Logo Studenta

Dialnet-LaSociedadYSusElementosUnaAproximacionAlPensamient-6086151

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
LA SOCIEDAD Y SUS ELEMENTOS 
 
UNA APROXIMACIÓN AL PENSAMIENTO DE RAFAEL ALVIRA 
SOBRE LOS ELEMENTOS QUE CONFIGURAN UNA SOCIEDAD 
 
 
Society and its Elements 
 
An approach to the discerning of Rafael Alvira 
on the elements that make up a society 
 
Linda Paz Quezada 
 
Fecha de recepción: 4 de mayo de 2017 
Fecha de aprobación: 5 de junio de 2017 
 
Auctoritas Prudentium, ISSN 2305-9729, Año IX (2017), No. 17 
 
 
 
Resumen 
Entender cómo funciona una sociedad no es tarea fácil, su realidad es compleja y 
plural. Se ha de atender a las características de su historia, cultura, desarrollo 
económico, legislativo y político, entre otras realidades. A lo largo de la historia, 
filósofos, sociólogos, economistas, juristas y científicos han aportado visiones, a 
veces complementarias otras antagónicas, sobre el origen, estructura y 
organización de la sociedad en que viven y sobre cómo piensan que podría ser la 
perfecta, o por lo menos la mejor posible. Sin pretender establecer un molde único 
para la sociedad, ni para su estructura política, este ensayo intenta en cierto grado 
y siguiendo principalmente las ideas de Rafael Alvira, exponer los elementos que 
integran una sociedad, desde una pequeña y más perfecta como es la familia, 
hasta una de mayor ámbito como es el Estado. El profesor Alvira en varios libros y 
ensayos publicados ha intentado, como él dice, exponer de forma sistemática los 
distintos elementos que configuran una sociedad. Se hará ahora una síntesis de 
algunos de esos documentos, sin presentar aún un estudio crítico ni completo, y 
se enriquecerá el texto con el planteamiento de otros autores y con reflexiones 
personales. 
 
Palabras clave 
Sociedad, trascendentales sociales, categorías sociales, instituciones sociales, 
hábitat, economía, derecho, política, ética, religión, familia, Estado, sociedad civil, 
mercado, empresa, Rafael Alvira. 
 
Abstract 
Understanding how a society works is not easy, it’s a complex and plural reality. It 
has to take into account the characteristics of its history, culture, economic, 
legislative and political development among other realities. Throughout history 
philosophers, sociologists, economists, jurists and scientists have contributed with 
 2 
visions, sometimes complementary, others antagonistic, about the origin, structure 
and organization of the society in which they live and how they think they could be 
the perfect, or at least the best possible. Without trying to establish a unique mold 
of society, nor its political structure, this paper tries to explain, following mainly the 
ideas of Rafael Alvira, the elements that conforms a society, from a small and more 
perfect as the family, to a greater scope as it is the State. Professor Alvira in 
several books and articles has, as he says, tried to expose in a systematic way the 
different elements that conforms a society. The present work tries to summarize 
some of these documents, without even being a critical or complete study, 
enriching it with other authors and with personal reflections. 
 
Key words 
Society, transcendental, categories and social institutions, habitat, economy, law, 
politics, ethics, religion, family, State, civil society, market, companies, Rafael 
Alvira. 
 
Sumario: 1. Introducción. 2. La sociabilidad de la persona humana. 3. Elementos 
que configuran la sociedad, una aproximación. 4. Conclusión. 
 
 
Introducción 
La compleja y plural realidad social hace difícil que se pueda hablar de ella en 
breves pinceladas, puesto que se ve influida por la cultura, tradiciones, 
dinamismos y entornos variados. A lo largo de la historia, filósofos, sociólogos, 
economistas, juristas y científicos han aportado visiones a veces complementarias, 
otras antagónicas sobre el origen, estructura y organización de la sociedad en la 
que viven y sobre cómo podría ser la más perfecta, o por lo menos la mejor 
posible. Lo que hemos aprendido en la historia es que la sociedad permanece en 
movimiento continuo, sin un programa establecido y en la época actual dada la 
masificación, la globalización, la especialización y la irrupción de las nuevas 
tecnologías, se ha producido un giro social tal que las instituciones que conforman 
la sociedad se ven en la necesidad de adoptar nuevos modos organizativos, 
políticos, sociales, pedagógicos, etc., acordes a la nueva realidad. El proceso de 
cambio ha tomado ahora una velocidad significativa. En el pasado también hubo 
cambios profundos, como los sucedidos durante el Renacimiento o la Revolución 
Industrial, pero el entorno cambiaba con mucha lentitud, a diferencia de las 
rápidas y significativas transformaciones que están teniendo lugar en el momento 
actual. 
 
Sin ánimo de establecer un molde único de sociedad y sin desacreditar otras 
aproximaciones, intentaré, siguiendo principalmente las ideas de Rafael Alvira, 
explicar los elementos que integran una sociedad, con el interés de formar en los 
lectores que se inician en esta materia una comprensión del entramado social. El 
profesor Alvira en varios libros y ensayos publicados ha intentado, como él dice, 
exponer de forma sistemática los distintos elementos que configuran una 
sociedad. El presente trabajo intenta sintetizar los distintos documentos publicados 
 3 
por él, sin ser aún un estudio crítico. Por otra parte, se ha enriquecido también 
con aportaciones de otros autores y con reflexiones personales. 
 
 
 
I. La sociabilidad de la persona humana 
 
Es complejo atreverse a dar una definición de quién es el hombre, pero a la vez es 
necesario acercarse a alguna para adentrarnos al tema que nos ocupa. Diremos 
de forma sintética que el hombre es un ser individual, único, irrepetible, dotado de 
un cuerpo espiritualizado por la inteligencia y la voluntad que le capacita para 
encauzar las tendencias, apetitos o inclinaciones y forjar su temperamento en un 
carácter. A la vez que individual, el hombre es –en expresión de Aristóteles– un 
animal social («zoon politikon») que desarrolla sus fines en el seno de una 
comunidad. 
 
Persona es el nombre que recibe el ser humano cuando nos referimos más a su 
carácter esencialmente social. Hay una gran diferencia en considerar a la persona 
humana, social por esencia o por accidente, y la realidad es que el ser humano se 
relaciona con los demás por esencia: sólo es satisfactoriamente humano si es a la 
vez social. El hombre es esencialmente social, en el sentido de que es relacional 
por naturaleza, no por decisión propia. Las tesis contractualistas de Locke, 
Hobbes y Rousseau tiene un error de fondo pues consideran la dimensión social 
como un accidente, que puede ser especificado o no en un contrato, según lo que 
convenga a los intereses sociales, y no visualiza la sociabilidad como una 
dimensión natural a la que tiende todo ser humano. 
 
Aristóteles en su Política observa cómo la naturaleza ha otorgado al hombre las 
características necesarias o los rasgos específicos precisos para vivir en sociedad. 
El hecho de que la naturaleza haya dotado a la persona de la palabra demuestra 
que la ha destinado a vivir en sociedad, le da la oportunidad de comunicarse con 
los otros hombres, de tratar temas fundamentales como lo que es justo o injusto, 
lo que es bueno o pernicioso, lo que es bello y agradable, todos ellos, valores 
fundamentales para la cohesión y buen funcionamiento de la sociedad1. 
 
 El hombre no nace solo y no muere solo, no es un verso suelto. La vida de 
cada persona se entrelaza necesariamente con otras vidas, y así se conforma la 
sociedad que es el ámbito de realización de la persona. Podemos definir la 
sociedad como una agrupación natural o convenida de personas que forman una 
comunidad con el propósito de alcanzar varios o todos los fines que la vida 
presenta mediante la mutua cooperación. Robert Gahl explica que “Cada ser 
humano se encuentra en medio de una red de relaciones que constituyen el 
ámbito en el que se desarrolla y en el que influye”2. En este sentidola sociedad es 
una tarea, puesto que cada persona está llamada a contribuir activamente para 
 
1 Cfr. ARISTÓTELES, Política. Biblioteca Clásica Gredos, Madrid, 1998. Libro I.1, 2. 
2 GAHL, ROBERT, en “Diccionario de San Josemaría Escrivá”, Voz, Sociedad, p. 3850. 
 4 
ayudar a vitalizar los distintos sectores de la sociedad que le atañen. Solo así esos 
ambientes podrán ser espacios de libertad, de convivencia y de paz. 
 
 Las distintas relaciones entre los hombres –de empresa y trabajo, de escuela 
y universidad, de diversión, deporte, arte y cultura– son elementos constitutivos de 
la sociedad, y el hombre está llamado a vivir de acuerdo a la naturaleza que es 
propia a cada una de estas relaciones. La convivencia humana constituye un 
entramado de relaciones que configuran su identidad. La convivencia es ocasión 
de encuentro y de colaboración, de apreciar a los demás como personas dotadas 
de dignidad. 
 
Nacemos siendo hombres, pero necesitamos humanizarnos. El hombre es un ser 
de realidades, y necesita situarse, todo lo que le rodea le modifica de alguna 
manera, y darse cuenta de esto le enriquece, le ayuda a vivir de un modo más 
humano. Por otro lado, el hombre es también un ser de irrealidades, no sólo se 
relaciona con el presente sino también con el futuro que se le presenta. 
 
El hombre necesita siempre proyectarse. El hecho de estar “inacabado” le hace 
posible el aprendizaje: siempre podrá captar conocimientos nuevos. Por otro lado, 
no sólo está dotado de la facultad de proponerse un fin, sino también de ser, en 
cierto modo, su propio fin3, está llamado a realizarse a sí mismo, aspira a 
desarrollar los propios talentos y a madurar en la totalidad de su personalidad. 
Puede llegar a hacer algo realmente grande de su propia existencia, de sí mismo: 
cabe esperar de él lo inaudito, lo inesperado. El hombre es un ser biográfico capaz 
de vida hacia fuera y de vida interior, puesto que es capaz de reflexionar y crecer 
con la experiencia: necesita humanizarse y la educación contribuye a su 
humanización, ya que el fin de la educación es el mejoramiento de la persona. 
Cuando el hombre no sabe hacia dónde ha de llevar su propia vida, con facilidad 
deja que lo hagan los demás por él, se deja seducir por modas. 
 
El hombre ha de encontrarse a sí mismo, y para ello necesita la ayuda de otros. 
Observar a los demás puede ayudar a descubrir cómo es uno, y cómo se quiere 
ser. En este descubrimiento propio, juega un papel preponderante la educación, 
que es esencialmente moral, puesto que su fin es el mejoramiento de la persona, 
es decir, que el educando sea una buena persona. Pero al educador sólo le cabe 
ayudar, no suplantar a los educandos. 
 
Leonardo Polo afirmaba que “del hombre es mejor decir que será que es, pues 
mientras vive no ha llegado a ser el ser que está llamado a ser”4. La esperanza es 
también por ello, una manera de explicar la realidad del hombre: el hombre es un 
ser de esperanza. Juan Fernando Sellés lanza una tesis provocativa: “si al 
hombre, mientras vive, siempre le acompaña la esperanza, la identidad no puede 
describir al ser humano, sencillamente porque la esperanza es el anhelo personal 
 
3 Cfr. JUAN PABLO II, La majestuosa dignidad de la persona, 1980, p. 96. 
4 POLO, LEONARDO, Antropología trascendental. Tomo I, La persona humana, p. 141. 
 5 
de lograr la felicidad personal que todavía no se ha alcanzado”5. Así explica que 
en “un mundo perfecto el hombre no tendría razón de ser”6; el mundo puede 
perfeccionarse a través del trabajo que añade el hombre, “tanto el mundo como el 
hombre son abiertos, perfectibles, aunque el hombre es irrestrictamente más que 
el mundo”. El hombre es un ser de esperanza porque es un ser abierto hacia la 
mejora continua. “Crecer se dice respecto del futuro. En cambio, la defensa de lo 
dado mira al pasado. Pero es claro que en el hombre pesa más el futuro que el 
pasado. En efecto, el hombre es un ser de proyectos porque él mismo es un 
proyecto como hombre. Cuando alguien duerme en el pasado suele ser pesimista, 
mientras que el optimista es el que está siempre abierto al futuro”7. 
 
El hombre es un ser individual, y es a la vez y de manera intrínseca un ser social 
por naturaleza. Solo puede avanzar en su perfeccionamiento si lo hace en 
sociedad. Platón afirmaba que “Buscando el bien de nuestros semejantes, 
encontramos el nuestro”8. El fin de la sociedad es procurar la felicidad a las 
personas que la constituyen: “de la dignidad, unidad e igualdad de todas las 
personas deriva en primer lugar el principio del bien común, al que debe referirse 
todo aspecto de la vida social para encontrar plenitud de sentido”9. Por bien 
común se entiende “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible 
a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil 
de la propia perfección”10. 
 
“La elevación al bien común es despojarse del egoísmo individual y cooperar por 
el bien de todos”11 así, el bien común se entiende como “el conjunto de 
condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno 
de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”12. 
 
En la organización de toda sociedad hay que distinguir tres ámbitos, que se 
influyen recíprocamente, no pueden separarse, pero tampoco se deben confundir: 
 
el ámbito personal, puesto que las actividades personales siempre tienen 
consecuencias sociales; 
el ámbito institucional, que es el modo de organizar la sociedad mediante un 
conjunto de estructuras e instituciones; 
y el ámbito cultural, que se refiere a las convicciones y valores presentes en la 
sociedad. 
 
 
 
5 SELLÉS, JUAN FERNANDO, "Esperanza personal, versus identidad humana" Thémata Revista de Filosofía 
2007, http://institucional.us.es/revistas/themata/39/art29.pdf, obtenida el 13 de diciembre de 2015, p. 229. 
6 IBID. 
7 IBID. 
8 PLATÓN, República, I, 349, d. 
9 COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Roma, Librería 
Editrice Vaticana, 2005, n. 164. 
10 CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral "Gaudium et spes”, Salamanca, Sígueme, 1966, p. 26. 
11 MILLÁN PUELLES, ANTONIO, El valor de la libertad, Madrid, Rialp, 1995, pp. 181-243. 
12 CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral "Gaudium et spes”, Salamanca, Sígueme, 1966, p. 26. 
http://institucional.us.es/revistas/themata/39/art29.pdf
 6 
 
 
 
 
 
II. Elementos que configuran la sociedad, una aproximación 
 
La vida social no es algo externo al hombre: a través del trato con los demás, de la 
reciprocidad de servicios y del diálogo, la vida social engrandece al hombre en 
todas sus cualidades y le capacita para perfeccionarse. El principio, el sujeto y el 
fin de todas las instituciones sociales es la persona humana, que por su misma 
naturaleza tiene absoluta necesidad de la vida social13. La índole social del 
hombre muestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la 
sociedad están mutuamente condicionados. 
 
Aristóteles propone un método para el estudio de un tema importante: “dividir lo 
compuesto hasta sus elementos simples (pues éstos son las partes mínimas de 
todo), así considerando los elementos que forman el todo, se ve mejor en qué 
difieren entre sí las cosas dichas, y si cabe obtener algún resultado científico”14. 
Con este método se intentará entender para luego ordenar y dar luces sobre los 
distintos elementos que componen una sociedad. 
 
No podría trazarse un dibujo de la sociedad sin incluir las instituciones que le dan 
vida: las familias, los centros educativos, la Iglesia, las empresas, las 
organizaciones que conforman la sociedad civil y el conjunto de instituciones que 
articulan el Estado. 
 
Rafael Alvira explica que en toda sociedad se da una articulación de tres 
elementosque van relacionándose y que configuran una sociedad: los 
trascendentales, las categorías y las instituciones sociales. Cada uno de los 
elementos se da en cada una de las instituciones que según su origen, identidad, 
 
13 Cfr. SANTO TOMÁS, I Ethic. I. 
14 Cfr. ARISTÓTELES, Política, 1252 a 3. 
 7 
antigüedad, población, tamaño, país y región va configurando la cultura propia e 
impactando en la de la región en la que se sitúa geográficamente. 
 
 
 
 
 
 
1. Los Trascendentales Sociales 
 
En filosofía se llama trascendental a lo que se deriva del ser y se aplica a todos los 
entes: es el ámbito de la máxima amplitud, de las dimensiones del ser. 
 
Por trascendentales sociales, Alvira entiende aquellos conceptos que reflejan el 
ser de cualquier sociedad en el ámbito de la máxima amplitud. Pone atención a la 
diferencia entre trascendente y trascendental: trascendente es una realidad que 
supera al hombre, algo que está “más allá”: en su máxima expresión es Dios. 
 
Resume en cuatro los grandes conceptos trascendentales cuya base está en la 
persona y que se integran en la sociedad. La persona humana se estructura según 
cuatro dimensiones: vive en un espacio, en un tiempo, y tiene más que ningún otro 
ser, interioridad y exterioridad. Estas dimensiones se muestran en la sociedad 
como civilización, historia, educación y cultura respectivamente. 
 
 
Cuadro de los Trascendentales Sociales según Rafael Alvira 
 
Conceptos 
trascendentales 
Niveles aplicados 
a la sociedad 
Espacio Civilización 
Tiempo Historia 
Interioridad Educación 
Exterioridad Cultura 
 
De manera muy resumida se explicará cada uno de estos conceptos 
transcendentales. 
 
 8 
 
 
 
a. Espacio y Civilización 
 
El primer concepto trascendental es el espacio, que se puede definir como la 
extensión que contiene toda la materia existente. En el ser humano, los sentidos 
están espiritualizados por el alma, por eso el ser humano tiene varios niveles en el 
espacio y en el tiempo. Los animales captan el espacio físico, pero el ser humano 
percibe muchos espacios: el espacio físico, psicológico, intelectual, político, 
espiritual, etc. 
 
Esta dimensión o nivel trascendental es lo que en la sociedad llamamos 
civilización, que reúne un conjunto de costumbres, saberes y artes propio de una 
sociedad humana y también se refiere al estadio de progreso material, social, 
cultural y político propio de las sociedades más avanzadas. La civilización implica 
un orden: siempre que hay un ser humano se organiza un cierto orden, porque el 
ser humano es un ser que ordena, que civiliza. También el orden tiene en lo 
humano múltiples niveles y así, la persona con más profundidad genera un orden 
que es más coherente con la vida15. 
 
b. Tiempo e Historia 
 
Un segundo concepto trascendental es el tiempo, entendido como esa magnitud 
física que permite ordenar la secuencia de los sucesos y establecer un pasado, un 
presente y un futuro, cuya unidad en el sistema internacional es el segundo. De 
nuevo, para el ser humano existe el tiempo físico –el del reloj– pero también el 
psicológico. Sólo quien está por encima del tiempo puede medirlo, y el ser humano 
puede hacerlo porque está en el tiempo, pero es más que temporal y por eso 
puede tomar conciencia del tiempo16. 
 
El tiempo en la sociedad se convierte en historia, que es el conjunto de sucesos o 
hechos políticos, sociales, económicos, culturales, etc. de un pueblo o de una 
nación. La sociedad y por tanto cada institución, en el tiempo va edificando su 
historia. La historia es la memoria viva que va creciendo: cuando una sociedad 
tiene más memoria viva, es más profunda y más humana. Vivir es convertir en 
historia positiva lo que pasa, y superar las contradicciones con optimismo. Saber 
caminar en la historia y dar salida a los problemas ayuda a vivir17. 
 
c. Interioridad y Educación 
 
El tercer trascendental social es la interioridad. La interiorización es una acción 
subjetiva, inmanente que supone incorporar algo a la propia manera de ser, de 
 
15 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "El espacio urbano y la moda" Revista Nuestro Tiempo 2002. 
16 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Figuras del tiempo en la vida humana" Empresa y Humanismo 2011, Vol. XIV, n. 
1. pp. 7-18. 
17 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, La experiencia social del tiempo, Pamplona, EUNSA, 2006. 
 9 
pensar y de sentir. Interiorizar es hacer propias las ideas o acciones con las que 
uno se identifica. Esta acción, en la persona y la sociedad se da por medio de la 
educación. El térmico Studiositas en latín significa mirar con afecto y así, ubicar la 
inteligencia en un asunto equivale a amar ese saber. 
 
La educación se orienta a sacar lo mejor de la persona, al enriquecer la intimidad, 
a través de un diálogo verdadero que deja huella, que cultiva a la persona18. El 
reto de la educación es enseñar a desear, ya que es muy fácil crearse falsas 
necesidades: por eso la educación es una ciencia y un arte difícil19. Para que un 
joven sepa darse cuenta de si una supuesta necesidad es auténtica, no basta la 
técnica o la ciencia, es necesaria una enseñanza humanística, una enseñanza 
política que le lleve a actuar pensando en el bien común. 
 
d. Exterioridad y Cultura 
 
El último de los trascendentales sociales es la exterioridad de lo específicamente 
humano: es algo objetivo y visible que existe realmente, con independencia del 
sujeto que lo conoce. 
 
Esa exterioridad a nivel social se expresa en la cultura, que es la exteriorización 
de la educación: no hay sociedad humana sin cultura, y ésta depende de la 
calidad de su educación. La cultura es lo que se genera a través del cultivo del 
propio espíritu. La cultura es un conjunto de productos, mano y mente-facturas20. 
Toda cultura verdadera está enraizada, y es de esa raíz de donde obtiene la savia 
para crecer. El ser humano siempre tiene la posibilidad de oscilar entre lo real y lo 
aparente, y convertir lo aparente en real. La Universidad debe ser un sitio 
privilegiado para generar la cultura y trasmitirla a la sociedad21. 
 
 
 
2. Las Categorías Sociales 
 
Categoría es cada una de las clases o divisiones establecidas al clasificar algo. 
Las categorías sociales son los elementos que articulan la sociedad: subsistemas, 
estratos y constantes sociales que se dan en toda sociedad humana, aunque sea 
mínimamente, en los distintos niveles según sea el desarrollo que se alcance. Con 
las categorías o predicamentos se busca sistematizar cómo se divide, clasifica y 
ordena la sociedad. “Por categorías entiendo conceptos que, de modo implícito o 
explicito, reflejan elementos que se dan en toda sociedad, pero que no son tan 
 
18 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La educación como arte suscitador" en La investigación pedagógica y la formación 
de profesores, Madrid, CSIC, 1980, pp. 25-36. 
19 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Vivir la educación: Tomás Alvira y la Escuela Universitaria de Magisterio 
Fomento," Conferencia pronunciada en el Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad 
Complutense de Madrid, 2004. 
20 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "The concept of culture" en UNIVERSITY OF MADRID, ICU. International Quaterly, 
Madrid, 1974, pp. 1-9. 
21 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Habitar y cultivar" en Ecología y Filosofía, Actas del Primer Simposio 
Internacional sobre Ecología y Filosofía, Mendoza, España, EDIUM, 2011, pp. 41-47. 
 10 
extensos como el concepto de sociedad, y que a mi juicio son seis”22: hábitat, 
economía, derecho, política, ética y religión. Alvira explica que el orden según el 
cual se relacionan estas categorías tiene una razón de ser que responde a una 
estructura que Aristóteles ya formuló en su Metafísica: se puede entender 
ontológica o cronológicamente. El orden ontológico va desde la religión hasta el 
hábitat, mientras que el cronológico va de manera inversa. De cualquier modo,todos son importantes y tienen una conexión muy cercana, ya que toda sociedad 
necesita el desarrollo armónico de todas las categorías. Cuatro de ellas son 
externas: hábitat, economía, derecho y política; las dos de mayor rango son 
internas: ética y religión, pero aunque sean internas están llamadas a manifestarse 
externamente y a configurar la sociedad. 
 
El siguiente cuadro, basado en la sistematización de las categorías que realiza 
Rafael Alvira, sirve de referencia para la explicación que se hará sobre cada una 
de ellas. 
 
 
Cuadro de las categorías sociales según Rafael Alvira 
Hábitat Economía Derecho Política Ética Religión 
Categorías Externas Categorías Internas 
Orden cronológico 
Orden ontológico 
 
 
Categorías Externas 
 
a. Hábitat 
 
Si se sigue un orden cronológico la primera categoría en una sociedad es el 
hábitat23. El hombre habita en un espacio: su hogar. El ser humano es un ser 
terrícola, vive en un sitio y se apropia de él, es capaz de espiritualizar el cuerpo y 
el lugar en el que está el cuerpo, su espacio ecológico, que viene a convertirse en 
un segundo cuerpo. El hombre no se limita a estar, el hombre habita. Habitar 
procede del latín habitare, que expresa una intensificación de tener. Habitar es 
tomar posesión, supone conservar e intentar no destruir la naturaleza y el 
patrimonio adquirido. 
 
Por otro lado, con la palabra hábito expresamos una costumbre hecha propia con 
profundidad. El hábito es algo que se añade al ser. Todo aprendizaje es un hábito. 
Hay hábitos intelectuales (ciencia), otros morales (justicia) y otros artísticos (el 
vestido). Aprender es retener el tiempo, porque el tiempo que se dedica al 
 
22 ALVIRA, RAFAEL, "Bien común y justicia social en las diferentes esferas de la sociedad", pp. 61-80. 
23 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Habitar y cultivar", Ecología y Filosofía, Actas del Primer Simposio Internacional 
sobre Ecología y Filosofía. Mendoza, España, EDIUM, 2011. 
 11 
aprendizaje se ha convertido en un hábito que ya se tiene adquirido. Se pierde el 
tiempo cuando no se añade nada al ser. 
 
Solo se puede vivir humanamente si se es al mismo tiempo un habitante que tiene 
hábitos, si se tiene una casa y un modo de comportamiento. Quien tiene hábitos 
es capaz de cumplir tareas que hacen crecer la vida personal y social, es capaz de 
potenciar el tiempo. La persona con hábitos se convierte en previsible: es alguien 
en quien se puede confiar, es confiable, y la confianza es una condición sin la cual 
no es posible la sociedad. 
 
El hombre es como el rey Midas porque todo lo que toca lo convierte en espíritu. 
Primitivamente vive en una selva, pero es capaz de convertirla en jardín: es capaz 
de espiritualizar la selva. El hábito, la virtud, se adquieren con inteligencia y 
esfuerzo, cuando se dedica tiempo a aprender. Se puede afirmar así que la virtud 
es el pasado acumulado: cuando se saca lo mejor de él y se guarda, se tiene la 
virtud como aprendizaje. El hombre mira hacia el pasado y apunta hacia el futuro: 
las virtudes dan poder sobre el futuro porque al compartir con personas creíbles 
hay seguridad y hay progreso. 
 
Los verbos tener y estar están muy relacionados. Es necesario contar con 
propiedades, y ese poseer se va añadiendo al ser. Si se es algo y se añade algo a 
ese ser, ese añadido viene a ser un tener que pone en relación a la persona con 
otros seres. El hábito es una costumbre hecha con intensidad, y todo aprendizaje 
se constituye en hábito. 
 
Para vivir humanamente se requiere que los habitantes posean hábitos. El habitar 
es tan importante en el ser humano que no se puede construir sociedad humana si 
no hay habitación y hábitos. La Universidad es un lugar donde se puede obtener la 
correcta relación con el hábitat para cuidarlo en todas sus dimensiones: la 
ecología, la casa, las virtudes, el vestido que dignifica y la estética que hace 
habitable ese lugar en que se vive, se trabaja o se recrea24. 
 
b. Economía 
 
Una segunda categoría social que es un poco más interior25 es la economía 
(mientras el hábitat puede ser más exterior). La economía es pluriforme, y es 
necesario contar con algunos criterios para poder ordenar esa multiplicidad. Los 
criterios son medidas cualitativas, son una clave26. En el siguiente cuadro se 
ordenan las dimensiones de la economía en sus diferentes momentos: inicial o de 
subsistencia, potenciado y terminal. 
 
 
 
24 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, Filosofía de la vida cotidiana. Habitar, trabajar, vivir, Madrid, Rialp, 2005. 
25 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Economía y Filosofía", capítulo del libro Filosofía para un tiempo nuevo, Cátedra 
García Morente, Real Sociedad Matritense de Amigos del País, Madrid, 1988, pp. 115-130. 
26 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La Economía como ciencia del espíritu" en Dar razón de la esperanza. Homenaje a 
José Luis Illanes, Pamplona, Servicio de Publicaciones Universidad de Navarra, 2004. 
 12 
CUADRO DE LAS CATEGORÍAS ECONÓMICAS SEGÚN RAFAEL ALVIRA 
 
Estado de la 
Economía 
Actividad Condición Medio Fin 
Economía 
básica 
Lo 
imprescindible 
para ser 
economía 
Apropiar o 
poseer 
(Condición 
humana de 
tener) 
Pasado 
 
Tierra 
 
 
Trabajo 
 
Conservación 
de la vida 
(supervivencia) 
Distribuir Presente 
Producir Futuro 
Potenciada Ahorrar Pasado 
Escasez 
 
Dinero 
 
Beneficio Comerciar Presente 
Invertir Futuro 
Terminal Consumir Presente Optimizar Gastar Bienestar 
(Felicidad) 
 
 
Economía Básica 
 
El primer elemento es la apropiación, que nace de una intensificación de la 
propiedad, porque el ser humano no es humano si no es capaz de apropiarse. La 
dificultad está en apropiarse adecuadamente para que las cosas no sean las que 
se apropien de la persona. En principio toda propiedad es privada: Adán lo primero 
que posee es a Eva y viceversa, pero no la instrumentaliza. La propiedad pública 
es la propiedad privada del que tiene el poder. La apropiación se refiere al pasado, 
porque sólo se declara propio lo que ya está. Hacer propio quiere decir 
identificarse. El economicismo, el materialismo y el individualismo convierten en fin 
lo meramente material, de tal suerte que la economía viene a ser el conocimiento 
que ordena las propiedades tangibles e intangibles en orden a la riqueza. 
 
La economía tiene su base en la familia, que es la primera propiedad que se tiene. 
Por eso el primer nivel en el que surge la apropiación, es la propia familia. 
 
Otro elemento de la economía es la producción, que es la capacidad de hacer 
nuevas cosas. Una vez producidas, las cosas deben ser distribuidas. La condición 
de la apropiación es la tierra, y para la apropiación de la tierra, el trabajo. Lo más 
importante en la economía es el trabajo bien hecho. Con el trabajo se busca cubrir 
necesidades humanas: si no se tuvieran necesidades no se trabajaría. La 
necesidad es aquel mínimo sin el cual la vida material no puede mantenerse de 
forma humana. Sin embargo, el hombre al trascender el tiempo puede cubrir algo 
más que esas necesidades27. 
 
Economía Potenciada 
 
27 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, “Economía y Filosofía”, capítulo del libro Filosofía para un tiempo nuevo, Cátedra 
García Morente, Real Sociedad Matritense de Amigos del País, Madrid, 1988. 
 13 
 
El ser humano convierte todo en espíritu y puede potenciar la propiedad privada. 
Con la economía básica puede cubrir sus necesidades, pero es propio del hombre 
potenciar: se trata de tener más y no sólo de cubrir las necesidades básicas. El 
beneficio se da cuando se poseen medios superiores a los imprescindibles para la 
supervivencia, lo que significa que se ha dominado el tiempo, ya no se vive al día, 
sino que se cuenta con dinero. 
 
Las actividades económicas que logran el beneficio son el ahorro, el comercio y la 
inversión28. El ahorro es el resultado de sintetizar y guardar el tiempo quepasa. 
Un bien económico se define como un bien escaso que busca potenciarse y por 
eso se comercia. Comerciar permite diversificar la riqueza y dar sentido a la 
especialización. Sin la especialización no hay potenciación económica ni dominio 
del tiempo. La inversión permite dominar el tiempo orientándose hacia el futuro. El 
dinero es el medio que permite estas actividades potenciadoras de la economía. 
Por eso el dinero se parece a la virtud, porque está por encima del tiempo: el 
dinero supone pasado acumulado y sirve para comprar el futuro. El dinero viene a 
ser como una síntesis de la vida, que facilita tener en la mano el futuro29. Por eso 
el dinero es tan ansiado, sobre todo porque así como cuesta conseguir la virtud, 
también para conseguir el dinero es necesario el esfuerzo. El dinero supone 
esfuerzo, salvo el caso de invertir en bolsa, donde se consigue poseer en un 
momento, un pasado que no ha costado esfuerzo. 
 
La escasez, no la necesidad, es la que impulsa a potenciar la economía. Una 
crisis financiera es una crisis de deudas y una crisis de deudas se convierte en 
una crisis de trabajo futuro, porque supone haber gastado el trabajo futuro. Una 
persona con sentido común se endeuda hasta lo que puede, a un buen padre o 
madre les avergüenza dejar deudas a los hijos. 
 
Economía Terminal 
 
El tercer estado de la economía es el consumo, que viene a ser el aspecto 
terminal de la misma. Al consumir las cosas, se gastan y se hace necesario 
adquirir otras nuevas, y este proceso activa el círculo de producción de un país. El 
gasto es un aspecto clave en la economía, pero ha de hacerse con medida: es un 
reto aprender a gastar, para no acabar en una actitud de consumo en la que una 
persona llegue a gastar más de lo que puede y debe. El consumo puede llegar a 
ser una dependencia que requiera tratamiento psiquiátrico si se convierte en 
enfermizo. El valor de las cosas se aprende en la casa, de niño. Como el gasto es 
una clave de la economía, cuando no se gasta adecuadamente se tiene un gran 
problema, las consecuencias son negativas, porque no administrar bien el gasto 
destruye. 
 
 
28 Cfr. CENTRO DE INVESTIGACIONES HUMANISMO Y EMPRESA, "El balance humano del comercio", 
Guatemala, 2005. 
29 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Prólogo de Filosofía del dinero de Vittorio Mathew" Filosofía del dinero, Madrid, 
Rialp, 1990. 
 14 
El sentido último de la economía es el bienestar que es la base económica de la 
felicidad, porque contribuye a la alegría y la paz. Tener bienestar no es sólo una 
posibilidad, sino que es una obligación moral, no es posible vivir las virtudes 
cuando se está en la miseria, por eso el bienestar es condición para vivir la virtud. 
Por su parte, la pobreza es la virtud que enseña a procurar el bienestar con una 
medida. Si se busca el bienestar de la familia, el sentido común indicará cuánto se 
debe gastar para no poner en peligro el bienestar de todos, ni por defecto, ni por 
exceso30. 
 
El criterio para decidir qué número de horas conviene dedicar al trabajo, ha de 
poner a la familia en un sitio central. Un trabajo que impide dedicar lo necesario a 
la familia, consigue deshacerla. Una economía que deshaga a la familia es una 
economía perversa. La economía se ha desarrollado en la familia, la familia es la 
unidad económica fundamental. Marx basa toda su economía en el individuo y no 
en la familia, y quita a la familia lo que le es más propio: sus hijos. Por otro lado, la 
economía basada en el mercado lleva a la familia a salir de la base de la 
economía, aunque lo siga siendo de la sociedad. Pero una economía que no tiene 
una base en la familia no tiene futuro porque se pierde el sentido del ahorro, de la 
inversión y del gasto. 
 
La economía, que está al servicio de la necesidad vital, tiene que ayudar, ser un 
medio para vivir la vida buena, que es la vida racional, y así alcanzar la felicidad. 
Pero cuando se pierde el sentido ético ya no se actúa con moderación, sino que 
se busca adquirir por adquirir, sin límites, como un afán de vivir por vivir y no por 
vivir bien. Los conceptos a los que llega Aristóteles sobre las actividades 
colectivas influyen en filósofos, sociólogos y economistas de toda la historia: 
desde Tomás de Aquino, que profundiza en la línea de Aristóteles, hasta Marx que 
ataca la crematística como base de su propuesta económica. Para Hume, la 
crematística, la incesante compra y venta de toda clase de mercancías con vistas 
a la multiplicación del capital inicial, constituye no sólo el fundamento objetivo de la 
identidad de cada individuo, sino el cemento mismo de la sociedad. Keynes 
entiende la producción como un fenómeno esencialmente monetario, social y 
cooperativo, ligado a las expectativas colectivas vigentes en el momento: un 
fenómeno complejo y siempre cambiante. De modo parecido a Aristóteles, ve la 
ambigüedad y el peligro de la crematística monetaria, de alguna manera por lo 
mismo: se da cuenta de que es imprescindible para llevar adelante la producción, 
pero por otro lado considera que es una continua amenaza a la cohesión y 
estabilidad social, porque la pasión por la riqueza puede llevar a la inmoralidad y a 
la barbarie31. 
 
Lo cierto es que nadie se queda indiferente ante los aportes del Estagirita. Por su 
parte, Rafael Alvira alerta sobre el afán de riquezas de los poderes económicos: 
 
30 ALVIRA, RAFAEL, El lugar al que se vuelve. Reflexiones sobre la familia, Pamplona, EUNSA, 2000, p. 87. 
31 Cfr. MARTÍNEZ ECHEVARRÍA, MIGUEL ALFONSO, "Técnica y Crematística en Aristóteles" Revista Instituto 
Empresa y Humanismo, 6 de noviembre de 2015. 
http://www.mamechevarria.com/uploads/1/7/6/5/17653977/tcnica_y_crematstica_en_aristteles.pdf 
obtenido el 6 de noviembre de 2015. 
http://www.mamechevarria.com/uploads/1/7/6/5/17653977/tcnica_y_crematstica_en_aristteles.pdf
 15 
 
“Quizá por primera vez en la historia que conocemos, los poderes políticos están 
principalmente –única o primariamente es imposible– al servicio de los poderes 
económicos o, más bien crematísticos. Todo se subordina al enriquecimiento de 
los que se enriquecen (...). La obsesión por la riqueza corrompe el derecho, la 
política y hasta las convicciones morales: no queda más que un barniz de civilidad 
(…) el verdadero sentido del derecho, la política, la ética, es sustituido por 
mecanismos técnicos presuntamente neutrales, que dan ese barniz de civilidad a 
una sociedad que realmente pivota sobre la ley del rico y poderoso. (…) Si el 
sistema social, o sea, el conjunto de los subsistemas sociales funciona 
aceptablemente bien, entonces hay sociedad civil, civilizada. Y su lógica es la 
lógica interna de la relación entre esos subsistemas: la economía es dirigida por el 
derecho, este por la política y esta por la ética. Esto es sociedad civil, mientras 
que un sistema en que la crematística –economía de la mera riqueza– maneje el 
derecho, la política y la ética, muestra la peor faz: todos los subsistemas se 
desvirtúan, se desnaturalizan. Y no hay en el fondo más lógica que la del “poder 
puro”. Por último, la vida social civil que el sistema justo propicia se hace real 
cuando aparecen las instituciones. La red de instituciones sociales, en trabajo 
armónico, da el toque definitivo para la existencia de la sociedad: ésta vive con 
perfección gracias a ellas”32. 
 
c. Derecho 
 
La tercera categoría social es el derecho33 que surge en el tiempo debido a que 
las actuaciones humanas van fijando pautas de comportamiento social en las que 
aparecen conflictos y se ve necesario establecer normas para resolverlos. El 
derecho es el centro de todo el orden social, no es que sea más o menos 
importante, pero es indispensable para dar seguridad a las personas. El nivel de 
una sociedad se mide por muchos factores, pero sobre todo por la calidad de su 
derecho. 
 
Una sociedad con un buen nivel jurídico, garantiza laseguridad, que es un radical 
humano. La seguridad es un concepto y una realidad de importancia 
extraordinaria, que lleva a las personas a tomar decisiones de gran trascendencia: 
si una persona se suicida seguramente es porque piensa que hay más seguridad 
con la muerte, o si está dispuesta a sufrir el martirio por la fe, es porque piensa 
que así asegura la vida eterna. De la seguridad nacen dos dimensiones que hacen 
feliz a la persona humana: la paz y la alegría. Sin seguridad no se puede ser libre. 
 
En el derecho cabe hacer una distinción entre lo justo y lo legal. 
 
Ius es lo que es natural y justo para el ser humano. El niño tiene derecho al cariño 
de sus padres: es un ius natural. La crisis jurídica empieza cuando se pone en 
 
32 ALVIRA, RAFAEL, “Lógica y sistemática de la sociedad civil”, en Sociedad civil: la democracia y su 
destino, Pamplona, EUNSA, 1999, pp. 77-79. 
33 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Intento de clasificar la pluralidad de subsistemas sociales con especial atención al 
Derecho" Revista Persona y Derecho 1995, pp. 53-84. 
 16 
duda lo que es la naturaleza y al perder el sentido de lo que es natural se pierde 
también la claridad sobre qué es lo que se puede y debe reclamar. En el mundo 
moderno se sustituye el concepto de naturaleza por el de racionalidad y así, el 
criterio del derecho ya no es lo justo, sino lo racional, lo lógico, que es establecido 
generalmente por el Estado. 
 
La Constitución viene a indicar qué es derecho y qué no lo es, y así se pasa del 
ius a la lex. 
 
Cumplir el ius es ser justo, mientras que cumplir la lex es ser legal. La ley es una 
norma mandada por el poder político. 
 
El derecho viene a ser un modo de actuación aceptado en sociedad, aprobado por 
el Estado que promulga la ley. Algo injusto puede ser legal, como ocurre con el 
aborto o la eutanasia en algunos países. Las personas que no han perdido el 
sentido común en la sociedad, en el fondo no aceptan como criterio la lex y siguen 
pensando que seguir lo natural, el ius, es lo correcto, aunque otras –que muchas 
veces actúan masificadas– piensan que lo legal está identificado con lo bueno y lo 
asimilan en su cultura. 
 
Por eso es importante trabajar en una legislación que no contradiga la ley natural. 
Las leyes generales plantean problemas de ajuste a la hora de su aplicación a una 
persona concreta, lo que se complica cuando las leyes se multiplican 
exponencialmente. El sistema legal que ha surgido del derecho racional estatal ha 
llevado al derecho al desprestigio34, porque las leyes cambian cuando hay cambio 
de gobierno y eso no da estabilidad a la democracia, y a la vez, las leyes positivas 
corrompen a los jueces que aprenden a manejarlas y a esquivar la justicia. Todo 
universitario debería tener una formación jurídica, sin importar la profesión que 
tenga, porque en la vida tendrá que enfrentarse con el ius y con la lex. Para esto 
conviene que la Universidad incluya en su “core curriculum” la formación jurídica, 
para mejorar la formación como buenos ciudadanos. 
 
d. Política 
 
Desde el punto de vista externo, la política es la categoría más alta de la sociedad. 
Es “la ciencia y el arte que se ocupa de la organización y administración de la res 
publica, con el fin de alcanzar el bien común de la sociedad”. La sociedad no se 
reduce a la simple agregación de personas, sino que necesita de una “unión 
formal y orgánica con el fin de alcanzar objetivos comunes y promover el bien de 
quienes la componen”35. 
 
 
34 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "El significado de la ley" Revista Nuevas Tendencias, Empresa y Humanismo, 2006, 
n. 64, pp. 20-26; "Educación y política" Educación y ciudadanía en una sociedad democrática, AEDOS, 
Madrid, 2006. 
35 Cfr. COLOM, ENRIQUE, Capítulo 6, Organización Política de la Sociedad. Rescatado el 8 de diciembre de 
http://www.eticaepolitica.net/corsodimorale/Social06.pdf 
 
http://www.eticaepolitica.net/corsodimorale/Social06.pdf
 17 
Las personas se reúnen formando una comunidad política, en la que se establece 
un orden, en el que a la cabeza hay una autoridad que tiene el máximo poder para 
dirigir y decidir en caso de excepción si la ley no tiene contemplada la solución 
concreta a un problema nuevo que se presente. Por eso el que gobierna debe 
conocer muy bien las leyes de un país. A la política le corresponde generar la 
identidad, en orden a la seguridad. La identidad sólo se construye a través de las 
relaciones con las personas y con Dios pues es allí donde la persona se va 
conociendo y llega a saber quién es. El primer lugar para construir la identidad es 
la familia, en donde se encuentra la seguridad y por tanto la identidad. Rafael 
Alvira explica que existen cinco formas de identidad, cada una responde a un 
trascendental o categoría: 
 
Formas de identidad según Rafael 
Alvira 
1 Espacio PAÍS 
2 Tiempo ETNIA 
3 Cultura PATRIA 
4 Ley ESTADO 
5 Ética PUEBLO 
 
El principio de identidad espacial es el país, que es el lugar en el que se nace y 
donde están las personas con las que se convive. La persona se identifica con su 
hábitat y con los que son del mismo país, con los coterráneos o paisanos. La 
segunda forma es la etnia a la que se pertenece, seguida por la cultura propia de 
la patria. Puede ocurrir, por ejemplo, que alguien de padres alemanes nazca en 
Guatemala, que en su casa se vivan tradiciones alemanas, y pueda decir que es 
guatemalteco, pero a la vez alemán. Cuando todos aceptan una misma legalidad 
se conforma el Estado. Pero la identidad más sólida la da tener un fin común. Lo 
que más forma a un pueblo es tener un proyecto sugestivo de vida en común. 
 
Los habitantes de un país tienen una identidad muy fuerte porque tienen un mismo 
proyecto que los une. Este es un principio de identidad que se da desde la célula 
de la sociedad: de hecho, un matrimonio se mantiene sólo si tiene un proyecto 
común, y el proyecto común que más une son los hijos pues les hace tener un 
plan de vida juntos muy fuerte con el fin de formar lo mejor posible a sus hijos. 
 
En el mundo moderno hay una conexión íntima entre derecho y política, mientras 
que en el mundo clásico el derecho estaba más cercano a la economía, para 
defender la propiedad privada. Cuando se individualiza la convivencia humana, lo 
que se busca es más un lugar que brinde seguridad en lugar de fomentar la 
identidad que generaría confianza. La democracia es un sitio abstracto en el que 
lo único que cuenta es ser libres e iguales: las leyes son un elemento de unidad, 
pero no necesariamente lo son de identidad. La política se convierte en un lugar 
donde resulta fundamental el juego de poder. El político es con más frecuencia de 
lo deseado lo que representa, busca generar y conservar una imagen, aunque no 
esté respaldada por las virtudes. Los partidos políticos son grupos creados para 
alcanzar el poder político, que se consigue por medio de elecciones. Para alcanzar 
 18 
ese poder, el conocimiento fundamental es el de la retórica, orientado a convencer 
a la gente. 
 
Durante siglos, la gente tenía su seguridad en su familia, en su pueblo, en su 
corporación, y necesitaba menos seguridad por parte del gobierno político. El 
Estado moderno corre el riesgo de ser totalizante y dejar de ser subsidiario: al 
crecer la esfera política, ésta resta seguridad a la familia, a la Iglesia, a las 
corporaciones y consecuentemente baja el nivel de la ética y de la religión. Es 
distinto lo que ocurre en una localidad en la que todos se conocen, a lo que 
acontece en una ciudad superpoblada donde baja el conocimiento, por lo tanto la 
seguridad y consecuentemente la identidad36. 
 
El progreso de un país se apoya en su población educada, en el capital humano. 
En Guatemala, únicamente el 7% de los estudiantes que aprueban la primaria 
ganan las pruebas estandarizadas de matemáticas y el 24% las de lectura. En el 
mundo de hoylas ventajas competitivas se construyen mediante el capital humano 
cualificado, con mejor formación. Los países más competitivos son los que han 
sabido formar a su población. 
 
La población de Guatemala es de 16 millones, entre los cuales se incorporan 
anualmente a la Población Económicamente Activa -PEA- 140,000 jóvenes entre 
14 y 20 años, pero solamente 20,000 encuentra empleo formal. Esa brecha de 
empleos formales se cubre parcialmente con iniciativas de emprendimiento, 
porque el guatemalteco tiene un alto índice de emprendimiento, pero no tanto de 
sostener la empresa en el largo plazo. La gran mayoría de jóvenes genera con el 
autoempleo en el área rural lo suficiente para subsistir. Se han identificado al 
menos 25 principales sectores productivos y se han analizado los cuellos de 
botella que impiden tener un mayor crecimiento económico para generar puestos 
de trabajo y poder crecer por encima del 6% anual. 
 
Otro eje importante es el de la seguridad, porque la falta de seguridad y justicia en 
un país inhibe el desarrollo. Es preciso el fortalecimiento institucional de la policía 
y dotarla de las tecnologías adecuadas para que el software y el equipo puedan 
ayudar a las autoridades a responder con prontitud. Por otro lado, habrá que 
apoyar técnicamente al Organismo Legislativo para el desarrollo, discusión y 
seguimiento de leyes clave para el desarrollo integral de la sociedad. 
 
Categorías Internas 
 
e. Ética 
 
Las dos últimas categorías y las más altas en el orden ontológico son internas, 
aunque a la vez están llamadas a ser externas. 
 
 
36 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La ética como factor clave en la política" Etica y Política 1996. 
 19 
La política necesita de la ética37 para poder decidir. El corazón de la ética lo 
constituyen las virtudes que son aprendizajes prácticos necesarios para poder 
cumplir con los deberes. La ética no es abstracta, es real y por tanto tiene eficacia. 
Si Sócrates hubiera aceptado la invitación de sus amigos para no ser coherente 
hubiera salvado la vida, pero no habría sido consecuente con sus principios. 
Aristóteles propuso una ética de la virtud que influye en el comportamiento 
humano y lo lleva a ser feliz. Sólo se puede ser feliz a través del ejercicio de la 
virtud, por eso hay que procurarla. Aristóteles enseñó que el hombre ha nacido 
para ser feliz, pero tiene que aprender a serlo; ha nacido siendo hombre, pero se 
tiene que humanizar; ha nacido sin saber cómo comportarse, pero tiene la 
capacidad para aprenderlo. En cambio, la ética del deber kantiana es un producto 
del racionalismo ilustrado que, por medio de la voluntad que obedece a la ley 
moral, busca el bien como un imperativo categórico que actúa sobre las personas 
sin importar sus deseos o intereses. Se busca cumplir la norma por la norma y no 
por alcanzar la virtud o en función de la virtud adquirida. 
La ética tiene como punto básico la justicia, pero para ejercerla se necesita vivir la 
templanza, la fortaleza y la prudencia38. La justicia lleva a saber cómo relacionarse 
adecuadamente con el prójimo. La persona injusta se va cerrando puertas, va 
contradiciendo la propia naturaleza porque la naturaleza humana es social, por lo 
que no vivir la justicia impide desarrollarse como ser humano. Los seres humanos 
pueden cometer injusticias también sin darse cuenta, los fallos de omisión son 
siempre mayores: estropear las cosas, maltratar la naturaleza o no atender a la 
persona es una injusticia. 
 
La libertad bien vivida genera una sensación del deber cumplido, de no estar en 
deuda y como consecuencia viene la paz. En la ética, el tema de la deuda es 
central: Leonardo Polo afirma que el hombre llega tarde porque al nacer las cosas 
ya estaban allí y por eso el ser humano debería ser radicalmente agradecido. El 
que llega tarde se da cuenta de que todo le ha sido dado, que no ha sido él quien 
ha hecho las cosas y adopta una actitud de humildad y de responsabilidad ante lo 
recibido. Por otro lado, Tomás de Aquino, uno de los más grandes tratadistas de 
ética en la historia, llama a la piedad, virtud “imperfecta” en el sentido de que el 
don recibido es tan grande que ya no se puede responder según una estricta 
justicia. 
 
La persona atenta, acoge con agradecimiento lo que le ha sido dado, y por eso 
tiende a responder a los dones recibidos. Hay dos interpretaciones fundamentales 
de la respuesta al don: la interpretación “economicista” y la “clásica”: la 
economicista lleva a devolver “matemáticamente” lo que se ha recibido, mientras 
que los verdaderos agradecidos siempre tienen la impresión de que se han 
quedado cortos en la respuesta. Por eso, el agradecimiento siempre añade algo 
simbólico. Joseph Pieper explica que el amor es el regalo esencial, porque ningún 
 
37 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Etica: la medida y la grandeza del ser humano" Homenaje a Jorge V. Arregui 2006, 
n. 37 y ALVIRA, RAFAEL, "La ética como factor clave en la política". 
38 Cfr. AYUSO MIGUEL, PESOA ÁLVARO et al. "Problemas estructurales para la ética democrática" Razón y 
Tradición. Estudios en honor de Juan Antonio Widow, Santiago de Chile, Editorial Globo Editores 2011, pp. 
21-30. 
 20 
regalo es regalo si no va acompañado por el amor verdadero. En la virtud de la 
justicia, lo más intrínseco es el agradecimiento. Ser ético significa ser justo y esto 
significa ser agradecido39. Lo contrario al agradecimiento es el rechazo, la queja, 
la repulsa ante lo recibido. El que se queja no es feliz. Si el resultado del buen 
comportamiento ético es la felicidad, se es feliz cuando se aprende a no quejarse. 
La única ética capaz de explicar que se puede agradecer todo, es la cristiana. La 
palabra “amén” resume la actitud cristiana que lleva a agradecer lo que venga, 
pase lo que pase. Hay que procurar que las cosas salgan lo mejor posible, pero si 
después de todo no salen bien hay dos posibilidades ante la contrariedad: la queja 
o la aceptación feliz40. 
 
Según la tesis clásica de Donoso y Cortés41, cuando el nivel de la virtud es alto, la 
represión baja y viceversa, cuando no hay virtud es necesario incrementar la 
represión. Una tesis que prevé las consecuencias de la máxima libertad está 
injertada en el pensamiento individualista actual, ya que no son pocos los que 
piensan que la libertad personal termina donde empiezan los derechos de los 
demás. Pero este lema no contribuye al bien común porque si a cada uno solo le 
importa lo personal, queda fuera la promoción de la solidaridad como un motor del 
tejido social. Ramiro de Maeztu afirmaba que la libertad no tiene su valor en sí 
misma: hay que apreciarla por las cosas que se consiguen con ella42. 
 
f. Religión 
 
La religión es en el orden cronológico la última de las categorías sociales, pero en 
el ontológico ocupa el lugar más importante. La ética tiene un límite: no da la 
fuerza suficiente para aguantar la contrariedad43. Para ser feliz hay que aprender a 
aceptar lo arduo. La religión da sentido a las contrariedades, cosa que la ética no 
puede hacer. El cristianismo sí puede dar sentido al sufrimiento y fuerza para 
poder bendecir la cruz cuando llega. El martirio es la manifestación mayor de la 
religión. El mártir es un testigo de la fe. Erasmo de Rotterdam consideraba que 
Sócrates era un santo, porque fue capaz de aceptar la muerte para dar testimonio 
con su vida de la verdad, aunque no hace falta ser mártir para dar testimonio de la 
fe. 
 
Tanto la ética como la religión son dos categorías interiores que están llamadas a 
hacerse externas para así dar gloria al hombre y a Dios. Hay que distinguir la 
religión de la religiosidad: la religiosidad es algo cultural, que puede no tener una 
base sólida en las personas, en cambio la religión da el poder para creer que todo 
lo que sucede es para bien. Sin religión los problemas que la vida presenta39 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, Los regalos que no se ven. Apuntes de familia, Colombia, Instituto de la Familia, 
Universidad de la Sabana, 2009. 
40 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Etica de la cotidianeidad." Thémata 1999, n. 40, pp. 147-153. 
41 Cfr. DONOSO Y CORTÉS, JUAN, “Catolicismo, el liberalismo y el socialismo, edición digital a partir de la 
edición de José Vila Selma, Madrid, Editora Nacional, 1978, http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-
din/ensayo-sobre-el-catolicismo-el-liberalismo-y-el-socialismo--1/html/ obtenido el 15 de enero de 2016. 
42 Cfr. ALVIRA, TOMÁS, El Ramiro de Maeztu. Pedagogía viva. Ediciones Rialp 1992. 
43 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "El problema de la debilidad del espíritu," V Simposio Internacional de Teología. 
Scripta Theologica, Pamplona, 1983, pp. 297-308. 
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/ensayo-sobre-el-catolicismo-el-liberalismo-y-el-socialismo--1/html/
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/ensayo-sobre-el-catolicismo-el-liberalismo-y-el-socialismo--1/html/
 21 
pueden hundir en la miseria a la persona y llevarla a buscar estrategias de salida 
en la droga, el alcohol u otras dependencias, para olvidar lo que hace sufrir44. 
 
Toda auténtica identidad tiene algo de religioso porque donde se siente 
identificada una persona, allí tiene su seguridad y su fe45. Creer lleva a una 
persona a ponerse en manos de otra o de Dios, por eso el matrimonio tiene algo 
de sagrado desde que existe la humanidad. En el actual momento histórico, la 
interioridad ética y de la religión ha perdido la fuerza que tuvo en Grecia y luego en 
la Edad Media. La modernidad las ha suplantado por la lógica del mercado, del 
poder y de los medios de comunicación. Hay una tarea por hacer, para que la 
exterioridad económica, jurídica y política estén informadas por la interioridad ética 
y religiosa. La ética y la religión son las categorías interiores que tienen como 
función transformar la sociedad desde dentro. 
 
La Universidad de Roma La Sapienza46 es la más grande de Europa, y se 
encuentra entre las primeras del mundo, entre otras cosas por el número de 
estudiantes. Borromini diseñó y construyó la cúpula de la capilla universitaria en 
1632 en forma de una espiral siempre ascendiente, para transmitir a los 
estudiantes que llegar a la verdad es un proceso que nunca hay que dar por 
concluido: en cada ascenso se puede llegar más cerca de la verdad sobre el 
hombre y Dios. La Universidad debe tener como ejes transversales la reflexión 
ética y teológica para que en cada rama del conocimiento se busque el amor por 
la verdad y su trasmisión, para hacer común a los demás lo más preciado que 
tiene el hombre: su amistad y conocimiento de Dios, de la Verdad, de la Bondad y 
de la Belleza. 
 
Una investigación entre jóvenes universitarios sobre las Categorías Sociales 
 
En mayo de 2015 un grupo de estudiantes47 realizó una investigación en la 
Universidad del Istmo: preguntaban a estudiantes, escogidos al azar en los 
pasillos, por dos tipos de conocimientos, por un lado sobre tecnología y redes 
sociales, y por otro sobre las categorías sociales. Al acabar elaboraron un breve 
video para exponer sus hallazgos. Para las preguntas sobre tecnología hicieron 
unas tarjetas en las que mostraban los logos de las redes sociales Facebook, 
Twitter e Instagram; las marcas Apple, Windows y Android; las consolas de Play 
Station, wii, Xbox; y las fotografías de Mark Zuckerberg, Steve Jobs y Bill Gates. 
Los jóvenes pudieron contestar de manera inmediata ante la muestra rápida de las 
tarjetas. El otro set de preguntas consistió en la elaboración de una pregunta 
directa por cada categoría social, en relación con la actualidad. Por lo general, las 
respuestas a estas seis preguntas no fueron tan inmediatas como las del primer 
 
44 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Sobre la claridad de la fe," III Simposio Internacional de Teología. Cristo Hijo de 
Dios y Redentor del Hombre, Pamplona, 2008, pp. 23-217. 
45 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Fe y civilización”, Identidad cristiana, Coloquios Universitarios, Pamplona, 2007, 
pp. 41-46. 
46 Fundada en Roma el 20 de abril de 1303 por voluntad del Papa Bonifacio VIII. 
47 Investigación realizada por estudiantes de tercer año de Ingeniería en el curso de Fundamentos del Orden 
Social en la Universidad del Istmo, mayo 2015. Se cuenta con material audiovisual. 
 22 
grupo, y muchas de ellas no tuvieron respuesta. Los estudiantes de la Facultad de 
Derecho se defendieron bastante mejor, pero muchos no pudieron contestar a 
varias de las preguntas. Las preguntas eran: 
Hábitat: ¿Cuántos árboles se necesitan para hacer una tonelada de papel? La 
respuesta en principio era fácil pues en cada servicio sanitario de la Universidad, 
en el lugar en el que se dispensa el papel para secarse las manos hay una 
calcomanía que indica el número: 17 árboles. 
Economía: ¿Cuál es el salario mínimo en Guatemala para el año? La respuesta 
debía ser Q.2,644.40. 
Derecho: ¿En qué documento se fundamentan las leyes en Guatemala? La 
Constitución y otro cuerpo de Códigos. 
Política: ¿Sabes la fecha de las próximas elecciones? La respuesta era el 6 de 
septiembre. 
Ética: ¿Sobre qué acusan al secretario de la vicepresidenta Roxana Baldetti? La 
respuesta correcta era la de ser el cabecilla de una banda que defraudó al Estado 
con acciones corruptas en las aduanas. 
Religión: ¿Cómo se llama el Estado Islámico que está asesinando cristianos en 
Medio Oriente? La respuesta esperada era Isis. 
 
La conclusión del ejercicio fue obvia: en el balance de los intereses de los jóvenes 
universitarios, la inclinación hacia las redes sociales y los innovadores que están 
configurando la sociedad hoy en día es muy marcada, mientras que pesa poco el 
interés por conocer la sociedad en la que viven. No cabe duda de que la formación 
cívica ha de ocupar un lugar en la Universidad para que sus estudiantes puedan 
contar con espacios para reflexionar sobre estos temas y luego incidir en la 
configuración de la cultura: una gran tarea por hacer. 
 
 
3. Las Instituciones Sociales 
 
Las Instituciones sociales son cristalizaciones de la vida social, particularmente 
estables, permanentes y significativas, como lo son los organismos que 
desempeñan una función de interés público, benéfico, docente o cada una de las 
organizaciones fundamentales de un Estado, nación o sociedad, así como 
aquellos órganos constitucionales del poder soberano en la nación. Las 
instituciones cumplen en sociedad el mismo papel que cumplen las virtudes en la 
persona. Son virtudes sociales, que nos dan fortaleza para hacer las cosas bien. 
Las instituciones encierran en sí la inmensa riqueza de lo social, que es lo 
personal, lo humano. Es necesario nacer y crecer en instituciones para luego 
poder relacionarse y cultivarse apropiadamente. Cada institución es un cultivo de 
un aspecto de la vida natural. El nivel o la temperatura de una sociedad, se puede 
medir por el nivel de su derecho y sus instituciones, se da una gran conexión 
entre derecho e instituciones, ya que éstas dan seguridad a las sociedades en las 
que están. 
 
a. Familia 
 
 23 
Rafael Alvira es muy fecundo en sus reflexiones acerca del núcleo de la sociedad, 
seguramente influyó mucho la estupenda familia que formaron sus padres, Tomás 
y Paquita, y la vida que compartió con ellos y sus ocho hermanos. Su pensamiento 
ha quedado vertido en múltiples ensayos y conferencias pero para transmitir sus 
reflexiones me basaré principalmente en dos de sus escritos: su libro “El lugar al 
que se vuelve. Reflexiones sobre la familia”48 y su artículo “Elementos 
configuradores de la familia”49. 
 
 El convencimiento de que sin familia no hay sociedad viable le lleva a 
afirmar que gracias a la familia es posible que la persona se trascienda a sí misma 
en dirección a los demás. La sociabilidad o apertura a los demás, supone 
esfuerzo, una relación de cercanía que a través del dialogo preparapara una 
confianza mutua en la que se desarrolla una educación recíproca. Si la persona no 
se apropia de la sociabilidad en la familia, tampoco tendrá la capacidad de hacerlo 
en la sociedad, para que se pueda construir una sociedad humana. 
 
La familia se destaca por la individualidad y la sociabilidad al mismo tiempo. En 
ella cada uno es reconocido por lo que es, con nombre propio, y es querido con 
sus características individuales. A la vez, es allí donde se adquiere el carácter 
relacional: se es hijo, padre, primo, sobrino, y es donde se da el “amor que es 
relacional por excelencia”. Entiende perfectamente porque se llama a la familia 
“célula social”, porque las células son las que hacen posible que haya un tejido 
viviente y la familia es la “primera organización de algo que podemos llamar 
vivo…”. La familia es un ser vivo, no es la simple suma de individuos con 
relaciones externas, sino que “posee unidad funcional en la diversidad. Si no hay 
partes diversas no hay ser vivo”. Chesterton en su ensayo La Mujer y la Familia 
describe con mucha agudeza la importancia de la familia en la sociedad: 
 
“No hay dudas de que hay razones para criticar la vida en familia y razones para 
elogiar la vida en un hotel. Pero a menudo se hace la increíble y extraordinaria 
sugerencia de que la ruptura de un hogar supone una liberación. Se nos presenta 
el cambio como favorable a la libertad. Sin embargo, para cualquier persona capaz 
de pensar, tal ruptura representa exactamente lo contrario. Como todo lo humano, 
la familia no es perfecta y no alcanza una completa libertad, algo difícil de 
conseguir y hasta de definir. Pero es simple cuestión de aritmética ver que logra la 
mejor forma de organizar libremente el mayor número de personas. Sólo dentro 
del hogar encuentra uno sitio para su individualidad y su libertad”50. 
 
Siguiendo esta lógica, Alvira sostiene que como todo ser vivo, la familia tiene un 
alma, que constituye el amor familiar, y un cuerpo que es la economía, que junto 
con la educación y la intimidad, constituyen las tres funciones principales de la 
familia, y asigna un elemento a cada una. En sus escritos los expone en distinto 
 
48 ALVIRA, RAFAEL, El lugar al que se vuelve. Reflexiones sobre la familia, Pamplona, EUNSA, 2000. 
49 ALVIRA, RAFAEL, “Elementos configuradores de la familia”, en La familia y el futuro de Europa. Anales de 
Ciencias Sociales y Económicas de la Fundación Ferran Valls I Taberner, Barcelona, 1987, pp. 161-169. 
50 CHESTERTON, GILBERT K, La mujer y la Familia, Styria, 2006. 
 
 24 
orden, y también tiene ensayos en los que trata sólo de alguno de estos elementos 
en particular. Los elementos y funciones son las siguientes: 
 
Economía-Igualdad 
 
La primera función es la económica, que viene a ser el cuerpo de la familia, ya que 
sin lo material no se puede hacer nada humano. Sin una economía, no hay familia. 
Sin propiedad privada no es posible la economía y ésta se da inicialmente en la 
familia. Es allí donde los bienes propios son amados y compartidos con los demás. 
Los niños son la propiedad más sublime, y la sabiduría de los mayores es un 
activo valiosísimo. 
 
Si hay crisis de propiedad se afecta la seguridad y por lo mismo la igualdad, que 
solo es posible donde se respeta en profundidad la propiedad propia y la ajena. 
 
Educación-Libertad 
 
La segunda función básica de la familia es la educación, que necesita un diálogo 
afectuoso e inteligente y por lo tanto moral. “Toda vida comunica y toda 
comunicación es educativa”. Los medios de comunicación no pueden sustituir la 
vida familiar, el diálogo directo y la educación moral. Si no se da, se pierde la 
fiabilidad, la desconfianza hace que disminuya la libertad, porque el miedo no hace 
libre a nadie, sino que coarta. El hogar es el lugar donde se genera la confianza, y 
por eso es el lugar para la educación y la libertad. 
 
El amor lleva a respetar la libertad y esto se aprende en la familia. En la familia, 
por ser una comunidad, la educación se da continuamente, allí la persona aprende 
a darse a los demás: a dar tiempo, servicios y a auto dominarse para dar sitio a la 
escucha atenta, a la comprensión, a la paciencia que es la virtud propia de la 
fortaleza. La educación familiar no puede ser sustituida por el centro escolar o por 
las instituciones estatales. Por eso, el centro escolar debe parecerse a una familia, 
y sobre todos los padres deben poder participar en la educación que quieren para 
sus hijos. 
 
Intimidad-fraternidad 
 
La última de las funciones es la intimidad necesaria en toda persona humana para 
que no se disperse y pueda vivir con intensidad. La intimidad supone interioridad, 
que es necesaria para que la sociedad funcione externamente. Sólo cuando hay 
intimidad es posible externar lo que se piensa. Sin mundo interior la persona no 
puede conocerse a sí misma, ni puede externarse apropiadamente. El sentido del 
pudor ayuda a mantener una honestidad y una buena relación con los demás. 
 
Donde se cultiva la intimidad florece la fraternidad, que surge cuando la paternidad 
fomenta la unidad y la intimidad: los padres unen a los hijos y esa intimidad 
familiar hace posible la fraternidad. “La ventaja formidable de la familia (hablo de 
una auténtica familia, no de esas familias que más bien parecen hoteles) es que 
 25 
cuenta con un entorno de entera confianza en el cual se puede exteriorizar sin 
miedo y, por ende, descubrir la impresionante riqueza interior, maravilla que no 
sucede sino en un ámbito de confianza”51. 
 
Un rasgo característico de los discursos elaborados por los estudiantes para el 
acto de graduación es el espacio que destinan al agradecimiento a quienes han 
contribuido a su formación personal y profesional. Sin duda el lugar más 
importante está dedicado a sus familias. Los buenos padres han previsto desde 
jóvenes el ahorro para que sus hijos puedan llegar a la Universidad, y muchos de 
ellos siguen ayudándoles después para que continúen estudios de maestría y 
doctorado. Es una de las inversiones más importantes y preciosa para ellos. 
 
"Es la crisis de la familia la que provoca la crisis de la juventud y por consiguiente 
la que pone en un cierto peligro el futuro de nuestra sociedad”52. La estabilidad 
familiar impacta también mucho en el rendimiento de los estudiantes. Si hay 
problemas en la familia, ordinariamente repercute en las calificaciones, en su 
estabilidad de ánimo, en la forma de ver la vida. 
 
La familia es el camino para construir un buen futuro53. La Universidad tiene la 
responsabilidad de apoyar a la institución más importante de la sociedad –la 
familia– verdadero termómetro de la salud social, y es una obligación de la 
academia el custodiar este baluarte. 
 
Podría decirse en este sentido que uno de los índices de éxito de la Universidad 
será el que sus egresados integren familias sanas, familias felices, en las que 
demuestren que son capaces de comprometerse para toda la vida con un ideal. 
Los estudiantes de Carlos Llano recuerdan una frase impactante de su profesor: 
«El casarte con María Luisa implica que vas a renunciar a los miles de millones de 
mujeres del mundo. ¿María Luisa vale tanto?», y es que el matrimonio vale tanto 
que escoger a la pareja viene a ser un asunto de vital importancia no sólo para el 
contrayente, sino para la familia que constituya y por lo tanto para la sociedad. 
 
No es posible construir una sociedad sin partir de cada familia, tarea nada 
pequeña, para la que es necesario poseer un espíritu magnánimo sin el cual no es 
posible sostener el empeño para consolidarla y facilitar que cuando llegue el 
momento oportuno los hijos puedan tomar las decisiones sobre su propio futuro y 
verlos partir para que ellos construyan con solidez este mismo círculo virtuoso: 
 
 “Sin entusiasmo para empezar, tenacidad para seguir, y desprendimiento para ver 
cómo lo construido se va, no hay familia posible. Muchos nola forman porque no 
 
51 ALVIRA, RAFAEL, Familia, Sociedad política y Empresa. Rescatado el 9 de enero de 2017 de 
http://www.um.edu.uy/docs/alvira_conferencia.pdf 
52 ALVIRA, RAFAEL, "La crisis de la familia provoca la crisis de la juventud," en Noticias de la Universidad de 
Montevideo (2011), http://www.um.edu.uy/noticias/62384-dr-rafael-alvira-la-crisis-de-la-familia-provoca-la-
crisis-de-la-juventud/, obtenida el 16 de diciembre de 2015. 
53 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Responsabilidad social y humanismo empresarial: libertad, bien común, familia y 
confianza" Gobierno Empresarial, Santiago, Universidad de los Andes, 2011, pp. 15-36. 
http://www.um.edu.uy/docs/alvira_conferencia.pdf
 26 
se atreven, o no se consideran con fuerzas para ello. Es decir, les falta grandeza 
de ánimo. Pues las tres virtudes señaladas no son más que tres variantes de ella, 
cuya diferente modulación viene dada por el momento cualitativo en que juegan su 
papel, y cuya característica añadida es la dificultad creciente. Hace falta mucho 
corazón para lanzarse, más para continuar y más para desprenderse”54. 
 
Es impostergable el desarrollo de una cultura a favor del matrimonio, de la familia 
y de la vida que trae como consecuencia inmediata un aporte a la seguridad, el 
desarrollo económico y social de la civilización. 
 
b. Estado 
 
Aristóteles considera que el fin que busca el hombre es la felicidad, que consiste 
en la vida contemplativa y esto sólo puede conseguirse en la polis. El organismo 
social de Aristóteles considera al Estado como una especie de ser natural que no 
surge como fruto de un pacto o acuerdo. El hombre es un animal social («zoon 
politikon») que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad: la primera es la 
familia, le sigue la aldea que reúne a un grupo de familias y así surge el Estado de 
una manera natural ya que está conformado por distintas aldeas. Ante la 
imposibilidad que se le presenta a cada persona de satisfacer sus propias 
necesidades materiales y espirituales de manera autárquica y dada su inclinación 
natural a convivir y comunicarse con los demás, aparece la necesidad natural de 
la polis que, aunque significa ciudad en griego, la concibe también con el sentido 
de sociedad política o Estado. 
 
La sociedad ha ido estableciendo un conjunto de estructuras en orden a proveer 
las condiciones que facilitan el logro de sus fines, de manera que buscan 
perfeccionar, armonizar, sistematizar y promover las actividades de las personas y 
de los grupos sociales en orden a la consecución del bien común político. Esta 
sociedad políticamente organizada es el Estado, que se podría explicar como “una 
sociedad formada por un gran número de personas que viven en un mismo 
territorio, tienen leyes comunes y colaboran armónicamente para lograr la 
prosperidad temporal (que no es sólo material) de sus miembros. Su finalidad y su 
razón de ser es, por tanto, el bien común temporal, en su sentido amplio”55. 
 
Para que el Estado pueda realizar las diferentes funciones que tiene asignadas 
con el objetivo de proteger los legítimos derechos de los ciudadanos, se ha 
organizado democráticamente en tres poderes, cada uno con funciones 
específicas cuya división e independencia es uno de los principios básicos de un 
Estado de derecho, para poder legislar con justicia (poder legislativo), dirimir las 
responsabilidades y las controversias (poder judicial) y dirigir la sociedad (poder 
ejecutivo). 
 
Enrique Colom abunda explicando que los tres poderes públicos, 
 
54 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, El lugar al que se vuelve. Reflexiones sobre la familia, p. 91. 
55 IBÍD. 
 27 
“están llamados a promover el desarrollo humano de los ciudadanos, mediante la 
justa distribución de los bienes, la defensa de la paz nacional e internacional, el 
apoyo a una política familiar y económica equitativas, el fomento de la educación, 
de la moralidad pública, de la salud, etc.; esto será tanto más necesario y urgente 
cuanto más indigentes sean las personas o los grupos a quienes se refiere. 
También deberán realizar la función subsidiaria de acometer actividades que 
favorecen el bien común, pero que son irrealizables por los privados, como son las 
infraestructuras demasiado costosas: puertos, carreteras, subvenciones, etc. Una 
de las incumbencias más significativas del Estado es concertar las actividades de 
los grupos sociales y de las personas para que la realización de las metas 
particulares redunde en la promoción del bien común”56. 
 
c. Sociedad Civil 
 
La Sociedad Civil es el conjunto de los ciudadanos de una sociedad considerados 
desde el punto de vista de sus relaciones y actividades privadas, con 
independencia del ámbito estatal. El Estado no tiene el monopolio de la 
benevolencia, no puede resolver los intereses de todos sus ciudadanos y estos 
son libres de reunirse con el fin de promover el bien común de sus comunidades. 
En la actualidad se ha generalizado el uso del vocablo solidaridad debido al 
desarrollo de asociaciones que fomentan la cooperación al desarrollo. Ana Marta 
González sostiene que: 
 
 “el surgimiento y extraordinario auge que en los últimos años han conocido los 
movimientos de solidaridad en general, y las ONGs dedicadas a la cooperación y 
desarrollo en particular, ha venido a recordarnos dos ideas fundamentales, que 
acaso habíamos dejado caer en el olvido: en primer lugar, que el Estado no tiene 
el monopolio de la benevolencia, y en segundo lugar, que la iniciativa privada no 
puede identificarse a priori con el interés egoísta” ya que más bien se puede decir, 
en palabras de León Tolstoi, que “no hay más que un modo de ser felices: vivir 
para los demás”57. 
 
Paradójicamente, como subrayan diversos autores, la libertad alcanza su plenitud 
cuando elige servir. Por el contrario, la pretensión de una libertad absoluta, 
independizada de Dios y de los demás, sin nada que la limite, desemboca en un 
yo postrado ante el dinero, el poder, el éxito u otros ídolos, más o menos 
brillantes, pero finalmente caducos y sin valor. “La libertad de un ser humano es la 
libertad de un ser limitado y, por lo tanto, es limitada a ella misma. Sólo podemos 
poseerla como libertad compartida, en la comunión de las libertades: la libertad 
sólo puede desarrollarse si vivimos, como debemos, unos con otros y unos para 
 
56 IBÍD. 
57 GONZÁLEZ, ANA MARTA, "Sociedad civil y solidaridad" V Seminario de Fundaciones y BERNAL, AURORA 
(ed.), Capítulo 1. El Voluntariado. Educación para la participación social, Barcelona, 2002, pp. 27-51, 
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/16934/1/Sociedad%20civil,%203.pdf, obtenida el 12 de noviembre de 
2015. 
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/16934/1/Sociedad%20civil,%203.pdf
 28 
otros”58. Toda persona necesita de los otros, no sólo por lo que recibe de ellos, 
sino porque está hecha para dar. 
 
La persona libre se mide por su capacidad de compromiso, ser libre no significa 
carecer de vínculos; sólo quien tiene ideales se sabe comprometer a profundidad. 
Los compromisos adquiridos exigen la renuncia de todo lo que es incompatible 
con aquello a lo que uno se ha comprometido. El ejercicio más noble y perfecto de 
los seres libres, el acto educativo por excelencia, es el don de sí, la entrega 
desinteresada de sí corre a la par del sentido de responsabilidad, del control de los 
instintos y del temple de las capacidades, de la afirmación del carácter. La entrega 
de sí requiere magnanimidad, esa fuerza que dispone a salir de uno mismo, para 
prepararse a emprender obras valiosas, en beneficio de todos, sin anidar 
estrechez, cicatería, ni cálculo egoísta, ni trapisonda interesada. El magnánimo 
dedica sin reservas sus fuerzas a lo que vale la pena, no se conforma con dar 
algo, se da del todo. Necesariamente, un ciudadano comprometido es optimista, 
sabe crecerse ante

Continuar navegando