que protege al sector de la competencia en el mercado interno y le confiere competitividad en el mercado externo) y un contexto de derechos de exportación diferenciales (más elevados para el maíz que para la carne aviar) son seguramente dos factores claves de la aceleración del crecimiento. Desde el año 2007 se sumaría un programa de subsidios a los faenadores avícolas y desde el 2008 la aplicación de restricciones cuantitativas a la exportación de maíz (que bajarían aún más el precio del cereal en el mercado interno, bajando los costos de la cadena). La producción de huevos muestra una trayectoria similar a la de carne en la década actual. Luego de los años de crisis del 2001 y 2002, la producción de huevos crecería a ritmo sostenido, pasando de 300 millones mensuales a 800 millones hacia fines de 2009. La gran volatilidad de la curva es producto de la estacionalidad que muestra la producción, pero la tendencia es claramente creciente. III.2 Los procesos productivos III.2.1 El caso de los ovoproductos El proceso industrial de los ovoproductos comprende distintas etapas. Entre ellas se destacan la pasteurización, que otorga al producto final una alta calidad basada en su inocuidad, lo cual constituye una garantía para su uso en la industria alimentaria. Luego de ser diseccionada, inspeccionada y lavada, la materia prima es examinada con un ovoscopio a fin de descartar el material fuera de estándar. De allí, los huevos pasan a la línea de cascado, donde máquinas automáticas separan en dos vías distintas la yema y la clara, y descartan la cáscara. Esta separaciónpermitirá luego unir ambos componentes y preparar mezclas de ellos en distintas proporciones. Posteriormente, el filtrado elimina partículas de cáscara, membranas y cordones de chalasa remanentes. El circuito continúa a través del sistema pasteurizador, cuyo diseño permite que el fluido de calefacción tenga temperaturas muy próximas a las del producto a pasteurizar, evitando así afectar características físico-químicas del huevo, ya que es una zona muy crítica de coagulación proteica. Por último el producto líquido ya pasteurizado puede ser deshidratado en un secador spray para obtener yema, clara o huevo en polvo. En el 2007 se elaboraron 58 mil toneladas de ovoproductos a partir del huevo fresco. Participan en la industria unas diez empresas, tres de las cuales concentran el 78% del mercado y cuentan, al mismo tiempo, con habilitación nacional para exportar. Los ovoproductos aportan a la industria alimentaria no sólo las propiedades nutricionales características de los huevos sino también una gran cantidad de propiedades funcionales necesarias para los procesos de fabricación de muchos alimentos. Entre ellos se encuentran la elaboración de mayonesa, merengues, baños de repostería, cremas, helados, pastas secas y frescas, premezclas alimentarias, galletitas, tortas y bizcochuelos, productos de la panificación, etc. Es importante resaltar que el 80% de la producción de ovoproducto es utilizada para la elaboración de mayonesa. Para la industria alimentaria los ovoproductos presentan las siguientes ventajas frente al huevo en cáscara: Mayor seguridad bacteriológica (por someterse a un proceso de pasteurización). Fácil empleo y dosificación. Manipulación más sencilla: ahorro de tiempo y mano de obra. Facilitan la distribución y el comercio internacional. III.3 El destino de la producción En el año 1997, el 97,3% de la producción de carne aviar se destinaba al consumo interno y sólo un 2,7% se exportaba. La estructura de ventas se ha ido modificando en los últimos años, disminuyendo en importancia el mercado interno (84,4% en 2009) y consecuentemente creciendo el mercado externo (15,6%). Nótese que el crecimiento de la producción en los últimos años ha sido tan importante que ha permitido abastecer un consumo creciente de carne aviar en el mercado interno (como se mostrará en una sección posterior) y también generar importantes saldos exportables para colocar en terceros mercados. Con respecto a los ovoproductos, el 8% de la producción se destinó al mercado de exportación en el año 2007 (4.919 toneladas). El 92% restante fue destinado al mercado interno para satisfacer la alta demanda de empresas que utilizan este producto como insumo en la elaboración de alimentos. IV. Niveles de consumo de carne aviar IV.1 El panorama mundial De acuerdo a estadísticas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el país de mayor consumo de carne de pollo en el mundo es justamente Estados Unidos, superando los 40 Kilogramos en promedio por habitante al año. Le sigue de cerca Brasil con 39 kilos y algo más atrás, en tercer lugar, la Argentina (32 kilos). Argentina integra un segundo pelotón con México y Canadá (29 y 28 kilos respectivamente), quedando luego Rusia, la Unión Europea y Japón (19, 18 y 15 kilos respectivamente). De este ordenamiento puede deducirse que el consumo de carne de pollo es elevado en Argentina, en términos relativos a otras regiones, casi duplicando el nivel de consumo de países desarrollados como la Unión Europea, el Japón y Canadá. IV.2 La evolución del consumo a nivel local El consumo de carne de pollo viene aumentando desde hace 18 años en Argentina. Entre los años 1991 y 1993 el consumo anual promedio por habitante pasó de 12 kilos a 21 kilos, con un aumento del 75,8%; luego hubo cierta estabilidad hasta el 2001, año en que el consumo se ubicó en 23,5 kilos. En el año 2002 el consumo se reduce con fuerza (31,5%) como consecuencia de la profunda crisis económica de ese año. Desde el 2003 en adelante, el consumo crecería a una tasa anual promedio del 10% aproximadamente. Como se mencionara, el período 2003 – 2009 es de muy fuerte crecimiento en la demanda interna de carne aviar. En los primeros años se trató de una recuperación, dado que recién en el año 2006 se alcanzarían los valores que había en 1999/200020, es decir, que llevaría 4 años recuperar los niveles de consumo pre-crisis. Una vez alcanzado estos valores el consumo continuaría creciendo; en la actualidad el nivel de consumo supera en un 25% al pico alcanzado en 1999/2000. Seguramente, parte de este crecimiento puede ser explicado por el fuerte aumento del ingreso por habitante de los últimos años. El PIB y el consumo de carne de pollo se encuentran fuertemente correlacionados (Gráfico 10). Nótese también que los consumos de carne de pollo y de carne bovina han mostrado trayectorias diferentes en los últimos 20 años; el primero una clara tendencia creciente (mas allá de la gran caída de 2002) mientras que el segundo un suave deterioro durante todo el período. Una de las claves de estos comportamientos contrapuestos está asociada al precio relativo de la carne bovina vs la carne aviar.21 De acuerdo a estimaciones realizadas, la carne bovina se encarece durante estos años en forma importante. Mientras que a comienzos de la década de los ’90 un kilo de carne bovina valía 1,5 kilos de carne aviar, la relación era de 2 a 1 hacia fines de la década siguiente. El mayor precio de la carne bovina seguramente indujo a muchos consumidores a su sustitución por la carne aviar. No hay dudas que el aumento del PBI junto con el abaratamiento relativo de la carne de pollo han sido dos factores determinantes del aumento del consumo por habitante de carne aviar. También podría incluirse un tercer factor, un cambio en las preferencias del consumidor, asociado a cuestiones de salud nutricional, a favor de las carnes blancas y en detrimento de las carnes rojas (un cambio en las dietas). V. Comercio internacional V.1 La balanza comercial argentina En los últimos 13 años se generaron cambios importantes en el comercio de carne aviar de Argentina con el resto del mundo. Hasta el año 2001 Argentina era un importador neto de carne aviar, luego de ese año el intercambio se volvió favorable a nuestro país y ese saldo positivo se fue acrecentando con el paso de los años. En la actualidad Argentina exporta 233 mil toneladas de productos avícolas e importa solo 11 mil toneladas. En el Cuadro 13 puede apreciarse cómo fue la evolución del saldo comercial en el periodo 1997-2009, donde se pasó de un déficit de 26 mil toneladas (1997) a un superávit de 222 mil toneladas (2009). En el gráfico anterior puede apreciarse que las exportaciones tuvieron un crecimiento continuo, con excepción del año 1999, y que la expansión se aceleró en el período post devaluación. El crecimiento es del 1063% entre los años 1997 y 2009, es decir, se multiplicó por diez el tonelaje exportado en 13 años. V.2 Tamaño y evolución del mercado internacional de la cadena aviar El comercio mundial de productos provenientes de la cadena aviar alcanzó los US$ 27.692 millones en el 2008.23 En este flujo de intercambio tuvo gran participación el comercio de “pollos trozados congelados”, que ascendió a US$ 10.333 millones (37,3% del total). Le siguieron en importancia relativa los comercios de “preparaciones, conservas y despojos” con un volumen de US$ 4.995 millones (18%), de “pollos enteros congelados” con US$ 3.320 millones (12%) y de “huevos con cáscara” por US$ 2.761 millones (10%). Si se excluye el comercio entre países de la Unión Europea (34% del comercio mundial de los productos de la cadena aviar), el flujo de intercambio llega a US$ 18.297 millones. La estructura de participacionespor productos se modifica en algunos aspectos, subiendo la participación de los “pollos trozados congelados” al 48% y la de “pollos enteros congelados” al 17%. Por su parte, retroceden básicamente dos productos de la cadena de huevos, los “huevos con cáscara”, que bajan su participación al 7% y los “huevos sin cáscara”, al 1,8%; también lo hacen los “pollos trozados refrigerados” (del 9,7% al 2,5%). El comercio internacional de productos de la cadena aviar registró una fuerte expansión en los últimos años. En el período 1998 – 2008, el crecimiento promedio anual fue del 12,1%, incluyendo comercio entre países de Europa y del 12,7% excluyendo comercio intra europeo, en ambos casos superando levemente al crecimiento del comercio internacional total (11,9%). Con respecto a la dinámica de las distintas partidas y considerando el comercio con los países de Europa incluidos, se encuentra que el intercambio de pollos enteros congelados creció al 14,2% promedio anual en el período 1998–2008; las preparaciones, conservas y despojos promediaron el 20% interanual; los pollos trozados congelados crecieron al 11,5%; los pollos trozados refrigerados al 11%; los huevos con cáscara al 10,3% promedio anual; los huevos sin cáscara al 13,1% promedio anual. En general las tasas de crecimiento por productos no difieren mucho si se considera el comercio excluyendo el intercambio intra–europeo; donde sí se observan porcentajes distintos es en el comercio de pollos refrigerados (trozado y entero), las tasas de crecimiento se reducen cuando se saca a los países de la Unión Europea. V.3 Principales competidores en el comercio internacional Los principales exportadores mundiales de los productos de la cadena aviar son Brasil, Estados Unidos y Holanda. Brasil, principal exportador mundial, participó con el 23,3% de las exportaciones mundiales en el año 2008. Estados Unidos y Holanda representaron el 15,8% y 13,2%, respectivamente. Mientras tanto, Argentina se encontraba en el decimosexto puesto con el 1,2% de las exportaciones del sector. Si se compara este ranking con el que se manifestaba diez años antes (1998), se evidencia el gran dinamismo que posee el mercado. En el año 1998 Brasil ocupaba el cuarto lugar en las exportaciones de productos aviares. Estados Unidos era el líder, quien tenía un porcentaje muy similar de las exportaciones al que Brasil posee actualmente. Francia ocupaba el tercer lugar con 10,6% de las exportaciones (ocupó el sexto lugar con el 4,7% en el 2008). Argentina en 10 años ascendió 9 lugares en el ranking de principales exportadores, pasó del puesto 25 en 1998 (0,2% de las exportaciones) al puesto 16 (1,2%). Algunos de los países que poseen un importante volumen de exportaciones, son también grandes importadores de productos de la cadena aviar. De hecho, Alemania y China son dos países que poseen balanzas comerciales deficitarias en los productos considerados (tomada la cadena como un bloque). Resulta interesante entonces generar un nuevo ordenamiento entre países, en este caso de acuerdo a sus exportaciones netas. Al considerar las exportaciones netas, Argentina mejora en el ranking mundial, pasando del decimosexto al séptimo puesto entre los principales exportadores mundiales de productos de la cadena aviar. Además, Alemania desaparece de la lista ya que sus importaciones son superiores a sus exportaciones. Brasil mantiene la primera posición, siendo indiscutiblemente el líder en el mercado de los productos de la cadena aviar, cuya principal fortaleza se encuentra en la carne aviar. Por su parte, Holanda es el líder en el mercado de huevos y sus derivados. V.4 Principales mercados importadores El principal importador mundial de productos de la cadena aviar es Japón, cuyas importaciones alcanzaron los US$ 2.783 millones en el año 2008. Sin embargo, Japón es un mercado que crece lentamente en relación a otros mercados importadores de magnitud. Por ejemplo, mientras que Japón creció al 8,5% promedio anual en el periodo 1998 – 2008, China (séptimo importador mundial) creció al 45,5% promedio interanual. Otro mercado relevante para ser destacado es el de Rusia, que ocupando el quinto lugar en el ranking de importaciones, creció 31,6% promedio interanual en el periodo considerado. VI. Análisis de Competitividad de la Cadena El análisis de competitividad puede ser abordado desde distintas perspectivas. Una mirada posible consiste en evaluar la competitividad a partir de la evolución en el tiempo de la inserción internacional de los productos que se elaboran (indicador de participación de mercado o market share). Este análisis revela la competitividad (en términos dinámicos) de la cadena local en relación a la de otros países competidores. En esta aproximación, una inserción creciente emite señales positivas acerca de las condiciones productivas, la política pública y el entorno de negocios. Una segunda mirada consiste en evaluar la competitividad de la cadena en relación a otras cadenas o sectores de la propia región. Lo que se suele hacer es comparar la inserción en el comercio mundial de los productos de la cadena bajo análisis con la inserción en el comercio mundial de otras cadenas o de la propia región como un todo. Si la primera tiene mayor inserción en términos relativos, estaría revelando mayor competitividad. Generalmente se compara la inserción que muestra un país en un producto (o grupo de productos) con la inserción que muestra en todos sus productos. Este último se suele referir como el indicador de competitividad revelada de una actividad económica de un país. Una tercera mirada consiste en analizar la estructura de exportaciones según productos y destinos. Los productos con mayor valor agregado (menos commoditizados) son en general más difíciles de colocar y hay mercados más exigentes que otros en materia de calidad /sanidad a la hora de adquirir un producto importado. Entonces, prestando atención a los productos que se exportan y los mercados a los que se llega, y comparando con otros países exportadores (o el propio comercio mundial) se puede hacer algunas inferencias respecto del nivel de competitividad de la cadena (o de la estadía en la que éste se encuentra). En este apartado se analizan estas tres perspectivas de la competitividad. Debe advertirse que estos indicadores puedan dar algunos indicios de la evolución de la competitividad pero no permiten distinguir o precisar las causas de sus avances o retrocesos. Y respecto a estas últimas, debe recordarse que la competitividad no sólo depende de cuestiones puramente productivas y de eficiencia asociadas al funcionamiento de las empresas sino también que incluye las cuestiones del entorno en la que ésta se desarrolla, particularmente lo que respecta a las políticas públicas que definen las reglas de juego que las empresas deberán respetar y tener en cuenta en sus decisiones. VI.1 Participación de mercado y su evolución La exportaciones argentinas de productos de la cadena aviar representaron en el año 2008 el 1,2% de las exportaciones mundiales. Como referencia, considérese que el market share alcanzaba tan solo al 0,2% en el año 1998. El crecimiento del market share de las exportaciones argentinas inicia en el 2002. Desde ese año las exportaciones argentinas de productos aviares crecen más rápido que las exportaciones mundiales. VI.2 Evolución del indicador competitividad revelada El indicador de competitividad revelada se construye como un cociente entre participaciones de mercado en el comercio mundial. En este caso, se quiere conocer la competitividad revelada de la cadena aviar por lo que se compara la inserción internacional de este tipo de productos respecto a la inserción de todos los productos de exportación del país. Si este cociente arroja un valor superiora uno, se deduce que la cadena bajo análisis revela más competitividad que la que tiene el país en su conjunto en su proceso de internacionalización. A continuación, el siguiente cuadro muestra la evolución del indicador de competitividad revelada para la cadena aviar, el cual exhibe un significativo crecimiento en los últimos 10 años. Nótese que a partir del año 2004 el indicador de competitividad revelada supera el valor unitario; desde ese año la inserción internacional de los productos de la cadena aviar pasaría a ser mayor a la inserción internacional de todos los productos de la economía argentina. Trabajando con el mismo indicador pero a nivel desagregado, se encuentra que el indicador de competitividad revelada creció más en la carne aviar que en los huevos y sus derivados. Realizando un análisis comparativo con los principales competidores externos se encuentra que: Brasil tiene una gran competitividad revelada en la cadena aviar, que ha ido reforzando en el transcurso de los últimos años; Holanda muestra un nivel interesante de competitividad revelada pero que es declinante en el período; Estados Unidos dispone de un indicador cercano al de Argentina, con la diferencia que se encuentra relativamente estabilizado. El mismo indicador puede estudiarse bajo la clasificación más desagregada de productos. Dentro del grupo de “huevos y sus derivados”, el indicador de competitividad revelada crece en dos productos: huevos sin cáscara y albúmina. Además, el indicador muestra un retroceso en la inserción de los huevos con cáscara aunque la serie muestra mayor volatilidad que el resto en cuanto a su evolución. Por su parte, en el mercado de la carne aviar, el indicador de competitividad que más crece es el de pollos enteros congelados, luego le sigue el de pollos trozados congelados. Llama la atención el estancamiento del indicador de competitividad revelada de las preparaciones, conservas, despojos y sangre, producto que ha experimentado un gran crecimiento en su demanda mundial en los últimos años. VI.3 Estructura de las exportaciones VI.3.1 Los productos de exportación El análisis de la estructura de exportaciones de la cadena aviar según productos se realiza tomando en cuenta dos clasificaciones: por un lado, una clasificación más general, la que separa los productos en tres grupos: pollos vivos; carne aviar; huevos y sus derivados; por el otro, una apertura más amplia según diferentes productos, que brinda mejores posibilidades de evaluación de la competitividad de la cadena. En los últimos años las exportaciones de la cadena se fueron concentrando en la carne aviar, desplazando al comercio de pollos vivos y al comercio de huevos y sus productos derivados (en términos relativos). Indagando con mayor profundidad en los productos que componen la carne aviar y los huevos y sus derivados se encuentra que, en el caso de las carnes, los pollos enteros congelados ganaron protagonismo, mientras que se fueron rezagando los pollos trozados congelados (en términos relativos). Por su parte, los huevos con cáscara representaban más del 45% de las exportaciones de huevos y derivados en 1998 mientras que no llegaron al 7% en el año 2008. La estructura de exportaciones se ha ido concentrando en productos con mayor valor agregado: los huevos sin cáscara y la albúmina. La estructura de las exportaciones mundiales de la cadena aviar (tres grandes rubros) tuvo pocos cambios en el período bajo análisis, disminuyeron levemente las participaciones de las exportaciones de pollo vivo y huevos y sus derivados y creció levemente la de carne aviar. Podría decirse que la estructura de exportaciones argentinas copia la estructura mundial, aunque se diferencia al disponer de más carne y menos ovoproductos y pollos vivos. Un análisis más detallado por productos indica que en relación a la estructura de comercio mundial y en el caso de la carne aviar, las exportaciones de Argentina tienen “mucho pollo entero congelado” y “poco pollo trozado congelado”. En efecto, el 47,8%de las exportaciones son de “pollo entero congelado”, mientras que en el mundo este porcentaje es de sólo el 2,7%; el 45,6% de las exportaciones son de “pollo trozado congelado” en Argentina y el 81% en el mundo. En el caso de los ovoproductos, Argentina exporta relativamente más Albúmina (28,2% del total) y Huevos sin cáscara (63,9%) que lo que se observa en el mundo (8,3% y 9,2%) en el mundo. Si se consideran los tres grandes grupos de productos, se observa que la estructura de las exportaciones argentinas se asemeja bastante a la estructura de las exportaciones de dos de los tres principales competidores externos (Brasil y Estados Unidos); en estos últimos países, al igual que en Argentina, la mayor parte del comercio se encuentra concentrado en las carnes mientras que la menor proporción se destina al comercio de pollos vivos. Holanda por otro lado, tiene una mayor especialización en el comercio de huevos, siendo el líder mundial de este tipo de productos. Además, el comercio de pollos vivos se acerca al 10%, porcentaje ampliamente superior al resto de los países, circunstancia que tiene que ver con la proximidad a sus vecinos de la UE. Al entrar en la clasificación más desagregada, se encuentra que los países líderes del sector concentran su comercio en el pollo trozado (fresco y congelado), especialmente en los países desarrollados donde el comercio de este tipo de productos representa alrededor del 75% de las exportaciones de carne aviar. Por otro lado, Brasil posee una estructura también concentrada en mayor medida en las exportaciones de pollos trozados pero sin llegar a los niveles de países como Estados Unidos y Holanda. En términos relativos, Argentina es el país que más exporta carne aviar como “pollo entero”. En el mercado de los huevos y sus derivados, los líderes mundiales concentran sus exportaciones en huevos con cáscara. Nótese la diferencia entre Argentina y Brasil, dado que este último exporta muy poco “huevo sin cáscara” en términos relativos. La estructura de comercio mundial y la de los países europeos está afectada por el comercio intra Unión Europea. Debe advertirse que el 54% del comercio mundial de huevos con cáscara ocurre dentro de la Unión Europea. VI.3.2 Los destinos de exportación El análisis de los destinos de las exportaciones es importante dado que aporta un elemento más para inferir acerca de la competitividad de la cadena. También es útil para identificar mercados sub-explotados o para inferir acerca del crecimiento esperado de las colocaciones externas. Los destinos cuyas economías más crecen son en principio los más interesantes. Los destinos de altos ingresos, generalmente menos dinámicos, tienen su atractivo en cuanto a que suelen demandar productos de mayor calidad y valor agregado. La sustitución de un destino de bajo ingreso por un destino de alto ingreso permite incrementar el valor de las exportaciones con la misma producción y sin muchos costos (o inversiones) adicionales. En el año 2008 el 50% de las exportaciones argentinas de los productos de la cadena aviar se concentraron en 5 destinos: Venezuela, Chile, China, Alemania y Sudáfrica. En el año 1998, si bien las exportaciones eran incipientes, los primeros cinco destinos concentraban el 78% de las ventas (Alemania, Brasil, China, Holanda y Venezuela). Si se compara la estructura de destinos de Argentina (sólo principales importadores mundiales) respecto a la de Brasil y Estados Unidos para el año 2008, se puede señalar lo siguiente: Brasil destina el 18% de sus exportaciones a Japón, mientras que Argentina sólo el 1%; Argentina destina el 14% de sus exportaciones a tres países europeos de altos ingresos (Reino Unido, Alemania y Holanda), mientras que Brasil sólo el 10% de sus colocaciones. Para Estados Unidos, un mercado muy importante es Rusia, que representa el 18% de sus colocaciones; para Argentina y Brasil, el país asiático es un destino relevante pero no tan determinante (se queda con sólo el 4% de las exportaciones). En el Gráfico siguiente puede apreciarse la evolución de las colocaciones argentinas en los principales mercados importadores mundiales. Las exportaciones del país han crecido más hacia Alemania y Holanda, y más recientemente hacia el Reino Unido y Rusia. Japón, como ya se mencionara, es un destino difícil para la cadena. La entrada a los mercados de altos ingresos es importante por la diferencia de precios que éstos convalidan respecto de otros destinos para un mismo producto y porque demandan productos de mayor calidad y valor agregado. En una comparación de precios recibidos en cada mercado por productos a priori bastante similares,26 se encuentra, por ejemplo, al considerar las carnes frescas, que Suiza pagó a la Argentina la tonelada de ese producto más de tres veces de lo que pagó Sudáfrica (comparando valores máximos con valores mínimos). Este diferencial de precios se debe generar en parte por diferencias en cuanto a la presentación y calidad del producto (ej: trozado/entero); también en parte por las diferencias en los volúmenes exportados (a mayor volumen menor precio en general), Sudáfrica importó más de 18 mil toneladas de carnes frescas provenientes de Argentina mientras que Suiza importó tan solo 819 toneladas. Pero estos factores seguramente no explican toda la diferencia de precios entre uno y otro mercado; una parte de esta brecha en los precios de exportación tiene que ver con diferencias en los niveles de ingresos de los mercados consumidores y una predisposición distinta de pago por el producto. VI.4 Diferencial de precios en la exportación de pollos enteros versus pollos trozados Exportar un pollo trozado conlleva un mayor precio de exportación que exportarlo entero, esto es así por dos motivos, primero, porque se requiere más trabajo para trozarlo (más costo) y segundo, porque se puede ser selectivo con el destino de las partes y se pueden aprovechar mejor las oportunidades. A continuación se presenta un cuadro donde se detallan los precios de exportación de las diferentes presas como así también su participación relativa dentro del ave entera. Tomando el precio de cada presa ponderado por su participación en el ave entera se puede arribar a un valor que sería equivalente al del ave entera pero vendida en partes y de esta manera se puede comparar la diferencia de ingresos que genera exportar el ave trozada en vez del ave entera. Se desprende del cuadro que si se toma un ave entera, se la troza y se la exporta por partes se genera un ingreso en divisas de US$ 1.737 la tonelada, si este valor se lo compara con el de exportar el ave entera el cual es de US$ 1.376, se deduce que exportar el pollo trozado genera un 26% más de ingresos que si se lo vende entero. Este dato es muy importante porque está diciendo que se pueden mejorar los ingresos sólo con vender el producto trozado en vez de entero (no se necesita aumentar la producción). Se puede generar más ingresos y más empleo con la misma cantidad de producción. VII. Empleo en la cadena aviar (directo e indirecto) Una de las características socioeconómicas que cabe remarcar de la cadena aviar es que tiene una presencia considerable en el interior del país y genera una densa red de proveedores locales estimulando de esta manera la producción y el empleo en esas regiones. La cadena avícola es una importante demandante de mano de obra. De acuerdo a fuentes privadas (CAPIA, CEPA) y a estimaciones propias, el sector ocupa unos 132.000 puestos de trabajo en ambas ramas (carne y huevos), incluyendo los empleos directos en los eslabones primario, industrial, transporte y comercialización y los empleos indirectos (generados en empresas proveedoras de materias primas, con excepción de los granos, insumos y servicios especializados no contemplados para evitar duplicaciones). Estos puestos de trabajo se distribuyen casi proporcionalmente en las dos ramas que integran la cadena. En el caso de la rama de carne, los empleos están más concentrados en los eslabones de producción (primaria e industrial), a diferencia de la rama del huevo y sus derivados donde el empleo está probablemente (no se tienen las cifras exactas para confirmar) en las etapas de transporte, distribución y comercialización (no hay tanto empleo industrial directo y hay menos volumen de empleo en términos relativos en las granjas de reproducción y postura). De acuerdo a las estimaciones el sector de carne aviar genera en la actualidad aproximadamente 68.300 puestos de trabajo (directos e indirectos). En el siguiente cuadro se puede apreciar una desagregación del mismo. Por su parte, la cadena de producción de huevos ocuparía aproximadamente 63.600 puestos de trabajo (considerando empleos directos e indirectos). A continuación se presenta una desagregación de los mismos. VIII. La oportunidad de agregar valor al maíz vía la carne aviar Uno de los insumos más importantes (sino el más importante), tanto en el engorde de pollos como en la producción de huevos, es el maíz. Dicho insumo representa alrededor del 60% de la composición del alimento balanceado y este último tiene un fuerte impacto en los costos de producción (más del 50%). Para la producción de 1 Kg de carne de pollo faenada se necesita de 2,03 Kg de maíz y para producir un huevo se requiere de 96 Grs del mismo. Esto permite pensar que al comercializar carne aviar o huevos se está comercializando indirectamente maíz, es decir, al vender 1 Kg de carne faenada se está vendiendo implícitamente 2,03 Kg de maíz; eso es lo que consumió el sistema para poder producir ese kilogramo de carne y corresponde el mismo análisis para el caso de los huevos. A continuación se presentan 2 cuadros (uno para carne y otro para huevo) con las diferentes alternativas de exportación y los respectivos ingresos que se generan en divisas. Debido a que se sabe cuánto maíz se necesita para elaborar cada uno de esos productos (maíz equivalente) se puede determinar un valor que indica cuánto ingreso en divisas genera ese maíz exportado en forma de carne u ovoproducto. Como ejemplo del razonamiento considérese el caso de la exportación de aves enteras. En el año 2009 se exportaron 92,2 mil toneladas de aves enteras, por un valor de US$ 126,9 millones. Para producir estas toneladas de aves enteras se necesitó de 187,3 mil toneladas de maíz (tomando una conversión de 2,03 kilos de maíz por kilo de carne). A partir de estos números surge que cada una de estas toneladas de maíz se vendió (transformada en carne) a un precio de US$ 678. Considerando que el precio de exportación del maíz (Precio FOB) se aproximó a los US$ 168, se deduce que con la exportación de la carne aviar se multiplicó por 4 el valor del maíz utilizado. Si se realiza el mismo análisis para el caso de la exportación de pechuga (que tiene mayor valor por kilo que el pollo entero) surge que con estas exportaciones se multiplicó casi 7 veces el valor de exportación del maíz en grano. El mismo análisis se puede realizar para los ovoproductos. Entre enero y mayo de 2010 se exportaron 1.191 toneladas de huevo de uso industrial en polvo, a un valor de US$ 4,4 millones. Para producir este volumen de producción se requirieron 8.069 toneladas de maíz (la relación de conversión es 6,8 a 1). Este maíz fue exportado implícitamente a un valor de US$ 551 la tonelada (3,3 veces el valor FOB del grano de maíz). Lo que se desprende de todo este análisis es que la cadena aviar es una actividad muy importante a la hora de agregar valor al maíz, producto que se exporta en gran proporciónsin transformación al resto del mundo (60% de lo que se produce). Aumentando la producción avícola y orientándola al sector externo Argentina exportaría menos maíz en grano y más maíz en forma de carne o huevos multiplicando considerablemente el ingreso de divisas al igual que los puestos de trabajo. IX. Políticas públicas recientes de apoyo al sector IX.1 El caso del programa de compensaciones a faenadores Avícolas Desde el año 2007 los frigoríficos avícolas reciben un subsidio por parte del Estado Nacional con el objetivo de mantener bajo cierto control el precio de la carne aviar en el mercado interno. Estos subsidios tienen origen en la Resolución 746/2007, que incorpora al régimen de compensaciones a los establecimientos faenadores que adquieran granos de maíz y/o soja destinados exclusivamente a la alimentación de aves para su posterior comercialización en el mercado interno como aves evisceradas enteras, trozadas y en todas las formas de comercialización existentes. Todos aquellos interesados en recibir la compensación deben anotarse en el “Registro de Establecimientos de Faenadores Avícolas” que se crea con la resolución anteriormente mencionada. Para determinar el volumen a subsidiar se aplican las tasas de conversión de alimento en carne producida para los granos de maíz y soja y el peso promedio de faena de cada animal. A tal fin, se establecen como coeficientes: 1,81 kg. de maíz por kilogramo de carne faenada y 0,81 kg de soja por kilogramo de carne faenada. Asimismo se fija el peso medio de faena en 2,2 kg por animal faenado. El importe del subsidio consiste en la diferencia entre el Valor FAS teórico que periódicamente publica el Ministerio de Agricultura para el maíz y la soja, según corresponda, y los precios de abastecimiento interno fijados por la Secretaria de Comercio Interior del Ministerio de Economía. Adviértase que el subsidio rige sólo por producción que se destina al mercado interno. El subsidio opera estabilizando el costo de adquisición de los granos que forman la base de la alimentación de las aves (con un costo financiero, dado que existe un rezago entre el momento en que se paga el grano al mayor precio y el momento en que el Estado “devuelve” la diferencia vía subsidio).29 Al ser el costo del alimento tan importante en el precio del pollo, si se lo estabiliza se logra de alguna manera controlar el precio del producto final. Claro está que existen otros costos que el mecanismo deja afuera y que influyen sobre el precio final de la carne aviar (salarios, energía, amortización de bienes de capital, etc.). A su vez el precio del maíz está reducido en el mercado interno por los derechos de exportación y por las restricciones cuantitativas a la exportación. Por la política de intervención del gobierno en los mercados de granos, el programa de compensaciones y los mismos derechos de exportación que recaen sobre los productos de la cadena aviar, el precio del pollo en el mercado interno argentina es seguramente menor al que prevalecería sin toda esta intervención. En los dos gráficos que se presentan a continuación se puede apreciar, en el primero, la evolución mensual del subsidio (promedio mensual, sólo para producción destinada a mercado interno) y en el segundo, un cociente que relaciona el monto del subsidio con el precio del pollo a nivel faena. Los dos gráficos anteriores revelan que el monto del subsidio fue en aumento desde marzo de 2007 hasta febrero de 2008 pasando de 0,15 a 0,85 $/Kg, y que el cociente subsidio / precio tuvo el mismo comportamiento. Esto último quiere decir que el precio del pollo permaneció prácticamente estable en este periodo, con lo cual a priori se podría decir que el subsidio contuvo un posible aumento de precios. Entre febrero de 2008 y diciembre de ese mismo año, tanto el cociente como el monto del subsidio caen, pero el primero lo hace de una manera más acentuada que el segundo. Las estadísticas indican que mientras el subsidio caía el precio del pollo aumentaba, es decir, se producía un movimiento inverso entre ambas variables; podría pensarse que la caída en el monto del subsidio se trataba de compensar con un aumento en el precio del pollo. Desde diciembre de 2008 el monto del subsidio vuelve a aumentar y lo mismo sucede con el cociente pero de manera más suave. Esta última suavidad en la curva se debe a que en este periodo el precio del pollo aumenta pero en una menor proporción a la que lo hace el subsidio; una interpretación sería que el aumento del subsidio amortiguó la suba del precio del pollo. A modo de resumen puede decirse que hubo una primera etapa, hasta marzo de 2008, donde el subsidio contuvo el aumento de precios, luego el subsidio empezó a caer y el precio aumentó, esto se produjo hasta fines de 2008, y a partir de ahí el subsidio volvió a aumentar y el precio siguió creciendo pero a una tasa menor, mostrando de esta manera cierta absorción del aumento por parte del subsidio. Un detalle importante a tener en cuenta es que en febrero de 2008 el subsidio representaba casi el 25% del precio faenador, habiendo empezado en marzo de 2007 con una participación relativa cercana al 5%. Durante el último semestre de 2009 la participación del subsidio en el precio se encontraba estabilizada alrededor del 15%. X. Proyección de crecimiento del sector de carne aviar y sus principales variables La cadena aviar muestra un extraordinario crecimiento en los últimos años, de la mano de un aceitado funcionamiento de la cadena (basado en el modelo de integración entre los eslabones primario y secundario) y de un contexto de tipo de cambio y de políticas públicas que le han sido favorables al mantener bajo los costos en dólares de los servicios y los granos (principal insumo). Su desafío principal es mantener en los próximos años la dinámica mostrada. El escenario esperado probablemente sea menos propicio en términos de precios relativos (dado el probable encarecimiento del maíz y resto de granos si se efectiviza la baja de derechos de exportación y la liberación de mercados), pero más previsible y estable bajo el supuesto que la Argentina mejorará su ambiente institucional, equilibrará las variables macroeconómicas hoy desalineadas (caso de la inflación y el tipo de cambio) y avanzará hacia un entorno de negocios más favorable para la inversión privada en los próximos años. Bajo esta última condición se elabora una proyección de un crecimiento posible (realista) del sector en los próximos 10 años. Esta proyección tiene los siguientes supuestos y resultados: Que el consumo de carne aviar por habitante llegará a los 40 kilos en el 2020, con una tasa de crecimiento interanual del 1,65%. Si bien el consumo interno creció a mayor ritmo en los últimos años, se supone una desaceleración dado el techo que tendría el consumo de carne aviar en función de lo que sucede en otros países (prácticamente no se conocen casos donde se superen los 40 kilos por habitante de esta sola carne, sólo Estados Unidos) y el hecho que la carne aviar debe hacerse un lugar sustituyendo las demás carnes (bovina y porcina), dado que el consumidor Argentino ya consume mucha carne en promedio. Que se logrará mantener un fuerte crecimiento en las exportaciones, del orden del 9,6% anual promedio hasta el 2020 (con tasas decrecientes a lo largo del período). Si bien el escenario de precios relativos puede ser menos favorable para la exportación en los próximos años (por suba de costos en dólares y encarecimiento de granos), se considera que la industria avícola tiene factores de competitividad genuinos construidos a lo largo de los años, asociados a una eficiente conversión de los granos y a una escala de producción que le permiten competir en cualquier mercado y contra cualquier país exportador. Nótese además que la OECD/FAO proyectaun crecimiento del 8,6% de las exportaciones de carne aviar de Argentina en el período 2010/2019, porcentaje levemente inferior al utilizado en la proyección propia. Que la producción acompañará el crecimiento de la demanda interna y de la mayor inserción externa, lo cuál implica suponer que no existe restricción alguna a la expansión de la oferta interna y de todos los eslabones de la cadena (el más crítico probablemente sea el de las Granjas, por lo que puede ser necesario una política pública de apoyo a la inversión en establecimientos avícolas). La producción pasaría de 1,54 millones de toneladas a 2,23 millones de toneladas en el 2020, creciendo a una tasa del 3,8% promedio anual. Que se requerirá incrementar la cantidad de puestos de trabajo para afrontar la mayor producción a un ritmo del 3,5% promedio anual, generando casi 30 mil nuevos puestos de trabajo a lo largo del período (empleos directos e indirectos)32. Nótese que el incremento en el empleo será menor a la variación de la producción, en función que se suponen mejoras tecnológicas que van a llevar a una menor demanda de mano de obra por unidad de producción. Que si el precio medio de exportación ronda los US$ 1.400 la tonelada (valor que se fija sobre la base de los precios de exportación promedio de los últimos años y de la proyección que hace el último informe de la OECD/FAO), el valor de las exportaciones pasaría de US$ 391 millones en la actualidad a US$ 883 millones en el 2020 (un aumento del 125%). Nótese que en los últimos años Argentina mantuvo un market share que osciló entre el 2% y 3%. Si se cumple la proyección realizada y tomando en consideración las proyecciones de OECD/FAO respecto al tamaño del mercado mundial esperado, la participación de mercado de Argentina llegaría al 4,7% hacia fines del período (2020), quedando todavía muy lejos de la participación que ostenta Brasil, líder de mercado, que llegaría al 46% ese mismo año. XI. Reflexiones finales Una ventaja muy importante que tiene el sector avícola argentino es su status sanitario, Argentina está libre de Influenza Aviar y de Newcastle. La irrupción de cualquiera de estas dos enfermedades en el país generaría, entre otras cosas, importantes obstáculos al comercio internacional. Resulta entonces muy relevante mantener el status sanitario actual, que está siempre expuesto a riesgos debido al comercio internacional, la migración de aves silvestres y el ingreso ilegal de aves, entre otros factores. La eficiencia en la producción es una variable muy importante para la competitividad internacional del sector. Recuérdese que el consumo interno de carne aviar se encuentra en niveles elevados y que el crecimiento futuro de la producción dependerá en gran medida de la posibilidad de seguir expandiendo las exportaciones. Argentina posee una cantidad importante de granjas automatizadas (fundamentalmente las que se crearon en los últimos años), pero existen muchas granjas que no poseen el equipamiento adecuado para la cría y el cuidado de las aves, particularmente aquel relacionado con las tareas de alimentación, calefacción, manejo de persianas y ventilación. En pos de mejorar la competitividad del eslabón primario probablemente se requiera implementar políticas (créditos, subsidios, exenciones, etc.) que faciliten la migración de las granjas rezagadas hacia establecimientos con las instalaciones y el equipamiento moderno que requiere la cadena para seguir creciendo. La producción de carne aviar en la Argentina ha sido favorecida en los últimos años por la política pública; el sector se ha beneficiado de subsidios directos (transferencias) y de precios artificialmente bajos de los dos granos que son la base de la alimentación de las aves (el maíz y la soja). Estas políticas probablemente no persistan en el futuro, no se sostengan en el tiempo, ya sea por problemas fiscales o por la presión de otros sectores de la economía que no desean que se apliquen tratamientos públicos diferenciales. Si esto ocurre el sector va a tener un aumento en sus costos de producción y mayores dificultades de inserción. Adicionalmente, el contexto actual de deterioro de tipo de cambio real o de suba de costos salariales en dólares atenta también contra una estrategia exportadora. La cadena y todos sus actores tendrán entonces que prepararse para un contexto interno menos favorable. El desafío será avanzar en acciones y programas (públicos y privados) que generen bajas de costos por aumentos genuinos de productividad y eficiencia. XII. Anexo XII.1 Estimación del empleo en la cadena Los datos utilizados para estimar el empleo en las granjas avícolas surgen de entrevistas a veterinarios, productores y entidades del sector. A continuación se desagrega la metodología de estimación: Para las ponedoras (en postura) se calcula 1,5 empleados cada 10000 ponedoras. Para reproductores de ponedoras se calcula 1 empleado cada 1500 reproductores. Acá el trabajo es mayor, y se considera el proceso integrado, es decir, tienen reproductores que ponen huevos, las maquinas de incubación, recrían las ponedoras, y producen el alimento balanceado (hay que vacunar, tener mayor control de la sanidad, vigilar el plantel las 24 hs, por eso ocupa más gente que la postura). Para el engorde de pollos se calcula 1,5 empleados cada galpón de 20.000 pollos por ciclo. Si bien la tecnología actual permite ocupar menos gente (según trabajos del Ministerio de Agricultura con tecnología de punta se ocupa 1,16 empleado por galpón de 20.000 pollos) hay que considerar que no todos los productores están actualizados con lo cual la cantidad de empleados que ocupa la actividad (en promedio) es mayor que los valores más eficientes. Para la reproducción de pollos de engorde se utiliza el mismo parámetro que en ponedoras con un 30% menos porque no se hace recría ni se fabrica el alimento. Cálculo del empleo en ponedoras: Cantidad de ponedoras: 34.630.043 a 1,5 empelados cada 10000 = 5194 empleos Reproductores de ponedoras: 401.951 a 1 empleado cada 1500 = 267 Total empleo: 5.461 empleos Cálculo empleo en pollos: Cantidad de pollos33: 616.167.742 a 1,5 personas cada 120.000 pollos al año = 7702 empleos Reproductores de pollos: 4.747.172 a 0,7 persona cada 1500 = 2.214 Total empleo pollo: 9.917 empleos. A estos valores se les sumó un 20% más de empleo. Se considera que es muy probable que se ocupe más gente que la que se determinó técnicamente, esto es así porque hay ausencias, feriados, fines de semana, enfermedades, etc. y la cría de animales es un trabajo que necesita atención todos los días. Además las escalas de producción no siempre son las optimas y también hay que considerar que la estimación se hizo pensando en 6 ciclos por año cuando en realidad algunos criaderos hacen menos ciclos con lo cual crían menos pollos con la misma cantidad de empleados. A estos empleos “operativos” se le ha incorporado una persona por granja (que podría ser el dueño) que es quien realiza el trabajo administrativo, de comercialización, toma decisiones de negocio, etc. Esto puede ser discutido porque no todas las granjas tienen el mismo tamaño y se le ha imputado una persona a una granja de 20.000 pollos al igual que a una de 100.000, pero en todo caso se estaría subestimando el empleo, al menos una persona por granja debe haber. Si a los valores estimados se le suma un 20% por enfermedad, feriados, e ineficiencias en la producción y 1 empleado “administrativo” por granja surge el siguiente empleo: Ponedoras: (5461*1,20) + 1131= 7.685 empleos Pollos: (9.917*1,20) + 4066 = 15.966 empleos Estimación del empleo total de la cadena de carne aviar Según un trabajo de SAGPyA de 2006 “Matriz de indicadores para el diseño de políticas agroalimentarias” cada
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