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Revista Internacional de Ciencias
Sociales y Humanidades, SOCIOTAM
ISSN: 1405-3543
hmcappello@yahoo.com
Universidad Autónoma de Tamaulipas
México
GARCÍA SANDOVAL, Jesús Roberto; CARACUEL, José Carlos; CEBALLOS, Oswaldo
MOTIVACIÓN Y EJERCICIO FÍSICO DEPORTIVO: UNA AÑEJA RELACIÓN
Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades, SOCIOTAM, vol. XXIV, núm.
1, enero-junio, 2014, pp. 71-88
Universidad Autónoma de Tamaulipas
Ciudad Victoria, México
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=65452570005
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
MOTIVACIÓN Y EJERCICIO FÍSICO 
DEPORTIVO: UNA AÑEJA RELACIÓN
Jesús Roberto GARCÍA SANDOVAL, 
Universidad Autónoma de Tamaulipas, México 
José Carlos CARACUEL, Universidad de Sevilla, España 
y Oswaldo CEBALLOS, Universidad Autónoma de Nuevo León, México
RSM
El presente trabajo tiene como objetivo demostrar la importancia 
de la motivación para la práctica del ejercicio físico y el deporte, en 
su etapa de inicio, mantenimiento y/o rendimiento. Se realiza una 
revisión teórica sobre el impacto que tiene la motivación como proceso 
de activación de la conducta relacionada con la activación física en las 
personas. Las diversas teorías de la motivación se examinan, no con 
la nalidad de que sea un simple repaso de ellas, sino para analizar 
su relación con el ejercicio físico deportivo, ya sea a nivel amateur o 
profesional. Conjuntamente se analiza la importancia del clima mo-
tivacional para optimar y mantener a las personas en la práctica del 
ejercicio físico o deporte.
Palabras clave: motivación, deporte, ejercicio físico, clima mo-
tivacional.
MOTIVATION AND PHYSICAL EXERCISE: 
AN AGED RELATION
ASTRACT
The present work aims to demonstrate the importance of motiva-
tion for the practice of physical exercise and sport, in their starting 
stages, maintenance, and/or performance. A theoretical review im-
pact on motivation as a process of behavioral activation related to 
physical activation in people is performed. The various theories of 
motivation are discussed, not to be a simple review of them, but to 
analyze their relationship with sport exercise, whether at amateur or 
professional level. Likewise, it examines the importance of motivatio-
nal climate to optimize and keep people in the practice of physical or 
sport exercise.
Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades SOCIOTAM 
Vol. XXIV, N. 1 (2014) pp. 71-88.
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
Keywords: Motivation, sport, physical exercise, motivational 
climate.
Pocos conceptos psicológicos han hecho correr tantos ríos 
de tinta como el de motivación. A lo largo de la historia de la Psicolo-
gía son muy numerosas las teorías elaboradas para explicar –explícita 
o implícitamente– dicho concepto. Según Pérez y Caracuel (1997), la 
mayor parte de esas teorías pueden categorizarse en torno a tres ti-
pos de dicotomías, cada una de las cuales explicaría la motivación en 
función de los siguientes planteamientos: 
1. Causas externas vs causas internas ( siológicas o cogni-
tivas).
2. Procesos energéticos (activadores) vs procesos direccio-
nales del comportamiento.
3. Niveles superiores (más especí camente humanos) vs 
niveles inferiores del comportamiento (más biológicos y, 
por tanto, compartidos con animales).
Los mencionados autores de nen la motivación como ha-
ciendo “referencia a una idea multifacética [que englobaría] a todos 
los determinantes de la acción, al conjunto de factores que… in uyen 
en la emisión de una conducta determinada en una situación concre-
ta” (1997:15). 
Por su parte, Dosil y Caracuel (2003), la de nen como: 
un factor disposicional que depende de ciertas característi-
cas del sujeto, como su condición (física y psíquica) actual o 
su biografía (gustos, preferencia etc.), así como de objetos o 
eventos a los que tiende a acercarse o alejarse, de los factores 
nivel de privación, necesidades, temperatura ambiente, etc., 
que aumentan o disminuyen en cada momento el valor moti-
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
vacional, así como de las relaciones actuales-históricas de ese 
individuo con sus motivos particulares (2003:176).
Una confusión relativamente común se produce al hablar de 
motivación y de motivos como algo indistinto, pero es necesario di-
ferenciarlos. Motivación se re ere a la disposición de una persona a 
actuar de determinada manera en función de un conglomerado de 
factores y circunstancias que concurren en un momento determina-
do, es decir, en un campo psicológico (Kantor, 1967). Motivos serían 
algunos de esos factores más concretos.
El concepto de motivación ha estado implícitamente presente 
desde la antigüedad, y a lo largo de toda la historia de la humani-
dad, vinculada al deseo y a la necesidad de explicar el porqué de la 
actividad humana. Desde un punto de vista más psicológico, hasta 
el año de 1936 no apareció el primer libro dedicado enteramente a 
la motivación: Motivation of Behavior (Young, 1936). A mediados de 
siglo fue abordada por corrientes conductistas, siendo de destacar la 
relevancia que adquirieron conceptos tales como el de instinto (utili-
zado por McDougall), el impulso o “drive” (Woodworth), la pulsión 
(Skinner), etc. Posteriormente las teorías cognitivas aparecieron en 
el ámbito psicológico, aportando sus propias teorías (Roberts, 1995). 
La motivación es un componente esencial para el desarrollo y 
funcionamiento del ser humano y está presente en cualquier aspecto 
del comportamiento humano: laboral, educativo, social, deportivo, 
etc. (Riera, 1995). Por su parte, Roberts (o.c.), señala la importancia 
de la motivación para lograr el éxito, el desarrollo y óptimo funciona-
miento de una empresa, organización o país. 
También Caracuel (2004) señala que la motivación y el éxito 
van de la mano, mas no se puede a rmar que la motivación por sí 
sola traerá como consecuencia excelentes resultados. Estos no son de-
terminantes para obtener el éxito, sino que el éxito traerá como con-
secuencia mejor motivación y, por lo tanto, mejor rendimiento, lo que 
hace evidente que el éxito es una buena forma de motivar a las perso-
nas, pues de obtener resultados positivos en un lapso determinado, 
se podrá seguir motivado. 
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
LA MOTIVACIÓN 
 EN EL CONTEXTO DEPORTIVO
La motivación es un elemento esencial en el deporte, que 
ejerce una in uencia signi cativa respecto del inicio, mantenimiento 
y/o abandono del mismo por parte de los practicantes; igualmente 
resulta útil para evaluar el rendimiento, así como la orientación y la 
dirección de la conducta del deportista. A partir de aquí, se podrán 
establecer estrategias de motivación efectivas. 
La motivación afecta notablemente al rendimiento de un de-
portista o equipo, pues aquél no sólo depende de la preparación fí-
sica, técnica o táctica de los deportistas. Una actuación e caz en las 
competencias requiere de una adecuada motivación, generalmente 
alta y positiva.
La Psicología del Deporte, desde sus inicios, incorporó en sus 
investigaciones el proceso motivacional (Cantón, Mayor y Pallarés, 
1990); en su estudio sobresalen dos corrientes, la europea y la nor-
teamericana. La corriente europea se caracterizapor el interés del 
psicólogo, no tanto en el alto rendimiento del deportista, sino por su 
motivación y su interés por la tarea a realizar; estas investigaciones 
se llevaron a cabo principalmente en institutos de educación física y 
centros de medicina deportiva. En la corriente norteamericana los es-
tudios se encauzan principalmente hacia la consecución del resultado 
y del alto rendimiento de los deportistas; los trabajos de investigación 
son realizados principalmente en centros universitarios (Miranda y 
Bara, 2002).
Para Mayor y Tortosa (1990), “Las investigaciones motiva-
cionales más recientes se han centrado en... tres grandes áreas... el 
deporte de competición y de alto rendimiento, el deporte juvenil e 
infantil y las diferencias sexuales...” (1990:350). La motivación no sólo 
estudia al deportista, sino a todos los actores que se involucran en 
su actividad: deportistas, padres de familia, entrenador, a ción, árbi-
tros, relación de grupos, rendimiento, etc. 
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
Las investigaciones en el campo de la motivación propugnan 
que –dado el tipo de trabajo que realiza un deportista, en el que se de-
sarrolla un esfuerzo elevado y constante, la mayoría de las veces– las 
actividades a realizar en los entrenamientos deben ser interesantes, 
novedosas y satisfactorias, a n de que el deportista se mantenga mo-
tivado, el rendimiento sea el más adecuado y el esfuerzo satisfactorio 
(Miranda y Bara, 2002).
A continuación sigue la revisión de las teorías más signi ca-
tivas dentro de este tópico. No pretende ser un mero repaso de las di-
ferentes maneras de abordarlo –cosa ya conocida y que resultaría su-
per ua–, sino un trabajo de su aplicación al ámbito de la práctica del 
ejercicio físico y el deporte. Se analizarán las siguientes teorías: Moti-
vación de logro, Ansiedad de prueba, Atribuciones, Establecimiento 
de metas, Autoe cacia y teoría de la Autodeterminación, por ser los 
modelos más empleados para explicar la motivación en el deporte, y 
cuyos constructos teóricos destacan la importancia de la motivación 
en el proceso de la actividad del deportista. Además, se abordará de 
manera especial el clima motivacional.
LA MOTIVACIÓN DE LOGRO 
 EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL DEPORTE
La teoría de motivación de logro sostiene que los deportistas 
pretenden evitar el fracaso y sentirse orgullosos de sus logros, y se 
basa principalmente en el estudio de aquéllos que buscan demostrar 
sus habilidades y conseguir sus éxitos. Pérez y Caracuel (1997) –citan-
do a McClelland y Atkinson– señalan que el deporte es una actividad 
donde se pueden encontrar individuos con estas características, mo-
tivados por alcanzar un buen resultado y/o evitar el fracaso en una 
competencia deportiva. El modelo de competencias (White, 1963; ci-
tado en Pérez y Caracuel, 1997), indica que un deportista con un alto 
nivel de motivación de logro elegirá tareas complejas que le permitan 
demostrar sus habilidades y destrezas o dominio, y en las que pueda 
conseguir sus logros. 
La motivación de logro en el deporte y el ejercicio físico, y 
especí camente en adolescentes, ha sido objeto de estudio en los úl-
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
timos años del siglo XX y principios del actual. Son tres los factores 
más importantes que in uyen para de nir el tipo de orientación ha-
cia el logro en el contexto deportivo; se trata de las personas más sig-
ni cativas –padre, madre, profesor– a la hora de orientar la consecu-
ción del éxito (Gutiérrez y Escartí, 2006; Jiménez et al., 2006; Moreno 
et al., 2006). 
Otra variable de gran trascendencia para que el adolescente 
practique ejercicio físico o deporte con esta orientación son los fac-
tores situacionales, re riéndose especí camente a las conductas o 
criterios sobre las que el individuo posee destrezas para practicar 
alguna actividad que le permita demostrar habilidad, conseguir la 
aprobación social o buscar la superación. De esta manera, estudios 
relacionados con la práctica de actividades físico-deportivas en Es-
paña, hacen referencia a la importancia que tienen los iguales para 
la in uencia de la práctica de ejercicio físico, y con una determinada 
orientación hacia el logro (Moreno et al., 2006).
TEORÍA DE LA ANSIEDAD DE PRUEBA 
 EN EL EJERCICIO FÍSICO Y DEPORTE
La ansiedad en el deporte es considerada como un elemento 
que puede afectar al desarrollo de las competencias deportivas, pu-
diendo incidir signi cativamente en la consecución de un rendimien-
to óptimo por parte del deportista. 
La ansiedad interviene considerablemente en las competicio-
nes deportivas e in uye en los resultados de los deportistas, tanto 
a nivel amateur como profesional. Actualmente los estudios sobre 
ansiedad no solo se ubican en personas o deportistas comunes, sino 
también sobre deportistas con discapacidad física, sensorial o incluso 
psíquica, ya que son campos donde puede existir mayor ansiedad 
por la falta de algún sentido o capacidad, lo que debiera in uir en 
el rendimiento de los resultados en las competiciones. Sin embargo, 
diversas contribuciones han demostrado que en algunos casos no se 
han encontrado diferencias en ansiedad entre personas con discapa-
cidad y sin discapacidad (Guillén, Santana y Bara, 2006).
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
Cuando un deportista posee niveles de ansiedad altos, eso 
puede in uir negativamente en su rendimiento; así lo con rman To-
rres, Torregrosa y Roca (2007), en estudios con nadadores hispanos 
en la ciudad de Barcelona, demostrando que los valores de ansiedad 
son bajos cuando las experiencias han sido positivas en cuanto a ren-
dimiento deportivo; sin embargo, si aumenta el nivel de ansiedad se 
produce una baja en el rendimiento, aumentando la correlación exis-
tente entre estas dos variables.
Existe una dicotomía en relación a cómo los deportistas con-
sideran la ansiedad: los deportistas que se consideran capaces o con 
una orientación a la tarea con metas más complejas, la consideran 
como favorecedora de su rendimiento, mientras que los deportistas 
con una orientación a la tarea, pero con metas más sencillas, la consi-
deran perjudicial. Lo mencionado puede tener variaciones de acuer-
do con el deporte, la edad, el género y el tiempo de práctica (Pozo, 
2007).
TEORÍA DE LA ATRIBUCIÓN 
 EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL DEPORTE
En el deporte de competición se producen resultados favo-
rables y no favorables; el deportista, al término de las competencias, 
realiza atribuciones sobre las causas del resultado. Como se dijo, si 
fue positivo lo suele atribuir a causas propias y, si es negativo, a cau-
sas externas (Roberts, 1995). Las experiencias pasadas in uyen consi-
derablemente en las posteriores. Si el resultado anterior fue favorable, 
su estado de ánimo y sus expectativas tienden a ser positivos; por el 
contrario, si el deportista obtuvo un fracaso, tenderán a ser negativos. 
El modelo atribucional resulta de interés para explicar la 
motivación en el deporte, lo que se podrá comprender mejor en el 
siguiente ejemplo. En un partido de tenis existen dos participantes, 
A y B, los cuales buscan el triunfo; no obstante, para lograrlo, entran 
en juego la variable disposicional y la situacional, a las que hicimos 
alusión en párrafos anteriores. Al nal de un espectacular juego, el 
participante B resulta triunfador, y se le pregunta a qué corresponde 
esta victoria, a lo cual responde que es debido a su talento, trabajo y 
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
buena preparación. Cuando el participante A es cuestionado sobre su 
derrota, indica que es por una lesión, por la raqueta o por el cambio 
de clima repentino. El participante B posiblemente verá incrementa-
da la motivación, mientras que el participante A mostrará una dis-
minución en la motivación. Por otra parte, el jugador B nunca indicó 
que el espectacular juego fue debido a la excelente preparación de su 
oponentey que su triunfo fue en parte por el cambio de clima o por la 
lesión del contrincante; el triunfo fue adjudicado a su capacidad (dis-
posicional), mientras que el deportista A no señaló que si se hubiese 
preparado, trabajado y esforzado más, no sería derrotado, así como 
tampoco señaló que su rival fue mejor o que tenía mejor preparación. 
(Mendelsohn, 2001).
Este ejemplo deja claro el modelo de atribución causal y el 
grado de motivación que logra en un sujeto, de acuerdo con el éxito 
o fracaso, así como su importancia para futuras ejecuciones. Aunque 
este ejemplo está basado en un juego deportivo, pude suceder en 
cualquier ámbito. 
Por su parte, Rodríguez y Castellano (2007) demuestran, en 
estudios realizados con jóvenes adolescentes en la ciudad de Bogotá, 
Colombia, la importancia del manejo del proceso de las atribuciones 
en los deportistas: un buen entrenamiento en atribuciones de causali-
dad aumenta el rendimiento de los deportistas en sus competiciones. 
Los autores concluyen que aquellos deportistas con una atribución 
al locus de control interno adjudican los resultados a factores indivi-
duales; por lo contrario, aquellos deportistas con un locus de control 
externo, los atribuyen a factores externos, lo que permite demostrar la 
importancia de la teoría de las atribuciones en el deporte.
TEORÍA DEL ESTABLECIMIENTO DE METAS 
 EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL DEPORTE
El establecimiento de metas en el deporte es considerado 
como sustancial para el desarrollo de los deportistas, tanto en su ins-
trucción como en las competencias. El establecimiento de metas es 
factible desde el deporte por diversión hasta el de competición, así 
como en el ejercicio físico escolar y extra escolar; ello permite que el 
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
deportista tome consciencia de su esfuerzo y cumpla las metas esta-
blecidas. Es necesario que el sujeto, cuando se inicia en una Activi-
dad Física Deportiva (AFD), se plantee un número de metas a corto y 
mediano plazo para que, cuando las obtenga, se presente el continuo 
de motivación, esforzándose y manteniéndose en la actividad físico-
deportiva.
Rangel, González y Sebrango (2003) especi can algunas se-
ries de recomendaciones para que los deportistas logren un mejor 
rendimiento en sus prácticas y sus competencias. En primer lugar, 
que el entrenador o profesor de educación física elabore conjunta-
mente con el deportista un programa de metas; en segundo, que se 
realice una evaluación de habilidades, que permita establecer metas 
objetivas, que estén de acuerdo con la capacidad del deportista y que 
no sean demasiado simples, aunque tampoco inalcanzables, para que 
éste no se desmotive por una u otra razón.
Otro aspecto importante con relación al establecimiento de 
metas se re ere a aquéllas que se establecen en equipo o grupo, ne-
cesarias en los deportes que lo requieren. Para esto, quien tiene que 
apropiarse del control del equipo es el entrenador que, con una acti-
tud democrática, escuchará las opiniones de los deportistas que tiene 
a su cargo, para conjuntamente establecer las metas apropiadas. El 
entrenador es un agente mediador entre los deportistas y las metas 
establecidas; conocer las metas de equipo le permite establecer los 
grados de di cultad de acuerdo con su realidad; jar metas a corto, 
mediano y largo plazo incrementará la motivación. Las metas esta-
blecidas en un inicio pueden ser modi cadas, según sea la situación 
o circunstancias del contexto.
Para conseguir un mejor rendimiento es necesaria la parti-
cipación re exiva de los deportistas y establecer compromisos de 
equipo, los cuales tendrán relación con las metas individuales; para 
lograr que los deportistas se encuentren motivados es conveniente 
proporcionar retroalimentación que permita analizar objetivamente 
la participación y el rendimiento. Asimismo, se deberán establecer 
estrategias para que, a través del refuerzo de las actividades, se logre 
un mejor rendimiento (Cañizares, 2002; Rangel, González y Sebran-
go, 2003).
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GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
TEORÍA DE LA AUTOEFICACIA 
 EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL DEPORTE
El modelo de Bandura (2000) encontró en el deporte un área 
de aplicación en la que puede observarse cómo el deportista con un 
alto nivel de autoe cacia tiende a realizar actividades complejas, aun-
que éstas le exijan un esfuerzo considerable en la ejecución de la ta-
rea, ya que el logro de esa meta elevará su autoestima y rea rmará su 
nivel de motivación.
Los ejercicios que se planeen en la práctica del deporte o del 
ejercicio físico deben tener un carácter que le permitan al adolescente 
aumentar su nivel de con anza, para que no abandone la actividad 
con el tiempo; por tanto, los ejercicios tendrán una coherencia con su 
desarrollo físico y psicológico, y serán acordes a sus habilidades y 
capacidades. Para conseguir aumentar su con anza es necesario que 
el entrenador o profesor oriente al adolescente, para que la compa-
ración que realice en su práctica física o deportiva sea con él mismo 
y no con sus iguales, rea rmando aquí la importancia del gusto por 
la tarea y el mantenimiento por la motivación intrínseca, y no por el 
resultado (Joloy, 2006; Mancilla y Martínez, 2004; Torre, Cárdenas y 
García, 2001).
En el deporte no competitivo es necesario que el entrenador 
identi que cuáles son los motivos que tienen sus deportistas para 
practicar AFD. Ello le permitirá ajustar los entrenamientos para que 
sean del agrado de los deportistas y puedan demostrar las habilida-
des y destrezas que les requiere cada actividad. De esta forma, po-
drá incrementar los niveles de autoe cacia de sus pupilos, siendo 
pertinente transitar a un segundo término –quizá deporte competi-
tivo– conforme se presente el rendimiento. En el deporte competiti-
vo, el clima motivacional o de entrenamiento debe tener las mismas 
características que las del deporte no competitivo, solamente que el 
entrenador diseñará las estrategias que le permitan incrementar o 
mantener la autocon anza para que se ejecuten las actividades con 
un buen nivel de maestría (Olaya, 2008; Mancilla y Martínez, 2004; 
Torre, Cárdenas y García, 2001).
81
GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
En el deporte, así como en el ejercicio físico, es indispensa-
ble sentirse e caz para incrementar el rendimiento y disminuir el 
abandono. Esto permite al deportista elegir tareas de acuerdo con sus 
capacidades y sentirse con la seguridad de lograr lo que se ha pro-
puesto, sin caer en un exceso de autocon anza, desatendiendo los 
entrenamientos o desestimando al rival. Puede que los resultados es-
perados no se cumplan; de ahí la necesidad de manejar correctamen-
te la autoe cacia para que los objetivos planteados por el deportista 
sean los adecuados a sus competencias.
TEORÍA DE LA AUTODETERMINACIÓN 
 EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL DEPORTE
La Teoría de la Autodeterminación (TAD) en el deporte y el 
ejercicio físico es considerada fundamental para que el deportista se 
encuentre motivado intrínsecamente y perdure más tiempo en su ac-
tividad física. La TAD en el deporte de competición realiza estudios 
que demuestran la importancia de esta teoría para que el deportista 
esté más autónomamente motivado, destacando que a mayor motiva-
ción autodeterminada existe mayor valoración por él mismo, en tanto 
que cuando participa con autonomía, el deporte o EF logra ser una 
práctica positiva (Balaguer, Castillo y Duda 2008). Al respecto, Mo-
reno y Martínez (2006) destacan la importancia de la realización de 
estudios sobre deporte no competitivo y ejercicio físico –relacionados 
con los motivos de la práctica y per les motivacionales– bajo la óptica 
de esta teoría, ya que ofrece bases teóricas y metodológicas para que 
el sujeto practique actividades físico-deportivas desde la perspectiva 
de su propia voluntad, motivado intrínsecamente por el gusto o sa-
tisfacción que le ofrece la actividad (Moreno, Cano,González-Cutre 
y Ruiz, 2008). 
Estos autores, siguiendo la línea de esta teoría, llevaron a 
cabo estudios con deportistas federados españoles de salvamento 
deportivo, destacando entre sus resultados que los deportistas con 
orientación a la tarea y motivación intrínseca puntuaron más alto en 
el per l autodeterminado, mientras que los deportistas con orienta-
ción al ego y desmotivación presentaron valores altos en el per l no 
autodeterminado, corroborando y fortaleciendo la TAD.
82
GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
CLIMA MOTIVACIONAL EN EL EJERCICIO 
 FÍSICO Y EL DEPORTE
Numerosos estudios han demostrado la importancia de la 
práctica de la AFD para mejorar hábitos que permitan poseer mejor 
salud y calidad de vida, dejando claro muchos de ellos que en la ado-
lescencia es donde se producen declives en estas actividades (García-
Sandoval y Caracuel, 2007). En esta etapa, los motivos para realizar 
alguna actividad –y que esté dispuesto el adolescente a brindarle 
tiempo y espacio– son determinados por factores hedonistas, pero 
también limitados por circunstancias tales como el noviazgo, formar 
parte de un grupo de amigos, trabajar, la escuela, etc., o simplemente 
porque no encuentran que la AFD les brinde placer. 
Sin embargo, la práctica de AFD en esta edad es fundamental 
para adquirir hábitos que les permitan, en un futuro, tener la cultura 
del ejercicio físico y poseer un mejor estilo de vida. Miquel (1998) 
señala que el problema de fondo actual ya no radica en convencer a 
la población de los bene cios de la actividad física, sino en diseñar es-
trategias que ayuden a los individuos a permanecer en un programa 
de AFD una vez que estén asentados en él. Ya no basta con brindar 
información, sino que es necesario pasar a la acción, e intervenir des-
de los distintos sectores sociales, educativos y políticos para poder 
solucionar este problema. Conforme avanza la edad, y el joven ini-
cia sus estudios en la universidad, disminuye considerablemente la 
práctica de AFD, motivada por el exceso de trabajo que requiere. Se 
considera que, desertar o abandonar las AFD a esa edad, in uye en su 
vida adulta, por lo que se hace necesario, como señala Miquel (1998), 
el diseño de estrategias que permitan que el adolescente no abandone 
la actividad deportiva en la que se encuentra.
Es necesario realizar investigaciones que demuestren las cau-
sas o motivos que actúan como barreras para practicar ejercicio físico, 
ya que existen instituciones con excelentes espacios para la prácti-
ca del ejercicio físico y el deporte, con entrenadores o maestros de 
educación física certi cados, razón por la cual debieran motivar a los 
adolescentes para la práctica de alguna actividad. En cambio, el re-
sultado es el absentismo, lo que hace necesario que se analicen las 
83
GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
causas o procesos motivacionales que permitan entender a los adoles-
centes, e intervenir para concienciar sobre los bene cios de la práctica 
físico-deportiva.
No consideramos al adolescente como pasivo o poco partici-
pativo, coincidiendo con lo expuesto por Yuste, López, García, Gar-
cía y Rodríguez (2007); ésta sería una idea muy reduccionista si se 
relaciona con las AFD, ya que en esta edad el joven se involucra en 
amplias actividades que le permiten desarrollar su personalidad.
Se hace necesario identi car el clima motivacional que nos 
permite identi car, en los entrenamientos o en las clases de educa-
ción física, el tipo de orientación que se da, con el propósito de eva-
luar el entorno y las características de las prácticas, ya estén enfoca-
das hacia la tarea o hacia el ego; esta dualidad nos permite identi car 
si el entrenador está utilizando el tipo de motivación correcto con sus 
estudiantes. 
En un clima motivacional orientado hacia la tarea, el adoles-
cente durante el entrenamiento debe disfrutar las actividades, poner-
se metas de aprendizaje, recibir feedback de su aprendizaje, estar con 
disposición de aprender y colaborar, y no ser corregido de forma pu-
nitiva. Este tipo de clima motivacional es el adecuado para aquellos 
sujetos adolescentes que inician una AFD. 
Por otra parte, el clima motivacional orientado hacia el ego, 
está orientado a deportistas que están en constante competición (re-
gional, nacional o internacional), en donde no solo se trata de demos-
trar las habilidades o capacidades físicas e intelectuales, sino de ser el 
mejor en determinada disciplina deportiva. En los entrenamientos, el 
clima motivacional está orientado hacia la rivalidad, las marcas, com-
paración social, desigualdad y un proceso direccional en busca del 
triunfo, disfrutando en menor grado la práctica de las AFD (Chantal, 
Guay, Dobreva-Martinova y Vallerand, 1996).
El contexto o entorno social donde se desarrollan las perso-
nas, así como la edad y el sexo, son factores determinantes para emi-
tir conductas positivas o negativas, según la situación presente. En 
cuanto a la práctica de una actividad física, se puede considerar a las 
84
GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
personas como activas o no activas, según la frecuencia o la intensi-
dad de la práctica. Aunado a esto, los motivos que se tienen para la 
práctica de AFD varían de acuerdo con las variables anteriormente 
señaladas (Ruiz, García y Díaz, 2007). 
Los agentes sociales (padres, maestros, amigos, entrenadores, 
etc.), son pieza esencial para que el adolescente practique EF, depen-
diendo la in uencia sobre la participación del tipo de personas que se 
encuentran en su entorno social, pues de acuerdo con la orientación 
de meta que tengan los adultos, así será la in uencia que ejerzan. Al 
respecto, Gutiérrez y Escartí (2006) señalan la in uencia de padres y 
profesores sobre la orientación de meta de los adolescentes, destacan-
do que una orientación de meta orientada hacia el ego por parte de 
padres o profesores, es percibida y asimilada como tal por el adoles-
cente, y su desarrollo en las actividades tendrá la misma orientación. 
Por el contrario, si el padre, profesor o entrenador poseen 
una orientación de meta orientada hacia la tarea, el adolescente desa-
rrollará la misma orientación, incrementando el gusto por la tarea, el 
placer de la práctica y el sentirse bien. 
Para concluir la idea anteriormente señalada, es convenien-
te destacar que la in uencia de los padres, maestros y entrenadores 
es fundamental para orientar a los adolescentes a practicar AFD; sin 
embargo es necesario ser cauteloso en la orientación de meta, que el 
adolescente debe tener más arraigada para que estos hábitos perdu-
ren y subsistan en la vida adulta.
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Jesús Roberto GARCÍA SANDOVAL
Doctor en aprendizaje y cognición por la Universidad de Se-
villa. Licenciado en ciencias de la educación y máster en do-
cencia por la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Profesor 
titular en el área de aprendizaje, de la carrera de tecnología 
educativa y de la maestría en docencia de la UAMVH-UAT. 
Entrenador deportivo de volibol categorías infantiles. Ha pu-
blicado artículos en libros relacionados a educación media 
superior, así como ponencias y comunicaciones referentes a 
aprendizaje y ejercicio físico en diversos congresos nacionales 
e internacionales. Correo E.: jrgarcia@uat.edu.mx
José Carlos CARACUEL TUBIO
Licenciado y doctor en psicología por las universidades de 
Barcelona y Sevilla y especialista titulado en psicología del 
deporte por esta última en la que, asimismo, ha sido profesor 
88
GARCÍA S., J.R. CARACUEL, J.C. y CEBALLOS, O.
titular de “Psicología del aprendizaje: comportamiento huma-
no” y de “Psicología del deporte y el ejercicio”. Desde hace 
más de veinte años viene centrando su labor investigadora en 
psicología del deporte y del ejercicio, área en la que ha desarro-
llado y dirigido proyectos de investigación y tesis doctorales, 
publicando numerosos artículos y libros o capítulos de libros, 
así como ponencias y publicaciones a congresos nacionales e 
internacionales. También ha realizado labores docentes en los 
cursos de entrenadores de futbol y remo. Fue presidente de la 
Federación Española de Psicología de la Actividad Física y del 
Deporte (FEPD) durante cuatro años (1999-2003).
Oswaldo CEBALLOS GURROLA
Doctor en ciencias de la actividad física y el deporte por la Uni-
versidad Zaragoza (España). Posgrado en dirección y gestión 
de instalaciones deportivas, Fundación San Valero (España). 
Maestría en dirección y gestión de actividades e instalacio-
nes de tiempo y aire libre, COLEFA y la Comunidad Europea 
(España). Maestría en ciencias del ejercicio, y licenciado en 
Organización Deportiva, UANL. Profesor de la licenciatura, 
maestría y doctorado, en Ciencias del Ejercicio, ha dirigido y 
desarrollado proyectos de investigación, así como asesoría de 
tesis doctorales. Posee divulgaciones y ponencias en congresos 
nacionales e internacionales, así como publicaciones de diver-
sos artículos, libros o capítulos de libros. Es coordinador de la 
Revista Mexicana de Cultura Física y Deporte (Conade).

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