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CorredorRodriguezCamila2013

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ESTADO DEL ARTE SOBRE LA PRESENCIA DE MERCURIO EN PECES Y SU EFECTO EN LA SALUD. 
 
 
 
 
 
 
Camila Corredor Rodríguez 
 
 
 
 
 
 
TRABAJO DE GRADO 
 
 
 
 
 
Presentado como requisito parcial para optar al título de 
 
 
 
NUTRICIONISTA DIETISTA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ENRIQUE DE LA VEGA 
Director 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA 
FACULTAD DE CIENCIAS 
CARRERA DE NUTRICION Y DIETETICA 
Bogotá, D.C. de 2013 
 
 
 
 
 
NOTA DE ADVERTENCIA 
 
 
Artículo 23 de la Resolución N° 13 de Julio de 1946 
 
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus 
trabajos de tesis. Solo velará por que no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica 
y porque las tesis no contengan ataques personales contra persona alguna, antes bien se vea en 
ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ESTADO DEL ARTE SOBRE LA PRESENCIA DE MERCURIO EN PECES Y SU EFECTO EN LA 
SALUD. 
 
 
 
 
 
CAMILA CORREDOR RODRIGUEZ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
APROBADO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
______________________________ 
Ingrid Schuler García 
Bióloga 
Decana Académica 
 
 
___________________________ 
Marta Liévano 
Nutricionista Dietista 
Director de Carrera 
 
 
 
v 
 
TABLA DE CONTENIDO 
1. INTRODUCCION………………………………………………………………………………………….8 
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ………...……………………….…….……………………….10 
3. OBJETIVOS……………………………………………………………………………………..…….......11 
3.1Objetivo General…………………………………………………………………………….……….11 
3.2 Objetivo Específico………………………………………………….………………………….......11 
4. METODOLOGIA…………………………………………………………………………………….….....11 
5. MERCURIO………………………………………………………………………………………….….....12 
6. INTOXICACIONES CON MERCURIO…………………………………………………………….…...14 
7. METABOLISMO DEL MERCURIO EN EL CUERPO HUMANO……………………………….…....16 
8. SISTEMA NERVIOSO CENTRAL………………………………………………………………….….17 
8.1 Estudio realizado en Nueva Zelanda……………………………………………………….……...18 
8.2 Estudio realizado en Islas Faroe…………………………………………………………….…......18 
8.3 Estudio realizado en las Islas Seychelles…………………………………………………….......19 
8.4 Estudios en adultos………………………………………………………………………………...20 
8.5 Estudios recientes…………………………………………………….…………………………....21 
8.6 Mecanismos por los cuales el MeHg puede generar neurotoxicidad. ………………………...21 
9. SISTEMA CARDIOVASCULAR…………………………………………………………………….......22 
10. EFECTOS EN OTROS SISTEMAS DEL ORGANISMO………………………………………….....23 
10.1 Sistema Inmune…………………………………………………………………………………......23 
10.2 Sistema Reproductor……………………………………………………………………………...24 
11. MERCURIO Y CANCER…………………………………………………………………………….......... ..25 
12. EFECTO PRETECTOR DEL SELENIO………………………………………….…………………...26 
13. DOSIS DE CONSUMO RECOMENDADAS…………………………………….…………………...27 
13.1 Evolución de las recomendaciones sobre consumo de pescado. ……..…………………....27 
13.2 Recomendaciones para el consumo de pescado…………….……………..………………..28 
14. NIVELES DE MERCURIO EN PESCADOS Y MARISCOS….…………………………………..........30 
15. DISCUSIÓN………………………………………………………………………………………….…......31 
16. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES…………………………..…………………………......33 
17. REFERENCIAS……………………………………………………………………………………….....35 
ANEXOS………………………………………………………………………………………………......42 
 
 
 
 
 
 
 
 
vi 
 
INDICE DE ANEXOS 
Anexo N° 1 Glosario............……………………..……..………………………………………………....42 
 
Anexo N° 2 Cantidad de artículos referenciados según año de publicación.....……………........… 43 
 
Anexo N° 3 Ciclo del mercurio…………………..……………………………………………….…..…....44 
 
Anexo N°4a Clasificación de pescados y mariscos según contenido de mercurio total.................. . .45 
 
Anexo N° 4b Cantidad de metilmercurio permitido para consumo humano……………………..…..46 
 
Anexo N°5 Contenido de mercurio promedio de algunos pescados y mariscos............................. 44 
 
Anexo N° 6 Consumo máximo semanal de diferentes especies de pescados y maricos………..…49 
 
Anexo N° 7 Biomarcadores para medir niveles de mercurio en el cuerpo......................…….....…51
 
 7 
 
RESUMEN 
El mercurio es un elemento que se encuentra en la Tierra de diversas formas, pero es el 
mercurio orgánico, especialmente el metilmercurio el que ha sido sujeto de investigaciones 
para comprobar sus efectos en la salud humana. Se ha investigado al metilmercurio debido 
a que se han presentado intoxicaciones en diferentes poblaciones que consumieron 
alimentos contaminados con este elemento, generando efectos negativos en la salud y 
particularmente en el sistema nervioso central. En los últimos años, la comunidad científica 
ha realizado investigaciones tanto en animales como en humanos para establecer los 
mecanismos de acción y los efectos del metilmercurio en el sistema cardiovascular, inmune, 
reproductor al igual que su posible efecto cancerígeno pero en la mayoría de estos, hace 
falta más evidencia para generar conclusiones finales. El principal vehículo de metilmercurio 
para el ser humano son los pescados y mariscos, sin embargo, no hay un nivel 
mundialmente aceptado sobre la cantidad de estos que se puede consumir a diario sin 
causar un efecto negativo. Diferentes países a nivel mundial han establecido valores de 
referencia para medir el mercurio en el cuerpo humano pero aún no hay un consenso sobre 
los mismos. Las recomendaciones de organizaciones internacionales, como la Agencia de 
Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), son seguir incluyendo el pescado 
como parte de la dieta habitual pero elegir aquellos con menor cantidad de mercurio. 
ABSTRACT 
Mercury is an element found on Earth in different ways, but it is organic mercury, specially 
methylmercury, the one that has been subject of research to test its effects on human health. 
Methylmercury has been investigated because of the poisoning in different populations that 
have consumed food contaminated with this element, resulting in different implications, 
particularly in the nervous system. In recent years, the scientific community has conducted 
research in both animals and humans to establish the mechanisms of action and effects of 
methylmercury in the cardiovascular, immune, reproductive systems and possible 
carcinogenicity, but it is necessary to have more evidence to generate accurate conclusions. 
The main source of methylmercury for the human being is fish and shellfish, however, there 
is no globally accepted level for the amount of fish that can be consumed daily without 
causing a negative effect. Different countries worldwide have established benchmarks for 
measuring mercury in the human bod, but there is not worldwide accepted value. 
International organizations such as the Food and Drug Administration (FDA) recommend 
including fish as part of the regular diet but choosing those with lower levels of mercury. 
 
 
 8 
 
1. INTRODUCCION 
El pescado ha sido una importante fuente de proteína para los humanos y sus antecesores 
por miles de años. Según evidencia arqueológica, el hombre lleva pescando más de 100.000 
años y el primer registro del pescado como alimento de los Homo sapiens tiene 380.000 
años (18). El pescado continúa siendo una importante fuente de proteína para los humanos 
y es así como en el 2011, la pesca de captura y la acuicultura suministraron al mundo unas 
154 millones de toneladas de pescado de las cuales, aproximadamente 131 millones se 
destinaron al consumo humano (19). La pesca marina mundial ha venido incrementándose 
durante las últimas décadas. Mientras en 1950 representaba USD $ 8.000 millones, en la 
actualidad representa cerca de USD $125.000 millones, lo que corresponde al 1% del 
comercio global de mercancías en términos de valor (19). 
Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (ENSIN 2010) en Colombia,el 61,1% 
de los colombianos consume pescados o mariscos en un mes regular y el 26,9% lo consume 
semanalmente. Hay una distribución similar para los diferentes grupos de edad y son 
consumidos en mayor proporción en la zona urbana del país destacándose la región 
Atlántica. Es importante conocer el consumo de este alimento debido a que proporciona 
proteínas de elevado valor biológico y una gran variedad de micronutrientes esenciales, que 
incluyen varias vitaminas (A, D y E) y minerales como calcio, yodo, zinc, hierro, magnesio y 
selenio, los cuales son necesarios para diversas funciones del organismo como son el 
crecimiento, la reparación y un adecuado funcionamiento en general. 
Así mismo, el pescado y particularmente el de agua salada contiene cantidades importantes 
de ácidos grasos de cadena larga omega 3 (el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido 
eicosapentaenoico (EPA), que son fundamentales para prevenir enfermedades 
cardiovasculares y minimizar la respuesta inflamatoria. El DHA se incorpora en la materia 
gris del cerebro en desarrollo durante la gestación y los primeros dos años de infancia, así 
como en las membranas de la retina (Lewin GA et al.2005) (38), por lo que es considerado 
fundamental para lograr un crecimiento sano, y una adecuada formación del sistema 
nervioso y de la retina en los niños. Se ha demostrado un consumo materno alto (100 
mg/día) de DHA aumenta el IQ del niño 0,13 puntos (38), y existe evidencia vinculando el 
consumo de pescados y mariscos ricos en ácidos grasos de cadena larga omega 3, con una 
disminución en la mortalidad por enfermedades coronarias y muerte súbita en personas con 
y sin enfermedad cardiovascular (23). Se especula que su consumo es una de las causas 
importantes en baja tasa de incidencia y prevalencia de la enfermedad cardiovascular en los 
inuit (esquimales), y una de las razones del aumento en la esperanza de vida de 
 
 9 
 
japoneses(22). A nivel mundial, el pescado proporciona a unas 3000 millones de personas 
casi el 20 % de la ingestión media de proteínas de origen animal per cápita y a unos 4300 
millones de personas un 15% de las proteínas consumidas (19). 
A pesar de estos grandes beneficios por consumo de pescado, la comunidad científica y 
médica ha puesto su atención en algunos aspectos negativos o posibles riesgos como es la 
contaminación con mercurio y su efecto en la salud humana debido a incidentes como el 
ocurrido en Minamata, Japón (1950’s), en el que se presentaron efectos adversos en la 
población local, principalmente en el sistema nervioso central debido a un depósito durante 
más de veinte años de desechos industriales con altos contenidos de mercurio orgánico 
(entre 80 y 150 toneladas) (34). 
El mercurio es considerado como un tóxico y contaminante global que debido a emisiones 
naturales provenientes de la corteza terrestre, y antropogénicas, ha resultado en la 
contaminación de los ecosistemas acuáticos en donde es biometilado para convertirse en 
mercurio orgánico o metilmercurio. Una vez transformado, este se bioacumula en los peces 
a lo largo de las cadenas tróficas. Los más expuestos son las aves piscívoras, peces, 
mamíferos marinos, peces predadores, y el ser humano (8). 
Actualmente, las fuentes antropogénicas son responsables de alrededor del 30% de las 
emisiones anuales de mercurio inorgánico al aire. Otro 10% proviene de fuentes geológicas 
naturales, y el 60% restante proviene de "reemisiones" de mercurio emitidas anteriormente 
que se ha acumulado a lo largo de décadas y siglos en los suelos superficiales y los 
océanos. Se estima que las concentraciones atmosféricas de mercurio actuales son de dos 
a tres veces mayores a las de hace 150 años. Sin embargo, esto no se ha visto reflejado en 
aumentos significativos de mercurio en ambientes marinos y no hay evidencia concreta de 
un incremento en los niveles de mercurio de peces marinos oceánicos (47). 
Debido a los efectos negativos que se han observado en el ser humano al estar expuesto a 
niveles muy altos de mercurio, se han realizado estudios respecto al efecto del metilmercurio 
en el cuerpo, particularmente en el sistema nervioso central, sistema inmune, sistema 
cardiovascular y sistema reproductivo; así como sus efectos carcinogénicos. Por los riesgos 
que implica el metilmercurio, a nivel internacional, han surgido propuestas internacionales, 
de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y de la Agencia de 
Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), para establecer los niveles máximos de 
consumo de este agente tóxico, al igual que determinar cuáles son los niveles en el cabello y 
sangre que no representan un riesgo para la salud. También se ha informado a la población 
sobre las especies de pescado con mayor y menor contenido de mercurio orgánico. 
 
 10 
 
Es importante que los profesionales de la salud, especialmente nutricionistas y dietistas 
estén en capacidad de aconsejar a la población en general sobre los riesgos y beneficios de 
consumir pescado para que se tomen decisiones informadas acerca de las opciones más 
saludables en cuanto a especies y orígenes, la porción ideal y la frecuencia de consumo. 
 
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
El pescado ha sido una fuente importante de proteína para los humanos y sus ancestros por 
cientos de miles años. El pescado es una importante fuente de diversos nutrientes como los 
ácidos grasos poliinsaturados omega 3 convirtiéndolo en un alimento de alto valor 
nutricional. A pesar de todas estas bondades nutricionales, algunos pescados contienen 
ciertos niveles de contaminantes tóxicos tal como el mercurio. 
A partir de incidentes como los ocurridos en Japón (1950’s) e Irak (1970’s) en los que 
población crónicamente expuesta a fuentes de alimento contaminada con altísimos niveles 
de metilmercurio desarrolló efectos adversos en salud [46], han surgido preocupaciones, 
especulaciones y mitos sobre el verdadero impacto toxicológico que tiene el mercurio 
orgánico en la salud humana. Medios de comunicación y gente del común divulgan 
información sobre estos supuestos efectos que no han sido científicamente comprobados 
aún, en algunos casos creando falsas creencias acerca del pescado y llevando a la 
población mal informada a disminuir radicalmente o eliminar el pescado de su dieta. 
Se hace entonces necesario contar con información veraz y comprobada acerca de los 
verdaderos efectos del metilmercurio en la salud humana además de lograr exponer los 
diferentes consensos de las entidades internacionales sobre porciones recomendadas de 
consumo de pescado semanalmente y niveles aceptados de mercurio en el cuerpo humano. 
Así mismo se requiere divulgar las opciones más saludables de consumo de pescado 
dependiendo de su contenido de mercurio orgánico para transmitir a diferentes niveles de la 
población los riesgos y beneficios de su consumo y de esta forma tengan la capacidad para 
tomar decisiones informadas o guiadas sobre cuanto pescado deben consumir en su dieta 
habitual. 
 
 
 
 
 11 
 
3. OBJETIVOS 
3.1 Objetivo General: 
Identificar los efectos en la salud humana del consumo de pescados contaminados con altos 
niveles de metilmercurio publicados en literatura científica. 
3.2 Objetivos Específicos: 
 Especificar el origen de la contaminación con mercurio en los pescados consumidos por 
el ser humano. 
 Describir los efectos en el sistema nervioso central derivados del consumo de pescados 
contaminados con metilmercurio. 
 Identificar los efectos del metilmercurio en los diferentes sistemas del cuerpo humano. 
 Describir el efecto protector del selenio contra el metilmercurio en el cuerpo humano. 
 Comparar las dosis recomendadas de metilmercurio en la dieta y los valores seguros en 
el cuerpo humano según diferentes organismos internacionales. 
 Describir el contenido de metilmercurio de algunos peces más consumidos reportadoen 
la literatura. 
 
4. METODOLOGIA 
Se llevó a cabo una revisión de literatura científica publicada en diferentes bases de datos y 
revistas científicas reconocidas así como en guías de salud pública. Para cada uno de los 
efectos en salud, se utilizaron las bases de datos Medline, ProQuest, ScienceDirect y 
Journals@Ovid entre otros para identificar artículos científicos relacionados con el tema en 
cuestión. Para el manejo de referencias se utilizó el administrador de bibliografía RefWorks. 
Se revisaron 102 documentos que fueron sometidos a los siguientes criterios de inclusión: 
Tamaño de la muestra mayor a 50, factor de impacto de las revistas donde estaban 
publicados los artículos, descripción clara de la metodología utilizada en los diferentes 
estudios, un adecuado diseño experimental que incluyera controles y la supervivencia de la 
muestra vs. Controles una vez sometida a los diferentes experimentos en el caso de 
animales. Los estudios incluidos en esta investigación fueron publicados entre 1972 y 2013, 
contando con 68 artículos finales. (Ver Anexo 2) 
 
 12 
 
 Posteriormente, se hizo un análisis riguroso y crítico de la información lo que permitió sacar 
conclusiones generales y específicas para cada tema estudiado. 
5. MERCURIO 
El mercurio es un elemento que se encuentra en la atmósfera, biosfera y geósfera del 
planeta Tierra (13). Está clasificado en tres grandes grupos que son mercurio elemental, 
mercurio inorgánico y mercurio orgánico. Los compuestos inorgánicos de mercurio existen 
en dos estados de oxidación (mercurioso, Hg+; mercúrico, Hg++), que están generalmente 
en estado sólido como sales de mercurio o compuestos de mercurio con cloro, azufre u 
oxígeno (17,46). El mercurio orgánico está compuesto por un enlace químicamente estable 
entre mercurio y el carbono de un grupo funcional etilo, metilo o fenilo (2). El compuesto que 
genera más interés entre las formas de mercurio orgánico es el metilmercurio el cual se 
forma mediante la metilación por microorganismos en el ambiente (46). 
Las emisiones de mercurio se pueden agrupar en tres grandes grupos: fuentes naturales, 
fuentes antropogénicas y re-emisiones. La principal fuente de contaminación del ambiente 
es natural y proviene principalmente de la desgasificación de la corteza terrestre además de 
terremotos, erosiones y actividad volcánica (66). La naturaleza contribuye en gran medida al 
mercurio que circula en el medio ambiente y esto ha sucedido a lo largo de la historia del 
planeta Tierra por lo que la humanidad siempre ha vivido en un entorno medioambiental que 
contiene mercurio (2). Como segunda fuente de contaminación se encuentra la actividad 
humana. La minería de oro artesanal de pequeña escala y la industria del carbón son las 
principales fuentes de emisión de mercurio al aire, seguido de la producción de metales 
ferrosos y no ferrosos, la producción de cemento (57) y a menor escala, la fabricación de 
lámparas, amalgamas dentales, termómetros e instrumentos eléctricos (2). 
Las actividades humanas contribuyen tanto a emisiones presentes como futuras al aire, por 
lo que la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), Agencia de 
Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y el Programa Ambiental de las Naciones 
Unidas prendan alarmas acerca de los efectos negativos que puede producir el mercurio en 
la salud humana y consideren la creación de controles para la emisión de este elemento 
(13). 
Existe evidencia de que la polución provocada por el hombre en lagos y ríos ha aumentado 
los niveles de mercurio en peces de estos lugares. Sin embargo, esta polución no ha 
afectado significativamente los niveles de mercurio encontrados en los peces oceánicos (25) 
y es probablemente el resultado de efectos locales y no globales de la contaminación. Esto 
 
 13 
 
se hace evidente al comparar los niveles de mercurio en el agua de diferentes lugares. En 
zonas con poca influencia de la industrialización o por mineralizaciones de mercurio, la 
concentración media es de 50 ng/litro de agua, mientras que en regiones próximas a minas 
de mercurio e industrializadas se reportan valores entre 400 y 700 ng/litro. En la bahía de 
Minamata (Japón), coincidiendo con la intoxicación masiva que se produjo, se reportaron 
valores entre 1.600 – 3.600 ng/litro (2). 
Las re-emisiones constituyen la tercera categoría de fuentes, correspondiendo al 60% de las 
emisiones de mercurio totales al aire (57). El mercurio previamente depositado del aire en 
suelos, aguas superficiales y vegetación derivadas de emisiones pasadas pueden volver a 
ser emitidas al aire. Estas reemisiones son el resultado de procesos naturales que hacen la 
conversión de mercurio inorgánico a mercurio elemental, el cual es volátil y retorna 
fácilmente al aire (Ver Anexo 3). 
El mercurio se encuentra en el ambiente debido a un ciclo geoquímico que inicia pasando a 
la corteza terrestre y desde esta al aire, al agua y suelos, para pasar posteriormente a las 
plantas y a los animales y, por último al hombre (2). El ciclo incluye la emisión inicial, 
circulación atmosférica en forma de vapor, y el eventual retorno del mercurio por 
precipitación a la tierra y el agua donde es absorbido por los sedimentos (17,58). Estudios 
realizados por el Panel de Expertos en Procesos Atmosféricos del Mercurio en 1994, 
estimaron que de las 200,000 toneladas de mercurio emitidas a la atmósfera desde 1890, el 
95% se encuentra en suelos terrestres, 3% en el agua superficial del océano y 2% en la 
atmosfera (60). 
El metilmercurio (CH3Mg
+
) es la principal forma de este elemento que causa impactos 
negativos en los humanos (51). Este se acumula en el músculo de organismos de mayor 
nivel trófico como peces predadores que luego son consumidos por el ser humano (58). El 
metilmercurio constituye un problema por diferentes razones. La primera es que este es 
tomado por el plancton de manera más eficiente que el mercurio inorgánico, lo que resulta 
en concentraciones en plancton 10,000 veces mayores a las concentraciones en aguas 
marítimas. Así mismo, es absorbido con mayor facilidad en el tracto intestinal de los 
animales que el mercurio inorgánico, y tiene la capacidad de biomagnificarse a medida que 
asciende en la cadena alimenticia (48,57). 
Las rutas del mercurio en los ecosistemas acuáticos son de gran importancia porque es en 
las aguas y sedimentos donde el mercurio inorgánico es convertido a metilmercurio. Esto 
generalmente ocurre en el mar entre 200 y 1000 metros de profundidad bajo condiciones 
anaeróbicas, en donde la concentración de mercurio estaría vagamente afectada por la 
 
 14 
 
actividad humana (28,57).
 
La hipótesis de que el mercurio sufre el proceso de metilación en 
la profundidad del océano en donde el oxígeno es mínimo proviene de tres líneas de 
evidencia (28). 1. Hay estudios que comprueban que la concentración máxima de 
metilmercurio está en las zonas donde hay mínimas concentraciones de oxígeno en los 
océanos Pacífico y Atlántico así como también en el Mar Mediterráneo (28). 2. La única 
fuente de metilmercurio es biológica, y en zonas donde los niveles de oxígeno es mínimo 
existe la mayor actividad bacteriana (28). 3. En los lagos, el metilmercurio es producido por 
bacterias reductoras de sulfato y se originan en aguas anóxica y sedimentos (28). 
La mayor fuente dietaria de metilmercurio en los humanos es el pescado (9) debido a que 
las concentraciones de metilmercurio es estos es muy superior a la encontrada en otros 
alimentos como cereales, vegetales, frutas, carnes, huevos y leche (58). Existen variaciones 
entre los niveles de mercurio de los diferentes peces que se han atribuido a diferentes 
factores como el nivel trófico, el lugar de captura, tamaño, pH y temperatura del ambiente en 
que viven. En el Océano Pacífico, hay estudios que demuestran que a mayor profundidad, 
niveles máselevados de metilmercurio, lo que sugiere que los peces que vivan y/o se 
alimenten a mayores profundidades, tendrán mayores concentraciones de mercurio en su 
organismo (13). Así mismo, los peces más grandes, con mayor edad y de alto nivel en la 
cadena alimentaria tienen mayor contenido de MeHg en sus tejidos que aquellos más 
pequeños y jóvenes de menor nivel trófico. Las concentraciones de un pez predador pueden 
ser hasta 10 millones de veces mayores que las que se encuentran en el agua (32). 
 
6. HISTORIA DE INTOXICACIONES CON MERCURIO 
En los años 1950’s ocurrió una intoxicación masiva de personas en el Japón por el consumo 
de pescados y mariscos contaminados con metilmercurio (concentraciones 5,61 a 35,7 ppm) 
que fue depositado en el agua de la Bahía de Minamata durante más de 20 años (21), por 
una planta de productos químicos que se dedicaba a la fabricación de acetaldehído, un 
material usado en la producción de plásticos. Se estima que la planta vertió un estimado de 
80 a 150 toneladas de este elemento (34). Esta contaminación originó la denominada 
Enfermedad de Minamata, desorden neurotóxico cuyos síntomas principales incluyen 
trastornos sensoriales, ataxia, contracción concéntrica del campo visual, y desordenes 
auditivos y del habla, movimientos involuntarios y retardos mentales. Los trastornos 
sensoriales y la contracción concéntrica del campo visual estuvieron presentes en el 100% 
de los casos de Enfermedad de Minamata (61), 93.5% de los casos presentaban ataxia, 
88,2% problemas del habla y 85,3% desórdenes (61). Las concentraciones encontradas en 
 
 15 
 
el cabello de los residentes de esta región eran de 280 a 760 ppm, muy por encima de los 
valores normales de 2 ppm (21). 
Los efectos fatales en el desarrollo cerebral de los fetos por causa del metilmercurio fueron 
descubiertos por primera vez a raíz del incidente en Minamata. Mientras que las madres no 
presentaban síntomas de intoxicación, los bebés mostraron trastornos del sistema nervioso 
central tales como parálisis, retardo mental, ataxia cerebral y retraso del crecimiento. La 
mayoría de ellos mostró salivación excesiva, convulsiones y estrabismo (24). Desde 1953 
hasta 1960, un total de 121 personas que vivían en las aldeas alrededor de la bahía de 
Minamata se intoxicaron, 22 niños sufrieron de intoxicación antes de nacer y 46 personas 
murieron. Treinta y seis años más tarde, se habían identificado 2252 pacientes con 
enfermedad de Minamata de los cuales 1043 habían muerto (21). 
Un brote similar pero de menor impacto ocurrió en Niigata en los años 70. En este caso, se 
reportaron cuarenta y siete afecciones y seis muertes por contaminación de las aguas del río 
Agano por parte de las industrias del plástico que utilizan compuestos inorgánicos de 
mercurio como catalizadores (4). 
En 1972 se presentó un incidente en Irak, en el que 6500 personas resultaron afectadas y 
459 murieron debido a una intoxicación con mercurio proveniente de pan hecho a partir de 
granos de trigo contaminados con fungicidas que contenían niveles promedios de este 
elemento de 9,1 ppm (rango de 4.8 a 14.6 ppm) (24). La severidad de los síntomas dependía 
de la dosis ingerida. Mientras algunas personas que consumieron pan contaminado en un 
corto período de tiempo presentaron sólo parestesia, aquellas que consumieron el pan 
durante más tiempo tenían otras manifestaciones clínicas disminución visual e inclusive 
ceguera en los casos graves. Se manifestó dificultad en el habla y la audición en los 
pacientes con concentraciones de mercurio más altas en la sangre (4). Muchos de los 
pacientes que sobrevivieron comenzaron a mejorar gradualmente 2 o 3 meses después de 
haber dejado de comer pan contaminado, siendo la ataxia el síntoma más persistente (4). 
Las observaciones clínicas realizadas en Irak sugieren que las mujeres embarazadas son 
más sensibles a los efectos del metilmercurio, siendo los fetos los que presentan un riesgo 
mayor. Es así como la Organización Mundial de la Salud y el Programa para la Seguridad 
Química (1990) indicaron un riesgo de 30% o más de presentar signos de anormalidad 
neurológica cuando la concentración de mercurio en el pelo materno está por encima de 70 
ppm (61). 
Tanto la Enfermedad de Minamata como el caso en Irak son incidentes de contaminación de 
alimentos con metilmercurio, que mostraron los efectos extremos de la exposición aguda y 
 
 16 
 
extensa en seres humanos. Sin embargo, hay diferencias significativas entre los dos casos. 
Los datos japoneses de dosis-respuesta fueron obtenidos a partir de exposiciones crónicas a 
pescados y mariscos contaminados con metilmercurio que ocurrieron a través de varias 
décadas. Por otro lado, los datos de Irak fueron obtenidos de una población que experimentó 
una exposición durante un corto periodo de tiempo, aproximadamente tres meses, de altos 
niveles de metilmercurio ingeridos en forma de semillas de trigo contaminadas con un 
fungicida organomercurial. No está comprobado si la las diferencias en el vehículo (pescado 
contrastado con trigo) y la duración de exposición (años comparado con meses) influye en la 
respuesta de los seres humanos (61). Lo que es claro, es que estos incidentes suministraron 
evidencia e información sobre los efectos adversos del metilmercurio en la salud. 
Otros incidentes graves pero menos conocidos de intoxicación debido al consumo de harina 
de trigo y semillas tratadas con compuestos de metilmercurio ocurrieron en Guatemala 
(1963-1965) y Pakistán en 1969 (4). Los dos casos fueron clasificados originalmente como 
encefalitis viral pero después se demostró que eran el resultado de contaminación por 
mercurio 
 
7. METABOLISMO DEL MERCURIO EN EL CUERPO HUMANO 
El metilmercurio se absorbe rápidamente a través del tracto gastrointestinal y posteriormente 
se distribuye en todo el cuerpo. Esta forma de mercurio penetra fácilmente la barrera 
hematoencefálica y la placenta tanto en animales como en seres humanos (62). Mientras 
que la absorción del mercurio inorgánico es de máximo 38%, el metilmercurio (MeHg) se 
absorbe casi completamente (alrededor del 95%) a través del tracto gastrointestinal (62). 
Posteriormente, es transportado a la sangre para ser distribuido a los diferentes órganos, 
proceso que toma de 30 a 40 horas (24,51). 
Estudios en ratones, indican que el transporte del metilmercurio a los tejidos está mediado 
por la formación de un complejo metilmercurio-cisteína, un complejo estructuralmente similar 
a la metionina, y se transporta a las células por medio de una proteína transportadora de 
amino ácidos (15). Pruebas en animales y células de cultivo sugieren que el complejo MeHg-
Cys es el sustrato de los transportadores de aminoácidos tipo L (L-type large neutral amino 
acid transporters, LATs) (52,62). LAT 1 se expresa en niveles altos en las membranas de las 
células endoteliales que forman la barrera hematoencefálica (15) y parece ser la forma más 
importante de ingreso de aminoácidos neutros en el cerebro, lo que indica que estas 
 
 17 
 
proteínas proveen la ruta para la entrada del metilmercurio al cerebro y otros tejidos además 
de ser importante en la distribución rápida en el organismo (52). 
El MeHg también se une a proteínas o aminoácidos con grupos tiol tales como la glicina, 
debido a la alta afinidad del catión de metilmercurio (CH3Hg
+
) por los grupos sulfhidrilo (-SH). 
La membrana celular, al contener grupos –SH que son esenciales para sus propiedades 
normales de permeabilidad y transporte, es el primer punto atacado por el MeHg (2). 
Además metilmercurio se une a la hemoglobina, albúmina y otras proteínas para ser 
transportado al sistema nervioso central en donde se acumula causando desórdenes 
neuronales (24). 
Así mismo, el MeHg se convierte en forma inorgánica y libera radicales de oxígeno, los 
cuales cusan daño severo a las células por medio de la activaciónde la peroxidación lipídica 
de la membrana celular (24). 
El MeHg es removido del cuerpo principalmente por la bilis y las heces, pero también es 
excretado en la orina, sudor, leche materna y es almacenado en el pelo y las uñas (51). La 
vida media del mercurio orgánico en los humanos ha sido estimada en diversos estudios en 
los que se han obtenido resultados que van entre 44 y los 80 días (62). La relativamente 
larga vida media del MeHg en el cuerpo, se debe a su reabsorción en la bilis por medio de 
ciclo hepatobiliar (24). El metilmercurio entra a las células por medio de complejos con 
cisteína en el hepatocito, y este complejo se secreta por la bilis mediante una proteína 
transportadora de glutatión (17). El complejo metilmercurio-glutatión en la bilis puede ser 
reabsorbido desde la vesícula biliar y el intestino y ser llevado a la sangre. Cuando los 
microorganismo localizados en el intestino quitan el grupo metilo del MeHg y lo convierten en 
mercurio inorgánico, el ciclo es interrumpido, y se realiza la excreción fecal del mercurio (62). 
La excreción también puede ser por vía urinaria aunque en menor proporción llegando 
máximo a un 20% de la cantidad diaria excretada. Así mismo, hay excreción por medio de la 
leche materna por lo que las mujeres lactantes generalmente eliminan el mercurio más 
rápido que las no lactantes (62). 
 
8. SISTEMA NERVIOSO 
La neurotoxicidad del metilmercurio es bien conocida debido a casos de intoxicación 
alrededor del mundo como en Minamata y a los estudios sobre la exposición en poblaciones 
de islas que consumen grandes cantidades de mamíferos marinos y mariscos (9). Mientras 
 
 18 
 
las exposiciones a altas concentraciones constituyen un peligro claro con signos 
neurológicos adversos y déficits en pruebas, los efectos de la exposición de medio y bajo 
nivel son menos pronunciados y más difíciles de documentar y cuantificar. Tres grandes 
estudios iniciados en los años 70’s y 80’s han examinado niños expuestos al metilmercurio 
en Nueva Zelanda, las Islas Faroe y las Islas Seychelles (20). 
8.1 Estudio realizado en Nueva Zelanda 
En 1980 se llevó a cabo un estudio en Nueva Zelanda donde se evaluó el desarrollo de los 
niños con exposición prenatal al metilmercurio. Se seleccionó inicialmente un grupo de 
11.000 madres que comieron pescado regularmente, de las cuales alrededor de 1000 
habían consumido tres comidas de pescado por semana durante el embarazo (62). Se 
comparó un grupo con niveles de mercurio medio (promedio de 1.9 ppm en pelo) con un 
grupo de concentraciones altas (promedio de 8.8ppm en pelo). A los 4 años de edad, los 
niños fueron examinados para evaluar sus funciones motoras gruesas, motoras finas, 
lenguaje y personal-social. También se realizaron pruebas estandarizadas de visión 
y sensoriales para medir el desarrollo de estos componentes del sistema nervioso (32,62). 
La prevalencia de retraso del desarrollo en los niños fue de 52% para hijos de madres con 
concentraciones elevadas de mercurio y el 17% para el grupo de referencia. El análisis de 
los resultados mostró que los retrasos de desarrollo se observaron con mayor frecuencia en 
la motricidad fina y lenguaje. Los niños del grupo expuesto a concentraciones altas de 
mercurio tuvieron una mayor frecuencia de bajo peso al nacer y eran más propensos a nacer 
prematuramente (32,62). 
8.2 Estudio realizado en Islas Feroe 
Un estudio a gran escala se inició en las Islas Feroe (Atlántico Norte) en 1986 para medir los 
efectos neurológicos de la exposición a metilmercurio y a bifenilos policlorados (PCB) en el 
útero (20). En esta comunidad pesquera, los pescados y mariscos son una parte importante 
de su dieta. Sin embargo, la exposición de mercurio de esta población, se atribuye 
principalmente a la alimentación con ballena, que tradicionalmente se caza y se comparte 
entre sus habitantes. Los sujetos del estudio estaban compuestos de 917 niños nacidos 
entre 1986 y 1987 y evaluados alrededor de los 7 años de edad. El mercurio se midió en el 
pelo de la madre y el cordón umbilical, y un subconjunto de los mismos se evaluó para los 
PCBs. El promedio de mercurio en sangre fue de 24,2 μg/L con 25% de las muestras por 
encima de 40 μg/L. La mediana de la concentración de mercurio en cabello materno era 4,5 
ppm, y 13% eran mayores que 10 ppm (62). Las pruebas neuropsicológicas administradas 
en edades comprendidas entre 7 y 14 años mostraron una asociación estadísticamente 
 
 19 
 
significativa entre el pobre desarrollo neurológico de los niños y una mayor exposición 
materna al MeHg (32). Se encontró que los niños expuestos a niveles altos de mercurio en el 
período prenatal tenían defectos en la atención, memoria, lenguaje y función motora (17). 
Los autores concluyeron que la exposición intrauterina al metilmercurio afecta varios ámbitos 
de la función cerebral. Después de la exclusión de los niños con concentraciones de 
mercurio en el cabello maternas superiores a 10 ppm, la asociación entre la exposición al 
mercurio y disfunción neuropsicológica se mantuvo sin cambios. Los autores, por lo tanto, 
llegaron a la conclusión de que los efectos adversos se observaron a exposiciones por 
debajo de 10 ppm en el cabello de la madre (1,6,62). 
8.3 Estudio realizado en las Islas Seychelles 
Las Seychelles son islas ubicadas en el Océano Índico cerca de las costas de África, donde 
la gente consume pescado de mar todos los días y no consumen mamíferos marinos ni 
peces de agua dulce. Los peces del océano que rodea a las Seychelles tienen un contenido 
similar de MeHg al comercializado en la mayor parte del mundo. Entre 1987 y 1990 se 
realizó un estudio conocido como el Seychelles Child Development Study (CDS) el cual 
involucró a 804 parejas de madre-hijo. Se tomaron muestras de cabello materno y sangre 
del cordón umbilical para conocer el contenido total de mercurio. Posteriormente se hicieron 
evaluaciones amplias de desarrollo neurológico en siete edades comprendidas entre los 6 
meses y 10 años de edad. Estas pruebas del desarrollo neurológico no encontraron ninguna 
evidencia para apoyar la hipótesis de que la exposición prenatal a MeHg a partir de 
consumo de pescado está asociada con retraso en el desarrollo neurológico. No existió 
asociación entre la exposición a MeHg prenatal y la mayoría de los resultados examinados, y 
no hubo asociación estadísticamente significativa entre el mercurio en el cabello de la madre 
y la edad en que el niño caminaba o hablaba. En contraste, se reportó una mejora en 
algunas de las mediciones de desarrollo estudiadas, lo cual fue atribuido a los beneficios 
nutricionales de los peces (14). 
Aunque los niños en Nueva Zelanda y las Islas Feroe fueron expuestos a concentraciones 
notablemente más bajas de metilmercurio que en los casos de intoxicación (Japón e Irak), 
estos mostraron ciertas alteraciones en el coeficiente intelectual, el lenguaje, habilidades de 
motricidad gruesa, la memoria y la concentración (24).
 
Estos resultados difieren de lo 
reportado en el estudio de las Islas Seychelles. A pesar de esto, los resultados de los dos 
primeros estudios sirvieron como base para que la Academia Nacional de Ciencias en 2000 
y posteriormente la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) determinaran 
la dosis de referencia para el MeHg equivalente a 0,1 μg/kg/día (31).
 
 
 
 20 
 
Las discrepancias aparentes en las conclusiones estos estudios han planteado desafíos 
para los científicos que intentan comprender los efectos de la exposición al metilmercurio 
prenatal. En un análisis, se estimó que cada microgramo por gramo de aumento de mercurio 
en el pelo materno se asocia con una disminución de 0,18 puntos de coeficiente intelectual 
(IQ) en niños mientras utilizando los datos de los mismos tres estudios, se concluyó que la 
exposición prenatal al metilmercurio suficiente para aumentar 1 μg/g la concentracióndel 
cabello de la madre disminuye 0,7 puntos el IQ (44). Sin embargo, la interpretación de estos 
estudios es difícil debido a que todos involucran múltiples variables que han sido difíciles de 
comparar. Por ejemplo, el estudio en Seychelles ha examinado repetidamente a los 
individuos participantes y a los 9 años de edad tuvieron en cuenta 21 variables principales 
que evaluaban cognición, memoria, motricidad, comportamiento, entre otras. (65). El estudio 
en las Islas Feroe evaluó a sus participantes por primera vez a los 7 años de edad y publicó 
los resultados de 20 pruebas de desarrollo. Los investigadores de Nueva Zelanda se 
basaron en cinco puntuaciones de las pruebas sobre desarrollo de una batería de 26 
pruebas (65). Las diferencias más marcadas son las edades en que los niños fueron 
estudiados, la cultura de los grupos estudiados y las pruebas utilizadas para definir el estado 
de desarrollo de los niños. Así mismo, la exposición a pescados que contenían sustancias 
benéficas o dañinas para el neurodesarrollo pudo diferir (31).
 
 
El MeHg y los nutrientes contenidos en el pescado pueden afectar los mismos resultados en 
direcciones opuestas, pero la mayoría de los estudios relacionados con alguno de los dos ha 
ignorado los efectos del otro al momento de realizar las pruebas estadísticas y presentar 
resultados (20). Los niveles de exposición en que tales efectos se manifiestan no se 
conocen actualmente por lo que se hacen necesarios estudios que proporciones respuestas 
claras respecto al tema (14). 
La conclusión general de los estudios en niños publicados hasta la fecha, como el de 
Davisdson et al. (2011) y Van Wijngaarden et al. (2009) es que aún no está claro si existe 
una asociación entre la exposición a bajos niveles de mercurio y los déficits neurológicos en 
los niños (14,65). Algunos estudios muestran una estrecha correlación entre el mercurio del 
pelo de la madre y niveles de mercurio en el tejido cerebral neonatal. Los autores 
argumentan que sus resultados requieren una interpretación cuidadosa, y que una 
asociación entre la exposición al mercurio a nivel intrauterino relativamente bajo y el déficit 
neurológico no se ha demostrado de manera concluyente (62).
 
Sin embargo, la EPA 
asumiendo una posición precautoria, ha clasificado al metilmercurio como un agente tóxico 
para el desarrollo (58). 
 
 21 
 
8.4 Estudios en Adultos 
Pocos estudios sobre los efectos neurológicos de la exposición a bajos niveles de mercurio 
se han llevado a cabo en adultos. Un estudio con 129 adultos de comunidades de 
pescadores brasileños, encontró que los niveles de mercurio en el cabello se asociaron con 
disminución en la velocidad de la motricidad fina, la destreza y la memoria aunque este no 
tuvo en cuenta el consumo de pescado (68). Por el contrario, entre un subconjunto aleatorio 
(n=474) de adultos mayores (edades 50-70 años) en el estudio de memoria de Baltimore 
(2005), el mercurio en la sangre se asoció con una mejor destreza manual pero disminución 
en memoria visual. Un estudio en Suecia con 106 adultos mayores (edad media: 87 años) 
realizado en 2002, no encontró una asociación entre el contenido de mercurio en la sangre y 
el estado cognitivo en general, incluida la memoria (26).
 
 
8.5 Estudios Recientes. 
En el año 2008, investigadores analizaron nuevamente los datos de las Islas Feroe 
utilizando diferentes modelos estadísticos para estimar mejor los efectos independientes de 
la ingesta de pescado y la exposición al mercurio. En este análisis, el consumo materno se 
asoció con mayores puntuaciones de la función motora y espacial en los niños a la edad de 
14 años. Las asociaciones con otros resultados medidos como la atención y la memoria no 
fueron estadísticamente significativos (44). 
Por otro lado, en un estudio en 2009 que involucró un nuevo análisis de los datos del 
seguimiento durante 9 años de los 643 niños en el Seychelles Child Development Study 
(CDS), no encontró una asociación de la exposición MeHg prenatal con el desarrollo infantil 
en una población con una media de exposición prenatal de 6 ppm. Tampoco entre la 
exposición prenatal y los resultados del desarrollo a los 9 años de edad (65). 
Así mismo, un estudio prospectivo de cohorte en niños inuit canadienses de 5 años no 
encontró asociación entre la exposición al mercurio prenatal y postnatal, y las funciones 
conductuales, como la atención, el nivel de actividad y los resultados emocionales (6). 
8.6 Mecanismos por los cuales el MeHg puede generar neurotoxicidad 
El mecanismo que produce mayor alteración del sistema nervioso es el estrés oxidativo 
generado por la interacción química directa entre los grupos tiol del glutatión (GSH), dando 
lugar a la formación de un complejo excretable (GS-HgCH3) que disminuye los niveles de 
GSH (16). Desde un punto de vista molecular, la disminución de los niveles de GSH puede 
causar un aumento de las especies reactivas de oxígeno (ROS) y daño oxidativo en una 
 
 22 
 
gran cantidad de biomoléculas como ácidos nucleicos, lípidos y proteínas. Sin embargo, es 
importante señalar que el MeHg puede inducir estrés oxidativo debido a su interacción 
directa con grupos nucleófilos de proteínas, incluso en ausencia de cambios significativos en 
los niveles de GSH (16).
 
El estrés oxidativo está asociado con enfermedades 
neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, pero 
sus mecanismos aún no se han identificado plenamente (17).
 
El metilmercurio es considerado un agente tóxico fuerte que influye en las enzimas, la 
función de la membrana celular y los componentes de neuronas; causa estrés oxidativo y 
peroxidación lipídica. Así mismo, se le han atribuido alteraciones motoras tales como ataxia, 
temblor y problemas de visión (24,49).
 
 
 
9. SISTEMA CARDIOVASCULAR 
Durante los últimos años se han realizado una gran cantidad de estudios tanto en animales 
como en seres humanos, para evaluar el impacto del metilmercurio en el sistema 
cardiovascular. Hasta el momento, la relación entre MeHg y toxicidad cardiovascular no ha 
sido identificada claramente a pesar de que se han reportado asociaciones en algunos 
estudios (24). Por ejemplo, Halbach et al. (1989) reportó que la exposición al mercurio por 
medio del consumo de pescado tiene una correlación positiva con un aumento en la presión 
arterial sanguínea en poblaciones que viven en la región amazónica (17). Otros estudios han 
reportado una relación entre la exposición al mercurio y enfermedades cardiovasculares 
(ECV) como alteraciones en el ritmo cardiaco e infarto agudo al miocardio (29). En Finlandia, 
hombres en el grupo más alto de contenido de mercurio en el cabello (≥ 2.03 ppm) tenían 
66% más riesgo de síndromes coronarios agudos comparados con los hombres en el grupo 
más bajo (< 0.84 ppm) y se encontró asociación entre un alto contenido de mercurio en el 
cabello y aumento en el riesgo de eventos coronarios agudos. Los autores recomendaron a 
la población evitar pescados de gran tamaño provenientes de lagos con niveles altos de 
mercurio (12,67). A niveles menores de 2.0 ppm, no se encontró relación significativa; de 
hecho, los individuos con niveles de mercurio en el cabello entre 0,84 y 2,03 ppm tenía 
tendencia hacia un menor riesgo de muerte por ECV y enfermedad coronaria que las 
personas con niveles más bajos de mercurio en el cabello (40). 
Otro estudio de casos y controles realizado en Europa reportó que los hombres con mayor 
contenido de mercurio en las uñas de los pies (niveles entre 0.36 y 0.66 ppm) tenían un 
riesgo aproximadamente 2 veces mayor de infarto al miocardio no fatal, en comparación con 
 
 23 
 
los hombres en el grupo con menor concentración (0.11 ppm) (40). Por otro lado, dos 
investigaciones realizadas en Suecia en los años 2007 y 2011 no encontraron una 
asociación significativa entre aumento en la exposición demercurio y riesgo de enfermedad 
coronaria (40). 
Investigaciones más recientes como la realizada por Mozaffarian et al. (2011) analizaron el 
contenido de mercurio en las uñas de los pies de sujetos en Estados Unidos e identificaron 
casos de enfermedad cardiovascular en 3427 participantes. La mediana de las 
concentraciones de mercurio en los participantes fue de 0.23 ppm. Concluyeron que los 
participantes con exposiciones al mercurio elevadas no tenían un mayor riesgo de 
enfermedad cardiovascular (30). 
Por último, un estudio analizó a adultos Inuit de 30 a 69 años en Groenlandia, con 
concentración promedio de mercurio en sangre fue 20.5 μg/L en hombres y 14.7 μg/L en 
mujeres. Se encontró que la presión diastólica disminuyó significativamente al igual que el 
riesgo de hipertensión a medida que aumentaba la concentración de mercurio en los 
hombres, mientras que no había relación en las mujeres (39,53). 
 
10. EFECTOS EN OTROS SISTEMAS DEL ORGANISMO 
10.1 Sistema inmune 
Debido a intoxicaciones con metilmercurio en el ser humano, se han realizado estudios en 
animales y en poblaciones expuestas para evaluar sus efectos en diversos sistemas como el 
inmune. 
La exposición a MeHg en ratones y ratas ha demostrado efectos en la respuesta 
autoinmune, así como un efecto inmunosupresor tal como la disminución de la actividad de 
las células natural killer. No obstante, los datos sobre este tema en general son escasos y se 
requiere más investigación en esta área (24,29,64). 
En el año 2000, el National Research Council de los Estados Unidos (NRC) resumió la 
literatura disponible sobre la inmunotoxicidad del mercurio en el ser humano. Este trabajo 
evidenció que la exposición ocupacional a formas inorgánicas de mercurio estaba asociada 
con alteraciones en los Linfocitos B, células T-helper pero en ese momento no existía 
suficiente evidencia para determinar el efecto real del MeHg en el sistema inmune (26). 
 
 24 
 
Un estudio más reciente del NRC (24,26), reportó que las personas expuestas a altas 
concentraciones de metilmercurio tienen cambios en los niveles de citoquinas en suero y un 
mayor riesgo de infección por malaria. Así mismo, se reportó una asociación entre la 
exposición al mercurio y niveles aumentados de anticuerpos antinucleares (ANA), los cuales 
son biomarcadores de disfunción autoinmune y cambios en el perfil de citoquinas en suero. 
Los resultados fueron hallados en personas con exposiciones más elevadas de Hg que lo 
reportado para la población en general que consume pescado (42).
 
 
Por el contrario, en un estudio de muestras de sangre de la madre y el feto, realizado en la 
Amazonia brasileña, no se encontró relación entre los niveles de ANA y el nivel de MeHg 
(42). Una investigación reciente reportó una correlación positiva entre la exposición a MeHg 
y los niveles de inmunoglobulinas totales (Ig), y de anticuerpos específicos en mujeres 
embarazadas y los fetos. La población estudiada consumía pescado de regiones 
contaminadas por metilmercurio y el 36% de las muestras de sangre de las madres y el 52% 
del cordón umbilical estaban por encima del nivel seguro estimado por la EPA de 5.8 μg/L 
(43). 
Es difícil sacar conclusiones definitivas sobre la relación entre el mercurio y el sistema 
inmune. Gran parte de la literatura epidemiológica disponible está limitada por el tamaño 
reducido de las muestras, el ajuste incompleto para posibles factores de confusión y falta de 
coherencia entre los biomarcadores utilizados para medir la exposición (26). Teniendo en 
cuenta los resultados de los experimentos con animales, se hace necesaria la realización de 
más estudios para evaluar la posibilidad de inmunotoxicidad de metilmercurio en el ser 
humano (24). 
10.2. Sistema reproductor 
Se ha realizado varios estudios para determinar el efecto de la exposición a metilmercurio en 
el sistema reproductor de animales y humanos. Los estudios en animales sugieren que el 
metilmercurio puede tener efectos adversos en la función reproductiva tanto en género 
masculino como femenino, siempre y cuando hayan sido expuestos a altas dosis (62). 
Estudios realizados en ratones, ratas y primates expuestos crónicamente, revelaron una 
disminución en la espermatogénesis, atrofia testicular, reducción en el número de 
espermatozoides, reducción en la tasa de supervivencia y tamaño de los fetos (24,37,62). 
Se debe tener en cuenta que los animales de estos estudios son expuestos a 
concentraciones significativamente mayores de mercurio que las concentraciones a las 
cuales los humanos son generalmente expuestos en su diario vivir debido a riesgos 
ambientales y consumo de dietas con pescado (37). 
 
 25 
 
Los estudios realizados en seres humanos son escasos y contradictorios. Se ha reportado 
que la concentración de mercurio en el fluido seminal se correlaciona con morfología y 
motilidad anormal de espermatozoides (37). Varios estudios que examinan el efecto del 
mercurio en la calidad del semen humano encuentran falta de asociación con los niveles 
sanguíneos de mercurio. Un estudio en Groenlandia, Polonia y Ucrania que tenía como 
objetivo investigar la relación entre las concentraciones en sangre de mercurio y 
características del semen y los niveles séricos de las hormonas reproductivas. Se encontró 
una asociación positiva entre la concentración sanguínea de mercurio y los niveles séricos 
de inhibina B, que reflejan recuentos elevados de esperma a diferencia de lo que se 
esperaba. No hubo asociaciones significativas entre la exposición al mercurio y las 
hormonas reproductivas (37). 
Por otro lado, un estudio de casos y controles cuyo objetivo fue comparar las 
concentraciones de mercurio en la sangre entre parejas infértiles y fértiles en Hong Kong 
concluyó que una mayor concentración de mercurio en sangre está asociada con la 
infertilidad masculina y femenina, sugiriendo como principal cause de estos problemas a 
trastornos de la permeabilidad de la membrana espermática, la función mitocondrial y la 
generación de movimiento (37). 
Los estudios anteriormente mencionados reconocen que la información sobre metilmercurio 
y sistema reproductor humano es contradictoria y la necesidad de realizar futuros estudios 
sobre la toxicidad reproductiva de seres humanos expuestos a concentraciones bajas de 
metilmercurio. 
 
11. MERCURIO Y CÁNCER 
No hay evidencia sólida que permita clasificar al metilmercurio como un agente 
carcinogénico en seres humanos. Si bien, este compuesto induce tumores en animales, solo 
ocurre en dosis muy altas. La revisión de las Directrices para la Evaluación de Riesgos del 
Cáncer (Guidelines for Cancer Risk Assessment, EPA 1999) clasifica al metilmercurio como 
posible carcinógeno. Sin embargo, aclara que no se debe considerar como cancerígeno en 
los seres humanos bajo las condiciones de exposición generalmente encontrados en el 
medio ambiente (24,64). 
Existen tres estudios sobre la relación entre la exposición al metilmercurio y el cáncer en el 
ser humano pero en ninguno de ellos se observó evidencia convincente de aumento de 
 
 26 
 
efecto cancerígeno atribuible a la exposición a este compuesto. La interpretación de estos, 
sin embargo, se vio limitada por el diseño del estudio y descripciones incompletas de la 
metodología y / o resultados (24,50,62,64).
 
 
 
12. EFECTO PROTECTOR DEL SELENIO 
El selenio (Se) es un oligoelemento que se requiere para la función normal de las enzimas 
que protegen a los tejidos endocrinos y cerebrales del daño oxidativo. Es un constituyente 
de selenoproteínas, que son importantes enzimas antioxidantes y catalizadoras para la 
producción de la hormona tiroidea activa (11). El selenio puede bioacumularse en peces, por 
lo que se asocia con la exposición a MeHg (29).
 
 
 
El Glutatión (péptido que contiene grupo tiol, GSH) juega un papel importante en la relación 
entre el metabolismode selenio y MeHg (29). Existe evidencia de que altos niveles de Se 
proporcionan cierto grado de protección a la toxicidad del metilmercurio, ya sea mediante la 
prevención de daño oxidativo o mediante la formación de un complejo de metilmercurio-
selenio (10). Los estudios en animales han demostrado que la ingesta de selenio puede 
ejercer una función protectora contra la toxicidad del metilmercurio con base en sus 
propiedades antioxidantes, lo que podría explicar por qué el período de latencia en 
Minamata, Japón, donde la población estuvo expuesta al metilmercurio en el pescado, era 
más largo que el de la intoxicación en Irak, donde la población estaba expuesta al 
metilmercurio en granos (62). 
 
Parece que la formación de complejos no sólo previene temporalmente el daño tisular 
inducido por metilmercurio, sino que también retrasa la aparición de los síntomas (60).
 
Varios 
investigadores han encontrado que una dieta suplementada con pescados ricos en selenio 
retrasa el inicio de la intoxicación por metilmercurio en ratas (62).
 
En uno de los primeros 
experimentos, se mostró que el selenio redujo la toxicidad aguda del Hg inyectado en ratas, 
lo que sugiere que el Se podría conjugar con Hg en la sangre para disminuir la disponibilidad 
de cada elemento (7). En otro estudio, codornices a las que se les administró MeHg en una 
dieta que contenía atún sobrevivieron más que codornices con un dieta de maíz y soya con 
la misma concentración de MeHg, encontrándose que el Se presente en el atún fue 
responsable de este efecto. Un estudio reciente en roedores mostró que los nutrientes 
antioxidantes Se y vitamina E en la dieta pueden alterar la toxicidad en el desarrollo del 
MeHg (10).
 
 
 
 27 
 
Un estudio realizado en las Islas Feroe en 2007 evaluó el nivel de selenio del cordón 
umbilical y encontró que todos los niños tenían niveles adecuados del mismo (10). Los 
análisis de regresión no mostraron efectos consistentes del Selenio, o interacción entre 
Selenio y el MeHg. En general, no se encontró evidencia de que el Se fuera un factor 
protector importante contra la neurotoxicidad del MeHg. Por lo tanto, a pesar de que existe 
evidencia de cierto nivel de protección del Selenio a contaminación de mercurio en animales, 
para el caso de los humanos se requiere investigación adicional (29). 
 
13. DOSIS DE CONSUMO RECOMENDADAS 
Debido a los beneficios nutricionales de los pescados y mariscos, se ha recomendado que 
las mujeres y los niños pequeños lo incluyan en su dieta (55). Sin embargo, casi todos los 
pescados y mariscos contienen trazas de mercurio. Algunas especies contienen altos niveles 
que pueden afectar al feto o el sistema nervioso en desarrollo del niño pequeño. Por lo tanto, 
organizaciones a nivel mundial recomiendan a las mujeres en edad fértil, mujeres 
embarazadas, madres lactantes y los niños pequeños consumir pescado pero evitar aquellas 
especies que tengan niveles altos de mercurio (51).
 
 
13.1 Evolución de las recomendaciones sobre consumo de pescado 
En la década de 1970, la FDA estableció un "Action Level" para el mercurio total en el 
pescado. Inicialmente, se estableció el nivel de 0,5 ppm, el cual fue adoptado por otros 
países que tienen límites similares. Sin embargo, en 1979 la industria pesquera demandó a 
la FDA, argumentando que no había suficiente evidencia científica para este límite y que el 
impacto económico de la norma sería demasiado grave. Un tribunal estuvo de acuerdo con 
lo planteado, y la FDA elevó el valor a el nivel actual de 1,0 ppm (20).
 
 
En 1978, se utilizaron datos de dosis-respuesta de un estudio para la primera evaluación de 
riesgos del metilmercurio por un comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud 
y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO); esta 
primera evaluación internacional de la toxicidad del metilmercurio recomendó una ingesta 
semanal tolerable provisional de 200 μg (3.3 μg/ kg de peso corporal/día) (20).
 
 
En 1990, el Programa Internacional sobre Seguridad Química (International Programme on 
Chemical Safety) revisó la neurotoxicidad de Irak, y reportó que los primeros signos de 
neurotoxicidad fetal se producen cuando las concentraciones de mercurio en el cabello 
materno superan 10 a 20 ppm (20).
 
Estas conclusiones fueron la base para la evaluación de 
riesgo y de los límites de seguridad actuales utilizados por la FDA (20). 
 
 28 
 
Diferentes organismos reguladores han tomado distintas decisiones con respecto a los 
límites de ingesta de metilmercurio. En 2001, la EPA se basó principalmente en el estudio de 
las Islas Feroe para la obtención de la dosis de referencia (RfD) de 0,1 μg metilmercurio/kg 
peso corporal/día (44). La Agencia de EE.UU. de Registro para Sustancias Tóxicas y 
Enfermedades (US Agency for Toxic Substances and Disease Registry) optó por utilizar el 
estudio de las Islas Seychelles para obtener su mínimo nivel de riesgo (Minimal Risk Level) 
de 0,3 μg metilmercurio/kg peso corporal/día, expresando su preocupación de que algunos 
de los efectos adversos aparentes atribuidos al metilmercurio en el estudio de las Islas 
Feroe, podrían ser el resultado de la exposición a contaminantes que también se encuentran 
en la grasa de la ballena que se consume en estas islas (44).
 
 
En el 2003, el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (Joint Expert Committee on 
Food Additives and Contaminants JECFA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la 
Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), no tuvo en cuenta el estudio de 
Nueva Zelanda. El JECFA se basa en los estudios de las Islas Feroe y Seychelles para 
calcular la ingesta semanal tolerable provisional de 1,6 μg de metilmercurio/kg de peso 
corporal/semana (0,23 μg/kg peso corporal/día) (44).
 
 
Las agencias gubernamentales que representan a varios países (como Japón, Estados 
Unidos, Canadá) han desarrollado niveles de ingesta de MeHg para proteger al público, que 
van desde 0,1 hasta 0,47 μg/kg/día. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) 
adoptó el 24 de febrero de 2004 un dictamen sobre el metilmercurio en los alimentos y 
aprobó una ingesta semanal tolerable provisional de 1,6 μg/kg (32).
 
 Por lo tanto, no hay un 
valor mundialmente aceptado sobre la cantidad que se puede consumir diariamente sin que 
cause un efecto adverso. 
13.2 Recomendaciones para el consumo de pescado 
Existen diversas recomendaciones sobre el consumo de pescado a nivel mundial. Por 
ejemplo, las recomendaciones en Francia reiteran las de la EFSA como medida de 
precaución, se aconseja a las mujeres embarazadas y en lactancia no consumir más de 60g 
de pescado predador salvaje por semana. En 2006, la Autoridad Francesa (AFSSA) 
recomendó que estos grupos eviten el pez espada y el merlín. El Reino Unido aconseja a las 
mujeres embarazadas y en lactancia evitar comer tiburón, pez espada y merlín. Los demás 
consumidores no deben comer más de una porción de estos pescados por semana (3). 
En 2001, la FDA hizo pública una alerta al consumidor sobre el mercurio en el pescado, que 
recomienda evitar las cuatro especies de peces más contaminados (tiburón, pez espada, 
caballa y blanquillo); limitar el consumo total de pescados y mariscos a ≤ 12 onzas/semana 
 
 29 
 
(340g/semana) como camarones, atún claro enlatado y salmón, y hasta seis onzas (170 g) 
de atún albacora por semana (13,45,59). 
La mayoría de las personas no consumen pescado todos los días por lo que la EPA y la FDA 
abordan la exposición al metilmercurio en semanas. La dosis segura para cualquier persona 
es la dosis de referencia (RfD) multiplicada por el peso en kilogramos y luego multiplicada 
por siete que es el número de días que tiene la semana (RfD x Peso (kg) x 7). Por ejemplo, 
una mujer de 60 Kg con una dosis de referencia de 0.1 µg de MeHg /Kg/día, tendría una 
dosis segura de 42µg(=60Kg*0,1µg/Kg/día*7días) de metilmercurio por semana (31,45). 
Esta dosis de referencia semanal puede compararse con el contenido de metilmercurio de 
los diferentes pescados para determinar si la exposición de una persona está dentro de los 
límites seguros. Los niveles de mercurio en los pescados se expresan en partes por millón 
(ppm), 1 ppm equivale a 1 µg/g. Es importante tener en cuenta el metilmercurio representa 
de un 80-90% del mercurio total contenido en estos alimentos (24). Para una porción de 
pescado de 100 gramos, se multiplicaría el nivel de mercurio expresado en ppm por los 
gramos de la porción. La dosis semanal de un individuo es la suma de las dosis de las 
diferentes porciones de pescado que consumió en el transcurso de una semana (33). 
Para una mujer de 60 kg cuya dosis de referencia semanal era de 42µg, la siguiente es la 
cantidad de mercurio total estimada que se obtendría al consumir 170g de diferentes 
pescados y mariscos (33): 
Camarón: 0.009 ppm x 170 gramos = 1,5 µg 
Atún Albacora: 0.358 ppm x 170 gramos = 60 µg 
Blanquillo: 1.45 ppm x 170 gramos = 246 µg 
Es evidente, que la exposición al mercurio depende del pescado que se elige para consumir 
y se puede exceder la dosis segura al consumir pescados con alto contenido de manera 
frecuente (63). 
Actualmente, existen calculadoras de exposición de mercurio en Internet para las personas 
que quieran calcular su propia exposición, con base en los tipos y porciones de pescado que 
consumen (54). Estas calculadoras expresan como porcentaje de la dosis de referencia 
consumido o directamente el contenido de mercurio consumido. Además de herramientas de 
fácil acceso para estimar la dosis de mercurio que un individuo consume, la EPA cuenta con 
advertencias e información específica para los estados del país llamada “fish advisories”. 
 
 30 
 
La FDA advierte a los consumidores que superar la dosis de referencia no necesariamente 
induce a ningún signo obvio, ya que los síntomas de efectos tóxicos normalmente sólo se 
hacen evidentes cuando una persona excede la RfD, por un margen bastante amplio durante 
un período prolongado. Pero a medida que aumenta la exposición por encima de la dosis de 
referencia, el riesgo aumenta (51).
 
 
En casos puntuales para individuos con alto contenido de mercurio en la sangre o el cabello, 
la acción recomendada es dejar de consumir pescado de forma temporal o cambiar a 
pescados con muy bajo contenido de mercurio. Una vez que el mercurio en la sangre se ha 
reducido (<5 μg/L) y los síntomas hayan desaparecido, los pescados y mariscos bajos en 
mercurio pueden ser reintroducidos en la dieta (51). 
 
14. NIVELES DE MERCURIO EN PESCADOS Y MARISCOS 
En los Estados Unidos, la FDA regula los pescados comerciales y los productos pesqueros 
mientras que los pescados no comerciales son regulados por la Agencia de Protección 
Ambiental (EPA). El nivel de mercurio total permisible actual de peces comerciales y 
pesqueros dirigidos por la FDA es de 1.0 ppm
 
(13), mientras que la EPA mantiene un límite 
de mercurio establecido para los pescados no comerciales de 0,5 ppm. En Europa, los 
niveles permisibles de mercurio total en el pescado son de 0.5 mg/kg de pescado en 
general, pero 1.0 mg/kg para algunas especies predadoras grandes incluyendo el tiburón, 
pez espada, merlín y atún se basan en la guía de niveles establecida por Codex 
Alimentarius en 1991 (3). En Colombia, existe normatividad para regular en contenido de 
mercurio en los pescados para consumo humano. El Ministerio de la Protección Social 
estableció mediante la Resolución 0776 de 2008 (Reglamento técnico para los productos de 
la pesca), un límite máximo de mercurio total permitido de 0.5 mg/Kg para los pescados en 
general y de 1.0 mg/Kg para el atún enlatado (36). 
La cantidad de pescados o mariscos aconsejados por semana depende del peso corporal de 
la persona, el contenido de mercurio del pescado y las consideraciones de salud individuales 
como el embarazo.
 
Según el Departamento de Agricultura de los EE.UU., el tamaño de las 
porciones para los niños debe ser aproximadamente de una 28 g por cada 10 Kg de peso 
corporal (51). 
 
 
 
 31 
 
15. DISCUSIÓN 
Los seres humanos y principalmente aquellos que han vivido cerca de ríos y mares, han 
basado gran parte de su ingesta proteica en el pescado durante miles de años con muy 
pocos casos reportados de posibles efectos negativos a causa de contaminantes químicos. 
El mercurio que circula en el ambiente proviene de fuentes naturales, antropogénicas y de 
re-emisiones. La mayor contribución de contaminación antropogénica en el ambiente 
proviene de la minería, por lo que se hace imperativo que los gobiernos de todos los países 
empiecen a reglamentar y vigilar el uso de este elemento. Es importante empezar a controlar 
las emisiones en el presente para asegurar que un futuro no se incremente la contaminación 
del aire y las aguas del planeta. 
En las últimas décadas, la comunidad científica centró su atención en el metilmercurio 
debido que se reportaron intoxicaciones en diferentes países que proporcionaron evidencia 
sobre los efectos negativos del MeHg en los diversos sistemas de cuerpo. Al hacer una 
revisión detallada de la bibliografía, se encontró que el sistema nervioso de los seres 
humanos ha mostrado mayor evidencia de afectación incluyendo síntomas como trastornos 
sensoriales, retardos mentales y disminución en los resultados de pruebas que evalúan 
diferentes dimensiones como la atención, el habla y la motricidad. Sin embargo, se debe 
tener presente que la evidencia de efectos negativos en el sistema nervioso central 
reportados, proviene de una población cuya exposición fue masiva debido a una 
alimentación que se basó durante un largo periodo de tiempo principalmente en pescados y 
mariscos con concentraciones de mercurio hasta de 35,7 ppm. En condiciones cotidianas, 
los alimentos de origen pesquero que se consumen van de un rango desde 0 a 0,9 ppm, 
encontrándose la cifra más alta en pescados de alto nivel en la cadena trófica como lo son el 
pez espada, el tiburón, la caballa y blanquillo. 
Los principales estudios realizados para evaluar el efecto del mercurio orgánico por 
consumo de productos marinos, evaluaron poblaciones de Nueva Zelanda, Islas Seychelles 
e Islas Feroe. Mientras el estudio de las Islas Feroe encontró déficits en memoria, lenguaje y 
atención a los 7 años, el estudio realizado en las Islas Seychelles no mostró retraso en el 
desarrollo o déficits en las pruebas de desarrollo. Los resultados de estos estudios varían 
debido a las diferentes edades en que los niños fueron evaluados, las diferentes pruebas 
aplicadas y los diferentes hábitos alimentarios de las poblaciones. Los estudios más 
recientes generalmente concluyen que aún no está claro si existe una asociación entre la 
exposición a bajos niveles de mercurio y los déficits neurológicos en los niños. 
 
 32 
 
Por otro lado, los principales estudios realizados para evaluar la afectación del sistema 
cardiovascular en el ser humano muestran resultados contradictorios; en algunos de ellos no 
se asoció el mercurio con incidentes cardiovasculares, aumento en la presión sanguínea o 
infarto al miocardio mientras que en otros, la asociación fue positiva. Es necesario continuar 
investigando sobre el tema de manera que se pueda advertir a la en qué concentración de 
mercurio frente al contenido de n-3 PUFA los efectos en la salud por consumo de pescado 
podrían cambiar de beneficio a daño. 
Existe evidencia sólida de efectos positivos de los ácidos grasos que contiene el pescado 
para la salud cardiovascular y el desarrollo cerebral por lo que es necesario que el 
consumidor evalué los efectos positivos y negativos del consumo de este alimento y trate de 
seleccionar aquel que contenga niveles altos de estos compuestos benéficos pero al mismo 
tiempo tengala menor cantidad de contaminantes. 
Los sistemas inmune y reproductor cuentan con evidencia de efectos negativos relacionados 
con el mercurio en animales. Sin embargo, los estudios en seres humanos son menos 
concluyentes debido al tamaño reducido de las muestras y los diferentes biomarcadores. Por 
lo anterior, se hace necesario realizar más estudios en seres humanos. Estos deben ser 
comparables con otros, además de contar con poblaciones expuestas a niveles bajos de 
mercurio como lo están las personas en general. 
Los datos disponibles con respecto al cáncer relacionado al metilmercurio en los seres 
humanos expuestos por vía oral no son concluyentes. Sin embargo, debido a la evidencia 
encontrada en animales, diferentes organizaciones clasifican metilmercurio como posible 
carcinógeno. 
Los resultados contradictorios de los estudios mencionados anteriormente evidencian la 
necesidad de realizar nuevas y cada vez mejores investigaciones que permitan demostrar 
con certeza el riesgo al que se está expuesto al consumir este elemento por medio de los 
pescados y mariscos y más importante aún, determinar en qué niveles de exposición se 
empiezan a mostrar estos efectos negativos. 
La EPA y la FAO recomiendan al público seguir consumiendo pescado como parte de la 
dieta habitual, pero como precaución, aconsejan el consumo de aquellos con menores 
cantidades de contaminantes y mejor contenido nutricional. Por lo que es indispensable que 
el personal de la salud este informado y actualizado al respecto, de manera que pueda guiar 
a los consumidores acerca de las porciones recomendadas por semana según el pescado 
consumido, las mejores opciones con el fin de maximizar los beneficios y reducir los riesgos 
 
 33 
 
de consumir este alimento. El asesoramiento dietético debe seguir siendo el de mantener 
una dieta balanceada que incluya pescado o mariscos por lo menos una vez por semana 
(30). 
16. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 
- La contaminación con mercurio proviene de tres fuentes principales: ambiental, 
antropogénica y re-emisiones. Es necesario que los gobiernos a nivel mundial contribuyan a 
disminuir y controlar el uso de este elemento para evitar que aumenten sus concentraciones 
en el ambiente. 
- A pesar de que el hombre ha venido aumentando la emisión de mercurio en el ambiente, 
esto no se ha visto reflejado en la concentración de este elemento en peces marinos 
oceánicos como el atún. 
- El efecto del mercurio sobre los diferentes sistemas del cuerpo humano no es claro aún por 
lo que se hace necesario que se continúen haciendo estudios al respecto. 
- Los efectos adversos reportados en muchos de los estudios son basados, generalmente, 
en exposiciones muy altas diferentes a las que se expone la población en general, por lo que 
sigue siendo indispensable realizar estudios a niveles bajos o normales de exposición. 
- Se ha encontrado un efecto protector del Selenio en los estudios realizados con animales. 
Sin embargo, en los seres humanos el efecto protector no es claro y se deben seguir 
haciendo evaluaciones sobre el tema. 
- La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos recomienda consumir máximo de 
0,1 μg de metilmercurio/kg/ día de peso corporal proveniente de pescados. Para cumplir esta 
recomendación es necesario que el personal de la salud conozca el contenido de mercurio 
total y metilmercurio de las especies más consumidas. 
- Las mujeres gestantes, lactantes y en edad fértil al igual que los niños son la población que 
debe tener mejor asesoria y seguimiento sobre el consumo de mercurio por medio del 
pescado. 
- Ninguna organización nacional o internacional sugiere evitar el pescado como parte de una 
dieta saludable, lo que se recomienda es escoger las especies con menor contenido de 
contaminantes y mayor aporte de nutrientes. 
 
 34 
 
- Se recomienda realizar futuras investigaciones con un enfoque nacional que incluya el 
contenido de mercurio en las especies de pescados más consumidos en el país, para así 
contextualizar las recomendaciones mundiales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 35 
 
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