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ANIBAL FORD
CULTURA DOMINANTE Y CULTURA POPULAR
El trabajo critico debe ser un trabajo de afirmación de la cncs nac y pop, una forma de enfrentamiento con
la cult oligárquica y el imperialismo. Por un lado, como ataque a la cult dom, a la cult reproductora del sist
elitista y dependiente, naturalizadora y confirmadora del orden existente, a la cult de la aprop, de la
reificación, de la alienación, de la mitificación, etc. Por otro lado, como afirmación y exploración de los proc
que se oponen a la cult dom, a esas formas cult que a pesar de estar sometidas a la expropiación, a la
recuperación desdialectizadora, a la represión, fueron o van formando junto a las otras luchas, una cncs nac
y pop. La 2da instancia nos remire a una zona más compleja y a la que denominamos con términos muchas
veces mitificados: cult popu, cult, nac. El desenfoque o el olvido respecto a estas zonas se debe a diversos
factores. 1ero: la persistencia del concepto burgués de cult, hace de la cult de una cl la cult universal, la
única cult. Para esta la cult es un bien universal que hay que distribuir entre las masas carentes de cult. Se
termina reconociendo como único centro impugnador de la cult dom a la subversión directa o a la ortodoxia
y otorga a las cl popu un rol pasivo, no creador, carente de iniciativa histórica.
Una redefinición de los conceptos de cult nacional y cult popu debe apoyarse en el análisis concreto de la
historia arg – en el marco de la hist LATAM – de la forma que adopto en nuestro país el conflicto soc y el tipo
de dependencia al que estamos sujetos. No serán los códigos de la cult burguesa ni los análisis hecho sobre
otras rdd los que indicaran el camino para valorar los proc cult que influyeron efectivamente en la
formación de una cncs de cl y de una cncs antiimperialista, de una cult que o se hunde sino que marcha y
crece junto al proc de liberación y cuyo corpus complejo, contradictorio y en gran parte perdido, puede ser
explorado en fenómenos diversos.
LA UTOPÍA DE LA MANIPULACIÓN
La valorización del receptor en el proc de la comu, la reivindicación de sus posibilidades de creación, de
selección, de reformulación o de negación sobre lo que recibe. De alguna manera nuestra cult revalorizo
siempre al emisor. Donde esto persa de manera monstruosa y suicida es en el disc autoritario. El disc
autoritario cree, o no N creer, o está destinado a creer ciegamente, aunque la rdd lo niegue, que domina al
otro. Pero no es así. Se trata de una reivindicación comunicacional, de la revisión de la teo de la
manipulación ejercida por los MM y levantada tanto por las der como las izq., en parte, pero también en
parte es algo más amplio y profundo, una especie de refutación que en ppio proviene de la historia, gran
volteadora de las teo que elucubra el saber humano.
Todo esto nos remite a una nueva profunda crisis de los autoritarismos y a las teo que los sustentan.
Nosotros nos educamos en una cult donde la creencia de fondo era la de que el hombre podía o iba a ser
dominado “manipulado”. Sin embargo pareciera estar demostrado que esta hipot es irreal. Las
concepciones que hacían del hombre un reaccionador pasivo a estímulos ignoran la cap tremenda del
organismo humano para seleccionar, ampliar y manipular las señales que acometen sus sentidos. Ignoran el
hecho de que las personas embarcadas en la comu son proactivas porque ingresan totalmente en la
transacción. De ahí que el disc autoritario, que se piensa a sim mismo como tan poderoso, termine siento
desjerarquizado. No está Ford minimizando el peso negativo y atomizante que tuvo el haber reprimido el
flujo de info soc en la arg durante estos años, está negando la posibilidad de “lavarle el cerebro” al pueblo. Y
aquí difiere de quienes, al reseñar estos años, colocan desinformación y lavado de cerebro en un mismo
paquete.